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ECUADOR

Debate
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José Sánchez-Parga, Alberto Acosta, José Laso Ribadeneira,
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Director: Francisco Rhon Dávila. Director Ejecutivo del CAAP


Primer Director: José Sánchez Parga. 1982-1991
Editor: Hernán !barra Crespo
Asistente General: Margarita Guachamín

REVISTA ESPECIALIZADA EN CIENCIAS SOCIALES


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Redacción: Diego Martín de Utreras 733 y Selva Alegre, Quito.

PORTADA
· Magenta

DIAGRAMACION
Martha Vinueza

IMPRESION
Albazul Offset

(O caap IISSN-1012-14981
ECUADOR
DEBATE 86
Quito-Ecuador, Agosto del 2012

PRESENTACION / 3-4

COYUNTURA

Diálogo de Coyuntura: Política y sociedad en tiempos de predominio estatal / 7-26


Conflictividad socio-política: Marzo-Junio 2012 / 27-34

TEMA CENTRAL

Cómo el sujeto se hizo objeto de las Ciencias Sociales


José Sánchez-Parga / 35-54
Construcción identitaria del sujeto
Robert Steichen / 55-76
El sujeto nace de su sujeción: De la antropología al psicoanálisis
Marie Astrid Dupret / 77-94
La literatura y la metafísica del Sujeto
Fernando Albán / 95-104
El sujeto y la muerte en la Filosofía Contemporánea
Ruth Gordillo / 105-114
Contingencias del concepto de sujeto en las humanidades y las disciplinas
sociales
Guillermo García Wong / 115-130

DEBATE AGRARIO-RURAL

El empleo rural no agrícola en Ecuador


Cristian Vasco y Diana Vasco / 131-142

ANÁLISIS

Miseria del Populismo


Daniel Gutiérrez Vera / 143-150
La Constitución perdida. Una aproximación al proyecto constituyente de 1938 y
su derogatoria
David Gómez López / 151-168
2 Índice

RESEÑAS

Enemigos íntimos: el cambio en la dinámica faccional del polo


democrático alternativo / 169-172
TEMA CENTRAL

Cómo El Sujeto se hizo objeto de las Ciencias Sociales


“La producción capitalista no sólo produce objetos /mercancías para el Sujeto sino tam-
bién un Sujeto para los objetos/mercancías” (K. Marx, Grundrisse, p.14).

José Sánchez-Parga
Las ciencias sociales (sociología, política, economía…) por su propia epistemología han trata-
do siempre los hechos sociales en su máxima objetividad (“como si fueran cosas”, decía
Durkheim); sin embargo desde hace tres décadas el espectro del sujeto (filosófico, cartesiano
o psicoanalítico y lacaniano) “ronda la academia occidental” (Zizek) y merodea las ciencias
sociales. De hecho, aparte de la antropología, las ciencias sociales no poseen una concepción
teórica propia del sujeto, que permita una perspectiva biográfica coherente (M. Finger, 1989:
242). El Sujeto, la subjetividad, los sentimientos y estados de conciencia, las mismas patolo-
gías psíquicas han comenzado a ser tratados como hechos sociales y manifestados en el espa-
cio público, asociados a discursos y valores de las esferas económicas y políticas. ¿Por qué hoy
las ciencias sociales comienzan a hablar del Sujeto, y a qué Sujeto se refieren? Con la forma
de lenguaje que adquieren los hechos sociales y la forma de hecho social que toman las ide-
ologías, los discursos y las representaciones, el Sujeto se introduce en las ciencias sociales.

Los precedentes de la aparición del las ciencias sociales, que han ido decli-
Sujeto nando sus propias agendas, abando-
nando sus específicas epistemologías y

T
res son los principales antece- objetos teóricos, perdiendo su capacidad
dentes y una la razón, que pre- de producir nuevos problemas, y sobre
paran y explican la emergencia todo la apariencia de una sociedad
del sujeto en las actuales ciencias socia- donde al “no haber alternativa” tampoco
les: a) el desarrollo de una nueva forma cabría la posibilidad de producir cono-
de individualismo individualista, mar- cimiento sobre ella.
cado por la ideología neoliberal o post- Mientras que todos los sociólogos
moderna y la sociedad de mercado; b) compartían relativamente un común
las sociologías precursoras de la privaci- concepto de actor, cada sociólogo pa-
dad e intimidad del yo, y los discursos rece tener su propia definición de Sujeto,
del self; c) la influencia del psicoanálisis y no pocos incluso versiones distintas de
lacaniano con su propia y real teoría del la idea de Sujeto (caso Touraine). Sin em-
sujeto. Finalmente, la misma deriva de bargo, curiosamente, casi todas las defi-
36 JoSé SánChEZ-ParGa / Cómo El Sujeto se hizo objeto de las Ciencias Sociales

niciones sociológicas del Sujeto lo aso- de nuevas formas históricas de individua-


cian a la idea de actor.1 ¿No será que ac- lidad.3 Estas formas históricas de indivi-
tualmente el Sujeto se ha convertido en dualidad se plasman en figuras de
un sucedáneo del actor, para sustituir en individualidad (egoísta, narcisista, hedo-
parte y en parte encubrir la ausencia de nista, consumista, competitiva…), las cua-
un actor social? Ya que hoy el actor ni les explican la formación social que las
actúa socialmente, ni hace o produce so- produce como son explicadas por ésta.
ciedad, siendo otras fuerzas anónimas, Las formas objetivas de la producción e
otros organismos globales, “agencias” o intercambio sociales son internalizadas,
“gobernancias” económicas y políticas, “apropiadas” (aneingung), subjetivadas
los que realmente gestionan lo social en simultáneamente con el proceso de indi-
todo el mundo. vidualización, para hacerse formas subje-
tivas del psiquismo individual. El sujeto
El individualismo individualista y el psíquico o “individuo personal” (Marx) es
sujeto por consiguiente una producción histó-
rica propia de cada modelo de formación
Si el intercambio ha sido siempre un socio-económica.
factor esencial de la individualización, se- Este singular proceso de individuali-
parando los individuos de su comunidad zación individualista, que transforma las
de pertenencia y también entre ellos mis- relaciones objetivas de los seres huma-
mos, es obvio que las nuevas formas del nos consigo mismos, entre sí y con la so-
intercambio mercantil impuestas por el ciedad, las relaciones con sus propios
actual desarrollo del capitalismo finan- cuerpos y con las cosas, dará lugar no
ciero impriman un nuevo individualismo sólo a un nuevo modelo de subjetivación
individualista, separando y enfrentando sino también a nuevas prácticas y dis-
cada vez más a los individuos entre sí, al cursos del sujeto. De hecho se trata de
mismo tiempo que los separa y enfrenta un “individuo privatizado”, individuali-
con la sociedad.2 zado no social o democráticamente sino
Las relaciones materiales de produc- por el mercado, y conducido por una
ción del capitalismo financiero y sociedad deserción de la res pública.4 “La lógica
de mercado comportan nuevas relaciones económica del individualismo mercantil
sociales en cuanto relaciones de produc- reforzado por el neoliberalismo y el ma-
ción de los hombres, y por consiguiente nagement neocapitalista” se sobrepone

