de la misma y por las normas convencionales internacionales que modifican y adaptan la evolución
de la Organización. Por tanto, este derecho tiene un origen internacional: un tratado internacional
firmado por los Estados fundadores y que constituye un acto jurídico anterior y exterior a la vida
de la Organización Internacional.
Por otro lado, estas características lo acercan a las funciones que cumplen las Constituciones
nacionales, en el sentido de que prevén unos órganos a los que se atribuyen unos poderes y por
el hecho de efectuar un reparto de competencias y poderes entre los órganos y los Estados
miembros.
+ Principio de especialidad
Las Organizaciones Internacionales son sujetos internaciones derivados y creados para alcanzar
unos objetivos concretos, fijados por sus Estados miembros, lo que delimita el alcance de las
competencias de la Organización.
+ Principio de subsidiariedad
Las Organizaciones Internacionales sólo intervendrán en la medida en que los objetivos de la
acción no puedan ser alcanzados de manera suficiente por los Estados miembros y puedan
lograrse mejor a nivel de la Organización.
+ Principio de atribución
Esto da lugar a que diferenciemos entre las competencias explícitas o expresas, enumeradas
inequívocamente en el Tratado constitutivo o en actos posteriores; y las competencias
implícitas, que no están enumeradas o definidas formalmente, pero se pueden deducir por
medio de una interpretación extensiva del Tratado creador o de otros actos posteriores de los
Estados miembros o de la Organización Internacional.