El filósofo alemán Martin Heidegger, citado por Leslie White (1982) planteaba que
no existía un concepto de moral basado en el conocimiento y la virtud (entendida
como verdad divina), aunque alguno puede surgir en el futuro. En este orden de
ideas, afirmaba que los seres humanos se hallan solos en el Universo, por lo que
no hay un Dios, ni vida eterna. En consecuencia, tienen que realizar y asumir las
consecuencias de sus actos y decisiones éticas en un conocimiento constante de
la muerte como fin último de la vida. Por lo tanto, lo bueno y lo malo se debe
reflejar en la vida terrenal, no en la vida eterna (dada por la religión).