Hoy en día, la realidad construida alrededor de los aspectos y características frente al tema
de la salud; como puede notarse, gira alrededor de propuestas ineficaces e ineficientes, que
limitan e imposibilitan satisfacer adecuadamente las demandas y/o necesidades de la
población vulnerable, de cara a establecer una auténtica calidad de vida integral. Todas
estas circunstancias, dejan entrever la obligatoriedad de propiciar un cambio en los
paradigmas y modelos de actuación en torno a la salud, proporcionando las herramientas
suficientes para dar una respuesta efectiva a la crisis asumida alrededor de este tema central
para los seres humanos.
No obstante, hacer referencia acerca de una salud humanizada, requiere establecer posturas
flexibles encaminadas a tomar como eje central de trabajo al ser humano y no tan sólo a la
enfermedad. En este caso, es fundamental entender que la salud no únicamente debe
estudiarse, explicarse, entenderse definirse a partir del análisis, estudio u observaciones en
torno al malestar físico; oportunamente también se hace imprescindible vislumbrar una
perspectiva multidimensional, desde la cual se posibilite ampliar los esquemas de
actuación, por parte de los profesionales en la salud.