net/publication/327605784
CITATIONS READS
0 63
4 authors:
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
HOLOANTAR - Holocene Environmental Change in the Maritime Antarctic. Interactions between Permafrost and the Lacustrine Environment View project
All content following this page was uploaded by David Gallinar on 12 September 2018.
1
Dpto. Geografía UNED. C/ Senda del Rey nº 7 28040 Madrid afernandez@geo.uned.es
2
Dpto. Geografía. Universidad de Oviedo. c/ Teniente Alfonso Martínez, s/n33003Oviedo.
ruizjesus@uniovi.es, davidgallinar@hotmail.com, cristingar@hotmail.com
Abstract: The Júcar River, northeast of the province of Albacete works spectacular
gorges between the villages of Valdeganga and Alcalá del Júcar. From this last village,
the meandering is lower but nevertheless draws a canyon which has deepened to under
200 meters in the vicinity of the village of Villar the Ves. The geological element is what
differentiates these two sections. In the first one, gorges appear on Pliocene lacustrine
limestones, which lends a landscape of a strong personality and exclusivity, as there is
in the peninsula, no other such example of a canyon carved on recent materials. The
second, which is in the provincial border with Valencia, has Mesozoic materials
embedded in it which gives a morphology that is more common in other spanish valleys.
In the geomorphological process of cutting, the Júcar has left many tuffas witnesses as
well as a magnificent abandoned meander constitute a geological and
geomorphological heritage of the first order and has served to dating said
geomorphological evolution. A proposal for geomorphological protection fits perfectly
in the law of Castilla-La Mancha, which reflects the potential protection.
Las Calizas de Alcalá tienen una potencia de hasta 150 metros en los sectores más
orientales y de apenas 20 metros en el área más occidental. Sus afloramientos alternan
estratos de calizas micríticas, más resistentes a la erosión, con otros de naturaleza más
margosa y deleznable, lo que contribuye a desencadenar procesos de erosión diferencial
que han dado lugar a múltiples formas en las paredes de las hoces (viseras, cicatrices de
desprendimientos, hornacinas...).
El proceso de encajamiento de la red fluvial ha sido relativamente reciente, pues los
últimos episodios de relleno sedimentario se prolongan con los momentos iniciales del
Cuaternario. Este hecho ya introduce un elemento de valoración geológica en el valle
del Júcar: su juventud morfológica en comparación con los otros grandes ríos
peninsulares.
El Júcar, en su proceso de encajamiento, ha dejado numerosos testigos de su acción.
Unos de naturaleza detrítica, (Fernández Fernández, 1996) y otros de origen
bioquímico. Estos últimos se corresponden con edificios y acumulaciones tobáceas que
pertenecen a distintas generaciones tobáceas (Fernández Fernández, 2000).
Actualmente, las hoces del Júcar no cuentan con protección como parte del
patrimonio geológico, ni de ningún otro tipo excepto su declaración como ZEPA. Los
elementos geológicos del valle están desprotegidos frente a cualquier acción que pueda
dar lugar a su degradación (Carcavilla et al., 2007). La fragilidad (Fuertes-Gutiérrez et
al., 2013) de los elementos geológicos es nula o baja si se tiene en cuenta que los restos
tobáceos no están afectados por corrientes de agua que pudieran reactivar su
funcionalidad y, por lo tanto, someterlos a procesos intrínsecos de su propio
funcionamiento. Sin embargo, la vulnerabilidad (Fuertes-Gutiérrez et al., 2013), tanto
natural como antrópica, es más elevada. La de origen natural se corresponde con
precipitaciones intensas asociadas a situaciones de gota fría o tormentas convectivas
estivales. La intensidad de precipitación desencadena procesos de arroyada con fuerte
capacidad erosiva sobre los elementos tobáceos y depósitos crioclásticos emplazados en
el meandro abandonado. Si se atiende a la intensidad y recurrencia de las tormentas en
esta comarca, la vulnerabilidad natural pudiera considerarse media-alta.
La vulnerabilidad de origen antrópico tiene dos orígenes. La actividad ganadera
ovina y caprina con el consiguiente impacto erosivo inherente a este tipo de ganadería, y
la extracción de áridos en los afloramientos de las terrazas fluviales. La reducción de
actividad ganadera y constructiva en los últimos 10 años, unida a un mayor control
administrativo en la extracción de arenas, ha posibilitado que la vulnerabilidad antrópica
sea baja, pero no por ello ha dejado de estar presente, especialmente en algunos puntos
críticos del valle.
La valoración del valle puede hacerse a partir de los valores científicos que alberga,
pero también están presentes potencialidades didácticas y turísticas. Sus elementos
geológicos han permitido la reconstrucción de un encajamiento fluvial de edad
pleistocena, datado de forma absoluta por la presencia de edificios tobáceos (Fernández
Fernández, 2014), así como las consiguientes implicaciones paleoambientales de dicho
proceso de incisión fluvial. Este conocimiento ha sido divulgado en numerosas
publicaciones y congresos internacionales, lo que contribuye a incrementar dicha
valoración. La accesibilidad del valle permitiría diseñar geo-rutas que llevasen a
observar procesos geomorfológicos, así como los elementos geológicos descritos lo que
daría lugar a en un espacio educativo para su aprovechamiento por parte de centros
educativos de todos los niveles, e incluso, por actividades ligadas al geoturismo. Este
valor educativo del valle es indudable y ha sido puesto en valor desde hace casi 25 años
(Atienzar Tobarra et al., 1992).
El valor del valle como patrimonio geológico pudiera constituir un recurso turístico
para el elevado número de visitantes de Alcalá del Júcar que se acercan hasta esta villa
al reclamo, exclusivamente, de lo pintoresco de su caserío, sin adentrarse y llegar a
conocer el excepcional entorno geológico que les rodea.
En Castilla-La Mancha existe un marco legal que ampara los supuestos de protección
de diferentes elementos geomorfológicos localizados en el valle del Júcar en su tramo
albacetense (Carcavilla y Ruíz, 2009). La propuesta de protección debería extenderse al
tramo de valle comprendido entre Valdeganga y el embalse de El Molinar, en las
inmediaciones de Casa del Ves. Incluiría, no solo las paredes de las hoces y el fondo
aluvial sino también una pequeña franja del llano culminante, tanto en la margen
meridional como septentrional (Figura 2). Estos límites, prácticamente, coinciden con la
delimitación de la ZEPA de las Hoces del río Júcar que abarca 17698 ha y que también
constituye un LIC comunitario.
Figura 2. Área propuesta como LIG. Las hoces del Júcar en La Manchuela.
CONCLUSIONES
Castilla-La Mancha cuenta con un instrumento legal suficiente y, en su día pionero,
para asegurar y potenciar la geoconservación. La propuesta aquí realizada, con la
oportuna declaración de LIG, pudiera servir para incluir, en la red de espacios
protegidos de Castilla-La Mancha, las hoces del Júcar en La Manchuela, preservando
así su valor como patrimonio geológico. El conjunto de las hoces, los edificios tobáceos
que las jalonan, junto con un meandro abandonado localizado en las inmediaciones de
Alcalá del Júcar, son testigos de un pasado geológico reciente e indicadores básicos para
la reconstrucción paleoambiental pleistocena, y presentan unos valores científicos,
didácticos y ambientales que debieran ser tenidos en cuenta a la hora de establecer algún
tipo de protección que los preserve de las actuales vulnerabilidades y la consecuente
degradación.
BIBLIOGRAFÍA
Atiénzar Tobarra, E., Gómez Gabaldón, L., Herreros Ruiz, J.A. y López Ros, J. (1992).
La ribera del Júcar, un aula en la naturaleza. Instituto de Estudios Albacetenses,
Albacete, 140 pp
Carcavilla, L., López-Martínez, J. y Durán, J.J 2007. Patrimonio geológico y
geodiversidad: investigación, conservación, gestión y relación con los espacios
naturales protegidos. Instituto Geológico y Minero de España, Madrid, 360 pp.
Carcavilla, L. y Ruíz, R. 2008. El papel de la geología y la geomorfología en la
declaración de espacios naturales protegidos en Castilla-La Mancha. En: Benavente,
J. y Gracia, F.J. (eds.), Trabajos de geomorfología en España 2006-2008, Sociedad
Española de Geomorfología, Cádiz, 435-438.
Carcavilla Urquí, L. y Ruíz Lope de la Cova, R. 2009. La geoconservación en Castilla-
La Mancha. Estado actual y perspectivas de futuro. Cuaternario y Geomorfología,
23(3-4), 11-26.
Fernández Fernández, A. 1996. Geomorfología del cañón del río Júcar en la comarca
de La Manchuela (Albacete). Tesis doctoral inédita. Departamento de Análisis
Regional y Geografía Física, Universidad Complutense de Madrid, 721 pp.
Fernández Fernández, A. 2000. Morfogénesis y sedimentación carbonática pleistocena
en el valle del Júcar. Geotemas, 1(3), 353-357.
Fernández Fernández, A. 2014. Edificios tobáceos en La Manchuela de Albacete. En:
González, J.A y González, M.J. (eds.), Las tobas en España. Sociedad Española de
Geomorfología, Madrid, 237-248.
Fuertes-Gutiérrez, I., Fernández-Martínez, E. y García-Ortiz, E. 2013. Propuesta de
términos en castellano sobre conceptos relacionados con el riesgo de degradación del
patrimonio geológico. En: Vegas, J., Salazar, A., Díaz-Martínez, E. y Marchán, C.
(eds.), Patrimonio geológico, un recurso para el desarrollo. Cuadernos del Museo
Geominero,15, Instituto Geológico y Minero de España, Madrid, 195-206.
Ordóñez, S., Santos, J.A. y García del Cura, M.A. 1975. Contribución al conocimiento
de la evolución de la cuenca del río Júcar (España) durante el neógeno-cuaternario. II
Congreso Iberoamericano de Geología Económica. Buenos Aires, 2, 587-596
Ordóñez, S., Santos, J.A. y García del Cura, M.A. 1976. Estudio sedimentológico de la
cuenca del Júcar. Rocas carbonáticas. Estudios Geológicos, 32, 535-545.