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Histopatología de reproductor Masculino y

femenino
SEMESTRE 2018-II

INTEGRANTES:
 Max Junior Hurtado Yause
 María Alejandra Marchand Ramos
 Miriam Isabel Ruiz Llontop
 Karen Manuela Vega Arévalo
 Lorena Estefany Céspedes Chávez

DOCENTE: Dr. Javier Alfaro

HORARIO: 4:15-5:45PM

CURSO: Histología
INTRODUCCIÓN
El sistema reproductor tiene múltiples funciones en los vertebrados, quizás la más
importante es la producción de los gametos, células haploides especializadas en la
transmisión de información genética. Los gametos masculinos se denominan
espermatozoides y los gametos femeninos óvulos. La fusión de ambos o fecundación da
lugar a una célula diploide llamada cigoto, la cual por divisiones mitóticas y
diferenciación celular dará lugar a un organismo completo.
El sistema reproductor es diferente morfológicamente en machos y en hembras. Esta
diferenciación se produce muy pronto durante el desarrollo embrionario y la formación
de un sistema reproductor masculino o femenino condiciona la morfología posterior y
adulta del individuo, mediante el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios como
son desarrollo muscular, estructura ósea, vello, mamas, distribución de la grasa,
comportamiento.
El aparato reproductor masculino está formado por las gónadas masculinas (testículos),
conductos intratesticulares y extratesticulares, glándulas accesorias y el órgano copulador
y es el responsable de la producción de los gametos masculinos y de la síntesis de
hormonas en particular testosterona, las cuales permiten el desarrollo de los
espermatozoides y los caracteres sexuales secundarios.
Este aparato reproductor esta conformado por:
Testículo están conformado por lobullillos con 4-7 túbulos seminíferos, cápsula
albugínea, corte trasnversal del tubo seminífero, epitelio germinal, células de Seroli,
membrana basal, tejido conjuntivo con células intersticiales de leydig y vasos sanguíneos
Epidídimo tiene un epitelio pseudoestratificado con esterocilias, luz con espermatozoides,
tejido conjuntivo y tejido muscular liso.
El conducto deferente tiene un epitelio pseudoestratificado con esterocilias, tejido
conjuntivo, capa muscular longitudinal interna y capa muscular circular externa, capa
adventicia
Aparato reproductor femenino Está formado por los ovarios, trompas, útero, glándulas
accesorias, vagina y genitales externos. Sus funciones son la producción y transporte de
ovocitos, el transporte de espermatozoides, la fecundación y alojar al feto hasta el
nacimiento.
Dentro de las partes importantes del sistema reproductor femenino son:
El ovario esta conformado por el mesotelio, corteza, médula, folículos primordial,
primario y secundario, cuerpo lúteo, cuerpo albicans, antros foliculares, ovocito, células
foliculares, células de la teca. Observar ovocitos en distintos estadios de maduración.
El utero esta conformado por unendometrio con glándulas epiteliales proliferativas y
secretoras, miometrio con distintas capas

OBJETIVOS

1. Reconocer la importancia funcional y estructural del sistema reproductor

femenino.

2. Describir la interacción del sistema reproductor femenino con funciones

hormonales.

3. Conocer las patologías más importantes sobre el sistema reproductor femenino.


4. Reconocer la importancia funcional y estructural del sistema reproductor

masculino.

5. Describir la interacción del sistema reproductor masculino con funciones

hormonales.

6. Relacionar la histofisiologìa del sistema reproductor masculino con las patologías

que se presentan.

SISTEMA REPRODUCTOR FEMENINO


La reproducción, el proceso a través del cual los organismos forman más organismos
similares a ellos, es una de las cosas que diferencia a los seres vivos de las cosas
inanimadas. Pero si bien el aparato reproductor es esencial para mantener viva a una
especie, a diferencia de otros sistemas del cuerpo, no es esencial para mantener vivo a un
individuo.
En el proceso de reproducción humana, participan dos tipos de células sexuales, o
gametos. El gameto masculino, o espermatozoide, y el gameto femenino, u óvulo, se
juntan en el sistema reproductor femenino. Cuando el esperma fertiliza, o se une a un
óvulo, éste recibe el nombre de "cigoto". El cigoto atraviesa un proceso en el que se
convierte en embrión y se desarrolla hasta ser un feto.
Tanto los sistemas reproductivos masculino como femenino son fundamentales para la
reproducción. Los seres humanos, al igual que otros organismos, transmiten algunas de
sus propias características a la siguiente generación a través de sus genes, los portadores
especiales de los rasgos humanos.
Los genes que los padres transmiten son los que hacen que esos niños se parezcan a otras
personas de la familia, pero también que cada niño sea único. Estos genes provienen del
espermatozoide masculino y del óvulo femenino.

La

mayoría de las especies tienen dos sexos: masculino y femenino. Cada sexo cuenta con
su propio aparato reproductor. La estructura y la forma son diferentes, pero ambos están
diseñados específicamente para producir, nutrir y transportar el óvulo (o huevo) o el
espermatozoide.
A diferencia del varón, las mujeres tienen un aparato reproductor ubicado totalmente
dentro de la pelvis. La parte externa de los órganos reproductores femeninos se denomina
vulva, que significa "cubierta". La vulva, que está ubicada entre las piernas, cubre la
abertura que conduce a la vagina y a otros órganos reproductores ubicados dentro del
cuerpo.
La zona carnosa ubicada justo por encima de la parte superior de la abertura vaginal recibe
el nombre de monte de Venus. La abertura vaginal está rodeada por dos pares de pliegues
de piel llamados "labios". El clítoris, un pequeño órgano sensitivo, está ubicado hacia la
parte delantera de la vulva, donde se unen los pliegues de los labios. Entre los labios, hay
aberturas hacia la uretra (el canal que transporta la orina desde la vejiga hacia la parte
externa del cuerpo) y la vagina. Una vez que una niña alcanza la madurez sexual, los
labios externos y el monte de Venus se cubren con vello púbico.
Funciones del sistema reproductor femenino
El aparato reproductor femenino permite que una mujer:
 Produzca óvulos
 Tenga relaciones sexuales
 Proteja y nutra al óvulo fertilizado hasta que se desarrolle completamente
 Dé a luz

La reproducción sexual no sería posible sin los órganos sexuales denominados "gónadas".
Si bien la mayoría de la gente considera que las gónadas son los testículos del hombre,
ambos sexos tienen gónadas. En la mujer, las gónadas son los ovarios. Las gónadas
femeninas producen gametos femeninos (óvulos); las gónadas masculinas producen
gametos masculinos (espermatozoides). Una vez que un óvulo es fertilizado por el
espermatozoide, recibe el nombre de "cigoto".
Cuando una mujer nace, sus ovarios contienen cientos de miles de óvulos, que
permanecen inactivos hasta que comienza la pubertad. En la pubertad, la glándula
pituitaria, ubicada en la parte central del cerebro, comienza a fabricar hormonas que
estimulan a los ovarios para producir hormonas sexuales femeninas, incluido el
estrógeno. La secreción de estas hormonas hace que una niña se desarrolle y se transforme
en una mujer madura.
Hacia el final de la pubertad, las niñas comienzan a liberar óvulos como parte de un
período mensual denominado "ciclo menstrual". Aproximadamente una vez al mes,
durante la ovulación, un ovario envía un diminuto óvulo hacia una de las trompas de
Falopio. A menos que el óvulo sea fertilizado por un espermatozoide mientras se
encuentra en la trompa de Falopio, se secará y abandonará el cuerpo aproximadamente
dos semanas más tarde a través del útero. Esto es lo que se denomina "menstruación". La
sangre y los tejidos del recubrimiento interno del útero se combinan para conformar el
flujo menstrual, que en la mayoría de las muchachas dura de 3 a 5 días. El primer período
de una niña se denomina "menarca".
Después de la menarca, el cuerpo de una muchacha puede tardar dos años en desarrollar
ciclos menstruales regulares. Durante ese tiempo, su cuerpo se está ajustando a las
hormonas que aparecen en la pubertad.
En promedio, el ciclo menstrual de una mujer adulta es de 28 días, pero puede variar de
23 a 35 días.
Clasificación de los órganos genitales
Los órganos genitales femeninos comprenden:
MONTE DEL PUBIS O MONTE DE VENUS
El monte del pubis es una eminencia redondeada que se encuentra por delante de la
sínfisis del pubis. Está formada por tejido adiposo recubierto de piel con vello pubiano.
LABIOS MAYORES Los labios mayores son dos grandes pliegues de piel que contienen
en su interior tejido adiposo subcutáneo y que se dirigen hacia abajo y hacia atrás desde
el monte del pubis. Después de la pubertad, sus superficies externas quedan revestidas de
piel pigmentada que contiene glándulas sebáceas y sudoríparas, y recubierta por vello. El
orificio entre los labios mayores se llama hendidura vulvar.
LABIOS MENORES
Los labios menores son dos delicados pliegues de piel que no contienen tejido adiposo
subcutáneo ni están cubiertos por vello pero que poseen glándulas sebáceas y sudoríparas.
Los labios menores se encuentran entre los labios mayores y rodean el vestíbulo de la
vagina. En mujeres jóvenes sin hijos, habitualmente los labios menores están cubiertos
por los labios mayores. En mujeres que han tenido hijos, los labios menores pueden
protruir a través de los labios mayores.
VESTÍBULO DE LA VAGINA
El vestíbulo de la vagina es el espacio situado entre los labios menores y en él se localizan
los orificios de la uretra, de la vagina y de los conductos de salida de las glándulas
vestibulares mayores (de Bartolino) que secretan moco durante la excitación sexual, el
cual se añade al moco cervical y proporciona lubrificación.
El orificio uretral externo se localiza 2 - 3 cm. por detrás del clítoris, e inmediatamente
por delante del orificio vaginal. A cada lado del orificio uretral se encuentran los orificios
de desembocadura de las glándulas parauretrales (de Skenne) que están situadas en las
paredes de la uretra, y también secretan moco. El orificio vaginal es mucho más grande
que el orificio uretral. El aspecto del orificio vaginal depende del himen, que es un
delgado pliegue incompleto de membrana mucosa que rodea dicho orificio.
CLÍTORIS
El clítoris es un pequeño órgano cilíndrico compuesto por tejido eréctil que se agranda al
rellenarse con sangre durante la excitación sexual. Tiene 2 - 3 cm. de longitud y está
localizado entre los extremos anteriores de los labios menores. Consiste en: dos pilares,
dos cuerpos cavernosos y un glande y se mantiene en su lugar por la acción de varios
ligamentos. El glande del clítoris es la parte expuesta del mismo y es muy sensitivo igual
que sucede con el glande del pene. La porción de los labios menores que rodea al clítoris
recibe el nombre de prepucio del clítoris
BULBOS DEL VESTÍBULO
Los bulbos del vestíbulo son dos masas alargadas de tejido eréctil de unos 3 cm. de
longitud que se encuentran a ambos lados del orificio vaginal. Estos bulbos están
conectados con el glande del clítoris por unas venas. Durante la excitación sexual se
agrandan, al rellenarse con sangre, y estrechan el orificio vaginal produciendo presión
sobre el pene durante el acto sexual.

VAGINA
La vagina es el órgano femenino de la copulación, el lugar por el que sale el líquido
menstrual al exterior y el extremo inferior del canal del parto. Se trata de un tubo de
músculo membranoso que se encuentra por detrás de la vejiga urinaria y por delante del
recto.
En posición anatómica, la vagina desciende y describe una curva de concavidad anterior.
Su pared anterior tiene una longitud de 6 - 8 cm., su pared posterior de 7 - 10 cm. y están
en contacto entre sí en condiciones normales. Desemboca en el vestíbulo de la vagina,
entre los labios menores, por el orificio de la vagina que puede estar cerrado parcialmente
por el himen que es un pliegue incompleto de membrana mucosa. La vagina comunica
por su parte superior con la cavidad uterina ya que el cuello del útero se proyecta en su
interior, quedando rodeado por un fondo de saco vaginal. En esta zona es donde debe
quedar colocado el diafragma anticonceptivo.
El útero se encuentra casi en ángulo recto con el eje de la vagina. La pared vaginal tiene
3 capas: una externa o serosa, una intermedia o muscular (de músculo liso) y una interna
o mucosa que consta de un epitelio plano estratificado no queratinizado y tejido conectivo
laxo que forma pliegues transversales.
La mucosa de la vagina tiene grandes reservas de glucógeno que da lugar a ácidos
orgánicos originando un ambiente ácido que dificulta el crecimiento de las bacterias y
resulta agresivo para los espermatozoides. Los componentes alcalinos del semen
secretados, sobre todo, por las vesículas seminales, elevan el pH del fluido de la vagina
que así resulta menos agresivo para los espermatozoides.
ÚTERO O MATRIZ
El útero es un órgano muscular hueco con forma de pera que constituye parte del camino
que siguen los espermatozoides depositados en la vagina hasta alcanzar las trompas de
Falopio. Tiene unos 7-8 cm. de longitud, 5 - 7 cm. de ancho y 2 - 3 cm. de espesor ya que
sus paredes son gruesas. Su tamaño es mayor después de embarazos recientes y más
pequeño cuando los niveles hormonales son bajos como sucede en la menopausia. Está
situado entre la vejiga de la orina por delante y el recto por detrás y consiste en dos
porciones: los 2/3 superiores constituyen el cuerpo y el 1/3 inferior, el cuello o cérvix que
protruye al interior de la parte superior de la vagina y en donde se encuentra el orificio
uterino por el que se comunica el interior del útero con la vagina.
La porción superior redondeada del cuerpo se llama fondo del útero y a los extremos del
mismo o cuernos del útero se unen las trompas de Falopio, cuyas cavidades quedan así
comunicadas con el interior del útero.
Varios ligamentos mantienen al útero en posición. La pared del cuerpo del útero tiene tres
capas:
 una capa externa serosa o perimetrio
 una capa media muscular (constituida por músculo liso) o miometrio
 una capa interna mucosa (con un epitelio simple columnar ciliado) o endometrio,
en donde se implanta el huevo fecundado y es la capa uterina que se expulsa, casi
en su totalidad, durante la menstruación.

Las células secretoras de la mucosa del cuello uterino producen una secreción llamada
moco cervical, mezcla de agua, glucoproteínas, lípidos, enzimas y sales inorgánicas. A lo
largo de sus años reproductores, las mujeres secretan de 20-60 ml de este líquido cada día
que es menos viscoso y más alcalino durante el tiempo de la ovulación, favoreciendo así
el paso de los espermatozoides a los que aporta nutrientes y protege de los fagocitos y del
ambiente hostil de la vagina y del útero.
Parece, además, que podría tener un papel en el proceso de capacitación de los
espermatozoides. Durante el resto del tiempo, es más viscoso y forma un tapón cervical
que impide físicamente el paso de los espermatozoides.

TROMPAS DE FALOPIO
Las trompas de Falopio son 2 conductos de 10 - 12 cm. de longitud y 1 cm. de diámetro
que se unen a los cuernos del útero por cada lado. Están diseñadas para recibir los ovocitos
que salen de los ovarios y en su interior se produce el encuentro de los espermatozoides
con el óvulo y la fecundación. Con propósitos descriptivos, se divide cada trompa en
cuatro partes:
 El infundíbulo que es el extremo más externo y en donde se encuentra el orificio
abdominal de la trompa, que comunica con la cavidad peritoneal. El infundíbulo
presenta numerosos pliegues o fimbrias que atrapan al ovocito cuando se produce
la ovulación para llevarlo al orificio abdominal de la trompa e introducirlo en el
interior de la misma. Una de las fimbrias está sujeta al ovario correspondiente.
 La ampolla que es la parte más ancha y larga de la trompa y la que recibe al ovocito
desde el infundíbulo. Es el lugar en donde tiene lugar la fertilización del ovocito
por el espermatozoide
 El istmo que es una porción corta, estrecha y de paredes gruesas. Se une con el
cuerno del útero en cada lado
 La porción uterina que es el segmento de la trompa que atraviesa la pared del útero
y por donde el ovocito es introducido en el útero.

La pared de las trompas tiene una capa interna o mucosa con un epitelio simple columnar
ciliado que ayuda a transportar el ovocito hasta el útero junto a células secretoras que
producen nutrientes para el mismo, una capa intermedia de músculo liso cuyas
contracciones peristálticas ayudan también, junto con los cilios de la mucosa, a
transportar el ovocito, y una capa externa o serosa.
OVARIOS
Los ovarios son 2 cuerpos ovalados en forma de almendra, de aproximadamente 3 cm. de
longitud, 1 cm. de ancho y 1 cm. de espesor. Se localiza uno a cada lado del útero y se
mantienen en posición por varios ligamentos como, por ejemplo, el ligamento ancho del
útero que forma parte del peritoneo parietal y que se une a los ovarios por un pliegue
llamado mesoovario, formado por una capa doble de peritoneo.
Los ovarios constituyen las gónadas femeninas y tienen el mismo origen embriológico
que los testículos o gónadas masculinas. En los ovarios se forman los gametos femeninos
u óvulos, que pueden ser fecundados por los espermatozoides a nivel de las trompas de
Falopio, y se producen y secretan a la sangre una serie de hormonas como la progesterona,
los estrógenos, la inhibina y la relaxina.
En los ovarios se encuentran los folículos ováricos que contienen los ovocitos en sus
distintas fases de desarrollo y las células que nutren a los mismos y que, además, secretan
estrógenos a la sangre, a medida que los ovocitos van aumentando de tamaño. El folículo
maduro o folículo De Graaf es grande, está lleno de líquido y preparado para romperse y
liberar el ovocito que será recogido por el infundíbulo de las trompas de Falopio. A este
proceso se le llama ovulación.
Los cuerpos lúteos o cuerpos amarillos son estructuras endocrinas que se desarrollan a
partir de los folículos ováricos que han expulsado sus ovocitos u óvulos en la ovulación
y producen y secretan a la sangre diversas hormonas como progesterona, estrógenos,
relaxina e inhibina hasta que, si el ovocito no es fecundado, degeneran y son
reemplazados por una cicatriz fibrosa. Antes de la pubertad, la superficie del ovario es
lisa mientras que después de la pubertad se cubre de cicatrices progresivamente a medida
que degeneran los sucesivos cuerpos lúteos.

Fuente: Thibodeau GA, Patton KT. Estructura y función del cuerpo humano. 10ª ed.
Madrid: Harcourt Brace 1998. p. 395.

GLÁNDULAS GENITALES AUXILIARES: GLÁNDULAS VESTIBULARES Y


GLÁNDULAS PARAURETRALES
Las glándulas vestibulares mayores (de Bartolino) son dos y tienen un tamaño de 0.5 cm.
Se sitúan a cada lado del vestíbulo de la vagina y tienen unos conductos por donde sale
su secreción de moco para lubrificar el vestíbulo de la vagina durante la excitación sexual.
Las glándulas vestibulares menores son pequeñas y están situadas a cada lado del
vestíbulo de la vagina y también secretan moco que lubrifica los labios y el vestíbulo.
Las glándulas parauretrales (de Skene) desembocan a cada lado del orificio externo de la
uretra. También tienen una secreción mucosa lubrificante.
APARATO REPRODUCTOR FEMENINO: FISIOLOGÍA
 Ovogénesis
 Ciclo sexual femenino
 Ciclo ovárico
 Ciclo uterino o menstrual
 Hormonas en el ciclo sexual femenino

OVOGÉNESIS
La ovogénesis es la formación de los gametos femeninos u ovocitos en los ovarios o
gónadas femeninas. Los ovocitos son células sexuales especializadas producidas por los
ovarios, que transmiten la información genética entre generaciones. A diferencia de la
espermatogénesis que se inicia en la pubertad en los varones, la ovogénesis se inicia
mucho antes del nacimiento en las mujeres. El ovario fetal contiene muchas células
germinales que se dividen por mitosis y se convierten en otro tipo de células mayores, las
ovogonias, que también se dividen por mitosis y finalmente, dan lugar a los ovocitos
primarios.
Tanto las ovogonias como los ovocitos primarios tienen 46 cromosomas. La división de
las ovogonias termina antes del nacimiento, de modo que si son destruídas en esta fase
no pueden ser renovadas. Los ovocitos primarios permanecen en un estado de desarrollo
estacionario desde su formación antes del nacimiento, hasta inmediatamente antes de la
pubertad y están rodeados por una sencilla capa de células.
En conjunto, el ovocito primario y la capa de células que lo acompañan constituyen el
folículo primordial. En la especie humana cada ovario contiene en el momento del
nacimiento entre 200.000 y 2 millones de ovocitos primarios, contenidos en folículos
primordiales. Al llegar a la pubertad hay alrededor de 40.000 y solamente unos 400
podrán madurar a lo largo de la vida fértil de la mujer, mientras que el resto de ovocitos
primarios degenerará. En cada ciclo sexual, las hormonas gonadotropinas, secretadas por
el lóbulo anterior de la hipófisis, estimulan a varios folículos primordiales a continuar su
desarrollo, aunque solo uno suele alcanzar el grado de maduración necesario para ser
ovulado. Los folículos primordiales maduran a folículos primarios que, a su vez, dan lugar
a los folículos secundarios.
Por último, el desarrollo del folículo secundario da lugar al folículo maduro o De Graaf
en el interior del cual el ovocito primario se convierte en ovocito secundario que es el que
será expulsado durante la ovulación a lo largo de la vida reproductora de la mujer, de un
modo cíclico e intermitente.
Aunque la célula germinal femenina es conocida popularmente como óvulo después de
la ovulación, estrictamente hablando es un ovocito secundario y contiene 23 cromosomas,
es decir, la mitad de la dotación genética de una célula humana. El ovocito secundario
solo se convertirá en óvulo maduro en el momento de la fecundación, cuando se produzca
la penetración del espermatozoide dentro del ovocito. A continuación y como
consecuencia, se formará una nueva célula, el zigoto o huevo que tendrá 46 cromosomas,
23 procedentes del óvulo maduro y 23 procedentes del espermatozoide.
CICLO SEXUAL FEMENINO
En la especie humana la liberación de ovocitos por los ovarios, es cíclica e intermitente,
lo que queda reflejado en los cambios cíclicos que se producen, como consecuencia, en
la estructura y la función de todo el sistema reproductor de la mujer. Tales cambios
dependen de 2 ciclos interrelacionados, el ciclo ovárico y el ciclo uterino o menstrual los
cuales, en conjunto, duran aproximadamente 28 días en la mujer, aunque se producen
variaciones. El ciclo menstrual está controlado por el ciclo ovárico a través de las
hormonas ováricas: los estrógenos y la progesterona.
CICLO OVÁRICO
Los ovarios tienen la doble función de producir gametos (ovocitos) y de secretar
hormonas sexuales femeninas. El ovario produce 2 tipos principales de hormonas
esteroides, los estrógenos y la progesterona. En el plasma del ser humano se han aislado
seis estrógenos diferentes, pero solamente tres se encuentran en cantidades importantes:
el 17-beta estradiol, la estrona y el estriol. En la mujer que no está embarazada, el
estrógeno más abundante es el 17-beta estradiol.
Al comienzo de cada ciclo ovárico, que se considera coincidente con el primer día de la
menstruación, empiezan a aumentar de tamaño varios folículos primordiales por la
influencia de una hormona secretada por la adenohipófisis, la hormona
folículoestimulante (FSH). Los folículos primordiales maduran a folículos primarios y
después a folículos secundarios. Normalmente uno de éstos continúa desarrollándose
mientras los demás sufren regresión. El número de folículos que se desarrollan está
determinado por los niveles de FSH de la sangre circulante. Se distinguen 3 fases en el
ciclo ovárico:
1ª fase) fase folicular: del día 1 al día 14 del ciclo. Durante el desarrollo folicular, el
folículo secundario aumenta de tamaño y llega a ser el folículo De Graaf o folículo
maduro listo para descargar el óvulo (el ovocito secundario). Durante esta primera fase
del ciclo ovárico, el folículo en desarrollo sintetiza y secreta el estrógeno 17-beta
estradiol, y los niveles plasmáticos de esta hormona aumentan progresivamente hasta
alcanzar un valor máximo 2 días antes de la ovulación, aproximadamente. El 17-beta
estradiol es el responsable del desarrollo del endometrio en la fase proliferativa del ciclo
uterino.
2ª fase) ovulación: el folículo descarga el óvulo (ovocito secundario), es lo que se llama
ovulación. Todo el proceso hasta aquí, dura unos 14-16 días contados a partir del 1º día
de la menstruación. El ovocito se libera y es atraído por las prolongaciones o fimbrias de
la trompa de Falopio para ser introducido en el interior de la trompa y ser transportado
hacia el útero. Los niveles altos de estrógenos hacen que las células de la adenohipófisis
se vuelvan más sensibles a la acción de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH)
secretada por el hipotálamo en forma de pulsos (cada 90 minutos, aproximadamente).
Cerca del día 14 del ciclo, las células de la adenohipófisis responden a los pulsos de la
GnRH y liberan las hormonas folículoestimulante (FSH) y luteinizante (LH). La LH
causa la ruptura del folículo maduro y la expulsión del ovocito secundario y del líquido
folicular, es decir, la ovulación. Como la ovulación se produce unas 9 horas después del
pico plasmático de LH, si se detecta la elevación de LH en plasma, por un análisis de
laboratorio, se puede predecir la ovulación con un día de antelación. Después de la
ovulación la temperatura corporal aumenta de medio grado a un grado centígrado y se
mantiene así hasta el final del ciclo, lo que se debe a la progesterona que es secretada por
el cuerpo lúteo (ver la fase luteínica).
3ª fase) fase luteínica: del día 15 al día 28 del ciclo. Después de la ovulación, las células
restantes del folículo forman una estructura que se llama cuerpo lúteo o cuerpo amarillo
bajo la influencia de la LH. El cuerpo lúteo entonces sintetiza y secreta dos hormonas: el
estrógeno 17-beta estradiol y la progesterona que inducen la fase secretora del ciclo
uterino, es decir, preparan el endometrio para la implantación del óvulo fecundado. En
caso de embarazo, el endometrio requiere el soporte hormonal del 17-beta estradiol y de
la progesterona para permanecer en la fase secretora, de modo que el cuerpo lúteo se
transforma en cuerpo lúteo gestacional y persiste hasta el tercer mes de embarazo
conservando su función secretora de hormonas.
Si no hay fecundación, el cuerpo lúteo degenera hacia el final del ciclo uterino y se atrofia,
quedando una cicatriz, y deja de secretar estrógenos y progesterona, con lo que bajan
mucho los niveles de estas hormonas en sangre y, como consecuencia, las capas
superficiales del endometrio del útero se desprenden y son expulsadas al exterior por la
vagina, es la menstruación.
CICLO UTERINO O MENSTRUAL
Durante el ciclo uterino las capas superficiales del endometrio experimentan cambios
estructurales periódicos que pueden dividirse también en 3 fases:
1ª fase) fase menstrual: del día 1 al día 4 del ciclo. Durante esta fase se expulsan al exterior
por la vagina, las capas superficiales del endometrio del útero, es lo que se llama
menstruación, provocada por la disminución de los niveles plasmáticos de estrógenos y
progesterona debido a la atrofia del cuerpo lúteo en el ovario, que entonces deja de
secretar estas hormonas. El flujo menstrual está compuesto por unos 50-150 ml de sangre,
líquido intersticial, moco y células epiteliales desprendidas del endometrio, y pasa de la
cavidad uterina al exterior a través de la vagina.
2ª fase) fase proliferativa: del día 5 al día 14 del ciclo. Coincide con la fase folicular del
ciclo ovárico. Se caracteriza porque las células endometriales se multiplican y reparan la
destrucción que tuvo lugar en la menstruación anterior. La hormona responsable de esta
fase es el estrógeno 17-beta estradiol, secretado por las células del folículo ovárico en
desarrollo.
3ª fase) fase secretora: del día 15 al día 28 del ciclo. Coincide con la fase luteínica del
ciclo ovárico. Las glándulas del endometrio se hacen más complejas en su estructura y
comienzan a secretar un líquido espeso rico en azúcares, aminoácidos y glicoproteínas.
En esta fase el endometrio se prepara para la implantación del óvulo fecundado. Las
hormonas responsables de esta fase son la progesterona y el estrógeno 17-beta estradiol
secretadas por el cuerpo lúteo en el ovario.
HORMONAS EN EL CICLO SEXUAL FEMENINO
En el ciclo sexual femenino intervienen hormonas secretadas por el hipotálamo, por la
hipófisis y por los ovarios. La hipófisis anterior o adenohipófisis secreta unas hormonas
proteicas, las gonadotropinas, que son de importancia fundamental para la función
reproductora y, como indica su nombre, actúan sobre las gónadas o glándulas sexuales:
testículos en el hombre y ovarios en la mujer. Son la hormona folículo-estimulante (FSH)
y la hormona luteinizante (LH).
La FSH llega por la sangre hasta los ovarios y provoca el crecimiento de los folículos
ováricos antes de la ovulación mensual y la secreción de estrógenos por el folículo que se
está desarrollando. La LH provoca la ruptura del folículo De Graaf o folículo maduro y
la ovulación, así como la secreción de estrógenos y progesterona por el cuerpo lúteo o
estructura en que se ha transformado el folículo una vez ha expulsado el ovocito en la
ovulación.
La secreción de las gonadotropinas depende a su vez, del hipotálamo que es una estructura
que se encuentra en el sistema nervioso central, lo que explica el que los ciclos y la
fertilidad de la mujer pueden ser profundamente afectados por las emociones. El
hipotálamo sintetiza y secreta la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) que es
liberada en forma de pulsos cada 90 minutos aproximadamente y es la responsable de la
secreción de FSH y LH por la adenohipófisis. Por su parte, los ovarios producen dos tipos
de hormonas, los estrógenos y la progesterona.
Los efectos de los estrógenos son:
 Modulan la descarga de GnRH por el hipotálamo y varían la sensibilidad de la
células de la adenohipófisis a dicha hormona hipotalámica
 Desarrollan los órganos genitales femeninos
 Son los responsables de la morfología femenina
 Desarrollan las glándulas mamarias
 reducen los niveles de colesterol en plasma, lo que explica los menores riesgos de
infarto de miocardio en la mujer pre menopáusica con respecto al hombre de la
misma edad y a la mujer menopáusica
 Reducen la fragilidad capilar
 Tienen efectos estimulantes sobre el estado de ánimo
 Tienen efectos protectores sobre el tejido óseo
 Producen retención de agua y sodio por el organismo

