La cebolla tiene fama de hacer llorar y ponerle mucho sabor a
los platillos, pero también es un poderoso laxante natural. Comer cebolla cruda activa la secreción de los jugos gástricos y favorece la adecuada salud de la flora intestinal. Además, la quinina que contiene estimula el hígado, la vesícula, el páncreas y favorece las funciones del estómago. Propiedades curativas de la cebolla
7. Ajo prodigioso
Desde Hipócrates, "el padre de la Medicina", se hablaba del
efecto laxante del ajo. Una pequeña porción contiene grandes cantidades de alicina y selenio, dos compuestos naturales que activan las enzimas del hígado que ayudan al cuerpo a eliminar toxinas. Según un estudio de la Universidad de Pennsylvania, comer medio diente de ajo crudo cuida los intestinos y favorece la secreción de jugos estomacales.