Maquiavelo fue un funcionario público, administrador y diplomático de la ciudad-esta

do de Florencia, ya retirado en el año de 1513 escribió con notable comprensión de la

sociedad de su tiempo dos obras: el Discurso sobre la primera década de Tito Livio y
El Príncipe debemos notar que comprende al gobernante como un individuo capaz no sólo
de regir su propio destino sino de imponer su voluntad sobre los demás, el libro
es una especie de manual dirigido a príncipes, reyes o gobernantes, cuya intención e
s mostrarles lo que deben hacer para obtener el poder político y conservarlo (sien
do un gobernante prospero y no un gobernante bueno y prudente en primer lugar).
Dice que el poder se obtiene por medio de la virtud (definida como fuerza históric
amente creadora, el triunfo del más fuerte es una constante), la fortuna (que comp
rende las cosas que no se pueden dominar o prever), la perfidia o finalmente por
el favor y consentimiento de los ciudadanos y por ejemplo si debiera el princip
ado a otros señores (por lo cual sería su principado de tipo aristocrático) no tendría
la posibilidad de contenerlos o extinguirlos a todos para conservarlo en contra
de ellos, (siempre interviene la guerra). En cualquier caso el gobernante debe t
ener: energía, resolución, talento y valor. Maquiavelo vivió durante el Renacimiento,
periodo considerado como de transición entre la edad media y los tiempos modernos,
y que se caracterizó por una renovación intelectual y que también sufrió disturbios polít
icos y religiosos. Fue en Italia donde tuvo su más desarrollada expresión y Florenci
a, que es la ciudad considerada como el primer estado moderno en el mundo, fue c
una de la contabilidad por partida doble, de los bancos, la letra de cambio y pr
incipalmente de grandes artistas y pensadores que definieron esta nueva época, tam
bién es la ciudad en la cual vivió Maquiavelo quien describe tres formas de gobierno
por parte de los principados nuevos: El despótico, el aristocrático y la república en
esencia similares a las otras formas de gobierno expuestas por Platón y Aristóteles
pero que si el primero busca en el estado la justicia y el segundo la moral, co
n Maquiavelo el valor a buscar es el éxito. El Príncipe no describe un hombre modelo,
ni siquiera está escrito para todo el mundo, está dedicado a un miembro de la casa d
e los Medici, le recomienda; tener buena reputación en lugar de ser virtuoso -aunq
ue aspirando a serlo-, por ello si tiene que optar entre ser amado y ser temido,
deberá elegir ser temido. Sus recomendaciones rompen con el pensamiento político gr
iego, separa la ética de la política; la política, debe preguntar el como de las cosas,
en sus propios sucesos, se justifica por si misma. Orienta al príncipe hacia la ac
ción y reconociendo a los hombres como son y no como deben ser, considera que la l
ey y el orden son preservados en la sociedad civil mediante el uso de la astucia
y de la fuerza mayores lo vemos claramente cuando escribe Hay dos modos de comba
tir: el uno con las leyes y el otro con la fuerza el modo primero es el de los h
ombres; el segundo, el de las bestias; pero como el primero frecuentes veces no
basta, es menester recurrir al segundo Necesitando, pues, un príncipe obrar como be
stia, debe imitar a la zorra y al león, porque el león no se defiende de cepos, ni l
a zorra de lobos. Preciso, pues, es ser zorra para conocer los cepos y león para a
medrentar a los lobos. Así, también debe ser precavido y fortificar sus ciudades Porqu
e los hombres son siempre enemigos de las empresas donde se ve dificultad, y no
cabe ver facilidad en atacar a quien tiene su tierra en buena defensa y no es od
iado del pueblo . Debe, pues, un príncipe, no tener otro objeto, ni otro pensamiento
, ni ocuparse de otra cosa como acto propio que no sea la guerra y sus ordenes y
disciplina, porque tal es el único arte que se espera de quien manda, teniendo es
e ejercicio tanta virtud, que no sólo conserva a los que nacieron príncipes, sino qu
e muchas veces hace a hombres de privada condición ascender a ese grado. Aunque lo
anterior parece cosa más propia de un clan que de un estado moderno yo lo vería todavía
como una reminiscencia de la función protectora del señor feudal heredada del ciuda
dano romano, que durante el fraccionamiento del imperio permaneció armado-, es muy
descriptiva para los siglos posteriores y aún en el presente. La búsqueda del poder
y no sólo la formación de un estado además de su mantenimiento, dentro de un periodo
de tiempo, supone las condiciones para el aislamiento moral primero de todos los
hombres en la lucha por el lograr y luego del príncipe obligado por la necesidad de
l propio Estado, sin embargo, esto en beneficio del estado que finalmente ordena
la vida social y desde este punto de vista su fin es organizacional aunque depe
nde para existir de una época en la cual el desorden sea la primordial característic
a.