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INVESTIGACIONES POR LA DIVERSIDAD

Publicación de los trabajos distinguidos con el


Premio a la Producción Científica sobre Discriminación en la Argentina

EDICION
INSTITUTO NACIONAL CONTRA LA DISCRIMINACIÓN,
LA XENOFOBIA Y EL RACISMO (INADI)

MINISTERIO DE JUSTICIA, SEGURIDAD Y DERECHOS HUMANOS


PRESIDENCIA DE LA NACION
INVESTIGACIONES POR LA DIVERSIDAD Publicación de los trabajos distinguidos con el
Premio a la Producción Científica sobre Discriminación en la Argentina
Primera edición
3000 ejemplares

Edición
Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) – Ministerio de Justicia,
Seguridad y Derechos Humanos
Moreno 750 1º Piso – C.P.: C1002ABC – Ciudad Autónoma de Buenos Aires – República Argentina
Tel.: (54 -011) 4340-9400 - Fax: 4339-0800 Int. 71062 - www.inadi.gov.ar – E.mail: inadi@inadi.gov.ar
Centro de Denuncias Tel.: 0800 999 2345 E-mail: denuncias@inadi.gov.ar

Dirección: María José Lubertino


Armado y corrección: Greta Pena
Diseño: Juarros Comunicación

© 2008 – República Argentina

Investigaciones por la diversidad. - 1a ed. - Ciudad autónoma de Buenos Aires : Instituto Nacional contra
la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia - INADI, 2008.
254 p. ; 16.5 x 21 cm.
La investigación, instrumento fundamental para elaborar políticas
públicas contra la discriminación

Este volumen que hoy ponemos a disposición de la ciudadanía, contiene los nueve traba-
jos ganadores del Concurso “Premios a la Producción Científica sobre Discriminación”, orga-
nizado por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, durante
el 2007. El objetivo de la convocatoria persiguió, entre otras cosas, establecer un vínculo más
estrecho entre las/os investigadoras/es, científicas/os y/o académicas/os del conjunto de
las unive rsidades y centros de estudios del país, y el INADI como institución del Estado.

P a rtimos de reconocer que los trabajos desarrollados por el mundo académico, particular-
mente aquellos que refieren a las cuestiones de la discriminación, resultan instrumentos fun-
damentales a la hora de realizar los diagnósticos y elaborar las políticas públicas que corres-
pondan a resolver o mejorar los problemas detectados.

La necesidad que las/os investigadoras/es tenían de esta convocatoria por parte de las ins-
tituciones públicas, se evidenció por el número de trabajos recibidos, su calidad y las proble-
máticas tratadas. Los trabajos llegaron desde once provincias del país que, desde diferentes
enfoques y disciplinas, abordaron situaciones de discriminación relativas a migrantes, pueblos
originarios, afrodescendientes, personas con discapacidad, cuestiones de género, diversidad
sexual, jóvenes, adultas/os mayores, hiv y sida, y las que resultan de las condiciones de pobre-
za, entre otras.

La división temático-disciplinaria de los trabajos da igualmente cuenta de una uni-


dad y articulación profunda entre las diferentes manifestaciones de la discriminación
de manera que el racismo, el sexismo y la pobreza aparecen como factores que trans-
versalizan todas las problemáticas.

Fue ardua en este sentido, la labor que le cupo al jurado que integraron Daniel Filmus, Juan
Manuel Abal Medina, María del Carmen Feijoo, Sofía Tiscornia, y la que suscribe, para elegir
los nueve trabajos ganadores entre esta pluralidad de temas y enfoques.
“Las Fronteras de lo Natural y las Fronteras de lo Humano” de María Carman, mereció el pri- tor variable de la producción.
mer reconocimiento del jurado. Desde un enfoque antropológico apoyado en un interesante Una problemática similar aborda Sergio Caggiano en “La diversidad de la discriminación.
trabajo de campo y análisis de discursos periodísticos y oficiales sobre la situación de los/as Formas de poder y regulación social frente a los inmigrantes de países vecinos” a través de un
habitantes del asentamiento de Costanera Sur, la investigadora muestra como algunos dis- enfoque que busca mostrar como el racismo, el fundamentalismo cultural y la restricción de
c u rsos sirven de instrumentos para “deshumanizar” a sectores de la población y facilitar su ciudadanía en la Argentina constituyen diferentes mecanismos de regulación social y ejerci-
estigmatización y posterior represión. cio de poder que afectan a las/os inmigrantes provenientes de países vecinos.

También refiere a un análisis de la producción de un discurso “deshumanizante”, el trabajo El análisis de Manuel Jesús Moreira, “Normalidad’ burocrática y Discriminación”, relata el
premiado en segundo lugar, “Protesta social y discriminación político-ideológica. Un estudio caso de una mujer de la comunidad Mbya guaraní acusada de la muerte de su hermano y
de casos durante los cortes de ruta en la Argentina” de Matías Artese. Aquí es la sociología nos remite al modo en que se construye la verdad oficial de una causa judicial mediante la
la que permite abordar la problemática de las/os piqueteros/os mediante el relevamiento y convergencia de discursos y prácticas que, a nombre de un modelo monocultural, niega las
el análisis de declaraciones públicas referidas a diferentes momentos de estas manifestacio- diferencias étnicas configurando un obstáculo a la integración de las/os miembros de estas
nes proponiéndose “indagar acerca de las representaciones sociales de los conflictos que con - comunidades a los servicios públicos.
forman un cuerpo de discriminación y estigmatización política e ideológica.”
Finalmente, “Educación y Diversidad Sexual” de Bruno Bimbi, nos aporta un trabajo docu-
De los varios estudios de género, el jurado destacó en tercer término la investigación pre- mentado donde se recopilan y analizan imp o rtantes textos para señalar la necesidad de incor-
s e n tada por Laura Ester Kalinski y Alicia Norma Vila, “Las Mujeres y el gobierno local en la porar el concepto de diversidad sexual y de la no discriminación por orientación sexual y/o
Argentina: estudio cuali-cuantitativo sobre las posibilidades de acceso.” Este material se con- identidad de género a los contenidos de la recientemente aprobada ley de educación sexual.
figura de análisis de censos, Constituciones provinciales y leyes, sumado a un imp o rtante
número de entrevistas a mujeres con responsabilidades locales, que evidencian las difi c u l ta- Esta colección de artículos nos ofrece una interesante imagen de los múltiples problemas
des que éstas encuentran en su búsqueda de acceso a los cargos e interpela la calidad de de la discriminación en el país desde el análisis de sus modos de construcción discursiva, sus
nuestra democracia. diferentes manifestaciones prácticas, sus formas naturalizadas y el modo de cristalización de
c i e rtos estereotipos. Por ello, resultan instrumentos claves a la hora de elaborar diagnósticos
A su vez, el trabajo de Carlos Masotta, “Tenés que tener algo para responderles…”, cuart o de situaciones de discriminación y de construir sus soluciones.
galardonado, aborda la problemática de la transmisión del relato oral de la discriminación
étnica y recurre a casos de testimonios producidos en diferentes proyectos de investigación Pero estos textos, son también una muestra de la profunda capacidad de investigación exis-
etnográfica sobre culturas indígenas del país. En él se pone especial atención al lugar de la tente en nuestro país y del serio compromiso que nuestras/os investigadoras/es tienen con
agencia de dicho relato, al tiempo que se propone una perspectiva conceptual que lo con- los requerimientos de la búsqueda de una sociedad democrática donde rija el mas amplio res-
temple en la trama conflictiva de los discursos de derechos humanos. peto por la diferencia.

Ana Lía Kornblit y Dan Adazko, merecedoras del quinto premio, en su investigación La investigación científica sobre discriminación no es neutra, ella expresa sin duda alguna
sobre “Discriminación en la Escuela Media” abordan el análisis, basado en un muestreo un compromiso con las víctimas cotidianas de las múltiples formas de agravios, maltratos, vio-
probabilístico que abarcó a 4971 alumnas/os de 85 escuelas medias públicas de todo lencias y exclusiones que conlleva cada práctica discriminatoria.
el país, de la índole y la intensidad de los fenómenos de violencia acaecidos en esos
ámbitos, buscando vincular estas manifestaciones con el grado de estereotipia y discri-
minación hacia ciertos grupos sociales.

Las cuatro menciones, por su parte, refieren a la temática de las/os migrantes, la discrimi-
nación xenófoba y étnica, y la diversidad sexual.

El trabajo de Virginia Martinez Bonora, acerca de migración y racismo, busca acercarse al


proceso de categorización negativa de la/el inmigrante limítrofe que, de manera simultánea,
la/o excluye como sujeto social mientras la/o incluye al mercado de trabajo, como un fac- D ra. María José Lubertino
Presidenta del INADI
Indice de contenido

Introducción

Los adanes

En el ojo de la tormenta

El imperio de lo natural

La concepción de lo humano como amenaza a lo natural

Una villa de avería

¿Una frontera natural?

Epílogo

Bibliografía

11
LAS FRONTERAS DE LO NATURAL Y LAS FRONTERAS DE LO HUMANO
Seudónimo: Rey zapallo

Resumen

Este trabajo es una reflexión acerca de las sutiles prácticas discriminatorias, y las com-
plejas relaciones que se tejen entre un conjunto de actores a partir de una superposi-
ción de intereses sobre un mismo espacio urbano. Me refiero a la disputa en torno de
las tierras ocupadas por el asentamiento Costanera Sur, en el ámbito de la ciudad de
Buenos Aires. Vecino a los últimos proyectos inmobiliarios de Puerto Madero y especial-
mente a la Reserva Ecológica, el asentamiento es acusado, entre otras cuestiones, de
afectar el ecosistema y el desarrollo de la vida de los animales que habitan la Reserva.
Pese a que lo que está en juego son millonarias inversiones inmobiliarias próximas al
asentamiento, en el debate público se consolida, por el contrario, el argumento del
daño ambiental, en tanto resulta de amplio consenso y difícilmente refutable. Mi
supuesto es que la operación simbólica de deshumanizar a los pobladores del asenta-
miento allana el camino para el ejercicio de la violencia pública.

1
Introducción

Este artículo es una reflexión acerca de las sutiles prácticas discriminatorias, y las
complejas relaciones que se tejen entre un conjunto de actores a partir de una super-
posición de intereses sobre un mismo espacio urbano. Me refiero a la disputa en torno
de las tierras ocupadas por el asentamiento Costanera Sur, en el ámbito de la ciudad
de Buenos Aires. Vecino a los últimos proyectos inmobiliarios de Puerto Madero y espe-

1- Una primera versión de este artículo fue presentada en agosto de 2005 en las Terceras Jornadas de Investigadores en
Antropología Social (Instituto de Ciencias Antropológicas, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires). Agradezco
a Pablo Wright, César Ceriani Cernadas, Silvana Campanini y Florencia Girola por sus comentarios o ayuda bibliográfica. También
quiero agradecer a los vecinos del asentamiento que compartieron momentos conmigo, y que viven momentos difíciles frente a la
inminencia del desalojo. Especialmente, mi gratitud a Margarita, Blanca, Julia, Leila, Nancy, Marcial, Rosana, Esther, Inocencio,
Pampa, Ludmila, Chile, Rafael y Alfredo. También a María Elia y Carola, abogadas de la Asamblea Permanente de Derechos
Humanos, por su generosidad.
13
cialmente a la Reserva Ecológica, el asentamiento es acusado, entre otras cuestiones, Como narra Ana, ellos se encargaron no solo de construir su techo sino también
de afectar el ecosistema y el desarrollo de la vida de los animales que habitan la buena parte de la infraestructura general: veredas, agua, pozos ciegos, etc.
Reserva. Pese a que lo que está en juego son millonarias inversiones inmobiliarias pró-
ximas al asentamiento, en el debate público se consolida, por el contrario, el argumen- “Esto figura como agua. Fue rellenado por la gente: a pala, a balde, a carretilla…”
José Luis, aprox. 35 años, vecino del asentamiento
to del daño ambiental, en tanto resulta de amplio consenso y difícilmente refutable.
Interesa reconstruir aquí las tomas de posiciones de algunos actores involucrados, así
El proceso de formación del barrio fue descripto por una vecina como una mutación
como las diversas categorías que se construyen socialmente respecto al asentamiento
de monte a barrio y de barrio a villa, por la mayor densidad de casas actual . Más 5

para favorecer una estrategia de expulsión o bien de permanencia de sus habitantes.


recientemente, terrenos o casillas fueron vendidos a nuevos pobladores que llegan de
Finalmente, he de abordar cómo se deshumaniza a los pobladores del asentamiento
otros barrios o villas de la ciudad, cada vez a precios más elevados. Según los diversos
para justificar el ejercicio de la violencia pública.
censos que se han realizado en el asentamiento, existe una importante población de
argentinos provenientes del interior del país, así como paraguayos y peruanos.
Argentinos o extranjeros, la gente que planea volver a su lugar natal –al menos discur-
Los adanes
“Llegué hace 10 años. Era la primera peruana y había un primer sivamente– considera que una mayor permanencia en el barrio los beneficiará con un
paraguayo. Eramos los adanes”. mejor resarcimiento económico, una suerte de reconocimiento siquiera material de su
2
Ana, aprox. 30 años, vecina del asentamiento
permanencia allí.
¿Qué sucede cuando unas dos mil personas se instalar a vivir, en casas construidas
por ellos mismos, a pocos metros de uno de los barrios más exclusivos de una ciudad
capital y, para colmo de males, en terrenos de una reserva ecológica? Existe mucha con- En el ojo de la tormenta
troversia respecto a los orígenes del asentamiento Costanera Sur, también denomina- “Para mucha gente de la ciudad era la barbarie, la montonera
do villa Rodrigo Bueno3. Se narran diversas leyendas respecto a los “primeros adelan- gaucha que había llegado a las puertas de la Capital”.
Bernardo Verbitsky: Villa Miseria también es América
tados” del asentamiento: que descendieron de un barco ruso; que eran los antiguos
habitantes de los vestuarios del ex balneario municipal; que trabajaban en una empre- En un movimiento vertiginoso, el asentamiento pasó de ser prácticamente descono-
sa constructora afincada en el lugar que luego se trasladó, pero ellos quedaron; que cido a tapa de los periódicos nacionales a partir de una serie de notas publicadas, fun-
fueron recogidos de las plazas –hombres sin techo, solos y borrachos– y traídos allí por damentalmente, en el diario La Nación a fines de 2004 y comienzos de 2005. El “fuego
el Gobierno de la Ciudad con el propósito de que no “afeen” el espacio público4. La dis- cruzado” lo inició una nota en la sección editorial del diario mencionado, firmada por
cusión también abarca la época a la cual se remonta este primer asentamiento: si son un ex funcionario de la Reserva Ecológica. Un mes y medio más tarde, el tema consti-
quince, veinte, o veinticinco años, lo cual no hace sino redoblar el carácter mítico tanto tuye la nota central de la primera página del matutino, que describe el asentamiento
de los habitantes iniciales como del sitio en sí mismo. Lo cierto es que el asentamien- como “…una de las villas más peligrosas de la ciudad6”.
to se fue poblando progresivamente con conocidos y parientes de esos primeros habi- Ahora bien ¿quiénes son los principales actores del debate público que reclaman la
tantes, que les ofrecieron un sitio para armar una casilla. devolución de esos terrenos de la reserva o, menos eufemísticamente, la definitiva y
urgente erradicación del asentamiento? Por un lado, el gobierno porteño. Por otro, la
“(…) Me dijeron unos amigos. Yo estaba pagando un alquiler en San Telmo. (…) Me iba ciruje- propia Reserva Ecológica y una ONG que exhorta a “sacar a esa gente de ahí, (…) y
ando madera y me construí mi casita, mi cocinita… Había ya veinte personas antiguas (…) Se
metían entre los yuyos al principio. Luego fueron rellenando. Yo cuando vine no había luz ni devolverle a la reserva tierras que pertenecen a la reserva7”. Por último, la empresa
agua. Traíamos el agua de la plaza. Nosotros mismos hicimos la instalación. Había ratas y constructora IRSA, que proyecta desarrollar un emprendimiento inmobiliario de un
basura. Tuvimos que limpiar. (…) Los dueños han construido esto con su propio esfuerzo”. costo aproximado de quinientos millones de dólares en los terrenos de la ex ciudad
Ana, aprox. 30 años, vecina del asentamiento
Deportiva de Boca Juniors, linderos al asentamiento. En dichos terrenos, a los que se
2- Los nombres de los pobladores fueron deliberadamente cambiados por respeto a las condiciones de anonimato que requirieron
accede desde el asentamiento con solo cruzar un riacho, se planea erigir el fastuoso
algunos entrevistados, y que hicimos extensivas al resto. barrio privado de once torres “Santa María del Plata”; pero el “…crecimiento de la villa
3- Las múltiples maneras de nombrar el asentamiento por parte de sus pobladores, funcionarios locales u otros, ameritaría la redac –señala con ironía una nota periodística– está afectando sus planes8”. Las palabras de
ción de otro trabajo. Basta con señalar aquí que, si bien en los medios de comunicación se ha consolidado la expresión “Rodrigo
Bueno” para denominarlo, los propios habitantes suelen aclarar que Rodrigo Bueno solo corresponde a la última manzana del un poblador del asentamiento sintetizan con claridad el conflicto:
mismo, y prefieren otras denominaciones (como villa o barrio) para aludir a “su” lugar.

4- Abonando esta hipótesis, los primeros pobladores cuentan que el Gobierno de la Ciudad colaboró en la construcción de sus
casas a través de cuadrillas municipales que aportaban materiales y mano de obra. La paradoja es que el poder local que les 5- “Yo lo conozco de cuando esto no era barrio, nada, cuando esto era monte y veníamos a pescar, digamos que esto era tipo
proveyó ese espacio –cuando todavía era una zona relegada de la ciudad–, los compele a desalojarlo una vez que esos terrenos cuentan con bosque. (…) Cuando yo vine a vivir acá era un barriecito, un barrio, eran veintisiete casitas. Yo me ilusioné que iba a quedar así.
un plusvalor, tanto por su cercanía a la reserva ecológica como a Puerto Madero. (…) ¡Ahora ya es una villa! (…) Porque ahora es un amontonamiento de gente” (Celeste, aprox 50 años, vecina del asentamiento)
14 15
“Antes estábamos olvidados y ahora estamos en el ojo de la tormenta. Por un lado la reserva y dos– se sintetiza en esta expresión: “Conéctese con una vida más pura”.
por el otro IRSA. Se nos vino todo encima. Cuando nos dimos cuenta, esto era una villa en
Se trata de un espacio resignificado como paradigma de lo natural, aunque surgido desde
medio de Puerto Madero….”
Juan, aprox. 35 años, vecino del asentamiento los escombros acumulados de las muy cuestionadas expropiaciones y demoliciones masivas
de vivienda para la construcción de la “ciudad-autopista” soñada por los militares10.
Estas voces disímiles, que en muchos aspectos expresan argumentos mutuamente El espacio de lo natural también es objeto de una construcción cultural en el caso de
excluyentes, tienen una presencia desigual en el debate público. En el marco de este las torres-country11 de Puerto Madero, que recurren al “valor agregado” de su cercanía
trabajo me interesa comentar, en particular, el predominio de un discurso ambiental a a la reserva para promocionar sus proyectos:
favor de la expulsión del asentamiento. Mi supuesto es que la operación simbólica de
“Abrir una ventana y ver el río. Caminar hacia nuevos horizontes. (…) Puerto Madero encuentra
deshumanizar a los pobladores del asentamiento allana el camino para el ejercicio de su reposo en una reserva ecológica de 350 hectáreas, donde habitan la flora y la fauna carac-
la violencia pública. Para ello he de reconstruir brevemente, en los próximos apartados, terística de la ribera rioplatense. (…) Bienvenido a Le Parc Puerto Madero. (…) Un nuevo estilo
la historia de la Reserva y las enérgicas posturas que asumen algunos de sus defenso- de vida lo espera. Adelántese”.
res en contra del “asentamiento mugriento e infectado9” que usurpó parte de sus terre-
La expresión ya dice todo respecto a quienes quedan afuera, en tanto “…los únicos
nos en el borde sur.
dotados de un ‘estilo de vida’ serían las clases dominantes” (Grignon y Passeron, 1991:
119). La materialidad del asentamiento desarma la utopía de un Puerto Madero infran-
queable, al que solo se accedería –como garantía de seguridad– por los cuatro puen-
El imperio de lo natural
tes que lo unen a Buenos Aires. El asentamiento ya está allí y obstaculiza el sueño de
“La Reserva Ecológica Costanera Sur es reconocida por la cantidad y acondicionar para las clases dominantes “…un reino separado” (Ibíd., 113).
variedad de aves que lo pueblan.
Sin embargo hay otros habitantes, menos visibles…” Tanto en el caso de Puerto Madero como en el de la Reserva, estos discursos que
Folleto “Anfibios y Reptiles” de la Reserva Ecológica caen por su propio peso –la naturaleza como un don, o cierta reconstrucción espontá-
nea de la Buenos Aires original– obliteran el hecho de que esa naturaleza no habla por
Si de historias se trata, la Reserva Ecológica también tiene la suya, y no menos curio-
sí misma, sino que son otros quienes se expresan a través de ella.
sa que la del asentamiento. En la década del veinte funcionaba el Balneario Municipal,
sobre tierras ganadas al Río de la Plata y frente a la entrada de lo que hoy es la
Reserva. En la década del cincuenta, este balneario cesa de funcionar debido a la con-
taminación del río. En 1978, en plena dictadura militar, se decide “ganar” tierras fren-
La concepción de lo humano como amenaza a lo natural
te al antiguo balneario para la construcción de un centro administrativo de la ciudad. “…no podés tenerlos ahí, en una zona tan estratégica”
Para tal fin, se construyen terraplenes perimetrales con escombros provenientes del tra- Entrevista con ex funcionario de la Reserva Ecológica
zado de las nuevas autopistas urbanas. Estos trabajos de relleno y descarga de escom-
¿Sería lícito decir que estamos frente al mundo puro de la naturaleza, en parte inte-
bros continuaron en forma discontinua hasta 1984, época en la que se abandona defi-
rrumpido por la presencia de una cultura humana? Ciertamente no. En todo caso, la
nitivamente el proyecto.
reserva sí puede funcionar como asidero de proyectos culturales o patrimoniales, como
A partir de entonces comienzan a desarrollarse, en forma espontánea, distintas comu-
la iniciativa para declarar Patrimonio de la Humanidad a la franja costera de Buenos
nidades vegetales, que a su vez favorecieron el establecimiento de especies animales.
Aires dentro de la categoría “paisaje cultural”, contemplada por la UNESCO. Lo intere-
El sitio, refugio inicial de ornitólogos y naturalistas, fue convocando cada vez mayor
sante es que, dentro de las debilidades que admite el proyecto, se mencionan “las villas
público, y finalmente en 1986 se le brinda protección al área al declarársela Parque
y asentamientos precarios que deberán estar incluidos en las políticas públicas12”. Entre
Natural y Zona de Reserva Ecológica, dependiente del Gobierno de la Ciudad. En la
las debilidades del proyecto no figura, en cambio, un problema de envergadura como
actualidad, sus trescientas cincuenta hectáreas de lagunas y pastizales son visitadas
la contaminación del Río de la Plata.
por vecinos de la ciudad y turistas, especialmente los fines de semana. El slogan de la
Ahora bien ¿por qué los habitantes del borde sur de la reserva no podrían ser mere-
reserva –casi idéntico al que utilizan, curiosamente, las publicidades de barrios cerra-
cedores siquiera de un mínimo de ese plusvalor cultural? Como ya mencioné, el asen-
6 -“Una villa en plena reserva”. ”. Diario La Nación, 18/1/2005, pág. 1.

7 -Declaraciones de Irene Verbitsky, de la Asociación Amigos de la Reserva. En: “Fuerte controversia por una villa que usurpa 10- Respecto a las expropiaciones para las construcciones de autopistas urbanas durante la dictadura militar, remito al lector
tierras de la Reserva Ecológica”. Diario La Nación, 18/1/2005, pág. 11. al ya clásico trabajo de Oszlak (1991: 199-238).

8 -“Una villa en plena reserva”. ”. Diario La Nación, 18/1/2005, pág. 1. 11- La expresión refiere al fenómeno de los countries en la ciudad: edificios perimetrados, con vigilancia las 24 horas y
espacios comunes para el descanso y la actividad física.
9- Declaraciones de Irene Verbitsky, de la Asociación Amigos de la Reserva. En: “Fuerte controversia por una villa que usurpa
tierras de la Reserva Ecológica”. Diario La Nación, 18/1/2005, pág. 11. 12- “Buenos Aires y un proyecto ambicioso”. Diario La Nación, 23/12/2004, pág. 30.
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tamiento se encuentra entre la reserva y la ex ciudad deportiva de Boca Juniors, donde “vecinos decentes” de la ciudad.
la empresa IRSA planea erigir un barrio privado de varias hectáreas. También se No obstante, en el debate público solo trasciende la preocupación por la salud y el
encuentra próxima al barrio Puerto Madero, que se extiende hacia todo recoveco sus- bienestar de un grupo de personas: los habitantes del asentamiento. Ellos no deberían
ceptible de ser capitalizado como renta inmobiliaria13. Su extrema cercanía física a vivir “…en esas condiciones, en tierras contaminadas18”, ni bañarse en aguas servidas.
estos proyectos exclusivos, no obstante, de ningún modo logra ser traducida como pro- ¿Se está resguardando, efectivamente, su calidad de vida, o bien la de las clases
ximidad social o moral14 . Por el contrario, el asentamiento es imaginado por sus detrac- medias y altas con quienes esos “intrusos” comparten espacios públicos19 y donde ope-
tores como un intersticio, una grieta en las “narices” de un mundo ultramoderno y ran, por lo tanto, intereses contrapuestos? No se vislumbra tanta preocupación por las
veloz15, cuyos (¿nobles?) salvajes ni siquiera podrían autonomizarse de una relación pri- condiciones de salud de los habitantes de otros barrios de la ciudad por fuera del cir-
maria con la naturaleza: cuito de consumo de las clases acomodadas, como Lugano, villa Soldati o Mataderos.
Por otra parte, el hecho de no reconocerles casi ninguna otra humanidad que la de
“Una nueva amenaza se cierne sobre la Reserva Ecológica Costanera Sur. (…) Son pocos los que saciar su hambre con animales enfermos20 ¿no estaría implicando inscribir nuevamen-
saben que en una de las áreas de mayor biodiversidad, como lo es el borde del canal y el cei-
bal allí asentado, más de mil quinientas personas se apiñan desde hace años junto a un canal te, como pregonaba un siglo atrás el evolucionismo, a ciertas producciones de actores
contaminado, donde obtienen bogas enfermas y coipos protegidos como alimento. Su y grupos específicos como no pertenecientes a una verdadera civilización? En tanto se
urbanización cortaría la libre circulación de especies entre el canal con el resto de la lo considera un grupo arcaico, fuera del tiempo o mejor, anclados en un pasado de
Reserva, afectando el ecosistema y el desarrollo de la vida de los animales”.
“Otra amenaza para la Reserva Ecológica”. Nota editorial firmada por el ex director general de mera supervivencia material21, existe una imposibilidad de pensarlos como co-ciudada-
la Reserva Ecológica Costanera Sur. Diario La Nación, 2/12/2004 (El resaltado es mío). nos pues, en última instancia, es como si no estuvieran realmente allí. Tratados como
residuos extemporáneos de un estado de naturaleza, lo que en rigor se les deniega es
Los actores que impulsan la erradicación de las personas asentadas sobre el “peque- su condición humana.
ño basural16” acuden a un discurso impregnado de simplicidad, de la transparencia del
sentido común, apoderándose del lenguaje inequívoco de la naturaleza (Bourdieu, “[a propósito de diversas posturas a favor de la reserva y en contra del asentamiento] ¡Los ani-
males tienen más derechos que los seres humanos! (se ríe) Pienso que a los seres humanos tie-
1985: 93-97). Dicha estrategia de la neutralidad se construye desde un lugar presun- nen que darles prioridad, porque son seres humanos que necesitan.”
tamente objetivo: ni a la izquierda ni a la derecha, solo esgrimiendo derechos consa- Ana, aprox. 30 años, vecina del asentamiento
grados por la Constitución. En síntesis: pura moderación.
Por otra parte, esta mala conciencia que se les atribuye a los pobladores del asenta- En ciertas exaltaciones de la naturaleza opera, desde esta percepción, una degrada-
miento por comer animales enfermos o protegidos implica un dilema moral: la mancha ción de lo humano: los animales autóctonos de la reserva sería más afines al espíritu
que generan es considerada indeleble, en tanto se los juzga ontológicamente contaminados: consagrado por los defensores de lo natural.
Si la cultura siempre se define por oposición a otra cosa (Kuper, 2001: 33), lo mismo
“Una persona contaminadora siempre está equivocada. Ha (…) atravesado sencillamente algu- podemos alegar respecto a la naturaleza. El argumento de la expulsión se asienta prin-
na línea que no debe cruzarse y este desplazamiento provoca el peligro para alguien. La trans-
misión de la contaminación (…) es una capacidad que los hombres comparten con los anima- cipalmente sobre el peligro de contaminación –y no sobre el proyecto inmobiliario22–
les (…)” (Douglas, 1991 [1966]: 131). por el unánime consenso que la preservación ecológica es capaz de obtener23.
Ya comentamos al menos dos aspectos –en apariencia altruistas– de esta concepción
En efecto, los habitantes del asentamiento son percibidos como peligrosos para el contaminante. Un tercer aspecto involucrado es la visible amenaza que supone la pre-
ecosistema: incapaces de sustraerse de sus instintos17, ellos estarían impidiendo el “libre sencia del asentamiento para la reserva, descripto como un “desmadre” asimilable a
albedrío” animal y vegetal. Bajo la aparente ecuanimidad de esta argumentación se
17 - “Rousseau y Kant definieron la humanidad por la libertad, o sea, por la facultad de sustraerse de las determinaciones instintivas.
podría aventurar que, metonímicamente, esos sectores populares resultan una presen- El humanismo moderno se basa exactamente en esa idea para definir nuestros deberes con los animales” (Descola, 1998: 32-33).
cia perturbadora no solo para el reino animal y vegetal, sino también para los propios 18 - Declaraciones de Irene Verbitsky, de la Asociación Amigos de la Reserva. En: “Fuerte controversia por una villa que usurpa
tierras de la Reserva Ecológica”. Diario La Nación, 18/1/2005, pág. 11.

13- En la actualidad, al menos una decena de proyectos de lujosas torres de departamentos perimetradas están en marcha solo 19- H a b i tantes del asentamiento y vecinos de la ciudad utilizan el flamante y multipremiado Parque Micaela Bastidas, así como la
en Puerto Madero, apuntando al target de mayor poder adquisitivo: ABC1. Reserva. A raíz de esa convivencia forzosa, un ex funcionario de la Reserva acudió en una oportunidad al asentamiento para
pedirle a los travestis qua habitaban allí que “al menos se vistan los fines de semana”, cuando iban a ofrecer sus servicios
14- En tanto las distancias espaciales afirman distancias sociales, sorprende encontrar estos lugares que concentran propiedades sexuales al predio de la reserva.
positivas y negativas tan próximos uno al otro. Como afirma Bourdieu (1999: 121-122), los poseedores de mayor capital poseen
la capacidad de dominar el espacio, adueñándose de los bienes que se distribuyen en él, y manteniendo a distancia, física y 20- En una entrevista con el delegado más importante del asentamiento, me sorprendió que su primer comentario apuntó a
simbólica, a las personas y cosas indeseables. relatarme a mí, un interlocutor extraño, que ellos allí dentro formaban “lazos de cultura”. Este enunciado se construyó, como
diría Bajtin (1982), como respuesta a un conjunto de enunciados previos emitidos sobre el mismo tema.
15- Al respecto, confrontar la concepción de Donzelot (2004) respecto al advenimiento de una ciudad en tres velocidades.
21- Como señala Fabian (1983: XI), resulta más tolerable colocar a los “otros” en un tiempo casi inaccesible. Esta dilación
16- “Desalojo en Puerto Madero”. ANRED, 14/3/2005. temporal es identificada por el autor como una negación de la coetaneidad (Mignolo, 1995: 107).
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otros focos contaminantes: las baterías abandonadas en el río, el galpón de residuos cuerpos de desaparecidos de la última dictadura militar.
tóxicos, el depósito de autos abandonados… La suma de estos elementos constituye un
“conjunto infecto y desagradable, no apto para la vida humana”, y convierten la reser- “J: [a apropósito de una nota aparecida en la revista Noticias donde defensores del medio
ambiente protestan por el asentamiento] ¡Que no nos pongan a nosotros de enemigos, en con-
va en “tierra de nadie24”. Así descriptas, las personas implícitamente incluidas en estas tra de la clase media, porque nosotros la cuidamos [a la reserva]! ¡Que no nos ponga que esta-
catastróficas postales del asentamiento parecieran no solo carecer de humanidad, sino mos usurpando estas tierras! (…)
incluso de un aliento de vida, un estatus orgánico. El desorden del cual ellos formarí- JL: Las Madres de Plaza de Mayo reclaman que acá están sus muertos. Había pibes que encon-
traban esqueletos ahí… [señalando la reserva]”
an parte permite sancionar, además, los límites entre lo puro y lo impuro. Juan y José Luis, vecinos del asentamiento

Una villa de avería Desde este punto de vista, no serían ellos los responsables de la “contaminación”
avería (del árabe al- ‘awariyya, las mercaderías estropeada)s. 1. Daño que padece –material o simbólica– de la reserva, sino que el mismo gesto fundacional de ese espa-
las mercaderías estropeadas. (…) 4. Daño que impide el funcionamiento de un aparato, cio, con su ominoso secreto a cuestas, alcanzaría para vulnerar su aura benévola.
instalación, vehículo, etc.
de avería: (argentinismo) de cuidado, peligroso.
Diccionario de la Real Academia Española, 1984, Tomo I.
¿Una frontera natural?
En el apartado anterior vimos de qué modo la supuesta “cultura mínima” de los habi- “Los terrenos de relleno en la zona del antiguo balneario de la
Costanera Sur fueron colonizados en forma natural y espontánea
tantes del asentamiento sólo estaría orientada, según ciertos imaginarios sociales, a
por numerosas especies…”
resolver sus necesidades biológicas. Las prácticas que les son admitidas en el debate Folleto “Vegetales” de la Reserva Ecológica
público se vinculan con su reproducción material o, como veremos a continuación, con
la no menos activa delincuencia. Un funcionario de gobierno, que pidió la reserva de Si parte del anhelo de los defensores de la reserva se sustenta en la multiplicación de
su nombre, declaró ante un diario nacional: “…sucede que es una villa de avería, muy las especies naturales, el ideal respecto al asentamiento sería reducirlo hasta su extin-
pesada, donde la policía no entra25”. ción, al menos física, de ese espacio urbano28.
La policía, sin embargo, no solo cuenta con un destacamento en la entrada del asen-
tamiento –donde cobra coimas a sus habitantes para permitir el ingreso de autos, “Por suerte queda del otro lado del Riachuelo…¡por suerte! Es todo usurpado, a nosotros no nos
joden. Y además hay una reja que separa, por suerte. Nosotros no tenemos nada que ver. Son
camiones o mercadería–, sino que incluso varios policías de la ciudad habitan allí. El todos extranjeros. Acá por suerte ni vienen. Acá además estamos seguros. Hay Prefectura,
rumor de la extrema peligrosidad del asentamiento resulta, no obstante, funcional al Policía, hasta viene el Ejército a entrenar acá (se ríe) Los hijos de puta [del asentamiento] ahora
ideal de preservar la ciudad para quienes pueden afrontar el gasto de vivir en ella. me enteré que [para vender sus casas a otros] piden tres mil dólares el metro cuadrado. Qué
ladrones”.
Por otra parte, múltiples fuentes coinciden en señalar que la mayoría de la población Guía de la reserva
trabaja regularmente y no se registran, prácticamente, delitos26. No obstante, como iro-
nizan Grignon y Passeron (1991: 113), las prácticas de los sectores populares tienden a “Les metimos un alambre olímpico. Acotamos la posibilidad de crecer de la villa (…) Es una rela-
ser imaginadas de una alteridad radical que conduce a considerarlas como no-culturas, ción muy conflictiva. La orden de Jefe de Gobierno fue no meterse. (...) Están apañando la ile-
galidad que es gravísimo; les dan derechos que no tienen”.
o bien como “culturas- naturalezas27”. Frente al peso abrumador de estas acusaciones, Ex funcionario de la reserva
los habitantes del asentamiento se encargan de señalar los supuestos orígenes non
sanctos de la reserva denunciando que allí estarían enterrados, en fosas comunes, los Amén del alambrado olímpico, la reja con candado cerca el asentamiento hacia el
22-Es preciso señalar que el proyecto inmobiliario de IRSA es resistido desde organismos no gubernamentales por ser considera este e impide el acceso de sus habitantes al río.
do un proyecto de alto impacto ambiental, con lo cual la expulsión del asentamiento difícilmente podría sustentarse desde allí.
Los vecinos, de todos modos, aluden a las consecuencias que el megaproyecto inmobiliario tendría sobre el futuro del asen
tamiento: “(…) Durante veinte años no hicieron nada ¿y ahora les preocupa porque hay un proyecto inmobiliario al lado? No “Cuando existía íbamos al río. Nos bañábamos. Hicimos un hueco por allá y nos metíamos (…)
tiene sentido” (Juan, vecino del asentamiento).
27- Franquear la barrera que separa a las clases medias de las clases populares implica metafóricamente, para Grignon y Passeron
23-En un trabajo previo (Carman, 2006: 221-237) abordé casos de desalojos ambientales, asistenciales o humanitarios, donde (1991: 98), salirse de la esfera de la cultura para perderse en la naturaleza. En las conclusiones del trabajo retomaré la prob
las personas son trasladadas por su propio bien, por su propia seguridad, o para defender el espacio público. lemática de la distinción entre naturaleza y cultura.

24-El entrecomillado pertenece a citas textuales tanto de entrevistas como de proyectos de resolución de funcionarios y ex fun- 28- Una breve digresión histórica tal vez sirva para echar luz sobre esta primacía de la propiedad por sobre otros derechos. Para
cionarios de la legislatura porteña y la Reserva Ecológica, involucrados con esta problemática. Joseph Townsend (1739-1816), los hombres no son como bestias, como sostenía Hobbes (1994) [1651], sino que son efecti
vamente bestias, y precisamente por esa razón sólo se requiere un mínimo de gobierno. Desde su punto de vista novedoso
25-“Fuerte controversia por una villa que usurpa tierras de la reserva Ecológica”. Diario La Nación, 18/1/2005, pág. 11 (El resalta –basado en el célebre paradigma de las cabras y los perros–, una sociedad libre podía considerarse integrada por dos razas:
do es mío). la de los propietarios y la de los trabajadores. El número de estos últimos estaba limitado por la cantidad de alimentos; y mien
tras que la propiedad estuviese segura, el hambre los impulsaría a trabajar. Con un énfasis que evoca la línea editorial del
26-Me refiero a los diversos censos realizados, las referencias de la comisaría de la jurisdicción, los empleados de diversas ONG diario nacional mencionado, Townsend arguye que el hombre debe ser castigado cuando invada la propiedad de su vecino. La
con sede en el asentamiento, y los propios vecinos. fuga hacia el naturalismo de Townsend sostiene como principal argumento, pues, el resguardo de la propiedad privada.
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Ibamos todo el barrio con nuestras gaseosas, nuestros chicos. Nos divertíamos. El río era cuan- “Supuestamente hacen un terraplén para deporte. Supuestamente es Nación. La gente dice que
do no nos querían botar, cuando estaba todo bien. Cuando empezaron a hacer los edificios se los quieren tapar. Yo tengo miedo que sea tierra contaminada… ya bastante contaminado está
puso todo mosca. No nos dejaban entrar”. el barrio como para que les agreguen otro factor más”.
Rosalía, aprox. 25 años, vecina del asentamiento Andrea, empleada de la Fundación Crisanto

“Empieza a meter camionadas y nos hicieron un muro de punta a punta. Vienen turistas, de
No obstante, el asentamiento continuó creciendo, especialmente durante aquellos todos lados, y entonce’ hicieron un muro y escondieron la pobreza. Le pusimos el muro de Berlín.
meses donde el desalojo parecía inminente. Seguimos siendo N.N. Ellos [refiriéndose al Estado] tienen los medios, nosotros no tenemos
acceso”.
“Esa tierra todo han llenado para que no avance la gente. A la noche alguno arma la casa. La Juan, aprox. 35 años, vecino del asentamiento
gente recorre con carrito, junta madera y amanece y ya está la casita”.
Marta, aprox. 40 años, vecina del asentamiento El último testimonio articula la problemática del terraplén con las políticas estatales
que los mantienen, al igual que el muro, ocultos. Si bien excede los propósitos de este
En cierto modo, el asentamiento Costanera Sur es una suerte de barrio cerrado por
trabajo, al menos es necesario señalar que la merma de humanidad de los habitantes
defecto, ya que progresivamente se le han ido cercenando sus conexiones con la reser-
del asentamiento también se expresa prácticamente en su ausencia de derechos en la
va, el Río de la Plata, y los terrenos aledaños29. A esto se suma la presencia de la
vida cotidiana.
Prefectura a la entrada de la villa, y el puesto policial de la comisaría en pleno barrio.

“Esto es terreno zona verde, decía mi marido. (…) Te revisan porque es privado allá, es reserva “Los compañeros la discriminaban [a su hija en la escuela de San Telmo] porque decía: ‘vivo en
todavía. (…) Yo parece que estoy en un lugar privado, porque no tiene salida. Estoy más tran- una villa, un asentamiento, como lo quieras llamar’, y ya no se sentía cómoda. Cuando hizo
quila”. amigos, eran chicos de acá. (…) Acá no puedo recibir correspondencia por ejemplo. El Correo no
Marta, aprox. 40 años, vecina del asentamiento entra. No quieren poner nada porque la cosa está así, porque nos tenemos que ir”.
Celeste, aprox. 50 años, vecina del asentamiento

Esos límites funcionan, también, como fronteras morales: veamos a continuación el “[Me relata la discusión con una asistente social que le sugería que, para acceder a un plan
caso del terraplén que se está construyendo, aparentemente, como una futura ciclovía social, obtenga un domicilio prestado en San Telmo] ¿Por qué voy a hacer en una casa ajena
mi domicilio si ese no es mi hogar? (…) Donde uno vive tenés que tener tu domicilio. A mí me
de la Reserva. gusta cumplir con la ley”.
Marta, aprox. 40 años, vecina del asentamiento

El muro de Berlín “La falta de atención médica es otro problema que sufren los habitantes de la villa Rodrigo
Bueno. Las ambulancias de los hospitales del área se niegan a entrar sin una escolta policial”.
“Los que están viviendo en semejante torres y ven acá deben tener l a
“Prometen erradicar la villa de la reserva”. Diario La Nación, 19/1/2005, pág. 16.
yugular así. Subís al séptimo piso nomá y ves todo [el asentamiento]”
Celeste, aprox. 50 años, vecina del asentamiento
“En la salita no los atienden porque es del otro lado de [la avenida] España y no tienen asig-
nadas esas cuadras. Van a las 4 de la mañana para tener turno a las 7. (…) Todo esto en una
Como argumento de expulsión, públicamente se discute la presunta inundabilidad ciudad con superávit (…) Es un vacío legal (…) Ese vacío los chupa. El Gobierno trabaja muy
del asentamiento. La paradoja es que el poder local levanta actualmente un terraplén bien con el concepto de usurpación y los ha convencido”.
de varios metros de altura justo enfrente de donde se alzan las casas. Los vecinos del María Elia, abogada de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos

asentamiento temen que esa montaña de tierra se derrumbe, que lastime a sus hijos o
Del mismo modo en que el espacio donde viven –al ser tierra ganada al río–, no tiene
inunde, en efecto, el lugar.
una existencia legal definida, ellos tampoco tendrían, en muchos de los ámbitos de su
“A: [el terraplén] lo han hecho a propósito para fastidiarnos. El Gobierno quiere sacarnos de acá vida cotidiana, una existencia real. Hay una suerte de metonimia, pues, entre el esta-
por cualquier mentira: que es sitio inundable, que es la villa más peligrosa de Buenos Aires. tus de la tierra y su estatus como seres humanos y ciudadanos: ambos son ontológica-
J: (…) ¡si podían nos rellenaban a nosotros mismos!” mente liminales.
Ana y Josefina, vecinas del asentamiento
“En el catastro estamos sobre agua: no lo encontrás. Para el Gobierno somos N.N.”
Juan, aprox. 35 años, vecino del asentamiento
Polanyi (2003 [1957]: 165-170) sostiene que los economistas renunciaron pronto a los fundamentos humanistas de Adam Smith
e incorporaron los de Townsend, publicados en Dissertation on the Poor Laws (1786), pocos años después de La riqueza de las
Naciones (1780). La naturaleza biológica del hombre aparecía aquí como el fundamento dado de la sociedad. Townsend, en efec-
Los pobladores del asentamiento combinan diferentes modos de pertenecer a ese
to, introdujo un nuevo concepto de la ley en los asuntos humanos: el de las leyes de la naturaleza, que correspondían muy bien, lugar donde viven. Haciendo un gran esfuerzo debido a la distancia y la escasez de
como sostiene Polanyi, a la sociedad que estaba surgiendo.
colectivos, envían a sus hijos a la escuela en San Telmo o La Boca, procuran ser aten-
29-La excepción la constituye la entrada por la manzana uno, por el pasillo o calle, donde todavía pueden ingresarse las mer-
caderías non sanctas o evitar el “peaje” policial.
didos en el hospital y la salita, o tramitan el Documento Nacional de Identidad con
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domicilio allí para acceder a planes sociales. de Puerto Madero que pretenden reposicionar a Buenos Aires dentro del “mapa” glo-
Por su parte, el poder local provee parcialmente servicios asistenciales y educativos, y bal de las ciudades sofisticadas y consagradas por su valor agregado. En tal contexto,
al mismo tiempo, como veremos en el epílogo, comienza a expulsarlos sin garantizar la cercanía espacial del asentamiento no conlleva, automáticamente, cercanía tempo-
una contrapartida habitacional para estas personas que trabajan en la ciudad y con- ral ni moral. Antes bien, se trata de preservar la ciudad –y fundamentalmente, sus
tribuyen a su pulso diario y dinamismo30. Como decía Ratier (1985: 9) en su ya clásico barrios privilegiados– para los verdaderos contemporáneos.
Villeros y villa miseria: Si la Reserva se asocia a una colonización natural, cargada de belleza y motivo de
orgullo de la ciudad, el asentamiento es considerado, desde las visiones prevalecientes,
Aunque la clase media no lo sepa, la villa miseria ya está imbricada para siempre en su vida un “insólito poblado33”, cuyos habitantes –de una naturaleza no redimible– usur-
diaria. Llega hasta las casas de departamentos desde su propio nacimiento en el albañil boli-
viano que las levanta, en la mujer que cumple tareas de servicio doméstico por horas. Está en pan, roban, u ofrecen sus servicios sexuales semidesnudos. Ellos deberían, pues, “extin-
los brazos fornidos de los portuarios, en los cuchillos de los matarifes de los frigoríficos, en las guirse”; si no materialmente, al menos merced a un traslado. Las tierras recuperadas
fábricas, en la mujer que vende ajos y limones en la feria. La villa construye y mantiene la ciu- permitirían la deseada multiplicación ad infinitum de la flora y fauna autóctonas.
dad que la generó y la margina.
El asentamiento se ve así condenado a una expulsión simbólica tanto de la natu-
raleza como de la cultura legítimas, aunque esta distinción entre naturaleza y cultura
Pese a la ubicua presencia de estos anónimos trabajadores en el día a día urbano, el
resulte, como expongo a continuación, admisiblemente arcaica.
reconocimiento social entre las clases sociales siempre resulta unilateral y desigual31.
Siguiendo el planteo de Descola (2005: 100-110), la cesura entre naturaleza animal
y cultura humana ya no sería absoluta, tal como vienen demostrando los especialistas
de los grandes simios. En segundo lugar, muchos de los pueblos no modernos son indi-
Epílogo
ferentes a esta división naturaleza-cultura, en tanto atribuyen a entidades que nosotros
“Son impuras aquellas especies que son miembros imperfectos de su género, consideramos naturales características de la vida social: animales que poseen un alma,
o cuyo mismo género disturba el esquema general del mundo”. por ejemplo, y son tratados como personas34. Una naturaleza así dotada con atributos
Mary Douglas: Pureza y peligro de la humanidad, sostiene Descola, ya no es una naturaleza.
Esta distinción naturaleza-cultura resulta bastante reciente en Occidente, y conduce
Cuando un actor social actúa tal como lo que se espera socialmente de él, difícilmen- al autor a cuestionar la pertinencia de los análisis conducidos por esta herramienta,
te deba ofrecer explicaciones al respecto. Por el contrario, cuando ese actor actúa ines- cuya universalidad no tiene nada de evidente. Dentro de este cuestionamiento radical,
peradamente, le son requeridos los motivos de su conducta. Lo mismo es válido respec- el autor propone reemplazar la dicotomía naturaleza-cultura, solo relevante en las len-
to a los usos del espacio urbano: en el caso de este asentamiento, no hay argumento guas europeas, por las relaciones de los humanos entre ellos y con los no humanos a
de carencia o exclusión que justifique el sacrílego hecho de usurpar tierras a escasos partir de la distinción entre una materialidad y una interioridad. Según las combinacio-
metros del centro de poder económico y político del país32. nes posibles entre estos dos elementos, sería posible distinguir cuatro grandes tipos de
La súbita fama del asentamiento Costanera Sur no se debe, pues, al posible déficit ontologías: el totemismo, el animismo, el analogismo y el naturalismo. Solo resulta per-
de este asentamiento per se (otros lo superan con holgura en términos de hacinamien- tinente discutir aquí esta última fórmula, que se corresponde con nuestra forma de
to o pobreza), sino por el apremio de objetar su cercanía a la Reserva y a Puerto objetivar la realidad.
Madero. Sabemos que el negocio inmobiliario empuja al desplazamiento de los pobres La idea de naturalismo presupone, como afirma Descola, una discontinuidad de las
en las áreas bajo renovación. ¿Es su población, entonces, peligrosa, o lo que resulta peli- interioridades entre animales y humanos, a la vez que una continuidad material. Desde
groso es su roce con una de las zonas más ricas de la ciudad? Darwin en adelante, el naturalismo instaura una organización cosmológica donde los
Como ya vimos, la reserva se vuelve un lugar cotizado no solo por los vecinos de la humanos “…se ven distribuidos en el seno de colectividades netamente diferenciadas,
ciudad, los nuevos habitués del exclusivo Puerto Madero y los turistas, sino que tam-
bién comienza a ser invocado en las publicidades de los megaproyectos inmobiliarios 32- Cfr. Giddens, 1995: 307. El nudo de esta temática, que denomino la “máxima de intrusión socialmente aceptable”, fue tratada en detalle
en Carman, 2005a.
30- Como señala Bourdieu (1999: 119) “(…) todo hace pensar que lo esencial de lo que se vive y se ve sobre el terreno, es decir, las eviden-
cias más sorprendentes y las experiencias más dramáticas, tiene su origen en un lugar completamente distinto. Nada lo muestra mejor que 33- “Las leyes están para ser respetadas”. Editorial del diario La Nación, 20/1/2005.
(…) esos lugares que se definen, en lo fundamental, por una ausencia: esencialmente, la del Estado y todo lo que se deriva de este, la policía,
la escuela, las instituciones sanitarias, las asociaciones, etcétera” (las cursivas pertenecen al autor). 34- En otro artículo, Descola (1998: 23-27) analiza las cosmologías amazónicas que establecen una diferencia de grado, y no de naturaleza,
entre hombres, animales y plantas. Vale decir que los animales –y las plantas en menor medida– son percibidos como sujetos sociales dota-
31-Según la célebre dialéctica del señor y el siervo hegeliana, el señor nunca va a ser un ser independiente, para sí, en la medida en que dos de instituciones y de comportamientos perfectamente simétricos a aquellos de los hombres. En otras palabras, todos los seres estarían
depende de otro ser, de la acción de aquel que trabaja para él. Al no transitar por el camino del dolor, tampoco nunca llegará a ser ver provistos de humanidad en tanto la condición original de unos y otros es cultural, no natural. Bajo otra perspectiva, el antropocentrismo occi-
daderamente libre. Al mismo tiempo, dentro de esta relación de reconocimiento asimétrica, son precisamente los siervos los que experimen dental –que constituye una tendencia de diversas sensibilidades ecológicas contemporáneas– expresa la capacidad de identificarse con los
tan temores ancestrales, profundas experiencias de dolor y muerte. Para un análisis más exhaustivo ver Hegel, 1973: 117-121, Marcuse, no-humanos en función de su supuesto grado de proximidad con la especie humana. Si los animales más próximos al hombre pueden obten-
1970: 114-121, Hypollite, 1974: 154-160 y Valls Plana, 1979: 128-160. El carácter de mutuo reconocimiento de la identidad es recuperado er ciertos derechos, es interesante pensar cómo, análogamente, pareciera que solo los hombres más cercanos a un ideal civilizatorio merecen
por varios autores contemporáneos que trabajan cuestiones atinentes a la identidad, como por ejemplo Kellner, 1992: 141 y Taylor, 1992: 56-60. gozar de los derechos consagrados para todos.
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las culturas, que excluyen de derecho no solamente al conjunto de los no humanos, mentos por parte de sus habitantes. Todas las noches, además, se encargan de cerrar
sino también (...) a humanos exóticos o marginales que por sus costumbres incompren- el doble portón de acceso al barrio con un candado, con el objeto de abortar cualquier
sibles, y por falta de (...) elevación moral (…), conducía a ordenarlos en el dominio de eventual llegada de nuevos habitantes. La compleja articulación de estas medidas
la naturaleza en compañía de los animales y las plantas” (Ibíd., 110). parecen fundarse en un temor atávico a la reproducción espontánea de los pobres,
No obstante, creo que estamos lejos de asistir actualmente, como plantea Descola, a como si hubiese una suerte de partenogénesis de los desclasados38.
un derrumbe del naturalismo. Antes bien, la concepción evolucionista de humanos de Por otra parte, se instaló una oficina de la Subsecretaría de Desarrollo Social a esca-
distinta gradación cultural o moral permanece arraigada en el sentido común, y opera sos metros del asentamiento, con el objeto de obtener las declaraciones juradas de los
cotidianamente a la hora de clasificar a los desheredados de la “bonanza” capitalista. vecinos, mediante las cuales aceptaban subsidios en blanco a cambio del abandono de
El hecho de no admitirlos como semejantes facilita, a mi juicio, el uso de la extorsión la casa39. Visiblemente atemorizados, e incluso sin dormir o llorando, los vecinos acudí-
o la violencia estatal. La categorización descalificativa ya supone una violencia; de allí an hasta esta oficina para optar por el subsidio mencionado, tras lo cual la casa en
al uso de la violencia, explícita o implícita, hay un solo paso, pues ambas operaciones cuestión era demolida. El resto de los pobladores continuó viviendo entre los escom-
están inextricablemente unidas. A contrario, la aceptación de lo diverso no implica bros de las casas que ya no están, hasta que estos fueron finalmente removidos.
necesariamente una asunción de la desigualdad histórico-social o de los problemas Para atenuar las devastadoras consecuencias sociales del ejercicio de la violencia
políticos involucrados; la bibliografía sobre los dilemas del multiculturalismo es pródi- pública, resulta necesario expropiar lo más posible la condición humana a sus damni-
ga en ejemplos en este sentido. ficados41. El deliberado ensanchamiento de la brecha entre el fuerte y el débil, el puro
El texto del decreto firmado por el Jefe de Gobierno de la Ciudad a fines de agosto y el impuro, el legal y el ilegal, habilita el despliegue de medidas que resultarían inad-
de 2005 para la recuperación de los terrenos sobre los que se alza el asentamiento misibles si los implicados se ajustasen al imaginario del ciudadano promedio. La exa-
–vale decir, para autorizar el desalojo de sus pobladores–, retoma la argumentación cerbación de las diferencias morales –a veces solo basadas en el repudio a su anóma-
naturalista abordada en los acápites anteriores, a saber: el pleno desarrollo ambiental lo acceso al espacio urbano– justifica toda arbitrariedad, y aun ilegalidad, en la répli-
del ecosistema de la Reserva, y el derecho de los ciudadanos a acceder a un espacio ca del Estado42. Es posible argüir, pues, que estamos frente a una gradación de huma-
libre de contaminación35. Los eufemismos utilizados por el poder local –la recuperación nidades: por el mero hecho de ser humano, no se es portador de una idéntica condi-
o bien la liberación de las tierras– evitan la alusión directa a los seres humanos impli- ción de humanidad. No resulta azaroso que las clases acomodadas vean con buenos
cados, enmascarando la violencia de la expulsión36. ojos habitar, en la medida de lo posible, un reino separado (y las torres de Puerto
Durante los últimos años, el poder local desplegó un abanico de acciones intimidato- Madero, a escasos metros del asentamiento, atestiguan el sueño cumplido). El desco-
rias cuyo fin apuntó a lograr las aceptaciones de desalojo por parte de los pobladores. nocimiento de su humanidad, simétrico al reconocimiento unilateral de la sobrehuma-
En primer lugar, se afectó la provisión del agua, la luz, la recolección de la basura, la nidad de los que merecen un estilo de vida aparte 43 ¿no puede ser interpretado, tam-
desratización, así como la exclusión de los vecinos de planes alimentarios. Asimismo –y bién, como el ejercicio de una violencia? Esta demarcación de fronteras entre lo natu-
sumándose a los muros ya comentados– se intentó repetidas veces tapar el ingreso de ral y lo humano nos lleva a interrogarnos, en fin, acerca de las fronteras de aquello que
los moradores con carteles publicitarios. Dentro de este afán estatal de controlar físi - logra ser sancionado o no como discriminación, y también como violencia urbana.
camente la anomalía37, se apostó una guardia policial permanente a la entrada del
asentamiento, cuyos agentes controlan e impiden el ingreso de materiales y aun de ali-
39- Como arguye Signorelli (1996: 30-31), los servicios públicos de atención en oficinas constituyen un lugar urbano a través del cual se producen y se artic-
35- “CONSIDERANDO: (…) Que (…) dicho asentamiento poblacional no posibilita el pleno desarrollo ambiental de la Reserva Ecológica Costanera Sur, impactan- ulan procesos culturales y sociales. Su antropología de la ventanilla propone, pues, el estudio de aquel umbral real y simbólico mediante el que se establece
do negativamente en su ecosistema, el cual resulta de vital importancia para la ciudad y sus habitantes; Que, asimismo, estos últimos se ven imposibilitados de una relación estrecha entre dos sujetos: “Muy a menudo se oye decir que el Estado moderno es, para el ciudadano medio, una entidad abstracta, lejana,
apreciar la mencionada reserva en su plenitud en virtud del asentamiento poblacional existente (…) [y] (…) ven restringido su derecho a un espacio libre de conta- inalcanzable, incluso difícilmente imaginable (…). Esta afirmación de muchos politólogos (…) me parece que no tiene en cuenta los continuos contactos e
minación (…) EL JEFE DE GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES DECRETA: Créase el “Programa Recuperación de Terrenos intercambios que se dan entre los ciudadanos y el Estado a través de esas terminales que son, precisamente, las ventanillas. Se trata de relaciones numerosas,
de la Reserva Ecológica Costanera Sur”, con el objeto de lograr soluciones habitacionales que garanticen la desocupación del predio (…)”. (Fragmentos del Decreto espesas, capilares y, sobre todo, muy concretas: por una parte un ciudadano con una necesidad y provisto de un derecho, por otra, no el Estado, sino una
1247, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 25 de agosto de 2005. (El resaltado es mío). persona de carne y hueso, un funcionario, que representa al Estado y gestiona su poder” (Signorelli, 1996: 29).

36- En un sentido similar, Descola aborda los eufemismos que disimulan, sobre la apariencia de una relación libremente consentida, la violencia efectiva ejercida 40- Aquello que el Estado ciertamente no provee se presenta en sociedad como opciones de cada individuo o familia. Dichas opciones se ven restringidas
en las batidas de caza emprendidas por diversas sociedades tribales amazónicas: “Es raro hablar de matar animales, expresándose la acción de cazar con metá- además, siguiendo los relatos de los vecinos, por el trayecto del camión municipal en los cuales son trasladados, que no les permite bajar sus pertenencias
foras que no evocan el matar de manera directa. Sucede muy frecuentemente que no se designa a los animales por su nombre en el contexto de una batida de en el perímetro de la ciudad capital.
caza, prefiriéndose sustitutos estereotipados. (…) se habla de ‘soplar pájaros’ entre los Achuar, ‘soplar la caza’ entre los Tukano, o incluso ‘ir a soplar’ entre los Huaorani,
atenuando, así, por esas metonimias instrumentales la ligazón de la causa y el efecto entre la acción del cazador y su resultado” (Hugh-Jones, 1996: 137; Rival, 41- Basta evocar, en este sentido, la construcción de la figura del desaparecido en la última dictadura militar.
1996:155, citado por Descola, 1998: 32. La traducción y el resaltado son míos).
42- Como señala Bauman (1997: 86-90), ya desde el siglo XVII los pobres y humildes son caracterizados como clases peligrosas que deben ser guiadas e
37-La expresión pertenece a Douglas (1991 [1966]: 39). La anomalía es el elemento que no se ajusta a un juego o serie determinados. Cuando algo está firme- instruidas para impedir que destruyan el orden social: “El dominio de lo popular era ahora el mundo negativo de las prácticas ilícitas, una conducta excén-
mente clasificado como anómalo –vale decir como extraño, irregular o deforme–, los límites de la serie de la que no forma parte se clarifican(Douglas, 1991 [1966]: 37). trica y errática, la expresividad irrestricta y el enfrentamiento de la naturaleza contra la cultura” (Revel, 1984 citado por Barman, 1997: 86). Lo interesante
es que esta oposición entre la pasión de los humanos más próximos a los animales, y la razón de la élite culta, contiene en sí misma una teoría de la sociedad
38- El bien conocido trabajo de Wacquant (2001: 107-119) aborda precisamente este simultáneo reforzamiento del Estado penal y debilitamiento de la inversión relacionada con el papel del Estado: la intensidad de la represión política se disfraza, en la Europa del siglo XVII, bajo el disfraz de una cruzada cultural.
social, analizando cómo la violencia estatal opera en la más íntima conformación de los individuos. En el caso analizado aquí, las políticas de omisión se articulan
con políticas de exceso, lo cual se traduce en prácticas resueltamente contradictorias respecto al grado de tolerancia estatal al hábitat forjado por los sectores pop- 43- Como advertirá el lector familiarizado con su obra, el par desconocimiento / reconocimiento es una paráfrasis de Bourdieu, que a la vez nos remite a
ulares, a las que denomino esquizopolíticas (Cfr. Carman, 2005b). la dialéctica hegeliana.
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28 29
Indice de contenido

· Introducción: enfrentamiento material y simbólico

· Supuesto general y objetivos

· El conflicto social y su contexto

· La interpretación de los hechos y la construcción de sentido

· Las declaraciones públicas: discursos en conflicto

· Sobre la realidad y la verdad

· Metodología de investigación

· Cutral Có y Plaza Huincul, 1996. Una protesta ilegítima e ilegal

· Neuquén, Cutral Có y Plaza Huincul, 1997. La intensificación


en la estigmatización de la protesta

· Corrientes, 1999. Hacia la consolidación de la discriminación


político-ideológica

· Consideraciones finales

· Bibliografía citada y consultada


PROTESTA SOCIAL Y DISCRIMINACIÓN POLÍTICO-IDEOLÓGICA.
Un estudio de casos durante cortes de ruta en la Argentina.
Seudónimo: Bayt Lahm

Resumen

Los conflictos sociales están en constante relación con expresiones discursivas que los
interpretan y explican, otorgando sentido tanto a los hechos como a los sujetos que los
producen. Tomando específicas acciones colectivas de protesta ocurridas en años
recientes, el objetivo principal de este trabajo será, mediante el relevamiento de decla-
raciones públicas, indagar las representaciones sociales de los conflictos que confor-
man un cuerpo de discriminación y estigmatización política e ideológica.

Introducción: enfrentamiento material y simbólico

Durante la década de 1990 y comienzos de la década actual se han desarrollado


numerosas acciones colectivas de protesta que involucraron a diversas fracciones socia-
les con objetivos heterogéneos en sus reclamos, en una coyuntura social general signa-
da por la degradación de las condiciones de vida para una gran parte de la sociedad.
Como contrapartida al desarrollo y aplicación de las políticas económicas neoliberales,
se generó compulsivamente un ejército de mano de obra desocupada y un engr o s a-
miento de las franjas sociales sumidas en la indigencia y la miseria.
En este escenario comenzaron a registrarse distintas manifestaciones populares que
daban cuenta de las profundas contradicciones sociales generadas. Un punto de infl e-
xión en las manifestaciones populares recientes puede ser ubicado en la pueblada de
diciembre de 1993 en la provincia de Santiago del Estero, a partir de la cual comien-
zan a sucederse diversas protestas que hicieron evidente el conflicto más general.
Un común denominador que cruzó a numerosas de estas acciones de protesta fue su
metodología –el corte de rutas y la interrupción del tránsito- y su tratamiento por parte
del Estado –la movilización de fuerzas de seguridad y un desenlace represivo-.

33
Enfrentamientos que dejaron como saldo a decenas de heridos, detenidos procesados Supuesto general y objetivos
y, en algunas ocasiones, también la muerte de manifestantes.
No es una casualidad que para hablar de discriminación política e ideológica recurra Teniendo en cuenta que el tema de la protesta social ha sido presentado a través de
a conflictos sociales. Es durante los enfrentamientos materiales cuando también se diversos problemas, perspectivas teóricas, epistemológicas y metodológicas, mi princi-
manifiesta otro tipo de confrontación en el plano simbólico e ideológico. En este tipo pal inquietud radica en un problema que no está desarrollado en profundidad en la
de enfrentamiento –en el que el discurso ocupa un lugar primordial- se pueden hallar literatura sociológica actual, referente a las representaciones sobre la protesta social,
mensajes portadores de conceptos dirigidos a amalgamar a los sujetos que prota g o n i- en particular aquellas que tienden a estigmatizar o caracterizar negativamente a sus
zaron los conflictos con figuras perniciosas o negativas para la sociedad y el Estado. protagonistas. Surgió así la siguiente pregunta: ¿qué interpretaciones se pueden rastre-
Como veremos en el desarrollo del presente trabajo, si bien estos discursos surgen en ar sobre los cortes de ruta que fueron desalojados por las fuerzas de seguridad; quié-
momentos precisos de enfrentamiento social, los significados que encierran perduran en nes intervenían en esas manifestaciones discursivas, cómo caracterizaban el conflicto?
el tiempo y condicionan futuros esquemas de interpretación. A modo de supuesto general, planteo que durante el desarrollo de episodios de pro-
Durante los episodios de protesta se ha generado en el plano simbólico un nosotros testa social en cortes de ruta, diversas fracciones sociales producen expresiones simbó-
vinculado al orden, la paz y las libertades civiles, frente a un otros conformado por los lico-discursivas que tienden a estigmatizar y discriminar política e ideológicamente a
participantes de hechos de protesta, vinculados al desorden, la ilegalidad y la violencia, los movimientos de protesta, justificando la aplicación de políticas represivas y el uso
y cargados con signos negativos de distinta índole. Dichas figuras condicionaron inde- de la violencia. Entiendo por discriminación política e ideológica a aquellas manifesta-
fectiblemente la formación de identidades sociales no solo durante el desarrollo de esos ciones discursivas que tienden en primer lugar a criminalizar acciones colectivas de pro-
conflictos sino también en períodos posteriores (los “piqueteros” y su generalizada ima- testa y/o destinadas al reclamo de bienes sociales; y en segundo lugar, las acciones
gen negativa son ejemplo de ello)1. destinadas a estigmatizar la ideología de las personas y/o su opinión política 2.
Lejos de ser aisladas, las interpretaciones sobre aquellos hechos fueron sistemática- Tomaré los siguientes episodios: 1- Junio de 1996. Cortes de ruta en Cutral-Co y Plaza
mente dirigidas –desde una parte del poder político y fracciones sociales aliadas- a des- Huincul. Primer corte de ruta de repercusión masiva a nivel nacional. 2- Marzo-Abril de
acreditar o a caracterizar negativamente los conflictos sociales y a sus protagonistas, 1997. Protesta docente en Neuquén capital y nueva pueblada en Cutral Có y Plaza
incluso rescatando imágenes o términos relativos a las confrontaciones sociales y polí- Huincul. Muerte de Teresa Rodríguez (24). 3-Diciembre de 1999. A días de iniciado el
ticas de la década de 1970 (al hablar de “prácticas subversivas” y hasta de “activida- gobierno radical se desaloja y reprime a manifestantes en el puente interprovincial
des guerrilleras”). General Belgrano que une las ciudades de Corrientes y Resistencia. Muerte de Francisco
Presentar una protesta como un hecho punible, ilegal e ilegítimo y que posee elemen- Escobar (25) y Mauro Ojeda (18).
tos dañinos (eventuales “activistas infiltrados”) constituye un acto deliberado de menos- Estos casos fueron seleccionados básicamente por dos razones: en primer lugar son
cabo que, realizado durante un conflicto, se traduce como una acción de discriminación importantes en cuanto a la magnitud de sus hechos y en cuanto a la generación de
político-ideológica y un avasallamiento a la identidad de las personas y al derecho de discursos e interpretaciones en pugna sobre la realidad. En segundo lugar, en todos
manifesta rse. estos casos existió, con distintos matices, una divulgación a través de los medios masi-
Para poder trabajar indagar en este problema, el cuerpo empírico del presente traba- vos de información que colocaba a los llamados “piqueteros” como sujetos cercanos a
jo está conformado principalmente por enunciados sobre las interpretaciones de los epi- lo delincuencial y a lo peligroso conforme al crecimiento de la intensidad de los confl i c t o s.
sodios de protesta, difundidos en medios masivos de prensa en el período 1996-1999.
La inquietud principal radicará en elucidar quiénes, de qué manera y en qué momentos
se producen esas interpretaciones sobre los conflictos desatados entre fracciones socia- El conflicto social y su contexto
les en pugna. Estas interpretaciones serán contrastadas con la opinión de quienes par-
ticiparon en aquellos hechos, a través de entrevistas que fueron realizadas recientemente. Una de las características fundamentales de la llamada “década menemista” fue el
veloz desmembramiento de lo que fuera el ensayo local del Estado keynesiano3. En
poco más de un lustro se generó una desocupación del 20% en la población económi-
1- “Vos nos decís que somos unos negros de mierda, pero te equivocás. Si saliera a la calle con un bombo, un palo y te armo un
camente activa, además de acrecentar la pobreza estructural, las tasas de marginali-
piquete en la puerta, ahí sí decime que soy una negra de mierda, te voy a dar la razón...” Casi por azar, escuché estas palabras
dichas por una empleada de no más de 25 años, discutiendo con su patrón en un negocio de la localidad bonaerense de San Justo, 2- Estas acciones, además, están previstas en la Ley Antidiscriminatoria (Ley 23.529) sancionada el 3 de agosto de 1988. El artícu-
el día 22 de marzo de 2007, cerca de las 11:00 hs. Otra dimensión del problema es cuando se ejerce una protesta mediante el lo 1° de dicha ley reza: “Quien arbitrariamente impida, obstruya, restrinja o de algún modo menoscabe el pleno ejercicio sobre
corte ruta, pero dejando en claro que en este caso es “la gente”, o los “ciudadanos comunes” quienes la realizan. Tal es el caso del bases igualitarias de los derechos y garantías fundamentales reconocidos en la Constitución nacional, será obligado, a pedido del
corte del puente Internacional San Martín, que une las ciudades de Fray Bentos (Uruguay) con Gualeguaychú, provincia de Entre damnificado, a dejar sin efecto el acto discriminatorio o cesar en su realización y a reparar el daño moral y material ocasionados.
Ríos. Durante el mes de febrero de 2006 se cortó ininterrumpidamente el puente por 45 días. Sus protagonistas esclarecían su A los efectos del presente artículo se considerarán particularmente los actos u omisiones discriminatorios determinados por
identidad frente a la sociedad: “aclare que no hacemos piquetes. No somos lo mismo”, le reclamaba una manifestante al cronista. motivos tales como raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, posición económica, condición social o
(Página 12, 8-01-06). caracteres físicos.”
34 35
dad e indigencia. Lo cual, a su vez, influyó en el deterioro de los medios de vida de los ción de la protesta social por parte de algunos medios y ciertos miembros de los suce-
sectores trabajadores ocupados en su conjunto con el incremento de la inestabilidad sivos gobiernos desde diciembre de 2001.” (Armony, V. y Kessler, G., 2004, p. 111).
en los puestos de trabajo y con la baja en los costos de despido. Pero como veremos más adelante, no es recién a partir de la crisis de 2001 que se cri-
La reestructuración económica fue acompañada por un marco discursivo tan potente minaliza y penaliza a los sectores populares en lucha. Así, términos tan ampliamente
como el carácter transformador que tendrían las medidas de reforma del Estado. Las difundidos como el de la “inseguridad”, toman un cariz particular cuando se trata de
empresas públicas fueron caracterizadas como un gran fondo superpoblado de empleo conflictos llevados a cabo por sujetos que no avalaron un orden de desigualdad.
ineficiente, y por ello debían ser “ajustadas”. Quizás el principal eje en este andamiaje
justificador de las reformas económicas fue el llamado consenso de Washington y su
correlato en la “teoría del derrame”4. Así se avalaba una cada vez más inequitativa dis- La interpretación de los hechos y la construcción de sentido
tribución del ingreso y la intensificación en la concentración de capitales, asegurando
que de ese modo se terminarían reduciendo la desocupación y la pobreza. Nada de esto El objetivo principal en este apartado es tratar la relación que se establece entre el
ocurrió y por el contrario, los índices de pobreza, indigencia, desocupación y subocupa- sujeto y el objeto en el proceso cognoscitivo de la realidad. Asumiendo que efectiva-
ción continuaron creciendo. mente existe una construcción de conocimiento que radica en la interpelación que rea-
En tal sentido, los conflictos y hechos de enfrentamiento vinculados a objetivos eco- lizan los sujetos sobre el mundo sensible, me guiaré por la aplicación de algunos de los
nómicos, políticos e ideológicos están en nuestro país indudablemente condicionados conceptos desarrollados por la epistemología constructivista o genética (EG de aquí en
por la profundización de un proceso de expropiación social y económica producto de adelante), principalmente por lo producido por Jean Piaget. A partir del estudio en el
un modelo particular de acumulación. campo de la psicología genética y psicología del aprendizaje, Piaget desarrolla su teo-
En ese contexto de descomposición social surgían los primeros atisbos de rebeldía en ría epistemológica planteando hipótesis que sean verificables empíricamente median-
diversos puntos del país. Las primeras manifestaciones, quizás con un alto contenido te la experimentación y el relevamiento.
de desorganización y cercanas a la figura del motín popular, fueron transformándose ¿Por qué tomar esta teoría epistemológica para este trabajo? Considero que la EG
en acciones más organizadas, más sostenidas a lo largo de la década de 1990 y con brinda a los problemas sobre las representaciones del conflicto social valiosas herra-
objetivos más claros. Se constituían formas de lucha más sistemáticas. (Iñigo Carrera y mientas que permiten elaborar indicadores sobre el conocimiento de la realidad. La EG
Cotarelo, 2001). En tal sentido, es posible hablar de los movimientos de acción colec- estudia cómo se pasa de un estadio de menor conocimiento a un estadio mayor, es
tiva de protesta como enmarcados en un proceso de formación de fuerzas sociales5. decir, cómo se desarrolla el proceso cognoscitivo. Para Piaget y Rolando García existe
Lenta y heterogéneamente se desató una serie de manifestaciones populares que “la idea corriente según la cual el desarrollo de los conocimientos sería lineal, y cada
enfrentaban las imposiciones del modelo un económico excluyente, configurando los etapa reemplazaría así a la precedente, conservando ordinalmente algún vínculo con
llamados nuevos movimientos sociales. Simultáneamente, se fueron construyendo esta última, pero sin ninguna relación con las primeras. En realidad, el proceso es muy
interpretaciones y explicaciones particulares sobre sus acciones, estableciéndose “nue- diferente. En efecto, no sólo los estadios sucesivos de la construcción de las diferentes
vos criterios de demarcación al interior de un mundo popular que ha implosionado: formas del saber son secuenciales –es decir, que cada uno es a la vez resultado de las
individuos peligrosos, no por su condición de trabajador, sino justamente por haber posibilidades abiertas por el precedente y condición necesaria de la formación del
dejado de serlo. Algo de esto se advierte en distintos movimientos hacia la criminaliza- siguiente-, sino, además, cada nuevo estadio comienza por una reorganización, a otro
nivel, de las principales adquisiciones logradas en los precedentes.” (Piaget y García,
3-El economista John M. Keynes fue quien dio forma a un programa económico conocido durante el gobierno de Roosevelt en EUA 2004, p. 9). Esta afirmación se relaciona con la presente investigación de la siguiente
como "New Deal", basado en la fuerte intervención estatal en la economía, colocando en un lugar de importancia la redistribu-
ción del ingreso y al mismo tiempo el fomento del desarrollo de capitales privados, además de la creación de empresas públicas manera: en primer lugar intento indagar las percepciones que se tienen de un conflic-
y de centralizar el crédito en manos estatales, entre otras características. El economista estadounidense James Cypher (2006)
señala que “las ideas de Keynes fueron tomadas por algunos economistas que consideraban que la manera de salvar al capitalis- to en períodos cortos de tiempo. Desde el constructivismo los esquemas de conocimien-
mo era por medio de una mayor intervención del Estado en la producción y circulación de las mercancías. Para Keynes, la mejor
manera de evitar el socialismo cuando el capitalismo estaba en crisis era que el Estado gastara mucho, ya que en tales circunstan-
to cambian y se reelaboran a partir de la acción sobre un hecho (acción que incluye la
cias el déficit no era un problema, porque el motor del capitalismo iba a volver a funcionar” (p. 9). En Argentina algunas de estas explicación de un fenómeno a partir de la mera observación). Entendiendo a la obser-
medidas cobrarán vigencia con el peronismo.
vación y explicación de los hechos como un modo de acción sobre un objeto observa-
4- Bajo el “consenso de Washington” fueron difundidas ciertas medidas económicas con el respaldo del departamento del Tesoro
de EUA., las organizaciones multilaterales y de algunos circuitos académicos (donde el estudio de la economía política estaba do. En segundo lugar, la EG posibilita desentrañar la existencia de elementos anterio-
dirigido a sustentar intelectualmente sus postulados). El “derrame” sobrevendría luego de que la economía crezca, y de que el res y persistentes en el conocimiento de determinados hechos sociales, elementos que
mismo mercado provoque un desbordamiento de aquella acumulación de riqueza sobre el resto de la sociedad. El neoliberalismo
en Latinoamérica toma una forma acabada con estas medidas. están sujetos al contexto social en el que son generados e instalados. El conocimiento
5- Marín (1981) desarrolla el concepto de fuerza social a partir de los cuerpos teóricos de Clausewitz y Marx, señalando que su científico (y el de los hechos de la vida cotidiana), está condicionado por paradigmas
existencia “no es un presupuesto sino que es algo que se constituye históricamente” (p. 23). Las fuerzas sociales se conforman en
torno al enfrentamiento, distinguiéndose tres grandes procesos articulados entre sí: a) el proceso de su constitución, génesis y for-
ideológicos o marcos epistémicos que pueden perdurar y perpetuarse. Corpus explica-
mación de una fuerza social, b) su desplazamiento espacio-temporal y c) su enfrentamiento con otras fuerzas antagónicas.
36 37
tivos que lejos de ser “espontáneos” se mantienen durante generaciones sucesivas6. 1999, p. 19). La percepción o interpretación de un hecho que se plasma en una o varias
En el proceso de un conflicto, los “encuentros” o hechos de enfrentamiento son hitos oraciones, conforma así una suerte de “fotografía”, de un momento en que un sujeto
a los que se les otorga sentido y se los explica según la percepción de los sujetos: “la articula una frase. Tal es el momento que quiero rescatar.
realidad se conoce a través del sujeto, de sus percepciones, así como del sentido de la
acción, es decir, que la realidad solo es cognoscible por medio de la interpretación, y
ésta es reflexiva con relación al contexto y el discursos. (…) Las realidades sociales se Sobre la realidad y la verdad
conciben en términos de construcciones históricas y cotidianas por partes de actores
sociales y colectivos, a la vez que a procesos de actualización y reelaboración.” (Aranda La verdad o falsedad de los hechos en un conflicto están supeditadas a una disputa
Sánchez, 2002, pp. 219-220). de interpretaciones, es decir, verdades y falsedades que se dirimen en el terreno de las
Las opiniones y su comunicación mediante el lenguaje nos remiten no a esos hechos, relaciones de poder. Constantemente accedemos a infinidad de discursos con cargas de
sino a lo que se interpretó ellos. Muñoz Martínez (1997) completa esta idea desde la verdad, con un peso específico que determina un círculo de inclusión (lo verdadero, lo
EG, al señalar que, sobre todo en el mundo urbano, “una parte mayoritaria de la reali- legítimo) y otro de exclusión (lo falso, lo manipulado, lo marginal).
dad exterior que conocemos es producto de la construcción humana. Nuestro mundo Ubicándonos en la escena de los cortes de ruta en la historia reciente del país, tam-
exterior es una realidad construida en todos los sentidos posibles, y a partir de esta rea- bién existe esta dicotomía en la que se legitiman determinadas acciones y otros que
lidad hacemos nuevas construcciones.” (p. 261). De este modo, las declaraciones públi- son definidos como ilegítimos. La dinámica habitual de este tipo de conflictos está con-
cas podrían ser consideradas como indicadores, como elementos que dan cuenta de las formada por personas que interrumpen las vías de circulación generalmente con neu-
representaciones elaboradas a partir de un sistema perceptivo condicionado social e máticos quemados, rocas y otro tipo de objetos, y muchos de ellos portan palos tapán-
históricamente. dose los rostros. Frente a estos, hallamos generalmente a individuos con armas de
fuego, escudos, cascos, uniformes y carros de asalto -de lo cual deducimos que estamos
frente a una formación militar-. Esta sería nada más que la descripción del suceso. Pero
Las declaraciones públicas: discursos en conflicto sobre este hecho se montan otras valoraciones con fuerza de verdad, empapadas de un
marco ideológico. La búsqueda de la certeza o de la verdad de un hecho social impli-
Las explicaciones y opiniones de la realidad, en tanto construcciones discursivas, nos ca el uso de distintos cuerpos de representaciones, vertientes teóricas e ideológicas
hablan de sucesos que no se presentan frente a cada sujeto de manera pura. En el acto para explicar una situación social.
de caracterizar la realidad y otorgarle significados particulares interviene necesaria- Así, se construyen ciertos observables dominantes: fuerzas de seguridad frente a indi-
mente el lenguaje como mediación, ya que es por su medio que se crea una comunica- viduos peligrosos o potencialmente peligrosos; el orden frente al caos; lo legítimo y
ción y un intercambio de ideas, juicios, valoraciones, etc. La lengua y su utilización legal frente a lo ilegítimo y delictivo.
mediante el habla constituye un soporte significante (Verón, 1987) que en este caso Existe una innumerable cantidad de expresiones discursivas que constantemente
estará plasmado en noticias escritas y difundidas por medios gráficos, en donde el ciclo escapan a lo meramente neutral o informativo, y que contienen valoraciones, conde-
comunicativo continúa mediante la lectura y comprensión de un texto. nas, definiciones, persuasiones, etc., que tejen relaciones de poder en un entramado
Siguiendo al lingüista ruso V. Voloshinov (1998), la lengua como sistema de signos - social prácticamente infinito. Y desde ya, las relaciones de poder no operan en un solo
quizás el más complejo de todos- también está en íntima relación con los valores socia- lugar, sino en lugares múltiples como la familia, las relaciones de género, la vida sexual,
les, culturales e ideológicos que una comunidad de hablantes le otorga a los concep- o las definiciones de lo que sería desviado, ejerciendo a su vez, distintas dimensiones
tos. “Con la ayuda del lenguaje se crean y se forman los sistemas ideológicos, la cien- de discriminación y estigmatización.
cia, el arte, la moral, el derecho, y al mismo tiempo por medio del lenguaje se crea y se
forma la conciencia de cada hombre” (Voloshínov / Bajtin, 1998, p. 39).
Existe entonces una base de “sobreentendidos” en la comunicación, que hará posible Metodología de investigación
que el contenido y el significado de lo que se enuncia tenga un valor y un sentido par-
ticular. Dicho de otro modo, “el lenguaje no existe independientemente de sus usua- El diseño metodológico se basa en una combinación de técnicas de análisis cuanti y
rios, y los usuarios sólo utilizan el lenguaje en situaciones históricas concretas” (Raiter, cualitativas. Las unidades de registro serán aquellas declaraciones que dentro de las
noticias publicadas en medios gráficos refieran a las confrontaciones más arriba seña-
6- “Todo conocimiento, por nuevo que parezca, no es jamás un ‘hecho primigenio’, totalmente independiente de los que lo han
precedido. Se llega a un nuevo conocimiento por reorganizaciones, ajustes, correcciones, adjunciones. Aún cuando se trate de ladas. La decisión de tomar este tipo de fuente radica en que los diarios en particular
hechos experimentales desconocidos hasta el momento de su descubrimiento, no se integran sin más al acervo cognoscitivo del
sujeto: hace falta un esfuerzo de asimilación y de acomodación que condiciona la coherencia interna del propio sujeto, sin lo cual
-y los demás medios masivos de información y comunicación- constituyen una parte
éste no se entendería ya a sí mismo” (Piaget y García, 2004, p. 30).
38 39
importantísima de la vida cotidiana de los integrantes de las sociedades modernas. realidad y a partir de ahí, de lo que es verdad-como-acto-verbal” (van Dijk, 1996, p. 13 0 ).
A través de los medios gráficos asistimos a debates y a diversas formas de interpre- Las declaraciones son rescatadas desde el momento en que un conflicto comienza a
tar y explicar la realidad desde la óptica de distintas personalidades. De modo que con tomar relevancia para un diario determinado hasta que desaparece como noticia. Esto
la lectura de las noticias, además de conocer el contexto de lo que sucede, también no implica que el conflicto mismo haya comenzado o finalizado según las decisiones
accedemos a la producción de textos producidos por diversas personificaciones socia- editoriales de cada diario. Hay conflictos que no son ni siquiera mencionados por la
les que describen y argumentan sobre los hechos acontecidos en aquel contexto. prensa, mientras que en otros períodos se registra una acentuación en el tratamiento
Sin embargo, los multimedia –y dentro de ellos los diarios- no pueden ser concebidos de una protesta. Esto en parte se debe a que la prensa como “productor textual glob a l ”
como un universo cabal de las interpretaciones o del sentir del total de una comuni- (Zullo, 2002) impone dinámicas y tratamientos específicos de los hechos de la realidad.
dad en un período dado, ya que conforman una fuente con valoraciones y roles espe- En cada episodio seleccionado tomo tres diarios nacionales y dos provinciales, estos
cíficos según distintas coyunturas políticas en el país. Difícilmente se tenga una genui- últimos publicados en las localidades donde se produjeron los hechos, o cercanas a ellas7.
no y completo acceso a lo que piensan quienes suscriben y publican declaraciones, En la mayor parte de los casos los diarios recogen una misma declaración de maneras
pues éstas son sólo fragmentos de un complejo más amplio de representaciones de la distintas -conformando diferentes estructuras semánticas- que es difundida en locali-
realidad. De manera que apelo a los medios gráficos de información como “tribuna” dades distantes, lo que constituye un cuerpo de expresiones con características de tiem-
de difusión de interpretaciones, atendiendo a tres características básicas: 1) Su masivi- po, espacio y contenido singulares.
dad. La prensa junto a otros medios como la radio, TV o Internet, tienen un poder de Las unidades de registro serán cada una de las declaraciones –provenientes de uno
llegada al público masivo inédito en épocas anteriores. Millones de personas, aunque o varios autores- que en la estructura de la nota periodística generalmente encontra-
desconocidas entre sí, conocen y manejan más o menos los mismos temas específicos mos destacadas entre comillas (“”), señalando lo dicho por alguien. Los autores involu-
de la realidad circundante. 2) Su celeridad. Las noticias llegan al lector prácticamente crados en la producción discursiva tienden a generar por un lado demandas y reclamos
en tiempo real en relación a lo que sucede. Igual característica adquieren las opiniones (hacia el Estado, exigiendo trabajo, intervenciones políticas, partidas de dinero; o hacia
sobre los hechos, que también se producen casi de manera inmediata a ellos. 3) Tanto los manifestantes, exigiendo que depongan sus actitudes, etc.). Y por otro lado, carac-
la llegada masiva y prácticamente al unísono de opiniones diversas, hacen que la pren- terizaciones o definiciones (sobre el Estado y las fuerzas de seguridad, o sobre los mani-
sa genere un estadio de realidad. Producto de la misma celeridad con que se emiten festantes como infiltrados, violentos o ilegítimos). Estas dos dimensiones con sus res-
noticias, la prensa publica y construye un estadio de realidad a partir no solo de la des- pectivas categorías están constantemente interrelacionadas, y aquí las diferencio con
cripción más o menos objetiva de un hecho, sino de lo que se dice que sucedió en el un objetivo analítico. En una declaración, por ejemplo, podemos encontrar estos dos
mismo (en particular las voces de terceros que toman partido). elementos:
Indudablemente no son los diarios de circulación masiva los únicos núcleos de datos “La gente que continúa estas drásticas medidas está cometiendo un delito, y en esas
condiciones no puedo dialogar con la investidura de gobernador. No puedo dialogar con gente
a utilizar para indagar en la percepción del conflicto. Al optar por ellos pretendo reali-
que está cometiendo un delito. Si la gente quiere que vaya yo, va a tener que volver a su casa
zar una sistematización de caracterizaciones e interpretaciones de los conflictos en un y despejar la ruta.”(24-6-96, Felipe Sapag, Gobernador de Neuquén. Diario La Mañana del Sur.)
panorama global y al mismo tiempo específico, a través de distintos períodos y espacios. Caracterización: Manifestantes vinculados a lo delictivo.
La prensa escrita también permite acceder a espacios de expresión –aunque sean Reclamo: exoneración a abandonar o terminar la protesta.
mínimos- de variadas fracciones de la sociedad. Así, accedemos en un mismo soporte Como vemos, las declaraciones que interpelan distintas dimensiones sobre la protesta social
suelen ser concisas, figurativas y directas, es decir, contienen un lenguaje accesible con cargas
a distintas voces (dirigentes partidarios, funcionarios del gobierno, empresarios, comer-
valorativas claras.
ciantes, personalidades ligadas a la iglesia, periodistas que emiten y suscriben sus
En los casos ocurridos en la provincia de Neuquén, estos datos serán integrados a un
notas de opinión, los mismos manifestantes, etc.), que acudiendo a otras técnicas de rele-
registro de fuentes primarias conformado por entrevistas realizadas en el mes de febre-
vamiento, en algún caso quedarían restringidas.
ro de 2007 en las ciudades de Neuquén, Cutral Có y Plaza Huincul, donde contacté a
Para la sistematización de declaraciones dentro de la estructura de la nota periodís-
algunos de los participantes de las protestas de 1996 y 1997. Es decir que me basé a
tica me baso específicamente en las frases que evalúan, caracterizan y/o califican el
una “etnografía de las memorias” (Auyero, 2004, p. 209) sobre los conflictos8.
conflicto, personas, instituciones o agrupaciones; así como aquellas destinadas a
Utilicé la técnica de “bola de nieve” que consiste en contactar a algunos informantes
denunciar, acusar o realizar reclamos, ya sea al Estado o a los manifestantes. Me baso
en métodos interrogativos (Petracci, M. y Kornblit, A. 2004: 95), al describir los elemen-
7- En los episodios ocurridos en Neuquén el registro se realizó tomando los diarios de tirada nacional como La Nación, Clarín,
tos fundamentales de los enunciados como los sujetos emisores, a quiénes se dirigen, Página 12, y los provinciales Río Negro y La mañana del Sur (Neuquén). En el caso de Corrientes se trabajaron los mismos diarios
de alcance nacional conjuntamente con El Litoral (Corrientes) y El Norte (Chaco).
fines, objetivos, reclamos, etc. Rescato citas que “no solamente convierten el informe
periodístico en algo más vivo, sino que son indicaciones directas de lo que se dijo en 8- Auyero señala que hacer esta distinción es crucial puesto que “la investigación no se realizó durante la protesta (…) sino 6 años
después de acontecida, centrándose por lo tanto en sus recuerdos”. Tal es este caso, con la diferencia que aquí se trata de 10 años
transcurridos desde los episodios.
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y lograr que ellos presenten a otros. Es decir que el total de los entrevistados y entre- gobernador no se hizo presente, y los vecinos continuaron el corte de ruta a través de
vistadas no se establece a priori sino que surge y aumenta a medida que los sucesivos 21 barricadas en distintos puntos de rutas nacionales y provinciales que cruzaban
contactos y búsquedas lo posibilitan. Esto no significa que los relatos obtenidos hayan Cutral Có y Plaza Huincul, y sobre las “picadas” o caminos de acceso a los pozos petro-
agotado todas las posibilidades, aunque sí se logró una rememoración de los episodios líferos trazados por las mismas compañías. En cada corte interactuaban centenares de
de protesta en la que prácticamente todos los elementos descriptos por los entrevista- docentes, estudiantes, operarios desocupados de la industria del petróleo y sus fami-
dos coincidían entre sí. Además del relato de los hechos, el objetivo principal en estas lias, comerciantes, etc. Las barricadas pasaron a ser el epicentro de reuniones sociales,
entrevistas consistió en interpelar a los entrevistados con las declaraciones que se rea- de discusión política e incluso de esparcimiento. Llegaron a ser alrededor de 5.000 per-
lizaron tanto sobre los episodios de protesta como sobre ellos mismos, los protagonis- sonas a lo largo de todo el trayecto interrumpido y durante los llamados a asamblea.
tas de las protestas. Es decir, registrar la opinión actual sobre las construcciones discur- Se organizó el abastecimiento de alimentos y combustible en salones comunitarios de
sivas que estaban dirigidas a desvalorizar, estigmatizar y deslegitimar la protesta; res- los barrios, grupos de docentes que se encargaron de cocinar y distribuir alimentos en
catar lo que se había dicho sobre las protestas y las reflexiones actuales de los prota- los piquetes cercanos a establecimientos educativos, o asociaciones vecinales y centros
gonistas. Por razones de espacio solo presentaré fragmentos de algunas entrevistas, lo de jubilados que también participaban de la repartición de viandas a los puestos de
que nos acercará a conocer -aunque no sea de manera acabada- la opinión de quienes guardia. No se dictaron clases, los negocios permanecieron cerrados en un 90 % y en
fueron objeto de una estigmatización política colectiva. Lo que nos permite acceder a las estaciones de servicio solo podían cargar combustible los vehículos de apoyo al blo-
un conocimiento de la realidad muchas veces alternativo a las voces oficiales, enrique- queo. Se trató de una protesta masiva, teniendo en cuenta que hubo momentos en que
ciendo el espectro de subjetividades. participaron unas 20 mil personas, es decir, prácticamente la mitad de la población de
las dos ciudades.
Esta metodología de reclamo todavía no se había sistematizado a nivel nacional, y
Cutral Có y Plaza Huincul, 1996. Una protesta ilegítima e ilegal los discursos producidos no contenían todos los elementos de desvalorización que
luego sí serían regulares. Sin embargo, comenzaban a darse indicios de la deslegitima-
En la provincia de Neuquén -cuya economía se basa principalmente en la explotación ción de la protesta:
de petróleo y en la producción de sus derivados- la privatización de YPF a comienzos
de la década de 1990 significó disparar las tasas de desocupación y subocupación. La “No puedo ir a un lugar donde hay insubordinación. Ellos están en una actitud de
fuerza que no es legítima. Ocupar el camino e impedir que la gente se mueva y trafique es
empresa fue despidiendo paulatinamente a la mayor parte del personal (alrededor de un delito.” Felipe Sapag, Gobernador. Río Negro, 22-6-96.
3500 personas); y hacia 1996 se calculaba que en Cutral Có y Plaza Huincul (localida-
des mancomunadas como polo petrolero, con un total de 45.000 habitantes), la tasa “(La investidura de gobernador) corre peligro de ser maltratada o regalada por un capricho de
alguien que está cometiendo un delito. (…) Prácticamente todo el interior de la provincia
de desocupación llegaba al 20 % de la PEA. ha quedado aislado. L os q ue p rot est an no r ep re sen tan na die…”. Felipe Sapag,
En este escenario social crítico se hablaba de la instalación de una importante inver- Gobernador. Río Negro, 24-6-96.
sión privada, concentrando en la población las esperanzas de atenuar el problema de
desocupación. Pocos años antes de 1996, el gobierno de Sobisch había comenzado tra- El problema de la representatividad y la legitimidad es una constante en las manifes-
tativas con la empresa “Cominco-Agrium”, comprometiéndose a financiar el emprendi- taciones populares, elementos recurrentes para condenar y/o restar importancia a un
miento con una suma de cien millones de dólares. Esto nunca se llevaría a cabo en el reclamo. Enunciados de esta clase fueron dichos durante un conflicto que contó con un
gobierno de Sapag (quien pertenecía a una lista interna del Movimiento Popular apoyo popular inédito hasta entonces en aquellas localidades. Esto también se des-
Neuquino –MPN- contraria a la de su antecesor), argumentando que la provincia no prende del recuerdo de algunos de los manifestantes, que retoman la discusión acerca
estaba en condiciones de asumir semejante compromiso. El 20 de junio de 1996 el de la legitimidad y la representatividad. Rita Santarelli en 1996 tenía 40 años y era
gobernador Sapag informaba que existía “una actitud dilatoria de la empresa en res- empleada no docente en la secretaría de extensión universitaria de la UTN. Vivía, como
ponder a las propuestas alternativas de la gobernación”, por lo cual el trato quedaba hasta hoy, en Cutral Có. Ante la anterior declaración señala lo siguiente:
trunco. (La Mañana del Sur, 20-6-96). Esto significó un punto culminante en el descon-
tento popular. “El ánimo social era compartido por todos. Nadie pensó que la protesta era ilegítima. Yo tenía
amigas que iban con trajecito y tacos altos a ver qué pasaba, saliendo del laburo. (…) Todos
Tras el anuncio de la paralización de las negociaciones por una radio local, el 20 de los días, hasta los más reacios, se sumaron a la ruta a ver qué pasaba. Me parece que si todo
junio de 1996 algunos vecinos convocaron a cortar la ruta 22, hecho que se produjo a el mundo acciona algo, es totalmente legítimo.”
las 16.00 hs. de ese día. El objetivo central de la movilización era reclamar la presen-
cia del gobernador Sapag y encontrar algún tipo de solución a la crisis provincial. El

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Juan Carlos Garcés es actualmente cuentapropista. Vive en Plaza Huincul y fue ope- hs. se produjeron diversos choques entre los 400 efectivos de la Gendarmería y algu-
rario de YPF hasta ser despedido a principios de la década de 1990. Participó activa- nos de los 20 mil asistentes de la protesta. El enfrentamiento arrojó un saldo de 27
mente de la protesta de1996, y opina sobre el carácter representativo de la pueblada heridos y un detenido.
y sobre la dimensión delictiva que comenzó a circular desde el gobierno provincial: Pero la envergadura de la manifestación provocó, sin embargo, que no se siga ade-
lante con la represión y que se tome una postura dialoguista. Fue así que la jueza se
“La constitución tiene previsto el derecho a peticionar ante las autoridades, a manifestarse acercó a los representantes de la manifestación (los mismos miles de pobladores reu-
libremente, asociarse, agremiarse, a publicar sus ideas sin censura, a participar en movimien-
tos políticos libremente. Nosotros estábamos ejerciendo un derecho constitucional de peticionar nidos frente a ella) e informó que se declaraba incompetente para resolver el caso. El
ante las autoridades la falta de trabajo, la exclusión social. ¿Está claro eso? No consideramos comandante mayor de Gendarmería, Eduardo Jorge, fue singular en su percepción: “no
en ningún momento que era delito. Porque siguen habiendo miles de cortes y no es delito. ¿La era joda, no podemos seguir porque es todo el pueblo, no son todos pibes… Hay gente
jueza va a procesar a 40 mil tipos? ¿De qué los va a condenar, a ver? El que comete delito es
el Estado opresor, el que hambrea, el que somete, el Estado que afana en nombre de los pobres.” bien vestida” (Río Negro, 26-06-96)9. Esta descripción contiene una elocuente carga
moral puesto que “la gente bien vestida” aparentemente sí representa al pueblo o a la
Omar Pinchulef actualmente es obrero en la fábrica de cerámicos Zanón. En 1996 tenía ciudadanía, y no es merecedora de una acción represiva. Una percepción que discrimi-
25 años y era cadete de un policlínico en Neuquén. Opina acerca de la representatividad: na a otras fracciones sociales, sin nombrarlas: los desarrapados o los “pibes” no son
representativos de un pueblo, y son más fácilmente ligados a imágenes de desorden y
Por ahí están acostumbrados a que haya un líder de todo movimiento que represente… Por ahí desfalco. Desde esa perspectiva, cabe preguntarse qué hubiera ocurrido si la cantidad
pretendían que haya alguien que les diga lo que estaba pasando. Y en ese momento era todo de personas -con las singulares marcas sociales que señala el comandante de
el pueblo el que estaba ahí, ¿qué más verdad que esa querés? Ahí estaba el pueblo, era la repre-
sentación completa. (…) Evidentemente no se hacen cargo que si la gente está ahí es porque Gendarmería- no hubiera sido la suficiente para convencer de que realmente se trata-
hay una necesidad que los motiva y esa necesidad fue generada por las decisiones políticas que ba de un pueblo movilizado.
el Estado tomó, o por la falta de previsión en las políticas. Días después la jueza aseguró que no hubiera sido justo desalojar por medio de la
fuerza a las miles de personas que protestaban. Explicaría esta actitud dejando en claro
Sale a luz el contraste entre las versiones sobre la legitimidad, la necesidad y la auten- que de todos modos se trataba de un hecho que alteraba la ley:
ticidad de un reclamo. Las razones que dan quienes reclamaban (prácticamente las
mismas que surgen en las declaraciones que hacen los manifestantes en los diarios, “A medida que me iba acercando advertí que no eran 300 ni 400 personas, ni 500 ni mil. Eran
aunque aquí más desarrolladas) son virtualmente negadas cuando se desacredita la muchas más. Me acorde de aquellas asambleas del pueblo, aquello de que el pueblo pide sin
sus representantes, y me dije: ‘no, este delito no es mío’.” Margarita Gudiño de Argüelles,
protesta, al exigir que ésta llegue a su fin por más que sea mediante una vía no pacífi c a . Jueza federal. Página 12, 26-6-96.
El gobernador se negó sistemáticamente a dialogar con los pobladores, al tiempo que
se fomentaron las imágenes de violencia e ilegalidad de la protesta. Colateralmente, el “Esto es un virtual alzamiento del pueblo contra el Gobierno de la provincia, es más
que sedición” Margarita Gudiño de Argüelles. Clarín, 26-6-96.
llamado a que sea disuelta por medio de la fuerza se hacía más notorio:
“Es un delito mayor que es el de sedición y por tal motivo me declaro públicamen-
“No es con violencia como se puede solucionar el problema. La crisis está culminando; te incompetente y me retiro del lugar junto con las fuerzas de seguridad que me acompa-
la gente que está en la ruta 22 debe desalojarla inmediatamente. Felipe Sapag, Gobernador, ñan.” Margarita Gudiño de Argüelles. Río Negro, 26-6-96.
MPN. Río Negro, 25-6-96.

“No pueden entorpecer una vía de comunicación. Si no acatan la orden, se desocupará la ruta Durante las entrevistas, Juan Carlos leyó en su casa estas declaraciones, opinado
mediante la fuerza publica.” Margarita Gudiño de Argüelles, Jueza federal. Página 12, 25-6-96. lo siguiente:

“Vamos a atravesar los piquetes, no puede ser que no nos dejen salir de nuestro pueblo. Que “La sedición es un levantamiento armado, cuando no es compartido por el pueblo, cuando son
vengan los gendarmes y entren a los garrotazos, ya me forrearon cuatro días, no aguanto más. aislados. Acá era el pueblo, la sociedad, el pueblo en su conjunto, no había un alma que fal-
No nos pueden manejar el pueblo dos o tres personas, vamos a pasar.” César Pérez, Intendente tara. El levantamiento era por una causa justa. Cuando el bienestar no viene de ningún lado,
de Plaza Huincul, La Mañana del Sur, 25-6-96. uno tiene derecho a protestar, porque el Estado no da ningún tipo de respuesta. Un Estado
malicioso, porque pensá el daño que le han hecho a esta sociedad argentina...
Sin eufemismos, el entonces intendente de Plaza Huincul exigía el uso de la violen-
cia, pero al apelar a las autoridades institucionales, reclama una violencia legal, dife-
9- Es pertinente mencionar que el comandante Jorge -quien también intervino en la pueblada de 1997- fue responsable “del principal cen-
renciada de la violencia ilegal que supone una protesta de ésta índole. De manera que tro de exterminio de prisioneros de la provincia de Tucumán, que asistió personalmente al general Domingo Antonio Bussi en la ejecución
el 25 de junio la jueza Federal de Neuquén Margarita Gudiño de Argüello ordenó des- mediante disparos a la cabeza de personas cuyos cuerpos caían en pozos donde eran quemados con neumáticos y una mezcla de nafta y
aceite”, además de formar parte de la Gendarmería ya en la década de 1970. (Horacio Verbitsky, Página 12, 18-12-99). Quienes tenían la
alojar la ruta 22, requiriendo al Ministerio del Interior el traslado inmediato de fuerzas tarea de “prevenir disturbios” en ese entonces, también cumplieron los mismos roles en los conflictos más recientes y en un período democráti-
co y constitucional. Este hecho va más allá de lo anecdótico, y representa un indicador más de los fundamentos del Estado en cuanto al “orden
del grupo antimotín de la Gendarmería en tres aviones Hércules del Ejército. Desde las 10 y a la seguridad interior” en momentos de alta intensidad de los conflictos sociales.
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Oscar Flores también era empleado de YPF aunque fue despedido durante la dictadura. Como podemos observar, los enfrentamientos materiales van acompañados casi al
Actualmente es cuentapropista. Señala sobre este tema: unísono de declaraciones de todo tipo. Se destacan en particular las que están desti-
nadas a estigmatizar o caracterizar negativamente a los manifestantes, que surgen con
“Puede ser que cortar la ruta sea un delito, pero antecede el derecho a trabajar, a comer, a vivir, mayor fuerza justo el día posterior a los enfrentamientos y a la retirada de la jueza
a educarse. Esos derechos son prioritarios, y nosotros no vamos a cortar las rutas porque se nos
antoja, vamos como resultado de una política de sometimiento, brutal, feroz, que nos oprime federal luego de declararse incompetente. Ese día 26 de junio es cuando salen a la luz
permanentemente y a la cual hemos reclamado de distintas maneras, de todas las maneras posibles. voces que insisten en la calidad ilegal e ilegítima de la protesta, argumentando que es
detractora de las instituciones y del Estado de Derecho. Casi como una respuesta inme-
En algunos casos, lejos de interpretar la protesta siquiera como un hecho reivindica- diata a este tipo de declaraciones, el día 27 de junio salen a la luz en mayor cantidad
tivo de necesidades básicas para la población, era incluso vinculada a un estado de discursos que saludan y apoyan los reclamos, avalándolos como justos o necesarios. Es
patología mental: necesario recalcar que estas declaraciones junto con las que apuntan a criticar a fun-
cionarios gubernamentales y/o municipales, están emitidas por diversos dirigentes
“Lo que está ocurriendo es una locura colectiva con el único espíritu de destruir a partidarios del MPN que rescatan el conflicto como motivo para alimentar acusaciones
Felipe Sapag y con el interés mezquino de no reconocer una trayectoria (de Sapag) de más de
30 años al servicio de la provincia.” Alberto “Tito” Fernández, diputado provincial. propias a la interna blanco – amarilla que caracteriza a este partido durante el perío-
La mañana del Sur, 28-6-96. do estudiado.
Solo un caso proveniente de un informe de la SIDE anuncia la presencia de “militan-
En total, las declaraciones relevadas en los cinco diarios trabajados suman 95. Si bien tes de centroizquierda”, recién cinco días después de finalizado el conflicto. (Página 12,
se trata de una cantidad de declaraciones menor a las registradas en años posteriores 4-7-96). El informe de inteligencia aclara, para mayor tranquilidad, que se trata de una
durante protestas más intensas y prolongadas, es importante resaltar los valores rela- “conmoción social sin implicancia ideológica”.
tivos de la estigmatización de los manifestantes, en momentos en que la protesta Finalmente, y luego de siete días de reclamo, la población logró algunos objetivos
misma se desarrolla. Como expuse en el apartado metodológico, estas declaraciones plasmados en la protesta como la restitución del servicio de gas y electricidad a quie-
contienen básicamente reclamos y denuncias como también definiciones y caracteriza- nes los tenían cortados por falta de pago, la puesta en marcha de obras públicas a
ciones. Las declaraciones que contienen este último tipo de categorías son 56, de las corto plazo, el reparto de 40 mil raciones de comida deshidratada, además de la dis-
cuales el 34 % están destinadas a vincular los hechos de protesta con imágenes cer- tribución de chapas, vestimenta y calzado.
canas a lo ilegal, las acciones violentas y perjudiciales para las instituciones; y provie- Después de ser catalogados como personas ilegales, violentas, etc., los pobladores de
nen en su gran mayoría (casi un 80 %) de despachos oficiales. Con respecto a los recla- estas localidades pudieron sentarse a negociar con el gobierno provincial para dar una
mos, el 23 % exigen la finalización de la protesta y llaman a la fuerza pública a que culminación al conflicto; volvían a ser ciudadanos. Las soluciones fueron temporarias y
intervengan en el conflicto. paliativas, y fundadas en una acción asistencial del Estado en una región que sufría la
Es pertinente tener en cuenta en qué momentos se emiten este tipo de declaraciones desarticulación poco planificada del único motor productivo de la provincia, el petró-
en el transcurso del conflicto. Veamos cómo durante todo un período de protesta las leo. Esas respuestas dadas por el Estado lograron que la protesta cese, aunque entra-
declaraciones van tomando valores singulares: rían en crisis pocos meses después cuando en abril de 1997 se reanudara el conflicto,
Gráfico 1: Tipos de declaraciones durante el transcurso del conflicto esta vez con mayor intensidad.
Si bien esta protesta fue tomada como un hito positivo en cuanto a simpatía que tuvo
a nivel nacional en el campo popular y como un ejemplo para futuras luchas (Massetti,
2004), también hay que considerar que comenzaba a instalarse fuertemente la cons-
trucción de identidades negativas y la idea de la protesta social como un problema de
seguridad interior.

Neuquén, Cutral Có y Plaza Huincul, 1997.


La intensificación en la estigmatización de la protesta

En marzo de 1997 resurge el conflicto en la provincia de Neuquén, esta vez median-


te una protesta impulsada por los docentes provinciales. ATEN, gremio que aglutina a
Fuente: elaboración propia en base a diarios Clarín, La Nación, Página 12, Río Negro y La Mañana del Sur (Neuquén)
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trabajadores docentes y no docentes de Neuquén, convocó a una serie de movilizacio- “ATEN es un partido trotskista que esta utilizando la metodología del foquismo
consistente de generar un conflicto e un lugar, no dejar ninguna puerta para resolverlo y cuan-
nes con el objetivo de contrarrestar los bajos salarios y de revisar la Ley de Educación
do explota y hay un muerto extender el conflicto al resto del país”. Eduardo Amadeo, Secretario
Federal. Producto de varios semanas de charlas entre los docentes y los padres de los de Desarrollo Social, PJ. Página 12, 16-4-97.
alumnos, cada marcha de protesta que realizaba el gremio casi a diario en el centro de
“Este conflicto se transformó de gremial en político. Y fue manejado por ideólogos de
la ciudad era acompañada por unas diez mil personas en promedio.
izquierda que coparon el gremio docente.” Felipe Sapag, Gdor. Neuquén, MPN. Clarín, 31-3-97.
Las movilizaciones tomaron como epicentro la casa de Gobierno en donde continua-
ba la administración de Felipe Sapag. Las consignas se centraban en tratar de dismi-
La imagen de dirigentes “copando” el gremio remite a una idea de imposición, de
nuir la excesiva cantidad de alumnos por aula, la reincorporación de mil trabajadores
acaparar un lugar de manera no legítima. Los “ideólogos de izquierda” y las prácticas
despedidos y rechazar la anulación de cargos docentes. Además se demandaba el
“foquistas” no solo nos retrotrae a imágenes de luchas pasadas, sino que además apun-
aumento del subsidio por desempleo, la reapertura de talleres especiales y la renova-
ta al carácter autoritario de los dirigentes y a un supuesto aislamiento con respecto a
ción de contratos de trabajo de docentes y de empleados no docentes.
las masas. Pero existen otras visiones al respecto. Liliana Obregón, docente de letras y
Ante la falta de respuesta del gobierno provincial y en el marco del paro nacional
dirigente gremial durante 1997 en ATEN seccional Neuquén, comenta estas observaciones:
convocado por CTERA (Central de Trabajadores de la Educación de la República
Argentina), el 24 de marzo se cortó el acceso vehicular en el puente que une las ciu- “Copar el gremio docente es referirse a la dirección. Ellos no podían entender cómo en Neuquén
dades de Cipoletti y Neuquén en una movilización que reunió a más de quince mil per- una comisión que abiertamente se decía marxista podía haber ganado las elecciones. No lo
podían entender. Y que la comisión que dirigía el conflicto fuera de Neuquén Capital. Todo el
sonas. El corte de este camino provocaba un virtual asilamiento de la ciudad y la impo-
mundo sabía eso, por eso la gente no les daba ni cinco de bolilla.”
sibilidad de acceder a centros turísticos de la provincia en vísperas de Semana Santa.
El gobernador advertía que descontaría la cantidad de días de huelga (alrededor de
Marcela Romero, también docente de letras, no formaba parte de la dirección de
quince días hacia fines del mes de marzo) si los docentes no retornaban a sus puestos
ATEN en 1997, y opina acerca de la dinámica interna del gremio:
y terminaban con la protesta.
El 26 de marzo la jueza Margarita Gudiño una vez más intimaba a desalojar el cami- “Más allá de toda esa publicidad, al tener las asambleas y una gran participación, la gente
no en un plazo de 48 hs; y nuevamente arribaba a la provincia un avión Hércules con sabía que lo que se hacía era lo que ellos habían votado. Porque en realidad la conducción era
para ejecutar lo que la asamblea decidía. Entonces eso inhabilita todo este tipo de declaracio-
efectivos de Gendarmería. Si bien hubo encuentros entre los dirigentes gremiales y el
nes. Yo no estaba en la conducción en ese momento, pero vos estabas con los compañeros y te
gobierno de la provincia para tratar de llegar a un acuerdo, el desenlace fue violento: decían ‘eso es mentira porque esto lo decidí yo’. Porque primero lo discutimos en los distritos,
el jueves 27 de marzo unos 250 efectivos de la Gendarmería Nacional en conjunto con estábamos horas discutiendo, y en ese proceso vos ibas viendo como viene la mano, qué es lo
que se podía hacer, cómo viene el gobierno… Todas esas discusiones políticas se van desarro-
la policía provincial ingresaron al puente reprimiendo con gases lacrimógenos y camio-
llando en la asamblea… Se discutieron cosas muy gruesas, como la conciliación obligatoria, qué
nes hidrantes a unos dos mil manifestantes. La jueza Gudiño de Argüelles decidió, era, qué significaba para el trabajador, cuál fue su origen… Todo ese tipo de cosas se discutie-
luego de la intervención, retener las tropas cerca del puente que había sido cortado, ron en lo cotidiano. Por eso cuando Sapag decía que había infiltrados toda la gente se le reía
porque no existía eso, porque la que decidía era la base”.
“por si alguien pretendía romper la tranquilidad de las Pascuas” (Clarín, 29-03-97). Al
día siguiente de ser reprimidos los docentes, más de diez mil personas marchaban en
la ciudad de Neuquén con antorchas en repudio a la acción de las fuerzas de seguri- Daniel Zapata, docente de historia en colegios secundarios de Neuquén y delegado
dad y adhiriendo a la derogación de la Ley de Educación10. de ATEN, reflexiona:
El día lunes 7 de abril se suman a la protesta de los docentes –que llevaba ya 28 días
“En política el infiltrado es un tema muy propio de los ’70 y era usado para descalificar.
de huelga- los empleados estatales, que también reclamaban la restitución del 20 % Nosotros no lo vemos así, ponerle el mote de infiltrado a una persona, ¿que quiere decir? En
de descuento en los sueldos. La Subsecretaría de Gobierno, Justicia y Trabajo de la pro- realidad hubo compañeros que venían de otros lugares, que trataban de influenciar y que tuvie-
ron participación en asambleas, pero cuando los hechos de lucha son de masas, no se dan esas
vincia declaró ilegal el conflicto docente porque éstos se habían negado a la concilia-
cuestiones. La gente no es tonta y no la vas a llevar para donde quieras. La decisión que se
ción obligatoria. Nuevamente se alzaban voces para calificar negativamente a la pro- impuso siempre fue la decisión soberana de la asamblea, y en este sentido cualquiera podía
testa, esta vez introduciendo el factor político ideológico como desestabilizador o perjudicial. bajar una moción. Y eso es lo más legítimo posible, si es que esa moción se desarrolla en la
asamblea. Porque en la medida en que se desarrollan las tendencias en la asamblea la gente
cuando vota tiene la claridad para saber qué vota. Y cuando se vota con claridad las medidas
se sostienen. Nunca hubo reparos a quien quería expresarse. En definitiva, el tema de los infil-
trados (…) no se puede condenar o desacreditar a una persona por pertenecer a un partido político”
10- Al mismo tiempo, la CTERA (Central de Trabajadores de la Educación de la República Argentina) encabezó las huelgas de hambre de
docentes con la llamada “carpa blanca” frente al Congreso Nacional, que sería levantada recién con la asunción del gobierno de De la Rúa
en 1999. Si bien esta medida en parte desplazó la atención de las luchas en Neuquén, por otra parte nacionalizaba el conflicto docente e Sin embargo, como veremos más adelante, este tipo de declaraciones no eran aisla-
involucraba a los gremios de todo el territorio, contrastando con la voluntad del Poder Ejecutivo de segmentar los conflictos al radio corre-
spondiente al ámbito provincial o municipal.
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das ni eran pocas. El conflicto crecía en su intensidad y participación, cuando las dele- “Es el resultado de una escalada de violencia. (…) No eran docentes los grupos que
en la noche del viernes (11 de abril) ocupaban las ruta.” Susana Decibe, Ministra de
gaciones de ATEN de Cutral Có y Plaza Huincul junto a un grupo importante de veci-
Educación. Clarín, 13-4-97.
nos decidieron apoyar a la protesta de los docentes de la capital neuquina, interrum-
piendo una vez más la ruta N° 22. La comunidad de estas poblaciones se involucró en “Es intolerable el corte de rutas, poner en peligro la seguridad de las personas, la
la protesta mediante la “Comisión de Padres”, que aglutinó a un grupo de vecinos violencia.” Carlos Corach, Ministro del Interior. Clarín, 14-4-97.
padres de niños y adolescentes sensibilizados por la cuestión educativa en la provincia
“No se puede volver a una etapa pre-subversiva” Eduardo Duhalde, Gobernador de Bs. As.
y por la situación social en general, que no había cambiado demasiado desde la pue- Clarín, 15-4-97.
blada realizada nueve meses antes.
“La usurpación de bienes de dominio público, los daños causados a la propiedad, el impedi-
Mariela Suárez vive actualmente en Cutral Có, tal como entonces. En 1997 estaba
mento al libre ejercicio de los derechos de terceros, lejos de constituir una forma legítima
desocupada y conformó aquella comisión. Explica la decisión de tomar las rutas en de petición a las autoridades, implican un atentado contra la convivencia pacífica
apoyo a los docentes de la siguiente manera: y el efectivo goce de los derechos de todos y cada uno de los argentinos.” Jorge
Rodríguez, Jefe de Gabinete. Clarín, 15-4-97.
“Con respecto a la ley Federal de Educación, ahí estaban entregando toda la educación, esta-
“Hay grupos rearmándose en el ámbito de la subversión, realizando ejercicios pre-
ba destruida. El tema de la educación nosotros como familia siempre lo vimos como un pilar
r e volucionarios. Son grupos que han actuado en otra época y que ahora están rear-
fundamental. Entonces cuando te atacan eso es como un ataque a la Patria. Es lo que se ten-
mándose en el ámbito de la subversión. Habría que preguntarse si quienes son los que
dría que haber hecho cuando se estaba vendiendo YPF. Es una traición a la Patria, y el ciuda-
mataron a Teresa Rodríguez.” Carlos Menem, Presidente. Página 12, 16-4-97.
dano tiene el derecho, ante esa traición, a peticionar con diferentes tipos de reclamos. Por eso
el corte de ruta no puede ser catalogado como un delito común porque vos tenés un aval cons-
“Con mucho dolor y pena he visto pintadas que dicen ‘no nos olvidemos de Teresa’ y nosotros
titucional. El derecho al trabajo, como pasó en el ’96, sí o sí te lo tienen que garantizar. Cuando
vamos a investigar hasta las últimas instancias quién mató a Teresita, porque ya conocemos
se está violando una de las cuestiones de la constitución vos tenés que salir en defensa.11”
la metodología de estos subve r s i vo s”. Carlos Menem, Preseidente. La Mañana del Sur, 16-4-97.

