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Ávila Johnson Ana Perla

Literatura Novohispana I
1. Según Alfonso Mendiola, cuál era el papel del historiador medieval y cuál es el nexo
de la literatura con la historia. En conclusión, por qué podemos considerar las
crónicas de Indias como documentos literarios y no solamente historiográficos.

Alfonso Mendiola define al historiador como “el individuo que genera relatos a
partir de los acontecimientos” (Mendiola 79), la historia en la época medieval es concebida
como una transformación de los hechos en las narraciones, así que el historiador tiene la
función de ser testigo de estos acontecimientos para poder narrarlos.
La literatura medieval la define como obras que son el resultado de una comunidad,
y no de un ser individual, se escriben en otra lengua que no sea latín y su corpus se puede
transformar esto quiere decir que permanece vivo y no termina.
Las crónicas están escritas en lenguas romances, este es un punto clave para
empezar a considerarse literatura, debido a que en esos siglos los textos escritos en otra
lengua diferente del latín eran considerados literarios.
Para considerar a las crónicas de Indias literatura se tiene que eliminar la idea de
que la literatura habla de lo falso, de la ficción; el propósito de las crónicas era decir la
verdad, los acontecimientos tal y como pasaron. Aun así, se pueden encontrar en ellos
recursos retóricos y, términos literarios dentro de su corpus con la finalidad de lograr una
reacción en el lector; lo manipulan por medio de estos recursos para dar a entender
exactamente lo que ellos quieren. Un ejemplo de esto es cuando Colón describe la
naturaleza con un locus amoenus, no importa el paisaje verdadero, lo que importa es
imponer un modelo literario pata dar a entender que las Indias son un lugar maravilloso,
aunque fuera una mentira o una hipérbole (Wahlström 16). O en Bernal Díaz podemos
encontrar una personificación de varios personajes históricos como el de Moctezuma como
un héroe trágico que bien podría estar en una épica (Wahlström 26).
La historia era considerada una rama de la literatura, los historiadores pretendían
conocer el pasado para escribir bien, estudiaban la gramática y la retórica en los trabajos
de otros historiadores. Escribían bajo normas de buen estilo y era considerada una actividad
literaria. El texto literario medieval se construye a través de reglas y perceptos aprendidos
por el creador, se utilizan para referirse a distintos tipos de sucesos y alcanzar ciertos
objetivos, esto hace que “la literatura medieval, incluyendo en ella la historiografía este
formada de una gran presencia de intertextualidad” (Mendiola 56), esto nos da como
resultado que el autor de la literatura y el historiador ocupan figuras retoricas que provienen
de la tradición grecolatina para sus textos.
Las crónicas también tienen características de las novelas de caballería e historias de
náufragos por consecuencia de que la mayoría de los autores leyeron estas obras durante sus viajes,
imitaron el estilo, los conceptos, hicieron referencia a ellos y se basaron en los modelos retóricos
para escribir y describir lo que veían alrededor y a ellos mismos. La Utopía de Tomás Moro o El
libro de las maravillas de Marco Polo fueron libros bases en la mayoría de los hombres letrados
que escribieron las crónicas, así lograron hacer un estilo propio en ellas, basándose en las obras
anteriores. Cortés también ocupa los libros de caballería como una herramienta para describirse y
enaltecerse y ponerse como un gran caballero.
Las crónicas de Indias son literatura porque a partir de recursos que se consideran literarios
logran contar acontecimientos transformándolos en relatos que formaron parte la historia de una
comunidad, están llenas de “él dijo”, “me contaron”, “vi”, “hice”, y por su corpus abierto: varias
crónicas de Indias pasaron por diversas manos, se le agregaron cosas, se hicieron comentarios para
lograr tener la forma que tiene hoy. No fueron escritas con fines literarios, pero si para ser leías y
la mayoría con fines persuasivos, Fueron escritas por hombres de letras que sabían cómo utilizar
la retórica para logarlo.
Según Wahlström las crónicas “han tenido una influencia sustancial sobre la literatura
latinoamericana. Puesto que ésta última es en efecto conocida por una mezcla singular de realismo
y fantasía.” (5) así que las crónicas de indias son eso, una mezcla de realismo y fantasía.
2. De Cartas de Relación de Hernán Cortés vistas en clase, explica: a quien van
dirigidas, qué objetivos personales persigue el autor, qué importancia tiene escribir
sobre la conquista de México, quién es el héroe en la intriga narrativa desarrollada
en las Cartas, enumera las características de este personaje ejemplificando tu
respuesta con citas del texto.

La primera carta de relación va dirigida a la reina doña Juana y al emperador Carlos V; la


segunda únicamente a Carlos V, en estas cartas, el autor, Hernán Cortés persigue ciertos objetivos
personales como convencer a los receptores de apoyarlo para continuar con la conquista de ese
gran territorio, de que a pesar de los infortunios, pueda seguir en búsqueda de Moctezuma para
consumar el principal propósito, que esa región se vuelva de España:

“[…] y que estábamos en posición de ganar para nuestra majestad los mayores reinos y
señoríos que había en el mundo, y que demás de hacer lo que como cristianos éramos obligados,
en pugnar contra los enemigos de nuestra fe, y por ello en el otro mundo ganábamos la gloria […]”
(Cortés 48)

También pretende enardecer su figura, para así simpatizar con la corona, para
conseguir tierras y títulos en lo que sería la Nueva España para demostrar dotes
diplomáticas, su capacidad y sus buenos rasgos de personalidad (Medina 474); se pinta
como un héroe, como el bueno de la historia que hace todo por los reyes. También intenta
justificar todas sus acciones, como desobedecer a Diego Velázquez. Cortés busca
reclamarse como conquistador para liberarse de su mando y así poder ofrecerle
directamente a Carlos V las tierras y el poder sobre sus riquezas, lo cual es otro propósito
de las cartas: informar lo que hay, como es, lo que ve, la gente, su modo de vida; hacerle
ver a los reyes que es un terreno factible para volver a empezar una humanidad bajo leyes
del cristianismo:

“Escribimos y contaremos aquí desde el principio que fue descubierta de esta tierra hasta
el estado en que al presente está, porque vuestra majestad sepan la tierra que es, la gente que la
posee y la manera de su vivir y el rito y ceremonias, sectas o ley que tienen, y el feudo que en
ellas vuestras reales altezas podrán hacer y de ella podrán recibir y de quien en ella vuestras
majestades han sido servidos, porque en todo vuestras reales altezas puedan hacer lo que más
servidos serán” (Cortés 7)

Las cartas son un arma de diplomacia política y militar en la que Cortés logra
pintarse como un gran conquistador y con una masculinidad superior, llegando a
proyectarse como el rey de esas tierras pero sin demostrar directamente ese propósito.
Es importante escribir sobre la conquista de México por la complejidad del suceso, no sólo
significo una lucha de poderes entre sociedades, sino entre hombres que querían demostrar y
probar que eran mejores desde diferentes perspectivas Fue “una lucha contra la aristocracia militar
mexicana y contra los propios militares y administradores españoles en el Nuevo Mundo” (Medina
476); conocer la de Cortés, el que logro ganar, su mente, sus motivaciones, sus estrategias, la
manera en que llego a contar sus triunfos es muy para esclarecer esa parte de nuestra historia. Que
los españoles escribieran sobre esta lucha compleja nos da documentos para tratar de comprender
la manera en la que sucedieron los acontecimientos, en ese momento, los habitantes del territorio
no tenían un gran sistema de escritura, no podemos saber sobre la conquista por medio de ellos, al
menos no con una profundidad de detalles y de métodos literarios como lo hacemos con los textos
de los españoles. Porque, así como afirma Beatriz Pastor, “la historia del descubrimiento y de la
conquista de América se construye a través de la ausencia, omisión y silenciamiento de los otros”
(Pastor 122) así que en la mayoría de las crónicas tenemos una sola voz hablando, la parte de los
afectados está silenciada; pero es mejor tener eso a no tener nada.
El héroe que se crea en las Cartas de relación es el mismo Cortés ya que en la narración
de estas logró plasmar acontecimientos definitivos para su ascenso y declive como tal, un tópico
dentro de los héroes épicos, triunfar para después sufrir por sus errores. Tiene una presencia fuerte
dentro de la obra, se agrega como si fuera un personaje: “Hice yo fortalecer mi real a lo mejor que
pude, y poner la gente en las estancias que me pareció que convenían […]” (Cortés 47). Se describe
como el hombre perfecto: un vasallo y un gran gobernante.
Lo podemos formar por medio de los datos dados en las Cartas como una persona
arriesgada, calculadora, con decisiones determinativas; un ejemplo es cuando manda cortar las
manos a cincuenta hombres tlaxcaltecas: “Y visto, los mandé tomar a todos cincuenta y córtales
las manos y los envié que dijesen a su salir que, de noche, de día y cada cuando él viniese, verían
quiénes éramos” (Cortés 47). Pero también es prudente en sus decisiones, es calculador, sabe
cuándo actuar y cuando no: “no quise quemar las casas por ser sentido con los fuegos de las otras
poblaciones que estaban muy juntas” (Cortés 47).
Podemos ver que es un gran líder, siempre va a la cabeza de sus soldados, aunque implique
situaciones de peligro: “y yo comencé a subir por la escalera de la dicha torre y tras mi ciertos
españoles” (Cortés 100).
Además, se caracteriza por ser un gran estratega cuando supera los medios del enemigo en
una batalla gracias a unos artilugios:

“cada uno llevaba veinte hombres, los cuales iban dentro porque con las piedras que nos
tiraban de las azoteas no los pudiesen ofender, porque iban los ingenios cubiertos de tablas y los
que iban dentro eran ballesteros y escopeteros y los demás llevaban picos y azadones y barras
de hierro para horadarles las casas y derrocar las albarradas que tenían fechas en las calles.”
(Cortés 99)

Era un buen cristiano que todo se lo agradecía a la providencia y a Dios al igual que sus
decisiones: “Crean Vuestras Reales Altezas por cierto que esta batalla fue vencida más por
voluntad de Dios que por nuestras fuerzas, porque para con cuarenta mil hombres de guerra poca
defensa fuera cuatrocientos que nosotros éramos.” (Cortés 20)
Sabe perdonar, es misericordioso con quien lo merece: “porque me prometieron que de ahí
adelante serían buenos y leales vasallos de Su Majestad yo en su real nombre los perdoné y los
envié a su tierra.” (Cortés 334)
Pero, sobre todo, el factor de que lo hayan confundido con Quetzalcóatl involucra una
percepción de su persona diferente porque lo tratan como un dios y él no sabe porque

“Aquí me salieron a ver y hablar hasta mil hombres principales, ciudadanos de la dicha
ciudad, todos vestidos de una manera de habito y, según su costumbre, bien rico; y llegados a me
hablar cada uno por si, hacía en llegando a mí una ceremonia que entre ellos se usa mucho, que
ponía cada uno la mano en tierra y la besaba, y así estuve esperando casi una hora hasta que
cada uno hiciese su ceremonia.” (Cortés 73)

Se cree ese papel, y cree que todos estarán en su servicio, eso ayuda a figurarse por medio
de la otredad, ve como todos lo tratan y como son todos los que están ahí, le da un increíble
sentimiento de superioridad.
Cortés se pinta perfecto, no tiene errores, y no es egoísta, todo lo hace por los reyes, y si
llega a desobedecer la ley está justificado porque al final todo lo hace por las increíbles tierras. Es
un buen vasallo y un buen cristiano, pero sabemos que sus intenciones fueron hacerse ver de esta
manera para convencer a los receptores de las cartas, para poder al final, él quedarse con todo, que
lo apoyaran en este viaje y así poder conquistar las Indias.
3. El historiador del Renacimiento debía ser un hombre sabio que enseñaba a los demás
a bien vivir, por lo cual sus relatos debían ser honorables, dignos de admiración.
Escoge un episodio de la crónica de Cortés o de la de Bernal que se ajuste a esta
premisa y explica por qué, desde la perspectiva de su autor, tiene un fin moral y digno
de ser secundado por los demás.