Los efectos de la progesterona son:


 Estimula el crecimiento de las glándulas mamarias
 Estimula las secreciones del endometrio
 Tiene efecto calmante sobre el estado de ánimo
 Sube la temperatura corporal
 Facilita el metabolismo de los estrógenos Los estrógenos y la progesterona se
metabolizan en el hígado y los productos resultantes de su degradación son
expulsados por la orina.

PATOLOGÍAS CLÍNICAS
Endometriosis: (5-10% de las mujeres en edad fértil presentan esta enfermedad.
Es una enfermedad benigna que afecta a las mujeres durante su vida reproductiva. Si el
endometrio, que se sitúa fuera del útero, desarrolla incorrectamente, puede asentarse en
cualquier lugar del abdomen. Puede provocar implantes (placas pequeñas), nódulos (placas
grandes) y endometriomas (quistes en los ovarios).
La endometriosis es un proceso de evolución imprevisible. Algunas mujeres presentan
pequeños implantes que no se modifican, mientras que en otras puede desarrollarse
extensamente dentro de la pelvis. Es una enfermedad inflamatoria, lo que a su vez ocasiona
adherencias entre órganos.

A día de hoy, todavía se desconoce la causa que provoca la endometriosis. Algunos


especialistas defienden que una parte de la menstruación discurre por las trompas y cae
en el abdomen en lugar de expulsarse hacia el exterior. Sin embargo, esto ocurre en muchas
mujeres que no desarrollan endometriosis. Otra de las causas puede ser un posible defecto
de la inmunidad responsable de la limpieza de microbios y de células anormales en el
abdomen. Las defensas son de menor calidad y ello impediría que reconociesen como
extrañas las células endometriales (normalmente sólo dentro del útero) y les dejaran paso
libre para su siembra en los órganos internos. Por otro lado, hay familias con madre y varias
hermanas afectadas de endometriosis, por lo que puede existir un componente hereditario.

La técnica quirúrgica idónea para la endometriosis es la laparoscopia, puede ser efectiva en


el tratamiento del dolor pélvico en la endometriosis de ligera a moderada.

Cáncer de cérvix uterino:


Es uno de los cánceres más frecuentes del aparato genital femenino.
El virus llamado del papiloma humano o VPH, infección de transmisión sexual, juega un
papel importante en la causa de la mayoría de los casos.
La mayoría son de tipo escamoso y proceden de las células que recubren la superficie del
cuello uterino. Los que proceden del canal endocervical que está cubierto por células
glandulares se denominan adenocarcinomas.
La mitad de los cánceres de cuello uterino ocurren entre los 35 y 55 años de edad.
Gracias a la prevención mediante la citología cervicovaginal o test de Papanicolau, la
muerte por este tipo de cáncer ha disminuido drásticamente en los últimos 50 años.
Dependiendo de la extensión del tumor, el tratamiento puede abarcar desde la extirpación
quirúrgica del tumor hasta cirugías más radicales o que se deba complementar con
quimioterapia y/o radioterapia.
Síndrome del ovario poliquístico:
El quiste en los ovarios es una enfermedad ginecológica frecuente que se produce en la
mujer generalmente durante los años de fertilidad. En algunos casos, el quiste desaparece
sin necesidad de tratamiento con el paso de los ciclos menstruales y en otros se trata de
una patología benigna (no cancerosa) que precisa intervención quirúrgica porque su
tamaño afecta al funcionamiento del ovario y produce dolor pélvico.
Consiste en un saco o bolsa membranosa (quiste) que contiene una sustancia sólida o
líquida dentro de un ovario o en su superficie.
Un quiste ovárico es una tumoración llena de líquido que se desarrolla en la superficie o
dentro de un ovario. La mayoría de estos quistes son benignos y de pequeño tamaño, pero
en otras ocasiones se debe descartar que no se trate de un tumor maligno (en este caso se
hablaría de cáncer en los ovarios).

Los quistes en los ovarios pueden ser funcionales (no relacionados con una enfermedad)
y se producen por el funcionamiento anómalo del ovario durante la ovulación. Todos los
ovarios tienen una estructura conocida con el nombre de folículo que al romperse produce
la ovulación de la mujer. A veces el ciclo ovárico se altera, produciendo cambios en los
ciclos menstruales, con lo que el folículo no se rompe y se convierte en un quiste. Este
tipo de quiste no necesita tratamiento ya que desaparece por sí solo en un período de
tiempo de 8 a 12 semanas. Son benignos y son frecuentes durante los años de fertilidad
de la mujer.

Otro tipo de quistes, menos frecuente, son los conocidos como orgánicos, aquellos que
no son propios del funcionamiento ovárico y de los que se desconoce la causa de su
aparición.

Prolapso uterino:

Ocurre cuando los músculos y los ligamentos del suelo pélvico se estiran y se debilitan,
por lo que dejan de proporcionar un sostén adecuado para el útero. En consecuencia, el
útero se desliza hacia la vagina o sobresale de ella. El prolapso uterino puede afectar a
mujeres de cualquier edad. Sin embargo, suele afectar a las mujeres posmenopáusicas
que tuvieron uno o más partos vaginales.
Durante años, el prolapso uterino se ha tratado con la introducción de un pesario vaginal,
un dispositivo para sostener al útero, aunque últimamente la intervención quirúrgica se
ha demostrado más eficaz. Los pesarios requieren una limpieza periódica y en algunos
casos pueden irritar la pared vaginal, interfiriendo en las relaciones sexuales.

En un elevado porcentaje de los casos de prolapso uterino, se puede resolver con


una sencilla intervención quirúrgica que consiste en la colocación de unas mallas de
polipropileno que sujetará este órgano. También se puede optar por una histerectomía, es
decir, extraer el útero y arreglar las estructuras que lo soportan.

La paciente puede ser anestesiada de cintura para abajo (anestesia peridural) o bien con
anestesia total. El periodo post-operatorio es de dos a cuatro días, pudiendo volver a hacer
vida normal a las dos semanas.

Evidentemente, este tipo de técnicas requieren de personal experimentado, por lo que es


imprescindible acudir a un centro médico que cuente con todas las garantías. Después de
la intervención, la mujer disfrutará de nuevo de libertad para realizar todo tipo de
actividades y podrá gozar de nuevo con sus relaciones sexuales.

APARATO GENITAL MASCULINO

Compuesto por los testículos, una sucesión de conductos excretores, glándulas anexas
que desembocan en esos conductos y el pene.
Testículo: Órganos
ovoides que se alojan dentro
del escroto. Se hallan conectados con los cordones espermáticos y están adheridos al
escroto por los ligamentos escrotales. Tienen una capsula de tejido conectivo de gran
espesor, la túnica albugínea, que cubre cada testículo. En su cara posterior la túnica
albugínea presenta un engrosamiento denominado mediastino/cuerpo de Highmore, del
cual nacen tabiques conectivos radiales que dividen el interior del testículo en unos 250
lobulillos de forma cónica.
Las caras lateral y anterior del testículo están rodeadas por una bolsa serosa aplanada
llamada túnica vaginal, que permite que el testículo se mueva en el interior del escroto.
Cada lobulillo testicular consiste en 1 a 4 túbulos seminíferos en los que se producen los
espermatozoides y un estroma de tejido conjuntivo en la que hay células intersticiales de
Leydig.
Los túbulos seminíferos están compuestos por un epitelio estratificado complejo, que está
compuesto por dos poblaciones celulares básicas:
-Células de Sertoli: son células cilíndricas con prolongaciones apicales y laterales
extensas que rodean las células espermatogénicas contiguas y ocupan los espacios que
hay entre ellas. Le imparten organización estructural a los túbulos porque se extienden a
través de todo el espesor del epitelio seminífero. Estas células no se dividen despuésde la
pubertad. En el adulto, representan el 10% de las células del epitelio seminífero. A medida
que pasan los años esta cifra aumenta, debido a que disminuyen las células germinativas.
Desarrollan múltiples funciones:
A) Sostén: Mantienen a las células germinativas y permiten que se trasladen desde la base
del epitelio seminífero hasta la luz del túbulo. Asimismo, intervienen en la nutrición de
las células germinativas y en la eliminación de sus sustancias de desecho.
B) Secreción: a partir de la pubertad elaboran ABP (androgen-binding protein), que hace
que los niveles de testosterona se mantengan relativamente altos en el interior de las
túbulos seminíferos y los conductos excretores de los testículos. Secretan también
inhibina, una hormona que reduce la secreción de FSH en la hipófisis.
C) Fagocitosis: las células de Sertoli fagocitan a las células germinativas defectuosas y a
los cuerpos residuales que se liberan de las espermátides cuando se convierten en
espermatozoides.
-Células espermatogénicas: se dividen con regularidad y se diferencian en
espermatozoides maduros. Derivan de las células germinativas primordialesoriginadas en
el saco vitelino que colonizan las crestas gonadales durante la etapa inicial del desarrollo
de los testículos. Se organizan en capas mal definidas de desarrollo progresivo entre
células de Sertoli contiguas. Las células espermatogenicas mas inmaduras
(espermatogonios) están apoyadas sobre la lámina basal mientras que las células más
maduras (espermátides) están adheridas a la porción apical de la célula de Sertoli en
contacto con la luz del túbulo.
Entre los túbulos seminíferos existe tejido conectivo laxo rico en capilares sanguíneos
fenestrados y capilares linfáticos. En él se encuentran las células de Leydig, que secretan
testosterona. Estas son poliédricas grandes y eosinofilas que de manera característica
contienen inclusiones lipídicas. Con frecuencia también tienen pigmento lipofuscinico y
cristales citoplasmáticos bastoniformes distintivos llamados cristales de Reinke. Son
activas en la diferenciación inicial del feto masculino y luego sufren un periodo de
inactividad que comienza a los 5 meses de vida fetal. Cuando se exponen a la estimulación
gonadotrofica en la pubertad, otra vez se convierten en células secretoras de andrógenos
y permanecen activas durante toda la vida.

