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ESTUDIO JURIDICO DOCTRINARIO.

LA OBLIGACION ALIMENTICIA.
Los alimentos constituyen una forma especial de la asistencia. Todo ser que nace, tiene
derecho a la vida; la humanidad y el orden público, representados por el Estado, están
interesados en proveer al nacido en todas sus necesidades, sean físicas, intelectuales y
morales, ya que el hombre por sí solo, y singularmente en muchas situaciones, es
imposible que se baste así mismo para cumplir el destino humano. Pero si el derecho a la
asistencia, en el que está comprendido el de alimentos, es indiscutible, la ley no regula
igual e indistintamente este deber, porque de otro modo se fomentaría el vicio y la
holgazanería, por lo cual, al imponer esta obligación de dar alimentos, debe tener en
cuenta las circunstancias y los casos. Y cuál es o puede ser el fundamente de la obligación
alimenticia? El fundamento de esta obligación está en el derecho a la vida que tienen las
personas, del que es emanación la asistencia, como conjunto de prestaciones a que el
hombre tiene derecho, que se traduce en el deber de alimentos, y que no se concreta en
la sustentación del cuerpo, sino que se extiende al cultivo y educación del espíritu, puesto
que el hombre es un ser racional. Esto explica, que la institución alimenticia sea en
realidad de orden e interés público, y por eso el Estado se encuentra obligado muchas
veces a prestar alimentos.

CARACTERÍSTICAS DE LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA.

1. Reciprocidad: El que los da, tiene derecho a su vez a pedirlos. Artículo 283 del
Código Civil.
2. Personalista: Depende exclusivamente de las circunstancias individuales del
acreedor y deudor alimentado. Articulo 279 Código Civil.
3. Intransferibles: La obligación alimenticia no pasa a los herederos, ya que con la
muerte desaparece el vínculo de la familia que justifica la obligación, artículo 279,
287 Código Civil.
4. Inembargables: Dicha prestación no puede ser embargada, ya que la justicia no
priva a nadie de lo indispensable para vivir.
5. No son compensables: Con lo que el alimentista debe al que ha de prestarlo, sin
embargo si se podrá hacer con las atrasadas.
6. Irrenunciables: Ya que una vez establecidos, el alimentista que tiene derecho a
percibirlos no puede renunciarlos.

Según Valverde: Las características del derecho de alimentos son las siguientes: es
un derecho reciproco (Toda persona tiene respecto a otra derecho a ser
alimentada, tiene del debe obligación de proporcionarlos, si es necesario); es
personal, (se confiere a la persona como persona; comienza en ella y termina con
ella); y, como consecuencia de esta característica, es intransmisible y no admite
embargo no pignoración.
Según Rojina Villegas: Las características son las siguientes: 1° Es una obligación
reciproca; 2° Es personalísima; 3° Es intransferible; 4° Es inembargable el derecho
correlativo; 5°. Es imprescriptible; 6° Es intransigible; 7° Es proporcional; 8°. Es divisible; 9°.
Crea un derecho preferente; 10°. No es compensable ni renunciable; 11°. No se extingue
por el hecho de que la prestación sea satisfecha.

PERSONAS OBLIGADAS RECÍPROCAMENTE A PRESTARSE ALIMENTOS:

Dispone el Código Civil, como principio general, que están obligados recíprocamente a
darse alimentos, los cónyuges, los ascendientes, descendientes y hermanos. (Art. 283 del
Código Civil). Dicho artículo preceptúa, además, que cuando el padre, que por
circunstancias personales y pecuniarias, no estuviere en posibilidades de proporcionar
alimentos a sus hijos; y la madre tampoco pudiere hacerlo, tal obligación corresponde a
los abuelos paternos de los alimentistas, por todo el tiempo que dura la imposibilidad del
padre de éstos.

CESACIÓN DE LA OBLIGACION ALIMENTICIA.