Muchos manifestantes entendían este tipo de protesta como una medida que se
Sin haberse comprobado todavía de dónde provino el disparo que mató a Teresa
debía adoptar solo luego de haber superado numerosas instancias de reclamo. Y como
Rodríguez, los manifestantes “subversivos” son directamente identificados como asesi-
tal, no era vista como una actitud ilegal, sino necesaria y hasta amparada por la ley.
nos. 12En menos de un año, este nuevo conflicto genera interpretaciones más contun-
Ante multiplicación de adhesiones a la protesta, la justicia Federal ordenó el desalo-
dentes para desacreditar un conflicto más álgido que el anterior. Con mayor regulari-
jo de la ruta N° 22 y el gobierno nuevamente movilizó tropas. Dos aviones de
dad se acude a un esquema de asimilación de los hechos que vincula el conflicto con
Gendarmería y tanquetas llegaban a Neuquén y se sumaban a los efectivos policiales
“imágenes negativas” de la historia reciente del país. La subversión, con una clara remi-
para reforzar el operativo, que se ejecutó el 12 de abril. A las 6 de la mañana de ese
niscencia a la década del ’70, es sacada a luz durante estos momentos. ¿Qué es lo que
día, unos 350 gendarmes avanzaron con una topadora y un camión hidrante contra las
se genera con estas declaraciones, cual es el objetivo de hablar de una etapa presuber-
barricadas, al tiempo que atacaban con armas antimotines, gases lacrimógenos y
siva, de delincuencia y violencia en una manifestación, por qué la utilización de este
perros adiestrados, siguiendo esta vez la orden del juez Oscar Temi. En el enfrentamien-
tipo de términos?
to participaron pobladores tanto de Plaza Huincul como de Cutral Có, llegando a la
suma de alrededor de diez mil personas; muchos de ellos enfrentaron a las tropas a
Mariela Suarez opina al respecto:
fuerza de gomeras y piedras.
La represión de la Gendarmería y de la policía provincial –resistida por centeneras de
“Aca no hay ningún delincuente, es gente que la está pasando muy mal, gente que
jóvenes, ahora autodenominados “fogoneros”- causó la muerte de Teresa Rodríguez,
está pasando por una situación muy grave, que tiene a los hijos desnutridos. La protes-
empleada doméstica de 24 años, quien recibió un balazo en el cuello. Hubo además
ta era fruto de la espontaneidad sin politización, por eso no había ideólogos de izquier-
alrededor de 15 heridos y más de 30 detenidos. Las escaramuzas se repitieron varias
da que habían armado esto. Era la espontaneidad y un grupo que intentábamos darle
veces en horas de la mañana, aunque los pobladores montaron nuevamente las barri-
un camino, pero éramos eso, un grupo, no teníamos estructura, no había partidos ni
cadas luego de un repliegue de la Gendarmería. Días más tarde, se explicaban los
nada. Ojalá hubiéramos tenido organización porque el resultado hubiera sido otro.”
hechos de la siguiente manera:
11- Los episodios de protesta en Neuquén de 1996 y 97 no eran los primeros catalogados como delitos comunes. Son innumerables los casos Sin embargo no fue casual que ese tipo de terminología haya sido utilizado en los
en donde los medios de comunicación incluyen en sus páginas policiales los enfrentamientos de carácter político entre distintas fracciones
sociales. Y esto no solo está supeditado a los medios de información: “Lo que le pido es que lleve a cabo una investigación exhaustiva para
identificar a los delincuentes comunes que saquearon mi casa el 16 de diciembre y se llevaron armas de fuego, un televisor, un reproductor 12- Posteriormente se llevó a cabo un estudio de la policía provincial que sugería que el disparo provino de los manifestantes. Ante este resul-
de videos, un equipo de audio y otras cosas. La impunidad generó alarma en la zona… Por el bien de Santiago le deseo éxito en su gestión.” tado, dos físicos del Instituto Balseiro realizaron una pericia acústica para conocer el origen de los disparos. La conclusión fue contundente:
Telegrama enviado por el senador Juárez (luego gobernador de Santiago del Estero) al brigadier Antonietti el 12 de enero de 1994, con respec- “no tenemos evidencia de que haya habido disparos de otro lugar que no sea de grupos de policías. (…) El tiro está bien localizado pero no
to a la manifestación popular ocurrida en esa provincia en diciembre de 1993. (Auyero, 2004, p. 231). es claro quién lo dispara: es un grupo de por lo menos tres policías que no podemos individualizar.” (Página 12, 21-09-00).
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días previos o durante la represión (o luego de ésta, justificando la decisión). Luego de mios docentes, el SITRAJ (Sindicato de Trabajadores Judiciales, ATE), a la Asociación de
los enfrentamientos, distintos sectores como la iglesia o partidos políticos llamaron a Periodistas, agrupaciones políticas como el Frente de la Resistencia, y la Asamblea de
una marcha en la capital neuquina en la que se calculó la participación de unas quin- Docentes Autoconvocados; además de remiseros, colectiveros, estudiantes, cuentapro-
ce mil personas. p i s tas, pequeños productores del interior, jubilados y desocupados (El Litoral, 10-12-99).
Finalmente el gobierno se comprometió a mantener los puestos de trabajo y a reinte- Uno de los reclamos para resolver el conflicto era la presencia del flamante Ministro
grar del 50 % de los sueldos descontados por los 34 días de paro. Se exigió además la del Interior, Federico Storani. Éste, sin embargo, argumentaba que su voluntad era dia-
inmediata liberación de detenidos durante los enfrentamientos, y la separación del jefe logar y que los intransigentes eran los manifestantes. El día 15 el conflicto se agravó
policial de Cutral Có, puntos que se lograron a las pocas horas. cuando los camioneros varados en el lado chaqueño también iniciaban un corte de ese
La CTERA convocó a un nuevo paro nacional luego de estos episodios, que fue aca- lado del puente. Habiendo transcurrido apenas cinco días de su asunción como presi-
tado masivamente y acompañado por distintos gremios y organizaciones estudiantiles. dente, De la Rúa envió al congreso un proyecto de intervención federal a la provincia
El paro culminó con una marcha a Plaza de Mayo convocada principalmente por ATE de Corrientes, que tuvo media sanción en el senado nacional para luego pasar a la
y partidos de izquierda, a la que concurrieron alrededor de veinte mil personas. Durante Cámara de Diputados ese mismo día. Antes de la medianoche, la intervención de
esta marcha hubo un ataque a la Casa de Neuquén: se destrozaron las vidrieras a pie- Corrientes se convertía en ley: se trataba de la intervención número 17 a la provincia
drazas, e inmediatamente se atribuyeron estos hechos a militantes de izquierda, como (El Litoral, 16-12-1999). Ramón Mestre era designado interventor, y desde el gobierno
del grupo Quebracho, PCR, MAS y la CCC. Nacional se prometía el pago de sueldos atrasados siempre y cuando el puente fuera
desalojado.
Sin embargo los manifestantes consideraron que todavía no se daban señales de
Corrientes, 1999. Hacia la consolidación de la discriminación sanear la larga crisis que venían soportando. Una vez más era una protesta sostenida
político- ideológica por centenares de manifestantes que decidían las acciones “a través de asambleas
soberanas donde el consenso siempre está presente. Los piqueteros del puente se man-
Durante 1999 la provincia de Corrientes estaba sumida en una profunda crisis finan- tuvieron en buena medida gracias al apoyo de la gente que no pudo estar en el corte
ciera. Rota la cadena de pagos, los comercios acusaron una caída del 60 por ciento en por diversas causas, pero que hizo su aporte con víveres, agua, y hasta con las cubier-
las ventas además de despedir empleados, al igual que las empresas de servicios, lo que tas de los retenes.” (El Litoral, 17-12-1999). Pero esta visión de los hechos no era com-
a su vez provocaba el no pago de los impuestos. La situación social era crítica: más del partida por muchos funcionarios y otras personas.
23 % de la PEA estaba ocupada o subocupada, el 34 % del total de la población tenía Luego de siete días de interrupción del puente, la Gendarmería intervino bajo las
necesidades básicas insatisfechas, además de elevados indicadores de analfabetismo, órdenes de Alberto Chiappe a las cuatro de la mañana y desalojó a los manifestantes
indigencia y mortalidad infantil. (Klachko 2003, p. 147). Según datos censales del a fuerza de camiones hidrantes y de disparos de balas y gases13. El enfrentamiento duró
INDEC, para el año 2001 la población con necesidades básicas insatisfechas en la capi- más de diez horas y se extendió hasta la bajada del puente, ingresando a la ciudad de
tal provincial ascendía al 21, 2 % del total, una ciudad donde alrededor de la quinta Corrientes por la Avenida Tres de Abril; y dejó como saldo la muerte de dos jóvenes,
parte de la PEA se insertaba en el mercado laboral como asalariados del sector público. más de 60 heridos de bala y con contusiones diversas (de los cuales por lo menos 5
El conflicto que derivó en el corte del puente que une la ciudad capital con la ciudad ingresaron a los hospitales cercanos con pronóstico reservado), y 28 detenidos. Uno de
de Resistencia se remonta al mes de febrero de 1999. Durante este período se organi- los jóvenes asesinados fue Francisco Escobar, de 25 años. Trabajaba como cartonero y
zan los “autoconvocados, una agrupación de vecinos, docentes, empleados públicos, era padre de una niña de un año. Murió de un disparo de arma de fuego que impactó
etc. que por fuera de la tutela de partidos o sindicatos toma protagonismo en el reclamo. en su pecho. Su cuerpo pudo ser velado gracias a la donación del sepelio que hizo una
En cuanto al funcionamiento institucional de la provincia, el justicialista Hugo Perié casa funeraria de Corrientes. Mauro César Ojeda tenía 18 años, vivía con su madre y
comenzó a gobernar a mediados de año, luego de que el gobernador y su vice fueran sus cuatro hermanos y también falleció a causa de una herida de arma de fuego.
desplazados con sendos juicios políticos. El juez Juan Manuel Segovia ordenó la deten- 14
Durante los días siguientes a los enfrentamientos, la Gendarmería Nacional se man-
ción de Romero Feris junto con otros funcionarios, acusados del desvío de bonos pro- 13- “El comandante mayor de Gendarmería Ricardo Alberto Chiappe, jefe de las tropas que ayer abrieron fuego sobre civiles desarmados en
Corrientes, estuvo asignado a dos de los principales campos de concentración que funcionaron en unidades del Ejército durante la guerra
vinciales. En los meses de octubre y noviembre la crisis institucional se iría agravando sucia de la década del 70: los de Campo de Mayo, en las afueras de Buenos Aires, y La Perla, en Córdoba. (…) Su nombre no figura en las lis-
aún más, llegando a fin de año con una nueva acumulación de sueldos adeudados tas de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, lo cual significa que no fue reconocido por ninguna víctima. La información
acerca de su desempeño en aquellos campos de concentración en los que se torturaba y asesinaba a personas detenidas, proviene de fuentes
para los trabajadores estatales. internas de la Gendarmería.” (Página 12, 18-12-99).
Mientras el 10 de diciembre de la Rúa y su equipo asumía el Gobierno Nacional en 14 - Abogados pertenecientes a la CORREPI advirtieron que las víctimas podrían ser más de dos. Indicaron que se registraron más muertos
Buenos Aires, el Puente General Belgrano era ocupado. El corte convocó a diversos gre- “que no fueron denunciados por el terror social impuesto por el accionar de la gendarmería” (El Litoral, 27-12-99). Estas versiones no oficiales
acusaban la existencia de entre cinco y ocho muertos provocados por la represión, y que habrían sido “blanqueados” en la morgue judicial
como personas ahogadas en el río, o que habían sido víctimas de riñas callejeras.
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tuvo “preventivamente” en el lugar, asegurando que la protesta no resurgiera. Días des- En principio se puede apreciar que la mayor cantidad de declaraciones apunta a la con-
pués de la represión, uno de los jefes de Genrarmería explicó la situación de la siguien- dena de la represión y a solidarizarse con los manifestantes. Fueron rescatadas en gran
te manera: parte del diario Página 12 y del diario El Litoral, principalmente luego de los hechos de
e n f r e n tamiento. Aunque se trata de una cantidad menor en comparación al total (el 28,
“Esos infiltrados nos tendieron una emboscada a nosotros y a la gente que se mani- 6 % en las caracterizaciones positivas sobre la protesta y algo más de la tercera parte en
festaba con la intención de provocar un caos”. José Antonio Caruso, Jefe operativo
Gendarmería. Pagina 12, 27-12-1999. el total de los repudios a la represión o muestras de solidaridad a los manifestantes).
Aquellos primeros indicios en los conflictos de Neuquén que descalificaban la protes-
Los enfrentamientos materiales fueron acompañados por una batería de declaracio- ta, llegan prácticamente al 45 % del total de declaraciones en el caso de Corrientes:
nes y explicaciones que daban sentido a esos hechos, avalando la represión por tratar- “En Corrientes se agrega una pérdida de legitimidad política porque hay un conflicto polí-
se de una protesta colmada de “particularidades” negativas. tico muy agudo que incorpora elementos que antes no estaban, como elementos de vio-
En este caso se registraron 192 declaraciones publicadas durante la segunda quince- lencia” Federico Storani, dirigente UCR, Clarín, 27-11-99.

na de noviembre y todo diciembre de 1999, además de enero y febrero de 2000 en los “(…) toda forma violenta de protesta que cercene tanto derechos privados como
diarios La Nación, Clarín, Página 12, El Litoral (Corrientes) y El Norte (Chaco). Como en públicos, no puede encontrar en el resto de la sociedad organizada espacio de justificación”.
el caso de Neuquén, distinguí dos variables conformadas por caracterizaciones o califi- Comisión Justicia y paz del Arzobispado de Resistencia. El Norte, 16-12-1999.

caciones sobre los sujetos y sobre sus acciones; y por otro lado a demandas, denuncias, “el desorden es padre de la violencia.” Dionisio A. Nieto, lector. El Norte, 17-12-1999.
reclamos o reivindicaciones.
CA RACTERIZACIONES
El conflicto una vez más era reducido a un producto de manifestantes violentos que
Protesta como hecho delictivo e ilegítimo (20, 8 %). Discursos que caracterizan de ilegal se enfrentaban a la fuerza pública. Luego del desenlace fatal incluso se reclamó al
a la protesta, o como detractora del Estado de Derecho. Manifestantes armados y/o violentos. gobierno no haber actuado de manera terminante frente a la protesta “ilegal”:
Vinculación entre ideologías de izquierda y violencia (15 ,1 %). La izquierda como algo “Las omisiones –reiteradas a través del tiempo- de los muchos funcionarios que no supieron
pernicioso: “infiltrados” e incluso acusaciones de “guerrilla urbana”. poner límite a los cortes ilegales de rutas contribuyeron también, indirectamente, a la catástro-
fe social que ayer dejó un saldo luctuoso en el puente Corrientes-Resistencia.” Nota editorial del
Métodos inapropiados de protesta (5, 2 %). Declaraciones dirigidas específicamente a diario La Nación. 19-12-1999.
criticar y condenar los métodos de la protesta (el corte de rutas).

Dirigencia política ineficaz o corrupta (15, 1 %). Dirigidas a definir al Gobierno nacional
Esta adjudicación de violencia e ilegalidad se vinculaba nuevamente a la idea de
y/o provincial como ineficaz o corrupto, prebendario o clientelista. infiltración en las filas de los manifestantes:

Vinculación entre represión y Estado; protesta como un hecho legítimo (26, 8 %). “No estábamos dispuestos a atacar con todo porque vimos que había familias enteras, pero
Gobierno responsable de muertes. Manifestantes portadores de reclamos justos y pacíficos. ta mbién había i nfiltr a dos en tr e l a gente”. José Antonio Caruso, Jefe operativo
Gendarmería. El Litoral, 14-12-1999.
Sin caracterización (12, 5 %)
“La Gendarmería no utilizó armas de fuego para reprimir en Corrientes, las muertes fueron cau-
sadas por grupos de provocadores infiltrados y por francotiradores que dispararon
RECLAMOS O DEMANDAS desde los edificios cercanos al puente”. Federico Storani, Ministro Interior. Clarín, 18-12-1999.

lamados a uso de fuerza (16, 1 %). Exigencias y pedidos de restablecimiento del orden.
Reivindicación de las fuerzas de seguridad. La idea de “contaminación” o “degradación” de la protesta por grupos minúsculos y
Condenas y exigencias a terminar la protesta (5, 7 %). Condenas diversas de la protesta. externos a la población que conspirarían contra las instituciones y contra los mismos
Exhortaciones a finalizar el corte de ruta como condición para algún tipo de solución o negociación. ciudadanos -que sí se movilizan con reclamos en principio justificados-, es persistente
y resurge durante los momentos más álgidos del conflicto. Pero estos “extraños” conte-
Reclamos políticos y financieros al Estado (12 %). Pedidos de intervención estatal, recla-
mos e auxilio financiero al Estado nacional o provincial. nían características particulares. Aquellos infiltrados, violentos, poseían además identi-
dades ideológicas: el activismo de izquierda era presentado como un factor desestabi-
Reclamos contra la represión (33, 3 %). Denuncia y llamados a repudiar la represión. lizador dentro de la protesta, y en muchos casos como los responsables de los hechos
Reivindicación del corte de ruta, apoyo a los manifestantes.
de violencia:
Sin datos (32, 8 %)

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“A todas luces resultó evidente la participación de activistas de izquierda enrolados en pueblo no tiene armas como ellos, ex hibe en cada protesta las banderas de la dignidad
Quebracho y el Frente de la Resistencia, que fueron rechazados por ciudadanos que y reclama urgentes soluciones para con la educación, la salud y la Justicia.” Asociación
vieron en su acción una actitud desproporcionada.” Jorge Requena, Periodista. La Nación, 14-12-1999. Magisterio Enseñanza Técnica y Asociación de Periodistas de Corrientes. El Litoral, 19-12-1999.

“(Los radicales) no sirven ni para sacar del puente a cien pibes que están confundidos,
cien maestras que tienen razón y un grupo de la izquierda fracasada”. Luis Molina, Estas declaraciones van en sentido contrario a las presentadas hasta ahora, pues no
Ex diputado, dirigente PANU, El Litoral, 17-12-1999. dividen entre manifestantes auténticos e infiltrados. Reconocen una violencia, pero
proveniente de la reacción del Estado ante un problema social y de la retórica que jus-
“Se veía venir desde hace días, con esa mezcla de gente común y act ivistas de izqu ierda. ”
Ricardo Alberto Chiappe, Jefe de Gendarmería. Pagina 12, 18-12-1999. tifica esa reacción.
Para los discursos discriminatorios vistos hasta aquí, la genealogía de la protesta –las
“ Permitir una guerrilla urbana. ¿No sabían Perié o Storani que el movimiento de auto- condiciones económico sociales críticas que la motivaron- pasa a un segundo plano.
convocados fue copado, hace rato, por los quebrachos, Paria Libre, Venceremos o
dirigentes de la Corriente Clasista y combativa?” Carlos Obregón, Periodista. El Norte, Son los elementos intrínsecos a ella lo que la transforman en un problema: quiénes par-
18-12-1999. ticipan, el tiempo transcurrido interrumpiendo una ruta, o el nivel de desobediencia a
las autoridades nacionales o locales. Estas definiciones sobre la protesta no tendrían
“Los posibles responsables de los homicidios a los grupos de izquierda que acompa-
ñaban a los manifestantes” Federico Storani, Ministro Interior. Pagina 12, 27-12-1999. sentido alguno si no contaran con reminiscencias ideológicas ya instaladas; y en tal
sentido, la historia de confrontaciones políticas desarrolladas en la década de 1960 y
En el período anterior a los enfrentamientos más violentos ocurridos el 17 de diciem- 1970 conforman el principal anclaje subjetivo. Lo peligroso y negativo de as ideologí-
bre, las declaraciones reunieron en un 63 % términos que vincularon el corte del puen- as de izquierda son ideas instaladas fuertemente no solo en el país, sino en todo el con-
te a un hecho violento o ilegal y caracterizando negativamente la militancia de izquier- tinente Latinoamericano a partir de las sucesivas políticas y doctrinas de seguridad
da. El resto de declaraciones básicamente critican a los gobiernos por la ineficacia en nacional desarrolladas durante dictaduras como en gobiernos civiles. En Argentina la
resolver el problema financiero de la provincia, o califican de distintas maneras a los llamada “teoría de los dos demonios” ha profundizado la vinculación entre izquierda,
dirigentes políticos -en buena parte lo hacen los manifestantes y también los funcio- violencia e ilegalidad que se resignifica en la actualidad para conceptualizar genérica-
narios que cruzan acusaciones entre sí-. mente a la izquierda como un cuerpo ideológico negativo para la sociedad.
En el segundo período, posterior a los enfrentamientos, se produce una cantidad sig- Respecto del total de 129 declaraciones que contienen algún tipo de reclamo, llama-
nificativa de declaraciones (casi el 50 %) en solidaridad con los manifestantes reprimi- do, reivindicación o denuncia, sólo un 24 % del total se dirigen a reclamar el fin de la
dos y de repudio a la represión estatal. Aunque en ese mismo momento aumentan pro- protesta por distintos medios, mientras que casi el 50 % son denuncias dirigidas al
porcionalmente en comparación con el período anterior: 1- las vinculaciones entre pro- gobierno por los hechos represivos. Si se aplica la periodización anterior –antes / des-
testa y delincuencia, ilegalidad e ilegitimidad. 2- En mayor proporción lo hacen aque- pués del momento crítico del conflicto-, se evidencian algunos puntos a tener en cuen-
llos mensajes dirigidos a desacreditar a la izquierda y a calificar como violentas las ta. En el segundo período las denuncias por represión son la abrumadora mayoría, con
acciones de protesta. 3- Surgen declaraciones que “defienden” a las fuerzas de seguri- más del 73 % del total de declaraciones. Pero durante los días previos a la represión,
dad en cuanto a su legitimidad para efectuar el desalojo. (Sumados, estos tres tipos de más de la mitad de los mensajes están dirigidos a exigir el cese del corte de ruta, (15,
enunciados suman más del 40 % del total de mensajes emitidos luego de los enfren- 7 %) y a utilizar la fuerza y a la restitución del orden (el 37, 3 %).
tamientos.) Con respecto a los actores que producen estos enunciados, son los funcionarios y cua-
La información social (Goffman, 2003) que se difunde está colmada de signos des- dros de los tres poderes del Estado, tanto nacional como provincial los que en mayor
acreditados (la violencia, la infiltración de ideologías políticas perniciosas, lo delictivo), medida intervienen (61 declaraciones). Del total de estas intervenciones, un 70 %
y coloca a los manifestantes en un lugar desacreditable. Ante esta difusión, existió la están dirigidas en detrimento de la protesta (la relacionan con acciones violentas, ile-
necesidad de contrarrestar también discursivamente esas imágenes: gales o cercanas a figuras delictivas en un 46 %, y señalan la “aparición” o “infiltra-
ción” de activistas de izquierda en un 25 %).
“La Unión de Trabajadores de la Educación del Chaco expresa su total solidaridad al luchador Los manifestantes, por su parte, ubican al Estado como responsable de la represión y
pueblo correntino. (…) Denunciamos la perversa estrategia de intentar enfrentar a pobres con- emiten calificativos en consecuencia en más del 60 % del total de sus declaraciones.
tra pobres. Por otro lado es también repudiable la intención de desviar la atención de
la gente utilizando frases propias de la dictadura mas sangrienta de nuestra his- Sin embargo, la intervención de los manifestantes en la emisión de mensajes en los dia-
toria, minimizando la legítima manifestación del pueblo correntino bajo la triste acusación de rios es mínima en relación al total (17 sobre un total de 168).
acciones de infiltrados.” UTRE, El Norte, 19-12-1999.

“La forma de manifestar de todos los que hace muchos meses venimos haciendo es
totalmente pacífica y de ninguna manera buscó el enfrentamiento con la Gendarmería, el
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Teniendo en cuenta los mensajes que emiten los actores involucrados directa o indirec- diversas maneras a quienes ejercen una protesta. La calificación y construcción siste-
tamente en el conflicto, veamos cómo se distribuyen temporalmente sus intervenciones: mática de un otro negativo durante conflictos políticos constituye una subordinación
ideológica que se realiza en paralelo a la subordinación material. Si bien resurge en
Gráfico 2: Intervención de personificaciones que emiten mensajes según distintos momentos del conflicto momentos específicos, estos elementos de descalificación y etiquetamiento perduran
en el tiempo como ideas tenaces, condicionando subsiguientes interpretaciones de los
hechos y de los sujetos que los producen.
En el mes de febrero de 2007 fue publicado el resultado de un sondeo realizado en
el conurbano bonaerense a pedido del INADI, con la intención de registrar los grados
y dimensiones que adquiere la discriminación. (Página 12, 26-02-07). El estudio arro-
ja que, desde la percepción de los entrevistados, los medios de comunicación y los polí-
ticos están en un cuarto y quinto lugar con respecto a los sectores que más discrimi-
nan. La discriminación “por las formas de pensar” aparece mencionada en el 2,2 % de
los encuestados. Sin embargo hemos visto –con una propuesta metodológica distinta,
desde ya- cómo durante momentos específicos ciertos prejuicios y marcas sociales
sobre la acción política de quienes protestan, toman una importancia notable.
Fuente: elaboración propia en base a diarios La Nación, Clarín, Página 12, El Norte, El Litoral. (Noviembre ‘99 a febrero ‘00).
A modo de ejemplo, veamos cómo evolucionaron las declaraciones publicadas en dis-
tintos medios tomando como referencia el conflicto de 1996 y el de 1999:
Esta periodización nos permite ver, en primer lugar, que a medida que el conflicto se
intensifica también aumenta la frecuencia de declaraciones. Dentro de la escasa inter- Gráfico 3: Tipos de declaraciones en el conflicto de Neuquén 1996 y Corrientes 1999

vención en los medios por parte de los manifestantes, el día posterior al momento de
mayor intensidad de la confrontación es cuando se publican sus mensajes en menor
cantidad. Los dirigentes sindicales y gremiales así como los dirigentes de partidos polí-
ticos reúnen gran cantidad de mensajes de solidaridad con los manifestantes, pero lo
harán recién después del día de los enfrentamientos. Aquellas personas “no manifes-
tantes” (lectores de diarios, periodistas, pertenecientes al clero, etc.) intervienen prime-
ro criticando los métodos de la protesta y exhortando a que finalice, aunque luego del
desalojo dirigen su crítica a las fuerzas de seguridad. Esta ambivalencia es sugerente
para pensar en una subjetividad atomizada. Apenas dos años antes, episodios simila-
res de protesta social habían finalizado con manifestantes detenidos-procesados, heri-
dos e incluso muertos. Pese a esto, se repitieron demandas de intervención de la fuer-
za pública para resolver un problema social. Fuente: elaboración propia
Por último, las declaraciones de funcionarios de distintas agencias y despachos ofi-
ciales están destinadas prioritariamente a descalificar a los manifestantes, tanto antes En el conflicto de 1999 se incorporan nuevos elementos como las críticas específicas
como después de los enfrentamientos. Y a justificar represión violenta: el día 18 de dirigidas a los métodos de protesta, o la legitimación de la acción de las fuerzas de
diciembre más de la mitad de las intervenciones corresponden a estos actores. seguridad. Pero en conjunto, las declaraciones que apuntaron a generar un cúmulo de
imágenes negativas de quienes protestaron llegan prácticamente a la mitad en 1999
–con una importante porción de enunciados dirigidos a desprestigiar las ideologías de
Consideraciones finales izquierda-. Un conflicto que derivó en un enfrentamiento que provocó la muerte de dos
personas y decenas de heridos, apenas dos años después de un extenso conflicto
La intención con lo expuesto hasta aquí ha sido analizar la producción de discursos docente o en la provincia de Neuquén en 1997 –con las interpretaciones del caso que
como una expresión de las luchas ideológicas desarrolladas durante cortes de ruta. hemos observado-, y con decenas de protestas y cortes de ruta que se multiplicaban en
Dentro de esta disputa me he centrado en aquellos enunciados que contienen concep- todo el país.
tos, términos e imágenes descalificativos, dirigidas a estigmatizar y discriminar de Lo expuesto hasta aquí no implica que se puedan establecer relaciones causales entre

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la frecuencia con la que se difunde un determinado tipo de discurso y los hechos de introducido en el cuerpo social, degradándolo. De allí la determinación política de
enfrentamiento, como si los primeros causaran a los segundos. Como hemos visto, los “curar” ese cuerpo con el costo que fuere.
medios de prensa son aquí un mero soporte empírico que nos permitió acceder a las Teniendo en cuenta períodos y magnitudes distintas de la conflictividad, en las recien-
opiniones y explicaciones realizadas durante un conflicto. tes protestas sociales también aparecen “elementos infiltrados” y una violencia delicti-
Sin embargo, y retomando lo expuesto sobre la EG, podemos apreciar que ciertos va que seguramente ya no hace peligrar el carácter occidental y cristiano de la sociedad,
esquemas de conocimiento de la realidad perduran y se resignifican en nuevas coyun- pero que sí generan “ingobernabilidad”, o “formas inconstitucionales e ilegales” de recla-
turas políticas, registrándose una toma de conciencia de hechos sociales que se presen- mo. En esta clase de enunciados podríamos encontrar la semilla de un nuevo paradig-
tan como peligrosos o perjudiciales para la democracia, las instituciones, o simplemen- ma de la seguridad, instalado lenta pero firmemente en los años recientes.
te para el “bien común”. La reiteración en el tiempo de este tipo de tendencias seña- Los “piqueteros”, principales actores en la escena de la protesta social reciente, fueron
la la permanencia de un sustrato de estigmatización (tal el rescate de figuras políticas transportados a un lugar maniqueo emparentado al delito, al vandalismo, la vagancia,
denostadas como el de la subversión) que está lejos de manifestarse como actos aisla- los reclamos injustificados, el activismo político rentado, etc. Una realidad que como en
dos y espontáneos. Es decir que si bien estas identidades negativas se instalan duran- otros casos de estigmatización se ha instalado socialmente con la fuerza de la cotidia-
te los episodios de protesta, se mantienen aletargados y resurgen fuertemente en epi- neidad y la normalidad, y que por lo tanto no está exe n ta a que se mantenga vigente
sodios subsiguientes15. en la actualidad. Analizar y ser concientes de ello es el primer gran paso que lleva a
La construcción social de la realidad –en este caso de los conflictos sociales- está con- enfrentar estos procesos discriminatorios, que no son sino procesos de deshumanización.
dicionada por los marcos ideológicos y políticos que se manifiestan en la interpretación
que cada sujeto realiza. De modo que las interpretaciones discriminatorias de los con-
flictos conforman, además de una representación de la realidad, un esquema de acción Bibliografía citada y consultada
sobre la misma: los sujetos que protestan son portadores de elementos perniciosos que
habilitarían la resolución del conflicto mediante la fuerza. Esto, tal y como hemos visto, • Aranda Sánchez, J. (2002). Constructivismo y análisis de los movimientos sociales. Revista
Ciencia Ergo Sum. Noviembre, volumen 9, número 3. Universidad Autónoma del Estado de
no es unívoco: quienes intervinieron físicamente en los hechos de protesta construyen México, Toluca México. 218-230.
explicaciones que reformulan esos esquemas permitiendo que se desarrollen argumen-
tos y reflexiones contestatarias a las hegemónicas. • Armony, V. y Kessler, G. (2004). Imágenes de una sociedad en crisis. Cuestión social, pobreza y
desempleo. En M. Novaro y V. Palermo, (Eds.), La historia reciente. Argentina en democracia. (pp.
En las declaraciones que descalifican a quienes decidieron movilizarse y cuestionar a 91-114). Buenos Aires: Editorial Edhasa.
las autoridades se cruzan prejuicios culturales, de clase social e ideológicos, todos los
cuales se plasman en un hecho político de conflicto y ejercen, en ese marco, un hecho • Auyero, J. (2004). Vidas Beligerantes. Dos mujeres argentinas, dos protestas y la búsqueda de
reconocimiento. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmas.
político de discriminación.
En cuanto las fracciones subordinadas de la sociedad se presentan como portadoras de • Azpiazu, D. (2002). Privatizaciones y poder económico. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes.
reclamos que no son canalizados por vías institucionales, cuando los “cuerpos dóciles”
• Barcesat, E. (2005). Comentario Juridico: Sobre el Concepto de "Genocidio". Koalition gegen
dejan de serlo, los sujetos se convierten –aunque sea temporalmente- en “no ciudadanos”, Straflosigkeit [on line]. Disponible en http://www.menschenrechte.org/Koalition/Espanol/genoci-
y cargan con otras categorías que deslegitiman su presencia en un proceso de lucha. dio_barcesat.htm
En su “comentario jurídico sobre el concepto de Genocidio”, Barcesat señala que
• Berger, P. y Luckmann, T. (2001). La construcción social de la realidad. Buenos Aires:
cuando se nomina a una fracción social como “"delincuente subversivo", "subversivo", Amorrortu editores.
"delincuente terrorista", "terrorista", "guerrillero", no se trata de una identidad innata,
o adquirida por el ser humano mediante un acto voluntario de identificación con un • Castorina, J. y Kaplan, C. (2003). Representaciones Sociales. Problemas teóricos y desafíos edu-
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todo o con un sector social. Es la etiqueta impuesta; el preanuncio de la próxima elimi- tos infantiles. Barcelona: Gedisa Editora.
nación de todo ser humano que sea entendido o sospechado, por el represor, como por-
tador del dato estigmatizante, aunque ese dato parta del propio represor.” (Barcesat, • Cotarelo, M. C. e Iñigo Carrera, N. (2004). Algunos rasgos de la rebelión en Argentina 1993 –
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2005). Durante años en la década de 1970 se apeló a un discurso biologicista, carac-
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15- Durante el reciente conflicto docente de marzo y abril de 2007 en Neuquén (un corte de ruta en vísperas de Pascuas, como en 1997), • Eagleton, T. (1997). Ideología. –Capítulos 1 y 7- Barcelona: Editorial Paidos.
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funcionarios del gobierno local e incluso lectores de diarios llamaban a desalojar la ruta, a desconocer la legitimidad del reclamo, y a encen-
der diversas figuras estigmatizantes. (Ver diarios Río Negro y La mañana del Sur, del 30-3-07 al 5-04-07). • Foucault, M. (1989). Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores.
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62 63
Indice de contenido

·La mujer en el espacio público

La mujer en el espacio público-politico

Situación problemática

Problema de investigación

Metodología

Estado de la cuestion y marco teorico

Desarrollo
Autonomías locales
Modalidad de gobiernos locales
Cantidad y tipos de gobiernos locales
Actual participación de las mujeres en los
Gobiernos locales

Bibliografía
LAS MUJERES Y EL GOBIERNO LOCAL EN LA ARGENTINA:
estudio cuali-cuantitativo sobre sus posibilidades de acceso.
Seudónimo: Girasoles

Resumen

Nos interesa explorar cuánta es la participación de las mujeres en cargos electivos


ejecutivos en el poder local (Intendentas,Jefas de Comunas, Delegadas Comunales y
otras) en la actualidad en Argentina, y caracterizar esos municipios gobernados por
mujeres según su numero de habitantes.También nos interesa explorar las formas de
acceso al cargo que estas mujeres manifiestan en sus testimonios.
Las preguntas que guían nuestra investigación son:
•Cuántas son las mujeres que han accedido a cargos con poder local
(Intendentas y otras ) en Argentina en 2006?
•Qué cantidad de población está gobernada por mujeres?
•Qué cantidad de habitantes tienen las comunas con gobiernos locales
conducidos por mujeres?
•Hay alguna relación entre la cantidad de habitantes y la posibilidad de las
mujeres de acceder al gobierno local?
•Cuáles son las formas de acceso al cargo que las mujeres manifiestan en
sus testimonios?
Este es un diseño de investigación exploratorio, cuali-cuantitativo basado en análisis
de censos, documentos como Constituciones Provinciales y Nacional y análisis de entre-
vistas en profundad a mujeres Intendentas (7).
Al 31 de enero de 2007 sobre un total de 2.172 gobiernos locales hay 183 represen-
tados por mujeres, que equivale al 8,61% del total.Esta representación se da primor-
dialmente en pequeñas comunidades.Se encuentran diversas dificultades de acceso al
cargo,lo que implica una forma de discriminación que baja la calidad democrática de
nuestra sociedad.

67
La mujer en el espacio público ellas literalmente arrasadas y reemplazadas por intervenciones durante este período,
junto con las posteriores asambleas barriales y movimientos sectoriales de defensa de
La mujer argentina ha ido ocupando el espacio público de un modo diferente de las consumidores, medio ambiente, acceso a la educación, el trabajo, la salud… son las que
restantes mujeres de América Latina. Por causas históricas y pautas culturales, el paso dieron origen en el período democrático que se abrió en 1983 al reconocimiento de los
del trabajo remunerado a la participación ciudadana fue casi simultáneo. Excepción llamados Derechos de Tercera Generación.
hecha de las mujeres que casi a título individual participaron activamente durante la
guerra por la independencia en el siglo XIX; o las minorías intelectuales, que impulsa- Estos Organismos y organizaciones de base junto con el debate hacia adentro de los
ron laboriosamente el inicio del debate por la ciudadanía plena, esta posibilidad sur- partidos políticos han contado y cuentan con la más firme participación de la mujer
gió con el advenimiento del gobierno eleecto en 1946. por los derechos colectivos y de sector, y un especial compromiso desde el ámbito de
las cuestiones locales, donde se produce la primera interfase de lo privado a lo públi-
Los dos gobiernos peronistas (desde 1946 a 1955) contribuyeron de un modo sustan- co a nivel de organización político territorial.
cial a la promoción de la mujer. Por un lado, el impulso hacia la industrialización del
país, tuvo como consecuencia un aumento en la incorporación de mujeres al mercado A esto se suma, la discusión sobre la igualdad de oportunidades entre varones y
laboral. El trabajo de la mujer dejó de considerarse como algo cuasi marginal para mujeres, que aparece por primera vez plasmado a nivel mundial en la década del ´70
pasar a ser un derecho que la dignificaba, y esto la colocó en el escenario de “lo públi- en la Convención de eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer,
co” como lo extramuros del hogar. votada por las Organización de las Naciones Unidas al que la República Argentina
Por otro lado, la sanción de la ley de voto femenino (Ley Nº 13.010, año 1947), dupli- adhirió en su momento, es un claro ejemplo de las luchas que dieron origen a la san-
có el padrón de electores de autoridades. La mujer argentina dio un gran paso duran- ción legal en nuestro país de la ratificación del Protocolo Facultativo de la CEDAW,
te este período, se visibilizó y ganó en derechos, de hecho en el mejor momento las recién a fines del año 2006 . Es importante agregar que tanto la agenda nacional
mujeres llegaron a ocupar el 21,93 % de los escaños en la Cámara de Diputados1. como la internacional hoy han incorporado este tema, tanto a la Constitución Nacional
sancionada en 1994, como en los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas, por
Desde septiembre de1955 a diciembre de1983 los gobiernos democráticos fueron ejemplo, y se verifica en todos los planes y compromisos asumidos con organismos
breves, siendo condicionados y derribados por golpes militares. La participación políti- multilaterales de crédito, convenios bilaterales entre naciones, organismos, organizacio-
ca femenina fue, por lo tanto, escasa e intermitente, lo que no favoreció la aparición nes no gubernamentales y otras formas de cooperación, que lo tienen en cuenta tanto
de dirigentes jóvenes, tanto varones como mujeres, siendo la etapa más dura y devas- en sus estrategias como en los indicadores del cumplimiento de objetivos.
tadora la cumplida por la última dictadura militar (marzo de1976-diciembre de 1983),
que se encargó de abortar literalmente cualquier instancia vinculada a derechos huma- A partir de 1983 las mujeres incrementaron su participación efectiva en el espacio
nos y políticos, entendidos como expresiones democráticas. Pero, por otro lado, la pre- político –partidario o no-, aunque su presencia no siempre fuera facilitada por los varo-
sencia en el mercado laboral fue creciente, lo que redundó en una visibilización de la nes, que preferían reservarse los puestos de decisión.
mujer en el espacio público, aunque sólo como trabajadora.
Las mujeres en el espacio público-político
En este aspecto merecen un reconocimiento contundente la aparición de nuevas for-
mas de organización y resistencia como contracara del golpe de Estado de 1976, con- Situación problemática
formado por Organismos de Derechos Humanos. Estas nuevas formas de organización,
encabezadas por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y con el nuevo debate abierto Este contínuo pero no lineal crecimiento de la participación política de las mujeres en
incluso desde el rol de las Asociaciones Vecinales y Sociedades de Fomento, muchas de Argentina, tiene sin embargo varios aspectos que conforman una situación problemá-
tica. Existen, según muchas investigaciones diferencias significativas entre hombres y
1- Señoras DIPUTADAS NACIONALES ( 1952- 1955 ) mujeres con respecto a cultura política, diferencias medidas en relación al grado de dis-
1952 : Sobre un total de 155 Sres. Diputados, había 23 legisladoras ( 14,84% =15%)
cusión sobre política, el interés por la política, los conocimientos o la asistencia a reu-
Sobre un total de 11 Sres. Delegados de los Territorios Nacionales, había 3 Delegadas (27,3 %)
1953: Sobre un total de 155 Sres. Diputados, había 25 legisladoras (16,13%).- niones políticas. Con respecto a la participación política de las mujeres en general y en
Sobre un total de 11 Sres. Delegados de los Territorios Nacionales, había 3 Delegadas (27,3%).- particular con respecto a las afiliaciones a partidos políticos, la situación se caracteri-
1954: Se mantienen los guarismos.
za por una menor afiliación de las mujeres a los partidos políticos que los varones. La
1955: Sobre un total de 155 Sres. Diputados, había 34 legisladoras (21,93%)
Sobre un total de 13 Sres. Delegados de los Territorios Nacionales, había 5 Delegadas. ( 38,46%).- a filiación crece en los partidos chicos, que menos posibilidades de acceso al poder tienen.
Depto. de ORGANIZACIÓN Y DERECHO PARLAMENTARIO, Congreso de la Nación
68 69
En el año 1999 en la Argentina había un total de 36 partidos políticos a nivel nacio- Problema de investigación:
nal y provincial que poseían 6.210.675 de afiliados. De ese total el 49,8% de dichos Nos interesa explorar cuánta es la participación de las mujeres en cargos electivos
afiliados eran mujeres, llegando a ser leve mayoría en los casos del Partido Del Trabajo ejecutivos en el gobierno local (intendentas y otras ) en la actualidad en Argentina, y
y Del Pueblo, Demócrata Cristiano, Federal, Frente de los Jubilados, Movimiento Social caracterizar esos municipios gobernados por mujeres según su numero de
de los Trabajadores, Movimiento Línea Popular, Movimiento Patriótico de Liberación, habitantes.También nos interesa explorar las formas de acceso al cargo que estas muje-
Social Republicano, Socialista Auténtico, Socialista Democrático, Socialista Popular, res manifiestan en sus testimonios.
Unión Cívica Radical (U.C.R.), Verde Ecologista Pacifista, Futuro Verde, teniendo todos Nuestro objeivo de accion posterior es proponer acciones que permitan aumentar y
estos, con excepción de la U.C.R., que tenía un total de 1.905.927 afiliados, no más de mejorar la participación de la mujer en los puestos electivos de gobierno local que per-
55.000 empadronados. mitan revertir la desigualdad de oportunidades u mejorar la calidad de esos gobiernos.
Definimos participación política como un tomar parte en actividades que influyan
La situación problemática se complejiza si tenemos en cuenta los factores discrimina- sobre el ambito público político ejerciendo diversas formas de poder. Podemos conside-
dores en los procesos de selección, que dificultan la llegada de las mujeres a posicio- rar cuatro esferas de participación política. 1) la afiliación ,2)la participación electoral,
nes de poder. Estos obstáculos ¿son de los partidos políticos? ¿de los electores? O de 3) la participación en actividades no convencionales (firmas, actos, marchas etc) y 4)
las propias mujeres políticas? la participación en cargos con poder de decisión (electivos o no). De estas esferas, nos
Partiendo del supuesto que parte de los obstáculos están en las listas electorales de interesa la última.
los partidos políticos, generando una discriminación basada en el sexo ,el 6 de noviem- Según la definición propuesta por Eva Anduiza y Agustí Bosch, participación política es
bre de 1991 el Congreso sancionó la Ley Nº 24.012, llamada de Cupo Femenino. Es
una ley de discriminación positiva, en virtud de la cual las mujeres ocuparían el 30% "cualquier acción de los ciudadanos dirigida a influir en el proceso político y en sus
de las bancas en la Cámara de Diputados Nacionales. La ley también prevé este mismo resultados. Estas acciones pueden orientarse a la elección de los cargos públicos; a la
porcentaje para las Diputadas Provinciales y Concejalas Municipales, en las provincias formulación, elaboración y aplicación de políticas públicas que éstos llevan a cabo; o a
que así lo reconozcan. Casi todas las provincias han adherido, salvo (Entre Ríos y Jujuy). la acción de otros actores políticos relevantes. La participación política requiere por
La modificación del número de Senadores Nacionales, elevando de dos a tres por pro- tanto de un comportamiento observable llevado a cabo en un ámbito público o colec -
vincia, también ha posibilitado la inclusión de la mujer, ya que cada partido debe pre- tivo por parte de un ciudadano para poder ser considerada como tal".
sentar a dos candidatos, varón y mujer; correspondiendo a la mayoría dos senadores y
a la primera minoría uno. Esta definición incluye:
• acciones dirigidas a la composición de cargos representativos.
La ley de Cupo ha contribuido a la visibilización de la mujer en los partidos políticos • acciones dirigidas a influir en las actitudes de los políticos
y ha estimulado su participación ciudadana. Sin embargo, los cargos no electivos • acciones dirigidas a otros actores relevantes políticamente (empresas, ONG) - por
siguen siendo de difícil acceso para la mujer. Es de destacar que en el Poder Ejecutivo ejemplo, boicot a productos)
Nacional hasta la fecha casi no ha habido Ministras (actualmente –enero 2007- hay • actos a favor o en contra de medidas tomadas (manifestaciones)
tres, en Economía, Desarrollo Social y Defensa) y las Secretarias han sido muy escasas. • Participación en asociaciones de carácter político ( partidos políticos, sindicatos)
Lo mismo sucede con cargos electivos no contemplados por la ley: no hay mujeres titu-
lares de un Poder Ejecutivo Provincial Las preguntas que guían nuestra investigación son:
En la Cámara de Diputados el porcentaje es de 35% y en la de Senadores del 43%. •Cuántas son las mujeres que han accedido a cargos con poder local (Intendentas y otras )
Son evidentes los beneficios de una ley de discriminación positiva, como lo es la de Cupo. en Argentina en 2006?
•Qué cantidad de población está gobernada por mujeres?
Es llamativo que provincias como Buenos Aires, con una población total de 13.827.2032 •Qué cantidad de habitantes tienen las comunas con gobiernos locales conducidos
habitantes y 134 municipios, tenga apenas 4 Intendentas. Incluso hay provincias cuyos por mujeres?
gobiernos locales están exclusivamente en manos de varones, tal el caso de Mendoza, •Hay alguna relación entre la cantidad de habitantes y la posibilidad de las mujeres
donde 18 Intendentes rigen los destinos de más de 1,5 millones de habitantes. de acceder al gobierno local?
•Cuáles son las formas de acceso al cargo que las mujeres manifi e s tan en sus testimonios?

2- Todas las cifras han sido tomadas del Censo Poblacional de 2001 del INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos).
70 71
Metodología en cuerpo desempeñara el poder legislativo. Pero como esto es imposible en los gran-
Este es un diseño de investigación exploratorio, cuali-cuantitativo basado en análisis des Estados, y como está sujeto a mil inconvenientes en los pequeños, el pueblo debe-
de censos, documentos como Constituciones Provinciales y Nacional y análisis de entre- rá realizar por medio de sus representantes lo que no puede hacer por sí mismo."
vistas en profundad a mujeres Intendentas (7). Para John Stuart Mill: "Según las consideraciones antedichas, es evidente que el único
gobierno que satisface por completo todas las exigencias del estado social es aquel en
Estado de la cuestión y marco teórico el cual tiene participación el pueblo entero... Pero puesto que en toda comunidad que
Muchas investigaciones intentan encontrar las características específicas de las muje- exceda los límites de una pequeña población nadie puede participar personalmente
res politicas, es decir, las diferencias de comportamiento entre los hombres y las muje- sino de una porción muy pequeña de los asuntos públicos, el tipo ideal de un gobier-
res que forman parte de las minorías políticas. Hay en los últimos tiempos muchos tra- no perfecto es el gobierno representativo."
bajos relativos a la posible relación existente entre la cantidad de mujeres que ocupan
cargos y el tipo de políticas que se desempeñan. Los principales resultados son: que sostienen que las mujeres deben llegar a puestos institucionales para poder defender
los intereses del colectivo femenino. La idea de representación es uno de los principios
1- Las mujeres políticas y los hombres son diferentes y esa diferencia puede influir en legitimadores subyacentes en los sistemas democráticos. Partiendo de que la representa-
sus decisiones. Se ha encontrado que, al igual que las mujeres en general, las polí- ción de un grupo sólo puede llevarse efectivamente a cabo por integrantes de ese mismo
ticas profesionales también tienen diferentes concepciones y comportamientos res- grupo, es necesario que haya mujeres en las instituciones políticas para que se tengan en
cuenta los intereses específicos de la población femenina. Sin embargo este argumento
pecto de determinados temas integrantes de lo que se ha llamado un “bloque de tiene sus limitaciones, en el sentido de que se puede reducir la representación a la mera
género” que incluye cuestiones como violencia, paz, bienestar social, educación y presencia (Darcy, Welsh, Clark,1994).Por lo tanto, la dificultad consiste en definir el con-
medio ambiente (Delli Carpini y Fuchs, 1993, Skjeie, 1991). tenido de la representación, es decir, en determinar los intereses y los valores que merecen
ser representados en las instituciones.

2- Otras investigaciones argumentan que la diferencia entre hombres y mujeres se neu-


traliza debido al uniformizador proceso de socialización política al cual están suje-
Desarrollo
tas inevitablemente todas las personas que se incorporan a la vida politica, según
esto las diferencias se debe básicamente a la falta de poder de las mujeres y a su
Autonomías locales
consiguiente falta de experiencia en las esferas de decisión (Carroll, 1994).

La autonomía de los gobiernos municipales es reconocida y se regula a partir del año


3- Con respecto al problema concreto de nuestra investigación, los últimos estudios
1957, con la reforma de las constituciones de las provincias de Catamarca, Córdoba,
que analizan los factores que influyen en las oportunidades que tienen las mujeres
Jujuy, La Rioja, San Luis y Tucumán, reforzándose en la década del `80 como parte de
de ser reclutadas para los cargos políticos con poder de decisión,muestran que el
la Reforma de Estado sobre la base de cuatro ejes: ajuste financiero, privatización de ser-
bajo nivel de acceso a los cargos tiene que ver con las fases previas a la elección.
vicios públicos; reducción de la administración central y descentralización administrativa.
Estos estudios explican que si la probabilidad de ser elegidas es igual para hombres
que para mujeres, las fases previas son determinantes:la decisión individual de inte
Es necesario aclarar que la organización de los gobiernos locales puede ser diferente
grarse en la vida política y en la selección y nominación de candidatas realizada en
en cada provincia, ya que la Argentina es un país federal y cada una de las 23 provin-
el seno de los partidos (Rule, 1981).
cias tiene su propia Constitución, por lo tanto, organiza sus propias instituciones.

A pesar de estas constataciones en general muchas investigaciones concluyen que se


Estas diferencias no sólo se refieren al tipo de organización (atribuciones y deberes,
dispone de numerosos datos sobre numerosos temas como la presencia de mujeres en
organización politico / institucional, constitución de los departamentos deliberativo y
las diferentes instituciones políticas, su posibilidad de acceso o no a los cargos, el com-
ejecutivo, y otros) sino también a su autonomía política, financiera, institucional y
portamiento electoral femenino, sus actitudes politicas, su actitud cuando acceden al
administrativa en relación a los gobiernos provinciales.
poder, etc. Sin embargo, lo preocupante es que la variedad de datos aportados muchas
En el siguiente cuadro se puede observar la situación de autonomía anteriormente
veces muestran evidencias contradictorias.
mencionada, según datos obtenidos en base al Informe de Desarrollo Humano (1999)
El marco teórico que nos alumbra son las teorías sobre la Representación, algunos de
e INDEC Argentina (2002).
cuyos exponentes son Montesquieu y Stuart Mills.
Según Montesquieu: "Puesto que en un Estado libre todo hombre, considerado como
poseedor de un alma libre, debe gobernarse por sí mismo, sería preciso que el pueblo

72 73
Autonomías locales según las constituciones provinciales argentinas otras provincias, los municipios se denominan Departamentos, nombre otorgado tam-
bién en algunas otras a delegaciones regionales administrativas dependientes de los
Poderes Ejecutivos Provinciales.
Los departamentos vinculan a los gobiernos locales; este vínculo se establece sobre
la base de tres modalidades:

1 - Gobierno local- departamento: el uno coincide con el otro, sin considerar la exten-
sión geográfica o el número de pobladores. Este modelo apareció en épocas pasa-
das cuando existía una población mayoritariamente rural y dispersa. En la actuali-
dad estas localidades-departamentos abarcan varias poblaciones y o ciudades que
dependen del conglomerado más importante cabecera del partido. Las localidades
con menos población cuentan con delegaciones a cargo de un funcionario elegido
por el Intendente. Este modelo es vigente en Buenos Aires, Chaco, La Rioja,
Mendoza, San Juan y Salta.

2- Gobierno local-ciudad: Es el modelo de la provincia de Córdoba en la que desde


1923 las ciudades forman sus gobiernos. La unidad política se corresponde con los
asentamientos humanos y la competencia llega hasta donde se prestan los servicios.
En Córdoba Municipio es sinónimo de población urbana, y así es que hay superfi-
cies que no pertenecen a ninguno y están sujetas a la administración provincial
directa. El municipio está, desde lo territorial, circunscripto al éjido de la ciudad y
su área de ampliación determinada por sucesivas leyes provinciales que así lo habi-
liten; siendo los departamentos unidades administrativas, dependientes del gobierno
provincial.

3 - Gobierno local-distrito: La municipalidad se asienta en la ciudad más importante y


en las ciudades más pequeñas se forman comunas conducidas por una comisión
vecinal elegida por voto de los ciudadanos. Tienen competencia y atribuciones pro-
pias pero dependen de los distritos cabeceras de los departamentos. Éste modelo
es el de la provincia de Santa Fe.

Cantidad y tipos de gobiernos locales

La forma jurídica, legal y política de cada tipo de gobierno local, depende de las cons-
(Elaboración propia, 2006) en base a las Constituciones Provinciales vigentes y leyes concordantes, tituciones provinciales, como ya se ha mencionado, y también de las leyes orgánicas de
las municipalidades. De acuerdo a su estructura institucional y política, extensión geo-
Modalidades de gobiernos locales gráfica y población se clasifican en:
•Municipio
En nuestro país, cada Estado Provincial posee su propio sistema de división territorial. •Comuna
En el caso de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, sólo existen Municipios (par- •Comisión de Fomento
tidos), y sólo se toma en cuenta su tamaño para definir la composición numérica de los •Comisión Municipal
Departamentos Deliberativos, conocidos como Concejos Deliberantes. Las atribuciones, •Comuna Rural
obligaciones y límites de autonomía los fija la Ley Orgánica de las Municipalidades. En •Otros

74 75
Actual participación de las mujeres en los gobiernos locales
Entre Ríos, clasifica a sus Municipios en categorías, de acuerdo con el número de
habitantes, y donde es menor a 5.000 no hay Intendente y Concejo Deliberante, sino Considerando los datos obtenidos del censo de población (INDEC 2001), y la infor-
una Junta de Fomento cuyos miembros son elegidos por el voto popular. mación pública disponible a través de la página web del Ministerio del Interior de la
En algunas provincias existen otras formas de organización, como las Comunas República Argentina acerca de la evolución de la representación femenina en gobier-
Rurales, y en algunos casos sus Ejecutivos son elegidos, en otros los designa el Ejecutivo nos locales se llegó a las siguientes conclusiones:
Provincial.
Esta tipología puede observarse en el siguiente cuadro: De los 23 Estados Provinciales, sólo permanecen sin representación femenina alguna
como cabeza de gobiernos locales, las provincias de: Mendoza, San Juan y Tierra del Fuego.

Los datos del siguiente cuadro permiten advertir no sólo la presencia de la mujer como
titulares de gobiernos locales, sino también las diferencias entre provincias y regiones.

Porcentaje de Municipios gobernados por mujeres

(Elaboración propia, en base a las Constituciones provinciales y datos del Ministerio del Interior 2006) La provincia con mayor cantidad de Intendentas es Córdoba (39 ), seguida por Entre Ríos (31).
(Investigación propia en base a datos del Ministerio del Interior, 2006)

76 77
Si bien la provincia de Córdoba es la que tiene el mayor número de Intendentas, es En este contexto, el número de Intendentas cobra otra dimensión, un elevado núme-
San Luis la que tiene el mayor porcentaje sobre el total de municipios (22%). Valga la ro como en la provincia de Entre Ríos es casi engañoso, ya que de las 31 Intendentas
aclaración de que en esta provincia la participación femenina en todos los estamentos 27 gobiernan comunas que no llegan a los 2 mil habitantes. También es llamativo que
gubernamentales ha sido y es alta en relación con las demás provincias. sólo un Municipio con más de 100 mil habitantes esté en manos de una mujer. Son 2
Una mirada general permite advertir que en casi todas las provincias se reproduce el los Municipios con un número de habitantes entre 50 y 100 mil e Intendenta: Villa
porcentual habitual, poco más o poco menos de 10%, con deshonrosas excepciones María (Córdoba, 72.162 hab.) y Villa Gobernador Gálvez (Santa Fe, 74.658 hab.).
como las provincias de Buenos Aires (3%), Santiago del Estero (1,4%) y Salta (3,4%). El
caso de estas provincias es posible sospechar el peso de las pautas culturales: las muje- Sobre un total de 36.260.130 habitantes, 1.122.055 tienen un gobierno
res tienen el “techo de cristal” muy próximo a sus cabezas. municipal encabezado por mujeres, el 3.09% de la población.
Desde el año 1987, hasta las elecciones de diciembre de 2003, se encontraban repre-
sentados por mujeres 150 gobiernos locales, el 7,58% del total de ellos. Cabe destacar
que aproximadamente el 35% han sido reelectas por otro mandato, sólo una de ellas
se encuentra actualmente gobernando un municipio capitalino: Resistencia (Chaco).

Al 31 de enero de 2007 sobre un total de 2.172 gobiernos locales hay 183 represen-
tados por mujeres, que equivale al 8,61% del total.

(Investigación propia en base al Censo de población, 2001)

Es notable que la provincia más poblada, Buenos Aires, y que además es una de las
que más recursos económicos posee, ostente uno de los porcentajes más bajos de habi-
tantes gobernados por mujeres (0,78%). Al porcentaje de Chaco no se acerca siquiera
ninguna de las demás provincias; el elevado 34,33% se debe a que el Municipio de
(Elaboración propia con datos del Ministerioo del Interior, 2006) Resistencia (275.962 hab.) tiene un Ejecutivo femenino. La Pampa, Corrientes, Entre
*Municipalidad de Resistencia: 275.962 habitantes.
78 79
Ríos y San Luis también superan el promedio nacional, y aunque un 6% no parece muy 2003. Antes de ser Concejal me dedicaba al tema político, porque vengo de una fami-
significativo, sí lo es considerando que dobla el promedio nacional. lia a la que le gustaba estar en las ideas políticas, pero también estoy en el comercio,
mi familia hace muchísimos años tiene una empresa, una Pyme que se dedica al trans-
El relativamente alto porcentaje de Jujuy (5,18%), que supera el promedio nacional porte de pasajeros. Me dedicaba a eso en la actividad privada, y también trabajé
(3,02%) se debe a pautas culturales, ya que las mujeres de etnias pertenecientes a los mucho tiempo en la ONG “Casa de la Mujer de la Provincia de Misiones”, siempre
pueblos originarios, de notable presencia en la provincia, son independientes en mate- defendiendo el género mujer.
ria económica, por ejemplo; están acostumbradas a tomar sus propias decisiones y par- (…) En estos momentos resulta mucho más fácil. Allá por 1999 fue muy complicado,
ticipan muy activamente en la vida comunitaria. fue difícil llegar a ser Intendente mujer, porque por ahí tenemos poca credibilidad ante
la población masculina, porque creen que no tenemos la capacidad, o los conocimien-
Si tenemos en cuenta las formas de acceso al cargo que las mujeres Intendentas men- tos. Pero con el tiempo vamos demostrando y nos van valorando por nuestra gestión y
cionan, de las entrevistas en profundidad podemos inferir algunas vías típicas: por nuestro trato con toda la población.”
En algunas mujeres Intendentas, como Alicia, se observa una conciencia fuerte de los
beneficios del acceso a cargos con poder para modificar situaciones de las mujeres en En el caso de la Intendenta de la localidad más pequeña de la muestra, Rosario, se
conjunto. En esta via, el acceso se dio por una participación en el área social –siempre observa el peso de una tarea como la docencia que permite mucha visibilidad social en
con vocación por atender a las necesidades de los otros- que despertó posteriormente ese tipo de comunidades. Que haya llegado al cargo “un poco por accidente”, la mues-
la vía política. tra sin un deseo o plan previo personal con respecto a su acceso al cargo.

Alicia Locatelli, Intendenta de Curuzú Cuatiá- Corrientes (36.390 habitantes ) Rosario Belkis Ávalos, Intendenta de Puerto Eva Perón- Chaco (586 habitantes )
Alicia Locatelli, Curuzú Cuatiá –ciudad del sur correntino, - Intendenta hace un año “Es una localidad pequeña, joven, tiene 15 años, y yo soy docente de la escuela de la
y unos meses, porque Corrientes eligió autoridades hace menos de dos años. localidad, y realmente a la gestión o a la función política llegué un poco por acciden-
“En el caso mío, soy la primera mujer electa por la comunidad, también por eso me te. Toda mi vida hice política comunitaria, al llegar a la docencia, a través de la docen-
siento orgullosa, con mucha responsabilidad por ocupar lugares de poder y, poder de cia seguimos haciendo política, hasta que un día me encontré haciendo esa política
decisión para la comunidad. Siempre pensé mucho en el poder que te permita hacer comunitaria. En un principio desde un partido político y desde la función nuevamente
algo por el resto de las mujeres de Curuzú Cuatiá. de la política comunitaria.”
En mis cuatro años anteriores estuve trabajando la parte social, así que conozco bas- “La primera vez que asumí fue en el año ‘93. Yo estoy en la función pública desde el
tante lo que sufren las mujeres, de la poca participación, de cuánto les cuesta y de las año ‘93. En el ‘94 y ‘95 estuve como Concejal, y en el ‘95 asumí como Presidente del
pocas oportunidades que tienen para poder desarrollarse como tales. Concejo. En el ‘99 la primera Intendencia y en el 2003 la segunda.”
Así es que éste fue un desafío que creo que ayuda para que otras sigan el ejemplo, si Si de las 183 Intendentas, 119 gobiernan comunas de menos de 2 mil habitantes, y
sirve de ejemplo, y que estos lugares y tantos otros puedan ser lugares donde decida- 35 gobiernan comunas de menos de 5 mil habitantes se pueden deducir algunas rela-
mos políticas de Estado. ciones hipotéticas entre la cantidad de habitantes que tienen las comunas y la posibi-
(…) La verdad es que hace más de, diría casi 18 años que trabajo acompañando siem- lidad de acceso de las mujeres a cargos electivos ejecutivos.
pre el tema político y desde la gestión también acompañe bastantes años, desde afue-
ra, sin ser funcionaria; así es que me parece que esto de trabajar, no sé si desde lo muni- a) Las mujeres de esas comunas son conocidas y apreciadas por su trayectoria (en la
cipal siempre, pero sí desde lo participativo, desde lo comunitario, creo que es una política partidaria, en el campo social, y/o como vecinas), son visibles.
incorporación que uno va haciendo. Yo recuerdo desde muy joven me gustaba partici-
par siempre en el barrio, o en algún grupo que ayudara al resto.” b) En general las mujeres no consideran posible y/o importante el ejercicio de la repre-
sentación en el gobierno local provincial, compitiendo por ese espacio en poblacio-
En otras, como en el caso de Berta, provenir de una familia política e influyente a nes pequeñas, conformándose con la escala reducida.
nivel empresario, con prácticas de gestión, es lo que le abrió las puertas al cargo
Berta Beatriz Sapper, Intendenta de Colonia Alberdi- Misiones (3.685 habitantes4) c) Existe escaso vínculo (redes formales e informales, disponibilidad de comunicación,
“Mi historia política comienza en el ’95, como Concejal, luego en el año 1999, gano entrenamiento en resolución y apoyo mutuo ante problemas comunes,…) entre
las elecciones y paso a ser la Intendenta de Colonia Alberdi y fui reelecta en el año comunidades locales a nivel de región / provincia / país, que permita el fortaleci-
miento de las capacidades de liderazgo local, en defensa de la igualdad de oportu-
4- INDEC Datos correspondientes al Censo Nacional de Población, Vivienda y Hogares. Año 2001
80 81
nidades que aumenten en número y calidad el ejercicio de los cargos ejecutivos a Bibliografía
nivel local.
• Anduiza Eva ,A,gustí Bosch.(2004) Comportamiento político y electoral. Ariel. Barcelona (2004)

d) Las Intendentas en ejercicio del cargo en localidades de más de 50.000 habitantes • Caroll, Susan J.(1984)” Women Candidates and Support for Feminist Concerns. The closet
han participado y participan activamente en la política local tanto a nivel partida- Feminist Síndrome” Western Political Quarterly, n 2 pp 307
rio como social y poseen una fuerte vocación de liderazgo. • Darcy, Robert; Welsh, Susan y Clark, Janet (1994): Women, Election and Representation,
Lincoln, University of Nebraska Press.
e) A los varones no les interesa el manejo de municipios pequeños y no compiten o
• Delli Carpini, Michael y Fuchs, Ester (1993)”The Year of the Women?Candidates, Voters, and
“delegan” en las (sus) mujeres esos cargos. the 1992 Elections” Political Science Quarterly. Vol 108. n 1, pp 29-36

Estos comentarios, que no intentan ser exhaustivos, nos inducen la necesidad de con- • Mill, John S.,(1965) Consideraciones sobre el gobierno representativo, Ed. Tecnos, Madrid
(1965) Montesquieu, De (1985) l'Esprit des Lois, XI, 6.Fondo de Cultura Económica, Mejico 1985
tinuar la investigación sobre las limitaciones del acceso de las mujeres a los gobiernos
locales en general y en especial cuando estos representan a comunidades amplias. • Rule, Wilma (1981)”Why women don’t run: the critical contextual factors in Women
Consideramos que el aumento de la cantidad de mujeres en los gobiernos y su calidad Leghislative Recruitment, The Western Policital Quarterly, vol 34 pp 60
en la representación de los intereses de genero en particular, junto con una fuerte voca- • Uriarte Edurne, Elizondo Arantxa (coordinadoras) (1994)Mujeres en política. Editorial Ariel, 1994
ción por eliminar toda forma de discriminación en general, mejorará la calidad de la
democratización de nuestra sociedad. • Skjeie, Hege (1991)”The rhetoric of difference:on women´s inclusión into Political Elites” Politics
and Society vol. 19, n 2 pp 209-232

• Constituciones Nacional y Provinciales y otros documentos legales.