Espermatogénesis
Es el proceso por el cual los espermatogonios dan origen a los espermatozoides.
Comienza poco antes de la pubertad bajo la influencia de las concentraciones cada vez
mayores de gonadotrofinas hipofisarias y continúa durante toda la vida. Se divide en tres
fases sucesivas que en total duran unos 64 días:
- Fase espermatogónica: los espermatogonios se dividen por mitosis y dan origen a los
espermatocitos I.
- Fase espermatocítica: Los espermatocitos I se dividen por meiosis, cuya primera
división genera los espermatocitos II (dos por cada espermatocito I) y la segunda, las
espermátides (dos por cada espermatocito II)
- Espermiogénesis: las espermátides sufren una remodelación celular extensa conforme
se diferencian en espermatozoides maduros.
Conductos excretores del testículo:
Tubos rectos:
En el vértice de los lobulillos testiculares los dos extremos de cada túbulo seminífero se
continúan con sus respectivos tubos rectos, los cuales en conjunto representan el primer
tramo de la vía excretora. La transición entre los túbulos seminíferos y los tubos rectos es
abrupta, pues la pared de los segundos carece de células germinativas y posee solo células
de Sertoli, cuya altura disminuye a medida que se acercan a la rete testis.
Rete testis:
Es una red complejo de conductos localizada en el mediastino. Por ella circulan los
espermatozoides procedentes de los tubos rectos antes de que se viertan en los
conductillos eferentes. Los conductos de la rete testis poseen un epitelio cúbico simple,
sus células tienen microvellosidades.
Conductillos eferentes:
Parten de la rete testis, son 12 a 14 tubos de 5 cm de largo y 0.6 de diámetro. Salen del
testículo por la parte superior del mediastino, atraviesan la túnica albugínea y después de
un trecho relativamente corto se fusionan entre sí, y se convierten en un conducto que se
continúa con el epidídimo. La pared de los conductillos eferentes consta de un epitelio
cilíndrico simple ciliado en el que alternan células cubicas no ciliadas. Los movimientos
de los cilios de las células altas desplazan a los espermatozoides hacia el epidídimo. En
cambio, las microvellosidades y las invaginaciones citoplasmáticas de las células bajas
aumentan la superficie epitelial para que pueda absorber parte del líquido que viene de
los túbulos seminíferos, a fin de que los espermatozoides lleguen más concentrados al
epidídimo.
Epidídimo:
Es un órgano que contiene los conductillo eferentes y el conducto del epidídimo. Tiene
forma de semiluna y se encuentra apoyada sobre las superficies superior y posterior del
testículo. Mide aprox. 7,5 cm de longitud. En el epidídimo se describe una cabeza, un
cuerpo y una cola. Los espermatozoides nuevos que entran en el epidídimo maduran
durante su paso a lo largo del conducto del epidídimo, donde adquieren movilidad y la
capacidad de fecundar un oocito.
El conducto epididimario se pliega para caber en el epidídimo, por consecuencia, en los
preparados se observan cortes transversales, diagonales y longitudinales del conducto con
escaso tejido conectivo entre ellos. Está revestido por una epitelio seudoestratificado que
consta de dos tipos de células, llamadas principales y basales.
Células principales……..Son cilíndricas altas, su altura disminuye a medida que se
acercan al conducto deferente. Desde la superficie apical de estas células se extienden
hacia la luz muchas microvellosidades modificadas largas e irregulares que reciben el
nombre de estereocilios.
Células basales son pequeñas y redondeadas y están apoyadas sobre la lámina basal.
Además, son frecuentes los linfocitos intraepiteliales, que reciben el nombre de células
de halo.
Las células epididimarias tienen función tanto absortiva como secretora. La mayor parte
del líquido que no es absorbido por los conductillos eferentes se reabsorbe en la porción
proximal del epidídimo. Las células epiteliales también fagocitan cualquier cuerpo
residual que no haya sido eliminada por las células de Sertoli. Las células principales
secretan glicerofosfocolina, ácido sialico y glucoproteinas, que contribuyen a la
maduración de los espermatozoides.
El epitelio del conducto epididimario descansa sobre una vaina delgada de tejido
conectivo laxo, en torno de la cual hay células muscular lisas dispuestas en capas. En la
cabeza el conducto posee una capa de musculo circular, en el cuerpo posee dos capas, una
longitudinal interna y otra circular externa. En la cola se agrega una capa longitudinal
externa, de modo que la circular que en medio de las dos capas longitudinales.
Conducto deferente:
Mide entre 50 y 60 cm de largo, es una continuación directa de la cola del epidídimo y en
su extremos distal posee una dilatación llamada ampolla de la que parte el conducto
eyaculador. Está revestido por un epitelio seudoestratificado cilíndrico que se asemeja al
del epidídimo. Las células cilíndricas altas también poseen microvellosidades largas que
se extienden dentro de la luz mientras que las células basales redondeadas se apoyan sobre
la lámina basal. A diferencia de lo que ocurre en el epidídimo, la luz del conducto no es
lisa y regular. Posee tres capas musculares similares a las de la cola del conducto
epididimario pero mucho más gruesas. En torno de las capas musculares hay un tejido
conectivo denso, el cual en algunos lugares se continúa con el tejido conectivo laxo de
las estructuras vecinas.
En la ampolla se hallan los espermatozoides que se expulsan con el semen de la próxima
eyaculación. Su expulsión se debe a que musculo del conducto deferente se contrae
bruscamente y empieza a los espermatozoides hacia el conducto eyaculador y la uretra.
Conducto eyaculador: Nace de la ampolla del conducto deferente y desemboca en el
uretra prostática. Mide alrededor de 1 cm de largo. Se diferencia de la ampolla porque
posee una luz más irregular, y además carece de capas musculares, las cuales son
reemplazadas por el tejido prostático (excepto en su tramo inicial)
Glándulas sexuales accesorias:
- Vesículas seminales: se originan como evaginaciones de los conductos mesonefricos
(de Wolff). Son dos glándulas tubulares alargadas que están situadas contra la pared
posterior de la vejiga. Un conducto excretor corto que parte de cada vesícula seminal se
combina con la ampolla del conducto deferente para formar el conducto eyaculador. La
pared de las vesículas seminales contiene una mucosa, una capa de musculo liso delgada
y una cubierta fibrosa. El epitelio seudoestratificado cilíndrico contiene células cilíndricas
no ciliadas y células redondeadas bajas que están apoyadas sobre la lámina basal. La
secreción de las vesículas seminales es un material viscoso blanco amarillento con
abundante fructosa. La contracción de la cubierta muscular lisa de las vesículas seminales
durante la eyaculación expulsa su secreción hacia los conductos eyaculadores y
contribuye a evacuar los espermatozoides de la uretra

- Próstata: es la glándula sexual accesoria más grande del sistema genital masculino, de
forma y tamaño semejantes a los de una nuez. Su función principal consiste en secretar
un líquido levemente alcalino que contribuye a la composición del semen. Está ubicada
en la pelvis, por debajo de la vejiga. Está compuesta por 30-50 glándulas tubuloalveolares
dispuestas en tres capas concéntricas: una capa mucosa interna, una copa submucosa
intermedia y una capa periférica que contiene las glándulas principales. Las glándulas de
la capa mucosa secretan directamente hacia la uretra, mientras que las glándulas de las
otras dos capas poseen conductos que desembocan en los senos prostáticos ubicados a
cada lado de la cresta uretral en la pared posterior de la uretra. La superficie anterior de
la próstata está ocupada por un estroma fibromuscular compuesta por tejido conjuntivo
denso no modelado con una gran cantidad de fibras musculares lisas. El parénquima
prostático se divide en cuatro zonas que son anatómica y clínicamente distintas:
Zona central: contiene alrededor del 25% del tejido glandular, se encuentra rodeando los
conductos eyaculadores conforme atraviesan la próstata. Las células de este zona poseen
características morfológicas distintivas: citoplasma apenas basófilo y más prominente y
núcleos mas grandes desplazados a diferentes alturas en las células contiguas.
Zona periférica: contiene el 70% del tejido glandular de la próstata, ocupa la parte
posterior y las porciones laterales de la glándula. Esta zona se puede palpar en el examen
digital del recto.
Zona transicional: rodea a la uretra prostática, constituye el 5% del tejido glandular y
contiene glándulas mucosas.
Zona periuretral: contiene glándulas mucosas y submucosas.
En cada una de las zonas prostáticas el epitelio glandular por lo general es cilíndrico
simple pero puede haber parcelas de epitelio simple cúbico, simple plano y a veces
seudoestratificado. La proliferación de este epitelio es regulada por la hormona
dihidrotstosterona. Los alveolos de las glándulas prostáticas (en especial los de las
personas mayores) con frecuencia contienen concreciones prostáticas, que en los cortes
aparecen como cuerpos formados por laminillas concéntricas. La próstata secreta
fosfatasa ácida prostática, fibrinolisina, ácido cítrico y antígeno prostático específico.

- Glándulas bulbouretrales/glándulas de Cowper:


Son dos glándulas del tamaño de un guisante que se encuentran en el diafragma
urogenital. Estas glándulas son tubuloalveolares compuestas, que estructuralmente se
parecen a glándulas secretoras de moco. El epitelio cilíndrico simple está bajo el control
de la testosterona. La secreción glandular clara, de tipo mucoso contiene una gran
cantidad de galactosa y galactosamina, ácido galacturonico y metilpentosa. La
estimulación sexual determina que se libera la secreción, la cual constituye la porción
principal del líquido preseminal.
Pene:
Consiste principalmente de masas dorsales de tejido eréctil (cuerpos cavernosos) y una
masa ventral del mismo tejido (cuerpo esponjoso) en el que está incluido el segmento
esponjoso de la uretra. Una capa fibroeleastica densa, la túnica albugínea, enlaza los tres
cuerpos y forma una capsula alrededor de cada uno. Los cuerpos cavernosos contienen
una abundancia de espacios vasculares amplios de forma irregular que están revestidos
por un epitelio plano simple. Estos espacios están rodeados por una capa delgada de
musculo liso que forma trabéculas dentro de la túnica albugínea que interconectan y
entrecruzan el cuerpo cavernoso.
PATOLOGÍAS CLÍNICAS

HIPERPLASIA BENIGNA DE PRÓSTATA

La hipertrofia benigna de próstata (HBP) es una de las enfermedades más comunes en


el anciano varón. Su prevalencia ha aumentado por el crecimiento demográfico, el
incremento de la expectativa de vida y por los cambios en el estilo de vida. El síndrome
prostático se caracteriza por polaquiuria, disuria, retención de orina, sensación de
pesadez y dolor en la región perineal, asociados algunas veces a hematuria, cistitis,
erecciones, impotencia y meteorismo.

