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LOS OTROS GONDRA

De Borja Ortiz de Gondra

Texto galardonado con el Premio Lope de Vega 2017

Una producción del Teatro Español

Dirección:

Josep Maria Mestres

Reparto:

Sonsoles Benedicto
Fenda Drame
Jesús Noguero
Borja Ortiz de Gondra
Lander Otaola
Cecilia Solaguren

Hace dos años pudimos ver Los Gondra en la sala Francisco Nieva del CDN, sede Lavapiés. Hoy, la sala
Margarita Xirgú del Teatro Español, un espacio muy parecido al primero, acoge Los otros Gondra. La
primera examinaba, con el mismo autor como narrador y personaje secundario, el enfrentamiento entre
las dos ramas de la familia de los Arsuaga, trasunto de la familia del autor, los Gondra. A partir del
conocimiento del asesinato del hermano del autor intentaba desentrañar las razones por las que una prima
de la otra parte de la familia señala dentro de una diana el nombre de su familiar como posible nuevo
sujeto a ejecutar por ETA. El autor despertaba en Nueva York con el telefonazo con el que su madre le
comunicaba el crimen, y de alguna manera, le hacía sentirse culpable de su huida de una patria ingrata.
Un sentimiento que sin embargo se veía corroborado en el transcurso de la obra, a través de una sucesión
temporal inversa, sumergiéndonos en un pasado que se remontaba a un siglo, a la fundación de la casa
familiar y a la escisión de las dos ramas de los Arsuaga. Huir de esa tierra de violencia era necesario,
romper el círculo, ya sólo quedaban de ésta las sombras de los golpes contra la pared del frontón, los
golpes de las diferentes oleadas de venganza rebotando entre los individuos, tan víctimas como verdugos.

La obra se supone que se encuadra en la autoficción, un género que en teatro parece apartarse un tanto de
su referente narrativo. La autoficción teatral tiene mucho de cuestionamiento del sujeto dentro de la
ficción. De no tanto crear un texto que se salga de la ficción para sólo acudir a la vivencia, abandonando
el espacio del relato, como de crear un espacio, a partir de la inclusión de un personaje autor en la obra,
que permitan imaginar escenas que puede que hayan pasado o que no, con tal de preguntarse sobre cómo
la escritura o el texto afecta al mismo escritor. Al fin y al cabo, una recreación literaria. En Los otros
Gondra, esto se acentúa, ya que por una parte se renuncia a cualquier distanciamiento en cuanto al
nombre de los personajes (estos ya son los Gondra, no los Arsuaga) y a que el mismo Borja Ortiz de
Gondra se incluye en la obra como personaje central, desdoblándose incluso entre su presencia en escena
y la creación de un personaje con su mismo nombre y similares características. Esta autoficción de Ortiz
de Gondra, aunque no tanto como en el caso de Sergio Blanco, tiene mucho de autorreferencialidad. En
este caso, con el peso de esa culpa, de esa incapacidad del personaje-autor, que podemos suponer
trasplantable al autor, de asumir el seguir sus pasos en su tierra y abandonarse a la huida. Autoficción que
no deja de ser drama, aunque el valor de lo autorreferencial nos hable de posibles escenas a ser escritas, o
a abrir y cerrar la obra, o de escenas ficticias que intentan recrear lo que había pasado, o incluso de
escenas completamente incoherentes con el marco e verosimilitud, aunque no con el dramático, y que se
distancian de lo que supone la autoficción narrativa, como el caso de la reciente Ordesa de Manuel Vilas.
La obra supone, con respecto a su “primera parte”, un esfuerzo de condensación y destilación. Las líneas
de conflicto se concentran: Borja con su madre, Borja y su hamartía encarnada en su hermano, Borja
como portavoz de los Gondra intercediendo por Ainhoa, una excelente Cecilia Solaguren, la delatora que
no muestra su arrepentimiento, que apela a un olvido sin pasar por afrontar lo que ocurrió: la portavoz de
los otros Gondra. Cara a cara, los dos últimos representantes de las dos ramas que se han ido enfrentando
a lo largo de la Historia y que ya no van a dejar detrás de si más descendencia directa. Si acaso, Ainhoa a
una imposible Nerea, una hija adoptada de puiel negra y que habla euskera. Borja, los hijos que generen
sus textos.

El montaje, con excelentes interpretaciones por parte de sus actores y con una muy medida y eficiente
dirección de Josep Maria Mestres, arranca con una potencia y vigor considerable, con lo que no tiene que
pesar el no haber visto su precuela, si tal es el caso. Tal vez, algún punto de sentimentalismo y de
simbolismo diluyen sus mejores propuestas, las que encabezan esos dos polos tremendos que son las
actuaciones de las que, con el autor, sobreviven al montaje previo: Sonsoles Benedicto, como la madre
del autor y del asesinado por ETA, y Cecilia Solaguren, la que se sintió obligada a señalar y a no hacer
nada ante lo irremediable de la consumación de su acción, y que ahora quisiera devolver a su madre, que
en su momento fue víctima, al panteón familiar, para validar su apellido, los Gondra, que ahora se
disolverá en la nada, o en un borrón y cuenta nueva.

Hay una tercera obra de este ciclo, ignoramos en qué estado de proceso de escritura. Lo cierto es que eso
no impide ver Los otros Gondra como una obra completa que no depende de antecedentes ni de
consecuentes.

RAÚL HERNÁNDEZ GARRIDO

¿Qué pasó realmente en 1985 en un frontón de Algorta entre alguien que podría ser mi prima y alguien
que tal vez pudiera ser mi hermano? Hoy, cuando ya han transcurrido más de 30 años, intento averiguar la
verdad, pero nadie desea hablar de aquel tiempo de violencia y de odios: unos piensan que es mejor no
remover un pasado que aún duele y otros creen que hay que volver rápido aquella página. ¿Qué derecho
tengo yo a escribir aquella historia que quizás nunca ocurrió? ¿Nos ayudará el teatro a cerrar las heridas?

En Los Gondra (una historia vasca) exploré 100 años de una familia vasca para averiguar cómo
habíamos llegado hasta aquí. En Los otros Gondra (relato vasco), miro desconcertado a mi alrededor hoy
y trato de contar hacia dónde vamos. ¿Qué haremos con 120 años de restos de Gondras cuando dentro de
unos meses venza la concesión de la tumba familiar? ¿Qué peso pueden tener el apellido y la sangre para
las nuevas generaciones? ¿Quién heredará la casa del padre y todo su pasado?

Quizás haya llegado el momento de hacerse esas preguntas en voz alta y encontrar motivos para la
esperanza.

Borja Ortiz de Gondra

Una producción del Teatro Español


Texto galardonado con el Premio Lope de Vega 2017

* El encuentro con el público tendrá lugar el día 31 de enero tras la representación. Podrá asistir
cualquier persona que interesada (entrada gratuita hasta completar aforo). Presenta y modera Almudena
Grandes.

Ficha artística
Dirección:

Josep Maria Mestres

Reparto:

Sonsoles Benedicto
Fenda Drame
Jesús Noguero
Borja Ortiz de Gondra
Lander Otaola
Cecilia Solaguren

Ficha artística:

Diseño de Escenografía Clara Notari


Diseño de Vestuario Gabriela Salaverri
Música original Iñaki Salvador
Coreografía Jon Maya Sein
Diseño de Iluminación Juanjo Llorens (AAI)
Diseño de videoescena Álvaro Luna (AAI)
Asesor de canto David R. Peralto

Ayte. de Dirección David Blanco


Ayte. de Escenografía Francisco Bassi
Ayte. de Vestuario Raquel Porter
Ayte. de Iluminación Rodrigo Ortega
Ayte. de videoescena Elvira Ruiz Zurita
Ayte. en prácticas Rosa del Cerro

REALIZACIONES
Escenografía Mambo Decorados + Sfumato
Vestuario Galán Grosso S.L.
Sistema nebulización Eris Rehabilitaciones y Clima S.L.
Atrezzo Miguel Delgado

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