Para aquellos que nos visitan nosotros estamos en una serie de
predicas en el libro de Jueces, que es un libro histórico, es el 7º libro de la biblia en el orden que tenemos, y nosotros estamos hablando en los últimos sermones acerca de la vida del 5º juez que es Gedeón. El título de nuestra serie es [IN] Fidelidad al Señor, es lo que se espera del pueblo de Dios, de que le sea fiel a Él. Pero el libro de jueces revela la tendencia presente en los hijos de Dios en andar en infidelidad a Él, por eso tenemos entre claves el prefijo IN, esta infidelidad es mostrada en el libro a través de lo que es conocido como el ciclo de jueces. Cuando el pueblo de Dios hace las cosas como bien parece ante sus ojos, o anda en sus propios caminos, y no en los caminos de Dios, ellos caen en este ciclo de pecado, siendo infieles a Dios, en consecuencia ellos sufren con los resultados de esta infidelidad, y claman por liberación de la opresión, Dios levanta un juez para liberar Su pueblo, mientras este juez vive el pueblo permanece fiel al Señor y disfruta de las bendiciones de esta fidelidad, pero tras la muerte del juez ellos vuelven a caer en infidelidad. Y Gedeón fue uno de los jueces levantado por Dios. El pueblo de Dios había hecho lo malo a los ojos del Señor 6:1, por eso El Señor les entregó en las manos de los madianitas y durante siete años ellos sufrieron opresión por parte de Madián. 6:3-6 nos dice que cada año los Madianitas junto con los Amalecitas subían en la época de la cosecha y se les llevaban todo. Y ellos fueron empobrecidos en gran manera. Y en esta situación de miseria ellos clamaron al Señor por liberación, pero no porque estaban arrepentidos sino porque querían salir de la miseria. Pero Dios envío un profeta para advertirlos, para que se arrepintieran y abandonaran sus pecados, para que se acordaran de Dios y de Sus obras de salvación. Y después de confrontarlos en su pecado Dios comienza a prepararles un libertador que es Gedeón, un hombre temeroso, que reflejaba el pueblo, vivía en un contexto de idolatría y en su concepto Dios se había olvidado de Su pueblo. Dios lo llama, se revela a Él personalmente, se revela a través de señales y envía sobre él Su Espíritu para capacitarlo para la tarea que le había asignado, derrotar los madianitas y poner el pueblo de Dios en libertad. Fue lo que vimos semana pasado que Gedeón había juntado 32.000 hombres para salir a la batalla contra 135.000, pero Dios deshizo el ejército de Gedeón, sacándole 99% de ellos, de 32.000 quedaron 300 hombres, y el propósito era que no se enaltecerá y dijeran nosotros derrotamos a lo enemigos, pues la salvación vendría de Jehová, y fue así, Dios les dio victoria sobre ellos en la noche 7:22, y la mayor parte de ellos fueron derrotados allí 120.000, entre los cuales 2 de sus príncipes, jefes o generales, Oreb y Zeeb. Bueno este es el contexto para el ultimo capitulo de la historia de Gedeón, Dios le dio victoria sobre los enemigos. Gedeón como juez, tuvo gran éxito, al punto que el pueblo lo exalta queriendo ponerlo como rey sobre ellos. 8:22. Y hay algunas lecciones en el cap. 8 que Dios quiere enseñar a Su pueblo acerca de una vida de fidelidad al Señor. El éxito que uno tiene en la vida, las conquistas que uno tiene en la vida, que proceden de las bendiciones de Dios, de los dones y talentos que Él nos concede, deben llevarnos a una vida de humildad y gratitud para con Dios. No podemos olvidarnos de que la fuente de toda bendición es Dios y que el propósito de toda bendición es que glorifiquemos a Dios y lo hagamos conocido. Lamentablemente el final de la historia de Gedeón nos es tan linda. Si la historia de Gedeón terminará con el cap. 7 y con el hebreo 11:32, tendríamos un concepto elevado de él, sería alguien mucho superior a nosotros. Pero la historia de Gedeón revela una vez más nuestra tendencia como siervo de Dios, que, aunque que tenemos fe, y que hemos visto la acción de Dios sobre nuestras vidas y a través de nuestras vidas, sino nos cuidamos a diario podemos caer en ruina. Por ruina entienda vivir una vida que es conforme nuestro propio entendimiento y no bajo los preceptos y ordenanzas del Señor. Cuando andamos y hacemos las cosas como bien parece a nuestros ojos, esto de por sí ya es ruina. La bienaventuranza o la felicidad que Dios nos concede pasa por una vida sometida a Él y a Su