Taller:
“Predicación e interpretación bíblica”
- Laleín o Laléo: “Hablar o discursar” (Mr. 2:22; Jn. 3:34). Es el elemento personal de la predicación.
- Martiréo: “Testificar” (Jn. 1:7,8; Ap. 1:2) Confirmación de la verdad por alguien que tiene
conocimiento personal. Es el elemento de la experiencia personal de la predicación.
- Kerisso o kerussein: “Proclamar como heraldo, traer las noticias, predicar o divulgar el mensaje”. (Lc.
8:1; 1 Co. 1:23,24). Se usa 60 veces, es la más usada en el NT. Significa que el mensajero recibe su
mensaje y autoridad de Dios para hablar de Cristo. Aquí existe el elemento de autoridad en la
predicación.
- Euaggelízomai o Euaggelizó: “Traer, anunciar o predicar las buenas nuevas” (Lc. 8:1; Hch. 8:4,12,40;
24:15). Las palabras “evangelizar” y “evangelio” son derivadas de este vocablo. Es el elemento
evangelizador de la predicación.
- Propheteúo: “Hablar con la inspiración inmediata del Espíritu Santo”. Es el elemento de la unción y del
poder del Espíritu en la predicación (1 Co. 14:3).
- Didáskein: “Comunicar la verdad divina a través de la enseñanza”. Se trata del elemento de la
enseñanza, de la instrucción doctrinaria de la predicación (Mt. 28:20; Hch. 18:11; 1 Ti. 6:2; 2 Ti. 2:2).
- Parresiázomai: “hablar con intrepidez, hablar abiertamente y sin temor” (Hch. 9:27). Aquí está el
elemento de la audacia en la predicación.
- Pleróo: “Llenar o tornar lleno” (Ro. 15:19). Trata del elemento de llenar al mundo hasta que se rebose
con las buenas nuevas del evangelio.
- Parakaléo: “Implorar, exhortar, consolar, suplicar, confortar” (1 Ti. 4:13). Demuestra el interés personal
y la urgencia de parte de quien predica. Hace hincapié en el elemento de la exhortación, del ánimo o
consolación, con un reto a la acción.
2.1-. Sermón: La RAE lo define como el discurso cristiano u oración evangélica que se predica para la
enseñanza de la buena doctrina. Algunas dicen, que el sermón es un discurso cristiano hecho para el púlpito
(Mariano Velázquez)
2.2-. Oratoria: Las palabras dirigidas sobre un tema determinado en un auditorio. (Otto Arango).
2.3-. Homilética: Viene del término griego “homilía” y significa “la ciencia o arte del discurso cristiano”. Es el
estudio de los fundamentos y principios de la preparación y presentación de sermones (contenido bíblico y
contemporáneo, organización de ideas, uso de la lengua, consideración de los oyentes, ocasión y al propio
predicador). (Jerry Stanley)
2.4-. Predicación: Es ese procedimiento especial y único por el cual Dios, por medio de sus mensajeros
escogidos, penetra en la familia humana y encara a las personas con Él. (Charles Koller). La predicación es la
herramienta principal para la edificación de la iglesia. La predicación es un proceso viviente que envuelve a
Dios, al predicador y a lla congregación (Haddon Robinson). “La predicación es una manifestación de la
Palabra Encarnada que parte de la Palabra escrita y se logra mediante la Palabra hablada” (Bernard Manning).
Predicación e Interpretación Bíblica Lenin Boscaney
2.5-. Predicación cristiana: Es la presentación del Evangelio en fidelidad a las Escrituras. De este modo
podemos concluir que todo sermón debe ser bíblico en mayor o menor grado. Sin embargo, los estudiosos de la
historia de la homilética han identificado dos estilos básicos de predicación: la bíblica y la temática. (Dr Pablo
Jiménez)
- Predicación bíblica: Es aquella que toma como punto de partida para el sermón una porción de las
Escrituras. Dicho de otra forma, la predicación es bíblica cuando el sermón está diseñado de forma
coherente con el pasaje bíblico que le sirve de base. Su propósito es interpretar el mensaje del texto para
los oyentes de hoy. Se han identificado 3 tipos de sermones bíblicos: textual, expositivo y narrativo. (Dr
Pablo Jiménez)
- Predicación temática: parte de un asunto de interés general, una doctrina, un episodio de la historia de
la iglesia. Entonces hace una reflexión sobre el tema a la luz del mensaje de la Biblia y el pensamiento
cristiano. El propósito de este tipo de predicación es didáctico: busca que la congregación aprenda más
sobre el tema, tome conciencia de la importancia del mismo y actúe en base al conocimiento adquirido.
