El artículo 1 del Código Civil tiene como sustento la en la primera mitad del
siglo XX, que el ser del ente hombre no es la razón, sino la libertad.
Según el derogado Código Civil de 1974 que afirma que la persona “es el ser
supremo de la sociedad y el Estado por lo que todos están obligados a
respetarla y protegerla”.
Debemos tener presente entonces que el ser humano es el eje del derecho y
que para desarrollarse, cumplir con sus aspiraciones y proyecto de vida,
necesita de una sociedad organizada en términos de justicia y que se constituya
en el contenido de las normas que componen el ordenamiento jurídico del
Estado. La persona se reconoce a partir del siglo XX, como e centro y el eje del
derecho, lo cual se percibe con mas nitidez con la Declaración Universal de los
Derechos Humanos.
La Teoría Tridimensional del Derecho sostiene que el objeto del derecho surge
de la interacción de la vida humana social, los valores y la justicia. Solo de su
interacción es que surge el unitario concepto de derecho.
El ser humano para cumplir con su proyecto de vida necesita de una sociedad
organizada en términos de justicia que proporcione a todos sus miembros la
capacidad de cumplirla.
El proceso de elaboración del código civil se inició con el Decreto Supremo n°95
en el gobierno de Belaunde Terry. Mediante este decreto se crea una comisión
encargada del estudio y revisión del código, compuesta por diez juristas.
El texto del articulo primero, en la parte que concierne al concebido, fue elaborado
en varias etapas, se insistió tanto en la necesidad de considerar al concebido como
“sujeto de derecho”.
Lo prescrito por el Código Civil peruano explica que, de acuerdo con los avances de
la ciencia, en el momento de la fusión de los núcleos del ovulo femenino y del
espermatozoide masculino se inicia la concepción o fecundación.
2.3.1 Introducción
No hay duda, por lo expuesto, que nadie puede privar al concebido del pleno
goce de estos derechos que dimanan y se fundamentan en su propia dignidad y
naturaleza de ser humano.
Para considerar a la persona como el tema central y el eje del derecho se ha tenido
que superar una tradicional concepción individualista patrimonialista.
El ejercicio de los derechos subjetivos es relativo pues esta limitado por el resto
que se merecen los demás seres humanos.
Las normas jurídicas, por ser puras formas eran, por lo tanto, susceptibles de
simbolizarse. En la simbolización de la norma, la facultad y el deber estar
relacionados con el “deber ser” en cuanto a reconocimiento de libertad, pues el
sujeto puede decidir no cumplir con su deber.