Anda di halaman 1dari 19

INTRODUCCIÓN

El pensamiento es nuestra fuente más inagotable de creatividad, espontaneidad y libertad, la


escritura por su parte, es por excelencia el sistema de comunicación humana, incluso por
encima de la propia palabra hablada. Para tener una idea sobre lo que debemos escribir
primero es necesario pensar y definir que queremos, así no fueran nuestras propias ideas las
que plasmaremos, ya sea que tomemos nota en alguna clase, hacer un resumen, escribir
alguna idea de un libro, etc.; estamos escribiendo lo que alguien más ya ha pensado y definido,
esto nos lleva a denotar que como dice Murray, 1982 citado por Carlino 2002, “la escritura y
pensamiento están entrelazados y escribir implica retrabajar lo que ya se conoce”. Es por ello
que necesariamente uno sucede después del otro, a este punto deberíamos agregar dentro de
la escritura a la lectura, la lectura nos hace comprender y ver nuestra realidad en que vivimos,
unas más que otras, pero tratan de en cierta medida volvernos conscientes para poder decidir,
probablemente influyendo a un nivel inconsciente en nuestro pensamiento, pero lo hace, lo
que por ende más tarde nos lleva a ser capaces de tener una mirada más sensata a una
determinada situación. Al menos en nuestra cultura no se ha visto como el deber ser de la
educación a la lectura y escritura, hemos aprendido a ser seres instruidos pero no pensantes,
nos hemos acostumbrado a únicamente desarrollar nuestras funciones psicológicas superiores
que adquirimos en nuestro contexto cultural, dejando a un lado aquellas verdaderamente
relevantes, las superiores avanzadas. Debido a la poca atención que se le ha prestado a este
tema, no existen definiciones o conceptos claros de cómo se desarrolla e interactúan las
funciones de estos dos procesos, no obstante trataremos de encontrar un sentido o concepto
el cual se acerque, trabajando primeramente desde una cuestión psicológica debido al origen
del pensamiento, para después pasar por un enfoque lingüístico de lado de la escritura. De
igual manera nos encargaremos de analizar algunos casos que nos refieran a como es el
proceso educativo en algunas universidades extranjeras. Son estas instituciones quienes
postulan diferentes ideas para poner en práctica en el desarrollo del pensamiento crítico, el
interés por recalcar este punto radica en ser elemental para nuestro desarrollo humano, por la
necesidad de replantear nuestra realidad y no solamente en cuestión educativa sino en todos
los ámbitos posibles, desde el interior en el instante en que el hombre empieza a desarrollarse
e inicia su evolución en sociedad hasta en la que llega a individualizarse. La escritura refleja
parte de lo que es nuestro pensamiento, las ideas deberían ser nuestras para poder ser libres,

3
quien tiene pensamiento propio puede ser libre, un ejemplo claro que tenemos es la poesía,
estamos acostumbrados a tomar los pensamientos de otros que cuando leemos un poema nos
puede parecer extraño e incluso necesitaremos analizarlo en distintas ocasiones para
encontrar la esencia y el significado de las palabras, los escritores pueden jugar con el
pensamiento y las palabras así que porque no podemos hacer nosotros lo mismo.

4
ESCRITURA Y PENSAMIENTO CRÍTICO: LA ESCRITURA COMO CENTRO DEL
PROCESO EDUCATIVO

El pensamiento crítico es la capacidad que logra desarrollar todo ser humano mediante la
comprensión de su realidad a través de su conciencia histórica, que le permitirá elegir y decidir,
siendo así capaz de tomar una postura definida, asumiendo las responsabilidades y
consecuencias de sus acciones.

La escritura por otro lado, es un proceso dialéctico capaz de ser utilizado como herramienta
liberadora para pensar y expresar ese pensamiento propio sobre las determinadas situaciones
en que nos envolvemos día con día.

Aunado entonces al punto anterior acerca de la escritura, habría que agregar como punto extra
la lectura, esto debido a la estrecha relación existente entre ambas bajo la premisa que
aprender a escribir es aprender a pensar, estando así ligadas siempre la una a la otra,
percibiendo a la lectura como el medio más importante a la hora de la adquisición y desarrollo
de un código escrito permitiéndonos el acceso a la mirada de otras ideas, otro vocabulario y
herramientas para enriquecernos intelectualmente y poder crear nuestras propias posturas e
ideología.

A lo largo de los años han existido distintas escuelas, las cuales han tratado de poner en
práctica y discutir el funcionamiento de estos dos procesos siendo la tecnocrática, mimética y
romántica las que más sobresaltan, una preocupada por ordenar y transmitir pensamientos
más no en pensar, la otra en ayudar a familiarizarse con obras y autores significativos pero no
en garantizar un mejor pensamiento y escritura, la última en la exploración de la felicidad y la
voluntad humana aunque dejando de lado la profundización y análisis de su contexto histórico,
apartando la idea principal de su premisa.

Ante esta situación es evidente que las escuelas no cumplen con la función que deberían de
desarrollar, estimular al ser humano para ser consciente, logrando únicamente instruir para la
aceptación y reproducción de una sociedad ya existente, sin ningún cambio y tal cual la
conocemos, por lo que este hecho implica replantear los preceptos bajo los cuales estaban
cimentadas estas escuelas de tal manera que una institución o docente sean capaces de

5
ayudar a sus estudiantes a tener en cuenta su contexto histórico como uno de los principales
hechos de utilidad a la hora de comprender su realidad y dar un significado a su existencia.