(Dr Pablo Jiménez)
- Sermón expositivo: Este es el que, fundamentado en una unidad de la Biblia, presenta un aspecto del
mensaje del texto. La extensión no es lo importante en este caso; lo importante es que el sermón presente
alguno de los muchos temas relevantes que sugiere el texto. Por ejemplo, la parábola del Buen
Samaritano (Lc. 10:25-37) sugiere una larga lista de temas: el significado de ser prójimos, la
responsabilidad social de la iglesia, el peligro del legalismo religioso, el amor de Dios por el marginado,
etc. El sermón expositivo presentaría uno de estos temas. (Dr Pablo Jiménez)
- Sermón narrativo: En este tipo de sermón el predicador cuenta una historia bíblica. Al hacerlo, la
historia cobra vida ante nuestros ojos y el mensaje del texto se hace evidente. En realidad es un estilo
muy sencillo. Tomemos por ejemplo la curación del leproso en Marcos 1:40-45. Un buen sermón
narrativo de propósito evangelístico nos hará comprender tanto el sufrimiento del leproso, como el amor
de Jesús. Al oír esta historia nos involucramos en la misma y pronto comprendemos que el leproso nos
representa. Nosotros estamos tan necesitados como él. sólo Jesús puede tocarnos y restaurarnos a la vida
plena. (Dr Pablo Jiménez)
- Sermón temático: Es la exposición de un asunto o tema bíblico, sin seguir las líneas de un texto
determinado, sino el conjunto de enseñanza o doctrina que se encuentra en la Biblia sobre dicho tema.
Una vez determinado el asunto sobre el cual el predicador desee hablar, escogerá una porción bíblica
adecuada al mensaje, y es preferible si tiene también su texto, desde el cual procederá al desarrollo del
sermón; pero dicho texto formará la base, no el esqueleto del sermón.
Ejm: ¿Por qué predicamos el evangelio? (Ro. 1:16)
a. Porque Cristo lo mandó…
b. Es el beneficio mayor que se puede hacer a individuos y naciones…
c. Es el único medio para lograr la salvación eterna de las almas… (Samuel Vila)
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4-. El propósito del sermón (Lic. Eslid Rivero): Es el lugar a donde se apunta.
4.1-. ¿Por qué tener un propósito definido?
- Ayuda a recordar que el mensaje es un medio y no un fin en sí mismo.
- Le ayuda a depender de Dios.
- Influye en la elaboración del mensaje (texto, tema, materiales, divisiones, orden, etc).
- Ayuda al predicador a ser más claro y a enfocarse más en temas o asuntos específicos.
- Ayuda a evaluar si realmente se dio en el blanco. ¿Cuáles fueron los frutos de la predicación?
- Propósito de devoción: trata más la relación “vertical”. No son meros “devocionales” o “meditaciones”.
- Propósito de consagración: Llamados a consagrarse o entregarse. Primero hay que “considerarse a sí
mismo” (Gá. 6:1; 1 Co. 9:26,27). Con amor y persuasión. No “desquitarse” de los ausentes con los
presentes. Prácticos y positivos.
- Propósito ético y moral: Enfatizar la relación horizontal, la manera en que vivimos con los demás.
Extremos: temas predilectos vs. Omisión. No se debe usar el púlpito para avergonzar o “tirar puntas”.
- Propósito pastoral o de “dar aliento”: “Pastoral” no quiere decir: “para pastores”. Deben partir de una
necesidad real o específica de la congregación. Es una de las funciones del Espíritu Santo: “El
Consolador”.
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4.4-. El propósito específico del sermón:
- Esto es el llamado a la acción: ¿Qué es lo que, con la ayuda del Señor, yo deseo lograr con este sermón?
- Este propósito debe ser coherente con el propósito total o máximo de la predicación, con el propósito general
del sermón y con la verdad presentada.
- Generalmente, será determinado por las necesidades de la congregación, pero para esto se requiere una
estrecha “sintonía” con el sentir de Dios.
- Debe estar expresado en términos del efecto del sermón en los oyentes.
- Para que todo esto se cumpla se requiere que tenga estrecha relación con el propósito original del texto bíblico
seleccionado, porque quien habla es la Palabra de Dios.
- Debe constar entre 10 a 20 palabras.
Ejercicio…
Ejercicio…
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5.2-. Elaborando el bosquejo del sermón
- ¿Por qué primero el cuerpo y no la introducción?
- Luego del título el bosquejo. ¿Qué relación tiene?
- ¿Qué es el bosquejo?
IMPORTANTE: Para poder llegar a una buena estructura del mensaje es necesario un profundo y exhaustivo
estudio del texto a predicar.
IMPORTANTE: El bosquejo desarrolla el título del sermón, debe representar la verdad bíblica del texto y
debe guiar hacia el propósito del sermón.
IMPORTANTE: A esta altura es bueno enfatizar que las reglas de la homilética y la predicación no son las que
dan vida al sermón… Lo único que le da vida al sermón es su preparación espiritual.
Ejercicio…
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5.3-. Contenido del sermón (materiales a utilizar para el desarrollo de los puntos)
Pueden ser agrupados y clasificados en 4 grandes grupos:
(1) Materiales de explicación: Son todos aquellos materiales que permiten explicar el punto o la verdad central
extraída del texto bíblico. Es decir, explicar lo que dice el texto o lo que significa la verdad presentada.
Algunos de estos materiales pueden ser:
- Definiciones de términos.
- Explicación de conceptos.
- Narraciones.
- Comparaciones
- Ejemplos o ilustraciones.
(2) Materiales de argumentación: Argumentar es comprobar o dar base a un pensamiento o una verdad. Por lo
tanto, como su nombre lo dice, estos son los materiales que hacemos uso con el propósito de sustentar las
ideas o pensamientos extraídos del texto bíblico. Algunos de estos argumentos pueden ser:
- Argumentos bíblicos.
- Argumentos de la experiencia.
- Argumentos históricos.
- Otros argumentos que sean pertinentes.
(3) Materiales de ilustración: Las ilustraciones son materiales explicativos, argumentativos y hasta
aplicativos. Ilustrar es “dar luz”, por lo que son los materiales que tienen como propósito “arrojar luz” sobre
un punto o “hacerlo más claro”, por lo que nos pueden ayudar a explicar un tema, a argumentarlo o a
decirnos cómo aplicarlo.
Las ilustraciones son al mensaje lo que una ventana es a una casa. La selección de estas debe ser muy
cuidadosa, ya que una buena ilustración no sólo se recuerda en sí misma, sino que hace que se fije de una
manera más clara una idea. Jesús fue el maestro de las ilustraciones (la luz, la levadura, la semilla de mostaza, el
constructor prudente, etc).
Hay quienes son partidarios de que la aplicación la debe hacer el mismo Espíritu Santo en los oyentes. Sin
embargo, muchas veces los oyentes entienden mejor una verdad cuando la ven aplicada en la vida diaria. Otras
veces puede que entiendan la verdad, pero no se han dado cuenta de la aplicación en sus vidas.
8 razones por las que algunos predicadores prefieren no aplicar sus mensajes: (Rick Warren)
- Suponemos que las personas harán la conexión necesaria.
- Lo “dejamos al Espíritu Santo”.
- La aplicación personal es condena y hace que las personas se sientan incómodas.
- No lo hemos aplicado a nuestras propias vidas.
- Toma más tiempo y esfuerzo en prepararse.
- Nos espanta ser simplistas.
- Nunca hemos aprendido cómo hacerlo.
- No nos hemos dado cuenta de su importancia.
5.4-. La introducción: despertar el interés, provocar la atención. Preparar a los oyentes para que puedan
entender o apreciar el tema. Captar la simpatía de los oyentes.
Recomendaciones
1. Evite los errores comunes:
Iniciar pidiendo perdón.
Siendo poco serio.
Con presunción.
De una manera larga y tediosa.
Desarrollando el contenido del mensaje.