palabra a diario. Gedeón tuvo éxito, pero aun así termino en ruina. Y el capitulo 8 enseña algo que dijo un escritor alemán llamado Charles Bukowski, “el éxito es algo peligroso, pues hace que uno actúe como necio.” Las bendiciones de Dios sino son administradas con sabiduría, terminan como trampas que nos hacen actuar como necios. Es lo que veremos en el cap. 8, hay cambios en la vida de Gedeón que revelan que él termina sus días de una manera triste, no solo él sino sus hijos, y el pueblo de Dios. Él éxito, las victorias en la vida cristiana no pueden subir a la cabeza, no deben cambiar nuestro comportamiento. Cada día es un día de andar en los caminos del Señor y de someternos a Él. Preguntas: ¿Es posible que un creyente termine sus días de una manera triste? ¿Es posible que tras el éxito y bendiciones uno tenga comportamientos altivos? ¿Reconocemos siempre que todo lo que tenemos y recibimos procede de Dios y es para glorificarlo y hacerlo conocido? Proposición: Nosotros no somos en nada mejores que Gedeón ni a ninguno de los siervos de Dios que nos antecedieron. Los aciertos y procedimientos ejemplar de ellos nos sirven para enseñarnos en como debemos agradarle al Señor, y sus errores y fallas para enseñarnos de cuál es la inclinación presente en nosotros, y que si no nos cuidamos y no nos sometemos al Señor nuestro final puede ser tan triste como de ellos. Hay tres advertencias que nos enseñan sobre nuestra fidelidad al Señor:
1. Cuidado con aquellos que buscan preeminencia – 1-3
La primera situación que tuvo que afrontar Gedeón fue las duras critica de la tribu de Efraín. Gedeón era de la tribu de Manasés, 6:15, que no eran tan grande y poderosos. Ya los efraimitas eran los descendientes de Josué, Num. 13:8, 16. Una tribu poderosa. Y ellos se levantan contra Gedeón para criticarlo duramente diciendo que ellos no fueron participes de la victoria sobre lo Madianitas. ¿Qué es esto lo que nos ha hecho? Nosotros hemos quedado afuera de la gloria de derrotar a los madianitas. La respuesta porque ellos quedaron afuera está en 7:2, justamente para que ellos no se gloriaran en eso. Gedeón les da una respuesta diplomática, política. “Pero hermanos…”, que ya revela un poco de su decadencia. Que he hecho yo en comparación con ustedes… Ustedes eliminaron a los jefes de los madianitas Oreb y Zeeb, no se dan cuenta que la gloria de ustedes es mayor que la mía. Y en esto se aplacó la ira de ellos. La respuesta correcta era, hermanos no se dan cuenta de que es Él Señor quien nos ha librado de sus manos. Tanto lo que nosotros hemos logrado en el valle de Jezreel y lo que ustedes han logrado al derrotar los jefes ha sido la mano del Señor, quien nos ha entregado ellos. Demos pues gloria a Dios, y unamos nuestras fuerzas para servir al Señor y andar en Sus caminos. El comportamiento de los efraimitas… Cuando Dios obra en medio de Su pueblo no faltan aquellos que se levantan para criticar. Aquellos que piensen que harían mejor, o que ellos no deberían haber quedado afuera. Que hasta se enojan. Este tipo de comportamiento ha sido una de las causas que afecta el progreso de la iglesia de Dios. Que afecta la unidad y la vitalidad de la iglesia en la expansión del evangelio. Este tipo de sentimiento y comportamiento es pecaminoso y destructivo, y no conduce a una vida de fidelidad al Señor. No seas critico con los avances en la obra de Dios cuando haya estado afuera. No piense que hubieras hecho mejor, pues ahí comienza el orgullo y la gloria personal. Sea instrumento de unidad y no de división. En lugar de enojo, por no haber participado, de no haber sido nombrado, sométase al Señor, evalúe su corazón, trate el orgullo en su corazón. Que nuestro orgullo no sea una barrera para el avance de la obra de Dios y para la unidad de Su pueblo. La actitud de Gedeón puede tener un aspecto negativo y otro positivo, el negativo es cuando uno trata de agradar las personas para evitar problemas, yo no confronto el orgullo para que no se enoje. A veces hacemos eso. El positivo es que la palabra sabia puede evitar muchos problemas, en lugar de generar conflictos y división puede traer unidad en el pueblo. Lo que determinará se la respuesta es positiva o negativa es la intención del corazón, lo que no queda muy claro en este contexto. Pero nosotros podemos examinar nuestros corazones en circunstancias como estas.
