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Universidad Teológica Internacional

Enseñanza a Distancia

UNIVERSIDADE TEOLÓGICA INTERNACIONAL

DISCIPLINA

DOUTRINASBÍBLICAS
Universidad Teológica Internacional
Enseñanza a Distancia

SUMÁRIO
1. CONCEPTO GENERAL ................................................................................................ 3
1.1. INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 3
2. LA DOCTRINA DE LA TRINDAD ................................................................................. 4
2.1. CONSIDERACIONES FINALES SOBRE LA TRINIDAD .......................................... 8
CUADRO DEMOSTRATIVO DE LA TRINDAD DE DIOS .................................................. 9
3. LA DOCTRINA DE CRISTO - CRISTOLOGÍA ............................................................. 10
4. LA DOCTRINA DEL ESPÍRITU SANTO ...................................................................... 12
4.1. LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO ......................................................................... 12
4.2. ORAR AL ESPÍRITU O EN EL ESPÍRITU ............................................................. 12
5. LA DOCTRINA DE LA SALVACIÓN ............................................................................ 14
5.1. SOBRE LA SALVACIÓN ....................................................................................... 14
6. LA DOCTRINA DEL BAUTISMO ................................................................................. 16
6.1. LA FÓRMULA DEL BAUTISMO ............................................................................ 16
6.2. EL BAUTISMO SALVA Y PURIFICA EL HOMBRE DEL PECADO? ...................... 17
6.3. ¿QUIÉN DEBE SER BAUTIZADO? ....................................................................... 17
6.4. ¿QUÉ SIMBOLIZA EL BAUTISMO? ...................................................................... 18
7. TODOS LOS QUE ACEPTAN A JESÚS COMPONEN LA IGLESIA QUE VA AL CIELO
19
8. LA MISIÓN DE LA IGLESIA DE JESÚS CRISTO ........................................................ 21
9. PRUEBAS BIBLICAS QUE VAMOS AL CIELO .......................................................... 22
10. LA JERUSALÉN CELESTIAL - EL CIELO A DÓNDE LA IGLESIA SERÁ
ARREBATADA ................................................................................................................... 24
11. LA DOCTRINA DE LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE ....................................... 26
11.1. EL CIELO ........................................................................................................... 26
12. ¿QUÉ LA BIBLIA DICHA RESPECTO DE LA DOCTRINA DEL SONO DEL ALMA?
28
13. LA DOCTRINA DE LA CONTRIBUCIÓN PARA LA OBRA DEL SEÑOR ................ 30
13.1. SUBMISIÓN - UN PRINCIPIO DE DIOS ............................................................ 30
13.2. UN PRINCIPIO DIVINO ..................................................................................... 31
13.3. AUTORIDAD DELEGADA: RM 13.1 .................................................................. 31
13.4. ¿QUÉ ES SUBMISIÓN? .................................................................................... 32
13.5. ¿QUIÉNES SON LAS AUTORIDADES DELEGADAS EN LA IGLESIA? ............ 33
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1. CONCEPTO GENERAL

1.1. INTRODUCCIÓN

Este libro tiene el propósito de exponer


lo más simple del fundamento de la fe cristiana.
La palabra "doctrina" significa enseñanza. Y en esas
pocas páginas sintetizamos el mayor número posible
de doctrinas bíblicas.
Buscamos escribir de manera sencilla y clara las
enseñanzas, siempre bien acompañados de versículos
bíblicos.
En ninguna doctrina subrayamos nuestras ideas particulares, pero usamos la
Palabra para exponer la más límpida verdad.
Creemos que existen verdades cristianos que deben estar en la mente y
corazón de cada auténtico siervo de Dios.
La simplicidad de este trabajo es intencional, ya que en estos últimos días
muchos se están olvidando de la simplicidad que hay en el verdadero evangelio de
nuestro Señor Jesuscristo.
Que la gracia del Señor nos ayude y que crezcamos en ella con la ayuda del
Espíritu Santo. Recordando siempre la exhortación paulina:
"Si mueres con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, por qué os
sujeta aún a ordenanzas, como si vivís en el mundo, tales como: no toques, no
provienen, no manoseas (a las cuales todas las cosas han de perecer por el uso),
según los preceptos y doctrinas de los hombres, las cuales tienen, en verdad, alguna
apariencia de sabiduría en culto voluntario, humildad fingida, y severidad hacia el
cuerpo, pero no tienen valor alguno en el combate contra la satisfacción de la carne "
(Cl.2: 20-23).
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2. LA DOCTRINA DE LA TRINDAD

Trinidad:
 El monoteísmo es una verdad;
 La divinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, también es una verdad.
Por lo tanto, tenemos un único Dios, pero tres personas.
La Biblia Sagrada dice explícitamente que existe un sólo Dios (Dt 6.4, Mc
12.29-32).
El apóstol Juan, conocido como apóstol del amor, dice en el Evangelio escrito
por él: "La vida eterna es ésta: que conozcan a ti, el único Dios verdadero, ya
Jesucristo, a quién has enviado.” (Jn 17,3).
Juan ha escrito estas palabras del Señor Jesucristo, dejando claro que existe
un único Dios verdadero, en este versículo la expresión Dios Verdadero está
claramente asociada a la persona del Padre. En la declaración del Señor Jesús el
Padre es el único Dios Verdadero. Pero el mismo Juan que escribió el Santo
Evangelio que lleva su nombre, escribió también en su Primera Epístola Universal en
el capítulo 5 y en el versículo 20: También sabemos que el Hijo ha venido, y nos ha
dado entendimiento para conocer lo que es verdadero. Y estamos en lo que es
verdadero, es decir, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna.
Estas palabras afirman categóricamente la divinidad de Jesús: Él es el Verdadero
Dios y la vida eterna.
Podemos observar que el mismo Juan que escribió en el Cuarto Evangelio,
fue el autor de la 1ª Epístola a la que nos referimos. Por lo tanto, atribuye la palabra
Dios verdadero, tanto a la persona del Padre, como a la persona del Hijo. Esos
textos son pruebas explícitas de que el apóstol Juan conocía la Unidad Compuesta
de Dios, es decir, la unidad de la esencia de Dios como siendo único y verdadero,
compuesto por personas, en este caso: Padre e Hijo.
No estoy diciendo que el Padre sea el Hijo de ninguna manera, sino que el
Padre y el Hijo son dos personas como el mismo Juan declara: Gracia, misericordia,
y paz, por parte de Dios Padre y de Jesucristo, el Hijo del Hombre, Padre, serán con
nosotros en verdad y amor (2 Jn 1,3).
Si el Padre es llamado Dios verdadero (Jn 17.3) y el Hijo es llamado Dios
verdadero (1 Jn 5,20), y el Espíritu Santo es llamado Dios (Hechos 5.3.4), y en
Isaías capítulo 43 versículo 10 y Leemos:
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“Vosotros sois mis testigos, dice el Señor, y mi siervo, a quién he escogido,