2. Separa de la introducción los chistes, anuncios, saludos, etc.
3. Debe ser breve y proporcional al resto del mensaje.
4. Debe ser cordial y amigable.
5. Debe incluir título, verdad central, propósito del mensaje, etc.
6. Puede incluir una exposición del contexto del pasaje y su relación con el mensaje a predicar.
7. Recuerde que hay dos partes importantes de la introducción: el principio y el fin. En el principio es
necesario captar la atención de los oyentes. Están sentados allí, pero ¿están dispuestos a escucharme por
30 minutos? Para esto debe hacer uso de estrategias como: cortesía, ganarse al público (Hch. 23:6),
Despertar el interés.
8. El fin de la introducción es clave en hacer la correcta transición al mensaje. Puede ser por medio de una
pregunta o del planteamiento de un problema. Esta es la parte donde usted prepara a la congregación a ir
a la Biblia a buscar respuestas a sus necesidades.
9. Sea creativo. Se puede hacer uso de:
Narración de la historia o contexto del pasaje.
Aclarando algún punto fundamental.
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Destacando la importancia del tema.
Usando una ilustración.
Algún acontecimiento social reciente o en el mismo programa de adoración.
5.5-. La conclusión
Importancia:
Es el punto de mayor impacto en el sermón (maratón).
Generalmente, es una de las cosas que más recordarán.
Tal vez sea una de las etapas más difíciles de preparar, pero no la menos importante.
5.6-. La invitación: No reste importancia a esta parte del sermón. Aunque esta, por lo general, forma parte de la
conclusión, debe ser cuidadosamente preparada. Esta es la parte en donde el predicador desafía a la
congregación y no debe ser tomada a la ligera. Siempre es necesario hacer una “primera invitación”
estrechamente relacionada con EL PROPÓSITO ESPECÍFICO DEL SERMÓN. Luego se pueden hacer otras
invitaciones que se puedan relacionar con el mensaje: recibir a Cristo, consagración, bautismo, hacerse
miembro de la iglesia, etc.
Fundamento bíblico (Ex. 32:26; Jos. 24:15; Is. 55:1-6; Mt. 3:1-12; Mr. 1:1-5; Lc. 3:18)
Fundamento histórico (Charles G. Finney, Dwight L. Moody, Billy Sunday, Charles Spurgeon, Billy
Graham, Luis Palau).
¿Cómo puede hacerse esta invitación?
Pasar al frente a hacer una decisión pública (levantar la mano, ponerse de pie, etc).
Hacer una decisión interna de corazón o invitar a tener un tiempo de oración personal.
Invitar a cumplir con una acción cristiana que dé evidencia de asimilar el mensaje recibido.
Invitar a una reunión o entrevista privada con el pastor.
Otras recomendaciones sobre una adecuada invitación
Debe ser hecha en espíritu de oración.
Debe además ser hecha con fe, seguridad y fervor.
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Debe ser hecha con cortesía, verdad y respeto.
Debe ser hecha con urgencia.
Sea breve, pero no se precipite en el tiempo de la invitación.
Puede seleccionar junto con el director el himno o canto a ser usado en la invitación.
Planifique muy bien su invitación y sea sensible a la voz del Espíritu Santo.
No evalúe su sermón en base a lo que usted vea en una invitación o una decisión pública.
No “baje” de una manifestación de respuesta a la invitación “difícil” a una más “fácil”.
(2) Buscar versos por chance: No tiene valor la idea de abrir la Biblia y leer un versículo, o un pasaje
solamente porque allí es donde la Biblia se abrió. A veces uno puede recibir un mensaje en esta manera, pero
generalmente este sistema no es bueno, ya que el pasaje no se debe estudiar e interpretar aislado.
(3) Leer la Biblia como literatura secular: Hay que tener un respeto por la Biblia como la Palabra de Dios.
No fue escrita solamente para darnos la historia de Israel. Tampoco es como cualquier literatura antigua.
Cuando uno lee la Biblia como literatura la aplicación e interpretación puede ser como la que podamos aplicar
sobre la literatura sobre los mitos antiguos de los babilonios o los griegos. No es así. Fue escrita para dar un
mensaje al hombre en todos los tiempos.
