1. Se construye un círculo con sillas una al lado de la otra, cada participante se ubica en
una de ellas y un integrante del grupo se coloca en el centro de la ronda. No puede
quedar ningún asiento vacío.
2. Consigna: “Vamos a ir dando indicaciones para que Uds. se cambien de lugar en función
de determinadas características o experiencias. Quien se encuentra en el centro debe
tratar de conseguir una silla lo más rápido que pueda. La idea es no quedar en el
centro. No vale cambiar de lugar con quien tienen sentado/a al lado, sino que deben
hacerlo corriendo hacia en frente o en diagonal”
3. Se propone dar una consigna sencilla a modo de prueba para verificar que todos/as
hayan entendido. Por ejemplo, “se cambian de lugar quienes tengan hemanos/as”. Es
importante estimular que el cambio de lugares sea rápido, corriendo y tratando de
atravesar el círculo.
Preguntas para el dialogo: ¿Cómo se sintieron?, ¿qué ideas se les vienen al pensar en el juego y
las consignas? ¿Mujeres y varones se comportaron diferente durante el juego? ¿Unos u otras se
cambiaron de lugar mayoritariamente en diferentes consignas? ¿Por qué?
“Nuestras creencias”
Materiales: Lista de consignas.
Objetivos: generar un clima para comenzar a abordar temas vinculados con las creencias, ideas
y opiniones de los participantes respecto al tema.
Aspectos a tener en cuenta: procurar la comunicación y opinión de todos los participantes en
donde expresen y justifiquen sus ideas.
3. Para especificar la consigna se puede plantear que lo que piensan puede referir a qué
es lo que más le importa de la sexualidad, qué fantasías tienen, con qué sueñan, qué
ideas se le vienen a la mente cuando piensan en sexualidad, etc. La boca refiere a lo que
dicen, hablan, comentan. El corazón refiere a las distintas emociones, miedos, dudas,
afectos y deseos que sienten sobre su sexualidad. Las manos refieren a qué prácticas
sexuales o acciones concretas realizan, con quién tienen esas prácticas. También se
vincula a conductas, comportamientos, actos vinculados con su sexualidad. Los pies se
refieren a qué errores y “metidas de pata” han cometido en el ejercicio de la sexualidad
como, por ejemplo, descuidos, prejuicios, arrepentimientos, acciones riesgosas.