Actualmente en gran parte de todas las instituciones educativas, la idea de educación implica
el asistir a una institución y memorizar todos los datos que ahí se nos proporcionan por parte
de los docentes, siendo esa la única manera de poder nosotros tener acceso a lo que llamamos
conocimiento y llevando la idea que a través de este supuesto conocimiento ya existe por si
sólo un pensamiento. A través del tiempo y si nos adentramos a la situación que se vive hoy
día, es posible notar que este lapso de tiempo ha servido para distorsionar radicalmente la
esencia de una institución educativa y por ende del mismo concepto de educación, al ofertar
escasas oportunidades que permiten desarrollar el pensamiento. El vínculo existente entre
lectura, escritura y pensamiento es de gran relevancia pues según Larrosa (2001) citado por
Stella Serrano (2013, p.98) “es a través de esas experiencias que se teje una ruta de
diferencias y diversidades, de silencios y palabras, de reflexiones y construcciones que nos
conducen al pensamiento”, siendo ese momento en el que se escribe y quedan plasmadas
nuestras ideas el único en que puede ser completamente libre y hacer lo que queramos con
nuestras palabras; razón suficiente para demostrar que esta relación debería ser el deber ser
en la educación.

En un gran número de escuelas es inexistente la cultura sobre la lectura y escritura, o bien no


se promueve con el debido valor y utilidad que debería tener, sin embargo, de especial forma
en las universidades se ha creado una especie de área en la cuál se trata el mejoramiento de
estas prácticas, sin embargo sigue siendo una gran problemática pues la mayoría de nosotros
cuando abordamos el tema de la elaboración de textos lo percibimos como algo amorfo,
caótico, amenazante, inútil y sin ningún sentido puesto que no sabemos realmente cómo
abordar este proceso ni tampoco el cómo aprovecharlo, en pocas palabras no sabemos para
que escribir. Sabemos que estos procesos están involucrados pero no tenemos una noción de
cómo hacer uso de ellos, por ello es necesario conocer cómo se ha tratado el tema y porque
causa tanta aprensión e incertidumbre cuando lo tenemos que trabajar.

El pensamiento es una actividad que jamás ha podido ser observada así que por años había
sido excluida de lo que era la psicología en Estados Unidos, al ser un acto imposible de definir
medir o calcular cuánto se tardaba en procesarse una sola idea de manera confiable, lo cual
más tarde nos llevó a irrumpir en la conducta como símbolo de un acercamiento al

6
pensamiento, puesto que al estar basada en estímulo y respuesta podía ser un proceso
observable y calculable en aquella época del positivismo. Durante ese periodo surgieron
distintas teorías sobre cómo definir al pensamiento, siendo la más interesante aquella que la
describe como “un habla interior, es decir un movimiento inaudible de los órganos vocales”
Watson, 1920; cfr. Sapir, 1921; Bloomfield (1933) por lo que era posible estudiarlo
enfocándose a los movimientos generados en los órganos vocales; si bien es cierto y nos
detenemos a analizarlo desde este punto, esto verdaderamente nos permitiría saber en qué
momento exacto estamos pensando, pero no lo que se está pensando y el porqué de ello. Por
lo visto ambos aspectos son problemáticos desde el punto de vista de la ciencia pues ambos
son procesos que ellos no son capaces de medir o establecer cómo podrían funcionar, al ser
demasiado complejos, esto en cuanto al área de la psicología se refiere y a ese momento de
la historia, aun así las pocas investigaciones que podemos encontrar nos muestran que
efectivamente la escritura es un proceso más observable del que se derivan tres posibles
definiciones, la primera nos lleva a ver esta misma como una actividad con una velocidad y
ritmo característicos, cuestión en la que se han basado para llegar a determinar que la escritura
tiene una velocidad mucho más lenta que el habla que quizá durante ese camino podría
generar la afectación del control, la atención, la memoria, entre otros, la segunda está basada
en la idea de una configuración controlada de acciones motrices igualando la mayoría de
acciones humanas, es decir que prácticamente se realizan sin la supervisión de la conciencia,
y la tercera, donde es vista como el objetivo para el conocimiento de letras durante la lectura
sin conocer exactamente como es la recepción que tenemos de ella correspondiente a la
producción de lo escrito en la escritura, sin pensar que al practicar una de estas habilidades
no estamos mejorando la otra; con esto como posible evidencia sabemos que si bien se han
desarrollado conceptos o ideas cercanas a lo que es la escritura, no ha habido uno que defina
tal cuál el actuar del pensamiento, siendo tratado todavía como un concepto más informal que
como el tema teórico central, motivo por el cual es preferible trabajar bajo otros conceptos y/o
términos tales como aprendizaje, recuerdos, etc; dejando aún al pensamiento en un concepto
bastante vago, al menos en lo que al área de la psicología se refiere. Ahora bien, si en la
psicología no encontramos todavía los sustentos necesarios que nos permitan establecer y
comprender cuál es la relación entre escritura y pensamiento crítico podríamos adentrarnos un
poco en la lingüística; varios de los lingüistas modernos como Saussure, Sapir, Hjelmslev, etc;
a pesar de no interesarse precisamente en lo que es el pensamiento tal cuál, llegaron

7
nuevamente a la conclusión de que estos dos sistemas no pueden estar separados, pero sin
éxito de poder llegar a alguna definición concreta, en si aunque la lingüística trata de acercarse
un poco más al pensamiento, no lo logra por lo que la sigue dejando sólo en el uso del lenguaje.

