Problemas
Uno de los problemas comunes es que los pares de opuestos
hombre/mujer y masculino/femenino son factores de discriminación,
porque la relación es entre lo superior y lo inferior: los estereotipos
asociados a lo masculino son socialmente mejor valorados que los
femeninos, y ser hombre incluye un paquete de privilegios por el mero
hecho de serlo.
Los hombres tienen que hacerse hombres; para pertenecer al grupo de
los privilegiados hay que demostrar que no se es inferior, o sea, que no
se es como una mujer o como un homosexual. Por su parte, las mujeres
no pueden usurpar el rol distintivo de la masculinidad. Y es que la
masculinidad tradicional es un concepto frágil que necesita afirmarse en
el desprecio hacia el otro.