para que lo sepas, y me creáis, y entiendes que yo soy el mismo, y que antes de mí
ningún dios se formó, y después de mí no habrá nadie. Yo, yo soy el Señor, y fuera
de mí no hay Salvador”; si hay tres personas llamadas en la Biblia de Dios.
Verdadero y ella no admite a otro dios o Dios, sino al Dios único, o admitimos
la pluralidad en la unidad o estamos obligados a admitir un politeísmo barato,
insoportable y grosero.
El Unicismo (Movimiento que niega a las personas de la Trinidad. También
llamado "sólo Jesús") intenta explicar el tema desarrollando la teoría de las tres
manifestaciones. Sería un único Dios verdadero que se había manifestado en tres
formas, ora como Padre, ora como Hijo, ora como el Espíritu Santo.
Esta teoría unicista no encuentra sustentación en la verdad bíblica, ya que en
la Biblia encontramos pasajes dejando claro que son personas distintas y no meras
manifestaciones (Jn 1,1-3, 8.16-18; 15.26).
El apóstol Juan dice: “¿Quién es el mentiroso sino aquel que niega que Jesús
es el Cristo? Ese mismo es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.” (1 Jn 2, 22).
Aunque estos versículos fueron escritos para proteger a la Iglesia del gnosticismo,
nos enseña que no podemos negar la personalidad de las personas. Quién niega
que Jesús sea el Cristo, quién niega la personalidad del Padre y la personalidad del
Hijo es clasificado como mentiroso, contrario a Cristo, ya que negar esas verdades
bíblicas son características de la doctrina del espíritu del anticristo y no del
cristianismo ortodoxo.
Algunas sectas por no comprender el misterio de Dios-Cristo, crearon una
teoría "racionalista paradójico" negando la divinidad de Cristo y la pluralidad en la
unidad divina (1 Tm 3.16).
Así desarrollaron un sistema doctrinal peculiar, es decir, la creencia en dos
divinidades, una todopoderosa, llamada de Jehová y otra menos poderosa o sólo
Poderosa, llamada de Jesús. Esta enseñanza cayó de vez en el politeísmo, es decir,
la creencia en dos o más divinidades. Algo que es impensable en la fe cristiana
monoteísta.
Bien dice el Credo Niceno o Atanasiano: Pues de la misma manera que
somos obligados por la verdad cristiana a reconocer a cada persona, por sí mismo
como Dios y Señor. Así también estamos prohibidos por la religión católica
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(universal) de decir: Hay tres dioses o tres señores.


La creencia en un Dios eternamente que subsiste en tres personas: Padre,
Hijo y Espíritu Santo contemplan la realidad bíblica sin herir el monoteísmo ético. No
nos referimos al politeísmo ni a la negación de las personas. Así, la doctrina de la
Trinidad no es irracional y antibíblica como quieren los grupos no ortodoxos, pero es
plenamente bíblica y verdadera.
Sin embargo, hemos que tener en cuenta que las sectas arias no pueden
disociar la palabra Dios del Padre. Cada vez que decimos que Jesús es Dios, ellas,
en su complejo sistema de entendimiento, acusan la idea de que estamos
confundiendo al Padre con el hijo. Las sectas arias necesitan entender que cuando
estamos hablando de que Jesús es Dios, no estamos diciendo que Jesús es el
Padre que sea el Espíritu Santo.
Pero el sistema de entendimiento desarrollado por estas sectas no permite
ese raciocinio, y lo primero que oímos de ellas cuando hablamos que Jesús es Dios,
son las siguientes indagaciones:
“¿Si Jesús es Dios entonces Él oró para sí mismo?
¿Si Jesús es Dios entonces el cielo quedó vacío cuando Él vino a la tierra?
¿Si Jesús es Dios entonces Dios murió?".
Todo esto porque confunden las personas de la divinidad. Estas preguntas de
las sectas arias deben dirigirse a los unicistas y no a los que creen en la Trinidad. Ya
que la Trinidad son tres Personas en unidad divina, de ahí el motivo de que
cualquiera de las tres Personas se puedan ser llamadas de Dios.
Otro problema planteado por las sectas que rechazan la doctrina de la
Trinidad es aplicar los pasajes bíblicos que se refieren al Hijo como hombre, para
contradecir su naturaleza divina. En el caso de Jesús, el Señor Jesús tiene dos
naturalezas: la divina y la humana, así, estas sectas presentan los pasajes bíblicos
que prueban la humanidad de Jesús para negar su divinidad, y que estos pasajes no
contradice su divinidad, sólo prueban su otra naturaleza, la humana. Así como los
pasajes que revelan la divinidad de Jesús no contradicen su naturaleza humana,
sino que simplemente revelan su otra naturaleza a la divina, ya que el Hijo posee
dos naturalezas, verdadero hombre (1 Tm 2.5) y verdadero Dios (1 Jn 5,20).
En el importante documento titulado Tomo de León, que ha sido bispo de
Roma (440-461) parte III dice:
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Así, intactas y reunidas en una persona a las propiedades de ambas


naturalezas, la majestad asumió la humildad, la fuerza asumió la debilidad, la
eternidad asumió la mortalidad y, para pagar la deuda de nuestra condición, la
naturaleza inviolable se unió a la naturaleza que puede sufrir.
De esta manera, el único e idéntico Mediador entre Dios y los hombres, el
hombre Jesucristo, pudo, como conviene a nuestra curación, por un lado, morir y,
por otro, no morir... y en la parte IV dice: En este mundo débil entró el Hijo de Dios.
Descendió de su trono celestial, y nació según un nuevo orden, mediante un nuevo
modo de nacimiento.
Según un nuevo orden, puesto que invisible en su propia naturaleza se hizo
visible en nuestra, El que es incomprensible, se hizo comprendido; siendo anterior a
los tiempos, comenzó a existir en el tiempo; Señor del universo se cubrió de forma
de siervo, ocultando la inmensidad de su Excelencia; Dios impasible, no se horrorizó
de ser carne pasible; inmortal, no rechazó las leyes de la muerte. Según un nuevo
modo de nacimiento, ya que la virginidad, desconociendo cualquier concupiscencia,
le concedió la materia de su carne.
El Señor tomó de la madre, la naturaleza, no la culpa. Jesucristo nació del
vientre de una virgen, mediante un nacimiento maravilloso. El hecho de que el
cuerpo del Señor nazca pomposo no impidió la perfecta identidad de su carne con la
nuestra, pues El que es verdadero Dios, es también verdadero hombre. En esta
unión no hay mentira ni engaño.
Se corresponde en una unidad mutua la humildad del hombre y la excelencia
de Dios. Por ser misericordioso, Dios [divinidad] no se altera; por ser honraría, el
hombre [humanidad] no se absorbe. Cada naturaleza [la de Dios y la de siervo]
realiza sus propias funciones en comunión con la otra.
El Verbo hace lo que es propio del verbo; la carne hace lo que es propio a la
carne; un fulgura con milagros; el otro se somete a las injurias. Así como el Verbo no
deja de morar en la gloria del Padre, así la carne no deja de pertenecer al género
humano... Por lo tanto, no cabe a ambas naturalezas decir: "El Padre es mayor que
yo o" Yo y el yo Padre somos un Pues, aunque en Cristo Nuestro Señor haya sólo
una persona. Dios-hombre, el principio que comunica a ambas naturalezas las
ofensas es distinto del principio que les hace común la gloria...
El autor evangélico Robert M. Browman Jr., declara con mucha propiedad y
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profundo sentido de responsabilidad: Existe la elección, por lo tanto, entre creer en


el verdadero Dios según se reveló, con misterios y todo, o creer en un Dios que es
relativamente fácil de ser comprendido, pero que tiene poca semejanza con el Dios
verdadero, los trinitarios están dispuestos a convivir con un Dios a quiénes no
pueden comprender plenamente, ya que adoramos a Dios conforme a Él se ha
revelado.

