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INTROIJI]CCIÓN

El notable cr€cimiento de la economfa argentina €ntre 1880 y 1930


ha sido un constante tema de investigación, reflexión y disputas.
Frente a la reitemda cel€bración de los logms, no tardarcn en hac€r-
se ofr voces cu€stionadoras de sus costos, en términos de concenlra-
ción de la riqu€a y del ingreso, vulnerabilidad extema e incapacidad
de generar una €structura susceptible de impulsar un desa¡rolo sus-
t€ntable en €1 largo plazo.
Estas voces incluyeron la de contemporáneos al proc€so qu€ pro-
pugnaba¡ una €structura agraria sustentada en la pequeña propiedad
agrícola familiár, con el fin de impulsar la ampliación del mercado in-
temo y el desa¡rollo de la indusura nacional. A ellas se sumaron, en la
décaala del treinta, análisis cl¡icos sobre las consecuencias de la pene-
tración del capital extr¡njero y de la confomación de una esrucom
agaria b6sada en la gran pmpiedad. Esta última" se afirmaba, no p€r-
mitía la capitalización de los arrendatarioc, frenaba la div€rsificación y
tecnificación de la agricultura, y posibilil¿ba la subsistencia de la gran
explotación ganadera extensiva, con nula o escasa t€cnificación. El co-
ro crftico se amplfa en los años ses€nla y comienzos de los setenta. El
pertinaz estancamiento a$fcola, fies€ a la impl€menlación de r€iter¡-
d¿s pofticas de apoyo y sus efectos sobre el creclmiento del conjunto
de Ia economla impulsa i¡ten¡os de imponer polític¡s destinadas a
transformar las pautas de inversión predominantes en el aglo, asl como
la sistematización de las críticas y la fomulación de nuevos ma¡cos t€G
ricos para el análisis de la sin¡acióo agraria. La toma de conciencia de
l¿s transfoÍnaciones experirÍentadas por €l agro pampeaÍo no impidió,
finalmente, que los aportes crfticos prosigui€nn, tras el paÉntesis im_
puesto por la dictadur4 du¡ante los primeros años del gobiemo radical.
De €sta visión crítica deüno un constituyente del sentido común
de gran pa¡te de los argentinos, incluidos los investigadores. Tres