Según el Código Civil en el artículo 289 cesa la obligación de dar alimentos por: muerte del
alimentista; cuando aquel que los proporciona se ve en la imposibilidad de continuar
prestándolos, o cuando termina la necesidad del que los recibía; en caso de injuria, falta o
daño grave inferidos por el alimentista, mientras subsistan estas causas y si os hijos
menores se casaren sin el consentimiento de los padres.

EJECUTADO:
Deudor moroso a quien se embargan los bienes, para venderlos y hacer pago con su
producto al acreedor o acreedores en la etapa final de un juicio ejecutivo.

EJECUTANTE:
El que ejecuta o realiza algo, con sentido más genérico que ejecutor. Acreedor que
promueve y lleva sus últimas consecuencias pecuniarias un juicio ejecutivo contra un
deudor moroso, y así ejecutado.

EJECUTOR:
Quien ejecuta o lleva efecto algo. Auxiliar de justicia que cumple diligencias como las de
embargo o desahucios.
EJECUCION:

Ultima parte del procedimiento judicial, que tiene como finalidad dar cumplimiento a la sentencia
definitiva del juez o tribunal competente. Exigencia de determinada deuda mediante el
procedimiento ejecutivo, de tramitación más rápida que el juicio ordinario.

EJECUCIÓN DE SENTENCIA:

La sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada tiene carácter de título ejecutivo; por ello, quien
en virtud de aquella resulta deudor y no cumple la prestación debida, estará sujeto a la ejecución
forzosa, que dará cumplimiento a lo ordenado en el fallo.

JUICIO EJECUTIVO:

Por la índole de la acción, en primer término y opuesto al juicio declarativo, aquel que, sin dilucidar
el fondo del asunto, se pretende la efectividad de un título con fuerza ejecutoria. Más
genéricamente, la ejecución forzosa de la condena en un juicio ordinario.

EJECUCIÓN EN LA VIA DE APREMIO.

CONCEPTO:

La Vía de apremio procede cuando se pide la ejecución con apoyo en esa clase de títulos, siempre
que traigan aparejada la obligación de pagar cantidad de dinero líquida y exigible (artículos 294.
Código Procesal Civil y Mercantil). Entre los títulos que permiten la promoción de esta ejecución
forzosa están: 1) Sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada; y 7) Convenio celebrado en juicio.

Los antecedentes de esta regulación lo encontramos en el Proyecto de Código de Procedimiento


Civil de Eduardo J Couture (Artículo 416 y sgs). Ahora, bien, aun cuando se trata de una ejecución
forzosa que responde al carácter de tal, sin embargo, dentro de límites muy estrictos, se permite la
interposición de excepciones. En el caso de la ejecución de sentencias solo se admiten excepciones
nacidas con posterioridad a la sentencia o al laudo cuya ejecución se pida (artículo 295), lo cual es
lógico, puesto que, tanto la sentencia como el laudo se encuentran firmes. En las ejecuciones
basadas en los demás títulos, sólo se admiten las excepciones que destruyan la eficacia del título y
se fundamenten en prueba documental (Artículo 296, párrafo 2°) O sea que no se elimina del todo
la posibilidad de una abreviada fase de cognición, pero por la limitación de ese conocimiento, no
se afecta la naturaleza realmente ejecutiva de esta vía.

TITULOS EJECUTIVOS:

1. SENTENCIA PASADA EN AUTORIDAD DE COSA JUZGADA.

Es la sentencia firme, que no admite ningún recurso. Guasp dice que para que un juez actúe
ejecutivamente es normalmente necesario que se haya resuelto en un procesión de cognición de
un modo que fundamente las manifestanciones ejecutivas ulteriores. La sentencia es pues, el título
primordial de ejecución, pero como fácilmente se comprende, no toda clase de sentencias, sino
sólo las sentencias de condena, puesto que las sentencias declarativas y las sentencias
constitutivas no exigen ni permite directamente una conducta física del Juez dirigida a poner de
acuerdo el mandato de las mismas con la realidad física sobre la que la ejecución actúa. Por lo
tanto, la sentencia de condena es el primero de los títulos de ejecución, en cualquiera de las
especies que el derecho positivo reconoce de ellas; en particular, no sólo la sentencia de condena
ordinaria, sino la sentencia de condena dictada en el juicio ejecutivo, que se conoce con el nombre
de sentencia de remate.