Beaugrande (1984,1987) nos habla de 4 tesis bastante interesantes, la primera de ellas nos
dice que la escritura y el pensamiento no están relacionados en absoluto pues las
investigaciones sobre la escritura, al no poder ser el pensamiento un proceso observable, lo
descartan, la segunda nos habla acerca de la escritura y el pensamiento como una misma
cosa, misma que de igual forma es un poco extrema porque primeramente la evidencia para
sustentarlo no es suficiente y segundo porque si fueran lo mismo las personas necesitarían
pensar antes de hablar o escribir en un idioma extranjero, la tercera y quizá las llamativa a mi
punto de vista es que el pensamiento influye sobre la escritura, pero aunque pareciera la más
aceptable sigue siendo un tanto vaga al evidenciar que si bien es cierto podemos pensar, pero
no conseguimos encaminar de manera adecuada las sentencias de ese pensamiento al
plasmarlo de manera escrita, siendo así un problema de la mayoría de nosotros, sobre todo
de los escritores, finalmente la cuarta tesis nos plantea que la escritura influye sobre el
pensamiento, a mi parecer esta podría ser un poco absurda al parecer casi imposible escribir
por escribir sin tener un pensamiento de por medio sobre lo que se está escribiendo aunque
por otra parte aceptable para aquellos que enseñan escritura, desafortunadamente se vuelve
a la misma situación de antes, no son capaces de explicar tal cuál el pensamiento, por lo que
será más fácil llamarlo con otros nombres o ideas de cosas que ya están establecidas como
una oración , un sustantivo, verbo; etc. Dentro de esta última tesis existe un punto a añadir que
es la evaluación de trabajos de los estudiantes por parte de sus instructores y la creatividad,
debido a que es un medio a través del cual los conceptos de la gramática y su uso son más
manejables que el mismo pensamiento, una de las características que es posible percibir en
estos casos es que cuando mientras se es más creativo es posible que exista una dificultad
para encajar en los estándares ya establecidos, haciendo que con el tiempo la misma escuela
disminuya esa creatividad, por otro lado cabe mencionar que dicha estandarización bajo la
cual están cimentadas la mayoría de las escuelas hace que asignar una calificación siempre
sea más fácil, pero lo que no hace es reflejar o la extensión o calidad de pensamiento que
posea el escritor, por lo que así se realice una gran cantidad de escritura, eso no implica una
garantía de un mejoramiento en el pensamiento de una persona. Las cuatro tesis presentadas

8
demuestran que si bien tienen puntos a resaltar y considerar siguen siendo un tanto
insatisfactorias para lo que estamos intentando buscar. Partidariamente pienso en el hecho
anterior y trato de hacer una conexión entre si la escritura domina al pensamiento, por una
parte quizá sea posible si antes de la escritura se encuentra la lectura, quien nos permite
percibir otras realidades de todo tipo, intentado crear o reproducir algún escrito nos traslada a
un momento donde tenemos que detenernos a pensar y aclarar las ideas para plasmarlas en
la hoja, por tanto una posibilidad sería que con el tiempo al trabajar esta actividad nos
acostumbramos a ver ciertas adecuaciones que más tarde inconscientemente hemos llevado
a lo que plasmamos, habiendo una mejora en nuestro pensamiento, aunque como ya lo
mencione antes tampoco es una garantía de que suceda. Desdichadamente es posible darnos
cuenta como las escuelas poco a poco están matando este proceso, lo que me hace recordar
mi clase de lengua, sabemos que según distintos estudios pasada la adolescencia se vuelve
más complicado el aprender una segunda lengua, basados en eso nos justificamos con la idea
de que nuestro pensamiento ya no es idóneo de modificar al estar ya establecido, cuando la
posibilidad de suceder es en justa medida una realidad, difícil pero real, la problemática surge
en el momento donde vemos que realmente no estamos pensando, y solo reproducimos algo
que ya está hecho o bien como en mi clase de lengua sucedía, nos limitábamos a rellenar los
espacios de los ejercicios que debíamos entregar, todos los días en el salón de clases,
observamos que a nuestro parecer con el contexto que tenemos nos es suficiente, lo que nos
hace ver que no es necesario hacer o desenvolvernos en algo como escribir o pensar más,
porque el mismo sistema no nos lo exige y aun cuando la situación salta a la vista no
encontramos una razón de peso suficiente que nos motive a hacer ese cambio. Recuerdo la
clase de un profesor de bachillerato, siempre insistente sobre la importancia que radicaba en
este proceso, en distintas ocasiones escuchaba comentar que posiblemente no era un buen
docente al tener a demasiados alumnos reprobados en su clase, la clase era sobre redacción
de textos, suceso que probablemente corrobore la sentencia anterior, todos sabían cómo
funcionaba la clase, leías un texto que fuera de tu agrado y más tarde tenías que escribir sobre
el mismo, lo que te provocara o pensaras de el pero con una extensión decente,
posteriormente había que discutir y aportar puntos de vista, sin embargo a pesar de esto la
gran mayoría no lo hacía o en su defecto lo dejaban para el ultimo día que había que entregar,
causaba tedio y lo percibíamos como algo sin sentido, el profesor en varias ocasiones nos
recalcaba que era algo que nos iba a servir demasiado en la universidad pero sobre todo para

