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ABSORCIÓN

En farmacología, específicamente farmacocinética, la absorción es un término que


define el movimiento de un fármaco hacia el torrente sanguíneo. La absorción es el
enfoque primario del desarrollo de medicinas y en la química médica, puesto que
las diversas drogas deben tener la habilidad de ser absorbidas antes de que los
clínicos tengan resultado. Más aún, el perfil farmacocinético de la droga puede ser
cambiado con facilidad al ajustar los factores que afectan la absorción.

La absorción significa atravesar algún tipo de barrera, diferente según la vía de


administración usada, pero que en último término se puede reducir al paso de
barreras celulares. O dicho de otra forma, la interacción de la molécula con
una membrana biológica, donde las características fisicoquímicas, tanto del
fármaco como de la membrana, determinan el resultado del proceso.

Mecanismos generales de absorción

Los fármacos son sustancias químicas que se transportan igual que otras
sustancias.

1. Transporte pasivo (sin gasto de ATP). Va a favor de gradiente.

T.Pasivo:

 Difusión pasiva simple: Moléculas pequeñas, se difunden a través de una


membrana.
 Proteína canal: Difusión facilitada, puede sufrir procesos de saturación y
competición.

Absorción pasiva o difusión pasiva

El paso de la sustancia implicada se produce sin gasto de energía, a favor de


gradientes de concentración. Puede producirse a través de la membrana
propiamente dicha o a través de ciertas proteínas que forman poros.

 Difusión simple: depende del tamaño de las moléculas, y puede realizarse a


través de la bicapa lipídica de la membrana o a través de los poros acuosos
constituidos por las proteínas insertas en la misma. Las sustancias no
ionizadas tienen mayor facilidad para la misma, siguiendo la ley de Fick, por
la cual

En donde C representa las concentraciones a ambos lados de la membrana, S es


el área de interacción, P el coeficiente de permeabilidad y E el espesor de la
membrana. Ecuación de donde se deduce que las sustancias tienden a ionizarse
cuando el medio muestra un pH contrario a su naturaleza.

 Difusión facilitada: se debe a la presencia de un gradiente a ambos lados de


la membrana para otras moléculas que tienen la propiedad de unirse al
fármaco y arrastrarlo en su migración. Son las moléculas facilitadoras, y se
incluyen dentro de la difusión pasiva debido a que no consumen energía en
su trasiego. Sin embargo, a diferencia de la difusión simple, este mecanismo
es saturable, al depender del número de moléculas facilitadoras.

2. Transporte activo (con gasto de ATP). Va contragradiente.

Absorción activa o transporte activo

El paso de la sustancia implica un gasto energético en forma de moléculas de ATP.


Permite la ábsorción contra gradiente y depende también de las moléculas
facilitadoras, que en esta ocasión no migran en función de un gradiente, sino gracias
al gasto energético. Por tanto es un mecanismo también saturable. Se realiza
mediante las proteínas bomba de la membrana (ATP Binding Casete), teniendo
especial transcendencia la MDR1 (del inglés MultiDrug Resistence tipo 1) que
exporta un gran número de fármacos y es factor clave de la resistencia de las células
cancerosas a los quimioterápicos.

La endocitosis es un mecanismo propio de algunas células por el que mediante la


formación de vesículas originadas a partir de la membrana citoplásmica, introducen
en su interior sustancias externas a ellas. Es un mecanismo que consume gran
cantidad de energía, pero tiene la ventaja de introducir grandes cantidades de
material al interior celular.

Factores que condicionan los efectos de los medicamentos

Errores de medicación y cooperación del paciente. En la realidad, pocos pacientes


siguen correctamente las instrucciones de administración de un medicamento
recomendadas por el médico. Quizás el factor más importante que determina la
cooperación del paciente sea la relación que establece con su médico. La confianza
del paciente es necesaria, pues a medida que ésta aumente, así también aumentará
la responsabilidad del médico para proveer su ayuda profesional.

