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MODULO III

EL PENSAMIENTO CONTABLE EN LA ESCUELA LATINA


Extracto y adaptación de los libros: “La Contabilidad como
Ciencia” y “Teorías y Doctrinas de la Contabilidad” de Ré-
gulo Millán Puentes, para fines académicos en el curso de
Desarrollo del Pensamiento Contable en el Programa de
Contaduría Pública de La Universidad Surcolombiana.

LOS OBJETIVOS
 Demostrar que la contabilidad es una ciencia social aplicada.

 Explicar que la contabilidad es una ciencia experimental.

 Determinar la naturaleza de la técnica y la ciencia.

 Establecer las relaciones de la contabilidad con otras ciencias.

 Determinar los derechos de la ciencia de la contabilidad.

 Conocer las leyes de la contabilidad.

 Conocer la filosofía de la contabilidad.

 Conocer los desarrollos actuales de la contabilidad como ciencia

CONTENIDO.

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1. FUNDAMENTOS DE LA CONCEPCIÓN LATINA
1.1 La contabilidad como ciencia
1.2 Pensamiento contable de la escuela latina.
1.3 Las características de la ciencia
1.4 La contabilidad como ciencia experimental.
1.5 La técnica y la ciencia
1.6 Las relaciones de la contabilidad con otras ciencias.

2. LA CIENCIA DE LA CONTABILIDAD Y SUS DERECHOS.


2.1 El derecho a un nombre.
2.2 El derecho a un lenguaje propio.
2.3 El derecho a una definición.
2.4 El derecho a un universo o territorio.
2.5 El derecho a unos objetivos de la contabilidad.
2.6 El derecho a una normatividad.
2.7 Los postulados de la contabilidad
2.8 Las normas de la contabilidad.

3. LAS LEYES DE LA CONTABILIDAD


3.1 Ley del equilibrio contable
3.2 Ley del costo histórico
3.3 Ley de la causación
3.4 Ley de la objetividad.
3.5 Ley de los balances
3.6 Ley de la inflación del capital.
3.7 Ley de las reservas ocultas.
3.8 Ley de la inmovilización financiera anormal.
3.9 Ley de la liquidez
3.10 Ley de la obsolescencia
3.11 Ley de la consolidación financiera
3.12 Ley de las variaciones patrimoniales.
3.13 Ley de los resultados económicos
3.14 Ley del movimiento circulatorio de la riqueza.
3.15 Ley contable de los residuos.
3.16 Ley de las variaciones concomitantes

4. FILOSOFIA LA CIENCIA CONTABLE.


4.1 La ciencia y la filosofía de la ciencia.
4.2 El problema del objeto y fin de la filosofía contable.
4.3 La filosofía de la contabilidad

5. VISION ACTUAL DE LA CONTABILIDAD COMO CIENCIA.


5.1 Introducción
5.2 Desarrollo científico de la contabilidad.
5.3 La contabilidad como ciencia.
5.4 Clasificación de las ciencias.
5.5 Ubicación de la contabilidad dentro de las ciencias.
5.6 Carácter científico de la contabilidad.
5.7 Características y condiciones de la ciencia.
5.8 Razones científicas de la ciencia de la contabilidad.
5.9 Algunas conclusiones.

MODULO III

DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CONTABLE EN LA ESCUELA LATINA.

1. FUNDAMENTOS DE LA CONCEPCIÓN LATINA

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1.1 La contabilidad como ciencia.

La escuela latina de la contabilidad, a diferencia de la escuela anglosajona, ha desarrollado y defendido el


concepto de contabilidad como ciencia manifestando que es ciencia económica, y, por consiguiente, ciencia
social, ciencia social aplicada y además otras concepciones que la enaltecen y amplían su ámbito de acción.

Se concreta el tema mediante el análisis del concepto de ciencia para lograr el entendimiento de la contabilidad
como tal, utilizando los resultados de la investigación científica (1850-1950) que es el trabajo realizado por los
europeos, con Italia a la cabeza, para lograr el conocimiento científico sobre la contabilidad.

Uno de los más recientes conceptos expresados por investigadores actuales, dice:
“La ciencia es el cuerpo de conocimientos sistemáticamente organizados, exactos y verificables de la realidad,
que son falibles, pero que tienden a la búsqueda de objetividad, denominados teorías que a su vez son
conjuntos de leyes o regularidades referidas a hipótesis o conjeturas, que están sujetas a ser verificadas o
refutadas. Es, ante todo, conocimiento de algo, de un objeto, que se aprehende a través de un método”.

“La investigación científica parte del sentido común, el conocimiento ordinario que se va enriqueciendo con el
investigador a la medida que este avanza, y se forma un proceso cíclico concéntrico entre la ciencia y el
sentido común. La ciencia principalmente busca conocer, el saber objeto, al igual que el sentido común, pero
mediante la técnica y la tecnología, simplemente extiende las condiciones del hombre, las sofistica, para llegar
a una mejor interpretación de la realidad, derivando de ellos un mayor alcance y una más amplia perspectiva
de problemas” (Romero, Revista Legis S.A. N° 8, p.110)).

Mario A. Bunge (1959), manifiesta que la contabilidad hace parte de las ciencias factuales, las cuales se refieren a
hechos y fenómenos que podemos encontrar en el mundo real y se valen de estos para validar sus enunciados.
Dice que, ante todo, la investigación en las ciencias factuales, parte de los hechos relacionados y siempre vuelve
a ellos, describe los hechos tales como son, independientemente de su valor emocional o comercial, y que
cumplen con las siguientes características generales:

a. La ciencia trasciende los hechos, no se queda en ellos, ni con ellos, los racionaliza, es decir, los
selecciona, procede analíticamente disgregando y descomponiendo todo problema en elementos.
b. La ciencia intenta ser exacta, aunque no descarta las vaguedades, es clara y por tanto fácil de entender
y comunicable para quien esté en condiciones de asimilarla.
c. La ciencia es verificable, tiene que pasar por el examen de la experiencia y la comprobación.
d. La ciencia utiliza un método y una técnica, para llegar a resultados.
e. La ciencia es un sistema de ideas abstractas, conectadas lógicamente entre sí.
f. La ciencia tiene pretensiones de generalidad, en su campo específico.
g. La ciencia busca y promulga leyes y las aplica, como pautas generales, reguladoras dentro del mundo
real.
h. La ciencia es explicativa y abierta, no acepta límites, es útil y sobre todo predice hechos a partir de las
regulaciones que establece como cuerpo de conocimientos.

El mundo latino ha defendido la contabilidad como ciencia desde la aparición de las escuelas científicas o
clásicas, a mediados del siglo XIX, y, por más de un siglo, los tratadistas latinos y con la ayuda de los europeos
han difundido sus estudios e investigaciones para demostrar que la contabilidad es un conocimiento científico, es
decir, una ciencia.

Para refutar la doctrina contable anglosajona, la escuela Latino-europea plantea lo siguiente: La contabilidad no
es un arte, no es una técnica, no es una actividad de servicio, tampoco es una disciplina. Por el contrario, es

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mucho mas grande, elocuente y trascendente: “es una ciencia que estudia la vida económica y financiera de
la empresa, con el fin de administrarla adecuadamente”.

Agrega la escuela Latina: “Para poder dirigir y administrar cualquier empresa se requiere que exista una
contabilidad adecuada, con lo cual se está significando: La ciencia contable tiene como objeto fundamental la
eficacia y la rentabilidad de la empresa a través de un gerente experto en el conocimiento y manejo de la
contabilidad”. (Millan. La contabilidad como ciencia. 2000. P.15).

Esta concepción está expandida en muchos países de Europa, con Italia a la cabeza, y en especial, en la América
Latina, y considera que la contabilidad es la ciencia que administra, dirige y controla el patrimonio de la
empresa. Desde luego, como todas las ciencias debe utilizar una metodología, una tecnología, unas técnicas y
unas reglas que se aplican en el proceso contable.

Cuando se estudia el universo donde se mueve y aplica la ciencia de la contabilidad, se advierte que el estudio de
los hechos y los fenómenos económicos y financieros de que se ocupa esta ciencia se encontraban en el
patrimonio de la empresa y que uno de sus fines primordiales es el de administrar adecuadamente este
patrimonio.

La contabilidad como ciencia, ha trascendido y alcanzado los méritos de toda ciencia, tiene muy bien ganados
sus derechos para ser considerada como una ciencia, como son los de tener: su propio nombre, su propio
lenguaje, una definición, un universo para su aplicación, unos objetivos, una división, unas leyes, unos principios,
unas normas, unas reglas de acción, una normatividad y una filosofía, y, a unos seguidores: los contadores.

La contabilidad es una Ciencia porque expresa un cuerpo de doctrina metódicamente formado y ordenado,
que constituye una rama particular del saber humano. Es el conocimiento fundado, exacto y razonado de cosas
determinadas.

La contabilidad es una ciencia en cuanto estudia un orden de fenómenos por sus causas y efectos que desde hace
siglos viene estudiando, los cuales se encuentran en la economía y las finanzas que mueven el patrimonio de la
empresa, sea ésta pública o privada.

La contabilidad es una ciencia porque desde un principio ha tenido un campo de acción propio o territorio y que,
aunque tiene relaciones o contactos con otras ciencias, nunca ha pedido prestado el objeto de estudio, ni los
métodos de investigación, ni ha solicitado ayudas doctrinales, ni mucho menos, se le ha condenado a una especie
de esclavitud, apartándola del grupo de las ciencias libres y autónomas.

Estas consideraciones fueron desarrolladas por los grandes líderes defensores de la ciencia de la contabilidad en
la escuela latina, como veremos a continuación:

1.2 Precursores de la ciencia contable de la escuela latina.

La contabilidad ha sido considerada y defendida como ciencia desde la aparición de las escuelas científicas de la
contabilidad en el siglo XIX en los centros comerciales del Mediterráneo

Un breve resumen de la defensa de la contabilidad como ciencia se presenta a continuación, con el ánimo de
ubicar en el tiempo el desarrollo del pensamiento contable en la escuela latina, con sus más connotados líderes.

Francesco Villa (1801-1884) y la escuela Lombarda.

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A partir de 1850 con la publicación de la obra “Elementos de la contabilidad y de la administración” de
Francesco Villa se inició en serio la investigación científica de la contabilidad. Villa es el punto de partida de una
nueva era en la historia de la contabilidad. Con él la contabilidad seguirá adelante su evolución como una
disciplina científica. Fue tan importante el profesor Villa que fue llamado “El padre de la contabilidad
italiana”.

Francesco Villa fue el líder de la escuela clásica Lombarda, quien plantea una visión económico-administrativa
del patrimonio y hace una presentación de las leyes explicativas del fenómeno contable.

Lo primero que proclama Villa, es que “la teneduría de libros”, es la parte mecánica y procedimental de la
contabilidad y que no se le puede calificar como ciencia. Considera que la contabilidad tiene un contenido más
amplio, ya que es un conjunto de principios económicos-administrativos-financieros aplicados al arte de llevar
las cuentas en los libros de contabilidad.

Villa considera a la contabilidad y a su instrumento –la teneduría de libros- como parte integrante de la
organización y de la gestión administrativa de la empresa. Igualmente considera al control como campo de acción
en la organización de la empresa y en la administración del patrimonio. Le asigna a la contabilidad el carácter de
ciencia del control de las actividades administrativas y el estudio de los problemas económicos de la gestión y
de la organización de la empresa.

Con el concepto de la “ciencia del control” atribuido a la contabilidad se inicia en 1851 en Italia la aplicación de
la auditoría, aunque en forma incipiente, pero al fin y al cabo el control de las operaciones realizadas por las
empresas.

Guiseppe Cerboni (1827-1917) y la escuela Toscana.

Cerboni, líder de la escuela Toscana, es otro de los grandes defensores de la contabilidad en la escuela latina
quien en su obra “La contabilidad científica y sus relaciones con las disciplinas administrativa y sociales”,
define a la contabilidad como la ciencia de las funciones administrativas. Por lo tanto, el objeto de la
contabilidad es el proceso de observar y consignar los actos de los diversos órganos administrativos de los entes
económicos, con el fin de vigilar y controlar su gestión y comprobar si se ajustan a las normas administrativas y a
las obligaciones de los empleados. Por eso para Cerboni, la contabilidad es la ciencia que administra el
patrimonio de la empresa.

Su obra maestra es la “Logismografía”, en donde desarrolla tres órdenes de pensamiento: el pensamiento


económico, administrativo y el contable. En la expresión de estas tres ideas (decía él) se compendia toda la
administración. La armonía entre ellas es admirable, ya que, si el pensamiento brutalmente económico prevalece
sobre el administrativo, allí hay barbarie; donde el pensamiento administrativo no esté soportado y sostenido por
el pensamiento contable, allí hay oscuridad y confusión.

Decía Cerboni, que las cuentas son instrumentos de representación y de fijación de las relaciones y
acontecimientos económicos, financieros y administrativos de la empresa. Los registros de contabilidad crean
derechos y obligaciones; por consiguiente, la teoría jurídica de la contabilidad considera a Cerboni como uno
de sus fundadores.

El concepto de patrimonio fue recogido, expuesto y explicado en forma rigurosa a la contabilidad, por primera
vez, por Cerboni. Consideró la contabilidad como la doctrina de los principios para el establecimiento de las
responsabilidades jurídicas surgidas como consecuencia de la administración del patrimonio.

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Guiseppe Cerboni junto con Francesco Marchi, fueron los líderes de la escuela Toscana quienes desarrollaron la
teoría personalista con una visión jurídico-administrativa del patrimonio. Para Cerboni la contabilidad es:
“Las doctrinas de las responsabilidades jurídicas que se establecen entre las personas que participan en la
administración del patrimonio de las empresas”.

Fabio Besta (1845-1922) y la escuela Veneciana.

Fabio Besta es considerado el creador de la ciencia de la contabilidad para los italianos. Su obra magistral es la
“Regioneria”, editada en tres volúmenes en 1910. Es el líder de la escuela clásica “Veneciana”, llamada
materialista o de valor económico.

Besta, es uno de los tratadistas más significativos de la ciencia de la contabilidad ya que sienta las bases de la
misma rompiendo con la consideración técnica que se tenía hasta entonces. Se puede situar en Besta, el inicio de
la ciencia de la contabilidad. Analiza el patrimonio desde el punto de vista económico, construye su teoría
materialista basada en el valor como elemento esencial del patrimonio representado por la cuenta, es el
iniciador de la Auditoria como elemento concluyente del control contable.

Para Besta, la cuenta es toda magnitud material que se pueda medir y expresar en términos de valor monetario.
Las cuentas son abiertas no a personas, sino a valores y, por lo tanto, únicamente están destinadas a registrar
movimientos de activos y pasivos.

Observó también, que tanto las operaciones como los instrumentos de la contabilidad tendían al control de la
riqueza en la empresa y que esa era la característica común, llegando a considerar a la contabilidad como la
ciencia del control económico y en tal sentido orientó su definición, explicando para ello su significado, aspecto
y extensión del control en las empresas.

Besta, se ocupa extensamente de la ciencia de la administración económica de la empresa, o sea de la ciencia


que trata del gobierno de los fenómenos, negocios y relaciones de toda clase que afectan a la vida de la riqueza
de la empresa.

La teoría materialista o de valor económico de las cuentas de Besta, parte del principio de que todo hecho o
acto administrativo afecta a la situación económica y al movimiento de los elementos patrimoniales. Las cuentas
deben considerarse desde dos puntos de vista: el económico y el administrativo. Las cuentas económicas se
refieren a la gestión económica, la administrativa a la gestión del presupuesto y a la actividad administrativa de
los agentes.

Esta teoría de Besta es el pensamiento precursor sobre la que se edificó la doctrina de que la contabilidad es la
ciencia que maneja la economía de la empresa. Al mismo tiempo, se puede decir que el origen de la auditoria y
del control presupuestal tuvieron su base en la doctrina del control económico de Besta, quién dividió el
control en tres partes: control previo, control concomitante y control posterior; o sea, control antes de la gestión,
control en la gestión y control después de la gestión, el cual se realiza a través del control de las cuentas.

Vincenzo Masi (1893… ) y la escuela patrimonialista.

Masi precisa el ámbito o territorio en donde se debe mover la ciencia de la contabilidad. En su libro: “La
contabilidad como ciencia del patrimonio” (Bolonia 1927), confirmó con argumentos históricos y científicos
que el territorio propio de la ciencia contable, o sea, el universo donde se mueven sus concesiones científicas y
tecnológicas se encuentran en el patrimonio, que no es otra cosa que el cúmulo de riqueza y de recursos
financieros que se ponen a disposición de un ente económico llamado empresa.

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La contabilidad como ciencia que maneja el patrimonio en su aspecto estático y dinámico, cuantitativo y
cualitativo, lo hace en los entes de cualquier naturaleza en sus periodos de creación, gestión, transformación,
cesión, fusión o liquidación.

Jean Dumarchey (1874-1946) y Rene E. Delaporte (1876-1944).

Fueron los intelectuales y tratadistas que dirigieron las investigaciones científicas de la contabilidad en Francia.
Fueron los creadores de las teorías positivas de la contabilidad. Para ellos, la contabilidad le corresponde una
función de análisis y de síntesis. Desarrollan su doctrina sobre el concepto de valor. Para ellos, la contabilidad
pertenece al grupo de las ciencias económicas y sociales. Analizan con sumo cuidado los vínculos que existen
entre la contabilidad y la economía. Precisan que las cuestiones de producción, distribución y consumo de la
riqueza son conceptos referidos a la contabilidad.

José María Fernández Pirla y la teoría económica de la contabilidad.

Este tratadista español presenta su obra “Teoría económica de la contabilidad”, en donde ubica la problemática
contable dentro de un marco genuinamente económico. De su maravillosa investigación surge el siguiente
planteamiento:

“La contabilidad es, ante todo, ciencia económica, por la naturaleza de los elementos sobre los que opera, por
el fin que persigue –el conocimiento de la situación económica y financiera- y por los métodos que utiliza. Su
adscripción al campo científico no es, por consiguiente, dudoso. La contabilidad es fundamentalmente
disciplina económica”.

“El objeto material de la contabilidad es la empresa en su aspecto económico, es decir, la economía de la


empresa. El objeto formal es la medición del vasto proceso económico, administrativo y técnico que
caracteriza a la economía de la empresa”. Con este planteamiento por su profundidad mental es considerado
como verdadera filosofía contable.

Con hipótesis tan serias, como la transcrita aquí, la ciencia contable que, crearon esta pléyade de tratadistas,
tenían que reunir conocimientos fundados, exactos y razonados, con los cuales le dieron a la contabilidad su
dimensión de ciencia social.

1.3 La contabilidad es una ciencia

Estos tratadistas y otros no menos importantes, por sus investigaciones y sus propuestas fundadas le dieron a la
contabilidad la categoría de ciencia. La contabilidad que estos tratadistas crearon como obra humana es la que
ellos como hombres hicieron de ella. Formaron un saber científico para manejar adecuadamente el patrimonio de
las personas naturales y jurídicas, lo cual proporciona a esta ciencia su razón de ser y no solo esto, sino que
también a la universidad su luz orientadora.

En resumen, podemos decir que la economía de la empresa, como ciencia económica, elabora unos resultados a
cuya consecución se orienta la gestión empresarial, siendo la misión contable, el registro, análisis, medida e
interpretación de los resultados, realizando simultáneamente una interesante función de control de resultados.
Por esta razón la contabilidad es, a su vez, un poderoso instrumento auxiliar para el gestor o gerente, para sus
decisiones, al mostrar los resultados de su gestión y con ello el grado de acierto o desajuste entre lo previsto y lo
realizado e incluso mostrar los errores de planeación ante los hechos realizados. Esta es una de las rutas que la
escuela latina tomó para precisar más el objetivo científico de la contabilidad ante la economía de la empresa.

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La escuela latina, dejando a un lado la contabilidad como un instrumento de registro o como una técnica de
representación económica, se concretó sobre la concepción patrimonialista y sobre su rendimiento como
núcleo fundamental de toda la problemática contable. A la luz de los principios de estas dos corrientes u
orientaciones doctrinales, los tratadistas italianos se agruparon a estos dos conceptos fundamentales de la
contabilidad como ciencia.

Los tratadistas de la escuela latina, al estudiar el rendimiento patrimonial, se dedicaron a investigar qué debía
hacer la empresa para producir utilidades a sus propietarios o asociados. Entre las ciencias que intervenían en
la creación de la riqueza y su manejo, llegaron al final a señalar a la ciencia de la contabilidad como la que llevaba
la voz cantante en este aspecto. De ahí que proclamaran que la contabilidad al estudiar e investigar los principios
propios de los fenómenos operacionales de la empresa, ella no hace otra cosa que considerar y determinar los
cambios en el patrimonio del ente económico.

De esta manera, la imagen de la contabilidad se reconoce y se confirma con los verbos considerar y determinar,
pues, ellos están señalando los aspectos cuantitativos y cualitativos del patrimonio de la empresa. También
estudiaron la estática y la dinámica del patrimonio, como función propia de la contabilidad. Esto encaja dentro
de la doctrina del equilibrio de los valores.

Al estudiar el fenómeno patrimonial de los entes económicos, los tratadistas de la escuela latina descubrieron que
la contabilidad con su metodología y apoyada por el gran instrumental que tenía a su disposición para captar y
valorar la situación económica de la empresa, que la ciencia de la contabilidad no solo servía para registrar y
representar las operaciones patrimoniales, sino que se convertía en orientadora y directora de todo el proceso
económico, financiero y administrativo de las empresas privadas y de los entes gubernamentales. Por eso
definieron a la contabilidad como la ciencia que maneja el patrimonio de las empresas y de los entes de
cualquier naturaleza.

Como conclusión final, se puede afirmar que la contabilidad tiene su origen científico en Italia y que tuvo en
Italia su florecimiento (1850-1950), periodo de la investigación científica, que la administración patrimonial es
connatural a la contabilidad, y que la técnica administrativa es coetánea con la contabilidad instrumental. Son los
hechos y fenómenos patrimoniales los que la contabilidad resume, registra y esclarece, los que abren nuevos
horizontes a sus estudios y nuevos caminos a la investigación, de donde se infiere que ninguna otra ciencia o
disciplina puede alegar derechos sobre la dirección económica del patrimonio, territorio propio asignado a la
contabilidad desde seis milenos antes de nuestra era.

Los cien años de investigación científica contable (1850-1950), no solo le dio integridad, autonomía e
independencia científica a la contabilidad, sino que le abrió los caminos para perfeccionar nuevas teorías y
doctrinas.

La ciencia contable marcha todos los días tras los hechos y los fenómenos patrimoniales de la riqueza buscando
principios y leyes para su manejo adecuado. Esta ciencia extiende y profundiza sus investigaciones en una
continua ascensión buscando la aplicación de un orden inteligente en la contabilidad.

1.4 Las características de la ciencia.

En los párrafos anteriores se está afirmando que la contabilidad es una ciencia, porque el conocimiento contable
llena o cumple con las características generales que hace que un conjunto de conocimientos ordenados
sistemáticamente, ofrecidos por personas de alta calidad científica y demandados por la sociedad en general,
se llame ciencia. La contabilidad es una ciencia porque reúne las siguientes características:

a. Metodología.

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El conocimiento contable cuenta con una metodología propia que le permite alcanzar sus objetivos. Sigue un
proceso sistémico y maneja métodos específicos de trabajo. La investigación contable ha diseñado su propia
metodología con resultados de la más alta calidad científica.

b. Racionalidad.
El conocimiento contable es racional. Es el producto de la abstracción y de la idealización realizada por la
inteligencia. Es decir, nace de la razón. Parte de abstracciones, hace juicios, formula racionamientos y obtiene
conclusiones. Sus conocimientos se fundan en la coherencia (no contradicción) de sus enunciados entre sí. Esta
concepción imaginaria es racional y real y se manifiesta en un producto tangible y demostrable que se llama “La
Información Financiera” a través de estados financieros.

c. Objetividad.
El conocimiento contable siempre busca la objetividad, representación real de las cosas, sin
detenerse en apreciaciones subjetivas. La objetividad representa ante todo imparcialidad, independencia,
veracidad y actuación justa, sin prejuicios en todos los asuntos relacionados con el campo de actuación
profesional, insistiendo en la evidencia verificable y comprobable como prueba de la verdad.

d. Universalidad.
El conocimiento contable es universal en cuanto que todos los recursos del orbe son susceptibles de ser
reducidos a información económica y financiera de carácter general. La contabilidad ha producido leyes de
aplicación universal. La ley contable del equilibrio entre los débitos y los créditos, entre los valores negativos
y positivos, tiene más de 500 años de existencia, que aparece con el “método de partida doble”, divulgado
desde el año de 1494 por Fray Luca de Paciolo.

e. Verificabilidad.
La ciencia contable no puede estar constituida por opiniones, ideas y abstracciones que carezcan de un
fundamento. El conocimiento contable sí está fundamentado. Prueba de ello es la
evidencia en sus resultados demostrables a través de estados financieros. Para el manejo de
la medición, evaluación y registro siempre la contabilidad ha tenido un criterio, y métodos de medición
uniformes. Las certificaciones contables y la generalización de los estados financieros se deben a que ellos son
verificables.

f. Temporalidad.
El conocimiento contable es temporal, pues está sujeto a cambios. Sus teorías están en continua revisión.
La contabilidad con el solo registro de operaciones ha cedido su paso a la tecnología para la obtención y
comprobación de información financiera a través de la sistematización, la valuación, el procesamiento, la
evaluación y la información sobre transacciones financieras.

g. Saber Teórico.
La ciencia contable no es un agregado de informaciones inconexas, sino un sistema de ideas
conectadas lógicamente entre sí. Todo sistema de ideas, caracterizado por cierto conjunto básico de hipótesis
peculiares, y que procura adecuarse a una clase de hechos, es una teoría. El carácter sistemático del
conocimiento científico es lo que la hace racional.

La ciencia se diferencia de la técnica por su saber teórico, esto es, el saber por el saber mismo, como los
estudios que hace la contabilidad sobre los fenómenos y los hechos económicos patrimoniales.

h. Autonomía Científica.
El conocimiento contable es independiente, esto es, que no está sujeto, ni sumiso a otras ciencias. Tiene
libertad en sus investigaciones para fijar sus objetivos y su normatividad.

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!“Probad, tan sólo por un momento, la eliminación de la contabilidad, y caerían en una confusión
indescriptible las relaciones humanas ligadas al desarrollo económico, financiero y administrativo de los
patrimonios de las empresas”!.

Por consiguiente, el conocimiento contable llena los objetivos de la ciencia. Sigue el método
científico por cuanto describe, explica y controla los fenómenos sociales de carácter económico y
financiero de la empresa para generalizarlos y predecirlos. Sus conocimientos son ordenados por medio de
sistemas y de métodos.

i. Aplicación Científica.
Es indiscutible y evidente que la contabilidad es una disciplina científica, puesto que en su proyección
y aplicación presenta un cuerpo de doctrinas contables, las que generalmente llegan a una idéntica formulación
general de los asientos contables a redactar.

j. Ejercicio independiente.
La actividad contable es un ejercicio intelectual independiente ofrecido por personas naturales con conocimientos
profundos de su objeto, sus métodos y su tecnología. Personas con capacidad racional para interpretar, inferir y
proyectar los fenómenos de carácter económico y financiero de los entes económicos. La contabilidad es una de
las partes esenciales de la profesión de la Contaduría Pública, practicada por profesionales debidamente
preparados en las universidades autorizadas por los estados soberanos.

k. Filosofía propia.
Determina su objeto, naturaleza, esencia, perfil, imagen, efigie, razonamiento lógico sobre el grupo homogéneo
de fenómenos económicos, financieros y administrativos, determinando su razón de ser, sus causas y sus efectos,
es decir, tiene un orden teleológico.

1.5. La contabilidad es ciencia experimental.

La contabilidad, como ciencia, tiene todos los atributos de que gozan las demás ciencias; sus
ramas fundamentales son la estática, la dinámica y la información a través de la representación de los activos,
pasivos, capital y demás agregados de riqueza de una empresa. Esto es lo que la escuela Latina llama el
patrimonio de la hacienda.

Sus enfoques metodológicos de investigación utilizados son los que utilizan las ciencias experimentales, a las
que pertenece la contabilidad. Son métodos inductivos, deductivos, éticos, sociológicos, lógico-experimentales y
estadísticos, además de los métodos propios de la presentación de la información y del examen evaluativo de esa
información, va formando y perfeccionando, desde hace muchos siglos y que en otro tiempo constituían la parte
principal de su contenido doctrinal contable.

Las ciencias experimentales tienen como punto de partida de sus investigaciones, fundarse sobre la experiencia,
la cual puede permitir la obtención de aquellos datos positivos sobre los que la ciencia puede y debe ser
construida. Sin embargo, hay epistemólogos que consideran como ciencias experimentales no sólo las que nacen
de la experiencia, sino las que siguen un proceso científico. Es decir, adoptando el método experimental en sus
cuatro etapas del proceso investigativo: observación, hipótesis, deducción y comprobación. Solamente así, la
experiencia de empírica se convierte en científica.

Según Filippo Selvaggi, el método de la ciencia se debe adaptar a su propio objeto: el objeto y los problemas que
suscitan deben ser examinados, en primer lugar, por el epistemólogo para comprender su significado y su
valor, buscando, en consecuencia, el método que se adapta a su estudio.

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Por lo tanto, la diferencia entre ciencias experimentales y ciencias racionales atiende más a sus principios y no al
desarrollo formal de la ciencia. Los principios pueden ser racionales (derivados del entendimiento) o
experimentales (derivados de la experiencia, juicios y práctica), pero el desarrollo, es decir, la ciencia considerada
formalmente, es siempre racional, no sólo en las matemáticas y en la metafísica, sino también en las ciencias de
la experiencia, por lo menos cuando están lo suficientemente desarrollados.

Toda ciencia, toma sus conocimientos de distintas fuentes; si se dedica específicamente al estudio de
determinados fenómenos, como la contabilidad, lo que hace es resolver problemas concretos. Es evidente que
las fuentes de sus investigaciones se ha de encontrar en la materia a la que se dedica y en el ambiente en
que se desenvuelven los fenómenos y los hechos que constituyen el objeto de su estudio. Por ejemplo, el
patrimonio de la empresa y sus fenómenos son, ante todo, las primeras fuentes de estudio de la contabilidad.

La ciencia siempre marcha en busca de leyes. En este bregar hacia lo desconocido es cuando va investigando,
explorando, excluyendo, ponderando, precisando datos, verificando experiencias para dar a conocer sus
postulados, sus principios y sus leyes que han de manejar los fenómenos que las ciencias estudian y, que en el
caso de la contabilidad, se concentra en los fenómenos de los hechos económicos, financieros y
administrativos de las empresa. Como ciencia que estudia estos fenómenos, se le debe reconocer con esta
imagen y no como instrumento metodológico al servicio de otras ciencias y técnicas.

1.6. La técnica y la ciencia contable.

Técnica, es el conjunto de procedimientos y métodos de que se sirve la ciencia para expandir los
conocimientos a través de la práctica. La técnica se dirige directamente a la actividad práctica y
enuncia normas encaminadas al logro de un determinado efecto concreto, fundándose para ello, en cuanto sea
posible, en los conocimientos propios de la ciencia, prescindiendo del empirismo y la intuición del arte, en donde
no alcanza la ciencia.

La técnica, en cuanto es aplicación de ciencia en el ejercicio metódico de una práctica, encuentra en esta
actividad el punto común de convergencia de los medios escogidos y de sus aplicaciones. Por ejemplo:
Técnicas de construcciones de puentes, técnica de la organización de un banco, de una empresa industrial,
técnica de la información financiera, la técnica para el tratamiento de enfermedades en el campo de la medicina,
etc. Una misma ciencia puede encontrar aplicaciones concretas científicas con distintas técnicas, basta conque
tenga criterio científico.

Lo anterior, resulta congruente con lo que manifiesta el profesor José María Fernández Pirla, cuando afirma
que: “A la técnica contable pertenece todo cuanto se refiere a la confección y elección de los sistemas
y planes de cuentas, de control y cálculo de costos y de productividad, elaboración de presupuestos y su
contabilización, determinación de diferencias, cálculo de los rendimientos financieros, etc., dentro de la
unidad económica y siempre apoyándose en las leyes y conclusiones establecidos por la ciencia de la
contabilidad”, (Millán Puentes. La Contabilidad como Ciencia. Pag.80).

En este orden de ideas conviene dejar en claro que son muy distintas las repercusiones
que tiene la contabilidad como ciencia y como técnica. Como ciencia es igual de importante a las
demás ciencias, sus apoyos y colaboraciones son de igual naturaleza. Pero como técnica, se convierte en auxiliar
de las demás ciencias. Será una técnica de la economía política, una técnica de las ciencias administrativas, de
las finanzas, de las ciencias sociales, del derecho, de la estadística, etc. Pero por utilizar técnicas para
desarrollar acciones propias de una actividad científica, no significa que la contabilidad sea una simple técnica.

1.7. Las relaciones de la contabilidad con otras ciencias.

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Por su contenido de carácter económico, la contabilidad pertenece al grupo de las ciencias sociales, y por sus
métodos de investigación a las ciencias experimentales. No obstante, tiene relaciones de afinidad con la
economía, con el derecho, con las finanzas, con la administración, con las matemáticas, con la estadística, y con
otras áreas del conocimiento no menos importantes.

Así, por ejemplo, la contabilidad ofrece a la economía todos los elementos para el estudio de las leyes que
rigen sus movimientos sobre la producción, distribución y consumo, en igual forma para fijar sus políticas sobre
salarios, oferta y demanda. Por su parte, la economía general proporciona las leyes de producción, distribución,
costos, circulación y consumo que sirven a la contabilidad para extraer sus reglas, normas y principios
que gobiernan tales fenómenos, considerados como movimientos patrimoniales dentro de la empresa.

Entre las finanzas y la contabilidad existe una gran afinidad. Las finanzas, estudia el fenómeno financiero y
formula la teoría general de los recursos y gastos de la empresa privada o pública; analiza el mismo fenómeno
para seguirlo y controlarlo en su realización material, es decir, en la producción de la renta, proporcionando los
medios e instrumentos necesarios para fijar las responsabilidades y controlar con eficacia la obra de cuantos
intervienen en la gestión y manejo de fondos y bienes de la empresa.

La contabilidad estudia el fenómeno patrimonial de los entes económicos. En su actuar registra las inversiones y
financiaciones en su formulación, financiación y realización, y obtiene resultados o perdidas en relación con el
patrimonio en funcionamiento de las empresas desde su creación, desarrollo, transformación, fusión o cesión,
escisión, disolución y liquidación.

En la misma forma se podrían mencionar las relaciones de afinidad de las demás ciencias con la contabilidad y de
ésta con otras áreas del conocimiento. La contabilidad utiliza el conocimiento de las otras ciencias como
herramientas básicas para su entendimiento y aplicación científica. De la misma manera, las otras ciencias utilizan
la contabilidad como herramienta para su comprensión y aplicaciones.

En síntesis, de todo lo anterior se concluye que: “la ciencia de la contabilidad es un cuerpo de


conocimientos metódicamente ordenado y formado que constituye un conocimiento social por cuanto se
ocupa de estudiar un campo específico de la vida social humana y sus conclusiones le son propias y no
dependen de otras ciencias”. (Millan Puentes. La contabilidad como ciencia. 2000. Pag.81)

2. LA CIENCIA DE LA CONTABILIDAD Y SUS DERECHOS

La contabilidad como ciencia tiene muy bien ganados y cimentados sus derechos, como son: a tener un nombre
o identidad, un lenguaje propio, una definición, un universo o territorio propio, un objeto propio, una
división, una normatividad y una filosofía. A continuación se expone un breve resumen de estos elementos.

2.1 El derecho a un Nombre.

Contabilidad.- Viene del latín computabilis. Significa: Sistema adoptado para llevar cuenta y razón.
Contabilidad, en italiano viene de “Ragionería” de ratio-rationis. Significa, además de razón en sentido
filosófico, cálculo, valor, información, medida, registro, negocio, y se deriva de “reor”, verbo deponente que
significa juzgar, estimar, pensar.

La contabilidad tiene derecho a este nombre, y él le pertenece desde hace siglos. La contabilidad en su propio
nombre comprende todos estos significados. En otras lenguas por “Ragionería” equivalen las palabras:
comptabilité, accounting y similares.

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Si se quiere buscar la etimología es necesario remontarse a la voz latina -Ratio-rationis-. La contabilidad tiene
este nombre desde que aparecieron las cosas, los números, las cantidades y las titulaciones de los bienes.

Su nombre es rico en significado y éste a su vez está unido a la profundidad de su nombre. La contabilidad
tiene derecho a llamarse así, es un derecho inalienable que le pertenece desde tiempos remotos.

2.2. El derecho a un lenguaje propio.

La contabilidad, como cualquier otra ciencia, tiene derecho a un lenguaje propio. La terminología de la
contabilidad es rica y extensa, que para su comprensión y ordenamiento se han escrito varios libros de
clasificación y diccionarios que ayudan a su ordenamiento, clasificación y definición del pensamiento contable.
Diariamente se enriquece el lenguaje de la ciencia de la contabilidad con los avances de
nuevas técnicas como la informática, las comunicaciones y las nuevas aplicaciones que tienen que ver con las
matemáticas, la estadística, el derecho, la cuestión fiscal y las relacionadas con el mundo económico y financiero.

La contabilidad ha creado su propio idioma, a tal punto, que algunos tratadistas la han denominado como “el
lenguaje de los negocios”. Por eso es una ciencia inconfundible. Siempre tendrá una imagen relacionada con
el manejo de los negocios.

2.3 El derecho a una definición.

Definir quiere decir, establecer límites, determinar y defender el universo o territorio de la contabilidad. La
definición es la parte más difícil de la ciencia; no obstante, se ha intentado su definición para defender el universo
de la contabilidad en forma íntegra y libre de vasallaje.

La imagen de una ciencia equivale a su definición. Si la definición es incompleta, la imagen, la


efigie, será también incompleta. La definición debe contener solamente los elementos esenciales y no los
accidentales; debe ser clara; debe ser sustituible con lo definido; no debe contener en ella lo definido; no debe
hacerse en términos negativos. Si se plantea que la contabilidad es la ciencia que estudia la vida económica y
financiera de la empresa con el fin de administrarla adecuadamente, se piensa que esta
definición responde a los requerimientos antes mencionados, ya que solamente contiene lo esencial y no lo
accidental, no es tautológica, ni contiene términos negativos.

Según la ley de movimientos de Newton, un bien o un capital o un patrimonio entregado a una empresa que no
se ponga en movimiento, es un ente económico sin vida aparente; pero a medida que con ese patrimonio se
compra o vende un objeto, o se ponga en producción o se transforma o se invierte para obtener una renta,
surgen los hechos y los fenómenos económicos y financieros en la transacción mercantil, con los documentos,
los registros, las clasificaciones, los resúmenes, los análisis, los estados contables y financieros, lo que significa la
aparición de una dinámica económica y financiera que viene a constituir la vida de la empresa.

La empresa es un organismo esencialmente dinámico, que se ve afectada por una multitud de factores internos y
externos. Así como el cuerpo humano tiene sistemas de operación y circulación, en idéntica forma podemos
concebir el sistema operativo de una empresa, surcado por diferentes hechos económicos, los cuales se
hallan alimentados por diversidad de partículas o células económicas y por canales de riego de carácter
financiero.

La tarea de analizar, registrar, controlar y dirigir los canales circulatorios de la riqueza, solo se puede hacer con
la ayuda de la ciencia de la contabilidad. La contabilidad ha sido identificada como “el corazón de la empresa”.
Por este órgano vital cruzan todas las situaciones, ya sean del orden económico, financiero, jurídico,
administrativo, político, social y ético.

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Lo dicho anteriormente explica el por qué, la contabilidad es la ciencia que estudia la vida económica
y financiera de las empresas con el fin de administrarlas adecuadamente. No es la ciencia de la economía,
ni los economistas los que estudian estos fenómenos, sus causas y sus efectos dentro de la empresa.

La síntesis anterior, deja en claro que la contabilidad es la vida de la empresa, la que muestra los resultados
de las operaciones, y por lo tanto, es una ciencia de naturaleza económica y financiera. Su objeto‚ es el
conocimiento pasado, presente y futuro de la realidad económica y financiera en términos cuantitativos.
Su autoridad‚ se cimenta en la administración y en el control económico del patrimonio de la empresa.

Desde luego, todo lo anterior, mediante métodos específicos de valor científico, que proporcionen una
información económica financiera a todos los niveles organizacionales, bien sea en empresas públicas o
privadas. Además, satisface necesidades internas de la empresa sobre los costos y rendimientos, planeación,
organización y control de la misma, y, necesidades externas, para inversionistas, acreedores y el Estado.

Uno de los autores que más ha estudiado los temas contables ha sido Richard Mattessich. Su destacado
tratamiento de la contabilidad desde un punto de vista sintáctico o formal, y por sus formulaciones a nivel
semántico y pragmático, que unido a lo anterior, constituyen un todo perfectamente acabado y una fuente
inagotable para los estudiosos que pretendan iniciarse por el camino de la investigación contable.

Resumiendo el pensamiento de Mattessich, sobre la contabilidad, se puede decir lo siguiente:


a. La contabilidad es la vida de la empresa.
b. Estudia su naturaleza económica y financiera.
c. Permite conocer el pasado, presente y futuro de la realidad económica y financiera de la
empresa en términos cuantitativos, en todos los niveles organizativos.
d. Sus métodos específicos suponen un conjunto ordenado de hipótesis y unas precisas reglas de
funcionamiento, merced a las cuales puede alcanzar los resultados deseados.
e. La justificación final de la contabilidad la encontramos en la utilidad que presten sus
registros, su representación y los resultados económicos y, sus estados financieros elaborados
con un lenguaje propio y unas leyes y principios que rigen sus destinos decisorios.
f. La contabilidad al tener como objetivo fundamental la administración adecuada del
patrimonio, lo que persigue es la eficacia y la rentabilidad de la empresa.

2.4 El derecho a tener un universo o territorio.

Durante varios siglos la contabilidad estuvo fatalmente supeditada a confines intraspasables que señalaban sus
límites, los cuales se derivaban de haberle atribuido un objeto que no era más que instrumental y, el
haber sublimado sus dos grandes columnas del deber y el haber, simbolizantes del poder supremo de Hércules,
dios de la fuerza y de las cuentas; el culto casi divino de las cuentas, culto a la actividad contable con
solemnidad casi sacerdotal, que no permitía ir más allá, y por lo tanto se debía permanecer en el recinto
cerrado de las cuentas y en el más profundo solemne de los secretos.

Todavía hasta finales del siglo XX, no parece aún superado esos confines pasados, creyendo más en las cuentas
y sus métodos de manejarlas, en los instrumentos de representación utilizados para la información financiera
en que expresa el objeto y el universo en que habita la ciencia contable. Las cuentas y los métodos son los
instrumentos de trabajo, de investigación, de representación, de demostración, de análisis y de síntesis para
entrar en posesión de los estados financieros, los cuales entre las muchas utilizaciones son tenidos en cuenta
para la toma de decisiones.

2.4.1 El patrimonio.

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Los territorios propios de la ciencia contable, o sea el universo donde se mueven sus concepciones
científicas y técnicas, los encontramos en el patrimonio, que no es otra cosa que el cúmulo de riquezas y de
recursos financieros que se ponen a disposición de una unidad económica llamada empresa.

Para que la empresa, que es un ente dinámico, pueda alcanzar sus objetivos necesita fundamentalmente de cierta
actividad. Esa actividad se denomina acción o movimiento. El conjunto de bienes y recursos financieros en
movimiento es lo que exige la presencia de la contabilidad, ciencia que gobierna con plena autonomía la
dinámica que mueve el patrimonio de la empresa.

2.4.2 Concepto contable del patrimonio.

El patrimonio en sentido contable, al prescindir de los antecedentes jurídicos, viene a definirse como el
conjunto de bienes económicos, materiales o inmateriales pertenecientes a una unidad económica o empresa.

En este sentido existe casi unanimidad entre los tratadistas contables italianos, al definir el patrimonio, como el
conjunto de riquezas y recursos financieros pertenecientes a una persona en un momento dado, observando que
son elementos del patrimonio los bienes y los derechos apreciables en dinero, así como también las facultades aún
no tituladas por las leyes sobre los mismos.

Dentro del patrimonio contable se debe tener en cuenta el concepto de patrimonio neto, o sea el que resulta de
restar al activo, el pasivo a favor de terceros. Generalmente este patrimonio neto está formado por el capital
social más el superávit, reservas y utilidades.

2.4.3 Aspectos fundamentales del patrimonio.

El patrimonio de cualquier entidad se puede ubicar dentro de los siguientes conceptos básicos:

a. La estructura económica y financiera del patrimonio. Es el conjunto de los derechos y obligaciones que
integran o afectan el patrimonio.
b. El aspecto jurídico y dinámico del patrimonio. La entidad a la que el mismo está vinculado: el
aspecto referente a las relaciones jurídicas establecidas sobre los bienes que integran el patrimonio.
c. El fin con que el patrimonio se ve afectado: patrimonio de gestión (activo corriente) y patrimonio de
garantía (activo fijo).
d. Aspecto numérico (cuantitativo). El conjunto de elementos en que se concreta un patrimonio, los que
pueden ser especificados, atendiendo a la propia naturaleza de sus bienes como elementos económicos, o
bien, atendiendo al origen o financiamiento de los mismos.
e. El carácter informativo (cualitativo). Conocimiento del estado del patrimonio a través de información
periódica por medio de estados financieros y sus informes conexos.

Expuesto lo anterior, se tiene una visión genuinamente económica, financiera, administrativa y jurídica del
patrimonio.
a. Económica, porque hace referencia a la composición cualitativa y cuantitativa de los
bienes.
b. Financiera, por la composición cualitativa de las fuentes de financiación y sus
resultados.
c. Administrativa, porque con la información periódica a través de los estados financieros se
está evaluando la gestión aplicada al patrimonio según los fines propuestos, y,
d. Jurídica, por la referencia de los derechos y obligaciones que pueden afectar los bienes
patrimoniales.

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El estudio del patrimonio de la empresa, iniciado a través del análisis de las cuentas, de los balances
periódicos y de las rendiciones de cuentas, desembocó mas tarde en el complejo campo de las investigaciones
de naturaleza patrimonial dando como resultado la existencia de una contabilidad cuyo radio de acción es el
patrimonio de la empresa, considerado desde el punto de vista estático, dinámico, cualitativo y cuantitativo, y
cuyo fin es la administración económica de dicho patrimonio.

2.4.4 Fenómenos económicos y financieros de la empresa.

La ciencia de la contabilidad estudia los fenómenos de las transacciones, y las causas y los efectos económicos
de la empresa. En la misma forma lo hace con los fenómenos y hechos financieros de la misma. Las normas
que rigen la administración del patrimonio de las empresas son leyes de contabilidad codificadas, o normas
contables que han recibido la investidura legal.

La movilización y la dinamización de ciertos bienes y elementos que sumados a los aportes financieros
constituyen la raíz común de las finanzas que maneja y controla la contabilidad para crear mas riqueza. En este
ámbito o territorio se mueve la administración financiera del patrimonio de las empresas.

Desde los primeros tiempos, la contabilidad ha tenido como centro de sus investigaciones los patrimonios de las
empresas y a través de los tiempos, ha organizado las inversiones o ha previsto los medios para obtener las
financiaciones. Se ha ocupado de determinar los costos, los ingresos y los resultados económicos, financieros
y patrimoniales en las empresas. Ha contemplado los patrimonios en su constitución, gestión, transformación,
liquidación, fusión, cesión, y escisión.

En resumen, la contabilidad se ha ocupado siempre de los fenómenos patrimoniales de los entes económicos y
así mismo se ha dedicado a expresar, a representar, a seguir en sus más salientes manifestaciones a través del
rico y cada vez más extenso material que va desde los inventarios a los instrumentos y a los métodos de
representación de la dinámica patrimonial en sus diversos aspectos, a las rendiciones de cuentas y
balances, a las innumerables formas de análisis utilizadas y a las síntesis necesarias para el estudio de los
fenómenos objeto de su investigación. Es sin duda una verdadera ciencia dedicada al estudio de la economía de
la empresa.

2.5 El derecho a unos objetivos del sistema de contabilidad

Gran cantidad de objetivos rodean la razón de ser de la contabilidad:

El primer objetivo que cumple el sistema de contabilidad, es la representación por medio de las
cuentas. Por medio de ellas conocemos la situación de cada elemento patrimonial, y mediante el balance, la
situación del conjunto de elementos patrimoniales en los distintos aspectos que en el mismo interesa distinguir.

Otro objetivo primario del sistema de contabilidad consiste en conocer el camino o el modo como llega a
concretar determinada situación patrimonial. La contabilidad para el logro de este fin
realiza una verdadera historia económica y financiera de la empresa, destacando los elementos que
han intervenido en la transacción mercantil. Para obtener estos objetivos, la contabilidad utiliza diversos sistemas,
métodos, técnicas y procedimientos.

La escuela anglosajona ha sido renuente a darle a la contabilidad como objetivo fundamental el estudio de la
economía de la empresa, la redujo a una simple información financiera. A esta escuela sólo le interesó obtener
información útil para los dueños, para los gerentes de las empresas y a los acreedores, y más tarde a los
accionistas.

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Lo relacionado con el problema de la determinación de los precios, la distribución de los bienes, los costos
de producción, los efectos de las operaciones sobre la economía, lo consideraron como función de los
economistas. Tan sólo a mediados del siglo XX, esta escuela empezó a pensar en la influencia de la teoría
económica en la contabilidad.

Inicialmente, las discusiones sobre los costos de producción lo hacían los economistas, hoy es un campo
propio de la contabilidad. Igualmente sucedía con la valoración del activo y el amparo de riesgo con el
pasivo, hoy estos fenómenos se encuentran en el universo de la contabilidad.

Las grandes diferencias que existían entre rendimiento, riqueza, ingreso y capital entre la concepción
económica y la contabilidad, hoy han desaparecido y el perfil económico y financiero de estos conceptos los ha
impuesto la ciencia contable. Por eso, los aspectos del análisis del costo marginal, los conceptos del
mantenimiento del capital y de las utilidades, lo mismo que lo relativo a los ajustes del nivel de precios, son
problemas y fenómenos que le son propios al ámbito de la contabilidad. Sobre estos aspectos las
investigaciones teóricas de la contabilidad está llegando a conclusiones racionales y en buen camino para fijar
principios y leyes generales.

2.6. El derecho a una normatividad

El conjunto de postulados o supuestos básicos, objetivos, principios generales, normas de la contabilidad, normas
legales, las leyes económicas aplicables a la contabilidad y su filosofía, forman el marco general de la
normatividad de la ciencia de la contabilidad.

2.6.1 Los postulados de la contabilidad

Las definiciones más pertinentes de postulado parece ser: Una proposición ofrecida como base o punto de
partida de algo con la pretensión de que se dé por aceptada o como axiomática o una hipótesis o supuesto
fundamental.

Los postulados son normativos por su formulación, esto es, prescriben qué es la contabilidad, qué debe hacer la
contabilidad o cómo debe hacerse la contabilidad, deben expresarse explícitamente en vez de suponerse por
consentimiento o acuerdo general. Exigen la máxima cantidad de apoyo para determinar su validez. Toman
diferentes nombres según la normatividad de cada país. Por ejemplo en Colombia se le denominaban Conceptos
Básicos en el Decreto 2649.

Los postulados son supuestos básicos o proposiciones fundamentales concernientes al medio económico,
político y sociológico en que tiene que operar la contabilidad. No es necesario que los postulados sean ciertos,
ni siquiera realistas como dice Eldon S. Hendriksen, quien Se preocupa por concretar el significado del término
postulado, al que define como supuestos básicos sobre los que descansan las restantes elaboraciones
conceptuales.

2.6.2 Las normas de la contabilidad

Una norma, es la regla que determina las condiciones de ejecución de una operación.

Cuando los postulados, los principios generales y las leyes de la contabilidad se elevan a disposición legal,
aparece la norma jurídica contable, la cual constituye el comienzo de un ordenamiento de las actuaciones en
materia de contabilidad que deben observar y cumplir las empresas y los profesionales de la contaduría
pública.

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La mayoría de los países latinos han elevado a normas legal los postulados básicos o principios generales, hasta
las mismas leyes de la contabilidad, han sido trasladadas a normas legales. En cambio, los países anglosajones
no son amigos de esta modalidad, sino que los principios y las normas contables son expedidas por las
autoridades de la profesión como de aceptación general.

La reglamentación de las normas de contabilidad, se expidió en Colombia, en el año de 1986, en razón del
deterioro de la ética de los empresarios, de algunos profesionales de la contaduría y de la sociedad en general que
se manifestaba a través de los balances de las empresas, elaborados sin respetar los principios y las leyes de la
contabilidad, amañados a los intereses particulares y en detrimento de las cargas tributarias.

Sin embargo, el hecho de que cualquier contabilización de operación o transacción esté regulada por una
disposición legal, no es bueno, ni es aceptable, por la razón de que toda norma, todo principio, toda ley
contable es el fruto del estudio, de la investigación y de la práctica por parte de las autoridades de la profesión y
de la profesión misma, que cambia en la medida en que avanza el conocimiento y su aplicación depende más del
criterio profesional que de la norma misma. Sería lo mismo como si el Estado se abrogara el derecho a
normalizar cómo deben actuar los médicos en las intervenciones quirúrgicas, cómo deben hacerla y cómo
presentar sus resultados.

Vale la pena señalar que las normas, los principios y las leyes de la contabilidad, no son propiedad de los
empresarios, ni de los contadores, ni del gobierno. Son fenómenos propios de la ciencia contable y del bienestar
común de la sociedad. La sociedad a la cual pertenecemos se le debe respetar, defender y enaltecer, lo
contrario es propender por su anarquía y su destrucción.

3. LAS LEYES DE LA CONTABILIDAD

3.1 Conceptos generales

La contabilidad como ciencia está regida por leyes. Ellas gobiernan los movimientos económicos y
financieros de la empresa. Sin duda, con esto se precisa la orientación de las
investigaciones de la contabilidad como ciencia, hacia la conquista de las más altas verdades, de las cuales,
precisamente, los principios, las normas y las leyes constituyen la cumbre de la teoría de la ciencia contable.
Cuando no se cumplen a cabalidad las leyes, las normas y los principios de contabilidad, sus resultados carecen
de valor científico, y sus consecuencias muy pronto se verán reflejadas en resúmenes,
análisis, informes y conclusiones contrarios a la realidad financiera y económica de la empresa.

Las leyes contables constituyen la máxima expresión científica de la contabilidad. La ciencia de la


contabilidad gira en el pensamiento abstracto, es decir, es una abstracción de la mente humana que tiene una
representación a través de la información financiera, y como sistema de conocimiento
científico persigue estructurar todos sus elementos como verdades de la razón.

Hagamos un breve resumen de las principales leyes de la contabilidad propuestas por la escuela latina en 1837, y
aún vigentes porque no han sido derogadas por la profesión, es más son de aplicación permanente en las
actuaciones profesionales de los contables :

3.2 Ley del equilibrio contable

“La Ley del equilibrio contable consiste en que los resultados económicos y financieros
de una empresa deben provenir de los registros contables de las operaciones, en donde unas cuentas son
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afectadas por el debe y por esta razón otras cuentas tienen que ser afectas por el haber. Los resultados
netos de estas cuentas deben conformar el Balance enmarcado en un cuadro en donde los saldos
débitos forman el activo y los saldos créditos forman el pasivo”.

Los seres humanos basan el concepto de comercio en el intercambio de bienes y servicios. Cuando una persona
recibe una cosa, otra persona entrega otra cosa. Este fenómeno se conoció como el trueque. En las
operaciones de compra y venta, existe un comprador y necesariamente debe existir un vendedor. Este
fenómeno en contabilidad se conoce como Ley de la dualidad, establecida por Lucas de Paciolo, en 1494, en
su primer tratado de contabilidad que se llamó “método de la doble enrada”, y con posterioridad “El Método
de la partida doble”.

Es de suponer, que aplicando la Ley de la dualidad a las transacciones mercantiles, y buscando un control o
un equilibrio entre los entes que intervienen en las operaciones comerciales, se llegó a la conclusión de que
quien recibe “debe” y quien da obtiene un “haber”. En otras palabras, quien recibe aumenta y el que entrega
disminuye, de que el “debe” suma y de que el “haber” resta.

Se percataron de que en una transacción el valor positivo se registraba debitando una cuenta y de que su
valor negativo se obtenía abonando otra cuenta. Reconocieron de que si existía un valor positivo tiene que
existir un valor negativo. Constataron que la suma de signos positivos (débitos) era igual a la suma de los
signos negativos (créditos), o sea, que el equilibrio contable era igual a la igualdad matemática.

Comprobaron que al colocar dos columnas verticales, una con el debe‚ y la otra con el haber‚ el asiento de
contabilidad que movía las cuentas mostraba a las claras una anotación doble, o sea que si una cuenta se
colocaba al lado izquierdo, debito‚ con una cantidad, esta misma cantidad debe registrarse al lado derecho con
el crédito‚ de otra cuenta. Así, el debe al lado izquierdo no tenía sentido, ni significaba nada, sino tenía por
contraposición el crédito colocado en lado derecho. Con este método aparece el cuadro y el control sobre las
cuentas, pues la suma de la columna de los débitos tenía que ser igual a la suma de la columna de los créditos.

Otra conclusión que se obtuvo fue que evidentemente se llevaba doble registro contable, una para el propietario
y otra para las terceras personas que tenían negocios con el propietario. Cuando estas terceras personas
llevaban también contabilidad, nacía un control automático entre las dos contabilidades.

Como es sabido, el Balance es un producto de la ley del equilibrio contable, en él se muestra la situación
general de la empresa: por una parte, figuran todos los recursos financieros con que cuenta, aparecen todas
sus obligaciones, así como en la otra, la totalidad del activo de que dispone para ser frente al pasivo.

Cuando estas dos manifestaciones del Balance no han sido fruto de las cuentas, movidas por debe y el haber, no
pueden ser iguales (cuadrar), ni sus magnitudes de valor, ni balancear sus resultados, ya que el fundamento
científico de la Ley del Equilibrio Contable es la igualdad de las transacciones. Por ello, para que se cumpla
el proceso contable al iniciar un negocio cuyas cuentas son afectadas unas con el debe‚ y otras con el haber, se
tiene que efectuar un primer asiento debitando la cuenta de Efectivo con abono a la cuenta de Capital
(si el aporte inicial es en efectivo). Sin este asiento de apertura el sistema de contrapartida no puede operar, ni
funcionar.

También de esta ley nació la doctrina contable destinada a dar explicación al concepto de “cuenta”
y de porqué de su funcionamiento. La cuenta-valor tuvo su origen en la ley del equilibrio contable para
establecer la igualdad entre los dos valores monetarios, positivos y negativos, o sea la igualdad entre el activo
y el pasivo del balance. Cada cuenta desarrolla una dinámica propia, la cual no sólo es manejada y controlada
por la ley del equilibrio, sino que sus resultados también lo son.

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De esta Ley del Equilibrio Contable, también, nació la “Ecuación del Balance”: Activo menos pasivo es igual
al patrimonio neto: X - Y = P, es una ecuación de primer grado cuya solución tiene un valor determinado.

Aquí vale la pena recordar que la Ley del Equilibrio Contable es una aplicación del principio físico de los
contrarios que trasciende a la ley de la dualidad, la cual explica el origen y naturaleza del universo por la acción
de dos esencias o principios diversos o contrarios. En otros términos, considera el Universo como formado y
mantenido por el concurso de dos principios aunque contrarios son igualmente necesarios y eternos para su
existencia. La Ley de la dualidad es un principio fundamental para la existencia del universo que pocas veces la
tenemos en cuenta para gobernarlo y procurar su coexistencia de las cosas que hacen parte de la existencia del
planeta tierra.

3.3 La Ley del Costo Histórico

“Las operaciones y los hechos económicos que la contabilidad cuantifique se registrarán al costo de
adquisición más los gastos y las mejoras necesarios para poner los bienes en condiciones de
utilización o cambio”.

Igualmente se puede argumentar que el costo histórico corresponde al valor de la moneda corriente en el
momento de realizarse la transacción mercantil. El término “valor” se determina por las fuerzas del
mercado, o cuando menos mediante una transacción de libre competencia negociada.

La base para valorar el activo es el costo de adquisición, sea cual fuere su valor real o comercial. La razón
para preferir el precio del costo de adquisición sobre el valor real o comercial se basa en la naturaleza indefinida
del valor, el cual es considerado como una cualidad, como un concepto subjetivo que nace como consecuencia
de la satisfacción personal que ofrece el bien, llamado valor de uso. El valor es a veces el reflejo de una
opinión según el estado de ánimo que tenga el sujeto que lo fija.

El costo constituye un hecho histórico, no es un hecho subjetivo, no es una opinión. La base del costo histórico
ofrece la ventaja de mostrar en los balances lo que la administración pagó al adquirir y adecuar las
distintas partidas del activo. Y, lo continua reflejando al sumársele la perdida del poder adquisitivo a través
de los avalúos técnicos periódicos para determinar el valor de los servicios futuros, a precios corrientes. Es
decir, el costo histórico es actualizable y no por ello pierde su esencia de ser el costo histórico. Pero, este
fenómeno se debe reflejar en la contabilidad a través de registros separados y su
presentación debe producir estados financieros económicos combinados, de tal manara que haya una
identificación clara e inequívoca del valor inicial histórico de los bienes más los ajustes por avalúos técnicos
realizados.

La ley del costo histórico está fundamentada por la identidad del bien, en el tiempo y en el espacio, su validez se
ampara en su aspecto jurídico y en una medición y evaluación histórica que es imprescindible para el estudio
de los estados financieros y económicos de la contabilidad. De ahí, que no es fácil su alteración, su
modificación o su reemplazo. El registro contable es un hecho histórico muy difícil de hacer desaparecer.

3.4 La Ley de la Causación

“Para que una operación y transacción comercial se pueda contabilizar a través de un registro, tiene que
previamente causarse o realizarse y por lo tanto producir un cambio en el activo, pasivo o patrimonio
de la empresa”.

La causa del registro es la razón o el motivo que produce el efecto. Para que se haga una cosa en razón, requiere
una causa adecuada.

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En el aspecto contable, la causación tiene que tener una fundamentación válida. Se consideran causados los
hechos económicos y financieros cuando se han adquirido derechos y asumido obligaciones, así no se haya
efectuado su pago. o cuando han ocurrido hechos económicos o financieros de origen interno o externo que
afecten el patrimonio del propietario.

También existen casos en que las transacciones comerciales se causen y no necesariamente se convierten en
dinero, como cuando se recibe un bien en pago de otro o cuando las obligaciones se extinguen por medio
diferente al pago, como la compensación, la remisión (perdón), la dación en pago que correlativamente implica
la extinción del derecho de la parte acreedora. En estos eventos, así se presenten cambios sucesivos de los
derechos personales o reales, siempre existirá la causación independientemente de la realización. No
obstante, existen casos en que la causación y la realización son una misma cosa, como en las ventas de contado.

Sin embargo, el origen y la causa de toda transacción comercial se basa en la realización del hecho económico o
financiero de verdad. Este aspecto conceptual es lo que le da objetividad a la contabilidad, pues la hace
verificable. Esta ley fue la que abolió la contabilidad de caja, tan en boga en la antigüedad y en el periodo
medieval, convirtiéndose en la época moderna en un instrumento digno de fe y de credibilidad.

La Ley del Costo Histórico y de la Causación, hicieron que la información económica y financiera que
produce la contabilidad, estuviera enmarcada dentro de unos parámetros estrictamente jurídicos. Así, toda
representación y valorización contable está sustentada sobre hechos o sucesos que, para efectos legales,
puedan ser considerados como prueba, ya que la expresión del patrimonio en términos cuantitativos no puede
apartarse del concepto jurídico del mismo. Por esta razón la ciencia jurídica desde la época de Napoleón elevó
a plena prueba los libros de contabilidad del comerciante.

Las leyes contables del equilibrio, del costo histórico y de la causación convirtieron a la contabilidad en un
método científico para analizar operaciones y sistemas, así como para medir los resultados que producen esas
mismas operaciones.
3.5 Ley de la objetividad.

“Los cambios que se produzcan en las respectivas estructuras económica y financiera de las empresas y
los correspondientes efectos relacionados, no serán formalmente reconocidos en cuentas sino hasta
cuando dichas variaciones puedan ser medidas en términos objetivos”.

Las Leyes contables del equilibrio, el costo histórico y la causación, construyeron el aspecto conceptual más
importante de la contabilidad, cual es la Objetividad que debe tener la información económica y financiera de la
empresa. Constituyen la columna vertebral de la contabilidad. Si sus ordenamientos se cumplieran, posiblemente
sobrarían las otras leyes y el sin número de principios de contabilidad de que se ufana la escuela anglosajona.

“La Objetividad es ante todo imparcialidad, independencia, veracidad, fidelidad y equidad, neutralidad y justicia,
esto es, que tanto la información financiera como las actuaciones contables deben estar libres de todo
prejuicio, sesgo o subordinación. Desde luego, enfatizando en la evidencia verificable como prueba de la
verdad”.

La ley Objetividad le permitió a la contabilidad entrar dignamente al estadio olímpico de las ciencias.

La objetividad corresponde a la existencia real del objeto, representa ante todo imparcialidad y actuación sin
prejuicios, conocimiento esencial y total del objeto de tal manera que se permita su interpretación sin deformar su
realidad.

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La objetividad en el ámbito de la contabilidad, indica que esta debe reflejar fielmente las operaciones realizadas
según se esencia para garantizar que la información suministrada por los estados financieros se ajustan a la
realidad económica.

3.6 Ley de los Balances

“Un balance debe servir para diversos fines, pero entonces es necesario que estos sean compatibles entre
sí. Si no lo son, deben redactarse distintos balances para la misma empresa”.

El Balance debe estar identificado con una filosofía en su significado, en su contenido y en sus fines. Las
cifras que muestran sus resultados deben ser expresadas teniendo en cuenta el mismo conglomerado de datos.

El fin de un Balance es presentar el resultado del proceso contable con lo cual se identifica, se mide y se
comunica una información financiera para emitir juicios y tomar decisiones económicas por parte de los
interesados en conocer la verdadera situación de la empresa. Si el fin del balance es otro, lo indicado es elaborar
otro Balance para satisfacer tal finalidad. Por ejemplo: si lo que se persigue es evaluar la eficiencia de la
gerencia, se hará un Balance de Resultados o Pérdidas y Ganancias. Si lo que se persigue es conocer la
verdadera situación económica de la empresa en una fecha determinada, pues se tendrá que elaborar un Balance
Económico, basado no sólo en costos históricos, sino a precios actualizados y a costos de reposición. Si se trata
de liquidar una empresa, lo indicado es producir un Balance General, que sirva a tal propósito, de liquidación.

3.7 Ley de la Inflación del capital

“Siempre que en una empresa en funcionamiento, intencionalmente sobrevalore el activo o subvalore el


pasivo, se aumenta ficticiamente el capital o se forman resultados ficticios”.

La sobrevalorización ficticia e intencional de un activo tiene como consecuencia el incremento también ficticio en
una cuenta de patrimonio o la cuenta de resultados. Al inflarse el patrimonio ficticiamente se inflan o hinchan las
acciones o partes de interés social en que se divide el capital. Cuando se presenta este fenómeno se dice que las
acciones están “mojadas” y se hace necesario “secarlas” para reflejar una situación normal.

El agua puede eliminarse por cualquier procedimiento por el cual se haga desaparecer la sobrevaluación del
activo y, por ende, del capital contable.

La subvaluación ficticia o intencional de un pasivo trae como consecuencia un incremento ficticio del patrimonio
a través de resultados o ingresos.

3.8 Ley de las Reservas Ocultas

“Cada vez que en el capital contable de una empresa en funcionamiento se subvaloren intencionalmente
los activos o se subrevaloren los pasivos, se forman siempre reservas ocultas”.

Existe una reserva oculta siempre que el capital contable que se muestra en el balance esté subvaluado. Puede
crearse una reserva oculta o secreta por algún medio que subvalúe al activo fijo o infle el pasivo.

La subvaloración de activos o sobrevaloración de pasivos implica una disminución del patrimonio del ente
contable. Este fenómeno se conoce como las reservas ocultas en el patrimonio. El patrimonio refleja un menor
valor del valor real económico de los bienes.

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Las reservas secretas pueden crearse intencional o involuntariamente. Las provisiones por agotamiento,
depreciación, cuentas incobrables y otras operaciones llamadas de ajuste de provisiones se basan en estimaciones
a criterio de quien las hace. Si la estimación es excesiva, se inflan los gatos, las utilidades y el capital contable se
subestiman, creándose la reserva secreta. Aun cuando las estimaciones se hagan en la forma más cuidadosa
posible, pueden desarrollarse reservas secretas, por cuanto estas son el resultado de juicios subjetivos sometidos
a las circunstancias del momento al reflejar los valores estimados de los activos.

Al ser descubierta la reserva secreta, no importa cual fuese el resultado de actos deliberados o involuntarios,
debe eliminarse mediante una adecuada corrección de las cuentas.

3.9 Ley de la Inmovilización financiera anormal

“Si un patrimonio en funcionamiento se financia con fondos afectos a fuentes transitorias,


o sea, créditos de financiamiento de corto plazo, para inversiones a vencimiento de más largo plazo,
o a una realización posterior a aquella en que la correspondiente financiación debe ser liquidada,
se forma siempre una inmovilización financiera anormal”.

Las inversiones de corto plazo deben ser financiadas con fondos propios o excedentes de tesorería, y si son
financiadas con créditos de corto plazo, estos deber ser por lo menos a un vencimiento en tiempo superior al
tiempo de recuperación de la inversión realizada. Si es lo contrario, se produce una inmovilización financiera
anormal, llamada así porque al vencerse el plazo para cancelar el pasivo no se tienen los recursos disponibles para
su cancelación.

Por otro lado, las inversiones de largo plazo deben financiarse con recursos de largo plazo para evitar que se
produzca la Inmovilización financiera anormal. En este caso, los vencimientos deben calcularse teniendo en
cuenta las recuperaciones y rendimientos de la inversión.

3.10 Ley de la liquidez del capital en funcionamiento

“Si en un patrimonio en funcionamiento, las financiaciones destinadas a vencimientos más o menos a


mediano plazo, se destinan a alimentar inversiones patrimoniales de vencimiento a más corto plazo que
aquellas a que se destinaban, se asegura una continua liquidez al propio patrimonio en funcionamiento”.

Se dice que un ente económico tiene liquidez cuando dispone de recursos para pagar sus obligaciones normales.
Esto se logra cuando se hace un buena planeación de operaciones de tal manera que se generen recursos en el
menor tiempo posible, o por lo menos antes de los vencimientos de los créditos obtenidos, de tal manera que se
disponga de la liquidez necesaria al momento de cancelar los pasivos generados.

En este sentido, la ley de la liquidez se manifiesta y se demuestra cuando se realizan proyectos de inversión a
corto, mediano o largo plazo, debidamente planeados para asegurar la liquidez necesaria disponible para cancelar
las financiaciones obtenidas a su vencimiento.

3.11 Ley de la Obsolescencia

“Cuando una inversión patrimonial en una inmovilización técnica, material o inmaterial, o en un bien
en renta, es superada por otros bienes que pueden tolerar en el mercado menores gastos de inversión o
de producción o mayor resultado, dichas inversiones quedan afectadas de envejecimiento económico y se
convierten en obsoletas”.

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Desde el punto de vista económico y financiero, la vida útil de un bien de consumo o de un bien de capital,
disminuye debido a un cambio económico o al avance tecnológico.

La obsolescencia es diferente a la depreciación, pues esta consiste en el deterioro físico del bien por su uso o
paso del tiempo. Los activos que se destinan a la producción o prestar algún servicio se desgastan por motivos
del servicio y el trabajo realizado, pierden eficiencia o el rendimiento merma con el transcurrir el tiempo, se dice
que padecen desgaste que finalmente dejan el bien sin valor. Este desgaste se mide a través de la depreciación.

La obsolescencia se presenta como resultado del surgimiento de bienes de mejor calidad, mayor aceptación y
rendimiento, o menor costo, cuya aparición hace antieconómico seguir produciendo con los antiguos bienes de
capital o continuar consumiendo los mismos bienes. Este fenómeno se denomina también deterioro de los
activos.

La obsolescencia o deterioro puede deberse a diferentes causas, aunque todas ellas tienen un trasfondo
puramente económico; como por ejemplo:

1. Encarecimiento de la producción al tratarse de series cortas y por lo tanto la falta de repuestos


adecuados.
2. La fabricación y construcción de equipos mejorados con capacidades superiores a las de los
procedentes, como consecuencia de las actividades de investigación y desarrollo.
3. Los nuevos mercados o tecnologías sustitutivas, en las que la opción de los consumidores
puede fácilmente polarizarse a favor de una de ellas en detrimento de las restantes.
4. Puede ser el producto de la estrategia del fabricante para mantenerse en el mercado.

3.12 Ley de la Consolidación Financiera

“Cuando se transforman deudas de corto vencimiento en deudas a largo vencimiento amortizables o no,
se produce una consolidación financiera”.

La ley de la consolidación financiera fija una concepción ideal de manejo financiero para los entes económicos.
Esta ley tiene básicamente dos aplicaciones prácticas: La primera consiste en convertir pasivos, de corto o largo
plazo, en patrimonio mediante la emisión de acciones; y segunda, convertir pasivos de corto plazo a un plazo
superior. Cualquier otra operación en el mismo sentido es válida para lograr la consolidación financiera.

3.13 Ley de las variaciones Patrimoniales

“Las variaciones patrimoniales aumentativas originadas por aumentos de activos o por disminución de
pasivos, produces ingresos. Las variaciones patrimoniales disminutivas, originadas por disminuciones de
activos o por aumento de pasivos producen gastos o perdidas”.

Un aumento de valor de un activo, por revalorización interna o externa a valor de realización o de mercado
produce un efecto sobre el patrimonio de carácter incremental. Igualmente, cuando se disminuye o cancela un
pasivo por cualquier motivo, su efecto es el incremento del patrimonio a través de ingresos. De la misma manera,
la disminución del valor de un activo o el aumento de un pasivo afecta los gastos o pérdidas.

Las variaciones patrimoniales tienen origen en las revaluaciones que periódicamente realiza la empresa en
cumplimiento de la normatividad contable vigente.

3.14 Ley de los Resultados Económicos obtenido

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“La venta de mercancías, productos o de servicios económicos realizada en un ejercicio determinado,
proporciona resultados a tal ejercicio. La colocación de capitales financieros y no financieros, proporciona
resultados a un ejercicio en razón al tiempo transcurrido y origina, si el precio del servicio se extiende al
menos a dos ejercicios, predescuentos o redescuentos respecto al ejercicio del cual se determina el
resultado económico”.

Es un hecho que la venta de mercancías o bienes, la prestación de un servicio, el intercambio de bienes, producen
ingresos que incrementa el patrimonio de la entidad, que deducidos sus gastos y costos, producen utilidad, que
afectan al patrimonio. Las inversiones deben producir rendimientos que afectan el resultado económico.
Cualquiera que sea la actividad emprendida por un ente económico, sea este con ánimo de lucro o no, tiene una
rentabilidad que justifica sui vigencia o supervivencia.

3.15 Ley del Movimiento Circulatorio de la Riqueza

“El potencial económico y financiero de una empresa se unen entre sí para producir la aceleración del
movimiento circulatorio, en razón directa de las sumas de sus masas e inversa del volumen o importancia
de los elementos circulatorio”.

El potencial de rendimiento de una inversión está directamente relacionado con la actividad circulatoria de la
inversión. En bienes de alta rotación (bienes de consumo), el rendimiento económico es regularmente bajo. En
bienes de baja rotación, (bienes de lujo), el rendimiento económico es regularmente alto. El potencial de riqueza
es directamente proporcional al movimiento rotatorio de los bienes.

3.16 Ley contable de los Residuos

“Suprimir de un fenómeno la parte que por anteriores inducciones, se sabe que es el efecto de
antecedentes determinados, y el fenómeno que queda (residuo) será el efecto del antecedente que
permanece”.

Por ejemplo, en el fenómeno del costo, antes se estudiaba por los contadores teniendo en cuenta el concepto del
costo elaborado por los economistas, por lo que eran elementos del costo también los rendimientos del capital
involucrado o invertido en el proceso de producción. Este rendimiento era objeto de representación contable y se
presentaba de ordinario como un cargo a costos de producción. Esto originaba, para algunas empresas que tenían
inventarios al final del ejercicio, resultados que no correspondían a la realidad de los negocios, es decir, daban
beneficios no reales que los empresarios debían extraer de los repartos de utilidades, por cuanto eran interese
figurativos no reales.

Al eliminar los rendimientos del capital como costo de producción, el beneficio calculado se hace mas real y es
afectado por los fenómenos residuales involucrados en los bienes producidos.

3.17 Ley de las Variaciones Concomitantes

“Un fenómeno que varía de una determinada manera cada vez que otro fenómeno varía de la misma
manera, o es una causa o es un efecto de este fenómeno o está con él ligado por medio de alguna relación
de causalidad”.

Por ejemplo, cada vez que se entregan títulos en garantía de un préstamo, en relación con el patrimonio de la
empresa que efectúa la entrega, se forma una inmovilización financiera y cada vez que se extingue y vuelven a la
empresa los títulos, cesa la inmovilización. Del mismo modo, destinando fondos extraídos de operaciones de

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corto plazo a operaciones activas de plazo más largo de vencimiento, se forma también una inmovilización
financiera.

4. EL DERECHO A UNA FILOSOFÍA DE LA CONTABILIDAD

4.1 Concepción básica.

“FILOSOFÍA”. Grandiosa palabra que viene del griego: “Philo” y “Sophia” significa amor a la sabiduría. El
filosofo es el amante de la filosofía. La filosofía es el saber sobre todas las cosas, es el conocimiento de todo.
Muchos conocimientos al correr de los tiempos se volvieron ciencias y se fueron separando del tronco primitivo
del saber que lo era la filosofía.

La filosofía en sus orígenes se dividió en dos grandes partes: una, en donde se estudia todo lo que existe y la otra
que estudia el conocimiento de todo lo que existe. La primera es la “ontología”, o sea la teoría de los objetos
conocidos y la segunda “gnoseología”, de gnosis sapiencia, o sea el estudio de los conocimientos de los objetos
conocidos. La filosofía es, pues, la expresión del conocer general.

La teoría del conocimiento es un producto de la filosofía y para llegar a él, creó sus métodos, sus principios y sus
leyes, con el fin de establecer la verdad. Esto quiere decir, que antes de pasar a formular cualquier afirmación o
negación de un fenómeno o problema, hay que plantear la verdad fundamental a través del conocimiento.

El conocimiento de la contabilidad forma parte de la filosofía, al convertirse en ciencia que pasó a ser dirigida por
su propia filosofía, la cual le ha servido para formar su propio perfil, su imagen, su efigie. Por eso su filosofía
estudia sus orígenes, su universo o territorio, sus límites, sus objetivos y sus posibilidades de ser siempre
independiente. .

La filosofía no puede encerrarse en una fórmula única, puesto que su objeto es la investigación infinita. Sin
embargo, no ocurre así con las ciencias positivas y experimentales, las cuales exigen su ubicación, determinar su
territorio, precisar su universo, de lo contrario de presentaría una confusión en la determinación de sus límites, lo
que traería perjuicios para el propio desarrollo de cada ciencia.

Cualquier grupo homogéneo de fenómenos constituye el objeto de una ciencia. Por lo tanto, la contabilidad
como ciencia, tiene por objeto de estudio un grupo homogéneo de fenómenos que afectan el patrimonio de
las personas naturales y jurídicas. El determinar cuáles son estos fenómenos es tarea propia de la filosofía de
la contabilidad

Como problema filosófico, la contabilidad se ocupa de hacer comprender que como ciencia tiene que estudiar un
orden de fenómenos y que estos son siempre, desde el comienzo de los tiempos, los fenómenos económicos y
financieros lo que vino a facilitar la administración de la empresa.

4.2. La ciencia y la Filosofía de la Ciencia Contable.

Cada ciencia, y por consiguiente también la contabilidad, tiene una filosofía, ya que, bajo cierto aspecto,
cualquier ciencia es filosofía. En efecto, ni hay duda de que exista una actuación científica que se desarrolla en el
interior de cada ciencia sobre la base de premisas y de conclusiones aceptadas pasivamente; y existe además, la
verdadera y propia investigación científica que lleva a cabo el hombre de ciencia en cuanto plantea el problema
de su ciencia y fija los puntos fundamentales de la misma destinados a arrojarlos sobre su destino. Pero hay más,
cundo se mira a la ciencia desde el interior de una experiencia concreta que aspira a un radical sistema orgánico,

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resulta evidente la identidad de las posiciones espirituales y se derrumba el mito de una ciencia distinta de la
filosofía.

Cuando se habla de una ciencia determinada se entiende como filosofía de dicha ciencia, lo que se refiere a su
posición en el conjunto de las ciencias, a su objeto, a su justificación incluso, y así se habla de la filosofía de la
Zoología, de la Física, del Derecho, de la Economía, etc.. De igual modo, puede hablarse de filosofía de la
contabilidad.

La filosofía de la contabilidad existe indudablemente. La contabilidad como ciencia tiene una filosofía propia que
no es sino aquella que tiene por objeto el porque de la existencia de esta ciencia, su territorio, su problemática, y
especialmente el problema epistemológico, esto es, el que se refiere a las fuentes, los fundamentos, los métodos
de desarrollo, los criterios de control de los conocimientos que se consideraban ciertos o aptos para llegar a ser
el campo de la ciencia y por ello, el problema crítico que existe en las raíces de toda ciencia y saber.

4.3. El Problema del objeto y el fin de la Filosofía de la Contabilidad.

Ante todo, la filosofía de la contabilidad se propone examinar el problema de su contenido, es decir, de su objeto
y de su fin, así como de sus relaciones con las demás ciencias.

La contabilidad es la ciencia que estudia los fenómenos y los hechos económicos, financieros y administrativos de
la empresa. Con esto se busca identificar o delimitar el territorio propio de la contabilidad.

La filosofía de la contabilidad nos orienta y guía para conseguir los modos uniformes para conducir los
fenómenos, modos que se expresan por medio de síntesis de donde dimanan como un manantial inagotable, los
principios y las normas de acción y aplicación de la ciencia contable.

La filosofía de la contabilidad, al igual que la filosofía de cualquier otra ciencia, somete a una dura crítica las
distintas doctrinas, ofrece a su investigación el mundo de los fenómenos y de las causas, sin detenerse en el de las
formas o el de los instrumentos. Con esto se busca rescatar y reivindicar el territorio y sus objetivos propios para
la contabilidad, algunos de ellos adjudicados a otra u otras ciencias. De ahí la importancia y la trascendencia de
los investigadores contables que no se conformaron en averiguar el porqué sino que investigaron el cómo de la
contabilidad.

La filosofía de la contabilidad se enfrenta no solo con el problema de cómo debe entenderse la contabilidad, sino
también aclarar los problemas que se derivan, que brotan del planteamiento filosófico de los temas
fundamentales, aparte del problema de su objeto y su fin. Y, ante todo, se enfrenta necesariamente con el
problema del objeto de la contabilidad. Ante todo, es tarea propia de la filosofía de la contabilidad, el investigar
y el determinar el territorio común, extender sus fundamentos hasta que en ella quede comprendida toda la
fenomenología que de aquel territorio puede brotar.

Como ciencia aplicada, se enfrenta en todo momento con la realidad en continuo desarrollo, por lo que es más
vasta y compleja su tarea.

La filosofía de la contabilidad debe obrar y, así lo hace, como una especie de catalizador en el desarrollo de la
ciencia, su aplicación y su progreso. La filosofía nos ayuda a ejercitar el entendimiento contable y a derrotar la
delgadez de la esperanza científica de la contabilidad. La filosofía nos ayuda a comprender los fenómenos que
surgen del endógeno y el exógeno del patrimonio en su proceso evolutivo.

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Evidentemente, la contabilidad tiene un territorio propio, un fin, tiene sus leyes, actúa en las investigaciones con
métodos propios, aplica los resultados de sus trabajos y de sus principios a los fenómenos de que se ocupa en la
vida de las empresas, y tiene un instrumental propio que va perfeccionando y enriqueciendo cada vez más.

Por otra parte, actúa como cualquier otra ciencia en la investigación y en la conquista de la verdad, pero, como
ciencia de aplicación, se enfrenta en todo momento con la realidad en continuo desarrollo, por que es cada vez
más vasta y compleja su tarea. Pero la filosofía de la contabilidad no acaba aquí su misión, debe obrar y obra
como una especie de catalizador, en el sentido de ayudar al desarrollo de la ciencia y su progreso.

La contabilidad estudia, un orden de fenómenos y los estudia en el orden experimental. Estos fenómenos se
desenvuelven en el campo de las empresas, donde el hombre actúa continuamente con fines económicos y, por lo
cual dentro de esta proyección exista un problema filosófico. Así, bajo este aspecto, si la ciencia desemboca en la
filosofía, ésta asciende rápidamente a metafísica, porque en el fondo, el que actúa es nuestro espíritu.

4.4. Las bases filosóficas de la contabilidad.

En conclusión, la contabilidad es la ciencia que estudia los fenómenos y los hechos económicos, financieros y
administrativos de la empresa. Aquí está delimitado su territorio, su campo de acción y sus funciones. Este es el
fundamento filosófico que identifica el objeto más amplio y a la vez más concreto de la ciencia de la contabilidad.
Además, otros objetivos que se le ha asignado a la contabilidad es la administración de la riqueza de la empresa,
el control económico de la empresa, el manejo de los principios y leyes del equilibrio patrimonial producido por
los actos administrativos.

La filosofía de la contabilidad nos orienta y nos guía para conseguir los modos uniformes para conducir los
fenómenos, modos que se expresan por medio de síntesis de donde dimanan como un manantial inagotable, los
fundamentos y las normas de acción y de aplicación de la ciencia. De ahí la importancia y la trascendencia de los
investigadores contables que no se conformaron en averiguar el porqué, sino, qué investigaron y el cómo de la
contabilidad.

La filosofía de la contabilidad nos proporciona una visión genuinamente económica, una visión genuinamente
financiera y una visión genuinamente administrativa del patrimonio de la empresa. La concepción de que “La
ciencia de la contabilidad estudia la vida económica y financiera de la empresa con el fin de administrarla
adecuadamente”, es la más brillante síntesis filosófica de concebir la luz más refulgente sobre los hechos y
fenómenos patrimoniales referentes a la riqueza administrativa.

La visión económica hace referencia a la composición cualitativa de las fuentes de financiación, y en este sentido,
el panorama patrimonial de los entes económicos se nos presenta inmenso y a la vez concreto parta el manejo de
la economía por parte de la contabilidad, la cual en este aspecto es tan amplio y variado como la misma vida
económica de la empresa.

José Mara Fernández Pirla (1957), dice: “Aplicando los conceptos filosóficos a nuestra disciplina hallaremos que
el objeto material de la contabilidad es la empresa en su proceso económico, es decir la economía de la
empresa. El objeto formal, es decir, el aspecto específico que da sustantividad científica a la contabilidad es la
medición del vasto proceso económico, administrativo y técnico que caracteriza a la economía de la empresa”.

28
5. VISION ACTUAL DE LA CONTABILIDAD COMO CIENCIA11

5.1 Introducción.

En el inicio del tercer milenio de nuestra era, la contabilidad sigue su desarrollo en su discusión teórica sobre la
cientificidad de la contabilidad como ciencia y los logros aceptados por la opinión general demarcan el nuevo
devenir de la contabilidad. Las escuelas antagónicas (anglosajona y latina) logran unificar criterios sobre el
horizonte que debe seguir el proceso contable en el futuro, con acercamientos tan importantes como lograr que
el mundo entero tenga y se comunique bajo un mismo idioma contable.

El objetivo propuesto en 1975 por el IASC, al crear el Comité de Armonización Contable con el fin de que en 45
años se logre la unificación conceptual de la contabilidad y con ella un pensamiento unificado de la contabilidad,
se está logrando (o mejor se ha logrado), pues hoy el 90% de los países del mundo hablan el mismo idioma
contable, lo cual permite la comparación económica entre países, la consolidación financiera y la elaboración de
proyectos de desarrollo más ajustados a las realidades económicas.

La globalización económica, la internacionalización del comercio, el intento de la unificación del comercio a


través tratados comerciales como bases de los conglomerados económicos, el manejo de los mercados de
capitales y las operaciones financieras internacionales y, otros aspectos no menos importantes, son motivos
suficientes que justifican la internacionalización de la contabilidad.

La escuela latina hizo el esfuerzo durante el siglo de la investigación científica (1850-1950) para demostrar que la
contabilidad es una ciencia. La unificación de criterios de las dos grandes escuelas de la contabilidad ha permitido
nuevos rumbos en la investigación de la teoría contable cuyo propósito es llegar a demostrar que la contabilidad
es una disciplina de carácter científico, a cuyo propósito se presentan a continuación algunos conceptos de
modernos y actuales investigadores de la contabilidad.

5.2 Desarrollo científico de la contabilidad.

Considerar la contabilidad como ciencia constituye un atractivo interesante para quienes profesan la actividad
contable con conocimientos amplios de su naturaleza y esencia, y quieran superar el nivel de pensamiento
técnico-instrumental e intente profundizar en los fundamentos científicos. En este sentido, el interrogante
central es: ¿Cuáles son los elementos epistemológicos que le permiten a la contabilidad acercarse al concepto de
ciencia?. Desde luego, para despejar el interrogante es necesario determinar los fundamentos epistemológicos
suficientes y necesarios que permitan conocer el desarrollo científico de la contabilidad. Varios serían los
aspectos a considerar para llegar a un punto de entendimiento:

1. Recopilar algunos conceptos de ciencia formulados por la corriente filosófica y contable


que gozan de reconocimiento en la comunidad científica contable.
2. Plantear una clasificación de la ciencia con base en diferentes postulados formulados por
epistemólogos de la ciencia.
3. Ubicar la contabilidad dentro de la clasificación de las ciencias teniendo en cuenta su
naturaleza.
4. Identificar los elementos que le otorguen el carácter científico a la contabilidad.

Al examinar la contabilidad en cuanto a su ubicación dentro de la clasificación de las ciencias, es necesario


conocer y profundizar el concepto para lograr con ello una aproximación a su cientificidad. En este sentido han
1
Revista Unimar N° 56. Autor Jorge Xavier Córdoba Martinez. Tomado y adaptado para efectos académicos en el programa de Contaduría Pública de la Universidad
Surcolombiana.

29
sido formuladas diversas definiciones, unas propias de la filosofía de la ciencia, y otras de la ciencia contable,
algunas de las cuales son construidas de acuerdo al nivel de pensamiento y reflexión; en otros casos se comparte
sus elementos sin desconocer que el concepto de ciencia es amplio y complejo.

Para el concepto de ciencia también fueron planteadas diferentes clasificaciones, dentro de las cuales, las más
reconocidas son: la clásica que la divide en ciencias naturales y ciencias sociales, y otra moderna que la divide
en ciencias puras y ciencias aplicadas, donde cada una de ellas tiene sus propias características como también
sus propios seguidores.

Se hace necesario ubicar a la contabilidad dentro del concepto y la clasificación de ciencia, lo que permite
validar la disciplina contable como ciencia, tema que ha sido abordado a lo largo de la historia del desarrollo del
pensamiento contable y que hecho es un importante avance logrado en el siglo de la investigación científica.

Además de ubicar a la contabilidad dentro de las ciencias, es imprescindible estudiar los elementos que debe
cumplir para que sea reconocida como ciencia, los cuales deben ser suficientes, necesarios y a la vez diferentes,
según los estudiosos de las ciencias; entre los más aceptados están: tener un objeto de estudio, un método, una
metodología, una teoría y una comunidad de investigación científica. La contabilidad cumple con estos
elementos, los cuales se encuentran en cierto grado de desarrollo científico.

El estado actual de la ciencia contable se encuentra en una etapa de madurez científica y se puede evidenciar
que aún persiste la disputa positivo-normativa en la construcción de pensamiento contable en donde se rechaza y
acepta los juicios de valor para la construcción de teorías científicas de amplio conocimiento, como también se
observa una lucha por estrechar la brecha entre la teoría y la práctica, convirtiéndose en una visión formalizadora
para la contabilidad.

5.3 La contabilidad como ciencia.

Concepto de ciencia.
El hombre como ser racional e inteligente y fruto de sus múltiples reflexiones filosóficas y epistemológicas,
intenta conocer, comprender y dominar el mundo a sus intereses, para mejorar la calidad de vida en sociedad.
Diversas son las investigaciones que se han realizado en el recorrido por la historia de la humanidad y varias las
conquistas que se han logrado, pero después de miles de años de su existencia en la tierra, no se ha logrado su fin
completamente. A esta actividad de búsqueda de explicaciones lógicas se le ha denominado ciencia.