9
la vida, aún sabiendo eso, no nos causaba ninguna razón suficiente de peso para hacer ese
trabajo, en distintas ocasiones pude ver que los padres acudían a la escuela a preguntar sobre
el desempeño de sus hijos y la pregunta que surgía era porque el estudiante estaba reprobado
si en las demás asignaturas tenía un desempeño excelente o aceptable, mientras que los
demás docentes se preguntaban porque la existencia de tantos alumnos reprobados, se me
ocurre que probablemente la disyuntiva que en aquel momento debió haber existido era por
qué en las demás asignaturas su desempeño si era el mejor o más aceptable sino leían y
ensayaban, no es que las demás asignaturas fueran o sean malas pero no existe una
autocrítica en ellas, y en repetidas ocasiones son como los tutoriales de Youtube, te dan pasos
a seguir sobre como desempeñar alguna actividad pero no te hacen desarrollar un
pensamiento propio, te ayudan a resolver pero no hay un más allá o un porque de lo que ocurre
detrás de esos procedimientos, además de que en su mayoría solo son reproducciones de
reproducciones de un solo tutorial que es el original y no hay un mínimo de curiosidad por
indagar siendo una actividad que es gratis, por el contrario solo se busca evadir esa
responsabilidad que hay hacia la escritura de los jóvenes. “Un objetivo importante para los
estudiantes es el descubrir como difiere la escritura efectiva del habla común”. Beaugrande
(1985), respecto a este tema cabe decir que muchas de esas diferencias saltan a la vista, tales
como la ortografía, puntuación, y la coherencia en las estructuras por mencionar unas cuantas,
temas bastante difíciles para muchos de nosotros, algunas otras que no son muy perceptibles
y que se encuentran ligadas al tema que nos atiende son aquellas sobre cómo se relaciona el
pensamiento con la escritura. Hablemos de una propuesta que llevada al aula de una manera
lo suficientemente atractiva podría hacer que el pensamiento y la escritura se involucren más
allá de lo que ocurre en el habla. Respecto a lo anterior Michael Halliday nos habla de las
diferencias que existen entre el texto escrito y el texto hablando, llevando posiblemente al error,
un texto escrito es la versión final de algo que se ha venido planificando tomando en
consideración muchos aspectos, mientras que el texto hablado es la primera versión, lo que
se puede percibir aquí, es que la escritura logra algo que el habla no, al suavizar y normalizar
un texto antes de que llegue a su destinatario, una situación que a menudo ocurre, es cuando
las personas que escriben se sienten inseguros sobre el contenido que manejan en sus textos
debido a que en su mayoría utilizan su habla cotidiana a la hora de plasmar, pensando en la
calidad de su escrito en comparación con la de un libro, juzgando antes de tiempo el trabajo
que están realizando. La escritura puede enseñarnos que hay ciertas ventajas en ella tales

10
como cuando nos permite pensar y pensar hasta llegar a algo concreto y darle forma a lo que
deseamos escribir, a diferencia del habla, que surge espontáneamente sin que la mayor parte
del tiempo podamos darle otro formato o ideas a lo que acabamos de decir, de igual manera
nos ofrece la oportunidad de reescribir como una oportunidad de repensar, es como si
pudiéramos regresar el tiempo y reinventar, replantear y dar todas las formas posibles a lo que
acabamos de hacer o decir, pero para conseguir que esto suceda un elemento clave es el
manejo de las distintas etapas involucradas en el proceso, es decir distribuirlos por etapas, con
la debida secuencia, trabajando aspectos como ortografía, puntuación y gramática de tal
manera que poco a poco el estudiante se vaya quedando con pocos recursos en que organizar
su pensamiento, haciéndolo enfocarse únicamente en lo que desea plasmar, es indispensable
que las condiciones sean entendidas y controladas en un grado razonable y sin emitir juicios,
de lo contrario se nos podría presentar sobrecargas y degradaciones en otras áreas del
pensamiento, por lo que con el tiempo y de acuerdo a su evolución, los aprendices podrán
simplificar su proceso en menos etapas. El acto de escribir trabaja de tal manera que al
principio parece imponerse al pensamiento a través de los contornos y formas específicas que
lo abarcan superficialmente, una vez que observamos este hecho en la escritura podemos
sacar conclusiones prematuras sobre lo amorfo del pensamiento, pero tal cuál las ideas
pasadas en el texto, seguimos sin encontrar la relación directa entre ambos, sin embargo
teniendo en cuenta lo anterior podemos presentar la idea de la escritura como un acto de
formar y especificar nuestros pensamientos teniendo el control de ellos y siendo capaces de
modificarlos cuando queramos. La mente es algo muy poderoso, inestable, pero a la vez tan
complejo que a la fecha no hemos logrado descubrir completamente, su capacidad es ilimitada,
capaces de provocar situaciones en nuestro mismo cuerpo o en personas ajenas si sabemos
adiestrarla, no obstante en ella es posible almacenar casi cualquier cosa, razón suficiente
como para detenernos a revisar que queremos poner en ella, debido a la inestabilidad que
posee, así que Loftus, 1980 nos explica que “los medios para recuperar ciertos artículos
almacenados no son ni altamente fiables ni agudamente selectivos”, lo que nos lleva a saber
que si bien es cierto es posible recuperar un pensamiento, este no quedara intacto pues en el
trayecto sufrirá modificaciones que lo alteren, adaptándolo de acuerdo a las distintas vivencias
y experiencias que se han tenido. El vivir del día a día nos llevan a poseer experiencias que
ocasionan una remodelación en nuestro cerebro sobre lo que pensábamos antes de esa
experiencia y lo que pensamos posteriormente a ella, de modo que nos encontraremos en el

