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TUTELA

REPORTE DE CONSULTA

RELEVANTE

SALA DE CASACIÓN CIVIL


ID : 428519
M. PONENTE : MARGARITA CABELLO BLANCO
NÚMERO DE PROCESO : 11001-02-03-000-2015-01546-00
NÚMERO DE PROVIDENCIA : STC10744-2015
CLASE DE ACTUACIÓN : ACCIÓN DE TUTELA - PRIMERA
INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 13/08/2015
DECISIÓN : NIEGA TUTELA
ACCIONADO : SALA CIVIL DEL TRIBUNAL SUPERIOR
DEL DISTRITO JUDICIAL DE BOGOTÁ
ACCIONANTE : MULTIFLUID S. A.
FUENTE FORMAL : Código Civil art.
1568,1571,2344,2536,2540 / Código de
Procedimiento Civil art. 90

TEMA: ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIA JUDICIAL

RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL - Responsabilidad


común por los delitos y las culpas: responsabilidad solidaria (Argumentos
del Tribunal)

ACCIÓN DE COMPETENCIA DESLEAL - Término de prescripción -


Interrupción: cómputo (Argumentos del Tribunal)

Tesis:
«Examinada la providencia reseñada en el numeral inmediatamente
anterior, cabe destacar que la sala enjuiciada, al proferir la sentencia
anticipada de segundo grado, contrario sensu a lo manifestado, no incurrió
en irregularidad tal que imponga la perentoria salvaguardia deprecada.

4.1.- Lo anterior, en vista que sobre el particular sostuvo, tras citar


jurisprudencia y doctrina, entre otras reflexiones, que "[l]e asiste razón al
apelante en cuanto sostuvo que entre quienes integran el extremo
demandado de e[s]e litigio existe una solidaridad por pasiva, no tanto porque
en ese sentido se hubieran formulado las pretensiones (pues, como es
sabido, la solidaridad sólo puede nacer, por virtud de la ley, del testamento,
o de una convención), sino porque así lo dispone el artículo 2344 del Código
Civil, a cuyo tenor, “si un delito o culpa ha sido cometido por dos o más
personas, cada una de ellas será solidariamente responsable de todo
perjuicio procedente del mismo delito o culpa…”" (el destacado es del texto
original, como así también ocurre ello en los demás casos que a
continuación se observan), siendo que "si bien en el libelo incoativo de e[s]e
proceso no se pidió, expresamente, que se declarara a los demandados
civilmente responsables, lo cierto es que en dicha pieza procesal la [tutelista]
sí reclamó, en ejercicio de la acciones “declarativas y de condena” previstas
en el numeral primero del artículo 20 de la Ley 256 de 1996, que se ordenara
a sus opositores resarcir los perjuicios de orden patrimonial que aquella dijo
haber sufrido con ocasión de las conductas “desleales” que a estos les
endilgó"; así las cosas, acotó, "la referida imputación involucra, en los
términos en que fue propuesta, una infracción al deber de conducta que
tradicionalmente se expresa bajo la máxima neminem laedere [deber de no
causar daño a nadie], contenido en el artículo 2341 del Código Civil y, por
lo mismo, su estudio debe partir, no sólo de las previsiones de la Ley 256 de
1998, sino también de las normas generales que gobiernan la
responsabilidad civil (en cuanto resulten pertinentes), entre ellas, el artículo
2344, ibídem".

Empero, puso de presente, "en e[s]e asunto en particular, la solidaridad que


vincula a los demandados no implica el éxito de la apelación. De hecho, es
precisamente en razón de los efectos que emanan de esa especial clase de
vinculación que se impone confirmar la sentencia apelada, pues, pese a la
interrupción civil del término de prescripción que aquí se configuró con la
notificación oportuna del auto admisorio de la demanda a Castrol Limited
(vale decir, en el término de un año que consagra el art. 90 del C. de P. C.),
la acción de competencia desleal en estudio sí prescribió respecto del
demandado Conalpartes S. A., lo que a su vez implica, con motivo de la
deducida solidaridad pasiva, que también prescribió frente a los demás
demandados que fueron beneficiados con la sentencia impugnada".

