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Hecho y acto

jurídico

Derecho
Privado Civil

1
Hecho jurídico
Toda relación jurídica reconoce su origen o causa eficiente en un
HECHO que la precede, pues le da nacimiento, modificación,
transferencia o extinción de los derechos subjetivos que
conforman el contenido de la relación jurídica. (Tagle, 2006, p.
79).

Definición de hecho jurídico


Cuando hablamos de hechos jurídicos, no estamos hablando del simple
hecho acontecimiento, aquel que no tiene ninguna injerencia en el ámbito
jurídico, sino justamente de aquel que tiene efectos jurídicos; es decir,
produce derechos y obligaciones entre personas, por ello los denominamos
hechos jurídicos, según el art. 257 del Código Civil y Comercial, en adelante
C. C. y C.

Para comprender cabalmente esta temática, presentamos el siguiente


esquema:

Figura 1

Fuente: elaboración propia.


a) Hecho jurídico natural: son aquellos hechos en los cuales no
interviene la voluntad del hombre, es decir, que se producen sin
ningún tipo de intervención del ser humano. Sin embargo, estos
hechos naturales producen efectos jurídicos frente al derecho. Por
ejemplo, un terremoto, la caída de granizo que, entre otras
obligaciones, puede generar la obligación de reparar, para el caso de
las aseguradoras; otro ejemplo es la muerte natural de una persona
cuyo efecto jurídico más próximo será la sucesión.

b) Hechos humanos: por el contrario, los hechos humanos son aquellos


en los cuales sí está presente la voluntad de las personas, a su vez
podemos clasificar:

1. Voluntarios: es decir, realizados con discernimiento, intención y


libertad (art. 260 C.C y C.).

2. Involuntarios: aquellos en los que pueden estar ausente los


elementos de la voluntad, es decir, el discernimiento, intención y/o
la libertad. Estos hechos involuntarios se encuentran en el art. 261.

Acto jurídico. Voluntad


A continuación, estudiaremos los hechos voluntarios, ya que resultan los
trascendentes en nuestra materia:

Elementos de la voluntad Internos

Externos

Los elementos internos son:

Discernimiento: es la aptitud de una persona para comprender cuál es el


efecto del acto que está realizando, es decir, puede percibir la naturaleza de
las cosas, del acto, y, sobre todo, puede comprender las consecuencias del
mismo.

Intención: es aquella situación en la cual el sujeto quiso llevar adelante el


acto, es decir, efectivamente quiso ejecutar el acto y producir las
consecuencias jurídicas que atañen al mismo.

Libertad: es la posibilidad material y moral de elegir, de optar si realizó o no


un determinado acto. Se define por lo general como negación: habrá
libertad en la medida que nadie haya coaccionado al sujeto para que realice
o no determinado acto.
Los elementos externos hacen referencia a cómo se expresa la voluntad, es
decir, cómo es que se manifiesta. Es fundamental, para la realización de
cualquier acto, que exista una exteriorización de los hechos, es decir,
nuestro ordenamiento no puede tener en cuenta el mero pensamiento de
la persona.

Para la exteriorización de la voluntad existe en principio la libertad de


formas.

Si existe una forma predispuesta, el acto que no se otorgue bajo esa forma
no queda concluido, como tal, hasta que se cumpla con dicha forma.

La forma escrita puede tener lugar por instrumentos públicos, o por


instrumentos particulares firmados o no firmados, excepto en los casos en
que determinada instrumentación sea impuesta .

Artículo 259: Acto jurídico. El acto jurídico es el


acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la
adquisición, modificación o extinción de relaciones
o situaciones jurídicas1.

Se puede decir que la persona, por medio de su voluntad, está creando,


modificando, transfiriendo, conservando o aniquilando derechos; es decir,
creando obligaciones y entrando en el terreno jurídico, a diferencia de los
simples actos.
En los actos jurídicos se puede diferenciar elementos naturales, esenciales
y accidentales.

Los elementos esenciales son aquellos elementos que no pueden faltar, que
son imprescindibles para la existencia de un acto jurídico, tales elementos
son: el sujeto, la forma, el objeto y la causa. En caso que alguno de estos
elementos faltare, se estaría frente a un acto inválido, que será ineficaz
para producir consecuencias jurídicas, el acto será nulo o anulable.

Sujeto: Es la persona que realiza el acto, la cual necesariamente debe obrar


con capacidad, como elemento fundamental para que se configure el acto,
y con voluntad sana, es decir, sin vicios.

Objeto: deben ser cosas que estén en el comercio y que no sean hechos
imposibles o prohibidos. Cuando un acto jurídico tiene por objeto algo
prohibido se considera nulo, como si no tuviera objeto.

