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La muerte te sienta bien

Jorge Rafael Videla (Mercedes, 2 de agosto de 1925 - Marcos Paz, 17 de mayo


de 2013)3 fue un militar y dictador argentino, designado presidente de facto de la
Argentina, por una junta militar entre 1976 y 1981, durante la dictadura autodenominada
Proceso de Reorganización Nacional, que se inició con el golpe de Estado del 24 de
marzo de 1976. También fue jefe del Ejército Argentino entre 1975 y 1978 y gobernador
de Tucumán de facto en 1970 durante la dictadura autodenominada Revolución
argentina.

Juzgado, condenado a cadena perpetua y destituido del grado militar, todo


durante el gobierno de Raúl Alfonsín4 por los crímenes de lesa humanidad cometidos
durante la dictadura. Posteriormente, el presidente Carlos Menem lo indultó en 1990
junto con varios otros integrantes de juntas militares procesados, en el marco de los
indultos realizados durante su gobierno.

En 1998 volvió a ser privado de libertad luego de que un juez dictaminara que
las causas por apropiación de menores en el Proceso de Reorganización Nacional
constituían un crimen de lesa humanidad, sin embargo luego de pasar 38 días preso se
le concedió el beneficio del arresto domiciliario en atención a su edad, durante el
gobierno de Fernando de la Rúa. Durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner
en 2008 perdió ese beneficio y regresó de manera definitiva a la cárcel, en relación a la
gravedad de los hechos por los que fue juzgado. Estuvo encarcelado en la base militar
de Campo de Mayo desde octubre de ese año hasta poco antes de su última condena
perpetua en junio de 2012.

El 22 de diciembre de 2010 fue nuevamente condenado a prisión perpetua en


cárcel común por el caso de los fusilamientos en la Unidad Penitenciaria 1 de San Martín
—conocido como UP1—. El 5 de julio de 2012 fue condenado a 50 años de prisión por
encontrárselo ser autor penalmente responsable de los delitos de sustracción, retención
y ocultamiento sistemático de neonatos y niños durante la dictadura.5 Murió en prisión
en el penal de Marcos Paz, el 17 de mayo de 2013.3

Índice
1 Biografía
2 El golpe de Estado
2.1 La visita de la CIDH
3 El conflicto con Chile
4 La política económica
5 La batalla de la imagen
5.1 La «Campaña Antiargentina»
6 Videla, la educación y la cultura
7 Obra pública
8 Gabinete de ministros
9 Su relación con la Justicia
10 Últimos años
11 Fallecimiento
12 Véase también
13 Notas
14 Bibliografía
15 Enlaces externos
Biografía
Jorge Rafael Videla nació el 2 de agosto de 1925 en la ciudad de Mercedes,
provincia de Buenos Aires. Fue el tercero de los cinco hijos del coronel Rafael Eugenio
Videla Bengolea y María Olga Redondo Ojea. Fue bautizado en recuerdo de dos
hermanos mayores mellizos, fallecidos de sarampión en 1923. Descendiente de una
tradicional familia de San Luis, con importantes ramificaciones en Mendoza, San Juan
y Chile, muchos de sus antepasados tuvieron destacadas actuaciones políticas, como
su tatarabuelo Blas Videla, líder del partido unitario, y su abuelo Jacinto Videla,
gobernador de San Luis entre 1891 y 1893.6

El 7 de abril de 1948 contrajo matrimonio con Alicia Raquel Hartridge Lacoste,


hija del embajador Samuel Alejandro Hartridge Parkes y María Isabel Lacoste Álvarez.
Con ella tuvo siete hijos, dos de los cuales siguieron la carrera militar en el Ejército
Argentino6 y otro, que murió joven, permaneció internado en el establecimiento
siquiátrico Colonia Montes de Oca, información que sus padres mantuvieron en absoluto
secreto.7

Jorge Rafael Videla ingresó al Colegio Militar de la Nación el 3 de marzo de 1942


y se graduó el 21 de diciembre de 1944 recibiendo el grado de subteniente de infantería.
Fue el 6.º de la promoción 73.ª sobre un total de 196 cadetes.[cita requerida] Cursó en
la Escuela Superior de Guerra entre los años 1952 y 1954 y se licenció con el título de
oficial de Estado Mayor. Formó parte de la Secretaría de Defensa entre 1958 y 1960, y
dirigió la Academia Militar hasta 1962. En 1971 fue ascendido a general de brigada y
nombrado por Alejandro Agustín Lanusse director del Colegio Militar de la Nación. A
fines de 1973, el comandante Leandro Anaya lo nombró jefe del Estado Mayor del
Ejército y el 27 de agosto de 1975, la presidenta María Estela Martínez de Perón lo
nombró comandante en jefe del Ejército.86

La llegada de Videla a jefe del Ejército fue dada a conocer por Antonio Cafiero:

El comandante del Ejército Nuna Laplane es cuestionado, por otros generales y


perdió tal autoridad que hubo que reemplazarlo. Lo lógico hubiera sido el que estaba
abajo del orden de antigüedad, pero este había producido el levantamiento en Campo
de Mayo. Entonces yo le dije a la señora —Isabelita— que esa persona no podía ocupar
el cargo […] El que seguía en el orden de la lista era Jorge Rafael Videla, de quien recibo
información de que era apolítico, un hombre absolutamente profesional y que de
ninguna manera podría encabezar un golpe.9