Sobre el particular adujo, a continuación, que "[s]egún el escrito incoativo


de este proceso, los actos de competencia desleal que [la empresa
reclamante] le atribuyó a su contraparte tuvieron ocurrencia entre el año
2007 y el 31 de marzo de 2009 (fecha en que, según la actora, el “Grupo
Empresarial BP terminó unilateralmente y sin justa causa el contrato de
distribución suscrito entre las partes”), por manera que es desde esa fecha
que empezaron a correr los dos años que prevé el artículo 23 de la Ley 256
de 1996 como término de prescripción ordinaria de la acción de competencia
desleal". Como a lo anterior se junta, indicó, que "la demanda en referencia
se radicó el 31 de mayo de 2010 y que la notificación personal que se hizo a
Castrol Limited (uno de los demandados como codeudor solidario) del
respectivo auto admisorio se efectuó el 17 de septiembre de 2010, vale decir,
dentro del término de un año que prevé el artículo 90 del C. de P. C., se
concluye, entonces, que, en principio, frente a Castrol Limited fue desde la
presentación de la demanda que cobró eficacia la interrupción de la
prescripción de la acción de competencia desleal incoada por [la sociedad
peticionaria], lo que por contera implica que, desde ese mismo día (31 de
mayo de 2010), empezó a contar nuevamente el término de dos años que
prevé el artículo 23 de la Ley 256 de 1996 respecto de los demás
demandados".

No se olvide, prosiguió diciendo, "de un lado, que “una vez interrumpida o


renunciada una prescripción, comenzará a contarse nuevamente el
respectivo término” (art. 8º, Ley 791 de 2002), y que “la interrupción que
obra en favor de uno o varios coacreedores, no aprovecha a los otros, ni la
que obra en perjuicio de uno o varios codeudores, perjudica a los otros, a
menos que haya solidaridad” (art. 2540, Código Civil)".

Sin embargo, refirió, "la aludida interrupción civil no impidió que operara la
prescripción extintiva de la acción de competencia desleal frente a
Conalpartes S. A., en tanto que entre el 31 de mayo de 2010 (fecha de la
demanda) y el 21 de junio de 2013 (día en que, aplicando lo previsto en el
inciso tercero del artículo 330 del C. de P. C., el juez de primera instancia
tuvo por notificado del auto admisorio de la demanda a Conalpartes, por
conducta concluyente, según auto de junio 19 de 2013, con el que se
reconoció personería al mandatario de dicha demandada), transcurrieron
más de dos años, que es el término (ordinario) de prescripción extintiva que
aquí interesa. Expresado con otras palabras: para la fecha en que se tuvo
por notificada a Conalpartes del auto admisorio de la demanda (21 de junio
de 2013, fl. 3223, c. 1, t. VII), ya había transcurrido un término superior al
de dos años de que trata el artículo 23 de la Ley 256 de 1996, contabilizado,
no solamente desde que, al decir de la actora, cesaron los actos de
competencia desleal que ella le atribuyó a su contraparte (31 de marzo de
2009), sino a partir del 31 de mayo de 2010, día en que, en armonía con los
artículos 2539 del Código Civil y 8º de la Ley 791 de 2002, inició nuevamente
el conteo del término prescriptivo de dos años con ocasión de la interrupción
civil que se generó por la oportuna formulación de la demanda".
Luego, aseveró no haber olvidado que, "al sustentar su apelación, la
[quejosa] alegó insistentemente que “Conalpartes S. A. dificultó de manera
desleal y evidente el trámite de notificación (…) lo que debe tener serias
consecuencias para efectos de la notificación judicial”; que “[ella] fue
diligente y responsable en el trámite de las notificaciones a los demandados”
y que “se presentaron circunstancias de fuerza mayor que dificultaron el
proceso de notificación a los demandados”, esto es, “dos paros judiciales de
larga duración que embarazaron el trámite normal del proceso”", en punto
de lo cual determinó que "[n]inguna de tales “irregularidades” impide la
configuración del fenómeno extintivo que operó frente a Conalpartes S. A.,
pues, como es sabido, la interrupción civil de la prescripción opera
únicamente con la notificación oportuna del auto admisorio de la demanda
al extremo pasivo (arts. 2539, C. Civil y 90, C. de P. C.). Sin embargo, tal
acto de enteramiento -respecto de la demandada en cita- se verificó, vuelve
y se insiste, el 21 de junio de 2013, es decir, cuando ya había transcurrido,
de sobra, el término (de dos años) que contempla el artículo 23 de la Ley 256
de 1996. No se olvide, además, que “la actividad procesal necesaria para
interrumpir una prescripción, no es, cualquier actividad, sino sólo aquella
que sea legalmente eficaz” (CSJ., sent. de 19 de noviembre de 1943, LVI, No.
2001-2005, págs. 615-620)".

