¿Cuál es el mayor reto que tienen para este año los contadores públicos y
cómo deben afrontarlo?
¿De qué forma se deben comprometer las instituciones educativas para formar
contadores?
¿Qué tipo de plus, frente a otras carreras, tiene la contaduría para que los
jóvenes la escojan como su carrera universitaria?
Estamos viviendo hace algunos años una gran crisis económica en nuestro
país: crecimiento económico del 1,8 % en 2017, baja de la TRM, migración
masiva de venezolanos, corrupción, alza de impuestos, politiquería y muchos
más factores que generan incertidumbre. Es en este momento que la
Contaduría Pública debe ser protagonista en el ámbito nacional e internacional;
es por eso que nuestra profesión debe y está preparándose hacia la
estandarización internacional, lo cual, solo nosotros, los contadores públicos,
por nuestra alta dosis de preparación y exigencia, somos los llamados a liderar,
de manera conjunta con la fe pública que brindamos al Estado, los dueños de
las compañías y los terceros del entorno, respecto de los estados financieros y
su responsabilidad social empresarial. Lo anterior solo se da con profundo
sentido ético, y esto solo lo podemos hacer los profesionales contables;
este es nuestro valor agregado.
¿Qué deben hacer los diferentes entes que rigen la profesión para que haya
unión en el gremio contable?
“La contabilidad del siglo XXI debe estar orientada hacia la apertura
de mercados”
¿Cuáles son los principales retos que tiene hoy el contador público en Colombia?
¿Cuáles son las principales problemáticas que hoy comprometen a los contadores en el
contexto nacional y cómo se deben enfrentar?
¿Cuáles son las oportunidades de mejora en el ejercicio profesional que deben potenciar
y desarrollar actualmente los contadores colombianos?
Las normas contables que deben ser de total manejo por parte del contador
público son aquellos estándares que a nivel internacional son de mayor
aceptación, tanto para el sector público como privado. No obstante, más allá de
los estándares de mayor aceptación, el contador público debe estar en
capacidad de aplicar cualquier modelo contable, tener un manejo
suficiente y competente de los fundamentos que soportan la disciplina
contable, así como la capacidad profesional y técnica que le permita la emisión
de juicios profesionales.
La contabilidad del siglo XXI no debe ser como muchos contadores la siguen
percibiendo y creyendo, esto es, aplicando “debe y haber”; por el
contrario, debe estar orientada a la apertura de mercados y de otras
variables económicas que pueden tener efecto en las metas y objetivos
de la Contaduría Pública. Por ello, es imperioso crear una nueva cultura
contable que permita presentar información no sujeta al capricho o a los
intereses particulares, para así poder hacer más eficiente la gestión
empresarial que hoy tanto se reclama.
Ahora bien, si tenemos en cuenta que la competencia blanda se puede orientar
también desde la óptica de la habilidad blanda, que lleva consigo habilidades
interpersonales: autonomía, autoliderazgo, coherencia, integridad, capacidad
de atención y de escucha, autorregulación, interés, curiosidad, autenticidad,
responsabilidad personal y social, capacidad de reflexión, proactividad, pasión,
motivación intrínseca, lógica divergente, humildad, aprendizaje continuo,
empatía, capacidad de síntesis y de argumentación, gestión del tiempo, y
confianza; todas ellas se deben considerar claves para que el profesional
contable pueda ser competitivo y tenga capacidad comunicativa oral y escrita;
capacidad de interacción con sus compañeros de trabajo; liderazgo en las
actividades asignadas y un comportamiento caracterizado por la ética y los
valores, como pilares de la actuación contable en cualquier rol
¿Cuál es el mayor reto que tienen para este año los contadores públicos?, ¿cómo deben
afrontarlo?
¿En términos ideales, qué elementos deberían constituir el perfil de un contador público
competitivo?
“Durante los últimos años, hemos sido testigos en el país de cómo los
contadores se ven inmersos con más frecuencia en procesos judiciales por
falta de competencias, análisis y ética profesional”
Durante los últimos años, hemos sido testigos en el país de cómo los
contadores se ven inmersos con más frecuencia en procesos judiciales por
falta de competencias, análisis y ética profesional. Basta ver que solo en el
caso de Panamá Papers en Colombia hay unas 24 personas implicadas, entre
estas, revisores fiscales y contadores a quienes se les investiga por facilitar la
firma de contratos por servicios ficticios que nunca se prestaron, pero sobre los
que sí se pagaron con facturas falsas, según ha informado la Fiscalía frente a
ese proceso.
¿De qué forma se deben comprometer las instituciones educativas para formar
contadores?
¿Cuál es el mejor consejo que se le puede dar a un contador público recién egresado y
que se va a enfrentar a su vida laboral?
El mejor consejo que creo que podría darles a los contadores que se van
a enfrentar a la vida laboral es que pase lo que pase mantengan su
promesa frente a la fe pública. Pongan siempre por delante la ética
profesional y aporten a la sociedad a través de la fe pública que los reviste.
¿Qué deben hacer los diferentes entes que rigen la profesión para que haya unión en el
gremio contable?
Además, en vista de los casos tan polémicos en los que los contadores
han resultado investigados o acusados creería que es necesario que las
instituciones que rigen la profesión ejerzan su autoridad y apliquen las
sanciones adecuadas en cada caso. Hoy, queda un tufillo en el ambiente que
nos deja una impresión de que pareciera que no hay vigilancia a la labor del
contador.