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Jueces 8:1-35

La infidelidad al Señor conduce a ruina

Para aquellos que nos visitan nosotros estamos en una serie de


predicas en el libro de Jueces, que es un libro histórico, es el 7º
libro de la biblia en el orden que tenemos, y nosotros estamos
hablando en los últimos sermones acerca de la vida del 5º juez
que es Gedeón. El título de nuestra serie es [IN] Fidelidad al
Señor, es lo que se espera del pueblo de Dios, de que le sea fiel
a Él.
Pero el libro de jueces revela la tendencia presente en los hijos
de Dios en andar en infidelidad a Él, por eso tenemos entre
claves el prefijo IN, esta infidelidad es mostrada en el libro a
través de lo que es conocido como el ciclo de jueces. Cuando el
pueblo de Dios hace las cosas como bien parece ante sus ojos,
o anda en sus propios caminos, y no en los caminos de Dios,
ellos caen en este ciclo de pecado, siendo infieles a Dios, en
consecuencia ellos sufren con los resultados de esta infidelidad,
y claman por liberación de la opresión, Dios levanta un juez para
liberar Su pueblo, mientras este juez vive el pueblo permanece
fiel al Señor y disfruta de las bendiciones de esta fidelidad, pero
tras la muerte del juez ellos vuelven a caer en infidelidad.
Y Gedeón fue uno de los jueces levantado por Dios. El pueblo de
Dios había hecho lo malo a los ojos del Señor 6:1, por eso El
Señor les entregó en las manos de los madianitas y durante siete
años ellos sufrieron opresión por parte de Madián. 6:3-6 nos dice
que cada año los Madianitas junto con los Amalecitas subían en
la época de la cosecha y se les llevaban todo. Y ellos fueron
empobrecidos en gran manera. Y en esta situación de miseria
ellos clamaron al Señor por liberación, pero no porque estaban
arrepentidos sino porque querían salir de la miseria. Pero Dios
envío un profeta para advertirlos, para que se arrepintieran y
abandonaran sus pecados, para que se acordaran de Dios y de
Sus obras de salvación. Y después de confrontarlos en su pecado
Dios comienza a prepararles un libertador que es Gedeón, un
hombre temeroso, que reflejaba el pueblo, vivía en un contexto
de idolatría y en su concepto Dios se había olvidado de Su
pueblo. Dios lo llama, se revela a Él personalmente, se revela a
través de señales y envía sobre él Su Espíritu para capacitarlo
para la tarea que le había asignado, derrotar los madianitas y
poner el pueblo de Dios en libertad. Fue lo que vimos semana
pasado que Gedeón había juntado 32.000 hombres para salir a
la batalla contra 135.000, pero Dios deshizo el ejército de
Gedeón, sacándole 99% de ellos, de 32.000 quedaron 300
hombres, y el propósito era que no se enaltecerá y dijeran
nosotros derrotamos a lo enemigos, pues la salvación vendría de
Jehová, y fue así, Dios les dio victoria sobre ellos en la noche
7:22, y la mayor parte de ellos fueron derrotados allí 120.000,
entre los cuales 2 de sus príncipes, jefes o generales, Oreb y
Zeeb.
Bueno este es el contexto para el ultimo capitulo de la historia
de Gedeón, Dios le dio victoria sobre los enemigos.
Gedeón como juez, tuvo gran éxito, al punto que el pueblo lo
exalta queriendo ponerlo como rey sobre ellos. 8:22.
Y hay algunas lecciones en el cap. 8 que Dios quiere enseñar a
Su pueblo acerca de una vida de fidelidad al Señor.
El éxito que uno tiene en la vida, las conquistas que uno tiene
en la vida, que proceden de las bendiciones de Dios, de los dones
y talentos que Él nos concede, deben llevarnos a una vida de
humildad y gratitud para con Dios.
No podemos olvidarnos de que la fuente de toda bendición es
Dios y que el propósito de toda bendición es que glorifiquemos
a Dios y lo hagamos conocido.
Lamentablemente el final de la historia de Gedeón nos es tan
linda. Si la historia de Gedeón terminará con el cap. 7 y con el
hebreo 11:32, tendríamos un concepto elevado de él, sería
alguien mucho superior a nosotros.
Pero la historia de Gedeón revela una vez más nuestra tendencia
como siervo de Dios, que, aunque que tenemos fe, y que hemos
visto la acción de Dios sobre nuestras vidas y a través de
nuestras vidas, sino nos cuidamos a diario podemos caer en
ruina. Por ruina entienda vivir una vida que es conforme nuestro
propio entendimiento y no bajo los preceptos y ordenanzas del
Señor. Cuando andamos y hacemos las cosas como bien parece
a nuestros ojos, esto de por sí ya es ruina. La bienaventuranza
o la felicidad que Dios nos concede pasa por una vida sometida
a Él y a Su palabra a diario.
Gedeón tuvo éxito, pero aun así termino en ruina. Y el capitulo
8 enseña algo que dijo un escritor alemán llamado Charles
Bukowski, “el éxito es algo peligroso, pues hace que uno actúe
como necio.”
Las bendiciones de Dios sino son administradas con sabiduría,
terminan como trampas que nos hacen actuar como necios.
Es lo que veremos en el cap. 8, hay cambios en la vida de
Gedeón que revelan que él termina sus días de una manera
triste, no solo él sino sus hijos, y el pueblo de Dios.
Él éxito, las victorias en la vida cristiana no pueden subir a la
cabeza, no deben cambiar nuestro comportamiento. Cada día es
un día de andar en los caminos del Señor y de someternos a Él.
Preguntas:
¿Es posible que un creyente termine sus días de una manera
triste?
¿Es posible que tras el éxito y bendiciones uno tenga
comportamientos altivos?
¿Reconocemos siempre que todo lo que tenemos y recibimos
procede de Dios y es para glorificarlo y hacerlo conocido?
Proposición: Nosotros no somos en nada mejores que Gedeón ni
a ninguno de los siervos de Dios que nos antecedieron. Los
aciertos y procedimientos ejemplar de ellos nos sirven para
enseñarnos en como debemos agradarle al Señor, y sus errores
y fallas para enseñarnos de cuál es la inclinación presente en
nosotros, y que si no nos cuidamos y no nos sometemos al Señor
nuestro final puede ser tan triste como de ellos.
Hay tres advertencias que nos enseñan sobre nuestra fidelidad
al Señor:

1. Cuidado con aquellos que buscan preeminencia – 1-3


La primera situación que tuvo que afrontar Gedeón fue las duras
critica de la tribu de Efraín. Gedeón era de la tribu de Manasés,
6:15, que no eran tan grande y poderosos. Ya los efraimitas eran
los descendientes de Josué, Num. 13:8, 16. Una tribu poderosa.
Y ellos se levantan contra Gedeón para criticarlo duramente
diciendo que ellos no fueron participes de la victoria sobre lo
Madianitas. ¿Qué es esto lo que nos ha hecho? Nosotros hemos
quedado afuera de la gloria de derrotar a los madianitas.
La respuesta porque ellos quedaron afuera está en 7:2,
justamente para que ellos no se gloriaran en eso.
Gedeón les da una respuesta diplomática, política. “Pero
hermanos…”, que ya revela un poco de su decadencia. Que he
hecho yo en comparación con ustedes… Ustedes eliminaron a los
jefes de los madianitas Oreb y Zeeb, no se dan cuenta que la
gloria de ustedes es mayor que la mía. Y en esto se aplacó la ira
de ellos.
La respuesta correcta era, hermanos no se dan cuenta de que
es Él Señor quien nos ha librado de sus manos. Tanto lo que
nosotros hemos logrado en el valle de Jezreel y lo que ustedes
han logrado al derrotar los jefes ha sido la mano del Señor, quien
nos ha entregado ellos. Demos pues gloria a Dios, y unamos
nuestras fuerzas para servir al Señor y andar en Sus caminos.
El comportamiento de los efraimitas… Cuando Dios obra en
medio de Su pueblo no faltan aquellos que se levantan para
criticar. Aquellos que piensen que harían mejor, o que ellos no
deberían haber quedado afuera. Que hasta se enojan.
Este tipo de comportamiento ha sido una de las causas que
afecta el progreso de la iglesia de Dios. Que afecta la unidad y
la vitalidad de la iglesia en la expansión del evangelio. Este tipo
de sentimiento y comportamiento es pecaminoso y destructivo,
y no conduce a una vida de fidelidad al Señor.
No seas critico con los avances en la obra de Dios cuando haya
estado afuera. No piense que hubieras hecho mejor, pues ahí
comienza el orgullo y la gloria personal.
Sea instrumento de unidad y no de división. En lugar de enojo,
por no haber participado, de no haber sido nombrado, sométase
al Señor, evalúe su corazón, trate el orgullo en su corazón.
Que nuestro orgullo no sea una barrera para el avance de la obra
de Dios y para la unidad de Su pueblo.
La actitud de Gedeón puede tener un aspecto negativo y otro
positivo, el negativo es cuando uno trata de agradar las personas
para evitar problemas, yo no confronto el orgullo para que no se
enoje. A veces hacemos eso. El positivo es que la palabra sabia
puede evitar muchos problemas, en lugar de generar conflictos
y división puede traer unidad en el pueblo. Lo que determinará
se la respuesta es positiva o negativa es la intención del corazón,
lo que no queda muy claro en este contexto. Pero nosotros
podemos examinar nuestros corazones en circunstancias como
estas.

2. Cuidado en hacer justicia con las propias manos – 4-9


Gedeón ahora cruza el Jordán del otro lado hacia al este. La
región que va al territorio de los madianitas. Y del otro lado del
Jordán estaba el territorio de Gad, y había allí dos ciudades del
pueblo de Dios, Sucot y Peniel, lugares estos que eran las
primeras victimas de los madianitas cuando venían cada año.
Gedeón y sus 300 hombres estaban cansados y con hambre
cuando llegan a la primera ciudad Sucot y les pide pan y para
cobrar aliento y seguir en la captura de los reyes de los
enemigos. Pero la respuesta no era lo esperado. La gente de la
primera ciudad dice, ¿ya están ellos en sus manos para que les
demos de comer? Gedeón se enoja con ellos y dice, cuando El
Señor los entregue en mis manos, ustedes se van a ver conmigo.
En la segunda ciudad más adelante, Peniel, lo mismo. Una
segunda amenaza de venganza es proferida.
Dos cosas debemos considerar aquí, primero que el pedido de
Gedeón es legítimo, y la segunda es que el temor del pueblo
también. Ellos siempre eran los primeros a sufrir a cada año, y
si los reyes estés escapan, y saben que ellos ayudaron a Gedeón
cuando vinieran sobre ellos sería mucho peor. Un temor humano
que desconsidera la fe en Dios, algo que Gedeón conocía muy
bien.
La diplomacia aquí fue diferente, con los de Efraín cautela, con
ellos palo.
En lugar de decirles, hermanos míos, yo entiendo que tengan
miedo, yo ya tuve miedo como ustedes, pero El Señor nos
entregó el ejército de Madián en nuestras manos y ciertamente
también nos dará sus reyes. Pero se enoja con ellos y les
promete venganza.
Es importante entender primero que ellos eran su pueblo y no
parte de los enemigos. Segundo Dios levantó Gedeón para
ejercer juicio contra los enemigos y no contra su propio pueblo.
El error de ellos fue el miedo y no tomar parte en lo que Dios
estaba haciendo. Entre el pueblo de Dios hay personas que no
toman parte en la obra de Dios, algunas veces por miedo, otras
veces por que no es prioridad para ellos, están ocupados con sus
cosas y que los demás se ocupen de hacer las cosas de Dios. La
indiferencia a la obra de Dios es infidelidad al Señor y es también
orgullo.
Gedeón volvió de la batalla y capturó a los dos reyes, Zeba y
Zalmuna 8:12. Y los trajo con él a las ciudades que rehusaron
participar. En el camino encontraron un joven de la ciudad y lo
interrogó para que diera los nombres de los ancianos de la
ciudad 77. 8:14. En lo versículos 15 y 16 nos dice que castigó
ellos públicamente. Venganza ejecutada, pero todavía quedaba
Peniel. En esta segunda ciudad derribó la torre de ellos y mató
a todos los hombres.
La venganza oscurece el entendimiento, Gedeón no hacía
diferencia entre su pueblo y sus enemigos. De un guerrero que
tenía miedo ahora es uno que no tiene más temor.
En los vs. 18-21 vemos que la muerte de los reyes no fue movida
por la justicia de Dios sino por una venganza por la muerte de
sus hermanos. Ordenó a su Jeter que los matará, pero el
muchacho muy joven tenía miedo y no pudo hacer, entonces
Gedeón se levanta y lo hace el mismo.
Lo que encontramos aquí es primero un deseo de hacer las cosas
a su propia manera. Ya no vemos más Gedeón buscando El
Señor y Su dirección, por eso ya no es más la espada del Señor,
sino solo la espada de Gedeón.
En lugar de reconciliación con el su pueblo, y ejerce venganza.
A mi me hicieron eso, espera cuando yo vuelva como les voy a
tratar. La venganza es del Señor, y Él retribuirá. Gedeón cuando
volvió no fue a sus hermanos y les dijo, mira ustedes no
confiaron en Él Señor, pero Él nos entregado los enemigos en
nuestras manos, la opresión ha terminado, yo les perdonó,
seamos unidos siempre, pues esta es la voluntad del Señor.
¿Cuál es nuestra actitud cuando pecan contra nosotros?
Perdonamos, buscamos reconciliación o venganza.
En cuanto a los enemigos, ellos deberían ser eliminados. Pero no
por venganza personal, sino por una cuestión de la justicia de
Dios. Cuando tratamos con los que nos ofenden la motivación
nunca debe ser venganza, sino la justicia de Dios.
Frente la victoria sobre los enemigos el pueblo se puso eufórico
y esto nos lleva a la ultima lección.

3. Cuidado con los pequeños desvíos – 22-35


En medio de la euforia con todo el éxito, el pueblo actúa como
necio. Gedeón sos un gran, tes das cuenta de todo lo que hicistes
por nosotros. Nos ha librado de las manos de Madián, ché
tremendo sos, un capo, queremos que sea nuestro rey, tanto
vos, cuanto todos tus hijos.
En el v. 23 Gedeón les da una respuesta sensata y correcta. No,
yo no reinaré sobre vosotros, tampoco mis hijos lo harán.
Si terminará aquí hubiera sido menos mal. Pero el v. 24, revela
pequeños desvíos que conllevan a una gran ruina. A pesar de
haber rechazado la aclamación pública del pueblo, en su corazón
consideró la preeminencia sobre ellos de manera más sutil. Él
les pide que ellos le dieran algunos pendientes de oro, algunas
cadenas de oro. V. 26 dice que le dieron setecientos ciclos,
alrededor de 20 kilos de oro. Y le dieron muchas cosas. Le
honraron con palabras y regalos como se fuera un rey.
Y lo que hace Gedeón con eso es un efod que era una vestimenta
exclusiva del Sumo Sacerdote, que significa la representación
delante de Dios y la posibilidad de traer dirección. Dios no lo
levantó de esta manera. Es él mismo quien hace una autoridad
que ejerce preeminencia sobre el pueblo. Rechazó con sus
palabras ser rey, pero permitió una brecha para ejercer una
autoridad que no había recibido de Dios sobre ellos. Y lo puso en
su ciudad Ofra, y esto se constituyó en elemento de idolatría
para el pueblo. En lugar de ir a Silo lugar del tabernáculo, donde
estaba el sumo sacerdote, el pueblo venía a Ofra a Gedeón para
adoración y dirección.
Hay pequeños desvíos que no parecen ser malos pero que
llevaban a ruina. En lugar de consultar a Dios por dirección, por
sabiduría y fortaleza, siguió sus propios caminos. La comunión
con la palabra, la vida de oración, el consejo de personas sabías
en la comunión de la iglesia, nos ayudaran a no caer en
pequeños desvíos que conducen a gran ruina.
Gedeón hizo un efod, algo que era parte de la fe del pueblo de
Dios, pero que usado de manera equivocada y en lugar
equivocado vino a ser de tropiezo. Nosotros no podemos adorar
la iglesia, no podemos adorar nuestra tradición reformada, no
podemos adorar nuestro estilo de culto. No podemos adorar a
los hombres que Dios levanta.
En lugar de adorar a Dios que los había librado, ellos eligen
adorar al siervo de Dios. Una costumbre que crece mucho en los
días de hoy. Calvino, Whitefield, Macarthur, Piper, Paul Washer,
etc…
Vivió 40 años y hubo paz, descanso, lo que no significaba que
estaban bien a los ojos de Dios. Sino que ya estaban en
decadencia que se consuma con la muerte de Gedeón. V. 32, 33.
Y ellos vuelven a hacer lo malo, a la infidelidad al Señor.
Gedeón vivió como rey, tuvo varias mujeres y muchos hijos, que
era una practica de los reyes y no estatuto del Señor. Además,
tuvo un hijo con una concubina de Siquem v. 31, una cananita,
a quien puso por nombre Abimelec, que significa “mi padre es
rey”, de quien hablaremos próximo domingo.
Cuidado con los pequeños desvíos. Examine siempre la vida, la
práctica, las motivaciones para no caer en infidelidad y ser de
tropiezo para otros.
Conclusión:

La liberación de Gideon fue incompleta e insuficiente para


restaurar completamente al pueblo de Dios en una relación
pacífica y de pura adoración a Dios. Es por eso que Gideon no es
más que una sombra del mejor salvador y libertador Jesucristo.
La vida de los siervos de Dios en el pasado está para enseñarnos
a una vida de fidelidad a Dios. Gedeón cuando confió en Dios y
lo obedeció vio la liberación poderosa que Dios concedió a Su
pueblo. Y esto debemos copiar, es ejemplo de fe para nosotros.
Pero también Dios no esconde sus errores, para que también
aprendamos que hay cosas que no debemos copiar. Nos
busquemos preeminencia, no seamos como aquellos que critican
porque no han participado de algo para recibir gloria. No nos
enojemos cuando Dios usa a otros para traer gloria a Su nombre.
Cuidemos con la inclinación hacia la venganza. La venganza es
del Señor, lo nuestro es tener paz con todos los hombres.
Seamos instrumentos de reconciliación y entreguemos a Dios
toda injusticia que sufrimos para que Él haga la justicia que es
perfecta.
Cuidemos con los pequeños desvíos. Hay pequeñas conceciones
que hacemos que nos llevan a una idolatría. Nuestro mayor
problema no es saber quien debe reinar y quien merece la gloria,
nuestro mayor problema es someternos a este Rey y darle a Él
solamente toda la gloria.
Que Dios nos ayude a ser instrumentos de unidad, que
cooperemos con alegría para el avance de Su obra, que nos
alegremos con las conquistas de otros, que Dios nos ayude a
perdonar, y a reconciliarnos con nuestros hermanos en días de
ofensas y divergencias, y que seamos firmes, constantes en la
vida de fe sabiendo que los desvíos conducen a ruina, la fidelidad
conduce al gozo.
Y terminando, tenemos que recordar siempre que fallamos, que
nosotros somos salvos por la gracia, por medio de la fe en
nuestro Señor Jesucristo, y tenemos que recordar esta verdad
aún más cuando tenemos éxito, la vida del creyente es por la
gracia. Es por gracia siempre.
“Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos
de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y
paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a
otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó,
así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos
de amor, que es el vínculo de la unidad. Y que la paz de Cristo
reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis
llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. Que la palabra
de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría
enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos
y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias
en vuestros corazones. Y todo lo que hacéis, de palabra o de
hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias
por medio de Él a Dios el Padre.” (Col 3:12-17 LBA)

Avisos:
Visitas
Club de Vacaciones 20-22 de febrero. Mercedes

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