El 24 de marzo de 1976 encabezó, junto a Emilio Eduardo Massera y Orlando


Ramón Agosti, el golpe de Estado que derrocó a la presidenta constitucional María
Estela Martínez de Perón, disgregó a los partidos políticos, persiguió a los opositores y
cerró las sesiones del Congreso Nacional, dando comienzo al autodenominado Proceso
de Reorganización Nacional. Durante su administración, una disputa fronteriza con Chile
estuvo a punto de provocar un conflicto armado.

Ascensos
Grado Fecha de ascenso
Subteniente 22 de diciembre de 1944
Teniente 15 de junio de 1947
Teniente primero 3 de noviembre de 1949
Capitán 1 de marzo de 1952
Mayor 18 de julio de 1958
Teniente coronel 28 de diciembre de 1961
Coronel 17 de enero de 1966
General de brigada 23 de noviembre de 1971
General de división 20 de octubre de 1975
Teniente general 24 de marzo de 1977
El golpe de Estado

Videla con los demás miembros de la Junta Militar tomando posesión el 29 de


marzo de 1976.
Videla encabezó el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, sustituyendo a
María Martínez de Perón por una junta militar en representación del Ejército, el almirante
Emilio Eduardo Massera por la Armada y el brigadier general Orlando Ramón Agosti por
la Fuerza Aérea, dando inicio al Proceso de Reorganización Nacional.

El 29 de marzo asumió la Presidencia de la Nación, que ocuparía hasta ser


reemplazado por Roberto Eduardo Viola en 1981, al cumplir el período presidencial de
cinco años establecido por la Junta Militar. Este fue el período más largo que un militar
ocupara el cargo de presidente de facto en Argentina. Pese al cambio de junta tras el
pase a retiro de Massera y Agosti, Videla, a pesar de pasar a retiro, fue ratificado como
presidente en 1978. Junto a Viola, Videla fue partidario de la «línea blanda»; proclive a
una pronta apertura democrática y a un llamado a elecciones.10
La visita de la CIDH

Videla en la Casa Blanca junto al presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter
en 1977. En esa ocasión, Carter le planteó su preocupación por la situación de los
derechos humanos en Argentina.
El 6 de septiembre de 1979 llegó a la Argentina una delegación de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que durante dos semanas entrevistó a
personalidades de la política y la cultura y a miembros del gobierno; paralelamente,
recibieron denuncias de familiares de detenidos-desaparecidos por violaciones a los
derechos humanos, para lo cual hicieron largas filas esperando frente al lugar donde
actuaba la entidad. Patricia Derian, secretaria de Derechos Humanos del gobierno de
Jimmy Carter, fue un gran impulsora de la comisión. Mientras la Comisión se entrevista
con familiares de desaparecidos, algunos medios de comunicación publicaron cartas y
editoriales reafirmando que Argentina era un país en paz.

Presionada por la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,


la Junta Militar se apresuró por dar a conocer un nuevo régimen legal sobre los
desaparecidos.

Además de otras muchas consideraciones, el informe de la CIDH afirmó «que


por acción u omisión de las autoridades públicas y sus agentes, en la Argentina se
cometieron durante el período 1975-1979 numerosas y graves violaciones de
fundamentales derechos humanos» que afectaron

«El derecho a la vida, en razón de que personas pertenecientes o vinculadas a


organismos de seguridad del Gobierno dieron muerte a numerosos hombres y mujeres
después de su detención. El derecho a la libertad personal, al haberse detenido y puesto
a disposición del Poder Ejecutivo Nacional a numerosas personas en forma
indiscriminada. El derecho a la seguridad e integridad personal mediante el empleo
sistemático de torturas y otros tratos inhumanos. El derecho de justicia, en razón de las
limitaciones que encuentra el Poder Judicial para el ejercicio de sus funciones, de la
falta de garantías en los procesos ante los tribunales militares y de la ineficacia del
recurso de Habeas Corpus.»

Videla en 1977 había declarado que:

«En toda guerra hay personas que sobreviven, otras que quedan incapacitadas,
otras que mueren y otras que desaparecen. Argentina está finalizando esta guerra y,
consiguientemente, debe estar preparada para afrontar sus consecuencias. La
desaparición de algunas personas es una consecuencia no deseada de esta guerra.»

Después que partiera la Comisión, el 14 de diciembre de 1979, el periodista José


Ignacio López, entonces cronista del diario Clarín, le preguntó a Videla en una
conferencia de prensa si el gobierno tenía alguna medida a estudio acerca de las
denuncias que se habían realizado sobre desaparecidos y respondió:
«Le diré que frente al desaparecido en tanto éste como tal, es una incógnita,
mientras sea desaparecido no puede tener tratamiento especial, porque no tiene
entidad. No está muerto ni vivo...Está desaparecido.»1112

El conflicto con Chile


Durante el gobierno militar, el conflicto limítrofe entre Argentina y Chile acerca
de la soberanía sobre tres islas en el Canal de Beagle estaba pendiente de resolución
y sometido al Laudo Arbitral de 1977 que ambas partes habían acordado obedecer.