2. CONVENIO CELEBRADO EN JUICIO.

A este título ejecutivo se refiere, como antes dijimos, el inciso 7°. Del artículo 294 del Código
Procesal. A primera vista pareciera que es innecesario por estar comprendido en el anterior
(Transacción celebrada en escritura pública). Sin embargo, no es así. Ciertamente que un convenio
puede contener una transacción, como ocurriría en el caso en que las partes se hicieran
concesiones recíprocas, para decidir de común acuerdo algún punto dudoso o litigioso (artículo
2151 del Código Civil). Pero bien pudiera ocurrir que no se diera tal supuesto, en cuyo caso es
difícil perfilar la figura contractual de la transacción. Hay conciliaciones, por ejemplo, que se
refieren a materias que no son dudas y en que puede no haber concesiones recíprocas.

FASES DEL PROCESO DE EJECUCIÓN EN LA VIA DE APREMIO.

DEMANDA

MANDAMIENTO DE EJECUCIÓN Y EMBARGO Designación de


Bienes

Medidas Precautorias Ampliación y reducción del embargo y sustitución de


bienes embargados.

Efectos del Embargo.

OPOSICIÓN.

TRÁMITE DE LA OPOSICIÓN, RESOLUCIÓN Y RECURSOS.

TASACIÓN Y REMATE.

PROCESO DE EJECUCION EN LA VIA DE APREMIO:

a) DEMANDA:

Para plantear una demanda ejecutiva en la vía de apremio, en la práctica, se acude al mismo
esquema que se emplea para las demandas de cualquier otro tipo, verbigracia las que
corresponden al juicio ordinario. Sabemos que la demanda está sujeta a requisitos que atañen al
contenido y a la forma. Por ello los litigantes se apegan a lo preceptuado en los artículos 61 y 106
del Código Procesal Civil y Mercantil. Ahora bien hablando con todo rigor, lo relativo al
ofrecimiento de la prueba no puede considerarse necesario, ya que no se trata de un proceso de
cognición. Basta con acompañar el título ejecutivo en que se funde la pretensión ejecutiva. Sin
embargo en la práctica se ofrece prueba, al menos, la esencial, previendo la posible oposición del
ejecutado.

Conforme al artículo 294 del CPCyM, procede la ejecución en la vía de apremio cuando se pida con
base en los títulos que se puntualizan en dicha norma y siempre que traigan aparejada la
obligación de pagar cantidad de dinero, líquida y exigible. Se refiere esta norma a ejecuciones de
obligaciones dinerarias y se establece como condición que la obligación sea líquida, es decir, que
no esté sujeta a liquidación previa, y además, que sea exigible, o lo que es lo mismo, sea de plazo
vencido, o bien si se trata de una obligación condicional, que se haya cumplido o realizado la
condición.

b) MANDAMIENTO DE EJECUCION Y EMBARGO:

Según nuestro CPCyM, promovida la vía de apremio, el juez calificará el título en que se funde, y si
lo considera suficiente, despachará mandamiento de ejecución, ordenando el requerimiento del
obligado y el embargo de bienes, en su caso. Únicamente se exceptúa del requerimiento y del
embargo, la obligación que estuviere garantizada con prenda o hipoteca, porque en estos casos
sólo se notifica la ejecución y se señala de una vez día y hora para el remate de los bienes dados en
garantía.

Como se ve, de acuerdo a nuestra tradición jurídica procesal, el CPCyM identifica el título con la
obligación. Por eso no puede tramitarse un proceso ejecutivo sin que se acompañe el respectivo
título. La obligación debe estar preconstituidas en forma documental.

El requerimiento de pago y el embargo, en su caso, se hacen, desde luego sin notificación previa al
deudor (inaudita parte), pues son medidas cautelares, de tal modo que el plazo para oponerse,
comienza a partir de la fecha del requerimiento judicial.