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ENÚAG ARCEO INTODUCCIóN

procesos confluyen, sin embargo, para que tienda a perder el lugar mo, sino a ur¡ cambio impredeciblc en l¡s condiciones int€maciona-
central que ocupaba. Po¡ una parte, la nokble recupemción del cre- les que posibilitaron su desanollo. Es más, el modeto tenía suficien-
cimiento ag¡fcola puso en duda muchas d€ sus añrmacion€s e¡ cuan- t flexibilidad como pam adaptars€ a tas nuevas circunetancias
to caractelsticas de los lerrate¡ientes plrmpeanos y a los efectos
a las E€diante la complementación de la¡ €xportaciones agrop€cüadas
d€ la estructura de la propiedad sobr€ el crecimienlo ag¡opecua¡io. con exportaciones industrial€s. Fue el pemnismo, con su irracional
Por otra, la crisis del mod€lo de sustitución de impo¡racion€s posibi- poftic¿ mcrcadoiot€rnis¡a, quien ftustró esta posibilidad, determi-
ütó que se impugnara la relación de la¡go plazo €ntre crecimiento, n¿ndo que €l nivel de ing¡eso per cápila, que era próximo al de los
desarollo inú¡strial y expansión del mercado int€mo en que se ba- p¿íses más desanollados, sufties€ un creciente rctraso-
saba buena parte de las crfticas al modelo agocxpofador. Finalme¡- Es hora de efectu¡r un balanc€ de esta confionración. Para cllo
te, aunque €llo no sea lo m€nos importante, la represión milila¡ y el no bast¡ con compa¡af los textos en pugna, ni intentar hacer una nue-
disciplinamiento por el m€rcado que culmina en la hiperinflación de va y dclanada desúipción del pcríodo sobre la base de los hechos
1989 ha tendido a ligar el intanto de cambiar las estructuras, o aun qüe sürge¡ corno incontrastabl€s. ks difercncias fundamentales no
de mantener un cierto cootrol sobre la evolución de los ¡nercados, girán en tomo a los hechoB, sino ¡ su interpretación. Quien€s impug-
con la muert€ o la súbila imposibilidad de hac€I ftente a las n€cesi- rian la visión crftica subrayan la imponancia de ci€rtos ¿spectos del
dades más eleme¡tales. El merc¿do es el único asignador racional de prc,ceso cuya relevancia ha sido minimizada por ésta y d€sanollan
recursos; €l proc€so d€ crecimicnto entIe 1880 y 1930 esiuvo orien- una interpretación albhaiiva sustentada en las nuevas perspectiv¿¡s
tado por el mercado, en consecuenci4 cr¿ oo sólo el único posible, que brindaría el subsecucnte dcvcnir histórico, objeto, también éste,
sino también el óptimo. de una inte¡pret¿ción rnarcadal¡¡ente diferente a las d€rivadas de la
La demostración de este aserto adopta, como se verá con m& de- conicnte crftica- El resultado ha sido el debilitami€nto de la cohercn-
ralle en cl texto, múltiples líneas convergenres. La conformación de cia que pr€sentaban las posiciones crític6s y la pu€s¡a en rel¿ de jui-
la €stauctura agropecuaria en la qu€ s€ sustentó l¡ expans¡ón dcl mo- cio de su c¡pacidad explicativa; aunque esto afecta en muy distinta
delo agroexportador no €s result¡do, se afiÍr¡a, de factores institucio- medida ¡ h6 diferc es vcrtient€s que la integran, cuya divcrsidad es
n¡lcs, sino de la dotaciút r€lativa de facto&s. l,¿ estsuclu¡a de la radicalrncnte ignorsd¡ mediante la r€misión a una presunl¡ coinci-
propied¿d y las modalidad€s de t€nencia dc la rierra y d€ explot¡ción dencia 6n cuanb a la descripción de los nsgos básicos que caracte-
del suelo no habrfan podido subsistir, dada la existencia de adecua- rizan el proccso. Pero la m¿yorí¿ d€ los int€rogan¡es a los que
dos mercados de todos los factores, si s€ hubieran contrapuesto a Iá Focumtla dar r€spu€sta esta coniente quedan por r€solver, Sirnple-
máximización del benef¡cio por el conjunto de los actoaes rcleva¡tes, menl€ ha adquirido nueva hegemonfa el discurso que festejaba el ca-
incluidos los a¡rcndatarios. La flostura crftica reposa, ad€más, en uoa mino adoptado como el único posible y €l mrás adecuado.
visión qu€ omite mttltiples aspectos de una realidad rüucho m¡is coÍr- F{ooi,a a os¡a siluación s€ h¡ opt¡do por p¿ssr.evist¡ a las distin-
plej4 h€cho que la invalida, y el estanca¡nienlo aglcol¡ que se pro- tas posicion€s, p¡ati€ndo de los int€r¡ogsntes que se planteúr y por
longa hasta los años sesenta y quc p¿recfa confnmarla fue elabonr, curndo ell,o rÉsulta necesario, calegorfas con el g¡ado dc es-
consecuencia de la situación internacional que enfrcntó €l país en la pecificidad nccesario pa¡a posibilita¡ su respu€sta. Esta tar€a supori¿
frosguerra y de cafencias ajenas al accion¿a del s€ctor. Pfueba de elo de por sf una investigacióB y pone de ¡nanifiBto la €xisteúcia de nuc-
es que, s€ sostiene, sufrefados estos faclofes, la expansión agfa¡ia fe- vas ár¿as con r€lacién ¿ l¿r cualcs los corocimi€ntos .esult¡n insufi-
toma su dinamismo. De ma¡em similar la cdsis global del modelo cien¡es y d€bcn profundiz¡rse. El cftrino adoptado no e3, por
agroexportado¡ no se habría debido a caractedstic¡s propias del mis- consiguieñte, el de efcctuan una mcra rcinterpretáción d€ los h€chos

