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Situaciones mediables.
Hoy, si bien los ruidos y golpes molestos cesaron un poco, insisten con su
actitud casi diariamente.
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en un momento de muy poco enfrentamiento, casi nulo, aunque no escuché la
opinión de la otra parte.
La iniciativa del cliente, es solo poder recuperar los $15.000 de manera rápida
ya que los necesita para otras actividades. Teniendo en cuenta que
telefónicamente se negaron, le propuse enviar una carta documento a la
sociedad administradora del plan, para ponerlos en conocimiento del tema y así
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agilizar el trámite de devolución, porque eran obvias las inconsistencias en las
que habían inmiscuido a mi cliente.
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3 – Árbol sobre medianera
Me tome el trabajo de hablar con el resto de los hermanos, los lleve a ver el
árbol desde el patio de mi casa, y tratamos de buscarle una solución juntos.
Entiendo que el conflicto no fue grave, pero tuvimos que cumplir con
determinados pasos para llegar a un acuerdo. Yo había manifestado que una
solución tenía que darle, porque me iba a ver obligado a accionar judicialmente
antes que se produzca un daño. Quizá la relación de amistad de muchos años
ayudó a que el final sea pacífico y cumplan con lo pactado. Distinto hubiese
sido el caso en que, la convivencia anterior fuera conflictiva, o si la otra parte se
ponía en una posición dura de negociación.
Es un caso que, sin dudas es mediable, ya que por sobre todo no hay intereses
económicos de por medio, y que la única solución posible (poda del árbol) era
de fácil cumplimiento sin generar mayores inconvenientes.
Se puede ubicar dentro de la fase temprana del conflicto, donde las partes
acercan sus posiciones y hay diálogo fluido.
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Los dos tuvimos una posición suave para negociar, mi vecino aceptó que tenía
que ceder algo (podar el árbol) para evitar inconvenientes futuros.
Con mi hermano, nos dedicamos a la cría, engorde y venta de ganado. En un lote propiedad de
mi hermano, de unas 15 hectáreas tenemos todas las cabezas, que linda inmediatamente
hacia el sur con otro lote sembrado con maíz, propiedad de J.M pero arrendado por P.O.L.
Están divididos correctamente con un alambrado de seis hilos, con sus postes en perfectas
condiciones.
La primera vez, de manera cordial nos comunicó el problema. En una segunda instancia, se
acercó un poco más molesto. Argumentando que nuestras vacas destrozaban el alambrado y
cruzaban a comer el maíz, y además le rompían todo el suelo.
Para que esto no vuelva a suceder, llegamos a la conclusión de poner dos hilos más de boyero
eléctrico, de manera paralela al alambrado que divide los campos.
Sin dudas también este es un caso mediable, ya que en primer lugar nosotros estamos
incumpliendo por dejar que nuestras vacas crucen a la propiedad de J.O.L. y que además esto
le provoque un daño económico por la pérdida de maíz, las roturas de alambre, y el
menoscabo que significa que el ganado pise el suelo sembrado.
Las dos partes optamos por emplear una forma suave de negociación, lejos del conflicto, y
aportando soluciones para aminorar el inconveniente.
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