Para llevar a cabo el requerimiento y el embargo, el Juez puede designar un Notario, si lo pide el
ejecutante. Es esta una de las formas en que nuestra legislación ha ampliado la función del campo
notarial. En la práctica resulta útil, sobre todo en aquellos casos urgentes, en que los tribunales no
pueden actuar con prontitud por recargo de trabajo. También puede el Juez, y es lo usual, nombrar
un ejecutor, que es uno de los empleados del Tribunal (corrientemente el notificador de la causa),
para hacer el requerimiento y el embargo, o el secuestro en su caso. El ejecutor requerirá de pago
al deudor, lo que hará constar por razón puesta a continuación del mandamiento. Si no se hiciere el
pago en el acto, procederá a practicar el embargo.

Puede ocurrir que por algunas circunstancias el deudor no se encontrare o no se supiere su


paradero. En este último caso se permite que el requerimiento y el embargo se hagan por medio
del Diario Oficial. El artículo 299 dispone: “Ausencia del deudor. Despachado el mandamiento de
ejecución, si el deudor no fuere habido, se harán el requerimiento y embargo por cédula,
aplicándose las normas relativas a notificaciones.

1. Designación de Bienes: El acreedor tiene derecho a designar los bienes en que haya de
practicarse el embargo, pero el ejecutor no embargará sino aquellos que, a su juicio, sean
suficientes para cubrir la suma por la que se decreto el embargo más un diez por ciento para la
liquidación de costas.

2. Medidas Precautorias: Son varias las que se presentan en esta fase. En primer lugar, debe
nombrarse a alguien para que desempeñe el cargo de depositario. A esta situación se refiere el
artículo 305 del CPCyM: “El ejecutor nombrará depositario de los bienes embargados a la persona
que designe el acreedor, detallando los bienes lo más exactamente posible, a reserva de practicar
inventario formal, si fuere procedente. Sólo a falta de otra persona de arraigo, podrá nombrarse al
acreedor depositario de los bienes embargados.

3. Ampliación y reducción del embargo y sustitución de bienes embargados: Estas tres situaciones
las distingue el CPCyM claramente. La primera de ella la recoge el artículo 309 en el sentido de
facultar al acreedor para que pida la ampliación del embargo, cuando los bienes embargados
fueren insuficientes para cubrir el crédito reclamado y prestaciones accesorias, o cuando sobre
dichos bienes se deduzca tercería. La ampliación del embargo se decretará a juicio del juez, sin
audiencia del deudor.

A la reducción del embargo se refiere el artículo 310 del CPCyM “A instancia del deudor, o aun de
oficio, cuando el valor de los bienes embargados fuere superior al importe de los créditos y de las
costas, el juez oyendo por dos días a las partes, podrá disponer la reducción del embargo, sin que
esto obstaculice el curso de la ejecución”

La sustitución de bienes embargados está contemplada en el artículo 311 del CPCyM “Cuando el
embargo resultare gravoso para el ejecutado, podrá esté, antes de que se ordene la venta en
pública subasta, pedir la sustitución del embargo en bienes distintos que fueren suficientes para
cubrir el monto de capital, intereses y costas. Esta petición se tramitará en forma de incidente y en
cuerda separada, sin que se interrumpa el curso de la ejecución”.

c) OPOSICION:

Cuando se promueve la ejecución en la vía de apremio, el juez califica el título y si lo considera


suficiente, despacha mandamiento de ejecución y ordena el requerimiento del obligado y el
embargo de bienes. Este requerimiento y embargo no es necesario cuando se trata de obligaciones
garantizadas con prenda o hipoteca. En la práctica los tribunales conceden audiencia al ejecutado
por tres días, que es el plazo dentro del cual el ejecutado puede hacer valer las limitadas
excepciones que el código le permite interponer. Aquí el juez aplica la disposición del artículo 111
del CPCyM, que no se refiere al proceso de ejecución, sino al juicio ordinario, pero que recoge la
obligación del juez de emplazar al demandado si la demanda llena los requisitos de ley. En realidad
basta con notificar la ejecución, ya que no se trata de un proceso cognoscitivo. Lo contrario sucede
en el juicio ejecutivo que en su primera fase si tiene la naturaleza de un proceso abreviado de
cognición.