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ENfuAUE ARC€O

ya conocidos, sino el de indagar sobr€ las categoías que resultan dad intemaqlon4 qel capital. La teofa de las ventajas compi¡alivas
más adecr¡adas para su análisis. las que, al definir una nueva proble- éulLe La relq$La illlovllidad 4e éste: por consiguiente, lo relevante
mática, plantean intenogantes teóricos y empfticos, cuya respuesta p¡ra el intercambio y las condiciones en que el mismo se realiza son
está lejos d€ agotar el presente trabajo. ¡¡adferencias en los precios relativos y las élasticidades de las de-
Los autores que han analizado el pelodo han procurado, explí- m44Es reciprocas. El precio absolulo de una misma mercancra en
cita o implícitamente, responder a dos intenogantes básicos: las ra- lol diversos países resulta en rigor incomparable, puesto qu€ €l con- t;
zones por las cuales nuestro país tuvo un njvel de ingresos similaf al júntg 4€ p{¿cioq 49 cada país depende de su dotacidn relativa de fac-
europeo y por qué su evolución económica posterior ha sido tan dis- rirés. La teorfa de la renta diferencial a escala intemacional acept4
tinta, por ejemplo, a la de Australia o Canadá, que tuvieron un tipo ,por el conüaIio, 14 confoÍrlag!ón, por méaio de la movilidad del ca-
de inserción parecida en ia economía mundial. La primera cuestión pital, d€ un ú¡ico sistema rnundial de prerios (de producción), tanto
plantea una indagación que engloba a un conjunto de palses d€ simi- absoluros como relativos. El capit¿l liende a obrener en rodo el mun-
ganancia; los países se especializan en aquellas
lares caracteísticas en cuanlo al lipo de producción destinada al m€r- -do la misrna !4sa de
cado mundial y los niveles de ingreso: Esiados Unidos en sus pro4ulciores en que tienen un menor costo y, puesto que la econo-
primeras fases de desarollo, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Uru- mla muÍdial opera como un único espacio, la distinta calidad de los
guay y Argenlina. Por las razones que se indican en el texto, hemos rccursoj natürales origina la apropiación de rentas diferenciales.
caracte¡izado a estos países como la perif€ria p¡óspera de Ia econo- Las hipotesis adoptadas como punto de pafida para explicar el
mía mundial de la época. El segundo int€rrogante remite a su vez, en alto nivel de ingrcsos de la periferia próspera definen a su vez, y este
la problemática planteada por los autores de laconiente cítica y sus es el primer resultado al que arriba la investigación, marcos de aná-
oponentes, a dos cuestiones diferenaes: la relación entre el predomi- lisis diferentes pa¡a el examen de las relaciones entre estructura de
nio de la glan propiedad y la extensividad de la explotación agrope- propiedad de la liefla y extensividad de las explotaciones, y e o de-
cuaria, entendida ésta como un bajo nivel de inversión y de termina la configuración, tal como se prüeba en el capítulo I, de dos
rendimientos po¡ unidad de superficie con relación a sus potenciali- problemátic¿s acentuadamente distintas en cuanto a los factor€s que
dades produclivas, y la relación entre libre cambio, desarrollo indus- inciden sobre del $ado de extensividad de las explotacion€s y las ca-
trial y crecimiento a largo plazo. racteísticas y la evolución de Ia producción en la región pamp€ana-
En cuanLoa las respuesta que genera elprimer inlenogante pue- Esta comprobación toma imperaüvo que el paso subsecuente sea
den verifica¡se dos posiciones m¿rcadamente distintas. El elevado ili- la indagación sobre la pertinencia de una u otra hipótesis. A ello está
vel de ingreso per cápita es atribuido por un gran número de autores, dedicado el primer acápite d€l capítulo II. l-os siguientes desaÍollan
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tanto de la coniente crítica como de sus oponentes, a la e¡istgncia de la categoía de lenta inteaaciona&omo concepto que p€rmite expl!
ventajas comparativas en la producción agropecua¡ia; pafa otros, per- car el elevado iiv€l d€ ingeso per cápita de los países nuevos a partir
tenecientes a la coffien¡e crítica, es consecuencia de la obtención de de las ca¡¿cterísticas que reviste sr¡ inserción en la economía mundial.
una renta d¡ferenci¡l a escala inremacional. Para los primems. lo de- Se rala de una categofa elaborada a pafir de una doble constatación:
terminante es la elevada productividad relativa de la producción que.a {Dgs 49! liglo )ax y cqmienzos del rax 40 se,etrc¡lgnran rctuni-
agraria resp€cto a la industrial. Para los segundos, el hecho que la das. con relación a los países nuevos. las condiciones necesarias para
mayor calidad de su suelo permit€ tener menores costos que los pro- la con fomación de precios intemacionales de Foducción que requie-
ductores agrarios de los países a loscuales diiigen sus exportaciónes. re la teorfa {_e la renla dife¡encial a escala intemacional, pero que a su
La diferencia radica en el supuesto adoptado en cuanto a la movili- vez el marco de análisis neoclásico dentro del cual se encuentra en-

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¡&-
ENHAUE ARCEO hrRoDuccróN

cur¡tr¡d[lalg¡iialb.bs y€¡!4i?! compamtivas no permite regolverlos etapas de la €xpansión de la ganadeía, así como el desanollo de las
dfoblemas que pla¡tea la teorfa d€ la r€nla diferencirl condiciones que posibilitaron su apropiación como renta del suelo.
rt¡aletóia de renla int@acioqql s€ bas¿ e¡ la apüeaoiéo da los El capítulo lll examina la expa¡sión de la agricuhura; las relaciones
anélisis de !&rx qobIg bs tfansformaciones que exp€rimenta la ac- de producción bajo las cuales tiene lugar y el sistema de exploración
ción de la ley del valor en el ámbito intemacional a las modalidades del suelo conformado a padr del lugar central que ocupa el ar¡€nda-
,:;'.,Ñ' concrctas qui reviste la ins€rción de la p€rif€ria pntspera 9n lñcono- mienlo en la ariculación €ntre la agricultura y la ganaderfa. El capí-
mfa mundial y su adopción gener¿ üla problemática distinta a la de- tulo IV analiza, finalmente, la dinámica del modo de acumr¡lación en
¡ú" rivad¡, tanto de la teon? de las venlajas comparativas como de lainm su fase de reproducción ampliada, mientras que en el capítulo V se
diferencial inieñacional. Sobre todo en cuanto a los determinantes de estudian los múltiples facb¡es qu€ confluyen en su crisis final.
la magnitud de la renla de la tiera y a las relacion€s entre régimen Resultaría inútil busca¡ en el texto la respuesta sobre cómo ha-
de apropiación del suelo y las ca¡acterfsticas de su €xplotación. brfa sido posible la confomación de un modo de acumulación con
En el acápite 3 del capftulo If, se examinan, empleando supues- distint¿s características: en qué momento pudo haber ocurrido y cuá-
tos sumamente simplificados, los factorcs que defin€n, ¿ 10 la¡go del les habían sido las coNecuenci¿s sobre el posterior desa¡rollo de la
proceso d€ ocupación d€ un t€nitorio, la magnitud de la renta inter- Argenlina. \ tJ / _
nacional y su apropiación como renta del suelo. La coriclusión es que Las caracrerísricas del modode acumulacion dependen de la es-j
estas magnitudes no dependen exclusivam€nt€ de Ia fertilidad del trucrura €condmico-social. de las luchas polÍiicas y sockles que Íue-l ' '
suelo, sino también d€l sistema de explolación aplicado, que está de- ron conformando esa eslruc¡ura y de la composición del bloque del
cisivamente condicionado, más que por la dotación relativa de facto- clases que devienedom¡nanJe q!!lTqo!!
I !¡ :gldero 9!acumula-f
res, como afirma la ieoría neoclásica, por las reglas de acceso al intereses. .--
suelo bajo las cuales tiene lugar la ocupación del tenitorio. El acápi-
ción acorde con sus I
et lugaicenrrá qué ocupa la composición del bloque de cla5esl
te 4 del capítulo II está destinado a analizar los elementos que defi- dominante en la configumción del módo de acumul¿ción derermina
n.n las reglas de apropiación del suelo. La conclusión es que la
'^I
que, una vez consolidado ésle, el devenir histdrico concreto apare?-
conformación del bloque de clases dominanle defi ne simulráneamen- ca inélüqiá:bTllqente ¡ubordinado, en siii granrles rasgos, a las exi- j
te las rcglas de acceso:l su€lo y la aficulación d€l capiral agrario
/| gencias que plantea su reproducción ampliada. que no son sino el
con €l capital ¡ndustrial local o con el de los países centrales y da Iu-
; I gar a la configuración de distintos modos de acumulación
ren;jo d; la lógica de maxim¡zación de beneficios del bloque donu-
L n-re resuit nr. d"
"us
ca¡acrerfsiicas y de las condiciones históricas
Los desa¡rollos efectuados en la primera pate del trabajo son la especificas q¡ {g9-s desenvuelve. Esta ló¿ica no €¡, poa consiguien'
base conc€ptual para el an¡ilisis, en la segunda parte, de algunos as- te, un simple r€sultado de esas condicion€s y su carácter apa¡ente-
pectos cedtrales de l¿ génesis, reFoducción añpliada y crisis del mente imp€mtivo es, en buena medida, la contracara de la carcncia,
modo de acumulacióo conformado en la Argentina a padr de la ex- por pafe de las clases y fracciones de clase no hegemónicas del po_
pansión d€ la producción agraria. Este anáüsis supone la incorpora- der político y social n€cesario para imponer un modo de acumula-
ción y la rcformación de aportes d€ las distintas corrientes ción altemativo; el efectivamente vigente apa¡ece como el único
exami¡adas en la primem pafe del trabajo, al mismo tiempo que una posible y las modalidad€s de su desarrollo como inevitables en la
cflic¡, explíci¡a o implícita, de sus posiciones. l,os dos primeros ca- medida de la incapacidad de sus contendientes para generar el poder
pltulos de la segunda parte están destinados a analizar el su€imien-
ideológico, político y social susceptibl€ de producir un cambio sus_
to e incremento de la r€nta intemacional a través de las sucesivas ¡ancial €n la relacióo de fuerzas. Pero carece de mayor sentido' para
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ENdQUE ARGO
¡NTRoDUccIóN