En 1977 se dictó una sentencia que entregó las tres islas a Chile, pero la junta
declaró la sentencia «insanablemente nula», colocando a ambos países al borde de la
guerra. El 22 de diciembre de 1978 Videla dio partida a la Operación Soberanía,
destinada a ocupar las islas militarmente. Sólo la intervención papal en el último minuto
hizo desistir a la junta militar de comenzar la guerra. El papa Juan Pablo II inició una
mediación, pero su propuesta fue rechazada por Videla, Viola, Galtieri y Bignone. Las
tensiones continuaron hasta el retorno de la democracia a Argentina, tras la Guerra de
las Malvinas.

El conflicto no se resolvería hasta la firma del Tratado de Paz y Amistad de 1984,


que resolvería la soberanía chilena sobre las islas.

La política económica
Año Crecimiento
del PIB
197613 Sin cambios 0,0 %
197714 Crecimiento 6,4 %
19781516 Decrecimiento -3,2 %
197917 Crecimiento 7,0 %
198018 Crecimiento 0,7 %

Jorge Rafael Videla en la inauguración de una edición de la Exposición Rural en


Buenos Aires.
José Alfredo Martínez de Hoz condujo la economía durante toda la presidencia
de Videla. Sus medidas económicas, basadas en la apertura de los mercados y la
liberalización de la legislación laboral vigente, contribuyeron al desmantelamiento de los
sindicatos y la polarización de las diferencias clasistas. Aunque Martínez de Hoz negó
posteriormente su implicación con las actividades represivas del Proceso, se ha
argumentado que las mismas fueron necesarias para contener el descontento popular
con los resultados económicos. Debido a la eliminación de las barreras arancelarias, la
caída de la producción industrial y el saldo negativo de la situación exterior de Argentina
durante el Proceso, el valor nominal de la deuda externa se multiplicó. Todo esto en
beneficio de los grandes grupos económicos multinacionales y locales, que vieron
acrecentadas sus ganancias enormemente gracias a dicho endeudamiento, que en
lugar de ser destinado por el gobierno a inversiones productivas, fue destinado a la
especulación financiera, promoviendo una moneda sobrevaluada (mediante un
mecanismo conocido como "la tablita") que permitió al capital más concentrado del país
hacer grandes negociados en la "timba financiera", en detrimento de la industria, cosa
que por otro lado llevó a un crecimiento de la brecha entre ricos y pobres. Esta deuda
es acrecentada todavía más en 1982, cuando Domingo Felipe Cavallo, como presidente
del Banco Central, decide licuar (estatizando) la deuda de dichos grandes grupos
perjudicando al Estado y a la sociedad. Además, se estatizó la empresa CIAE.19La
pobreza, que desde los años 1940 se ubicó siempre debajo del 10%, y que era del 5,8%
en 1974, subió al 37,4% en 1980, cifras inéditas para el país.20 Además, el plan
económico se caracterizó por altas tasas de inflación durante toda la dictadura. Así
mismo se incrementó la brecha en la distribución del ingreso, el coeficiente de gini paso
de 0.365 en 1975 a 0.423 en 1982, observándose un marcado deterioro.21

Documentos guardados en la Audiencia Nacional de España hallados en 2015


describe la existencia de una la red que manejaba los fondos robados a víctimas del
terrorismo de Estado. El régimen de Videla montó varias empresas en este país y
registró cuentas en distintos bancos de Europa, donde guardó grandes cantidades de
dinero. Uno de los casos investigados fue el de Conrado Gómez, abogado de Mendoza;
desaparecido, sus bienes fueron robados por un comando militar y blanqueados a través
de empresas y cuentas bancarias en el exterior.22

El plan económico se caracterizó por altas tasas de inflación durante toda la


dictadura. Así mismo se incrementó la brecha en la distribución del ingreso, el
coeficiente de gini paso de 0.365 en 1975 a 0.423 en 1982, observándose un marcado
deterioro.21El plan de Martínez de Hoz consistía en una reducción arancelaria que llegó
a su máximo nivel en 1978, para darle competitividad a la economía y promover sus
«ventajas naturales». Grandes empresas industriales cerraron sus plantas: General
Motors, Peugeot, Citroën, Chrysler, Siam, Decca (Deutz-La Cantábrica), la planta de
vehículos utilitarios de Fabricaciones Militares, Aceros Ohler, Tamet, Cura, Olivetti, y
miles de medianas y pequeñas empresas industriales. Para 1980 la producción
industrial había reducido un 10% su aporte al PBI, y en algunas ramas como la textil, la
caída superó el 15%.23

En 1978, el plan neoliberal del ministro Martínez de Hoz dio indicios de


agotamiento: la inflación anual llegó al 160 %, y el PBI descendió durante ese año cerca
de un 3,2 %. En 1979 la tasa de inflación llegó a 139,7 %, con una economía estancada.
Además, se generó una fuga del 25% de los depósitos bancarios, los cuatro bancos más
importantes del sistema fueron liquidados. Durante su gestión la deuda externa la deuda
creció de 7.000 millones de dólares a más de 40.000 millones de dólares, es decir, que
en siete años se multiplicó casi seis veces.24 Durante 1980 las exportaciones cayeron
un 20% respecto del año anterior, las importaciones subieron un 30%. En ese contexto
se produjo el “crack bancario” de 1980, que puso fin a la etapa de la denominada “plata
dulce”. La quiebra del Banco de Intercambio Regional junto con el cierre de otras 37
entidades financieras, que a su vez repercutió en sectores industriales, originando una
fuerte corrida bancaria y fuga de divisas.25La deuda de diferentes empresas como
Alpargatas S.A., Grupo Macri, Banco de Galicia, FATE -ASTRA, Bunge y Born S.A.,
Grafa S.A., Molinos Río de la Plata, Loma Negra S.A, Ingenio Ledesma, Pérez Companc
S.A.,, ACINDAR S.A., Bridas - Papel Prensa., fue transferida al Estado.2624
La batalla de la imagen
La «Campaña Antiargentina»

Jorge Rafael Videla tratando de llamar la atención, aunque sin éxito, de una
niñita, en las puertas de la Casa Rosada.
La dictadura enfrentó un desafío mayor al tratar de recomponer su imagen
pública en el exterior. Diversos grupos de opositores exiliados y algunos gobiernos
denunciaron reiteradamente la situación de los derechos humanos en Argentina. El
gobierno contratacó con el eslogan Los argentinos somos derechos y humanos y
atribuyó las críticas a una «campaña antiargentina». Para la misma se valió del control
casi absoluto que tenía sobre los medios de comunicación masivos —la revista Para tí,
por ejemplo, repartió entre sus lectores postales destinadas a ser enviadas al extranjero,
bajo el lema «Argentina toda la verdad»—, además de una significativa inversión de
dinero público que se utilizó para sufragar material publicitario como, las calcomanías
con el lema «Los argentinos somos derechos y humanos», destinadas a que sus
poseedores las exhibieran, por ejemplo, en las ventanillas de sus vehículos, y que
costaron en 1979 algo más de 16 000 dólares, que fueron embolsados por la empresa
Libson S.A.. En su libro de Marina Franco investigó el rol de la prensa masiva y en
particular los diarios La Nación, La Prensa y las revistas de la Editorial Atlántida (Gente,
Para Ti) que apoyaron al régimen de Videla difundían la idea de que los
cuestionamientos por violaciones a los derechos humanos constituían una campaña
antiargentina. Para Ti, publicó una serie de fotos postales del país que las lectoras
debían enviar a un listado de personas e instituciones que eran los ‘agentes’ de la
campaña antiargentina".27El gobierno pagó 16.117 dólares por 250 mil calcomanías
con el lema en 1979 con el lema "Los argentinos somos derechos y humanos". El slogan
había sido ideado a pedido de la dictadura por la empresa Burson Marsteller, ya
contratada en 1978 para mejorar la imagen de Videla.28

Videla saluda en una conferencia al escritor Jorge Luis Borges.


Ya el 19 de mayo de 1976 Videla protagonizó un almuerzo con un grupo de
intelectuales argentinos, entre los que se contaban Ernesto Sabato, Jorge Luis Borges,
Horacio Esteban Ratti (presidente de la Sociedad Argentina de Escritores) y el padre
Leonardo Castellani. Este último le expresó su preocupación por otro escritor
desaparecido, Haroldo Conti. Borges y Sabato exteriorizaron elogios al gobierno militar
luego de esa comida.29

El campeonato mundial de fútbol de 1978 fue transformado por el gobierno militar


en un hecho político, intentando demostrar que en el país existía libertad. El entusiasmo
de la sociedad ante el desempeño deportivo del seleccionado nacional fue utilizado por
Videla para intentar demostrar que el pueblo apoyaba a la dictadura. De hecho, la
multitud enfervorizada congregada en el estadio de River Plate, aclamó al dictador
cuando entregó la copa al equipo argentino.30 El Ente Autárquico, comandado primero
por el general Omar Actis. Tras su asesinato en turbias circunstancias el 19 de agosto
de 1976, en un hecho en cuya autoría se sospechaba que podría estar implicada la
Armada Argentina, Lacoste lo reemplazó en la ejecutiva, si no en el liderazgo formal,
puesto a cargo del general Antonio Merlo. Los preparativos se habían iniciado apenas
después del golpe del 7".31 El EAM 78 contrató los servicios de la empresa de seguridad
Juncadella y los de la empresa norteamericana Burson-Marsteller y Asociados,
especializada en el mejoramiento de la imagen de gobiernos.32El 21 de junio de 1978
estalló una bomba en la casa del secretario de Hacienda de Juan Alemann, que días
atrás había cargado duramente contra Carlos Lacoste y los despilfarros en la
organización mundialista. El Mundial le salió a la Argentina unos 517 millones de
dólares, 400 más que los pagados por España en la siguiente edición de 1982 y fue
considerado como un "monumento a la corrupción".33

En 1980, el dirigente de la organización Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), Adolfo


Pérez Esquivel recibió el Premio Nobel de la Paz, exponiendo aún más al mundo las
violaciones a los derechos humanos en Argentina.

