Para el presente análisis, abordaré los puntos que paso a enumerar a continuación,
teniendo en cuenta la siguiente cita: “Sánchez [...] destaca los elementos de la
performance de los que se apropia el teatro: indiferenciación actor-personaje y
valoración de la presencia física del actor; identificación del tiempo escénico con el de
la presentación y no con el de la representación; desdibujamiento de los límites entre la
realidad y la ficción; abandono de una relación instrumental con los objetos y con el
espacio, relación que adquiere ante todo un valor estético; valoración del detalle
aislado de la ocurrencia artística no necesariamente enlazada con el resto del
espectáculo; modos de estructuración y composición asociativa, que surgen de la
superposición de distintos lenguajes; aplicación de procedimientos transdisciplinares en
la creación de espectáculos multimedia”.1
1Sagaseta Julia Elena, “El teatro performático”, Ed. Nueva Generación, Departamento de Artes
Dramáticas, IUNA, 2012. Pág. 39
1. Tragedia y lo contemporáneo.
“Tiestes y Atreo” se presenta como una adaptación de la obra “Tiestes” de Séneca (S.
4 a.d.C - 65 d.C. Filósofo, político, orador y escritor romano). El clásico relata la historia
de Tiestes que fue desterrado junto a su hermano gemelo Atreo por matar a su medio
hermano Crisipo. Luego Tiestes rivalizó con su hermano Atreo por el trono de Micenas.
Sedujo a la mujer de su hermano para que le robara un cordero de oro de los rebaños,
ya que habían acordado que quien tuviese ese cordero sería el rey. Zeus intervino y
Atreo salió victorioso, quien desterró a su hermano. Luego para vengarse, Atreo hizo
traer de vuelta a Tiestes y le sirvió una comida donde sus hijos eran el banquete.
Tiestes al darse cuenta huye, pero el oráculo de Delfos le advierte que sólo podrá
vengarse si tiene un hijo con su propia hija, Pelonia. Ese hijo, Egisto, luego mató a
Atreo y recuperó el trono, pero finalmente los hijos de Atreo lo derrocaron a su vez.
Emilio García Wehbi, en su adaptación de la tragedia, realiza un énfasis en el hijo
devorado por el padre más que en el padre que devora como ha sido exaltado Cronos
por ejemplo a lo largo de la historia. Su intención es mostrar cómo las generaciones
mayores devoran en términos simbólicos y reales a su descendencia que intenta
obturar la ley del padre. Hijo puede ser tomado en términos de todo lo nuevo que crece,
incluso las minorías, el feminismo. De hecho, todos los personajes son interpretados
por mujeres y por 4 niñas. En su versión, tanto Tiestes como Atreo son mencionados
en el título, resaltando también el vínculo de rivalidad entre hermanos. Wehbi hace
hablar al clásico hoy, recontectualizándolo en la contemporaneidad y para ello se sirve
de una conjunción de elementos.
La operatoria de la tragedia clásica hunde sus raíces en los griegos pero no han
llegado hasta nosotros las versiones de Eurípides y Sófocles. Sólo nos ha llegado la
versión de Séneca, reapropiación romana que pone en el centro la violencia, la
antropofagia, el terror. Uno de sus mecanismos consiste en la venganza y el daño que
esto conlleva: vengándose, se autoinflingen un daño, condenándose de esta forma a
un destino trágico. Los seres humanos desobedecen las leyes de los dioses -Zeus- en
una desmesura imaginaria multiplicada que luego intenta ser ordenada por un discurso
racional, como por ejemplo sucede a través de los monólogos de lamento y perdón que
suceden en el segundo acto de la adaptación de Wehbi. (retomo el tema de los actos
más adelante). Desde el punto de vista del psicoanálisis, la tragedia sucede en el
campo de lo imaginario dominio de la rivalidad, la desmesura y la agresividad que se
remite al tema del espejo, el doble, también puesto sobre la mesa en el título al dar
paridad a los gemelos Tiestes y Atreo. En este punto el psicoanálisis se ha servido de
las enseñanzas de la tragedia como muestra viva de la neurosis tomando a Edipo, pero
en Tiestes se presenta una muestra metaforizada de lo descarnado de la desmesura
imaginaria, que Lacan analoga a los cuadros de El Bosco: “Este cuerpo fragmentado,
se muestra regularmente en los sueños. Aparece entonces bajo la forma de miembros
desunidos y de esos órganos figurados en exoscopia, los cuales fijó Jerónimo Bosco,
en su ascensión durante el siglo decimoquinto al cenit imaginario del hombre
moderno”.2 La obra se presenta cercana al sueño pesadillesco, la convivencia onírica
de elementos.
