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Trabajo Final Latín III
Año 2015
A veces en la vida no todo se ve claro, hay tiempos en que nos invaden las
tinieblas, y otros en que nos alejamos de la Luz.
Buscar a Dios, es una búsqueda que parece sin sentido, y efectivamente lo es.
No podemos buscar a Dios, solo tenemos que dejar que Él salga a nuestro
encuentro, que Él nos encuentre. Ver el camino que otros han recorrido muchas
veces ayuda y otras no tanto. Hay una razón y es muy simple. No hay recetas
mágicas ni universales, ya que el encuentro con Dios se da de una manera muy
particular y personal.
Desde una situación muy particular y similar al estado del salmista intentaré
recorrer las huellas de Dios en la historia en el Pueblo de Israel hasta las huellas
que deja en la actualidad, haciendo un recorrido por fragmentos de las Sagradas
Escrituras, reflexiones e interpretaciones, hasta el magisterio actual que
mantiene la mirada puesta en Cristo Señor de la historia presente en la Iglesia y
en nuestras vidas.
Psalmus 41 TRADUCCIÓN
1 1
Magistro chori. Maskil. Filiorum core. Del maestro de coro. Poema de los hijos de
2
Coré
Quemadmodum desiderat cervus ad fonts
2
aquarum, ita desiderat anima mea ad te, Deus. De la misma manera que el ciervo desea las
3
fuentes de aguas, así te desea el alma mía a ti,
Sitivit anima mea ad Deum, Deum vivum;
Dios.
quando veniam et apparebo ante faciem Dei?
3
4
Mi alma tuvo sed de Dios, del Dios vivo;
Fuerunt mihi lacrimae meae panis die ac ¿Cuándo llegaré y apareceré delante del rostro
nocte, dum dicitur mihi cotidie: “Ubi est Deus
de Dios?
tuus?”.
4
5
Mis lágrimas han sido mi pan, día y noche,
Haec recordatus sum et effudi in me animam
mientras se me dice diariamente ¿En dónde
meam, quoniam transibam in locum
está tu Dios?
tabernaculi admirabilis usque domun Dei in
voce exsultationis et confessionis multitudinis 5 Esto recordé y dejé caer en mi alma después
festa celebrantis. que atravesaba por el lugar de la tienda,
6
siempre admirable hacia la casa de Dios, con
Quare tristis es, anima mea, et quare voz de júbilo y de reconocimiento de la
conturbaris in me? Spera in Deo, quioniam multitud que celebra la fiesta.
adhuc confitebor illi, salutare vultus mei et
Deus meus. 6 ¿Porque estás triste alma mía y por qué estás
7
intranquila en mí? Espera en Dios porque aun
In meipso anima mea contristata est; manifestaré a aquel mi rostro salvador, y mi
propterea memor ero tui de terra Iordanis et Dios.
Hermonim, de monte Misar.
7
8
En mí mismo, el alma mía, entristecida está;
Abyssus abyssum invocat in voce
por eso te estaré recordando desde la tierra
cataractarum tuarum; omnes gurgites tui et del Jordán y el Hermón, del monte Misar.
fluctus tui super me transierunt.
8
9
Un abismo invoca a un abismo con la voz de
In die mandavit Dominus misericordiam tus cataratas; todos tus torbellinos y tus olas
suam, et nocte canticum eius apud me est:
pasaron sobre mí.
oratio ad Deum vitae meae.
9
10
De día el Señor me confió su misericordia y en
Dicam Deo: ”Susceptor meus es. Quare la noche junto a mí su canto está: la oración al
oblitus es mei, et quare contristatus incedo, Dios de mi vida.
dum affligit me inimicus?
10
11
Diré a Dios: “Eres mi sostén. ¿Por qué me
Dum confringuntur ossa mea, olvidaste y por qué avanzo afligido, mientras el
exprobraverunt mihi, qui tribulant me, dum
enemigo me golpea?
dicunt mihi quotidie: “Ubi est Deus tuus?”.
11
12
Aún son quebrados mis huesos, quienes me
Quare tristis es, anima mea, et quare afligen, me reprobaron, mientras me dicen
conturbaris in me? Spera in Deo, quioniam cada día: “¿Dónde está tu Dios?”.
adhuc confitebor illi, salutare vultus mei et
12
¿Porque estás triste alma mía y por qué
Deus meus estás intranquila en mí? Espera en Dios porque
aun manifestaré a aquel mi rostro salvador, y
mi Dios.