En este mismo sentido, destacó, "se pronunció la Corte al estudiar los


efectos del pluricitado artículo 90 del C. de P. C. (en su versión anterior a la
Ley 794 de 2003), oportunidad en la que dicha corporación advirtió que: “el
artículo 90 del Código de Procedimiento Civil señala, en lo pertinente, que
la presentación de la demanda interrumpe el término de prescripción,
siempre que el mandamiento ejecutivo se notifique al demandado dentro de
los ciento veinte días siguientes a la notificación del demandante de tal
providencia, término legal que si bien corresponde a días hábiles es de
carácter objetivo y externo a las incidencias del proceso, por lo que no cabe
hacer descuentos por causa de las peticiones de variada índole que haga el
demandante en su transcurso, de orden interno del proceso, las cuales por
serlo no lo interrumpen de ningún modo” [Corte Suprema de Justicia. Sala
de Casación Civil. Sentencia 22 de noviembre de 2001]".

Y, expresó seguidamente, "al referirse sobre la modificación que la Ley 794


de 2003 le introdujo al artículo 90, in fine (que aumentó el término para
integrar el contradictorio de 120 días a un año), la doctrina señaló que “con
la reforma del artículo 90 queda desterrada la interpretación que propendía
porque se buscara quien era el culpable de la demora en la notificación,
porque basta que objetivamente transcurra ese plazo independientemente
de cualquier otra circunstancia (…), sin que se haya logrado la notificación,
para que se tome inexorablemente como fecha de interrupción la de la
notificación de la demanda, no de la de su presentación” [López Blanco,
Hernán Fabio. Procedimiento Civil Tomo I. Parte General. 2012. Dupré
Editores. Pág. 538]».
Lo anotado en precedencia, relevó, "cobra mayor sentido si se repara en que
la prescripción extintiva tiene su razón de ser, no solamente en la inercia o
desidia del titular del derecho, sino también, en “el orden público y la paz
social” [CSJ., sent. de 31 de octubre de 1950, LXVIII, No. 2087-2088, págs.
488-492] y en el “interés de la consolidación de las situaciones adquiridas”
[Cfr. CSJ., sent. de 31 de octubre de 1950, LXVIII, No. 2087-2088, págs.
488-492]. En últimas, “desde cuando se llegó a la convicción de que la
pretensión no podía permanecer indefinidamente sin ejercicio, porque de
por medio estaba, no sólo el interés de la persona legitimada para recibirla
de resolver la incógnita al final de un proceso, que no estaba a su alcance
proponer, sino también en un interés general o público de liquidar la
pendencia, la idea de la perpetuidad de la pretensión y del derecho
subyacente vino a menos, en obsequio del apremio de certeza y seguridad”
[Hinestrosa, ob. cit., págs. 53 y 54]".

Por lo anterior, señaló que "[v]isto entonces que la excepción de prescripción


que acogió el juez a quo estaba llamada a prosperar frente a Conalpartes S.
A. y que entre los demandados de este litigio existe una solidaridad por
pasiva, no queda más remedio que colegir que el éxito de la aludida defensa
perentoria también operó en beneficio de los demás demandados que
resultaron gananciosos con el fallo apelado, ya que, como lo ha sostenido
este mismo Tribunal en repetidas oportunidades, la excepción de
prescripción, en consideración a su naturaleza real, es un medio de defensa
que perjudica, pero de igual manera beneficia, a los codeudores solidarios".»

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso de competencia desleal:


razonabilidad de la decisión que declara probada parcialmente la excepción
de prescripción de la acción en beneficio de los acreedores solidarios