Forma: El código y leyes específicas, en algunos casos, exigen que ciertos


actos cumplan con una forma particular para que el acto sea válido, es decir,
produzca efectos jurídicos. Son una serie de solemnidades que hacen a la

1
Art. 259 - Ley N° 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación
Argentina…
oponibilidad del acto frente a terceros y a la esencia misma del acto: por
ejemplo, para la compra de un inmueble, debe realizarse la correspondiente
escritura pública (solemnidad absoluta), que hace a la esencia del acto, y, a
su vez, para ser oponible frente a terceros, se exige que sea inscripto en el
registro.

Causa: es la fuente generadora del vínculo jurídico y el antecedente


necesario legal para que exista. Esa causa debe ser eficiente para crear el
derecho.

Los elementos accidentales solo están presentes en los actos cuando las
partes deciden incluirlos. No son esenciales, es decir, son optativos para las
partes, por lo que, si la falta de un elemento esencial producía la invalidez
del acto, ante la falta de un elemento accidental el acto sigue siendo
plenamente válido. Entre estos elementos accidentales encontramos:

Condición: consiste en subordinar la adquisición o extinción de un derecho


a un acontecimiento futuro e incierto, que puede o no ocurrir. La condición
que se estipula puede ser:

o Condición suspensiva: se subordina la adquisición del derecho


al acontecimiento futuro e incierto, es decir que mientras este
no ocurra, el derecho no se adquiere, por ejemplo, “el día que
te recibas de martillero público, te dono mi biblioteca
personal”.

o Condición resolutoria: se subordina la extinción del derecho al


acontecimiento futuro e incierto, es decir, el derecho se
adquiere; pero si acontece el suceso previsto, el derecho se
extingue: por ejemplo, “te dono mi biblioteca para tus
estudios, pero si transcurren cinco años y no te recibes, te la
quito”.

Lo más importante de la condición tanto suspensiva como


resolutoria es que el suceso futuro puede o no ocurrir, es lo
que lo distingue del plazo.

Cargo: es una obligación que se impone, en forma accesoria, a quien


adquiere un derecho. Es muy común usar este tipo de elemento accidental
en las donaciones, en las cuales se dona algo, pero con el “cargo” de
determinada obligación para el aceptante. Por ejemplo, “te donaré mi casa,
pero con el cargo de que construyas una fundación en la misma”. El cargo
no debe ser muy oneroso y, si este no se cumple, puede dejarse sin efecto el
acto principal, en este caso la donación.

Plazo: se posterga en el tiempo el ejercicio de un derecho hasta que dicho


plazo se efectivice. A diferencia con la condición, el plazo fatalmente va a
ocurrir, quizás no se sepa con certeza cuándo, pero ocurrirá. El plazo puede
ser:
o Cierto: cuando se sabe con precisión cuando acontece, ya sea
designando fecha exacta, por ejemplo, “El contrato será
exigible a partir del 11 de septiembre de 2009”, o designando
un hecho, por ejemplo, “la próxima navidad”.
o Incierto: a diferencia del anterior, no se sabe cuándo va a
ocurrir, por ejemplo, “El contrato será exigible el día en que
fallezca “X” persona”. En estos supuestos, el acreedor deberá
interpelar al deudor para cuando la obligación se torne
exigible.

Los elementos naturales son aquellos elementos que están presentes en


todos los actos, aunque las partes no los hayan previsto, en forma supletoria.
Es importante destacar que estos elementos naturales, como lo son las
garantías que surgen de los contratos bilaterales, pueden renunciarse en
forma expresa en el contrato.

Vicios

Vicios de la voluntad

Como se estuvo analizando precedentemente, los actos jurídicos


voluntarios son los realizados con intención, discernimiento y libertad,
elementos que fueron conceptualizados anteriormente. Puede suceder que
estos elementos contengan algún defecto o vicio, generando la nulidad del
acto o la privación de sus efectos inmediatos.

El discernimiento no posee vicios, se posee o no se posee discernimiento,


pero la intención y la libertad sí pueden afectarse por vicios.

El elemento interno intención puede estar viciado por:

Error o ignorancia: se produce cuando la persona tiene un falso


conocimiento sobre algo o desconoce el significado de algo. Frente al error,
podemos decir que puede ser de hecho o de derecho. Será un error de
hecho cuando se refiera a situaciones concretas sobre las cosas, sobre
situaciones fácticas. En cambio, será un error de derecho cuando la parte
desconozca o ignore el régimen jurídico que es aplicable al acto en cuestión.

El error de hecho: Puede ser esencial o accidental, dependiendo sobre qué


elemento del acto recaiga el error. Será esencial si a la persona no le sirve la
concreción del acto, si lo tuvo en miras al momento de celebrarlo; en
cambio, es accidental si no se modifica la esencia del mismo. En cuanto a los
efectos, si el error es esencial y es excusable (es decir que hubo razones para
errar, no es que fui negligente), el acto será nulo. Veamos un claro ejemplo.
Si una persona quiere invertir y compra un auto para usarlo de taxi, y al
momento de comprarlo cae en el error de comprarlo color “blanco”,
creyendo que era verde, el error es esencial, porque a esa persona no le sirve
el auto. En cambio, si el desconocimiento recae sobre si creyó que los
asientos eran de cuero, pero en realidad eran de tela común, entonces el
error es accidental, no deja de serle útil el negocio jurídico celebrado.

