MODULO III.

VIDEO 1. Bienvenida.

Te doy la más cordial bienvenida al módulo número 3. Es un módulo muy especial, pues
corresponde al módulo número 6 de nuestra certificación. Sin embargo, lo que querido
adelantar para quienes ya tienen prospectos que piden ayuda, por lo que veo conveniente
adelantar algunas ideas, mecánicas y herramientas para que desde ya las pongas en
práctica en tu hacer como Coach practicante.

Uno de los retos de quienes se certifican en Coaching e inician su actividad es la de cómo

iniciar con su prospecto o cliente. Hay cierta inseguridad, nerviosismo o incertidumbre.
Hasta cierto punto esto es normal, pero también se debe a que no se nos enseña en algunas
otras certificaciones una guía o un paso a paso que te de la seguridad para comenzar con
tu primer cliente.
Hay 4 cosas a tomar en cuenta que nos da empoderamiento: Una es la formativa, un
conocimiento claro del ser humano y de las metodologías para facilitar el desarrollo humano,
esto nos da mucha seguridad para el acompañamiento de otros; la segunda es vivir en
carne propia lo que ser Coachee, es decir, que tengas un Coach que te apoye en tu
crecimiento personal; la tercera es tener una guía de arranque y la última y más importante
es la práctica, pues la mayoría se queda en conocimiento que no rinde fruto.

Todo lo que voy a enseñarte y explicarte es para ti y solamente para ti que te estas
certificando. Este contenido no es para explicarle o compartirle al cliente. Esto es para ti,
para que tu comprendas y profundices más como futuro coach y tengas como una brújula
que te guía en la práctica.

VIDEO 2. Principios o presupuestos Coaching.

Vamos a partir de unos presupuestos o principios. Que significan estos presupuestos. Son
postulados que declaramos como verdades, esto nos dará seguridad y claridad al momento
de estar con nuestro cliente. Evitando prejuzgar por lo que dice o ha hecho.

 En otro modulo comentaba que el fin último de ser humano es la felicidad, por tanto,
partimos del hecho de que todos buscamos la felicidad en el amor. tengo que tener
claro como coach que este es un presupuesto fundamental cuando alguien se
acerca o lo tengo enfrente de mí. Quizá cuando la persona llega con nosotros, tiene
una vaga idea de que es lo que busca o como se siente, pues bien,
independientemente de cualquier reto que tenga la persona, en el fondo esta busca
ser feliz y sentirse amada. Así que nadie despierta pensando quiero ser infeliz y que
me odien. ¿correcto?
 Nadie está dañado, roto o que le falte un tornillo. Es decir, ya vimos en el módulo
2 que tenemos una sociedad que ha heredado la ideología de la era industrial, lo
cual significa que las personas se sienten como descompuestas y buscan fuera de sí
alguien que les resuelva la vida, el que tienen que hacer para ser felices o mejorar
algún aspecto. Decíamos que esta es la actitud inconsciente de ser víctimas. Es decir,
 ninguna persona está descompuesta, nadie está incompleto, sino que dentro de la
persona están los recursos, las respuestas, la magia para realizar los cambios. Por
tanto, nuestra función es ayudar a que la persona extraiga esas respuestas, esas
soluciones, esos recursos.
 Nosotros no somos salvadores de nadie y nosotros no podemos resolver los
problemas de los demás. Así que tenemos que tener claro que la transformación no
es de afuera hacia adentro, sino de adentro hacia afuera. Es decir, la persona tiene
la capacidad de ser responsable y si es así, esto le dará mucho poder a nuestro
cliente. De lo contrario la persona se vuelve dependiente del consejo, de la guía o del
facilitador.
 No creemos que haya personas con malas intenciones. Me explico, nadie se
despierta en la mañana y se levanta pensando en ser malo, hacerle la maldad a
alguien, ofender a alguien, de estar enojado con los familiares, etc. Si en el día
tenemos conductas que parecieran erradas o malas, esto es por las cuestiones
emocionales, por la inmadurez de la persona, pero no por tener la intención
consciente, clara y cierta de tener una mala intención. Es más, incluso un ladrón cree
que hace las cosas por una buena intención: comer él o darle de comer a su familia,
independientemente de que su actuar sea ilícito e inmoral. ¿Nelson, pero qué pasa
con alguien que de plano si tiene ese pensar, sentir, actuar de hacer daño? Bueno,
seguramente estaríamos hablando de alguna patología, que en este caso no es de
nuestra competencia y tendría que ser canalizado con alguien que sea competente
para ello. En resumen, si tenemos claro que no hay personas con malas intenciones,
esto no va ayudar a no prejuzgar a nadie, no importa la gravedad de sus acciones.
Nosotros como Coach no estamos para ser JUECES, sino para acompañar la
persona a SER mejor.