PROCEDIMIENTO CIVIL - Término para integrar el contradictorio: cómputo


objetivo

PROCESO DE COMPETENCIA DESLEAL - Excepción de prescripción:


solidaridad pasiva

Tesis:
«(...) emerge diáfana la inviabilidad de la protección extraordinaria exigida,
en la medida en que, itérase, no están demostrados los defectos fáctico,
sustantivo y de falta de motivación enrostrados, en tanto que, de la
transcripción antes vista, independientemente de que la Corte la prohíje,
surge que las pruebas obrantes en el plenario fueron puntual y
armónicamente observadas y apreciadas, según la sana crítica, conforme
así lo imponen las reglas probatorias, amén que la exposición de los motivos
decisorios al efecto manifestados se guarecen en tópicos que regulan el
preciso tema abordado en el litigio planteado.
Esto es, que dadas las connotaciones jurídicas de la pretensa formulación
emprendida, se desprende la existencia de un vínculo in solidum entre los
sujetos integrantes del extremo pasivo de la litis, el cual deparó que, no
obstante haber sido inicialmente interrumpida la prescripción de la acción
enderezada al acaecer la intimación de la demanda a uno de ellos dentro de
la oportunidad que el legislador al efecto estipuló en las reglas adjetivas, lo
cierto es que, computado de nuevo el término de consunción que después
de lo propio volvió a correr, surgió, relativamente a otros integrantes de
dicho extremo, quienes solamente fueron notificados tras haber
transcurrido íntegramente otra vez el lapso legal extintivo, que, en vista de
la solidaridad predicada, ese modo de aniquilamiento se materializó a favor
de ellos, restantes demandados con que hasta entonces no habíase trabado
el pleito, pudiéndose beneficiar así del acontecer bajo dichas pautas
trasegado.

A más, dedujo que las circunstancias exculpatorias expuestas por la


sociedad enjuiciante, para denotar la contingente imposibilidad de una
oportuna citación, no eran de buen recibo por cuanto el plazo que avanzaba
mal podía variarse en su discurrir so pretexto de los imponderables que a
ese fin aquella realzó, esto es, que el cómputo que al efecto había de
verificarse es netamente objetivo.

Todo ello, deparó el parcial y anticipado acogimiento de la excepción mixta


de prescripción tras verificarse un plausible cómputo del nuevo lapso que
corrió, hermenéutica respetable que, cardinalmente, se basó en los artículos
90, 97, 174, 177 y 187 de la ley de ritos civiles, 2341, 2344, 2513, 2536,
2539 y 2540 del Código Civil y 23 de la Ley 256 de 1996 «[p]or la cual se
dictan normas sobre competencia desleal», la que desde luego no puede ser
alterada por esta vía, todo lo cual no merece reproche desde la óptica ius
fundamental para que deba proceder la inaplazable intervención del juez de
amparo.»

SALVAMENTO / ACLARACIÓN / ADICIÓN DE VOTO:


SALVAMENTO DE VOTO: LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA

OBLIGACIONES SOLIDARIAS - Solidaridad pasiva - Prescripción extintiva:


comunicabilidad de la interrupción

PROCEDIMIENTO CIVIL - Notificación de los demandados - Interrupción


de la prescripción: clases

PROCEDIMIENTO CIVIL - Integración del contradictorio - Interrupción civil


de la prescripción: requiere la vinculación del demandado en el término
previsto en el artículo 90 del Código de Procedimiento Civil
PROCEDIMIENTO CIVIL - Integración del contradictorio - Interrupción civil
de la prescripción: eficacia y efectos según la clase de litisconsorcio

Tesis:
«Ninguna discusión se cierne sobre la comunicabilidad de la interrupción de
la prescripción extintiva, respecto de los obligados solidarios, según lo prevé
el artículo 2540 del Código Civil, modificado por el artículo 9 de la Ley 791
de 2002.

4.2 Sin embargo, como la interrupción de la prescripción es de dos clases,


natural y civil, por lo tanto, cada una con supuestos propios, ocurrida
cualquiera, los hechos que permiten volver a computar el término extintivo,
en coherencia, también deben ser distintos, así en común sea necesario que
acaezcan durante el plazo liberatorio.

4.2.1. Tratándose de la interrupción civil, para tenerla surtida con la simple


presentación de la demanda, se requiere vincular al demandado en la
oportunidad prevista en el artículo 90 del Código de Procedimiento Civil.

No obstante, cuando son varios los convocados será necesario distinguir en


qué momento se produce tal eficacia. Acorde con la misma disposición
citada, en el caso de un litisconsorcio voluntario, las secuelas se realizan
para cada uno separadamente, "salvo norma procesal o sustancial en
contrario"; o con la notificación del último de los interpelados, en el evento
de un litisconsorcio necesario.