1 “El ser humano es sujeto cuando realiza su capacidad de gestionar las tensiones entre lo que los otros
esperan de él y lo que él espera de sí mismo, constituyéndose así en individuo y actor en la sociedad”
(Guy Bajoit, Contribution à une sociologie du Sujet, L’Harmattan, Paris, 1997:114).
2 El intercambio primitivo, según Marx (Grundrisse, p. 433), disuelve el sistema de la comunidad grega-
ria, mientras que el intercambio capitalista en la sociedad burguesa “erige a ésta contra el individuo, que
éste trata de devorar, pero termina devorado por ella”.
3 Cfr. K. Marx, carta a Annenkov, 1846.
4 Cornelius Castoriadis, Une société à la dérive. Entretiens et Débats, Seuil, Paris, 2005:6; 90.
ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 37

y tiende a liquidar “la lógica del indivi- ción moral, movilizadora afectiva de la
dualismo democrático”.5 persona, para valorar todo desde los in-
Es la lógica mercantil del capitalismo tereses mercantiles; c) una orientación
moderno, que desarrolla las nuevas mor- económico-mercantil de las conductas y
fologías individualistas, las cuales fundan las prácticas, y de todas las relaciones so-
antropológicamente la subjetividad del ciales. Puesto que “la condición subje-
homo oeconomicus. Lo que de ninguna tiva se encuentra también sometida a la
manera supone una individualización historicidad” (p. 29), hoy el postulado de
más subjetiva, sino todo lo contrario: el Lacan “el inconsciente es la política”,
mercado, sus mercancías y consumos quedaría sustituido por el inconsciente
desindividualizan y desubjetivizan los in- es el Mercado: “el Mercado está en nues-
dividuos bajo “la hegemonía cultural del tros tiempos neoliberales constituyén-
consumismo capitalista, en la que la sa- dose en un nuevo gran Sujeto”.7
tisfacción de necesidades materiales no La sujeción del individuo neo-liberal
es el fundamento de emancipación de los al Mercado presenta una particularidad,
individuos, sino que más bien se inscribe que lo diferencia de las otras formas an-
en una lógica de dependencia y des-in- teriores de sujetivación: “el sujeto es
dividualización” y de-subjetivación.6 tanto sujeción como lo que resiste a la su-
A diferencia del individualismo bur- jeción… es el sujeto del Otro y es lo que
gués, que sobrepone su “yo” a la socie- resiste al Otro” (Dufour, 2003:39), y no
dad y al “nosotros”, el individualismo otras han sido las formas del sujeto reli-
autista rehusa cualquier “otro” como re- gioso y político. Pero la sujeción al Mer-
ferente de identidad e identificación, cado comporta una supresión del sujeto
cuando en realidad el Sujeto sólo es po- transcendental y crítico, y por consi-
sible y pensable en cuanto producto de guiente la desaparición de las resistencias
una intersubjetividad: “El Sujeto es siem- a este nuevo Otro. Con una doble conse-
pre sujeto de un Otro” (Lacan); siendo cuencia, fundamental para un futuro to-
siempre otro (Dios, Sociedad, Estado…) talitario de la sociedad: incapacidad de
y las relaciones que instituye con él, lo construirse subjetivamente y la inclina-
que el individuo subjetiva. Esto explica ción hacia una “servidumbre voluntaria”.
el proceso actual de subjetivación del El otro factor explicativo de por qué
capital por parte del individualismo mo- el nuevo individualismo individualista
derno, y que comporta: a) una toma de produce un sujeto sin subjetividad es la
conciencia intelectual, por la que todo nueva relación que este individualismo
se explica y comprende desde la racio- establece con el propio cuerpo. Antro-
nalidad del mercado; b) una interpela- pológicamente debemos a Marx la con-

5 Philippe Corcuff, “Le pari démocratique à l’èpreuve de l’individualisme contemporaine”, revue du


MaUSS, n. 25, 1º semestre 2005.
6 Ernst Hillebrand, “Le consommateur et l’individu”, Le Débat, n. 156, sept. – oct. 2009:118.
7 O. c., p. 89. “…el Mercado es poderoso. Más poderoso que los otros grandes Sujetos, que deben incli-
narse por turno ante él” (o.c., p.94)
38 JoSé SánChEZ-ParGa / Cómo El Sujeto se hizo objeto de las Ciencias Sociales

ceptualización del “cuerpo humano” cuerpo, que sin embargo no dejamos de


como un “cuerpo inorgánico” (inorganis- habitar y nos habita.
ches Leib); es decir un cuerpo que sólo Si bien cada formación socio-econó-
existe como tal en razón de un determi- mica genera sus propias formas de indi-
nado modelo de formación socio-econó- vidualidad, las formas psíquicas del
mica. En las sociedades precapitalistas los sujeto no proceden de las prácticas so-
seres humanos son “miembros” del ciales y de socialidad sino de las formas
cuerpo inorgánico de la comunidad, de individualidad; siendo por consi-
mientras que en las sociedades capitalis- guiente a partir de éstas que se compren-
tas el cuerpo opera como principio de in- den aquellas. Y en este sentido hay que
dividualización.8 comenzar aclarando, que no es la forma
La mutación antropológica en la ac- psíquica del sujeto lo que es objeto de las
tual sociedad de mercado consiste en ciencias sociales (sociología, política,
que los individuos dejan de ser un economía, antropología…). A las ciencias
cuerpo para tener un cuerpo, el cual se sociales compete ciertamente el estudio
de-subjetiva para convertirse en objeti- de los procesos y formas de individuali-
vidad alienada; deja de ser parte de la zación, pero no por ello pueden conver-
subjetividad del individuo para hacerse tirse en ciencias del psiquismo individual.
objeto de prácticas y discursos corpora- Esto es lo que hoy parece prestarse a
les. Esto supone un cambio en las rela- equívocos o confusiones.9
ciones y usos corporales. La propia
relación con el propio cuerpo transforma Las sociologías precursoras del sujeto
simultáneamente las relaciones entre in-
dividuos, desubjetivizando también las Todo habría comenzado en la Escuela
relaciones con el cuerpo de los otros, de Frankfurt, donde la teoría crítica de la
sobre todo con el “otro” sexo. De ahí el sociedad de tradición marxista se encon-
afán de apropiarse por todos los medios traría con la teoría psicoanalítica freu-
del propio cuerpo y el de los otros, para diana, la cual había descubierto las
privatizarlo, hacerlo menos compartido, determinaciones sociales de las estructu-
haciendo que todas las prácticas, técni- ras subjetivas. Los protagonistas de esta
cas y discursos corporales tiendan al corriente de pensamiento se propusieron
consumo económico y rentable de un liberar al marxismo tanto como al psico-

8 K. Marx, Grundrisse, t. I, p. 422. Las sociedades primitivas no tienen la palabra cuerpo, ya que los indi-
viduos son “miembros de la comunidad natural tribal”. Para los antiguos hebreos como para los pueblos
quichuas el cuerpo orgánico de los individuos, el ser humano, se llamaba carne (aycha en quichua y bas-
har en hebreo; qol bashar, “toda la humanidad”). Cfr. Maurice Leenhardt, Do Kamo. La personne et le
mythe dans le monde mélanesien, Gallimard, Paris, 1971: 54. Para David Le Breton “en las sociedades
tradicionales…donde el individuo es indiscernible, el cuerpo no es objeto de una escisión, y el hombre
está incorporado al cosmos, la naturaleza y la comunidad” (anthropologie du corps et modernité, PUF,
Paris, 1990:22).
9 “no hay originariamente psiquismo más que en y por los individuos concretos” (Lucien Sève, Marxisme
et théorie de la personalité, Editions sociales, Paris, 1969/1981: 320).
ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 39

análisis de las interpretaciones positivis- lar sobre “el individuo como Sujeto de la
tas, desarrollando en ambas teorías la lucha capitalista por la existencia”
dialéctica de su inteligencia crítica, y al (p.168s)13; precisando que en la sociedad
mismo tiempo evitar tanto una “sociolo- capitalista “el individuo en lucha por sí
gización del psicoanálisis” como una mismo, por moral e intelectual autono-
“psicoanalización de la sociología”.10 mía, y el individuo en lucha por la exis-
Además del interés que sobre esta tencia son separados” (ibíd.).
problemática merece la obra de Max La obra de Marcuse - sobre todo Man
Horkheimer (Kritischer Theorie der Ge- for himself, an inquiry into the psycholo-
sellschaft) con estudios como “Egoísmo y gie of ethics (1947) junto con - The uni-
movimiento de libertad” (Egoismus und dimensional Man- tendría una gran
Freiheitsbewegung), es sin duda Theo- influencia en EE.UU. y estaría en origen
doro W. Adorno quien más habría con- de una literatura sobre “auto-ayuda”, que
tribuido a una teorización social del alcanzaría un gran desarrollo en las dé-
psiquismo y la subjetividad psicoanalíti- cadas posteriores hasta la actualidad. Se
cos.11. Sin embargo, fueron Herbert Mar- trata de una suerte de ideología autista,
cuse y Eric Fromm, quienes no sólo que abarca desde la “auto-realización” y
desarrollaron un mayor número de estu- el “auto-emprendimiento”, pasando por
dios sobre los más diversos temas en los “auto-aprendizajes”, y que comporta
torno a la problemática del “psicoanálisis un elogio a la autonomía del sujeto.
y sociedad” (Marcuse, 1969), “el incons- Esta tradición de la Escuela de Frank-
ciente social” y “psicoanálisis de la so- furt ha tenido repercusiones recientes,
ciedad contemporánea” (Fromm), sino con sucesores ya influenciados por el
que a ellos se debe sobre todo una am- psicoanálisis lacaniano. La obra más re-
plia divulgación en los espacios acadé- presentativa de este período es Teoría
micos de una nueva cuestión: la sociedad crítica del Sujeto. Ensayos sobre psicoa-
y el psiquismo humano.12 En su obra nálisis y materialismo histórico de Hen-
Ideas para un teoría crítica de la sociedad ning Jensen (siglo XXI, 1986), donde se
(1969) Marcuse desarrolla una amplia estudian aportes más recientes de Alfred
elaboración sobre “el individuo en la Lorenzer, Helmut Dahmer y Robert
Gran Sociedad” capitalista, y en particu- Heim.14 Será en particular a partir de

10 En esta dirección se orientan, por ejemplo, las críticas a la obra de Talcott Parsons, “Psychoanalysis and
the Social Structure”, The Psychoanalytc Quarterly, 10 (3), 1950.
11 Theodor W. Adorno, Die revidierte Psychoanalyse (1946); Zum Verhältnis von Soziologie und Psycho-
logie (1955).
12 Eric Fromm, “Die Psychoanalytic Charakterologie un ihre Bedeutung fur die Sozialpsychologie”, Zeits-
chrift fur Sozialforschung, Bd. 1. 1932.
13 Herbert Marcuse, Ideen zu einer kritischen Theorie der Gesellschaft, Ed. Suhrkamp, Frankfurt a.M., 1969:
168s.
14 Alfred Lorenzer, Helmut Dahmer et al. Psychoanalyse als Sozialwisenschaft, Frankfurt a.M., 1971; Hel-
mut Dahmer, “Psychoanalyse and historischer Materialismus” en A. Lorenzer & H. Dahmer, 1971; Ro-
bert Heim, “Lorenzer und/oder Lacan. Das Subjekt zswichen Sinn und Buchstabe”, en Psyque. Zeitschrift
für Psychoanalyse und ihre anwendung, 34 (10), 1980.
40 JoSé SánChEZ-ParGa / Cómo El Sujeto se hizo objeto de las Ciencias Sociales

Marcuse y Fromm que la sexualidad se Economie of happiness (Toronto, 1907),


convertirá en uno de los fenómenos más el Economic Journal dedica su n.107
tratados de la sociología: “las significa- (nov.1997) a la “Economía de la felici-
ciones sociales de los actos sexuales”.15 dad”, y el posterior Journal of happiness
Finalmente, Axel Honneth, el más re- Studies se presenta como “An interdisci-
ciente frankfurtiano, dedica una de sus plinary Forum on Subjective Well-Being”.
últimas obras a una teoría de la inter- La importante compilación de estudios
subjetividad.16 de Pier Luigi Bruni & Luigino Porta, Eco-
Dentro de una corriente de pensa- nomics of happiness (2005) dará lugar a
miento anglosajón el libro pionero de Er- otras importantes obras como la de Ri-
ving Goffman, The Presentation of Self in chard Layard (happiness: Lessons for a
Everyday Life (1959), los estudios sobre new Science, 2007) y Bernard van Praag
la privacidad y la intimidad de Richard (happiness Quantified, 2008), donde se
Sennet entre los años 70 y 80, y sobre destacan las dimensiones individuales y
todo las obras de Christopher Lasch (The psicológicas, subjetivas y afectivas, ne-
Culture of narcissism, 1997; The Mini- cesidades y apetencias propias de una
mal Self. Psychic Survival in Troubled economía de la felicidad.17
Times, 1984), o El Yo saturado. Dilemas
de identidad en el mundo contemporá- La influencia de Lacan en las ciencias
neo (1991) de Kenneth J. Gergen, todos sociales
estos aportes entre otros no sólo harán
del individuo y su subjetividad un tema A partir de la segunda mitad del siglo
principal de interés y preocupación XX la teoría psicoanalítica de Lacan ejer-
sobre el psiquismo, sino que además ex- cerá una notable influencia entre los inte-
tenderán la problemática del individuo, lectuales de los más diversos campos del
de sus sentimientos y afectos, a otros conocimiento en las ciencias sociales. El
campos como la economía y la política. mismo hecho de haber incorporado al
De hecho, el nuevo “Sujeto econó- psicoanálisis freudiano dimensiones filo-
mico” (homo oeconomicus) será objeto sóficas (hegelianas y existencialistas), lin-
de una nueva economía del psiquismo güísticas, antropológicas y sobre todo del
humano, una “economía libidinal” (Fr. materialismo histórico marxista, aproximó
Lyotard, 1974), la cual adoptará formas extraordinariamente el pensamiento y
ideológicas muy variadas, desde las eco- persona de Lacan a muy distintos pensa-
nomías de la felicidad hasta las econo- dores de lo social: Merleau-Ponty, Heid-
mías del buen vivir. Casi un siglo después deger, Jacobson, Levi-Strauss, Althusser,
del libro pionero de James Mackay, The Foucault, Bourdieu… Por eso fueron muy

15 Michel Bozon, “Les significations sociales des actes sexuels”, actes de la recherche en Sciences Socia-
les, n. 128, juin 1999.
16 Axel Honneth, Unsichtbarkeit. Stationen einer Theorie der Intersubjektivität, Suhrkamp, Frankfurt a. M.
2003.
17 Cfr. R. Frey & A. Stutzer, happiness and Economics, Princeton University Press, Princeton, 2002.
ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 41