2.1. CONSIDERACIONES FINALES SOBRE LA TRINIDAD

Finalmente, declaramos con toda confianza nuestra fe bíblica en la doctrina


de la Trinidad, porque:
(...) Aceptamos la doctrina de acuerdo con lo que expone la Biblia Sagrada
(Mt 28.19, Ef. 4, 6, 1 Co 12.4-6, 2 Co.13.13, Nm 6.24-26);
No somos politeístas, ya que creemos en un solo Dios, y no aceptamos
ninguna divinidad inferior o superior, además de Dios; (Dt 6.4, Mc 12.29, 1 Co 8.6, Gl
3.20, Ef 4.6);
No somos idólatras, ya que no tenemos ningún otro dios delante del único
Dios; (Éx 20.2-3, Is 43.10-11);
No aceptamos el paganismo, y encontramos en el paganismo la creencia en
dos o más divinidad. Ex. Júpiter (el dios supremo de los romanos o el dios
todopoderoso de los romanos) y Mercurio (divinidad inferior o dios poderoso); o para
los griegos (Zeus, el dios todopoderoso y Hermes el dios sólo poderoso), creencia
similar a la de los testigos de Jehová: Jehová, el Dios Todopoderoso y Jesús, el dios
poderoso;
No aceptamos el criterio de la razón para concebir la divinidad, ya que Dios
no es concebido por medio de un raciocinio humano, ni por una demostración
matemática. Dios no es fruto de la inteligencia de la carne, es Dios de misterio (Is
45.15, 1 Tm 3.16);
Si el Cristianismo fuera algo que estuviéramos inventando, es obvio que
podríamos hacerlo más fácil. No logramos competir, en términos de simplicidad, con
las personas que están inventando religiones. ¿Cómo podríamos?
“Estamos tratando con hechos. ¡Es obvio que cualquiera puede simplificar las
cosas si no necesita tener en cuenta los hechos!“(C. S. Lewis).
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CUADRO DEMOSTRATIVO DE LA TRINDAD DE DIOS

DIOS ESPÍRITU
DIOS PADRE DIOS JESÚS CRISTO
SANTO

Padre Omnipresente, Hijo Omnipresente, Mt.28: E. S. Omnipresente,


Jr.23: 24 20 Sl.139: 7
Padre Omnipotente, Hijo Omnipotente, Mt.28: E. S. Omnipotente,
Gn.17: 1 18 Lc.1: 35
Padre Omnisciente, E. S. Onisciente, I
Hijo Omnisciente, Jo.21: 17
IPd.1: 2 Cor.2: 10
Padre el Creador, Gn.1: E. S. el Creador, Job
Hijo el Creador, Jo.1: 3
1 33: 4.
Padre Eterno, Rm.16:
Hijo el Eterno, Ap.22: 13 E. S. Eterno, Hb.9: 14
26
E. S. Santo, IJo.2: 20
Padre el Santo, Ap. 4: 8 Hijo el Santo, At.3: 14

E. S. Santificador,Hb.2:
Padre el Santificador
Hijo el Santificador 11 IPd.1: 2
Jo.10: 36

Padre el Salvador, E. S. Salvador, Tt. 3: 5


Hijo el Salvador, IITm.1: 10
Is.43: 11

"Porque tres son los que testifican en el cielo: El Padre, la Palabra, y el


Espíritu Santo, y estos tres son uno" (IJo.5: 7) - Traducción Almeida Revista y
Corregida.
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3. LA DOCTRINA DE CRISTO - CRISTOLOGÍA

Jesús de Nazaret transformó el mundo. Nunca ha habido y jamás habrá


alguien como Él. Él es el tema de más libros, piezas, poesías, películas, y
manifestaciones de adoración que cualquier otro hombre en la historia de la
humanidad. Él dividió la historia humana en a.C. y d.C. - "antes y después de Cristo".

Leer sus palabras cuidadosamente - comparándolas con las de Mahoma,


Buda, y los escritos hindúes, o de cualquier otro líder religioso - es quedarse atónito
ante su poder y singularidad. Los que le oyeron, preguntaron sorprendidos: "¿De
dónde vienen esta sabiduría y poderes milagrosos?" (Mt 13.54).
Observar lo que él hizo es convencerse intuitivamente de las afirmaciones
básicas de la fe cristiana.Todo lo bueno que el cristianismo hizo al mundo es el
resultado de la influencia de Jesús. Pero, ¿quién era ese hombre? Las Escrituras
hebreas predisieron con siglos de antemano la venida de un Mesías divino para toda
la humanidad, y Jesús es el cumplimiento de estas profecías. Ver lo que la Biblia
dice acerca de Él:
Jesús es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación
(Colosenses 1.15);
Porque a Dios le convenció que en Jesús residía toda la plenitud
(Colosenses 1.19);
Jesús es antes de todas las cosas. En él, todo subsiste (Colosenses 1.17);
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En Jesús habita, corporalmente, toda la plenitud de la Divinidad (Colosenses


2.9);
Nadie jamás vio a Dios; el Dios unigénito [Jesús], que está en el seno del
Padre, es quién lo reveló (Juan 1.18);
Jesús es el resplandor de la gloria y la expresión exacta del Ser de Dios,
sosteniendo todas las cosas por la palabra de su poder... (Hebreos 1.3);
En Cristo todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento están ocultos
(Colosenses 2.3);
El Verbo [Jesús] estaba en el mundo, el mundo se ha hecho por intermedio
de él, pero el mundo no lo conoció (Juan 1.10);
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4. LA DOCTRINA DEL ESPÍRITU SANTO

La Biblia nos dice que el Espíritu Santo es una persona de la Trinidad, un ser
personal, inteligente, con voluntad y determinación propia:
 Él sonda como cosas profundas de Dios Padre - I Cor.2: 10;
 Él habla - Mt.10: 20; At.8: 39; A las 10: 19,20; A.13: 2; Ap.2: 7;
 Él enseña - Lc.12: 12; Jn.14: 26; 1 Cor.2: 13;
 Él conduce y guía - Jo.16: 13; Rm.8: 14; Él intercede - Rm.8: 26-28;
 Él dispensa los dones - I Cor.12: 7-11;
 Él llama a los hombres para su servicio - At.13: 2; A las 20: 28;
 Se entristece - Ef.4: 30;
 Él da órdenes - Hechos 16: 6,7;
 Él ama - Rm.15: 30;
 Puede ser resistido - At.7: 51.
Vemos claramente que el Espíritu Santo es una persona. ¡Eso es un hecho!

4.1. LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO

El bautismo con el Espíritu Santo cuando es un cristiano está lleno del Espíritu
(Ef.5: 18) y vive una manifestación sobrenatural de Dios (Hechos 1: 5, At.2: 4, I
Cor.14).
Todo cristiano debe buscar una experiencia con el Espíritu de Dios, pues quién
se relaciona con Él ora mejor y se edifica a sí mismo (1 Cor. 4: 4).
Una experiencia de comunión con el Espíritu Santo era una práctica buscada y
vivida sin día a día de la Iglesia primitiva (At.2: 4, 4:31, 8: 15-17, 10:46, 11: 15-16;
ICor.14: 13-14...).
Ser lleno del Espíritu Santo es una experiencia contínua para el resto de la vida.

4.2. ORAR AL ESPÍRITU O EN EL ESPÍRITU

El apóstol Pablo explicó con exactitud cuál es la tarea del Espíritu Santo en la
oración:
"También el Espíritu, semejante, nos asiste en nuestra debilidad, porque no
sabemos orar como conviene, pero el mismo Espíritu intercede por nosotros
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sobremanera con gemidos indecibles" (Rm 8.26).