o Todos tenemos creencias, algunas limitantes, otras potenciadoras. Las creencias

son el reflejo de nuestra educación, valores, cultura, familia, sistema educativo,
diálogos internos o pensamientos reiterativos. Algunas creencias no
necesariamente son racionales sino más bien son inconscientes. De esto
hablaremos más a fondo en el módulo de PNL y Neurociencia. Solo te menciono
algunos ejemplos.
o Todos los hombres son iguales.
o El dinero es sucio y corrompe
o El dinero cambia a las personas.
o Las enfermedades son hereditarias.
o Si un hombre me invita a salir, significa que se quiere acostar conmigo.
o Para ganar dinero hay que trabajar duro y estudiar mucho.
o Todos mis compañeros de trabajo me odian.
o No puedo hacerlo porque es difícil.

 Creer que la persona puede cambiar. Tener esa esperanza de que la persona es
capaz de transformar su realidad interna y externa, podríamos decir incluso que uno
tiene que creer mucho antes de que la persona crea en sí misma. Esto debe ser
una convicción de todo coach, pues llegaran contigo muchas personas con baja
autoestima, con una marcada falta de fe en sí mismos, y es aquí donde nosotros
podemos empoderar a la persona.
  El pasado no determina el futuro. Es decir, las personas llegan contigo con una
carga emocional, angustia y desesperanza por las ideas preconcebidas de que están
determinadas por le pasado, por las decisiones que han tomado. Se sienten
frustradas, fracasadas.
Se piensa que, si les fue mal en con la pareja, con el dinero, negocios, etc., en el
futuro pasara exactamente igual o peor. Pero todo ese pasado no representa lo que
puede suceder en el futuro. Ya sabemos que esto se debe a las creencias limitantes.
 No hay fórmulas ni técnicas mágicas, todo es un proceso. Hay que respetar la
realidad interna de la persona y hacer lo mejor posible nuestra labor.
En nuestra labor de escucha no hay cosas buenas o malas, simplemente
experiencias de las personas que buscan ser mejoradas.
Todo está orientado a metas u objetivos claros, concretos, en tiempo y forma.
Estas metas las determina el cliente.

VIDEO III. La habilidad de escucha.

En los módulos anteriores hemos dicho que uno de los retos importantes que tenemos los
que nos dedicamos al coaching es la tentación de hablar y aconsejar. Por tanto, es
imperativo que desarrollemos la habilidad de saber escuchar de forma activa, pues ello
nos permitirá aprender mucho mejor de la persona que nos pide nuestro acompañamiento.
“Escuchar activamente” es un término usado comúnmente en muchas profesiones.
Esta es la manera más efectiva de escuchar y aunque es considerado una habilidad
pasiva, esta requiere tiempo para ser desarrollada correctamente. Ahora bien, vamos a
ver los factores que impiden escuchar activamente:
 Hay que considerar los factores externos o ambientales. De ahí que
necesitemos un espacio donde no haya ruido, sonidos, distractores visuales,
teléfonos celulares, incluso que la persona esta cómoda con sus zapatos, su ropa
y el asiento donde está tomando la sesión.
 Respuestas internas. Estas suceden cuando dejamos de escuchar, debido a
nuestra impaciencia, y decidimos enfocarnos en aquello que vamos a decir
cuando ellos terminen de hablar (prejuzgar, delantarme). Como resultado,
nosotros perdemos parte de la información que está siendo transmitida, lo
cual nos lleva a conclusiones falsas respecto al mensaje recibido.
 Búsqueda de información. Esto sucede cuando estamos buscando hechos
o detalles, respecto a lo que nos están diciendo, en vez de escuchar la idea
principal del mensaje que ellos están tratando de comunicarnos. Este tipo de
personas se enfocan en aquello que ellos consideran que no es correcto en
la información que están recibiendo, ellos se pierden buscando las
imperfecciones del coachee, perdiendo por completo la idea que el
coachee considera importante y desea transmitir.
 Juzgar o prejuzgar. Mentalmente estamos elaborando juicios, estamos en una
dinámica de dar por hecho algunas ideas que nos está diciendo nuestro cliente,
en lugar de comprender, valorar o apreciar lo que nos están comunicando.
  Solucionar los problemas mentalmente. Esto ocurre cuando nosotros
intentamos encontrar soluciones a los problemas de las otras personas,
en vez de escuchar sencillamente lo que nos están diciendo. Nos distraemos
en nuestros propios pensamientos y una vez más perdemos información
importante que incluso puede contener la solución a la cual ellos mismos han
llegado.

