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UNIVERSIDAD LIBRE DE COLOMBIA

FACULTAD CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA INFANTIL

EJE TEMÁTICO EDUCACIÓN Y CULTURA ARTÍSTICA (PLÁSTICA)

“EL TEATRO EN EL ESCENARIO PEDAGÓGICO, VISTO DESDE UNA PERSPECTIVA


REAL.”

PRESENTADO POR:

LUISA FERNANDA CASTRO MORENO

PRESENTADO A:

SANDRA PATRICIA PINTO

26 DE MARZO

BOGOTÁ. D.C 2019


EL TEATRO EN EL ESCENARIO PEDAGÓGICO, VISTO DESDE UNA PERSPECTIVA
REAL.
Actualmente, percibimos en el sistema educativo, niños y niñas con miedo a expresarse,
con miedo a hablar delante de los demás o simplemente a levantar la mano, y esto se debe
a que como docentes no se les está dando la oportunidad a los estudiantes de ser ellos sin
cohibirse ni limitarse, y tampoco estamos siendo conscientes de las necesidades de los
niños y de las estrategias que deberíamos aplicar frente a estas en el aula. Es por lo cual,
que considero relevante cuestionarnos acerca de nuestro rol frente a la expresión del niño
y la niña dentro y fuera de la institución, y cómo podemos potenciar la materialización de
los pensamientos y sentimientos desde nuestra labor pedagógica, y es por esto que a
continuación desarrollaré un poco ese dialogo que debe existir entre la pedagogía y el arte,
viéndola desde sus diferentes expresiones para que de esta manera tengamos los insumos
necesarios y podamos responder a nuestras prácticas pedagógicas correctamente.
Debido a lo anterior, es necesario conceptualizar y aclarar esa relación entre el arte y la
pedagogía, viéndose esta desde una perspectiva transdisciplinar y holística, por lo tanto, el
arte no debe ser enseñado, ni transmitido en el caso de la escuela tradicional, el arte no se
puede enseñar porque simplemente no enseñamos a inventar, el arte es mucho más que
eso, es cierto que se pueden enseñar las técnicas e incluso la historia, sin embargo, no
podemos hacer más que simplemente proponer esos espacios de imaginación y expresión,
más allá de pretender repetir una creación o copiar básicamente. Además, debemos tener
en cuenta que el arte no se minimiza a simplemente una expresión gráfica, sino que el
teatro en esta tiene gran relevancia debido a su potencial y la carga estética que tiene.
El teatro, permite un desenvolvimiento de la acción y el lenguaje, es más una catarsis de
sentimientos y emociones que tiene una carga pedagógica y cultural al denunciar injusticias
y proclamar la necesidad de construir un mundo mejor (1981, pág. 34) y ha sido un medio
que se ha utilizado para defender ideas y exponerlas dentro y fuera de grupos sociales o
movimientos para ser escuchados, como se evidencia en su recorrido cultural, sin embargo,
aunque no es real de alguna manera da esa sensación de una representación de la realidad
y al mismo tiempo, de ideales. Aquí, podemos ver entonces como el arte, aunque no sea
real desde una perspectiva natural si se convierte en un escape en el cual salimos de ese
mundo real para entrar y equilibrar todos esos sueños e ideales desde una representación
teatral. (Pardo, 2011)
Por lo tanto, el teatro no tiene solo una carga cultural, sino también lúdica y del lenguaje,
dado que desde allí se evidencia un mundo simbólico en el cual la expresión trasciende y
cobra sentido al tratarse de una expresión que reta y empieza a desafiar esas percepciones
propias de la cultura. Además, el teatro ha cobrado importancia dentro de la sociedad en
cuanto a que se ha recuperado y creado consciencia del valor de nuestro cuerpo, ya nos
estamos sensibilizando en cuanto a percibir el cuerpo como una constitución del sentido
que se hace claro en el arte escénico, en el juego y en la pedagogía en sí misma. (Pardo,
2011)
Por otra parte, teniendo claridad del arte desde el teatro, su importancia y auge, ¿cómo
podemos ahora relacionar este con la pedagogía y sus prácticas? ¿Cómo empezamos a
concebir el teatro en un escenario institucional y como estrategia fundamental para el
desarrollo de la expresión y potencialización de la misma?, es necesario como docentes