Se exhorta en Efesios 6.18: "... con toda oración y súplica, orando en todo tiempo
en el Espíritu, y para ello vigilando con toda perseverancia y súplica por todos los
santos.”. Orar "en el Espíritu" es algo muy diferente que orar al Espíritu, pues, en el
fondo, "orar en el Espíritu" significa simplemente: orar a través del Espíritu de Jesús,
y eso, significa, conforme a su orientación, que podemos y debemos acercarnos al
Padre en el nombre de Jesús, en la certeza de que Dios atiende a la oración.
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5. LA DOCTRINA DE LA SALVACIÓN

La salvación del hombre es el sublime tema de toda la Biblia. El objetivo de Dios


ha sido y siempre será redimir a su más ilustre criatura, el hombre. El hombre que
Dios formó era diferente de todos y de todo lo que había sido creado. Él tenía un
espíritu y al mismo tiempo tenía un alma por donde tomaba las decisiones. El
hombre fue creado con libertad perfecta y tenía la opción de elegir lo que le parecía
mejor.
La Biblia nos habla de dos árboles que había en el jardín del edén; "... así como
el árbol de la vida en medio del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y del mal"
(Gn.2: 9). Aquí estaba la gran opción del hombre, la vida eterna, comiendo el árbol
de la vida o la muerte, comiendo el árbol del bien y del mal. El árbol escogido por el
hombre fue el del bien y del mal, o sea, él optó por vivir independientemente de su
creador (Gn. 3: 6).
La caída del hombre se inicia en el más fenomenal romance entre el gran Dios
amoroso y su criatura rebelde (Gn. 3: 15). Por toda la historia bíblica nos muestra el
esfuerzo del Señor en acercarse a su criatura. La salvación se concluye en la
manifestación del Verbo de Dios (Jn.1: 1-3), el Señor Jesús y su gran gesto de amor
– “La muerte en la cruz del calvario y su resurrección al tercero día” (Mc. 15: 21) -32,
Mc.16: 9). A partir de la muerte y la resurrección de Cristo en la cruz la puerta de la
salvación se abrió a todos los hombres (Jn.14: 6) hoy sólo necesitamos aceptar al
Señor Jesucristo (Jn.1: 12) como nuestro salvador, pues nuestra deuda ha sido
pagada .2: 14) y nuestra redención concluida (Ef.1: 7). Leamos:
"y para nosotros hizo surgir una salvación poderosa en la casa de David, su
siervo" (Lc.1: 69).
"Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el
poder de convertirse en hijos de Dios" (Jn.1: 12).
"porque Dios no nos ha destinado a la ira, sino para alcanzar la salvación por
nuestro Señor Jesucristo" (I Ts.5: 9).

5.1. SOBRE LA SALVACIÓN

Salvar significa: "Deshacerse del peligro". y la salvación es el acto de salvar


(Boyer).
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 La salvación procede de Dios para el hombre (Rm.6: 23).


 Sólo en Jesucristo hay salvación, (At.4: 12).
 La salvación es obtenida por la gracia o el favor inmerecido de parte de Dios y
no por las obras humanas (Ef.2: 8-9).
 La salvación abarca el espíritu, alma y cuerpo del hombre (I Ts.5: 23).
 La salvación tiene alcance eterno (Heb. 5: 9).
 La salvación puede perderse (Jn.15: 6, Cl.1: 23, I Cor.15: 2, Hb.2: 3, Hb.3: 14,
Hb.10: 38, I Jo.1 7).
 La salvación es operada por la fe en Cristo (Mc. 16: 16).
¿Podemos tener la certeza de nuestra Salvación y la Vida Eterna?
Aunque algunas denominaciones cristianas enseñan que nuestra salvación sólo
será confirmada en el día de la resurrección (estos creen en el sueño del alma), la
Biblia nos muestra lo contrario y nos garantiza la salvación, leyamos:
"El que cree en el Hijo tiene vida eterna" (Jn.3: 36).
"De cierto, de cierto os digo, que quién oye mi palabra, y cree en El que me
envió, tiene vida eterna y no entra en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la
vida" (Jn.5: 24).
"Pelea la buena pelea de la fe, apodera de la vida eterna, para la cual has sido
llamado, habiendo ya hecho buena confesión delante de muchos testigos" (I Tm.6:
12).
"Quién tiene al Hijo tiene la vida, quién no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida" (1
Jn.5: 12)
"Tomad también el yelmo de la salvación..." (Ef.6: 17).
"Alcanzando el fin de vuestra fe, la salvación de vuestras almas" (1 P. 9: 9).
Por los textos presentados podemos estar seguros que estando en Cristo (II Cor.
5: 17) nuestra salvación está garantizada. Muchos sirven a Dios sin esa certeza,
pero cuando pasamos a entender la Palabra vivimos en esa convicción de que
somos salvos por nuestro Señor. ¡Aleluya!
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6. LA DOCTRINA DEL BAUTISMO

La palabra " bautismo " significa sumergirse es


decir, el bautismo se realiza por inmersión.
(Mt.3: 16, At.8: 38).
La ordenanza del bautismo salió de los labios de
Jesús y todos los que verdaderamente creen en el
Señor tienen la alegría de cumplir este mandamiento
"Por tanto, id, haced discípulos de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo,
y del Espíritu Santo."(Mt.28: 19).

6.1. LA FÓRMULA DEL BAUTISMO

Algunos argumentan que el bautismo tiene que ser hecho sólo en el nombre de
Jesús, pero afirmar esto acerca de la fórmula bautismal es una prueba de falta de
conocimiento bíblico y teológico. Quién piensa así creó una fórmula que no existe
modelo en las Escrituras.
La mención del bautismo en el nombre de Jesús (Hechos 2:38, 8:16, 10:48 y 19:
5) se encuentra en pasajes que no tratan de la fórmula bautismal, sino de actos o
acontecimientos hechos en nombre de Jesús, pues todo lo que se hace en nuestras
vidas es en el nombre de Jesús.
Lo que dice el apóstol Pablo en Colosenses 3:17: "Y todo lo que hagas por
palabras o por obras, hacedlo en el nombre del Señor Jesús, dando por él gracias a
Dios Padre”. El cristiano cuando se reúne, se reúne en el nombre de Jesús; Cuando
alaba el Dios con cantos, alaba en el nombre de Jesús; Cuando presentamos a un
niño, presentamos en el nombre de Jesús,... y cuando realizamos un bautismo,
realizamos en el nombre de Jesús, pero de acuerdo con la fórmula dada por Cristo:
"En el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo" (Mt.28: 19).
Los textos del libro de Hechos sólo nos muestran esa realidad y no una fórmula
bautismal, vea:
 Hechos 2:38 - "En el nombre de Jesucristo";
 Hechos 8:16 - "en nombre del Señor Jesús.".
Si estos pasajes revelar la fórmula bautismal, serían iguales, pues cualquier
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fórmula es estandarizada.
Lo que la Palabra está diciendo es que las personas eran bautizadas en la
autoridad del nombre del Señor Jesús, aun porque no es posible que Pedro, poco,
después de la orden de Jesús, en Mateo 28:19, actuara de modo tan diferente,
alterando la fórmula bautismal.

6.2. EL BAUTISMO SALVA Y PURIFICA EL HOMBRE DEL PECADO?

Es una ordenanza de Jesús El bautismo es una ordenanza clara de Jesús para


todo aquel que en él cree:
 "Id, pues, haced discípulos de todas las naciones, bautizándolas en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Mateo 28.19);
 El bautismo no sirve para purificar el pecado del hombre, lo que purifica al
hombre del pecado es el poder que hay en la sangre de Jesús.(1 Juan 1: 7);
 El bautismo se convierte en requisito de salvación para todo aquel llamado,
para la obra del evangelio.(Marcos 16:16);
 El bautismo tiene como objetivo la muerte del viejo hombre, para que el
cuerpo de pecado sea destruido, para que juntamente con Jesús podamos
vivir una vida nueva. (Romanos 6: 2-7).
Muchos usan al ladrón de la cruz para justificar la salvación sin el bautismo, pero
la Biblia no dice que el mismo fue bautizado o no.
Tenemos el ejemplo en que la Biblia nos dice que todo aquel que confiese a
Jesucristo como Señor y salvador se salvará, donde podemos ver la salvación en
forma de confesión. (Romanos 10: 9).
Trayendo una línea de raciocinio que es la salvación por la confesión y para todo
aquel que no tuvo tiempo de bautizarse, ni se separó para la obra del evangelio.