Este salmo el cual es titulado como, “el Levita desterrado”, por la Biblia de Jerusalén,
“Tengo sed de Dios, del Dios vivo”, por la Biblia de América, “Nostalgia de la Casa del
Señor” y “La amargura del Destierro” en el Libro del Pueblo de Dios, parece indicar que
su autor, probablemente un levita, un sacerdote habituado a las manifestaciones
litúrgicas del templo de Jerusalén, se encuentra lejos de la Tierra santa, en las
cercanías del monte Hermón, en la Transjordania, y suspira por volver a gozar de la
presencia divina en el santuario de Sión.
Expresa a través de esta comparación con el ciervo, sus ardientes deseos de vivir a la
sombra de Dios. Su alma es como la cierva sedienta, la cual poco habituada al calor, va
en busca de aguas refrescantes. El salmista siente una sed de encontrarse con Dios en
la liturgia del santuario. Yahvé es la fuente de la vida, Yahvé es el Dios vivo. Pero esta
vida espiritual solo es posible en el recinto del templo de Jerusalén, por eso suspira por
ver la faz de Dios en él, asistiendo a las manifestaciones litúrgicas, en las que Dios se
manifestaba con sus fieles devotos de un modo particular. Triste y apesadumbrado, el
levita medita en su condición de expatriado, fuera del centro litúrgico, único lugar
donde se podía entrar en relaciones íntimas con su Dios; en soledad y desgracia
derrama lagrimas sin cesar, de forma que puede decir que constituyen su pan y
alimento cotidiano. Su dolor se va haciendo más fuerte con las preguntas de los que lo
ven en esa situación de desterrado “¿Dónde está tu Dios?” Su estado parece darles la
razón a los paganos e idolatras, que su Dios le tiene abandonado. Contra el pesimismo
y la nostalgia se deprime y reacciona preguntando al alma suya “Quare tristis es, anima
mea, et quare conturbaris in me?”, ¿Porque estás triste alma mía y por qué estás
intranquila en mí?
Amén.
¿Dónde está tu Dios? Para los judíos la presencia de Dios se manifestaba de diversas
maneras. El arca de la alianza es uno de sus signos visibles, en su interior están
contenidos los diez mandamientos, las diez palabras escritas por el dedo de Dios sobre
la piedra. El arca, albergada bajo la tienda, es como un santuario móvil que acompaña
a Israel desde los orígenes, de la partida del Sinaí, hasta la construcción del templo, en
que será fijada. El arca acompañó diversos momentos del pueblo, Yahvé en persona
guiando así las marchas del pueblo en el desierto; el desplazamiento va acompañado
de un cántico guerrero: el arca es el emblema de la guerra santa, que atestigua la parte
que el mismo Yahvé, “valiente guerrero” toma en la realización de la promesa. La
historia del arca llega a la vez a su coronamiento y a su término cuando David le hace
entrar solemnemente en Jerusalén en medio del júbilo popular, donde halla su lugar
de reposo, hasta que salomón la instala en el templo.
Quam do rem cogito aedificare templum Por esta razón pienso edificar un templo en
nomini Domini Dei mei, sicut locutus est nombre del Señor Dios mío, así como habló el
Dominus David patri meo dicens: “Filius tuus, Señor a David mi padre diciendo: tu hijo a
quem dabo pro ter super solium tuum, ipse quien daré por encima de tu trono, el mismo
aedificabit domum nomini meo”. edificará la casa en mi nombre.
Desde ese momento el templo cobra importancia por sobre el arca, por eso después
no se hace referencia a ella en los textos.
1 Re. 8, 6. TRADUCCIÓN
El lugar santo tenía varios sentidos, el santuario tenía su forma, tenía sus cualidades
arquitectónicas y decorativas, además de tener cualidades funcionales, el Señor dijo a
Moisés que ordenase a los israelitas que le preparasen una ofrenda, “las ofrendas que
recogerán son estas: oro, plata y bronce; purpura violeta, purpura escarlata y carmesí;
lino fino y pelo de cabra; cueros de carnero teñidos de rojo, pieles finas y madera de
acacia; aceite para las lámparas, perfumes para el óleo de la unción y para el incienso
aromático; piedras de ónix y piedras de engaste para el efod y el pectoral. Con todo
esto me harán un Santuario y yo habitaré en medio de ellos. En la construcción de la
Morada y de todo su mobiliario te ajustarás exactamente a los modelos que yo te
mostraré. “Ex. 25, 3-9.
Yahvé ordenó Moisés como debía ser el Arca, la tapa del arca y los querubines sobre la
misma, el candelabro, los cálices, los botones y las flores que servirían de adorno, los
utensilios a ocupar en el lugar de los holocaustos, la Morada, el armazón de la Morada,
el Velo del Santuario, la cortina de entrada, el Altar de los holocaustos, el atrio de la
morada, y el cortinado respectivo para la entrada del atrio. También el Señor indicó
sobre el aceite para el candelabro, las vestiduras del sumo sacerdote, el efod, que es
una vestidura sacerdotal al parecer similar a un chaleco, el pectoral, el manto para
vestir, el turbante y su flor, la túnica y la faja y el resto de las vestiduras de los
sacerdotes.
Todas estas indicaciones más detalladas se encuentran en el libro del Éxodo desde el
capítulo 25 al 31, que codifican la vida litúrgica de Israel, el Pueblo de Sacerdotal,
consagrado al culto verdadero de Dios. Si bien es palabra de Dios, el modo de hablar
no se debe tomar al pie de la letra. Se trata de un procedimiento literario para indicar
que dichas normas expresan la voluntad de Dios.
Retomando los fragmentos del libro de los reyes, en los cuales se hace referencia ya al
templo de Jerusalén, que fue construido por Salomón en los años 980-960 a.C. aprox.
“Cuatrocientos ochenta años después que los israelitas salieron del país de Egipto, en
el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Ziv –que es el segundo
mes- Salomón comenzó a construir la casa del Señor.” 1 Re. 6, 1.
Jesús como los profetas, conserva el más profundo respeto al templo. De hecho en él
es presentado por María, “Cuando llegó el día fijado por la ley de Moisés para la
purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor”(Lc. 2, 22). Al templo
también acude para las solemnidades, “Sus padres iban todos los años a Jerusalén en
la fiesta de la Pascua” (Lc. 2, 41). “al tercer día, lo hallaron en el Templo, en medio de
los doctores de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.” (Lc. 2, 46). También
aprueba las practicas cultuales, aunque condena el formalismo que amenaza con
viciarlas, “Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu
hermano tiene una queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve reconcíliate con tu
hermano, y solo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.” (Mt. 5, 23-24). El templo es
para Jesús la casa de su Padre, y se indigna que se la convierta en lugar de comercio,
por eso echa a los mercaderes y cambistas “Después Jesús entró en el Templo y echó a
todos los que vendían y compraban allí, derribando las mesas de los cambistas y los
asientos de los vendedores de palomas. Y les decía: Está escrito: Mi casa será llamada
casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones” (Mt. 21, 12-
13).
El santo de los santos es el lugar más privilegiado, y más sagrado, allí se encontraba el
arca de la Alianza y en ella contenida las tablas de piedra, inspiradas por Dios,
cubiertas por una tapa con dos querubines con las alas extendidas hacia arriba,
cubriendo con ellas la tapa. Este lugar estaba dividido con un velo trabajado, que luego
adquirirá un significado mayor.
Inseres autem velum subter fibulas, intra quod Pondrás el velo debajo de las hebillas, en el
pones arcam testimonii et quo sanctum et interior del cual pondrás el arca de testimonio
sanctum sanctorum dividentur. y en el cual el santo y el santo de los santos
serán divididos.
[…] Sed unus militum lancea latus eius aperuit, […] Pero un soldado con la lanza abrió su
et continuo exivit sanguis et aqua. costado y al instante brotó sangre y agua.
El costado de Cristo fue abierto por el hombre, fue rasgado el velo, en el templo de
Jerusalén ya no está Dios. Dios que por nosotros se hizo hombre, que por nosotros
vino a este mundo, se asemejó en todo a nosotros menos en el pecado, ese Dios murió
a causa de nuestros pecados, para salvarnos.
De su costado brotó Sangre y Agua… la sangre que nos abre paso al santuario celestial,
y el agua que purifica nuestros cuerpos y espíritus.
Dios, Yahvé, se manifestó a su pueblo elegido como Padre, envió a su Hijo para
salvarnos, Dios estaba en el Templo, no únicamente, pero era esta la morada de Dios
entre los hombres, un lugar de encuentro predilecto entre Él y los hombres. Dispuso a
su Hijo, y a través de Él también se manifestó a su pueblo, este pueblo no supo verlo, y
a causa de esto tuvo que padecer la muerte, la cual fue vencida al tercer día con su
resurrección. Ahora podríamos repetirnos la pregunta que le hacían al salmista, “Ubi
est Deus tuus?” donde está tu Dios, 3 días de llanto y dolor, silencio y oscuridad, como
el silencio de un niño en el seno de su madre, que luego da a Luz, tres días esperó Dios
para manifestarse como Luz resplandeciente, Dios Hijo vuelve a nosotros, a este
mundo y nos deja el Amor entre Él y su Padre, nos deja su Santo Espíritu, el cual va a
acompañar nuestro peregrinar en esta tierra, el Espíritu Santo que habita en nuestros
corazones, a través de los Sacramentos; en el Bautismo, con el óleo perfumado y
consagrado por los Obispos, luego en el Sacramento de la confirmación, se “confirma”
y se da plenitud a la unción bautismal.
Christus verum Templum est Dei, “locus ubi Cristo es el verdadero Templo de Dios, “el lugar
Eius hábitat gloria”; per gratiam Dei, christiani donde habita su gloria”; por la gracia de Dios,
efficiuntur, et ipsi, templa Spitirtus Sancti, los cristianos son convertidos, y ellos mismos
lapides vivi, ex quibus Ecclesia aedificatur. son templos del Espíritu Santo, piedras vivas, a
partir de las cuales la Iglesia es edificada.
Si los cristianos somos templos del Espíritu, también su Iglesia es templo del Espíritu,
otro fragmento del magisterio, lo aclara con mayor precisión;
TRADUCCIÓN
CONCILIUM OECUMENICUM VATICANUM II CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II
CONSTITUTIO DOGMATICA DE ECCLESIA CONTITUCION DOGMÁTICA SOBRE LA IGLESIA
LUMEN GENTIUM P. 6 LUMEN GENTIUM P. 6
Saepius quoque Ecclesia dicitur aedificatio Dei. Muchas veces la Iglesia es llamada también
Dominus ipse se comparavit lapidi, quem “edificación de Dios”. El mismo Señor se comparó a
reprobaverunt aedificantes, sed qui factus est la piedra que rechazaron los constructores, pero
in caput anguli. Super illud fundamentum que fue hecha la piedra angular.
Ecclesia ab Apostolis exstruitur, ab eoque Sobre este fundamento, la Iglesia es levantada por
firmitatem et cohaesionem accipit. Quae los Apóstoles, y de éste recibe la solidez y cohesión.
constructio variis appellationibus decoratur: Esta construcción, es dignificada con variados
nombres: Casa de Dios, en la cual habita
domus Dei, in qua nempe hábitat eius familia,
ciertamente su familia, Morada de Dios en el
habitaculum Dei in Spiritu, tabernaculum Dei
Espíritu, Tienda de “Dios con los hombres”, y
cum hominibus, et praesertim templum
principalmente Templo Santo, que es alabado por
sanctum, quod in lapidéis sanctuariis los Santos Padres como representación en los
repraesentatum a Sanctis Patribus laudatur, santuarios de piedra, y en la liturgia no
et in Liturgia non inmérito assimilatur Civitati injustamente es asimilada a la Ciudad Santa, la
sanctae, novae Ierusalem. In ipsa enim Nueva Jerusalén.
tamquam lapides vivi his in terris asdificamur. En efecto, en la misma, somos edificados como
Quam sanctam civitatem Ioannes piedras vivas en esta tierra. Esta Ciudad Santa es
contemplator, in renovation mundi contemplada por Juan, en renovación del mundo,
descendiendo del cielo desde Dios, dispuesta como
descendentem de caelis a Deo, paratam sicut
una esposa adornada para su esposo.
sponsam ornatam viro suo.
