Recurrió a técnicas como la fotografía, el cine y el uso del espejo unidireccional, técnicas que
permitían una considerable exactitud en el análisis y la clasificación de los diferentes tipos de
comportamiento infantil. Gesell consiguió así reunir información y sacar conclusiones sobre
actitudes, movimientos, adaptación, motricidad y comportamiento intelectual de los niños en
edad preescolar.
Sus trabajos más rigurosos tienen que ver con el comportamiento infantil hasta la edad de cinco
años (The First Five Years, 1940). En cambio, sus estudios sobre niños mayores tienden a ser
menos sistemáticos y basados en un número de sujetos estudiados más reducido (El niño de los
5 a los 10 años, de 1945). A él se debe la creación de una escala métrica para la valoración del
desarrollo en los primeros años de vida (Gesell Development Schedules).
Las etapas de Gesell tienen en cuenta el desarrollo intelectual, la motricidad, el lenguaje y las
relaciones sociales. La mayor parte de las situaciones referidas a las diferentes fases de
desarrollo fue rigurosamente caracterizada, cosa que permitió la identificación de algunos
importantes niveles de edad. Las etapas definidas por Gesell no solamente examinan el
comportamiento del niño según la madurez de su desarrollo sino que permiten determinar, para
cada nivel de edad, un grupo de elementos que constituyen una "constelación" del
comportamiento normal.
Su empleo permite valorar, mediante simple comparación, el nivel de madurez alcanzado por
cada niño en particular. Las etapas de Gesell se han considerado durante mucho tiempo como
un instrumento métrico de alta fiabilidad, aunque estudios recientes han puesto en evidencia
su falta de capacidad predictiva respecto al desarrollo intelectual del niño.