importantes los aportes lacanianos a las tico, “filosofía de pizarrón” como con-
ciencias sociales: desde su tópica pulsio- fiesa su mismo autor, no justifica que Ba-
nal del egoísmo, narcisismo, hedonismo diou casi no hable del Sujeto. Algo
y consumismo del individualismo capita- parecido ocurre con la obra de Slavoj
lista hasta temas como la identidad, el Zizek, El espinoso Sujeto. El centro au-
otro, los discursos y discursividades so- sente de la ontología política
ciales (“lo que hablar quiere de decir” de (1999/2001), donde el Sujeto no es más
Bourdieu, 1982), y muy en particular el que un pretexto para una serie de lectu-
Sujeto. ras sobre los más diferentes autores.
Pero será sobre todo la convergencia Más maltratado todavía se encuentra
de una sociología del individualismo el Sujeto en la sociología de Alain Tou-
neoliberal y las influencias del psicoa- raine, y de manera muy particular en su
nálisis lacaniano, lo que darán lugar a las último libro, a la búsqueda de sí mismo.
sociologías del Sujeto y de las subjetivi- Diálogo sobre el Sujeto, cuyo título pa-
dades con sus afectos y pasiones. Ejem- rece responder a motivos editoriales de
plo representativo y de gran repercusión una entrevista al autor sobre su pensa-
fue la obra de Charles Taylor, Los oríge- miento y su obra.18 Touraine intenta
nes del yo. La formación de la identidad hacer una sociología del Sujeto sin lograr
moderna (1989); y también todas las so- desprenderse del actor: “El sujeto es la
ciologías de los sentimientos y las emo- voluntad de un individuo de actuar y ser
ciones: Doyle E. McCarty, “The Social reconocido como actor” (1993:267); “El
Construction of Emotions: New Direc- Sujeto es el deseo de un individuo de ser
tions from Culture Theory” (1994); “The actor…” (2002:19); “Llamo Sujeto a este
Emotions: Senses of the Modern Self” esfuerzo del individuo de ser actor para
(2002); Eva Illouz, Les sentiments du ca- obrar sobre su ambiente y crear de ese
pitalisme (2006). modo su propia individuación” (1997:
Otros han sido los pensadores que se 60); “Sujeto y actor son nociones inse-
han servido de Lacan para construir sus parables…” (1993:269). E incluso iden-
propias versiones de un Sujeto, que no tifica al Sujeto con el actor al sostener
es del todo sociológico y tampoco psi- que “El Sujeto sólo existe como movi-
coanalítico. Cuando Fr. Walls le propone miento social” (1997:119). Mientras que
a Alain Badiou el título de teoría del Su- en unos textos el Sujeto aparece como
jeto para publicar los manuscritos de sus resultado de un proceso de “subjetiva-
seminarios en la Universidad de Vincen- ción”, de sujeción, en otros “el Yo se
nes (1982), el mismo editor reconoce constituye por resistencia” a procesos so-
que “con más derecho debería ser el tí- ciales y fuerzas institucionales. Cuando
tulo de todos los escritos de Lacan”. De el psicoanálisis lacaniano sostiene que
hecho el discurso lacaniano que planea “el sujeto es tanto sujeción como resis-
sobre las páginas de un texto casi aforís- tencia al Otro” proporciona un contexto

18 Alan Touraine & Farhad Khosrokhaver, a la búsqueda de si mismo. Diálogo sobre el Sujeto, Paidós, Ma-
drid, 2002.
42 JoSé SánChEZ-ParGa / Cómo El Sujeto se hizo objeto de las Ciencias Sociales

teórico explicativo, que no necesaria- agente social (Bourdieu). En la siguiente


mente ofrece la teoría sociológica. sección se señala que el planteamiento
Esto conduce a una versión aún más de la antropología marxista proporciona
equívoca de una sociología del Sujeto sin las bases para entender cómo la actual
sociedad, al margen o en contra de lo so- fase del desarrollo capitalista junto con
cial: “El Sujeto está frente a la sociedad un nuevo modelo de individualismo pro-
no en ella” (2002:255); “la idea de que duce también nuevas formas de Sujeto y
todo es social lleva a negar la idea de Su- subjetividad; lo que se desarrollará en
jeto” (p. 224); “por sí mismo el sujeto no otra sección.
es social. La vida social se basa en lo no-
social” (p.134); “la noción de Sujeto re- El Sujeto entre el agente (Bourdieu) y el
emplaza a la de ciudadano” (p.13); “el actor (Touraine)
Sujeto es la capacidad del individuo de
mirarse a sí mismo” (ibid.). Es como si su Mientras que para el estructuralismo
concepción del sujeto fuera una negación individuos y sectores sociales son sujetos
de su sociología. Pero en este sentido la de las estructuras e instituciones sociales,
concepción sociológica de Touraine sujetados a los procesos y cambios de una
sobre el Sujeto demostraría en qué me- sociedad, la sociología postestructuralista,
dida se resiste el Sujeto a una sociología. sin negar la existencia de estructuras y
Es como si para poder pensar el Sujeto procesos, sin ignorar los “escenarios”,
fuera necesario dejar de pensar la acción donde tiene lugar la acción social, más
social y la misma sociedad. bien privilegian al actor y al agente; se in-
teresan sobre todo a lo que éste hace en la
Para una actual sociología y antropolo- sociedad y a lo que aquel produce en la
gía del Sujeto sociedad. Es obvio que ambas opciones
sociológicas se encuentran muy condi-
La primera dificultad que hoy en- cionadas por factores históricos. Mientras
frenta cualquier intento de una sociolo- que el postestructuralismo de la segunda
gía del sujeto consiste en partir mitad del siglo XX privilegiaba la acción e
reconociendo que “una mutación histó- iniciativa de individuos y grupos sociales
rica de la misma condición humana se para intervenir en la sociedad y cam-
está cumpliendo bajo nuestros ojos” y biarla, actualmente se arraiga la convic-
que “la condición subjetiva se encuentra ción de que son muy limitados los
también sometida a la historicidad”19. Lo márgenes para la acción social, y que más
que supone tratar el Sujeto como cual- bien las fuerzas del capital y del mercado,
quier otra categoría social. En este sen- las lógicas y automatismos de la globali-
tido, y para aclarar el carácter sociológico zación, los imperativos de una gober-
del Sujeto, vale establecer las distincio- nanza neoliberal son los que rigen los
nes entre el actor social (Touraine) y el procesos y los cambios; y frente a los cua-

19 Dany-Robert Dufour, L’art de réduir les têtes. Sur la nouvelle servitude de l’homme libéré à l’ère du ca-
pitalisme total, Denoël, Paris, 2003:27.
ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 43

les “no hay alternativa” para la acción de hacer (algo), mientras que la praxis con-
los individuos y sectores sociales. siste en actuar.20
Ahora bien, el actual “retorno del Su- Según esto el Sujeto para Touraine se
jeto” se entiende en gran medida, en define en cuanto actor social, capaz de
parte como una ruptura y en parte como actuar en la sociedad, producir y trans-
una prolongación de las sociologías de formar los hechos sociales; siendo por
Bourdieu y Touraine, y sus particulares sus obras y resultados sociales que el Su-
concepciones de la acción social, del su- jeto se constituye en cuanto actor; según
jeto en cuanto agente y en cuanto actor Bourdieu, en cambio, el Sujeto es un
social. producto de sus propias actuaciones y se
Tanto el agente de Bourdieu, que de- constituye como agente que se hace así
fine sus actividades al interior de un de- mismo; obviamente de acuerdo a lo que
terminado “campo”, como el actor de ya es: sus “hábitos”.
Touraine, que se constituye por sus rei- El habitus en cuanto “sistema subje-
vindicaciones de participación social, tivo de disposiciones para ser y para
responden a lógicas diferentes. Mientras hacer” está tejido de las adquisiciones de
que el actor social se encuentra determi- cada individuo; es su “historia hecha
nado por los efectos sociales de sus prác- cuerpo” o sujeto, que incita al agente a
ticas y discursos reivindicativos y por las actualizar todas las potencialidades ins-
transformaciones sociales que logra, el critas en su Subjetividad21; “mientras
agente social se halla más bien determi- que el campo configura el espacio social
nado por los “hábitos” que caracterizan de “relaciones objetivas entre posicio-
sus actuaciones; es actuando que el nes”, la “historia objetiva de las cosas”.
mismo cambia. La convergencia del habitus, en cuanto
De hecho tras el actor tourainiano y disposiciones subjetivas de la acción, y
el agente de Bourdieu se encuentra la del campo, en cuanto condiciones obje-
versión sociológica de las dos categorías tivas o sociales en las que tiene lugar la
aristotélicas de la actividad humana: la acción, configura una misma “historia
poiesis en cuanto actividad productora y actuada y actuante” (p.179).
transformadora de realidad, la cual se Lo que Touraine y Bourdieu presen-
encuentra determinada por sus obras o tan como un desdoblamiento (praxis/
resultados, y tiene su fin u objetivo fuera poiesis, actor/agente), en la antropología
de ella misma; y la praxis por el contra- marxista aparece como una unidad dia-
rio es una actividad determinada por el léctica. De hecho Marx abandona el con-
mismo agente y sus “hábitos”, y según la cepto de praxis de sus obras juveniles,
cual el agente es lo que hace y hace lo para adoptar el de actividad (Tätigkeit),
que es, siendo él mismo el fin de su pro- en cuanto síntesis de ambos conceptos;
pia actividad. La poiesis consiste en pasa de una filosofía de la praxis a un ma-

