Anda di halaman 1dari 6

Según datos de Alcohólicos Anónimos, en Guatemala hay unos seis millones de personas alcohólicas.

Pero lo que
preocupa es el incremento entre mujeres y jóvenes, señala una encuesta realizada por la Secretaría Ejecutiva de la
Comisión Contra las Adicciones y el Tráfico Ilícito de Drogas, Seccatid.

La vida de Yoly* encaja en el documento. Ella se introduce en el mundo del alcoholismo a muy temprana edad y pasa 13
años atrapada en la mentira y lastimando a las personas de su entorno lo que, finalmente, la lleva tras las rejas. Sus hijas
nunca tuvieron su compañía en actividades familiares importantes.

Este caso se enmarca en la definición de persona alcohólica que la Organización Mundial para la Salud (OMS) ha
establecido, pues es una bebedora con dependencia al alcohol, incapaz de detenerse o abstenerse. Eso le provoca lagunas
mentales y problemas de salud, en sus relaciones personales y en su desempeño social, familiar y económico.

Su historia pasa a formar parte de los datos que han llevado a Guatemala a ubicarse en el quinto lugar a nivel
latinoamericano por consumo de alcohol, detrás de países como Ecuador, México, Brasil y Uruguay. Sin embargo, la
institución internacional señala a nuestra región con una de las tasas más altas de mortalidad por causas atribuidas al
alcohol.

Una realidad tras bambalinas

De acuerdo con algunos estudios, los guatemaltecos empiezan a consumir bebidas embriagantes, tabaco y sustancias
prohibidas como marihuana, cocaína y crack a los 15 años, algunos lo hacen desde los 10. Pero ¿por qué lo hacen? Esa
es la pregunta. El psicólogo Juan Carlos Roque explica que muchas veces las personas llegan al consumo de drogas o
bebidas embriagantes por baja autoestima o problemas familiares y buscan algo que los haga sentir bien.

Las declaraciones del especialista hacen pensar en la vida de Ana*, de 40 años, quien, entre lágrimas, asegura haberse
alcoholizado por causa de abuso infantil. “Cuando tenía 7 años, un primo abusó de mí en repetidas ocasiones y mi tía me
culpaba de la situación”. Además de su dependencia del alcohol también ha sido adicta a las pastillas, cuyas
consecuencias poco a poco han destruido su hogar.

“Ese tipo de experiencias dolorosas son algunas de las causas que llevan a las personas a consumir desinhibidores como el
alcohol y las drogas y, al final, son detonantes de violencia y abuso intrafamiliar”, dice Marco Antonio Garavito, director
de la Liga de Higiene Mental. En la misma sintonía, el psicólogo Arturo Archila señala que el consumo de alcohol genera
una relación infeliz entre los cónyuges, eleva tensiones y el riesgo de violencia es inminente. “El alcohólico se ve
afectado en sus funciones cognitivas y físicas. Además, su autocontrol se reduce, por lo que pierde la capacidad de hallar
una solución no violenta a los conflictos relacionales”, indica el profesional.

30 MIL MIEMBROS EN RECUPERACIÓN

Estadísticas de AA indican que actualmente hay 1 mil 63 grupos que integran a 30 mil alcohólicos en recuperación en
todo el país. Estas personas admitieron que son dependientes al alcohol.

De acuerdo con el Presidente de las oficinas centrales de AA, quien pide ser identificado como Rodolfo M. las causas a
esta dependencia, según sus integrantes, son por problemas familiares y económicos, sin embargo, muchas veces esto
resulta siendo un pretexto.

“Esas son las dos razones principales –problemas familiares y económicos-, pero es como un pretexto para beber. Lo que
nosotros hacemos es llevar –a quienes lo necesitan- a un grupo donde se imparten las terapias, les recomendamos que lean
los 12 pasos –de autoayuda o reflexión-, les proporcionamos literatura para que se familiaricen con nosotros y se den
cuenta de los cambios personales que son necesarios para su vida”, explicó el entrevistado.
De acuerdo con los representantes de AA, resulta complicado estimar cuántas personas tienen esta dependencia, porque
no todos aceptan que son alcohólicos, es por ello que al momento de realizar una encuesta sería difícil identificar una
estadística real.

