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2284 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA fin ala causa ni impide su, prosecucién hasta el fallo final, en tanto que, por otra parte, existe Ia posibilidad de que el pronunciamiento ulterior del Tribunal de la causa disipe los agravios alegados. Estos, en Ja hipétesis opuesta, pueden ser traidos a conocimiento de la Corte por via del recurso extraordinario contra la sentencia que cierra el caso (Fallos: 183:100; 187:534; 195:221 y doctrina de Fallos: 191:376). 4%) Que no hacen excepcién a los principios enunciados los pre- cedentes de Fallos: 296:691 y 300:857, toda vez que en ellos no se impugné la denegacién de algunas medidas de prueba solicitadas, sino que se habia privado indebidamente al imputado de Ia ocasién procesal de ofrecer y producir 1a prueba de descargo, que es requisito esencial de la defensa en juicio y fundamento de Ia validez del proceso (Fallos: 243:500; 252:356 y otros). 52) Que, por iltimo, cabe recordar que la doctrina de la arbitra- riedad en materia de prescindencia de pruebas requiere Ia demostracién de la pertinencia de las que se dicen omitidas para modificar Ia solu- cién del litigio (Fallos y sus citas: 302:285), lo cual demuestra que s6lo después de dictado el fallo final queda la defensa en condiciones de poder alegar con eficacia Ja tacha mencionada. Por todo ello, se rechaza Ia queja. Intimese a Ia parte recurrente a que deposite Ia suma de veintitn australes con seiscientos cinco milé- simos ( 21,605) dentro del quinto dia en el Banco de la Ciudad de Buenos Aires a Ia orden de esta Corte. José SEVERO CABALLERO — AuGusTo Cé- SAR BELLUscIo -~ Cartos S. Fayr —. ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI — JORGE ANTonIo Bacgué, JORGE HORACIO GRANADA. LEY: Interpretacién y aplicacion La ley ha de interpretarse evaluando la totalidad de sus preceptos y de Jos propésitos que Ia animan, a fin de lograr su armonia con todas las normas del ordenamiento juridico vigente, del modo que mejor concuerden con los principios y garantias de fa Constitucién Nacional, DE JUSTICIA DE LA NACION 2285 HABEAS CORPUS. Son facultades privativas de los poderes legislative y ejecul'et las referentes a apreciar las circunstancias de hecho que tornan aconsejable 1a adopcién det procedimiento de hébeas corpus, por to cual 1a decisi6n de dichos po- dderes que instaura el estado de sitio no resulta revisable por los jueces. ESTADO DE SITIO. Fl extado de sitio es un arma de defensa extraordinaria que ft Constitucién ha puesto en manos de los poderss politicos de a ‘Nacién para que en puedan defenderse de los peligros que amenazan tanto a ella como a los poderes que orem Consiste en una tegis- épocas también extraordinar eign especial establecida en tiempos de paz para 56° aplicada en los momentos de conmaciones politicas y sociales © de ataque exterior como medio de asegurar el orden y 1a disciplina colectiva ef resguardo del im we de la Constitucién y con ella el de la libertad y de las garantias indivi- vToates, Ello determina 1a necesidad de dar carécter excluyente al juicio del poder Jezislativo, 0 del ejecutivo en su cats respecto del grado real de Pieego que importen las situaciones de emergencia Que determinen tal de- claracién. HABEAS CORPUS. Dado el texto del art, 4° de Ia ley 23.098, lo que interes © ta legitimidad del acto mismo de declaracién del estado de sil Esto ¢s, excluido el fxamen de fondo —o sea el atinente a I apreciacién de los hechos deter- Tinantes de) acto—, resta el juicio que conciefne & os requisitos de com- petencia y de forma en el cual queda incluido lo relative no solo a tas Prodalidades extsinsecas de ta ley 0 el decteto declarativos del estado de Tito, sino también a posibles requisitos sabre el contenido necesario del veto, como 10 son el plazo expreso ¥ a determinacién del lugar. ESTADO DE SITIO. Et carfcter especialmente restrictive de! control de razonabilidad de los clos de arresto dispuestos por él Poder Bjecutho, © virtud de las facul fades emergentes del art. 23 de Ia Constitucion Nacional, proviene de que egetencién sin observancia de las formas Tegales hha sido prevista, clasica~ mente, como medio excepcional para frustrar conjuraciones y salvar el drden constitucional cuando los medios ordinarios pudieran ser insuficientes ESTADO DE SITIO. En Ja timitacién temporal de 1a suspension de a libertad personal que Jmporta cl estado de sito, se halla el punto de equilibrio entre Ia salvaguardia 2286 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA del orden constitucional buscada mediante el remedio excepcional previsto por ef art. 23 y In exclusion de las facultades extraordinarias que condena el art, 29 de la Ley Fundamental ESTADO DE SITIO, HABI LEY: El plazo que debe contener Ia declaracién del estado de sitio resulta con- dicién de validez del acto de suspensién de las garantias y, ademés, debe ser breve. Aun cuando las condiciones que dieron lugar a la declaracién del estado de sitio se mantuviesen en el tiempo, a fijacién de un corto lapso a Ia vigencia de aquél obliga a los poderes ejecutivo y legislativo a la dis- cusién periédica de Ia medida, lo cual se compadece con fos sanos principios que deben imperar en un gobierno republicano y representative. EAS CORPUS. No puede estimarse carente de motivacién asertiva acerca de la relacién entre el arresto del beneficiario del habeas corpus y las causas del estado de sitio, ya que si bien Ja restriceién a la libertad que el interesado sufre actualmente emana del decreto 2069/85, que establecié el estado de sitio y del N@ 2070/85 que dispuso su detencién en virtud de las facultades propias del Poder Ejecutivo, tampoco cabe olvidar que el decreto 2049/85, al cual se remite como necesario antecedente el decreto 2069/85, expresa de manera inequivoca que se dispone el arresto de quienes se habrian con- certado para atentar contra el orden constitucional y entre fos sujetos de Ja orden de arresto figura el accionante. Vigencia, El decreto 2049/85 puede ser invocado como norma vigente, pues con arre- glo a los considerandos del decreto 2070/85 resulta que, ante Ia discusién ocasionada sobre la validez del primero, fue propésito del segundo ratificarlo © perfeccionarlo to cual disipa toda duda acerea de su validez y vigencia actuales en cuanto integrative del complejo de normas que constituyen los decretos 2069 y 2070/85. ESTADO DE SITIO, El Poder Ejecutivo no necesita probar judicialmente el fundamento de las decisiones que motivan el acto de arresto, ya que se trata de un poder politico Timitado que no envuclve Ja competencia mecesaria para condenar © aplicar penas; presupone la obligacién del Presidente de poner a los dete- nidos a disposicién de los jueces cuando existen indicios vehementes de st culpabilidad para que aquéllos los juzguen y condenen, con Jo cual se con- templa el orden piblico que sirve de fundamento a Ja declaracién del estado de sitio y se obtiene ef castigo de los culpables. Cuando no existen aquellos

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