El error de derecho: Este tipo de error es inexcusable, ya que el derecho se


reputa conocido por todos, con lo cual el acto realizado gozará de todos sus
efectos. Por lo tanto, el acto será plenamente válido. Veamos, siguiendo con
el ejemplo anterior, esta misma persona lo compra color blanco, sin saber
que en Córdoba regía una normativa que exigía que sean de color verde, no
puede “devolver el auto”, porque desconocía esa exigencia legal.

También podemos contemplar el error de cálculo, que no da lugar a la


nulidad del acto, sino solamente a su rectificación, excepto que sea
determinante del consentimiento.

Dolo: El art. 271 del C. C. y C. conceptualiza el dolo y dice: “es toda aserción
de lo que es falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia
o maquinación que se emplee con ese fin”2. Es decir que, para que haya dolo,
debe haber una intención de la otra parte de engañar, de mentir al otro para
que celebre el acto. Es la conducta maliciosa de un tercero que induce a
engaño. Para que el dolo determine la nulidad del acto, el art. 272 del C. C.
y C. nos dice que debe tener los siguientes requisitos:

o Que haya sido grave.

o Que haya sido la causa determinante de la acción.

o Que haya ocasionado un daño importante.

o Que no haya habido dolo por ambas partes3

El elemento libertad puede ser viciado por:

La violencia física: existe violencia física cuando se emplea, contra un


sujeto, una fuerza física suficiente para que actúe de determinada manera,
coartando de esta manera la libertad de decisión, la autodeterminación del
sujeto. Por ejemplo, cuando uso a una persona como instrumento de un
tercero para concretar un hecho, la persona en realidad no “actúa” si no que
“lo hacen actuar”.

La violencia moral: que se configura cuando hay intimidación, cuando


existan amenazas de producir un daño inminente en la persona, bienes,
honra de una persona. En cuanto a este vicio, para que genere la nulidad del
acto, deben acreditarse los siguientes elementos:

2
Art. 271 - Ley N° 26.994. Op. cit.
3
Art. 272 - Ley N° 26.994. Op. cit.
o Una amenaza injusta e ilegal.

o Debe referirse a causar un mal inminente y grave (en su


persona, bienes o seres queridos).

o Debe generar un temor fundado.

Vicios de la buena fe

Los vicios de la buena fe son propios, en realidad, de los actos jurídicos. Son
aquellos que afectan, valga la redundancia, la buena fe del mismo acto
jurídico. Estos vicios pueden ser: simulación, fraude y lesión.

Simulación: tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico


de un acto bajo la apariencia de otro; o cuando el acto
contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son
verdaderas; o cuando por él se constituyen o transmiten
derechos a personas interpuestas, que no son aquellas para
quienes en realidad se constituyen o transmiten.4
Fraude: todo acreedor quirografario puede demandar la
revocación de los actos celebrados por el deudor en perjuicio
de sus derechos. Requisitos para que proceda:
Que el deudor se encuentre en estado de insolvencia.
Que el perjuicio de los acreedores resulte del acto mismo
del deudor, o que antes ya se encuentre insolvente.
Que el crédito, en virtud del cual se intenta acción, sea de
una fecha anterior al estado de insolvencia del deudor.5
Esta acción la pueden efectuar todos los acreedores, y el
efecto que tendrá será el de revocar el acto frente al interés
del acreedor que lo pidió, y hasta el monto de su crédito.
Lesión: podrá demandarse la nulidad o la modificación de
los actos jurídicos cuando una de las partes, explotando la
necesidad, debilidad psíquica o inexperiencia de la otra,
obtuviera, por medio de ello, una ventaja patrimonial
evidentemente desproporcionada y sin justificación6.

En este módulo hemos estudiado la relación jurídica y sus elementos


subjetivos y objetivos. Hemos abordado el Derecho Privado Civil, que regula
las relaciones jurídicas de particulares entre sí, a través de normas de
coordinación. En los siguientes módulos estudiaremos en profundidad
institutos propios de esta rama del derecho.

4
Art. 333 - Ley N° 26.994. Op. cit.
5
Art. 339 - Ley N° 26.994. Op. cit.
6
Art. 332 - Ley N° 26.994. Op. cit.
Referencias
Buteler Cáceres, J. (2000). Manual de Derecho Civil. Argentina: Mediterránea.

Ley N° 26.994 (2014) Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de


la Nación.

Lorenzetti, R. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación Comentado. Tomo 1.


Buenos Aires, Argentina: Rubinzal-Culzoni.

Tagle, M. (2006). Derecho Privado Parte I y II. Argentina: Alveroni.

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