Las definiciones que se han propuesto respecto a la ciencia son diversas e incompatibles entre investigadores o
filósofos de la ciencia. La razón lógica que atribuye a tal afirmación, sería la existencia de diferentes escuelas,
enfoques, corrientes, etc., a las cuales pertenece cada estudioso de la ciencia. Además, influye la forma de
comprender los fenómenos de la realidad y los intereses regionales o personales que buscan. De todas maneras,
la ciencia en general, ha sido concebida como conocimiento racional y organizado por el hombre sobre la
realidad social y natural.

La comunidad contable en busca del estatus científico de la contabilidad y con base en los avances de la filosofía
de la ciencia, formula sus propios conceptos de ciencia, entre otros aportes teóricos. Los investigadores de
amplio conocimiento han categorizado dos corrientes a saber: la corriente filosófica y la corriente contable.

La corriente filosófica. Sin demeritar las definiciones de ciencia construidas por la comunidad científica
conformada por filósofos, epistemólogos y estudiosos de la ciencias, se ha tomado la definición tomada por
Mario Bunge (1986) donde expresa que “la ciencia puede categorizarse como conocimiento racional,
sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible”. La ciencia es el resultado de un conocimiento
científico y no de un conocimiento vulgar o empírico, pues busca la explicación ordenada y lógica de la realidad

30
o de los fenómenos tanto naturales como sociales que la contienen. Además, es una actividad que el hombre
realiza con mucha disciplina y rigor metodológico, donde sus acciones están encaminadas y dirigidas hacia un
determinado fin: el de obtener un conocimiento verificable de los hechos que lo rodean.

Corriente contable.- Dentro de la corriente filosófica existe una Comunidad de Investigación Contable que está
integrada por académicos, investigadores y profesionales, dedicados al estudio de la contabilidad desde los
fundamentos filosóficos, epistemológicos, metodológicos y ontológicos. Esta comunidad, a lo largo de su
historia, ha planteado varias definiciones construidas en su mayoría de manera individual, lo que permite deducir
que aún no existe una definición válida de la misma.

Por su claridad y explicación se toma la definición construida por el profesor colombiano, Henry Antonio
Romero León (2000), donde manifiesta que la ciencia “es el cuerpo de conocimientos sistemáticamente
organizados, exactos y verificables de la realidad, que son falibles, pero que tienden a la búsqueda de
objetividad, denominados teorías, que a su vez son conjunto de leyes o regularidades referidas a hipótesis o
conjeturas, sujetas a ser verificadas o refutadas”.

De igual manera se expresa el profesor brasilero Antonio Lopes de Sá (1996), cuando plantea que la ciencia “es
un esfuerzo organizado, racional y objetivo, volcado a la explicación de los hechos”.

De acurdo con los conceptos anteriores, en donde los autores coinciden en algunos términos con el mismo
sentido en cada definición, de acuerdo con su grado de comprensión y reflexión realizada, se puede decir de
manera general, que la ciencia contable es el conjunto de conocimientos organizados de manera coherente, que
tienden a la objetividad con el fin de explicar los fenómenos presentes en la realidad o en un segmento de ella, de
la cual se espera surjan aplicaciones, representaciones o soluciones concretas o abstractas de las diversas
problemáticas, tanto del conocimiento como de la realidad.

Por lo anterior, el concepto de ciencia es amplio, dinámico y complejo, que no permite resumir en pocas frases lo
que significa, y la repercusión que tiene al ser aplicado a la sociedad.

No se puede decir que ciencia es un conocimiento científico acabado o final, por el contrario, es un proceso que
tras de un tiempo de utilidad, debe ser revisado, renovado o ampliado, o en última instancia cambiado en sus
partes o en todo. La ciencia nunca será un producto terminado.

Los investigadores contables, para su desarrollo científico deberán construir y acordar su propio concepto de
ciencia, donde se le dé cabida a las modernas teorías de la filosofía de la ciencia, sin olvidar que la contabilidad
milita dentro de las ciencias sociales y que estas son aceptadas como tales. De este acuerdo depende que la
comunidad de investigación contable no se desvíe de su propósito u objetivo y a la vez permita a la contabilidad
continuar desarrollándose como ciencia, para lo cual debe ser investigada, enseñada, aprehendida y aplicada
como ciencia y no como un conjunto de técnicas ciegas, sordas, mudas y sin sentido, alejadas de la realidad
social.

5.4 Clasificación de las ciencias.

La evolución de las ciencias es el resultado del pensamiento humano y las necesidades de una realidad, lo que
permite estudiar esa realidad desde distintos puntos de vista. Pretender hacer una división de las ciencias es una
actividad compleja, pero necesaria, aunque algunos autores afirmen que no es posible establecer una clasificación
objetiva o acertada. Sin embargo, los estudiosos de la ciencia, para fines explicativos lo han hecho y para su
31
clasificación han optado por criterios diferentes como: el objeto de estudio o el interés que persigue cada
ciencia. Por ejemplo:

Mario Bunge, clasifica la ciencia en ciencias formales (o ideales) y factuales (o materiales).


Kedrov y Spirkin, las clasifica en: ciencias naturales, ciencias sociales y filosofía.
Frank Carvajal, las clasifica en: ciencias naturales, ciencias sociales y ciencias del pensamiento.
Amparo Cuadrado y Lina Valmayor, plantean que además de las clasificaciones anteriores, existe otra,
también conocida y moderna, en ciencias puras y ciencias aplicadas
Richard Mattessich, con un criterio poco convencional pero sin duda explicativo, las clasifica en: ciencias
analíticas y ciencias empíricas (ver cuadro).

División de las ciencias según Mattessich


Ciencias analíticas Ciencias empíricas
Metodológicas Matemáticas Ciencias Puras Ciencias Aplicadas
Lógica Estadística Física Ingenierías
Epistemología Otras ramas Química Médicas
Biología Administrativas
Sociales

Según el profesor Mattessich, “la distinción entre ciencia analítica y ciencia empírica es una de las
categorizaciones más favorecidas de nuestro tiempo. Pero no siempre fue aceptada ni es probable que sobre
viva en el futuro”. Para propósitos explicativos del tema, se acepta las dos categorías mencionadas y se afirma
que las ciencias analíticas son aquellas que se ocupan de entes ideales y símbolos abstractos como los de la
matemática, y a la vez, al estudio del saber: epistemología y lógica. En cambio las ciencias empíricas se basan en
la observación de la realidad o la experiencia para su análisis e interpretación, lo que permite inferir la ubicación
de la contabilidad en el mundo de las ciencias empíricas aplicadas.

5.5 Ubicación de la contabilidad dentro de las ciencias.

Según los postulados del profesor Richard Mattessich, la contabilidad es: “En primer lugar, una ciencia
empírica, pues sus verdades pueden refutarse por la experiencia; los rasgos comunes pueden ser contrastados y
verificada su existencia con los diferentes sistemas y, a la vez, puede comprobarse el funcionamiento de un
sistema contable; es decir, si sus consecuencias están orientadas o no, a la finalidad prevista. Pero dentro de
las disciplinas empíricas, la contabilidad participa en buena medida del carácter de ciencia aplicada, pues
cada sistema contable requiere de un conjunto de hipótesis instrumentales, a partir de las cuales construye sus
reglas, en función de los objetivos previstos para el sistema”.

Es de aclarar que Túa Pereda (2004) comparte los postulados de Mattessich afirmando que la contabilidad hace
parte de las ciencias empíricas y a su vez de las ciencias aplicadas, e indica que es un criterio aceptable
concebir la ciencia en general para dar entrada a las ciencias aplicadas. Más adelante afirma que: “existe otro
criterio aceptado en la epistemología moderna: superar el concepto de ciencia, como disciplinas científicas,
calificando a estas por el carácter científico de las diferentes ramas del conocimiento humano. En
consecuencia, no hablaríamos tanto de ciencias, sino de disciplinas científicas, calificando a estas por el
carácter científico del método de validación utilizado. Claro que para ello es necesario, también aquí, aceptar
que la validación normativa es también científica”.

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El profesor Leandro cañibano, después de una síntesis de las definiciones emitidas, en su libro Teoría actual de
la contabilidad (1975, 1990), expresa que: “La contabilidad es una ciencia de naturaleza económica que tiene
por objeto producir información para hacer posible el conocimiento pasado, presente y futuro de la realidad
económica en términos cuantitativos a todos los niveles organizativos, mediante la utilización de un método
especifico apoyado en las bases suficientemente contrastadas, con el fin de facilitar la adopción de las
decisiones financieras externas y las de planificación y control internas”.

La anterior definición es una complementación de la elaborada por el profesor Calafell (1970) y de las
recuperaciones estudiadas por el autor, dejando claro que no es final, por el contrario, invita a seguir su
profundización y difusión. El autor expresa claramente que la contabilidad es de naturaleza económica, que su
aplicación sirve de utilidad a ella, y por su puesto a la sociedad en su desarrollo, por lo cual se puede inferir que
por la relación y uso está dentro de las ciencias aplicadas.

El profesor español Gonzalo Angulo (1995) la define así: “La contabilidad, como cuerpo de conocimiento, es
una ciencia empírica, de naturaleza económica, cuyo objeto es la descripción y predicción, cualitativa y
cuantitativa, del estado y de la evolución económica de una entidad específica, realizada a través de métodos
propios de captación, medida, valoración, representación e interpretación, con el fin de poder comunicar a sus
usuarios información económica y social, objetiva, relevante y válida para la toma de decisiones”.

Al ubicar la contabilidad dentro de las ciencias empíricas y de acurdo con la división caracterizada por Mattessich
(2004), su naturaleza económica y fin propuesto son, entender que lo que busca es dar soluciones a una
problemática económica y social planteada en la realidad.

Igualmente, el profesor Carlos García Casella de Argentina (2003) comparte la ubicación por los autores
anteriores afirmando que: “(…) la contabilidad es una ciencia aplicada que se ocupa de la descripción
cuantitativa y de la proyección de la existencia y circulación de objetos diversos en cada ente u organización
social, en vista al cumplimiento de sus metas a través de un método basado en un conjunto de supuestos
básicos”.

El profesor Antonio Lopez de Sá del Brasil (1996), en su artículo “Autonomía y calidad científica de la
contabilidad”, trata ampliamente el tema de la contabilidad de naturaleza económica afirmando que: “La
contabilidad, independientemente de su objeto, en su método, sus criterios de observación, de concepción, de
formulación de teorías, de experimentación, de leyes, de pronósticos, ha sido consolidada desde el inicio del
siglo XIX en su posición de autonomía científica”.

En el ámbito colombiano, y no menos importantes que los anteriores, los investigadores contables dejan ver sus
posturas epistemológicas en torno al debate planteado.

El profesor Jesús Alberto Suarez Pineda (2000) afirma que: “La contabilidad pertenece a las ciencias
empíricas (experiencia) dado que sus enunciados son refutables por la experiencia, en contrastes con las
ciencias analíticas, como la lógica y las matemáticas, cuyos enunciados son irrefutables por la experiencia”.

El investigador Suarez Pineda comparte la clasificación de la ciencia moderna en analíticas y empíricas, en estas
últimas considera la subdivisión en puras (naturales), sociales (de la culturas) y aplicadas (normativa), y, dentro
de las ciencias aplicadas, las de gestión o teleológicas, en las cuales ubica la contabilidad, afirmando los siguiente:
“En las ciencias de gestión (administración, economía, contabilidad, finanzas, investigación operativa,
informática) el grado de aplicación es alto, y las fronteras con las ciencias sociales son borrosas, incluso parte
de su objeto de investigación está cercano al área de las ciencias puras o en algunas situaciones invade los
límites propios de las ciencias puras y analíticas como es el caso de la ciencia de la contabilidad, cuyas
aplicaciones se extienden por todo el espectro de la ciencia”. Además, la contabilidad como ciencia de gestión

33
está relacionada con teorías de orden administrativo (valoración, planeación, ejecución, toma de decisiones, etc.)
de lo cual se desprende su visión pragmática-utilitarista (técnica o tecnológica).

Continúa manifestando el profesor Suarez Pineda que la contabilidad, al ser ciencia aplicada “opera con
conceptos científicos como son las hipótesis, modelos y teoría y los somete a procesos de comprobación
sistemáticos, eliminando aquellos que no alcanzan los objetivos prácticos que persiguen”. En este orden de
ideas, el objetivo que persigue es práctico o utilitario de fenómenos específicos, concretos que provean
resultados de gran utilidad, y por tanto se obtiene la relación fines –medios y no causa- efecto de las ciencias
puras.

Para el profesor Marco Machado (1999) de la Universidad de Antioquia, la contabilidad es: “una ciencia social
aplicada (y aplicable) a realidades concretas de la sociedad”. Son numerosos los aportes teóricos que ha
elaborado en torno a la contabilidad como saber cognoscitivo a lo largo de su vida académica-investigativa.
Resalta la relación que tiene la contabilidad con la realidad, y por ende con el desarrollo social para satisfacer las
necesidades nacionales con la comunidad, Estado y empresa. Es por ello que, en sus palabras, la contabilidad
“estudia al hombre en sociedad en una de sus expresiones y bajo la óptica de la producción y conservación de
riqueza en el mundo e su actividad económica y social.

También es importante hacer mención al aporte realizado por el profesor Francisco de Paula Nicholls (2005),
de la Universidad Externado de Colombia, quien con un lenguaje sencillo y conciso afirma que: “La contabilidad
es una ciencia, ciencia social, y ciencia social empírica y aplicada”. Explica esta concepción diciendo:
 Ciencia, porque es cognoscitiva y usa todos los instrumentos metodológicos que usan las demás
ciencias.
 Ciencia social, porque es una construcción elaborada por el hombre para atender los asuntos de registro,
medición y análisis de los hechos cuantitativos y cualitativos de la abigarrada sociedad en que vivimos.
 Ciencia social empírica, porque parte de la observación, la descripción, la inducción.
 Y ciencia social empírica y aplicada, porque es normativa, es decir, prescriptiva deductiva.

Los investigadores aquí mencionados comparten algunas de sus definiciones cuando afirman que la contabilidad
es una ciencia empírica y aplicada, que no es un conocimiento solamente cognitivo o científico, sino que ha sido
fruto de su capacidad racional para satisfacer unas necesidades del mundo real y por ello, al ser la contabilidad
una ciencia social, más que descubrir, debe crear, inventar, dar soluciones creativas, con imaginación a los
múltiples problemas complejos y dinámicos del nuevo mundo.

En resumen, y después de pequeño recorrido por los desarrollos teóricos del momento actual sobre la ubicación
de la contabilidad, se afirma que es una ciencia social y que se encuentra ubicada dentro de las ciencias empíricas
y aplicadas. El conocimiento contable es fruto del pensamiento del hombre y sirve para el mismo, construye sus
teorías con base a la observación de la realidad, para luego ponerse en práctica y dar solución a las necesidades
que surjan de la misma.

Por tanto, la idea no es agotar el tema o abandonar la discusión, sino seguir profundizando en los constructos
teóricos de las diferentes ciencias, para aplicarlos de manera objetiva a la contabilidad y así lograr mejores
aproximaciones a la naturaleza del conocimiento contable que sirva de utilidad en la solución de los problemas
sociales.

5.6 El carácter científico de la contabilidad.

Al hablar de elementos científicos de la contabilidad, se hace referencia a los requerimientos, condiciones,


componentes que una determinada disciplina debe cumplir o satisfacer para que sea reconocida como ciencia.

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Esta discusión epistemológica ha sido abordada por varios investigadores de reconocimiento nacional e
internacional desde diferentes países del mundo, y cada uno de ellos ha llegado a conclusiones relevantes
sirviendo de aporte para el desarrollo del estatus científico de la contabilidad.

Esta discusión no es nueva, pues se ha presentado a lo largo del periodo científico y la han abordado en cada
etapa los investigadores interesados en sustentar que el conocimiento contable es científico y por ende la
contabilidad es ciencia.