La oposición del demandado sólo puede hacerse mediante la interposición de excepciones que
destruyan la eficacia del título y se fundamenten en prueba documental, siempre que se
interpongan dentro de tercero día de ser requerido o notificado el deudor.[35] De esta manera el
código limita severamente la actitud del ejecutado. Se trata de evitar la oposición desleal y de mala
fe que únicamente entorpecería el proceso ejecutivo.

Para la interposición de las excepciones hay que tener presente que los títulos ejecutivos
puntualizados en el artículo 294 pierden su fuerza ejecutiva a los cinco años, si la obligación es
simple; y a los diez años si hubiere prenda o hipoteca. En ambos casos, el término se cuenta desde
el vencimiento del plazo o desde que se cumpla la condición.[36]

d) TRAMITE DE LA OPOSICION, RESOLUCIÓN Y RECURSOS:

Las excepciones que se hagan valer se tramitan por el procedimiento de los incidentes, o sea el
regulado en los artículos 146 y 156 de la Ley del Organismo Judicial, que en resumen es el
siguiente: “Audiencia a la otra parte por dos días, si se refiere a cuestiones de hecho y cualquiera
de las partes pidiera que se abra a prueba o el juez lo considerare necesario, se señalará para el
efecto el término de diez días. El juez resuelve sin más trámite dentro de los tres días siguientes. La
resolución que se dicta tiene la forma de un auto, pero produce los efectos de una sentencia
(Artículos 157 y 177 de la LOJ).

e) TASACION Y REMATE:
Dispone el CPCyM que practicado el embargo, se procederá a la tasación de los bienes
embargados, lo que puede hacerse por expertos nombrados por el juez, quién puede designar a
uno solo, si fuere posible, o varios si hubiere que valuarse bienes de distinta clase o en diferentes
lugares. (Artículo 312 párrafo 1o.) Generalmente esta tasación no se lleva a cabo, porque si se trata
de títulos ejecutivos contractuales, las partes han convenido de antemano en el precio que ha de
servir de base para el remate, lo cual lo permite el párrafo segundo del citado artículo 312, así
como si se trataré de bienes inmuebles, podrá servir de base a elección del actor, el monto de la
deuda o el valor fijado en la matrícula fiscal para el pago del impuesto territorial.

Entonces la tasación cuando se practica, no tiene más objeto que fijar la base por la cual saldrán
los bienes a subasta pública. Una vez que se ha llevado a cabo la diligencia de avalúo, en caso de
que la tasación se haya omitido por las razones que se han expresado, procede que el Juez ordene
la venta de los bienes embargados, anunciándose tres veces, por lo menos, en el Diario Oficial y
en otro de los de mayor circulación. Además se anunciará la venta por edictos fijados en los
estrados del Tribunal y, si fuere el caso, en el Juzgado Menor de la población a que corresponda el
bien que se subasta, durante un término no menor de quince días. El término para el remate es de
quince días por lo menos y no puede ser mayor de treinta días.

Estos avisos deben contener una descripción detallada del bien o bienes que deban venderse, de
su extensión, linderos y cultivos; el departamento y municipio donde estén situados, los
gravámenes que tenga; los datos de sus inscripciones en el Registro de la Propiedad, el nombre y
dirección de la finca; el nombre del ejecutante, el precio base del remate; el día y hora señalados
para el mismo, la nómina de los acreedores hipotecarios y prendarios si los hubiere, el monto de
sus créditos y el juez ante quien se debe practicar el remate. Se omitirá el nombre del ejecutado.