FRUSTRACIÓN

Marco Antonio Garavito, director de la Liga de Higiene Mental, fue consultado hace algún tiempo por los factores que
motivan a las personas a ingerir constantemente alcohol, explicó que esto está relacionado a las frustraciones, y no es un
problema propio de las fuerzas de seguridad, sino de toda la sociedad.

“Tiene múltiples factores, pero señalaría que si analizamos a nivel global en la sociedad no solo en la PNC, está
relacionado a lo que en psicología se conoce frustraciones, que es la incapacidad de alcanzar satisfactores económicos,
emocionales, sentimentales”, indicó Garavito.

El psicólogo añadió: “Cuando como seres humanos no alcanzamos esos satisfactores, se genera un sentimiento de
frustración que es normal en sociedades como la nuestra donde hay tantos factores frustrantes para el ciudadano en
general. El alcoholismo, la drogadicción u otras dependencias son una expresión de autoagredirse; esa frustración es
contra uno mismo”, dijo.

El director de la Liga de Higiene Mental propuso la firma de convenios con instituciones profesionalizadas en el tema de
higiene mental con el fin de brindar ayuda a quien lo necesite.

Es una enfermedad crónica que daña el organismo, el funcionamiento familiar y social y puede ser causa de violencia,
conductas antisociales, desavenencias familiares, accidentes e incluso de homicidios.

El alcoholismo es una enfermedad porque ocasiona trastornos en el funcionamiento normal del organismo, en sus
relaciones familiares y sociales.

Nos encontramos con frecuencia, falsas creencias sobre el consumo de Alcohol, entre ellas tenemos las siguientes:

- "El alcohol es un estimulante." No es así, es un depresor. Lo que confunde a algunas personas es que el efecto inicial
mejora el estado de ánimo, pero luego inevitablemente lleva a la depresión.

- "El alcohol mejora la actividad sexual". Con frecuencia los alcohólicos pueden presentar impotencia y ausencia de
orgasmo, a pesar de la aparente excitación sexual que trae el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.

La mayoría de las personas consumen bebidas alcohólicas:

Ø Para sentirse bien y divertirse.

Ø Para descansar y olvidar el estrés.

Ø Para escapar de situaciones negativas, desagradables.

Ø Porque les gusta el sabor de las bebidas alcohólicas.

Ø Para estar más a gusto en reuniones.

Ø Para ser parte del Grupo.

Ø Para emborracharse.
¿Qué es la abstinencia al alcohol y cuáles son sus síntomas?

El alcoholismo provoca síntomas indeseables como:

• Temblores.

• Nerviosismo.

• Irritabilidad o Taquicardia, cuando deja de beber, lo cual es conocido por los médicos como Síndrome de
Abstinencia.

• Confusión.

• Vómitos.

• Sudoración.

• Convulsiones.

Complicaciones que se encuentran asociadas al Alcoholismo

Desde el punto de vista del Entorno Social se manifiesta:

§ Violencia Doméstica.

§ Divorcio.

§ Problemas Financieros.

§ Pérdida del empleo.

§ Inconvenientes legales (Comportamiento violento, Accidentes de tránsito).

Desde el punto de vista Médico:

Hepatitis o cirrosis hepática.

Pancreatitis.

Hemorragia Gastrointestinal.

Hipertensión Arterial.

Arritmias Cardíacas.

Cáncer de cavidad oral, esófago e higado.

Sindrome de abstinencia.

Lesiones cerebrales irreversibles.

Desde el punto de vista Psiquiátrico:

Depresión.

Ansiedad.

Cambios de Personalidad.
Alucinaciones.

Disfunción Sexual.

Entre los principales efectos negativos del Alcoholismo, se encuentra su vinculación a muchas enfermedades, tales como:

Ø Cirrosis hepática.

Ø Degeneración del sistema nervioso central.

Los efectos

del alcohol en el organismo son numerosos y diversos. El alcohol, específicamente el etanol, es una potente droga
psicoactiva con un número elevado de efectos terciarios que pueden afectar de manera grave a nuestro organismo. La
cantidad y las circunstancias del consumo juegan un papel importante al determinar la duración de la intoxicación. Por
ejemplo, al consumir alcohol después de una gran comida es menos probable que se produzcan signos visibles de
intoxicación que con el estómago vacío.1 La hidratación también juega un papel importante, especialmente al determinar
la duración de las resacas.

En el cerebro y sistema nervioso

El consumo de alcohol de forma aguda afecta gradualmente las funciones cerebrales, en primer lugar a las emociones
(cambios súbitos de humor), los procesos de pensamiento y el juicio. Si continúa la ingesta de alcohol se altera el control
motor, produciendo mala pronunciación al hablar, reacciones más lentas y pérdida del equilibrio.4

Altera la acción de los neurotransmisores, y modifica su estructura y función. Esto produce múltiples efectos: disminución
de la alerta, retardo de los reflejos, cambios en la visión, pérdida de coordinación muscular, temblores y alucinaciones.
Disminuye el autocontrol, afecta a la memoria, la capacidad de concentración y las funciones motoras.

La combinación de los anteriores efectos es causa de múltiples accidentes laborales y de circulación, que cuestan la vida
cada año a millones de personas en todo el mundo.

El alcohol es responsable de más del 73% de los accidentes con víctimas mortales.5

El consumo crónico de alcohol daña las células cerebrales, así como los nervios periféricos, de forma irreversible.6

La disminución de vitamina B1 producida por el alcohol puede llevar a la enfermedad de Wernicke-Korsakoff, que
provoca alteraciones de los sentimientos, pensamientos y memoria de la persona. Los afectados confunden la realidad con
sus invenciones7.

Produce trastornos del sueño.

Las personas alcohólicas se aíslan de su entorno social, suelen padecer crisis en los ámbitos familiares (discusiones,
divorcios, abandonos) y laboral (pérdida del empleo), lo que los conduce a la depresión y, en algunos casos, al suicidio.8

Pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales.

La mayor parte de sus efectos depende del grado de consumo, centros superiores como: el habla o el juicio se deprimen en
primera instancia tiempo después centros inferiores como: la respiración y los reflejos espinales.

En dosis mayores tanto los mecanismos inhibitorios como excitatorios se ven disminuidos, pudiendo llegar hasta el estado
de coma.

En fases avanzadas produce alteraciones mentales serias y daño cerebral irreversible.


Periodos de amnesia, con alteración profunda de la memoria y la conciencia de diversa duración (minutos, horas o hasta
días).

En el corazón y sistema circulatorio

Sobre el corazón, los efectos fisiológicos del consumo son aumentar la actividad cardíaca y producir vasodilatación
periférica, lo que explica el enrojecimiento y el aumento de la temperatura superficial de la piel que se produce tras su
consumo.

Aumenta la presión sanguínea (hipertensión) y produce daño en el músculo cardíaco (miocardiopatía alcohólica) por sus
efectos tóxicos.

Produce fibrilación auricular (arritmia cardiaca con ritmo rápido) y otras arritmias, que en consumo agudo se conocen
como "corazón del día de fiesta" (holiday heart syndrome).9

Incrementa el riesgo de hemorragia cerebral y de ictus isquémico.10

En bajas cantidades, el alcohol podría proteger del desarrollo de la enfermedad coronaria (infarto y angina de pecho),
aunque es un tema sujeto a debate y ninguna sociedad científica recomienda beber alcohol para mejorar la salud
cardiovascular por este motivo1112.

En el sistema digestivo: estómago, páncreas, hígado o esófago.

Las molestias gástricas son debidas a erosiones en las mucosas producidas por el etanol. El ardor estomacal será mayor si
se han mezclado diferentes bebidas o combinados, ya que la irritación gástrica se deberá a todos los componentes bebidos.

Aumenta la producción de ácido gástrico que genera irritación e inflamación en las paredes del estómago por lo que, a
largo plazo, pueden aparecer úlceras, hemorragias y perforaciones de la pared gástrica.

El cáncer de estómago ha sido relacionado con el abuso del alcohol. También provoca cáncer de orofaringe y esófago, y
es uno de los principales factores de riesgo del cáncer hepático13.

Provoca esofagitis, una inflamación del esófago, varices esofágicas sangrantes y desgarros de Mallory-Weiss.

Puede producir pancreatitis aguda, una enfermedad inflamatoria severa del páncreas, con peligro de muerte.

Puede provocar pancreatitis crónica, que se caracteriza por un intenso dolor permanente.

Otras alteraciones posibles son la diabetes tipo II y peritonitis.

El hígado es el órgano encargado de metabolizar el alcohol, que es transformado por las enzimas del hígado primero en
acetaldehído y después en acetato y otros compuestos. Este proceso es lento y no está exento de daños (el acetaldehído
despolariza las proteínas, oxida los lípidos, consume vitaminas del grupo B y daña los tejidos).

Al irritarse la célula hepática es posible que se produzca hepatitis alcohólica, debido a la destrucción celular e inflamación
tisular. Con el tiempo, el hígado evoluciona (hígado graso o esteatosis) para adaptarse a la sobrecarga metabólica,
pudiendo llegar a hepatitis y más tarde a la cirrosis hepática, producto de la muerte celular y la degeneración del órgano.
Esta grave enfermedad puede degenerar finalmente en cáncer de hígado, insuficiencia hepática, y producir la muerte.
Manifestaciones de esta alteración hepática son la ictericia, un tono amarillento que adquiere la piel y la esclerótica, y los
edemas, acumulación de líquido en las extremidades. El consumo excesivo de alcohol y la hepatopatía crónica por virus C
son las causas principales de trasplante hepático en los países occidentales.

Altera la función del riñón, reduciendo los niveles de la hormona antidiurética, provocando deshidratación y tomando
agua de otros órganos como el cerebro, lo cual genera dolor de cabeza.
El alcohol aporta abundantes calorías (7 kcal por gramo de alcohol) con escaso valor nutritivo. No nutre pero elimina el
apetito, sustituye a otros alimentos más completos y a la larga puede generar desnutrición. Esto se agrava pues inhibe la
absorción de algunas vitaminas y minerales.

En la sangre

Inhibe la producción de glóbulos blancos y rojos, determinando descenso de glóbulos blancos (leucopenia) y anemia
macrocítica con aumento del tamaño de los hematíes14.

El alcohol, por déficit de vitaminas como la vitamina B12 o el ácido fólico, puede provocar anemia megaloblástica.14

Representación de los efectos del alcohol en la visión.

En el sistema inmunitario

La falta de glóbulos blancos así como otros múltiples trastornos originados por el alcohol en el sistema inmune origina un
fallo en el sistema inmunitario, aumentando el riesgo de infecciones bacterianas y virales.15

En el sistema reproductor

Puede causar infertilidad y disfunción eréctil.16

En el embarazo y el feto

El abuso del alcohol en el embarazo puede desencadenar el síndrome alcohólico fetal. Sus síntomas son un retardo del
crecimiento, alteración de rasgos cráneo-faciales, malformaciones cardíacas, malformaciones hepáticas, malformaciones
renales, malformaciones oculares y malformación cerebral.

El mayor daño se produce en el sistema nervioso central del feto, en el que puede aparecer retraso mental.

Síndrome de dependencia alcohólica (alcoholismo)

Es de los problemas más graves asociados al consumo de alcohol por la gran cantidad e importancia de los síntomas que
engloba.17

Cáncer

El alcohol está reconocido por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés),
como un carcinógeno del grupo 1 (carcinógeno en humanos). El alcohol está reconocido como agente causal del cáncer de
mama, cáncer colorrectal, cáncer de orofaringe y laringe, cáncer de esófago y cáncer de hígado

Anda mungkin juga menyukai