También es de anotar que sus construcciones teóricas, independientemente, no han sido validadas por la
comunidad investigadora contable hasta el momento, es decir, que no se ha llegado a un consenso en torno a esta
problemática, y cada corriente sustenta sus teorías de acurdo as su nivel de pensamiento y por lo tanto cada una
tiene sus seguidores y contradictores.

En este sentido, para que un conocimiento sea reconocido como científico, debe cumplir con algunas
características y condiciones que lo validen como tal, algunas de las cuales ya fueron expuestas por los
investigadores de la edad científica de la contabilidad de la escuela latina del siglo XIX y XX.

a. Características de la ciencia
El Argentino, Carlos A. Sabino (2002), manifiesta que las cualidades específicas que permiten a la ciencia
distinguirla de otros tipos de conocimiento son los que buscan un conocimiento más ordenado y riguroso como:

La objetividad.- Consiste en obtener un conocimiento que coincida con la realidad del objeto de estudio, que lo
describa y explique desde sus características originales o verdaderas. El conocimiento contable tiende a la
objetividad de la realidad, constantemente intenta o pretende aprehender el objeto (control) al se dedica para
representarlo de la manera más real posible, para lo cual ha establecido métodos apropiados para su propósito.

Racionalidad.- Se refiere al hecho de que la ciencia utiliza la razón como arma esencial para llegar sus
resultados. El conocimiento contable utiliza la razón como medio para obtener sus resultados. En las operaciones
parte dela abstracción y conceptos previos, hace juicios y razonamientos para obtener conocimiento que sea útil.

Sistematicidad.- Se preocupa por construir sistemas e ideas sistematizadas coherentemente y de incluir todo
conocimiento parcial en conjuntos cada vez más amplios. El conocimiento contable es organizado en sus
búsquedas y en sus resultados y se presenta en las diferentes etapas de las escuelas del pensamiento contable, a lo
largo del periodo científico.

Universalidad.- La preocupación científica no es tanto ahondar y complementar el conocimiento de un solo


objeto individual, sino lograr que cada conocimiento parcial sirva como puente para alcanzar una comprensión de
mayor alcance. El conocimiento contable es universal, se utiliza en cualquier parte del mundo y sus teorías son
retomadas para ser ampliadas y seguir en la búsqueda de una teoría general más adecuada para ella, lo que en
otras palabras se conoce como teoría general de la contabilidad. Lo anterior de manera general, porque en el
ámbito específico de la contabilidad financiera, porque algunos investigadores plantean la ley de dualidad entre
los débitos y créditos como ley universal.

Fiabilidad.- Al reconocerse falible, todo conocimiento abandona la pretensión de haber alcanzado verdades
absolutas y finales y, por el contrario, solo se plantea que sus conclusiones son “provisoriamente definitivas”,
válidas mientras no puedan ser negadas o desmentidas. El conocimiento contable elaborado a lo largo de la
historia de la contabilidad se ha visto sometido en este proceso y sus teorías y sus teorías propuestas en su
momento son evaluadas y replanteadas.

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b. Condiciones de la ciencia.
Para entender esta problemática suscitada, se analizará el pensamiento de investigadores recopilados de varios
países.

Frank Julio Carvajal.- De República Dominicana, analiza su posición basada en autores de la filosofía de la
ciencia como Mario Bunge, Alfredo Tecla y Alberto Garza, e identifica 20 requisitos o condiciones para que un
conocimiento sea reconocido como ciencia, los cuales son cumplidos claramente por la contabilidad, los que se
identifica así:

 Ser fácticos.- deben referirse a hechos reales o fenómenos identificables.


 Objetivos.- Que no se trate de especulaciones subjetivas, sino de fenómenos externos que son
reproducidos en la mente.
 Ser trascendentales.- Que van más allá de los hechos.
 Analíticos y sintéticos.- Hace referencia al método de la partida doble que es el método del
conocimiento científico de la contabilidad.
 Especializados.- La contabilidad ha creado especialidades para el estudio de su objeto, tales como la
auditoria, presupuestos, costos, sistemas informáticos, análisis financiero, etc.
 Conocimientos claros y precisos.- Porque sus resultados deben ser comunicados constantemente a
usuarios de información que requieren una comprensión cabal de los fenómenos y situación de su
objeto de estudio.
 Comunicabilidad.- El conocimiento contable es difundido de manera oral y escrita. Esto demuestra que
el conocimiento contable es comunicable.
 Verificable.- El conocimiento contable se puede verificar a través de la práctica en su objeto de estudio,
es decir, que cualquier conocimiento establecido tiene que pasar por un proceso de verificación de datos
o información.
 Metódicos.- Se reconoce la partida doble como método. Además, tiene métodos auxiliares que utiliza
para analizar métodos específicos dentro de su objeto de estudio, operaciones específicas, métodos de
depreciación, valoración etc., que contribuyen a que la contabilidad pueda desarrollar su cuerpo teórico
y dar explicación.
 Sistemáticos.- La teoría contable está integrada por un sistema lógico, armónico y coherente de
conceptos, hipótesis, teorías, leyes, principios, métodos y técnicas que en conjunto general forman la
ciencia contable.
 Generabilidad.- La contabilidad tiene conceptos, categorías, criterios que son de carácter general.
 Leyes.- El conocimiento científico intenta llegar a la esencia de las cosas y actúa mediante leyes
confirmadas que sean útiles en su aplicación. Las leyes de la contabilidad hacen referencia a las
regularidades que ocurren en su objeto, es decir, las reiteraciones sobre las cuales se puede establecer
cierto grado de predictibilidad se encuentran poniendo a prueba hipótesis conformadas y no deben ser
confundidas con las leyes de la naturaleza o el pensamiento.
 Explicativos.- La ciencia intenta explicar los hechos en términos de leyes, y las leyes en términos de
principios. La contabilidad como ciencia tiene un conjunto de proposiciones y explicaciones sobre los
fenómenos y composición de su objeto.
 Predictivos.- El conocimiento contable trasciende la masa de los hechos, la experiencia y plantea cómo
ocurriría o cómo puede ocurrir en el futuro ante determinada circunstancia. La predicción científica se
funda sobre las leyes e informaciones específicas fidedignas relativas al estado del conocimiento actual
pasado; se caracteriza por su perfectibilidad antes que por su certeza.

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 Abiertos.- No reconoce barreras a priori que limiten el conocimiento. El conocimiento científico siempre
es abierto y perfectible, no es dogmático, porque es producto de la mente humana que es imperfecta.
 Útiles.- El conocimiento científico se ocupa igualmente en lograr resultados capaces de ser aplicados en
forma inmediata. Por ser el conocimiento contable útil, se le emplea con fines prácticos en beneficio de
la sociedad.
 Racionales.- El conocimiento contable debe verificarse y comprobarse en la práctica; es decir, debe
someterse a un sistema de análisis para verificar su corrección y objetividad. En este caso los
conocimientos contables son racionales porque resisten la comprobación teórica y la verificación
empírica.
 Controlables.- El conocimiento está sujeto a las leyes de la ciencia, que es factible de experimentos,
factible de clasificarse, cualificarse, decantarse, establecer su grado de verificabilidad. Todos estos
aspectos están presentes en el conocimiento contable, que la práctica confirma, descarta y perfecciona.
 Temporales.- Como el mundo evoluciona, todo se transforma. El conocimiento científico que a una fecha
específica es verdad, en el futuro puede cambiar, puede variar. Es decir, es abierto, eso hace que haya un
proceso continuo, constante, de superación, de perfeccionamiento.

El investigador contable Marco Antonio Machado (1991), colombiano, define una serie de elementos que
determinan la cientificidad de la contabilidad, a saber:

 Elementos básicos.- Tener un objeto de estudio, un método y una teoría.


 Procesos a desarrollar.- Fundamentalmente la observación, la explicación, la autocorrección, la
construcción de modelos, leyes y teorías, la verificación y la información, entre otros.
 Funciones a cumplir.- En general, mejorar la calidad de vida humana mediante el aporte de nuevos
conocimientos y la contribución al desarrollo social.
 Condiciones internas.- Inherentes al conocimiento, tales como la sistematicidad, exactitud, falibilidad y
especificidad.
 Condiciones externas.- Relacionadas con el conocimiento, tales como tener una comunidad disciplinal,
universalidad, tradición escrita y práctica científica.
 Condiciones mixtas.- Tienen que ver con el conocimiento en sí y los factores que lo producen; es decir,
lenguaje propio, racionalidad y objetividad.

El profesor Antonio Lópes de Sá (1996), del Brasil, es un defensor de la calidad y autonomía científica de la
contabilidad y sustenta su propuesta en once (11) elementos, que se sintetizan así:
 Tener materia propia u objeto específicos de estudios.
 Estudiar los hechos con rigor analítico.
 Enunciar verdades de sentido general y perenne.
 Poseer observaciones, conceptos, proposiciones, hipótesis, leyes y fuentes de información de modo
sistemático.
 Tener tradición o historia.
 Acoger líneas de doctrina sin dogmatismo y/o absolutismo.
 Enunciar lo experimental o comprobable.
 Ofrecer explicaciones.
 Ser útil.
 Poder cumplir pronósticos.
 Tener relaciones con otros campos del conocimiento humano.

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Este importante investigador es citado por varios autores para sustentar la tesis de cientificidad de la contabilidad
en los diferentes escritos construidos en torno a este tema, que aún continúa vigente, pero que nadie había
refutado, hasta que el profesor Carlos Emilio García Duque (2004) se toma la tarea de analizar cada uno de los
elementos, y así poner en duda el alcance de dicho estatuto de cientificidad.

El profesor García Duque empieza a refutar y, en otros casos a compartir, los elementos postulados por Lópes de
Sá en el trabajo mencionado, manifestando que:

 La existencia de un objeto de estudio bien definido no constituye por sí sola, una condición suficiente de
cientificidad.
 Considera que estudiar los hechos con rigor analítico es una condición necesaria pero no suficiente para
determinar el estatus de ciencia, pues es posible emplear el rigor analítico sin que los estudios así
abordados califiquen como científicos.
 Enunciar verdades de sentido general y perenne revela una concepción epistemológica inadecuada,
porque tiende a identificar los conceptos de “conocimiento científico” y de “verdad”, como absolutos y
terminados, desconoce el hecho histórico de que la ciencia es fundamentalmente falible.
 Poseer observaciones, conceptos, proposiciones, hipótesis, teorías, leyes y fuentes de información,
de modo sistemático, los cuales son conceptos que pertenecen a categorías distintas y que en su
versión resultan unidas en una mezcla un tanto extraña, por cuanto la información y las fuentes de la
información pertenecen a la categoría empírica y que la ciencia no surge de ellas.
 Tener tradición o historia, confunde una situación ideal con un requisito que no toda ciencia tiene que
satisfacer.
 Además, García afirma que una ciencia no tiene que tener historia. Como es claro, es un punto de vista
Pooperiano que no es aceptable bajo esta óptica, pero si ubica en otros filósofos, se diría que la historia
sirve de sustento para examinar su progreso o grado de desarrollo en el que se encuentra su
conocimiento, porque aporta los elementos de juicio a lo largo de la evolución, sean a favor o en contra.

Otras consideraciones ha propuesto el profesor García criticando la doctrina del Neopatrimonialismo contable
desarrollada por Lópes de Sá.

5.7 Las razones científicas de la contabilidad.

De los anteriores investigadores tratados, se deduce dos posiciones: una a favor y otra en contra de la
cientificidad de la contabilidad, así lo afirma cada uno de ellos, defendiendo sus ideas:

 El profesor Frank Julio Carvajal (2008), dice que “la contabilidad cumple con todos los elementos,
requisitos y características del conocimiento científico. Además, la teoría contable, su método y su
técnica llenan los requisitos de cada uno de esos elementos básicos”.
 El profesor Marco Antonio Machado (1991), manifiesta que la contabilidad presenta de alguna forma y
en cierto grado de desarrollo estos elementos determinantes de cientificidad. Y además afirma que:
“Una disciplina asciende a la categoría de ciencia una vez se analice, evalúe y compruebe por parte de
los miembros de una comunidad disciplinal, la presencia de los elementos de cientificidad”.
 El profesor Antonio Lópes de Sá (1996), afirma que “la contabilidad cumple con todas las condiciones
requeridas para ser considerada una ciencia y debido a eso, desde el comienzo del siglo XIX ha sido así
considerada por la Academia Francesa de Ciencias, basada en el análisis de la obra de R.P. Coffy (1836)”.
 En cambio el profesor Carlos Emilio García (2004), afirma que “Lópes de Sá no consigue alcanzar el
objetivo de establecer el carácter científico de la contabilidad, pues algunas de las condiciones que él
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propone como criterios de cientificidad y que asegura cumple la contabilidad, es a la vez necesaria y
suficiente”.
 Analizadas las razones expresadas por el profesor Frank Carvajal (2008), se deduce que el autor recopila
unos elementos que según su criterio son necesarios y apropiados para explicar los fundamentos
científicos de la contabilidad. Expresa en su documento una visión general, pues no profundiza esos
elementos en la teoría contable o ciencia contable, y más bien, hace una mezcla de conceptos y
términos tomados de la ciencia, técnica y sobre todo de la contabilidad financiera, error que comete,
porque para elaborar una discusión rigurosa se debe abandonar la visión pragmática de la contabilidad,
para instalarse en el plano científico. Con esto, el autor no convence con razones claras y bien
fundamentadas que la contabilidad es una ciencia.
 En cambio, la propuesta del profesor Marco Antonio Machado (2000) es más clara y se plantea como
reto para la comunidad de investigación contable, por tanto se valida como base del trabajo de
investigación y se profundiza en algunos de los elementos propuestos como son: el objeto, método y
metodología.
 En palabras del profesor Lópes de Sá (2007), “la ubicación de la contabilidad como ciencia, se debió al
hecho de que ella misma satisface todos los requisitos convencionales necesarios para tal calificación.
Es decir, tener objeto propio, método específico, finalidad determinada, teoremas, teorías, hipótesis,
tradiciones, etc.

5.8 Algunas conclusiones.

Según los planteamientos de Richard Mattessich no hay duda que la contabilidad es una ciencia social
empírica y aplicada. Es una ciencia porque usa instrumentos metodológicos propios de la ciencia. Es ciencia
social porque es elaborada por el hombre para atender los asuntos de registro, medición y análisis de los
hechos. Es una ciencia social empírica, porque parte de la observación, la descripción, la inducción y,
finalmente es aplicada porque es normativa y se aplica a realidades concretas.

Por otra parte, se afirmar que los elementos que determinan la cientificidad de un conocimiento son:
 Tener un objeto de estudio.
 Tener una metodología, también llamadas herramientas metodológicas sincrónicas y diacrónicas, con las
cuales se evalúa el proceso científico de la contabilidad.
 Tener una teoría, pues se cuenta con una comunidad de investigación contable que dedica sus mayores
esfuerzos para crear y construir el conocimiento contable.
 Tener procesos a desarrollar, funciones a cumplir, condiciones internas, externas y mixtas.

Aunque no existe validez universal de que los elementos nombrados sean los más adecuados para la construcción
del conocimiento científico, si son algunos de los más aceptados por la comunidad de investigación contable, y
además la contabilidad cumple cada uno de los anteriores elementos, así se evidencia al estudiar el desarrollo del
pensamiento contable.

Finalmente, es evidente que el pensamiento contable ha evolucionado paralelamente con los criterios del entorno
y actualmente las evidencias de la investigación contable están profundizándose y surgiendo nuevas corrientes
que reconocen que la teoría general contable no está completamente elaborada. En las nuevas generaciones de
contadores investigadores está el futuro de la contabilidad científica y su ascenso final al pedestal de la ciencia de
la contabilidad.

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Neiva, siglo XXI

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