Fisiopatología :

El tamaño de la
próstata es
variable, tiene
forma de
«castaña» de
consistencia
elástica, con superficie lisa y con un surco que la divide. Sólo palpable parcialmente
por su cara posterior a través de la pared rectal mediante el tacto rectal. Hay presencia
de receptores α-adrenérgicos entre los componentes del músculo liso de la cápsula y
del estroma, así como en el cuello vesical. En la HBP el aumento de tamaño suele ser
a expensas de la zona de transición de la próstata. Los síntomas están causados por
dos mecanismos: a) obstrucción «mecánica», y b) obstrucción «dinámica». En el
estadio inicial hay una obstrucción a nivel del cuello vesical y de la uretra prostática
que dificulta la salida de la orina, por lo que se produce una hipertrofia del músculo
detrusor de la vejiga como mecanismo compensador, siendo la consecuencia una
disminución de la capacidad de reservorio. En este estadio dominan los síntomas
obstructivos. En una segunda fase el detrusor no es capaz de vencer la obstrucción,
pudiendo aparecer retención de orina, aparece hipersensibilidad vesical y se
manifiestan los síntomas irritativos. En la fase más avanzada, la retención de orina es
crónica y se pierde la capacidad contráctil, apareciendo la retención aguda de orina
(RAO) y la incontinencia urinaria secundaria a la micción por rebosamiento, con
riesgo de infecciones e incluso de insuficiencia renal.

Etiología
En la etiología de la HBP se ven implicados los siguientes factores: a) la edad
avanzada; b) el aumento de los estrógenos y de algunos metabolitos de la
testosterona; c) el aumento de la actividad de la 5-αreductasa, que es la encargada del
paso de testosterona a dihidrotestosterona (DHT), y d) otros factores de crecimiento.
A pesar del descenso de los niveles de testosterona en el anciano, el incremento de
los receptores para la DHT inducida por los estrógenos, junto con el aumento de la
síntesis de DHT, es suficiente para aumentar el tamaño de la próstata

Manifestaciones clínicas
En la tabla 1 se resumen los síntomas del tracto urinario inferior (STUI),
diferenciando su carácter obstructivo e irritativo. Los síntomas obstructivos son más
frecuentes, pero los irritativos interfieren más en las actividades de la vida diaria y
en la calidad de vida. Se acompañan de otras manifestaciones como: hematuria,
infección urinaria, insuficiencia renal, incontinencia urinaria, litiasis vesical... La
hematuria es consecuencia de la rotura de los capilares sanguíneos en relación con
los cambios morfológicos de la vejiga; con la hematuria y la consiguiente formación
de coágulos hay riesgo de RAO. La litiasis vesical produce dolor con los
movimientos y, por tanto, la aparición de polaquiuria, micción imperiosa y hematuria
que se alivian con el reposo. La polaquiuria, inicialmente nocturna, es el síntoma de
presentación más frecuente, seguido por la disuria. Estos síntomas son muy variables,
tanto en el tiempo de presentación como en su intensidad, por lo que a la hora del
tratamiento hay que individualizar cada caso. El 50-80% de los pacientes con HBP
tienen síntomas e influyen considerablemente en su calidad de vida.

CÁNCER DE PRÓSTATA

El adenocarcinoma prostático es la neoplasia maligna más frecuente en hombres,


superando al cáncer pulmonar y de colon. En los últimos cinco años, la supervivencia
para la enfermedad localizada fue de 100% y para metastásica 33%.
Aproximadamente, 70% de los cánceres de próstata se diagnostican en varones
mayores de 65 años de edad. De éstos, alrededor de 90% son descubiertos en etapa
local y/o regional. La supervivencia a cinco años es cerca de 100% y la sobrevida
general calculada a 10 y 15 años es de 92 y 61%, respectivamente.
Desde el punto de vista etiológico, se considera que éste es una enfermedad
multifactorial. Los lineamientos actuales para el diagnóstico temprano del cáncer de
próstata son: determinación del antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas
en inglés) y el examen rectal digital anual, a partir de los 50 años de edad. En
pacientes con PSA elevado, se sugiere toma de biopsia transrectal. La mayor parte
de los carcinomas prostáticos se originan en la zona periférica de la glándula.
El grado histológico se correlaciona estrechamente con el curso clínico y con el
comportamiento biológico del adenocarcinoma de la próstata. El tratamiento y
pronóstico de los pacientes con cáncer de próstata se encuentran en función directa
de la etapa en el momento del diagnóstico. En la actualidad, los mejores candidatos
para prostatectomía radical son pacientes con una expectativa de vida de 10 años o
más, con tumor no palpable, de grado bajo o intermedio en la escala de Gleason,
confinado a la próstata. Para pacientes con enfermedad temprana, de bajo riesgo, los
resultados con radioterapia externa, radioterapia conformacional tridimensional,
braquiterapia o prostatectomía radical han sido similares en la mayoría de la series,
con seguimiento hasta de 15 años o mayor. Actualmente, la castración quirúrgica o
médica con análogos de la hormona liberadora de la hormona luteinizante,
combinados con antiandrógenos no esteroideos como la flutamida y bicalutamida, es
el tratamiento de elección para pacientes que debutan con enfermedad metastásica.
Etiología

Desde el punto de vista etiológico, se considera que el cáncer de próstata es una


enfermedad multifactorial, en la que participan principalmente factores hormonales,
además de los relacionados con la raza, la dieta y una historia familiar de cáncer
prostático. La unidad funcional de la próstata es el acino, compuesto por elementos
epiteliales y estromales, separados por una membrana basal. El compartimiento
epitelial está conformado por células glandulares epiteliales, células basales,
neuroendocrinas, linfocitos y macrófagos. En el acino prostático predominan las
células glandulares y son el sitio donde se producen y secretan el PSA y la fosfatasa
ácida, los cuales son excretados con el líquido de la eyaculación. Estás células
dependen de la acción androgénica. El crecimiento y la maduración del epitelio
prostático dependen de los niveles periféricos de testosterona y de la conversión de
la misma a dihidrotestosterona, por acción de la enzima 5-alfa reductasa, a nivel
celular, dentro de la glándula. Dentro de la célula prostática, la dihidrotestosterona
se liga al receptor de andrógeno y forma un complejo (dihidrotestosterona-receptor
androgénico) que interactúa con secuencias específicas de ADN, alterando la
regulación celular. El cáncer prostático se origina por el crecimiento clonal de una
célula epitelial alterada en su genoma; no obstante, se han identificado múltiples
clonas malignas dentro de la misma glándula, como consecuencia de la inestabilidad
genética de la próstata.

Factores de riesgo
En estudios epidemiológicos ha sido muy evidente la mayor propensión a
desarrollar cáncer de próstata en individuos afroamericanos que en aquellos de piel
blanca. En ellos, se han encontrado niveles séricos mayores de testosterona. Se ha
hipotetizado que los niveles de la enzima 5-alfa reductasa pueden variar de acuerdo
con la raza del individuo e influir en el desarrollo de cáncer prostático. También, la
actividad del receptor de andrógeno puede modificarse con la raza.8-11 Numerosos
estudios han demostrado que un factor de riesgo importante para padecer cáncer de
próstata es tener antecedentes familiares. Se ha informado que el riesgo se
incrementa hasta tres veces, en relación con la población general. Este riesgo
aumenta entre más familiares de primer grado hayan padecido la enfermedad y entre
más jóvenes se hayan encontrado éstos al momento del diagnóstico. Otros factores
relacionados con la dieta, tabaquismo, ocupación, actividad física y el papel de la
vasectomía como promotor de la carcinogénesis prostática han sido postulados,
pero no demostrados fehacientemente.

Histología

Lesiones precursoras
Desde el punto de vista histológico, se sabe que existen lesiones precursoras. La
neoplasia intraepitelial prostática (NIP), se considera como una lesión
precancerosa. Encontrar NIP de alto grado en biopsias por aspiración de próstata,
incrementa el riesgo de encontrar carcinoma entre 20 y 50%. Cuando existe NIP
de bajo grado, no se observa un incremento en el riesgo de cáncer de próstata.
Cuando se encuentran glándulas atípicas sin carcinoma en biopsias por aspiración,
también llamada proliferación acinar atípica, se recomienda tomar más biopsias
en busca de carcinoma, ya que la incidencia en estos casos puede ser tan alta como
50%. La hiperplasia adenomatosa atípica, se ha sugerido como una lesión
precursora de carcinoma, habitualmente de bajo grado. No obstante, su asociación
al cáncer es controversial.