El Ente Autárquico Mundial 78 fue una entidad creada en 1976 por decreto de
Jorge Rafael Videla el fin de organizar la Copa Mundial de Fútbol de 1978. La
organización del campeonato un costo diez veces mayor previsto al inicio. El primer
presidente del comité fue fusilado, según se sospecha, por su sucesor.31La gestión del
mundial 78 estuvo rodeada de secreto, en parte gracias al decreto 1261/77, que permitía
que el EAM '78 pudiera atenerse a la reserva en su gestión. De los 517 millones de
dólares estadounidenses de la época que el Mundial costó —más del cuádruple del
costo declarado por España para la organización de la edición de 1982— se ignora la
administración, pues nunca se dispuso de un balance contable del mismo. La
organización del campeonato un costo diez veces mayor previsto al inicio. Las internas
de los militares incidieron en esto.3134El 21 de junio de 1978 estalló una bomba en la
casa del secretario de Hacienda de Juan Alemann, que días atrás había cargado
duramente contra Carlos Alberto Lacoste y los despilfarros en la organización
mundialista. El Mundial le salió a la Argentina unos 517 millones de dólares, 400 más
que los pagados por España en la siguiente edición de 1982 y fue considerado como un
"monumento a la corrupción".33Se denuncio que eran frecuentes la falta de
transparencia en el manejo de fondos.35El organizador designado por Videla para
organizar dicho mundial sería, ya en democracia procesado por administración
fraudulenta como funcionario público.3637

Videla, la educación y la cultura


El 29 de abril de 1976 en Córdoba, una pila de libros arde en el Regimiento de
Infantería Aerotransportada de La Calera.

«Se incinera esta documentación perniciosa que afecta al intelecto y a nuestra


manera de ser cristiana –dice el comunicado oficial–, a fin de que no pueda seguir
engañando a la juventud sobre nuestro más tradicional acervo espiritual: Dios, Patria y
Hogar.»

Arden, entre muchas obras, las novelas de Gabriel García Márquez, los poemas
de Pablo Neruda y las investigaciones de Osvaldo Bayer. Desde el Ministerio de
Educación y Cultura se gesta la «Operación Claridad»: plan de caza de opositores en
toda el área cultural. Además de las desapariciones de artistas, intelectuales, docentes
y alumnos, el plan produce despidos masivos e inhabilitaciones para enseñar. La
censura del libro El cubismo por la supuesta apología de Cuba; la prohibición de libros
de matemáticas moderna por hacer referencia a la teoría de los conjuntos; la prohibición
del libro El nacimiento, los niños y el amor de A. Rosenstiehl por la forma en que se
explicaba a los niños como llegaban los bebés al mundo.38

En un baldío de la localidad de Sarandí la dictadura realizó su mayor quema de


publicaciones con un millón y medio de libros y fascículos del Centro Editor de América
Latina, el sello que fundó Boris Spivacow, quien además tuvo un juicio por publicación
y venta de material subversivo del que fue sobreseído.39Bajo la conducción del general
Harguindeguy, fue la Dirección General de Publicaciones dependiente del Ministerio del
Interior la agencia especializada en el control cultural. Centralizó a nivel nacional el
control sobre las actividades culturales. Además del comportamiento de los medios de
comunicación, también se vigilaba la programación radial, televisiva y cinematográfica;
y comisiones de seguimiento de los textos escolares38

El gobierno de la Junta Militar dispuso una serie de procedimientos para


neutralizar el «germen subversivo» que intentaba crear defensas en la sociedad. Estas
fueron algunas de las acciones emprendidas:

En 1977, se distribuyó en las escuelas un material gráfico dirigido a los padres


con hijos en edad escolar, titulado: «Cómo reconocer la infiltración marxista en las
escuelas»:

«Léxico marxista para uso de los alumnos: (...) Lo primero que se puede detectar
es la utilización de un determinado vocabulario que, aunque no parezca muy
trascendente, tiene mucha importancia para realizar este 'trasbordo ideológico' que nos
preocupa. Así, aparecerán frecuentemente los vocablos diálogo, burguesía,
proletariado, América latina, explotación, cambio de estructuras, capitalismo.»