6.3. ¿QUIÉN DEBE SER BAUTIZADO?

Los que deben pasar por las aguas del Bautismo son aquellos que creyeron en la
Palabra, se arrepintieron de sus pecados y querían vivir una nueva vida (Mc. 16: 16,
H.2: 38, Rm.6: 4). Los niños están exentos de esa ordenanza, pues de los tales es el
Reino de Dios (Mt.19: 14).
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6.4. ¿QUÉ SIMBOLIZA EL BAUTISMO?

"... que también ahora, por una verdadera figura, el bautismo..." (I Pe.3: 21).
“Fuimos, pues, sepultados con él por el bautismo en la muerte..." (Rm.6: 4).
El bautismo es una figura de lo que sucede con nuestras vidas. Es un símbolo de
nuestra muerte y resurrección con Cristo, pues Jesús murió por nosotros y, por la fe,
morimos con él en aquella cruz. Hoy vivimos en novedad de vida, crucificado a
nuestro viejo hombre (Gálatas 19: 19-20).
"... y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no
prevalecerán contra ella" (Mt.16: 18).
Entendemos que el significado amplio de la terminología "Iglesia" es: "Los
llamados hacia fuera (del mundo) para ser santos (separados)".
En el N.T, el término designa al conjunto del pueblo de Dios en Cristo, que se
reúne como ciudadanos del reino de Dios (Ef.2: 19), con el propósito de adorar a
Dios (Jn. 4: 23-24).
La palabra Iglesia puede referirse a una Iglesia local (Mt.18: 17, Hch.15: 4) o a la
Iglesia en el sentido universal (Hechos 16: 18, A. 20: 28, Ef.2: 21-22).
La Iglesia está compuesta por hijos de Dios a través de Jesucristo (Jn.1: 12) que
vivirá en los cielos con Él (Hb.12: 23).
La palabra "primogénitos" está en el plural indicando que todos los hijos de Dios
componen la Iglesia que está en los Cielos.
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7. TODOS LOS QUE ACEPTAN A JESÚS COMPONEN LA IGLESIA QUE VA AL


CIELO

"Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el
poder de convertirse en hijos de Dios" (Jn.1: 12).
"Pero habéis llegado al Monte Sión, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la
celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la universal asamblea e
iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios, el juez de todos,
a los espíritus de los justos hechos perfectos.” (Hb.12: 22-23).
"y sujetó todas las cosas debajo de sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las
cosas a la iglesia, que es su cuerpo, el complemento de aquel que cumple todo en
todas las cosas" (Ef.1: 22).
"..., sepan cómo se debe proceder en la casa de Dios, la cual es la iglesia del
Dios vivo, columna y este de la verdad" (I Tm.3: 15).
“…pero Cristo lo es como Hijo sobre la casa de Dios, la cual casa somos
nosotros, si tan sólo conservamos firmes hasta el fin nuestra confianza y la gloria de
la esperanza "(Hb.3: 6).
La comprensión de los textos anteriores es simple. Usted acepta a Jesucristo
como su Salvador y se convierte en hijo de Dios. Al convertirse en hijo, usted es
transformado en la casa de Dios, en la morada del Espíritu Santo (I Co.3: 16) y
siendo "Casa de Dios" usted es automáticamente la Iglesia de Jesucristo en la
Tierra.
Esta Iglesia representa el cuerpo del Señor moviéndose en la tierra y haciendo la
obra del Padre. Es lógico que cuando Jesús vuelva a buscar a su Iglesia (Jn.14: 1-3,
I Ts.4: 13-18), Él no va a llevar una parte de su cuerpo y dejar la otra, pero como dijo
Pablo; "estaremos con Él" (Fp.1: 23). En aquel día será una gran fiesta entre el novio
y su "Iglesia de la novia" (II Co.11: 2, Ef.5: 23-27).
El Apóstol Pablo escribió la mayor parte de las epístolas del NT y nunca hizo
separación entre el pueblo que servía a Dios, pero siempre llamaba a todos los
siervos de Dios de la Iglesia de Jesús y mostraba la certeza de un día estar con el
Señor, fiel y esté listo para el toque de la trompeta. (Lea: Rm.16: 16, I Co.1: 2, I
Co.16: 19, II Co.1: 1, Gl.1: 2, Cl.4: 15, I Ts.1: 1, II Ts.1: 1, I Tm.3: 5, I Tm.5: 16, Fp.1:
2).
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8. LA MISIÓN DE LA IGLESIA DE JESÚS CRISTO

La misión de la Iglesia en el mundo es seguir pasando el amor de Jesús que una


vez fue expresado en la Cruz del Calvario. Por eso nos fue dicho: "... Por lo tanto,
id..." (Mt.28: 19,20).
La incumbencia de predicar las buenas nuevas de Cristo debe estar en cada
cristiano, que auténticamente haya recibido el nuevo nacimiento (Jn.3: 6). Llevar la
salvación es motivo de gran alegría para el verdadero creyente (Lc.10: 17).
Creo que la persona que está en comunión con el Espíritu Santo siente
necesidad de hablar del amor de Dios (Lc.6: 45, Jn.16: 8, At.2: 14-36). Algunos
argumentan perezosamente que; "cuando me siento, entonces hablaré de la gracia
de Jesús", pero Jesús no mencionó nada de sentimiento cuando incumbió a su
Iglesia.
La Palabra de Dios es clara "IDE", es decir, ya tenemos mandamiento para
trabajar y predicar el amor de Jesús. Muchos todavía dicen, "pero cuando voy?"; la
Biblia dice "a tiempo y fuera de tiempo" (II Tm.4: 2). Por eso trabajemos, pues
nuestro trabajo no es vano en el Señor (1 Cor. 15: 58).
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9. PRUEBAS BIBLICAS QUE VAMOS AL CIELO

Entre las muchas promesas hechas por Jesús, se destaca la del rapto. Jesús
dijo: "Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré para mí
mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis." (Jn.14: 3).
La Biblia en varios lugares habla del cielo y de nuestra ida hacia ese lugar
glorioso.
A continuación veremos algunos de estos versículos:
 "Después de estas cosas miré, y he aquí una gran multitud, que nadie podía
contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, que estaban de pie
delante del trono y en presencia del Cordero, llevando largas vestiduras
blancas, y con palmas manos."(Ap. 7: 9).
 "Bienaventurados los humildes de espíritu, porque de ellos es el reino de los
cielos" (Mt.5: 6).
 "Bienaventurados los que son perseguidos por la justicia, porque de ellos es
el reino de los cielos" (Mt.5: 10).
 "Alegraos y exulta, porque es grande vuestro galardón en los cielos, porque
así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros" (Mt.5: 12).
 "No se turbe vuestro corazón, creéis en Dios, creed también en mí, en la casa
de mi Padre muchas moradas hay, si así no fuera, yo os lo hubiera dicho, voy,
pues a preparar lugar para vosotros, y si me fuere y os preparare lugar,
vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros
también estéis."(Jn.14: 1-3).
 “Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas
y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”. (Mt. 5: 20).
 "El primer hombre, siendo de la tierra, es terreno, el segundo hombre es del
cielo" (1 Cor.15: 47).
 "Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se
deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna,
en los cielos.Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de
aquella nuestra habitación celestial"(II Cor.5: 1-2).
 "Conozco a un hombre en Cristo que hace catorce años (si en el cuerpo no
sé, si fuera del cuerpo no sé, Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer
cielo" (II Cor.12: 2).
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 "Pero nuestra patria está en los cielos, de donde también esperamos un


