Hábitos lectores:
“Los hábitos de estudio son el mejor y más potente predictor del éxito académico, mucho
más que el nivel de inteligencia o de memoria” (UGR, 2001), conscientes de esta realidad,
las preguntas 1 a 3 pretenden indagar por los hábitos lectores de los estudiantes (ver anexo
4), y en particular por el tiempo que dedican a el ejercicio de la lectura. Los resultados
muestran que la gran mayoría de los estudiantes un 67.5% aproximadamente prefieren
realizar lecturas recreativas entendidas como aquellas que no demandan un gran esfuerzo
mental para su comprensión, seguido por un 17,5% que realizan las lecturas informativas,
y un 7,5% que prefieren lecturas de consultas en sus respectivas asignaturas, existen otras
predilecciones a la hora de leer textos, como se puede ver en la figura.
30
25
20
15
10
5 PORCENTAJE DE LOS
0
Gráfica1.
Distribución de frecuencias preferencias lectoras de los estudiantes de grado noveno de INEGA, se permite más de una
respuesta
De los resultados obtenidos, también es posible deducir que los estudiantes en su gran
mayoría 37, 5% aproximadamente, dedican entre una y dos horas diarias a realizar
lecturas de su interés, y tan solo un 20 % dedican más de dos hora a este ejercicio (Ver
anexo 4).
TIEMPOS DIARIOS QUE UTILIZAN LOS
ESTUDIANTES PARA LEER LOS TEXTOS DE SU
INTERES
El panorama no es más alentador cuando se trata de realizar lecturas propuestas por los
maestros en las diferentes asignaturas, pues tan solo un estudiante equivalente al 2%
aproximadamente dedica más de dos horas diarias a esta labor y solo el 19,04% dedica
entre una y dos horas, mientras que un porcentaje del 78,5% aproximadamente ocupa
menos de una hora diaria para realizar las lecturas propuestas por los docentes, incluyendo
el tiempo de estudio en la escuela. Esto sugiere que los hábitos lectores de los estudiantes
son muy bajos aún cuando el texto a leer sea de su interés.
Una reciente encuesta en Chronicle of Higher Education sugería que los estudiantes no
estudian suficiente. ¿Y cuánto es suficiente? La respuesta dependerá del tipo de estudios, la
edad y el rendimiento del estudiante, etc.
Pero si se asume que los estudios es una profesión a tiempo completo, entonces deberían
pasar unas 40 horas a la semana dedicado a ello entre clase y estudio. Como mínimo pues
los estudiantes deberían calcular la diferencia entre 40 horas menos las horas reales de
clase. Si por ejemplo se siguieran 30 horas de clase a la semana habría que dedicar un
mínimo de 40-30 = 10 horas de estudio. Esto bajo el supuesto de que el rendimiento en las
clases fuera óptimo. (Euroresidentes Ityis Siglo XXI, 2008)
Competencias lectoras:
Entendiendo las competencias lectoras como las capacidades que deben tener los
estudiantes para comprender, analizar y utilizar la información proporcionada en textos
escritos, las preguntas 4 a 6 pretenden indagar por los diferentes tipos de lectura, la
incorporación de vocabulario nuevo y las dificultades que se presentan al querer adquirir
conocimiento científico a través de la lectura.
Frente a los diferentes tipos de lectura los estudiantes afirman que la mayor dificultad se
presenta al generar ideas o reflexiones , lo cual se relaciona con la lectura de tipo
inferencial e intertextual y aunque en porcentajes menores los estudiantes tienen dificultad
con la decodificación del texto y la lectura literal las diferencias no son muy marcadas (ver
anexo 4, Tabla 3), esto genera un cuestionamiento mayor ya que a este nivel la
decodificación del texto y la lectura literal no deben presentar dificultad.
9, 15%
12, 20%
GENERAR IDEAS Y
REFLEXIONES
Gráfica 3. Distribución de las dificultades presentadas por los estudiantes al realizar diferentes tipos de lectura
Frente a la incorporación de nuevo vocabulario a su fluidez verbal, los estudiantes tienen
una marcada influencia a deducir el significado de las palabras desconocidas por contexto o
trasladar su dificultad al maestro (ver anexo 4, Tabla 3), y aunque es una buena actitud los
conceptos utilizados en los textos especializados, requieren de una capacidad para
relacionar textos, así que en ocasiones no podría ser suficiente con estas actitudes. Cuando
se trata de analizar textos especializados las mayores dificultades se dan por la
comprensión del lenguaje utilizado, y por el interés que este tipo de texto genera (ver anexo
4, Tabla 3).
El uso de herramientas TIC en la educación se hace da vez más frecuente en el aula, hoy
día podría afirmarse que no es posible concebir una didáctica que no incluya el uso de las
TIC, pero es posible y frecuente que en las metodologías tradicionales, este uso no se dé,
por ello las preguntas 7 y 9 pretenden indagar por este uso a diferencia de lo que se
pensaría al usar métodos no tradicionales por los maestros, el 55 % de los estudiantes
afirman que esporádicamente hacen uso de las herramientas TIC y solo en algunas clases,
entre las herramientas más utilizadas se encuentran las de repositorio y de producción,
mientras que las herramientas que involucran procesos de planeación redacción,
construcción colaborativa, etc., tiene poco uso, solo lo reconocen el 10% de los
encuestados. (Ver anexo 4, tabla 5)
USO DE LAS HERRAMIENTAS TIC EN
INEGA
4, 10%
HERRAMIENTAS DE
REPOSITORIO
HERRAMIENTAS DE
PRODUCCION
14, 35% 22, 55% HERRAMIENTAS DE
INTEGRACION
NUNCA
10, 25%
ESPORADICAMENTE