Cáncer
El grado histológico se correlaciona estrechamente con el curso clínico y con el
comportamiento biológico del adenocarcinoma de la próstata. Se han propuesto
diversos métodos para determinar el grado de diferenciación de esta neoplasia; no
obstante, el más ampliamente utilizado y aceptado es el sistema propuesto por
Gleason en 1966. En este sistema, se describen cinco patrones histológicos, que
van desde el grado 1, representado por un tumor bien diferenciado, con discretas
formaciones glandulares y con bordes bien definidos, hasta el grado 5, que exhibe
un patrón poco diferenciado o anaplásico, con pérdida de la arquitectura
glandular. Se buscan los dos patrones predominantes en el espécimen histológico
y se realiza una suma de los mismos. Un criterio importante para tomar en cuenta
un segundo patrón histológico, es que éste debe constituir por lo menos 5% del
tejido tumoral analizado. La suma de Gleason 2, 3 y 4 representa a un tumor de
bajo grado, con un comportamiento biológico de baja agresividad. Por el
contrario, una suma de 8, 9 o 10 traduce una neoplasia altamente agresiva. El
grado del tumor se correlaciona directamente con la posibilidad de diseminación
extraprostática y con la sobrevida

DISFUNCIÓN ERÉCTIL
Fisiología de la erección peneana:
La erección de pene es una serie compleja de eventos vasculares integrados que culminan
en la acumulación de sangre bajo presión y la rigidez del órgano. Como existe una
conectividad vascular extensa a lo largo de los tres cuartos distales de la longitud de los
cuerpos, en condiciones fisiológicas ellos funcionan como un solo compartimiento de
sangre o sistema hidráulico. El tejido eréctil comprende múltiples interconexiones de los
espacios sinusoidales o lacunares, La pared lacunar o trabécula contiene los elementos
fibromusculares contráctiles, consistiendo en músculo liso, elastina y colágeno, unido a
la superficie interna de la túnica. El tono del músculo liso, que puede representar el 45%
del tejido del trabecular es el primer determinante fisiológico de la flacidez o de la
erección del órgano. En el estado flácido, el músculo liso trabecular está tónicamente
controlado por las descargas del sistema nervioso simpático noradrenérgico. Bajo estas
condiciones el influjo arterial basal sólo es suficiente para el mantenimiento del
metabolismo celular. Así los niveles de oxígeno sanguíneos sólo son equivalentes a
aquéllos encontrados en sangre venosa. Durante la erección hay un considerable aumento
(ocho veces) en el volumen de la sangre intrapeneana, con la expansión correspondiente
de paredes trabeculares y el espacio lacunar. Como resultado, la presión intrapeneana
alcanza la presión de la sangre sistémica, produciendo un aumento en el volumen del pene
con la subsecuente tumescencia y rigidez. El sistema nervioso autonómico proporciona
el control de la mayoría de estos cambios del músculo liso y la reactividad vascular local.

FISIOPATOLOGÍA DE LA DISFUNCIÓN ÉRECTIL


La erección del pene es una respuesta fisiológica en la que participan estructuras
neurológicas, vasculares, endocrinas e interacciones psicológicas. Los nervios del pene y
las eferencias y aferencias del sistema nervioso central y periférico garantizan el correcto
funcionamiento y la sincronización necesaria para una erección fisiológica eficaz. La
estimulación sensitiva y local de los genitales provoca la erección refleja mediadas por el
centro parasimpático sacro (S2-S3) de la médula espinal y los estímulos psicógenos
percibidos, provocan la erección que podemos llamar cerebral o psíquica en las que están
implicados el rinencéfalo, los núcleos talámicos y estructuras límbicas, siendo estos
mensajes integrados en la región preóptica medial del hipotálamo (1). Funcionalmente el
nervio pélvico es el fundamental para provocar una erección y del efecto contrario (la
detumescencia) es responsable el simpático paravertebral. La Disfunción Eréctil (DE) de
causa neurológica, se produce como consecuencia de las altera
Cualquier alteración o enfermedad que afecte a las vías nerviosas tanto a nivel de los
nervios periféricos, medular, de la cauda equina y cerebral pueden provocar disfunción
eréctil. Describiremos los principales mecanismos fisiopatológicos de la DE en este
orden.
Neuropatías
La innervación de los órganos genitales es somática y autonómica. El control periférico
de la erección se lleva acabo por fibras nerviosas somáticas (aferente sensitiva del nervio
pudendo y eferente motora del mismo nervio), fibras nerviosas parasimpáticos (nervio
pélvico) y fibras nerviosas simpáticas (nervio hipogástrico) que actúan de manera
coordinada.
Respecto a la erección hay que considerar dos aspectos fundamentales que implican los
nervios periféricos: las aferencias somáticas que trasladan la información táctil (estímulo
sexual) y las eferencias parasimpáticas. Estas últimas producen el aumento de flujo
hemático en las arteriolas peneanas y el relajamiento de la musculatura lisa. Al final de
este proceso se produce la tumescencia y la rigidez del pene (erección).
La afectación del sistema nervioso periférico, que puede producir disfunción eréctil,
puede deberse a enfermedades de tipo sistémico o a traumatismos (accidentales/
yatrogénicos en pelvis-región lumbosacra). Las enfermedades sistémicas más frecuentes
causantes de disfunción eréctil son la diabetes, alcoholismo, enfermedades carenciales
(déficit vitamínico, tóxicos, etc.). Parecería obvio pensar que en estas enfermedades las
causas de la disfunción eréctil sea exclusivamente el malfuncionamiento de los nervios.
En realidad las bases fisiopatológicas no son tan claras. Por ejemplo, en los cuerpos
cavernosos de los diabéticos con disfunción eréctil se observa una disminución del
contenido de noradrenalina y una disminución de la síntesis de acetilcolina. Esta última
con una buena correlación con la duración de la enfermedad. Estas alteraciones podrían
estar relacionadas con una disfunción nerviosa. Independiente (o menos dependiente) de
la función nerviosa periférica sería la degeneración nitrérgica observada en la diabetes.
La inactivación excesiva y patológica del óxido nítrico podría ser un efecto directo de la
hiperglicemia. Además se observa una destrucción del tejido de los cuerpos cavernosos
por mecanismo de apoptosis, cuyo mecanismo no es del todo claro (4).
Estos múltiples mecanismos que pueden intervenir en la DE en la diabetes pueden
explicar la falta de correlación entre los estudios neurofisiológicos y la presencia y
severidad de la DE. En cualquier caso merece la pena recordar que alteraciones
funcionales en nervios periféricos evaluados con estudio del reflejo bulbocavernoso y
uretro-anal y con el estudio de potenciales evocados del nervio pudendo son más
frecuentes en diabéticos con DE que en diabéticos sin DE. Esta consideración es
importante puesto que no hay consenso sobre si el estudio neurofisiológico de miembros
inferiores normalmente utilizado en el diagnóstico de neuropatía diabética es suficiente
para la valoración de paciente diabético con DE.
Uno de los mecanismos fisiopatológicos responsables de la DE en neuropatías es la
desaferentación/deseferentación producida por el daño al nervio. Los estudios
neurofisiológicos pueden documentar una disminución de la amplitud de los potenciales
de nervio sensitivo (ej.: pudendo) y de los potenciales de acción motor compuesto (ej.:
bulbocavernoso).
Los estudios con EMG podrán demostrar los signos de denervación aguda y potenciales
de unidad motora de tipo reinervativo, confirmando la alteración del nervio y dando
informaciones sobre la cronicidad del proceso patológico.

CONCLUSIONES
 La endometriosis es la segunda enfermedad ginecológica más importante y la
padecen entre 7 y 15 % de todas las mujeres en vida reproductiva.
 El cáncer cervicouterino es un tipo frecuente de cáncer en mujeres, y consiste en
una enfermedad en la cual se encuentran células cancerosas (malignas) en los
tejidos del cuello uterino.

 La poliquistosis ovárica es probablemente la causa más común de infertilidad en


las mujeres por falta de ovulación. Asimismo, el prolapso uterino puede afectar a
mujeres de cualquier edad. Sin embargo, suele afectar a las mujeres
posmenopáusicas que tuvieron uno o más partos vaginales.

 La función testicular normal depende de hormonas que actúan por mecanismos


endocrinos y paracrinos; la función endocrina està al mando de la células de
Leyding que sintetizan y secretan el andrógeno circulante principal: testosterona

 El cáncer de próstata es uno de los cánceres más comunes en el varón. Los tumores
suelen desarrollarse en la zona periférica de la glándula.
REFERENCIAS

ROSS, Michael H. Histología Texto y Atlas, 2a edición. Ed. Médica Panamericana. 2005.

GENESER, Finn. Histología. 3a. edición. Editorial Médica Panamericana, 2000.

GARTNHER, Leslie P. James L. Hiatt. Texto y Atlas de Histología. 3a. edición. Editorial
Médica Panamericana, 2002.

https://kidshealth.org/es/parents/female-reproductive-system-esp.html
Tortora GJ, Derricskon B. Principios de Anatomía y Fisiología. 11ª ed. Madrid: Editorial
Médica Panamericana; 2006.

Marzo M, Cierco P, Bonfill X. Cribado del cáncer de próstata.


Atención Primaria 2001;28(7):468-71

Thibodeau GA, Patton KT. Anatomía y Fisiología. 6ª ed. Madrid: Elsevier España, S.A;
2007.

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