Censos de Población INDEC. 2001 y otros

•Pag.web: www.mininterior.gov.ar

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Indice de contenido

Introducción

La lección de escritura

“Tenés que tener algo para responderles…”


Política de la memoria y poética de la transmisión
Aparición del relato
Colonia Aborigen Chaco
“La Matanza”
El relato de Lino

Trabajo del recuerdo y producción de testigos

Comentarios finales
“TENÉS QUE TENER ALGO PARA RESPONDERLES…”
Discriminación étnica, transmisión y trabajo de la memoria.

Seudónimo: Gayali
Resumen

El presente trabajo aborda la problemática de la transmisión del relato oral de la dis-


criminación étnica. Recurre a casos de testimonios producidos en contextos de diferen-
tes proyectos de investigación etnográfica sobre culturas indígenas del país. En él se
pone especial atención al lugar de la agencia de dicho relato al tiempo que se propo-
ne una perspectiva conceptual que lo contemple en la trama conflictiva de los discur-
sos de derechos humanos.

“Que clase de ex voto dirige mi escrito a la palabra ausente?”


Michel De Certau
La escritura de la Historia

Introducción

La transmisión oral del relato de la discriminación no es algo diferente a ella, es parte


del trauma mismo (Brison 1999; Yaeguer 2002; Lacapra, 2005, 2006). La voz del otro,
su palabra sonora ha sido ubicada por las ciencias sociales y el campo intelectual en
general en tanto que “historia de vida”, “historia oral”, “relato oral”, “testimonio” según
las denominaciones más frecuentes. Se trata de un lugar problemático y contradictorio
que podría suponerse también como depósito de la carga de violencia y disputas que
conlleva esa voz, ese relato, ese trauma. Esta tensión parece haberse expresado en el
tratamiento político del “relato oral” en el campo de las ciencias sociales de una forma
especialmente polarizada desde la década de 1960 hasta la actualidad. En un extre-
mo se encuentra el optimismo de “la voz de los sin voz” según el slogan frecuente en
el contexto latinoamericano y en el otro extremo, la pregunta con la que Gayatri Spivak
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respondía, pesimista, unos 20 años después: “¿Pueden hablar los subalternos?” (1988)1. La lección de escritura
En el presente trabajo replantearé dicha polarización apoyándome en diferentes
experiencias etnográficas de campo en las que el relato oral de la discriminación étni- Matilde me recibió en su casa con una frase a modo de advertencia. “Se equivocan
ca fue producido en el contexto de entrevista. Estas entrevistas se enrolaron en diferen- los que creen que yo sé hablar en lengua” (mapuche). Ella presuponía que como en
tes proyectos de investigación relacionados con aspectos de la cultura indígena en otras ocasiones (periodistas, historiadores locales) sería interrogada en esos términos.
Argentina (2000, 2001 y 2004). Es importante señalar que los testimonios que citaré Matilde vive con su familia en Cholila, un pequeño pueblo de la precordillera en la
no fueron especialmente solicitados a los entrevistados, ellos se desviaron de la temá- provincia de Chubut. En la zona es conocida, por su ascendencia mapuche y también
tica específica de dichas investigaciones. El interés por el lugar de la agencia del rela- por sus tejidos, que realiza para la venta en un gran telar vertical siguiendo la técnica
to oral es uno de los motores de este trabajo. tradicional.
Pero, así como el relato oral de la discriminación no es algo diferente que ella misma, La entrevista se originó en un proyecto de investigación dependiente de la
tampoco deberíamos pensar a la “oralidad subalterna” desvinculada de sus debates y Universidad de Buenos Aires que combinaba investigación arqueológica con antropo-
usos mas dentro y fuera de la academia. El intelectual no es un simple observador dedi- logía social orientada, esta última, a explorar en las relaciones de la población local
cado a su registro y análisis. Está involucrado en la misma trama política del par orali- con los sitios arqueológicos del lugar en los que se realizaban excavaciones. Algunos
dad/literacidad. Basta recorrer la genealogía de los uso de las tradiciones orales por de esos sitios contaban con pinturas rupestres de aproximadamente 2000 años de
las literaturas nacionales desde el siglo XIX, su difusión, su folklorización, sus usos polí- antigüedad de manera que tenían una cierta visibilidad para el pueblo de Cholila. En
ticos. Este par no se resuelve en una polaridad excluyente sino más bien en un calibre consecuencia, mis preguntas se dirigieron a esa temática particular aunque optando
variable y nunca fijo. Por ejemplo, en los últimos veinte años en la Argentina, la “his- por una forma de entrevista abierta que habilitara otros aspectos biográficos que mi
toria de vida”, adoptó una forma peculiar en vínculo con la política de derechos huma- entrevistada creyera de interés incorporar.
nos y el lugar del testimonio en relación a los crímenes de la última dictadura militar Ante su advertencia también le informé que la lengua mapuche no era objeto parti-
(Saltalamacchia.1992; Carnovale, Lorenz y Pittaluga 2006; Sarlo 2005). Como sugeri- cular de mi interés a lo que ella agregó que si bien no podía hablar mapuche sabía
ré, tanto el relato de la discriminación indígena como el lugar del intelectual en rela- escribirlo. Sin comprender con claridad a qué se estaba refiriendo orienté mis pregun-
ción a el, están sujetos a ese contexto. tas hacia la temática de la investigación a pesar de lo cual Matilde volvió a insistir en
diferentes oportunidades que ella “sabía escribir en lengua”. La afirmación me pareció
El texto que sigue está organizado de la siguiente manera. En primer término, abor- confusa y contradictoria. ¿Era posible escribir en una lengua sin tradición escritural y
do el testimonio de Matilde Uriñanco para desarrollar los lineamientos generales de los además sin ser competente en hablarla? Un rato después cuando la entrevista conclu-
problemas arriba mencionados en torno a la caracterización del relato oral en relación ía Matilde escribió con palabras mapuches una nota de saludo para mi familia.
al par oralidad/literacidad2. Luego, recurriré a lo dicho por Lucía Cañicura acerca de Ella me explicó que si bien en su casa se usaba el mapuche como lengua de comuni-
situaciones de estigmatización relacionadas con su pertenencia étnica mapuche. El cación, sus padres no le transmitieron ese conocimiento. Podía comprender el tópico de
caso será observado para comentar la relación entre discriminación, resistencia y trans- las conversaciones solo fragmentariamente. Entonces Matilde se esforzó en una tarea
misión cultural. Finalmente, me detendré mas extensamente en el testimonio de Lino singular. Mientras en la escuela era alfabetizada en español comenzó una tarea de
Fernández y su relato sobre el caso de represión armada de indígenas, conocida como transcripción de las palabras mapuche que conocía: “yo quería saber de qué estaban
“matanza de Napalpí”, ocurrida en el año 1924 en la provincia del Chaco. Con este últi- hablando mis padres”.
mo caso desarrollaré las relaciones del relato de la discriminación indígena, la memo- El caso me parece de valor por su poder de reconsideración del juego de oposiciones
ria social y su articulación interétnica. devenidas del par escritura/oralidad tradicional del discurso colonial y etnocéntrico. Es
decir, una toma de la escritura con el objeto de reponer la oralidad en el lugar de donde
aquella la habría expulsado. La escuela argentina estuvo orientada hacia el silencia-
miento de las lenguas indígenas3. Sin embargo en nuestro caso, Matilde quiso recons-
truir por medio de su saber escritural y escolar la lengua que sus padres habían cesa-
do de transmitirle.
La observación de una frontera entre lo oral y lo escrito ha mostrado cómo “la escri-
1- Para el caso argentino pueden citarse diversas compilaciones: Balan (1974), Magrassi y Rocca (1980), Chirico (1992), tura ha sido vehículo de dominación. Como afirma Levi Strauss en su clásico ensayo “La
Schwarztein (1991), Carnovale, Lorenz y Pittaluga (2006).
lección de escritura”, esta última “parece favorecer la explotación de los hombres antes
2- Se usa literacidad para denominar los procesos de alfabetización, lectura y escritura pero también para un distanciamiento que su iluminación” (Levi Strauss 1973:296).
de las posiciones defensoras de una diferenciación radical entre la oralidad y la escritura (Vich y Zavala 2004).
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No obstante, habría que agregar que más allá de que la escritura haya servido instru- tación fue terminante: “Acá no hay indios. Son sólo indios de mierda! Yo los respetaría
mentalmente a la explotación y especialmente a la administración capitalista (conta- si conservaran su cultura, no hablan ni siquiera su lengua”.
bilización, identificación de cuerpos y almas), fue la concepción ideológica de una fron-
tera irreductible entre lo oral y lo escrito la que hizo de la escritura un medio de la
dominación en si misma. Dicho de otra forma, la escritura es adoptada como criterio “ Tenés que tener algo para responderles…”
de organización jerárquica del mundo. El caso es comentado por Michael de Certeau Lucía Cañicura vive en la comunidad mapuche de Galay Co cercana a la ciudad de
(1993) cuando señala el juego de oposiciones fundacionales entre la etnología y la historia: Neuquén. Ella relató en una entrevista realizada en el año 2000 diferentes momentos
en los que fue objeto de prácticas discriminatorias. De niña vio como las autoridades
Etnología Historia policiales y eclesiásticas les prohibían a sus padres la realización del guillatún, la cere-
oralidad escritura monia religiosa tradicional; ya de joven “la patrona” de la casa donde trabajaba como
espacialidad temporalidad empleada doméstica le cortó sus trenzas y la obligó a hacerse “la permanente”. Tiempo
alteridad identidad después recibió comentarios discriminadores por parte de la maestra de la escuela
inconciencia conciencia donde estudiaba su hijo.
Ella es enfática en su relato4. A pesar de lo doloroso de las situaciones que narra man-
Nociones como las de “pueblos ágrafos” o “pueblos sin historia” son ejemplos claros tiene un tono casi épico, de lucha y auto afirmación. Los casos de discriminación des-
del funcionamiento de este juego ideológico de oposiciones. Asimismo este juego pare- criptos son relatados junto a una memoria de contraestigmatización. Recuerda cómo
ciera sugerir que la frontera entre oralidad y escritura además de ser absoluta, puede sus padres participaron en un nguillatun realizado secretamente a pesar de las prohi-
ser atravesada por la transcripción que, a su vez, puede ser entendida como una tra- biciones y cómo su madre al verla con el pelo cortado le indicó que no volviera a per-
ducción escritural, más explícita aún en el caso de las lenguas indígenas. La palabra mitirlo y “que nunca debía haberlo hecho”.
oral es institucionalizada a través de la escritura (la ciencia, la literatura, la política) Lucía parece haber descubierto con indignación el funcionamiento del proceso de dis-
pero a condición de perderse por medio de la transcripción y traducción. criminación social y cultural o por lo menos uno de sus aspectos centrales. Sin embar-
go, para referirse a esas situaciones en ningún momento mencionó la palabra “discri-
Estamos nuevamente ante la disyuntiva de los efectos de la “historia de vida” sobre el minación”. Utilizó otra, más clara en su significación y de mayor contundencia: “humi-
relato oral. Desde la división estricta oraliad/escritura el otro se encontraría esencialmen- llación”. A pesar de referir a capítulos de su vida personal, el relato de Lucia no es
te en su oralidad. Las dudas recaen sobre el intelectual y su recurso a la “historia de vida”. estrictamente autobiográfico, no se resuelve exclusivamente en un discurso de la expe-
Este difunde la oralidad o la traiciona. Se encuentra entre el recurso populista (se trata de riencia propia que es representada mediante el recurso a la primera persona. Antes que
“la voz de los que no tienen voz”) y su enjuiciamiento como una forma más de la domina- asumir la postura de la víctima o la denuncia parece tratarse de una propuesta peda-
ción de la voz subalterna (se hace hablar al otro, se lo transcribe, se lo domina). gógica mediante la cual desarrolla la comprensión de esas situaciones. Señala un pro-
A pocas cuadras de la casa de Matilde realicé otra entrevista a un poblador radica- ceso de herencia y transmisión intergeneracional, a la vez que produce un discurso de
do en el pueblo. Cuando le pregunté sobre las familias indígenas del lugar su contes- contraestigmatización.
En la entrevista, ella recreó ese momento representando el diálogo con su hijo
-“Mami -me dijo mi hijo – me dijo la maestra que te dejés de ser india, que está muy
bien que te hayas venido a la ciudad pero que te saques la pluma, dijo la maestra que
te saques la pluma y que no hables más en indio”
_ “eso dijo tu maestra? eso dijo tu maestra? La civilización te enseña… hija de una
gran puta!. La próxima vez dígale que venga hablar conmigo o sino voy a ir yo a hablar
con ella. La próxima vez que te diga esto, dígale, hijo, pero dígale esto con fuerza!:
Nosotros somos mapuche de este suelo! Nada más! Pero no vino ni me mandó llamar.
“Sabe qué hijo?, cuando te dicen así nunca tenés que humillarte, tenés que tener algo
para responderles,… le dije..., “ellas estudian para ser maestra, para civilizar a los indios,
Matilde Huriñanco con sus nietos como dicen. Cuando nosotros tenemos el conocimiento propio aquí hijo!, el mapun-

3- Recién en la última década comienzan a desarrollarse políticas estatales activas de educación bilingüe y multicultural en el 4- La entrevista con Lucía se desarrolló en el contexto del proyecto “Nguillatum. Ceremonia Mapuche en Argentina y Chile
contexto escolar. (INAPL-UNESCO 2001).
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dungum!. Entonces no, no se sienta humillado. A mí también me humillaron, pero gra- “discriminación cultural” operara apenas en la superficie, pues en realidad el estigma depo-
cias a mi padre y mi madre..., por los dichos de mis padres, por los consejos de ellos s i tado en atributos culturales es sólo una coartada del proceso social y político. Una coar-
supe defenderme, cuando me han dicho india esto, india lo otro (…). Yo no me bajoneo, tada que puede discriminar la diferencia étnica tanto si esta habla como si esta calla.
me hierve la sangre, me nace todo! Ahí vuelve mi padre y mi madre cundo ellos me
enseñaban cómo teníamos que defendernos; que nunca teníamos que dejarnos avasa-
llar por los blancos.
”Hay que aprender a defenderse, para eso los mando a la escuela hijo. Aprendan a
leer y a escribir, por lo menos a leer y escribir así no van a ser tan pisoteados”

Hay en el relato de Lucía una organización sistemática que creo de especial interés
para este trabajo. El contrapunto entre situaciones de estigmatización y respuestas con-
traestigmatizantes es descrito a través de un encadenamiento de transmisión interge-
neracional de indicaciones y consejos al respecto. Nótese la relevancia del caso pues la
escena es representada en la acción de la misma entrevista. Dos aspectos en relación
a esto. En primer lugar, se describe una situación de discriminación como una polémi- Lucía Cañicura
ca entre la voz que humilla y la que responde a esa humillación. En segundo lugar, la
situación es descripta asimismo a través de la representación de la escena del consejo,
de la transmisión de la madre al hijo. El consejo es la trasmisión que autoriza a la voz Política de la memoria y poética de la transmisión
contraestigmatizante. “Tenés que tener algo para responderles”; “…nosotros tenemos el
conocimiento propio aquí, hijo!, el mapundungum!” Ese “algo” es el mapundungum, El relato de la discriminación indígena se conforma entre la política de la memoria y
palabra que menciona tanto a la lengua como al conocimiento étnico. Ese “algo” es la la poética de la transmisión. Y es en esta encrucijada donde el relato oral adquiere su
acción de la palabra impugnadora como palabra propia. Se trataría de un imperativo potencial como performance de transmisión, de legado y de autorización de la palabra.
intergeneracional orientado a la toma de una palabra que, si bien se posee, no ha pro- No sugiero por “relato de la discriminación indígena” algo que esencialmente se dé en
nunciada ante la fuerza de la interpelación estigmatizante. En este conflicto, la inter- la pertenencia al grupo étnico. Se trata más bien de la respuesta oral y discursiva a la
vención de la forma consejo es un recurso a la política de la tradición y la memoria en situación de discriminación. Es esta última la que produce la condición de “indígena”.
respuesta a un discurso estigmatizante fundado en el descrédito, la ridiculización y la Es decir, esta condición se construye como forma de interpelación blanca que el relato
impugnación de atributos étnicos: “que se saque la pluma… que deje de ser india…., que en cuestión contesta mediante un trabajo de evocación de la situación estigmatizante
no hables más en indio”. y, a la vez de conformación de la poética del relato en si, de una forma orientada a la
El caso recién descrito es reconocido por la tradición oral mapuche como “ngilam” difusión y la denuncia.
(consejo). Esta forma ha sido señalada por diferentes investigaciones como crucial en Para afianzar la perspectiva conceptual de lo dicho hasta aquí me detendré en un
el proceso de socialización de los niños y vínculo intraétnico (Briones 1986; Golluscio ejemplo. Se trata de un relato conocido como “la Matanza” en torno a la represión mili-
2006). Como reproductor de pautas como el respeto a los mayores, las maneras y tar de indígenas de la Colonia Aborigen Chaco, ocurrida en el año 1924.
momentos en que se debe hablar, entre otras. Asimismo el “ngilam” sostiene el lazo
genealógico con los ancestros. Aparición del relato
El “ngilan” relatado por Lucía además de cumplir con esas características está orientado
hacia la denuncia de la situación de discriminación. Es relatado y en este sentido cumple Tampoco los relatos sobre “la matanza” fueron objeto central de la investigación en la
funciones de comunicación hacia los investigadores, hacia la sociedad blanca, hacia el que se registró la entrevista que citaré5. Este dato es imp o rtante pues en la forma de emer-
Estado. gencia del relato traumático existen elementos que caracterizan su propia naturaleza y pro-
Por ultimo y comparando el caso de discriminación comentado por Lucía con el caso ceso. Dicho brevemente, de alguna manera el relato de “la matanza” se nos impuso.
mencionado en el apartado anterior puede observarse como la discriminación étnica En un barrio periférico de la ciudad de Sáenz Peña (provincia de Chaco), el nieto de
puede recurrir tanto a la estigmatización por poseer atributos culturales como por no pose- la señora Elena Salteño nos informó que su abuela sólo hablaba en lengua mocoví y
erlos. Y que la lengua aparece como un rasgo sobresaliente en esa operatoria (“que no que él mismo oficiaría de traductor. Le hicimos saber que nuestro trabajo se centraba
hables más en indio”/ “no hablan ni siquiera su lengua”). Esto manifi e s ta que la llamada en la lengua vilela y no en la mocoví. Sin embargo el muchacho insistió en su propósi-
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to pues ella tenía “una historia para contar”: era sobreviviente de “la matanza”. Casi Entre 1884 y 1917, en un proceso de expansión económica y políticas de moderniza-
obligados por la situación nos trasladamos a la casa de la Sra. Elena y, rodeados de ción, se desarrolló en la Argentina la campaña militar denominada “Conquista del
aproximadamente 20 miembros de su familia y algunos vecinos, registramos el primer Chaco”. Esa región del norte argentino contaba con una mayor diversidad de grupos
relato sobre lo ocurrido en 1924. indígenas y más numerosos que en otras zonas del país. La campaña militar aceleró la
No me detendré aquí especialmente en esta entrevista. Lo que me interesa señalar es colonización del territorio que ya había comenzado de la mano de diferentes empren-
esta forma de emergencia del relato evocativo que solicita atención sobre sí, que soli- dimientos dedicados a la explotación de la madera, del ganado, el algodón y la caña
cita ser escuchado y registrado. En este sentido, la situación era particularmente elo- de azúcar (en ese orden). Todos ellos utilizaron fuerza de trabajo aborigen generando
cuente en relación a la escena de transmisión intergeneracional. El nieto de Elena soli- importantes desplazamientos y cambios en las formas de vida tradicionales (de econo-
cita el registro y traduce el relato de su abuela ante los investigadores y la numerosa mía cazadora, recolectora y nómade) y en las relaciones interétnicas. Las formas de tra-
audiencia familiar y local. Pero hay más. Luego de la entrevista, Elena demuestra que bajo en esos obrajes hasta la década de 1940 fueron cercanas al esclavismo con con-
además de hablar en mocoví es competente también en castellano. Se trata del posi- tratos grupales y pagas en alimento o vestimenta y relaciones de servilismo. En la
cionamiento en la lengua étnica para la transmisión del relato traumático. actualidad, es frecuente el recuerdo de los ancianos en diferentes comunidades de la
Pero, ¿quiénes produjeron este evento de transmisión? ¿Los investigadores? ¿Elena? región sobre la mortandad por las condiciones de trabajo y los malos tratos recibidos.
¿Su nieto? ¿A quien se destina ese relato? La situación muestra elocuentemente que Debe considerarse también que la explotación de la fuerza de trabajo aborigen en los
cualquier esquema que tienda a resumir al relato oral bajo de criterio lineal de un emi- obrajes desarrolló formas concentracionarias. Hombres, mujeres y niños eran alojados
sor y un receptor, sólo es una pobre metáfora del envío postal. en los mismos obrajes durante los meses de trabajo y sometidos a ese régimen de vida.
Un año después, en el mismo barrio de la ciudad de Sáenz Peña, la mención de “la En el contexto de la profundización del proceso de colonización regional, para princi-
matanza” volvió a aparecer inesperadamente aunque de otra manera. Consultábamos pios de 1900 los conflictos territoriales y por la disputa de la fuerza de trabajo abori-
en el contexto del mismo proyecto de investigación, al señor Pedro, padre de una fami- gen obligaron a la aplicación de políticas gubernamentales.
lia toba, sobre un pariente lejano posiblemente del grupo vilela. El no tenía esa infor- Un caso particular de esas políticas fue la creación de una colonia rural para indígenas
mación. En un momento, desde una radio, se escuchó el anuncio de un noticiero sobre donde se los instruiría en tareas agrícolas dotándolos de parcelas de tierra y herramien-
subsidios que el gobierno nacional otorgaría a familiares y víctimas del terrorismo de tas. Así, en 1911 se fundó “Colonia Chaco” con familias provenientes sobre todo de tres
Estado de la última dictadura militar en Argentina (1976-1983). Pedro intervino grupos étnicos diferentes: toba, mocoví y vilela. El funcionamiento de la Colonia nunca
comentando que también los tobas debían ser beneficiarios por haber sufrido la repre- coincidió con los objetivos humanitarios que se explicitaron en el momento de su crea-
sión del Estado en la Colonia Aborigen en 1924. ción. Su administración en manos de funcionarios políticos hizo de la experiencia un lugar
Finalmente, unos meses después acordamos realizar una entrevista en video con Lino de confinamiento y explotación. Es importante para la comprensión del sistema, tener en
Fernández en su casa de la “Colonia Chaco”. Lino tenía aproximadamente 70 años, fue c u e n ta que hasta 1951 la actual Provincia del Chaco fue “Territorio Nacional” es decir, sus
pastor evangélico y aunque vivía en la Colonia no hablaba ni toba ni mocoví ya que autoridades dependían directamente de la política del gobierno nacional.
su ascendencia era vilela. Convinimos en realizar una entrevista en torno a la lengua
vilela, su pérdida en relación a la historia de dispersión y desaparición del pueblo vile- “La matanza”
la. Pero, al comenzar la entrevista y a pesar de no haber solicitado su narración, el rela-
to de “la matanza” se hizo presente nuevamente. En el año 1924 fuerzas policiales y de gendarmería reprimieron un movimiento abo-
rigen con aspectos milenaristas en la Colonia Aborigen Chaco también conocida como
“Reducción Napalpí,” en el entonces Territorio Nacional del Chaco. Elmer Miller (1979)
Colonia Aborigen Chaco ha señalado como uno de los principales factores intervinientes a la concurrencia de
las políticas gubernamentales de concentración e inmovilidad aborigen en el Territorio
Antes de abordar algunos aspectos del relato de Lino Fernández creo necesario contextua- con los intereses de los colonos sobre la fuerza de trabajo indígena para la cosecha de
lizar brevemente el caso de la represión militar del año 1924 en la Colonia Aborigen Chaco. algodón. Es decir, su control para inhibir desplazamientos a las zonas de trabajo en
ingenios azucareros (en las provincias de Salta y Jujuy). Esta política que fue parte de
la discusión sobre el destino de las poblaciones indígenas en la Argentina de la época,
5-Se trató de un proyecto de investigación (UBA-Instituto Max Plank de Alemania) interdisciplinario (lingüística y antropología)
cuyo objeto general era el relevamiento de diferentes lenguas indígenas de la zona chaqueña. Entre ellas la lengua vilela sin en el Chaco tuvo especial relevancia dado lo numerosa que eran las poblaciones indí-
hablantes activos en la actualidad. Las familias de ascendencia vilela viven en las comunidades del pueblo mocoví y toba (qom). genas locales y el desarrollo generalizado de empresas de explotación de los recursos
El testimonio al que me referiré al final fue producido en el contexto de una entrevista a Lino Fernández hijo de padres vilela,
naturales de la región.
en la Colonia Aborigen Chaco en 2004.

94 95
Algunas características específicas de la Colonia Chaco contribuyeron a que la políti- ción (“en el interín ha adquirido una aura de mito”).
ca de explotación, agudizara allí su violencia desencadenando la represión del año La entrevista a Lino Fernández correspondió al segmento especialmente dedicado a
1924. 1) Una ubicación estratégica que ponía al alcance de los grupos indígenas allí la investigación sobre la lengua vilela del proyecto sobre documentación de lenguas
reunidos diferentes alternativas de trabajo: explotación de parcelas propias, trabajo indígenas ya mencionado. Fue realizada en conjunto con el antropólogo Marcelo
asalariado contratado por colonos en el desmonte y en la recolección del algodón, o el Domínguez, encargado del relevamiento cultural relativo a dicha lengua.
trabajo en ingenios azucareros. 2) En ese contexto, a la obligación de permanecer en Nos sentamos en torno a una mesa en la casa del entrevistado, quien estaba acom-
la Colonia se sumó la imposición de un 15% de recargo a la adquisición de algodón pañado por su hijo, dispuestos a comenzar la entrevista según lo habíamos acordado
de los indígenas como recurso para la construcción de caminos. El clima de tensión se previamente. El objetivo general del encuentro era el relevamiento de un testimonio
hizo insostenible y comenzaron a operar los liderazgos indígenas locales. 3) El movi- sobre la historia familiar, orientado hacia el establecimiento de un mapa cultural y
miento de resistencia indígena adoptó formas cercanas al milenarismo. Es importante social de la dispersión del grupo vilela y la localización eventual de hablantes o semi-
señalar que tradicionalmente las formas de liderazgo aborigen en la zona combinaban hablantes en la actualidad. Después de presentarse, Lino refirió a su familia, en parti-
poder político con poder sobrenatural. Los líderes del movimiento pertenecientes a los cular a su padre, mencionando una fecha precisa: 1924.
grupos toba y mocoví fueron chamanes. 4) Otro factor relevante para la comprensión
de los movimientos de resistencia aborigen es la inclusión de cultos religiosos occiden- “...mi padre ya vino de una descendencia de vilela,... en el año 1924; cuando hubo una gran
matanza acá en el Chaco. Bueno, y de ahí pasó los tiempos, estuvimos aislados por lo que sucedió...”
tales en diversas formas de apropiación y transculturación. El caso excede los marcos
de este trabajo, pero igualmente reiteramos que nuestro principal informante era pas-
Lino continuó con un agradecimiento a la presencia de los investigadores señalando
tor evangélico.
la utilidad del proyecto para el conocimiento de la situación de las familias vilela y
Atrayendo a los indígenas con un avión que hacía piruetas en el aire y les arrojaba
suma un comentario religioso. Luego instió con el tópico anterior.
alimentos, las fuerzas policiales ocultas en los montes dispararon sobre el grupo rebel-
de. Las fuentes escritas son imprecisas y oscilan en mencionar entre 100 o 700 muer- “...como yo le venía comentando, en el año 1924 cuando hubo la matanza. Yo me recuerdo de
tos (nuestro informante estima 5000 víctimas). No hubo resistencia de parte de los mi papá, que él disparó de ese lugar. Y a los pocos días volvieron a ese lugar a mirar si hay
aborígenes. Los líderes del movimiento habían divulgado la idea de que las balas de gente herida, muertos. Enterraron en unos pozos. Tres pozos y una represa. Todos los que esta-
ban muertos. Y bueno, ahí tuvo el privilegio mi papá, José Silvio Fernández, de encontrar un
los blancos no los afectarían y, en cambio, ellas se volverían sobre las fuerzas represi- proyectil. Un proyectil, vamos a decir de una ametralladora. Y hasta ahora lo tengo ese recuer-
vas (Miller 1979; Cordeu y Siffredi 1971). do de mi papá. Hasta ahora lo tengo. Y lo tengo acá. Justamente para mostrarles...”

El relato de Lino Mientras dice estas palabras Lino sonríe y lleva su mano al bolsillo del pantalón de
donde saca una vaina de proyectil. Sin dejar de mirarla y sosteniéndola con sus dos
La investigación que Elmer Miller realizó en la década de 1960 es fundamental para manos agregó:
la comprensión del caso dada su sistematización de datos y cruce de fuentes. Sin
embargo, se detiene en el lugar donde comienza nuestro problema. “éste es el proyectil que usaron para matar a los indios. ¿A cuántos vilela, a cuántos toba, a
cuántos mocoví habrá matado éste? Porque yo, cuando serví en el servicio militar (levanta la
vaina), dicen que un proyectil como este bandea a siete personas (me mira y la dirige hacia
“Este acontecimiento (la matanza) dejó una profunda huella en la conciencia de los Tobas, y mi). Porque yo hice el servicio militar y conozco.”
es recordado con fuerte impresión aún por los Tobas que no participaron en él. (...) Deberá
tenerse en cuenta que los informes orales fueron registrados entre treinta cinco y cuarenta y
ocho años después del hecho, el cual en el interín ha adquirido una aura de mito. No obstan-
te atendemos en primer término a la interpretación toba de los hechos, máxime por estar ava-
lada y clarificada por fuentes históricas” (Miller 1979:100)

Nótese que el autor identifica la persistencia del relato décadas después de haber
sucedido y dice atender “en primer término a la interpretación toba de los hechos”,
pero su esfuerzo de interpretación se centra en la reconstrucción de lo acontecido sin
considerar en particular las versiones tobas y sin preguntarse el por qué de la persis-
tencia del relato. Finalmente, el testimonio de sus informantes parece adquirir valor
sólo al confirmarse cotejándolos con otras fuentes “históricas”. Con todo, la apreciación
de Miller es valiosa pues señala la vitalidad del relato en el momento de su investiga- Lino Fernández
96 97
Vuelve a sostener la vaina con sus manos mirándola en silencio, luego retoma: Además de las características intraétnicas y el vínculo con los investigadores, el relato
frente a la cámara se vuelve un testimonio ampliado hacia una audiencia generalizada.
“Y bueno, ese es el recuerdo de papá, cuando andaba... Dejó éste.” El marco de la comunicación audiovisual (documentales, periodismo) se hace presente en
el contexto de entrevista por la familiaridad de los entrevistados con el medio televisivo.
Se refiere a la vaina (que él llama “proyectil”) y la coloca verticalmente sobre la mesa, En los casos aquí comentados, el recurso audiovisual no requirió mayores explicaciones.
frente a sí, soltándola por primera vez. Luego de un silencio comienza un comentario Fue incorporado con naturalidad y sin comentarios, dudas o resistencias. Más aún, como
reflexivo: ya se dijo, uno de los registros fue realizado en función del requerimiento de los informan-
“Siempre le quería comentar pero ahora agarramos más confianza,...parece.... como... En aque- tes y en todos los casos se solicitaron copias de los materiales filmados.
llos tiempos el vilela cuando había gente desconocida (vuelve a tomar la vaina) era muy aris- El testimonio de Lino es especialmente elocuente en este sentido. El informante llegó a
co. Porque estaba muy correteado...” (…) “Todo eso es mi palabra.” la entrevista con la decisión de narrar el caso de “la matanza” pero no del todo seguro de
t r a ta rse del contexto adecuado ocultó la vaina de proyectil en su bolsillo mientras moni-
El trabajo del recuerdo y la producción de testigos toreaba la situación. La forma en que la narración de la matanza se impone parece pujar
por un lugar central que finalmente logra con el apoyo del objeto de memoria (Connerton
Los Estados nacionales desarrollaron una lógica de autoconmemoración feliz donde 1989). El esfuerzo no fue menor y la mención posterior de Lino (“siempre le quería comen-
las glorias del pasado amparaban las políticas presentes y sus proyectos. Estos últimos ta r...”) parece sugerir satisfacción por la tarea cumplida.
eran presentados como repetición o continuación de aquellos. Es posible que el proce- Aunque omnipresente en toda la entrevista, Lino no hizo comentarios explícitos sobre
so de autoglorificación de los Estados Nacionales a través de la creación de un pasa- la presencia de la cámara y su relato se desarrolló sin inconvenientes. Tal naturalización,
do utópico haya intervenido decididamente en el surgimiento del fascismo y otros antes que falta del efecto cámara (inhibición, hipercorrección, etc.) parece señalar a la
movimientos políticos autoritarios. Al mismo tiempo, puede pensarse a dicho proceso cámara (difusión y registro perdurable) como un efecto de transmisión. El objeto de
como una manera de extirpar de su genealogía las fechas infelices6. Las historias memoria, reservorio del pasado se exponen al registro, difunde su verdad y se afirma en
patrias en su versión oficial son gloriosas, no traumáticas. La potencia de la imposición la perdurabilidad de su relato. Dicho de otra manera, el lugar del registro audiovisual
de sus marcos (escolarización, monumentos, rituales públicos, lugares de memoria ofi- pareciera ser apropiado por el relato de Lino. Frente a la cámara él actúa su memoria mos-
ciales, etc.) no es un dato menor a la hora de evaluar las prácticas de la memoria de trando el proceso de transmisión. Nótese la comp l e m e n tariedad de lo narrado (la mata n-
sectores subalternos o grupos étnicos que insisten en la mención de un pasado diferen- za) con dicho proceso. El objeto de memoria es el articulador entre ambos: el “proyectil”
te al propuesto por el Estado. Los relatos de “la matanza” son elocuentes en este sen- es al mismo tiempo depositario del relato y del mandato de transmisión que Lino ejecu-
tido pues al evocar lo sucedido en 1924 actualizan una fecha propia (diferente al ta con su relato (el “proyectil” y el relato son herencia de su padre).
calendario oficial) al tiempo que denuncian al Estado represor.
”… Un proyectil, vamos a decir de una ametralladora. Y hasta ahora lo tengo ese recuerdo de
El aspecto que intento señalar aquí es la dimensión del trabajo de la memoria que, mi papá. Hasta ahora lo tengo. Y lo tengo acá. Justamente para mostrarles...”
sin manuales de historia y sin monumentos, persiste a través del relato oral, de la comu- (...)
nicación intraétnica y el legado familiar. Es decir, retomando la propuesta de Ricoeur “éste es el proyectil que usaron para matar a los indios.”
(...)
(1999) sobre la asociación del trabajo del recuerdo al trabajo del duelo y la pertinen- “...ese es el recuerdo de papá, cuando andaba... Dejó éste”
cia de la idea de “trabajo” para la comprensión de la memoria a partir de los textos de
Sigmund Freud, es posible que los casos aquí comentados puedan observarse como un El dispositivo audiovisual en marco de la entrevista abierta de carácter etnográfico7
trabajo de la memoria subalterna, un control sobre los abusos de la memoria oficial y pareciera potenciar el trabajo del recuerdo y su producción oral. El registro realista del
un ejercicio identitario sobre el propio pasado. video se encuentra con la característica performática de ese relato. Este encuentro redi-
mensiona el proceso de transmisión del relato traumático que ahora prevé un registro
En este punto debo mencionar que todas las entrevistas citadas en este trabajo fue- duradero (un documento) y su difusión ilimitada.
ron realizadas en video. Las posibilidades de registro realista (imagen y sonido) de esta De esta manera, y a través de dicho dispositivo, el relato oral indígena de la discrimi-
tecnología son conocidas y no me detendré en sus potencialidades y limitaciones meto- nación busca un lugar junto a otros relatos de circulación pública. Se trata de un pro-
dológicas para la investigación de campo. Lo que si creo necesario señalar es un víncu- ceso de mediación que trasciende los límites tanto de la situación de entrevista como
lo de este tipo de registro con el trabajo del recuerdo, el relato oral y su proceso de del grupo étnico. Estos relatos también se dirigen al Estado e interpelan a las formas
transmisión. hegemónicas de imaginarización de la comunidad nacional (Anderson 1992)

6-Diferentes casos en América Latina son tratados en Jelin (2002). 7- Es decir, involucrada en la investigación participante y atenta a la perspectiva del actor.
98 99
Investigador: ¿Cuál fue el motivo? Es posible que todo relato traumático posea componentes orientados a su transmi-
Lino: “El motivo de que hubo la matanza yo no lo se. Pero dicen que, …dicen que eran muy rebel-
sión y perduración en el tiempo (“contar para no olvidar”), aun así el caso aquí expues-
des los mocoví…, por eso vino a hacer ese trabajo la Gendarmería”
to parece ser expresión de lo que me gustaría denominar poética de la transmisión. En
la cual, el relato traumático se despliega a través de la forma del legado para ser a su
El relato de “la matanza”, al operar a través de la forma de su transmisión produce
vez transmitido8.
un proceso de reproducción ampliada de testigos. Me detendré finalmente en este
aspecto.
La idea de que la transmisión de la memoria traumática se vuelva un proceso de pro-
ducción de testigos es sugerida por Dori Laub (1992a y b). Sus reflexiones son espe-
Comentarios finales
cialmente pertinentes para nuestro análisis pues remiten a la experiencia del registro
Uno de los aportes fundamentales de la Antropología al estudio del relato oral y al
en video de este tipo de relatos. En esa misma línea, la cámara (su función de produc-
campo de la investigación del lenguaje en general consistió en el señalamiento del
tora y reproductora de imágenes realistas) no es un dato menor en el contexto del ejer-
carácter preformativo del habla y en consecuencia de la relevancia de sus formas de
cicio del testimonio traumático.
ejecución en la construcción y transmisión de sentido.
En los testimonios de “la matanza”, la escucha posibilita la narración mediante la
metodología de la entrevista etnográfica (respetuosa de las versiones nativas del rela- “…no podemos entender completamente el significado del texto ni la naturaleza sociológica
to) con mediación tecnológica del video. Deberíamos asumir que esa tecnología no es del relato, ni la actitud de los nativos hacia él y el interés que le consagran, si estudiamos la
neutra y que los entrevistados desarrollaron también su testimonio en relación a ella y narración sobre el papel. Estos cuentos viven en la memoria del hombre, y aún más, en el com-
plejo interés que los mantiene vivos, que hace que el narrador los cuente con orgullo o pena,
sus implicancias (reproducción de su imagen y potenciales audiencias). “… y yo me sentí que el auditorio los oiga con tristeza o avidez y que de ellos surjan ambiciones y esperanzas.”
muy contento de que mi papá haya sido entrevistado por ... como le puedo decir ... (Malinovski 1948, 1993:120-121)
algunos periodistas...”. La aclaración de Lino remite al modelo televisivo y, en conse-
cuencia, a la difusión masiva. El comentario de Malinovski explicita que cuando se desvía la atención del texto hacia
Otro aspecto que considero relevante en torno al lugar de la cámara en la entrevista la ejecución y el contexto del relato surge de inmediato el problema de su inscripción
es el vínculo entre la capacidad de registro audiovisual y la misma forma del relato. social, histórica y política. En otras palabras, la dimensión de los sentimientos y expec-
Lino Fernández no sólo dice su relato sino que lo muestra a través de su objeto de tativas, al igual que el proceso de transmisión y memoria involucrados. Pero los testimo-
memoria (“el proyectil”). La ausencia de explicación en el relato hace más evidente a nios presentados en este trabajo en que perspectiva contextual deben ser escuchados?
la performance como puesta en escena del hecho evocado anteriormente que como Los estudios de la antropología clásica partían de la certeza acerca de quienes eran
narración pedagógica. El registro en video captura esa articulación del cuerpo consti- los nativos, portadores y sujetos de la historia de esos relatos. En la actualidad no se
tuido en relato, y el narrador lo sabe. La cámara es copartícipe de la producción del puede pensar en tal fijeza y menos aún cuando se trata de relatos de discriminación
relato y en este sentido su función de escucha se vincula con la potencial reproducción indígena que involucran a instituciones blancas y al Estado Nacional. ¿Quienes son los
del mismo. El carácter del relato performativo, además que explicativo, se constituye nativos de los relatos de este trabajo?
como evidencia. En su iconicidad adquiere aspectos del relato mítico que antes que Lo que intento sugerir es que en la Argentina el lugar del relato oral de la discrimi-
recordar actualiza el pasado. Así las imágenes en video del testimonio son también nación indígena no sólo puede ser observado como un posicionamiento del sujeto
imágenes de “la matanza”, de un acontecimiento que sucedió pero que de alguna estigmatizado respecto a la situación específica de discriminación sino que además y
manera sigue sucediendo. El testimonio adopta también la forma de una evidencia, por medio de su dimensión preformativa de respuesta a la interpelación blanca y esta-
como el mismo proyectil del narrador. La transmisión no se trata de información sino tal, se constituye en la trama de los discursos de los derechos humanos tejida en el país
de sentido. Involucra la poética del relato, sus formas de narración producidas por el en los últimos 20 años. Es decir, en el contexto histórico y social de la lucha política de
impacto y el proceso del trauma. Ese impacto y ese proceso son colectivos, como los los movimientos sociales incluyendo asimismo el lugar de los intelectuales.
lenguajes en que se reproducen. Desde el final de la última dictadura militar los vínculos entre el movimiento indíge-
La escucha es intervenida por el acontecimiento traumático a través de la forma que
8- Uno de los principales líderes carismáticos del movimiento indígena de Napalpí de 1924 llevaba consigo un proyectil de
adquiere el relato. Más aún, al ser esa forma parte integrante de un proceso de trans-
Mausser como amuleto. Gracias a él, los disparos de los blancos no los afectarían.
misión, la intervención de la escucha opera en términos de producir un testigo compro- Cuando me encontré con esta información, releyendo los textos de historia sobre la matanza de Napalpí, me detuve sorprendi-
metido con ese legado. En definitiva, el relato del trauma altera las formas tradiciona- do. El amuleto del shaman Dionisio Gómez (Llishaxaic) tine relacion con el “proyectil” de Lino? Puede tratarse sólo de una coin-
cidencia. Pero, la alegoría está allí disponible para los objetos de memoria como trofeos ganados al olvido, como amuletos pro-
les de autoridad etnográfica (Clifford 1995, Yaeger 2002) porque incluye en su perfor -
tectores en el presente. La entrevista etnográfica con video que comentamos en este trabajo pareciera haber sido entendida
mance un mandato de transmisión que involucra también a la escucha como una buena oportunidad para desempolvarlos y renovar su poder.
100 101
na y el de derechos humanos fueron múltiples y complejos. Crecieron a la par en orga- lo referente al contenido: cuenta que hubo una “matanza” organizada por fuerzas del
nizaciones, reivindicaciones indígenas se incorpraron a la reforma constitucional de gobierno en la comunidad indígena y que hubo sobrevivientes. No hay datos muy pre-
1994, se acrecentaron procesos de reetnización, etc. En relación a los relatos aquí des- cisos ni descripciones minuciosas. El relato es breve y no desarrolla interpretaciones
criptos agreguemos que el caso de la “matanza de Napalpi” está siendo tratado judi- sobre lo sucedido. Sin embargo, si atendemos a la forma y contexto, el relato no habla
cialmente bajo los términos de “genocidio” y “crímenes de lesa humanidad”. solamente de “la mataza” sino también de una forma intergeneracional de transmisión
En la Argentina las ciencias sociales fueron receptoras de las técnicas de relevamien- del hecho traumático. Dicho de otra manera, “la matanza” es contada a través de su
to del relato oral y la “historia de vida”. Entre las décadas de 1960 y 1980 dichas téc- forma de transmisión comunitaria y familiar. El caso excede a la propuesta de
nicas se difundieron y aplicaron a estudios diversos. En todos ellos pareció primar la Malinowski pues involucra la relación intercultural investigadores (blancos)-consultan-
misma perspectiva de un investigador al rescate de un texto que no lo involucraba más tes (aborígenes). Entonces, el contexto de la narración, que aquel antropólogo com-
que como un divulgador o analista. Un caso elocuente en relación a una experiencia prendía dentro de la comunidad estudiada, opera ahora abriéndose hacia fuera de
de registro audiovisual del habla popular fueron las películas de Jorge Preloran, deno- ésta. La audiencia no está formada exclusivamente por miembros del grupo étnico,
minadas por él “cine etnobiográfico”. conocedores del relato y sus formas. En la inclusión que hace el narrador del proyectil
Con el fin de la última dictadura militar el lugar del testimonio y del relato oral en heredado de su padre hay una actividad previa al relato, una estrategia y una volun-
general ha sido reconfigurado por las ciencias sociales locales. Pero en este caso fue- tad de testimonio común a todos los casos presentados aquí. Este aspecto es demos-
ron los mismos investigadores los que se vieron involucrados en un proceso conflictivo trativo de la articulación entre la propiedad social de la memoria, en su inscripción en
de transmisión de memoria traumática. cuadros sociales (Halbwachs 1950) y su naturaleza procesal y diacrónica. La memoria,
Al respecto atiéndase a la explicación del sociólogo Homero Saltalamacchia al a través de sus narraciones es productora de devenir, al tiempo que polemiza con otras
comentar su elección de la “historia de vida” como técnica. memorias. La memoria opera estratégicamente. Los investigadores intervienen en la
comunidad aborigen y el relato de “la matanza”, a su vez, los interviene.
“En honor a la verdad, me seria difícil justificar con argumentos sofisticados mi original elec-
ción de esta técnica. Cuando comencé a interesarme por ella, era escasa mi preocupación por
las cuestiones relativas a las técnicas de investigación social. Tampoco recuerdo si había escu-
chado hablar de ella antes de pensar en la historia de vida como modo de aproximación a mi Bibliografía
tema. En todo caso en el momento en que hice la elección no recordaba nada al respecto. Lo
que quería hacer era la historia de una generación que amaba y a la que habían masacrado.
Fue el tema lo que me llevó a reinventar la técnica. Cuando comencé a pensar sobre esa investi- • Balan, Jorge (1974) Las Historias de vida en ciencias sociales. Buenos Aires: Nueva Visión.
gación, me pareció angustiosamente urgente la necesidad de grabar e imprimir las voces de todos • Briones, Claudia (1986) “Algún día voy a morir” ponencia presentada en el VI
aquellos que habían visto cerrar sus gargantas con balas, cárceles, torturas y asesinatos.” (…) Congreso nacional de Antropología Social, Buenos Aires.
“Fue sólo después de tomar la decisión de entrevistar a los participantes de aquellos aconteci-
mientos, que comencé a interesarme por la práctica académica y las discusiones epistemológicas • Brison, Susan (1999) “Trauma narratives and the remaking of the self”. En: Bal, M.,
concernientes a esa forma de investigar” (Saltalamacchia.1992:3-4). • J. Crowe y L. Spitzer (Eds) (1999) Acts of Memory. Cultural Recall in the Present. •
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El testimonio en relación a las víctimas de la represión de la última dictadura militar • Cardoso de Oliveira, Luís R. (2004) Honor, Dignidad, Reciprocidad. En: Cuadernos
ha tomado tal dimensión que incluso se constituyó en objeto de polémica recientemen- de Antropología Social Nº 20, 2004 Buenos aires: FFyL – UBA. pp. 25-39.
te. Al respecto, Beatriz Sarlo (2005), plantea el problema de la masificación del testimo- • Carnovale Vera, Federico Lorenz y Roberto Pittaluga (Compiladores) (2006) .
nio del sufrimiento y del lugar de la autoridad de la primera persona en la tensión entre Buenos Aires. Memoria Abierta-CEDINCI.
recordar y entender. Lo que parece ausente en el análisis es el factor que quise señalar • Clifford, James (1995) Dilemas de la cultura. Barcelona: Gedisa.
específicamente en este trabajo. Es decir la transmisión oral del trauma, el ejercicio de • Connerton, Paul (1989) How Societies remember. Cambridge University Press
su trasferencia que no se resuelve en una acción ni individual ni exclusivamente vo l u n- • Cordeu, Edgardo y Siffredi, Alejandra (1971) De la algarroba al algodón.
taria y que al art i c u l a rse así como don involucra al sujeto en un devenir comunitario • Movimientos milenaristas en el Chaco argentino. Buenos Aires: Juárez Editor.
(Mauss 1979; Cardozo De Olivera 2004). La transmisión crea lazo social y tiende a una • Chirico Magdalena (1992) Los relatos de vida. El retorno de lo biográfico. Buenos
obligación de reciprocidad. En esta dirección, el elemento étnico de los relatos orales de Aires: CEAL.
discriminación indígena que comenté aquí adopta la forma de operación de la transmi- • De Certeau, Michael (1993) La Escritura de la Historia. México: Universidad
sión. El objeto de este relato no es específicamente ni el recuerdo ni la explicación de lo Iberoamericana.
sucedido; se trata de un acto de habla por el que el trauma es transferido. • Golluscio Lucía (2006) El pueblo mapuche. Poéticas de pertenencia y devenir.
La narración de “la matanza” que describí en este trabajo es breve y fragmentaria en Buenos Aires: Biblos.

102 103
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104
Indice de contenido

Introducción

Estereotipos, cognición y conductas

Violencias en el ámbito escolar

Aspectos metodológicos
Universo y dominio de la encuesta
Muestreo
Cuestionario
Características generales de la muestra
Contenidos explorados en el cuestionario

Resultados en la dimensión de los alumnos


Violencia propiamente dicha e incivilidades
Estereotipia en relación con las diferencias de género
Estereotipia en relación con la naturalización de la violencia
Estereotipia en relación con la diversidad sexual
Discriminación en relación con la xenofobia
Estereotipia en general

Resultados en la dimensión de los establecimientos escolares

Conclusiones

Bibliografía
VIOLENCIA Y DISCRIMINACIÓN EN EL ÁMBITO DE
LA ESCUELA MEDIA

Seudónimo: Josefina Candia

Resumen

El objetivo del trabajo es analizar, desde la perspectiva de los alumnos, la índole y la


intensidad de los fenómenos de violencia acaecidos en el ámbito de las escuelas medias
de todo el país y vincular estas manifestaciones con el grado de estereotipia y discrimi-
nación expresado por los alumnos hacia ciertos grupos sociales.
La investigación que da pie al trabajo abarcó 4971 alumnos de 85 escuelas medias
públicas de todo el país, a los que se administró un cuestionario de preguntas cerradas.
El estudio se llevó a cabo a través de un muestreo probabilístico por conglomerados en
tres etapas. Fue realizado durante el 2006. Los resultados muestran que el peso más
importante de las violencias en el ámbito escolar tiene que ver con lo que se ha deno-
minado “incivilidades” u “hostigamiento” (conductas que expresan falta de respeto
h acia los derechos de los demás), más que con episodios de “violencia propiamente dicha”.
Ambas formas de violencia, pero especialmente la segunda, son perpetradas por alum-
nos que expresan en mayor porcentaje que el resto creencias estereotipadas con respec-
to a las diferencias de género, la naturalización de la violencia y la diversidad sexual, así
como actitudes discriminatorias vinculadas con la xenofobia. Sin embargo, porcentajes
muy altos de la población escolar en su conjunto acuerdan también con dichas creen-
cias estereotipadas y actitudes discriminatorias, por lo que puede concluirse que aunque
el clima escolar de cada establecimiento escolar incide en la intensidad de la violencia
que se expresa en ellos, y en parte también sobre el nivel de estereotipia y discrimina-
ción, en este último caso no tiene la misma influencia que con respecto a las manifes-
taciones de violencia, por lo que la estereotipia parece ser una invariante del ethos cul-
tural de la población estudiada –o al menos respondería a otra dinámica–.

107
Introducción Estos procesos discriminatorios han tenido localmente una gran movilidad, dado que
no se basan como en otros países en la racialidad como elemento sensiblemente obje-
El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre los –para el equipo de tivable, sino en otros sistemas de diferencias, más contextuales, lo que los torna cam-
investigación–alarmantes resultados encontrados acerca del grado de estereotipos dis- biantes y volátiles (Belvedere, 2002).
criminatorios con respecto a diferentes grupos sociales y a los roles de género, que sos- La cuestión acerca de por qué surge el pensamiento estereotipado ha sido largamen-
tienen alumnos de escuelas medias públicas de todo el país. te estudiada (cf. por ejemplo Fiske, 2004; Hilton y Hippell, 1996). De dichos estudios
La investigación de la que surgen estos datos fue realizada durante 2006 con el fin surgen cuatro grandes tipos de explicaciones:
de recabar datos acerca del tema de la violencia en el medio escolar, tal como es per- 1) las que los ven como expresión de un estilo cognitivo pobre, que lleva a adherir acrí-
cibida por los alumnos1. En el presente trabajo nos centramos en la relación existente ticamente a un catálogo de tipificaciones sociales reducidas, propuestas por el
entre los acuerdos manifestados por ellos con respecto a estereotipos negativos referi- medio cultural en el que la persona está inserta y de las que se hace portadora; en
dos a diferentes grupos poblacionales y a un modelo tradicional en la dimensión de este sentido, es de esperar que los preconceptos vigentes en la sociedad se repro-
género por un lado, y su autoidentificación como protagonistas de “hostigamiento” o duzcan en el ambiente escolar (Abramovay, 2006), lo cual implica cierta resigna-
“violencia propiamente dicha” en el ámbito escolar, por otro. Exploramos también la ción con respecto a la intolerancia social hacia ciertos colectivos; el componente
relación entre el acuerdo con los estereotipos discriminatorios y el tipo de clima social cognitivo de los estereotipos lleva a percibir a los individuos que forman parte del
imperante en el establecimiento. grupo objeto de prejuicio como si fueran iguales entre sí, sin reconocer las diferen-
Nuestro propósito es, en consecuencia, indagar en qué medida las expresiones de into- cias entre ellos;
lerancia hacia los percibidos como diferentes, a nivel del sistema cognitivo de una mues- 2) las que los vinculan fundamentalmente con factores individuales de tipo afectivo; la
tra de alumnos del nivel medio de todo el país, se vinculan con manifestaciones de vio- hipótesis de la frustración-agresión, planteada a fines de la década del 30 por
lencia tal como son percibidas por los mismos alumnos y con el clima social escolar. Dollard, Miller et al. (1939), que basó su difusión probablemente en su simplicidad,
A este respecto, diversos estudios (por ejemplo Díaz Aguado et al., 2004), han mos- es un ejemplo de este tipo de explicaciones; la idea de que la autoestima baja
trado que las manifestaciones de violencia escolar están estrechamente relacionadas puede ser un factor de activación de la génesis de estereotipos negativos hacia gru-
con la adhesión a estereotipos racistas y sexistas. Recíprocamente, la tendencia a pos diferentes al de la persona, como un modo de intentar elevar la imagen de uno
rechazar las creencias vinculadas a la violencia en general están relacionadas con la mismo a partir de las comparaciones sociales, es otra explicación que entra en esta
tendencia a rechazar todo tipo de creencias sexistas y de justificación de la violencia categoría3;
de género (Díaz- Aguado y Martínez Arias, 2001). 3) las que vinculan la génesis de los estereotipos con factores contextuales macroso-
ciales como la pobreza y el desempleo, que llevarían a proteger la propia identidad
a través de la idea de la necesaria exclusión de otros, percibidos como amenazan-
tes, especialmente en situaciones de escasez de recursos;
Estereotipos, cognición y conductas 4) las que ponen el énfasis en los factores microsociales que configuran las interaccio-
nes cotidianas; las tensiones y conflictos que surgen a diario en los grupos sociales,
Desde la Psicología Social los estereotipos son definidos como el aspecto cognitivo para los que no se ofrecen caminos de resolución, darían pie según esta explicación
del prejuicio, concepto que incluye además aspectos motivacionales o afectivos y com- a cierto fascismo de la vida cotidiana, que “… conjura toda impureza y heterogenei-
portamentales, dentro de los cuales están englobadas las conductas discriminatorias. dad en las líneas de filiación social” (Belvedere, 2002, pág. 35); en este sentido, los
En la Argentina los procesos discriminatorios son de larga data. A pesar de que el dis- estereotipos contribuyen a fijar identidades tribales ligadas a linajes, en un intento
curso oficial habla del “crisol de razas” como horizonte integrador de la identidad de obtener la supremacía de unos grupos sobre otros. Se protege así la propia iden-
nacional,2 lo cierto es que desde la colonia han existido en los hechos grupos sociales tidad, a través de la generación de la hostilidad hacia los “otros”.
segregados, sin que los procesos de discriminación fueran reconocidos y debatidos
públicamente (Margulis y Urresti, 1999). Apuntando a la discriminación social como el modo en que se estereotipan las dife-
rencias entre los seres humanos, para luego rechazarlas, Belvedere (2002) pone el
1-Los datos acerca del financiamiento de la investigación y acerca del equipo serán incorporados a posteriori en el texto, a fin
de resguardar el anonimato. 3-El estudio sobre La personalidad autoritaria, llevado a cabo por Adorno et al. (1950) es probablemente el más inclusivo real-
izado hasta la fecha desde el enfoque de la psicología profunda, dado que incorpora la dimensión cognitiva, al afirmar que la
2- Sin embargo, no pueden obviarse las voces de algunos intelectuales de nuestra historia, que desde las ideas dominantes del personalidad autoritaria es una estructura que se caracteriza por la tendencia a percibir la realidad de forma rígida y que las
positivismo de la época creían ver en las diferencias raciales explicaciones en las que basar las incertidumbres del porvenir de diferentes dimensiones y manifestaciones contrarias a la igualdad, como el racismo, el etnocentrismo y el sexismo están
Latinoamérica (ver a este respecto el excelente desarrollo que sobre el tema hacen P. Funes y W. Ansaldi (1994). estrechamente relacionadas entre sí.
108 109
énfasis en lo que denomina la “lógica elusiva” de la misma, aludiendo con esto al esta manera lo que en la clasificación anterior hemos definido como violencia en sen-
esquivar o saltear las propias insuficiencias para denostar a otros, adhiriendo a tipos tido estricto.
sociales construidos culturalmente a los que se les adscriben como necesarios ciertos Por otro lado, las preocupaciones de los docentes y de las autoridades educativas
rasgos percibidos de forma negativa. Así, los estereotipos discriminatorios operan como pasan fundamentalmente por las otras dos manifestaciones agresivas que hemos
modos de encasillamiento de grupos sociales a los que se percibe como diferentes, lo caracterizado más arriba: las trasgresiones y las incivilidades, que remiten a situaciones
cual limita las posibilidades de intercambio entre las personas, con el consiguiente crónicas de tensión vividas en el ámbito escolar, que dificultan notoriamente la tarea
estrechamiento de los horizontes vitales posibles. educativa.
Siguiendo con esta idea, la hipótesis que desarrollamos en este trabajo es que la alta
adhesión a estereotipos negativos hacia ciertos grupos sociales hallada entre los alum-
nos que participaron del estudio se vincula por un lado con perfiles personales de Aspectos metodológicos
actuaciones violentas (tipo de explicación 2 acerca del origen de los estereotipos) y por
otro con climas sociales no continentes de ciertos establecimientos educacionales, que A fin de explorar las relaciones antedichas entre cognición estereotipada, comporta-
darían pie tanto a mayores expresiones de violencia como a un mayor grado de este- mientos violentos en el ámbito escolar y clima social escolar – entre otros aspectos –
reotipia rechazante expresada por los alumnos (tipo de explicación 4). se realizó un estudio en la población de alumnos de escuelas medias y polimodales
públicas de todo el país (en los terceros y cuartos años de las escuelas secundarias y
primero y segundo de los polimodales), a través de la selección de una muestra que
Violencias en el ámbito escolar comprendió un total de 4971 casos.