20 Cfr. Aristóteles, Etica a nicomaco, lib. VI, cap. IV, V. Con frecuencia la praxis marxista ha sido entendida
en el sentido contrario a la aristotélica y más bien como poiesis.
21 Pierre Bourdieu, Méditations pascaliennes, Seuil, Paris, 1997:178.
44 JoSé SánChEZ-ParGa / Cómo El Sujeto se hizo objeto de las Ciencias Sociales

terialismo de la Tätigkeit. Ya que para el duo con sus formas históricas de indivi-
materialismo histórico toda actividad hu- dualidad (fase filogenética de la evolución
mana de producción material ha sido humana) como las que adopta el Sujeto y
siempre simultáneamente producción su- su subjetividad individuales (fase ontoge-
jetiva del mismo ser humano: “produc- nética), sólo se entienden a partir del mo-
ción de un objeto y simultáneamente delo originario de la fase antropológica de
autoproducción del sujeto en sus rela- la evolución humana.22
ciones objetivas con los otros” (Sève, Para Marx la esencia del hombre ni
2008:81). A nuevas formas de produc- es una abstracción ni reside en el hom-
ción material corresponden siempre nue- bre individualmente considerado, ya que
vas formas de reproducción del sujeto su individualidad es producto de su desa-
humano y viceversa. rrollo histórico y social; la esencia hu-
mana reside en la sociedad humana,
El Sujeto en la antropología marxista producto del “conjunto de relaciones so-
ciales”; es decir, en el género humano.
Se puede pensar que el hacerse hom- “La esencia del hombre no es una abs-
bre del hombre pasa por tres etapas: la tracción en cada individuo. En su reali-
formación del género humano, la del in- dad es la totalidad de las relaciones
dividuo y la del Sujeto; sin embargo en sociales”.23 Quizás pocos como Gramsci
cada una de ellas la actividad productiva entendieron “la innovación fundamental
del género humano opera simultánea- de la ciencia política e histórica… de que
mente con la del Sujeto individual: “el no existe naturaleza humana abstracta,
libre desarrollo de cada uno es la condi- fija e inmutable sino que la naturaleza
ción del libre desarrollo de todos” (K. humana es el conjunto de las relaciones
Marx, Manifiesto, p.88). La tesis marxista sociales históricamente determinadas”.24
es que la historia social de los hombres no En este sentido, sostiene Sève, “nacida
ha sido más que la historia de su desarro- animal en cuanto especie, la humanidad
llo individual, hayan o no hayan tenido se ha producido a sí misma como gé-
conciencia de ello; y por consiguiente nero” (2008: 76).
cada momento histórico y modelo de so- Marx rompe con un enfoque subje-
ciedad posee su particular forma de indi- tivo-esencialista, que consistía en esta-
vidualización. “Las formas históricas de blecer la diferencia específica de la
individualidad” remiten a modelos de in- condición humana, para más bien expli-
dividualidad, y por consiguiente también car el proceso histórico-objetivo que ins-
a figuras del Sujeto. Pero tanto el indivi-

22 Sève ilustra esta profunda y original tesis de Marx con un ejemplo comparativo: mientras que en cada
chimpancé está la esencia de todos los chimpancés (chimpanceidad), la esencia del ser humano (hu-
manidad) no se encuentra en cada hombre individual sino en todo el género humano.
23 La 6ª Tesis sobre Feuerbach dice literalmente: “Das menschliche Wesen ist kein dem einzelnen Indivi-
duum inwohnendes abstraktum. In seiner Wirklichkeit ist es das ensemble der gesellschaftlichen Ver-
haltnisse”.
24 Antonio Gramsci, notes sur Machiavel, Edit. Sociales, Paris, 1975:429.
ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 45

taura tal diferencia. Es el trabajo, que en una fase posterior (formación filoge-
transforma al mono en hombre, pero el nética) de progresiva individualización.
trabajo entendido como producción so- Aunque parezca paradójico, a más desa-
cial, y “en la producción se objetiva la rrollo de lo social mayor desarrollo indi-
persona y en la persona se subjetiva la vidual, siendo el intercambio, como ya
cosa producida” (Grundrisse, t. 1, p. 23). se señalaba más arriba, el factor determi-
Cuanto más desarrolla el hombre su pro- nante en la individualización de los seres
ducción material tanto más se desarro- humanos, y que constituye un factor es-
llan las relaciones objetivas entre los pecífico del género humano: cuanto más
hombres, y a su vez tanto más también amplias, densas e intensas son las rela-
se incrementa progresivamente la pro- ciones sociales objetivas, tanto más se in-
ducción material. dividualizan las personas y tanto más
Esta dialéctica materialista de la his- dejan de ser “miembros” del “cuerpo so-
toria inherente a la antropología marxista cial”, para convertirse en individuos cada
explica como los seres humanos se vez más autónomos personalmente, y
hacen humanos, produciendo y transfor- cada vez más determinados por un nuevo
mando una doble realidad, material y so- principio de individualización: su propio
cial: la herramienta (la mano) mediatiza cuerpo.
las relaciones objetivas de los hombres En una tercera fase del desarrollo hu-
con la naturaleza, el signo (palabra) las mano (formación ontogenética) las rela-
relaciones subjetivas de los hombres ciones sociales objetivas (Verhaltnisse)
entre ellos y consigo mismos.25 En con- contribuyen a desarrollar las relaciones
clusión, cuanto más realidad material sociales subjetivas (Beziehungen) entre
producen los seres humanos (y más individuos.26 Estas relaciones entre Suje-
desarrolla sus herramientas / tecnología) tos, cuyo soporte y medio fundamental es
tanto más desarrollan también sus rela- el lenguaje, suponen un desarrollo de las
ciones objetivas entre ellos (palabra /so- funciones superiores de los individuos
ciedad); todo lo cual, a su vez contribuye (reflexión, introspección, autoconciencia,
a un progresivo hacerse humanos los recuerdo…), no a partir de una interiori-
hombres. “La humanidad cambia un dad orgánica sino a partir de la exteriori-
poco de especie cada vez que cambia de dad social de las relaciones objetivas
herramientas e instituciones” (A. Leroi- entre ellos. Siendo el lenguaje en cuanto
Gourhan, 1964). medio de comunicación inter – subjetiva,
Este proceso de formación antropoló- entre individuos, el que permite desarro-
gica de los seres humanos se desarrollará llar esa comunicación intra-subjetiva.