Para el término de tragedia, tomo la explicación que realiza Elena Oliveras respecto al
filósofo: “Para Nietzsche el alma helénica es trágica por excelencia, porque nace de la
alianza del espíritu apolíneo con el dionisíaco, del equilibrio entre la mesura y la
desmesura”.3 Desde el punto de vista de Lacan, sería el efecto de lectura que posibilita
la introducción de lo simbólico-apolíneo, dentro de lo dionisíaco-imaginario. Es estas
estructuras de la tragedia que viene a insertarse la puesta experimental-
contemporánea que realiza Emilio García Wehbi.
2. Estructura y temporalidad.
2 Lacan J, “El estadío del espejo como formador” en Escritos 1, Ed, Siglo veintiuno Editores.
3 Oliveras Elena, “Estética, la cuestión del arte”, Ed. Emecé, pág. 243.
escenario, es decir frente a un público, durante un momento preciso, y lo que ahí está
ocurriendo como resultado de unas acciones, de una organización del espacio y del
tiempo, y sobre todo de la manera de relacionar unos elementos con otros, un proceso
que se ha traducido como bucle de retroalimentación autopoético”. 4
Esto permite
considerar cada acto como un bucle en sí mismo, que supone una forma particular de
organización de los elementos y las acciones.
Escila comienza con el personaje de Tántalo (abuelo de Tiestes y Atreo) que anticipa
en un discurso las maldiciones que caerán. Este discurso en tono trágico es interpelado
por una pregunta de una de las niñas - “¿qué te pasa, por qué hablás así?”- a través
de la cual se inserta el elemento de la contemporaneidad en el discurso (además de la
escenografía y el vestuario que retomo más adelante). En este primer acto, las niñas
juegan ensayos de desaparición en su República, volviendo activo lo pasivo, en lugar
de ser asustadas, son ellas las que asustan a los monstruos, en lugar de ser elegidas,
son ellas las que eligen y hacen desfilar a unos payasos. Instala el tema del Pater
cuestionado y el feminismo. Luego entran en la pantalla colocada como escenografía, y
-al cerrar la cortina- se infiere que son asesinadas. En este punto, la versión de Wehbi
resuena la operatoria de las tragedias clásicas de velar lo real, permitiendo al lector-
espectador inferir el asesinato a través de otros indicios como la música o los gritos.
En Caribdis sucede la “ilustración” según Wehbi de la tragedia de Séneca propiamente
dicha. La escena de la venganza y cómo a través de ella se autoinflingen un daño, los
sentimientos ambivalentes entre la justicia por mano propia y el lamento por la ruptura
de la ley de los dioses . Los monólogos-discursos de cada uno de ellos previo al
banquete que escenifican a través de una coreografía para comer un pastel. Es de
importancia el siguiente detalle: en este acto las niñas previamente asesinadas acá
están como querubines al lado de las intérpretes de las hijas de Tiestes y Atreo,
cubriéndose los ojos en el momento en que los demás ingieren a los “hijos/pastel”.
Luego de haberse “comido” el pastel que simboliza a los hijos, advienen discursos de
lamento y culpa, en un intento de reelaboración de lo indecible. Concluye con un relato
-”Matar a un niño” de Stig Dagerman que dice “pero tan cruel es la vida para el que ha
matado a un niño, que después todo es demasiado tarde”.