Efectos placebo. Estos se asocian con la toma de cualquier fármaco, inerte o no, y
se manifiestan frecuentemente con alteraciones del estado de ánimo y cambios
funcionales relacionados con el sistema nervioso autónomo. Es necesario en este
aspecto hacer algunas distinciones: placebo puro es cualquier sustancia
esencialmente inerte (p. ejem., cápsulas de lactosa, inyecciones de solución salina);
placebo impuro se refiere a una sustancia con propiedades farmacológicas bien
establecidas pero que se emplea a dosis insuficientes para producir un efecto
propio.
Edad. Es indispensable tomar precauciones especiales con los niños, en particular
al administrar hormonas u otros fármacos que influyan el crecimiento y desarrollo.
Dadas las diferencias entre los volúmenes relativos de fluidos biológicos, menor
unión a las proteínas plasmáticas, inmadurez de las funciones renal y hepática, etc.,
de niños prematuros o muy pequeños es forzoso ajustar las dosis. Los ancianos
pueden tener respuestas anormales por incapacidad para inactivar o eliminar
fármacos o por alguna patología agregada.

Sexo. En ocasiones las mujeres son más susceptibles a los efectos de una dosis
dada del fármaco, quizá por tener menor masa corporal. Durante el embarazo,
particularmente en el primer trimestre, debe evitarse todo tipo de fármacos que
puedan afectar al feto.

Horarios de administración. De particular importancia en la administración oral son


los irritantes en las comidas, los sedantes o estimulantes en relación con el ciclo
sueño-vigilia y los ritmos biológicos en general. En este contexto,
la cronofarmacología, nueva rama de la farmacología, estudia la interacción entre
los ritmos biológicos y la respuesta farmacológica. Pueden existir diferencias hasta
del 100% en la intensidad del efecto medicamentoso a una misma dosis,
dependiendo del horario en la que el fármaco se administre.

Tolerancia. Se refiere a la disminución del efecto farmacológico después de la


administración repetida de una misma dosis, o a la necesidad de aumentar la dosis
para obtener el mismo efecto farmacológico que se consigue al iniciar el tratamiento.
Cuando ésta aparece puede existir también tolerancia cruzada, relativos a los
efectos de fármacos semejantes que interactúan con el mismo sitio receptor.

Variables fisiológicas. El balance hidroelectrolítico, el equilibrio ácido-básico, la


temperatura corporal y otras variables fisiológicas son capaces de alterar el efecto
farmacológico.

Factores patológicos. La existencia de alguna enfermedad puede modificar la


respuesta farmacológica. Desde los casos evidentes de disfunción hepática o renal,
en los que el peligro de toxicidad por acumulación es claro, hasta casos más sutiles
como las deficiencias nutricionales (frecuentes en nuestro medio), hormonales,
etcétera.

En los casos de alergia medicamentosa es crítico realizar un interrogatorio


cuidadoso del paciente y sus familiares para detectar oportunamente esta
posibilidad y evitar la administración del alergeno (sustancia que produce la alergia).
Aunque en algunas ocasiones es posible una desensibilización, ésta sólo puede
intentarse para un caso preciso y sabiendo que los efectos son rara vez
permanentes (la alergia puede reaparecer). En caso de sospechar alergia es
necesario tener a la mano antihistamínicos, antiinflamatorios y adrenalina.

Entre los casos de idiosincrasia farmacológica (reactividad anormal a un fármaco


genéticamente determinada), encontramos varios tipos de respuestas: efectos
irregularmente prolongados, mayor sensibilidad al fármaco, efectos totalmente
nuevos, capacidad de respuesta disminuida, distribución anormal del agente en el
organismo, etc. La base genérica de estas alteraciones incluye las deficiencias
enzimáticas, la producción de proteínas anormales, moléculas transportadoras
alteradas o receptores modificados estructuralmente.

Los casos de resistencia adquirida (estado de insensibilidad o sensibilidad


disminuida a fármacos que en general producen inhibición del crecimiento o muerte
celular) que se observan frecuentemente con antibióticos, en particular en el medio
hospitalario, deben ser tratados en forma especial.

Finalmente, mencionemos la tolerancia y la dependencia física que se advierte en


casos de agentes que afectan la función cerebral y mental (los llamados
psicotrópicos) y que pueden asociarse a cuadros de abstinencia potencialmente
peligrosos para el sujeto.

Estos factores capaces de modificar el efecto farmacológico son de índole


farmacocinética o farmacodinámica relativas al sujeto. No debemos olvidar que
las interacciones medicamentosas son otra fuente potencial de cambios de la
respuesta al tratamiento médico. El uso de varios fármacos al mismo tiempo es una
práctica relativamente habitual y en ocasiones esencial para lograr la mejoría del
paciente. El médico debe cerciorarse de que la combinación prescrita no dará lugar
a interacciones indeseables entre los fármacos.
DISTRIBUCIÓN

La distribución de los fármacos puede definirse, entre otras formas, como la llegada
y disposición de un fármaco en los diferentes tejidos del organismo. Es un proceso
muy importante, toda vez que, según su naturaleza, cada tejido puede recibir
cantidades diferentes del fármaco, el cual, además, pasará allí tiempos variables.