11
punto donde es imposible saber que está pensando o sabe alguien en cualquier momento,
pero razón suficiente que prepara a una persona para saber cómo reaccionar ante las nuevas
situaciones que se le presentan, sacándolo de aquellas ya tan monótonas en las que se
encontraba inmerso. Así este proceso hace mucho más flexible y adaptable a la mente. El
texto por su contraparte es un tipo de almacenamiento diferente desde las características que
posee hasta como es su funcionamiento, su capacidad es limitada, el almacenamiento estable,
la recuperación conciliable, selectiva y no se remodela constantemente a diferencia del
pensamiento. En la escritura siempre será más fácil recuperar un pensamiento, podemos
buscarlo en el texto que sea que hayamos escrito y seguirá intacto tal y como lo dejábamos la
última vez, a menos que se desee reescribir el texto. Modificar los pensamientos se desarrolla
con la evolución gradual de nuestra actividad pero con la necesidad de un método de
activación, es decir un factor mediante el cuál el almacenamiento mental este siendo
monitoreado constantemente cada que se forma una nueva asociación así cuando un
pensamiento se haga activo probablemente se añadirán nuevos materiales a partir del contexto
en que vivimos. Existen unos pensamientos más latentes y fuertes que otros, aquellos que son
menos latentes tienden a desaparecer o ser remplazados por otros sino son expresados, por
lo que pidiendo salir a la luz una buena manera de hacerlo sería mediante la escritura y a
medida de que surge una idea es muy probable que a partir de ella se deriven otras cuantas,
otra de las características que tiene el texto respecto al almacenamiento mental. La gramática
únicamente se encarga de establecer ciertos patrones a seguir para darle forma a las
oraciones pero sigue sin darle un lugar más integral al pensamiento, siendo esos patrones el
centro de la escritura originando que los pensamientos que surgieran de esos patrones
pudieran llegar a congelarse y perderse; por ello será relevante ver la formación y
especificación de pensamientos como un proceso que interactúa con la formación y
especificación de la creación de textos pero siendo aún un muy difíciles de manejar sin
ponerlos en forma de lenguaje. Remóntanos a una de las tesis anteriores la cual nos habla
sobre el pensamiento y la escritura como la misma cosa, podría estar errada pues no son la
misma cosa, sino asimétricos es decir que hay más de un pensamiento para cada expresión
escrita y más de una expresión escrita para cada pensamiento, en pocas palabras hay distintas
maneras de pensar, escribir y expresar un sola cosa, siendo el lado de la expresión más
estable y tangible que la otra. En algunos de sus experimentos Walter Kintsch, Till, Mross,
1986 sugieren que “la relación entre pensamiento y expresión se estabiliza de manera bastante

12
rápida, usualmente en medio segundo”, razón por la cual existe un lapso de tiempo en el que
se le permite al pensamiento y la escritura desarrollar un medio ambiente propicio para que el
escritor pueda repensar las ideas y comparar los resultados obtenidos por primera vez, al no
ser actos sencillos se perciben como series de ciclos de repensamiento y reescritura,
permitiendo que con cada repensamiento se aprecien distintas partes tanto en una escala local
como en una global, apareciendo en la primera detalles como la estructura de las oraciones o
los párrafos y en la segunda aspectos sobre la fluidez que hay en el texto que se está
intentando realizar, cada aspecto pretende llevar su tiempo así como el hecho de que aún
cuando no llegasen a converger ambos entre sí, puede existir una conformidad o satisfacción
de por medio, y debería funcionar también en el pensamiento, solo que al menos ahí y de
manera inherente ocurre algo totalmente distinto al convertirse en unos u otros a partir de un
contexto particular, por ejemplo puede haber un tema que se desarrolle a lo largo de un enorme
libro sobre un tema en específico o bien ese tema se puede prestar a ser solo un capítulo de
algún otro libro que no quiera tratar el tema más a fondo y solo generalice. Una de las razones
por la que la escritura no es muy considerada en la educación pública como esa ocasión para
repensar y replantear de una manera más creativa, es porque los asuntos que atienden a la
gramática y el uso al ser asuntos o errores locales han recibido mayor énfasis en la educación
tradicional, en este ámbito es difícil encontrar algo innovador con excepción de la poesía pues
no permiten al escritor hacer modificaciones radicales, dirigiéndonos hacia otra parte pero que
de igual manera involucra al tema, el énfasis que se hace hacia los errores locales y la escuela
tradicional ocurre debido a que los planes institucionalizados están manejados de esa forma
pues es mediante ello que mantienen a un pueblo hegemonizado, bajo su control y
desalentando su pensamiento y creatividad, no es necesario tener muchas evidencias para
darse cuenta como la escritura se ha convertido en un dominio de la educación, llevando al
conformismo y la fragmentación. Las consecuencias de ese hecho han sido muy graves,
aquellos que escribimos y sin experiencia, solemos ser los más afectados pues influidos por
los métodos tradicionales, nos preocupamos constantemente por los asuntos locales y por el
peligro de cometer errores locales perdiendo parte de nuestra conciencia, esta situación se
agrava cuando “el escritor y también el maestro a menudo solo tiene una vaga idea sobre lo
que constituye un error” (Greenbaum & Taylor, 1977; Williams, 1981) de modo que bajo esas
circunstancias el escritor se ve invadido por sentimientos de ansiedad que no le permiten
explorar su creatividad. Cuando suceden este tipo de cosas, la mayoría de nosotros no lo

