INTEGRANTES:
Nicolas lanza duque
ESCUELA PROFESIONAL:
Ingeniería Industrial
24-05-2018
Aleaciones del aluminio
1. Objetivos
Objetivo general
Objetivos específicos
Este metal posee una combinación de propiedades que lo hacen muy útil en
ingeniería de materiales, tales como su baja densidad (2.700 kg/m3) y su alta
resistencia a la corrosión. Mediante aleaciones adecuadas se puede aumentar
sensiblemente su resistencia mecánica (hasta los 690 MPa). Es buen conductor de
la electricidad y del calor, se mecaniza con facilidad y es muy barato. Por todo
ello es desde mediados del siglo XX el metal que más se utiliza después del acero.
Tanto en Grecia como en Roma se empleaba el alumbre (del latín alümen, -ínis,
alumbre), una sal doble de aluminio y potasio como mordiente en tintorería y
astringente en medicina, uso aún en vigor.
En 1807, Humphrey Davy propuso el nombre aluminum para este metal aún no
decubierto, pero más tarde decidió cambiarlo por aluminium por coherencia con
la mayoría de los nombres de elementos, que usan el sufijo -ium. De éste derivaron
los nombres actuales en otros idiomas; no obstante, en los EE.UU. con el tiempo
se popularizó el uso de la primera forma, hoy también admitida por la IUPAC
aunque prefiere la otra.
La extracción del aluminio a partir de las rocas que lo contenían se reveló como
una tarea ardua. A mediados de siglo, podían producirse pequeñas cantidades,
reduciendo con sodio un cloruro mixto de aluminio y sodio, gracias a que el sodio
era más electropositivo. Durante el siglo XIX, la producción era tan costosa que
el aluminio llegó a considerarse un material exótico, de precio exorbitante, y tan
preciado o más que la plata o el oro. Durante la Exposición Universal de 1855 se
expusieron unas barras de aluminio junto a las joyas de la corona de Francia. El
mismo emperador Napoleón III había pedido una vajilla de aluminio para agasajar
a sus invitados. De aluminio se hizo también el vértice del Monumento a
Washington, a un precio que rondaba en 1884 el de la plata.
La abundancia conseguida produjo una caída del precio y que perdiese la vitola
de metal preciado para convertirse en metal común.5 Ya en 1895 abundaba lo
suficiente como para ser empleado en la construcción, como es el caso de la cúpula
del edificio de la secretaría de Sídney, donde se utilizó este metal. Hoy en día las
líneas generales del proceso de extracción se mantienen, aunque se recicla de
manera general desde 1960, por motivos medioambientales pero también
económicos, ya que la recuperación del metal a partir de la chatarra cuesta un 5 %
de la energía de extracción a partir de la piedra.
Los elementos aleantes principales del Aluminio son: Cobre (Cu), Silicio (si),
Magnesio (Mg), Zinc (Zn) y Manganeso (Mn):
En menores cantidades existen, frecuentemente, como impurezas o aditivos:
Hierro (Fe), Cromo (Cr) y Titanio (Ti). Para aleaciones especiales se adiciona:
Níquel (Ni), Cobalto (Co), Plata (Ag), Litio (Li), Vanadio (V), Circonio (Zr),
Estaño (Sn), Plomo (Pb), Cadmio (Cd) y Bismuto (Bi).
Las aleaciones de aluminio forjado sin tratamiento térmico solamente pueden ser
trabajadas en frío para aumentar su resistencia.
Dentro de las aleaciones de aluminio forjado sin tratamiento térmico hay tres
grupos principales de estas aleaciones según la norma AISI-SAE: