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Emmanuel Tovar González

Historia del Arte

La influencia de las vanguardias y el futurismo en la consolidación y

desarrollo del lenguaje cinematográfico.

A lo largo de este ensayo pretendo resaltar el papel que las vanguardias artísticas

del siglo XX han desempeñado en la construcción del discurso cinematográfico.

Dicho papel es fundamental para el reconocimiento del cine como arte y para la

constitución de un lenguaje visual que posteriormente se va a reflejar en el cine.

Para comprender el papel de los movimientos artísticos que crearon nuevos

paradigmas para el arte en general, es necesario conocer sus principios y el

contexto del nacimiento de las nuevas formas de ver y de representar el mundo.

Esto es para mí lo diabólico del arte moderno: obliga a revisar todo el universo. Los

métodos son de una apariencia inocente que desconcierta; a veces, es un deliberado

abuso de la técnica, otra es una mala jugada mezclada con perversión. Son adjetivos

impropios en el verso, son colores de un absurdo malva, o como las caras verdes de

Matisse, o formas incoherentes, como los árboles de grandes troncos y pocas hojas

de Derain, los monstruos de Chagall, las picardías de Grosz… ¿Es arte todo eso?

Sí, es arte, como os explicaré más adelante, y, mal que os pese, es el único que

podemos sentir hoy. Observad otra vez el paralelismo con las ciencias: la física se

ha vuelto surrealista, experimenta con electrones que acaso son reales, pero actúan

como si fueran hipotéticos; la biología se interesa en los fenómenos genéricos, los

virus filtrables y los extractos de órganos que acaso no tienen vida, pero que actúan

como si fueran seres vivos; la astronomía descubre nuevos universos más allá de
nuestra galaxia, que quizá ya no están allá, pero que actúan como si estuvieran[…].

Esto coincide con la filosofía moderna, que podríamos llamar de lo absoluto

fenoménico; coincide con la música del tercio y cuarto tono, hasta con la política

irrealista pero eficaz de los dictadores. Más que nada coincide con el concepto del

mundo moderno de que las cosas pueden ser de mil maneras.1

No hay mejor punto de partida para encontrar la relación de las vanguardias

artísticas con la naciente cinematografía que con la anterior cita. Habla de la época

en que surge el cuestionamiento radical al que las vanguardias habían sometido al

mundo del arte e incluso al mundo de la vida, como en el paralelismo que hace con

el mundo de la ciencia, ya que es el tiempo de la teoría de la relatividad, las

geometrías no euclidianas, etc. A su vez, el cambio de estatuto de la realidad, que

la ciencia moderna había querido fijar mediante la razón, también traerá una

transformación profunda en las personas de la época. Es por esto que cuando

hablamos de vanguardias, no nos referimos sólo a un fenómeno artístico y literario.

Hablamos del espíritu de una época.

El fenómeno de las vanguardias artísticas indica la necesidad de avanzar hacia el

futuro a través de la creación artística, y así, marcar un punto de inflexión en el

desarrollo del arte y de la cultura, teniendo como tarea la imposibilidad de modificar

o ampliar recursos, técnicas y procedimientos creativos en el ámbito de las artes y

letras, hasta entonces sometidas a los principios convencionales que rigieron la

producción cultural durante varios siglos.

1
Joan Pijoan en MAINER. J.C. La edad de plata (1902-1939) Ed. Cátedra. Madrid. 1983. p. 171
Al actuar de esta manera los artistas vanguardistas cruzaron la línea del arte como

representación para experimentar una dimensión más lúdica desde la idea del arte

como descubrimiento, como forma de conocimiento de aspectos que quedan

ocultos a nuestros modos habituales de contemplación de la realidad y que ahora

se hacen accesibles desde la nueva mirada de un arte de creación original.

A la vez que estamos en esos tiempos de cambios, surge el cinematógrafo, un

nuevo instrumento que, en los primeros años de su desarrollo era, sobre todo,

documental. Para los padres del cinematógrafo ésta era una máquina que no tenía

otro futuro que el uso científico, es posible que la capacidad que el cine tiene de

reproducir de forma fiel lo real haya sido el obstáculo para que pudiera ser

considerado como un instrumento con capacidades más allá que las de ser el

espejo del mundo que lo rodea. Sin embargo, en la busqueda de las vanguardias

de representar el nuevo mundo, toman este instrumento.

No es de extrañar que el cine se presentara como el medio idóneo: se trataba de

un medio joven, aún por explorar, por lo mismo, libre de ecos con el pasado. Una

de las características del discurso innovador vanguardista, era la de crear para

trasladarse más allá de las fronteras, proponiendo incluso proyectos destinados

para otras épocas u otras culturas, es por esto que las reflexiones se concentraban

no tanto en como es el cine, sino en cómo podría llegar a ser.