Salvador, el Señor Jesucristo" (Fil.3: 20).
 "... por la esperanza que os está reservada en los cielos, de la cual antes
oísteis por la palabra de la verdad del evangelio" (Col.1: 5).
 "... a la universal asamblea e iglesia de los primogénitos inscritos en los
cielos..." (Hb.12: 23).
 "... para una herencia incorruptible, incontaminable e imarcendible, reservada
en los cielos para vosotros" (1 P. 1: 4).
Sólo buscas y encontrarás muchos otros versículos.
El apóstol Pablo hizo del arrebatamiento de la Iglesia al cielo uno de los asuntos
más importantes de sus predicaciones y escritos:
 "Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con
Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del
Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del
Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con
voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con
ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre
con el Señor" (I Ts.4: 14-17).
 "He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos
transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos transformados.Porque es necesario que
esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de
inmortalidad."(1 Cor. 15: 51-53).
El rapto puede ocurrir en cualquier momento. El apóstol Pedro dice que ese día
vendrá como ladrón (II Pe.3: 10), es decir, Cristo no será manifiesto al mundo en el
rapto, sino sólo a la Iglesia. En el final de la última semana de Daniel, entonces
Cristo volverá con su Iglesia para el gran juicio de las naciones donde todo ojo lo
verá (Dn.9: 27, Ap.11: 2-3, Mt.25: 31-46, Jd .14, Mt.24, Ap. 1: 7).
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10. LA JERUSALÉN CELESTIAL - EL CIELO A DÓNDE LA IGLESIA SERÁ


ARREBATADA

La Iglesia será arrebatada al cielo que es lo mismo que Jerusalén celestial, lea:
"sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén
la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los
primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los
espíritus de los justos hechos perfectos."(Hb.12: 22-23).
En esta ciudad celestial vivimos con Jesús por toda la eternidad. El patriarca
Abraham tenía esa misma esperanza; "Por la fe peregrinó en la tierra de la promesa,
como en tierra ajena, habitando en tiendas con Isaac y Jacob, por la fe, Abraham
siendo llamado, obedeció, saliendo a un lugar que había de recibir por herencia, y
salió, sin saber adónde iba., herederos con él de la misma promesa, porque
esperaba la ciudad que tiene los fundamentos, de la cual el arquitecto y edificante es
Dios "(Heb. 11: 8-10).
Abraham sabía que la tierra que le había prometido, aquí en el mundo, no era el
final de su viaje, por el contrario, el fin era más allá, en la ciudad celestial, que Dios
había preparado para sus siervos fieles.
Abraham sirve de ejemplo a todo el pueblo de Dios (Gálatas 3: 14); debemos
reconocer que estamos apenas de paso en este mundo, caminando hacia nuestro
verdadero hogar en el cielo.
No debemos pensar en seguridad plena en este mundo, ni quedarnos fascinados
por él como lo hacen los mundanos (Heb. 11: 13). Debemos considerarnos
extranjeros y exiliados en la tierra. Esta no es nuestra patria, sino territorio
extranjero; el fin de nuestra peregrinación será una patria mejor (Hb.11: 16, Fil.3:
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20), la Jerusalén Celestial (Hb.12: 22) y la ciudad permanente (Hb.13: 14).


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11. LA DOCTRINA DE LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE

11.1. EL CIELO

Hace mucho tiempo, en medio del sufrimiento y la muerte, Job preguntó:


"Muriendo al hombre, ¿volverá a vivir? Los siglos pasaron antes de que la respuesta
correcta y final dada por Jesucristo:"Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida. El
que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree yo morirá
eternamente, ¿crees esto?” (Jn 11: 25,26).
En la víspera de su crucifixión, Jesús le dijo a sus discípulos: "En la casa de mi
Padre hay muchas moradas, si no fuera, yo os lo habría dicho, porque voy a
prepararos lugar, y cuando yo vaya y os prepare lugar volveré y os recibiré para mí
mismo, para que, donde yo estoy, vosotros también vosotros "(Jn 14: 2,3).
El lugar de que Jesús habló es el cielo. Él es la esperanza de todo aquel que en
Él cree. El cielo es real. En la era de la fantasía, de los efectos especiales, del
misticismo y de la apatía espiritual, es fácil interpretar el cielo de manera
equivocada. Pero la Biblia es muy clara en cuanto a la existencia y al propósito del
cielo. Y ya que el cielo y el Estado Eterno son partes del plan de Dios, el cielo y la
profecía están relacionados íntegramente.
Dios no sólo juzga, sino que también es amor. Por eso, Él proveyó un camino
para escapar del infierno. Para aquellos que aceptan Su camino de salvación, Él
preparó un hermoso lugar llamado cielo.
Allí reinan la alegría y el descanso supremo. Allí están totalmente ausentes el
pecado, el sufrimiento, la decepción y la soledad. Se trata de un lugar de gloria
eterna, en la presencia de Dios mismo y de Jesucristo, en lugar de la perdición
eterna (ver Ap. 4: 5; 21: 4-27; 22: 1-5). Usted puede llegar a ese lugar confiando en
Jesucristo como su Salvador.
El hombre tiene tanto un cuerpo material como un espíritu inmortal. Al morir, el
espíritu del hombre retorna a Dios en el cielo (Ec. 12: 7). Pablo dijo que cuando él
muriera, estaría presente con el Señor (IICo 5: 6-8, Fp. 1: 21-23). Incluso el alma de
los hombres impíos permanece sufriendo tormento. (Lc.16: 19-31).
Muchas personas se confunden con la palabra "muerte". Ellas creen que significa
aniquilación o el fin de la existencia. Sin embargo, la idea básica en la palabra
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"muerte" es separación.
La muerte material significa separación del cuerpo y del espíritu. La muerte
espiritual significa la separación del hombre y de Dios. Cuando muero, no dejo de
existir, pero de hecho mi alma y mi cuerpo están separados.
La Biblia dice sobre la situación de los muertos que sus cuerpos retornaron al
polvo, aguardando la resurrección: "Y muchos de los que duermen en el polvo de la
tierra resucitar, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y desprecio eterno".
(Daniel 12:02);
El alma del impío va al Hades (Sheol en hebreo) que significa lugar de tormento,
el alma del justo vuelve a Dios. (Lucas 16:19 al 31).
No se equivocan, el cielo es un lugar real. No es un estado de conciencia. Ni una
invención de la imaginación humana. Ni un concepto filosófico. Ni abstracción
religiosa. Ni un sueño emocionante. Ni las fábulas medievales de un científico del
pasado. Ni la superstición desgastada de un teólogo liberal. Es un lugar real. Un
lugar mucho más real que donde estás ahora... Es un lugar real donde Dios vive. Es
el lugar real de donde Jesús vino para este mundo. Y es un lugar real para donde
Cristo volvió en su ascensión - con toda certeza!
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12. ¿QUÉ LA BIBLIA DICHA RESPECTO DE LA DOCTRINA DEL SONO DEL


ALMA?