La moral, el bien vivir, la admiración, para los cronistas de la conquista son perceptos muy
diferentes, todo depende del lado del que se cuente la historia. La evangelización es un tema
debatible dentro de este evento histórico. Ya que, desde la perspectiva de los españoles, era
correcto imponer su religión y sus creencias, estaba mal sacrificar y adorar a otros ídolos que no
fuera Dios y los santos que ellos adoraban. Desde la visión de Cortés los indios eran sucios, raros,
y estaba mal el sacrificio, desde la de los indios o los defensores de estos, los métodos de
evangelización y culparlos por no conocer las leyes de Dios fue un acto de crueldad.
Esto se ve reflejado en la segunda carta de Cortés, donde nos cuenta este proceso, al
recorrer la cuidad se encuentra un lugar donde le rinden culto a sus ídolos y Cortés obliga a quitar
sus figuras para imponer las del cristianismo:

“Los más prencipales destos ídolos y en quien ellos más fee y creencia tenían derroqué
de sus sillas y los fice echar por las escaleras abajo y fice limpiar aquellas capillas donde los tenían
porque todas estaban llenas de sangre que sacrifican, y puse en ella imágenes de Nuestra Señora
y de otros santos. (Cortés 238)”

Cortés actúa bajo su moral y su percepción de esta y espera que todos tengan la misma que
él, por eso les enseña que sus ídolos no son algo verdadero, lo verdadero es Dios y sus normas y
lo que hacen con sus ídolos no está bien, los adoctrina un poco de lo que predica el cristianismo:

“Yo les hice entender con las lenguas cúan engañados estaban en tener su esperanza en
aquellos ídolos que eran hechos por sus manos de cosas no limpias, y que habían de saber que
había un solo Dios universal señor de todos el cual había criado el cielo y la tierra y todas las cosas
y que hizo a ellos y a nosotros, y que éste era sin principio e inmortal y que a él habían de adorar
y creer, y no a otra criatura ni cosa alguna.” (Cortés 239)

Sobre el sacrificio también los instruye a no hacerlo, a que según las leyes de Dios eso
merece un castigo: “Y les defendí que no matasen criaturas a los ídolos como acostumbraban,
porque demás de ser muy aborrecible a Dios, Vuestra Sacra Majestad por sus leyes lo prohíbe y
manda que el que matare lo maten” (Cortés 239). En este fragmento podemos notar también que
reconoce las leyes de Dios y las toma como máximas, a pesar de haber desafiado la autoridad
Diego Velázquez o de los reyes, él sabe que la ley importante es la de Dios y quiere que todos se
rijan bajo ellas.
Según el relato, los indios aceptaron estas figuras sonrientes: “Y el dicho
Muteeçuma y muchos de los principales de la dicha cibdad estuvieron conmigo hasta quitar
los ídolos y limpiar las capillas y poner las imágenes, y todo con alegre semblante.” (Cortés
239)
Pero antes de aceptar Cortés manda a quitar sin el consentimiento de los habitantes
las figuras y coloca unas cristianas en su lugar: “los fice echar por las escaleras abajo y fice
limpiar aquellas capillas donde los tenían porque todas estaban llenas de sangre que
sacrifican, y puse en ella imágenes de Nuestra Señora” (Cortés 236)
Todo este episodio en las Cartas de relación demuestra que la moral de los
historiadores del renacimiento, de los cronistas, de los conquistadores y de ese evento
histórico es subjetiva, no es una universal. Aquí Cortés impone su moral, sus juicios sobre
la religión y espera que todos los demás tengan los mismo que él, no está dispuesto a tener
empatía por aquello diferente. Según él hizo un acto bueno, un acto digno de admiración y
deberían todos realizar si se consideran buen cristiano como él. Cortés antes de obedecer
leyes humanas, obedece las divinas y se rige por medio de ellas. Es perfecto, es buen vasallo
porque la evangelización aparte de hacerla por Dios, lo hace para que ese territorio pueda
ser parte de España, es buen estratega y buen orador porque logro convencer Moctezuma
de quitar sus figuras para poner imágenes cristianas y al final todo es para conquistar el
territorio, para hacer todo en nombre de Dios y que ellos hagan lo mismo en nombre de
Dios.
Cortés logra pintarse como el bueno, y a los indios como los malos, los salvajes que
tiene sus figuras de ídolos llenas de sangre y que gracias a él entraron en razón y
recapacitaron sus acciones.
4. La crónica de Bernal es abundante en detalles y digresiones. Explica qué función
tienen como estrategia narrativa y da un ejemplo al respecto citando un pasaje de la
crónica.

