El Domingo de Ramos de la Pasión de nuestro Señor, los católicos acudirán
a las iglesias para iniciar la Semana Santa y recordar así la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén cuando fue recibido por sus discípulos y la población con palmas y ramos de olivo.
No obstante, ¿cuál es el verdadero sentido de estas palmas una vez
bendecidas?
Luego de ser bendecidas, muchos fieles suelen colocarlas en algún lugar
privilegiado del hogar y las utilizan como un sacramental, es decir, como “signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia” (Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica 1667-1673).
A pesar de esta precisión, son muchas las personas que acostumbran
colocar las palmas benditas detrás de la puerta "como amuletos para curar la casa, mantener alejados a los malos espíritus, evitar robos, enfermedades, etc.
Estas creencias según el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México
son erróneas debido a que “el verdadero sentido de las palmas en nuestro hogar es tener presente que Jesús es nuestro rey y que debemos siempre darle la bienvenida en nuestro hogar”.
Se sugiere colocarlas en un lugar privilegiado, esto se puede hacer en familia
acompañado de esta oración:
Bendice, Señor, nuestro hogar.
Que tu Hijo Jesús y la Virgen María reinen en él. Danos paz, amor y respeto, para que respetándonos y amándonos los sepamos honrar en nuestra vida familiar, Sé Tú, el Rey en nuestro hogar. Amén.
Por último, cuando se aproxime el tiempo de la Cuaresma, se sugiere
llevarlas a la iglesia para que sean quemadas y emplear su ceniza precisamente en el Miércoles de ceniza.