En esa línea, también resulta obligatorio precisar el litisconsorcio que se


forma, para de ahí derivar las consecuencias. Si es facultativo, los actos de
cada uno "(...) no redundarán en provecho ni en perjuicio de los otros (...f
(artículos 50 del Código de Procedimiento Civil); y si es necesario, "(...) los
recursos y en general las actuaciones de cada cual favorecerá a los demás
(...) (artículo 51, ibídem).

Por ejemplo, en materia de excepciones, las propuestas por uno cualquiera


de los litisconsortes necesarios, beneficia a los demás; en cambio, las de los
facultativos, únicamente aprovecha o perjudica a quien la formula, se repite,
"salvo norma procesal o sustancial en contrario".»

OBLIGACIONES SOLIDARIAS Y OBLIGACIONES CONJUNTAS -


Diferenciación

OBLIGACIONES SOLIDARIAS Y OBLIGACIONES CONJUNTAS -


Interrupción de la prescripción: efectos

Tesis:
«(...) sin que se confundan, desde el punto de vista de la Ley material
tratándose de sujetos plurales, el problema jurídico constitucional
propuesto halla asiento en las premisas 1568 y 2540 del C.C. colombiano,
en cuanto diferencian obligaciones conjuntas y solidarias, así como los
efectos frente a la prescripción en cada una de ellas.

Siendo varios los sujetos, en las primeras como cada deudor es obligado
solamente a su parte o cuota en la deuda, y cada acreedor sólo tiene derecho
para demandar su parte o cuota en el crédito, consecuentemente, la
interrupción de la prescripción que obra en favor de cada coacreedor, no
aprovecha al otro, ni la que obra en perjuicio de cada codeudor, perjudica
al otro (art. 2540 C.C.), esto es, hay incomunicabilidad del medio exceptivo
entre los sujetos que la componen. Por el contrario, en las segundas (en las
solidarias) como puede exigirse a cada deudor o por cada acreedor el total
de la deuda, la interrupción de la prescripción que obra en favor de cada
coacreedor, aprovecha o se comunica al otro, y la que obra en perjuicio de
cada codeudor, perjudica al otro.»

OBLIGACIONES SOLIDARIAS - Solidaridad pasiva - Interrupción civil de la


prescripción: inaplicabilidad del nuevo cómputo del término prescriptivo

OBLIGACIONES SOLIDARIAS - Solidaridad pasiva - Interrupción de la


prescripción: el nuevo cómputo del término es aplicable a los casos de
interrupción natural

Tesis:
«El inciso final del art. 2536 del C.C., modificado por el art. 8 de la Ley 791
de 2002, según el cual: "Una vez interrumpida o renunciada una
prescripción comenzará a contarse nuevamente el respectivo término",
resulta inaplicable en el subjúdice porque como luego se explica, esta
modificación normativa se introdujo siguiendo la doctrina de ésta Corte para
las hipótesis de interrupción natural, más no de la civil, amén de que el
precepto 2540 del C.C., es posterior y especial para obligaciones solidarias,
conjuntas e indivisibles, y cuanto hizo el legislador de la Ley 791 para éste
último precepto, fue simplemente cobijar bajo su imperio, también las
obligaciones de objeto indivisible.»

OBLIGACIONES SOLIDARIAS EN EL CÓDIGO CIVIL ITALIANO -


Interrupción de la prescripción

Tesis:
«El Código Civil italiano, con sustantividad análoga a la nuestra, es prolijo
en la regulación de los distintos fenómenos que afectan el devenir de la
prescripción extintiva en materia de obligaciones solidarias. El artículo 1310
de esta codificación, in extenso, dispone:
"Los actos con los cuáles el acreedor interrumpe la prescripción (2943 y ss.)
contra uno de los deudores in sólidum, o bien uno de los acreedores in
sólidum interrumpe la prescripción respecto al común deudor, tienen
efectos respecto a los otros deudores o a los otros acreedores.

"La suspensión de la prescripción (2942) en las relaciones de uno de los


deudores o uno de los acreedores in sólidum no tiene efecto respecto de los
demás. No obstante, el deudor que haya sido constreñido a pagar tiene
regreso (en nuestro Derecho, entiéndase "repetición") contra los codeudores
liberados como consecuencia de la prescripción.

"La renuncia a la prescripción realizada por uno de los deudores in sólidum


no tiene efecto respecto de los demás; hecha respecto a uno de los
acreedores solidarios, vincula a los demás acreedores solidarios. El
codeudor que ha renunciado a la prescripción no tiene regreso (entiéndase
repetición) contra los otros deudores liberados como consecuencia de la
misma prescripción".