(2) Tomar en cuenta el ambiente y la situación del texto: Uno necesita aprender algo de la situación histórica
cuando fue escrito el pasaje. Hay que conocer la situación del pueblo a quienes estaba hablando el profeta, etc.
Por eso es necesario entender algo de la cultura, la situación histórica, social, etc. Ejm: Dt. 22:5 (hombres no
vestirse como mujeres ni viceversa).
(3) Entender el uso de palabras y frases: Las frases pueden tomar un sentido especial para la gente. Las
palabras pueden tener un sentido más profundo de lo que vemos en los diccionarios. Por eso se sugiere que es
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bueno usar varias versiones de la Biblia para tratar de captar las variaciones de sentido que puede tener una
palabra o frase. Las versiones modernas, comentarios y diccionarios bíblicos pueden ayudarle a captar estos
significados. Ejm: Hch 1:12 “camino de un día de reposo”. Mt. 5:3 “pobres en espíritu”. Mt. 25:14-30
“talentos”.
(4) Considerar la forma literaria del pasaje: La Biblia usa varias formas literarias como ya hemos visto. Por
supuesto, las dos más conocidas son prosa y poesía. Considerando los géneros entenderemos que no es igual
interpretar los símbolos de la literatura apocalíptica que la poesía de los Salmos.
Ejm: Is. 40:22 “está sentado sobre el círculo d la tierra”
Gn. 1:26 “imagen y semejanza”.
(5) Permitir que el pasaje hable por sí mismo: Es difícil llegar a la Biblia sin nuestras suposiciones ya
fijadas. pero la verdad es que la Biblia no puede hablar por sí misma si ya tenemos nuestra idea que no se
puede cambiar. ¿Es posible que nuestras presuposiciones pueden oscurecer completamente el mensaje de un
pasaje? Un problema es que muchas veces buscamos pasajes para “probar” nuestras ideas. Entonces, en vez
de permitir que tal pasaje nos hable, ponemos nuestra interpretación sobre él. Demasiadas veces estamos
buscando “textos de pruebas”.
(6) La interpretación debe concordar con el resto de la Biblia: La Biblia es un libro de principios. Estos
principios nunca cambian. Puede ser que detalles de costumbres, etc., aparecen distintos en varias partes de
la Biblia pero los principios son iguales. No debemos interpretar un detalle sin tomar en cuenta los
principios generales. Ejm: 1 Co. 15:29 “bautismo por los muertos”. Pasajes oscuros y fuera de contextos.
Este principio enseña que no se debe formar doctrinas sobre un versículo aislado. Hay un tema principal en
toda la Biblia. Todos los pasajes no tienen que reflejar precisamente este tema, pero tampoco lo contradicen.
“Cuando uno se acerca a la Biblia debe recordar que la Biblia es la Palabra de Dios y que debemos
permitir que esta palabra nos hable, permitiendo que la Biblia diga lo que quiere decir en vez de forzar
nuestras ideas sobre ella. Esto es difícil hacer porque todos tienen sus ideas de lo que la Biblia enseña,
especialmente, en cuanto a ciertos puntos. Ser completamente objetivo es difícil, pero sumamente
importante”
Jaime Crawford
Predicación e Interpretación Bíblica Lenin Boscaney
Bibliografía
Arango, O. (2004). Enviados a servir. Manual para la plantación y desarrollo de iglesias. Asunción, Paraguay:
Unión Bautista Latinoamericana.
Crawford, J. L. (2001). Introducción Bíblica. (Segunda ed.) Maiquetía, Venezuela: Editorial Gutiérrez Chourio
SRL.
Fee, G. D. (1992). Exégesis del Nuevo Testamento. Miami, Florida: Editorial Vida.
Jiménez, P. (s.f). Cómo preparar sermones bíblicos. [Artículo en línea]. Disponible en:
http://drpablojimenez.com/adobe/pdf_biblico.pdf. [Consulta: 2013, Marzo 8]
Rivero, E. (2011). Introducción a la predicación. [Clases] Los Teques, Venezuela: Seminario Teológico
Bautista de Venezuela.
Stanley, J. (2008). La preparación y predicación del sermón bíblico. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.
Vila, S. (1990). Manual de Homilética. (16ª ed.) Barcelona, España: Editorial CLIE.