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Primer Capítulo:

(…) “Con respecto a la comisión de delitos, es importante rescatar


que nosotros no cometemos errores, nosotros comisionamos
delitos, nosotros somos responsables de hacer delitos, somos
responsables de comisionar y actuar en perjurio de la sociedad y
las leyes y la institucionalidad jurídica. Errores comete usted al
elegir una camisa, pero nosotros si cometemos delitos, y así
tenemos que visualizarnos hacia la gente, personas en conflictos
con la ley que necesita ser preparada académicamente para no
caer el círculo de violencia.” 1

(… ) “el sistema penitenciario, se trata de personas alojadas allí


contra su voluntad, por lo general desconocidas entre sí, muchas
veces enemigas, y que han sido privadas de libertad por una
condena penal o porque están imputadas de la comisión de
delitos, en muchos casos cometidos con violencia.”2

En este capítulo, se abarcan las dos primeras preguntas, correspondientes a ¿Cuáles


son las principales políticas y programas de educación en contextos carcelarios en Costa
Rica? y ¿Cuáles los programas o iniciativas de educación generados en la Unidad de
Atención Integral Reinaldo Villalobos de la provincia de Alajuela?, respectivamente. Por
esta razón, se ha estructurado bajo cuatro pautas. La primera aborda la situación del
sistema penitenciario costarricense su relación con la UAI Reynaldo Villalobos. En la
segunda se hace alusión aspecto histórico, funcional y administrativo de la UAI. La
tercera, se refiere a los convenios internaciones, derechos humanos, leyes nacionales,.
Posteriormente en una cuarta, se hace mención a los programas de estudio presentes en la
UAI Reynaldo Villalobos, centrándose en la modalidad superior de la UNED, con la cual se
trabaja en esta investigación. Como bien es visto, las primeras tres pertenecen a la primera
pregunta y la cuarta pauta a la segunda pregunta.

Cabe mencionar que el concepto de vulnerabilidad, es el comisionado en el presente


capítulo de englobar y conceptualizar, la condición del estudiante privado de libertad en
UAI Reynaldo Villalobos, valiéndose en los aspectos citados, los cuales serán desarrollados
mantiene un vínculo cercano con el sujeto participante y su percepción del proceso
educativo. En ese sentido, La situación de privado libertad en Costa Rica y de manera
micro al que se encuentra UAI, involucra una responsabilidad jurídica del ente público. En

1
(Fragmento del audio de la entrevista con Roberto Centeno: Estudiante de la UNED en la UAI Reynaldo Villalobos)
2
Elias carranza 33
otras palabras, este asume el oficio de dar seguimiento al juicio, la condena y su posterior
cumplimiento. Tal como lo menciona el Estado de la Justicia 2017, que indica las personas
privadas de libertad son “individuos que se encuentra a la administración del Estado, el cual
reserva una potestad sancionatoria con el fundamento del mantenimiento y estabilidad del
orden social.3 Y a su vez existe obligación de garantizar, el acceso a sus necesidades
básicas y derechos. Lo anterior, genera grandes contradicciones vistas desde vulnerabilidad,
puesto que, dependiendo y condiciones del centro penal, los presidiarios poseen mejor y
mayor apertura o atención a derecho como salud, alimentación, llamadas, educación entre
otros.

Entender a la UAI como una institución politizada, ofrece una visión real del
sistema penal costarricense de las políticas carcelarias y programas educativos que se
vinculan a su funcionamiento y administración. Pues, en esta se alojan ciudadanos en
condición de privación de libertad que exigen la cobertura de sus derechos. Es por ello, que
no se puede omitir la vulnerabilidad presente en esta institución. Por ejemplo, el
investigador Elías Carranza con conocimientos reconocibles en cuestiones carcelarios,
atañe una perspectiva tajante sobre la condición de encierro y la situación de riesgo que
implica. Ser condenado a prisión o sometido a prisión preventiva en la actualidad en un
sistema penitenciario en América Latina es, en los hechos, ser sometido a una pena de
muerte aleatoria, algo así como ser condenado a presión “con la accesoria de que quizá
también lo maten. ”4