2. Cuidado en hacer justicia con las propias manos – 4-9
Gedeón ahora cruza el Jordán del otro lado hacia al este. La región que va al territorio de los madianitas. Y del otro lado del Jordán estaba el territorio de Gad, y había allí dos ciudades del pueblo de Dios, Sucot y Peniel, lugares estos que eran las primeras victimas de los madianitas cuando venían cada año. Gedeón y sus 300 hombres estaban cansados y con hambre cuando llegan a la primera ciudad Sucot y les pide pan y para cobrar aliento y seguir en la captura de los reyes de los enemigos. Pero la respuesta no era lo esperado. La gente de la primera ciudad dice, ¿ya están ellos en sus manos para que les demos de comer? Gedeón se enoja con ellos y dice, cuando El Señor los entregue en mis manos, ustedes se van a ver conmigo. En la segunda ciudad más adelante, Peniel, lo mismo. Una segunda amenaza de venganza es proferida. Dos cosas debemos considerar aquí, primero que el pedido de Gedeón es legítimo, y la segunda es que el temor del pueblo también. Ellos siempre eran los primeros a sufrir a cada año, y si los reyes estés escapan, y saben que ellos ayudaron a Gedeón cuando vinieran sobre ellos sería mucho peor. Un temor humano que desconsidera la fe en Dios, algo que Gedeón conocía muy bien. La diplomacia aquí fue diferente, con los de Efraín cautela, con ellos palo. En lugar de decirles, hermanos míos, yo entiendo que tengan miedo, yo ya tuve miedo como ustedes, pero El Señor nos entregó el ejército de Madián en nuestras manos y ciertamente también nos dará sus reyes. Pero se enoja con ellos y les promete venganza. Es importante entender primero que ellos eran su pueblo y no parte de los enemigos. Segundo Dios levantó Gedeón para ejercer juicio contra los enemigos y no contra su propio pueblo. El error de ellos fue el miedo y no tomar parte en lo que Dios estaba haciendo. Entre el pueblo de Dios hay personas que no toman parte en la obra de Dios, algunas veces por miedo, otras veces por que no es prioridad para ellos, están ocupados con sus cosas y que los demás se ocupen de hacer las cosas de Dios. La indiferencia a la obra de Dios es infidelidad al Señor y es también orgullo. Gedeón volvió de la batalla y capturó a los dos reyes, Zeba y Zalmuna 8:12. Y los trajo con él a las ciudades que rehusaron participar. En el camino encontraron un joven de la ciudad y lo interrogó para que diera los nombres de los ancianos de la ciudad 77. 8:14. En lo versículos 15 y 16 nos dice que castigó ellos públicamente. Venganza ejecutada, pero todavía quedaba Peniel. En esta segunda ciudad derribó la torre de ellos y mató a todos los hombres. La venganza oscurece el entendimiento, Gedeón no hacía diferencia entre su pueblo y sus enemigos. De un guerrero que tenía miedo ahora es uno que no tiene más temor. En los vs. 18-21 vemos que la muerte de los reyes no fue movida por la justicia de Dios sino por una venganza por la muerte de sus hermanos. Ordenó a su Jeter que los matará, pero el muchacho muy joven tenía miedo y no pudo hacer, entonces Gedeón se levanta y lo hace el mismo. Lo que encontramos aquí es primero un deseo de hacer las cosas a su propia manera. Ya no vemos más Gedeón buscando El Señor y Su dirección, por eso ya no es más la espada del Señor, sino solo la espada de Gedeón. En lugar de reconciliación con el su pueblo, y ejerce venganza. A mi me hicieron eso, espera cuando yo vuelva como les voy a tratar. La venganza es del Señor, y Él retribuirá. Gedeón cuando volvió no fue a sus hermanos y les dijo, mira ustedes no confiaron en Él Señor, pero Él nos entregado los enemigos en nuestras manos, la opresión ha terminado, yo les perdonó, seamos unidos siempre, pues esta es la voluntad del Señor. ¿Cuál es nuestra actitud cuando pecan contra nosotros? Perdonamos, buscamos reconciliación o venganza. En cuanto a los enemigos, ellos deberían ser eliminados. Pero no por venganza personal, sino por una cuestión de la justicia de Dios. Cuando tratamos con los que nos ofenden la motivación nunca debe ser venganza, sino la justicia de Dios. Frente la victoria sobre los enemigos el pueblo se puso eufórico y esto nos lleva a la ultima lección.
