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 INSTITUTO NACIONAL DE SALUD

EL PAPEL DEL EPIDEMIÓLOGO DE CAMPO EN

SITUACIONES DE DESASTRE

Bogotá, Colombia
Agosto 2013
 INSTITUTO NACIONAL DE SALUD

EL PAPEL DEL EPIDEMIÓLOGO DE CAMPO EN

SITUACIONES DE DESASTRE
Autores: Luis Carlos Gómez, Jaime Guerrero, Mayra Alejandra Ortiz, Claudia Huguett, Jorge Mario
Trujillo, José Vicente Bello, Sandra Barbosa, Hernán Qujiada, Lizeth Durán, Marcela Muñoz,
Milena Rodríguez, Adalgisa Alcocer, Milena Borbón, Dulima Pérez, Carlos Sánchez,
Gabriel Gamero, Zulma Cucunubá, Vanessa Gutiérrez

Tutor: Gloria Suárez-Rangel

Producto de trabajo de campo

Programa de entrenamiento en epidemiología de campo FETP Cohorte 2012-2014

Directivas:
Dr. Fernando de la Hoz Restrepo, Director General Instituto Nacional de Salud
Dr. Máncel Martínez Durán, Director de Vigilancia y Análisis de Riesgo en Salud Pública
Dr. Óscar Eduardo Pacheco García, Coordinador FETP Colombia

Bogotá, Colombia
Agosto 2013
Tabla de contenido

Introducción ..................................................................................................................................................................5
1. Magnitud de impacto de los desastres naturales ....................................................................................................9
2. Vigilancia epidemiológica de enfermedades y lesiones en desastres ...................................................................12
3. El papel del epidemiólogo de campo en la vigilancia epidemiológica de calidad de agua en desastres ..............17
4. El papel del epidemiólogo de campo en la vigilancia epidemiológica de albergues en desastres........................22
5. El papel del epidemiólogo de campo en situaciones de desastres en la perspectiva de salud mental ................26
6. El papel del epidemiólogo de campo en investigaciones de desastres..................................................................32
7. El papel del epidemiólogo de campo en los terremotos ........................................................................................37
8. El papel del epidemiólogo de campo en situaciones de erupciones volcánicas ....................................................42
9. El papel del epidemiólogo de campo frente huracanes .........................................................................................48
10. El papel del epidemiólogo de campo en situaciones de inundación ...................................................................52
11. El papel del epidemiólogo de campo en emergencias complejas ........................................................................57
12. El papel del epidemiólogo en los diferentes niveles de gestión de salud ...........................................................62
Conclusiones ...............................................................................................................................................................66
 I NTRODUCC I ÓN
Introducción
Uno de los principales ejes para el desarrollo de estra-
tegias de vigilancia y control en salud pública en todos
los países es la epidemiología y con ella el actuar del
epidemiólogo. Sin embargo, existen situaciones que de-
mandan acciones inmediatas en salud pública, las cuales
requieren desde procesos rutinarios hasta la organiza-
ción de esquemas rápidos pero efectivos; las emergencias
y los desastres son algunas de estas situaciones.
De acuerdo a lo referido por la OPS en Los desastres natu-
rales y la protección de la salud
En el pasado se creía que los desastres súbitos no solo
causaban mortalidad generalizada sino que, además,
producían un trastorno social masivo y brotes de epi-
demias y hambrunas, dejando a los sobrevivientes to-
talmente a merced del socorro exterior. No obstante, la
observación sistemática de los efectos de los desastres
naturales sobre la salud humana permitió llegar a con-
efectos de los desastres sobre la salud como en cuanto a
- recolección, análisis y difusión de la información; por
manitaria [1].
Colombia es un país que por sus características geo-
inadecuado manejo ambiental y a la localización de los
asentamientos humanos en zonas de riesgo, es vulnera-
ble a desastres. Por lo tanto, la estimación de estos efec-
tos en el país es totalmente necesaria para la preparación
de actividades antes, durante y después del evento [2].
Aunque todos los desastres son únicos en tanto afectan a
zonas con grados distintos de vulnerabilidad y en condi-
ciones económicas, sanitarias y sociales peculiares, tam-
la gestión de la asistencia humanitaria en salud y el uso
-
quiere un abordaje que garantice su constante ejercicio y
que permita hacer el mejor uso de los recursos.
El abordaje de situaciones de emergencia y desastre se
desarrolla de manera mancomunada e intersectorial con
diferentes organismos, instituciones, personal profe-
sional y civil, etc. Entre estos agentes, el epidemiólogo
de campo cumple un papel importante en el proceso de
consiguiente, en situaciones de desastres el trabajo de
5
 campo no se lleva a cabo de manera individual sino que
en su mayoría cuenta con el apoyo de otros sectores, con
quienes puede coordinarse el trabajo interdisciplinario,
involucrando a profesionales y técnicos de diferentes dis-
- cual evidencia que los huracanes, terremotos, erupciones
logos, sociólogos, psicólogos, educadores, etc.
Por lo anterior, se hace necesario disponer de funciones
el epidemiólogo de campo representa un papel muy im-
portante que abarca desde la descripción de la situación
de emergencia hasta la preparación ante eventos futuros
y la promoción de la salud.
El Instituto Nacional de Salud (INS) en su programa de
entrenamiento en epidemiología de campo busca propor-
cionar herramientas para los profesionales del área de la
salud. Por ello, el presente documento expone las princi-
pales funciones que debe llevar a cabo un epidemiólogo de
campo para el abordaje de situaciones de emergencias y
desastres, lo que convierte a este documento en material
de consulta por parte de todas las entidades, instituciones,
organismos, profesionales, personal civil y todos aquellos
equipos en donde se involucre al epidemiólogo de campo.
6
El documento describe el papel del epidemiólogo de cam-
po en diferentes circunstancias de emergencia y desastre.
Los temas fueron seleccionados a partir de la revisión de
los principales desastres presentados en Colombia, la
volcánicas e inundaciones, son los eventos que más se
repiten y ocasionan muertes, lesiones, enfermedades, y
destrucción de viviendas, vías y establecimientos públi-
cos y privados [1].
En cada uno de los desastres se aborda sus respectivas fa-
ses, a saber: preimpacto (predesastre), impacto (impacto
y emergencia) y posimpacto (posdesastre o de recons-
trucción y rehabilitación). La duración de cada uno de los
eventos depende del tipo de desastre que se afronte [3].
Antecedentes
Cuando se piensa en los múltiples eventos considera-
dos como emergencias y desastres por los cuales se han
presentado numerosas víctimas y ocasionado grandes
pérdidas materiales en infraestructura en el mundo y en
Colombia, las lecciones aprendidas son muchas en los úl-
timos años; una de ellas es la necesidad de documentar
las experiencias de los diferentes actores involucrados,
para compartir las lecciones aprendidas y los aciertos en
las intervenciones en las cuales se involucra el epidemió-
logo de campo. Este es el principal motivo para escribir
un documento que guíe a los equipos que se encargan de
- largo plazo. De igual forma, se presenta una propuesta
- de cómo los métodos epidemiológicos pueden integrarse
miólogo de campo en este tipo de eventos.
Es claro que la intervención de los equipos interdiscipli-
de las emergencias y desastres, por lo cual un documento
que describa las funciones del epidemiólogo y sus posi-
bles aportes antes, durante y después del desastre, puede
-
formación más oportuna, pertinente y de calidad para la
toma de decisiones en momentos críticos.
Este documento es el producto de una construcción co-
lectiva de profesionales de diferentes áreas de la salud,
de distintas regiones del país, que tras llevar a cabo una
cómo desde la epidemiología de campo y los diferentes
métodos utilizados en la investigación epidemiológica se
consideran los determinantes que afectan a los grupos
poblacionales y su entorno, y cómo estos últimos se ven
perjudicados por los distintos eventos de emergencias y
desastres, planteando así medidas de control para ate-
nuar las consecuencias negativas en el corto, mediano y
en los diferentes tipos de emergencias y desastres, en las
distintas fases.
En la primera fase, fase previa al suceso, los equipos multi-
disciplinarios deben prepararse para prevenir: reducir el
impacto negativo en el número de afectados y en los da-
ños a la infraestructura, tener un conocimiento previo de
de la comunidad afectada, analizar experiencias previas
en la atención de emergencias y desastres, así como sa-
ber de los riesgos y vulnerabilidades, pero también de sus
potencialidades.
En la segunda fase, durante, los equipos deben prepararse
para tomar decisiones que busquen atenuar las conse-
cuencias negativas, evitar complicaciones, elaborar la
valoración rápida de la situación real, aplicar medidas
correctivas y acopiar la información de diferentes fuentes,
7
 intervienen en el evento informados permanentemente,
para de esta manera priorizar las acciones.
En la tercera fase, después de la emergencia o desastre, los
esfuerzos interinstitucionales y comunitarios deberán
buscar los mecanismos y estrategias para normalizar
y mejorar las condiciones de la población en el menor
tiempo posible, mediante el desarrollo de proyectos ocu-
pacionales y productivos con y para la comunidad, sin
olvidar la importancia de las lecciones aprendidas. Se ge-
neran informes de evaluación, planes de mejoramiento,
ajustes a los planes locales de emergencias y desastres, y
socialización de las experiencias.
- lancha y hundimiento.
des grupos: de impacto súbito o comienzo agudo y de
se enfoca en las causas precedentes a estos desastres tal
como lo describe Mata.
8
 Biológicos: epidemias, enfermedades infecciosas vi-
rales, disneas infecciosas bacterianas, enfermedades
infecciosas parasitarias, enfermedades infecciosas
por hongos, infestación de insectos, prion infeccioso
y acentuación de animales.
 Geofísicos: terremotos, volcanes, movimiento de
masas (seco), deslizamiento de montaña, corrimien-
to de tierras, avalanchas y hundimientos.
 Hidrológico: inundación, inundación general, inun-
daciones repentinas, mareas de tempestad/inunda-
ciones costeras, movimientos de masa (húmeda),
deslizamiento de montaña, avalancha de tierra, ava-
 Meteorológico: tormenta, ciclón tropical, ciclón extra
tropical y tormenta local.
 Climatológico: temperaturas extremas, olas de calor,
olas de frío, condiciones extremas de invierno,
sequías e incendios forestales.
 1.1. Magnitud de
MAGNITUD DEimpacto
IMPACTO de personas, causando pérdidas económicas por valor de
de los desastres naturales
DE LOS DESASTRES NATURALES ”.

De acuerdo a lo reportado por Arcos, la Cruz Roja Inter-

nacional señala que “durante 1990 a 2000 los desastres emergencias complejas son los que han ocasionado una
mayor afectación a personas durante los noventa, sin
muertes y afectaron a una media anual de 256 millones embargo las inundaciones han reportado la mayor afec-
tación durante las cuatro décadas en seguimiento.

Figura 1. Número de personas afectadas por desastres (en millones)

Tendencia mundial según el tipo de desastre (1960-1999)

Fuente: adaptado de Arcos 2002

9
 - Como lo reporta la base de datos Desinventar de la Red
de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en Amé-
partir de la década de los noventa. Posteriormente, duran- rica Latina, Colombia tiene un promedio de 600 reportes
te 2010 y 2011, en tan solo 15 meses se alcanzó una cifra de desastres por año, con mayor afectación en los muni-
equivalente a la cuarta parte de los registros y los muertos cipios de Cali, Medellín, Barranquilla y Bogotá.
de la década anterior. De manera que se presenta un evi-
dente incremento en la ocurrencia de eventos desastrosos, En Colombia, entre 1970 y 2011 se han registrado más
-
registros, entre 2000 y 2009 [5]. dos a partir de la década de los noventa, lo que evidencia
un notable incremento en la ocurrencia de desastres; de
De acuerdo a lo referido en la Guía de reasentamiento para
poblaciones en riesgo de desastre y de acuerdo a lo docu-
mentado por EM-DAT. Las estadísticas muestran un una mejora en los sistemas de registro de estos eventos,
aumento creciente en el número de desastres desenca- de la misma manera en que ha aumentado la incidencia
denados por la ocurrencia de amenazas naturales regis- de estos eventos desastrosos en el país [5].
tradas en todo el planeta. Entre enero de 1975 y octubre
Es inquietante que el Sistema General de Prevención y
- Atención de Desastres ha reportado que entre 2010 y
mias) en el mundo. 2011, en tan solo 15 meses, se alcanzó una cifra equiva-
lente a la cuarta parte de los registros y los muertos de
- la década anterior, lo cual marca un derrotero para los
tres, principalmente en países en desarrollo, es decir, el
- de atender los efectos que se desencadenen por dichos
tos registrados. Las pérdidas económicas ascendieron a eventos en el país [5].
1.5 mil millones de dólares [6].

10

[1] Organización Panamericana de la Salud. Los desastres
naturales y la protección de la salud. Washington: OPS,
2000.
[2] Sistema Nacional de Prevención y Atención de De-
sastres. Proyecto: Red Nacional de Información para la
Prevención y Atención Desastres de Colombia, REDPAD,
Internet. Disponible en: http://desastres.usac.edu.gt/
documentos/pdf/spa/doc8941/doc8941-contenido.pdf
[3] Noji, E. K. Impacto de los desastres en la salud pública.
Organización Panamericana de la Salud, p. 461, 2000.
[4] Mata A.
naturales. 2000.
[5] Colombia BM DE. Análisis de la gestión del riesgo de
desastres en Colombia. Un aporte para la construcción de po-
líticas públicas. 1 edición. Campos A., Holm-Nielsen, N.,
Díaz C., Rubiano D., Costa C., FRC y ED, editor, pp. 22-
6102, 2012. Disponible en:
http://www.sigpad.gov.co/sigpad/archivos/GESTION-
DELRIESGOWEB.pdf
[6] Correa, E. Guía de reasentamiento para poblaciones en
riesgo de desastre, 2011.
11
 2. VIGILANCIA
V I G I LANC I AEPIDEMIOLÓGICA
EP I DE MI OLÓG I CA DE
DE
ENFERMEDADES
ENFER M EDADES Y LESIONES
LES I ONES
EN DESASTRES
EN DESASTRES
- ña. Esto permite elaborar una radiografía y un análisis
misión de enfermedades infecciosas mediante meca-
nismos muy diversos: deterioro de las condiciones de
higiene del medio, contacto directo con el agente pató-
geno, aumento de la promiscuidad, interrupción parcial o
total de los programas de prevención y control, entre
estos factores, es indispensable conocer la situación
que existía anteriormente. Con frecuencia los exper-
tos o el personal de socorro, sin experiencia en el país,
atribuyen erróneamente al desastre natural ciertas fa-
llas crónicas de la situación sanitaria. En este tipo de
situaciones el papel del epidemiólogo es fundamental,
por lo que es necesario establecer fuentes que aporten
eventos de interés en salud pública [1].
Preimpacto
En esta etapa el epidemiólogo de campo debe conocer el
-
prospectivo de los requerimientos de la comunidad en el
ámbito de la salud y otros factores que puedan impactarla.
El análisis de vulnerabilidad debe contar con estudios
que evidencien elementos relacionados con las enfer-
medades infecciosas y lesiones, estableciendo mapas de
-
sibilidades de lesiones físicas o brotes de enfermedades,
historia de focos naturales o endémicos de enfermedad,
como por ejemplo hacinamiento, presencia de grupos
de población más vulnerables (niños, ancianos, muje-
res embarazadas, personas enfermas o minusválidos),
y sitios de alto riesgo sanitario cercanos a la población
(basureros, alcantarillados, criaderos de animales, entre
otros) [2].

Es indispensable que el epidemiólogo de campo conozca

problemáticas, puede establecerse prioridades y evaluar-
-
se la efectividad de las acciones en las diferentes fases del
ver, sobre todo en las enfermedades infecciosas, cuáles
desastre (preimpacto, impacto y posimpacto).

12
pueden aumentar su prevalencia en el momento que
se presente la emergencia o el desastre. De esta ma-
nera, se llevarán a cabo de forma efectiva acciones rela-
las excretas (aguas servidas, basuras, control del abas-
tecimiento y vigilancia de la calidad del agua), y mani-
pulación de los alimentos y contaminantes; las cuales
reducirán la probabilidad de propagación de enfermeda-
des infecciosas y su aparición, así como permitirán de-
sarrollar capacitaciones de respuesta en la comunidad
que mitiguen el impacto del desastre [2].
En esta fase, el epidemiólogo debe participar en el pro-
ceso de construcción y socialización de los planes de
contingencia para poder abordar los riesgos conocidos
en la situación antes planteada, así como determinar los
riesgos de acuerdo a los niveles de endemicidad de enfer-
medades y factores de riesgo. El conocimiento del riesgo
permitirá al epidemiólogo de campo brindar herramien-
tas sólidas para la toma de decisiones y educación de la
comunidad en materia de prevención de las enfermeda-
des infecciosas, en caso de que se presente una emer-
gencia o un desastre. De igual manera, debe ubicar la
con claridad cómo se distribuyen las instalaciones y los
recursos disponibles para brindar atención sanitaria en
caso de presentarse un desastre, así como también, debe
organizar la sala situacional en momento de crisis [3].
Impacto
Durante el advenimiento de una emergencia o desastre,
indistintamente de su naturaleza, el papel del epidemió-
-
das sanitarias y apoyar la coordinación de entrega según
de la comunidad, asociadas con medidas sanitarias tales
como saneamiento, suministros de agua potable, control
de vectores y requerimientos médicos (vacunación, ser-
vicios de laboratorio y manejo de casos).
Es esencial que un epidemiólogo esté presente en el lugar
ayuden a tener una idea clara del impacto, su magnitud
y la población afectada, según variables como persona,
tiempo y lugar, y de esta manera proporcionar una línea
de base para la toma de decisiones. También se requiere
que el epidemiólogo tenga a su disposición el acceso prio-
ritario a servicios de laboratorio públicos y privados para
13
 el procesamiento de muestras de síndromes respiratorios
agudos, diarreicos, febriles ictéricos, febriles hemorrági-
cos, etc. y así poder llevar a cabo el diagnóstico y el abor-
daje adecuado.
También se necesita recopilar datos básicos de las áreas
(por ejemplo, si el cólera o el paludismo son endémicos).
De igual forma, es necesaria una evaluación inicial de
los recursos disponibles de las poblaciones vulnerables y
afectadas (humanos, tecnológicos, económicos, de trans-
porte, etc.)
El epidemiólogo nacional y el coordinador del sector
salud para la gestión de desastres deben decidir cuáles
son los síndromes o enfermedades que han de incluirse
- de salud pública que permitan valorar la magnitud del
pión, etc.), y poner en funcionamiento un sistema de vi-
acción oportuna para el manejo y control en salud públi-
ca de las enfermedades infecciosas. La información que
el epidemiólogo de campo genere en esta etapa debe ser
real, precisa y oportuna, para dar cuenta de futuras nece-
infecciosas [2].
14
El epidemiólogo de campo debe impulsar y participar de
manera activa en la sala situacional, en la cual se recibe,
-
mación de lo que ocurre durante el evento o desastre, y
que posteriormente se convierte en el insumo para el Co-
mité Operativo de Emergencia (COE) [3].
Posimpacto
Es necesario llevar a cabo un seguimiento continuo de
las condiciones epidemiológicas de la población que se
encuentra en los albergues, vigilando en especial las
condiciones de las gestantes, personas con condiciones
crónicas, discapacitados y niños –es fundamental vin-
cular en este proceso de vigilancia a la comunidad–. Así
mismo, el epidemiólogo debe desarrollar evaluaciones
impacto en salud, la integridad del sistema de atención
servicios y la atención de la respuesta desde lo local.
Según Noji:
Los brotes y las epidemias de enfermedades transmi-
sibles posdesastres son evitables. Es más probable
que se presenten brotes si se dan desplazamientos de
30/10/13 16:41
 grandes grupos humanos de sus viviendas y son ubi-
cadas en albergues con bajo nivel de salubridad, poco
acceso al agua potable, bajas coberturas de vacunación,
alta densidad poblacional y el ingreso de animales a
los albergues, lo que puede favorecer la transmisión de
animal-humano y humano-humano dado por el hacina-
miento [4].
Teniendo en cuenta lo anterior y la información produ-
cida en la etapa durante el desastre natural, el epidemió-
logo de campo debe brindar información sobre aquellos
determinantes estructurales y proximales que están pre-
sentes en la comunidad y ponen en riesgo la llegada de
futuras apariciones de enfermedades infecciosas, ya sea
brotes o epidemias.
De la misma forma, los datos de la vigilancia deben ser
insumo para aquellas situaciones en salud derivadas de
las enfermedades infecciosas que requieren algún proce-
so de rehabilitación o tratamiento especial, como lo es
el manejo de los trastornos nutricionales en menores de
edad y adultos mayores, que pueden comportarse como
una consecuencia de algunas de las enfermedades infec-
ciosas o, por el contrario, en riesgos para otras.
-
demiólogo más cercano las sospechas de brotes de enfer-
medades detectadas mediante el sistema de vigilancia, el
cual deberá iniciar su investigación a la mayor brevedad
posible. En caso de no contar con personal de epidemio-
logía e investigación a disposición en la unidad local de
salud, deberá hacerse responsable de las medidas de con-
trol iniciales.
La permanencia de la actividad de la sala situacional se
hace obligatoria hasta la estabilización de la situación de
la población afectada y sesionará de acuerdo a la magni-
tud del evento. Así mismo, el epidemiólogo debe llevar a
cabo acciones de búsqueda activa institucional y búsque-
da comunitaria de eventos de interés en salud pública en
los lugares dispuestos para la atención en salud de los
afectados y en los diferentes albergues, siguiendo las di-
rectrices designadas por la sala de crisis que sesiona en
el COE-Salud.
En la fase de recuperación, es necesario restablecer las
condiciones de salud física y mental, la salud ambiental y
la vida cotidiana de la población, y generar acciones para
reducir riesgos a futuro.
15
 La solución de los problemas de salud originados por los
desastres requiere un aporte de información precisa y
permitirá evitar la improvisación costosa.
[1] Goyet CDV DE. Las enfermedades y la vigilancia epi-
demiológica en situaciones de desastres naturales. Bo-
1980;89(4):353–9. Available from: http://hist.library.
paho.org/Spanish/BOL/v89n4p353.pdf
16
[2] Organización Panamericana de la Salud. Preparativos
de salud para situaciones de desastres [Internet]. 2003.
Disponible en: http://cidbimena.desastres.hn/docum/
ops/libros/Preparativos.pdf
[3] Organización Panamericana de la Salud (OPS). Guía
de vigilancia epidemiológica en emergencias y desastres.
Santiago de Chile: OPS, 2010.
[4] Noji E. K. Impacto de los desastres en la salud pública.
Organización Panamericana de la Salud, 2000.
 3. EL
3. E LPAPEL
PAPEL DEL
DELEPIDEMIÓLOGO
EP I DE MI ÓLOGO de salud, sistema de abastecimiento adecuados y ges-
DE
DE CAMPO
CA M PO EN
EN LA
LA VIGILANCIA
VI G I LANC I A tionados correctamente, y un sistema de vigilancia in-
EPIDEMIOLÓGICA
EP I DE MI OLÓG I CA DE
DE CALIDAD
CAL I DAD dependiente” [1].
DE
DE AGUA
AGUA ENEN DESASTRES
DESASTRES
Preimpacto

El agua es un líquido vital no solamente por su consu-
mo en la alimentación e hidratación de las personas, sino
por su implicación en el mejoramiento de las condiciones
sanitarias (aseo, baño, etc.), lo cual está estrechamente
relacionado con la presentación de enfermedades, prin-
cipalmente diarreas, patologías vectoriales o vinculadas
a la calidad del agua.
En situaciones de desastre el suministro de agua pota-
ble normalmente se ve afectado, bien sea por daños en el
sistema de alcantarillado o suministro, o por su posible
contaminación con diferentes sustancias. Por esta razón,
el monitoreo de la calidad de agua en estas situaciones es
prioritario para la salud pública de la población.
Debido a la importancia del agua en la salud de la pobla-
ción, la Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró
la Guía para la calidad del agua, la cual pretende atender
tres requisitos básicos y esenciales: “metas de protección
Los estudios epidemiológicos son una herramienta fun-
damental para la formulación de políticas destinadas a la
atención de los desastres. Por medio de estas investiga-
existentes y se logrará obtener una percepción adecuada
de dichos riesgos.
En la etapa preimpacto, es importante contar con un
análisis de los potenciales riesgos que pueden presentar-
se relacionados con el suministro de agua potable, para
esto es necesario tener en cuenta lo siguiente [2]:
 Implementar un programa de vigilancia de calidad
de agua en condiciones normales, el cual permita un
monitoreo continuo que aporte información nece-
saria para establecer indicadores y parámetros de
las características del agua que se suministra a la
población.

17
  Llevar a cabo un diagnóstico adecuado y técnico de
las vulnerabilidades y los recursos propios del sec-
tor, teniendo en cuenta fuentes de agua y calidad del
agua en condiciones normales.
 Evidenciar los riesgos potenciales relacionados con
-
dan afectar la infraestructura y vulnerabilidades de
los componentes del sistema de agua frente a las po-
sibles amenazas.
 -
tingencia que permitan disminuir la vulnerabilidad o
posibles debilidades en el sistema de suministro de
agua.
 Diseñar un plan local para la preparación ante una
emergencia que contemple acciones de respuesta so-
bre provisión de agua segura, incluyendo las activi-
dades intersectoriales necesarias.
Impacto
El epidemiólogo o las autoridades de salud tienen la res-
ponsabilidad de apoyar la vigilancia permanente de la ca-
evitar la presentación de enfermedades.
18
Durante la emergencia las funciones principales del epi-
demiólogo son [2,3]:
 Llevar a cabo la investigación de campo o evaluación
de daños, que tiene por objetivo elaborar una carac-
terización de los posibles riesgos que se presentan en
la zona debido a los daños o afectación del suminis-
tro de agua potable. Con este propósito debe cons-
truirse el respectivo instrumento para recolectar los
fuentes de agua existentes (afectadas, disponibles y
su cobertura), población en riesgo, cantidad de agua
que se va suministrar, fuentes de aseo (baños) para
de agua (por contaminación o por número de fuen-
tes), riesgo de contaminación del agua, manejo del
líquido en instalaciones domiciliarias, servicios de
salud disponibles, número de posibles albergues, etc.
Los resultados de esta investigación inmediata pro-
porcionarán una evaluación del riesgo que permitirá
tomar las decisiones para la intervención posterior.
 Luego de la primera evaluación y con base en sus re-
sultados se construirá un plan de emergencia con el
 de agua, para lo cual debe tenerse en cuenta los insu-
mos y el personal requeridos en esta labor. De igual
manera, se contemplará un programa de educación a
la comunidad enfocado al tratamiento y manejo del
agua de consumo.
 En el plan de emergencia debe tenerse en cuenta la
priorización de las intervenciones en zonas o pobla-
ción de mayor riesgo (elaboración de mapas de ries-
de las inversiones en control de riesgos.
 Implementar un sistema de vigilancia de la cali-
dad del agua o, si existe un programa, articularlo
o desarrollar los ajustes pertinentes para su uso
durante la emergencia. Este sistema de vigilancia
consistirá en monitorear periódicamente la calidad
del agua mediante la toma de muestras, construcción
y análisis de indicadores, y evaluación del riesgo
relacionado con la presentación de enfermedades
asociadas con la calidad del agua. Es importante una
-
dores básicos para tener en cuenta son:

Tabla 1. Indicadores básicos de calidad del servicio de abastecimiento de agua en situaciones de emergencia
Indicador Descripción
Calidad Apta para consumo humano
Cantidad
Cobertura Abarca el mayor número de la población
Continuidad Disponible la mayor parte del tiempo
Costo El mínimo necesario
Puntos de acopia de fácil y pronta llegada a los
Accesibilidad
consumidores

Fuente: Guía para la vigilancia y control de la calidad del agua en situaciones de emergencia y desastre [3]

19
  Para el sistema de vigilancia debe tenerse en cuenta lu-
gares de muestreo (puntos estratégicos que involucren
fuentes de agua, puntos de distribución, almacena-
miento y manejo intradomiciliario), los cuales deben
riesgo; de igual manera, tendrá que garantizarse la bue-
na toma de muestras para obtener resultados válidos,
son: cloro residual, pH y turbiedad, si es posible se ela-
borará una evaluación bacteriológica (E. Coli). Durante
la emergencia se llevará a cabo el muestreo y, adicional-
mente, se contemplarán inspecciones sanitarias para ve-
de las actividades establecidas dentro del sistema.
 Debe tenerse en cuenta que la información debe ser
veraz, oportuna y precisa, por lo cual, requiere una
evaluación de la calidad.
 Para la selección de posibles fuentes alternas de agua
deberá evaluarse la procedencia, producción, conta-
minación y la necesidad de tratamiento. En general,
las fuentes subterráneas son preferibles porque re-
quieren menos tratamiento, en especial si se trata de
agua procedente de manantiales.
 El epidemiólogo de campo, posterior a la recolección
de todos los datos y su respectivo análisis, deberá
proveer de información a la sala situacional sobre la
calidad del agua que está consumiendo la población

 El sistema de vigilancia deberá tener un componente

necesarias para evitar riesgos en la salud de la po-
o un sistema paralelo para presentar y monitorear el
blación.
reporte de enfermedades relacionadas con las situa-
ciones de desastre y la calidad de agua.
Posimpacto
 Durante todo el trabajo ejecutado en el momento de la
emergencia debe establecerse un permanente contac-
Durante la etapa de rehabilitación, las condiciones de
to con las autoridades administrativas del área y con
vida de la comunidad vuelven progresivamente a la nor-
la comunidad, para informar con claridad el trabajo
malidad y la labor asistencial directa va cesando [2].
que se desarrollará, los resultados obtenidos y las
medidas que se van a implementar.

20
En esta fase se recomienda:
 -
quier situación de brote de morbilidad importante
que pueda ocurrir entre los afectados por el desas-
tre, se continuará con el sistema de vigilancia imple-
mentado durante la emergencia, el cual presenta el
análisis no solo de la morbilidad y la mortalidad de
las enfermedades relacionadas sino de los factores
atención sobre ellos. La coordinación intersectorial es
muy importante en el levantamiento de los censos de
vulnerables objeto de la vigilancia.
 Mantener el sistema de vigilancia de calidad de agua
rutinario, incrementando la frecuencia de muestreo
(quincenal o mensual), en razón de que la red de agua
o alcantarillado se encuentra en proceso de manipula-
ción y, por lo tanto, el riesgo de contaminación es alto.
Al incrementar la frecuencia de muestreo se permite
-
nuir el riesgo de brotes de enfermedades relaciona-
das con el agua de consumo humano, procedimiento
que se mantendrá hasta que se haya regularizado los
servicios de agua. Mediante este monitoreo se podrá
proporcionar la evidencia necesaria para efectuar las
acciones necesarias hacia la rehabilitación de los ser-
vicios básicos, buscando recuperar en un corto plazo
los servicios y aplicar medidas correctivas de largo
plazo para la reconstrucción.
 Adicionalmente, se emitirán las respectivas recomen-
daciones para el control de las enfermedades relacio-
nadas con el agua, como enfermedades vectoriales
(control de vectores), diarreas e intoxicaciones (con-
sumo adecuado de alimentos y agua).
[1] Organización Mundial de la Salud. Guías para la cali-
dad del agua potable. 3 edición. Recomendaciones, vol. 1.
Suiza, 2006.
[2] Organización Panamericana de la Salud (OPS), Or-
ganización Mundial de la Salud (OMS). El agua en situa-
ciones de emergencia. Washington, 2003. Disponible en:
http://www.bvsde.paho.org/bvsade/fulltext/emergen/
emergen.html
[3] Organización Panamericana de la Salud (OPS). Guía
para la vigilancia y control de la calidad del agua en situacio-
nes de emergencia y desastre. Serie manuales y guías sobre
desastres, 1 edición, n.° 10. Ecuador, 2007.
21
 4.4. EELL PAPEL
PAPEL DEL
DEL EPIDEMIÓLOGO
EP I DE MI ÓLOGO  Problemas de inactividad (laboral)
DE CA
DE CAMPO EN LA
M PO EN LA VIGILANCIA
VI G I LANC I A  Problemas de paternalismo (dependencia)
EPIDEMIOLÓGICA
EP DE ALBERGUES
I DE MI OLÓG I CA DE ALBERGUES
EN DESASTRES
EN DESASTRES  Problemas de seguridad
 Problemas de salud mental

Preimpacto
Según el diccionario de la Real Academia Española, alber-
gue se considera el lugar que sirve de resguardo, cobijo
Los lugares que se destinen como albergues deben ser eva-
luados por las autoridades sanitarias o por epidemiólogos,
-
previo a la ocurrencia de cualquier situación de desastre.
sionalmente a personas necesitadas.
Por tal razón, las autoridades de salud o los epidemiólogos
llevarán a cabo una evaluación de los posibles lugares que
podrían servir como albergues en situaciones de emer-
para proporcionar techo, alimentación, abrigo y seguri-
gencia como escuelas o colegios, iglesias, casas comuna-
dad a las víctimas de una emergencia o desastre.
les, gimnasios o estadios deportivos, los cuales no están
diseñados para prestar los servicios básicos necesarios a
Los principales problemas relacionados con la salud que
un gran número de personas; por lo tanto, deberán elabo-
pueden presentarse en los albergues son [1,2]:
rar un plan de intervención para la adecuación necesaria

 Hacinamiento y falta de privacidad

(letrinas, cocinas, bodegas, etc.) de acuerdo al número de
 Problemas en la elaboración de alimentos afectados. Debe tenerse en cuenta que estos lugares deben
 Problemas en agua, excretas y desechos sólidos
afectada regresará a sus hogares [2,3].

22
Dentro del plan para la selección de los albergues se con-
templará lo siguiente: dónde se ubicará, con qué recursos,
tipo de evento sucedido, topografía del lugar, amenazas
presentes en la zona y vulnerabilidad del albergue.
Con la información suministrada el epidemiólogo de
campo apoya la toma de decisiones frente a la mejor op-
ción de ubicación del albergue, en donde se tengan en
cuenta las variables anteriormente descritas.
Impacto
Las funciones básicas de un epidemiólogo son llevar a
riesgos presentes, y a partir de allí elaborar un plan de
emergencia de acuerdo a los hallazgos.
adecuados para convertirse en albergues, esta decisión
debe basarse en la evaluación de los posibles riesgos para
la presentación de enfermedades, debido a las condicio-
nes de saneamiento, calidad de agua, atención de salud,
- ción de un sistema de vigilancia epidemiológica con
rán las siguientes actividades [2, 3, 4]:
 Evaluación prioritaria de la situación presentada en
la zona.
 -
-
sentación de enfermedades y tratar de preservar al
máximo la salud de la comunidad.
 Evaluación directa en los albergues de manera fre-
cuente, la cual genere una caracterización del riesgo
contemplando: estado de salud de la población, dis-
tribución por sexo y edad, condiciones de saneamien-
to, estado vacunal de la población infantil, pacientes
con enfermedades especiales, necesidad de medica-
mentos, grupos vulnerables, y presencia de mascotas
y su estado vacunal. Adicionalmente, evaluación de
los sitios para almacenamiento de alimentos, lugares
de aseo (baños, sitio para aseo de ropa, etc.).
 Planear, coordinar y ejecutar las acciones de salud, ten-
dientes a controlar la morbi-mortalidad de la población
ubicada en los alojamientos, desarrollando programas
en asistencia, prevención y educación en salud. Para
esto se tendrá en cuenta el diseño e implementa-
-
cha un programa de control de riesgo de transmisión
23
 de enfermedades y peligro de epidemias por elimina-
ción de aguas estancadas, excretas, desechos sólidos,
manipulación de alimentos e higiene personal.
Dentro del sistema de vigilancia que debe implementarse
se tendrá en cuenta:
 Vigilar y controlar los riesgos ambientales.

atención.
 Vigilancia y control de la calidad de agua y alimento.
 Establecer apoyo y vigilancia psicológica a personas
afectadas.
 Coordinación con otras entidades involucradas.
 Consolidar los registros de consultas y realizar aná-
- largo plazo. Esta fase se divide en rehabilitación y recons-
mias y conocer grupos de alto riesgo.
 Detectar el aumento de enfermedades transmisibles
de acuerdo con las tendencias previamente elabora-
das y analizadas en cuanto a enfermedades que se
propagan por vía aérea, contacto personal directo,
transmisión oro-fecal e intoxicaciones alimentarias.
24
 Controlar la recolección y eliminación de basuras con
 Vigilar sistemas de eliminación de excretas para evi-
tar enfermedades.
 Controlar la proliferación de vectores y roedores.
Posimpacto
Posterior a la situación de emergencia debe evaluarse
la implementación o continuidad de los procesos de vi-
gilancia, teniendo en cuenta el proceso de información
adecuado (centinela, rumores, basada en la comunidad,
ambiental, etc.) [3,5].
En la fase posimpacto se desarrollarán todas las activi-
dades orientadas al proceso de recuperación a mediano y
trucción. Con ello se busca:
 Restablecer los servicios vitales indispensables y el
sistema de abastecimiento de la comunidad afectada.
 Reparar la infraestructura afectada y restaurar el sis-
tema productivo con miras a revitalizar la economía.

[1] Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Aten-
ción de Emergencias de Costa Rica. Manejo de alojamien-
tos temporales: albergues. 2004. Disponible en: http://
www.bvsde.paho.org/texcom/cd050724/comision.pdf
[2] Secretaría de Salud, Organización Panamericana de la
Salud (OPS). Administración de albergues temporales de
emergencias. Honduras, 2010. Disponible en:
http://www.bvsde.paho.org/texcom/desastres/hona-
atem.pdf
[3] Bomberos Sin Fronteras Francia, Perú. Guía para for-
mulación de un Plan de Seguridad de Agua (PSA) en contex-
tos de desastres. 2010. Disponible en: http://www.bvsde.
paho.org/texcom/desastres/busfpsad.pdf
[4] Organización Panamericana de la Salud (OPS)
Ecuador. Guía para la vigilancia y control de la calidad del
agua en situaciones de emergencia y desastre. 2007. Dis-
ponible en: http://www.paho.org/common/Display.
asp?Lang=S&RecID=10945.
[5] Sociedad Nacional de La Cruz Roja Colombiana. Ma-
nual nacional para el manejo de albergues temporales. Dis-
ponible en:
http://www.cruzrojacolombiana.org/publicaciones/pdf/
pdf
25
 5.5. EELL PAPEL
PAPEL DEL
DEL EPIDEMIÓLOGO
EP I DE MI ÓLOGO DE
DE desastres previos, situación de los servicios educati-
CA M PO EN
CAMPO EN SSITUACIONES
I TUAC I ONES DE
DE DESASTRES
DESASTRES vos (escuelas), liderazgos formales e informales, au-
EN LA PERSPECT IV A DE SALUD M ENTAL toridades tradicionales, curanderos tradicionales, etc.
EN LA PERSPECTIVA DE SALUD MENTAL
 Aspectos generales de la economía local.
 Recursos, servicios y programas de salud mental
Desde el punto de vista de la salud mental, las emergen-
existentes: instituciones que prestan servicios de
cias y los desastres implican una perturbación psicosocial
salud mental en el área; personal disponible (insti-
que sobrepasa la capacidad de manejo o afrontamiento
tucional y comunitario) capacitado en salud mental
de la población afectada [1-5]. La atención que un epide-
y personal disponible especializado en salud mental,
miólogo puede brindar en el campo de la salud mental se
divide en tres fases: antes, durante y después del evento.
en emergencias; equipos móviles de salud mental,
con los que se podría contar y su lugar de proceden-
Preimpacto
cia; mecanismos de referencia y contra referencia;
cobertura de la población por los servicios de salud
Disponer de un diagnóstico o análisis actualizado de la
mental y equipos de primera respuesta, y cuáles tie-
situación de salud mental de la población [6-8], que
nen entrenamiento en salud mental.
debe incluir un mapa de riesgos psicosociales y recursos
de salud mental, así como los siguientes temas:  Análisis breve de la situación psicosocial existente
previa al evento traumático: datos de morbilidad y
 mortalidad relacionados con la salud mental; cono-
composición étnica y estructura social, antecedentes cimientos, actitudes y prácticas de la población ante
históricos de la comunidad, tradiciones, tabúes y ri- los problemas de salud mental; vías de soluciones de
tuales más comunes, organización comunitaria exis- -
tente y estructuras de apoyo psicosocial, estructuras talezas y debilidades psicosociales de la población,
comunitarias para emergencias, experiencias en entre otros.

26
Impacto
En las diferentes fases que suceden a la situación de
emergencia, es necesario que el epidemiólogo apoye la
realización de una valoración rápida de la situación men-
tal, para esto se toman como período de referencia los
primeros 30 días a partir de la presentación del suceso
(periodo crítico y poscrítico inmediato). Este tiempo
puede ser variable según la magnitud del desastre y las
- cial; este es un proceso sistemático y más detallado de
ceso [9]:
 Inicial: se efectúa en las primeras 72 horas posterio-
res al evento.
 Intermedia: registra la evolución de la situación de
salud mental en forma continua durante las prime-
ras cuatro semanas.
 datos, de manera que se recopile la información de las
La Organización Panamericana de Salud (OPS) propone
un formulario de aplicación en la fase inicial que ofrece
una apreciación global de tipo cualitativa y que puede
ser diligenciado rápidamente. De esta forma, se trata
información que debe ser llevado a cabo por personal
no especializado, el cual está sobrecargado por múlti-
ples tareas.
Posterior a la valoración desarrollada en la fase inicial,
después de las primeras 72 horas el epidemiólogo apo-
yaría la evaluación intermedia, la cual continúa con el
seguimiento de la situación descrita en la evaluación ini-
recolección de información aproximadamente durante el
-
venciones en ese periodo. Se lleva a cabo un análisis de
los daños a la salud mental, las necesidades psicosociales
y los factores de riesgo, e incluye las acciones que se es-
tán realizando.
Deben establecerse los mecanismos de registro de los
acciones en curso:

sea primarias o secundarias. Para captar esta infor-
mación se hace necesario buscar en centros asisten-
ciales, hospitales, comunidad, etc.
27
  Casos de trastornos psíquicos atendidos (según sexo,
edad y tipo de consulta).
 Analizar la información de acuerdo con variables de
persona, tiempo y lugar donde se ofrece la atención
(atención primaria en salud, hospitales u otros espa-
cios), casos atendidos por personal especializado y
casos atendidos por personal no especializado.
 que requieren mayor atención de salud mental. Así
categorías diagnósticas. Se sugiere utilizar una agru-
pación amplia por síndromes [10] ya que puede ser
muy difícil obtener diagnósticos precisos usando la
 Mortalidad: por causas relacionadas directa e indirecta-
mente con la salud mental, sea muertes violentas (suici-
dios, homicidios, violencia intrafamiliar y accidentes) o
muertes relacionadas con alcohol o consumo de drogas.
 Actividades de intervención grupales: psicoeduca-
tivas o de apoyo emocional, número de sesiones y
participantes y terapéuticas ofrecidas por personal
especializado, número de sesiones y participantes.
 Atención a población infantil: mediante actividades
grupales (con padres y con menores, o mediante los
maestros), número de sesiones y participantes.
 Capacitación: público objetivo, número de sesiones,
participantes, lugares donde se desarrolló y temáti-
cas desarrolladas.
 Atención a miembros de los equipos de respuesta por
personal especializado: casos atendidos individual-
mente y actividades grupales.

institucionales y de recursos humanos, y el grado de
solución que van teniendo.
 Población desplazada y refugiada: problemática psi-
cosocial y atención que están recibiendo.
 Análisis de la coordinación interinstitucional desa-
rrollada de acuerdo con los actores que intervinieron
en el evento, proyecciones para su consolidación.
 Análisis de la sostenibilidad de las acciones desplega-
das hasta ese momento.
 -
cluye un análisis cualitativo de la situación de salud
mental, el cual considera actitudes y prácticas de la
población, mecanismos de afrontamiento, vivencia

28
 -  Datos disponibles de morbilidad y mortalidad.
bilidades de la comunidad, factores de riesgo y pro-
tectores, y grado de satisfacción de las necesidades
principales que se van cubriendo.
-
logo deberá elaborar informes que contengan la informa-
ción recolectada distribuida en los siguientes puntos:
 Evaluación de los planes, servicios y recursos de
salud mental existentes y su funcionamiento en la
emergencia.
 Políticas y planes de salud mental previos al evento
traumático.
 Responsabilidades en los planes y su operatividad.
 Presupuesto disponible para las acciones de salud
mental.
 Evaluación cualitativa de la situación de salud men-
tal/evolución durante el primer mes, tomando como
base el análisis inicial, identificación de daños y
grado de satisfacción de las necesidades (básicas
y psicosociales), y balance de los factores de ries-
go y protectores al final del período.
 Resumen estadístico de las acciones de salud mental
desarrolladas durante el primer mes (según el esque-
ma propuesto en la etapa intermedia).
 Instituciones y servicios que se encuentran funcio-
nando, así como los recursos disponibles y daños a la
infraestructura de los servicios de salud mental que
aún persisten.
 Situación de salud mental de la población desplazada
o refugiada, albergues o refugios a los 30 días.
 Coordinación interinstitucional desarrollada y pro-
yecciones para su consolidación.
 Análisis de la sostenibilidad de las acciones en salud
mental desplegadas hasta ese momento.

los principales problemas detectados y las necesida-
des al terminar esta etapa, así como recomendacio-
nes y aspectos a priorizar en el siguiente período de
recuperación. El informe debe ofrecer una síntesis de
la evolución de la situación durante el primer mes.
29
 Posimpacto
Posterior a las fases estipuladas durante el evento, el pa-
pel del epidemiólogo de campo es importante en cuanto al
-
das en las valoraciones iniciales, así como la contribución
en la elaboración a largo plazo de análisis que podrían te-
ner los siguientes enfoques [11]:
 Examinar la efectividad de la catarsis y otras inter-
venciones conducidas durante la etapa de respuesta
temprana para víctimas primarias y trabajadores.
 -
rimentan un desastre particular, por ejemplo investi-
gación familiar, estudios étnicos e investigaciones que
se enfoquen sobre pacientes severamente enfermos,
discapacitados e individuos de áreas rurales.
 Analizar los efectos a largo plazo de los desastres ca-
organizaciones y estados.
 Replicar la investigación anterior para determinar la
generalización de los hallazgos actuales, por ejemplo
estudios que utilizan métodos similares, técnicas de
muestreo e investigación en comunidades.
30
 -
nal bajo condiciones de crisis en grupos u organiza-
ciones de respuesta a desastres.

de los desórdenes sicológicos; explorar la importan-
cia de la vulnerabilidad personal y la psicopatología
previa en la ocurrencia de tales desórdenes. Deben
-
dientes de apoyo social tales como niños, ancianos y
personas psicológicamente enfermas.
 Investigar la experiencia diferencial de enfrentar el
trauma como individuo o como parte de un grupo.
[1] Cohen, R. Reacciones individuales ante desastres natu-
rales. Bol Of SanitPanam, p. 98, 1985.
[2] Lima, B. “La atención comunitaria en salud mental en
víctimas de desastres”. En: Levav I (edit.). Temas de salud
mental. Washington: Organización Panamericana de la
Salud, pp. 218-36. 1992.
[3] Gerrity, E. and Flynn, B.W. “Mental health conse-
quences of disasters”. En: Noji, E.K. (edit.)
health consequences of disasters. New York: Oxford Uni-
versityPress, 1997.
[4] Organización Panamericana de la Salud. Protección de
la salud mental en situaciones de desastres y emergencias.
Washington: OPS/OMS, 2002. Serie de manuales y guías
sobre desastres.
[5] World Health Organization. Psychosocial consequences
of disasters. Prevention and management. Geneve: Divi-
sion of Mental Health, WHO. 1992.
and Caribbean Experience”. En: World Psychiatric Asso-
ciation. Disaster and mental health. West Sussex, England:
John Wiley and Sons, Ltd. 2005.
[7] Organización Panamericana de la Salud / Organiza-
ción Mundial de la Salud. Protección de la salud mental en
situaciones de desastres y emergencias. Washington: OPS/
OMS, 2002. Serie de manuales y guías sobre desastres.
[8] Organización Panamericana de la Salud / Organiza-
ción Mundial de la Salud. Lineamientos básicos para la
atención psicosocial a poblaciones desplazadas como conse-
. Documento de
trabajo. Bogotá, Colombia. 2001.
Latina y el Caribe. Manual de campo para la evaluación de
daños y análisis de necesidades. Managua: USAID, 2001.
[10] Organización Mundial de la Salud. CIE-10. Trastor-
nos mentales y del comportamiento. Pautas diagnósticas y
de actuación en la atención primaria. Madrid, España: Me-
ditor, 1996.
[11] Rivas, Fabio. Traducción de: -
quences of disasters. Bogotá, Colombia:OPS. pp.118-19.
2000.
31
 6.6. EELL PAPEL
PAPEL DEL
DEL EPIDEMIÓLOGO
EP I DE MI ÓLOGO
DE
DE CA M PO EN
CAMPO EN IINVESTIGACIONES
N V EST I GAC I ONES DE
DE
DESASTRES
DESASTRES
se ha logrado que ambos conceptos sean asociados a dife-
rentes determinantes incluyendo las socioculturales; por
esta razón, ha cobrado importancia el papel del epidemió-
espacios de acción, su rol tiene una gran acogida en el tra-
bajo de campo y una de sus funciones es la investigación.
Desde el siglo XIX con John Snow y su trabajo sobre
Cólera en Londres, hasta otros más recientes como la
investigación epidemiológica de la enfermedad de los le-
gionarios, el rol del epidemiólogo en la investigación en
campo ha traído grandes aportes al conocimiento y a la
mitigación de epidemias o brotes.
Las situaciones de desastres y emergencias favorecen la
aparición de enfermedades con una incidencia no espe-
rada en condiciones normales o la presencia de enferme-
dades inusuales, pudiendo ocurrir dos o más de manera
simultánea debido al desplazamiento de los afectados y
ubicación en condiciones no ideales [1]. Es allí donde la
32
investigación del epidemiólogo de campo juega un pa-
fuente de transmisión, descripción y enriquecimiento de
los conocimientos en el desarrollo natural de la enferme-
dad, así como en diferentes factores de riesgo y protecto-
res que se obtienen con el apoyo de diversas disciplinas
de las ciencias de la salud y lógicamente usando diversos
métodos descriptivos y analíticos de la epidemiología.
El epidemiólogo de campo debe plantear la investigación
según su nivel de análisis (poblacional o individual) y su
objeto primario de estudio (necesidades o respuestas
de salud). En una situación de emergencia o desastre lo
usual para trabajar sería la investigación de un brote,
esto requiere una respuesta inmediata e intervención
oportuna. Para tener mejores resultados en este contex-
to es importante tener un trabajo preimpacto.
Preimpacto
Conocedores de los riesgos a los que está expuesta cada
población en particular, es importante prever diferentes
escenarios y posibilidades de enfermedades desencade-
nantes en una situación de emergencia o desastre. Tenien-
do claro el tema, debe capacitarse al personal asistencial

- tando crear instrumentos de difícil manejo y con varia-
te los espacios del COVECOM la comunidad debe tener
capacitación continuada en los signos y síntomas de dife-
rentes patologías de interés en salud pública.
Es prioritario la creación de una ruta de comunicación,
tanto para los actores del sistema de salud como para
- res a las que él podría afrontar en el futuro, y adquirir
temprana de una enfermedad reconocida o desconocida,
que inicie su aparición tras una situación de emergencia
o desastre. Esta ruta debe quedar claramente socializada
con los diferentes actores usando las diversas estrategias
de información, educación y comunicación.
Dentro de las medidas preimpacto debe tenerse la con-
formación si no existe o evaluación si lo hay, del equi-
po de respuesta inmediata del municipio así como del
departamento, además de revisar y socializar la cadena
Como miembro de este equipo está el epidemiólogo de
campo quien con su experticia apoyará el proceso preim-
pacto descrito anteriormente y elaborará los instrumen-
tos tentativos para usar en la recolección de datos acorde
con las variables que estime necesarias y puntuales, evi-
bles innecesarias sin que se descarten las relevantes para
su investigación.
Dentro de las actividades preimpacto el epidemiólogo de
campo debe capacitarse continuamente, revisar las expe-
riencias registradas por sus pares en situaciones simila-
habilidades acompañando situaciones de emergencias en
las cuales él observe y apoye las diferentes labores.
-
cia, diferentes planes para tener acceso a información
-
ción de recursos tecnológicos, cadenas de llamado, etc.
Impacto
Tras una situación de emergencia o desastre se presen-
tan cambios negativos en la salud de los afectados y es
requerida la investigación epidemiológica de campo,
“la cual puede ser definida como la aplicación de los
33
 principios y métodos de la investigación epidemiológica
para el estudio del problema de salud inesperado, para
los cuales se demanda una respuesta inmediata y una in-
tervención oportuna en la población” [2].
En esta etapa el epidemiólogo debe velar por recordar
a los actores la ruta de comunicación y estar presto a
su proceso de investigación.
- dades locales y la revisión de conceptos, el epidemiólogo
demiológica, se desarrollan los pasos para una inves-
tigación de campo o atención de brotes. Los cuales se
describirán brevemente a continuación:
Se lleva a cabo una reunión para la organización del tra-
diferentes fuentes de información, concluyendo de este
modo si la alerta es real o si hay presencia de un brote.
campo, a partir de allí se elabora el cronograma de ta-
reas que se van a desarrollar y el inventario con la logís-
tica necesaria para el desarrollo del trabajo planeado, así
34
todos los insumos y equipos necesarios. Se planea el des-
plazamiento en horarios, disponibilidad de transporte
incluyendo detalles como: combustible, tiempo de servi-
cio y persona que conducirá, personas que se desplazan,
alojamiento si es necesario, alimentos para el equipo que
trabajará en campo, la comunicación con la autoridades
locales y personal que apoyará. Con el equipo de diferen-
tes disciplinas debe revisarse la literatura e intercambiar
conocimientos respecto al tipo de alerta planteada [3].
De acuerdo con la información entregada por las autori-
de campo ajustará el instrumento para aplicar a los casos
-
-
sos, médicos tratantes y comunidad, y después de la re-
visión de historias clínicas, el epidemiólogo elaborará la
-
nocedores del tema. En ese momento podrá tener ya una
-
ción causal entre los casos. De tal manera que planteará
un diseño metodológico para su investigación, el cual pu-
diera ser descriptivo o analítico; entre los descriptivos,
que investigan la frecuencia y distribución de la enfer-
medad en tiempo, espacio y persona, y generan hipóte-
sis, se destacan los estudios de caso y serie de casos, los
ecológicos y los de prevalencia; en los estudios analíticos
o comparativos, que investigan los determinantes de la
enfermedad y evalúan hipótesis, se ubican los estudios
de casos y controles y los estudios de cohortes [3, 4].
Debe establecerse comunicación permanente de los
avances para recibir apoyo de expertos no presentes en
el lugar.
las búsquedas activas institucionales y comunitarias. Si
es necesario la encuesta se rediseña, la cual se aplicará a
los casos que han tenido atención médica y a los identi-
esta encuesta se logra la descripción de la situación.
Finalizando la aplicación de la metodología planteada en el
replantear la hipótesis, elaborar un nuevo instrumento y
- la investigación.
plinas como el laboratorio clínico y ambiental ayudará a la
Lo más importante es crear las medidas de intervención
desde que se sospeche una fuente y evaluar el impacto tras
la aplicación de las medidas. Los resultados de la investiga-
ción deben ser divulgados en términos acordes a quienes
Posimpacto
Las actividades posimpacto consisten en la vigilancia del
-
sar que las medidas sigan siendo aplicadas hasta que se
elimine el agente causal.
-
se considere podría diseminarse por diferentes fuentes
como desplazamientos de personas portadoras.
epidemiológicas y de comunicación y también brindará
a la comunidad sanitaria documentación perdurable de
35

[1] Noji, E. K. Impacto de los desastres en la salud pública.
Organización Panamericana de la Salud, 2000.
[2] Universidad Nacional San Luis Gonzaga. Facultad de
Medicina Humana. Daniel A. Carrión. Epidemiología para
el control de enfermedades, módulo VI, investigación epi-
demiológica de campo. Disponible en:
http://www.asistenciamedicadelsur.com/pdf/epidemio-
logia/MODULO_VI.pdf
[3] Dicker, R., Goodman, R. Epidemiologia de Campo, Ne-
york Oxford University Press, pp. 1-86.
[5] Reingold, A. “Investigación de brotes. Una pespecti-
va”. Boletín epidemiológico OPS, vol. 21 n.º 2, junio, 2000.
[6] Segura del Pozo, J. Epidemiología de campo y epidemio-
logía social. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.
php?pid=S0213-91112006000200011&script=sci_art-
text
[7] Torres, Y. Fundamentos de salud pública. Epidemiologia
básica y principios de investigación. Tomo III, pp. 104-106.
[8] Universidad Nacional de Tulcán, Argentina. La vigi-
lancia y la investigación epidemiológica de campo.

[4] Organización Panamericana de la Salud. Módulos de

principios de epidemiología para el control de enfermedades.
2 Edición. 2002.

36

Antecedentes en Colombia
Un sismo es la propagación de ondas por la corteza terres-
tre producidas por la liberación súbita de energía acumu-
lada por mucho tiempo debido al rozarse, fragmentarse o
quebrarse un bloque de la corteza terrestre [1].
Sismicidad en Colombia
Colombia es uno de los países con más alto riesgo sís-
mico, situación que se debe a su ubicación en el llamado
- es fundamental el papel de la epidemiologia.
senta fricción entre tres placas tectónicas, la de Nazca, la
del Caribe y la placa sudamericana con mayor riesgo en el
sur del país y en los Santanderes, puesto que allí se ubica
la Meseta de los santos, el segundo lugar con mayor sis-
micidad en el planeta.
localiza en zonas de amenaza sísmica alta y media, prin-
manera estos eventos generan la mayor parte de pérdi-
das de vidas e infraestructura [2]. En Colombia según lo
reporta la Red Sismológica Nacional se han presentado
repercusiones en la población [3].
El papel de la epidemiología
El papel del epidemiólogo en los desastres se inicia en
Nigeria cuando los epidemiólogos del Centro de Control
de Enfermedades (CDE) de Atlanta desarrollaron técnicas
para la valoración rápida del estado nutricional, con obje-
desastre. En el caso de los sismos durante sus tres etapas
Preimpacto
Durante la etapa que precede a los sismos, la intervención
de los epidemiólogos tiene su principal acción en las eva-
epidemiológicos previos. En esta etapa es fundamental el
tiempo de desarrollo del evento, de comienzo lento o de
comienzo súbito como los sismos, porque el nivel de desa-
rrollo alcanzado por la población previo al desastre es un
determinante importante en el número de víctimas [4, 5].
37
 Las principales actividades de la epidemiologia en la eta-
pa previa al desastre [5, 6, 7] son:
  Brigada hospitalaria de emergencias.
puede ser afectada por un evento sísmico.
 Desarrollar una evaluación del sistema de asegura-
miento y los lugares de atención en caso de desastre
tienen algún nivel de preparativos para desastres o no.
 cias (como son los centros reguladores de urgencias).
socialización, disponibilidad publica vía web, en el
que se puedan consultar de forma rápida y actua-
lizada datos como: principales causas de muerte y
enfermedad, sistema de vigilancia epidemiológica,
acciones de control en enfermedades transmisibles,
utilización y disponibilidad de alimentos, determi-
nantes en salud mental y comportamiento, principa-
les factores de riesgo ambiental.
 Localización y evaluación sanitaria de las poblacio-
nes más vulnerables.
 Un análisis del riesgo en función de los determinan-
tes dela salud.
38
Dentro de las acciones propias del epidemiólogo es impor-
tante que forme parte activa de los siguientes comités:
 Comités operativos de emergencias.
 Comités locales de emergencias.
 Equipos de respuesta en desastres.
 Redes estatales de coordinación y atención de emergen-
En general el epidemiólogo debe formar parte de las or-
ganizaciones que toman decisiones y conocen el estado
de los preparativos para la atención de urgencias y emer-
gencias.
Los desastres de tipo sísmico se caracterizan por la poca
información inicial del evento y por la poca disponibili-
la toma de decisiones en el terreno, para ello es funda-
mental que en el área de salud pública y concretamente
en epidemiología, se desarrollen de manera periódica
simulacros que involucren los sistemas de información
momento del desastre [5,6].
En cuanto a los instrumentos para la recolección de damental en las horas iniciales de un evento sísmico y
datos, el epidemiólogo debe disponer de instrumen-
tos adecuados al contexto sociocultural que hayan sido toma de decisiones en términos de requerimiento y apoyo
validados de forma previa con énfasis en vigilancia epi- a la atención.
demiológica, evaluación rápida de necesidades y activi-
dades de investigación de campo con mapas incluidos, Reporte y análisis de situación:
esta información debe estar disponible vía web. Además
-  Reporte de intervenciones en salud pública
temas de información, cadenas de llamado, ubicación de
 Censo de afectación en infraestructura de salud
recursos, etc.
 Informe de factores de riesgo
Impacto  Informes de evaluación y monitoreo

Esta etapa se caracteriza por un alto nivel de caos y poca  Resultados de muestreos rápidos de afectación
- 
lacionadas con el trauma, ausencia de servicios públicos,
colapso en los sistemas de comunicación, alta necesidad
de información para tomar decisiones en corto tiempo, Posimpacto
entre otros.

Reportes de victimas los epidemiólogos de campo posdesastre a través de su-

Es preciso establecer el tipo predomínate de trauma, el gerencias relacionadas con estudios investigativos, entre
lugar de mayor concentración de víctimas y los requeri- los que señala [6]:
mientos especiales de atención. Esto nos muestra que el
área de estadísticas de mortalidad y morbilidad es fun-

39
 
-
tensidad sísmica en el área.
 Evaluar el patrón de conducta de los moradores ante
la susceptibilidad de las lesiones por terremotos.
 Recoger datos sobre las circunstancias en que queda-
ron atrapadas las personas (es decir, ubicación de las
víctimas en la estructura colapsada).
 Integrar el conocimiento de diferentes disciplinas. Los
estudios epidemiológicos exitosos requieren de una es-
trecha colaboración interdisciplinaria entre ingenieros
estructurales, médicos y epidemiólogos, entre otros.
 Incorporar los hallazgos de la investigación posterior
- dad registrada por la Red Sismológica Nacional de Colombia
ción de emergencia y guías de respuesta.
 Desarrollar modelos válidos de estimación de casos
predesastre del impacto médico por simulación del
impacto de los desastres).
 Determinar cuánto y en qué grado cambia el com-
portamiento de los ciudadanos con el entrenamiento
previo bajo los efectos del estrés.
40
[1] Magallón, F., Segura, C. Como enfrentar un terremoto.
Manual para docentes. 4 edición. San José, C: REUNED.
1991.
[2] COLOMBIA BM DE. Análisis de la gestión del riesgo
de desastres en Colombia. Un aporte para la construcción
de políticas públicas [Internet]. 1 edición. Campos, A.,
Holm-Nielsen, N., Díaz C., Rubiano D., Costa. C., FRC
y ED, editor. pp. 22–6102, 2012. Disponible en: http://
www.sigpad.gov.co/sigpad/archivos/GESTIONDEL-
RIESGOWEB.pdf
[3] Abril, C., Blanco, J., Castaño, P., Muñoz, G. Sismici-
(RSNC) durante el periodo 2001-2005. Bogotá: Red Sismo-
lógica Nacional de Colombia. 2006.
[4] Organización Panamericana de la Salud – Organiza-
ción Mundial de la Salud. El agua en situaciones de emer-
gencia. Washington. 2003. Disponible en:
http://www.bvsde.paho.org/bvsade/fulltext/emergen/
emergen.html
[5] Ministerio de Salud de Chile. Guía de vigilancia epi-
demiológica en emergencias y desastres. Santiago de Chile.
2010.

[6] Noji, E. K. Impacto de los desastres en la salud pública.

Organización Panamericana de la Salud. p. 461, 2000.

[7] OPS – OMS. Preparativos de salud para situaciones de

desastres. Guía para el nivel local. 2003
paho.org/cursodesastres/diplomado/curso2/tema4.pdf

41
 8.8. EELL PAPEL
PAPEL DEL
DEL EPIDEMIÓLOGO
EP I DE MI ÓLOGO En el caso del Nevado del Ruiz, en 1595 hubo una erup-
DE CA M PO EN S I TUAC I ONES DEDE ción de azufre y ceniza que tomó el curso de los ríos Gua-
DE CAMPO EN SITUACIONES li y Lagunilla, ocasionando la muerte de peces y ganado
ERUPC I ONES V OLCÁN
ERUPCIONES VOLCÁNICAS I CAS
vacuno. En 1845 se registró un desprendimiento de blo-
ques de hielo y lodo, que tomó el curso Lagunilla y Santo

Antecedentes en Colombia total de numerosas haciendas [1]. En 1899, el Volcán

Los volcanes Colombianos se extienden de sur a norte,
- materiales de combustión, perecieron cerca de 50 a 60
te hasta 6° norte a lo largo de la cadena montañosa que
coincide con la cordillera central [1].
Existen unos 30 volcanes de los cuales 12 son más o me-
nos activos y actualmente son monitoreados por los ob-
servatorios vulcanológicos (Manizales, Popayán y Pasto)
del Servicio Geológico Colombiano: Nevado del Ruiz, Ce-
rro Machín, Nevado Santa Isabel, Nevado Tolima, Cerro
Bravo, Nevado del Huila, Puracé, Sotará, Cumbal, Gale-
ras, Azufral y Doña Juana [1, 2].
Doña Juana hizo erupción de piedras de azufre y otros
personas quemadas por bloques de cenizas calientes [1].
El caso del volcán Puracé, situado a 27 km de Popayán, es
también importante debido a que una de las principales
conclusiones de su estudio evidencia que en los últimos
dos siglos el volcán no ha tenido un reposo mayor a 20
años [3]. Tuvo erupciones en diciembre de 1816, noviem-
bre de 1827, enero de 1835 y 1849 con erupción de barro,
ceniza y otras sustancias que sobrepasaron Popayán, en
1878 hubo una erupción de cenizas y en mayo de 1949
perecieron 16 estudiantes que escalaban el cráter [1].

No se encuentran muchos estudios sobre la actividad
histórica de los volcanes a nivel nacional, a partir de
1985 las erupciones de los volcanes Nevado del Ruiz y
del Galeras llevaron a la búsqueda de erupciones previas
en el país [3].
El Galeras se constituye como el volcán más activo de
Colombia y el que ha sido objeto de investigaciones his-
tóricas más detalladas, debido al alto nivel de amenaza
que representa para el sur del país. De cuyas conclusio-
nes vale destacar:

42
 La actividad del volcán ha sido de tipo explosivo en
los últimos 500 años.
 -
gún su importancia.
La recurrencia de las erupciones más graves es del orden
de 350 años, sus erupciones graves ocurren en promedio
cada 140 años.
Los estudios históricos del volcán Galeras han sido com-
pletados en los últimos años con investigaciones de-
posible existencia de señales o eventos premonitores. La
erupción más importante, ocurrida el 27 de agosto de
1936, ha sido tema de varios escritos, pues además de
constituir uno de los más graves escenarios que pueden
presentarse en el volcán, al mismo tiempo tiene la parti-
cularidad de haber sido olvidada por su población [3]. Su
registro de actividades es el siguiente:
 Diciembre de 1580, erupción de agua hirviendo y
cenizas.
 1670 a 1736, durante estos años estuvo en continua
actividad con fuertes y frecuentes erupciones, pero
no existe detalle de ellas.
 Junio 1823, arrojó fragmentos de roca candente has-
 1828, 1866, 1867, 1968, erupciones intensas.
 Diciembre 1923, erupción con cenizas.
 Junio 1925, erupción de piedras incandescentes por
la falda de la montaña.
 Agosto 1925, erupción de cenizas y piedras que llega-
ron hasta la ciudad.
 Noviembre 1925, tercera erupción en el año.
 Marzo 1927, erupción de humo y cenizas hasta el
año 1930, así continuó hasta los años 1933 [1].
 1988, volvió a reactivarse el volcán.
 -
El volcán nevado del Ruiz, ubicado en el Parque Natural
de los Nevados en Caldas, el 13 de Noviembre de 1985
originó una gran avalancha de lodo (lahar) que enterró
a la población de Armero (Tolima) a 48 km del cono vol-
-
cialmente al municipio de Chinchiná (Caldas) con cerca
43
 Preimpacto
Un evento volcánico pone en una situación de riesgo a la
población involucrada por una serie de factores que in-
actividades importantes del sector salud ante la amenaza
que pueden presentarse en dicha situación y sus factores
multiplicadores [4].
Ante una inminente erupción volcánica, debe adelan-
tarse la evaluación de daños y análisis de necesidades, la
cual debe contemplar cuáles son los principales efectos
de las erupciones volcánicas que inciden directa o indi-
causas que los provocan, las patologías que producen y el
nivel de impacto en la población de riesgo [4].
- puesta: mejorar la organización administrativa y
ción de desastres, organizando su propio sistema nacio-
nal de atención y prevención de desastres; formado por
entidades públicas, privadas y comunitarias que tienen a
su cargo planes, programas, proyectos y acciones, las cuales
son ejecutadas bajo coordinación sectorial e intersectorial.
44
Su representatividad a nivel local debe estar liderada
por el gobernador y el alcalde mediante los comités de
prevención y atención de desastres locales (CREPAD,
CLOPAD). Estos comités están conformados por repre-
sentantes de todos los sectores (salud, transporte, de-
fensa, comunicaciones, agricultura, educación, etc.), de
organismos como Defensa Civil, Cruz Roja, Bomberos y
representantes de la sociedad civil, entre otros.
En cada nivel se preparan los planes para la prevención y
atención de desastres, y se determinan los planes de con-
tingencia para emergencias y desastres como respuesta a
La preparación de planes y programas para situaciones
de emergencia y desastres deben contemplar:
 Evaluación de la vulnerabilidad y capacidad de res-
técnica del sector salud, promoviendo mecanismos
de coordinación (redes en salud), formulando planes
hospitalarios para emergencias y desastres, actuali-
zando o elaborando el plan de contingencia ante el
evento volcánico, desarrollando programas de capa-
citación e investigación, y diseñando alternativas de
 - La información solicitada se encuentra en los formularios
cimiento general pero teniendo en cuenta el compo- preestablecidos de la EDAN y contemplando lo siguiente:
nente para escenarios de crisis volcánicas [4].
 Evaluación preliminar: esta actividad permite deter-
 Evaluación del funcionamiento de la red de servicios
minar muy rápidamente el grado de daño por área,
de salud: desarrollar procedimientos para evaluar la
fundamentalmente aquellos que inciden en la salud
-
de las personas de manera directa o indirecta, ya sea
les locales, especialmente para una llegada súbita de
en el corto o en el mediano plazo. Además posibilita
víctimas con 1) quemaduras y daño pulmonar por in-
evaluar la capacidad de respuesta existente, las nece-
sidades inmediatas adicionales y recomendar medi-
2) varios tipos de trauma por avalanchas, colapso de
das prioritarias de respuesta [4,5].
-
roclásticas [4].  Evaluación complementaria: en un máximo de 72
horas se precisan mayores detalles sobre la afecta-
 Programas de educación continuada: desarrollar pro-
ción en salud. La presentación de datos más exactos
gramas de educación para la comunidad acerca de los
permite valorar la evolución de la emergencia, adop-
peligros volcánicos y las medidas de prevención y mi-
tar medidas correctivas e implementar nuevas accio-
tigación de sus efectos para la salud, al igual que socia-
nes [4,5].
lizar los planes de contingencia a todos los actores del
sector salud [4]. Estos formularios recogen la información en las siguien-
tes áreas: vigilancia epidemiológica, saneamiento básico,
Impacto infraestructura de salud, albergues, etc.
Cuando ya se presenta la erupción volcánica, debe llevarse De igual manera, establecer la implementación de un
a cabo una Evaluación de Daños y Análisis de Necesida- sistema de vigilancia epidemiológica especial, es decir,
pasar de una vigilancia rutinaria a una activa, en la cual
global y certero de la situación que se está presentando.

45
 -
gilar, de acuerdo al tipo de volcán y erupción presentada,
al igual que una vigilancia ambiental en la que se monito- [1] Acero, H. Grupo de apoyo del Ministerio de Salud. Bogo-
ree la calidad de agua para consumo humano y la calidad tá, D.E. Colombia
del aire [4,5]. http://www.ingeominas.gov.co/Observatorios-Vulcano-
logicos.aspx
Posimpacto
[2] García, V. “Historia y desastres en América Latina”.
Establecer comunicación estrecha entre los vulcanólogos
En Fuentes y estudios sobre desastres históricos en Colombia.
Retrospectiva y Estado Actual. Red de Estudios Sociales en
sobre la futura actividad volcánica y su impacto. Infor-
Prevención de Desastres en América Latina, vol. II, 1997.
mar a la comunidad acerca de las medidas de protección
de la piel y el cuero cabelludo, del aparato respiratorio y,
[3] Organización Panamericana de la Salud. Guía de pre-
en general, la prevención de accidentes; de igual manera,
parativos de salud frente a erupciones volcánicas. Módulo 1.
llevar a cabo el seguimiento constante de la morbilidad
El sector salud frente al riesgo volcánico. Quito, Ecuador,
y mortalidad de los habitantes de la región [6,7]. Por
2005.
otra parte, la radio y la televisión serán esenciales para la
transmisión de alarmas y avisos pre y poserupción.
[4] Organización Panamericana de la Salud. Guía de pre-
Los servicios de salud mental, como parte del sector sa- parativos de salud frente a erupciones volcánicas. Módulo 3.
lud, tienen una gran responsabilidad en la preparación y Evaluación de daños y análisis de necesidades en salud
la respuesta ante emergencias volcánicas. Sin embargo, en erupciones volcánicas. Quito, Ecuador, 2005.
no solo se trata de intervenciones especializadas, sino de
una estrategia integrada que incluye la ayuda humanita-
ria, la solución de necesidades básicas, la protección de
la población, el acompañamiento y los primeros auxilios
emocionales [6].
46
[5] Organización Panamericana de la Salud. Guía de pre-
parativos de salud frente a erupciones volcánicas. Módulo 3.
Salud ambiental y el riesgo volcánico. Módulo 4. Quito,
Ecuador, 2005.

[6] Noji, E. K. Impacto de los desastres en la salud pública.

Bogotá: Organización Panamericana de la Salud, 2000.

47
 9. E LPAPEL
9. EL PAPEL DEL
DELEPIDEMIÓLOGO
EP I DE MI ÓLOGO DE
DE Preimpacto
CAMPO
CA M PO FRENTE
FRENTE HURACANES
HURACANES
Noji describe en su capítulo sobre ciclones que las estra-
tegias de vigilancia consisten en monitorizar muertes,
lesiones y enfermedades relacionadas con los ciclones
una tormenta tropical con fuertes vientos que circulan
alrededor de un área de baja presión. Cuando la velocidad de seguridad apropiadas.
de los vientos llega a las 74 millas por hora, la tormenta
Así mismo deben instaurarse sistemas de vigilancia pa-
parte más peligrosa de un huracán es la marejada ciclóni- siva y activa basados en una variedad de fuentes. Adi-
ca, la cual es un cambio en el nivel del agua que aumenta cionalmente, pueden desarrollarse investigaciones
su nivel debido a una tormenta.
poblaciones de vectores, en especial donde son endémi-
De acuerdo a lo referido por el centro de conocimiento en cas las enfermedades por arbovirus [3].
salud pública y desastres de la Organización Panamerica-
na de la Salud “entre 2000 y 2009 hubo 331 tormentas Impacto

en las Américas”. De igual manera, señalan que entre los
efectos negativos pueden observarse lesiones, traumas y
ahogamiento, problemas en salud mental, así como au-
mentar el riesgo de la aparición de enfermedades trans-
mitidas por vectores y por agua [2].
El papel del epidemiólogo de campo con relación a este
Sobre la Información
 Los datos deben recogerse rápidamente en el lugar
del impacto.
 Las múltiples fuentes de información (gobierno,
ONG y otras entidades) deben ser integradas en for-
ma cohesionada.
 Utilizar instrumentos (formularios de vigilancia epi-
demiológica sanitaria).

48
 La información debe ser válida, clara y oportuna.
Además, debe ser actualizada periódicamente.
 El ciclo desde la información hasta la acción debe
completarse rápida, precisa y repetidamente.
 La información debe ser validada mediante la visita
de campo a terreno y el contacto con otros actores,
estableciendo mecanismos de intercambio que depu-
ren la información.
Acciones de Vigilancia Epidemiológica
 Fortalecer las salas de situación.
 Fortalecer la vigilancia rutinaria de enfermedades de
interés en salud pública.
 Promover la alerta y educación comunitaria a dam-
-
go ambientales (basuras y excretas), control de vec-
tores, alimentarios (manipulación de los alimentos
y tratamiento del agua para consumo humano) y la
disponibilidad de instalaciones sanitarias.

adultos mayores, mujeres embarazadas, lactantes y
discapacitados), y los pacientes con enfermedades
-
mentos para su tratamiento y manejo (hipertensión
arterial, diabetes mellitus, infecciones de transmi-
sión, etc.).
 Coordinar y realizar actividades de vigilancia y con-
trol de brotes y epidemias.
 Evaluar el impacto en salud y control de factores de
riesgo asociados.
 Establecer la situación de afectación en las siguientes
áreas técnicas:
 1. Salud, vigilancia y control de la calidad del agua.
 2. Disposición de excretas, aguas residuales, gestión
integral de los desechos sólidos (domiciliarios/muni-
cipales, incluyendo los hospitalarios).
 3. Control de vectores.
 4. Condiciones de albergue (hacinamiento y distribu-
ción de población albergada).
 5.Condiciones de alimentación.
49
 Los desafíos para conducir la vigilancia en salud públi-
ca en situaciones de desastre incluyen los siguientes: 1)
los datos deben recogerse rápidamente bajo condiciones
altamente adversas, 2) las múltiples fuentes de informa-
ción deben ser integradas en forma cohesionada, 3) pue-
de un paso a otro en el ciclo de la vigilancia, y 4) el ciclo
desde la información hasta la acción debe completarse
rápida, precisa y repetidamente.
Análisis
Se interpretará la información disponible luego de su or-
ganización de acuerdo a todas las variables disponibles,
su cruce y síntesis estructurada, considerando lo siguien-
afectada, morbilidad/mortalidad y respuesta social e in-
terinstitucional, afectación, necesidades, provisión, can-
tidad y calidad de los servicios/suministros.
tomar decisiones basadas en evidencias, priorizar las ac-
ciones, vigilar la situación de salud y preparar y distribuir
informes.
50
Productos
 Informes técnicos: reportes epidemiológicos de sa-
neamiento, de intervenciones y respuesta, reportes
de situación, informes de daños y afectación para la
 Análisis de situación de salud y factores de riesgo.
 Informes de evaluación y monitoreo.
 Resultados de muestreos y estudios.
Los productos deben fortalecer la toma de decisiones,
estar disponibles de manera oportuna, utilizar mecanis-
mos y canales apropiados de difusión, mantener la rela-
ción entre las fuentes de la información y los tomadores
de decisiones, además de buscar la transparencia, difu-
sión y retroalimentación a los niveles correspondientes.
Posimpacto
Dado que el impacto de los huracanes en la salud está
relacionado con las inundaciones y destrucción de in-
fraestructura a causa del paso del huracán, las estra-
tegias del epidemiólogo de campo están dirigidas a las
acciones de rehabilitación y evaluación de la población
afectada. Las estrategias deberán estar encaminadas a [4] Noji, E. Impacto de los desastres en la Salud Pública.
- OPS/OMS, 2000.
ción constante de necesidades.
[5] Health aspects and relief management after natural
De igual manera, se debe llevar a cabo investigaciones disasters. Center for Research on the Epidemiology of Disas-
- ters. Bruxelles, Belgium. 1980.
mar el impacto del desastre en la población, consideran-

e impacto en la salud [3, 4].

[1] Defensa civil colombiana. Huracanes. Disponible en:

http://www.defensacivil.gov.co/descargar.php?id=478

[2] Centro de conocimiento en salud pública y desastres,

Washington. Huracanes y vientos destructivos. Disponible en:
h t t p : / / w w w. s a l u d yd e s a s t re s . i n fo / i n d e x .
php?option=com_content&view=article&id=339:3-1-
huracanes-y-vientos-destructivos&catid=101&Itemid=
602&lang=es

51
 10. EL PAPEL DEL EPIDEMIÓLOGO DE
10. E L PAPEL DEL EP I DE MI ÓLOGO DE
CAMPO EN SITUACIONES
CA M PO EN S I TUAC I ONES
DE INUNDACIÓN
DE I NUNDAC I ÓN
que normalmente no lo está, bien sea bajo las aguas de
una corriente que ha roto su cauce normal o que se han
acumulado por falta de drenaje [1].
y geológicas, y un promedio de precipitaciones anuales
de 3000 mm, hacen de Colombia uno de los países más
propensos a padecer desastres por inundaciones. Si a lo
anterior sumamos elementos tales como el cambio climá-
tico, la tala de bosques, el impacto ecológico ocasionado
por la minería ilegal, el uso indebido del recurso hídrico
incremento de los asentamientos humanos en zonas de
alto riesgo, la alta proporción de familias con necesidades
básicas insatisfechas y una marcada debilidad institucio-
nal, entre otros; entonces tendremos una visión general
del grado de vulnerabilidad al que nos encontramos ex-
puestos [2].
52
Según el DANE, el 9.2 % del territorio nacional
(10 508 251 hectáreas) está representado por áreas inun-
dables periódicamente. Durante el periodo 2010-2011 se
presentaron las peores inundaciones de los últimos 60
años, en las cuales se reportaron afectaciones en 998
municipios de 25 departamentos. Según el Registro
el número de hogares con afectación de la vivienda as-
cendió a 557
2 350 207 [2].
En el más reciente informe del Banco Mundial sobre el
impacto económico de las inundaciones, se estableció
que el país viene gastando 177 millones de dólares anua-
les desde hace cuatro décadas, solo para reconstruir vi-
viendas averiadas en los desastres. El acumulado en este
periodo es de 7 100 millones de dólares. El programa
Colombia Humanitaria, creado para brindar ayuda a los
costó 5.4 billones de pesos. Para el 2013, el porcentaje
de recursos asignados para reconstrucción de las zonas
afectadas por la ola invernal ascenderá a 3.6 billones de
inversión de la nación [3].
El impacto de una inundación dependerá directamente
de su forma de presentación, bien sea de inicio lento o
de inicio repentino o súbito; siendo más frecuentes las
muertes y las lesiones graves en estas últimas. El efec-
general en los daños a las obras de infraestructura (in-
cluyendo las instalaciones hospitalarias), daños a los sis-
temas de abastecimiento de agua, escasez de alimentos,
aumento del riesgo ante enfermedades transmisibles,
generación de movimientos poblacionales y afectaciones
a las condiciones de salubridad, entre otros.
Según datos de la Defensa Civil Colombiana y el Banco
Mundial, la temporada invernal 2010-2011 produjo la
muerte a 464 personas, 79 continúan desaparecidas, el
de hectáreas de zonas agrícolas se vieron afectadas [4].
En este contexto, se hace evidente la necesidad de fortale-
cer la capacidad institucional para la prevención y atención
de eventos de esta magnitud; es allí donde el epidemiólo-
go de campo, al integrarse a un equipo multidisciplinario
que enfoque este fenómeno desde una perspectiva integral
con componentes sociales, ambientales y administrativos,
puede proveer información de gran importancia para la
comprensión del impacto de las inundaciones en la salud
pública, así como priorizar necesidades y orientar la toma
de decisiones, al tiempo que minimice los efectos adversos
a la salud en desastres presentes y futuros [5].
Preimpacto
Antes de la ocurrencia del desastre es donde deben de-
sarrollarse las acciones encaminadas a mejorar la com-
prensión del comportamiento de estos fenómenos, su
impacto en la salud pública y los factores que intervienen
en su presentación, así como formular estrategias ten-
dientes a disminuir la vulnerabilidad ante ellos, fomen-
tar el trabajo intersectorial y fortalecer la participación
comunitaria, que involucre a los grupos sociales en la
elaboración de los diagnósticos, en la toma de decisiones
y en la adopción de estrategias de prevención.
Entre las principales actividades para desarrollar en esta
etapa se destacan:
 Establecer el grado de vulnerabilidad de las comuni-
dades ante inundaciones, determinando cuáles son
los factores de riesgo asociados.
53
  Llevar a cabo un inventario de los recursos disponi- Impacto
bles para atender un posible evento, estableciendo la
- En esta etapa la prioridad se centra en la búsqueda, res-
tación de servicios (talento humano entrenado, in- cate y atención a las víctimas, la restauración de las redes
sumos, medios de comunicación y transporte, etc.). de comunicación y vías de transporte, y la oportuna eje-
 Establecer patrones culturales y modelos de organi- cución de los planes de contingencia preconcebidos.
zación comunitaria.
Entre las principales actividades para desarrollar en esta
 etapa se encuentran:
salud, protección, evacuación, albergue, alimenta-
ción, etc.).  Evaluar en campo la magnitud y naturaleza de los
 Asesorar la elaboración de los planes de contingen- daños ocasionados por la inundación, referenciar
-
medidas de preparación, prevención, intervención y
mitigación. grupos y elementos de ayuda.

 Contribuir a la elaboración de un plan de educación  Liderar las acciones de vigilancia en salud pública
y entrenamiento del personal de salud y de la comu- orientadas hacia los eventos de interés posiblemen-
nidad en general. te asociados a la ocurrencia del desastre, desarrollar

 Diseñar un sistema de observación y divulgación de precisos y oportunos, detectar, investigar y controlar

avisos de alerta temprana y explicar a la comunidad
para su comprensión.
 Alertar sobre los posibles efectos del desastre sobre
 - la salud y establecer mecanismos de divulgación res-
señar estrategias preventivas dirigidas a estos grupos. ponsables de la información.

54
 Liderar investigaciones operacionales que permitan
determinar los resultados de las medidas de inter-
vención.
 Establecer el riesgo de transmisión de enfermeda-
epidémico, y orientar las medidas de prevención y
control respectivas.
 Coordinar y participar de manera activa en la toma
de decisiones en las salas situacionales.
 Realizar análisis de morbilidad y mortalidad asociadas
al desastre, monitorear capacidad hospitalaria y acce-
so de la población afectada a los servicios de salud.
 Correlacionar resultados de análisis de calidad del
agua, establecer existencia de fuentes alternas y
Posimpacto
En esta etapa el principal objetivo es la normalización de
las condiciones de vida de las comunidades.
Entre las principales actividades para desarrollar en esta
etapa se encuentan:
 Liderar acciones de vigilancia epidemiológica en al-
-
física y mental, etc.).
 Participar en el análisis de las condiciones de dispo-
sición de excretas, desechos sólidos y control de roe-
dores y vectores.

disminución de riesgos (vacunación, disposición de
cadáveres, etc.).
 Análisis de situación de salud posdesastre.
 Liderar investigaciones de efectos socioeconómicos
del desastre e impacto en la salud.
 Llevar a cabo anotaciones técnicas de las lecciones
-
cesidades de articulación intersectorial para su
abordaje.
55
 [3] Banco Mundial. Informe de la gestión local del impacto
de las inundaciones en Colombia. 2012.
[1] Gunn, SWA. Multilingual dictionary of disaster medi-
cine and international relief. [4] Grandolini, Gloria M. Colombia: Innovadora respuesta
Kluwer Academic Publishers; 1990. a los desastres naturales. En blogs.wordbank.com; julio 10
de 2012.
[2] IDEAM, DANE, Instituto Agustin Codazzi, Reporte
[5] Noji, E. Impacto de los desastres en la Salud Pública.
Septiembre de 2011. Internet. Disponible en: https:// OPS/OMS. 2000.
www.siac.gov.co/documentos/DOC_Portal/DOC_
Agua/20120508_Repor_fin_areas_afec_inun_2010-
2011.pdf

56
 11.
11. E
ELL PAPEL
PAPEL DEL
DEL EPIDEMIÓLOGO
EP I DE MI ÓLOGO DE
DE El establecimiento de sistemas de vigilancia en salud pú-
CAMPO
CA M PO EN
EN EMERGENCIAS
E M ERGENC I AS COMPLEJAS
CO M PLEJAS blica diseñados especialmente para monitorear los efectos
en salud después de un desastre, constituye la principal
Las emergencia complejas describen situaciones, relati- aplicación de los métodos epidemiológicos en el cuidado
vamente agudas, que afectan grandes poblaciones civiles efectivo de la salud de las poblaciones afectadas.
y usualmente involucran la combinación de guerra o con- Para el abordaje epidemiológico se hace necesario especi-
-
miento de la población, que culminan en un incremento efectos del desastre y la tasa bruta de mortalidad, así:
importante de la morbi-mortalidad [1].
 Fase de emergencia: cuando la tasa bruta de mortalidad
Desplazamiento en Colombia: es mayor que la encontrada en la población de donde
ellos provienen, y de forma similar se puede decir que
Es desplazada toda persona que se ha visto forzada a se está en esta fase cuando la tasa bruta de mortalidad
migrar dentro del territorio nacional abandonando su es mayor de 1 muerte por 10 000 refugiados/día [2].
localidad de residencia o actividades económicas habi-
tuales, porque su vida, su integridad física, su seguridad  Fase posemergencia: cuando la tasa bruta de mortali-
o libertad personales han sido vulneradas o se encuen- dad retorna a valores normales o es igual a una muerte
tran directamente amenazadas, con ocasión de cual- por 10 000 refugiados/día [1].
De esta manera, el epidemiólogo de campo debe condu-
interno, disturbios y tensiones interiores, violencia ge-
cir estudios rápidos de determinación de necesidades en
neralizada, violaciones masivas de los derechos huma-
salud pública, trabajar con las comunidades afectadas, en-
nos, infracciones al derecho internacional humanitario
trenar trabajadores, coordinar organizaciones de apoyo,
u otras circunstancias emanadas de las situaciones an-
-
teriores que puedan alterar o alteren drásticamente el
temente los recursos.
orden público (Artículo 1º de la ley 387 de 1997).

57
 Preimpacto
 Las actividades preventivas deberán incluir la puesta
a punto de sistemas de alarma que tendrán que ser
previamente probados, así como la monitorización
de la situación y la movilización de los recursos pre-
vistos.
 Conocer la situación de la zona, evaluar posibles con-
 contemplen en su diseño e implementación las ne-
ONG de la zona para estar al tanto de las amenazas y
vulnerabilidades de la población a su cargo.

cabo un análisis de riesgo local en salud.
 Elaborar el mapa de riesgos para la comunidad.
 Actualizar permanente los canales endémicos de los
eventos de interés en salud pública con énfasis en las
patologías exacerbables de las condiciones de la po-
 Entrenar al personal a su cargo para la eventualidad.
58
 Establecer un diagnóstico de las capacidades básicas
a nivel local para la atención de pacientes y la capa-
cidad de expansión ante aumento de la demanda en
necesidades básicas.
 Establecer estrategias de vigilancia de la población
más vulnerable (niños, mujeres embarazadas, des-
plazados, albergados y población indígena).
 Garantizar un enfoque diferencial en todos los pro-
gramas de prevención y atención integral, para que
cesidades particulares de los diferentes grupos po-
blacionales, como lo son las mujeres, los niños, los
grupos indígenas, los afrodescendientes y las perso-
nas desplazadas en situación de discapacidad.
 Mantener comunicación con otras instancias y sec-
tores, dirigiendo o asesorando la sala situacional en
salud.
 Conservar stock de material de IEC para distribuir
en la comunidad y brindar capacitaciones a líderes
comunitarios [2,3].
Impacto
 Generar un diagnóstico temprano de la situación,
con énfasis en la causa del desplazamiento, la mag-
nitud de la situación, la capacidad de respuesta ante
dicha magnitud y la necesidad de ayuda externa. La
información obtenida debe incluir datos geopolíti-
-
focados a los grupos de alto riesgo: número total de
desplazados, número de niños menores de 5 años,
número de mayores de 60 años, número de mujeres
embarazadas y de mujeres cabeza de familia, número
de discapacitados y niños sin acompañantes adultos
y su distribución por sexo y edad, factores de riesgo
para las principales patologías que puedan afectar la
población refugiada, datos de mortalidad y morbili-
dad, datos de los servicios de salud que se encuen-
tren en el área, condiciones climáticas y ambientales
en el sitio del asentamiento y requerimientos de re-
cursos humanos y materiales [1]. Para este diagnós-
tico puede realizarse un muestreo sistemático de
los refugios con la selección de 30 conglomerados y
el estudio de 7 familias de cada uno, 7 seleccionados
aleatoriamente.
 Coordinar, asesorar e implementar la sala de crisis
sectorial.
 Generar información útil y oportuna para los toma-
dores de decisión (recolección, análisis y difusión de
la información).
 Inmunización para sarampión, durante la fase de
emergencia debe efectuarse la vacunación masiva en
niños de 6 meses a 15 años de edad, debe ser una ab-
soluta prioridad durante la primera semana luego del
 Fortalecer las estrategias comunitarias en las comu-
nidades desplazadas para la vigilancia en salud pú-
blica, enfoque preventivo y atención oportuna de las
situaciones de brote.
 Determinar los líderes comunitarios y su aceptación
en la comunidad, trabajando bajo las estructuras so-
ciales existentes y trabajar de la mano con ellos en
prevención y vigilancia.
 Generar estrategias de mitigación del hacinamien-
to teniendo en cuenta que asentamientos inade-
59
 cuados y sobrecongestionados son condicionantes
en la transmisión de enfermedades y potenciales
productores de epidemias que, a su vez, son más fre-
cuentes y severas cuando la densidad de población es
alta.
 Generar estrategias para evitar nuevas migraciones.
 Cuidado de salud: las infecciones respiratorias agu-
das, enfermedades diarreicas agudas, paludismo y
otras enfermedades comunes deben tratarse me-
diante una red de trabajo descentralizada. Deben
elaborarse guías de diagnóstico y tratamiento estan-
darizados que permitan normalizarlos.
 Incluir el aspecto psicosocial y de salud sexual y re-
productiva en las medidas de intervención.
 Distribución de recursos de manera planeada y equi-
tativa, hacer énfasis en el papel de la mujer en el ma-
nejo y administración de los recursos/insumos.
 Debe estudiarse la evitabilidad del desastre, tanto en
los aspectos de medidas de acción como de omisión,
es decir, valorar los tipos de medidas que deberían
haberse puesto en marcha para evitar la catástrofe
o mitigar sus efectos, o bien las precauciones que se
60
han omitido. En algunos tipos de desastres existe un
tiempo de latencia considerable durante el cual la si-
tuación se va agravando, de forma que es previsible
-
das que conducen a situaciones de hambre). El co-
nocimiento de este periodo es muy importante para
poder valorar, de forma ponderada, el funcionamien-
to de los sistemas de alerta y prevención [4].
 Durante la fase de emergencia, las cuatro enferme-
dades más comunes son: sarampión, enfermedades
diarreicas agudas (EDA), infecciones respiratorias
agudas (IRA) y paludismo. Otras infecciones frecuen-
tes en este tipo de emergencias son: tuberculosis,
-
y conjuntivitis. Debe establecerse un sistema de vi-
gilancia activo para las principales enfermedades y
evaluar periódicamente los indicadores de morbili-
dad, que deben ser comparados con los obtenidos en
-
ción de donde provienen los desplazados.
 Vigilancia en salud pública: la tasa bruta de mortali-
 desplazados es el indicador más útil durante la fase
de emergencia. Cuando es superior a una muerte por
- [1] Salva AR, Berro BT. Guía práctica para la fase de
dad e indica una situación de emergencia. También emergencia en caso de desastres y poblaciones despla-
lo indica cuando la tasa bruta de mortalidad en ni- zadas. Revista Cubana de Higiene y epidemiología. 2002;
40(2):112-120.

enfermedades “trazadoras” ayudan a determinar las
principales enfermedades que están produciendo
muertes y establecer prioridades, también se utilizan
para medir el impacto de los programas de salud [1].
Posimpacto
Esta fase no se encuentra plenamente descrita dada la
complejidad de este tipo de desastres, sin embargo es
necesario mantener activos los canales de comunicación
con la comunidad para estimar la fase en la que se en-
cuentra la emergencia, teniendo en cuenta el monitoreo
de la mortalidad en la población refugiada hasta la fase
-
talidad retorna a valores normales o es igual a una muer-
[2] Arcos PI, Castro R, Prado FD. Desastres y salud públi-
ca: un abordaje desde el marco teórico de la epidemiolo-
gía. Revista Española de Salud Pública. 2002 ;76121-132.
[3] Noji EK. Impacto de los desastres en salud pública.
Colombia: Organización Panamericana de la Salud;
2000.
[4] Alto comisionado de las naciones unidas para los re-
fugiados. Manual para situaciones de emergencia, operacio-
nes en terreno. Madrid: 1984.

61
 12. E L PAPEL
12. EL PAPEL DEL
DEL EPIDEMIÓLOGO
EP I DE MI ÓLOGO EN
EN
LOS
LOS D I FERENTES
DIFERENTES N IV ELES DE
NIVELES DE GESTIÓN
GEST I ÓN
DE SALUD
DE SALUD
Aunque el sector salud puede hacer mucho por sí mis-
mo para mejorar su capacidad de respuesta ante una
situación de desastre, es imposible reducir el efecto de
las amenazas sin la participación de los sectores de obras
públicas, educación, vivienda y otros. El sector salud
- abarca las acciones dirigidas para incidir en los deter-
cionalización del organismo nacional para la gestión de
tomadas por otros sectores para reducir la vulnerabilidad
de la población [1,2].
Para contextualizar el rol de la epidemiología es impor-
tante tener en cuenta que dentro de las once Funciones
Esenciales de Salud Pública descritas por la Organización
Panamericana de la Salud, una de ellas es la de la reduc-
ción del impacto de emergencias y desastres en salud, en
la cual la salud pública y, por ende, la epidemiología tienen
como objetivos: la evaluación de la gestión de las autori-
dades de salud para la reducción del impacto de emer-
gencias y desastres en salud; el desarrollo de normas y
lineamientos para que se apoye la reducción del impacto
62
de los desastres en salud; la coordinación y alianzas con
otras agencias e instituciones; y la asesoría y apoyo técnico
que sobre el tema deberán brindar a todos los actores del
sector para la reducción del impacto de los desastres en la
salud pública [4].
Cabe recordar que el sistema de salud es el conjunto de
organizaciones, individuos y acciones cuya intención pri-
mordial es promover, recobrar o mejorar la salud. Esto
minantes de salud, así como las orientadas a mejorar la
situación sanitaria a nivel local. Cada país organiza su
propio sistema de salud, las relaciones del sector salud
con otros sectores sociales y económicos, los cambios en
las instituciones y actores que lo conforman, así como el
entorno económico en el cual se desarrollan sus activida-
des y el conjunto de valores, conocimientos, habilidades,
organización, recursos, tecnologías, intereses y asime-
trías de poder, el análisis funcional del sistema de salud y
sus implicaciones para la acción [3,4].
En Colombia el sector salud está en cabeza del Ministerio
de Salud y Protección Social, el cual es el ente rector para
el país en materia reglamentaria. Los departamentos
se rigen a partir de las direcciones departamentales de
salud y en el nivel local por las direcciones municipales
de salud. Cada entidad tiene su autonomía y responsabi-
lidad en el manejo de los temas de salud.
Adicionalmente, es preciso tener en cuenta que sin im-
portar el nivel en el que se encuentre debe velarse por
que en cada uno se conforme el Comité Operativo de
Emergencias (COE), lo mismo que una sala situacional
de salud, pensadas con el propósito de que la toma de
decisiones se fundamente en información técnica de
la intervención y solicitar recursos para la respuesta a
El alcance y las responsabilidades en los temas relacio-
nados con la prevención y atención de emergencias y
estrategias para fortalecer el sector, lo mismo que las
alianzas necesarias para atender la situación [5].
Finalmente, el papel del epidemiólogo no cesa en los ám-
bitos de la prevención y la atención, sino que trasciende
al ámbito de vigilancia epidemiológica posterior a la
ocurrencia de un desastre, siendo de principal interés
para la salud pública la evaluación de los factores de ries-
go relacionados con etapas posteriores y la evaluación
económica en salud asociada al desastre en todos los ni-
veles [1].
Nacional
A nivel nacional, uno de los temas más importantes en
los que actualmente la epidemiología juega un papel
fundamental es la gestión del riesgo. Para esto, de forma
muy reciente, mediante la Ley n.º 1523 de 2012, se adop-
ta la Política Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres
y establece el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de
Desastres. La Gestión del Riesgo, entendida como un
proceso social orientado a la formulación, ejecución, se-
guimiento y evaluación de políticas, estrategias, planes,
programas, regulaciones, instrumentos, medidas y accio-
nes permanentes para el conocimiento y la reducción del
riesgo y para el manejo de desastres, es una responsa-
bilidad de todas las autoridades y de los habitantes del
territorio colombiano (Ley 1523), [7].
En Colombia opera el Sistema Nacional de Gestión del
Riesgo de Desastres, este consiste en el conjunto de en-
tidades públicas, privadas y comunitarias, de políticas,
normas, procesos, recursos, planes, estrategias, instru-
mentos, mecanismos, así como la información concer-
niente a la temática que se aplica de manera organizada
63
 para garantizar la gestión del riesgo en el país. Esta Ley
de igual manera crea el Comité Nacional para el Conoci-
miento del Riesgo y el Comité Nacional para la reducción
del Riesgo, así como el Comité Nacional para el Manejo
de Desastres [7].
- bito de la promoción, prevención, atención y rehabilita-
gún lo dispuesto en el Decreto 919 de 1989, tiene como
principales funciones dentro del Sistema Nacional para
la Prevención y Atención de Desastres [6]:
 La evaluación de aspectos de salud
 La coordinación de acciones médicas
 El transporte de víctimas
 sector salud; también debe tomar acciones y coordinar
 La provisión de suministros médicos
 El saneamiento básico
 La atención médica en albergues
 La vigilancia y control epidemiológico
64
Teniendo en cuenta que es responsabilidad del ente na-
-
ción de planes y programas orientados a garantizar el
acceso y la calidad en la prestación de servicios de salud,
factores de riesgo y estimar todas las acciones en el ám-
ción, de igual forma debe hacer parte activa del Comité
Operativo de Emergencias del Sector Salud (COE-S). Así
mismo, debe velarse porque se brinden programas de ca-
pacitación y educación continuada en el tema antes de
que se presente la eventualidad.
Por otra parte, le compete la evaluación del impacto de
dichas acciones en las situaciones de crisis, así como la
evaluación de daños y análisis de las necesidades del
operaciones para que se garantice información y comu-
nicación que sirva para abordar el tema. Los programas
se evalúan a partir de indicadores de prepraración, miti-
gación y capacitación [2].
Finalmente, otra de las competencias del nivel nacional es
la de participar en la coordinación del Plan de Acción Nacio-
nal, esto es, garantizar la integración del Sistema Nacional
de Atención de Desastres (Plan de Acción Sectorial).
Departamental
A nivel departamental, las principales tareas están dadas
a participar en la coordinación del Plan de Acción Regio-
nal, ejecutar las acciones, supervisar sus avances y com-
plementar las acciones locales y de respuesta. De igual
manera, debe aportar en el desarrollo de los informes
técnicos [3,4].
En este mismo sentido, la Resolución 425 de 2008 que
establece los lineamientos del Plan de Salud Territorial,
y las acciones que integran el Plan de Salud Pública de
Intervenciones Colectivas, dentro de sus ejes programá-
ticos contempla el de emergencias y desastres, con las
siguientes áreas subprogramáticas [8]:
 avances, promover la participación local y coordinar la
riesgos de emergencias y desastres.
 Acciones de articulación intersectorial para el de-
sarrollo de los planes preventivos, de mitigación y
superación de las emergencias y desastres.
 Acciones de fortalecimiento institucional parala res-
puesta territorial ante las situaciones de emergen-
cias y desastres.
 Acciones de fortalecimiento de la red de urgencias.
Adicionalmente, en términos de gestión del riesgo, la Ley
n.º 1523 de 2012 a nivel territorial ordena la creación
de Consejos departamentales, distritales y municipales
de Gestión del Riesgo de Desastres, como instancias de
coordinación, asesoría, planeación y seguimiento, des-
tinados a garantizar la efectividad y articulación de los
procesos de conocimiento del riesgo, de reducción del
riesgo y del manejo de desastres en la entidad territorial
correspondiente. Es esta instancia por supuesto un espa-
cio pleno de acciones de la epidemiología.
Local
A nivel local el papel del epidemiólogo está orientado
principalmente a participar en la coordinación del Plan
de Acción Local, ejecutar las acciones, supervisar sus
respuesta hospitalaria en el territorio.
65
 CONCLUSIONES
C ONCLUS I ONES
Por las anteriores responsabilidades, el epidemiólogo en-
tra a participar de forma activa puesto que debe facilitar
monitorear las acciones en la situación de crisis y aportar
en el desarrollo de los informes técnicos.
Si bien es cierto que ante un evento de emergencia o de-
información en tiempo real, es indispensable que el epi-
esta manera, tomar decisiones en los diferentes niveles
de autoridad; puesto que esta información es la recolec-
tada en la zona de impacto.
Así mismo, es preciso validar la información ya sea me-
diante visitas a terreno o mediante el contacto con otros
actores, creando así mecanismos de intercambio que
- [1] Organización Panamericana de la Salud. Evaluación
profesional adecuado y la asignación de responsabilida-
des de acuerdo a la necesidad que se esté presentando.
66
Es indispensable que se fortalezcan los canales de comu-
nicación entre las diferentes instituciones, lo que requie-
re de la experticia del epidemiólogo para poder acceder y
retroalimentar la información.
El análisis de la información en situación de emergencia
decisiones basadas en la evidencia, priorizar las acciones,
vigilar la situación de salud y preparar y distribuir los in-
formes.
El profesional en epidemiologia debe velar porque la in-
desde el nivel local al departamental, luego al nacional y
en última instancia al internacional.
de daños y análisis de necesidades de salud en situación de
desastre. Panamá.
[2] Organización Panamericana de la Salud. Guías de eva-
luación de los preparativos para desastres en el sector de la
salud. Washington, DC: OPS; 1995.
[3] Organización Panamericana de la Salud. Epidemiolo-
gic Surveillance after Natural Disaster. Publicación Cien-
N.º 420. Washington, 1982.
[4] Organización Panamericana de la Salud. Organiza-
ción Mundial de la Salud. 126a. Sesión del Comité Ejecuti-
vo: funciones esenciales de salud pública. Washington, D.C.,
26 al 30 de Junio de 2000. Washington, D.C.: OPS/ OMS;
2000.
[5] Organización Panamericana de la Salud. Los desastres
naturales y la protección de la salud.
N.º 575. Washington, 2000.
[7] República de Colombia. Documento pais – DP 2010.
Estado actual, perspectivas y prioridades para los prepara-
. Bogotá
d.c., agosto de 2010.
[8] República de Colombia. Ley 1523 de 2012 por la cual
se adopta la Política Nacional de Gestión del Riesgo de
Desastres y se establece el Sistema Nacional de Gestión
del Riesgo de Desastres y se dictan otras disposiciones.
[9] Ministerio de la Protección Social. Resolución 0425
-
boración, ejecución, seguimiento, evaluación y control del
Plan de Colectivas a cargo de las entidades territoriales.
67
 I D E MI O
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