Además de dejarnos su Espíritu Santo, el cual conduce y guía a la Iglesia, el mismo
Jesús quiso quedarse entre nosotros, quiso darse como lo hizo en la cruz, Cristo, Sumo
Sacerdote, quiso además ser víctima. En el culto Judío se hacían ofrendas y sacrificios a
Dios, Jesús al fundar la Iglesia, nos deja el tesoro más preciado que es la Eucaristía, la
Santa Misa, en la cual Dios se ofrece a nosotros, Dios hijo se hace nuevamente víctima
del sacrificio agradable al Padre y luego se nos da por medio de su Palabra, pero
además por su Cuerpo y su Sangre. Cristo quiere estar presente entre nosotros, su
Iglesia, y decide quedarse bajo estas especies de Pan y Vino. Jesús permanece entre
nosotros, tiene su morada en el culto eucarístico, Cristo siendo el Todo se hace la
Parte, y decide quedarse en nuestros sagrarios.
¡Rey en Cruz!
¡Padre sacrificado por sus hijos!
¡Hermano sacrificado por los suyos!
¡Esposo sacrificado por su esposa!
¡Amigo sacrificado por sus amigos!
Ese es y así está Jesucristo Sacramentado.
¡Cordero-Victima en la Cruz, en el cielo, en la misa, en la comunión
y en la soledad del tabernáculo!
El magisterio nos vuelve a hablar sobre la suma importancia del Santísimo Sacramento
del Altar;
Tabernaculum debet “in nobilissimo loco et El sagrario o tabernáculo debe ser colocado
quam honorificentissime in ecclesiis” collocari. “en el lugar más noble y más honorable en las
Tabernaculi eucharistici nobilitas, disposition et Iglesias”. La nobleza, la disposición y la
securitas adorationem Domini realiter in seguridad del tabernáculo, de la Eucaristía,
Sanctissimo altaris Sacramento praesentis deben proteger la adoración del Señor
fovere debent. realmente presente en el Santísimo
Sacramento del altar.
Cristo lleva a plenitud la obra comenzada por el Padre. Jesús cuando hacía referencia a
la destrucción del Templo, “hablaba del santuario de su cuerpo” y sus discípulos lo
comprendieron después de su resurrección. Este es el nuevo y definitivo Templo, no
hecho por mano del hombre, en el que el Verbo de Dios establece su morada entre los
hombres, como lo fue en otro tiempo el tabernáculo de Israel. Gracias a su
resurrección es que Cristo está presente en todos los lugares, y en todos los siglos por
medio de la celebración eucarística, por lo cual la función del Templo de Jerusalén, ha
terminado ya.
Et audivi vocem magnam de throno dicentem: Y oí una gran voz del trono diciendo: “Ésta es
“Ecce tabernaculum Dei cum hominibus, et la tienda de Dios en medio de los hombres, y
hábitat cum eis, et ipsi populi eius erunt, et habitará con ellos, y ellos mismos serán su
ipse Deus cum eis erit, eorum Deus. pueblo, y el mismo Dios estará con ellos, como
su Dios.
Todo sin ti, nada vale la pena, porque sin ti, ya no me llena nada,
porque sin ti todo suena vacío, sin ti todo me deja tristeza,
porque sin ti yo no respiro hondo, porque sin ti todo me cansa,
porque si ti me falta todo y me sobra todo...
Ven señor Jesús, ven pronto a mi vida,
ven pronto Señor... Ven pronto…
BIBLIOGRAFÍA
Biblia del Peregrino. LUIS ALONSO SCHÖKEL. TOMO II. MENSAJERO VERBO
DIVINO. 3ª Edición. 2005
Biblia del Peregrino. LUIS ALONSO SCHÖKEL. TOMO III. MENSAJERO VERBO
DIVINO. 3ª Edición. 2005
El Libro del Pueblo de Dios, La Biblia. Fundación Palabra de Vida. 16ª Edición.
1997
Obras Completas de San Agustín, Ed. Bilingüe. TOMO XX. B.A.C. 1965
Diccionario Ilustrado Latino- Español / Español – Latino VOX. Ed. LAROUSSE. 23ª
Edición. 2012