25 En el marco de la antropología marxista se construye la paleontología antropológica de André Leroi-


Gourhan, Les geste et la parole, Albin Michel, 2. vol., Paris, 1964.
26 A diferencia del castellano, en alemán como en francés dos conceptos diferencian las relaciones obje-
tivas, materiales y sociales entre los seres humanos (Verhaltnisse, rapports), y las relaciones subjetivas
entre individuos (Beziehungen, relations).
46 JoSé SánChEZ-ParGa / Cómo El Sujeto se hizo objeto de las Ciencias Sociales

Aquí interviene la gran contribución igual manera los intercambios comunica-


de la antropología marxista al lenguaje, cionales, lingüísticos, propios de las rela-
que según La ideología alemana “es la ciones subjetivas entre individuos se
conciencia real, práctica, existente para convierten en prácticas del Sujeto y en
los otros hombres y existente también desarrollo de su subjetividad. Esto condu-
para mí mismo” (p. 28); el lenguaje es el cirá a Lacan a considerar que “el incons-
medium social, en el que el pensamiento ciente se estructura como un lenguaje”, y
se realiza no sólo para los otros sino tam- que “el Sujeto es siempre sujeto de un
bién para uno mismo, ya que las ideas otro”. Lo que a su vez significa que no
no existen separadas del lenguaje y sin hay Sujeto ni subjetividad al margen del
una forma lingüística. lenguaje.
Según esto, las formas psíquicas del En este sentido es decisiva la dife-
Sujeto como tales no proceden (directa- rencia que Saussure establece entre len-
mente) de la socialidad de los individuos gua y lenguaje, distinguiendo entre el ser
sino de su individualidad: “es la socie- humano Sujeto de una lengua y el ser
dad que produce las formas y el conte- humano actor del lenguaje, y refun-
nido concreto del psiquismo humano, dando así lingüísticamente la esencia
pero no las produce originariamente sino misma del hombre. El ser humano es ha-
en los individuos concretos, donde la blado por una lengua en la medida que
forma psicológica aparece como un habla un lenguaje.
efecto de la individualidad, y es a partir
de los individuos que se proyecta a su El Sujeto sin subjetividad de la Sociedad
vez en la sociedad, manifestándose en de Mercado
ella entonces como psiquismo social de-
rivado” (Sève, 2008:399). Este plantea- Hay que reconocer como presu-
miento es fundamental ya que establece puesto, que el discurso sobre el Sujeto y
los límites teóricos de las ciencias socia- su particular repercusión hoy en las cien-
les para el tratamiento del Sujeto y la cias sociales cumple una eficaz función
subjetividad: sólo a través del individuo. ideológica: por un lado, encubrir la real
En conclusión, precisa el mismo Sève, desubjetivación de los Sujetos y desindi-
nada hay en el psiquismo humano desa- viduación de los individuos, y por otro
rrollado, que no haya estado antes en el lado, desplazar los graves problemas
mundo social, a no ser la forma psíquica socio-económicos del mundo actual
misma (p. 400). hacia el psiquismo individual; y en ter-
La formación del Sujeto y el desarrollo cer lugar, hacer del Sujeto una coartada
de su subjetividad se construyen a partir del decline del actor social; imposible
de las relaciones subjetivas entre indivi- en una sociedad donde “no hay alterna-
duos, relaciones intersubjetivas, donde el tiva” para acciones o cambios sociales.
intercambio verbal desempeña un papel Un ejemplo muy ilustrativo de esta efi-
decisivo en la internalización subjetiva de cacia ideológica es el nuevo interés en
dichas relaciones. Así como los intercam- torno al Sujeto político, precisamente
bios materiales de las relaciones objetivas cuando la acción política y los actores
desarrollaban la individualización, de políticos han sido marginados del esce-
ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 47

nario político, donde son otros actores, y la demanda. En la moderna sociedad


otras fuerzas y otras lógicas, las del ca- de mercado todo el ser humano como
pital y del mercado, los que conducen sujeto y subjetividad se vuelve mercan-
los reales procesos de la política. Lo que cía; “la producción produce consumi-
la globalización inaugura es una gober- dores no sólo objetiva sino también
nancia sin gobernantes, una acción sin subjetivamente”.27
Sujeto, de sujetos en cuanto agentes in- El intercambio mercantil penetra todas
dividuales y no actores históricos. las esferas de la vida de las sociedades
modernas y todas las dimensiones de la
“El nuevo gran Sujeto es el Mercado” personalidad de los individuos, de su psi-
(Dufour, 2003:89) quismo a su conciencia moral, pasando
por sus maneras de pensar y sentir. Esta
Según Marx, a cada modelo de socie- transformación capitalista de los indivi-
dad corresponde un modelo dominante duos se refiere a sus formas de actuar y de
de intercambio, el que a su vez determina relacionarse consigo mismo, con los otros
el modelo de individualidad. Por consi- y con las cosas, y también a un nuevo
guiente, si cada formación socio-econó- modo de ser y de existir. Es una interiori-
mica tiene sus propias formas de zación del modelo de mercado…un
individualización, y por consiguiente tam- acontecimiento de consecuencias antro-
bién de formación del Sujeto, de sus sub- pológicas incalculables…Es la constitu-
jetivaciones y subjetividades, habrá que ción íntima de las personas que el
preguntarse por el individuo y el Sujeto mercado contribuye a remodelar”28.
en la moderna fase de desarrollo capita- El homo oeconomicus deja de ser si-
lista y actual sociedad de Mercado. ¿Qué nónimo de persona, para hacerse “el
tipo de intercambios producen hoy qué fi- nombre de una organización social, de
guras de individualidad? ¿Qué Sujeto y un proyecto económico, de una filoso-
subjetividades producen los individuos en fía, una Weltanschauung… es el nombre
la actual postmodernidad neoliberal? y figura de una sociedad determinada (la
En el capitalismo de mercado, que de mercado), de la modernidad y del
ha dado lugar a una sociedad de Mer- desarrollo capitalista”…; él mismo se
cado, todos los intercambios entre los percibe en cuanto “sujeto separado radi-
hombres incluso los no económicos se calmente de todas las posibles pertenen-
encuentran formateados, regulados y or- cias”, y constituido por “el imperativo
ganizados por lógicas y dinámicas mer- económico que destruye sistemática-
cantiles; todo en estos intercambios es mente todas las relaciones, descompone
mercancía, e incluso quienes intercam- todos los vínculos y tiende a reducir una
bian se hallan sujetos a la ley de la oferta masa cada vez mayor de seres humanos

27 “No sólo los objetos del consumo sino también los modos del consumo son producidos por la produc-
ción (“nicht nur objektiv sondern auch subjektiv. Die Produktion schafft also den Konsumenten”). (K.
Marx, Grundrisse, 1974:13).
28 Marcel Gauchet, La religion dans la dèmocratie. Parcours de la laïcité, Gallimard, Paris, 1998: 86.
48 JoSé SánChEZ-ParGa / Cómo El Sujeto se hizo objeto de las Ciencias Sociales

a identificar su vida con la sobreviven- se estructura sobre el Inconsciente fun-


