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REGIA SOBERANA

ALEJO NAHUELHUA
Regia soberana

Ya pasada la segunda década


Se puede decir:
“La tortura es la más regia soberana
De los veintiún siglos”.
Muertes anónimas

Otro cadáver
Camina en contra de una multitud
Que no lo reconoce.
Hornos de Lonquén

A esas personas de sangre ya derramada


Las llevaron a un maldito cielo subterráneo
Gobernado por ángeles asesinos
Pintado por mártires sórdidos e inestables.

Las cenizas avisaron sobre la fisura de la verdad.


El silencio de la inocencia

Apenas quedan alumbrando las duras tinieblas.


Apenas dejan un recuerdo el grupito de estrellas
Que se extinguen tras la cortina de lágrimas
Venida de las nubes
De lágrimas mudas.
Fuga

La gran fuga fue durante la tarde.


Cuatro segundos salieron del reloj
Cuatro segundos considerados infiernos mínimos
Ni dios los dividía
Ni la ciencia los calculaba
Ni la nueva democracia los intentaba olvidar.
La gran fuga fue durante la tarde
Y los segundos paralizaron el correr del tiempo
Y se entregaron al azul plomizo del cielo santiaguino.
Tortura musical

El himno de Chile.
El himno de los carabineros.
El himno del liceo.

Hubo que cantar esos himnos


En estado de ebriedad
Para soportarlos.
Camino a la detención

La persona perseguida agoniza en dos tiempos:


En el de sus pensamientos angustiados
Y en el tiempo de quienes la persiguen.
Llanto fragmentado

Una pistola amenaza a un vaso de vino.


El vaso de vino es de vino
Porque ese vino es como greda.
Una mano larga sostiene la pistola.
La mano larga lleva un anillo en cada dedo.
La mano larga deja la pistola en la mesa.
La mano larga lleva el vaso de vino a una boca.
Desaparece el vaso de vino.
Aquella boca tiene vidrios morados.
Aquella boca ha escupido vidrios morados.
Ahora hay dos manos largas
Sosteniendo los vidrios morados.
Ahora son diez dedos, diez anillos dorados.
Aquellas manos dejan los vidrios morados en la mesa.
Aquellas manos cogen un martillo
Porque los vidrios morados son gigantes.
Los vidrios morados van perdiendo su tamaño.
La gula

Cada pared del país tiene veneno.


Veneno de la gula más terrible
De los hombres que todo lo marchitan.
Y la gula consume y hace olvidar
El dolor de todos los pueblos.
Patria

Al carajo, cien veces al carajo


tu primavera.
Húsar de la Poesía

Los padres de la patria


Los hijos de los padres de la patria
Los padres
Y los hijos de los padres
Mil veces
Mil veces han traicionado.

La patria golpea fuertemente los corazones


Y estómagos ya malheridos
De niñas con hambre y desamor.

La patria es el malvado ginecólogo


De la justicia.

Parece que tiene razón el amigo husarista


-Bandido de la poesía
Amante de la incansable rebeldía-:
“Patria, esa huevá rancia
Patria, esa huevá podrida”.
Democracia hoy

Deseo añejado en promesas incumplidas:

Ojalá esta democracia no se convierta


En una sala de espera
-Más encima incómoda-
Como los hospitales
Como las aulas chilenas
Como los derechos
Orinados y defecados
Por la podrida aristocracia chilena.

Ojalá los demócratas renovados


Piensen alguna vez
(Si es que no han olvidado al pensamiento elemental)
En las manos
En el pelo
En los ojos
Y en el grito que no se apaga
De Luisa Toledo.
Luisa Toledo

A la

Curandera de los caídos


Y después triturados por el himno nacional

Lámpara de ojos grises


Que parecen intoxicados de dolor

Lágrima de las voces eternas


Que piden a manos juntas la verdad:

La resistencia le da un beso a sus manos


Y es abrazada por la sed de la clandestinidad.

Los Hermanos Vergara Toledo


Sus hijos
Cantan a su amor de madre
En el sendero casi invisible de la historia.
Tortura hoy

La mirada perdida del hijo de un violador.


La educación a portazos
A golpes en la mesa
A levantamientos militares de la voz.
Es una tortura
Que a una cabra la ataque el cuchillo
Con aporofobia y transfobia
De un nazi.
La risa cruel ante las desapariciones.
La risa cómplice ante las técnicas de tortura
Los degollados
Y los asesinados por la dictadura.
La risa imbécil ante el disparo de un paco
A un joven tetrapléjico.
Los disparos cocainómanos de un paco
A jóvenes mapuche.
Es una tortura
Que el exterminio siga en el Wallmapu.
Es una tortura
Que aumente el desempleo
Y saber que el alcalde cobró por trabajar
29 y 30 de febrero.
Es una tortura
La privatización
De lo fundamental para vivir.
El diente que se clava
En el hombro de Doña Ida
Es una tortura.
Que la alegría sea una fachada
O una fascista
Es una tortura.

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