Las digresiones son la representación de la voz narrativa divagando sobre el tema central
mediante cambios temporales en la narración. Es una interacción entre escritor- oyente donde se
comunica directamente con él, como: “Dejemos esto y volvamos a Cortés” (Castillo 44), así “estas
fórmulas están dirigidas directamente a un ser en principio meta-.textual […] para convertir la
realidad entera y narración y representación, en un espectáculo directivo” (Káram). Es igual una
representación de una mente de cómo funcionan los recuerdos y el contar una historia en la que se
estuvo presente, con esta estrategia narrativa logramos tener una percepción de la mente de Bernal
para darle más veracidad del discurso; lo crea con figuras retoricas que representa la dinámica de
su propia memoria, porque no se trata de un reporte periodístico, si no que Bernal está
reconstruyendo los hechos del pasado en los que estuvo presente. Las crónicas tienen la
característica de ser escritas por una persona testigo, en este caso Bernal lo es y sólo nos presenta
lo que vio, lo que escucho, y lo que sabe por medio de estas digresiones y estás mismas digresiones
se unen a más formulas narrativas ya establecidas.
En el capítulo XXXVII cuando se nos introduce a Marina, tenemos una digresión al inicio:
“Antes que más meta la mano en lo del Moctezuma y su gran México y mexicanos, quiero decir
lo de Doña Marina […]” (Castillo 70), Para el discurso de la historia de la conquista de México
para introducir la historia de Marina y luego volver a la conquista pero ya con esa información.
Estas fórmulas, de romper con el discurso para introducir una frase que avise al receptor que se
cambiara de tiempo narrativo para contar una historia secundaria que complementa la principal,
son típicas, y justo cuando acaba la digresión ocupa otra fórmula para advertir al lector que el salto
temporal terminó "donde lo dejaré y volveré a decir cómo nos desembarcamos en el puerto en el
puerto de San Juan de Ulúa” (Castillo 70). A veces las fórmulas se llegan a aplicar en medio, justo
a la mitad de la acción para introducir una digresión dentro de la digresión como por ejemplo, en
el mismo capítulo, empieza a contar sobre Cortés en las Hibueras para luego volver a la historia
de Marina junto con Cortés: “y esto sélo muy bien, porque en el año mil quinientos veinte y tres
años, después de conquistado México[…]” (Castillo 70), al igual que casi al final del capítulo
vuelve a introducir otra digresión y lo advierte diciendo: “Y todo esto que digo selo yo muy
certificadamente” (Castillo 71) y vuelve a la historia de Marina con: “Y volviendo a nuestra
materia” (Castillo 71).
Los detalles son importantes en las crónicas debido a que dan un aspecto presencial
al lector y de estar escuchando una plática, por eso el excesivo uso de digresiones. Pero
también para seguir dando este efecto ocupa un lenguaje coloquial; al igual nos mete
intrigas y pleitos para mantener la atención del lector, como por ejemplo, en el mismo
capítulo, cuando llega la madre y el hermano de Marina, ellos pensaban que les iba a
mandar matar, pero al final Marina decide consolarlos: “Tuvieron miedo de ella, que
creyeron que los enviaba hallar para matarlos y lloraban. Y así como los vio llorar la doña
Marina, les consoló y dijo que no hubiesen miedo […]” (Castillo 71).
Bernal se introduce como un personaje presencial, es un testigo de todo, vio, supo,
escucho: “Y conocí a su madre y a su hermana” (Castillo 70), “Días antes que me había
dicho la Doña Marina” (Castillo 71), “Fuimos con el aquel viaje […]” (Castillo 70), esto
es para seguir dando el efecto de que es una historia real, es la verdadera. También utiliza
la hipérbole, para seguir dando el mismo efecto, en el título lo utiliza al afirmar que lo que
él está escribiendo es la “Historia verdadera” y dentro del capítulo nos introduce frases
como “Y todo esto que digo selo yo muy certificadamente y lo juro” (Castillo 71).
Otro detalle que introduce Bernal es el de introducir pasajes de la biblia, historias
del pueblo o refranes, en este caso es un pasaje de la biblia que el encuentro de Marina y
su madre le hizo recordar: “y esto me parecer que quiere remendar lo que le acaeció con
sus hermanos a Egipto a Josef […]” (Castillo 71)
Todos estos elementos tienen un propósito en común, convencer al lector de la
veracidad de la historia, que efectivamente, esta es la Historia Verdadera de la Conquista
de la Nueva España. Cada capítulo contiene digresiones y a Bernal como personaje, nos
afirma que todo lo que vio es lo que en realidad pasó, lo llega a jurar múltiples veces en el
relato, pero al mismo tiempo todo lo hace con un lenguaje coloquial introduciendo también
alargamientos de los eventos para completar los capítulos y dar el efecto deseado.
5. Uno de los temas (tópicos literarios) de la historiografía medieval fue narrar la vida
de los reyes, pues todo lo que éste hacía era memorable (nacimiento, matrimonios,
viajes, victorias y derrotas, el menú de sus comidas, etc.) Siguiendo esta tradición
estructural, Bernal dedica el capítulo XCI a Moctezuma. Señala las características de
este personaje ofreciendo citas del capítulo para ejemplificar tu respuesta.