El mecanismo de la subasta conforme el procedimiento que fija el artículo 315 del CPCyM sigue el
desarrollo tipificado por la oposición o puga entre los aspirantes (pujas), determinadas por sus
ofertas hasta que el juez declare fincado el remate en el mejor postor. Así lo dice el párrafo
primero de este artículo “El día y hora señalados, el pregonero del Juzgado anunciará el remate y
las posturas que se vayan haciendo, de las cuales el secretario tomará nota. Cuando ya no hubiere
mas posturas, el juez las examinará y cerrará el remate declarándolo fincado en el mejor postor y
lo hará saber por el pregonero. De todo esto se levantará acta que firmarán el juez, el secretario y
el rematario y los interesados que estén presentes y sus abogados”.

Exige este mismo artículo, en el párrafo segundo, una medida de cautela para quienes deseen
hacer posturas. En efecto, según esta disposición sólo se admitirán postores que en el acto de la
subasta depositen el diez por ciento del valor de sus ofertas, salvo que el ejecutante los releve de
esta obligación. Si fueren varios los bienes que se rematan, serán admisibles las posturas que por
cada uno de ellos se hagan, separadamente.

Además en el artículo 315 también dispone, en sus últimos dos párrafos, que fincado el remate en
el mejor postor, se devolverán a los demás los depósitos que hubieren hecho; y que el postor y el
ejecutante pueden convenir, en el acto del remate, las condiciones relativas a la forma de pago.

Establece el código que el subastador está obligado a cumplir las condiciones a que se obligo en el
remate, y si no lo hiciere, perderá a favor del ejecutante y con abono a la obligación por la que se
ejecuta, el depósito que hubiere hecho para garantizar su postura y quedará, además, responsable
de los daños y perjuicios que causare.

A fin de que el subastador pueda cumplir con su obligación es necesario que se proceda a la
liquidación de la deuda. El artículo 319 establece: “Practicado el remate, se hará liquidación de la
deuda con sus intereses y regulación de costas causadas al ejecutante, y el juez liberará orden a
cargo del subastador, conforme a los términos del remate. Los gastos judiciales y de depósito,
administración e intervención, y los demás que origine el procedimiento ejecutivo, serán a cargo
del deudor y se pagarán de preferencia con el precio del remate, siempre que hayan sido
necesarios o se hubieren hecho con autorización judicial”.

Contemplad esta fase de liquidación del adeudo, en el auto que la apruebe, el juez señala al
subastador un término no mayor de ocho días, para que deposite en la Tesorería de Fondos de
Justicia el saldo que corresponda. Si el subastador no cumpliere, perderá a favor del ejecutante y
con abono a la obligación que se ejecuta, el depósito que hubiere hecho para garantizar su postura
y quedará, como se dijo, responsable de los daños y perjuicios. El juez entonces señalará nuevo día
y hora para el remate.

Si el procedimiento de la subasta se ha desarrollado conforme a los puntos que se han expresado,


puede ocurrir, o bien que la venta judicial se lleve a cabo con cualquiera de los postores o
subastadores como les llama el CPCyM; o que los bienes se adjudiquen al ejecutante. En esas
situaciones, si se llegara a otorgar la escritura traslativa de dominio, en el primer caso el acto será
de compraventa judicial; y en el segundo, de adjudicación judicial en pago. Consecuentemente, el
adquiriente será llamado rematario o adjudicatario, respectivamente.

f) ESCRITURACIÓN Y ENTREGA DE BIENES:

El artículo 324 del CPCyM establece que una vez cumplidos los requisitos correspondientes al
remate, el juez señala al ejecutado el término de tres días para que otorgue la escritura traslativa
de dominio. En caso de incumplimiento del deudor, el órgano jurisdiccional, en su rebeldía, la
otorga de oficio. El juez nombra para ese efecto al Notario que el interesado designe y a costa de
éste. La escritura tiene que llenar las formalidades de todo instrumento público notarial, pero es
obligatorio transcribir el acta de remate y el auto que aprueba la liquidación.