5 Sagaceta Julia Elena, “El teatro performático”, Ed. Nueva Generación, Departamento de Artes
Dramáticas, IUNA, 2012. Pág. 39
6 Sontag, Susan, “Contra la interpretación”, Ed. Debolsillo. Pág., 19.
7 Szewach (comp.), Cimino, Iglesias, Conti Gómez, Risacher, Dujovne, Shinji, Varela, Croceri,
“Presencias, Algunas lecturas del texto Das Unheimliche de Freud” (Lo ominoso, Lo siniestro,
Inquietante extrañeza), Ed. El Megáfono, 2011, pág. 25.
Por otra parte, resulta fundamental el Mensajero, que es el nexo en el relato de esta
historia. Al estilo brechtiano, el mensajero permite al espectador asistir con plena
conciencia de estar en una representación, lo introduce en una historia. Pero el acento
no está tanto puesto en el resultado o fin de la historia que ya conocemos, sino en el
procedimiento performático que llevan a cabo los actores. El mensajero es uno de los
que marca el ritmo de la obra. “El ritmo se presenta como un principio organizador que
regula la aparición y desaparición de elementos, de materialidades, sin remitirse a otros
principios o sistemas. El que marca el tiempo para la aparición y desaparición de
materialidades en la realización escénica es en este caso el ritmo”. 8
La obra de Wehbi
se realiza a ritmo sin cortes más que el entreacto, donde la música colabora en la
integración. El ritmo de la obra está relacionada con la exigencia física del cuerpo de
las actrices, que retomo en el punto de la corporalidad y de ese ir y venir entre lo
clásico y lo contemporáneo.
3.1 Espacialidad
Fischer Lichte relaciona esta presencia con la espacialidad: “Llamaré al dominio del
espacio por parte del actor y a su capacidad para centrar la atención en sí, concepto
fuerte de presencia”. 14 Es decir que la presencia se expande por el espacio geométrico
superándolo y conformando así un espacio performativo: “El espacio que tiene lugar en
una realización escénica puede ser entendido, por un lado, como un espacio
geométrico. Como tal, viene dado antes del comienzo de la realización escénica y no
deja de existir cuando termina”. 15
El Teatro Nacional Cervantes, puntualmente la sala
María Guerrero con 800 localidades conforman el espacio geométrico. En el escenario
al estilo caja italiana se ubica la escenografía y más allá del proscenio, los
espectadores.
“Por otro lado, el espacio en el que tiene lugar una realización escénica hay que
considerarlo también como espacio performativo. Brinda singulares posibilidades para
la relación entre actores y espectadores, para el movimiento y la percepción, que
además organiza y estructura.” “La espacialidad de una realización escénica se origina
en y a través del espacio performativo y se percibe de acuerdo a las condiciones
establecidas por él”. 16
En este punto, el espacio performativo está en el uso de los
pasillos por donde ingresan las niñas o salen las actrices mayores después del rap, en
el uso del proscenio cuando se acuestan en él luego de los lamentos del segundo acto.
4. Interdisciplina.
Bibliografía
Lacan, Jacques, “Escritos 1”, Ed. Siglo veintiuno, Buenos Aires, 2001.
Oliveras Elena, “Estética, la cuestión del arte”, Ed. Emecé, Buenos Aires, 2007.
Sagaseta Julia Elena (editora), “El teatro performático”, Ed. Nueva Generación,
Departamento de Artes Dramáticas, IUNA, Buenos Aires, 2012.
Sontag Susan, “Contra la interpretación y otros ensayos”, Ed. De bolsillo, Buenos Aires,
2018.
Szewach Cynthia (comp.), Cimino María José, Iglesias Moira, Conti Gómez Lucrecia,
Risacher Juliana, Dujovne Cecilia, Shinji Pilar, Varela Inés, Croceri Lorena,
“Presencias, algunas lecturas del texto Das Unheimliche de Freud (Lo ominoso, lo
siniestro, Inquietante extrañeza), Ed. El megáfono, Buenos Aires, 2011.