cia de sus cuerpos”.29 Las actuales fuer- damento del psiquismo humano. Ya que
zas y lógicas económicas del mercado el postulado lacaniano de que “la polí-
no se limitan a dominar el mundo y re- tica es el Inconsciente” es hoy sustituido
laciones entre las cosas y las personas, por el Inconsciente es el Mercado; el que
sino a darles una nueva forma; dejan de realmente organiza la nueva economía
ejercerse como una dominación de los psíquica del Sujeto: “el Mercado está en
individuos para subjetivizarse en ellos nuestros tiempos neoliberales constitu-
produciendo sujetos, que internalizan di- yéndose en un nuevo gran Sujeto” (D.-
chas lógicas y fuerzas del mercado. R. Dufour, 2003: 89).31
“El Sujeto es siempre sujeto de otro” Puesto que “la condición subjetiva se
(Lacan), siendo ese Otro (Dios, el Estado, encuentra también sometida a la histori-
el Mercado) y las relaciones que instituye cidad” (p. 29), hoy el postulado de Lacan
(religiosas, políticas, mercantiles), lo que “el inconsciente es la política”, quedaría
el individuo subjetiva. El proceso de sustituido por el inconsciente es el Mer-
desubjetivación política resulta hoy de cado: “el Mercado está en nuestros tiem-
un proceso de subjetivación capitalista, pos neoliberales constituyéndose en un
que comporta: a) una toma de concien- nuevo gran Sujeto”.32 La sujeción del in-
cia intelectual, por la que todo se explica dividuo neo-liberal al Mercado presenta
y comprende desde la racionalidad del una particularidad, que lo diferencia de
mercado; b) una interpelación moral, las otras formas anteriores de sujetiva-
movilizadora afectiva de la persona, para ción: “el sujeto es tanto sujeción como
valorar todo desde los intereses mercan- lo que resiste a la sujeción… es el sujeto
tiles; c) una orientación económico-mer- del Otro y es lo que resiste al Otro” (Du-
cantil de las conductas y las prácticas, y four, 2003:39), y no otras han sido las
de todas las relaciones sociales. Esto im- formas del sujeto religioso y político.
pide hoy, que desde niños los individuos Pero la sujeción al Mercado comporta
puedan subjetivar lo político, democrá- una supresión del sujeto transcendental y
tico y ciudadano…, lo cual corresponde crítico, y por consiguiente la desapari-
a “una mutación histórica de la misma ción de las resistencias a este nuevo
condición humana (que) se está cum- Otro. Con una doble consecuencia, fun-
pliendo bajo nuestros ojos en nuestras damental para un futuro totalitario de la
sociedades”.30 sociedad: incapacidad de construirse
Este proceso de subjetivación con sus subjetivamente y la inclinación hacia
sucesivas fases más o menos conscientes una “servidumbre voluntaria”. Por eso el

29 Miguel Benasayag, Le mythe de l’individu, La Découverte, Paris, 2004: 13, 22, 72.
30 Dany-Robert Dufour, L’art de réduir les têtes. Sur la nouvelle servitude de l’homme libéré à l’ère du ca-
pitalisme total, Denöel, Paris, 2003:27.
31 Conviene precisar que el Inconsciente no es una realidad particular del psiquismo humano, y como tal
no-existe, sino la forma que adoptan determinados procesos y fenómenos psíquicos.
32 O.c., p. 89. “… el Mercado es poderoso. Más poderoso que los otros grandes Sujetos, que deben incli-
narse por turno ante él” (o.c., p. 94).
ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 49

nuevo Sujeto de la sociedad de mercado el marketing y la publicidad. El homo oe-


es un Sujeto sin subjetividad e incapaz conomicus es sujeto de esta doble feti-
de desempeñarse como Actor social. chización.
Hoy el mercado se impone al niño
en su devenir adulto, y quedará en el La desubjetivación del Sujeto: entre
centro de su subjetividad, donde per- cuerpo e historia
manecerá inexpugnable. Los neo-indivi-
dualismos neoliberales son resultado de El Sujeto se define por una doble di-
un “neo-sujeto” (Lebrun), que sin vincu- mensión individual: la que espacial-
laciones ni adhesiones sociales a los mente determina su propio cuerpo, y
que hace del cuerpo el principio de in-
“otros” no tiene más remedio que re-
dividualización de las personas; la que
centrarse de manera egoísta, narcisista,
temporalmente determina la historia-bio-
hedonista, posesiva sobre sí mismos. El
grafía de cada individuo, haciendo de su
mercado obliga al homo oeconomicus a
pasado la otra determinación de su sin-
reorganizar sus necesidades, pulsiones
gularidad personal. De ahí que la rela-
y libido, instituyendo en el consumo la
ción del individuo con su propio cuerpo
nueva “economía del deseo” (Lebrun). y con su pasado sea lo que mejor define
“La lógica de la mercancía se genera- al Sujeto y sus dispositivos de subjetiva-
liza, regulando hoy no sólo los procesos ción. Por esto también, precisamente, en
de trabajo y productos materiales sino la actual sociedad postmoderna son estas
toda la cultura, la sexualidad, las rela- dos dimensiones del individuo las que se
ciones humanas, hasta los fantasmas y encuentran subjetivamente amenazadas.
las pulsiones individuales” (Baudrillard,
1970: 308). a. El cuerpo sin sujeto
A diferencia de la “sujetivación polí-
tica”, que sujetiva una relación de poder, El Sujeto se constituye fundamental-
internaliza en el sujeto una relación de mente por una doble relación subjetiva
dominio (dominar y no ser dominado) (Beziehung) con el otro y consigo mismo.
con otro sujeto, la “sujetivación econó- Ahora bien, en una sociedad de Mercado
mica” del mercado y la mercancía com- al ser los otros mercancías, “capital hu-
porta un “ocaso de la subjetividad”, que mano” y “competencias” que se compran
excluye la relación intersujetiva con los y se venden, sólo es posible establecer
otros individuos”.33 La fuerza y la lógica con ellos relaciones objetivas, cosificadas
libidinales del mercado convierten a las (Verhältnis), y por consiguiente también
personas en mercancías, en la medida la relación consigo mismo, que es siem-
que éstas se personalizan de manera fe- pre una “apropiación e internalización”
tichista como objetos del deseo. Esto ex- (aneingung und Verinnerung, según
plica la erotización de la mercancía por Marx) del modo de relación con los otros,

33 Cfr. Frederik R. Dallmayr, Twilight of Subjetivity, Amherst, Massachussets, 1981.


50 JoSé SánChEZ-ParGa / Cómo El Sujeto se hizo objeto de las Ciencias Sociales

se vuelve una relación objetiva y no sub- La sociedad de mercado acelera este


jetiva o personal. proceso de cambio, donde el cuerpo
Estos cambios en la “desubjetiva- además de valor de uso deviene mer-
ción” de las relaciones personales y de cancía, valor de cambio, contenido de
objetivación o cosificación (alienación) transacciones monetarias, de ofertas y
de las relaciones con los otros, se realiza demandas, inversiones y rentabilidades
y manifiesta de manera particular y con- económicas; convertido en el mejor “re-
creta en el principio de individualización curso” y “capital humano” que posee el
de los individuos: su cuerpo. Cuando los individuo en una sociedad de servicios,
individuos dejan de ser un cuerpo para donde todos han de venderse a sí mis-
tener su cuerpo, éste pierde su carácter mos lo más caro posible y comprar a los
de relación con los otros; ya no es, según otros lo más barato posible. Y al ser esta
Lacan, “el cuerpo el lugar del Otro”, dimensión económica del cuerpo lo que
para más bien convertirse en un medio más individualiza a los individuos y más
de las relaciones más objetivas con los regula las relaciones entre ellos, sus
otros; instrumento de su manipulación, cuerpos dejan de ser la mediación sim-
dominación, explotación, exclusión…
bólica de los vínculos sociales, de sus re-
Por su sexualidad el cuerpo humano
laciones intersubjetivas, para constituirse
es esencialmente “di-ferencia”, “diferen-
más bien en frontera imaginaria, que los
ciado” (del latín referido a); siendo por
separa, los vuelve incomunicables, los
la diferencia constitutiva de su sexuali-
enfrenta.
dad, fundamento de todas las otras dife-
Despojados de subjetividad, los
rencias, lo que hace que por su mismo
cuerpo sea el individuo un “ser-par-un- cuerpos devienen objeto de todo tipo de
otro” (Sein-für-ein-anderes), según la de- prácticas y manipulaciones; una serie de
finifición hegeliana de la diferencia industrias, tráficos y negocios se desa-
(Unter- scheidung).34 Esta desubjetiva- rrollan en torno al cuerpo con beneficios
ción del cuerpo convertido en propiedad colosales: el cuerpo cosmético, el
del individuo, “valor de uso” y “valor de cuerpo gastronómico, el “body busi-
cambio”, puede ser utilizado como ins- ness”, “body shopping”, el cuerpo
trumento y mercancía, haciéndose el “banco de órganos”, “banco de sangre”,
objeto privilegiado de los egoísmos, nar- bancos de esperma, de embriones, de
cisismos, hedonismos, consumismos in- células madre… La industrialización y
dividuales: lo que más refuerza el comercialización del organismo humano
individualismo individualista y más lo es ya una empresa tan lucrativa como
desubjetiva. Al fundar el consumo al irreversible y en definitiva resultado de
nuevo homo psyco-oeconomicus (Bau- la desubjetivación de los cuerpos.
drillard, p. 106), es el Sujeto que se hace
mercancía.