De esta manera llegamos al final del proceso ejecutivo, ya que sólo resta la entrega de bienes, a
quien los haya adquirido, ya sea por remate o por vía de adjudicación en pago del adeudo. A esta
fase final se refiere el artículo 326 que dice: “Otorgada la escritura, el juez mandará dar posesión
de los bienes al rematante o adjudicatario. Para el efecto, fijará el ejecutado un término que no
exceda de diez días, bajo apercibimiento de ordenar el lanzamiento o el secuestro, en su caso, a su
costa”.

LEYES APLICABLES:
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA:

Por ser la ley fundamental, todo el ordenamiento jurídico gira alrededor de ella. Artículos
aplicables:

Artículo 1º. Protección a la persona. El estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona
y a la familia; su fin supremo es la realización del bien común.

Artículo 2º. Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la
justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integrad de la persona.

Artículo 3º. Derecho a la vida. El Estado garantiza y protege la vida humana desde su concepción,
así como la integridad y la seguridad de la persona.

Artículo 51. Protección a menores y ancianos. El estado protegerá la salud física, mental y moral
de los menores de edad y de los ancianos. Les garantizará su derecho a la alimentación, salud,
educación y seguridad y previsión social.

Artículo 55. Obligación de proporcionar alimentos. Es punible la negativa a proporcionar alimentos


en la forma que la ley prescribe.

CODIGO CIVIL (DECRETO LEY 106):

Norma ordinaria en donde se establece lo relativo al Juicio Ejecutivo en la Vía de Apremio. En el


capítulo VIII se regula lo concerniente a los alimentos entre parientes.

Artículo 278. Concepto: La denominación de alimentos comprende todo lo que es indispensable


para el sustento, habitación, vestido, asistencia médica y también la educación e instrucción del
alimentista cuando es menor de edad.

Artículo 279. Los alimentos han de ser proporcionados a las circunstancias personales y
pecuniarias de quien los debe y de quien los recibe y serán fijados por el juez, en dinero. Al
obligado se le puede permitir que los alimentos los preste de otra manera cuando, a juicio del juez,
medien razones que lo justifiquen.

Artículo 282. No es renunciable ni transmisible a un tercero, ni embargable, el derecho a los


alimentos. Tampoco pueden compensarse con lo que el alimentista debe al que ha de prestarlos.
Podrán, sin embargo, compensarse, embargarse, renunciarse y enajenarse las pensiones
alimenticias atrasadas.

Artículo 283.- Personas obligadas: Están obligados recíprocamente a darse alimentos, los cónyuges,
los ascendientes, descendientes y hermanos...”

Artículo 287.- La obligación de dar alimentos será exigible desde que los necesitaré la persona que
tenga derecho a percibirlos. El pago se hará por mensualidades anticipadas y cuando fallezca el
alimentista, sus herederos no estarán obligados a devolver lo que éste hubiera recibido
anticipadamente.

CODIGO PROCESAL CIVIL Y MERCANTIL (DECRETO LEY NÚMERO 107):

Esta norma es la que más nos puede guiar en el presente caso, ya que establece los pasos a seguir
para lograr el efectivo cumplimiento de la obligación de prestar alimentar.
Artículo 44. Capacidad Procesal. Tendrán capacidad para litigar las personas que tengan el libre
ejercicio de sus derechos. Las personas que no tengan el libre ejercicio de sus derechos, no podrán
actuar en juicio, sino representadas, asistidas o autorizadas conforme las normas que regulen su
capacidad…”

Artículo 45. Justificación de la Personería. Los representantes deberán justificar su personería en


la primera gestión que realicen, acompañando el título de su representación…”

Artículo 51. Pretensión Procesal. La persona que pretenda hacer efectivo un derecho o que se
declare que le asiste, puede pedirlo ante los jueces en la forma prescrita en este Código. Para
interponer una demanda o contrademanda es necesario tener interés en la misma.

