Alexandra Kollontai ¡Abran paso a la liberación de las mujeres!

Autoras: Lucía Feuillet, Cinta Frencia

Partiendo de la experiencia de la solcialdemocracia alemana, y la tradición histórica del

marxismo, Alexandra Kollontai entiende la opresión de la mujer como parte de la dominación de
clases más general. Es decir que una serie de factores económicos llevaron a la mujer a una
condición de subordinación, situación que adquiere características específicas bajo el capitalismo
y cobra fuerza con la opresión ideológica de la burguesía. En una importante polémica con el
feminismo burgués, que establece una alianza transversal entre las mujeres de todas las clases,
Kollontai (miembro del Comité Central del Partido Bolchevique desde 1917) estructura un
movimiento de mujeres trabajadoras partiendo de la premisa de que la liberación del proletariado
implica la cuestión de la mujer en toda su complejidad. Para Kollontai, la ideología burguesa
echa mano de la moral del «amor entre esposos» para consolidar el núcleo familiar monogámico,
que bajo el capitalismo persigue un objetivo económico preciso, el de sostener la familia como
unidad de consumo y como agente de reproducción de la mano de obra esclava femenina,
atribuyéndole el trabajo doméstico y la crianza de los niños. La Revolución bolchevique sentó
las bases, por primera vez en la historia, de la socialización del trabajo doméstico y la crianza de
los niños, y con ello las condiciones materiales para la liberación de la mujer.
En varios textos posteriores a 1917, Kollontai reflexiona sobre las relaciones amorosas
bajo un gobierno obrero, y establece la necesidad de desterrar definitivamente la ideología
burguesa de esta esfera. No sin debates dentro del propio bolchevismo, Kollontai también
expresó sus posiciones en una serie de novelas durante esa época. La presente ponencia hace
dialogar los textos de ficción con sus concepciones teóricas partiendo de la transformación del
lugar de la mujer en la complejidad del desarrollo revolucionario ruso. En este sentido,
abordaremos el modo en que la novela Red love (1923) construye un estereotipo fuertemente
atravesado por las relaciones dominantes. Allí el personaje femenino se debate permanentemente
entre las contradicciones del trabajo exigido por la construcción del Estado obrero y el lugar de
la mujer en el seno familiar. El modo de narrar, estructurado en base al realismo y con una fuerte
matriz pedagógica, exhibe sin embargo ya las técnicas que llevarán al teórico literario Mijail
Bajtín a formular su concepto de “dialogismo”, tanto en el discurso interno del personaje como
en la polémica con los discursos de otros. Así se abre camino a la cuestión de clase, ya que la
novela no solo confronta las estructuras patriarcales con la pujante reconfiguración de la cuestión
femenina en el socialismo, sino también comienza a delinear la progresiva burocratización del
Estado soviético. De allí que podamos leer en la ficción lo que Kollontai afirma en “¡Abran paso
al Eros alado!”, esto es, que el frente revolucionario tiene que librar su lucha entre las
civilizaciones burguesa y proletaria.