Historia, Formación Cívica, Economía, Geografía y Catequesis en los colegios


religiosos, suelen ser las materias elegidas para el adoctrinamiento subversivo. Algo
similar ocurre con Castellano y Literatura, disciplinas de las que han sido erradicados
los autores clásicos, para poner en su lugar a 'novelistas latinoamericanos' o 'literatura
comprometida' en general.
Otro sistema sutil de adoctrinamiento es hacer que los alumnos comenten en
clase recortes políticos, sociales o religiosos aparecidos en diarios y revistas, que nada
tienen que ver con la escuela. Es fácil deducir cómo pueden ser manejadas las
conclusiones.
Asimismo, el trabajo grupal que ha sustituido a la responsabilidad personal
puede ser fácilmente utilizado para despersonalizar al chico, acostumbrarlo a la pereza
y facilitar así su adoctrinamiento por alumnos previamente seleccionados y entrenados
para pasar ideas.
En el mismo año, el decreto 3155 prohibió la distribución, venta y circulación de
los relatos infantiles «Un elefante ocupa mucho espacio», de Elsa Bornemann, y «El
nacimiento, los niños y el amor», de Agnes Rosenstichl (ambos de Ediciones Librerías
Fausto), por tratarse de «cuentos destinados al público infantil con una finalidad de
adoctrinamiento, que resulta preparatoria para la tarea de captación ideológica del
accionar subversivo».
El decreto 538, de mayo de 1978, estableció para profesores y maestros la
lectura y comentario obligatorio del folleto «Conozcamos a nuestros enemigos», cuyo
contenido resumió el diario La Prensa en ese mismo mes:

«El texto tiende a facilitar a los docentes la comprensión del proceso subversivo
en el país, especialmente en el medio educativo, y brinda elementos de juicio sobre la
forma de obrar del marxismo. Expone también la estrategia particular de la subversión
en el ámbito educativo, sus modos de acción en todos los niveles educativos y en la
actividad gremial del ámbito educativo (sic). En las conclusiones del trabajo, cuya lectura
y aceptación por parte del personal docente y administrativo es obligatoria, se expresa
que 'es en la educación donde hay que actuar con claridad y energía para arrancar la
raíz de la subversión, demostrando a los estudiantes las falsedades de las doctrinas y
concepciones que durante tantos años les fueron inculcando en mayor o menor grado.»

En octubre de 1978, una resolución del Ministerio del Interior prohibió las obras
«La educación como práctica de la libertad» (Editorial Siglo XXI) y «Las iglesias, la
educación y el proceso de liberación humana en la historia» (Editorial La Aurora), del
pedagogo brasileño Paulo Freire, ya que, según las autoridades, «sirven como medio
para la penetración ideológica marxista en los ámbitos educativos. Por otra parte, su
metodología para interpretar la realidad, el hombre y la historia es manifiestamente
tendenciosa. Las fuentes de pensamiento del autor, como los modelos y ejemplos que
expone, son de clara inspiración marxista y toda su doctrina pedagógica atenta contra
los valores fundamentales de nuestra sociedad occidental y cristiana».

También en octubre de 1978 se prohibió la distribución de la novela «La tía Julia


y el escribidor», del escritor peruano Mario Vargas Llosa, argumentando que «revela
distorsiones e intencionalidad, así como reiteradas ofensas a la familia, la religión, las
instituciones armadas y los principios morales y éticos que sustentan la estructura
espiritual e institucional de las sociedades hispanoamericanas y, dentro de estas, a
nuestra Nación, contribuyendo a mantener y expandir las causas que determinaron la
implantación del estado de sitio».

En julio de 1980, por decreto 2038, se prohibió la utilización en el ámbito escolar


de la obra Universitas, Gran Enciclopedia del Saber, de Editorial Salvat, editada en
Barcelona, por «incurrir en falseamiento de la verdad histórica (...) analizando uno de
los períodos más importantes de la historia moderna, como es el proceso de
industrialización, bajo la metodología inspirada en el materialismo dialéctico».

En el mismo decreto se prohibía el Diccionario Salvat:

«Las dos obras revelan un proceso editorial sistemático, en el cual la


Enciclopedia y el Diccionario cumplen la función expresa de ofrecer al estudiante (...) un
léxico definitivamente marxista, mediante la utilización de palabras y acepciones que,
lejos de corresponder fielmente a los significados propios de la lengua, tienden a sustituir
estos por otros que responden y son típicos de esa ideología.»
En septiembre de 1980, un comunicado ministerial prohibió el uso en las
escuelas de los textos de Antoine de Saint-Exupéry, autor, entre otros, de «El
Principito».

Incluso se llegó a prohibir un libro de ingeniería titulado «Cuba electrolítica» por


asociar, erróneamente, su título con el país caribeño. También se llegó al extremo de
prohibir la enseñanza de algunos temas de matemática moderna y de teoría de
conjuntos por considerarlos «subversivos».

Editores, periodistas, escritores, poetas, cantantes, fueron prohibidos:

Aída Bortnik (escritora)


Jorge Romero Brest (artista plástico)
Roberto Cossa (dramaturgo y director de teatro)
Crist (caricaturista)
Joaquín Salvador Lavado Quino (caricaturista)
Julia Elena Dávalos (cantante folclórica)
Griselda Gambaro (escritora)
Horacio Guaraní (cantautor folclórico)
Nacha Guevara (actriz y cantante)
César Isella (cantautor)
Litto Nebbia (cantautor)
Pacho O'Donnell (escritor)
Gian Franco Pagliaro (cantante)
Piero (cantautor)40
Ariel Ramírez (pianista y compositor folclórico)
Sergio Renán (cineasta)
Mercedes Sosa (cantante folclórica)
María Elena Walsh (cantautora y escritora)
Otros «desaparecieron» (fueron secuestrados, torturados y asesinados):