ei análisis del modo dc acumulación, espe.ular sobre cómo podo dc_


sa¡rolla¡sc or¡a historia. del crecimi€nto- de adaptación d€ la economía al cambio de las con-
Tampoco pucde avanzm¡e d€nasi¿do en la indagáción sobra dicion€s int€macionales. Se trata d€ co¡clusiones elementales, pero
las
nodalidadca y cl riü¡E que habría asumido el rcleva €s en la aclü¡l coyuntura histórica. Reintroducen un debaie
Foceso de aq¡molacióo
si el modo de acumuhción hubiese sido dis¡inro. t_a tormu er¡dic¡do por el pensamiento dominánte mediante la identiñc¡ción
concJ del dasa¡rollo del paJs a un proc€so rÉgido por las leyes 'hahlfal€s ' del
grc ¡dop6.n disii¡roa-pols€s cl dasarollo de un modo
de acu¡nula.
ción simitar dciád;¿_ fa¡u* r,ra .o"ñ rnerc¿do y a los obsúculos qu€ ést€ enfrenta como el r€sultado de las
{
murados respecb a los paíscs clnrralesJa "ri,"úro
¿ ;r"*;;_ úabas impuestas a su acción. Nos referimos al debate sobrc la con-
doracióD d¿ r€c;rsos
narur¿les y t+,Tod_alr-lladcs hisóricas esp€cíficas junción de fuerzas social.s y la esaabgia que posibilita, en cada fa-
que ¡dopt{la con-
rormac'ón det bloque se, asegurar el mayor crecimiento sust€ntable en el la¡go plazo
* c¡ases donlname, razdn
;or ia cr¡al es tm_
compatible con los interesee d€ la mayoría de la población. La lec-
f1,.0,.. .*yOq,3T -*ticamenre tos resutrados ¿" trayeüEu
hrlgllljE- tintas. Pero pueden anat¡zarse tas diferencias ción más impofante que nos brinda el a¡álisis histórico es, precisa-
van especil¡camcnte de los modos de acumutación iue a*_ mente, su relevancia. Y la de las luchas lisadas al mismo.
aao¡ados, y ée_
tas apar€cen como un elem€nto central
de las distintas ca¡actelsticar
que"adopta el subsecuentc desarrolto Buenos Aires, noviemb¡e de 2001.
de tos país€s que integraban ls
penreria prósf'cra.
EI autor ¡¡en€ la rspcranza qu€, pese a sus
múldples lim¡tacio-
nes. et presen¡e kabajo s¡rva de estímulo
al debate €nrre los investi-
caráctcnkric¿s det p€rfodo y tas caksorías quc
1l*]:: ""I..r*
resutaar mfu¿d€cuad¡s para s¡ estudio, y que
ayude al l€c¡or a com-
prooar que et mcrcado es una construcción
soci¿l cuya cstructura y
lógira d€ funcion¡mian¡o es r€sultado de una
derqminada r€lacióo
de fir€rz¿s entrc |os ac¡ores sociales. rehitiendo
su acción, por lo !¡n_
ro,a üna rEcionalidad h¡stóíca y sociálmenre
condicionada. eue cs!
ractonattdact asegu¡a la reFrdr¡cción de
la estructura de poGr en que
se basa y no
B€¡antiza, de por sr.. en el mejor de los casos. sino ta áp-
fima as¡gnación de rccursos dentlo de ese
maro. que puede volvc¡_
s€ incompatible, en de¡erminadas
circunstancias, con ta reproducció¡
ampliada de k socied¡d cÍ su conjunto.
eue siendo las crisis, toe
contlrctos tnteíEcionale¡ y los cambiosen
la compos¡ción de la pro_
ouccron y el co_mercio mundial€s componentes
ineludibles del capi-
la\conform¿ción de un modo de acumulac¡ón perfecramei¡e
:,|¡smo,.
aoaptado a un detenninado contliró inrmacionat
puede maximiz¡¡
€l crecimiento durame una determinada
fase hisrój"". ;;;;té;
8en€rar una exlrenu vuln€rabilidad si no incrcÍ¡en¡a simü¡úneama[-
te la cairacídj¡d -{uc no cs n€cesar;aro€frt
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