Anda di halaman 1dari 4

El feminismo: una lucha en el siglo XXI.

Los movimientos feministas nacieron en la Declaración de los derechos universales de

igualdad y de libertad que se dieron en la Revolución Francesa y en la Ilustración, donde las

mujeres se dieron cuenta de su situación y comenzaron a exigir la igualdad en todos los ámbitos,

tanto en derechos como en oportunidades. Los movimientos feministas, desde su surgimiento a

finales del siglo XIX, está marcado por una serie de eventos históricos e importantes. Una lucha

caracterizada por una finalidad desde sus inicios, en lo cual fueron muchas las protestas, las

huelgas de hambre y que además también costó (y sigue costando) la vida de muchas mujeres.

El feminismo se ha vuelto algo sumamente común en la actualidad, por lo cual muchas

mujeres se tienen que enfrentar a situaciones como no poder elegir libremente su modo de vida,

forma de vestirse, etc., por miedo a ser juzgadas en la sociedad. Aunque es un tema por el cual se

ha venido luchando desde el siglo XIX todavía no existe completamente una igualdad de género.

Las mujeres, al igual que los hombres, tenemos opiniones y comportamientos políticos e

ideologías bastantes diversas porque tenemos intereses muy diferentes, pero como seres humanos

comprendemos un conjunto de derechos en común que van desde el derecho al trabajo, a la

libertad de expresión, a participar en las decisiones políticas, a la educación, al género y también

al merecido descanso después de varias horas de trabajo, el derecho al descanso, la cultura, entre

otros. Algo que está claro al momento de apreciar la realidad actual, es que a pesar de los logros

obtenidos por los movimientos feministas, desde sus orígenes en la Revolución Francesa y los
derechos de igualdad y de libertad, en los cuales no se incluía a la mujer, aún hoy no se ha

llegado a una igualdad de derechos para las mujeres a diferencia de los hombres, y se siguen

viendo posiciones de desventaja para la mujer en diferentes aspectos, tanto como en el ámbito

laboral como en el ámbito doméstico.

"Soy feminista y lo digo aquí porque en donde vengo no lo puedes expresar libremente", esto

es lo que dice (Teldah Mawarire, coordinadora de campañas de Civicus en Zimbabue. Dice que

en Zimbabue son ridiculizadas como activistas y como mujeres. "En mi país eres la esposa de

alguien, incluso cuando vas al médico, lo primero que te pregunta es si estás casada", explica.

"Nos acosan; hay hombres que vienen a tocarnos diciéndonos que eso es lo que pedimos, lo que

nos gusta. Cuando vamos a denunciarlo, la policía nos pregunta si tenemos evidencias. Al final,

siempre queda impune".

Ninguna mujer merece ser tratada de esta manera, no merece ser juzgada en la sociedad por la

ropa que usa, no merece ser humillada solo por ser mujer, no merecen que los hombres las traten

así y digan que las mujeres somos el género inferior, esto se entiende como discriminación. Las

sociedades y su organización social, económica y cultural han cambiado históricamente a medida

que los años pasan. Sin embargo, en cada caso se ha mantenido esta desigualdad entre los

géneros y esta discriminación. Por eso el feminismo reaparece a medida que pasa el tiempo.

Como la expresión en cada período es diferente, las mujeres se han encontrado con

discriminaciones de diferente tipo y en cada uno de los períodos en el cual reaparece el

feminismo se plantean nuevas peticiones o reclamos específicos.


Por ejemplo, Muchas veces las mujeres procedentes de comunidades étnicas o culturales son

las que toman el control en las luchas campesinas por defender las tierras. Al fin y al cabo, ellas

sufren una doble o hasta triple violencia ya sea por ser mujeres, pobres, no blancas o las humillan

ante los demás por sus condiciones. Ellas normalmente son las que son más explotadas entre los

explotados.

Las leyes o el reconocimiento de nuestros derechos pueden modificar las múltiples situaciones

opresivas que enfrentan las mujeres. El Movimiento femenino transforma demasiadas fortalezas

de poder y demasiados intereses políticos, sociales y personales. No basta hacer política de una

forma diferente.

Para concluir, las mujeres debemos exigir nuestros derechos, exigir respeto, hacer que los

hombres entiendan que no somos el género inferior, que podemos usar y ser lo que queramos,

que podemos participar en las decisiones políticas, que tenemos los mismos derechos que ellos,

que no nos pueden tratar como quieran, que no nos pueden humillar, que no son superiores a

nosotras y que ser mujeres no significa que no podamos hacer las cosas que ellos hacen.

Solamente con una respuesta basada en el respeto y la tolerancia, va a ser capaz de unirnos y no

de excluirnos, nos permitirá lograr a cambiar esta sociedad y convertirla en una mejor para la

próxima generación femenina.

Anda mungkin juga menyukai