Muchos grupos religiosos creen que cuando el hombre muere, se queda


inconsciente, no percibiendo lo que pase a su alrededor. Pero la Biblia no enseña la
doctrina del "Sueño del Alma". El hecho de que el alma de los cristianos va
inmediatamente a la presencia de Dios también significa que la doctrina del sueño
del alma está equivocada.
Esta doctrina enseña que cuando los cristianos mueren, entran en un estado de
existencia inconsciente y que volver a la conciencia sólo cuando Cristo regrese y
resucitarlos para la vida eterna.
Necesitamos entender que las Escrituras cuando hablan de la muerte como
"dormir", se trata sólo de una metáfora usada para indicar que la muerte es sólo
temporal para los cristianos, como es temporal el sueño. Esto se ve claramente, por
ejemplo, cuando Jesús habla a sus discípulos sobre la muerte de Lázaro. Jesús
dice: "Nuestro amigo Lázaro se ha dormido, pero voy a despertarlo" (Jn 11.11).
Debemos notar que Jesús no dice aquí que el alma de Lázaro se durmió, ni
ningún texto bíblico de hecho afirma que el alma de alguien está durmiendo o
inconsciente (declaración necesaria para probar la doctrina del sueño del alma). En
vez de eso, Jesús dice que Lázaro se durmió. Juan prosigue, explicando: "Jesús, sin
embargo, hablar; con respecto a la muerte de Lázaro; pero ellos suponían que había
hablado del reposo del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro murió "(Jn
11.13, 14). Los otros versículos que hablan de dormir después de la muerte son
igualmente metáforas que enseñan que la muerte es temporal.
Los textos que indican que los muertos no alaban a Dios, o que la actividad
consciente cesa después de la muerte, deben ser entendidos desde la perspectiva
de la vida en ese mundo.
Desde nuestra perspectiva, una vez que la persona esté muerta, no se involucra
más con actividades como éstas. Pero el Salmo 115 presenta la perspectiva bíblica
plena sobre esa posición.
El texto dice: "Los muertos no alaban al Señor, ni los que descienden a la región
del silencio". Sin embargo, prosigue en el próximo versículo con un contraste que
indica quelos que creen en Dios bendecirá al Señor para siempre: "Nosotros, sin
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embargo, bendecimos al Señor desde ahora y para siempre. ¡Aleluya! "(Sal 115.17-
18).
Finalmente, los versículos citados arriba que demuestran que el alma de los
cristianos va inmediatamente a la presencia de Dios y disfruta de la comunión con Él
allí (IICo 5.8; Fp 1.23 y Hb. 12.23) indican a todos que el cristiano tiene conciencia y
comunión con Dios inmediatamente después de la muerte. Jesús no dijo: "Hoy ya no
tendrás más conciencia de nada que esta sucediendo", sino "Hoy estarás conmigo
en el Paraíso" (Lc 23.43).
Ciertamente el concepto de paraíso en aquella época no era de existencia
inconsciente sino de existencia de gran bendición y de regocijo en la presencia de
Dios. Pablo no dijo: "Tengo el deseo de partir y quedarse inconsciente por mucho
tiempo", pero sí "tengo el deseo de partis y estar con Cristo" (Fp. 1.2 3) - y sin duda
él sabía que Cristo no era un Salvador inconsciente, adormecido, sino alguien que
está vivo, activo y reinando en el cielo.
El estar con Cristo era disfrutar de la bendición de la comunión de su presencia, y
esa es la razón por la que partir y estar con él era incomparablemente mejor (Fp.,
1.23). Por eso él dijo: "Preferiendo dejar el cuerpo y habitar con el Señor" (II Co. 5.8).
Apocalipsis 6: 9-11 y 7: 9-10 también muestran claramente las almas de los
muertos que fueron al cielo orando y adorando a Dios: "Clamaron en gran voz,
diciendo: Hasta cuando, oh Soberano Señor, santo y verdadero, no juzgas, ni
vengan nuestra sangre de los que habitan sobre la tierra?". Y ellos fueron vistos "de
pie, delante del trono y delante del Cordero, vestidos de vestiduras blancas, con
palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: A nuestro Dios, que se
asienta en el trono, y al Cordero, pertenece la salvación "(Ap 7: 9-10).
Todos estos versículos niegan la doctrina del "aniquilacionismo" o "sueño del
alma", pues dejan claro que el alma del cristiano experimenta comunión consciente
con Dios en el cielo inmediatamente después de la muerte.
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13. LA DOCTRINA DE LA CONTRIBUCIÓN PARA LA OBRA DEL SEÑOR

Antes de afrontar la cuestión sobre la temática, deberíamos preguntarnos - cuál


es la óptica que tenemos sobre la obra de Dios y su importancia para la humanidad?
Si la respuesta, a ese cuestionamiento, es positiva y el asunto relevante, entonces
hablar de contribución a la Obra del Señor será muy tranquilo.
El que comenzó a dar el diezmo fue el padre de los creyentes, Abraham y su
bendición ha llegado hasta nosotros a través de Cristo (Gálatas 3: 14). En la óptica
cristiana, el siervo de Dios necesita exceder a los escribas y fariseos (Mt. 5:20,
23:23, Hb.7: 8-9) y ser más que diezmista, debemos ser una oferta viva en el altar
del Señor.
Todos concuerdan que debemos "dar a César lo que es de César" (Lc.20: 25),
pero cuando es para dar a Dios, inventan muchos argumentos y obstáculos. Así,
muchos demuestran ser más fieles a César (el gobierno) que a Dios.
Que nunca nos dejemos contaminar por la avaricia (Cl.3: 5) y devolvemos a Dios
lo que le pertenece: "Traed todos los diezmos a la casa del tesoro (la iglesia), para
que haya alimento en mi casa, y después, yo, dice el Señor de los ejércitos, si yo no
os abre las ventanas del cielo, y no derrama sobre vosotros tal bendición, que de
ella os advierte la mayor abundancia "(Ml. 3: 10).
Hay que subrayar también que el diezmo, en el período de la gracia de Cristo, no
se da con el objetivo de salvación, sino que se da con amor, pues Dios ama a los
que ofrecen con alegría (2 Cor. 9: 7). Cada oferta es como si fuera una semilla de
bendiciones que a la hora correcta todos cosechar (II Co. 9:10)

13.1. SUBMISIÓN - UN PRINCIPIO DE DIOS

Estudiar sobre Autoridad Espiritual puede parecer a algunos que se trata de un


tema seco, pero la esencia de la propia espiritualidad está en la relación correcta de
obediencia a Dios.
El Señor actúa a partir de su trono que está establecido sobre su autoridad. Esto
es básico y pone todo como Dios quiere. Alabar, orar, ayunar o hacer cualquier cosa
sin sumisión no tiene valor para Dios. Es mecánico y sin vida.
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13.2. UN PRINCIPIO DIVINO

Dios es autoridad en sí mismo, y todo lo que en el mundo (cosmos) existe es


sostenido por la palabra del poder de su autoridad (Hb 1,3). Nada sobrepuja la
autoridad de Dios en el universo. Por lo tanto, es indispensable, para todo aquel que
desea cooperar con el Señor, conocer la autoridad de Dios. Entrar en contado con la
autoridad del Señor es lo mismo que entrar en sintonía directa con Dios. "La mayor
de las exigencias que Dios hace al hombre no es la de llevar la cruz, servir, hacer
ofertas, o negarse a sí mismo, la mayor de las exigencias es que Obedezca".
"¿Tiene el Señor tanto placer en holocausto y sacrificios como en que se
obedezca su palabra? He aquí que el obedecer es mejor que el sacrificio, y el
atender mejor que la grasa de carneros, porque la rebelión es como el pecado de la
hechicería, y la obstinación es como idolatría y culto a los ídolos del hogar. Puesto
que has rechazado la palabra del Señor, él te ha rechazado a ti, para que no seas
rey.”. 1Sm 15.22-23.
Ante él, rechazar una orden de Dios es lo mismo que ir contra el propio Dios.
En el Reino de Dios está implícita la Dependencia. Depende de todo lo que el Señor
determina, es decir, siendo completamente sumiso. Jesús predica el Evangelio del
Reino porque conoce el problema principal del hombre: su independencia hacia
Dios. En la independencia está implícita la Rebeldía. Y el evangelio del reino ataca
la causa, llevando al hombre a la dependencia del Señor y, consecuentemente, a
hacerlo salvo y regenerado. El evangelio delreino es la única manera de recuperar a
un rebelde.