Sistema de representación en la comunicación.
Siguiendo con el tema del desarrollo de la habilidad de escucha activa, tenemos que estar
atentos para detectar cuál es su “sistema de representación” en la comunicación, es decir,
como procesamos la información y como la compartimos a los demás. Hay 3 tipos, las
personas que son más visuales, las que son auditivas y las que necesitan sentir emociones,
las kinestésicas.
Las visuales necesitan crear una imagen para poder comprender mejor la información.
Tenemos que escuchar atentos para descubrir en el lenguaje del coachee palabras o frases
como “yo me veo enojado”, “lo que usted me dice coach, no lo veo así”, “mi vida al parecer
es gris”, “no me queda claro lo que me dijo mi tía”, etc. En lo que respecta a las personas
que son auditivas escucharemos cosas como “me suena bien eso que dice”, “el problema
es que los demás no me escuchan”, “ya tomé la decisión de hacerme de oídos sordos”, etc.
Y de los sensoriales escucharas: “es que los demás me hacen sentir así”, “siento que estoy
creciendo en mi madurez”, “todo lo dijo mi esposa me presiona”, “esto de la política no me
huele nada bien”.

Cómo crear conjuntamente la relación a través de la empatía y la confianza.

Si queremos comenzar con el pie derecho es importante poner todo nuestro empeño en
generar una atmosfera de confianza donde el cliente sienta seguro y apoyado.
El coach demuestra esta competencia si:
• Muestra un interés genuino por el bienestar y el futuro del cliente.
• Demuestra permanentemente integridad personal, honestidad y sinceridad.
• Establece acuerdos claros
• Demuestra respeto por las ideas, el estilo de aprendizaje y la forma de ser del cliente.
• Presta apoyo permanente y promueve nuevos comportamientos y acciones, incluidos
los que conllevan riesgos y el miedo al fracaso.
• Pide permiso para explorar en áreas nuevas y sensibles.
La confianza es imprescindible para la relación de coaching. Se crea en un espacio donde
el coach se compromete con el cliente y con el proceso, deja de lado sus juicios sobre el
cliente y lo entiende como alguien “entero y completo”. Recuerda que nadie está
descompuesto o le falta algo. Como resultado, el cliente se siente comprendido y seguro
para compartir cualquier idea, sin temor a ser rechazado.
 Nuestro coachee llega con nosotros con incertidumbre, dudas, miedos, desorientado y es
papel fundamental de uno darle la confianza. Cuando hay confianza nos sentimos más
seguros, más protegidos, menos vulnerables. Cuando no la hay, las amenazas parecieran
aumentar. Tenemos la sensación de que corremos peligro, y de que estamos expuestos a
mayores riesgos. Aumenta el temor, que es una señal de alerta, un aviso de un posible
riesgo frente al cual podría estar en juego la integridad.
Si alguien inspira confianza, el otro tiende a pensar que sabrá “hacerse cargo” de él, que
se preocupará de las cosas que le importan, que tomará en cuenta sus inquietudes y
procurará no hacerle daño. Todos estos son factores fundamentales en la relación de
coaching.
Así que mi estimado alumno, cuando el cliente se siente seguro y respetado, logra
comprometerse con su proceso de coaching y demuestra apertura para hablar de cualquier
cosa, porque se siente cómodo al tener la certeza de que su coach lo apoyará y lo aceptará
incondicionalmente.
Recuerda que la confianza crea confianza. Si tenemos un juicio positivo sobre el cliente
y el proceso, y confiamos en nosotros mismos, la generamos en el cliente, esto es lo que le
permite planificar e implementar todas las acciones necesarias para alcanzar sus metas.

Nuestra seguridad y confianza en uno mismo, esta elección del coach sobre su propio ser
es la que genera un espacio de seguridad. Cuando el coach elige ser seguro, generoso y
amable, transmite tranquilidad.
VIDEO: Guía para tu primera sesión de Coaching.

Presupuesto de arranque.

Ya he comentado en otro video que toda persona busca de forma consciente o inconsciente
la felicidad en el amor. Ahora bien, para que la persona realice este fin, hay una serie de
retos de vida por superar. También hemos dicho que las respuestas ya las tiene la persona
dentro de sí. Pero, ¿cómo accionar su interioridad? ¿de qué forma nosotros podemos ser
facilitadores para su desarrollo personal y logro de objetivos o metas?

En el módulo 2 te hacia una pregunta. ¿Cómo es el proceso que dirige el coach con la
persona?

Existen tres principios, los cuales los representamos en los siguientes tres
conceptos: conciencia, autocreencia y responsabilidad.
1. La “conciencia” transporta al hombre al lugar donde real‐
mente quiere llegar y cuál es su punto de partida, con que
cuenta en el hoy (talentos, dones, recursos) , quién es en el
ahora.
2. La “autocreencia” le da el valor y creencia suficiente para
saber que puede hacerlo.
3. La “responsabilidad” le concede la suficiente voluntad y
perseverancia para conseguirlo. (dejar de victimizarse)
Ninguno de estos principios puede pasarse por alto en las relaciones de coaching, en
cualquiera de sus líneas de actuación. Los principios se transforman en una guía para los
profesionales del coaching que buscan un crecimiento duradero y sólido en el desempeño
y desarrollo de sus clientes.

1.Conciencia o autoconciencia y la responsabilidad.

Desarrollar la CONCIENCIA y la RESPONSABILIDAD es la esencia del buen coaching

(John Whitmore)

La conciencia es el primer elemento clave del coaching. La conciencia es la capacidad de

darse cuenta y por tanto el único portador de la comprensión.

La definición de conciencia, nos ayuda a comprender en qué consiste y cómo desarrollarla.

“La conciencia implica adquirir un conocimiento de algo a través de la reflexión, la
observación o la interpretación de lo que uno ve, oye, siente, etc.

La conciencia está íntimamente ligada al conocimiento. Es por medio de ella que

accedemos al conocimiento a través de la reflexión, observación e interpretación del mundo.
 Hay tres claves a considerar para el desarrollo de la conciencia, los cuales los he colocado
en el siguiente gráfico:

La reflexión, observación e interpretación lo veremos proyectado a través del lenguaje y la

conducta.

La conciencia nos permite controlar aquellas cosas de las que uno es consciente. Por el
contrario, aquellas cosas de las que no se es consciente llegan a ser controladoras. Elevar
la conciencia de los individuos, desarrolla la capacidad y seguridad de uno mismo.
Es a través del autoconocimiento como se desarrolla la conciencia, y de esta manera los
individuos comienzan un camino de confianza en sí mismos (aprendemos a ser proactivos).
En resumidas cuentas, la toma de conciencia alimenta la confianza, la seguridad y la
responsabilidad.
Normalmente nuestro nivel de conciencia es muy bajo. Esto se debe a que sencillamente
utilizamos el nivel de conciencia necesario para sobrevivir o salir adelante frente a las
situaciones del día a día. Son muy pocas las ocasiones en las que el nivel de conciencia es
superior al ordinario. Sin embargo, esta realidad puede cambiarse, dado que la conciencia
es entrenable y puede desarrollarse. El coach trabaja ayudando a sus clientes a tomar
conciencia del potencial que pueden desarrollar en sí mismos.
Podríamos decir que la conciencia es:
 Conocer la que está ocurriendo a nuestro alrededor.
 Conocer lo que está ocurriendo en nuestro interior. Según Juan José
Alonso existen tres tipos de conciencia:
1. Conciencia objetiva: Comprensión de las impresiones que vienen de los cinco sentidos
(vista, oído, gusto, tacto y olfato). La conciencia transforma las impresiones en sensaciones.
Sencillamente es la que nos permite darnos cuenta del mundo exterior (el arco iris no tendría
colores si no fuera porque tenemos un ojo que nos permite verlos, si no serían sólo
vibraciones).
2. Conciencia subjetiva: Nivel de conciencia del proceso de razonamiento. Utiliza la
memoria, la imaginación y la voluntad.
3. Inconsciente: Son los niveles más profundos de la conciencia y que por su dificultad en
retomarlos y comprenderlos se les llama de esa manera.
2- Autocreencia.