13
entendemos y tendemos a juzgar prefiriendo verlo como una clara evidencia de pensamiento
deficiente, cuando por el contrario, “las ideas sobre un pensamiento deficiente son señales de
eficiencia” (Rumelhart & Norman, 1981). Los distintos procesos locales tales como la formación
de las letras, la ortografía de las palabras y la construcción y estructuración de frases suelen
tener un ligero margen de error, pero es un precio que se debe pagar para que podamos
mantener los recursos mentales libres, al menos hasta que se termine de elaborar el escrito,
esto con la finalidad de poder ocuparse de como ya se mencionaba anteriormente, dedicarse
a los procesos globales un tanto más complicados, que es el generar las ideas y los
pensamientos centrales, de manera que al no tener que preocuparse por la sintaxis, ortografía
gramática, estilo y sus similares, los pensamientos puedan fluir de mejor manera hasta tomar
una forma razonable, ya con un poco más de tiempo hacer lo mismo que ocurre con las
traducciones, se debe dejar reposar el texto y después ver los errores que posee, así con la
mente un más fresca seremos capaces de tener una mejor versión del texto elaborado.
Igualmente los asuntos globales nos ayudan a trabajar la creatividad para que por medio de
ella generemos un texto innovador y significativo el cuál no precisamente tiene que ser correcto
o estar bien ejecutado superficialmente, si bien es cierto que son estos asuntos globales
quienes son más influyentes a la hora de redactar un texto, aún no han recibido la debida
atención. Como vemos hasta ahora no existen los límites para las infinitas posibilidades que
posee el pensamiento, podemos tener una idea probablemente no tan clara de lo que
deseamos escribir y de esa idea se desprenderán muchas otras, teniendo otras ramificaciones
pues una cosa tiene relación con otra y así sucesivamente, todas ellas categorías globales de
pensamiento y no de lenguaje o gramática. Claramente mientras más predomine el
pensamiento sobre el lenguaje, los asuntos globales sobre los locales, mayor será la
oportunidad de lograr la originalidad, lograremos mejores avances en la escritura si nos
enfocamos en el pensamiento y vencemos la preocupación impuesta por la escuela tradicional
sobre los aspectos locales del lenguaje. Es una tarea importante ayudar a los que recursos
mentales puedan distribuirse de manera estratégica en tal forma que la organización del texto
se haga cada vez más específica y detallada sin fatigar la mente. En cada etapa, la mente
resuelve algunos problemas y es, por tanto, capaz de descubrir y atacar otros. Cualquier
intento de resolver todos los problemas a la vez sería contraproducente y poco realista. Por
otra parte al ser la creatividad una parte a relucir en este acto y de una manera diferente a lo
que nosotros podemos pensar que es debería ser vista desde este punto como un proceso

14
gradual de registrar, evaluar y registrar los propios pensamientos, no debemos sentirnos mal
por no saber que escribir o por no tener aquellos grandes momentos de repentina inspiración
ya que no es algo que este mal pues cuando solo la distancia total observemos nuestro texto,
será cuando muestre el grado de la creatividad que tiene, justo lo que comentábamos antes,
es necesario dejar reposar el texto, será solo cuando tengamos la distancia adecuada y ver la
verdadera esencia de nuestro trabajo donde podremos sentirnos satisfechos en el nivel global
para después resolver cualquier otro problema local que se presente. La creatividad puede
estar presente en todos los actos por los que pasa la escritura pero eso no influye para que la
ya mencionada exista en todas y cada una de esas etapas debido a que quien se encuentra
escribiendo podría hacerle falta tiempo, motivación, energía, ganas, etc.; lo cuál le impide
desarrollar sus ideas a plenitud. Para mejores resultados, el escritor deberá continuar
repensando y rescribiendo hasta que llegue el momento en que pueda revisar todo un trabajo
completo. Usualmente el momento en que suelen sobresalir los problemas viene a ser al final
de la redacción o cuando dejamos respirar el texto para retomarlo, es en ese instante donde
son más apreciables los problemas locales y globales que no habíamos tenido en cuenta, esta
es una etapa crucial porque al menos en lo que se refiere a los errores globales se parecían
mejor en esta momento, es importante tener en cuenta esto ya que la información debe estar
lo suficientemente ordenada para que el texto sea informativo y convincente para el público
que lo vaya a recibir, por otro lado uno de los mayores retos es acerca de la longitud del texto,
pues mientras más largo sea, más complicado es de redactar y de mantenerlo en orden,
pareciera un rompecabezas donde hay que buscar cuál es el lugar de cada pieza, yo considero
que probablemente sea una manera muy sistemática de hacerlo pero siento que de alguna
manera me funciona, cuando son textos muy largos tiendo a dividirlos, por ejemplo si son como
en este caso 15 cuartillas, considerando el tiempo que tengo para realizarlo, me gusta dividirlo
de tal manera que cada día pudiera trabajar al menos dos cuartillas, pienso que es una buena
opción pues no se satura la mente de lo mismo y puedes analizar con más detenimiento cada
segmento, la idea es no trabajarlo todo en un solo día, aunque también seria de destacar que
pudiera ser se perdiera un poco el sentido al no saber o perder noción de en donde nos
quedamos o como lo estábamos manejando, además creo de igual forma depende de cada
persona, si alguien se siente con la suficiente inspiración como para hacer siete u ocho
cuartillas en un solo día sin sentirse fatigado o no saber que escribir, es muy respetable, la
cuestión en si es escribir hasta que nosotros creamos que es suficiente para no forzar el acto