Con base en éste precepto, la Corte de Casación italiana, ha desarrollado


los principios fundamentales que disciplinan la interrupción de la
prescripción extintiva tratándose de obligaciones solidarias.»

OBLIGACIONES SOLIDARIAS - Solidaridad pasiva - Litisconsorcio


facultativo: la interrupción civil de la prescripción respecto de uno de los
obligados afecta a los demás

Tesis:
«La solidaridad pasiva comulga del litisconsorcio facultativo, pues
demandados algunos de los obligados, es dable resolver de fondo sin la
presencia de los otros. Por esto, según el artículo 1571 del Código Civil, el
"(...) acreedor podrá dirigirse contra todos los deudores solidarios,

o contra cualquiera de ellos a su arbitrio, sin que pueda oponérsele el


beneficio de división".

Empero, en tal hipótesis, la interrupción civil de la prescripción no opera


individualmente, en línea general, para cada obligado solidario, sino que la
de uno cualquiera beneficia o perjudica a los demás. La regla la exceptúa
precisamente el precepto que prevé la comunicabilidad.»

PROCEDIMIENTO CIVIL - Integración del contradictorio: la interrupción


civil y eficaz de la prescripción con la presentación de la demanda neutraliza
cualquier excepción de prescripción posterior

Tesis:
«Tocante con la solidaridad pasiva, por lo tanto, la interrupción civil de la
prescripción no se toma insularmente; tampoco la prescripción extintiva. La
conducta del obligado in sólidum que primero ocurra, supuestos todos sus
requisitos, afectará o aprovechará a los demás durante el juicio.

La ratio legis de lo anterior estriba en que formulada la excepción liberatoria


de antemano, los demás obligados, al resultar beneficiados, nada tendrían
que prescribir, pues por lógica no pueden extinguir por ese modo lo
inexistente. En la misma dirección, la interrupción civil y eficaz de la
prescripción con la presentación de la demanda, neutraliza cualquier
excepción posterior correspondiente.

Esto último, porque al perjudicar el hecho a los demás obligados solidarios,


el decaimiento de la interrupción civil de la prescripción únicamente tiene
lugar en los casos previstos por el legislador. Y entre ellos, de conformidad
con el artículo 91 del Código de Procedimiento Civil, no se encuentra la
invocación de la excepción de prescripción por uno cualquiera de los
obligados solidarios que haya tenido la oportunidad de computar el término
de nuevo, todo lo cual resulta coherente con la regla 2540 multicitada.

De ahí, estando subjúdice la interrupción civil y eficaz de la prescripción, el


inciso final del 2536 del Código Civil, modificado por el artículo 8 de la Ley
791 de 2002, por cuya virtud "interrumpida o renunciada una prescripción,
comenzará a computarse nuevamente el respectivo término ...f, en cuanto a
obligaciones solidarias se refiere, no tiene ninguna aplicación, al gobernarse
por normas particulares.»

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso de competencia desleal -


Vulneración: desconocimiento del principio de legalidad al inaplicar los
efectos de la interrupción civil de la prescripción habiendose aceptado la
solidaridad pasiva

Tesis:
«El precepto posibilita un nuevo término extintivo cuando acaece la
interrupción natural de la prescripción, únicamente. Lo contrario llevaría al
absurdo de aceptar que el obligado solidario con quien se había
interrumpido civil y eficazmente la prescripción, cumplida nuevamente,
también se encontraría habilitado para alegar la excepción, pero carecería
de la oportunidad para hacerlo.

4.3. Aplicadas las anteriores directrices al caso, salta de bulto, el Tribunal


acusado violó el artículo 29 de la Constitución Política, en concreto, el
principio de legalidad, como integrante del derecho fundamental a un debido
proceso, porque pese a aceptar la solidaridad pasiva, al reconocer la
excepción de prescripción ordinaria de la acción de competencia desleal,
propuesta con posterioridad a su eficaz interrupción civil, sancionó a la
parte actora, con exclusión de las normas que lo impedían.

4.4. En consecuencia, la decisión confutada en sede de tutela, al trascender


el plano constitucional, no resulta razonable, como genéricamente lo
consideró la mayoría de la Sala, razón por la cual, en mi sentir, con el debido
respeto, el amparo implorado ha debido concederse.»

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