Aunque, puede leerse exagerado, lo manifestado por Carranza. Se reconoce que los
presidiarios están en la difícil posición de convivir con personas de condenas o contextos
familiares y delictivos más violentas, provocando ocasiones roses entre estos. Sin importar
el enfoque penitenciara de la institución, es evidente que el conflicto y la violencia impacta
en la vida del privado de libertad, puesto que es importante recordar que el sistema
penitenciario, se trata de personas alojadas allí contra su voluntad, por lo general
desconocidas entre sí, muchas veces enemigas, y que han sido privadas de libertad por una

3
Estado de la Justicia 2017, 270.
4
Carranza, 46.
condena penal o porque están imputadas de la comisión de delitos, en muchos casos
cometidos con violencia. 5

La vulnerabilidad y violencia mantiene una relación cercana en prisión. Ya que, la


condición de privado de libertad implica varias cargas a soportar o convivir, el hecho de
perder la intimidad, verse a compartir el baño, dormitorio, relacionarse con presidarios de
diversos contextos de violencia y por supuesto evitar conflictos tanto con pares como
custodios¸ genera estrés emocional. Esto se agrava aún más en circunstancia de
hacinamiento y sobrepoblación. Según el Estado de la Justicia 2017, indica que la alta tasa
de encarcelamiento en Costa Rica está asociada a dos fenómenos recientes, el primero es el
rápido crecimiento de la población privada de libertad que pasó de menos de 8.000 en 2005
a más de 13.000 diez años después, un incremento de más del 50; el segundo es el aumento
correlativo de la sobrepoblación carcelaria.6 Lo cual, ocasionado un desgate del centro
penal, puesto que no soporta la capacidad optima de su infraestructura, y a la vez, el poco
espacio junto al amontonamiento en celdas (pabellones), es un caldo de cultivo para riñas
entre privados. Lo anterior queda reflejo en la siguiente cita textual al señalar

“Entre 2006 y 2008 no existía sobrepoblación, pero a partir de 2009 el problema emergió con
fuerza, hasta llegar a un estimado de más de 4.000 personas por encima de la capacidad de
alojamiento del sistema. Esta situación fue planteada con claridad por la Defensoría de los
Habitantes de la República, en un informe de 2012 dirigido a la entonces presidenta Chinchilla
(Defensoría de los Habitantes, 2012). Una primera causa de la sobrepoblación fue la falta de
inversión en nuevos espacios carcelarios durante la época de mayor crecimiento de la población
privada de libertad (2009-2012) Diversos factores incidieron en esta situación, entre ellos
problemas asociados a la eficiencia en la gestión institucional. Por ejemplo, en el período 2006-
2009 no se ejecutó un alto porcentaje del presupuesto del Patronato de Construcciones,
Instalaciones y Adquisición de Bienes del Ministerio de Justicia y Paz. Las autoridades indican que la
magnitud de las obras y la tramitomanía asociada a ellas impide que los trabajos previstos para un
año determinado finalicen y se liquiden en ese mismo año; ello afecta la ejecución presupuestaria,
ya que esta solo contempla los rubros realmente pagados y no los comprometidos.”7

5
Ibid, 33.
6
Estado de la justicia 2017, 272.
7
Ibid.
Es claro que el sistema penal nacional atraviesa una grave problemática
institucional que afecta al privado de libertad y al estudiante presidiario de la UNED. Como
bien, lo reafirma la cita textual anterior, la sobrepoblación aumentó desaforadamente en
Costa Rica, debilitando las instalaciones. Siendo un factor importante, la poco inversión en
materia de infraestructura y la carencia de espacio amplios para albergar a una población
en crecimiento. Y, a pesar que el fragmento textual no lo indica, en cierta manera el desgate
infraestructural también tiene efectos en el área educativa, dado que, la cárcel está obligada
a brindar la cobertura del derecho a todos; sin distinción alguna, con un espacio que permita
su desarrollo. Por lo tanto, si la apertura educativa no logra ponerse en práctica o encuentra
complicaciones, pone en riesgo la validación del derecho. Poniéndose en tela juicio la
efectividad administrativa del Ministerio de Justicia y Paz, más aún cuando el país se
encuentra comprometido a cumplir acuerdos internacionales.

Ante el duro panorama institucional acarreado por el hacinamiento y la


sobrepoblación, el Estado en los últimos años, han aprobado la construcción y renovación
infraestructural en diversos centros penitenciaria, con el fin menguar dicha problemática.
Cumpliendo una función en especial la apertura de la UAI Reynaldo Villalobos -UAI
Pococí y Pérez Zeledón- que busca la implementación de un modelo penitenciario
novedoso con respecto a la atención del privado libertad. Fue así que entre 2016-17, se
inicia una nueva historia del sistema penitenciario nacional, la puesta en marcha de un
modelo de atención en condiciones de dignidad, cercanas a la vida en libertad, sin
hacinamiento ni encierro inútil.8 Recalcándose que su impulso conllevó a nueva filosofía
que privilegia el estudio y el trabajo como su sello distintivo. Además, con el compromiso
de hacinamiento nulo, una atención técnica especializada y de calidad, así como espacios
dignos y modernos, las UAI prometen ser el modelo de atención penitenciaria para el futuro
en Costa Rica.9

A pesar que la UAI Reynaldo Villalobos se postula como una buena alternativa para
garantizar los derechos del privado libertad, muchos de esto han sufrido diferentes

8
Fragmento textual del diagnóstico aplicado dos funcionarios que tienen relación al proceso de educativo
del privado de liberta en la UAI, (Véase el anexo 2 del trabajo de investigación).
9
Politica, 30.
experiencias en otros CAIS, por ejemplo CAI Luis Paulino Mora Mora, CAI Gerardo
Rodríguez, CAI San Sebastián, CAI Liberia, CAI Carlos Luis Fallas y otros. Pues para
ingresar a dicha modalidad afronta un proceso de selección, lo anterior lo reafirma una
funcionario del área educativa al indicar que los residentes ubicados en las UAI fueron
seleccionados de acuerdo con criterios del Instituto Nacional de Criminología (INC) según
los cuales, deberán permanecer, al menos, tres años bajo este modelo de atención antes de
complementar su salida u obtener un beneficio.10 Por lo tanto, el estudiante presidiario
colaborador, posee un bagaje cultural y una percepción de su proceso educativo en otros
contextos de encierros, interactuando con sus particularidades, en el caso de congeniar otro
tipo de población, los retos y complejidades de las instalaciones, sobrellevando la violencia
intercarcelaria en distinto niveles. 11

En ese sentido la vulnerabilidad del discente en referencia a su proceso educativo en


UAI Reynaldo Villalobos, no se puede omitirse ni decantar únicamente en el topo
tratamiento penitenciario o política institucional. Más bien abarca sus diversas experiencias
educativas formales e informales en otros contextos de encierro que ha convivido, antes,
durante y actualmente en su preparación profesional, a su vez envuelve las contradicciones
y retos que el mismo halla como estudiante para su preparación profesional, en el caso, de

10
Fragmento textual del diagnóstico aplicado dos funcionarios que tienen relación al proceso de educativo
del privado de liberta en la UAI, (Véase el anexo 2 del trabajo de investigación).
11
La violencia y la sobrepoblación intercarcelaria es un fenómeno social persistente en contextos
carcelarios, que se contempla en manera de fuerza física y emocional, por eso, es menester conocer sus
implicaciones. Pues, está claro que EN esta institución se aloja un riesgo mayor de perder la vida o verse
envueltos en riñas, a pesar del resguardado y seguridad que debe garantizar el personal policiaco penal; las
peleas suceden dada la complicación de convivencia entre los privados de libertad y en ocasiones utilizando
armas punzo cortantes hechizas. De igual forma la desmotivación y degradación emocional se vuelve aún
más fuerte, el privado libertad que encuentra desalentador su condición y es dado en ocasiones atravesar
sentimientos de frustración o suicidio. Aunque, no sea trabajado directamente en la cercanía entre
motivación y su impacto en el proceso educativo del estudiante presidiario, es de responsabilidad de
investigador consultar trabajo como de Elías Carranza para comprender el efecto de la violencia y
hacinamiento en contexto de privación liberta tales como (Sistema penal y derechos humanos en Costa Rica:
muertes violentas en hechos de intervención policial; muertes violentas en el sistema penitenciario; muertes
en accidentes de tránsito. San José, Costa Rica: Editorial EDUCA, 1990.) A su vez, consultar (El documental Se
asesina para sobrevivir, producción nacional de la Cátedra de la UNESCO de la Universidad Salle Costa Rica)
que detalla la contradicciones que agrava a la población en cuenta a derecho humanos y necesidades
básicas, enfocándose el caso de Reforma, Vilma Curling y San Sebastián.
la experiencia UAI, es una experiencia novedosa en la investigación educativa, puesto que
tiene dos arista del su proceso educativo tanto otro centro como en el Reynaldo Villalobos.

1.1 El Sistema penitenciario costarricense un breve marco histórica a sus políticas


carcelarias y su incidencia en la investigación de la UAI Reynaldo Villalobos.

En alusión a la primera pauta sobre el Sistema Penitenciario Costarricense se


realizará una breve descripción histórica de las transformaciones y políticas puesta en
marcha por este ente, que tuvieron su impacto en el derecho a la educación del privado
libertad. Lo cual, es visto necesaria para que el lector en general comprenda, que el
novedoso enfoque puesto en práctica en la UAI Reynaldo deviene de un proceso histórico y
político de reformas institucionales que viabilizaron su instalación, y al mismo tiempo,
posibilitaron un impulso en la apertura de las modalidades educativas en contexto
carcelerías.

En primera instancia, es importan señalar que el centro UAI Reynaldo se ubica en el


complejo institucional de la Reforma, situado en la provincia de Alajuela, en el distrito de
San Rafael. Compartiendo el espacio con otras modalidades penitenciarias (CAI), el caso
de Adulto Joven, Adulto mayor, mínima Luis Paulino Mora Mora, entre otras. Su
establecimiento ocurrió durante los primeros años de 1970, cuando el Estado capitalizó la
compra de terreno en San Rafael e hizo el cierre de la Penitenciaría Central, lo que
centralizó gran parte de la administración penitenciaria en gran punto, lo anterior queda
más explícito en el siguiente fragmento textual:

“La creación del Centro de la Reforma en 1971, constituyó en la cristalización de los anhelos de
cambios de muchos (as) costarricenses. Pues éste vino a sustituir las funciones que unos inicios
fueron asignadas a la Penitenciaría Central. Esta última fue considera como vergüenza nacional y su
eliminación en 1979, se catalogó como meta en el ámbito de justica, ya que el hacinamiento y la
consecuente carencia de clasificación, el ocio y la falta de organización y de personal calificado,
condujeron al fracaso de la misma.”12

12
Vilma Curling 102
Es así como el complejo institucional de la Reforma tomada partida en la
administración penitenciaria de Costa Rica, presentándose como una alternativa a las
carencias vivida con la antigua Penitenciaría Central. Abonado a la cita textual anterior que
dicha instalación fue debido a un cambio del modelo penitenciario nacional en los primeros
años del 1970 y 1980 y coyunturalmente durante el Estado Benefactor costarricense,
conocido como sistema progresista, que involucró el diseño y gestión de proyectos técnicos
importantes para el desarrollo humano de las poblaciones penitenciario, tales como la
educación, primaria secundaria y universitaria estatal, incremento de las actividades
laborales, presencia marcada de la seguridad penitenciaria y de los operadores técnicos en
todos y cada uno de los ámbitos de los establecimientos, entre otros.13 En ese sentido, la
educación pública en contextos de cierros adquiere un carácter significativo, en el abordaje
técnico y de reintegración del privado libertad, que abrió el portillo una demanda
educativa, solventada mediante convenios con el Ministerio de Educación Publica y la
Universidad Estatal a Distancia, que todavía se mantiene en vigencia en las distintas
cancelares, destacándose el caso de UAI Reynaldo Villalobos para presente trabajo de
graduación.

Sin embargo la coyuntura política y económica de los años 80, culminó en la puesta
en desarrollo de los Programas de Ajuste Estructural que incidieron directamente en la
cobertura de proyectos penitenciarios y la modificación de su política. La cual, se reflejó
con el diseño y establecimiento del Plan Desarrollo Institucional (PBI) que enmarcó nuevas
pautas institucionales del Sistema Penitenciario costarricense, considerándose su aplicación
como modelo que no es

“(…) no es retributivo clásico ni correccionalista rehabilitador. Por el


contrario, se compromete con objetivos muy claros como la reducción del
impacto deteriorante de la prisión, la atención de necesidades prioritarias y la
gestión de oportunidades de desarrollo humano de la población carcelaria.

13
18 politicas peniticiarias.
Evidentemente es una forma concreta de llevar a la práctica el modelo de
derechos y obligaciones recomendado por las Naciones Unidas”14.

En buena teoría, con el PDI se procurados una renovación de los vacíos


institucionales contemplados en el modelo anterior por sectores progresistas del poder
judicial. Sin embargo, manteniendo un grado de cautela, autores como Elías Carranza,
Hernández y Rojas y Cambronero citados (a) por Marilyn Segura Castillo y Vega Alfaro
María Fernanda, junto a los investigadores del articulo (Política Penitenciaria Científica y
Humanista) exclaman un difícil panorama para la política penitenciaria y su administración,
por ejemplo, se apunta que el descenso en la solvencia económica de Costa Rica
desencadenó el deterioro de las infraestructuras físicas de los centros penales y de la calidad
de las persona de privadas (os) lo que generó amotinamiento, altos índices de fuga,
asesinatos y violencia intracarcelaria en general.15 Teniendo sus efectos en materia de
derechos humanos en el privado libertad, aumentando la vulnerabilidad presente en las
cárceles, que sin lugar a duda debe mediar el estudiante en su proceso educativo. Por otra
parte

“A partir de los años noventa, junto al discurso vindicativo el aparato represivo del Estado también
se fortaleció tanto en recursos financieros como en apoyo operativo, logística y de formación para
las institucionales encargadas de control social. A diferente de este escenario, y pese al incremento
de la cantidad de personas presas, el presupuesto asignado para la atención de las personas
privadas de libertad no se incrementa en igual manera. El modelo penitenciario Denominado PDI,
iniciado a principios de los años noventa opera a partir del año 2008 con un hacinamiento mayor
hasta alcanzar en el año 2015 una densidad poblacional de 152” 16

Es clara la preocupación por parte de distintos investigadores e inclusive de


organismos internacionales de las duras condiciones de las cárceles nacionales. Llama a la

14
Ibid., 23. (Un modelo que contó con el beneplácito del Poder Ejecutivo y algunos sectores progresista del
Poder Judicial que se puede a grandes rasgo consultar los 16 principios que lo fundamentan en el
documento citado)
15
Vilma 103
16
Política Penitenciaria Científica y Humanista, 23.
atención el desgaste a nivel infraestructural y riesgo social que está latente en la vida del
estudiante privado de libertad y a la vez, en su proceso educativo, al verse en la
contradicción de no poseer un contexto institucional óptimo para su preparación
profesional. Aunque, es verdad que aquí no se trata de visibilizar culpables o satanizar el
Sistema Penitenciario, sino dejar en manifiesto los retos afrontados por los estudiantes
presidiarios de la modalidad superior, antes de ingresar a la UAI Reynaldo Villalobos que,
según su modelo penitenciario, la educación puede contar con mayores espacios de acción
y alcances para el desarrollo humano, sin plasmarse como un simple quehacer, sin
fundamento o intensión de brindar posibilidad de reflexión o cambios para este discente.

Por último cabe referirse que esta actual política y modelo puesto marcha en la UAI
Reynaldo es una fiel imagen de la promoción de defensa y cubertura de un trato digno para
la población presidiario desde sus derechos humanos. Por lo tanto, son centros de atención,
educación y formación para el trabajo destinado para la ejecución de una pena privativa de
17
libertad. Ajustándose al reto de respaldar el derecho y las idóneas condiciones para su
desarrollo. Una visión penitenciara que cala en a la educación del discente matriculado en
la UNED que resguardad un trasfondo histórico y político que no puede escapar del
presente trabajo de graduación.

1.3 DERECHO HUMANOS Y AREA EDUCATIVA EN LA UAI


Como tercera pauta se indagó en las leyes nacionales, convenios internacionales y
políticas educativas que inciden en el derecho de la educación del estudiante privado de
libertad. El análisis de los Derechos Humanos en el área educativa de la UAI Reynaldo
Villalobos tiene origen en una política penitenciaria que inicia en el plano internacional.
Los convenios e instrumentos internacionales en asuntos carcelarios dirigen sus esfuerzos
al cumplimiento de los Derechos Humanos en conjunto con la política nacional, vale
recalcar que en cuanto a una política educativa se refiere esta no existe aún para el caso
costarricense.
Desde el plano internacional, la Carta de las Naciones Unidas es el primer
instrumento que reconoce al privado de libertad como sujeto de derechos con la salvedad de
su privación de libertad. Costa rica es parte de las naciones miembro firmantes de dicha

17
Politica peni 31
Carta, en este sentido visualizando la generalidad de los Derechos Humanos vinculados a la
nación, es importante mencionar que la Carta es:

“un tratado jurídicamente vinculante del que son parte todos los
Estados Miembros. Esas disposiciones tuvieron el efecto legal de acallar de
una vez por todas cualquier discusión de si los derechos humanos y su
disfrute son objeto del derecho internacional o simplemente cuestiones
pertenecientes a la soberanía de los Estados. Por consiguiente, el hecho de
que los funcionarios de las prisiones estén obligados por esas normas está
hoy fuera de toda duda”.18

La cita anterior aclara el carácter jurisdiccional de los instrumentos y tratados


internacionales que ven por los derechos y garantías que resguardan a los privados de
libertad de cada Estado miembro a modo general; no obstante, a lo que se refiere al
Derecho a la Educación de los privados de libertad, es el instrumento de la Declaración
Universal de Derechos Humanos en el Artículo 26 concerniente a la educación, el primero
en indicar el cometido de la educación destinada a toda persona sin importar su condición,
lo que aplica al estudiante privado de libertad de la UAI Reynaldo Villalobos, esto puede
verse en dicha declaratoria tomando en cuenta su universalidad.
Otro de los instrumentos internacionales referente al Derecho de la Educación que
involucra al privado de libertad de la UAI Reynaldo Villalobos, es el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Este pacto dedica su artículo 13 al tema de la
Educación como Derecho asequible orientado hacia el pleno desarrollo de la personalidad
humana y del sentido de su dignidad, fortaleciendo el respeto por los derechos humanos. En
este sentido, vemos que los instrumentos internacionales mencionados no distinguen entre
estudiantes libres y estudiantes privados de libertad. Más aún, al encontrarse este último
bajo custodia del Estado, puede afirmarse que la responsabilidad estatal es aún mayor.
Continuando con los instrumentos internacionales sobre el Derecho a la Educación
del privado de libertad de la UAI Reynaldo Villalobos, contamos con la incorporación
paulatina del Modelo Penitenciario de Derechos y Obligaciones de las Naciones Unidas, -
como ya se ha indicado líneas atrás- por parte del Estado costarricense. En este caso se

18
http://www.un.org/es/sections/what-we-do/protect-human-rights/ visitado el: 21-03-2019
incluyen de forma exclusiva aquellas normas, principios y otros instrumentos que tienen
que ver con el Derecho a la Educación del privado de libertad, pues, en su totalidad no
todas atañen al tema de la Educación en las instituciones penitenciarias. En consecuencia, a
la presente argumentación el autor Elías Carranza refiere lo siguiente:

En materia de educación, por ejemplo, superando las controversias


sobre el derecho del Estado a reeducar y sobre las posibilidades de tal
educación en el ámbito penitenciario, lo esencial que estable ce el
modelo penitenciario de las Naciones Unidas es que “todos los
reclusos tendrán derecho a participar en actividades culturales y
educativas encaminadas a desarrollar plenamente la personalidad
humana (Naciones Unidas, 1990a, Principios básicos: núm. 6), que se
tomarán disposiciones para mejorar la instrucción de todos los
reclusos capaces de aprovecharla” (Naciones Unidas, 1955, Reglas
mínimas: núm. 77), y que “Todo menor en edad de escolaridad
obligatoria tendrá derecho a recibir una enseñanza adaptada a sus
necesidades y capacidades y destinada a prepararlo para su reinserción
en la sociedad” (Naciones Unidas, 1990b: núm. 38 ss.).19

La cita anterior se desglosa principalmente de las Reglas Mínimas para el


Tratamiento de los Reclusos, también conocidas como Reglas Nelson Mandela; y de los
Principios Básicos para el Tratamiento de los Reclusos, ambas ratificadas por Costa Rica.
De acuerdo al derecho a la educación, lo esencial que establece el modelo penitenciario de
las Naciones Unidas, es que todos los reclusos tendrán derecho a participar en actividades
culturales y educativas encaminadas a desarrollar plenamente la personalidad humana -lo
cual incluye a los estudiantes privados de libertad de la UAI Reynaldo Villalobos. Esto
según la Regla 6º de sus principios básicos, cual permite, “tomar disposiciones para
mejorar la instrucción de todos los reclusos capaces de aprovecharla”.20 Este modelo
penitenciario en materia de educación, supera las controversias sobre el derecho del Estado
a reeducar y sobre las posibilidades de tal educación en el ámbito penitenciario.

19
Elías Carranza et. Al. CÁRCEL Y JUSTICIA PENAL EN AMÉRICA LATINA y el caribe: CÓMO IMPLEMENTAR EL
MODELO DE DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS NACIONES UNIDAS. ILANUD. 2008 San José, Costa Rica
Editorial SIGLO XXI. P., 60.
20
Elí elí ¿por qué me has abandonado? 60
De manera propia en Costa Rica el estudiante privado de libertad por su condición
está bajo el poder del Sistema Penal a cargo de la Dirección General de Adaptación Social
adscrita al Ministerio de Justicia. Este marco institucional necesario en un Estado de
Derecho basa su quehacer en la normativa vigente apegada a la Constitución política y -
como ya se ha señalado- a los instrumentos internacionales tal y como lo indica el Código
Procesal Penal (Nº 7594). En concreto, la Constitución Política y el Código Procesal Penal
de Costa Rica protegen el Derecho a la Educación del privado de libertad. Por ello el
estudiante que descuenta una pena en el UAI Reynaldo Villalobos cuenta con el resguardo
de la ley nacional para cumplir con sus objetivos educacionales.
La Constitución Política dedica el Titulo VII al tema de la Educación y Cultura. El
artículo 77 establece que la organización de la educación pública necesita correlacionarse
desde preescolar hasta la universidad; el artículo 78, alude a la gratuidad y obligatoriedad
de la educación que el Estado debe ofrecer comenzando desde la educación preescolar,
general hasta la diversificada, así como la obligación del Estado de suministrar apoyo
financiero a estudiantes de educación superior cuando las condiciones económicas del
estudiante lo requiera; el artículo 83 alude a la erradicación del analfabetismo y a la
apertura de oportunidades a quienes no las tengan, como por ejemplo mediante Proyectos
de Educación Abierta y Educación de Adultos.
Los artículos de la Constitución Política dedicados a la educación y cultura no
censuran al estudiante privado de libertad. Si no que la extensión e implicación de dichos
artículos engloban a todo y toda estudiante dentro del territorio costarricense sin importar la
institución en la cual estudia sea abierta o de carácter carcelario. Este punto de la garantía
del derecho a la educación a todo/toda habitante del territorio nacional queda claro en la
Ley Fundamental de Educación, donde establece en el artículo 1 que “Todo habitante de la
República tiene derecho a la educación y el Estado tiene la obligación de procurar ofrecerla
en la forma más amplia y adecuada”21. De esta manera la Constitución Política y la Ley
Fundamental de Educación amparan en el Derecho a la Educación al estudiante privado de
libertad de la UAI Reynaldo Villalobos.