15
y la mente, finalmente la idea es escribir y no pensar en la longitud de los escritos por lo que
tendemos a detenernos demasiado en eso y no avanzar. A pesar de que nosotros podemos
considerar que la etapa final de un texto es cuando se ha acabado y esta para revisión la
realidad es que la argumentación no es capaz de decir cuál es la etapa final en la creación de
un escrito, sino que eso queda a consideración del escritor, por lo que una revisión más nunca
estará de sobra, además la idea es que seamos nosotros quienes estemos totalmente
satisfechos con lo que hayamos hecho, lo que al menos de forma teórica sucede cuando el
pensamiento y la escritura por fin han logrado converger juntos. Cada versión de un texto
asume su valor en la relación con la versión anterior, debemos mantener este criterio en mente
y no insistir en criterios superficiales para comparar cada escritor a fin de asignar una
calificación con mayor facilidad, la opinión que tengamos hacia el trabajo de alguien más,
siempre deberá estar basada en un criterio profesional y no en gustos personales. Actualmente
con toda la información que circula por el Internet no es difícil adentrarnos a investigar un poco
cómo funcionan los procesos educativos de las que supuestamente fungen con la bandera de
ser las mejores universidades para estudiar, en un ranking del uno al seis podemos encontrar
a las universidades de Harvard, Oxford, Yale, Cambridge, Stanford y Princeton, las ya
mencionadas mejores universidades del mundo tiene como eje central de sus procesos
educativos a la lectura, la pregunta es ¿Por qué? La respuesta es un tanto sencilla, la lectura
te enseña a pensar de manera clara, profunda y significativa, de igual manera el programa de
escritura de la Universidad de Princeton dice lo siguiente: “Princeton es una comunidad de
escritores tanto como de pensadores. Escribir es central para el trabajo en la universidad…”.
Tal y como lo hemos venido diciendo a lo largo del texto el potencial de la escritura es enorme
pero ocurre que en nuestras instituciones nadie escribe, la escuela de hoy no nos enseña a
pensar y decidir, estamos bajo una educación basada en la instrucción, en la cuál tanto el
profesor como la institución están orientadas a la memorización de contenidos de información,
esto nos ha llevado a olvidar la idea principal de crear condiciones que sirvan de ayuda a los
estudiantes para redescubrir su pensamiento y encontrarle un significado al escribir, de lo
contrario seguiremos perdiendo la oportunidad de trabajar con pensamiento de alto nivel, un
pensamiento claro, critico, complejo, creativo, analítico, sistemático, intuitivo, etc.; necesitamos
aprender a pensar, conseguir que nuestra enseñanza en esa área tenga un significado para
nuestra audiencia, basada en puntos que nos permitan llegar a la creación de algo nuevo, que
no solo signifique un avance en una sola área de aprendizaje, sino que pueda ser transferible

16
a otras áreas. Todas estas instituciones se han dado cuenta del potencial que existe en el tema
desde que lo consideran como algo mas aparte de expresar o comunicar el pensamiento
planeado y percibiéndolo desde un punto de vista epistémico, por lo que Carlino 2002 llega a
la conclusión que en estas instituciones:

“Escribir permite incidir sobre el propio conocimiento a través de dos caminos.


Por un lado, tener que poner por escrito una serie de conceptos implica
comprenderlos mejor que cuando simplemente se los estudia, ya que la
coherencia que un texto exige lleva a establecer más relaciones entre esos
conceptos entre sí, y entre ellos y el conocimiento previo de quien escribe. Por
otro lado, la escritura objetiva en un papel el pensamiento, y esta representación
externa al sujeto –estable en el tiempo– permite reconsiderar lo ya pensado.
Tanto la coherencia como la revisión de lo escrito son requerimientos que
aparecen en primer plano cuando el que escribe tiene en cuenta las necesidades
informativas de su audiencia.” (p.3).

En pocas palabras todas estas instituciones han llegado a la conclusión de la importancia que
hay en alfabetizar académicamente a sus estudiantes, buscando incluir la lectura y escritura
en todas las disciplinas, razón por la que han colocado este acto como esencial en la formación
superior. Carlino 2002 explica que:

“Estas universidades acuerdan que no se aprende a escribir de una vez y para


siempre sino que se puede continuar haciéndolo cada vez que se enfrenta una
hoja en blanco, siempre que se revise lo escrito de forma sustantiva. Reconocen
que los alumnos deben aprender tanto los conceptos como las prácticas
discursivas de las disciplinas que estudian. Asumen que la escritura es un
poderoso instrumento que permite representar, analizar, revisar y transformar el
conocimiento.” (p.13).