Artículo 61. Escrito Inicial. La primera solicitud que se presente a los Tribunales de Justicia
contendrá lo siguiente:

1º. Designación del juez o Tribunal a que se dirija;

2º. Nombres y apellidos completos del solicitante o de la persona que lo represente, su edad,
estado civil, nacionalidad, profesión u oficio, domicilio e indicación del lugar para recibir
notificaciones;

3º. Relación de hechos a que se refiere la petición;

4º. Fundamento de derecho en que se apoya la solicitud, citando las leyes respectivas;

5º. Nombres, apellidos y residencia de las personas de quienes se reclama un derecho; si se


ignoraré la residencia se hará constar;

6º. La petición, en términos precisos;

7º. Lugar y fecha; y

8º. Firmas del solicitante y del Abogado colegiado que lo patrocina, así como el sello de éste. Si el
solicitante no sabe o no puede firmar, lo hará por él otra persona o el Abogado que lo auxilie.

Artículo 106. Contenido de la demanda. En la demanda se fijarán con claridad y precisión los
hechos en que se funde, las pruebas que van a rendirse, los fundamentos de derecho y la petición.

Artículo 107. Documentos esenciales. El actor deberá acompañar a su demanda los documentos
en que funde su derecho”

Artículo 177. Presentación de documentos. Los documentos que se adjunten a los escritos o
aquellos cuya agregación se solicite a título de prueba, podrán presentarse en su original, en copias
fotográficas, fotostáticas o fotocopias o mediante cualquier otro procedimiento similar…”

Artículo 294. Procedencia de la ejecución en vía de apremio. Procede la ejecución en vía de


apremio cuando se pida en virtud de los siguientes títulos, siempre que traigan aparejada la
obligación de pagar cantidad de dinero, líquida y exigible:

1º. Sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada;

2º. Laudo arbitral no pendiente de recurso de casación;

3º. Créditos hipotecarios;


4º. Bonos o cédulas hipotecarias y sus cupones;

5º. Créditos prendarios;

6º. Transacción celebrada en escritura pública; y

7º. Convenio celebrado en el juicio.

Artículo 297. Mandamiento de ejecución. Promovida la vía de apremio, el juez calificará el título en
que se funde, y si lo considerase suficiente, despachará mandamiento de ejecución, ordenando el
requerimiento del obligado y el embargo de bienes, en su caso…”

Artículo 300. Pago y Consignación. Si el demandado pagare la suma reclamada y las costas
causadas, se hará constar en autos, se entregará al ejecutante la suma satisfecha, y se dará por
terminado el procedimiento…”

LEY DE TRIBUNALES DE FAMILIA:

Artículo 2. Corresponde a la jurisdicción de los Tribunales de Familia los asuntos y controversias


cualquiera que sea la cuantía, relacionados con alimentos.

Artículo 8. En las cuestiones sometidas a la jurisdicción privativa de los tribunales de Familia, rige el
procedimiento del juicio oral que se regula en el Capítulo II del Libro ll del Código Procesal Civil y
Mercantil. En las cuestiones relacionados con el derecho de alimentos, los Tribunales de Familia
emplearan además, el procedimiento regulado en el Capítulo IV del Título ll del Libro ll del Código
Procesal Civil y Mercantil.

BIBLIOGRAFIA:
1. Mario Aguirre Godoy, Derecho Procesal Civil Tomo II Volumen 1º. Guatemala, C.A. 1998.

2. Diccionario Jurídico Elemental de Guillermo Cabanellas de Torres, edición actualizada,


corregida y aumentada por Guillermo Cabanellas de las Cuevas; Editorial Heliasta. Año 2001.

3. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales de Manuel Ossorio, 27ª. Edición


actualizada, corregida y aumentada por Guillermo Cabanellas de las Cuevas; Editorial Heliasta.
Buenos Aires Argentina, año 2000.

4. Código Civil Decreto Número 106.

5. Código Procesal Civil y Mercantil Decreto Número 107.

6. Constitución Política de la República de Guatemala.

7. Ley de Tribunales de Familia.

8. Couture, Fundamentos de Derecho Procesal, 3a. edición, Pág. 738 y 439

9. Guasp, Derecho Procesal Civil, 2a. reimpresión, 3a. edición.

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