21
N° 2160 LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPUBLICA DE COSTA RICA, DECRETA: La siguiente Ley
Fundamental de Educación CAPITULO I. p 1
El Código Procesal Penal N° 7594, es otro de los instrumentos importantes de la
jurisdicción costarricense que infiere directamente al estudiante privado de libertad de la
UAI Reynaldo Villalobos. Este Código está íntimamente ligado a los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos, a la normativa nacional y a la Constitución
Política; lo que se puede constatar en su artículo 5, sobre el Principio de Respeto a la
Dignidad Humana de toda persona privada de libertad. En cuanto a la educación, destina el
artículo 136 al Derecho a la Educación, Formación y Ocupación, la siguiente cita detalla
dicho artículo:

Artículo 136.- Derecho a la educación, formación y ocupación. La persona


privada de libertad tendrá derecho de acceso a la educación, a incorporarse
a actividades de formación, ocupación y capacitación, sin más limitaciones
que las derivadas de su situación personal e institucional.

Es obligación de la autoridad penitenciaria asegurar el acceso a la educación


y formación de las personas analfabetas e incentivarles para su
incorporación a programas educativos, así como atender las necesidades
especiales y de diversidad cultural tanto de nacionales como de extranjeros.

La Dirección General de Adaptación Social procurará la ocupación plena de


la población penal y reducir el efecto nocivo del ocio penitenciario.

La población ubicada en los proyectos ocupacionales remunerados, estará


cubierta por normas de seguridad y salud ocupacional, así como por
cobertura de riesgos, accidentes o enfermedades profesionales similares a
los que protegen a la población laboralmente activa, con cobertura de
indemnización y atención médica.22

Vemos en el recorrido hasta aquí descrito los actuales instrumentos, normas y


leyes tanto internacionales como nacionales referidas al Derecho a la Educación del
estudiante privado de libertad de la UAI Reynaldo Villalobos de San Rafael de Alajuela. Su
aparición está ligada a la evolución de las ideas de cambiar y mejorar la atención de las
personas privadas de libertad. A modo general, el actual Sistema Penal costarricense
deviene de la acogida de instrumentos producto de pactos y convenios internacionales
22
CODIGO PROCESAL PENAL N° 7594 DE 4 DE JUNIO DE 1996 Y SUS REFORMAS LA ASAMBLEA LEGISLATIVA
DE LA REPUBLICA DE COSTA RICA. P.,11
congruentes con el modelo penitenciario de Derechos y Obligaciones de las Naciones
Unidas. Una política educativa para el contexto carcelario como tal no existe, en su lugar
convenios con instituciones educativas como: el Ministerio de Educación Pública, el
Instituto Nacional de Aprendizaje y la Universidad Estatal a Distancia”,23 articulan el
funcionamiento de los procesos educativos en las cárceles, como ocurre en la UAI
Reynaldo Villalobos.
Aunque, el convenio institucional entre Ministerio de Justicia y Paz- UNED y
Ministerio de Educación Pública delimitan y trazan esfuerzos para gestionar la educación
desde políticas y acuerdos legales, no se puede omitir lo vital de analizar el proceso
educativo del estudiante, sin determinarlo a una práctica meramente formativa, que obvia
sus experiencias. Es así que el estudiante privado de libertad de la UAI Reynaldo
Villalobos percibe los derechos humanos, y el derecho a la educación respectivamente:
“todo cuanto una persona debe recibir, por ley, con solo el hecho de haber nacido. La
educación es un derecho humano por cuanto todos debemos recibir educación
garantizada”.24

23
EL DERECHO A LA EDUCACION EN CONTEXTO DE ENCIERRO, Políticas y Prácticas en América Latina y el
Caribe . http://www.campanaderechoeducacion.org/v2/phocadownload/userupload/clade_presidios.pdf
2012 visitado 3-03-2019 P., 19
24
Fragmento entrevista a Carlos Vindas

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