No. 03
COMENTARIO DE TEXTO
“SÓCRATES”
6BVBCN
Platón da a entender que era una simple apariencia al decir que era catalogada
como una figura de silencio, y su apariencia no era mas que un fachada y máscara
de disimulo.
Platón escribió los diálogos socráticos en los que expone las enseñanzas de su
maestro y es en “El banquete” en el que recuerda Platón una comida en honor a
Agatón, quien había ganado el último concurso literario de la ciudad. A partir de
ahí, aprendemos lo que puede confundirse con amor (que también es válido) y lo
que Sócrates, el gran maestro, opina que es en realidad.
Sócrates recuerda que, si Eros fuera hermoso como dice Agatón dejaría de ser
amor. Eros es esencialmente deseo y uno sólo desea lo que no puede tener o de
lo que está privado. No puede ser un Dios, es algo mucho más complejo, pues
está entre lo terrenal, pero también en lo divino. Según él el amor no es sólo
belleza, sino lo que hace querer vivir una vida honrada, lo que te da una causa
para arriesgar tu vida y más.
Sócrates establece distintas líneas entre el amor, desde lo más superficial, hasta
la belleza inmortal del alma. Dice que primero amamos el cuerpo bello, pero que
eso nos lleva a la decepción, por lo que amamos no la belleza del cuerpo, sino del
alma. Esto desemboca en la belleza de las ideas, lo que nos permite amar de
forma correcta.
Podría entenderse mejor el odio- amor de Nietzsche por Sócrates, pues conocía la
extraña seducción de Sócrates decía” ese ateniense malicioso y amante que hacia
temblar y sollozar a los jóvenes más seguro de sí mismos”.
Agatón había afirmado en su elogio de Eros que el amor es el más grande de los
poetas, poniendo como ejemplo a Sócrates que sobresale en el terreno de Eros y
también en el de Dionisio. No tiene rival y es el ganador de la sabiduría.
Bibliografías
http://www.zubiri.org/works/spanishworks/nhd/socratesysabiduria.htm
http://www.filosofia.org/enc/ros/socr.htm
Pierre Hadot, Ejercicios Espirituales y Filosofía Antigua, Editorial Sirueca, 2006