Este proceso implica atención, compromiso y responsabilidad compartida por parte de ambas
partes, tanto de la institución como de los docentes, estudiantes y ayudantes externos. Dentro
de sus procesos educativos se han establecido modalidades tales como: tutores de escritura,
compañeros de escritura en las materias y materias de escritura intensiva, todas ellas con la
convicción de aprovechar en su máximo los procesos de escritura, de igual manera, pero como

17
todos los trabajos, es necesaria una retroalimentación por parte de otras personas, en este
caso de otros lectores para la búsqueda de posibles errores globales o locales. Es así como
se busca reposicionar el papel que tiene el pensamiento sobre la escritura, intentando hacer
ver la importancia de la vinculación que tienen , no queremos decir que sea la mejor educación
del mundo y que en ellos se deban basar los estándares bajo los cuáles nosotros tengamos
que trabajar, pero es un inicio por donde podríamos comenzar, y quizá crear algo distinto,
ponerle un nombre y compartirlo, no exactamente puede ser aplicados en estudiantes
universitarios, pues los alumnos de bachillerato pueden ser una buena opción, entonces ahí
llamarlo como “ El ensayar en los jóvenes”, ensayar para contar anécdotas, comparar lecturas
con experiencias personales o situaciones actuales en las que vivimos, tratar de relacionar
asignaturas con lo que nos rodea o sucede en nuestro mundo, tener en ellos sustentos para
expresarnos de una forma certera y consolidar nuestra racionalidad.

18
CONCLUSIONES

Evidentemente aun con las investigaciones ya realizadas por otras personas, todavía no es
posible establecer bien la relación exacta entre la escritura y el pensamiento, sin embargo a
mi parecer la más coherente e interesante pudiera ser aquella que se refiere a la unión de
estos dos procesos y habla de la escritura como el medio que le da forma a nuestros
pensamientos. El existo que tenga el proceso depende del valor y la dedicación con que se
trabaje, es un proceso largo, no debemos perder la paciencia al principio, es un acto complejo
el cuál involucra analogías, así como también una buena organización y planificación
pedagógica no rigurosa sino específica. Estamos rodeados de argumentos, dado al hecho que
somos seres racionales (aunque algunos se esfuercen demasiado en demostrar lo contrario),
algunos verdaderos, pero muchos otros falsos. Sin embargo, esto no significa que no debemos
creer en nada, que debemos vivir temiendo a todo aquello que antes los ojos de todos
parecieran ser postulados verdaderos pero no lo son, o que debemos aislarnos de los que
creen o soportan estas mentiras. Sobre todas las cosas debemos ser críticos, escépticos como
lo llaman otros, personas que tienen siempre algo de duda, lo cual les lleve a pensar bien antes
de tomar una decisión errónea y que antes de inventar explicaciones que no existen, aceptar
el hecho de que no todo puede entenderse y utilizarlo más bien como inspiración para seguir
buscando respuestas. A veces el sentido de todo está en no saber, a pesar de que exista una
explicación lógica, no por el considerarlo como algo mágico y/o místico, sino por imaginar cuál
sería la explicación, creando posibilidades y ayudándonos a pensar sutilmente, de algo que va
más allá de nuestro actual entendimiento. Ser escéptico/crítico no significa no tener
imaginación, significa entre otras cosas, saber diferenciar lo que es imaginario de lo que es
real, y disfrutar de ambas cosas en la vida. Y si bien, muchas veces las personas que nos
rodean pueden tener ideas erróneas, recordar que nosotros también hemos sido, y eres,
víctima de ideas igualmente equivocadas, entender, tolerar, y ayudar a cambiar, aunque no
sea radicalmente dado a la oposición humana de cambiar sus ideas, sino más bien a que
entienda las cosas de una manera más lógica y racional. Al hablar de la escritura también
tenemos que hablar de la lectura, estas dos nos pueden ayudar a conseguir lo anterior, no es
garantía de que suceda porque depende de cada quien, estamos inmersos en un contexto en
donde queremos tener todo bajo control, sino es así nos sentimos perdidos, debemos
comprender que podemos tener razón y estar equivocados al mismo tiempo, que no todo

19
requiere estar bajo control, que debemos empezar ser más conscientes y a decidir por nosotros
mismos, a no ser subalternos de otros y aunque pudiera parecer tedioso, tomar las
oportunidades que nos ofrecen alternativas como el leer, informarnos, y compartir la palabra y
el pensamiento, ya sea de manera escrita o hablada pero compartirla, de lo contrario se sigue
quedando con nosotros, evitando un cambio de conciencia más allá de nosotros mismos.

20
BIBLIOGRAFÍA

 Carlino, Paula. (2002) Enseñar a escribir en la universidad: Cómo lo hacen en Estados


Unidos y por qué. OEI‐Revista Iberoamericana de Educatión.

 www.impulsodocente.blogspot.mx/2012/12/cuadro-comparativo-escuela-
tradicional.html

 Lastra, Eduardo F.:


(Julio 2008) La escritura y el pensamiento. Departamento de Ciencias de la Educación
Fundación Universidad de las Américas, Puebla.

 www.posgradoformaciondocente.bligoo.com.mx/la-mimesis-en-la-
educacion#.WHQqQPDhDIU

 PRINCETON WRITING CENTER WEB PAGE (2000):


http://webware.princeton.edu/Writing/wc2.htm
 PRINCETON WRITING PROGRAM (1998): The Writing Center Tutoring Handbook.
Mimeo-Princeton University.

 www.slideboom.com/presentations/61309/LA-ESCUELA-ROMANTICA
 Serrano, Estela:
(2013) La lectura, la escritura y el pensamiento. Función epistémica e implicaciones
pedagógicas. Universidad de los Andes Mérida, Venezuela

 www.es.wikipedia.org/wiki/Pedagog%C3%ADa_cr%C3%ADtica

21

Anda mungkin juga menyukai