El segundo principio fundamental de la esencia del coaching lo denominado

autocreencia. Ésta es la que otorga al hombre el valor, la confianza y la autoestima
suficiente para saber que puede conseguir aquello que desea. (impulso para hacer que las
cosas sucedan)

Autocreencia, autoconfianza o autoestima suelen utilizarse como sinónimos, y en

muchos casos no existe ningún inconveniente en ello.

De hecho, no existe ningún peligro, ni problema en que uno “se estime a sí mismo” (que
es lo que significa literalmente el término). De todas formas, yo prefiero utilizar el término
“autocreencia” para referirnos a la necesidad que tenemos los seres humanos de creer en
nosotros mismos para conseguir nuestros objetivos o metas.

Descarto el término autoestima, en primer lugar porque es un término muy usado, que
trae ciertas connotaciones que son impropias para una comprensión más profunda de su
significado. La autoestima suele relacionarse con “mirarse al espejo y auto pronunciar
sentencias como: ‘no estoy mal…’, ‘soy especial’, ‘hoy me encuentro radiante...”. Al margen
de la posible utilidad de estos ejercicios, lo cierto es que no llega al nivel de compresión que
nosotros entendemos por autocreencia. La autocreencia no acepta una falsificación de
la identidad, aún con intenciones positivas. No es lo mismo decir “tengo una nariz bonita”
(autoestima) que decir “creo que mi nariz es parte de mi cuerpo y tiene una función natural
y estética propia de mi personalidad” (autocreencia).
La autocreencia encuentra en todos los actos, cosas y circunstancias sentido y propósito
así como utilidad y definición del ser único que somos o formamos parte en el mundo.

Muchas veces la autoestima o la autoconfianza son “simulaciones de la realidad”, lo que

produce en ocasiones cierta “parálisis” en el proceso de transformación o consecución de
objetivos (cuando por momentos tu conciencia intenta sacar a la superficie la verdad acerca
de ti mismo). La autosugestión, en aras del aumento de la autoestima, oculta una “verdad
o realidad”. ¿Qué sucederá cuando te canses de autosugestionarte?

El término autocreencia determina que las personas tienen poder cuando “creen” en
sí mismos, no porque ven una “nueva realidad” sino “a pesar de la realidad” o
circunstancias. Creer en uno mismo no significa distorsionar la imagen de uno mismo sino
superarla.
La autocreencia te permite decirte a ti mismo y a los demás: “Yo creo en mí, con mi nariz
aguileña, con mi tartamudez, con mi cojera, con mi timidez...” Esto abre las puertas de las
posibilidades dentro de tu vida. En términos más filosóficos, “todo lo que ocultes será lo
primero que verán los demás”. La autocreencia trasciende toda circunstancia, resultado o
realidad gracias al poder que nos otorga la libertad y decisión de interpretar el mundo.

La autocreencia, paradójicamente es tanto creada por nosotros mismos como otorgada

por la misma humanidad o trascendencia de la vida. La verdadera autocreencia comienza
cuando el ser humano reconoce que es un ser único.
 Hagamos una síntesis de los significados de los siguientes términos: confianza,
autoestima y autocreencia:

1. Confianza: Entra dentro del terreno de la pericia, actividades, comportamiento, habilidades

y/o situaciones. Una persona puede tener confianza en ciertas actividades o dominio de
habilidades determinadas, pero a su vez tener una baja estima de sí mismo como ser
humano.
2. Autoestima: Es el valor que te impones como ser humano. Contrariamente a lo mencionado
anteriormente, una persona puede tener una alta estima de sí mismo (valor como ser
humano) y una baja confianza en ciertas habilidades o situaciones.
3. Autocreencia: Es el valor que te impones para moverte en el mundo. La autocreencia
contiene de alguna manera a la confianza y la autoestima. No es posible que una
persona crea en sí mismo si no tiene confianza en lo que hace, y estima en lo que es. El
dominio de moverse en el mundo requiere indispensablemente de la confianza y de la
autoestima. Es la autocreencia la que otorga el poder de cambiar y adaptarse a las
situaciones, independientemente de lo que suceda.

A lo largo de este apartado hablaremos de estos tres aspectos como parte de un todo.

