Cinco años después, es decir en agosto de 1995 la señora Palomino se entera que un
señor llamado Enrique Martínez ha iniciado contra ella un juicio de desalojo. En su
demanda, el señor Martínez otorga a la señora Palomino un plazo de dos meses para
desocupar la vivienda (construida por la señora Palomino, en “su terreno”).