Toda idea nueva pasa inevitablemente por tres fases: primero es ridícula, luego es peligrosa y
después… ¡todos la sabían!
Todavía no se han levando las vallas que le digan al talento: “De aquí no pasarás”
Cuatro cosas hay que no vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado
y una ocasión desaprovechada
Si añades un poco a lo poco y lo haces así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho