DIÓCESIS DE HOLGUÍN
CURSO PREBAUTISMAL
PARA PADRES Y PADRINOS
Parroquia Espíritu Santo, Diócesis de Holguín. Tacajó, Báguanos, Holguín, Cuba. Teléfono: 2436 6104
Oración inicial:
Miramos la vida:
Para entrar en el tema, nos acercarnos a nuestra vida, para ver la realidad en cuanto a
lo que sabemos sobre lo que es el sacramento del bautismo. Leemos el siguiente hecho
de vida y luego dialogamos sobre las preguntas que se plantean.
Comentamos la realidad:
Como se muestra en el hecho de vida que leímos, la realidad es que muchas personas
no saben con claridad qué es el bautismo. Quizá tengan alguna idea, pero no precisa, por
lo que a la hora de tener que definir o explicar lo que es el bautismo no saben qué decir.
Incluso personas que han participado en bautismos como padrinos o los mismos padres
de niñas y niños que se bautizan.
Lo mismo puede estar sucediendo con algunos de nosotros: que tengamos alguna idea
sobre lo que es el bautismo, pero no muy clara ni muy precisa. Quizá sepamos que el
bautismo es un sacramento, pero a la hora de explicar qué es un sacramento y qué
significa que el bautismo es un sacramento no sabemos qué decir. Pero para eso estamos
aquí, para aprender.
1. ¿Qué es un sacramento?
Los sacramentos cristianos son celebraciones de fe en las que, a través de un conjunto
ordenado de signos y gestos se realiza un encuentro de las personas con Dios. Los
sacramentos cristianos no sólo nos hacen vivir el encuentro con Dios, sino que en ese
encuentro, a través de los signos sacramentales que se realizan Dios nos comunica su
gracia.
Como seres humanos que somos, las personas necesitamos de mediaciones humanas
Parroquia Espíritu Santo, Diócesis de Holguín. Tacajó, Báguanos, Holguín, Cuba. Teléfono: 2436 6104
para poder vivir el encuentro con Dios y poder recibir la comunicación de su gracia
salvadora. Con razón podemos decir que nuestra relación con Dios es necesariamente
sacramental. Y es por eso que los sacramentos son tan importantes en la vida de los
creyentes, ya que son el medio por el cual podemos realizar el encuentro salvífico con
Dios.
Como hemos dicho antes, en el encuentro entre Dios y las personas que se realiza en
los sacramentos Dios nos da su gracia. Y como esa gracia de Dios es tan abundante, en la
Iglesia tenemos siete sacramentos, en los que se expresa y se realiza la distribución de
esa gracia. Así, en cada sacramento se da la comunicación de gracias particulares. Por
ejemplo, en el sacramento de la reconciliación se comunica la gracia del perdón.
- Y la vestidura blanca (velo que se pone en la cabeza del bautizado/a) como signo
de la vida nueva que se recibe, pues por el bautismo la persona ha sido purificada del
pecado y es “revestida de Cristo”.
Nos comprometemos
Ya sabemos qué es el sacramento del bautismo y conocemos los signos bautismales a
través de los cuales Dios, en el bautismo, nos comunica su gracia. Ahora, ¿a qué nos
comprometemos para vivir lo que hemos aprendido?
Oración final
Oración inicial:
Miramos la vida:
Como punto de partida para entrar en el tema, nos acercamos a nuestra experiencia
sobre los frutos del bautismo. Leemos el siguiente hecho y luego dialogamos sobre él
guiados por las preguntas que se plantean.
Comentamos la realidad
Tal como sucede en el hecho de vida que hemos leído, también en la realidad muchas
personas no conocen que el bautismo es como la siembra de una semilla que ha de crecer
y dar frutos en la persona bautizada. Incluso personas cuyos hijos/as son bautizados
desconocen esta realidad.
Es importante conocer los frutos del bautismo, pues para que el bautismo realmente sea
efectivo la persona bautizada debe reconocer los frutos que el bautismo produce para
acogerlos y vivirlos. Si estos frutos no se reconocen y acogen para vivirlos, pasa como con
un árbol lleno de mangos que nadie ve y los mangos al final se pierden.
nos hace parte de su familia, la Iglesia. Como también nos enseña san Pablo, por el
bautismo somos hechos miembros del único cuerpo de Cristo, que es su Iglesia (1
Corintios 12, 13). Y como miembros de la Iglesia, tenemos que ser “piedras vivas” (1 Pedro
2, 5), viviendo nuestra fe integrados activamente en la Iglesia, en comunión y participación
corresponsable con los demás.
Ahora bien, para que la incorporación eclesial se realice en la persona bautizada, ésta
debe reconocerse como miembro vivo de la Iglesia e integrarse activamente en ella,
participando en su vida y misión, como “piedra viva”. Para que el niño/a bautizado/a viva la
incorporación eclesial, se requiere que sus padres y padrinos le acompañen y ayuden en
este proceso de incorporación, mostrándole, con el ejemplo, que son “piedras vivas” de la
Iglesia.
Ahora bien, para que el don del Espíritu Santo se realice en la persona bautizada, ésta
debe reconocer su presencia, aprender a escucharlo y ser dócil a él, dejándose guiar por
sus inspiraciones y poniendo a producir los talentos con los que él la enriquece. Así el
bautizado/a dará testimonio que de verdad el Espíritu Santo actúa en él y le conduce por el
camino del bien, la verdad, la santidad, la justicia, el amor y la paz.
Para que el niño/a bautizado/a viva de verdad como templo del Espíritu, sus padres y
padrinos le tienen que enseñar a reconocerlo y a ser dóciles a él, dejándose conducir por
sus inspiraciones.
Nos comprometemos
No es suficiente conocer cuáles son los frutos del bautismo. Es necesario asumir
compromisos para acoger y vivir estos frutos y colaborar para que los niños/as bautizados/
as los acojan y los vivan. De manera concreta, nos comprometemos a:
Oración final
Oración inicial:
Miramos la vida:
Para entrar en el tema, nos acercarnos a nuestra vida, para ver la realidad en relación
con la responsabilidad de los padres y padrinos en el bautismo. Leemos el siguiente hecho
de vida y luego dialogamos sobre las preguntas que se plantean.
paladar “Palma Real”; así Carolina tendrá unos padrinos con billete. Doña
Juana no se pudo aguantar, y algo incómoda le dijo: El bautizo es algo muy
serio y hay que hacerlo por fe y con responsabilidad; y no se eligen los
padrinos por el dinero que tengan, sino por su buen testimonio y
responsabilidad. Josefina, sin hacer mucho caso a las palabras de Doña
Juana, se despidió de ella: Nos vemos, y recuerde, mañana sin falta.
1. ¿Cuáles son los motivos por los que muchos padres bautizan a sus hijos/as?
2. ¿En base a qué criterios muchos padres eligen a los padrinos para sus hijos/as?
3. ¿Tienen que ver los padres y padrinos con el crecimiento en la fe del bautizado/
a?
Comentamos la realidad
Cuando nos acercamos a nuestra realidad en relación con el bautismo, nos damos
cuenta que muchos padres deciden bautizar a sus hijos/as, no motivados por la fe y el
compromiso cristiano, sino por la costumbre social u otros motivos. Lo mismo sucede a la
hora de elegir a los padrinos para sus hijos/as: lo hacen no porque sean personas de fe y
buen testimonio, sino por conveniencias u otras razones.
bautismo sigue la tarea de educar al bautizado/a, enseñándole a conocer y vivir todas las
enseñanzas de Jesús, a seguir el camino que el mismo Jesús nos enseñó y que nos lleva
al Reino de vida eterna. Se trata de que el bautizado/a cultive y desarrolle la nueva vida
que como semilla ha recibido en el bautismo.
En el bautismo el niño/a es hecho hijo/a de Dios, pero tiene que aprender a reconocer a
Dios como Padre, para amarlo, respetarlo, escucharlo, obedecerlo y servirlo; y reconocer
que las demás personas son hermanas a las que hay que amar. También en el bautismo al
niño/a se le purifica del pecado y recibe una vida nueva; pero debe aprender a preservar
esa vida nueva, alejándose del pecado. Y en el bautismo el niño/a se hace miembro de la
Iglesia; pero debe sentirse parte de esa familia y participar activamente en ella.
Ahora, todos estos dones que el niño/a bautizado/a recibe y que debe reconocer y vivir,
no va a poder desarrollarlos por sí solo. Es como la semilla sembrada en la tierra, que
necesita de quien la riegue y abone para que germine, nazca, crezca y produzca frutos. Y
esa tarea de cultivo de la nueva vida que reciben los bautizados/as es responsabilidad de
sus padres y padrinos. Ellos son los primeros maestros de la fe de sus hijos/as y ahijados/
as.
Hay que tener en cuenta que la enseñanza de la fe no es como la enseñanza de la
matemática o la historia. La fe crece y madura en la experiencia de vida. Por eso los
padres y padrinos enseñan con su propio ejemplo de vida. Para que los bautizados/as
crezcan como hijos/as de Dios y miembros vivos de la Iglesia, los padres y padrinos tienen
que vivir como hijos/as de Dios y miembros vivos de la Iglesia. Si los padres no oran,
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difícilmente los hijos/as aprenderán a orar; y si no van a la Iglesia difícilmente los hijos/as
aprenderán a participar activamente en ella.
No se justifica que los padres quieran bautizar a sus hijos/as sólo para cumplir con una
costumbre social y “salir de eso”. La razón por la que deben decidir el bautismo de sus
hijos/as es porque son personas de fe y quieren que sus hijos/as reciban la nueva vida de
Cristo, crezcan como sus discípulos y vivan los valores cristianos integrados en la Iglesia.
Tampoco se justifica que los padres elijan a los padrinos de sus hijos/as sólo por cumplir
un trámite, por intereses o conveniencias, o por mero compromiso social. Ya que los
padrinos tienen la tarea de colaborar con los padres ayudando a los bautizados/as a crecer
en la fe, a la hora de elegirlos se debe tener en cuenta que sean persona de fe, buen
testimonio y compromiso, de manera que se garantice que cumplirán convenientemente su
responsabilidad y se preocuparán por el crecimiento en la fe y en los valores cristianos de
sus ahijados/as.
Para la elección de los padrinos, la Iglesia pide que sean los padres del niño/a quienes
los elijan libremente, que sean personas de su entera confianza, ya que colaborarán
estrechamente con ellos ayudando al crecimiento integral de sus hijos/as; deben ser
mayores de edad, católicos bautizados, de buen testimonio moral y de fe; tienen que
aceptar libre, consciente y responsablemente el compromiso y tener el firme propósito de
cumplir fielmente su misión.
Nos comprometemos
Parroquia Espíritu Santo, Diócesis de Holguín. Tacajó, Báguanos, Holguín, Cuba. Teléfono: 2436 6104
No es suficiente con que los padres y padrinos sepan cuál es su responsabilidad con
sus hijos/as y ahijados/as a partir del bautismo. Tienen que asumir con firme decisión el
compromiso de cumplir fielmente esa responsabilidad. De manera concreta pueden
comprometerse a:
- Orar y leer la Biblia en familia, para que sus hijos/as y ahijados/as asimilen
esta experiencia y crezcan en la oración.
- Mantener una buena conducta moral, para que sus hijos/as y ahijados/as
aprendan los valores humanos y cristianos.
- Participar regularmente en la Iglesia, asumiendo en ella responsabilidades,
para que sus hijos/as y ahijados/as crezcan como miembros vivos de la
Iglesia.
- Cuando sus hijos/as y ahijados/as tengan la edad, llevarlos a la catequesis y
acompañarles en ese proceso de aprendizaje sistemático y progresivo de la
fe.
Oración final
Oración inicial:
Miramos la vida:
Para entrar en el tema, nos acercamos a nuestra experiencia sobre la celebración del
bautismo. Leemos el siguiente hecho y luego dialogamos sobre él guiados por las
preguntas que se plantean.
Comentamos la realidad
En realidad muchas de las personas que asisten a la celebración del bautismo, incluso
padres y padrinos de los que son bautizados, no conocen bien las cosas que se hacen en
la celebración del bautismo y lo que significan. Les sucede como a Minerva en el hecho
que hemos leído. Por esta razón asisten a la celebración pero realmente no participan en
la celebración.
La celebración del bautismo consta de una serie de signos y gestos litúrgicos a través
de los cuales se realiza lo que el bautismo comporta, signos y gestos que tienen un valor
sagrado, que hay que conocer, y cuyo significado hay que comprender, para que al asistir
a una celebración bautismal podamos participar en ella con verdadero sentido y vivamos lo
que en ella se realiza.
RITO DE ACOGIDA
2. La señal de la cruz
Como expresión de acogida para que por el bautismo se integren al camino de la
salvación, el que preside la celebración hace la señal de la cruz en la frente de los
bautizandos; también la hacen sus padres y padrinos.
4. Renuncias y profesión de fe
Los padres y padrinos, en nombre de los bautizandos, expresan públicamente su
renuncia al pecado y profesan la fe de la Iglesia que enseñarán a sus hijos/as y ahijados/
as.
El que preside la celebración echa agua sobre la cabeza del bautizando pronunciando
las palabras: N, yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Es el
rito esencial del sacramento por el que se realiza la purificación del pecado.
7. Effeta
Effeta es una palabra griega que significa "ábrete". Este rito consiste en tocar la boca y
los oídos del bautizado/a, igual que hizo Jesús con el sordomudo. Lo mismo que el milagro
de Jesús, este gesto significa la salvación. El bautizado/a a de saber escuchar la Palabra
de Dios y proclamarla. Este gesto puede omitirse.
(CONTINÚA LA MISA)
Nos comprometemos
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