A la hora de hablar de la distribución, habrá que tener en cuenta los conceptos sobre
compartimentación del organismo vistos en el apartado de Modelos
farmacocinéticos.

Factores que influyen en la distribución de los medicamentos

EDAD En los bebes no se ha desarrollado del todo su capacidad hepática para


metabolizar sumado a esto su inmadurez renal puede generar riesgo de
intoxicación. Los ancianos tienen disminución de la dotación enzimática en el hígado
más la reducción de la función renal.

SEXO Existen una diferencia entre hombre y mujeres que es la carga hormonal y la
reserva de grasas estas características modifican el metabolismo de los fármacos.

FACTORES GENÉTICOS La biotransformación depende de la dotación genética


de cada individuo.

EMBARAZO Los cambios hormonales y renales pueden modificar el tratamiento


con fármacos y alterar la biotransformación.

ALTERACIONES PATOLÓGICAS Enfermedades como la insuficiencia hepática o


cualquier otra alteran los procesos de metabolización.

DIETA Algunos componentes de los alimentos puede interferir en los procesos.


Ejemplo: La Cafeína produce que se disminuya la metabolización aumentando el
riesgo de intoxicación.

IATROGÉNICO La administración de dos fármacos simultáneamente uno puede


afectar la metabolización del otro como:

 Inductor Metabólico.
 Inhibidor Enzimático.

Volumen de distribución (VD), también conocido como volumen de


distribución aparente (VDA)

Es un término farmacológico usado para cuantificar la distribución de un


medicamento en todo el cuerpo posterior a la administración vía oral o parenteral.
Se define como el volumen teórico necesario para que en todos los órganos o
compartimentos haya una concentración de éste igual a la que hay en el plasma
sanguíneo. Se puede calcular dividiendo la dosis administrada del fármaco entre la
concentración plasmática del mismo.

El volumen de distribución puede verse incrementado en insuficiencia renal (debido


a retención de líquidos) o en insuficiencia hepática (debido a alteraciones en el fluido
corporal o en la unión a proteínas plasmáticas). Por el contrario, puede ser
disminuido por un estado de deshidratación.

El volumen de distribución inicial describe las concentraciones plasmáticas previas


a la obtención del volumen aparente de distribución, y usa la misma fórmula.

Ecuaciones

El volumen de distribución se calcula usando las siguientes ecuaciones:

De esa ecuación se puede también calcular la dosis requerida para alcanzar cierta
concentración plasmática puede ser determinada si se conoce la VD. VD no es en
realidad un volumen real, más bien refleja como un medicamento se distribuirá por
todo el cuerpo dependiendo de ciertas propiedades fisicoquímicas, como
la solubilidad, carga, tamaño, etc.

Las unidades del volumen de distribución típicamente se reporta en


(mililitros o litros)/Kg de peso corporal. El hecho de que VD es una relación de un
volumen teorético sobre una unidad fija de peso corporal explica porque VD para
los niños es típicamente mayor que para los adultos, aun cuando los niños son más
pequeños y pesan menos. A medida que la composición del cuerpo cambia con la
edad, VD disminuye.

La VD también puede ser usada para determinar cuan rápido un medicamento


llegará a los tejidos del cuerpo en relación con la sangre:

Donde:

VP = volumen plasmático
VT = volumen aparente de tejidos
fu = fracción libre (no unida a proteínas) en el plasma
fuT = fracción libre en los tejidos

Biodisponibilidad

Es un concepto farmacocinético que alude a la fracción y la velocidad a la cual la


dosis administrada de un fármaco alcanza su diana terapéutica (canales,
transportadores, receptores, siendo estas macromoléculas proteicas), lo que implica
llegar hasta el tejido sobre el que actúa. Esta cuantificación, necesaria para dar
operatividad al concepto, es prácticamente imposible de hallar en el hombre. Por
ello, se considera equivalente a los niveles alcanzados en la circulación
sistémica del paciente. Así pues, en la práctica, la biodisponibilidad es el porcentaje
de fármaco que aparece en plasma. De esta forma, la concentración plasmática del
fármaco adquiere el valor máximo posible; es decir, la unidad y la biodisponibilidad
se calcula para cada vía por comparación de la misma, mediante la siguiente
fórmula:

En donde B es la biodisponibilidad, ABC el área bajo la curva de la vía problema a


determinar y de la vía intravenosa, y D la dosis administrada en la vía intravenosa y
en la vía problema a determinar.

Esta determinación de la biodisponibilidad, recibe el nombre de biodisponibilidad


absoluta. Sin embargo, hay fármacos que no permiten la comparación con una
dosis intravenosa. En estos casos la biodisponibilidad se calcula frente a valores
conocidos que se consideran estándar de otras presentaciones del mismo fármaco
investigado. La fórmula quedaría entonces:

Es lo que se conoce como biodisponibilidad relativa (BR).

Una vez conocida la biodisponibilidad de un fármaco, podremos calcular qué


modificaciones hay que realizar en su posología para alcanzar los niveles
sanguíneos deseados. La biodisponibilidad es pues una razón matemática
individual para cada fármaco que actúa sobre la dosis administrada. Mediante la
fórmula:
De=B.Da
(en donde De es la dosis eficaz, B la biodisponibilidad y Da la dosis administrada)
podemos calcular la cantidad de fármaco en plasma que realmente tiene capacidad
para realizar su efecto.

Así, si tenemos un fármaco cuya biodisponibilidad es de 0,8 (o del 80 %) y se


administra una dosis de 100 mg, la ecuación se resolvería:

De=0,8.100mg=80mg

Bioequivalencia

Es un término utilizado en farmacocinética para evaluar comparativamente la


equivalencia terapéutica in vivo entre dos formulaciones de un medicamento que
contiene el mismo principio activo o fármaco. Para que dos medicamentos sean
bioequivalentes deben ser equivalentes farmacéuticos (igual dosis y forma
farmacéutica) y su biodisponibilidad, en magnitud y velocidad, debe ser similar en
tal grado que sus efectos, en términos de eficacia y seguridad, serán esencialmente
los mismos.

La FDA (Food and Drug Administration) ha definido la bioequivalencia como “la


ausencia de una diferencia significativa en la velocidad y cantidad a la que el
principio activo o la fracción activa en equivalentes farmacéuticos o alternativas
farmacéuticas se hace disponible en el sitio de acción del fármaco cuando es
administrado a la misma dosis molar en condiciones similares y en un estudio
diseñado adecuadamente.

Se define la bioequivalencia como la intercambiabilidad de dos especialidades


farmacéuticas que tienen el mismo principio activo y biodisponibilidad equivalente.
Esta definición nos conduce a la de biodisponibilidad, que hace referencia a la
cantidad de fármaco que llega en forma activa a la circulación sistémica y la
velocidad a la que accede a ésta, es decir, la fracción de medicamento capaz de
llegar al lugar de acción. Depende de las características fisicoquímicas del principio
activo, de los excipientes, del proceso de fabricación y de la conservación de la
forma farmacéutica, y también de las características intrínsecas al individuo, como
la motilidad intestinal o el pH gástrico.

Cualquier modificación en alguno de estos factores puede alterar tanto la cantidad


total de principio activo absorbido como la velocidad a la que se absorbe. Si el
fármaco se absorbe en mayor cantidad o más rápidamente puede alcanzar niveles
tóxicos. Y si el grado de absorción es menor o más lento puede no alcanzar
respuesta terapéutica.

Por ello en el desarrollo de una especialidad farmacéutica genérica, a pesar de que


se trata del mismo principio activo, la misma dosis y la misma forma farmacéutica,
dichos factores pueden determinar una biodisponibilidad distinta a la del producto
de referencia. La consecuencia inmediata sería que la sustitución del producto de
referencia (de marca) por el genérico podría alterar la eficacia y/o seguridad del
fármaco.

En consecuencia, dos especialidades farmacéuticas presentan una


biodisponibilidad equivalente si tanto la concentración del fármaco activo como la
velocidad a la que accede a la circulación sistémica se encuentran dentro de un
intervalo considerado equivalente, cuando se administran a las mismas dosis y bajo
las misma condiciones experimentales. Estos límites se especifican en cada
expediente de registro.

Está claro que los términos de bioequivalencia y biodisponibilidad no son sinónimos.


La bioequivalencia implica la igualdad de efectos biológicos de dos medicamentos,
hasta el punto de poder ser intercambiados sin modificación significativa de sus
efectos (terapéuticos y adversos). La bioequivalencia debe demostrarse mediante
los correspondientes ensayos clínicos. Y por biodisponibilidad se entiende la
cantidad de principio activo y la velocidad con la que pasa de la forma farmacéutica
en la que está formulado a la circulación sanguínea general.

Vida media del medicamento

Se refiere, como su nombre indica, al tiempo que un medicamento se mantiene


activo; en concreto: al tiempo que tarda en ver reducida a la mitad la cantidad que
se ha tomado. Esto es importante, porque al médico y al enfermo les interesa que
una medicina este´ durante largo tiempo en circulación, pues así actuara´ sobre la
enfermedad y no será necesario administrarla muy a menudo. Pero también interesa
que se elimine, porque los medicamentos no sólo tienen efectos beneficiosos, sino
que también pueden dañar algunas partes del cuerpo, de modo que, si la
eliminación es muy lenta, sus efectos negativos también tardarán mucho en
desaparecer.

La velocidad en la que un fármaco se metaboliza en el hígado pasando a productos


fácilmente eliminables por la orina y que no tienen acción terapéutica, es lo que se
llama vida media, que se expresa en horas, la vida media es el tiempo en el que la
concentración máxima obtenida con la dosis administrada del fármaco se ha
reducido a la mitad. Este parámetro es útil para determinar los intervalos de
dosificación del medicamento. La vida media también es importante para
determinar el tiempo necesario para llegar al estado estable o de equilibrio (meseta)
en las concentraciones plasmáticas después de iniciar un régimen de dosificación,
puesto que para llegar al estado estable se requieren cuatro o cinco vidas medias.
También permite determinar el tiempo necesario para que el fármaco se elimine del
organismo después de un esquema de dosis múltiples. De la vida media y de los
niveles en la meseta, condicionará el que se pueda tomar una vez al día, dos veces
al día (cada 12 horas) o tres vedes al día (cada 8 horas).
BIOTRANSFORMACIÓN Y EXCRECIÓN

Cuando un paciente recibe un medicamento sea por la vía oral o parenteral, este
fármaco un pasa proceso de absorción, seguido de un proceso de distribución, y
finalmente llega un momento en que el organismo debe ponerle fin al efecto de este
fármaco, para eso el organismo regula un mecanismo de BIOTRANSFORMACIÓN,
también llamado METABOLISMO DE LOS FÁRMACOS.

También el organismo puede recurrir a procesos de excreción, pues hay


medicamentos que no necesitan biotransformarse, los llamados fármacos
hidrosolubles, los cuales el riñón puede excretar sin someterlos a procesos
de Biotransformación.

Entonces cuando un fármaco es hidrosuble o cuando es muy polar simplemente el


riñón lo elimina sin ninguna dificultad. En cambio los fármacos que son liposolubles
no pueden ser eliminados del organismo con facilidad, por algo muy simple, porque
en el riñón existe la reabsorción tubular, la que es muy marcada para los fármacos
liposolubles.

Entonces, ¿Qué hace nuestro organismo cuando se ve expuesta a estos fármacos?


Pues estos cuando llegan al riñón se absorben y siguen circulando. ¿Qué hace el
organismo para eliminarlos? Muy simple los somete a una SERIE DE
REACCIONES QUÍMICAS que en conjunto constituyen la BIOTRANSFORMACIÓN
o metabolismo de los fármacos, luego estos metabolitos (producto de la
Biotransformación), o la gran mayoría de estos pueden ser eliminados sin dificultad
por el riñón.

La Biotransformación de los fármacos se desarrolla principalmente en el HÍGADO,


porque el hígado posee los sistemas enzimáticos necesarios para poder transformar
químicamente estos compuestos. Pero en menor medida también existe
Biotransformación en otros sitios, como por ejemplo el tracto gastrointestinal, en el
plasma, en el pulmón, cerebro, corazón, en la PLACENTA (importante para la
profesión, porque representa la posibilidad de que un fármaco pase de la madre al
hijo)

Metabolismo y transformación de los medicamentos

El sitio principal del metabolismo de los fármacos es el hígado. Aunque los fármacos
suelen inactivarse al ser metabolizados, los metabolitos de algunos de ellos
presentan actividad farmacológica, a veces incluso mayor que la de su precursor.
Una sustancia inactiva o débilmente activa que da lugar a un metabolito activo se
denomina profármaco, en especial cuando ha sido diseñada para dirigir más
eficazmente la forma activa a su destino.

Los fármacos pueden ser metabolizados por oxidación, reducción, hidrólisis,


hidratación, conjugación, condensación o isomerización; sea cual fuere la vía
elegida, el objetivo es facilitar su excreción. Existen enzimas metabólicas en muchos
tejidos, pero son especialmente abundantes en el hígado. La velocidad del
metabolismo de los fármacos no es igual en todos los individuos. En algunos, el
metabolismo puede ser tan rápido como para impedir que se alcancen
concentraciones sanguíneas y tisulares terapéuticamente eficaces; en otros puede
ser muy lento, con lo cual dosis normales pueden provocar efectos tóxicos. La
velocidad del metabolismo de los fármacos en los distintos individuos depende de
factores genéticos, enfermedades concomitantes (especialmente las enfermedades
hepáticas crónicas y la insuficiencia cardíaca avanzada) e interacciones
farmacológicas (sobre todo las que implican inducción o inhibición del metabolismo).

En muchos casos, el metabolismo de los fármacos comprende dos fases. En las


reacciones de fase I se forma, modifica o elimina (oxidación, reducción o hidrólisis)
un grupo funcional; estas reacciones no son de carácter sintético. Las reacciones
de fase II consisten en la conjugación con sustancias endógenas (p. ej., ácido
glucurónico, sulfato, glicina); estas reacciones son de carácter sintético. Los
metabolitos que se forman en las reacciones sintéticas son más polares y por lo
tanto más fáciles de excretar por vía renal (en la orina) o hepática (en la bilis) que
los que lo hacen en las reacciones no sintéticas. Algunos fármacos sólo
experimentan reacciones de fase I o de fase II; por lo tanto, la numeración de las
fases es una clasificación funcional, no secuencial.

Frecuencia

La velocidad del metabolismo de casi todos los fármacos a través de cualquier vía
tiene un límite máximo (limitación de la capacidad). Sin embargo, a las
concentraciones terapéuticas de la mayoría de los fármacos, sólo se encuentra
ocupada una pequeña fracción de los sitios metabólicos enzimáticos, por lo que la
velocidad del metabolismo aumenta al hacerlo la concentración del fármaco. En esta
situación, se dice que nos encontramos ante una eliminación (o cinética) de primer
orden, y en ella la velocidad del metabolismo del fármaco es una fracción constante
de éste que permanece en el organismo (es decir, el fármaco presenta una semivida
específica).

Transformación de una sustancia inactiva (profármaco) en otra con actividad


farmacológica. Transformación de un medicamento activo en otra molécula
(metabolito activo) que también posee propiedades farmacológicas.
Transformación de un medicamento activo en otra molécula inactiva. Inactivación
de una sustancia tóxica.

Factores que alteran la biotransformación de los medicamentos

Los estudios de biotransformación han demostrado la existencia de gran número de


factores que afectan el destino metabólico de un fármaco o tóxico. De todos los que
se muestran destacan los siguientes:
 Polimorfismos genéticos. Hoy día se sabe que existen polimorfismos
genéticos en la expresión de los enzimas encargados de metabolizar los
tóxicos de los sistemas tanto de oxidación (fase I) como de conjugación (fase
II). Precisamente en ello radica la diferente farmacocinética de muchos
tóxicos y medicamentos, que da lugar a reacciones adversas en un
importante número de personas. Además, hay estudios que asocian estos
polimorfismos enzimáticos con enfermedades derivadas de la exposición a
sustancias químicas ambientales.

 Influencias ambientales. Especialmente la inducción o inhibición enzimáticas.


En el caso de la inducción enzimática, se han identificado dos tipos
principales de inductores de CYP450 que son los hidrocarburos aromáticos
policíclicos y los agentes tipo fenobarbital. También existen otros inductores
de enzimas individuales (p.ej., etanol, rifampicina, dexametasona, clofibrato).
En cuanto a la inhibición enzimática, en el ser humano se puede producir la
inhibición de las enzimas y CYP450 por determinadas sustancias
(cimetidina), con lo que se altera gravemente el proceso de
biotransformación.

 Factores fisiopatológicos. Entre ellos hay que destacar la edad, el sexo,


embarazo, estado nutricional, existencia de determinadas enfermedades,
especialmente hepatopatías, etc.

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