Retomando las ideas de N. Elías (1987), los investigadores que se han abocado al Universo y dominio de la encuesta
tema de la violencia en la escuela, particularmente en Francia (Charlot, 1996; 2002; El universo del estudio fueron los adolescentes escolarizados en escuelas medias y poli-
Debarbieux, 1996), Brasil (Abramovay, 2002, 2006; Guimaraes y Paiva, 1997), España modales del subsector público de todo el país. El dominio efectivo de la encuesta fue-
(Serra, 2003) y Argentina (Tenti Fanfani, 1999; Filmus et al., 2003; Caplan, 2006), dife- ron las ciudades de más de 50.000 habitantes de las siguientes veintiún provincias/cir-
rencian entre la violencia en sentido estricto, que remite al uso de la fuerza para ejer- cunscripciones: Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa,
cer el poder o la dominación (por ejemplo lesiones, robos, extorsiones)4; la trasgresión, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, Santa Cruz,
que engloba a los comportamientos que van en contra de las reglas internas de la ins- Santa Fe, Tierra del Fuego, Tucumán, Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires.
titución escolar (por ejemplo ausentismo, no realización de las tareas por parte de los Se destaca el apoyo logístico brindado por el Observatorio Nacional de Violencia del
alumnos) y las incivilidades, que se refieren a las infracciones de las reglas de conviven- Ministerio de Educación y Cultura de la Nación para el primer contacto con cada uno de
cia (por ejemplo las groserías, palabras ofensivas, etc., que constituyen ataques cotidia- los ministerios provinciales a fin de llegar a las ochenta y cinco escuelas muestreadas.
nos al derecho a ser respetado). Debe indicarse que los casos de aquellas provincias que no entraron en el estudio se
El fenómeno de la violencia en el ámbito escolar es un tema preocupante en la debieron al rechazo por parte de alguna de las áreas administrativas de sus ministerios
Argentina en las últimas décadas. Esta preocupación se funda por un lado en los gra- a participar o brindar apoyo a la investigación.
ves episodios ocurridos (por ejemplo el de Carmen de Patagones en 2004) y por otro
en las quejas expresadas tanto por docentes como por alumnos en relación con agre- Muestreo
siones cotidianas entre todos los actores del sistema, que, sin llegar a constituir expre- El estudio se llevó a cabo a través de un muestreo probabilístico por conglomerados en
siones violentas severas, horadan la posibilidad de una coexistencia fructífera. tres etapas5. Por las dificultades que implica llevar adelante un operativo de esta magni-
Así, la preocupación por la violencia en la escuela se instala en la sociedad de dos tud, el diseño muestral fue no uniforme y no fijo, con lo que se dejó que el número tota l
modos diferentes, según los actores que se refieren a ella. Por un lado, haciéndose eco de alumnos encuestados quedara definido durante el relevamiento. Asimismo, las proba-
de episodios graves sucedidos en el ámbito escolar, como la mencionada masacre de bilidades de inclusión de los mismos fueron modificadas a partir de los distintos obstácu-
Carmen de Patagones, los medios de comunicación masiva rubrican el tema, contribu- los operativos que hubo que ir salvando a lo largo del trabajo de campo. Esto llevó a la
yendo a instalar en la sociedad lo que S. Hall (2003) denominó pánico moral, expre- necesidad de un recálculo de probabilidades y de errores de muestreo post estudio.
sión que refiere a la magnificación de los riesgos, vinculada con la pérdida de seguri- En la primera etapa se seleccionaron ciudades con más de 50.000 habitantes dentro
dades experimentada por las personas en diversos aspectos de la vida. Retoman de de cada provincia con iguales probabilidades de inclusión, excepto en el caso de la
4- Incluimos en esta categoría lo que ha sido definido por Olweus (1998) como bullying: agresión continuada que genera una 5- Como en todo muestreo multietápico, las probabilidades de inclusión de las unidades elementales (los alumnos) está dada
relación muy especial entre víctima y agresor/es y que frecuentemente permanece oculta. por el producto de las probabilidades en cada etapa y por el diseño que se haya utilizado.
110 111
Ciudad de Buenos Aires, a la que se le asignó probabilidad 1/1 –por su particularidad se ubicaba en el estrato bajo y el 48,5 % en el medio.
de ser simultáneamente ciudad y provincia– para hacerla entrar forzosamente en la Al momento del estudio, el 62,8 % de los adolescentes referían sólo estudiar; el 14,1%
muestra. En esta etapa el método de selección fue aleatorio simple. trabajaba a la vez que cursaba sus estudios y el 23 % estaba buscando trabajo. A con-
En la segunda etapa se seleccionaron escuelas públicas secundarias y polimodales tinuación se presenta la distribución de encuestados y escuelas por región (Cuadro 1).
–dependiendo del sistema educativo provincial – por ciudad, con idéntica probabilidad
de inclusión, tomando como marco muestral la base de datos de establecimientos edu- Cuadro 1. Encuestados por región
cativos del Ministerio de Educación y Ciencia y Tecnología de la Nación6.
En la tercera etapa se seleccionaron de modo aleatorio cursos de primero y segundo
año de polimodal o tercero y cuarto del nivel medio con iguales probabilidades de
inclusión. En el caso de que por motivos administrativos u operativos no se tuviera acce-
so a esos cursos, se eligieron cursos entre los restantes, con probabilidades mayores
para los de años más cercanos a la población objetivo. Finalmente, al no tener acceso
a un marco muestral de alumnos, se tomaron los cursos elegidos a modo de conglome-
rados, aplicándose la encuesta a todos los estudiantes que se encontraban presentes.
Lo precedente indica que en lo que respecta al muestreo, las probabilidades para el
cálculo de los ponderadores quedaron modificadas, y por ello se reitera la necesidad
de un recálculo si se pretende realizar estimaciones de parámetros poblacionales.

Cuestionario
A la totalidad de los encuestados se les aplicó un extenso cuestionario7
estructurado que indagaba en distintos aspectos de su vida cotidiana, tanto dentro Contenidos explorados en el cuestionario
como fuera del ámbito escolar, haciendo foco en aspectos vinculados con distinta s A los fines de caracterizar los episodios de violencia experimentados por los alumnos
manifestaciones de violencia y en la discriminación. La encuesta abarcaba, además, en el ámbito escolar, se les formularon tres series de preguntas, que identificaban:
dimensiones como el clima en el hogar y en la escuela, el proyecto de vida, el vínculo a) haber pasado personalmente por una serie de 16 situaciones que fueron a posterio-
de amistad y de pareja, la relación con los padres, la integración o el aislamiento social, ri categorizadas como “hostigamiento” o “incivilidades” y “violencia propiamente
la situación socioeconómica, la participación comunitaria, la percepción del trato entre dicha”8. Ejemplos de las primeras son: “mis compañeros me ignoran”; “hablan mal de
alumnos y del trato entre estos y los docentes, entre otros aspectos mí”; “me impiden participar”. Ejemplos de las segundas son: “mis compañeros me
pegan”; “me amenazan”; “me obligan a hacer cosas que no quiero”;
C a racterísticas generales de la muestra b) haber participado como “agresor” en las mismas situaciones descriptas anteriormente;
La muestra estuvo conformada por 4971 adolescentes de entre 15 y 19 años (media c) haber sido testigo de las mismas situaciones vividas por compañeros/as.
16,28, desv. típ. 1,04), de los cuales el 41,5 % eran varones y el 58,5 % mujeres. Al Realizamos el análisis de los datos recogidos en dos dimensiones: la de los alumnos y
momento de la encuesta todos cursaban estudios en el nivel medio o polimodal en la de los establecimientos escolares. Si bien la unidad de análisis de los datos recogi-
ochenta y cinco establecimientos públicos, ubicados en cincuenta y dos localidades per- dos son los alumnos, limitar el análisis a las respuestas individuales implica hacer recaer
tenecientes a veintiún provincias de todo el país. Las provincias fueron subdivididas, a el foco en las personas, abstrayéndolas del ambiente en el que surgen sus representa-
su vez, en siete regiones que en su conjunto conforman el dominio del estudio (Ciudad ciones sobre la realidad y sus conductas. Así como pueden identifi c a rse alumnos que
de Buenos Aires, Conurbano Bonaerense, Región Central, Cuyo, Patagonia, NOA y NEA). protagonizan hechos de violencia, también pueden identificarse establecimientos esco-
En su mayoría los adolescentes cursaban primer y segundo año de polimodal o tercer lares en los que estos surgen con mayor intensidad o frecuencia. En este trabajo reali-
y cuarto año del secundario. El 60 % lo hacían en el turno mañana y el restante por- zamos una tipología de las escuelas según el clima social imperante en ellas, a partir
centaje por la tarde. En cuanto al nivel socioeconómico el 51,5 % de los encuestados de las percepciones de los alumnos acerca fundamentalmente del tipo de vínculo con
los docentes. Si bien no pretendemos establecer causalidades entre contexto microso-
6- El método de selección fue aleatorio simple, con un diseño similar al de la etapa anterior: P(•) =1/ { N } cial y conductas, la existencia de asociaciones entre ambos niveles de análisis nos pare-
n
ce un elemento explicativo por demás importante.
7- El cuestionario empleado fue adaptado del usado en el estudio llevado a cabo por el Instituto de la Juventud español
(INJUVE). Ver M.J. Díaz-Aguado et al., 2004 y se le agregaron preguntas que surgieron a partir de estudios cualitativos que nue- 8- Adoptamos esta denominación a los fines exclusivamente de la exposición y no porque consideremos que el “hostigamiento”
stro equipo venía llevando a cabo. no implica violencia.
112 113
Vinculamos además ambos niveles de análisis, el de los alumnos y el de las escuelas, grupos más chicos las víctimas de hostigamiento rondan el 55 %, lo que se reduce al
con el grado de estereotipia discriminatoria expresada por los encuestados. 45 % en los alumnos más grandes (p.<0,001). Debe tomarse en cuenta que a medida
que avanzan los años de escolarización, se incrementa la deserción y va modificándose
el perfil de la población que sigue estudiando.
Resultados en la dimensión de los alumnos En el caso de quienes son víctimas de violencia propiamente dicha, sí existen diferen-
cias significativas por sexo: mientras que el 21 % de los varones dicen atravesar este
Somos concientes de que centrar el análisis de los datos en el nivel individual conlle- tipo de situaciones, en el caso de las mujeres el porcentaje se reduce al 14 %
va el riesgo de tipificar los “alumnos problema”, con la consiguiente patologización de (p.<0,001). Por su parte, existe una diferencia muy leve según la edad, con tres puntos
cuestiones que además de problemáticas individuales están atravesadas fuertemente porcentuales por encima en el caso de los más chicos. No se muestran diferencias según
por cuestiones sociales. De todos modos, este abordaje permite caracterizar las formas el estrato socioeconómico (p.=0,575) ni por el turno en el que estudian (p.=0,951).
de manifestación de la violencia e identificar los factores que se vinculan con ellas. El Si bien se ve r i fica una diferencia importante en los porcentajes de los alumnos que
análisis que realizamos más abajo, teniendo en cuenta los climas sociales escolares a firman haber sido víctimas de “hostigamiento” con respecto a los que han sufrido actos
complementa este enfoque. de “violencia propiamente dicha”, hay que tener en cuenta que entre los primeros, alre-
dedor de un tercio responde que ha sido víctima también del segundo tipo de agr e s i o-
Violencia propiamente dicha y hostigamiento/incivilidades nes, más graves. A su vez, quienes fueron víctimas de situaciones de “violencia propia-
mente dicha” dicen haber padecido con mucha mayor frecuencia actos de “hostiga-
Con respecto a la situación de ser “víctima” de agresiones, los resultados muestran miento” que aquellos que no sufrieron agresiones más extremas. Esto hace pensar que
que más de la mitad de los encuestados consideran que han sufrido hostigamiento en la dinámica grupal de algunas escuelas existe la tendencia a la victimización de
durante el último año, mientras que el 17% ha sido víctima de violencia propiamente algunos alumnos, que son objeto de reiterados actos agresivos.
dicha (Cuadro 2). En relación con la segunda cuestión: haber protagonizado10 acciones de “hostiga m i e n-
to” o “violencia propiamente dicha”, los porcentajes son similares a los arrojados por los
Cuadro 2. Alumnos que consideran haber sido víctimas de “hostigamiento” y de “violencia pro- alumnos que se reconocen como “víctimas” (Cuadro 3).
piamente dicha” (en %)

Cuadro 3. Alumnos que reconocen haber cometido “hostigamiento” y “violencia propiamente


dicha” ( en %)

Cuando se indaga en las características del grupo que padece hostigamiento, no se


observan diferencias estadísticamente significativas por sexo: tanto el 52,5 % de los
varones como el 53 % de las mujeres sufren este tipo de agresiones por parte de sus
compañeros (p.>0,624)9. Contra lo que pudiera comúnmente pensarse, tampoco se evi- La diferencia por sexo en el grupo de protagonistas de hostigamiento es baja, habien-
dencian diferencias por estrato socioeconómico (p.>0,306) ni por turno de asistencia a do una participación levemente mayor de hostigadores entre los varones que entre las
la escuela (p.>0,188), aspecto que muchas veces es señalado como demarcador de dos mujeres (p.=0,047). No hay diferencias por edad, por turno ni tampoco por estrato
subpoblaciones distintas, con mayor conflictividad en el turno tarde. Por el contrario, sí socioeconómico (p.>0,05 para cada una de estas tres pruebas estadísticas).
se verifica una disminución de estas agresiones a medida que avanza la edad: en los En el caso de quienes protagonizan episodios de violencia propiamente dicha hay

10- Para este trabajo y sólo para una mayor claridad expositiva adoptamos el término “protagonista”, tanto de hostigamiento
9- Los valores p. corresponden a pruebas de hipótesis de independencia estadística que utilizan al estadístico ¯2 de Pearson
como de violencia propiamente dicha, como sinónimo de agresor.
como test de bondad de ajuste. Las asociaciones fueron corroboradas a través de análisis de residuos.
114 115
una clara diferenciación por sexo: mientras que en las mujeres quienes refirieron come- ro por mano propia, lo que lleva a pensar en la probable percepción de parte de estos
ter este tipo de agresiones contra compañeros llegan al 10 %, en los varones asciende alumnos de que la institución escolar no protege a sus actores como debiera. A la vez,
al 25 % (p.<0,001). Por el contrario, no se muestran diferencias por edad, estrato la adolescencia es una edad en la que el sentimiento de omnipotencia y la necesidad
socioeconómico ni por turno (p.>0,05 para estas tres pruebas). de mostrarse fuertes ante los demás hace que en muchos casos los jóvenes traten de
Las coincidencias en los porcentajes de “víctimas” y “protagonistas” nos llevó a inda- evitar los mecanismos institucionales de sanción, también para no quedar expuestos
gar si los que se identificaban como “víctimas” eran al mismo tiempo quienes admití- grupalmente como “buchones”. Así, preferirían buscar otras modalidades de venganza
an su participación activa en actos agresivos. A este respecto, Abramovay y Rua (2002) que no los muestren ni como débiles ni como delatores. Se instaura de este modo un
encontraron que entre el 24 y el 45% de los alumnos encuestados en su investigación círculo de violencia que puede derivar en escaladas con daños irreparables como los
en Brasil afirman que la respuesta más común en los casos en que se produce una agre- que se han vivido en algunos casos.
sión es la venganza, que se cumple con ayuda de los amigos. Esta es la dinámica de la El porcentaje de los que admiten haber presenciado actos hostiles, ya sea “hostiga-
formación de clanes o grupos antagónicos que se constituyen tan comúnmente entre miento” o “violencia propiamente dicha” hacia compañeros/as es mucho más alto: tres
los alumnos, tal como ha sido descripto por algunos de ellos en las entrevistas realiza- cuartas partes de la muestra afirma que ha sido testigo de los primeros y un tercio que
das en escuelas de la Ciudad de Buenos Aires para la misma investigación. lo ha sido de los segundos.
Más de la mitad de los alumnos que se ven a sí mismos como víctimas de “hostiga-
Cuadro 5. Alumnos que manifiestan haber sido testigo de “hostigamiento” y “violencia propia-
miento” admiten haber protagonizado tanto “hostigamiento” como “violencia propia-
mente dicha” ( en %)
mente dicha”.
Si consideramos específicamente quiénes han sido víctimas de “hostigamiento” o inci-
vilidades y quiénes se reconocen como habiéndolas provocado – como hemos visto, el
tipo de hostilidades más frecuentes en las escuelas – en una tabla de doble entrada,
se puede saber con exactitud qué porcentaje de alumnos se ubican en el mismo nivel
como víctimas y como agresores de incivilidades. Del total de la muestra, estos suman
el 53,6 % de los encuestados (sumatoria de los porcentajes en la diagonal resaltada
en la tabla 4).

Cuadro 4. Alumnos que son víctimas de “hostigamiento”según quienes han protagonizado “hos-
tigamiento” ( en %) 11

Si bien los alumnos que afirman que han sido testigos de “violencia propiamente
dicha” alcanzan a un tercio de los encuestados, el porcentaje de los que afirman haber
sido víctimas de “violencia propiamente dicha” y de los que afirman haberla protago-
nizado es de alrededor del 16%. Existe a este respecto uniformidad en los resultados
encontrados en otras investigaciones. Ortega y Mora-Merchan (1997), por ejemplo,
encontraron en Sevilla que entre el 14 y el 18% de los jóvenes estaban involucrados en
este tipo de agresiones.
La diferencia en el porcentaje de los que afirman haber presenciado manifestaciones
de violencia y los que se reconocen como “víctimas” o “agresores” puede tener que ver
con el ocultamiento de estas situaciones en las respuestas de los alumnos, ya sea por
temor o por un cierto pacto de silenciamiento frente a los adultos.
Las incivilidades o actos disruptivos, en cambio, son la principal fuente de quejas
Es decir, existe un porcentaje importante de alumnos que participan tanto como “víc- entre los docentes y entre los alumnos, y ellos dan cuenta de un nivel de malestar que
timas” como como “agresores” en episodios de hostigamiento. Probablemente el senti- es importante tomar en cuenta tanto por sí mismo como por su posibilidad de conver-
miento de injusticia surgido de la victimización hace que se asuma el papel de justicie- tirse en fuente de episodios graves de violencia.
Hay que destacar que los datos de los alumnos que son víctimas de violencia y pro-
11- Presentamos estos datos como “perfiles” para mostrar el grado de participación de los alumnos en cada una de las vari-
ables. En los perfiles bajos se encuentran los alumnos con menor involucramiento en episodios de ambos tipos de violencia y en tagonistas de agresiones, tanto de “hostigamiento” como de “violencia propiamente
el perfil alto, los que están involucrados en mayor grado.
116 117
dicha” no muestran diferencias significativas en ambos casos según estrato social, lo Estereotipia en relación con las diferencias de género
que confirma la idea de que la violencia atraviesa el sistema educativo y no está rele-
gada los sectores populares, como podría pensarse si se la vincula de un modo deter- Si bien la observación diaria indica que se han producido importantes cambios en las
minista con la pobreza y la marginación (Filmus, 2006). Estudios realizado por Kessler últimas décadas con respecto a los roles adjudicados a hombres y mujeres, diversas
(2002 y 2004) muestran que el principal obstáculo de los jóvenes marginales en rela- investigaciones (Kornblit y Mendes Diz, 1994; Van Roosmalen, 2000) muestran que los
ción con la escuela es la dificultad para encontrarle un sentido general a la educación cambios con respecto a la sexualidad se han producido más al nivel de lo fáctico que
y para articular los aspectos educativos con otros aspectos de sus vidas, lo que suele al nivel de los estereotipos acerca de los valores ligados a la sexualidad. Subsisten a
expresarse en malestar psíquico, más que en conductas violentas. nivel de los estereotipos en buena medida concepciones tradicionales que revelan que,
incluso los jóvenes, siguen adhiriendo a expectativas de roles diferenciados según
género que ubican a las mujeres en el ámbito doméstico y en la esfera de la afectivi-
dad y a los varones en el ámbito público y en la esfera instrumental. En el cuadro 6 se
Gráfico 1 presenta el nivel de acuerdo que mostraron los alumnos encuestados con una serie de
frases que reproducen estereotipos de género.

Cuadro 6. Acuerdo con frases que reproducen estereotipos de género

Como se ve, casi las tres cuartas partes de la muestra acuerda frases del tipo de: “por
Como se ve en el gráfico, tomados en conjunto, los datos recogidos en el presente lo general las mujeres que sufren violencia por parte de sus maridos o parejas, algo
estudio muestran que en las escuelas que participaron del mismo existe un grado alto habrán hecho o se lo habrán buscado” o “el hombre que parece más agresivo es más
de hostilidad entre los alumnos, para cuya explicación hay que recurrir a factores situa- atractivo”.
cionales tanto intra como extraescolares, de lo que no nos ocuparemos en este traba- Existen en estas respuestas diferencias significativas según sexo: un tercio de las
jo12. En cambio, plantearemos aquí a título de hipótesis que el alto nivel de agresividad mujeres expresan su desacuerdo con estos conceptos, mientras que entre los varones
entre los alumnos está vinculado con un sistema de creencias y estereotipos que con- sólo un 15% lo hace (p.<0,001). La asociación sexista de la feminidad con la debilidad
validan sus conductas hostiles. y la sumisión y la masculinidad con la fuerza, el uso de la violencia y la dureza es una
Analizaremos para este fin el acuerdo de los encuestados en relación con: de las explicaciones de la tendencia de los varones a la vez a comportarse de modo
• ciertos estereotipos acerca de las diferencias de género; más violento y a justificar la violencia en mayor medida que las mujeres, lo que se vin-
• la naturalización de la violencia; cula con la forma sexista de construir ambas identidades (Díaz-Aguado et al., 2004).
• el rechazo de la diversidad sexual; En cambio, las respuestas no difieren sustancialmente según edad ni nivel
• la xenofobia en general; socioeconómico (p.>0,1 para ambas pruebas). Si bien esto muestra que las mujeres que
• la xenofobia específica hacia grupos de inmigrantes participaron del estudio tienen una visión más amplia e igualitaria con respecto a las
cuestiones vinculadas con el género que los varones, dos tercios de ellas avalan tam-
12- Abordamos este tema en otros trabajos de nuestra autoría, a los que referimos a los lectores interesados: “Clima social esco- bién estos estereotipos.
lar y violencia en la escuela media”, en D. Míguez (coord.): Violencias en la escuela , ed. Paidós (en prensa) y “Factores vincula- La Ciudad de Buenos Aires es la localidad del país en la que el acuerdo con estos
dos con la violencia escolar”, en: Revista Espacios en blanco, Universidad del Centro (en prensa).
118 119
estereotipos es menor: alcanza al 61% de los casos, mientras que el NOA y el NEA son Cuadro 8. Alumnos que han sido testigo de “violencia propiamente dicha” según quienes consi-
deran que en su escuela hay violencia ( en %)
las regiones en las que el acuerdo es mayor: (84% y 82%, respectivamente) (p.<0,001).
Aparecen, pues, como las regiones en las que las creencias tradicionales con respecto
a las diferencias de género están más vigentes.

Estereotipia en relación con la naturalización de la violencia

Los episodios de violencia cotidianos y la aceptación acrítica de que la violencia


forma parte de las relaciones de todos los días entre las personas llevan a que ella sea
percibida como algo “natural”, lo que obstaculiza la posibilidad de trabajar en pos de
otros modos de vinculación social.
Cuadro 9. Alumnos que han sido testigo de “hostigamiento” según quienes consideran que en su
Cuadro 7. Acuerdo con frases que naturalizan la violencia13 escuela hay violencia ( en %)

El acuerdo general con frases que naturalizan la violencia, del tipo de: “La violencia El hecho de que un cuarto de los alumnos no categoricen los episodios agresivos
forma parte de la naturaleza humana” o “Las peleas que se producen entre jóvenes los “severos” de los que han sido testigos como “violencia” tiene que ver con cuáles son los
fines de semana son inevitables” es aún algo mayor que el que reciben los estereotipos sentidos nativos, al decir de los antropólogos, adscriptos a ella, lo que a su vez se vin-
de género. Como en ese caso, un porcentaje algo mayor de las mujeres están en des- cula con el modo en que han sido socializados con respecto a la tolerancia a la agre-
acuerdo con estas frases (28,5% contra el 14,4% de los varones) y lo mismo ocurre en sión (Noel, 2006; Guimaraes, 1990).
cuanto a las diferencias entre regiones: en la Ciudad de Buenos Aires acuerdan el 73%, La exposición precoz y continua a la violencia en el medio familiar es un importante
contra el 82% en el NOA y el 83% en el NEA (p.<0,001 para ambas pruebas). factor en la desensibilización de los niños y jóvenes hacia episodios de violencia en
La banalización de la violencia, es decir, su aceptación como algo cotidiano que ha otros medios, como el escolar. De hecho, los alumnos que afirman que viven en un
perdido la capacidad de asombrar, y que en consecuencia no es objeto de reflexión crí- medio familiar en el que las peleas y discusiones son frecuentes adhieren en mayor por-
tica, es el correlato de su naturalización, con la que acuerda un porcentaje alto de los centaje a los estereotipos sobre naturalización de la violencia, tal como se observa en
encuestados, como hemos visto. el siguiente cuadro (p.<0,001).
Esto se pone en evidencia en el hecho de que un cuarto de los alumnos que afirman
haber sido testigos en la escuela de “violencia propiamente dicha” y algo más de los
que lo han sido de “hostigamiento” consideran que en la misma no hay violencia, tal
como se observa en el cuadro 8 y 9. La alta percepción de conflictividad en la escuela
no se relaciona para estos alumnos con la percepción de que exista violencia en ella, o
bien no perciben lo que denominamos “hostigamiento” y “violencia propiamente
dicha” como manifestaciones de violencia.

13- Las diferencias en los totales de los cuadros se deben a “no respuestas”.
120 121
Cuadro 10. Alumnos que acuerdan con frases que naturalizan la violencia según clima social en los varones. Con respecto a las regiones, nuevamente la Ciudad de Buenos Aires se
su hogar (en %)
revela como la región más tolerante (46% de acuerdo), en contraposición al NEA
(76%) y a Cuyo (72%) de acuerdo (p.<0,001 para ambas pruebas).
De todos modos, existe un porcentaje importante de acuerdo con la aceptación de
los modelos sexuales hegemónicos y por ende, con los procesos de estigmatización y
discriminación que ellos imponen hacia las personas que no responden al modelo.

Discriminación en relación con la xenofobia

Uno de los mitos fundadores de nuestra nacionalidad es el del “crisol de razas”,


entendido como la aceptación de la diversidad y de la multiculturalidad en un país tri-
butario en buena medida de los aportes inmigratorios. Sin embargo, muchos hitos de
Estereotipia en relación con la diversidad sexual la historia de las ideas en el país dan cuenta de que tal propuesta fue y es formulada
al nivel de la cultura oficial, de la que se hace eco la escuela, sin que se tome en cuen-
Si bien la tolerancia con respecto a las sexualidades no hegemónicas ha ido crecien- ta cuál es su vigencia en la cultura popular. Nuestra idea es que los propósitos de las
do en las últimas décadas, subsisten en la población en general prejuicios contra las recientes políticas educativas de llegar a una educación inclusiva de todos los sectores
personas que asumen una sexualidad “diferente”. Entre las varias situaciones de discri- sociales, respetando las diferencias entre ellos, no puede obviar el trabajar con los pre-
minación que sufren estas personas, tal como surge en el Informe sobre la Marcha del juicios y estereotipos que obstaculizan el desarrollo de un ethos escolar de tolerancia.
Orgullo GLTTBI – gays, lesbianas, transexuales, travestis, bisexuales, intersexuales – rea- La xenofobia, expresada en frases del tipo de: “Los inmigrantes peruanos, bolivianos
lizada en Buenos Aires en 2005 (Grupo de Estudios sobre Sexualidades, 2006), las que o paraguayos quitan puestos de trabajo a los argentinos” o “Se deberían crear barrios
se mencionan con mayor frecuencia son las que provienen de profesores o compañe- para inmigrantes en los que puedan vivir, evitándose conflictos con el resto de la socie-
ros/as (32% de los 731 encuestados en esa oportunidad responden que han sufrido dad”, se hace evidente también en un porcentaje muy alto de alumnos (más de las tres
este tipo de discriminación). Los insultos o amenazas son el tipo de agresión recibido cuartas partes).
con mayor frecuencia.
En la investigación que dio pie al trabajo que aquí estamos presentando, el acuerdo Cuadro 12. Acuerdo con frases xenófobas
con frases que revelan intolerancia con respecto a la diversidad sexual, del tipo de: “Si
un hombre le dice a un amigo que lo quiere significa que es medio raro” o “Si a alguien
le gusta una persona de su mismo sexo es porque algún problema tiene” es algo menor
que en los casos de estereotipos que presentamos previamente.

Cuadro 11. Acuerdo con frases discriminatorias sobre la diversidad sexual

El porcentaje de acuerdo entre las mujeres es algo menor (76%) con respecto al de
los varones (81%), aunque en ambos casos es alarmantemente elevado. Con respecto
a las regiones, la Ciudad de Buenos Aires y Cuyo expresan los porcentajes más bajos
de acuerdo (69% y 70%) y el NOA y el NEA los más altos (82% y 84%, respectiva-
mente) (p.<0,001 para ambas pruebas).
En este aspecto, son las mujeres especialmente las que hacen modificar los porcenta- Un modo de profundizar en los sentimientos xenófobos es explorar la distancia social
jes generales: el 51% expresan su acuerdo con frases de este tipo, contra el 73% de a la que las personas están dispuestas a aceptar a los extranjeros u oriundos de luga-

122 123
res diferentes, como es el caso de los “provincianos”. En lo que respecta a los alumnos, Es de destacar que los dos primeros lugares en cuanto al rechazo a la cercanía con
esta distancia tiene que ver con la aceptación o no como “compañeros/as” de las per- determinados grupos diferenciados según nacionalidad o localidad de origen son dos
sonas categorizadas como diferentes a partir del lugar donde nacieron. Los resultados identidades que han sido secularmente rechazadas a lo largo de la historia: gitanos y
muestran que nuevamente las dos terceras partes de los alumnos rechazan la posibili- judíos. No podría pensarse como explicación de esta elección el grado de “ajenidad”
dad de tener cerca a estos “extranjeros” en el aula. que ellos pueden implicar para los encuestados, dado que si bien la colectividad gita-
na es en la Argentina poco numerosa, no ocurre lo mismo con la judía. El rechazo hacia
Cuadro 13. Acuerdo con xenofobia en relación con compañeros (en %) ellas, en consecuencia, debe entenderse como evidencia de formas arraigadas de pre-
juicios en la sociedad en su conjunto.
Las colectividades que siguen en la escala de rechazo son las que son vistas por lo
general como compitiendo en el mercado de trabajo local (chinos, bolivianos, perua-
nos, chilenos, paraguayos). Esta percepción no tiene correlato con la realidad, ya que
a partir de la segunda mitad del siglo XX en adelante, la incidencia de los flujos inmi-
gratorios en nuestro país prácticamente no tuvo impacto en la dinámica del mercado
laboral en particular ni en la economía en general. Por el contrario, el rechazo a dichas
colectividades estaría centralmente vinculado a prejuicios raciales y a un eurocentris-
mo históricamente arraigados en nuestra sociedad.
Al no tener datos previos no podemos saber si el reciente conflicto con Uruguay por
En este caso, nuevamente las mujeres son algo más tolerantes: expresan su acuerdo las pasteras ha influido o no en el rechazo hacia compañeros de esta nacionalidad, que
con el rechazo a tener compañeros de distintas nacionalidades/orígenes en un 72%, de todos modos es relativamente bajo. Pero la mayor aceptación se manifiesta clara-
contra el 79% en el que lo hacen los varones. Cuyo y la Ciudad de Buenos Aires son mente hacia los brasileros, tal vez porque no son percibidos como competidores en el
las regiones en las que los porcentajes de rechazo son algo menores (71% y 73%, res- mercado laboral nacional.
pectivamente) y el Conurbano la región en la que el rechazo es mayor: 83% de los El rechazo relativamente bajo a los “provincianos” revela una mayor empatía con lo
alumnos rechazan la posibilidad de tener compañeros extranjeros o de otros orígenes nacional, que aleja el fuerte rechazo de la figura del “cabecita negra” que existía part i-
(p.<0,001 para las dos pruebas). cularmente en las clases medias y altas de la Ciudad de Buenos Aires tras las migracio-
Los porcentajes de acuerdo con respecto al rechazo a la posibilidad de tener compa- nes internas producidas durante el primer peronismo, en pos de la industrialización. De
ñeros no locales, según su origen, son los siguientes: todos modos el porcentaje de rechazo a los alumnos del interior es mayor en el Gran
Cuadro 14. Acuerdo con el rechazo de compañeros según su origen (en %) Buenos Aires (38%) y en la Ciudad de Buenos Aires (36%). Teniendo en cuenta el ori-
gen provinciano de muchos de los padres y/o abuelos de los alumnos que residen en el
Gran Buenos Aires puede pensarse que el rechazo en este caso se vincula con el deseo
de identificación con la ciudad, en detrimento de la identificación con el origen familiar.

Estereotipia en general

Tomando en cuenta todas las categorías de rechazo exploradas construimos una


variable de síntesis que muestra el porcentaje de alumnos que expresan estereotipos
negativos con respecto a los diferentes grupos sociales propuestos.

124 125
Cuadro 15. Acuerdo con estereotipos en general lutivo, al diferenciar dos vertientes en el razonamiento moral: la de la responsabilidad y
el cuidado hacia los otros, encontrada con mayor frecuencia en el pensamiento femeni-
no, y la de la justicia, encontrada con mayor frecuencia en el pensamiento masculino.
Los resultados hallados en la presente investigación muestran algo diferente: las
mujeres están en menor medida de acuerdo con las injusticias avaladas por los varo-
nes en sus acuerdos con las frases discriminatorias. Por otro lado, la veta del cuidado
por los demás señalada por Gilligan como característica del razonamiento femenino se
pone también de manifiesto en el menor acuerdo de las mujeres con una frase que
señala a los enfermos de Sida como potenciales peligros para la sociedad.
Como se ve en el cuadro, el porcentaje de alumnos que expresan su desacuerdo con
los diversos estereotipos propuestos es muy bajo: alrededor del 12%. El resto se divide Cuadro 17. Alumnos que acuerdan con que las personas que tienen SIDA son peligrosas para el
resto de la sociedad (en %)
entre los que se podrían considerar muy prejuiciosos (perfil alto de acuerdos) y los que
se podrían considerar medianamente prejuiciosos.
Existen en estos perfiles considerables diferencias según sexo (Cuadro 16): más del
doble de las mujeres expresan un desacuerdo mayor con los diversos estereotipos y el
porcentaje de ellas que acuerdan con el mayor número de estereotipos (perfil alto) es
alrededor de la mitad que el de varones (p.<0,001).

Cuadro 16. Acuerdo con estereotipos en general según sexo (en %)

Según estos datos, en consecuencia, las mujeres estarían en promedio en un estadio


de desarrollo moral superior al de los varones, tanto en la dimensión del anhelo de jus-
ticia como en la de la responsabilidad y el cuidado de los otros.
Surgen también diferencias apreciables en este aspecto según regiones: en la Ciudad
de Buenos Aires el porcentaje de los alumnos que expresan su desacuerdo con los este-
reotipos planteados es cuatro veces mayor que el que se registra en el NOA y el NEA y
el porcentaje de los que están de acuerdo con el mayor número de estereotipos es alre-
dedor de un tercio de la muestra, contra más de la mitad que se expresan en este sen-
Esta considerable diferencia entre hombres y mujeres puede entenderse desde los tido en el NOA y el NEA. Cuyo, la Patagonia y la región Central ocupan en este senti-
estudios acerca del razonamiento ético y su relación con el género. En sus investigacio- do una posición intermedia. El porcentaje que está de acuerdo con el mayor número
nes sobre esta cuestión, Carol Gilligan (1985), resaltó el hecho de que las mujeres tie- de estereotipos en el Conurbano Bonaerense es casi tan alto como el que se registra
nen una propensión a expresar en sus juicios morales el cuidado por las personas, a en el NOA y el NEA, si bien el de los que están en desacuerdo es más alto y se aseme-
partir de sus mayores disponibilidades para la empatía hacia el prójimo. Los varones, ja al de las regiones con puntajes intermedios en este aspecto. Las diferencias se corro-
en cambio, enfatizan en sus juicios morales la igualdad basada en la justicia, el respe- boran estadísticamente.
to mutuo y el equilibrio entre los deseos de los otros y los propios. Puede decirse, pues, que el ambiente secularizado de una gran ciudad como Buenos
En el acuerdo con las frases que evidencian posturas discriminatorias se hace eviden- Aires influye de un modo importante en la adhesión a valores de justicia que imponen
te, en términos de Kohlberg (1984), la ausencia del desarrollo en cuanto a las etapas la idea de la tolerancia y la aceptación del multiculturalismo, o por lo menos que en ella
del pensamiento moral que, según el autor, atraviesa una secuencia invariable de seis el imperativo de lo “políticamente correcto” es vivido con más intensidad por los jóvenes.
etapas que describen cómo se van construyendo los juicios de reivindicación de la
igualdad. En su modelo, las mujeres parecían no superar en general el estadio 3, vin-
culado a la caridad y la indulgencia, mientras los hombres accedían con más facilidad
a estadios superiores, caracterizados por criterios más abstractos, refl e x i vos y unive rs a-
les. Los desarrollos de Gilligan representan una crítica a este modelo de desarrollo evo-

126 127
Gráfico 2 ral, lo cual muestra la existencia en este grupo de un conservadurismo ideológico (p.<0,001).

Cuadro 19. Acuerdo con la idea de que los desaparecidos durante la última dictadura militar
algo habrán hecho para merecerlo según perfiles de adhesión a estereotipos en general (en %)

Es importante señalar para entender estos resultados el peso de la opinión pública La estereotipia negativa en relación con cada uno de los aspectos mencionados se
en la conformación de los estereotipos sostenidos por los alumnos de la muestra, lo que vincula con una socialización en la que el “otro” es considerado como distinto y por ese
se demuestra en la diferencia entre el acuerdo con los estereotipos en general y el motivo pasible de ser rechazado. Prueba de ello es el porcentaje importante de encues-
acuerdo con la frase acerca de que los desaparecidos durante la última dictadura mili- tados que acuerdan con la afirmación de que el motivo de la agresión hacia un com-
tar “algo habrán hecho para merecerlo”. Es evidente que a partir del advenimiento de pañero reside en el hecho de que sea “raro” o “distinto”.
la democracia, en 1983, la opinión pública en la Argentina ha ido variando desde la
Cuadro 20. Acuerdo con la idea de que el motivo que lleva a que una persona sea molestada es
negación – y en algunos casos hasta la complacencia – con respecto a la política repre-
porque es rara o distinta al resto
siva que desembocó en los crímenes de lesa humanidad perpetrados contra un grupo
importante de ciudadanos durante la dictadura militar, hasta el reconocimiento de la
dimensión de la represión.
Esto se pone de manifiesto, tal como lo muestra el cuadro 18, en el mucho menor
acuerdo de los encuestados con la idea del “merecimiento” en la desaparición de per-
sonas, que con respecto a los estereotipos en general, lo que a nuestro juicio revela la
importancia de trabajar en la escuela con el “clima de opinión” que influye en el man-
tenimiento de los estereotipos.

Cuadro 18. Acuerdo con la idea de que los desaparecidos durante la última dictadura militar
“algo habrán hecho para merecerlo”

Es importante señalar la asociación entre el grado de estereotipia y el tipo de víncu-


lo con los estudios que manifiestan tener los alumnos, explorada con la pregunta:
“¿cómo te llevás en general con los estudios?”.
Si pensamos que la estereotipia tiene que ver con un menor nivel cultural, se hace
clara la asociación entre mayor estereotipia y menor rendimiento escolar y recíproca-
mente al revés. Charlot (1997) plantea a este respecto que la noción de handicap
sociocultural remite las dificultades de aprendizaje al origen de los alumnos (falta de
recursos culturales, falta de contención familiar, necesidades básicas pobremente satis-
fechas, etc.). Sin embargo, esta explicación no toma en cuenta cuál es el sentido de la
De todos modos, es de destacar el porcentaje mucho más elevado de aceptación a escuela para las familias y el alumno, la pertinencia de las prácticas de la institución
esta opinión entre los alumnos con perfil alto en la adhesión a estereotipos en gene- escolar para la cultura de los alumnos, etc. Desde el punto de vista del autor, para que

128 129
se produzca el hecho educativo es necesario que el educando se convierta en miembro Gráfico 4
de la comunidad escolar, que comparta con ella sus valores y normas. El objetivo de la
educación es mostrar el proceso que conduce a adoptar una relación de saber con el
mundo. En este sentido, la estereotipia, como pensamiento rigidificado, implica un cie-
rre al saber, un encerrarse en categorías populares que no se cuestionan.
Esta puede ser una explicación para el hecho de que más de la mitad de los alumnos
que contestan llevarse entre “mal” y “regular” con los estudios acuerda con la mayor
cantidad de ítems relativos a los estereotipos. En cambio, los que afirman llevarse de
un modo “excelente” con los estudios contestan de ese modo en alrededor de un ter-
cio de los casos. Del mismo modo, el porcentaje de los que expresan su desacuerdo con
los estereotipos (perfil bajo de acuerdos) entre los que se llevan “mal” y “regular” con
los estudios alcanza casi al 10% de los casos, contra el casi 20% de los que dicen lle-
varse de un modo “excelente”.

Gráfico 3
Podemos concluir, aun sin establecer causalidades, que el pensamiento estereo-
tipado en relación con ciertos grupos sociales forma parte del estilo cognitivo de
quienes se reconocen a sí mismos como actores de manifestaciones de violencia
en la escuela, especialmente en las prácticas que hemos calificado como “violen-
cia propiamente dicha”. En ellos, como hemos visto, la escuela ha fracasado en el
intento de hacerlos partícipes del proceso educativo, incluyendo fundamental-
mente la dimensión del deseo de saber.
Por otra parte, existe también relación entre el grado de estereotipia y
el rechazo al contacto con compañeros de otros países/orígenes, es decir, el
mayor acuerdo con los estereotipos de intolerancia y violencia se correlaciona con
el grado de rechazo a relacionarse con ese tipo de compañeros: el 65% de quie-
nes expresan mayor rechazo hacia ellos acuerdan con el mayor número de estere-
otipos y recíprocamente, quienes expresan menor rechazo acuerdan en mayor
medida con ningún o muy pocos estereotipos (p.<0,001)14 .

Estos resultados muestran la importancia de la relación entre el buen desempeño en Gráfico 5


los estudios y la violencia en la escuela. Las dificultades en el aprendizaje son una fuen-
te de tensión que puede expresarse en conductas hostiles, tanto por las consecuencias
de mayores niveles de exclusión que pueden acarrear como por la privación del placer
en las actividades escolares y en algunos casos por las angustias que provocan.
Finalmente, es importante destacar que entre los alumnos que protagonizan “violen-
cias propiamente dichas” el perfil de estereotipia alta llega casi al 80% de los casos,
mientras que entre los que protagonizan “hostigamiento” alcanza al 57% (10% más
que en el promedio de la muestra). Otros estudios confirman estos hallazgos, rea-
firmando la idea de que los “agresores” manifiestan un acuerdo mayor con los
estereotipos hacia grupos sociales que los alumnos en general (Bentley y Li, 1995;
Bosworth et al., 1999).

130 131
Resultados en la dimensión de los establecimientos escolares do por los alumnos)15.
Denominamos la tipología resultante de clima social como grado de continen-
El análisis anterior, centrado en las respuestas de los alumnos, debe completar- cia de los escenarios sociales de la escuela y los alumnos de la muestra quedaron
se a nuestro juicio con un análisis en el que se tome en cuenta en qué medida los agrupados del siguiente modo:
factores estructurales y el clima social escolar influyen en las conductas y en las
Alumnos en los diferentes climas sociales escolares (en %)
creencias individuales.
Los factores estructurales aluden en este aspecto a todas las variables que difi-
cultan la equidad educativa y que hacen que para los sectores sociales más des-
favorecidos la escuela no signifique un proyecto plausible de realización personal.
La respuesta posible a la exclusión, vivida en este caso como fracaso de las expec-
tativas depositadas en la escolarización, puede ser el encapsulamiento en el pro-
pio grupo y un alto grado de violencia hacia lo considerado como el exo-grupo
(Isla y Míguez, 2003).
La idea de Bourdieu (1981) acerca de que existe en la escuela una violencia sim-
bólica o violencia invisible que es ejercida a través de la imposición de reglas vivi- Analizaremos a continuación los datos acerca de las manifestaciones de violen-
das como arbitrarias, enmarca la explicación acerca de las conductas violentas de cia en la escuela (víctimas, agresores y testigos de violencias) en relación con la
los alumnos como forma de resistirse a normas y a prácticas escolares que no res- tipología de clima social.
petan las diversidades. Como puede verse en el gráfico 6, en todas las manifestaciones de violencia
Como afirma Tenti Fanfani (1999), “el contexto de la exclusión es el caldo de analizadas existen diferencias según el clima social: los alumnos que se encuen-
cultivo de habitus psíquicos y de comportamientos inciviles que están en la base tran en el clima social poco continente registran en todos los casos porcentaj e s
de un proceso (…) que puede llegar a constituir una amenaza para la integración más altos de violencias. Es especialmente preocupante que en estos escenarios
del todo social” (pág. 10) exista un cuarto de los alumnos que se reconozcan como “hostigadores” y un 7 %
Ligado a esta concepción, pero desde una perspectiva más interaccional, el con- como agresores de violencias propiamente dichas.
cepto de clima social en la escuela hace hincapié en las percepciones que tienen
los sujetos acerca de las relaciones interpersonales que establecen en el contex-
to escolar y el contexto o el marco en el cual estas interacciones se dan (Kornblit, Gráfico 6
1988; CERE, 1993; Cornejo y Redondo, 2001; Onetto, 2004). Diversos estudios
(por ejemplo Abramovay, 2006; Dupper y Meyer-Adams, 2002) han puesto de
relieve el papel crítico que los climas sociales escolares desempeñan en las acti-
tudes y en las conductas cotidianas de los actores educativos. Estos climas expre-
san las dificultades que derivan de tensiones internas entre dichos actores y de
problemas de gestión en la resolución de los conflictos.
Para analizar la relación entre comportamientos violentos percibidos por los
alumnos y clima social escolar construimos tres escenarios sociales escolares
“tipos”: continente, medianamente continente y poco continente, a partir de siete
dimensiones que hacen a la relación docente-alumno e institución-alumno (auto-
ritarismo por parte de los docentes; exigencia excesiva en clase o en las tareas;
valoración del alumno e interés por su aprendizaje; diálogo alumno-docente sobre
temas personales; estímulo para la participación y la integración a partir de acti-
vidades curriculares; posibilidad de contar con adultos de la escuela ante distin-
tos problemas – notas, conducta, dificultades varias – e intervención de profeso-
res ante situaciones de violencia entre compañeros, todo ello tal como es percibi-
15- Para la construcción de esta tipología se partió de treinta preguntas incluidas en el cuestionario que estaban organizadas
14- Este nivel de significación corresponde al coeficiente de correlación Ú de Spearman, que asumió un valor de 0,213. en siete dimensiones y se trabajó con análisis multivariado.
132 133
Puede concluirse, en consecuencia, que el clima social escolar es una variable tes según sexo (las mujeres son menos discriminatorias) y según regiones (los
que está directamente relacionada con las manifestaciones de violencia que se alumnos de la Ciudad de Buenos Aires son más tolerantes).
dan entre los alumnos. Por otra parte, hemos encontrado en los perfiles de alumnos que protagonizan
actos agresivos (hostigamientos y violencias propiamente dichas, pero especial-
El grado de estereotipia y discriminación expresado por los alumnos está tam- mente en los que cometen estas últimas), un porcentaje más alto de adhesión a
bién vinculado con el clima social escolar: el 58% de los alumnos de los escena- los estereotipos discriminatorios. En este aspecto se ha cumplido la hipótesis
rios poco continentes mantienen el nivel más alto de estereotipos, contra el 40% planteada al comienzo del trabajo, en la que se establecía una relación entre pen-
de los alumnos de los escenarios continentes. samiento estereotipado y conducta agresiva, aun cuando no podamos afirmar
Del mismo modo, el porcentaje de alumnos poco estereotipados es mayor en los una relación causal entre ambas manifestaciones.
escenarios continentes (15%) que en los escenarios poco continentes (8%). También se ha cumplido la hipótesis planteada en cuanto a que en las escuelas
clasificadas como escuelas de clima social “poco continente” el grado de estere-
No obstante, hay que destacar que si bien el clima social escolar influye en el otipia discriminatoria entre los alumnos es mayo r. Sin embargo, el porcentaje de
grado de pensamiento estereotipado de los alumnos con respecto a ciertos gru- alumnos que expresan pensamientos estereotipados con respecto a ciertos grupos
pos sociales, aun en las escuelas continentes existe un 40% de ellos que mantie- sociales es alto en general, por lo que podría afirmarse que responde a algo que
nen ese tipo de pensamiento, por lo que puede pensarse que se trata de una podríamos caracterizar como una invariante cultural de nuestro país.
forma de representación de la realidad fuertemente arraigada en la cultura juve- Remitiéndonos específicamente a la xenofobia, no hay que olvidar anteceden-
nil, posiblemente como reproducción de formas culturales más amplias. tes históricos con respecto a la inmigración que, si bien fue promovida, fue obje-
to de un doble discurso, por el que a la par que se reconocía la importancia de
los extranjeros para responder a la escasez de fuerza de trabajo, también eran
vilipendiados en la medida en que traían a estas tierras “…la prostitución, la
delincuencia, el anarquismo, el socialismo, el desorden, el terror” (Funes y
Ansaldi, 1994, pp. 228). Puede decirse, según los mismos autores, que la heren-
cia positivista que veía a los inmigrantes como necesarios para “mejorar la raza”
se amalgamó con el rechazo a los extranjeros que hacía de ellos lo que el “indio”,
el “mestizo” o el “negro” son para otros países. La historia del país estuvo jalona-
da por todo tipo de exclusiones, de las que las consecuencias del neoconservadu-
rismo de la década del 90 y la pobreza de la del 2000 no son más que otras ins-
tancias que las replican, perpetuándolas. Es probable que los resultados encon-
trados en este trabajo con respecto al pensamiento estereotipado de los alumnos
sobre algunos grupos sociales responda a esta herencia.
Las recomendaciones en relación con las intervenciones posibles para favo r e c e r
la superación de las creencias ligadas a la intolerancia y a la violencia implican
Conclusiones el trabajo en la escuelas promoviendo esquemas que permitan aprender a tolerar
la incertidumbre y a construir la propia identidad sin necesidad de establecerla
Como hemos visto, en las escuelas de la muestra con que se trabajó existe un contra los que se perciben diferentes (Díaz-Aguado et al., 2004). Del mismo
porcentaje alto de actos violentos que hemos caracterizado como “hostigamien- modo, la comprensión de la contextualización histórica de los diferentes grupos
to” y que en la bibliografía sobre el tema son categorizados como trasgresiones e sociales ayuda a desarrollar la tolerancia, a partir del reconocimiento de la des-
incivilidades y un porcentaje menor de actos caracterizados como “violencias pro- igualdad de oportunidades propias y ajenas.
piamente dichas”. Por ende, la prevención de la violencia en el medio escolar debe insertarse en
Por otra parte, el porcentaje de alumnos que acuerdan con estereotipos discri- una perspectiva más amplia, que incluya el análisis de los procesos históricos y
minatorios de grupos sociales en general es muy alto (sólo el 12% no acuerdan sociales que han llevado a las situaciones actuales, así como el valor del respeto
con los estereotipos planteados o expresan un acuerdo muy bajo respecto a ellos). a los derechos humanos y la aceptación de la dimensión social en el proceso de
Sin embargo, hay que destacar que existen a este respecto variaciones importan- construcción de la realidad. Estos aprendizajes sólo pueden llevarse a cabo con

134 135
éxito en el marco de una escuela que cumpla con los aspectos que hemos seña- • Elías N. (1987) El proceso de la civilización. Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas.
lado que están presentes en el clima social de las escuelas continentes: democra- México: Fondo de Cultura Económica.
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138
LA DIVERSIDAD DE LA DISCRIMINACIÓN - Formas de poder y
regulación social frente a los inmigrantes de países vecinos

Sergio Caggiano - Seudónimo: Elmar

Indice de contenidos
•Introducción
•Raza y racismo
· Inmigrantes y racismo en Argentina
•Diferencia cultural y fundamentalismo
· Inmigrantes y fundamentalismo cultural en Argentina
• Restricción de la ciudadanía
· Inmigrantes y ciudadanía restringida en Argentina
•Formas de regulación social, relaciones de poder y desigualdad
•Bibliografía

Resumen

El presente trabajo trata sobre el racismo, el fundamentalismo cultural y la restricción


de ciudadanía en la Argentina. Más precisamente, sobre el modo en que estos meca-
nismos de regulación social y ejercicio de poder afectan a los inmigrantes provenientes
de países vecinos. Se propone que dichos mecanismos tienen lógicas y efectos propios
y pueden ser entendidos como operaciones alternativas y eventualmente complemen-
tarias. Es decir que “racismo”, “fundamentalismo cultural” y “restricción de ciudadanía”
no son tomados aquí como nombres diferentes de un mismo fenómeno ni de fenóme-
nos ligados entre sí por relaciones de simple sustitución, de causa-efecto, etc.. Son con-
ceptos que refieren a mecanismos específicos de regulación y ejercicio de poder que
nos permiten desplegar múltiples aspectos de la discriminación contra los inmigrantes
y mostrar el entramado complejo que esta supone. Atender a la especificidad de estos
mecanismos es el primer paso para comprender las formas en que se articulan y retro-
alimentan entre sí favoreciendo la persistencia de desigualdades sociales.
El material empírico en que estas reflexiones se apoyan resulta de investigaciones
concluidas y en curso acerca de las migraciones contemporáneas a la Argentina, en
141
particular de la migración procedente de Bolivia, y acerca de la relevancia que tienen inmigrantes que entre nativos. En el caso particular de los bolivianos, en las áreas urba-
las representaciones y los marcos interpretativos “nativos” como componente nodal del nas los hombres trabajan en la construcción y en el comercio y las mujeres en el comer-
contexto de recepción. cio y, en menor medida, en el servicio doméstico; hay también un porcentaje importan-
te que se inserta en la industria (mayormente en aquella de uso intensivo de mano de
obra, como la industria textil). En áreas rurales y periurbanas hombres y mujeres se
Introducción
dedican a la explotación de azúcar, tabaco, vid, y a la horti y floricultura. En términos
generales, la inserción de los bolivianos incluye condiciones de sobreexplotación (jor-
Como mecanismos específicos de regulación recortan respectivamente un territorio
nadas laborales de entre 12 y 16 horas, salarios bajos en términos absolutos y relati-
subordinado, segregado y clandestino para los migrantes.
vos, falta de seguridad) y la imposibilidad de acceder al sistema de seguridad y previ-
El racismo, el fundamentalismo cultural y la restricción de la ciudadanía han sido
sión social y al amparo de algunas leyes laborales2.
tomados desde ciertas perspectivas como correspondientes a momentos históricos par-
ticulares. Otras veces se ha pensado que cada mecanismo sería apropiado para enten-
der las relaciones de poder respecto de un grupo social determinado o respecto de otro.
Raza y racismo
En ocasiones, por último, han sido vistos como si uno de ellos pudiera ser la causa y los
restantes o uno de los restantes su consecuencia. Lo que me propongo mostrar en este
Desde mediados de siglo XX, luego de un siglo de gestación y afianzamiento, y tras
trabajo es, en primer lugar, que se trata de tres mecanismos alternativos y, como seña-
las que habrían sido sus décadas de apogeo, el racismo no ha dejado de ser criticado.
lé, eventualmente complementarios; en segundo lugar, que los tres están vigentes en
La derrota del nazismo, los procesos de descolonización, la consolidación del movimien-
la Argentina actual (acaso en muchas sociedades occidentales contemporáneas), no
to negro en los Estados Unidos y el ascenso de la resistencia que terminaría con el apar-
obstante pudieran ser identificados momentos y condiciones de gestación específicos
theid en Sudáfrica fueron algunos de los fenómenos más trascendentes mundialmente
para cada uno; en tercer lugar, que pueden recaer todos sobre un mismo grupo o sec-
que debilitaron y amenazaron con poner fin a los comportamientos y las políticas racis-
tor (aunque sus propios efectos provoquen distinciones entre aquellos sobre quienes se
tas y con las teorías que los sustentaban.
aplica); finalmente, que en su carácter de mecanismos de regulación social los tres pue-
Tempranamente el concepto antropológico de “cultura” fue clave en el desarrollo de
den ser considerados en cierto sentido como equivalentes (y no como parte de relacio-
uno de los contrapuntos teóricos (y políticos) de “raza” y, como efecto de la contrapo-
nes desniveladas del tipo causa-efecto, antecedente-consecuente, etc.).
sición y de la distinción mutua, fue definiendo a lo largo del tiempo contornos carac-
En los tres apartados siguientes presentaré cada uno de los mecanismos exponiendo
terísticos de esta noción. Desde principios del siglo XX uno de los rasgos principales de
primero, de manera sucinta, algunos de los aspectos conceptuales más relevantes para
la crítica antropológica del racismo estuvo dado por la separación de dos dimensiones
mi planteo y analizando luego situaciones concretas en que estos mecanismos operan,
o niveles de análisis: el de la existencia física biológica de las razas y el de la cultura
a partir de materiales empíricos sobre inmigración desde países vecinos1(en particular
como espacio en que tendrían lugar los fenómenos de discriminación y prejuicio.
Bolivia) a la Argentina. Luego de ello plantearé algunas proposiciones conclusivas pro-
En Race, language and culture, refiriéndose a “la mezcla de tipos raciales”, Franz Boas
curando integrar varios de los puntos abordados. El objetivo central del trabajo es des-
instaló dicha distinción desde la primera página del texto: “(s)i queremos seguir una acti-
plegar los múltiples aspectos de la discriminación contra los inmigrantes y mostrar el
tud razonable, es necesario separar claramente los aspectos biológicos y psicológicos de
entramado complejo que esta supone. En términos teóricos, partiendo de diferentes
las implicaciones sociales y económicas del problema” (Boas, 1966: 3), con lo cual man-
perspectivas que asumen el carácter polimórfico y productivo de las relaciones de poder
tenía, en términos generales, la misma separación que en un texto editado por primera
(Foucault, 1990 y 1994; Elias, 1999 y 2000), intento una aproximación a la forma con-
vez en 1911 lo llevaba tanto a aceptar medios eugenésicos para combatir las “tenden-
creta y a la especificidad de cada uno de estos mecanismos.
cias patológicas hereditarias” (Boas, 1965: 237) como, en cambio, a señalar a propósi-
Por último, dado que ninguna regulación social se da en el vacío sino sobre personas,
to del racismo en los Estados Unidos que “los rasgos del American Negro eran adecua-
grupos o sectores sociales concretos, vale recordar así sea muy sucintamente algunos
datos sobre las condiciones de inserción socioeconómica de los inmigrantes proceden-
2- Análisis e interpretaciones en torno a estos datos puede consultarse en Mugarza (1985), Sassone (1988 y 1995), Benencia y
tes de Bolivia y de otros países vecinos en la Argentina contemporánea. La mayor parte Karasik (1994), Benencia y Gazzotti (1995), Benencia (1997), Almandoz (1997), Archenti y Ringuelet (1997), Karasik y Benencia
de los inmigrantes se encuentra en situación de subempleo, su ingreso medio es alre- (1998-1999), Grimson (2000), Sala (2000), Halpern (2006). En cuanto a los aspectos socioculturales de la inmigración contem-
poránea limítrofe y de Perú a la Argentina, han sido estudiados los procesos de discriminación más o menos formalizados en el
dedor de un 30% menor que el de la fuerza laboral nativa y generalmente ocupan
discurso de la vida cotidiana, en los medios de comunicación masiva y en instituciones del Estado (Grimson, 1999; Casaravilla,
puestos de trabajo de baja calificación. El número de hogares cuyos integrantes pre- 1999; Margulis, Mario et al. 1999; Caggiano, 2005; Halpern, op. cit.), las respuestas y estrategias de inserción desplegadas por
sentan necesidades básicas insatisfechas (NBI) es aproximadamente el doble entre los inmigrantes o las diversas negociaciones que pueden darse en contextos de interculturalidad (Giorgis, 1998; Karasik, 1994;
Grimson, op. cit.; Karasik, 2000; Domenech, 2004 y 2005; Caggiano, op. cit.; Ortiz, 2007; Benencia, 2007), así como la organi-
1- Con países “vecinos” aludo tanto a la inmigración desde países limítrofes como a la que se da desde Perú. zación de grupos en torno a la lucha por los derechos de los inmigrantes (Pereyra, 2001; Grimson y Jelin, 2006; Jelin et al., 2006).
142 143
damente explicados sobre la base de su historia y status social” (Boas, op. cit.: 240). Vale apuntar que la aparición y el alcance de este y otros textos8 en la misma dirección
“Raza e Historia” de Lévi-Strauss constituye otro momento destacado del desarrollo deben entenderse en el marco general de las muchas, muy avaladas y abundantemen-
de estos contrapuntos. En el primer apartado de este texto, llamado precisamente te financiadas investigaciones científicas que parecen colocar a la biología y la genéti-
“Raza y cultura”, Lévi-Strauss repone a su modo la referida separación. De hecho indi- ca como referencia última para explicar la vida humana (considérese, por ejemplo, el
ca que “el pecado original de la Antropología” consistiría en “la confusión entre la Proyecto Genoma Humano y su repercusión mundial).
noción puramente biológica de raza […] y las producciones sociológicas y psicológicas Hablar de la persistencia del objeto no significa hablar de la persistencia de las razas
de las culturas humanas”, para luego agregar que la diversidad intelectual, estética y en tanto fundamento del racismo sino de la persistencia del racismo como fenómeno
sociológica se distingue de la diversidad biológica por dos características. “Primero, se social que apunta a postular las razas. En última instancia se trata de la persistencia
sitúa en otro orden de magnitud. Hay muchas más culturas humanas que razas huma- de la racialización que, en tanto proceso cognitivo y valorativo sostenido por y soste-
nas, ya que unas se cuentan por millares y las otras por unidades […] En segundo lugar, nedor de relaciones de poder, construye el “dato” biológico de la existencia de las razas
al contrario de la diversidad entre las razas (que presenta como principal interés el de que da sustento al racismo.
su origen histórico y de su distribución en el espacio) la diversidad entre las culturas Ante la diseminación de conceptos y categorías en todos estos años de críticas y de
supone innúmeros problemas, pues se puede preguntar si ella constituye una ventaja defensas, señalaré dos aspectos como criterio para considerar a una práctica o un dis-
o un inconveniente para la humanidad” (Lévi-Strauss, 1976: 329). curso discriminatorio como racista: 1) una referencia inmanentista al cuerpo y a los tra-
Visto a la distancia es evidente que en este tipo de argumentaciones lo que se pone zos físicos de un “otro” social, 2) que funciona como explicación de sus valores y capa-
en cuestión es la desigualdad entre las razas (y la pretensión de explicar la desigual- cidades socioculturales, morales y éticas. Con base en esta definición, podemos ver que
dad en términos raciales) y no la existencia misma de las razas, lo cual implica una en algunas de las formas que adquiere el trato a los inmigrantes bolivianos en
importante y básica limitación de estas críticas. Como señalara Guillaumin (1992; Argentina es central la vigencia del racismo.
2002), la insistencia en mostrar una separación entre el hecho físico biológico de la
“raza” y las características sociales y psicológicas atribuidas a los grupos y a los miem- Inmigrantes y racismo en Argentina
bros de esos grupos cometía el error central de dejar intacta la supuesta realidad de la
existencia física biológica de las razas3. En los dos fragmentos de entrevistas que presento a continuación9 los entrevistados
Ahora bien, la persistencia de las críticas da cuenta de la persistencia de su objeto. argentinos se refieren a trabajadores bolivianos, a su desempeño laboral y a las condi-
Respecto de los comportamientos y prácticas racistas, los organismos internacionales no ciones en que éste se desarrolla, así como a la relación que esto tendría con un preten-
sólo no han cesado de advertirlos sino que en los últimos años han subrayado su vigen- dido “carácter boliviano”:
cia y gravedad. La Conferencia de Durban de 2001 y sus encuentros preparatorios subra-
yaron la actualidad y la escala global del racismo y la discriminación racial4. “A mí me llamaba la atención la dentadura perfecta, perfecta de todos. Él (un inmigrante boli-
viano que había contratado como albañil) me decía que él no sabía lo que era un dentista; me
Conclusiones en el mismo sentido fueron producidas en un taller posterior organizado dice «yo una sola vez, porque había tenido una infección en el pie con una chapa, me tuvieron
por la OHCHR en cooperación con UNESCO en París en febrero de 20035. Respecto de que coser». Le pregunté si le habían puesto anestesia para cocerle un pie. «No, no -me dice- así
la producción teórica e ideológica, numerosas intervenciones de los últimos años tien- como viene, señora». No son hombres de sufrimiento: no sufren el calor, el frío. Un día de febre-
ro que hacía como cuarenta grados y estaba arriba del techo de casa, ¿vos podés creer que no
den a reponer algunas de las viejas ilusiones del pensamiento racista o racialista6. Una traspiraba? Están totalmente ambientados al tema del clima, y con el frío les pasa lo mismo,
de las más impactantes entre ellas, el difundido libro The Bell Curve: Intelligence and están aclimatizados totalmente. Yo lo veía trabajando en el techo y le decía «Teodoro ¿te doy
Class Structure in American Life, publicado en 1994 por Richard Herrnstein y Charles agua fresca o Coca?». «Si no le molesta». Tienen una tranquilidad encima impresionante, para
caminar... Son todos iguales en eso, son muy tranquilos, son prolijos, muy prolijos, hasta estéti-
Murray, expone un argumento acerca de las supuestas capacidades intelectuales inna- camente ellos también...” (Gladys, 35 años, empleada estatal10)
tas que tendrían las “diferentes razas” y que determinarían las desigualdades sociales7.