cuestionarnos sobre cómo podemos implementar el arte dentro de nuestras prácticas
pedagógicas una vez hayamos comprendido el papel que el teatro tiene en sí mismo, en la
sociedad e incluso en la escuela, para poder comprenderlo desde una acción pedagógica
y con propósito.
Por lo anterior, es necesario adecuar el currículo de las instituciones en cuanto a la
pedagogía de las artes escénicas, construyendo espacios donde podamos fusionar la
pedagogía y el saber escénico, es decir, poder encontrar un equilibrio entre partes
fundamentales del teatro y así mismo, de la pedagogía, relaciones como por ejemplo:
inteligencia emocional y memoria emotiva, el teatro del oprimido y la sensorialidad incluso
(Pardo, 2011). Muchas veces, en el aula nos quedamos con insumos meramente
pedagógicos, me refiero a que como docentes nos interesa transmitir cultura, pero no
vernos inmersos en esta, y aún más en el país en el que vivimos, sin duda alguna, Colombia
no tiene un sistema educativo, en su mayoría, en el cual se encuentren añadidos programas
transdisciplinares en los que se incorpore el teatro y las ciencias sociales a través de este.
Sin embargo, para empezar a incorporar el teatro en nuestras prácticas pedagógicas con
los niños y niñas, debemos entender que un primer componente de este es la ilusión, la
cual es la magia del teatro en sí mismo, y es algo que sin duda los niños y niñas poseen,
es desde allí entonces, que es necesario trabajar la estrategia del teatro porque, aunque
sea ficción invención, o mentira dentro de un escenario se llega a tomar como real y cierto
dentro de nosotros. El teatro nos permite ser, hacer y representar eso que vemos tan ideal
y soñado, y esto le permite a los niños dentro del aula expresarse pero también escapar de
su realidad, la cual muchas veces puede resumirse en abuso, pobreza, depresión, baja
autoestima, víctima del maltrato en diferentes escenarios,, entre otros, y no sólo sirve para
que los niños y niñas representen sus situaciones sino para que como docentes podamos
estar alertas sobre eso que le está sucediendo a nuestros estudiantes y como dejamos ese
lado pedagógico y nos paramos en un lugar humano, para ayudar y trabajar así mismo
resiliencia en el aula.
La ilusión, podría ser entonces una trampa mental, sin embargo “La respuesta es que la
ilusión nos permite sentir fuertes emociones, intensas sensaciones y profundos
sentimientos, sin sufrir las consecuencias colaterales que tendría que presenciar esos
hechos directamente en la realidad.” (Pardo, 2011), y esta capacidad de ilusionarnos no es
más que concretizar todo lo que tenemos y las ganas que guardamos dentro de nosotros
por maravillarnos y porque queremos que nos ilusionen. Y para todo esto, el teatro es una
herramienta que usa esa capacidad para potenciar otras como la creatividad y la
imaginación, en cuanto es necesario crear escenarios, situaciones y personajes a partir de
recursos para propiciar la verosimilitud y ampliar ese mecanismo de ilusión.
Además, debemos conocer como docentes las tres tendencias teatrales que existen
universalmente: el teatro ilusionista, el teatro anti-ilusionista el cual está constantemente
recordándole a los espectadores que eso es simplemente una obra de teatro y el teatro de
presencia donde se encuentran expresiones postdramáticas como los performances. Es
importante el conocimiento de estos para poder implementarlos en el aula, ya siendo
conscientes de la importancia que este tiene en el desarrollo de la expresión se sentimientos
en los niños y niñas, y como primeramente nosotras, debemos expresar los nuestros,
aprender a tener inteligencia emocional para no hundirnos en nuestros sentimientos sino
antes ser capaces de contarlos y encontrar resiliencia en esto para superarlo, si nosotras
como maestras no somos capaces de hacer esa “catarsis” de la cual hablaba Aristóteles,
muy difícilmente, lograremos que nuestros estudiantes dejen de ser esos seres pasivos
respecto a la comunicación y expresión, si como docentes nosotras no cuidamos y le damos