Héctor Germán Oesterheld (guionista de historietas y escritor y)


Paco Urondo (periodista y escritor)
Rodolfo Walsh (periodista, escritor y traductor)
Haroldo Conti (escritor y docente)
Tilo Wenner (periodista y poeta)
Obra pública
Inauguración de un tramo del complejo de puentes ferroviales Zárate-Brazo
Largo.
Inauguración del complejo hidroeléctrico de Futaleufú.[cita requerida]
Inauguración de las transmisiones de Argentina Televisora Color (Actual Canal
7).
Gabinete de ministros
Estandarte presidencialMinisterios del Gobierno de
Jorge Rafael Videla
Cartera Titular Período
Ministerio del Interior Albano Harguindeguy29 de marzo de 1976 - 29 de marzo
de 1981
Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto César Augusto Guzzetti
Oscar Antonio Montes
Carlos Washington Pastor 29 de marzo de 1976 - 23 de mayo de 1977
23 de mayo de 1977 - 27 de octubre de 1978
5 de noviembre de 197841 - 29 de marzo de 1981
Ministerio de Economía José Alfredo Martínez de Hoz 29 de marzo
de 1976 - 29 de marzo de 1981
Ministerio de Educación Ricardo P. Bruera
Juan José Catalán
Juan Rafael Llerena Amadeo 29 de marzo de 1976 - 28 de mayo de 1977
25 de junio de 1977 - 26 de agosto de 1978
5 de noviembre de 197841 - 29 de marzo de 1981
Ministerio de Bienestar Social Julio Juan Bardi
Jorge A. Fraga 29 de marzo de 1976 - 30 de octubre de 1978
5 de noviembre de 197841 - 29 de marzo de 1981
Ministerio de Defensa Nacional José María Klix
David de la Riva 29 de marzo de 1976 - 30 de octubre de 1978
5 de noviembre de 197841 - 29 de marzo de 1981
Ministerio de Justicia Julio Arnaldo Gómez
Alberto Rodríguez Varela 29 de marzo de 1976 - 30 de octubre de 1978
5 de noviembre de 197841 - 29 de marzo de 1981
Ministerio de Trabajo Horacio Tomás Liendo
Llamil Reston 29 de marzo de 1976 - 18 de enero de 1979
18 de enero de 1979 - 29 de marzo de 1981
Ministerio de Planeamiento Ramón Genaro Díaz Bessone
Carlos E. Laidlaw 25 de octubre de 197642 - 30 de diciembre de 197743
23 de enero de 197844 - 30 de octubre de 1978
Su relación con la Justicia
Como resultado de las tensiones entre las tres fuerzas armadas por el reparto
del poder y las fracasadas políticas económicas de Martínez de Hoz, Videla fue apartado
de su cargo. Lo reemplazó en la presidencia el jefe del Estado Mayor del Ejército,
Roberto Viola.

Dos años después de restablecerse el régimen democrático en Argentina en


1983, fue juzgado y declarado culpable por el asesinato y la desaparición de miles de
ciudadanos durante su gestión presidencial. Fue sentenciado a reclusión perpetua,
inhabilitación absoluta perpetua y destitución del grado militar en 1985. La Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal lo
halló penalmente responsable de numerosos homicidios calificados, 504 privaciones
ilegales de la libertad calificada, aplicaciones de tormentos, robos agravados,
falsedades ideológicas de documento público, usurpaciones, reducciones a
servidumbre, extorsión, secuestros extorsivos, supresión de documentos, sustracciones
de menores, y tormentos seguidos de muerte. El fallo fue confirmado por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en 1986.

Videla cumplió sólo cinco años de prisión efectiva. En 1990, el entonces


presidente Carlos Saúl Menem hizo uso de la facultad presidencial de indulto para dictar
su excarcelación, junto con la de otros miembros de juntas militares y jefes de la policía
de la Provincia de Buenos Aires y del dirigente montonero Mario Eduardo Firmenich, por
los decretos 2741/90 y 2742/90. Menem argumentó la necesidad de "superar los
conflictos pasados" para justificar la segunda tanda de indultos a jefes militares y
guerrilleros.

En 1998 regresó a prisión, aunque brevemente, tras que un juez dictaminara que
las causas por sustracción de menores durante el Terrorismo de Estado constituían un
crimen de lesa humanidad, y por lo tanto imprescriptible. Pasó 38 días en la cárcel de
Caseros hasta que se le concedió el derecho al arresto domiciliario en atención a su
edad. La causa se encuentra actualmente siendo juzgada.

Su extradición a Alemania es solicitada desde 2003 por el tribunal territorial de


Núremberg, por su responsabilidad en el homicidio de la ciudadana alemana Elisabeth
Kaesemann, asesinada en Argentina en mayo de 1977. En 2005 el sumario fue
sobreseído por no hallarse constancia de un posible delito.