3. Cuidado con los pequeños desvíos – 22-35
En medio de la euforia con todo el éxito, el pueblo actúa como necio. Gedeón sos un gran, tes das cuenta de todo lo que hicistes por nosotros. Nos ha librado de las manos de Madián, ché tremendo sos, un capo, queremos que sea nuestro rey, tanto vos, cuanto todos tus hijos. En el v. 23 Gedeón les da una respuesta sensata y correcta. No, yo no reinaré sobre vosotros, tampoco mis hijos lo harán. Si terminará aquí hubiera sido menos mal. Pero el v. 24, revela pequeños desvíos que conllevan a una gran ruina. A pesar de haber rechazado la aclamación pública del pueblo, en su corazón consideró la preeminencia sobre ellos de manera más sutil. Él les pide que ellos le dieran algunos pendientes de oro, algunas cadenas de oro. V. 26 dice que le dieron setecientos ciclos, alrededor de 20 kilos de oro. Y le dieron muchas cosas. Le honraron con palabras y regalos como se fuera un rey. Y lo que hace Gedeón con eso es un efod que era una vestimenta exclusiva del Sumo Sacerdote, que significa la representación delante de Dios y la posibilidad de traer dirección. Dios no lo levantó de esta manera. Es él mismo quien hace una autoridad que ejerce preeminencia sobre el pueblo. Rechazó con sus palabras ser rey, pero permitió una brecha para ejercer una autoridad que no había recibido de Dios sobre ellos. Y lo puso en su ciudad Ofra, y esto se constituyó en elemento de idolatría para el pueblo. En lugar de ir a Silo lugar del tabernáculo, donde estaba el sumo sacerdote, el pueblo venía a Ofra a Gedeón para adoración y dirección. Hay pequeños desvíos que no parecen ser malos pero que llevaban a ruina. En lugar de consultar a Dios por dirección, por sabiduría y fortaleza, siguió sus propios caminos. La comunión con la palabra, la vida de oración, el consejo de personas sabías en la comunión de la iglesia, nos ayudaran a no caer en pequeños desvíos que conducen a gran ruina. Gedeón hizo un efod, algo que era parte de la fe del pueblo de Dios, pero que usado de manera equivocada y en lugar equivocado vino a ser de tropiezo. Nosotros no podemos adorar la iglesia, no podemos adorar nuestra tradición reformada, no podemos adorar nuestro estilo de culto. No podemos adorar a los hombres que Dios levanta. En lugar de adorar a Dios que los había librado, ellos eligen adorar al siervo de Dios. Una costumbre que crece mucho en los días de hoy. Calvino, Whitefield, Macarthur, Piper, Paul Washer, etc… Vivió 40 años y hubo paz, descanso, lo que no significaba que estaban bien a los ojos de Dios. Sino que ya estaban en decadencia que se consuma con la muerte de Gedeón. V. 32, 33. Y ellos vuelven a hacer lo malo, a la infidelidad al Señor. Gedeón vivió como rey, tuvo varias mujeres y muchos hijos, que era una practica de los reyes y no estatuto del Señor. Además, tuvo un hijo con una concubina de Siquem v. 31, una cananita, a quien puso por nombre Abimelec, que significa “mi padre es rey”, de quien hablaremos próximo domingo. Cuidado con los pequeños desvíos. Examine siempre la vida, la práctica, las motivaciones para no caer en infidelidad y ser de tropiezo para otros. Conclusión:
La liberación de Gideon fue incompleta e insuficiente para
restaurar completamente al pueblo de Dios en una relación pacífica y de pura adoración a Dios. Es por eso que Gideon no es más que una sombra del mejor salvador y libertador Jesucristo. La vida de los siervos de Dios en el pasado está para enseñarnos a una vida de fidelidad a Dios. Gedeón cuando confió en Dios y lo obedeció vio la liberación poderosa que Dios concedió a Su pueblo. Y esto debemos copiar, es ejemplo de fe para nosotros. Pero también Dios no esconde sus errores, para que también aprendamos que hay cosas que no debemos copiar. Nos busquemos preeminencia, no seamos como aquellos que critican porque no han participado de algo para recibir gloria. No nos enojemos cuando Dios usa a otros para traer gloria a Su nombre. Cuidemos con la inclinación hacia la venganza. La venganza es del Señor, lo nuestro es tener paz con todos los hombres. Seamos instrumentos de reconciliación y entreguemos a Dios toda injusticia que sufrimos para que Él haga la justicia que es perfecta. Cuidemos con los pequeños desvíos. Hay pequeñas conceciones que hacemos que nos llevan a una idolatría. Nuestro mayor problema no es saber quien debe reinar y quien merece la gloria, nuestro mayor problema es someternos a este Rey y darle a Él solamente toda la gloria. Que Dios nos ayude a ser instrumentos de unidad, que cooperemos con alegría para el avance de Su obra, que nos alegremos con las conquistas de otros, que Dios nos ayude a perdonar, y a reconciliarnos con nuestros hermanos en días de ofensas y divergencias, y que seamos firmes, constantes en la vida de fe sabiendo que los desvíos conducen a ruina, la fidelidad conduce al gozo. Y terminando, tenemos que recordar siempre que fallamos, que nosotros somos salvos por la gracia, por medio de la fe en nuestro Señor Jesucristo, y tenemos que recordar esta verdad aún más cuando tenemos éxito, la vida del creyente es por la gracia. Es por gracia siempre. “Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad. Y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones. Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.” (Col 3:12-17 LBA)
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