34 W. F. Hegel, Phänomenologie des Geistes, Felix Meiner Verlag, Hamburg, 1952:105.


ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 51

b. Sujetos sin historia pertenecer a su pasado, para identifi-


carse exclusivamente con el presente,
Si la esencia o naturaleza del ser hu- más con lo que quieren ser que con lo
mano es su historia, también el Sujeto es que han sido: “el presente no está ya de-
producto de su propia historia indivi- terminado por lo que fue sino por lo que
dual: “el tiempo es el lugar del desarro- será”.35 Así es como la verdad y realidad
llo humano” (El Capital, lib. 1, p. 150; individuales se vuelven virtuales.
154). El Sujeto es su biografía, lo que un La des-historización del pensa-
individuo hace de su vida y lo que su miento, según la cual ya nada se explica
vida hace de él (Sève, 1969/1981). En por sus precedentes, supone una pro-
este sentido el Sujeto es, además de su funda precarización de las prácticas del
biografía, resultado de todas las relacio- Sujeto, que deja de comprenderse e in-
nes subjetivas que mantiene con su pro- terpretarse a partir de su pasado, des-en-
pia vida. Y la razón es que las formas que tenderse de su biografía y definirse por
adopta la subjetividad individual no pue- ella. Aunque en realidad el Sujeto nunca
den ser plenamente comprendidas sino deja de ser lo que ha sido, ya no es
es articulada a los acontecimientos bio- capaz de subjetivizar su propio pasado,
gráficos, de los que es producto. Por ello, de contarse y relatarse a sí mismo. Y el
la dimensión constitutiva de la persona- nuevo Sujeto no sujetado a su pasado ni
lidad, del Sujeto, no es tanto el psi- comprometido con él, se convierte en
quismo sino la biografía (Sève, 2008: objeto de identidades múltiples; sin per-
370). tenencias pasadas se vuelve huérfano de
Y sin embargo, lo que actualmente su propia historia. La pérdida de la fun-
amenaza al Sujeto y la construcción de ción narrativa del Sujeto le impide esta-
su subjetividad es precisamente la falta blecer vínculos con los otros sujetos,
de pasado, la atrofia progresiva de la me- incapaces todos de compartir sus res-
moria. El anunciado “fin de la historia” pectivas historias.
por Fukuyama no se limita a significar
que ya no hay más futuro, que el condi- Conclusión: El Sujeto de discursos y sig-
cionado por el presente, y que el porve- nificantes
nir ya no será nada nuevo ni portador de
cambios; el “fin de la historia” es tam- El Sujeto es siempre Sujeto de la len-
bién la abolición del pasado, en la me- gua y del discurso, y la actualidad del
dida que ha dejado de influir en el Sujeto en las ciencias sociales sólo se
presente y de tener interés y sentido para justifica por el interés histórico-socioló-
el presente. Pero además a este mundo gico en la producción de los discursos,
sin historia ni pasado corresponde tam- de sentidos y significantes. Formulado de
bién la abolición de las historias perso- otra manera es la importancia atribuida a
nales: los individuos dejan de mirar y la producción socio-cultural de discur-

35 Yogesh Atal, “Sociologie de l’avenir”, revue Internationale des Sciences Sociales, No. 108, 1986: 323.
52 JoSé SánChEZ-ParGa / Cómo El Sujeto se hizo objeto de las Ciencias Sociales

sos y significantes en la sociedad actual cuando participa en una fiesta tradicio-


que hace del Sujeto un hecho social. Ya nal o diseña un tejido característico de
Saussure, al hacer de los signos hechos su etnia? En otras palabras ¿qué dice o
sociales, abría un nuevo campo teórico, cómo se revela su cultura a través de lo
donde todos los fenómenos sociales, que un indígena habla y hace? Es en
como si fueran sistemas de relaciones se- cuanto Sujeto de su cultura que ésta se
mánticas, actúan en todos los ámbitos de significa en las acciones y palabras del
la existencia social. Lo que suponía una grupo social. Uno es el Yo, que habla y
innovación en la sociología, análoga a la actúa y otro el Sujeto de la cultura que
de Durkheim, a cuyo planteamiento de dice y significa. ¿Qué digo, en cuanto
estudiar los hechos y relaciones sociales Sujeto, de mí mismo, de los otros y de la
“como si fueran cosas” añade Saussure realidad, cuando Yo hablo y actúo?
“como si fueran signos”. Siendo de estos Por eso es tan equívoca y contradic-
hechos y relaciones significantes que se toria la figura del “informante calificado”
puede pensar en un Sujeto. en antropología. Tal informante, que
En la medida que todo hecho, rela- habla de su cultura se sustituye al Sujeto
ción e institución sociales son significa- de todo lo que su cultura dice y puede
tivamente expresivos y comunicativos decir a través de sus palabras y sus obras.
cabe pensar en un Sujeto de tales signi- El informante calificado deja de ser Sujeto
ficaciones sociales. de su cultura. Al antropólogo no le inte-
Cuando Bourdieu titula su libro ¿Qué resa lo que el informante indígena dice
quiere decir hablar? no hace más que in- de su cultura sino lo que su cultura dice,
troducir la cuestión del Sujeto y los dis- expresa, significa y manifiesta a través de
cursos en el campo de la sociología. todo lo que los indígenas hacen y hablan.
¿Qué queremos decir cuando hablamos Es en cuanto sujetos sujetados a una cul-
y actuamos? O ¿qué dicen de mí mismo, tura, a una clase social, a la ideología de
de los otros y de la realidad mis palabras la modernidad o a las lógicas e intereses
y mis actuaciones? Yo soy ese Sujeto que del mercado, que los individuos, sus dis-
dice algo más allá de lo que habla y cursos y discursividades, se convierten en
hace, pero a través de mis palabras y ac- objeto de las ciencias sociales.
ciones. Uno es el actor (Sujeto del enun- Uno es el sujeto del enunciado, Yo
ciado), que habla y actúa y otro el Sujeto hablo, y otro el Sujeto del significante y de
(de la enunciación), que dice y significa la lengua: todo lo que uno dice y significa,
mucho más de los contenidos de sus pa- cuando habla, aun sin ser consciente de
labras y actuaciones. El Sujeto, en este ello. Por esto es tan paradigmática la dis-
sentido, es siempre quien significa las tinción de Saussure: Yo, sujeto del enun-
palabras y prácticas del actor social. ciado, hablo un lenguaje, pero soy
También en la antropología de Levi- hablado por una lengua. En este sentido
Strauss está presente el Sujeto en cuanto una teoría del Sujeto no puede no ser una
Sujeto que significa la cultura de una so- hermenéutica de los discursos y de los sig-
ciedad. ¿Qué dice o qué quiere decir un nificantes sociales. Y no otras serían las
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ECUADOR DEBATE / TEMA CENTRAL 53

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