el valor correspondiente a nuestro cuerpo, nuestros niños y niñas tampoco verán su cuerpo
como una herramienta de transformación y sensibilización, es así que todo comienza desde
nuestro crecimiento primero personal, humano y luego, profesional, para empezar este
recorrido desde el trabajo con el teatro en el aula.
En conclusión, el trabajo con el teatro es importante en la educación inicial tal como se
sostiene también en los lineamientos curriculares, porque “Desde el punto de vista
individual, las niñas y los niños interpretan y simbolizan su realidad, así como dejan entrever
sus experiencias y conocimientos a través de imitaciones y representaciones. Esto también
les lleva a reconocer sus propios gustos, emociones, ideas y deseos, además de ampliar
sus posibilidades de comunicación y expresión. Es decir, se nutren del mundo exterior para
despertar su sensibilidad y construir su propio mundo interior.” (De cero a siempre, 2014)
Por lo tanto, pienso que es de esto que se trata la Educación Inicial, no se trata de una
transmisión de conocimientos, sino de un desarrollo de potencialidades en todas las
dimensiones, lo cual podemos lograr en los niños y niñas a través de los pilares, y desde
luego desde el arte como un todo, pero desde el teatro para trabajar esas capacidades
dramáticas y expresivas que se convierten en las necesidades de los niños y niñas. Es por
lo anterior que la expresión dramática cobra tanta importancia como dice Barret (1979: 1):
“Como su etimología indica, la expresión dramática es una pedagogía de la acción.
Considerando el ser humano a la vez como sujeto y objeto de su propia búsqueda,
la expresión dramática responde a los dos polos más importantes de su existencia:
la expresión de sí mismo y la comunicación con el otro. En este sentido, la expresión
dramática pone la vivencia del sujeto como valor primordial de la condición humana.
Pedagogía viva y en movimiento, ella ocupa en la escuela un lugar específico,
reemplazando el saber y el saber-hacer por el saber-ser. Así el alumno aprende de
sí mismo y realiza con los demás el aprendizaje de la vida.”
Por último, si somos conscientes que este es un aprendizaje para la vida, esto debe ser un
llamado de atención a las docentes que aún no le dan la importancia que merece al teatro
en el aula, dado que la educación se trata de innovar y repensarnos la misma desde una
mirada crítica, donde como docentes cada vez nos formemos y preparemos para ser
capaces de impactar y transformar en el aula a través de diferentes estrategias, esta vez
hablamos del teatro para transformar pero así como este, existen mucha más como el juego
en sí mismo que incluso se ve inmerso en la acción teatral y que sin duda es muy importante
en el desarrollo de las capacidades y habilidades del niño y la niña. Esto debe motivarnos
y movernos a querer transformar las vidas de personas, y no solo de nuestros estudiantes
sino de una sociedad, la cual esos niños que tenemos a cargo puedan salir y hacer el
cambio desde su expresión, siendo conscientes que son seres de derecho y deben
expresar y representar sus ideas, sentimientos y pensamientos para ser tenidos en cuenta
dentro de una sociedad, no solo como seres sociales, sino seres políticos y seres como una
mirada crítica frente a la realidad que tienen delante.

PREGUNTAS:
¿Cuál es el rol de la expresión dramática dentro del desarrollo del niño y la niña, dentro y
fuera del aula?
¿Cómo docentes cual es nuestro papel en la implementación de programas teatrales en el
currículo de la institución en la cual estemos o en el mismo sistema educativo?
Bibliografía
Aristóteles. (1981). Poética . Madrid: Gredos.
De cero a siempre. (2014). Serie de orientaciones pedagógicas para la educación inicialen
el marco de la atención integral. Obtenido de www.colombiaaprende.edu.co
Pardo, J. (2011). El teatro en el escenario pedagógico. Revista internacional magisterio,
educación y pedagogia.

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