El 10 de octubre de 2008 perdió el beneficio de la detención domiciliaria en su


piso del barrio porteño de Belgrano, y fue trasladado a la cárcel que funciona en Campo
de Mayo, la principal base militar del país. El juez encargado del caso argumentó para
tomar esta decisión que la gravedad de los hechos que se le atribuyen a Videla resultan
un escollo insalvable para el otorgamiento de tal beneficio.45

La fiscalía de Núremberg reabrió la causa contra Videla en diciembre de 2009


tras la aparición en Argentina del cadáver del ciudadano alemán Thomas Stawowiok.46

En uno de los últimos juicios relativos a torturas y asesinatos llevado en cabo en


2010 en la Provincia de Córdoba (Argentina) Videla, volvió a negar que el tribunal
pudiera juzgarlo, afirmando que "este tribunal, a mi juicio, carece de competencia y
jurisdicción para juzgarme por los hechos protagonizados por el ejército mientras yo fui
su comandante en el marco de la guerra interna librada contra el terrorismo subversivo".
También reivindicó su dictadura y se reconoció responsable por todos los crímenes
cometidos diciendo que asumía "en plenitud mis responsabilidades castrenses en todo
lo actuado por el ejército argentino en esa guerra interna a la que he hecho referencia.
Y esa responsabilidad la asumo con total "prescindencia" de quienes fueron mis
subordinados y se limitaron a cumplir mis órdenes".47

El 31 de agosto de 2010 la Corte Suprema de Justicia confirmando las


sentencias de tribunales inferiores, dictó que el indulto que recibió del entonces
presidente Menem no fue constitucional y la condena que anuló debía ser cumplida
efectivamente.

El 22 de diciembre de 2010 el Tribunal Oral Federal 1 sentenció con prisión


perpetua a los represores Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez, en el
marco del juicio que se desarrolló en la ciudad de Córdoba por delitos de lesa humanidad
e irá a una cárcel común.48

En sus últimas palabras antes de la sentencia, el represor Jorge Rafael Videla


volvió a reivindicar el terrorismo de Estado y justificó los crímenes de lesa humanidad
que se le imputan: dijo que libró “no una guerra sucia, sino una guerra justa que aún no
ha terminado”. También repitió lo que venía afirmando desde que comenzó el juicio el 2
de julio: que “los enemigos derrotados de ayer cumplieron su propósito y hoy gobiernan
el país e intentan un régimen marxista a la manera de Gramsci”, refiriéndose
implícitamente a los Gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de
Kirchner.49

El 5 de julio de 2012, se lo sentenció a cincuenta años de prisión luego de que


el tribunal que lo juzgó lo encontrara culpable por el delito de secuestro y sustracción de
identidad a menores de edad durante su gobierno de facto.5

También fue investigado por la justicia española: documentos de la Audiencia


Nacional de España hallados en 2015 describen la existencia de una red que manejaba
los fondos robados a víctimas del terrorismo de Estado.50 Videla montó varias
empresas en ese país y registró cuentas en distintos bancos de Europa, donde guardó
grandes cantidades de dinero que fueron robados a desaparecidos, que al igual que en
otros tantos casos, habría sido blanqueado a través de empresas y cuentas bancarias
en el exterior.51

Últimos años
En 2012 Jorge Videla se encontraba preso por crímenes de lesa humanidad,
ocurridos durante la dictadura, en la base militar de Campo de Mayo.52 Desde allí,
concedió una entrevista en febrero a la revista española Cambio 16, donde reivindicó la
dictadura y sostuvo que el peor momento para los militares «llegó con los Kirchner»,
que por «un espíritu de absoluta revancha», impulsó la reapertura de juicios por delitos
de lesa humanidad.5354 Sus dichos provocaron el repudio de todo el arco político
argentino y de las organizaciones de derechos humanos.55 En junio de ese mismo año
fue trasladado a una cárcel común, el penal de Marcos Paz.56

Fallecimiento
Según el parte médico del Penal de Marcos Paz, Jorge Rafael Videla falleció a
las 6:25 de la mañana del 17 de mayo de 2013, a la edad de 87 años, sentado en un
inodoro, por un paro cardiorrespiratorio, caracterizado en el parte médico como muerte
natural.5758 El ex-dictador argentino fue encontrado muerto en el penal sin pulso ni
respiración, donde cumplía con el castigo de cadena perpetua.

Hasta el día de su muerte, Videla justificó el terrorismo de Estado59 que impuso


en Argentina durante su dictadura 60 y nunca se arrepintió públicamente de sus
crímenes.6160

Su fallecimiento provocó una importante cobertura periodística en los medios de


comunicación de casi todo el mundo.62Su entierro provocó fuertes repudios en su
pueblo natal, Mercedes, ya que tras anunciar que sería enterrado allí, tanto los propios
vecinos de Mercedes como además también muchos activistas por los derechos
humanos colgaron carteles en el acceso al cementerio con los nombres de los veintidós
desaparecidos que tuvo esa ciudad durante el régimen militar que presidió.63 Videla ya
era persona no grata en Mercedes: en 1998, el Consejo Deliberante por unanimidad
votó esa declaración juzgándole indeseable.64 Finalmente fue sepultado en secreto en
un cementerio de Pilar.65Un portavoz del Estado Mayor General del Ejército declaró
que no recibiría ningún honor militar en sus funerales por haber sido destituido del
Ejército.66

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