Introducción.
La dialéctica en el aprendizaje.
En esta nueva arista se hace presente nuevamente la cultura del estudiante (en cuanto
este es sujeto de aprendizaje). Castro distingue que “el aprendizaje sistemático de conductas
extremas como el uso de la violencia como forma de lograr un objetivo institucional
determinado indican, que no todos las personas las aprenden o están dispuestos a
aprenderlas y, que en casos de obligación desertan a pesar de posibles penalidades” (Castro).
Esto último es importante, pues distingue que no solo existe una relación “positiva” entre
aprendizaje aprendido y por aprender, sino que como en el caso anterior, un aprendizaje puede
ser rechazado. En este sentido, Castro distingue tres formas de interacción dialéctica en el
aprendizaje:
Dado lo que acabo de explicar, puedo afirmar que el aprendizaje que se daba en los
colegios a los que asistí era de carácter contradictorio y en algunos casos es contradictorio
antagónico. En cambio, considero que en mi caso particular se dio de carácter
complementario, pues los aprendizajes que obtuve en el colegio (a pesar de todos los
factores negativos que mencione anteriormente) fui capaces de asimilarlos con los que
adquiría por mi propia cuenta y en mi hogar. En este sentido, el colegio no me significo un
retroceso. Considero que esto se debe a lo que cite al principio de este ensayo,
específicamente, lo que la labor docente es inversamente proporcional al capital cultural y
socioeconómico. Debido a que poseía ambos factores “solventados” mi educación no
presento los problemas mencionados.
Bibliografía
Araya, B. (2010). La alteridad como punto de partida de una práctica transformadora de la
educación. Santiago, Chile.