La primera característica de Moctezuma es la de un hombre de cuarenta años con


proporciones casi perfectas ya que tenía “buena estatura y bien proporcionado, y cenceño, y pocas
carnes, y el color ni muy moreno, sino propio color de un indio” (Castillo 181), todo en su físico
está correcto, no tiene nada de más ni de menos, tiene un color exacto de piel. Su cabello es igual,
del largo correcto, sólo le cubrían las orejas y su barba era la indicada para su cara ya que la
descripción nos dice que eran “pocas […], prietas y bien puestas” (Castillo 181).
Su rosto, alegre y con un mirar “por un cabo amor y cuando era menester, gravedad”
(Castillo 181), esto demuestra un equilibrio de sus emociones, sabía cuándo ser duro, sin
sentimientos, con una mirada agresiva y cuando tener una mirada de amor, esa característica de la
mirada se lograba reflejar en su personalidad. Por último, Bernal logra concebirlo como una
persona alegre.
En la descripción destaca mucho la limpieza del hombre: “bañándose cada día una vez a la
tarde […] las ropas que se ponía un día no se las ponía sino de tres a cuatro días” (Castillo 182) ,
claramente tenía la imagen de una persona pulcra. En conclusión, todo estaba correcto en su
apariencia, desde la barba correcta en su cara y su cabello de un largo indicado hasta las veces que
usa la ropa y sus baños frecuentes.
Además de ser limpio con su físico, también lo era en cuestiones de sodomías pero, aunque
no mantuviera relaciones con los de su mismo sexo “tenía muchas mujeres por amigas […] tenía
dos grandes cacicas por sus legítimas mujeres” (Castillo 182), con estas últimas mujeres, a la hora
de tener relaciones sexuales era cuidadoso y discreto, mesurado. Como lo pinta Bernal podemos
ver que le encaban las mujeres, el trato con ellas, que estuvieran su servicio: cuando comía “cuatro
mujeres muy hermosas y limpias le daban agua […] y otras dos mujeres le traían el pan de tortillas”
(Castillo 183); y trataba de ganárselas para que se quedará con él con cacao: “Traían en unas como
a manera de copas de oro fino con cierta bebida hecha del mismo cacao: decía que era para tener
acceso con mujeres” (Castillo 182), aun así, estás mujeres era hijas de hombres importantes
respetando las jerarquías sociales.
En cuestión de su relación con sus “empleados” por llamarlos de algún modo: eran
doscientos los que estaban a cargo de su guarda “cuando le iban a hablar se habían de quitar
las ricas mantas y ponerse otras que poco valía […] debían de entrar descalzos y los ojos
bajos, puestos en tierra y no mirarle a la cara y con tres reverencias” (Castillo 182) y lo
mismo pasaba cuando otros señores iban a verlo “venían descalzos y con pobres mantas”
(Castillo 182). Esto demuestra que nadie debía ser mejor que él, él debía ser lo mejor, todos
los demás tenían que rendirle un profundo respeto porque nadie es igual a él, nadie tenía
su poder.
En el aspecto de la comida los cocineros le tenían treinta guisados, Bernal hasta oyó
decir que le guisaban carne de indios de poca edad, pero lo usual eran carnes de aves y
mientras comía no debía de dar más calor del que él requería. Todo el mundo estaba a su
servicio y así lo esperaba Moctezuma.
Era una persona solitaria y sólo se rodeaba de personas sabias a la hora de comer
ya que no le gustaba que le viesen hacerlo, sólo lo hacía en la compañía de “cuatro grandes
señores viejos y de edad con quien Moctezuma de cuando en cuando platicaba y preguntaba
cosas” (Castillo 183) estos eran sus hombres de confianza, sus jueces de pleito y consejeros
a los que les invitaba un plato de lo que más le gustaba, pero aun así esos señores tenían
que comer de píe, y no mirarle a la cara. A pesar de tenerles confianza seguía manteniendo
una distancia entre ellos.
Era aficionado a los placeres y cantares: “la gran cantidad que tenía Moctezuma de
bailadores y danzadores, y otros que traen un palo con pies, y de otros que vuelvan cuando
bailan en lo alto, y de otros que parecen matachines, y éstos para darle placer” (Castillo
186)
Tenía varias casas, tenían dos llenas de diversas armas, una con aves de todo género,
una gran casa con muchos ídolos y con “todo tipo de alimañas de tigres y leones” (Castillo
185) estos eran alimentados con diversas carnes y muchas veces de indios sacrificados.
Otra casa con víboras y culebras y en su casa, donde vivía tenía a todas las hijas de señores
que él tenía por amigas. En cada una de las cosas y con lo que narra Bernal podemos ver
que le gustaban los lujos y tener cosas extendidas y tal vez no tan necesarias a Moctezuma.
En resumen, era un hombre correcto que todos tenían que respetar y ser más
pequeños que él, Moctezuma tenía que ser el grande, el que nadie mirara a los ojos, pero
aun así estos ojos los veían con amor si te lo ganas y si no los miraban con dureza, sabe
cuándo hacer ambas, es un hombre equilibrado, desde lo físico hasta lo emocional.
Solitario, con excentricidades, pero correcto en todo lo que hace porque nadie se lo
cuestiona.

Bibliografía

Castillo, Bernal Díaz del. Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España. Vol. I. Distrito
Federal: Promociones Editoriales Mexicanas, 1979.
Cortés, Hernan. Cartas de Relación. Distrito Ferderal: Porrua, 2007.
Káram, uan Pablo Patiño. «El mundo oral en Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva
España de Bernal Díaz Del Castillo.» Espéculo. Revista de estudios literarios 24 (2003).
Documento.
Medina, Rubén. «Masculinidad, imperio y modernidad en Cartas de relación de Hernan Cortés.»
Hispanic Review 72.4 (Otoño, 2004): 468-489.
Mendiola, Alfonso. Bernal Díaz del Castillo: verdad romanesca y verdad histotiográfica. Distrito
Federal: Universidad Iberoamericana, 1995.
Pastor, Beatriz. «"Silence and Writing: The History of the Conquest.» Re/Discovering Colonial
Writing (1989): 1492-1992.
Wahlström, Victor. «Lo fantastico y lo literario en las Crónicas de Indias.» Tesina. s.f.

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