Pero antes de eso, los experimentos narrativos que, entre algunos otros creadores,

Méliès propició; las primeras dos décadas del siglo XX, la naturaleza del cine más

aceptada era la del modelo discursivo de la novela clásica. Sin embargo, a

mediados de la segunda década del siglo XX, en específico 1915, Paul Wegener
realiza una primera versión de su película Der Golem, que es considerada la primer

película del expresionismo alemán y quizás el primer acercamiento del cine con las

vanguardias. Fueron precisamente las vanguardias del expresionismo, el

surrealismo, el dadaísmo y el futurismo las que principalmente acogieron al

cinematógrafo como nuevo medio de creación y expresión.

Si bien, antecedentes del futurismo relacionado con la imagen fotográfica se

encuentran en el trabajo de Étienne Jules Marey con su cronofotógrafo, o en

Eadweard Muybridge y sus ya conocidos experimentos:

Giacomo Balla. Dinamismo de un perro con correa

Eadweard Muybridge.
Étienne Jules Marey

En el Manifiesto futurista de 19162 se plantea la propuesta de crear un nuevo tipo

de cine, diferente al de aquellos años, al del modelo de narración clásica parecida

al teatro. Dice el Manifiesto:

Hace falta liberar el cine como medio de expresión para hacer de él el

instrumento ideal de una nueva arte inmensamente más amplia y más

ágil que todas las existentes. Estamos convencidos que solamente por

medio de él se podrá alcanzar esa poliexpresividad hacia la cual tienden

todas las tendencias artísticas más modernas.3

Fueron los artistas futuristas, principalmente los italianos Giacomo Balla y

Humberto Boccioni, quienes emplearon por primera vez técnicas derivadas de la

fotografía y del propio cine para crear efectos dinámicos. Varios de las películas

influidas por esta corriente desarrollaron el montaje por analogía, simultáneo y de

compenetración intelectual entre los planos, método formal que encontraría eco de

2
MARINETTI, F. CORRA, B. SETTIMELLI, E. GINNA A. BALLA, G. CHITI, R. El manifiesto del cine futurista.
Milán. 1916
3
íbid.
inmediato en los grandes maestros soviéticos como Dziga Vertov y Lev Kuleshov

(periodo en que las vanguardias rusas se inspiran de las vanguardias de

Occidente), quienes le abrieron el camino a Eisenstein y luego a la nueva ola

francesa. El empeño futurista de ilustrar la música con imágenes más o menos

abstractas deriva, precisamente, en la variante del cine abstracto francés y alemán

inmediatamente posterior, y también hace posible Fantasía de Dysney y ciertas

secuencias de Dancer in the Dark , mientras la equivalencia cromática y lineal entre

objetos y atmósferas, que el futurismo buscaba revelar, reaparece en los créditos

diseñados por Saul Bass y en algunos títulos de Orson Welles, Alain Resnais y

Peter Greenaway, entre otros. El principal hallazgo del futurismo fue la

descomposición temporal y espacial, asumida mucho más tarde por las

subsiguientes vanguardias, como el surrealismo y el dadaísmo, e incluso, mucho

más tarde, por el cine comercial, véase Inception.

Si bien, el tema da para muchísimas páginas más en las que se podría revisar de

una en una las aportaciones de cada una de las vanguardias de principio de siglo

al lenguaje cinematográfico, el tiempo de investigación tendría que ser de igual

manera, mucho mayor al que ahora tengo, pero puedo concluir que hasta ahora lo

expuesto nos hace ver que gracias al encuentro entre las vanguardias artísticas

emergentes en el momento en el que el cinematógrafo ve la luz, favoreció la mezcla

de una gran carga de concepto dispuestos a modelar el lenguaje discursivo del

nuevo medio. De igual manera, no es posible afrontar y analizar ninguna expresión

artística, literaria o cinematográfica de las vanguardias, sin atender a las otras, ya


que forman parte de un mismo proceso cultural. Pero no de uno cualquiera, de un

cuestionamiento radical de la realidad y de sus posibilidades de reorientación.

Bibliografía:

ALP, El manifiesto del cine futurista. Milán 11 de septiembre de 1916 [en línea].

secc. El Cine como forma expresiva y estética. <http://el-cuadernode-

alp.blogspot.com/2011/05/el-manifiesto-del-cine-futurista-milan.html> [Consulta:

01 de diciembre de 2018]

FREDES, Juan, Cine futurista y distopía [en línea], en Sitiocero, 2013. <

http://sitiocero.net/2013/03/cine-futurista-y-distopia/> [Consulta: 03 de diciembre

de 2018]

GONZÁLEZ, A. CALVO, F. MARCHÁN, S., Escritos de arte de vanguardia

1900/1945, 1er Ed, Madrid, Ediciones Akal (Colección fundamentos)

MAINER. Juan, La edad de plata (1902-1939) Ed. Cátedra. Madrid. 1983.

MOSCATO, Aline, Vanguardias del cine [en línea] <

http://www.panoramadelarte.com.ar/archivos/ATC2010/Aline_Moscato_Vanguardi

as.pdf> [Consulta: 28 de noviembre de 2018]

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