8- Por su gran divulgación cabe mencionar como ejemplo el artículo del biólogo Armand Marie Leroi, del Imperial College in
3- Siguiendo esta dirección, Balibar realiza una revisión crítica de las declaraciones sobre la cuestión racial de la UNESCO de
London, publicado en marzo de 2005 por The New York Times, en el que desafiaba los enfoques académicos que tratan la raza
1950, 1951, 1964 y 1967 y de sus consecuencias epistemológicas, teóricas y políticas (Balibar, 2003a).
como construcción social sosteniendo la existencia de “evidencia” acerca de la posibilidad de identificar genéticamente las difer-
4- El nombre oficial de la reunión fue World Conference against Racism, Racial Discrimination, Xenophobia and Related
encias raciales. En parte como consecuencia de este artículo, el Social Science Research Council organizó un espacio en la web
Intolerance. Los textos del evento pueden ser consultados en el sitio en Internet de OHCHR (Office of the High Comissioner for
con una serie de ensayos cortos de investigadores con diversas perspectivas analíticas y disciplinares a propósito del tema y de
Human Rights), www.ohchr.org.
sus implicaciones políticas y sociales (www.ssrc.org).
5- Los aportes de expertos a este taller dieron lugar a una publicación especial de Naciones Unidas (VVAA., 2005).
9- El material corresponde al trabajo de campo realizado en el marco de una investigación sobre inmigrantes bolivianos, con-
6- Todorov distingue entre “racismo”, reservado para los comportamientos, y “racialismo”, entendido como doctrina (Todorov,
strucción de identidades sociales y discriminación, financiada por la Universidad Nacional de La Plata. Otros resultados de ese
2000: 115-116).
trabajo pueden verse en Caggiano (2005).
7- Para observaciones críticas sobre este libro, ver Smith (1999: 270) y Tilly (2000: 35 y ss.).
10- Los nombres utilizados son ficticios para proteger la intimidad de los entrevistados.
144 145
la potencia crítica del carácter abierto e históricamente variable de la “cultura” frente
“El boliviano es una persona noble y tranquila, que acepta la adversidad. Acepta los cambios a conceptos como “raza”. La “naturalización” del concepto y el énfasis en la idea de la
de clima, por ejemplo. Es una persona que si tiene que trabajar 14 horas (por día), trabaja, si
tienen que hacer una tarea y trabajar 14 ó 18 horas, no tiene problemas.” “particularidad” hicieron aparecer la cultura como una suerte de esencia determinista
(Oscar, 45 años, arquitecto) en teorías primordialistas sobre la “etnicidad” y el “grupo étnico” como la de van der
Berghe, por ejemplo, quien sostuvo la tesis sociobiológica de que la “etnicidad es una
Estas citas son suficientemente claras, incluso sin considerar la referencia a “la denta- extensión del parentesco” y propuso entender el nepotismo a partir de principios bio-
dura perfecta”. Las “virtudes morales” parecen desprenderse de (o más bien reducirse a) lógicos (van der Berghe, 1990: 257). Otros autores han analizado críticamente la natu-
la entereza frente a penosos regímenes de trabajo y a las inclemencias del tiempo (lo ralización de la cultura en estudios sobre nación y nacionalismo, como Handler al estu-
cual encubre las condiciones económicas, sociales y jurídicas que ayudarían a explicar diar el nacionalismo en Québec y señalar que los historiadores, etnólogos y folcloristas
esa misma “entereza”). Puede apreciarse una continuidad entre la resistencia física al nacionalistas partían de la creencia a priori en la existencia de la cultura para postu-
t r a b ajo y la nobleza de espíritu y la “tranquilidad”, generalmente asociada a la discipli- lar como consecuencia inevitable la existencia “de un grupo humano particular, la
na, a la aceptación de la adve rsidad y, por este camino, a la obediencia y el respeto. Los nación québécois” (Handler, 1988: 39). En cualquier caso, ¿cómo comprender concep-
entrevistados elogian el vigor y la fortaleza corporal de los inmigrantes bolivianos y los tualmente esta naturalización de “cultura” y su relación con “raza” y racismo?
interpretan como un atributo moral intrínseco de un modo de ser boliviano. Algunos cientistas sociales consideran que la cultura naturalizada o convertida en
La primera entrevistada es una empleadora circunstancial que ha contratado trabaja- esencia constituye en gran medida una versión travestida del racismo y llaman la aten-
dores inmigrantes. El arquitecto citado, por su parte, es propietario de una empresa de ción sobre los riesgos de repetir el racismo con la tranquilidad de conciencia de haber
construcción que cuenta con inmigrantes bolivianos y paraguayos entre sus obreros. La eludido el léxico racista: “cultura” se convertiría en un sucedáneo de “raza”, cumplien-
nobleza o la tranquilidad convertidas en rasgo consustancial de la fuerza física rebaja al do sus mismas funciones y limando algunas de sus aristas más desacreditadas. En esta
“otro”. La presentación de la resistencia corporal (al trabajo) como factor constitutivo de línea, Hund propone la noción de un “racismo sin razas” que sobreviviría “en diversas
un modo (noble) de ser, suaviza y convalida una jerarquía y una apropiación de ese cuer- combinaciones con argumentos culturales” (Hund, 2003: 12), Harrison habla de un
po y de su fuerza de trabajo. El racismo permite y legitima la explotación y configura “racismo posmoderno” (Harrison, 1995), Balibar del pasaje a un “«racismo diferencia-
una relación de dominación que da forma y contenido a las relaciones de clase. Aporta lista» que toma el relevo del «racismo biológico»” (Balibar, 2003b: 110) y Hall apunta
“una racionalización para las prerrogativas de clase naturalizando la inferioridad socioe- que es “más apropiado hablar no de «racismo» versus «diferencia cultural» sino de «dos
conómica de los desfavorecidos (para desarmarlos políticamente)” (Stolcke, 1995: 6). lógicas» del racismo” (Hall, 2003: 71). Estos autores ponen el énfasis en la sustitución
Esta mirada racista encuentra su lugar en espacios institucionales. En un trabajo o reemplazo que “cultura” hace de “raza” como núcleo de discursos discriminatorios y
sobre migración y salud en Buenos Aires y el Área Metropolitana de la Ciudad de legitimadores de desigualdades sociales. La medida para evaluar que estamos ante tal
Buenos Aires (AMBA), Jelin, Grimson y Zamberlin señalaron que entre los profesiona- sustitución o reemplazo es la clausura y la fijación del concepto de cultura, su mencio-
les del sistema público de salud existe respecto de los pacientes bolivianos “la creencia nada conversión en esencia determinante.
de que tienen mayor resistencia al dolor” (Jelin, Grimson y Zamberlin, 2006: 47). La cer- Desde un enfoque diferente, la esencialización de la cultura no es entendida como
tidumbre acerca de un umbral de dolor más alto confirma y complementa los prejui- una versión restaurada del racismo sino como un fenómeno particular que responde a
cios de las citas anteriores y llama la atención sobre las prácticas médicas que even- condiciones específicas, tiene sus propias implicaciones y da cuenta de un ordenamien-
tualmente puede llegar a justificar. En otro orden, son conocidas las detenciones poli- to específico de relaciones de poder que supone una lógica y una dinámica propias.
ciales de inmigrantes de países vecinos por “averiguación de identidad”, que no signi- Estudiando el rechazo a los inmigrantes que tiene lugar en la actualidad en algunos
fica otra cosa que “detención por portación de rostro”, como algunos organismos de países receptores, algunos analistas ponen el foco sobre la absolutización de las dife-
defensa de los Derechos Humanos han denunciado en varias oportunidades (CELS, rencias culturales y sobre la consideración de las mismas como inevitablemente anta-
2000, 2001). Aquí se verifica de otro modo la continuidad entre la percepción de unos gónicas y enfrentadas. En esta dirección, Verena Stolcke ha propuesto que el fundamen-
ciertos rasgos físicos y la atribución de (dis)valores morales o éticos. talismo cultural implica un modo de discriminación diferente del racismo. Ambas doc-
trinas neutralizarían clivajes sociopolíticos con raíces en una economía política especí-
fica, pero lo harían de manera singular. Si el racismo percibe al “otro” como inferior por
Diferencia cultural y fundamentalismo naturaleza, legitimando así su inferiorización socioeconómica, el fundamentalismo cul-
tural “legitima la exclusión de los forasteros, los extranjeros” (Stolcke, 1995: 6). El fun-
El derrotero seguido por el concepto de “cultura” en antropología ha sido por demás damentalismo se apoya en el discurso culturalista y la idea de las diferencias esencia-
intrincado y errático. A los fines de este trabajo interesa subrayar el debilitamiento de les insuperables y va más allá de él al postular que tales “diferencias esenciales” son

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hostiles entre sí y mutuamente destructivas. Dado que el ser humano es considerado el valor dado por las parturientas a la placenta, la negativa de muchas de ellas frente a
etnocéntrico por definición, “las culturas diferentes deben mantenerse apartadas por la cesárea, el rechazo a las extracciones de sangre, el pudor de las mujeres para desve s-
su propio bien” (ibidem). tirse y para que las revisen, algunas vestimentas “inadecuadas” y los hábitos de higiene.
En esta perspectiva “cultura” comparte con “raza” la condición “naturalizada” o esen- El momento de la atención y la relación entre médicos y enfermeros, por un lado, y
cializada. Pero más allá de esta base común, lo que se ponen de relieve son diferencias pacientes inmigrantes, por otro, está cargado de tensiones que resultan de las “diferen-
y discontinuidades entre dos modos de ejercicio del poder y de justificación de las des- cias culturales” que los profesionales encuentran en estos sujetos extraños, distintos.
igualdades. El racismo designa grupos y los ordena jerárquicamente, establece un arri- Un segundo ejemplo está dado por la insistencia de los profesionales de la salud acer-
ba y un abajo, mientras que el fundamentalismo cultural organiza sobre un plano ca de las dificultades en la comunicación interpersonal con los/as inmigrantes y la
“territorios” permitidos y exclusiones, estipula un adentro y un afuera. En palabras de adjudicación a estos/as últimos/as de la responsabilidad por las mismas. Manifiestan,
Stolcke, “en vez de ordenar las distintas culturas jerárquicamente, el fundamentalismo por ejemplo, que la comunicación con pacientes bolivianos y bolivianas presenta incon-
cultural las segrega espacialmente, cada cultura en su lugar” (ibidem: 9). venientes por el lenguaje y la forma de expresión de los/as pacientes (no por el len-
Convergentemente, Kenan Malik muestra que las primeras teorías raciales surgidas guaje y la forma de expresión de los/as médicos/as) así como por su incomprensión
en la sociedad victoriana proveyeron legitimidad a la desigualdad y fundamentaron la de los tratamientos y de las indicaciones correspondientes. El problema supera, por lo
idea de una jerarquía social, justificando la superioridad de la clase gobernante. No fue demás, los límites de la salud y se presenta en ámbitos y circunstancias de interacción
el contacto con el otro no europeo el que generó el concepto de “raza”. “Un aspecto de todo tipo. Las maestras suelen señalar la “tonadita” que escapa a la norma de lec-
crucial de la emergencia de la noción de raza fue que refería no tanto a diferencias tura en un aula de clases, el cliente de un comercio atendido por un inmigrante puede
entre poblaciones territorialmente distintas como a diferencias en (“within”) una socie- quejarse porque el tuteo indiscriminado faltaría el debido respeto a las distancias
dad particular. Lo que nosotros consideraríamos ahora ser distinciones sociales o de sociales, etc. El “hablar bajo” y el “no hablar”, por otra parte, constituye para muchos
clase fueron vistas como raciales” (Malik, 1996: 81). En cambio, el discurso de la par- argentinos, sobre todo de la región central del país, un rasgo asociado al “modo de ser”
ticularidad cultural supone una “discriminación horizontalizada”. El fundamentalismo boliviano, a la “timidez”, a la introversión (el ser “muy para adentro”) y al hecho de “ser
cultural trabaja sobre la idea de un reparto fijo de culturas y una definición de fronte- cerrados” ante la sociedad “receptora”.
ras infranqueables y peligrosas: la amenaza está en sus atravesamientos. Los medios masivos de comunicación suelen ser también claros exponentes del fun-
Resumidamente, de un lado tenemos la espacialización vertical del racismo que orga- damentalismo cultural. Por poner un ejemplo notorio, unos años atrás la por entonces
niza la jerarquía interna a una sociedad, del otro, la espacialización horizontal del fun- popular publicación semanal La Primera sostenía en un informe especial sobre inmigra-
damentalismo cultural que delinea la separación y exclusión (potencialmente mutuas) ción que “(e)n los barrios donde se instalan (los migrantes), los porteños se convierten
de sociedades cerradas y de “sus culturas”11. en extranjeros. Los expulsan de su propia ciudad el mal olor, la basura y las peleas
callejeras”. Más adelante, y luego de presentar “textualmente” opiniones de rechazo a
Inmigrantes y fundamentalismo cultural en Argentina los inmigrantes de parte de “vecinos”, el informe continuaba con declaraciones simila-
res: “Como en Perú: cebiche en las calles [...] pescado crudo sazonado con limón, ají,
La discriminación a inmigrantes procedentes de Bolivia y de otros países vecinos suele cebolla y perejil [...] Como los peruanos comen parados, parte de la comida cae sobre
presentar en Argentina las características del fundamentalismo cultural. Volviendo a la la vereda”12(resaltados míos).
atención en salud de los inmigrantes bolivianos en los hospitales de Buenos Aires y el El fundamentalismo cultural da forma a las situaciones anteriores indicando el carác-
AMBA, uno de los problemas fundamentales para los profesionales parece estar dado ter radicalmente ajeno de aquellos a quienes, por esa razón, es preciso excluir o man-
por las diferencias culturales y por los obstáculos que estas diferencias implicarían para tener fuera. Dicha ajenidad está dada, en el campo de la salud, por prácticas y creen-
la atención. De acuerdo con Jelin, Grimson y Zamberlin (op. cit.), médicos y enfermeros cias que pondrían en riesgo la vida y que no sólo implicarían un peligro sanitario sino
consideran que ciertas prácticas culturales y conductas de los inmigrantes bolivianos también la inseguridad de la confusión. La comunicación fallida, es decir, los obstácu-
son riesgosas o poco seguras para la salud, o bien inciden negativamente sobre la aten- los y malentendidos que sus propias incapacidades provocarían, los expulsa del nivel
ción. Las más destacadas de estas prácticas son la posición en cuclillas para el parto, básico sin el cual no parece posible la convivencia y nos invita a la conclusión de que
son ellos mismos quienes se cierran ante “nosotros”. Éstas, de igual modo que las que
11-Es posible reconocer una discusión acerca de cuál sería el mecanismo predominante de regulación social. Según Stolcke, por
ejemplo, el fundamentalismo cultural sería el modo prioritario en que se produce el rechazo de los inmigrantes “extracomunitar- reseñan los medios de comunicación (como el “pescado crudo”), constituyen prácticas
ios” en la Europa de fin de siglo XX y principios del XXI y cuando describe el funcionamiento del racismo lo hace generalmente culturales cuya extrañeza irrumpe violentamente en nuestro entorno, prácticas incon-
en tiempo pretérito. Para Balibar, en cambio, “en nuestra experiencia del mundo contemporáneo el racismo es más insistente
mensurablemente diferentes y hostiles a las “nuestras”. Por eso los “vecinos” de La
que nunca” (Balibar, 2004: 23) y su resistencia lo convierte tal vez en el problema antropológico central. No me detendré en
esta discrepancia puesto que intento mostrar que el racismo y el fundamentalismo cultural pueden ser entendidos como dos
lógicas o dos dinámicas de opresión específicas que conviven en nuestras sociedades y pueden incluso complementarse. 12-“Invasión Silenciosa”, en La Primera de la semana, 4 de abril de 2000, núm. 3.
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Primera reaccionan y se sienten invadidos, recordándonos que las categorías de sepa- no. Dicho carácter “siempre crítico” implica la apertura constante de la ciudadanía en
ración son simétricas y que en cualquier momento podemos ser nosotros los extranje- tanto campo de luchas (no sólo en tanto objeto de lucha), que resulta a su vez de una
ros ¡hasta en nuestro propio barrio! dinámica constitutiva del concepto. En palabras de van Gunsteren, “debe mantenerse
siempre una tensión entre la teoría (la idea) y las instituciones en las cuales ella es
encarnada parcialmente. Esta tensión sólo puede ser sostenida mientras que la teoría
Restricción de la ciudadanía de la ciudadanía se mantenga como parte de (el movimiento hacia) una teoría políti-
ca comprensiva” (van Gunsteren, op. cit.: 27).
Es indudable que el racismo y el fundamentalismo cultural generan restricciones en “Productividad” de esta tensión y de la movilidad del horizonte de la ciudadanía sig-
la garantía formal y en el ejercicio de la ciudadanía de quienes los sufren, pero no es nifica, entonces, que las luchas por derechos (y su conquista, su otorgamiento o su
este el punto que trata este apartado. No examino el impacto del racismo y del funda- denegación) construyen sujetos (y vale añadir que no lo hacen de una vez y para siem-
mentalismo cultural en el goce de derechos. Quisiera abordar esta problemática desde pre sino que dicha construcción se renueva). No se trata meramente del “añadido” de
un costado distinto: el de la restricción de ciudadanía como factor que produce, que problemas ya definidos y/o de actores sociales ya definidos. Se trata de la definición
genera él mismo sujetos sociales y políticos. Al entender que la dinámica de las luchas misma de problemas y de sujetos sociales. Asimismo, y puesto que “la ciudadanía no
en torno de la ciudadanía produce actores sociales y políticos, entiendo que la restric- es simplemente un status legal (sino) también una identidad, la expresión de una per-
ción de la ciudadanía ocupa un lugar en cierto grado homólogo al racismo y al funda- tenencia a una comunidad política” (Kymlicka y Norman, 1997: 27), las categorías
mentalismo cultural en tanto que mecanismo de regulación social. En pocas palabras, identitarias están en juego también en los conflictos en torno a la ciudadanía. En pocas
si el racismo construye y valida jerarquías y el fundamentalismo cultural conforma terri- palabras, en torno de la “ciudadanía” se extiende el campo de “las luchas acerca de
torios de inclusión y exclusión, la restricción de la ciudadanía como mecanismo de quiénes podrán decir qué en el proceso de definir cuáles son los problemas comunes y
regulación social configura un régimen de ilegalismos. Es un componente básico en lo cómo serán abordados” (Jelin, 1996: 116).
que Foucault llamara la “economía general” o la “estrategia legal de los ilegalismos” El carácter productivo de la tensión constitutiva de la ciudadanía y de su horizonte
(Foucault, 1989: 278). dinámico puede ser visto también desde el revés de la trama. La denegación de la
No crea algo inferior en una escala “arriba-abajo”, ni algo segregado en un esquema documentación personal, las resistencias formales jurídicas o administrativas al goce
“dentro-fuera”; crea algo incluido como excluido, un sujeto que resulta de la operación de determinados derechos y las prácticas consuetudinarias que dotan de un sentido
de inclusión por medio de la exclusión (Agamben, 1998). Estamos ante la figura del restrictivo a las reglamentaciones también producen subjetividades, aunque no preci-
abandonado en el sentido particular en que Agamben recupera y utiliza el término samente sujetos de derecho, también otorgan status, si bien no el status de ciudada-
“bando”: “(e)l que ha sido puesto en bando no queda sencillamente fuera de la ley ni no y, por lo anterior, también definen pertenencias, aunque en este caso desviadas,
es indiferente a ésta, sino que es abandonado por ella, es decir que queda expuesto y malogradas, negadas. Podría decirse que la restricción de la ciudadanía produce una
en peligro en el umbral en que vida y derecho, exterior e interior se confunden” ciudadanía restringida, que no es lo mismo que una ciudadanía incompleta o una ciu-
(Agamben, op. cit.: 44). Dando lugar al espacio cuasi paradójico de confusión del inte- dadanía de segunda (Bendix, 1974; Reis, 1996; López Jiménez, 1997) ya que no refie-
rior y el exterior, la restricción de la ciudadanía no responde a la lógica “adentro o afue- re (o no solamente) a un estado degradado o inacabado que puede o debe mejorarse.
ra” sino a la lógica “adentro y afuera”. En términos foucaultianos, la producción de ile- “Ciudadanía restringida” refiere a un estado que en nuestras sociedades forma parte
galismos se da dentro de un sistema social y es dentro de ese sistema que tales ilega- del proceso general de ciudadanización. La restricción de la ciudadanía que pesa sobre
lismos operan como amenaza y como justificación del control. Aquellos sobre quienes algunos sirve para confirmar la legitimidad del lugar social de otros; la figura de los
recae la restricción de la ciudadanía son el afuera del adentro y recuerdan a los demás incluidos como excluidos reafirma la pertenencia de los incluidos sin más.
ese afuera al encarnarlo.
Entre los múltiples y variados enfoques sobre ciudadanía13, constituye una referencia Inmigrantes y ciudadanía restringida en Argentina
insustituible la perspectiva de van Gunsteren, de acuerdo con la cual “ciudadanía es un
concepto esencialmente contestatario porque el ejercicio de la ciudadanía es siempre Para encontrar un ejemplo de la restricción de la ciudadanía como mecanismo de
crítico de la definición institucional dominante de ciudadanía” (van Gunsteren, 1978: regulación social podemos remitirnos una vez más a la problemática de la atención en
28) Este punto de vista supone el doble movimiento de profundización y expansión de salud de los inmigrantes. En un trabajo realizado en la provincia de Jujuy verificamos
la ciudadanía (Jelin, 1996), es decir, la ampliación que incluye nuevas materias y nue- entre los profesionales del servicio público de salud la existencia de concepciones y
vos problemas, y la incorporación de más y más sectores sociales al status de ciudada- prácticas de rechazo que no se estructuran predominantemente en torno a “diferencias
culturales”, como en los casos de Buenos Aires y el AMBA citados anteriormente. La
13- Para una revisión de la producción teórica contemporánea, ver Kymlicka y Norman (1997) y también Mouffe (1999).
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controversia se da aquí mayormente en torno al derecho que los inmigrantes bolivia- Hospital indicó que la paciente fue atendida durante un lapso de cuatro días.
nos tendrían o no de recibir atención14.Ciertamente la nueva Ley Nacional de Entretanto se habría solicitado la regularización de su situación legal puesto que la
Migraciones, votada en diciembre de 2003 y promulgada en enero de 2004, estable- mujer no tendría documento de identidad. Como eso no sucedió (no era posible que
ce positivamente que todas las personas independientemente de su nacionalidad y de sucediera en ese breve período de tiempo), se dispuso el alta. De acuerdo con la
contar o no con documentación argentina tienen derecho a recibir atención médica en Directora del Hospital, en aquel momento la paciente continuaba “bajo control a tra-
forma totalmente gratuita en todo el territorio argentino. Pero las definiciones legales vés de Consultorio Externo”17.
son siempre interpretadas y aplicadas en situaciones concretas y es allí donde aquella Por otra parte, la responsabilidad por las irregularidades documentarias no puede ser
controversia se desenvuelve. imputada a los propios inmigrantes. Algunas investigaciones han mostrado cómo los
Una de las médicas entrevistadas en nuestro trabajo de campo, después de indicar trámites y requisitos necesarios para conseguir la documentación personal en la
que el Consulado Boliviano no respondía a sus pedidos de ayuda económica para aten- Argentina pueden convertirse en verdaderos dispositivos de producción de ilegalidad
der a los inmigrantes, contó esta breve historia: (Casaravilla, 1999; Karasik, 2005)18.
Por lo demás, debe señalarse que tales dispositivos no se aplican únicamente a quie-
“...Después vino otra mujer boliviana con un niño tuberculoso, que no había mucho que hacer, nes “ya son” extranjeros o siquiera a quienes “ya son” nacionales de algún estado. En
porque estaba dañado, también se pidió ayuda al Consulado, de ese niño se pidió llevarlo direc-
tamente a Bolivia y se lo dejó en Bolivia para que siga en su país digamos [...] En la ambulan- noviembre de 2003 el Congreso Nacional sancionó la ley 25.819, por la cual se pro-
cia se lo llevó hasta La Quiaca15 y de La Quiaca a Bolivia y que se haga cargo su país.” (Nora, movía y facilitaba por el plazo de un año la inscripción de nacimientos de niños hasta
47 años, médica pediatra en un hospital público de San Salvador de Jujuy) diez años de edad que no hubieran sido inscriptos hasta entonces y la adjudicación del
correspondiente DNI. Dado que en la Argentina rige el principio de ius solis, la ley invo-
En el relato el tema es vinculado a una cuestión de jurisdicciones y el inmigrante lucraba a todo niño nacido en el país, cualquiera fuese la nacionalidad de sus padres.
parece no estar incluido en ninguna, o ninguna jurisdicción parece ser la suya. El niño En mayo de 2004 la Pastoral Migratoria de la Prelatura de Humahuaca de la iglesia
es trasladado y dejado precisamente en la frontera. Se le niega la atención, lo que sig- católica presentó al Defensor del Pueblo de la provincia un “Informe de personas indo-
nifica que no es considerado como un sujeto de derechos y lo que significa, asimismo, cumentadas” en los departamentos de Yavi y Santa Catalina, en la frontera con Bolivia.
que no pertenece a esta comunidad. El niño y su madre “están ahí”, y otros niños y El informe denunciaba la existencia de más de quinientas personas indocumentadas
otras madres en este y otros relatos “están ahí” también. Pero no son ciudadanos, o tie- (sobre una población aproximada de 20.000 habitantes), entre niños y adultos, y acu-
nen una ciudadanía restringida: sus pedidos pueden ser desestimados, su atención saba a la dirección del Registro Civil provincial de aplicar la citada ley nacional agre-
aplazada, sus cuerpos dejados (abandonados) en la frontera16. gando normas “discriminatorias”, como exigir que el trámite se efectuara en los regis-
La solicitud de Documento Nacional de Identidad (DNI) como requisito para la aten- tros cabecera de departamento en vez de en el registro más cercano (tal como estable-
ción se convierte en uno de los instrumentos privilegiados que dan forma a una ten- cía la ley), encareciendo el proceso de manera considerable. De acuerdo con los denun-
dencia general restrictiva y de control. En junio de 2004, por ejemplo, la Comisión de ciantes, las trabas afectaban a niños pobres de las zonas rurales, hijos de padres boli-
Derechos Humanos de la ciudad de San Salvador elevó una nota a la Dirección del vianos tanto como de argentinos, y en cualquier caso con derecho a ser reconocidos
Hospital Pablo Soria, el principal hospital público de la ciudad, pidiendo por la aten- como argentinos por haber nacido en el territorio del país19.
ción de una paciente con cáncer de cuello de útero a quien se habría dado de alta aún El caso presentado por la médica pediatra, la interpretación y aplicación sesgada de
no encontrándose en condiciones para ello. La nota mencionaba posibles motivos de las leyes y el proceso de selección social mediante la (in)documentación ilustran cada
discriminación en la decisión del alta. En su respuesta a esta nota, la Directora del
17- Médicos y directores de hospitales y centros de salud sostienen que los pacientes pueden acceder al servicio aun sin contar
con el documento, pero en estos casos se da aviso a las autoridades de la Dirección Nacional de Migraciones para que interven-
14- Recupero aquí parte del análisis desarrollado en Abel y Caggiano (2006). ga. Puesto que en febrero de 2004 el gobierno nacional dispuso suspender las expulsiones de todos los extranjeros provenientes
15- La ciudad argentina de mayor tamaño en la frontera jujeña con Bolivia. de los países limítrofes que pudieran encontrarse en situación documentaria irregular, puede darse entonces el inicio de la
16- Karasik ha mostrado en un análisis sobre las restricciones en la atención de partos de mujeres bolivianas en el hospital de tramitación de la documentación legal o la prórroga de permisos de estadía. Sin embargo, en tanto la deportación fue una
La Quiaca la complejidad del problema que el nacimiento de niños de madres extranjeras supone para el sistema público de alternativa hasta hace no mucho tiempo, la sola derivación a la Dirección de Migraciones y el temor que ello genera suele oca-
salud jujeño. La autora señala que las mujeres bolivianas aparecen en estos casos como “peligrosas productoras de ciudadanos sionar la interrupción de la atención o el tratamiento. Tanto los hospitales como los puestos de salud asumen la tarea de “detec-
[...] ya que tener hijos nacidos en la Argentina permite a los padres obtener la regularización de la residencia”, y señala los tar” (esta es la palabra que utilizan los profesionales) inmigrantes indocumentados y efectuar la denuncia ante la Dirección de
intrincados hilos en juego en las políticas y prácticas que intentan limitar ese “peligro”. “La demonización de una de las cosas Migraciones.
que pueden hacer las mujeres (parir hijos) expresa paradigmáticamente el interés por disociar lo deseable de los migrantes, 18- No obstante estas condiciones comenzaron a modificarse a partir de la promulgación de la nueva Ley Migratoria (ley
como de todo trabajador en el capitalismo: su fuerza de trabajo, separándolo de la persona en la que está corporizado” (Karasik, 25.871) de finales de 2003 (y de un conjunto de reglamentaciones asociadas), aún resta resolver una serie de problemas prácti-
2005: 198). En estos casos es fundamental la cuestión de género. A partir de la figura de la “embarazada boliviana que cruza cos acerca de cómo volver efectivas muchas de sus garantías formales.
la frontera”, en otro lugar (Caggiano, 2007) trabajo en torno a las representaciones de “la mujer” como garante o, en este caso, 19- El hecho suscitó un complejo conflicto institucional que involucró a la Pastoral Migratoria, al Defensor del Pueblo y al
como amenaza, de la integridad nacional y, consecuentemente, como “elemento” a ser controlado a fin de asegurar la reproduc- Registro Civil, y además a la Secretaría de Derechos Humanos provincial y a organismos de derechos humanos de Buenos Aires,
ción de la comunidad nacional/racial. entre otros actores (Caggiano, 2006).
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uno a su manera el lugar de aquellos a quienes un derecho puede serles negado, sus- tas heterogéneas en ellos mismos. Esto implica advertir que, al menos en un plano teó-
pendido o reducido. Aquellos que son incluidos por medio de la exclusión no son el rico, cualquiera de los tres mecanismos contiene “otra cara” (que quizá sea, además, la
resultado de un “mal funcionamiento del sistema” y no dejan de ser producidos cons- que les facilita su pregnancia y aceptación social). Esta otra cara constituye su reverso
tantemente en el seno de nuestras sociedades. El régimen de los ilegalismos (que es necesario, en el sentido de que funciona a la vez como su condición de posibilidad y
más sutil y más amplio que el de la ilegalidad) genera pliegues internos a la sociedad como su referencia negada, enfrentada o rechazada.
que nos recuerdan persistentemente el reverso de la ciudadanía, el reverso de los dere- El reverso necesario del racismo es cierta forma del universalismo: aquella que toma
chos y de la pertenencia. como dato de base la unidad de la especie. Todorov entiende como punto de partida
del “racialismo” la Histoire Naturelle de Bufón, de la que destaca que “(e)n la base de
la construcción se encuentra la unidad del género humano” y también el hecho de que
Formas de regulación social, relaciones de poder y desigualdad “(s)e observa que esta afirmación de la unidad va acompañada por un sentido agudo
de las jerarquías” (Todorov, 2000: 122). Es decir que la jerarquización de las razas se
En torno a la inmigración contemporánea en la Argentina comprobamos la vigencia sostiene sobre la aceptación de esa igualdad elemental de lo humano como tal. Como
de los tres mecanismos de regulación social. Existe racismo en un sentido estricto: el Malik indica, la ideología racial emerge en la tensión entre la creencia moderna en la
cuerpo de los inmigrantes es puesto en primer plano y sus atributos morales aparecen igualdad humana fundamental y los obstáculos y límites para su realización, puestos
atados a sus rasgos físicos, sobre todo a su capacidad y resistencia frente al trabajo o de manifiesto por la persistencia de la jerarquía y la desigualdad. “Antes de que el con-
frente al dolor, en cualquier caso justificando relaciones de sometimiento. Por su parte, cepto moderno de raza se desenvolviera, los conceptos modernos de igualdad y huma-
el fundamentalismo cultural se manifiesta en los casos en que la diversidad es asumi- nidad se habían desenvuelto también. La diferencia y la desigualdad racial sólo pudie-
da como un dato fijo y como justificación de un apartamiento. Esencializadas, las dife- ron tener sentido en un mundo en el cual era aceptada la posibilidad de la igualdad
rencias en las prácticas sanitarias, comunicacionales o alimenticias amenazan “nuestra social y la humanidad común” (Malik, op. cit.: 42).
integridad” e introducen el peligro de la disgregación. La restricción de la ciudadanía, El fundamentalismo cultural, a su vez, resulta de una conversión de la lógica de la
por último, opera allí donde se ponen trabas (normas legales o subterfugios administra- diferencia, o más precisamente de una detención de su dinámica deconstructiva. La
tivos) al acceso de los inmigrantes a derechos, empezando por el derecho a la identidad lógica deconstructiva de la diferencia supone que no hay un núcleo o un origen donde
jurídica garantizada por la documentación personal, y produce una suerte de existencia remitir el sentido de lo social y, por ello, que no hay una sustancia última donde anclar
negada para determinados actores sociales, deslegitimándolos e ilegalizándolos. definitivamente la definición de grupos o sociedades humanas, el establecimiento de
Estos mecanismos de regulación organizan y justifican relaciones de poder y formas sus contornos y sus límites. La lógica de la diferencia desafía cualquier criterio cerrado
de desigualdad. La racialización de las relaciones sociales y el racismo instituyen una de identidad. Suponer entonces que una distribución “x” de culturas es “la distribución”
percepción a partir de la cual “reconocer” a un “inferior” y naturalizar la inferiorización, implica abandonar o detener los efectos destotalizadores de la lógica de la diferencia.
es decir, una percepción enseñada/aprendida que coloca a su objeto en una posición El antiesencialismo se interrumpe así en una determinada clasificación de grupos y
subordinada en la escala humana y racionaliza, así, su explotación y la apropiación de tiende, a partir de allí, a “balcanizar la cultura” (Fraser, 1997: 247). Reificar las diferen-
su cuerpo. El fundamentalismo cultural instaura una dinámica de exclusión de aque- cias y considerarlas perniciosas es lo que conduce al fundamentalismo.
llos que no pertenecen por hábitos, costumbres, valores, etc. Es decir, promueve la La contracara o reverso constitutivo de la restricción de la ciudadanía, por fin, es jus-
“detección” de aquellos que no forman parte, que están fuera y que deben permane- tamente el carácter productivo de la ciudadanía que subrayé anteriormente. La capa-
cer ahí, presentándolos como la encarnación de una diferencia reificada y perjudicial. cidad de producir ciudadanías restringidas, sesgadas o negadas y de producir los ilega-
La restricción de la ciudadanía establece la clandestinización de aquellos que, como lismos como margen interno de la sociedad resulta de invertir la capacidad que las
consecuencia de dicha clandestinización, pasan a formar parte de nuestra sociedad en luchas por ciudadanía tienen de ampliar el horizonte de la imaginación política. “La
el lugar de la ilegitimidad, la infracción y el abandono y que, a su vez, desde allí, cons- división entre lo legítimo y lo ilegítimo (…) se sustrae a la certeza, a partir del momen-
tituyen para todos la advertencia acerca del lado oscuro de la ley. El inferior, el diferen- to en que nadie puede ocupar el lugar del gran juez” (Lefort, 1987: 40). Ahora bien, en
te amenazante y el desviado aparecen y se sostienen por efecto de cada una de estas ausencia de una distinción de estamentos inapelable y en ausencia de la ocupación
formas de regulación social. definitiva del lugar del gran juez, el juego de la construcción de subjetividades socia-
Al distinguir estas tres operaciones generales como lógicas específicas de regulación les y políticas se abre radicalmente, y la apertura radical puede dar lugar a ciudadaní-
social procuré mostrar que cada una involucra un efecto de espacialización singular as ampliadas pero también a ciudadanías restringidas.
(arriba-abajo, adentro o afuera, adentro y afuera). Una segunda vía para entender la Se trata de la jerarquización del género humano como una suerte de perversión del
especificidad de cada uno de estos tres mecanismos generales conlleva reconocer face- universalismo, de la fijación (y rechazo) del “otro” como perversión de la lógica de la

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diferencia y de la restricción de la ciudadanía del “otro interno” como perversión de la Bibiografía
potencia de ampliación y profundización de la política democrática. Si bien los rever-
sos constitutivos de los mecanismos de regulación requieren ser comprendidos de • Abel, Lidia y Caggiano, Sergio. 2006. “Enfermedades de Estado(s). Los inmigrantes y el acceso
a la salud en una provincia de frontera, en Elizabeth Jelin (dir.) et al., Salud y migración regional:
manera particular en cada caso concreto, resulta útil hacer mención de ellos, al menos Ciudadanía, discriminación y comunicación intercultural. Buenos Aires: IDES.
en este plano teórico, para seguir pensando aperturas hacia un horizonte universalista
y antiesencialista, basado en formas instituyentes de la política. • Agamben, Giorgio. 1998. Homo Sacer. El poder soberano y la nuda vida. Valencia: Pre-textos.
Por último, las tres lógicas de regulación social pueden trabajar imbricadamente y • Almandoz, María Gabriela. 1997. “Inmigración limítrofe en Tandil: chilenos y bolivianos en los
cabe sugerir que puede ser habitual que lo hagan. Más allá del predominio de una o años noventa”, en Estudios Migratorios Latinoamericanos, Año 12, n° 37, Buenos Aires.
de otra en situaciones determinadas, las tres pueden coexistir y complementarse poten-
• Archenti, Adriana y Ringuelet, Roberto. 1997. “Mundo de trabajo y mundo de vida: Migración,
ciando sus efectos. La diversidad de la discriminación hacia trabajadores inmigrantes ocupación e identidaden el ámbito rural”, en Papeles de Trabajo, n° 6, Rosario.
bolivianos y de otros países vecinos en la Argentina da muestras claras de esta coexis-
tencia. No resulta una tarea sencilla determinar cuál es el tipo de articulación concre- • Balibar, Etienne. 2003a. “La construction du racisme”, adaptación al francés de la presentación
al encuentro Rassismer I Europa – kontinuität och förändring, ABF-huset, Estocolmo (Suecia), bajo
ta que pueda darse entre estos mecanismos. Sólo diré que una buena puerta de entra- el título: “Racism Revisited – Sources, relevance and aporias of a modern concept” (noviembre de
da para este problema es interrogarse acerca de qué sectores, grupos o actores socia- 2003), mimeo.
les se benefician del funcionamiento de los mismos. Porque los de abajo, los de afue-
__________ 2003b. “Un nouvel antisémitisme?”, en Wiener zeitschrift zur geschichte der neuzeit,
ra y los clandestinos existen en relación con los de arriba, los de adentro y los lícitos. 3, Jg., pp. 109-113.
El racismo, el fundamentalismo cultural y la restricción de ciudadanía sostienen un
estado de cosas que indudablemente beneficia a sectores del poder económico empre- __________ 2004. “Différence, altérité, exclusion. Trois catégories anthropologiques pour théori-
ser le racisme”, comunicación al Colloque International “Discriminations sociales et discrimina-
sarial que pueden contar con mano de obra abaratada y a sectores del poder político tions génétiques: enjeux présents et à venir”, Université Laval, Quebec, 30 y 31 de marzo, mimeo.
que pueden instrumentar políticas de policiamiento (Donzelot, 1979) y de control, e
incluso a miembros de sectores desfavorecidos que pueden encontrar en la figura de • Bendix, Reinhard. 1974. Estado Nacional y ciudadanía. Buenos Aires: Amorrortu editores.
los “otros” y en el maltrato que recae sobre esos “otros” una “explicación” para sus pro- • Benencia, Roberto. 1997. "De peones a patrones quinteros. Movilidad social de familias bolivia-
pias dificultades y una descarga para sus propias desgracias. Entender cómo actores nos en la periferia bonaerense", en Estudios migratorios latinoamericanos, núm. 35, Buenos Aires.
sociales distintos pueden coincidir en el común “beneficio” de estas operaciones de
__________ 2007. “Información y redes sociales en la conformación de mercados de trabajo. La
poder ayudaría en la tarea de comprender el modo de articulación de las mismas. migración en la horticultura periurbana de la Argentina”, en Oficios Terrestres, núm. 19.
Entender, a su vez, lo que estos mecanismos tienen en común y lo que tienen de espe-
cíficos puede aportar en la comprensión del sostenimiento de las desigualdades persis- • Benencia, Roberto y Gazzotti, Alejandro. 1995. “Migración limítrofe y empleo: precisiones e inte-
rrogantes”, en Estudios Migratorios Latinoamericanos, Año 10, n° 31, Buenos Aires.
tentes (Tilly, 2000: 75), en la medida en que son esos mecanismos los que ofrecen
“razones” para justificar la división social, asegurando la reproducción de las categorí- • Benencia, Roberto y Karasik, Gabriela. 1994. “Bolivianos en Buenos Aires: Aspectos de su inte-
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160 161
MIGRACIÓN Y RACISMO EN ARGENTINA
Virginia Martínez Bonora - Seudónimo: Emile

Indice de contenidos

• Migración y racismo en Argentina


· Inmigración, trabajo y colonización en el siglo XX
· Causas y consecuencias de la prohibición de trabajar

• El migrante laboral
· Racismo, inmigración y trabajo en Argentina
· Racismo y racialismo
· Aspectos generales de un nuevo racismo: un racismo sin razas
· El trabajo como valor
· Racismo, jerarquización y etnificación del mercado de trabajo.
· La especificidad del racismo en Argentina

• Conclusión

• Bibliografía

Resumen

Argentina fue uno de los principales destinos mundiales de la llamada “inmigración


de masas” (1870-1930), de tal manera que, para 1914, el 30% de su población era
extranjera. En aquel entonces, y por lo menos para las elites argentinas, inmigrante era
sinónimo de agente de civilización y fuerza de trabajo. Esta relación entre inmigración
y mano de obra ha ido variando a lo largo del siglo, sin nunca desaparecer el nexo
entre ambos conceptos. Este trabajo se propone dar cuenta de este proceso, describien-
do brevemente la normativa migratoria argentina en lo que se refiere específicamente
a la prohibición de trabajar que la misma impone sobre determinados inmigrantes,
observando cómo esta prohibición implica una forma particular de exclusión, condicio-
nada por un racismo implícito, que se inscribe como parte del proceso hegemónico de
construcción del Estado Nación Argentino. Se pretende, a través de este recorrido his-
tórico, desnaturalizar nociones que, con distintas intensidades, son y han sido parte del
sentido común. Por un lado, la creencia en una simbiosis indisoluble entre “población
162 163
y desarrollo”; por el otro, la naturalización de la categoría de “inmigrante ilegal” y la INMIGRACIÓN, TRABAJO Y COLONIZACIÓN EN EL SIGLO XX
prohibición de trabajar, adosada a su “ilegalidad”. Se espera, de esta forma, lograr un
acercamiento al proceso de categorización negativa del inmigrante limítrofe, proceso A partir de la década del ´50, aparecerán en Argentina dos problemáticas en torno
que, de manera simultánea, lo excluye como sujeto social mientras lo incluye al merca- a las cuales girará la política migratoria. Una será la real, aunque temporal, escasez de
do de trabajo - como un factor variable de la producción. mano de obra de carácter estacional en el interior del país (Marshall y Orlansky, 1983).
Esta específica necesidad de mano de obra fue resuelta a través de un decreto coyun-
MIGRACIÓN Y RACISMO EN ARGENTINA tural, el 13.721 de 1951, medida que dispuso, entre otras cuestiones, el estudio de la
“falta de braceros”, otorgando beneficios a los extranjeros de países vecinos que “acre-
“Es evidente que la posición del emigrante esta determinada no tanto por él mismo o su cultu- ditaren buena conducta y hayan trabajado en el mismo obraje por un lapso no inferior
ra como por la estructura de la situación en que se encuentra. Bajo el modo de producción
capitalista, dicha estructura es creada por la relación del capital con el trabajo en su operación de un año”. También creó una comisión que debía estudiar “los problemas emergentes
espacial y temporal particular, es decir, en la estructura del mercado de trabajo. La gente se por la falta de braceros en el interior de la República”. Este decreto fue derogado por
puede mudar por razones religiosas, políticas, económicas o de otra índole; pero las migracio- el 4418 de 1965; a partir de entonces y por mucho tiempo más la eventual “falta de
nes de los siglos XX y XIX se debieron en gran medida a razones de trabajo; fueron movimien-
tos de los portadores de la fuerza de trabajo” braceros” será resuelta gracias a la categoría de “trabajadores de temporada”, contra-
Eric Wolf “Europa y la gente sin historia “ (2005:437) tados colectivamente y con el egreso del país –una vez finalizada la relación laboral
temporal- asegurado en la normativa. Estos trabajadores de temporada son, dadas las
La migración es un tema central de nuestro tiempo. Todos los años, cientos de miles características de residencia transitoria que le son impuestas, de origen limítrofe.
de mujeres y de hombres de todo el mundo abandonan sus lugares de origen y cruzan
las fronteras nacionales en busca de una mejor situación socioeconómica para ellos y La otra cuestión será la reactivación de las políticas de colonización del país con inmi-
sus familiares. La migración internacional puede llegar a ser, en el mejor de los casos, grantes agricultores, enfáticamente de origen europeo. Población, inmigración euro-
una experiencia positiva y enriquecedora para el migrante. Sin embargo, esto constitu- pea, colonización, serán términos centrales en la normativa, sobre todo después del
ye más bien una excepción en los procesos migratorios contemporáneos: la mayoría de cese del proceso inmigratorio proveniente del viejo continente. En este periodo, algu-
los inmigrantes son trabajadores que están incluidos en el mercado de trabajo del país nos de los flujos tradicionales hacia Argentina, como los provenientes de Italia y de
receptor en condiciones de vida y empleo deficientes. Se puede especular con la idea España, habían ya establecido redes migratorias hacia otros destinos europeos, como
de que sus condiciones de empleo, aunque precarias, sean mejores que las de su país Francia y Alemania, o transoceánicos, como Australia o Venezuela, haciéndose eviden-
de origen, pero también se puede afirmar que son muy inferiores a las de los naciona- te que el ciclo de la inmigración europea había llegado a su fin (Devoto, 2003). Que
les del país al que han emigrado. A pesar de las normas internacionales que protegen el plan de colonización de la ley 817 de 1876 hubiera fracasado –dado que las colo-
a los migrantes, sus derechos laborales se ven con harta frecuencia menoscabados, nias no podían competir ni con las grandes estancias ni con los latifundios– y que las
especialmente si han inmigrado de manera “irregular”. corrientes migratorias europeas hubieran cesado, sin ningún indicio que sugiriera que
el fenómeno de la “inmigración de masas” a América se pudiera repetir, constituyen
El presente trabajo se propone dar cuenta de esta problemática, desde un enfoque dos factores que hacen difícil entender las razones que inspiraron a las nuevas políti-
dirigido específicamente hacia el Estado (sobre su conceptualización, ver Boron 2004). cas de fomento de inmigración europea.
Para esto se describirá y analizara brevemente la normativa migratoria argentina de la
segunda mitad del siglo XX e inicios del siglo XXI, en lo que respecta a la prohibición En 1954, durante la presidencia de Perón, se firmó la Ley general de Colonización,
de trabajar que rige y ha regido en este periodo sobre determinados inmigrantes. La 14392. La misma establecía, en su artículo 36, que el organismo encargado de su apli-
segunda parte de este trabajo tiene como objetivo mostrar cómo, siendo el trabajo un cación “colaborará con las autoridades nacionales en la selección por aptitud profesio-
valor central dentro de la sociedad capitalista (Castel, 1997, 1999), establecer en la nal de corrientes migratorias rurales con destino a tierras de colonización”. Cuatro años
normativa que ciertos extranjeros tengan prohibido vender su fuerza de trabajo, ade- mas tarde, durante la presidencia de Aramburu, se creó una Comisión de Colonización
más de negarles un factor determinante en la configuración de su identidad social, con Inmigrantes mediante el Decreto Ley 416. Entre sus objetivos, estaba el de “coor-
constituye una forma particular de exclusión, condicionada por un racismo implícito, dinar la acción estatal a fines de impulsar planes de colonización (...) tendiente al esta-
que se inscribe como parte del proceso hegemónico (Williams, 1980) de creación y blecimiento de colonias agropecuarias con inmigrantes”. Ninguno de estos dos decre-
recreación del Estado nación argentino. tos hacía referencia al origen de estos inmigrantes. Sin embargo, en la normativa de
los años que siguieron, se hará referencia explícita a los inmigrantes de origen euro-
peo. Así en 1961, durante la presidencia de Frondizi, se sancionó el decreto 326, el que

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aprobó el convenio según el cual se proponía el establecimiento de un centro de recep- ésta es la “insuficiencia normativa por la cual el inmigrante ilegal goza en la Argentina
ción, entrenamiento y colocación de familias agrícolas inmigrantes en Choele Choel, prácticamente de los mismos derechos, libertades y garantías que las leyes reconocen al
Río Negro. El objeto de este proyecto piloto era “aprovechar la capacidad profesional habitante de derecho. Esta situación que crea una irritante desigualdad en favor del ile -
de los agricultores europeos mediante su adaptación a las condiciones locales, radicán- gal, explica el escaso interés que susciten en este ultimo los sistemas de ´regulariza -
dolos en regiones rurales a fin de cumplir trabajos especializados que no resulten en ción´ cuyos beneficios no pueden apreciar”(...) “resulta por lo tanto necesario modificar
competencia con el trabajo nacional”. Además establecía consideraciones relativas a las condiciones de atractividad que el país ofrece hoy al residente ilegal, impidiéndole
“aportar soluciones al trascendental problema de las migraciones rurales europeas” el acceso al trabajo remunerado y estableciendo un mecanismo idóneo para reprimir las
señalándose que “en el espacio económico argentino, [es necesario] adicionar elemen- infracciones”.
tos activos en las programaciones regionales de desarrollo agro económicos para la
prosperidad nacional”. Si tenemos en cuenta que durante la presidencia de facto de Ongania, existía una
importante concentración demográfica de migrantes –internos y limítrofes- en el
Con Guido en el gobierno se firmarán dos decretos: uno es el 9015 de 1962, según AMBA (INDEC, 1996, 1997), concentración más visible aún por su localización en las
el cual se crearían consejerías de inmigración en las embajadas de la República noveles “villas miseria”; y si a esto le sumamos una política de Estado orientada a limi-
Argentina en Italia “y demás países europeos”. Entre las funciones de estas consejerí- tar los derechos de los trabajadores y cercenar las posibilidades de acción de la lucha
as estaría la de “promover corrientes migratorias necesarias al desarrollo económico del obrera, no sería tan arriesgado pensar que posiblemente, en la mente de los “legisla-
país”. El otro decreto, el 1829 de 1963, creó delegaciones de inmigración en el exterior dores” –el ministro de economía- este “aluvión” de inmigrantes limítrofes constituía un
con sede en “Roma, Madrid y demás lugares europeos que se determinen ulteriormen- “peligro” en términos económicos. Cuando Krieger Vasena habla de una “considerable
te por el Poder Ejecutivo, teniendo en cuenta las necesidades de la política y los pla- inmigración ilegal”, es difícil saber con qué datos materiales sustenta esta afirmación;
nes inmigratorios, así como los convenios internacionales sobre la materia.” En ese ya que si hay algo que es casi imposible calcular, es el volumen de la inmigración ile-
mismo año fue firmado el decreto 4805, el cual establecía el régimen de “admisión, gal. La información que posee la DNM registra la radicación legal pero no la canti-
permanencia y expulsión de extranjeros”; creándose así la categoría de ilegal, tanto por dad precisa de extranjeros que traspasan la frontera argentina como migrantes tempo-
ingreso como por permanencia –en su articulo sexto – la que será causa suficiente para rarios (Benencia y Gazzotti, 1995). Tal vez, esa “considerable inmigración ilegal” respon -
la expulsión del territorio nacional –artículo séptimo diera más bien a la percepción del “legislador” –posiblemente influenciada por la visi -
bilidad demográfica- de que esos inmigrantes –claramente “no dignos” de regulariza -
En el segundo decreto reglamentario de la ley 817, firmado durante la presidencia de ción legal- abusaban de la “hospitalidad nacional” apropiándose de un “privilegio” –ya
Illia, el 4418 de 1965, observamos que se prohibe “ejercer tareas remuneradas o lucra- no un derecho- que, para este ministro, debía ser privativo de los “nacionales”.
tivas” a los turistas, pasajeros en transito, transito vecinal fronterizo, enfermos bajo tra-
tamiento médico y familiares de éstos. En este mismo decreto, leemos que uno de los En 1970, durante la presidencia de facto de Roberto Levingston, se firmó el decreto
deberes de la DNM es el de “seleccionar y encauzar las corrientes migratorias, salva - 46, según el cual se debía “encarar un programa de crecimiento demográfico a fin de
guardando la salud moral y económica de la República” y “orientar la inmigración dotar al país de una población más numerosa, estable y regionalmente equilibrada,
hacia las áreas que se destinen a colonización”. Ese mismo año se firma el decreto mediante (...) la inmigración y su radicación”, “impulsar la inmigración con carácter
5144, el cual crea una comisión interministerial, en jurisdicción del Ministerio del selectivo, procurando mantener la actual composición étnica de la población y tenien -
Interior e integrada por representantes de los ministerios de Interior, Relaciones do en cuenta los requerimientos del desarrollo y la seguridad”, “promover la radicación
Exteriores, Defensa, Trabajo, Acción Social, Salud, Educación y Justicia, SIDE, de población nativa en zona de frontera” y “promover la adecuada integración social de
Gendarmería, Prefectura y Registro Nacional de las Personas, que “estudiará los proble - los grupos marginales”.
mas emergentes de la afluencia al país y permanencia en él de personas provenientes
de países limítrofes”. En 1977, bajo el gobierno de facto de Videla, se firmó otro decreto que –al igual que
el más arriba señalado- fijaba objetivos y políticas nacionales de población. El mismo
Dos años más tarde, durante la presidencia de Ongania, se firmó la ley proponía incrementar la inmigración con un “mínimo de selección” que asegurara “con -
17.294, titulada “Inmigración clandestina; prohibición de emplear o dar alojamiento en diciones de salud y características culturales que permitan su integración en la sociedad
hoteles, etc. a quienes no acrediten su residencia legal”. La nota que acompañó al pro- argentina (...) facilitando la integración con grupos nativos y evitando la formación de
yecto de esta ley fue firmada por el entonces ministro de economía Krieger Vasena, colectividades cerradas”, “atraer la inmigración de contingentes calificados”, “facilitar el
donde aludiéndose a una “considerable inmigración ilegal” se aduce que la causa de ingreso de migrantes con capital” y “organizar un régimen de ingreso que permita la

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adecuada selección y encauzamiento de los inmigrantes de países limítrofes”. Sobre este También prohibe trabajar a las mismas categorías de inmigrantes del decreto regla-
decreto –3839- hizo referencia el General retirado Remigio Azcona, Director Nacional mentario precedente.
de Migraciones, durante las Jornadas de estudio sobre inmigración de 1981 (Secretaría La constante invocación a la “promoción de la inmigración” desaparece con la última
de Cultura de la Nación, 1984). Allí argumentó que: “la política inmigratoria debe ser ley sancionada en diciembre de 2003, la 25871, cuyo proyecto fue presentado por el
la aplicación gradual y orientación selectiva. (...) la orientación selectiva no es una pos - presidente del partido socialista Ruben Giustiniani. De hecho, en esta sólo se estable-
tura prejuiciosa sino un componente de esa política gradual y equilibrada, orientada cen como objetivos poblacionales “contribuir al logro de las políticas demográficas (...)
por planes y programas concretos (...) en primer lugar porque se trata no sólo de selec - respecto a la magnitud, tasa de crecimiento y distribución geográfica de la población
cionar en función del componente étnico-cultural”. del país”; y “contribuir al enriquecimiento y fortalecimiento del tejido cultural y social
del país”.
Más tarde, el Decreto Ley 22.439 de 1981 prohibirá trabajar a residentes transitorios,
a “ilegales” por ingreso e “ilegales” por permanencia. El mismo fue seguido por la nota En relación a lo estrictamente laboral, esta ley tiene como objetivos “promover la
que acompañó al proyecto, según la cual se “toma en cuenta, en forma especial, el inserción e integración laboral de los inmigrantes que residan en forma legal” así como
fomento de la inmigración puesto que, por imperativo constitucional, al Gobierno [adoptar] “todas las medidas necesarias y efectivas para eliminar la contratación labo -
Federal le compete la promoción de la inmigración. (...)la inmigración, útil y beneficio - ral en el territorio nacional de inmigrantes en situación irregular” Leemos entonces que
sa para el país, debe fomentarse y (...) ello debe hacerse de acuerdo con relación a aque - dentro de los fines de esta ley, se encuentra el de promover la inserción laboral del
llos extranjeros cuyas características culturales permitan su adecuada integración en la inmigrante legal; promover es un término ciertamente laxo cuando se lo incluye den-
sociedad argentina (...)”. Además, “limitando las posibilidades de trabajo a los extran - tro de una ley, además de insinuar cierta tercerización de la acción. Sin embargo, esta
jeros que hayan ingresado o permanezcan ilegalmente en el país, la ley contribuye al laxitud desaparece en la prohibición explicita de trabajar a ciertos extranjeros: los resi-
fomento de la permanencia de la inmigración valiosa”. dentes temporarios sólo podrán trabajar durante el periodo de permanencia autoriza-
da, los residentes transitorios y los “irregulares” no podrán trabajar “o realizar tareas
Esta ley, firmada durante el gobierno de facto del auto denominado “Proceso de remuneradas o lucrativas, ya sea por cuenta propia o ajena, con o sin relación de
Reorganización Nacional”, fue reglamentada por el primer gobierno democrático pos- dependencia”. Si tenemos en cuenta el compromiso manifiesto de la Ley 25.871 en
terior a la dictadura. Este decreto, el 1434 de 1987, prohibía trabajar a residentes tran- cuanto a la protección de los Derechos Humanos consagrados en los tratados interna-
sitorios –salvo autorización de la DNM- y a los “ilegales” por ingreso y permanencia. En cionales firmados por la Argentina (Bonora, 2007), podemos pensar que estamos fren-
el mismo, el fomento de la inmigración se reduce a un solo artículo, el cuarto, según el te a una suerte de contradicción: ¿si el trabajo es un derecho, por qué esta prohibido
cual “el Ministerio del Interior elaborara y ejecutara en el exterior, programas para la para ciertas categorías de extranjeros? Debemos reconocer que el derecho a la salud
promoción de la inmigración mediante la acción de las representaciones diplomáticas y y a la educación son respetados, como explícitamente se establece en los artículos 7º
consulados (...)” Un año después, y dado el carácter ciertamente restrictivo de este y 8º de la ley. Pero no ocurre lo mismo con el derecho al trabajo.
decreto con respecto al ingreso de inmigrantes sin trabajo, sin profesión “liberal” y sin
capital (art. 15, inc. f), se firma la Resolución Nº 700, de la DNM, la cual establecía Causas y consecuencias de la prohibición de trabajar
que “corresponde valorar la situación de aquellos inmigrantes originarios de los países
europeos, de los que han provenido mayoritariamente las corrientes inmigratorias que En síntesis, podemos observar que desde la normativa migratoria del siglo XX y prin-
han servido de base al crecimiento y desarrollo de nuestra nación, que con los países cipios del siglo XXI, la categoría de ilegal, a grandes rasgos, se adjudica a: aquellos que
aludidos nos unen lazos sanguíneos, similitud de costumbres, identidad de creencias, ingresan al territorio nacional sin control migratorio, aquellos que ingresan al territorio
razones de por sí valederas para considerarlos comprendidos en el régimen de excepcio - nacional por lugares no habilitados, aquellos inmigrantes a los que se les haya venci-
nes preceptuadas en el Art.15 inc.f del decreto 1434/87”. No es necesario ahondar do el plazo de permanencia autorizado, y aquellos que hayan entrado como turistas, y
mucho en el análisis: la situación a valorar era la de los inmigrantes europeos; y sola- permanezcan en el territorio más tiempo que el permitido. Todos estos “requisitos para
mente la de éstos. la ilegalidad” encajan perfectamente con los ingresos al país por tierra; es decir, inmi-
grantes limítrofes –el migrante de ultramar necesariamente ingresará por puertos con-
La misma ley fue nuevamente reglamentada mediante el decreto 1023 de 1994, que trolados por prefectura o por aeropuertos.
repite exactamente el mismo articulo cuarto del decreto 1434/87 acerca del fomento
de la inmigración, otorgándole al Ministerio del Interior la responsabilidad en la elabo- En cuanto a la prohibición de trabajar impuesta a determinados inmigrantes vemos
ración y ejecución de programas de promoción de la inmigración en el exterior. que: en el decreto reglamentario 4418/65, están inhabilitados para realizar tareas

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remunerativas por cuenta propia o en relación de dependencia, los turistas, los enfer- proporción relativamente alta con respecto a la población nativa (INDEC, 1996 y 1997).
mos bajo tratamiento médico y sus familiares directos, los pasajeros en transito y el b) Aumento notable de la proporción de inmigración limítrofe, en relación a los inmi-
transito vecinal fronterizo. La sanción de la ley 17294/67, tiene como único objeto pro- grantes europeos, llegando en la presente década a representar el 60% del total de la
hibir el trabajo –en cualquiera de sus formas- a ilegales o residentes temporarios. La ley población extranjera.
22439/81 mantiene la misma prohibición. En el decreto reglamentario 1434/87 se
le niega la residencia a inmigrantes sin capital propio. En el decreto 1023/94, se brin- 2- Los inmigrantes limítrofes ocupan, dentro del mercado de trabajo en relación de
da la posibilidad de otorgar residencia a extranjeros sin capital propio, pero con previo dependencia, “nichos” fuertemente estables: construcción, servicio doméstico, industria
contrato de trabajo celebrado por escrito; en ambos decretos se excluye al cuentapro- textil y mediería. Como señala la OIT (2004) la agricultura, la construcción, la fabrica-
pista. En este caso , el cuentapropista no debe interpretarse como aquel extranjero que ción en sweatshops, el servicio doméstico, y los servicios como hotelería, gastronomía
ingresa al país para establecer algún emprendimiento comercial –ya que en ese caso y turismo son, a nivel mundial, destino laboral de los migrantes. Vemos que muchas de
contaría con capital propio – sino aquel que ingresa al país para ofrecer, en venta, su estas ocupaciones son las mismas para los inmigrantes limítrofes en Argentina, y se
fuerza de trabajo. En la ley 25871/03, es el inmigrante ilegal el que tiene prohibido caracterizan por bajas remuneraciones, jornadas de trabajo intensivas e informalidad
trabajar ya sea por cuenta propia o en relación de dependencia; como señalamos arri- de la relación laboral (Bonora, 2007; Maguid, 1997; Marshall, 1977; Marshall y
ba, este inmigrante ilegal suele ser, con amplia frecuencia, limítrofe. Orlansky, 1983).

Si tenemos en cuenta la evolución demográfica de la inmigración de origen Entonces, y de acuerdo a la posible relación existente entre la concentración demo-
limítrofe en el país (INDEC, 1996, 1997) y el desarrollo histórico de la prohibición de gráfica de inmigrantes –en Capital Federal y Gran Buenos Aires- y la prohibición de
trabajar en la normativa migratoria, surgen dos posibles formas de entender esta últi- trabajar, es dable pensar que ante un contexto económico de desocupación, la afluen-
ma. Veamos sus premisas: cia de inmigrantes –limítrofes- podría ser considerada como un factor que agravaría
1- El porcentaje de inmigrantes limítrofes, en relación a la población total nativa, no este problema, por lo que el Estado “decidiría” restringir la oferta de mano de obra, pro-
es alto; de hecho, la proporción entre ambos índices se ha mostrado por demás esta- hibiendo trabajar a ciertas categorías de inmigrantes. Esto se haría, siguiendo esta
ble en todo el periodo para el cual existen registros censales. lógica, para lograr dos cosas: proteger a los trabajadores nativos de la “competencia
extranjera” , y al mismo tiempo justificar el desempleo al culpabilizar a los inmigran-
tes. Esta argumentación fue típica desde el discurso político, durante la década del
´90 (Casaravilla, 2000). No obstante, y como observamos anteriormente, la prohibi-
ción data desde bastante tiempo antes. De hecho, ya en el decreto 8972 de 1938 se
observa una relación explícita entre inmigración y desempleo. Se puede pensar, por
otro lado, en un segundo tipo de explicación, que sin contradecir ésta, podría ser apli-
cada a periodos históricos anteriores: la gran afluencia de inmigrantes al AMBA duran-
te la década del ´60, al producir un exceso de oferta de mano de obra, abarataría su
costo. Asimismo, la prohibición de trabajar a determinados inmigrantes, colocaría a
estos en una posición de tal desventaja y precariedad, que devendrían casi inevitable-
mente en mano de obra más barata aún en relación a la población nativa. Entonces,
la prohibición se habría instituido como una forma deliberada de abaratar la mano de
obra de determinados sectores del mercado de trabajo.

Debe señalarse que ninguna de estas posibles explicaciones presentadas puede ser
Cuadro 1- Elaboración propia a partir de datos de: INDEC, 1869-1991 / Censo Nacional de Población, Hogares y directamente desechada. La inmigración limítrofe no “produjo” un exceso en la oferta
Viviendas 2001. de mano de obra o una “competencia desleal” con el trabajador nativo por lo que no
afectó los índices de empleo. Pero en cambio, sí puede afirmarse que, durante los ´90
Al respecto, debe señalarse que ocurren a la par otros dos procesos: y principios del 2000, tanto el gobierno menemista como radical “explicaron” los
males del desempleo y la “inseguridad”, utilizando como chivo expiatorio a los inmi-
a) Concentración, a partir de la década del´60, de población migrante en el AMBA, en una grantes limítrofes. En este último sentido, las disposiciones del decreto 1023/94 bien

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pueden ser una “respuesta” a este “sentir general” o a una real convicción de que la prin- rías que unifican en un mismo “tipo” –limítrofe o europeo- poblaciones cuyos orígenes,
cipal causa de desempleo era la inmigración limítrofe. No tenemos forma de conocer las historias y características distintivas pueden ser completamente distintas. Así, “inmi-
verdaderas causas, pero la coincidencia temporal de las argumentaciones –desempleo, grante europeo” oculta en un único origen continental diferencias que marcaron, de
discurso xenófobo, reglamentación de la ley de migraciones- nos invita a pensar que pro- manera desigual, los destinos de miles de inmigrantes que arribaron a la Argentina
bablemente la respuesta este más cerca de los positivos resultados políticos que acarre- hacia el final del siglo XIX y principios del siglo XX. Otro tanto ocurre con “inmigrante
an la culpabilizacion de una minoría extranjera con pocas posibilidades de defensa. limítrofe”; término que comenzó a tener una mayor trascendencia a partir de la déca-
da del ´60, sobre todo originado en la percepción que tenían de los movimientos
Por otro lado, y en relación a la segunda explicación –la prohibición de trabajar ten- demográficos la clase dominante y la elite de poder (Miliband, 1987). Así, la diversi-
dría como origen el objetivo deliberado de generar una gran disponibilidad de mano dad de orígenes e identidades resultan borradas bajo el rótulo de “limítrofe”, negán-
de obra barata- es cierto que la existencia de la categoría de “ilegal”, sumada a la pro- dosele a los inmigrantes sus respectivas especificidades, y ni qué decir de sus propios
hibición de trabajar que recae sobre la misma, y sobre las demás categorías que tam- sentido de pertenencia. Como señala Balibar: “[inmigrado e inmigración] son categorí-
bién tienen vedada la actividad laboral, genera un colectivo altamente susceptible de as unificadoras y al mismo tiempo diferenciadoras. Asimilan a una situación o a un tipo
convertirse en “mano de obra barata” en condiciones de explotación y servidumbre. Sin único “poblaciones” cuya procedencia geográfica, cuyas historias (...) son completa-
embargo, esta población inmigrante “irregular”, vulnerable y fácilmente víctima de mente heterogéneas” (1991:339).
explotación laboral –a veces en condiciones cercanas a la esclavitud- es más bien un
consecuencia de la prohibición de trabajar que recae sobre ésta, antes que un objetivo Entonces, y con el objetivo de lograr una mayor especificidad, en este trabajo habla-
deliberado. La última parte de este trabajo tratará de encontrar una explicación a la remos del migrante laboral, concepto definido a partir de las siguientes características:
presencia de esta prohibición; sobre las consecuencias que ésta acarrea tratará el
siguiente apartado. El migrante laboral:

El migrante laboral 1. Migra para vender su fuerza de trabajo. No es cuentapropista, ya que carece de
capital de inversión y sólo subsiste a través de su alienación como trabajador (Marx
Por lo general, en las ciencias sociales se hace referencia al inmigrante según las con- [1932] 1993).
cepciones nativas de dicho término, las cuales pueden ser agrupadas de acuerdo a dos
criterios distintos: 2. Se encuentra en una condición proletaria dentro de la sociedad salarial (Castel,
1997). Esto es así porque, siendo este inmigrante un componente esencial del proceso
a) Según su origen geográfico: en Argentina, inmigrantes limítrofes o inmigrantes productivo, como mano de obra barata dentro de ciertos rubros económicos específi-
europeos. cos (ver: Cortes y Groisman, 2002; Maguid, 1997; Marshall, 1977; Marshall y Orlansky,
b) Según su condición legal ante el Estado receptor: inmigrantes legales/ilegales, 1983; Massey, 1997; Sala, 2000), se encuentra en una situación de exclusión del cuer-
inmigrantes documentados/indocumentados e inmigrantes regulares/irregulares. po social –exclusión que obra a través de discriminaciones oficiales (Castel, 1999)- lo
cual implica padecer las limitaciones que definen a la condición proletaria, sintetiza-
No obstante, debemos hacer una pequeña observación sobre el uso acrítico de estos bles en: una retribución mínima que sólo permite la reproducción de la fuerza de tra-
términos. El término inmigrante ilegal constituye una caracterización –nacida en bajo, y la ausencia de garantías legales dentro de la relación laboral, facilitada por la
Argentina con el decreto 1162 de 1949, y desde entonces siempre presente en la nor- dependencia de los trabajadores a una relación interindividual del contrato de traba-
mativa- con connotaciones negativas rápidamente relacionadas con la delincuencia y jo. La situación del migrante laboral no transcurre dentro de cualquier tipo de “socie-
por ende estigmatizantes. Sin embargo, el término ilegal –al menos dentro de las cien- dad” –de acuerdo a la forma que toman las relaciones del trabajo- sino específicamen-
cias sociales- suele ser reemplazado por los términos indocumentado e irregular (ver te dentro de la sociedad salarial –sociedad que sustrae al individuo no propietario de
OIT, 2004:12). A nuestro entender, los tres términos –ilegal, indocumentado, irregular- su condición proletaria, insertándolo en colectivos protectores, como el derecho labo-
asocian y caracterizan al inmigrante por la falta o posesión de cierto status “legal” fren- ral y la protección social (Castel, 1999). En dicha sociedad su ubicación es inferior en
te la nación receptora, definiéndolos así a partir de una incriminación. El último térmi- relación a las jerarquías existentes al interior del mercado de trabajo (Wolf, 1987) que
no, “inmigrante regular/irregular”, no es más que un eufemismo de los dos anteriores. depende principalmente (pero no solamente) de su condición “legal” ante el Estado
receptor. Es por esto que la condición proletaria dentro de la sociedad salarial marca
Por otro lado, los términos “inmigrante limítrofe” e “inmigrante europeo” son catego- una distinción y permite observar que, ni todos los productores de excedentes que ope-

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ran bajo relaciones capitalistas son “proletarios” (Wolf, 1987) –como nos señala la con- medio de progreso y civilización, sino que ni siquiera eran considerados como pobla-
ceptualización de la condición salarial- ni tampoco todos gozan de los “beneficios” de ción (Wright, 1998). Por otro lado, sólo la población importada (en palabras del
la sociedad salarial. Ministro del Interior de 1876) sería capaz de “salvar la crisis del país”, labrando la tie-
rra y “haciendo productivos nuestros desiertos”. Y por último, esta población importa-
3. Por último, y en relación al punto anterior, el migrante laboral –refiriéndonos siem- da debía ser europea. Este consenso de la elite de poder que constituyó parte de su
pre a la Argentina- esta fuera del status de asalariado. El proceso de consolidación de ideología, de su forma de pensar-crear el mundo, se materializó y objetivó en la norma-
ciertas desigualdades al interior del colectivo “inmigrantes” –en cuanto al acceso a tiva. De esta manera, la misma no sólo constituyó el pensamiento que la elite de poder
derechos sociales que son garantizados por el Estado a todos aquellos habitantes “legí- tenía sobre el mundo social, sino que ese pensamiento, que es acción, creó ese mundo
timos” de su territorio- que nos permite agrupar analíticamente a una porción impor- social al pensarlo. Más concretamente, el “inmigrante” fue tanto imaginado por esta
tante de estos dentro de la categoría “migrante laboral”, fue a la par del proceso his- elite –según vimos tanto con los legisladores de la 817 como con Alberdi y Sarmiento-
tórico de prohibición de trabajar a ciertos “tipos” de inmigrantes dentro de la normati- como elemento central de un proyecto de nación, como también fijado en su sentido,
va migratoria. Es justamente la prohibición de trabajar la que coloca a estos inmigran- construido como “todo extranjero jornalero, artesano, industrial, agricultor o profesor,
tes bajo una condición proletaria dentro de la sociedad salarial. que (...)llegase a la República para establecerse en ella, en buque de vapor o a vela
pagando pasaje de 2º o 3º clase (...)” a través del articulo 12 de la ley. Así, la ley se
constituyó como un acto performativo (Bourdieu, 2001) que creó al inmigrante tanto
RACISMO, INMIGRACIÓN Y TRABAJO EN ARGENTINA en su conceptualización como aquel extranjero europeo que de una u otra manera pro-
ducirá un cambio decisivo en el curso del “destino” de la nación al ser factor de progre-
Como señala Halperin Dongui (1998) en Argentina y durante todo el siglo XIX, la so y civilización, como en la materialización de dicha conceptualización al convertirlo
inmigración fue considerada el instrumento imprescindible para la formación de una en sujeto objeto de políticas estatales de constitución de una identidad nacional.
sociedad políticamente moderna. Los intelectuales argentinos decimonónicos que vie-
ron posibilitado el acceso a posiciones relevantes en la política luego de la desintegra- Ahora bien. La normativa que en este momento histórico es expresión y materializa-
ción del régimen rosista, vislumbraron la posibilidad de planificar una nueva sociedad ción de consenso al interior de la clase dominante, no es todavía dominación de
a través del aporte europeo (Devoto, 2003). Estado. Si el Estado, siguiendo a Weber ([1920] 1998), es comprendido como una
comunidad humana que reivindica con éxito el monopolio del uso legitimo de la vio-
Si nos detenemos en la normativa migratoria del siglo XIX, específicamente en la ley lencia física en un territorio determinado, éste no hará su aparición en Argentina hasta
817 de 1876 (que por razones de espacio no analizaremos; ver Bonora, 2007) la idea la sanción, en 1880, de las leyes nacionales que prohibirían la formación de cuerpos
de progreso (Bury, s/d; Harris, 1983; Lischetti, 1995; Palerm, 1982; Zeitlin, 1982), la militares en las provincias y que harían de Buenos Aires territorio federal (Botana,
identificación de la civilización con Europa, el rechazo –encubierto o explícito- al indí- 1977). Sí lo será años más tarde, pero no sólo como dominación, en su forma de vio-
gena, la percepción del territorio nacional como un desierto a poblar, la firme convic- lencia física y simbólica (Bourdieu, 1993) sino también como expresión y acción hege-
ción de que era la inmigración europea la que debía hacerlo; fueron cuestiones que for- mónica, con ciertos elementos –ideología del progreso europeo y su racismo concomi-
maron parte del “sentido común” de los intelectuales de gran parte del siglo XIX y tante (Harris, 1983; Todorov, 1991)- que seguirán activamente presentes durante el
comienzos del siglo XX (Alberdi, [1852] 1992; Ramos Mejía, [1899], Sarmiento 1999) siglo XX. Para la segunda mitad del siglo XX, observamos las mismas ideas, un tanto
y de un programa de gobierno conforme a los objetivos establecidos (Bonora, 2007). aggiornadas al contexto histórico, aunque no en demasía. Nos encontramos ahora ante
Estas cuestiones son, en un sentido específico, parte de la ideología (Williams, 1980) una normativa sancionada por un Estado Nación que consagra simbólicamente,
de la clase dominante, expresada en este caso por los diputados y senadores de la mediante su cristalización en el derecho, el estado de la relación de fuerzas entre los
Nación, ministros y políticos de peso e influencia; propiamente la elite de poder grupos y las clases (Bourdieu, 1991).
(Miliband, 1987).
Esta “recuperación”, como elemento residual, (Williams, 1980, 1994) del discurso
En este sentido, puede afirmarse que la ley 817 de 1876 constituyó la expresión de colonizador del siglo XIX aparece en paralelo al inicio del proceso de concentración
un consenso específico al interior de la elite de poder. Si sobre algo no había disiden- demográfica de migrantes –nativos y provenientes de países limítrofes- en la Capital
cias al interior de ésta, era sobre tres aspectos claves: por un lado tanto los aborígenes Federal y Gran Buenos Aires, y al cese de los ingresos migratorios europeos. También
–los “salvajes” en palabras de Alberdi y Sarmiento- como los otros habitantes de este observamos cómo, en diversos decretos se hace referencia a las “características étnicas”
territorio, los gauchos –mestizos- y los esclavos negros, no sólo no podían constituir un de la población nativa, no sólo como cultural y socialmente homogéneas, sino como

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cultural y socialmente equivalentes a la población europea que se pretende importar, y Ramos Mejía, cuya influencia en la construcción del estado nación argentino no fue
gracias a la cual –una vez más- el desarrollo y progreso de la nación, mediante el traba- menor. Era en estos pensadores claro y explícito el desprecio –que por razones de espa-
jo agrícola especializado de aquella, será posible. ¿Es un discurso anacrónico y desenca- cio no analizaremos; ver Bonora op. cit.- hacia aquellos otros, los indios salvajes, los
jado del contexto social en el que es expuesto? Seguramente. Pero también es un indi- esclavos negros, los asiáticos –imagen de éstos últimos probablemente creada a partir
cio que nos está diciendo mucho sobre la percepción que la elite de poder tiene sobre de la lectura de los principales teóricos racistas de Europa, como Le Bon y Renan- ya
aquella otra inmigración que, en oposición a la europea, no esta siendo nombrada. que, como insistentemente declaraba Alberdi, “gobernar es poblar, pero sin echar en
olvido que poblar puede ser apestar, embrutecer, esclavizar, según que la población
trasplantada o inmigrada, en vez de ser civilizada, sea atrasada, pobre, corrompida”.
Racismo y racialismo Porque –y esto era central en el racialismo decimonónico argentino - del origen racial
de la población dependía la civilización del territorio nacional. La inmigración europea
El racismo designa a un tipo de comportamiento, de orígenes históricos bastante era identificada con la civilización misma, o al menos como aquel sustrato sobre el cual
antiguos e imprecisos y cuya extensión probablemente sea universal. Esta forma de dicha civilización podía desarrollarse. Civilización, a su vez, entendida como opuesta al
comportamiento social está básicamente constituida por odio y desprecio dirigidos “primitivo”, al “bárbaro” –específicamente, a la barbarie encarnada por la confedera-
hacia lo que se instituye como “otros biológicos”. Pero como tal, no constituye una teo- ción rosista- o simplemente opuesta a lo no europeo.
ría, ni se justifica bajo argumentos provenientes del campo científico, ni se deja influen-
ciar tampoco por refutaciones que provengan de aquel campo. Es, básicamente, un Entonces, sostenemos que mientras el racismo del siglo XIX en Argentina se constitu-
racismo de sentido común, que se manifiesta como un comportamiento práctico sobre ye propiamente como racialismo, nos encontramos en la segunda mitad del siguiente
cierto aspecto de la configuración, en cuanto a su organización jerárquica, de los gru- siglo ante la desaparición del racialismo como doctrina, y de un racismo con caracte-
pos sociales. El racialismo, en cambio, es una ideología doctrinaria referente a las razas, rísticas, en cuanto a las formas de expresión e institucionalización, particularmente
nacida en la Europa occidental, cuyo periodo más importante abarca desde mediados diferentes.
del siglo XVIII hasta mediados del siglo XX. Sus postulados son:
Sin embargo, debemos tener presente que, si bien entre el racismo y el racialismo la
a) La existencia de las razas; es decir, de agrupamientos humanos cuyos miembros distancia la constituye la configuración, en el segundo, de un corpus especifico de
poseen características físicas comunes, las cuales son heredadas biológicamente, histó- saberes, articulados en una teoría especifica que lo instituye y justifica, esto no impli-
rica y geográficamente inmutables. ca que la ausencia de tal cuerpo de doctrinas signifique que el racismo, al menos en
b) Continuidad entre lo físico y lo moral: a la división del mundo en razas correspon- Argentina, se limite a un comportamiento racista “del hombre común” que no se origi-
dería una división del mundo en culturas. ne de ni lleve a políticas estatales concretas. El racismo de la Argentina contemporá-
c) El comportamiento del individuo dependería de su grupo racial. nea –cuya especificidad será tratada al final del presente trabajo- tiene sus raíces en
d) Para el racialismo, las razas humanas además de constituir entidades diferentes, el racialismo del siglo XIX y si bien tal cuerpo doctrinario carece de una teoría que lo
son superiores o inferiores, unas con respecto a otras, lo que implica que esta doctrina actualice en el presente, sus principios básicos siguen vigentes.
dispone de una jerarquía única de valores, generalmente etnocéntrica.
e) El racialista extrae de los primeros cuatro principios –que representan para el Aspectos generales de un nuevo racismo: un racismo sin razas
racialista una descripción del mundo, comprobaciones de hecho- un juicio moral y un
ideal político; el sometimiento o eliminación de las razas inferiores se justifican gracias ¿En qué sentido el racismo de esta nueva etapa puede ser diferenciado del racismo
a este saber acumulado. Es aquí cuando el racismo se reúne con el racialismo, y la teo- biologicista? Varios autores tratan el tema del racismo en su nueva configuración; en
ría da lugar a la práctica (Todorov, 1991). la presente investigación haremos referencia a los trabajos de Etienne Balibar (1991),
Immanuel Wallerstein (1991) y Eric Wolf (1987), para luego traspolar sus conclusiones
Como señalamos más arriba, el racialismo es una doctrina que se extiende desde el a la problemática del racismo en la Argentina.
siglo XVIII hasta la primer mitad del siglo XX; esto es válido también para su desarro-
llo en Argentina. El determinismo racial no era ajeno a la clase dominante de nuestro De acuerdo a Balibar (1991) el racismo se constituye como un fenómeno social total,
país (Bonora, 2007) y, por lo tanto, sobre sus principios estaba orientada la política inscripto en prácticas –como formas de violencia, de desprecio, de humillación y de
migratoria decimonónica. Esta manifestación particular de racismo nacional, concep- expoliación- discursos y representaciones que se articulan en torno a estigmas de la
tualizada como racialismo, tuvo sus propios intelectuales como Alberdi, Sarmiento y alteridad. En este sentido señalamos que el estigma, siguiendo a Goffman (1998) es

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cualquier atributo que un nosotros le adjudica a un otro y a partir del cual establece quica de determinadas culturas sobre otras –discurso históricamente denostado en la
una diferencia “natural” entre ambos y como tal, inevitable. Como señala este autor, actualidad- pero sí combate contra el peligro de la desaparición de las “fronteras” entre
“mientras el extraño esta presente ante nosotros puede demostrar ser dueño de un atri- las “culturas”, defendiendo la incompatibilidad entre distintas tradiciones y estilos de
buto que lo vuelve diferente de los demás y lo convierte en alguien menos apetecible vida. Se evidencia así que la racialización de los comportamientos y pertenencias socia-
–en casos extremos, en una persona casi enteramente malvada, peligrosa o débil- (...) les no constituye su única forma de naturalización; la cultura, entendida por este racis-
un atributo de esta naturaleza es un estigma (...) una ideología para explicar su infe- mo como una identidad de limites claros y precisos, de características distintivas a sim-
rioridad y dar cuenta del peligro que representa esa persona, racionalizando a veces ple vista y cuya pertenencia se transmite por herencia, se ha convertido demasiado
una animosidad que se basa en otras diferencias, como la de clase social” (1963:12). fácilmente en un sustituto útil al concepto de raza.

Citando nuevamente a Etienne Balibar, el racismo organiza sentimientos otorgándo- De acuerdo a Kuper (2001), los antropólogos americanos contemporáneos rechazan
les una forma estereotipada e insertándolos en prácticas articuladas en torno a estig- concepciones del sentido común, según las cuales las diferencias entre los grupos socia-
mas de alteridad. Esta combinación de prácticas, de discursos y de representaciones en les son naturales y la identidad cultural se debe fundar sobre una identidad biológica
una red de estereotipos afectivos indicaría la presencia de una comunidad racista primordial. No obstante, las argumentaciones en contra de esta biologización de la cul-
(1991). Sin embargo, sostenemos que en este sentido sería más apropiado, al menos tura, basadas casi exclusivamente en la insistencia de que existen diferencias radicales
en referencia al presente trabajo, referirnos al racismo como parte de un proceso hege- observables entre los pueblos (entre las culturas) no hace más que reforzar el prejuicio
mónico, más que a la existencia ontológica de una “comunidad racista”. que pretenden derribar. A juzgar por Michaels “el concepto moderno de cultura no es
(...) una critica del racismo, es una forma de racismo. Y de hecho, a medida que ha
Debemos recordar con Raymond Williams (1980) que la hegemonía –categoría aumentado el escepticismo sobre la definición biológica de raza, se ha convertido, al
tomada de Gramsci- abarca las relaciones de dominación y subordinación, no solamen- menos entre los intelectuales, en la forma de racismo dominante” (en Kuper,
te de la actividad política y económica o de la actividad social manifiesta; no es sólo 2001:276).
el nivel superior articulado de la ideología, ni tampoco sus formas de control conside-
radas como manipulación o adoctrinamiento; sino que “constituye todo un cuerpo de De esta forma, la cultura funciona también como una naturaleza, como una forma de
prácticas y expectativas en relación con la totalidad de la vida (...) es un vívido sistema confinar a individuos y a grupos en una genealogía, una determinación de origen
de significados y valores –fundamentales y constitutivos- que en la medida en que son inmutable e intangible (Balibar, 1991). Y al igual que en los siglos XVIII y XIX, cuan-
experimentados como prácticas parecen confirmarse recíprocamente” (1980:131). Por do a través de la noción de razas y de las diferencias que se establecieron entre estas,
lo tanto, la hegemonía puede ser considerada como una cultura, pero entendida asi- la humanidad toda fue concebida como una totalidad ordenada en grupos raciales
mismo como la efectiva dominación y subordinación de clases particulares. Pero esta jerárquicamente constituidos, en la segunda mitad del siglo XX las diferencias que se
“dominación” propia de la hegemonía implica a su vez ciertas formas de “consenso”; establecieron entre “las culturas” cumplieron la misma función jerarquizante. Como
“las presiones y los límites de una forma de dominación dada son experimentados de señala el autor arriba citado, “en las doctrinas neorracistas la desaparición del tema de
esta manera e internalizados en la práctica” (1980:132). Es por lo tanto un consenso la jerarquía es mas aparente que real. De hecho, la idea de jerarquía (...) se reconstru-
tácito instituido a través de la naturalización de las prácticas; ya que la hegemonía no ye en el uso práctico de la doctrina –por lo que no necesita que se enuncie explícita-
constituye una dominación pasiva, sino que debe ser continuamente renovada, recrea- mente- y en el tipo de criterios que se aplica para concebir la diferencia de las cultu-
da, defendida y modificada (Williams, 1980). Bajo esta concepción de la hegemonía ras” (op.cit., pág. 42).
nos referimos al racismo como parte del proceso hegemónico de creación y actualiza-
ción de un “nosotros” como parte del relato constitutivo del estado nación Argentino. En nuestro caso, y a diferencia de lo sostenido por Balibar para un escenario distin-
Esta cuestión será retomada al final del presente trabajo. to, la jerarquía se enuncia explícitamente y se instituye, a través de la normativa des-
cripta, mediante la concesión o negación de determinado derecho; el derecho a traba-
El racismo contemporáneo, que se ha guardado de apoyarse en los principios del jar, más específicamente, el derecho a vender la fuerza de trabajo. Derecho de acceso
determinismo racial –discurso fácilmente ridiculizable por el anacronismo que le impo- irrestricto para los nativos –tener como mínimo dieciséis años de edad es su único
ne la historia- ha sido caracterizado por algunos autores (Taguieff, 1986 en requisito- que se impone como una división trascendental –dado lo que implica el tra-
Balibar,1991) como un “racismo sin razas”, más específicamente como un racismo dife- bajo en una sociedad capitalista - entre nativos y extranjeros. A su vez, y al interior del
rencialista. Esta forma del racismo ya no recurre a argumentaciones biológicas, sino a grupo extranjeros, el establecimiento de categorías con acceso diferenciado a este
la irreductibilidad de las diferencias culturales; tampoco postula la superioridad jerár- derecho complejiza esta primer jerarquización, agregando otra división trascendental,

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entre extranjeros e inmigrantes, siendo estos últimos beneficiarios de tal derecho, y los “en mercados de trabajo flexibilizados, con brechas sociales cada vez más amplias entre
primeros, aquellos a quienes hemos definido como migrantes laborales. Y si bien, al ganadores y perdedores del sistema establecido, con apelaciones al consumo cada vez
menos en primera instancia, al hablar de nativos, inmigrantes y extranjeros no estamos mas apremiantes, es lógico que la visión del otro quede inmersa en la percepción del
hablando de “culturas” ni de jerarquías entre éstas, veremos más adelante que quienes competidor (...) En esta visión, cuanto menos sean los competidores mejor, y por lo
componen esas categorías son clasificados –además de por criterios racistas cuyo sus- tanto, todo el que se agrega a los espacios sociales establecidos es visto negativamen-
trato biológico no ha desaparecido- bajo este nuevo sustituto de la raza. te.” En situaciones como estas, que en términos de Castel (1997) podrían se descriptas
como crisis de la condición salarial, el trabajo se convierte en algo más que el trabajo.
Por otro lado, debemos recordar que una de las características definitorias del migran-
te laboral era el encontrarse bajo una condición proletaria dentro de la sociedad sala- Dentro de la sociedad capitalista, el trabajo, además de significar – en términos de
rial (Castel, 1997). ¿Qué relación existe entre esta condición y el racismo tal como ha Marx- la alienación del trabajador, funciona como “un gran integrador” (Castel, 1997)
sido caracterizado para la segunda mitad del siglo XX? Para contestar esta pregunta, lo cual no implica necesariamente un condicionamiento absoluto de lo social por el tra-
será necesario primero analizar brevemente el valor social del trabajo, y la etnificación bajo. Existe una integración familiar, escolar, profesional, social, política, etc. Pero el
del mercado laboral. trabajo es un inductor que atraviesa todos estos campos y esta presente en los diferen-
tes tipos de integraciones afectadas, haciendo posible “la integración de las integracio-
nes sin hacer desaparecer las diferencias o los conflictos.” (op.cit. pág. 417). Las conse-
El trabajo como valor cuencias que el desempleo produce en aquellos afectados por él, no sólo en cuanto a
la limitación a la supervivencia que implica, sino en la afectación negativa de la valo-
En primera instancia, y aunque parezca una obviedad, debemos mencionar que el tra- ración social con la que el desempleado es percibido –por los demás y por él mismo-
bajo, objeto de la prohibición, es lo que en términos marxistas se conoce como traba- indica claramente que el trabajo es una referencia, no sólo económica sino también psi-
jo alienado. Claro está que no es percibido como tal ni en la normativa, ni en el discur- cológica, cultural y simbólicamente dominante y hegemónica. “El trabajo sigue siendo
so hegemónico, sino que el mismo es entendido como trabajo productivo, aquel que en el fundamento principal de la ciudadanía, en tanto que ésta tiene (...) una dimensión
la Economía Política decimonónica se identifica como una actividad lucrativa. económica y una dimensión social (...) en la sociedad contemporánea, para la mayor
parte de sus miembros, el trabajo es el fundamento de su ciudadanía económica. Esta
Rodríguez y Soul (2005) señalan –retomando el concepto de hegemonía anteriormen- asimismo en el origen de la ciudadanía social. Es el vehículo concreto sobre cuya base
te señalado- que la dimensión ideológica de las relaciones sociales se vincula “con las se erigen los derechos y deberes sociales, las responsabilidades y el reconocimiento, al
significaciones necesarias a los procesos económicos que se construyen y reconstruyen mismo tiempo que las sujeciones y las coacciones” (Castel, 1997:456)
en y por las relaciones sociales, y permiten el ordenamiento y la expresión de la propia
experiencia en términos totalizantes por parte de los sujetos. En la estructuración de esta Consiguientemente, la relación entre inmigración y trabajo toma una nueva faceta:
totalidad objetiva, proceso ideológico y proceso económico tienen un determinante si el trabajo, ya sea como naturalización de la relación asalariada (Rodríguez y Soul,
común: la forma de apropiación del trabajo ajeno.” (2005:1139) Teniendo en cuenta que 2005) o como el rasgo más importante de la “ética social” de la sociedad capitalista
dentro del proceso hegemónico es necesario –para no devenir en simple dominación- la (Weber, [1920] 1998) se constituye como el factor integrador primario que abarca y
existencia de un consenso tácito instituido a través de la naturalización de las prácti- atraviesa las distintas formas de integración social que están supeditadas a éste, y
cas; es dable suponer que para que esa totalidad objetiva sea posible, aquellos que sólo como tal constituye el fundamento principal de la ciudadanía económica y de la ciu-
viven a través de la venta de su fuerza de trabajo previamente hayan incorporado, como dadanía social; “es el vehículo concreto sobre cuya base se erigen los derechos y debe-
propias, aquellas significaciones que permiten su reproducción como fuerza de trabajo. res sociales, las responsabilidades y el reconocimiento, al mismo tiempo que las suje-
“Necesaria para la constitución de esta totalidad es la apropiación por parte de los tra- ciones y las coacciones” (Castel, 1997:456), la prohibición de trabajar dirigida a cier-
bajadores de aquellas significaciones que permiten su reproducción; en este sentido, un tos tipos de inmigrantes va mucho más allá del simple “provecho económico” que impli-
elemento central que determinará las mismas es la naturalización de la relación asala- ca contar con una fuente ilimitada de mano de obra barata disponible. Sin embargo,
riada y de las relaciones de dominación que ella implica.” (op.cit.) como veremos a continuación, esta ventaja es materialmente existente: la prohibición
de trabajar a determinados inmigrantes, los migrantes laborales, genera la jerarquiza-
En ciertos contextos económicos, específicamente en contextos de desempleo, el tra- ción etnificada del mercado de trabajo.
bajo –ya sea en su carácter de “deber profesional” o de naturalización de la relación
asalariada- es percibido como un bien escaso. Como señala Lelio Mármora (2001:10)

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Racismo, jerarquización y etnificación del mercado de trabajo Como sugiere Eric Wolf (1987) tanto los segmentos del mercado del trabajo como los
trabajadores que satisfacen las demandas generadas en estos segmentos, se distribu-
Como observamos anteriormente, existen determinados nichos dentro del mercado yen al interior de dicho mercado de manera jerárquica, estableciéndose una suerte de
laboral “reservados” para el migrante laboral. La construcción, el servicio doméstico, la aristocracia del trabajo donde las poblaciones estigmatizadas a partir de argumenta-
mediería, determinadas fases de la producción agrícola y textil, gastronomía y hotelería ciones racistas, son destinadas a los niveles más bajos de esta jerarquía laboral. Esta
son sectores que, a nivel internacional, están ocupados mayo r i tariamente por mano de estigmatización genera etnicidades como productos históricos de la segmentación del
obra migrante, en condiciones laborales de semi esclavitud garantizadas por la situación mercado de trabajo bajo el modo de producción capitalista.
de “irregularidad” que el Estado receptor suele imponerles a estos trabajadores.
Este autor afirma, además, que la función de las categorías raciales, dentro del capi-
Ciertos autores, desde la perspectiva de análisis de las migraciones a través de la teo- talismo industrial, es excluir a ciertos grupos estigmatizados de los trabajos mejor
ría de los mercados laborales segmentados, plantean que la migración internacional es remunerados. Así, y si tenemos en cuenta las afirmaciones de Immanuel Wallerstein
producto de la demanda de mano de obra barata por las sociedades industriales (1991) esta consecuente etnificación de la fuerza de trabajo, al abaratar hasta el extre-
modernas (Massey, 1997), demanda inherente a la estructura económica de las nacio- mo los costos laborales de ciertos sectores específicos, soluciona la contradicción inma-
nes desarrolladas. Entre varias razones –como el objetivo de los empleadores nativos nente a la combinación histórica entre el racismo que se propone expulsar o eliminar
de mantener fija la escala de salarios, y la poca atractividad que tiene, para estos tra- a ese “otro” diferente e “inferior”, y un sistema capitalista en expansión que necesita
bajadores, determinados trabajos no calificados, en la escala más baja de la jerarquía de toda la fuerza de trabajo disponible. Como señala Eric Wolf (1987) si bien el racis-
laboral y sin posibilidades de movilidad social ascendente- la posibilidad de deshacer- mo es útil a la jerarquización del mercado de trabajo –que permite a los Estados capi-
se fácilmente de la mano de obra migrante ante una baja de la producción o deman- talistas (Borón, 2004) explotar la fuerza de trabajo de poblaciones estigmatizadas sin
da de servicios, hace de estos trabajadores una “opción” más que tentadora para los responder a los requerimientos que la sociedad salarial le impone con respecto al resto
capitalistas locales. de los trabajadores- el capitalismo no creó las distinciones raciales existentes. Sin
embargo “es el proceso de movilización del trabajo dentro del capitalismo lo que comu-
Mientras la inversión de capital es un factor fijo de la producción que puede ser fre- nica a estas distinciones sus valores efectivos” (Wolf, 1987:460).
nado pero no eliminado, la fuerza de trabajo constituye un factor variable de la pro-
ducción, y como tal puede ser aumentada, disminuida o incluso eliminada. Sin embar- Sabemos que los trabajadores que ocupan los sectores de la producción que se bene-
go, la mano de obra nativa, protegida por una legislación laboral que obliga a los fician con la presencia de migrantes laborales –por las razones arriba señaladas- pro-
empleadores a asumir los costos derivados de licencias por enfermedad, embarazo, vienen mayoritariamente de Bolivia, Chile y Paraguay (Bonora, 2007). De hecho, obser-
estudio, vacaciones e incluso indemnizaciones por despido, hace poco tentador el vamos que estos migrantes son los que históricamente han ocupados estos sectores del
recurso a su eliminación ante variaciones en la producción (Piore (1979) en Massey mercado de trabajo; se ha descripto su forma de inserción laboral desde la década del
1997). Así, en los procesos de producción que requieren mucha mano de obra, pero con ´40 hasta la década del ´90 inclusive, pudiéndose comprobar la continuidad tempo-
escasa o nula calificación y flexible a los altibajos de la producción –como la mediería, ral de esta situación (Bonora, op. cit.). Actualmente, las condiciones de esclavitud de
ciertos puestos dentro de la construcción, el servicio doméstico, determinadas fases de los talleres textiles existentes en la Capital Federal y el conurbano bonoarense, que uti-
la producción agrícola y textil, los puestos mas bajos dentro del sector gastronómico y lizan como mano de obra nativos de países limítrofes son, cada tanto, objeto de escán-
hotelero- el recurso a trabajadores migrantes en situación irregular, que eximen al dalo mediático; el silencio de los medios masivos de comunicación sobre las otras for-
empleador de los costos relacionados con el empleo legal –garantizados por la socie- mas de explotación laboral que padecen estos inmigrantes no significa que hayan des-
dad salarial para los nativos, pero no para los llamados “extranjeros ilegales”- resulta aparecido. Más bien todo lo contrario; podemos afirmar que la categoría de migrante
una opción mas que ventajosa para el empleador. De esta manera, la proletarización laboral puede ser utilizada uniformemente y con seguridad desde la sanción del decre-
del “inmigrante irregular” es posible, deviniendo así en un migrante laboral. La misma to 4418 en 1965 hasta la actualidad.
relación que se establece entre capital fijo y capital variable se extiende a la fuerza de
trabajo, tomando la forma de un mercado de trabajo segmentado donde ciertos traba- Por lo tanto observamos que para la segunda mitad del siglo XX en Argentina, la
jadores, dados los costos de seguridad social, son “fijos” mientras los migrantes labora- categoría migrante laboral ha estado representada mayoritariamente por inmigrantes
les permanecen como un factor variable de la producción siendo, por lo tanto, fácil- de origen limítrofe. Debemos sin embargo tener presente que esta relación no es nece-
mente prescindibles. sariamente inversa; no todo inmigrante de origen limítrofe es un migrante laboral (y no
todo migrante laboral es necesariamente de origen limítrofe). Pero, aún con esta salve-

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dad, la significación que recae sobre la prohibición de trabajar a determinados migr a n- es claro que comienza a tratarse de un grupo poblacional que se esta haciendo “visi-
tes, que así devienen en migrantes laborales, y que de acuerdo a la información recaba- ble” y esta visibilidad pareciera coincidir con el aumento de la concentración en el
da son en su gran mayoría de origen limítrofe, toma un matiz decididamente racista . AMBA, sesgado panóptico para la construcción de trazados étnicos hegemónicos”. Las
notas de las leyes 17.294 y 22.439 son bastante explícitas sobre la identificación nega-
La especificidad del racismo en Argentina tiva de este “nuevo” migrante laboral: “Resulta por lo tanto necesario modificar las con-
diciones de atractividad que el país ofrece hoy al residente ilegal, impidiéndole el acce-
Dijimos anteriormente que si el trabajo, además ser en la sociedad capitalista traba- so al trabajo remunerado y estableciendo un mecanismo idóneo para reprimir las
jo alienado, se constituye como la naturalización de la relación asalariada, como el infracciones” (nota de la ley 17.294); “de esta manera, limitando las posibilidades de
rasgo más importante de la “ética social” de la sociedad capitalista, y de esta manera trabajo a los extranjeros que hayan ingresado a permanezcan ilegalmente en el país,
se convierte en el factor integrador primario que abarca y atraviesa las distintas formas la ley contribuye al fomento de la permanencia de la inmigración valiosa” (nota de la
de integración social que están supeditadas a éste, resulta entonces evidente que esta- ley 22.439).
blecer, a través de una ley o decreto, que ciertos extranjeros tienen prohibido vender su
fuerza de trabajo, significa vedarle a estos migrantes el acceso a un factor determinan- A propósito de estas declaraciones recordemos que ciertas condiciones de ingreso y
te en la configuración de su identidad social. permanencia en el territorio nacional, que el Estado cataloga de ilegales, están direc-
tamente conectadas con las formas históricas de ingreso y permanencia de la migra-
A propósito de esto, debemos observar que la relación entre el trabajo y la inmigra- ción laboral de origen limítrofe (Casaravilla, 2000). En cuanto a la prohibición de tra-
ción tiene, a lo largo de la normativa, dos connotaciones: una positiva y una negativa. bajar, observamos que en 1965, mediante el decreto 4418, se les prohibe vender su
Cuando se hace referencia a la colonización mediante la inmigración europea, sobre fuerza de trabajo, por cuenta propia o en relación de dependencia, a los turistas, los
todo con la ley 817 de 1876 pero también con la reglamentación de 1923, el trabajo pasajeros en transito y el transito vecinal fronterizo; todas categorías de ingreso carac-
es concebido como un medio indispensable hacia el progreso, y es el europeo quien terísticas de los migrantes laborales de países limítrofes. En 1967, la ley 17.294 prohi-
debe llevarlo a cabo; de ahí el permanente énfasis en la capacidad de trabajo que debe be el trabajo, en cualquiera de sus formas, a ilegales y a residentes temporarios. La ley
poseer el inmigrante como condición necesaria para el ingreso al país. Más adelante, 22439, sancionada bajo la ultima dictadura, mantiene la misma prohibición que el
cuando en la normativa se continúa con el proyecto de colonización, el trabajo efectua- decreto 4418 y la ley 17.294. En la tan esperada vuelta democrática, durante la presi-
do por los inmigrantes que ingresan con el amparo del Estado, es decir, bajo los planes dencia de Alfonsín, se mantienen las mismas prohibiciones que en la normativa arriba
de colonización, sigue teniendo –aunque anacrónica- una connotación positiva como señalada, sumándose la negación de la residencia a inmigrantes sin capital propio. En
factor de progreso. La inmigración será fomentada en relación a la consecución de pla- 1994, se permite el ingreso a éstos migrantes sin capital, pero se agrega la exigencia
nes de colonización del territorio nacional, muchas veces haciéndose mención de la de contrato de trabajo previo celebrado por escrito para obtener permiso de residencia.
necesidad de agricultores europeos; otras veces, y olvidando sueños de colonización, se Es decir, que se excluye de tal permiso a aquellos inmigrantes que ingresan al país en
explicita la selección de los inmigrantes, bajo criterios “morales”, “étnicos” y “económi- busca de trabajo. Y para el nuevo milenio, la prohibición de trabajar al inmigrante ile-
cos”, prefiriéndose abiertamente a los inmigrantes con capital. gal será nuevamente instituida en la ley. En pocas palabras, tiene prohibido trabajar
aquel inmigrante cuya razón de ingreso al país es, justamente, ofrecer en venta su fuer-
En cambio, el trabajo, cuando se lo relaciona con el inmigrante “no europeo” –es za de trabajo. No existen restricciones laborales para aquellos que ejercen profesiones
decir, no incluido en ningún proyecto de colonización- tiene una connotación absolu- laborales, o que son inversionistas, o que por sus propias características de categoriza-
tamente negativa. Hemos observado en el análisis referido específicamente a la prohi- ción se presupone que ya poseen, previamente a su ingreso, medios de vida “lícitos” y
bición del trabajo, cómo a partir de la década del ´60, la restricción esta dirigida con- suficientes: religiosos, deportistas, artistas contratados, etc.
tra este “nuevo” migrante laboral; el inmigrante limítrofe. Por supuesto, el uso de las
comillas en el adjetivo “nuevo” significa que este grupo poblacional no constituía un ¿Por qué estos migrantes tienen negado el acceso al trabajo en la sociedad capitalis-
fenómeno inédito en las corrientes migratorias hacia el país. Sin embargo el cese de la ta? Sostenemos que la prohibición de trabajar que afecta a estos migrantes, quienes
inmigración europea y la concentración demográfica en el AMBA hicieron a este colec- sólo cuentan como medio de subsistencia con la venta de su fuerza de trabajo, además
tivo “visible”, aunque en ese entonces constituyeran solo el 2.3% de la población total de generar las condiciones para la existencia de una migración laboral, constituye una
del país, y sólo la cuarta parte de ese porcentaje se localizara en el AMBA.. Como seña- forma particular de exclusión, condicionada por un racismo implícito, que se inscribe
la Inés Pacecca (1998) en referencia a este proceso demográfico, “se puede suponer como parte del proceso hegemónico de creación y recreación del relato del estado
que su impacto sobre los servicios y la estructura urbana no era muy notable. Pero sí nación argentino.

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¿En qué sentido hablamos de exclusión? Robert Castel (1999), apoyándose en ejem- do receptor, y luego al interior del conjunto de inmigrantes. Así, el derecho a trabajar
plos históricos de la Europa preindustrial, señala tres formas en que pueden agruparse esta negado para ciertas categorías de inmigrantes (como señalamos anteriormente),
las distintas prácticas de exclusión. La primer forma implica la disminución completa y esta discriminación es ejercida por el Estado argentino en forma continúa por lo
de la comunidad, ya sea por expulsión o muerte. Esta modalidad de exclusión es de menos desde el año 1965 hasta la actualidad.
difícil localización en la sociedad contemporánea –lo que no significa que no exista- ya
que “es mal visto que una sociedad, habiendo conservado un mínimo de referencias En el año 2003, se sanciona la ley 25871 que es explícitamente garantista de los
democráticas, pueda suprimir pura y simplemente a sus “inútiles en el mundo” o a sus Derechos Humanos de los migrantes. En esta ley, el derecho a la salud y a la educa-
indeseables como solía sucede en otros tiempos” (1999:39). La segunda forma de ción están por encima de la situación legal del inmigrante –es decir, no importa si su
exclusión consiste en construir espacios cerrados y aislados de la comunidad dentro de condición legal es “irregular”. Sin embargo, gracias a esta ley se produce la consolida-
la misma comunidad; un ejemplo lo constituyen los hiperguetos norteamericanos ana- ción legal de la prohibición de trabajar para ciertas categorías de inmigrantes.
lizados por Loïc Wacquant (2001). Afirmamos esto ya que, al estar la prohibición dentro del mismo texto legal donde se
garantizan ciertos derechos –que se corresponden con los compromisos internaciona-
La tercer forma de exclusión, y que es pertinente a nuestro análisis, se produce cuan- les firmados por el Estado Argentino en materia de Derechos Humanos, los cuales tie-
do ciertos grupos de la población están categorizados bajo un status especial que, si nen jerarquía constitucional - la prohibición de trabajar “pierde” la magnitud de su vio-
bien no les impide cohabitar en la misma comunidad que los clasifica, los priva del ejer- lencia y queda finalmente naturalizada. Como señala Guber (1991) la naturalidad de
cicio de ciertos derechos y de la participación en determinadas actividades sociales. ciertas tipificaciones –y en este caso la tipificacion la constituye la condición de “ile-
Castel ejemplifica esta exclusión con los indígenas que durante el proceso de coloniza- gal” del inmigrante y la aparejada prohibición de trabajar que recae sobre él- conlle-
ción representaban una categoría de sub-ciudadanos regidos por un código especial, y van las bases para perpetuar cierto tipo de orden social y para viabilizar determinados
señala que en la actualidad esta acción constituye, merced al estatuto especial que proyectos políticos.
adjudica a ciertas categorías de la población, una amenaza real en cuanto a formas de
exclusión contemporáneas. ***

Castel nos advierte también que la exclusión así entendida, debe distinguirse de los pro- Si tenemos en cuenta que la nación y el nacionalismo son artefactos culturales de
cesos de desestabilización social, tales como la degradación de las condiciones de traba- una clase particular (Anderson,1993) y relacionamos esta afirmación con lo analizado
jo y la fragilización de los soportes de sociabilidad, ambos signos de la crisis de la socie- anteriormente, la exclusión que padece el migrante laboral se hace más inteligible,
dad salarial. Estos pueden ser denominados como precarización o vulnerabilización, pero abarcando mucho más que la conveniencia que tiene, para un estado capitalista, el
no como exclusión. Esta “es siempre el resultado de procedimientos oficiales y represen- contar con una abundante mano de obra barata. Esta ventaja es real y no puede ser
ta un verdadero status. Es una forma de discriminación negativa que obedece a estricta s excluida del proceso de consolidación de la prohibición de trabajar a ciertos inmigran-
reglas de construcción” (1999:38) y se ejerce a través de discriminaciones oficiales. tes, consolidación que se produce al repetirse una y otra vez en la normativa migrato-
ria, tanto por gobiernos democráticos como de facto, y más aún en el año 2003, cuan-
Así, mientras la condición en que se encuentran los desempleados nativos puede ser do esta prohibición se inserta en una ley que manifiesta explícitamente defender los
entendida bajo los términos de precarización o vulnerabilidad social, la situación del Derechos Humanos. Tomando el concepto de nación, definido por Anderson (1993)
migrante laboral en la Argentina es decididamente de exclusión social, de acuerdo a la como una “comunidad política imaginada como inherentemente limitada y soberana
tipificacion de Castel arriba mencionada. Todos los sujetos no nativos son clasificados, [que] se imagina como comunidad porque, independientemente de la desigualdad y la
en la normativa correspondiente a la segunda mitad del siglo XX e inicios del XXI, pri- explotación que en efecto puedan prevalecer en cada caso, la nación se concibe siem-
meramente como inmigrantes y extranjeros. A su vez, los inmigrantes son separados de pre como un compañerismo profundo, horizontal” (1993:25) ¿qué es lo que ocurre con
acuerdo a categorías de residencia, que pueden resumirse, aún teniendo en cuenta las estos migrantes laborales al ser excluidos, a través del derecho, de aquello que ante-
variaciones que sufrieron estas categorizaciones a lo largo del periodo, en permanen- riormente señalamos como el fundamento de la ciudadanía económica y social, el
tes, temporarios y transitorios –éstas dos últimas divididas, a su vez, en diversas sub- inductor –el “gran integrador”- que atraviesa los distintos espacios de socialización de
categorias. Dentro de la categoría extranjeros, la normativa incluye a todos aquellos los sujetos, este factor determinante de la identidad social que es, en la sociedad capi-
inmigrantes que, por las razones ya descriptas, son catalogados como ilegales, o su talista, el trabajo?
eufemismo irregulares. A través de estas categorizaciones el Estado establece el acce-
so diferenciado a determinados derechos; primero en relación con los nativos del esta-

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durante todo el siglo XIX y hasta por lo menos la reglamentación de 1923, aparece en
CONCLUSIÓN la legislación de 1965 en coincidencia con la concentración demográfica de migrantes
–nativos y limítrofes- en Capital Federal y el Conurbano bonaerense, y “convive” en la
Observamos que así como en el proyecto de nación de fines del siglo XIX y principios normativa con el incentivo de la inmigración de origen europeo.
de siglo XX, los pueblos originarios americanos no fueron pensados como parte de esta
nación, de esta comunidad imaginada, colocándoselos en una posición de alteridad En pocas palabras: se les prohibe trabajar a los migrantes que ingresan al país para
absoluta; todo inmigrante no europeo que ingresare al país para ofrecer en venta su buscar trabajo, y que coincidentemente provienen de países limítrofes; alejados fenotí-
fuerza de trabajo –y que los datos demográficos e históricos indican como mayoritaria- picamente del ideal del “inmigrante europeo”. Esta “distancia étnica” que sostenemos,
mente de origen limítrofe- tampoco será pensados por el Estado Argentino como parte la elite de poder establece entre el estereotipo (positivo) del inmigrante europeo, y el
de esta comunidad. estereotipo (negativo) del migrante no europeo, que en los hechos esta constituido por
el migrante laboral, y que puede ser denominada racismo, se evidencia en la coinciden-
Señalamos previamente que el proyecto de poblar la nación argentina, mediante la cia dentro de la misma normativa del fomento selectivo de la inmigración preferente-
colonización de los territorios “desiertos” con campesinos de origen europeo se constitu- mente europea, con capital, y la prohibición de trabajar a determinados migrantes
yó, a fines de siglo XIX, claramente como una elemento dominante (Williams, 1980). Para –que según explicamos- son predominantemente de origen limítrofe. “Cuando se esta-
el censo de 1895, los inmigrantes europeos constituían el 25% del total de la población. blecen relaciones asimétricas entre grupos sociales estructuralmente similares –que
Había decrecido el numero de agricultores –o al menos los que declaraban ser agriculto- pueden o no integrarse en una única comunidad política- la etnicidad tiene sus oríge-
res al momento del arribo- y aumentó notablemente el numero de jornaleros, artesanos nes en la incorporación asimétrica dentro de una misma economía política de grupos
e incluso inmigrantes “sin profesión” declarada. Esta tendencia se relacionó, por un lado, estructuralmente disimiles” (Comaroff y Comaroff, en Pacecca, 2003:4).
con la expectativas que los inmigrantes tenían al momento de arribar, y con las condicio-
nes en que les eran ofrecidas las tierras en los programas de colonización. Por otro lado, Al mismo tiempo, el racismo presente en la categoría de ilegal –recordemos que se
las oportunidades que ofrecía la economía urbana resultaban por demás tentadoras. puede ser ilegal por ingreso y por permanencia, de forma tal que devienen ilegales las
Ciertamente, las políticas de colonización no dieron los resultados previstos. prácticas históricas de ingreso y permanencia de la migración laboral de origen limítro-
fe- y la concomitante prohibición de trabajar, implica un proceso de extranjerización de
Durante la primer década del siglo XX, ingresaron al país alrededor de 1.700.000 determinados inmigrantes. El extranjero, siguiendo a Simmel (1939) se ha fijado dentro
inmigrantes. La consolidación de un modo de producción agrícola latifundista provo- de un determinado circulo espacial y social; pero su posición dentro de él depende esen-
có que el flujo migratorio, ante las pobres perspectivas que brindaba el horizonte bucó- cialmente de que no pertenece a él desde siempre. El extranjero, señala este autor, “es
lico que se le ofrecía, se hacinara en los centros urbanos. A esto debe agregarse la un elemento del grupo mismo, como los pobres y las dive rsas clases de “enemigos inte-
emergencia de la problemática social que significó la creciente conflictividad laboral, riores”. Son elementos que si, de una parte, son inmanentes y tienen una posición de
la que fue inmediatamente identificada por los legisladores con el anarquismo. En este miembros, por otro lado están como fuera y enfrente (...) Puede considerarse como típi-
contexto, el proyecto de colonización demostró definitivamente su fracaso. ca de esta modalidad, v. gr., la relación del griego con el “bárbaro” y en general, todos
los casos en que se niegan al otro cualidades que se sienten como propiamente huma-
Sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo XX, el fomento de la colonización nas. Pero, en este caso, “el extranjero” no tiene ya sentido positivo. Nuestra relación con
mediante la importación de ciudadanos europeos reaparece en las diversas normativas él es una no-relación. Ya no es (...) un miembro del grupo (Simmel, 1939:274).
migratorias. Como vimos anteriormente, este discurso resurge en coincidencia tanto
con el cese casi total de ingreso de inmigrantes europeos, como con el proceso de con- El racismo, al menos el que identificamos como presente en y por la normativa desde
centración demográfica – debida al patrón de localización de la inmigración limítrofe mediados de la década del sesenta hasta el presente, se constituye como un fenóme-
y nativa- en el AMBA. En este marco, el discurso de colonización del campo con inmi- no social total, inscripto en este caso específico en practicas de violencia y expoliación,
grantes europeos –materializado, en su sentido fuerte, en la normativa- es, dada su en discursos y representaciones articuladas a través de estigmas de alteridad. Esta alte-
“incongruencia”, un elemento residual –ya que tiene su origen en el pasado histórico- ridad, cuyo signo evidencial es la categoría de ilegal y la prohibición de trabajar, se
del discurso hegemónico. Pero activamente residual, ya que se halla en actividad den- nutre en los fundamentos racialistas del siglo XIX, y ha logrado establecer, a través de
tro del proceso cultural como un elemento efectivo del presente (Williams, 1980). un ordenamiento legal especifico –de un mecanismo de exclusión (Castel, 1991)- un
grupo poblacional que, a pesar de ser parte de la realidad económica y social del país
Paralelamente, la prohibición de trabajar en la normativa migratoria, inconcebible desde su constitución –y ni que hablar en lo que corresponde con los movimientos

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poblacionales previos- es siempre constituido como un otro en términos antropológi- siglo anterior. Es un racismo hegemonizado, y es su carácter hegemónico lo que signifi-
cos, como un extranjero en términos nativos. Como señala Susana Vi l l avicencio, “sola- ca a su vez la posibilidad de existencia de una resistencia, de una contrahegemonía.
mente a partir de la conciencia nacional y del patriotismo puede desprenderse la situa-
ción contemporánea de los extranjeros (...) el otro aparece en este marco al mismo tiem- Lo especifico de este racismo del siglo XX no es sólo su manifestación a través de la
po como incluido (en tanto hombre) y excluido (en tanto no-ciudadano, no-nacional, en prohibición de trabajar, ni su materialización legal. Es, justamente, su carácter difuso, no
suma, en extranjero) y, por tanto, como el eterno (in)asimilable asimilado. (...) el proce- evidente, no explícito, y probablemente no consciente - posiblemente un habitus de
so de deshumanización del otro, de la alteridad radicalizada, no desaparece del horizon- clase (Bourdieu, 2003) - pero materialmente activo. Este trabajo sólo ha analizado el
te político moderno y cumple una función central en la coherencia del nosotros comuni- racismo desde la normativa; un trabajo completo debería incluir otros aspectos históri-
tario.” (2003:185). En ese sentido, podemos pensar que “la inmigración europea” al cos que hacen de este racismo parte de un proceso hegemónico de configuración y recre-
estar integrada al relato constitutivo de la nación, no se constituye como “extranjera” ación del estado nación: estudiar el campo educativo, y el corpus de saberes en él pro-
(Simmel, 1939). Todo lo contrario ocurre con la migración laboral de origen limítrofe. ducidos e institucionalizados, como también el campo literario, periodístico, etc., consti-
tuiría un análisis acabado de esta problemática. Dejamos estos temas abiertos, a ser
Entonces, decimos que el estigma que pesa sobre el migrante laboral de origen limí- retomados en futuras investigaciones.
trofe funciona en parte como negación de su inclusión total como ciudadano en el pro-
yecto de Estado Nación argentino. Este estigma es identificado por la elite de poder a
partir de la no posesión de la “virtud” de ser factor de progreso de la nación (Bonora, Bibliografía
2007), suerte de virtud ontológica que sí posee –explícitamente en la normativa- el
inmigrante europeo. En todo el proceso por nosotros estudiado, observamos la identifi- •Alberdi, Juan Bautista [1852] 1992 Bases y puntos de partida para la organización política de
la República Argentina. Centro Editor de América Latina, Buenos Aires.
cación explicita de la inmigración europea con el desarrollo positivo de la nación argen-
tina, la negación implícita de cualquier desarrollo posible de manos de la migración no • Al tamirano, Carlos 2001. Bajo el signo de las masas. 1943-1973. Ed. Ariel, Buenos Aires
europea o de la migración laboral, y la restricción a éstos inmigrantes al acceso al tra-
• Anderson, Benedict [1983]1993. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la
bajo “legitimo”, como demarcación de la alteridad ante un “nosotros” que parecería ser difusión del nacionalismo. Fondo de Cultura Económica, México.
homologado a un “origen europeo”.
• Bonora, Virginia 2007. Inmigración, trabajo y racismo en Argentina. M.S. (en poder del autor).
El “fomento de la inmigración europea”, ta n tas veces repetido en los decretos y leyes • Balibar, E. y Wallerstein, L 1991. Raza, Nación y clase. Indra Comunicación, Santander.
durante el siglo XX puede no ser nunca efectivamente llevado a cabo; pero de todas for-
mas fue constantemente invocado. Como señala Williams (1980), siempre existe una • Boron, Atilio 2004. Estado, capitalismo y democracia en América Latina. CLACSO. Buenos Aires.
distancia entre la cultura dominante y cierto elemento cultural residual; sin embargo, • Botana, Natalio 1977. El orden conservador. Hyspanoamericana, Buenos Aires.
algún aspecto de este elemento residual –en nuestro caso, la selección de inmigrantes
europeos para la colonización del territorio nacional - sobre todo si proviene de un área • Bourdieu, Pierre 1991. El sentido práctico. Taurus, Madrid.
importante del pasado será incorporada si la cultura dominante efectiva ha de manifes- • Bourdieu, Pierre 1993. Génesis y estructura del campo burocrático. Revista Sociedad, Facultad
tar algún sentido en estas áreas. Anteriormente nos referimos al racismo como parte del de Ciencias Sociales, UBA
proceso hegemónico de creación y actualización de un “nosotros” identitario del relato
• Bourdieu, Pierre. 2001 ¿Qué significa hablar?, Akal Ediciones, Madrid
constitutivo del estado nación Argentino. ¿Cuál es el sentido que manifiesta el fomen-
to de la inmigración europea, en la segunda mitad del siglo XX, dentro de la cultura • Bourdieu, Pierre 2003 Campo de poder, campo intelectual. Editorial Quadrata, Buenos Aires.
dominante efectiva, o más precisamente, dentro del proceso hegemónico de confi g u r a-
• Bury, John (s/d) La idea del Progreso, Ed. Alianza, Madrid.
ción de una identidad nacional?
• Casaravilla, Diego 2000 ¿Angeles, demonios o chivos expiatorios? FLACSO, Argentina.
La noción de progreso, durante el siglo XIX en Argentina, fue construida desde un
• Castel, Robert 1997. La metamorfosis de la cuestión social. Paidós. Buenos Aires.
determinismo racial que constituyó uno de los lineamientos principales del pensamien-
to decimonónico, de su ideología. Este determinismo racial, este racialismo, antes que • Castel, Robert 1999. Empleo, desocupación, exclusiones. CEIL-CONICET.
desaparecer en la ultima mitad del siguiente siglo, fue transfigurado deviniendo un
• Cavarozzi, Marcelo 2002. Autoritarismo y democracia, EUDEBA, Buenos Aires
racismo “opaco”, naturalizado, difuso pero nutrido de los principios del racialismo del

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192 193
“NORMALIDAD” BUROCRATICA Y DISCRIMINACION
Un análisis sistémico sobre la discriminación

Manuel Alberto Jesús Moreira - Seudónimo: Kuarahy

Indice de contenidos

• Los hechos.