1era sesión.
Desde el primer contacto, el coach se ocupa de entender las necesidades e intereses del
cliente para, con esta información, poder evaluar si es apropiado que trabajen juntos. Si el
coach evalúa que puede ofrecerle sus servicios, recomendamos que le explique claramente
la dinámica a seguir en el proceso, es decir, horario y día de la sesión, la responsabilidad
del coachee, los honorarios, la metodología del coach, reglas éticas, etc.

Establecer el acuerdo al principio de cada sesión de coaching.

Cada sesión remite al proceso de coaching y es necesario trabajar con el cliente para determinar
lo que quiere conseguir en ella antes de pensar en cómo hacerlo. A veces, el Coach principiante
tienen la tentación de intentar resolver inmediatamente los temas que trae el cliente, quieren
encontrar la solución al problema presentado cuanto antes, y pasan a explorar alternativas de
acción, sin tomarse el tiempo para sondear las necesidades, los deseos y las expectativas del
cliente.
¿Para qué quiere trabajar en este tema? Cuando formulamos esta pregunta podemos llegar a
darnos cuenta de que lo que el cliente propone quizás sea un síntoma de otro problema. Por eso,
es necesario dedicarle tiempo a esta competencia, para asegurarnos de que trabajamos en temas
que permitan al cliente aprender en un grado más profundo, para no quedarnos en un nivel
superficial de explicación.
Al iniciar la sesión de coaching, sugerimos que se tengan en cuenta las siguientes preguntas,
porque van a determinar la profundidad de nuestro trabajo:
• ¿Qué quiere conseguir en esta sesión?
• ¿Para qué quiere conseguir eso?
• ¿Qué va a hacer que los próximos 50 minutos resulten provechosos?
• ¿Cómo va a saber al final de la sesión que consiguió lo que estaba buscando?

Metáfora.
Después de que todo fue creado y el hombre comenzó a hacerse cargo del planeta,
hubo una convención de dioses, todos los dioses conocidos en la tierra están en el
cielo y estaban preocupados, ya que, como poseedores de todas las verdades del
universo, se dieron cuenta que el humano estaba evolucionando y que en cualquier
momento podrían descubrir estas verdades las cuales hacían dioses a los dioses.
Así que los dioses se reunieron preocupados para ponerse de acuerdo y esconder
esas verdades absolutas para que los humanos no las encuentren. En esa reunión
se levantó el dios de los mares y dijo: “yo las voy a tomar y las voy a guardar en el
fondo del mar, en lo más profundo, a donde no llega la luz y donde nadie las pueda
encontrar”. Uno de los pequeños dioses levanto la mano y comento que seguramente
no faltaría mucho para que el hombre que ha estado evolucionando muy rápido
invente algún sistema o aparato para poder sumergirse en las profundidades del mar
y van a encontrar las verdades. Los dioses se quedaron pensando y concluyendo
que tenía razón, cuestionando ahora que hacer. Entonces, el dios de las montañas
se acercó y dijo “dénmelas a mí, yo me las llevare a la cima más alta, donde casi no
hay oxígeno y la voy a poner en el fondo de una de las montañas más altas.” Los
dioses se miraron y vieron que era buena idea. De nueva cuenta ese pequeño dios
una vez más alzo la mano y dijo: “perdón, pero creo que ya hemos dicho que el
humano está evolucionando muy rápido y seguramente encontrara un invento para
poder respirar en cualquier montaña por más alta que esta sea.” En ese momento el
dios supremo enojado cuestiono si no habrá nadie que pueda darles una respuesta
de cómo vamos a guardar esas verdades. Bien, el mismo dios pequeño de nueva
cuenta intervino, levanto la mano y dijo: “algo que nos podemos dar cuenta es que el
humano está buscando respuestas, buscando entender cosas y las está buscando
en todas partes alrededor del mundo. Ellos quieren saber la verdad con respecto a sí
mismos, pero, ¿Qué tal si las guardamos donde jamás van a buscarlas, donde jamás
se les va a ocurrir mirar y buscarlas? Todos los dioses se preguntaron, “¿Dónde
queda ese sitio? ¿Dónde queda ese lugar? Pequeño dios, dinos inmediatamente y
las llevaremos ahí para que nunca las encuentren.” El pequeño dios dijo:
“escondámoslas dentro de ellos mismos.”
Muchas de las personas que estarán con nosotros tienen la idea que las respuestas
están fuera de ellos, que alguien más tiene esas respuestas. Que tenemos las
respuestas para salvarles la vida. Pero lo más maravilloso es que todos las
respuestas y recursos están dentro de nosotros.