13.3. AUTORIDAD DELEGADA: RM 13.1

El principio de autoridad delegada es que rige todas las relaciones del hombre
con el hombre, así como del hombre hacia Dios. Todas las cosas están debajo de
este principio, nada está suelto.
Este es un principio de orden y paz, nunca de confusión. Dios creó todas las
cosas, pero al rebelarse, Lucifer generó la confusión. Y, peor, está llevando a todos
los hombres a vivir bajo el principio de rebelión.
¿Cómo funciona el principio de autoridad delegada? En la Trinidad tenemos
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que el Padre es igual al Hijo, que es igual al Espíritu Santo. En esencia los tres son
iguales. Sin embargo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son diferentes en las
funciones.
El Padre envió al Hijo (Juan 4.34); El Hijo vino (Jn 16.28); El Hijo fue
obediente al hombre. Padre (Juan 8.29); El Hijo envió al Espíritu Santo (Jn 15,26;
14.26); El Espíritu Santo vino (Hch 2.16-17); El Espíritu Santo es obediente al Hijo
(Jn 16.12-15).
La Trinidad es la fuente de toda la verdad. Este principio divino se encuentra
en todas las relaciones establecidas por Dios. Tenemos que en una familia el padre
es igual a la madre, que es igual a los hijos. Lo que ocurre en la familia, el padre es
"la cabeza" y la madre la ayudante. Ellos son iguales, tienen el mismo valor para el
Señor, pero tienen funciones diferentes.
Hay una tendencia a pensar que someterse es ser inferior. Jesús nunca fue
inferior o menor que el Padre por el simple hecho de ser sometido. Por el contrario,
Jesucristo tiene el nombre que está por encima de todo nombre (Fp 2.9). Tenemos
que entender que entre iguales hay una relación de autoridad y sumisión. Esto forma
parte del orden divino. Las autoridades delegadas están en todas las áreas de
nuestras vidas. Un discípulo del Señor debe, donde esté, buscar quién es la
autoridad delegada para someterse a ella.

13.4. ¿QUÉ ES SUBMISIÓN?

No es mera obediencia externa, ni tampoco cuando está controlado. La


sumisión es prestar obediencia inteligente a una autoridad delegada. Es exteriorizar
un espíritu sumiso, incluso cuando nadie está cerca. Es renunciar a la opinión propia
cuando se opone a la orientación de aquellos que ejercen autoridad sobre nosotros.
¿Cuándo aprendemos lo que es la sumisión? ¿Cuándo nos convertimos?
Cuando aceptamos el señorío de Cristo sobre nuestras vidas.
Cuando verdaderamente renuncio a todo lo que tengo, me niego a mí mismo,
tomo la cruz y sigo al Señor. Sigo sumiso a las direcciones y orientaciones que
recibo de las autoridades delegadas. "Tiende en vosotros el mismo sentimiento que
hubo también en Cristo Jesús", "antes a sí mismo se vació" ... "a sí mismo se
humilló", "haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz" (Fp 2 a 5-8).
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Sólo existe un camino para la sumisión, caminar como Cristo anduvo (1 Jn 2,6). Es
nuestro modelo. Y, "aunque siendo Hijo (Jesús hombre), aprendió la obediencia por
las cosas que sufrió" (Hb 5.8).
Sin sumisión nunca llegaremos al blanco. No estaremos siendo cooperadores
del Señor. Si alguien es independiente, rebelde, no es miembro del cuerpo, pues
siendo miembro será siempre dependiente, sumiso. ¿Cómo puede un miembro
subsistir en el cuerpo si no se somete a las órdenes de la cabeza? Así tampoco
nosotros podemos subsistir en el cuerpo de Cristo si no estamos sujetos a las
autoridades delegadas.
Cuando una mujer no se somete a su marido, o cuando un hijo no obedece a
su padre, o cuando el empleado no acata la orden de su jefe, o cuando el discípulo
no se somete al liderazgo, es porque están llenos de sí mismos. Quién está lleno de
Cristo está lleno de obediencia. El evangelio del reino aniquila con la independencia
del hombre, así como con la rebeldía: hace del hombre un ser sumiso.

13.5. ¿QUIÉNES SON LAS AUTORIDADES DELEGADAS EN LA IGLESIA?

a) Cristo: Ef 1.20-22.
b) Palabra: Mt 7.24; 15.10; Cl. 3.16-17. Nadie puede decir que es sumiso a Cristo y
su iglesia si no obedece la palabra del Señor.
c) Apóstoles: At 2.42; 20.17; 2Ts 3, 4, 6, 10, 12; Tt 1.5. Los apóstoles
determinaban la doctrina y usaban ampliamente la autoridad que Dios les había
otorgado. La iglesia continúa necesitando ese ministerio. Continúa necesitando
que los apóstoles ordenen todo, establezcan el reino de Dios con claridad y
firmeza.
d) Pastores: Ef. 4.11, 1Tm 5.17. Estos, como los apóstoles, profetas y evangelistas,
son ministerios específicos de gobierno y tienen la responsabilidad de mantener
la enseñanza, la visión, la doctrina siempre firmemente clara, cuidando para que
no pierdan su consistencia, y se queden firmes.
e) Paterna: Ef 5.22-24; 6.1-3; 1Co 11.3. El hombre es la cabeza, autoridad
delegada por Dios en su hogar, porque el Señor así lo constituye para el
desarrollo armónico de la familia. El hombre no debe ser "dictador" ni tampoco un
"flojo". Él mismo debe ordenar, gobernar su casa dentro de los principios divinos,
Universidad Teológica Internacional
Enseñanza a Distancia

con amor.
La cabeza siempre debe buscar escuchar el punto de vista de su esposa. Y la
mujer debe dejar con el marido la responsabilidad de la decisión. La mujer y los hijos
necesitan la protección y la autoridad del esposo y padre en todas las áreas de sus
vidas. Es así como Dios determinó, aunque él, marido o padre, sea incrédulo.
Los que nos guían: 1Co 16.16; 1Ts 5.12-13; Hb 13.17. Todos deben estar
ligados por "juntas" o "ligamentos", en el cuerpo de Cristo (1 Cor 12.12-13). Los que
nos unen al cuerpo, nos presiden y nos hacen conocer las órdenes de la cabeza,
nos enseñan y nos conducen, guiándonos en el camino del Señor, sin
necesariamente ser pastores. Esto hace un cuerpo cohesivo y firme.
f) A los demás: Ef 5.21; 5.5. Esto embellece la casa de Dios. Libera a la iglesia de
una jerarquía religiosa. Todos se comunican entre sí compartiendo la palabra del
Señor, aconsejando o incluso corrigiéndose unos a otros.
El principio de la autoridad debe ser respetado y vivido cotidianamente, pues
es un principio de Dios que, practicado, es una bendición. Abandonado, no
respetado, podrá redundar en maldición. David, sumiso a la autoridad de Dios, fue,
por Él, considerado el hombre según su corazón. Fue una bendición.
"Todo hombre esté sujeto a las autoridades superiores, porque no hay
autoridad que no proceda de Dios, y las autoridades que existen han sido instituidas
por él.” Rm 13.1.

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