• El contexto social.

• El marco legal.

• La crisis intercultural.

• El modelo discriminador.

• Conclusiones.
· De qué se trata.
· Quienes discriminan.
· El mito de la solución.

Resumen

La investigación se concentra en un caso judicial donde se acusa a una mujer


perteneciente a una comunidad Mbya guaraní de haber causado la muerte de su her-
mano. Se analizan desde diferentes perspectivas como se va construyendo la verdad
oficial en la justicia local, mediante el despliegue de rutinas y prácticas monocultura-
les donde convergen operadores de distintas agencias. Se trata de explorar y comparar
en todas esas dimensiones un repetido déficit intercultural para atender un conflicto
con personas etnicamente diferentes. Igualmente se ha prestado atención al impacto
que ha tenido dentro de la comunidad indígena la muerte del menor, como las expli-
caciones aportadas por sus autoridades que contrastan y contradicen la historia soste-

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nida en el proceso judicial. Al mismo tiempo la investigación se ha expandido temporal- pequeño golpe en la frente por haberse caído de la cama. Que nunca vio que la nom-
mente a situaciones anteriores y posteriores del hecho que dan cuenta de un orden buro- brada haya maltratado al menor. Al contrario, en sus costumbres los niños son bien tra-
crático ajustado a pautas culturales hegemónicas que aumentan la desigualdad con los tados. Además la proximidad de las viviendas de la comunidad hubiese permitido
grupos étnicos y permiten una mayor exclusión de sus miembros en los servicios públicos. advertir cualquier maltrato al menor y ninguno de los miembros de la aldea percibie-
ron alguna anormalidad.
Con los datos preliminares el 27 de julio se ordena la detención de Gabriela L. E.
Los hechos imputada en el hecho caratulado como Homicidio.
La Dra. Mariana Mampaey, médica que atendió a la víctima en la comunidad, recor-
El día 26 de julio de 2005 en la Comisaría de la localidad de Ruiz de Montoya en dó en testimonial de fecha 1 de agosto que cuando el menor llegó a la aldea registra-
la Provincia de Misiones se recibe un llamado telefónico de la Comisaría de San Ignacio ba un cuadro de desnutrición grave. Que la madre no podía atenderlo porque fue inter-
informando que en el Hospital de área de esa localidad ingresó un menor de sexo mas- venida por tuberculosis en la cabeza del fémur. Se le aplicó un plan de recuperación
culino, de un año de edad, sin signos vitales y con múltiples lesiones, acompañado de nutricional y el 1 de julio fue derivado al Hospital de Puerto Rico ya que no mejoraba.
una hermana menor. La instrucción policial obtiene los primeros datos del Dr. Marcos En ese Hospital no fue recibido porque la acompañante era menor de edad, debiendo
Sandoval como médico de turno, quien había constatado la muerte del niño y la exis- regresar a la comunidad. Luego no lo volvió a ver. Afirma que mientras lo atendió
tencia de traumatismos en la zona craneana y numerosos hematomas en distintas nunca notó que hubiera maltrato por parte de Gabriela sino una constante preocupa-
regiones del cuerpo. ción por el estado de su hermano.
Asimismo se constata que la criatura fue traída por una joven de nombre Gabriela En entrevista personal, más reciente, me manifestó que no recordaba mucho del epi-
L. E. de 15 años, hermana de la víctima y aborigen de la Comunidad “Takuapí”, empla- sodio, pero se había enterado que los policías dijeron que ella había reconocido ser
zada en la localidad de Ruiz de Montoya, acompañada por la religiosa Olga Fernández. causante de la muerte del niño. Que eso le resultó extraño porque tenía presente que
La menor explicó, entonces, que su hermano se había lastimado el día 25 y que así lo la joven indígena no hablaba en español y era imposible que se comunique. Asimismo
encontró al regresar del lavado de ropas. casi como sugestivamente me comentó que le llamaba la atención de que en Misiones
El Informe Médico Legal, agregado por la instrucción describe múltiples lesiones de no había denuncias de racismo. Después aclaró que ese dato lo había escuchado del
manera que permiten suponer una agresión violenta y continuada, detalladas como: Comisionado en Derechos Humanos de Naciones Unidas1.
El Juez dispone la declaración de la imputada para el día 2 de agosto pero esta se
“…politraumatismo de cráneo, hematomas malar bilateral, traumatismo maxilar superior, niega a declarar. Se le hace saber sus derechos como analfabeta y se procede confor-
con hematoma supralabial y peribucal nasal con herida en mucosa yugal retrolabial superior,
hematomas varias frontal y parietal, signos de comprensión digital o punzante en región del me la regla procesal consistente en la lectura y firma del acta por una persona de su
tórax y ambos muslos como ambos miembros inferiores”. confianza.
En una visita a la comunidad de Takuapí donde acompañé a la antropóloga designa-
La autopsia realizada con posterioridad concluye que la muerte se produjo por las da para una pericia noté como la menor canceló inmediatamente su cordialidad inicial
lesiones de cráneo provocadas por “golpizas con elementos romos, contusos violentos”. y se refugió en un mutismo evasivo, mirando en dirección contraria a nosotros duran-
El día 30 de julio la madre legítima del niño muerto reconoce el cadáver, consignán- te todo el tiempo que estuvimos presentes. Asimismo solo respondió con monosílabos
dose en el acta que es soltera, desocupada, discapacitada y sin documentación. No se a las preguntas en guaraní que se le formularon.
indica que es indígena. Solo al final del acta consta que comparece una traductora por- El día 3 agosto comparecen ante el Juez los caciques Hilario Acosta, Basilio Escobar,
que la mencionada no comprende el castellano. Francisco Benítez e Isacio Cáceres. Y los segundos caciques Isidro Jiménez e Hilario
El día 27 de julio ante la instrucción policial Santo Miguel Acosta, también indígena Moreira. Se les informa a todos del estado de la causa y solicitada la palabra por
y concubino de Gabriela L. E., explica que la mañana del hecho cuando salió el menor Hilario Moreira, dice:
se encontraba bien, solo tenía un golpe en la frente del lado izquierdo porque se había
caído el viernes último desde la cama, pero no tenía otras lastimaduras. Que ellos tení- Existe una ley consuetudinaria que rige en el país desde el año 2001, se debe respetar en la
an a cargo al niño por enfermedad de la madre. Que nunca observó que su concubina Justicia ordinaria. Los caciques son los jueces de la comunidad indígena y deben tomar parte
en las decisiones del estado, cuya autoridad reconocemos y nos allanamos. El cacique de
haya castigado al menor. Takuapí debe imponer justicia y los demás caciques vamos a controlar y ayudar que esa comu-
A su vez el cacique de Takuapí Hilario Acosta ese mismo día relató en sede judicial nidad cumpla.
que el niño desde que llegó a la aldea era una criatura sana, hecho comprobado por
1- En entrevista personal con la médica Mampaey me comentó que en el mes de julio de 2006 había estado en Ginebra conver-
el mismo en su calidad de agente sanitario en la comunidad. Y que el día del hecho
sando con Luis Rodriguez-Piñero Royo, representante de la Human Rights Officer y este le había manifestado la ausencia de
vio cuando Gabriela L. E. lo llevaba hasta San Ignacio en buen estado y solo tenía un denuncias sobre racismo en Misiones, no obstante que se conocían numerosos conflictos con indígenas y reclamos permanentes.
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Cedida la palabra a Hilario Acosta manifiesta: su concubina Gabriela L. E. después de recuperar la libertad, afirmando que a causa
del susto hay cosas que no recuerda.
“Nosotros los caciques tenemos que imponer justicia en la comunidad y yo en la Con este resumen cronológico podemos observar que durante más de un mes el liti-
de Takuapí y me comprometo a prestar ayuda para saber qué pasó realmente, también si a
Gabriela E. le dan la libertad, la queremos a ella libre, viviendo en la comunidad, donde va a gio consistió en revelar la identidad indígena, en presentar una nueva versión de los
ser cuidada y vigilada, comprometiéndome a traerla al juzgado las veces que sean necesarias”. hechos y en colaborar con la justicia estatal para descubrir a los verdaderos autores del
delito investigado.
De conformidad con lo expuesto el Juez resuelve: Disponer provisoriamente de la En entrevista mantenida durante el año 2007 con el cacique Hilario Acosta este
menor Gabriela Lorena haciendo entrega a su guardador Hilario Acosta. Ordenando su manifestó su preocupación de que los agresores se encontraran en libertad y quizá en
libertad bajo las condiciones establecidas en la ley de menores. proximidad de su comunidad, como una amenaza latente. Sobre Gabriela estimó que
Al momento de realizar el informe de rutina el día 4 de agosto la Médica Legista Dra. se recuperó satisfactoriamente y en la actualidad es madre de un niño al que cuida
Helga S. de Ledesma deja constancia que Gabriela L. E. es analfabeta y que en el inte- devotamente. Tuve oportunidad de observarla al cuidado del niño, pero desconfiada y
rrogatorio percibió poca colaboración por desconocimiento de nuestro idioma. hosca frente a la presencia de blancos.
Además añade:

Por su ignorancia no conoce los hechos que constituye un delito ni las consecuencias de los
mismos. No comprende la criminalidad del acto y no dirige sus acciones. Sus facultades men- El contexto social
tales son normales. Carece de juicio de valor, no presenta capacidad de discernimiento.
Pronóstico: Puede reincidir en conductas delictivas por su grado de ignorancia y su capacidad De la información colectada en la comunidad de Takuapí donde reside Gabriela y de
de valoración.
la lectura del sumario judicial se conoce que la misma nació en otra comunidad indí-
gena, donde vive su madre, denominada “Puerto Viejo” en la localidad de Santa Ana.
Dos días antes, el 30 dejulio en declaración policial la religiosa Olga Fernández
Que se unió con Santo Acosta, hijo del “cacique” de la comunidad de Takuapí donde
recuerda así el día del hecho:
se domicilia en la actualidad. Para la época del hecho la misma revela en los registros
Gabriela L. vino hasta el Centro Pastoral con la criatura sin signos de vida. Entonces la llevó al orales, la edad de catorce años, pero hasta la fecha se ignora con precisión la fecha de
Hospital para ver que podían hacer los médicos. Que está segura que la chica va a contar la nacimiento por ser indocumentada. Además es analfabeta y hablante de otro idioma.
verdad. Que conociendo a la cultura guaraní que protege mucho a los niños, estoy segura que Actualmente es madre de un niño de un año de edad producto de su unión con Acosta.
Gabriela va a contar la verdad.
La aldea denominada Takuapí se encuentra dentro de un territorio en disputa. En
parte posee la tenencia precaria de unas 10 hectáreas donde existe un compacto bos-
Concordante con la predicción de la religiosa, en fecha 1 de agosto, el cacique Hilario
coso cruzado por arroyos. El asentamiento linda con una propiedad privada que posee
Acosta se presenta en la comisaría de Ruiz de Montoya y manifiesta que Gabriela le
monte nativo. Actualmente la comunidad ha obtenido una medida de no innovar en
comentó como había ocurrido el hecho. Dijo que el martes 26 de julio cuando salió de
cuanto a la tala indiscriminada de árboles, para proteger el acceso a diferentes recur-
la casa, perdió el colectivo que pasa por el pueblo a las 9 y 20 horas, por lo cual se fue
sos como la recolección de larvas, miel o frutas silvestres. Su unidad poblacional la
hasta la ruta nacional 12, cortando camino para llegar más rápido y antes de salir a la
componen varias familias, con una cantidad aproximada de 180 personas. Se llega a
ruta la alcanzaron dos hombres jovenes que la seguían con una bicicleta roja, uno la
la misma por un camino terrado de varios kilómetros de la ruta provincial que conecta
sujetó del brazo y el otro le arrebató el bebé y lo tiró al suelo, el que la agarraba inten-
la localidad de Ruiz de Montoya con la ruta nacional 12. Posee una escuela bilingüe,
taba bajarle la pollera y ella gritó, mientras el otro hombre seguía maltratando al bebé.
donde se desempeñan indígenas como auxiliares. La escuela es propiedad de un Centro
En un momento alcanzó a morder el brazo del hombre con el que forcejeaba y este la
Evangélico de origen Suizo. (Ver mapas de pags. 30-31)
soltó y se dieron a la fuga. La criatura lloraba pero ya sin fuerza, entonces se dirigió a
Para los Mbya la emancipación comienza desde temprana edad. Entre los doce y
la ruta y tomó el colectivo que va hasta Jardín América y luego se bajó y subió a otro
catorce años de conformidad con su cultura la mujer es considerada como adulta y
ómnibus para llegar hasta San Ignacio.
puede convivir en matrimonio con otro integrante de la comunidad2. Al momento del
El 17 de agosto se presenta un escrito con la firma de los caciques y el Consejo de
hecho se había hecho cargo de su hermano por solidaridad con su madre postrada
Ancianos donde se repite la versión escuchada en la lengua nativa de la aborigen,
luego de una operación. Un mes antes de su fallecimiento prentendió internarlo en el
agregando detalles sobre los agresores, los que le habrían ofrecido dinero a cambio de
Hospital de Puerto Rico pero fue rechazada como menor de edad.
sexo. El 5 de setiembre ante el Juez Correccional Hilario Acosta ratifica la revelación de
2- Cfr. Olindo S. Martino y otros. Estudio etnográfico y epidemiológico en comunidades aborigenes guaranies de la Provincia de
la menor, quien explica pormenorizadamente el origen de las lesiones en el niño.
Misiones. Ministerio de Bienestar Social. Secretaría de Estado de Salud Pública, (1978: 18-19. También en Moises Santiago
El mismo 5 de setiembre Santo Miguel Acosta relata ante el Juez lo que escuchó de Bertoni, Civilización Guarani, Editorial Indoamericana, Asunción-Buenos Aires, (1956: 194).
198 199
Los estudios antropológicos sobre la etnia Mbya guaraní nos informan que el trato de 35 en cuanto a la discriminación. Igualmente el indígena se encuentra protegido den-
los niños es privilegiado. Ellos ocupan en la comunidad un rol de absoluta libertad y tro de dos rangos legales. Como pueblo, cuando el Convenio 169 de la OIT lo declara,
son constantemente atendidos. Luego con los ritos iniciáticos esta infancia generosa se aunque dentro de significados menos amplios y también lo hace la Constitución
va modificando y se les va concediendo nuevos roles y compromisos. Este estado de pri- Nacional con la reforma de 1994. Se trata de visualizar una categoría diferente al de
vilegio que disfrutan los niños Mbya es fácilmente advertido para quien realiza visitas minorías o grupo étnico y como ciudadano argentino, pero dejando en claro su prehis-
a las comunidades. Aún en las reuniones con sus autoridades, los niños son irreveren- toria nacional. Ambas no se excluyen y se complementan como lo indican los arts. 3 y
tes, se mezclan con los adultos, juegan libremente y ningún mayor los reprende o invi- 35 del Convenio 169 de la OIT .
ta a retirarse como puede suceder en la cultura occidental para que no escuchen una Teniendo presente las opciones que poseen sus integrantes de abandonar su grupo o
conversación. Culturalmente es inaceptado en la comunidad los castigos corporales permanecer dentro de el, las normativas apuntan a sostener derechos y garantías en
continuados o desmedidos. Hasta sus hermanos mayores –relata Larricq (1993: 38)- calidad de individuo o miembro de la comunidad. De manera que la tutela oscila entre
“aunque el niño los importune, lo tratan con especial deferencia, jugando con el o res- el reconocimiento de derechos colectivos, respetando la identidad, cultura y procedi-
tituyéndolo al seno materno cuando llora o lo necesita” mientos judiciales, como también en calidad de ciudadano argentino, esto es en posi-
Con respecto a la organización política el cacique (Mburuvicha) representa la máxi- ción igualitaria con los demás integrantes de la población hegemónica.
ma autoridad, aunque se trata de una jerarquía que cumple una función ordenadora El Convenio 169 incluye una disposición interesante en su art. 31 que se ajusta a los
para el interior y de comunicador con la sociedad blanca. En general no existen con- programas contra la discriminación. Así ordena: “Deberán adoptarse medidas de carác -
flictos de competencia con el Opygua (chaman) quien detenta la autoridad espiritual ter educativo en todos los sectores de la comunidad nacional, y especialmente en los
y es capaz de influir en la comunidad. La relación de subordinación y las costumbres que estén en contacto más directo con los pueblos interesados, con objeto de eliminar
judiciales orales, constituidas en Asambleas (Amandaye) nos permite entender las razo- los prejuicios que pudieran tener con respecto a esos pueblos”.
nes de la menor para relatar ante las autoridades comunales lo sucedido con ella y su Los derechos colectivos son tan ambiguos como categóricos. Por ejemplo la enseñanza
hermano. También debe considerarse la competencia lingüística para relatar y explicar bilingüe y la devolución de las tierras originalmente ocupadas, instrumentalmente con-
en la lengua materna un hecho tan traumático. trastan con los servicios y expectativas que prestan las agencias esta tales, como lo es el
uso de la lengua materna. Ya que también se encuentra protegido el derecho de utilizar
la lengua nativa, con una jerarquía denominada “promovida”, esto significa que el Estado
El marco legal Nacional se obliga a enseñarla y a permitir que la educación y ejercicio de los derechos
se utilice alternativamente la lengua oficial y la materna. Según Yrigoyen Fajardo (2001:
La legalidad establece claramente que ninguna persona puede ser discriminada por 30-31) existen cuatro categorías: el idioma oficial, el promovido, el respetado y el permi-
razones étnicas o culturales. Lo indican y prohíben tratados internacionales, la tido. En el idioma promovido el Estado se compromete a incluirlo en la enseñanza y
Constitución Nacional y la ley nacional nro. 23592. Además existen otros dispositivos garantizar su respeto, como lo indica el art. 28 inc. 3 del Convenio 169 de la OIT donde
legales que prohiben actos que propicien desigualdad como el Convenio 169 de la OIT la obligación contempla la preservación, promoción y práctica de la lengua.
incorporado a nuestra legislación por ley y homologado por el depósito realizado en
Ginebra en 2001.
La ley 23.592 en su art. 1 fundamenta la protección en las bases igualitarias. En La crisis intercultural
todos ellos se recalca la idea de prohibir que una persona se encuentre impedido, obs-
taculizado o menoscabado de ejercer sus derechos por motivos raciales, religiosos, ide- El registro del hecho según el procedimiento de la justicia local en la etapa instructo-
ológicos, posición económica, sexo, ideología o condición social. ria mantiene la rigidez del modelo colonial, se consignan por escrito los datos obtenidos
En el caso indígena la protección legal es muy amplia. Es tan amplia como ignorada. de un modo ingenuo pero eficaz para cancelar la duda provisoriamente. El procedimien-
Es que paradójicamente los instrumentos legales son supraconstitucionales, constitu- to de interrogar no se asemeja al método del inquisidor, urgiendo la confesión sobre un
cionales o del mismo rango, pero el legislador no se ocupó de modificar la legalidad hecho conocido pero ocultado deliberadamente, sino que el hecho ya se ha revelado en
subalterna, generando de ese modo una desconexión legal. el contacto con el cuerpo del inocente al modo de lo que la justicia medieval denomi-
No obstante ello el indígena también se encuentra protegido por otras normas tales naba la prueba de la sangre3. La verdad se encuentra revelada en el cuerpo desvalido
como la ley antidiscriminatoria y los Pactos Internacionales de Derechos Políticos y del niño muerto y el silencio estridente de su hermana. La prueba se asoma con la evi-
Sociales y las garantías contenidas en el Pacto de San José de Costa Rica. 3- En la prueba de la sangre se colocaba a la persona sospechada del homicidio junto al cadáver y se la obligaba a tocarlo y
Este marco protectivo se menciona expresamente en el Convenio 169 en su art. 3 y entonces si comenzaba a sangrar, era sometida a torturas. En Ladislao Thot (1939:236-237). También en las ordalías aparecen esta s
casuísticas, consistentes en pruebas azarosas y mediante la aplicación de una lógica del resultado, como una operación mágica.
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dencia cultural. Solo una conducta “salvaje” puede mata r, y luego llevar al hospital a la la manera que explicaba Carlos Cárcova (1998:39)4, de ignorancia y desconocimiento
víctima y permanecer indiferente al drama, a las preguntas y el acoso policial. parcial del sistema legal, sino como lógica e interpretación de los operadores de la
Esta sospecha culturalmente condicionada saltea otras formas de conocimiento y misma agencia estatal y que se encuentra expandida en todas las porosidades del sis-
rápidamente se alimenta del silencio, el asentimiento aturdido de la menor, la dificul- tema donde se establecen reglas y normativas. Me estoy refiriendo a distintos niveles
tad cognitiva para interactuar y reconocer la agencia judicial. de competencia y saberes que confluyen en la misma dirección, y resultan súbitamen-
El contraste de la interculturalidad resulta crepuscular. Los mecanismos de culpa y te conectados por una contingencia legal.
expiación son diferentes. Cuando ella perseguía la cura de su hermano es rechazada Esta penumbra existente en la agencia estatal al momento de reconocer y aplicar sus
por su edad. El día del hecho intentaba nuevamente que su hermano sea examinado propios dispositivos es el producto de la inadaptación de sus operadores cuando eligen
pero resultan atacados, con toda esa apremiante urgencia consigue llegar al centro el método. Es como observar la práctica de un guion teatral, ajustado a la mímica inva-
asistencial pero encuentra un interrogatorio policial y el estigma de culpabilidad. riable de los actores, que repiten el programa como una letanía, sin amenazas o des-
La supralegalidad estatal no es reconocida por los agentes estatales que prefieren las vario pero suficiente para estropear definitivamente las expectativas del usuario.
rutinas monoculturales y de esa manera aparecen subordinados a la cultura hegemó- Existen normas, reglas y jurisprudencia que orientan la interpretación de la ley con
nica que invade y contamina la interacción preliminar. La incomunicación cultural es categorías que han expropiado de las Ciencias Sociales, como lo es la cultura. Pero mal-
la que define el acto de prejuicio y victimización de la menor. No pienso en la mala fe, versando su sentido. Dentro del ámbito del derecho todavía está vigente la idea de una
de una Policía impaciente por torturar y vejar a los seres humanos. Acá nos encontra- cultura fija, congelada en la descripción evolucionista de Tylor. Aún hoy el jurista apela
mos con un déficit del sistema que no atiende la desigualdad de las personas prove- a las taxonomías del siglo XIX y establece distinciones y clasificaciones orientadas por
nientes de otras culturas. No me consta que los policías hayan actuado con la precipi- los estados de salvajismo y civilización, o primitivo y desarrollado. Se habla de mundo
tación imprudente de un fin punitivo o temporalmente represivo para inculpar a un ino- pre-jurídico como enseñaba H. L. A. Hart (1977: 113-123)5. No se trata de niveles cul-
cente sumariamente y de ese modo disipar toda duda sobre la competencia policial. La turales que permiten administrar la idea de diversidad, sino de estadios y por consi-
lectura de los actos de instrucción y el exámen de las diligencias preliminares no pare- guiente, de etapas en un ascenso darwiniano a la colina de la civilización.
cen sostener esta hipótesis, sino el estilo refractario de los portadores de una discipli- La mejor manera de explicar la relación turbia entre el inve n tario de garantías destina-
nada intransigencia cultural. Sucede cuando la verdad empieza a construirse a partir das a asegurar la igualdad de los pueblos originarios y las prácticas reales es la incomo-
del modelo oficial, donde se visualiza una sola cultura. didad que resulta de la interacción, tanto para el blanco como para el aborigen. De algún
Esta intervención inicial se homologa con los informes de la médica legista y de la modo sucede lo que Cardoso de Oliveira (1968:64) denomina una “fricción interétnica”
psicóloga donde se cierra el círculo fatal del derecho hegemónico aplicado con una que consiste en un contacto necesario pero con “intereses diametralmente opuestos”.
igualdad artificial. Seres desiguales enredados en una retórica de igualdad. “Todos los La intransigencia del marco cultural y la jurisprudencia oficial, que determinan con
animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros” es la frase que rigidez cuáles son las pautas que inamovibles de la “mirada” estatal establecen con un
resume la crítica de Orwell (2001: 116) en “Rebelión en la granja”. Es como un simula- momificado inventario la idea de normalidad. Lo anormal se encuentra definido a par-
cro de la igualdad, donde las culturas intolerantes crean los “agentes fobígenos” que tir de una serie de rasgos y nomenclaturas que inevitablemente aparecen cuando se
son los portadores de la cultura disidente y en ese sentido, adoptando el lenguaje de produce el “encuentro”, la denominada “fricción interétnica”.
Marcelo Viñar (2003: 40) constituyen el “alius” (lo distinto o contrario) en algunos En el caso se revela una incompetencia cognitiva diferente a lo que estipulaba Max
casos y en otros, el “alienus” según sea lo contradictorio o lo irreconocible y por tanto E. Mayer (2000: 69-75) cuando señalaba que las normas “se dirigen a los órganos del
el enemigo. Estado que cumplen el derecho”, mientras que la cultura es un compendio estático de
Para abordar y explicar esta situación de crisis intercultural necesariamente debemos principios6. Acá el síntoma permite una lectura diversa: la cultura hegemónica ha infes-
explorar el modelo jurídico estatal, como un sistema que contiene no solo las pautas tado la red burocrática de los agentes estatales, lo cual les impide interpretar correcta-
constitucionales y la normativa codificada, sino también los instrumentos internaciona-
4- Carlos María Cárcova distingue en este fenómeno del desconocimiento del derecho “una enorme gama de matices, que van de la
les reconocidos. ¿Cómo justificar las funciones del Estado y sus competencias expresa- ignorancia eventualmente existente en un individuo o grupo, que por razones culturales, sociales, económica, etc. padece una
mente definidas por la legalidad estatal frente a las vacilaciones sanitarias, el enfoque situación de marginalidad o aculturación absolutas, al desconocimiento parcial del ordenamiento jurídico complejo, que puede afec-
policial prejuicioso y los informes etnocéntricos de médicos y psicólogos registrados en ta r, incluso a un operador jurídico cualificado. (1998:39).
5- Al intentar definir el derecho H. Hart, (1977: 113-123) presenta una prueba categórica del dominio evolucionista y positivista en el
el expediente?. Derecho. Con impecable racionalidad, pero con dudoso empirismo, H. Hart, simp l i fica la descripción de un sistema jurídico en la
Si los instrumentos legales más importantes contienen claúsulas de protección del combinación de normas primarias y secundarias. Las primarias, atribuidas a las “sociedades primitivas”, solo restringen la violencia,
indígena, porque razón la desprotección aumenta apenas el mismo ingresa al circuito controlan otras acciones y son aceptadas por la mayoría, pero carecen de certeza, son estáticas y se imponen mediante una presión
social difusa. En cambio las secundarias poseen reglas de reconocimiento, admiten reglas de cambio y de adjudicación de autoridad.
burocrático del Estado. Se advierte como una opacidad del derecho, no solamente de En realidad, el razonamiento es correcto, pero la descripción de lo que denomina “sistemas primitivos” no funciona de la manera en
que afirma el autor, como lo demuestran numerosas etnografías jurídicas sobre sociedades tribales o pueblos indígenas americanos.
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mente el intercambio cultural, el contacto y la crisis que experimentan al enfrentarse dio. Lo que se interpreta en los informes sobre la salud mental de esta como de una
al indígena sometido a una investigación criminal, mientras que la legalidad, el dere- personalidad “impenetrable”. Incapaz de comprender desde su cultura deficitaria.
cho positivo, el modelo pluricultural, aparece “destinado” al pueblo pero subordinado Con fecha 26 de setiembre es presentado el informe pericial del perito psicólogo
a las prácticas y las mentalidades que lentamente la van privando de sentido, de efi- donde manifiesta que
cacia y coherencia. Funciona como en el universo de Kafka: lo inteligible desaparece
en la rutina de los funcionarios cuya lógica es una sinuosa cultura, sincrética en los “se realizaron dos entrevistas a la menor quien no emitió palabra en ningún momento solo
monosílabos como si o no. Para los tests se requiere la presencia de un intérprete. Con respec -
errores y repetidamente estéril. to al coeficiente intelectual indica: no se puede determinar con exactitud porque no se ha comu -
Es ingenuo ver solamente un sofisticado modelo inquisitivo o una policía obstinada- nicado conmigo, posiblemente sea un coeficiente por debajo de la media, debido a escasa for -
mente brutal. La reificación de un estado vigilante y policial enfatiza en el campo visual mación en nuestra cultura”.
el aparato de coerción. El exceso de certidumbre puede ser engañoso y suele ocurrir
cuando se revela lo más detestado como la principal fuente del mal. De lo que resulta Si extendemos esta curiosa lógica a la psicóloga podemos arribar a una desopilante
el más panorámico observatorio del mal, desatendiendo aspectos más profundos en conclusión: la misma carece de información sobre la cultura indígena y por consiguien-
cuya densidad reposa la verdadera causa del racismo. El orden y la prolijidad maniáti- te su coeficiente intelectual es pobre. Menos cultura oficial menos inteligencia. Un
ca de una burocracia eficazmente adiestrada pueden sostener una falsa legitimidad determinismo que restringe la libertad y condena el principio de pluralidad cultural.
asegurando la intolerancia. Como explicaba Hannah Arendt (2000:427) al comentar Es evidente que la detención de la menor se sustenta en la idea que la misma golpeó
el Juicio a Eichmann que “la normalidad es mucho más aterradora que todas las atro - a su hermano de un modo tan feroz que a causa de la paliza se produjo su inconscien-
cidades reunidas”. cia. El evento comunicacional fracasa inmediatamente con la presencia policial. Las
El operador del sistema, se encuentra en una burocracia donde existe una idea de “nor- medidas de coerción, la ausencia de estrategias linguisticas o gestuales dirigidas a la
malidad” que perfecciona su rutina y lo convierte en eficacia administrativa. El propio comprensión de la interacción y la condición étnica fueron suficientes para clausurar
sistema alienta en sus operadores una mirada refractaria y evolucionista, un disciplinado los canales de entendimiento entre represor y víctima.
registro de los hechos que su competencia les permite conocer y sin desprenderse de los La evidencia judicial que se construye a partir del prejuicio extingue definitivamente
prejuicios que figuran como reglas procesales previstas para una comunidad homogénea. las expectativas de conocer cómo ocurrió el hecho. No existen constancias prelimina-
Aún cuando el Estado haya aceptado internacionalmente someterse a procedimientos res que den cuenta del estado de sospecha. Podemos deducir de la lectura del expe-
excepcionales en los casos de usuarios pertenecientes a minorías étnicas. diente que la imputación subsiste en la idea de ocultamiento, fingimiento y arrepenti-
En la práctica el expediente examinado fue construido con la verdad oficial, que es miento. En ningún momento se alientan lineas de investigación que apunten en un
también el producto del prejuicio como evidencia. El prejuicio adquiere la evidencia sentido diverso.
mediante los datos que se encuentran en el estereotipo: menor muerto y golpeado, sos- La norma cultural en estos conflictos es más importante que la norma jurídica y en
pechosa en estado hipnótico, que asiente aturdida, conducta evasiva, origen indígena, ese sentido determina y orienta la pesquisa. Porque si seguimos a Tzvetan Todorov
condición de estado salvaje, ausencia de justificación o explicación. (2003: 195) en los tres ejes para situar la problemática de la alteridad, vemos con
Estos antecedentes resumidos bastan para anatematizar su origen y presentar con urgente claridad que el aparato estatal, policial, sanitario y judicial ha desantendido
sombría facilidad una posición de desigualdad. las opciones correctas en los tres ejes necesarios para reconocer al “otro”. Tanto en el
Si examinamos el cuadro con la neutralidad de una situación abstracta, inmediata- primero: “es mi igual o mi inferior”, como en los siguientes: “adhiero a sus valores o le
mente notamos que contiene los signos, las perspectivas y los seres necesarios para impongo mi propia imagen” y: “conozco o ignoro la identidad del otro”.
conformar un escenario de homicidio. Si la menor fuese blanca se activarían otros Este “trípode semiótico” esbozado por Todorov se encuentra inconcluso y adolece de
métodos para adquirir datos, como documentos de identidad, familia, parentesco e una falla que consiste en no apartarse del principio cultural unificador, es decir no se
idioma. Si el hecho ocurriera en un Country la morosidad y la urgencia disputarían el han adoptado las primeras opciones de las pregunta liminares para ver al otro.
espacio de tal manera que aparecerían nuevos mitos y una perfeccionada impunidad. La carga cultural es más consistente que la propia ley y ordena de ese modo una ruti-
En el caso que estudiamos los contornos del sujeto procesal son representados como na administrativa sometida a representaciones y prejuicios de origen colonial. Desde la
de vaguedad e indeterminación, a lo que se debe añadir las creencias sobre la vida de cultura oficial y hegemónica disfraza en el “acto de justicia” un “acto de discrimina-
los indígenas: vagancia, salvajismo, pobreza, ausencia de valores y cultura. ción”, muchas veces no deseado de una manera patológica, sino que se inscribe en la
Al registro de la sospecha e imputación efectuada con sumaria urgencia e invencible forma de una ideología de lo conocido como horizonte perpetuo de lo nacional.
certeza se le une el silencio de la indígena en no revelar mayores datos sobre el episo- Desde esta perspectiva ideológica parece posible pensar el “derecho” sin la idea de
diversidad. Aunque esta se encuentra reconocida en repetidos documentos y normas.
6- Mayer (Ob.cit. 45-47) explicaba que es una gran ficción suponer que la ley se dirige al pueblo ya que este no conoce las normas
jurídicas, excepto las tradiciones culturales que coinciden con los mandatos y prohibiciones del derecho. Una experiencia jurídica semejante se ajusta a un mundo perimido y se concentra en
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el universo especular de Orwell consistente en “iguales más iguales que otros”, perver- pero justamente pertenece a quien ejercita la posición de control y autoridad.
samente repetidos en las prácticas burocráticas y judiciales. De allí que el concepto de El Mbya no es hablante de la lengua oficial y cuando se expresa en español lo hace
“cultura” aparezca desdeñosamente interpretado en la construcción de la legalidad de con dificultad, ignora el sistema cultural dominante, tiene dificultades para distinguir
Derechos Humanos, siempre tratado como un problema7. las jurisdicciones y competencias, confunde las jerarquías y agencias, tampoco posee
habilidades para desplegar estrategias de adaptación en una sociedad cuya compleji-
dad lo abruma; es visto con desconfianza, porque su registro facial, indumentarias,
El modelo discriminador manera de presentarse difiere de lo conocido como normalidad. Esa deficiencia cogni-
tiva, estratégica, económica y conductual del que es portador le impide acceder de la
En realidad el objeto de la discriminación figura en un inventario cognitivo, especie misma manera a los derechos que se encuentran disponibles.
de mapa mental construido con anterioridad al acto que declara la desigualdad. Se Además, queda un último problema. En caso de que supere estos impedimentos y
encuentra pautado en el sistema cultural, que se compone de las creencias y represen- consiga hacerse atender por el agente estatal, encontrará que el modelo hegemónico
taciones nunca erradicadas en los operadores estatales. No aparece como una irrupción se presenta con una rigidez dogmática que prevalece en la formación técnica de sus
espontánea y discrecional del agente discriminador. Tampoco en la mayoría de las veces operadores. El universo administrativo al que cree acceder el indígena, tiene preferen-
podemos comprobar que el sabe que está cometiendo un acto prohibido, sino que jus- cias axiológicas que bloquean la interacción y le impiden obtener ayuda inmediata.
tamente se encuentra trabajando en defensa de un catálogo de estereotipos donde figu- Esta situación asimétrica condicionará la manera de enfocar su reclamo y viciará los
ran seres abstractamente considerados enemigos del sistema. Estamos frente a una métodos aplicados.
construcción anticipada del “delincuente”. Y como describe Günter Jakobs (2003: 29) el Para explorar mejor la alteridad es interesante el planteo de García Canclini de
“Derecho penal del enemigo”: quien no participa en la vida en un estado comunita r i o - “Diferentes, desiguales y desconectados” (2006: 45-82) donde intenta evitar las tres
legal debe ser expelido o impelido a la custodia de seguridad. El nazismo perfeccionó el maneras frecuentes de hablar de la diferencia. La idea que propone es no subordinar com-
sistema de construir el enemigo para luego destruirlo8. Es una práctica que se convierte p l e tamente la diferencia a la desigualdad creyendo que borrando la primera puede supe-
en ideología e impide aceptar lo diferente. Porque lo diferente es justamente la amena- r a rse la segunda. De todos modos, siempre será importante el examen de los campos
za insidiosa. En este caso la superstición se hace fuerte en lo indeterminado porque sociales que se van construyendo más allá de las tácticas para evitar la discriminación.
anuncia una hostilidad siempre incierta, propiedad que define la insidia. Si aceptamos que dentro de la burocracia estatal existen prejuicios y conductas ten-
Ubicar a actores diferencialmente posicionados es también advertir que en ambas dientes a “ajenizar” con mayor acento a quienes provienen de otras culturas es también
miradas existirá una ruptura de lo familiar y un encuentro con lo extraño. Así para el el momento de examinar la pregunta engañosa y retórica de Giovanni Sartori
Mbya el blanco aparecerá como el Yurua “boca con barba” en clara alusión al conquis- (2001:53-54) cuando interroga: ¿Hasta qué punto una tolerancia pluralista debe ceder
tador español y en otra versión empíricamente más creible “como boca ruidosa”, es no sólo ante “extranjeros culturales” sino también a abiertos y agresivos “enemigos cul-
decir mentiroso. Y el blanco utilizará los motes peyorativos de “indio”, “sucio” o “vago”. turales? ¿Cómo podemos definir al “enemigo cultural”, sino mediante una categoriza-
Esto significa que la fricción interetnica en términos de Cardoso de Oliveira (Idem: 64) ción fundamentalista de una cultura? En todos los rótulos y estereotipos se registra un
revelerá claramente los intereses antagónicos y a la vez interdependientes. Pero la coli- nivel de intolerancia, que esconde la idea hegemónica.
sión de intereses sujetos a una desconfianza recíproca alterará y desfigurará la interac- El sistema ha instituido prácticas que dependen más que de las normas,-generalmen-
ción, pero sobre todo en perjuicio del usuario (el indígena), que deberá hacer el esfuer- te ignoradas por agencia estatal- de las rutinas y actividades que componen el horizon-
zo mayor por ser aceptado y reconocido. Y esta asimetría se refleja en el razonamiento te cultural de quien vigila y dispone de los medios coercitivos. El lenguaje, la vestimen-
de Charles Tylor (1991: 67) quien piensa que tal situación constriñe a las personas de ta, el género, el color de piel, los rasgos indígenas pueden convertirse en pautas que
condición indígena a someterse en un molde homogéneo que no les pertenece, lo cual nos indiquen, desaprensión, brutalidad, bestialidad, y promiscuidad. Decía Jean-
no sería tan malo si el molde fuese neutral, que no perteneciera a nadie en particular, Baptiste du Tertre, una de las fuentes consultadas por Rousseau según Roger Bartra
7- Explica Sally Engle Merry (2003: 68) que los abogados de derechos humanos, los activistas “están comprometidos ideológica- (1997:285):
mente a la implementación de estándares universales más que a la apreciación de las diferencias locales, dado que su objetivo es
aplicar la ley a 170 países dive rsos y miles de comunidades locales, el comité (Derechos Humanos) insiste en dar conformidad a sus La mayor parte de la gente, por la sola palabra de salvaje se figura en su espíritu una clase de
estándares sin tener en cuenta a las condiciones locales”. ..(Idem: 70) …piensan que están haciendo leyes, pero en realidad están hombres bárbaros, crueles, inhumanos, sin razón, contrahechos, grandes como gigantes, pelu-
haciendo cultura”. dos como osos: en fin, más bien monstruos que hombres; aunque en verdad nuestros salvajes
8- Reproduciendo un texto de Alfred Rosenberg, George L. Mosse (1973:103-106) el primero describe al pueblo judío como contrario no son salvajes más que de nombre, como las plantas que la naturaleza produce sin ningún
a la ley y al orden, como agentes del caos y de ese modo descalificaba su inserción social en Alemania, pero al mismo tiempo la cultivo (…) que con frecuencia nosotros corrompemos con nuestros artificios y alteramos mucho
estimaba necesaria como una actividad bacteriana en el cuerpo social. Tr a ta de decir que el enemigo es inevitable, pero debe ser con- cuando las plantamos en nuestos jardines”.
trolado y despojado de poder. Estas funciones que se les atribuye generan desconfianza, xenofobia y hostilidad. Todos efectos multi-
plicados luego en el genocidio.
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Más allá de la idealización mítica de un ser incontaminado podemos encontrar tam- hablante del idioma oficial. En ningún momento se aclara que es indígena. Ni se adop-
bién la fidelidad descriptiva de la regla taxonómica del colonizador. ta el procedimiento establecido por el Convenio 169 de la OIT.
Resulta difícil suponer que el Policía adopte la mirada de Du Tertre o Rousseau, por- Se repite con el informe de la médica forense, quien señala su incompetencia lingüís-
que la propia historia del Estado vigilante y represor le han señalado otras pautas y tica y le agrega una predicción inquietante: que podrá repetir conductas delictivas. De
nadie se ha encargado de modificar esa visión. Se lo castiga porque realiza acciones esta forma le agregamos la condición de peligrosidad. Y finalmente concluye con la
que ofenden los derechos humanos. Pero carece de instrucción sobre las condiciones afirmación de la psicóloga quien dictamina que por ignorar la cultura oficial su coefi-
culturales de quienes deben proteger. Tampoco se busca desarmar las lógicas que la ciente es inferior a lo normal.
escuela policial le ha inculcado. Esta cadena desastrosa de percepciones equivocadas precipita el acto de discrimina-
Pero no siempre existen comportamientos contrastantes. Algunas veces el “enemigo ción en su forma más visible porque las reglas de procedimiento no han sido adapta-
cultural” puede ser inofensivo y por lo tanto tratado con amistosa severidad. Es decir das y la hermeneútica utilizada se conecta con la cultura colonial del prejuicio y los
reduciendo el empleo de fuerza y hasta con una especie de simpatía proteccionista que operadores del sistema no han sido entrenados para entender la excepción como meca-
consistirá en brindar las garantías legales, evitando las vejaciones y crueldades. Sin nismo de la igualdad, todo lo cual aumenta la desigualdad y facilita la exclusión.
embargo esto sucede, luego que se ignoró la condición cultural. La ficcionada clemen- Formalmente no es maltratada por el sistema, sino que la ausencia en las reglas ele-
cia que ostentan los comportamientos paternalistas o clientelares por parte del Estado mentales de la burocracia sanitaria, policial, médica y judicial de una casuística homo-
solo perpetuan la idea monocultural. logada de situaciones análogas la excluye del modelo. Resulta despojada de sus dere-
La calidad de menor inimputable a causa de sus catorce años a la época del hecho, chos por ser mujer, indígena, analfabeta, ignorar el idioma oficial y diferir la edad para
resulta incompatible con los fundamentos del Derecho indígena para el cual era ple- su competencia civil. Y este despojo discriminatorio ocurre aplicando los dispositivos
namente responsable. Además se encontraba en la plenitud de los derechos comunita- legales a la rutina policial, sanitaria y judicial. Ocurre lo que presume Bartolomé
rios por ser casada. El rechazo o las estrategias derivadas de una cognición social des- Clavero (1994: 157):
favorable alientan en quien experimenta la segregación, actitudes simuladas o gestos La conclusión es que el derecho ha sido y puede perfectamente seguir siendo el meca-
evasivos, aumentando la posibilidad de exclusión. El ser mirado con desprecio, indife- nismo de la negación del derecho. Un derecho bien resguardado culturalmente ha des-
rencia o rechazo condiciona la interacción y generalmente impacta sobre la parte más empeñado y puede aún desempeñar esta función de iniquidad”
débil que genera estrategias desfavorables en el trato y acceso a sus derechos.
Podemos identificar la situación que Erving Goffman denomina como de “estigmas tri- La fricción intercultural que define el contacto desfavorable para quien se encuentra
bales” de la raza, la nación y la religión, susceptibles de ser transmitidos y contaminar sometido, también produce una situación de “fricción interjudicial”, pero a causa de que
a todos los miembros de la comunidad (2006: 14-15). la interacción ocurre en un espacio judicial y ritualizado donde el desacuerdo aumenta ,
La discriminación en los hechos analizados comienza cuando no se admite la inter- porque cambia la dimensión simbólica. Entonces al desacuerdo y la incomunicación cul-
nación del niño en el Hospital a causa de que su guardadora era menor de edad. tural se le añaden los mecanismos coercitivos y una lógica que intenta someter a los
Circunstancia que se menciona en el testimonio de la Médica Mampaey. En el caso no actores sin distinguir la cultura de la cual son portadores, lo que es percibido como una
se tuvo en cuenta la condición de indígena y la diferencia de edad en cuanto a su res- amenaza. La hostilidad ha superado las fronteras de la intolerancia invadiendo la inti-
ponsabilidad. En una investigación sobre los sistemas de salud y la población Mbya la midad del usuario que se ve desalojado de su espacio sociocultural. Ahora no se trata
antropóloga Claudia Pini establecía como causa de las enfermedades y mortandad: de una fricción sino de una invasión judicial a sus dominios culturales.
Freud (1979:215) explicaba que “lo siniestro” (umheimlich) era aquello que descono-
“alta frecuencia de desnutrición…padecimientos evitables y prevenibles, pero presentes por la cíamos, “lo no familiar” en su traducción literal, pero en realidad es mucho más que eso,
desigualdad económica, social y de marginación, y la falta de sistemas de salud eficientes des-
tinados a trabajar en una situación intercultural” (1994: 110). se trata de una forma revelada que guarda relación con lo familiar, pero se le opone y
por eso resulta doblemente aterrador, porque solo podemos ver un sistema coercitivo
La falta de reglamentación hospitalaria refuerza la inadecuación del sistema para que nos va succionando sin perder su estabilidad, su organicidad y su racionalidad. En
atender usuarios provenientes de culturas diferentes. esta racionalidad hegemónica de la cultura oficial, que instituye los patrones de norma-
Continúa la secuencia discriminadora cuando se imputa el delito a la indígena sin lidad, es donde arranca la discriminación y luego se expande ilimitadamente.
advertir que la misma no habla el idioma oficial, a causa de ignorar su incompetencia
lingüística no se avanza en la investigación y se pierde la posibilidad de revelar otros
hechos. Reaparece el prejuicio en el acta de reconocimiento del cadáver donde se des-
cribe la madre del menor como discapacitada, desocupada, indocumentada y no
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Conclusiones que anuncien una obstinada brutalidad y ocasionen perjuicios, daños psicológicos y
físicos en las personas, pero no serán actos discriminatorios a menos que afecten lo que
De qué se trata la ley describe como restricción o menoscabo de los derechos humanos en condiciones
de igualdad.
Un primer análisis nos conduce a determinar la naturaleza de los actos discriminato- En el caso analizado la menor y su hermano fallecido fueron víctimas de sucesivos
rios examinados. Primeramente debemos saber que se trata de una discriminación intra- obstáculos administrativos y de una agresión brutal y despiadada por parte de dos
grupal. Es decir que tiene lugar entre grupos diferentes, con relaciones de poder asimé- blancos, según los datos aportados por la comunidad indígena, luego la policía labró
tricas. Entre la sociedad hegemónica y un miembro de una comunidad indígena con un sumario donde la principal sospechosa de la muerte fue la menor, se dispuso su
categoría de “pueblo”. Aunque la diferenciación ha sido arbitraria y perjudicado a la detención y se la sometió a exámenes médicos y psicológicos con formularios y rece-
mujer indígena, también fueron afectados los intereses de la propia comunidad alarma- tas de práctica para un universo estandar, sin advertir que examinaban a un miembro
da por el ataque de los blancos y la falta de respuesta de las autoridades esta tales. En de un grupo étnico. La verdad contenida en el expediente es artificial, en la medida
cuanto a los actos de discriminación podemos admitir que fueron omisiones que permi- que consideremos que el personal instructor no logró comunicarse adecuadamente
tieron la desigualdad. No se realizaron actos en contra de, sino que prescinde, saltea y con la menor, porque la misma hablaba otro idioma y pertenecía a otra cultura.
excluye a quien merece un trato igualitario. La historia no comienza con la muerte del niño aborigen. Se puede descomponer
Art i ficialmente el trato ha revestido la apariencia de igualitario, tan igualitario que como una tragedia que se inicia con la aflicción de la enfermedad. Los informes médi-
permite pensar en la “igualdad” de Orwell. La paradoja se construye mediante una igual- cos hacían referencia a un grave estado de desnutrición. Avanza con los padecimien-
dad de trato y de oportunidades, pero a una persona que ignora de qué se trata y que tos fisicos del menor y la atención mezquinamente brindada en un hospital público, se
carece de oportunidad para ser admitida en el sistema. Es como reeditar la jurispruden- expresa dramáticamente con la muerte del mismo y luego continúa con una serie de
cia de 1896 cuando un Juez de Estados Unidos en el Estado de Luisiana, proclamaba el desencuentros, castigos y errores, siempre trágicamente desplegados, aún de la verdad
dudoso apotegma antiracista: Our constitution is color-blind. La ceguera constitucional que solo aparece en la colisión cultural, donde el antagonismo se magnifica en la
establece un marco de protección ficticio, ya que no contempla las asimetrías y desigual- intransigencia. Las historias son tan opuestas como obstinadamente representadas: por
dades estructurales entre grupo dominante y grupo minoritario. El reconocimiento de la un lado la sospecha truculenta de que la menor golpeó a su hermano salvajemente y
diversidad cultural y otros derechos. Dice Will Kymlicka (1996: 154) que: luego arrepentida lo trasladó al Hospital de San Ignacio, teniendo en cuenta que un
tiempo atrás el de Puerto Rico le había negado atención y por el otro lado la presun-
“La argumentación basada en la igualdad sólo aprueba los derechos especiales para las ción y luego certeza de que dos blancos interceptaron a los hermanos, intentaron abu-
minorías nacionales si verdaderamente existe alguna desventaja relacionada con la pertenen-
cia cultural y si tales derechos sirven realmente para corregir dicha desventaja”. sar de la mujer y golpearon con saña y crueldad al menor para sofocar sus gritos.
Los datos aportados sobre la identidad de los blancos son vagos e indeterminados.
Sirven los derechos estipulados para corregir las desventajas? No, porque los opera- La bicicleta tampoco fue identificada. Aunque el Juez correccional realizó diligencias
dores del Estado siguen dentro de una cultura ciega para notar la diferencia de seres que apuntaban en esa dirección, las pruebas obtenidas, teniendo en cuenta el tiempo
mudos para comunicar sus derechos en otro idioma. transcurrido resultaron finalmente insuficientes para acreditar la identidad de los agre-
El tema de proteger la igualdad fue la cuestión más discutida en el debate parlamen- sores. Con lo cual podemos conjeturar en muchos sentidos. Para la comunidad indíge-
tario, y la que justamente permitió un consenso artificial porque el proyecto de ley fue na el hecho ocurrió como señaló la menor, luego de ser interrogada por las autorida-
aprobado sin definir la idea de cómo proteger la igualdad. El tratamiento de la ley fue des indígenas. Los demás indicios permiten presumir que el menor se encontraba en
en el año 1988, pero luego seis años más en 1994 durante la reforma de la buen estado de salud la mañana de su muerte. En la cultura guaraní la palabra es
Constitución volvieron los fantasmas en la inclusión de textos sobre derechos de los sagrada, y el relato de Gabriela L. ante sus autoridades reviste una credibilidad signifi-
pueblos preexistentes. cativa y respetable.
El acto discriminatorio puede ser por miedo (xenofobia) o por odio (racismo), en los En realidad durante dos meses se desplegaron estrategias de resistencia y reivindica-
casos donde la expresión es delictiva. En el caso aparece como una disminución admi- ción del derecho indígena y de la identidad étnica del grupo más que de descubrir
nistrativa, no se ha probado odio, ni miedo, ni calculado rechazo, desprecio o alguna como ocurrió el hecho. En esta lucha que se extendió excesivamente, se perdió algo ele-
forma de violencia. mental de una investigación criminal: la preservación de los datos preliminares y con-
Para precisar las propiedades y métodos de la discriminación es necesario ver el acto servación de la prueba. Se agregó confusión al episodio y se logró el final menos dese-
discriminador desde la hermenéutica de la ley. No se configura solamente con el recha- ado: la temida impunidad.
zo, la severidad, la elección o el insulto. Pueden existir conductas vejatorias, insanas Las soluciones de la justicia local, deben ser vistas como contaminadas por una serie

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de defectos de percepción policial, sanitaria y administrativa. Y aunque el Juez reglas mínimas de tolerancia, de manera tal que al sumarse todas surge un continen-
Correccional mediante la aplicación del régimen de menores que permitió la libertad y te burocrático que separa y excluye.
entrega en custodia de la mujer a las autoridades indígenas, a causa de su edad, la pes- También resulta difícil aceptar que las formas discriminatorias (excepto la violencia
quisa se fue atascando en una serie de “normalidades” que la propia ley determina. de los agresores blancos cuya identidad se ignora) revisten una característica que la
La modificación de la línea principal de la pesquisa, los nuevos interrogatorios, ins- distinguen de otras prácticas. Se trata de una discriminación pasiva, porque no nota-
pección ocular y medidas de pruebas resultaron insuficientes. Aunque surgen nuevos mos en los agentes estatales animosidad, el calculado o premeditado propósito de
datos, conexiones y explicaciones. Se inicia de esta manera una construcción diferente negarle a una persona proveniente de otra cultura atención o mortificarla innecesaria-
de la verdad que se orienta a modificar la sospecha instalada inicialmente, pero ya el mente. Existe la probabilidad -y los informes obtenidos confirman esta hipótesis- de
tiempo conspiraba para atar esos cabos e identificar a los autores del homicidio y la que no existió mala fe. Las prácticas se han ajustados a criterios estandar, como de
agresión sexual. meras rutinas, carecen de fallas metodológicas, no se divisan apartamientos de los
patrones habitualmente seguidos, ni desvíos de las reglas administrativas usuales. Si,
Quienes discriminan notamos que toda esta precisión burocrática no ha sido aplicada a un blanco, sino a
una persona perteneciente a una comunidad indígena que no posee la competencia
En el caso examinado aparecen distintas conductas discriminadoras, prácticas de cognitiva para explicar, comunicarse y hacer valer sus derechos, recien entonces esta-
exclusión y niveles de intolerancia, según el abordaje que se realice. Si vemos cada acto mos en condiciones de entender cuando la discriminación se hace colectiva y se reve-
discriminatorio como episódico y desconectado de la serie de hechos observados, aso- la con el pasivo y adiestrado ritmo burocráctico.
marán dudas, ya que podrá aducirse la estrictez de las reglas, colisión de normas o con- Nietzche (1971: 813) señalaba que cuando las instituciones evaden las críticas públi-
fusiones que luego enredaron la cuestión e impidieron acertar con los métodos adecua- cas la “corrupción inocente” crece como un hongo. Parecen ideas contradictorias,
dos al caso excepcional. Porque en la secuencia administrativa de la exclusión la ruti- hablar de “discriminación colectiva”, de “agente pasivo”, de “normalidad administrati-
na y la “normalidad” burocrática solapan el tratamiento desigualitario. va” y de “corrupción inocente”, pero definen el modelo cultural que permanece rígida-
Si consideramos que varias personas asociadas entre sí permitieron el tratamiento mente arraigado en las instituciones estatales.
desigualitario y discriminatorio de una menor indígena, estas dudas aumentarían, por-
que deberíamos establecer un concertado designio entre todos los agentes, relación El mito de la solución
que tendría por fundamento una incierta hipótesis conspirativa.
Nos queda una última alternativa: todos los actos que promovieron alguna forma de Para explicar el problema presentado en esta investigación y encontrar soluciones es
discriminación provenientes de distintas fuentes y autoridades del Estado se han ajus- necesario evitar la simplificación ingeniosa o la euforia optimista. Ambas panaceas de
tado a las rutinas administrativas y al mismo tiempo han omitido obrar según las la banalidad o para ser más preciso lo que se conoce como el mito de la solución, que
excepciones necesarias para el trato intercultural. Tanto desde el momento inicial proviene de una concepción matemática o de las naturales urgencias políticas. Para
donde comienza el episodio con la atención frustrada del menor un mes antes de su este caso, la cuestión es empezar con la solución del mito, que resulta de prestar aten-
muerte en un hospital público y en todos las etapas subsiguientes. ción a dos componentes de la burocracia estatal: que el modelo ha conservado las
En la discusión parlamentaria quedó claro que la excepción para el trato del desigual taxonomías coloniales con el vago ropaje del asistencialismo y al mismo tiempo se con-
es el fundamento para evitar la discriminación. virtió en un sincretismo voraz de los discursos progresistas. Lo cual nos permite inferir
Y es en este punto convergente donde se aloja el problema y las consecuencias dis- que para descifrar el problema es necesario admitir un proceso de hibridización de las
criminatorias. Se trata de un problema estructural que hace del sistema estatal, una prácticas institucionales, que sostienen un discurso pero siguen detenidas en las nor-
burocracia discriminadora. Y esto no es el descubrimiento de una astuta maquinación mas culturales abandonadas por ese mismo discurso.
montada en el “organismo” del estado. Es algo que todos sabemos porque se ajusta a Ese estado de cosas indica que el problema posee una densidad que es necesario
la representaciones cotidianamente vividas. escarbar, no antes de abandonar las recetas que operan como estandartes de una retó-
El Plan Nacional contra la discriminación publicado en 2005 detecta formas discri- rica sobre derechos humanos en el mismo aparato colonial. Es como una metamorofo-
minatorias en todas las competencias y agencias estatales. Es la “normalidad” que sis de lo imposible. En ese sentido la solución del mito empieza con una política de des-
anunciaba Hannah Arendt, tan aterradora como implacable porque se encuentra colonización.
ausente, anónima, colectivamente dispersa en las funciones estatales. Como primer tarea, es importante advertir que todas las prácticas que exploramos
Es difícil entender la discriminación como un acto colectivo. De modo espontáneo y arrastran los modos ortopédicos de una noción colonial. Es una malla monocultural
calcados prejuicios diferentes operadores de la agencia estatal van omitiendo las que se encuentra entretejida en el sistema estatal. Descansa sobre una comodidad

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administrativa que consiste en hallar “aliados” y “enemigos”. Nos encontramos frente paradigmas. Nos encontramos con códigos de procedimientos que tienen como mode-
a agentes domesticados, en un nivel equivalente a la categoría de P. Bourdieu, donde los sistemas europeos del año 1940.
la “sumisión dóxica” les impide atender el universo de seres desiguales, y diferentes Estos mismos códigos no admiten la etnicidad y los derechos linguisticos. Los obstá-
que poseen un plus de derechos. Esto es que no solo les corresponde un derecho colec- culos comunicacionales anticipan la discriminación y predisponen que la agencia malo-
tivamente reconocido, sino además el derecho de no pertenecer a ese colectivo. Y es gre la interacción adecuada para que el usuario exponga sus problemas o aumente sus
aquí donde se percibe la intensidad de la cultura oficial que marca a los grupos mino- chances de obtener un servicio adecuado e igualitario. Aunque los expertos indiquen
ritarios con un inevitable estigma. que no lo hacen porque la “lengua” ya encuentra incluida en “etnia” o “cultura”. Pero
El cambio de paradigmas que recepta la reforma constitucional de 1994 también sir- en los Códigos de Procedimientos no consta esta condición y por ende se debilita su
vió para desnudar una realidad ideológica contrastante. La votación que tuvo lugar en exigibilidad. Inclusive la palabra “cultura” está ausente en el derecho positivo argenti-
la sesión del 10 de agosto para incorporar la declaración de la nación “pluriétnica y no, excepto en la reforma de la Constitución en 1994 donde se instala el concepto,
pluricultural” tuvo 184 votos por la afirmativa y 84 por la negativa. Estas cifras indi- pero sin alcanzar consenso sobre sus significados como se señaló al comentar las inser-
can que el 31,34 % de los convencionales rechazaron la admisión de este reconoci- ciones (nota al pie 12).
miento. Otro tanto ocurrió con el reconocimiento de los derechos indígenas como fue De todos modos, el derecho a “hacerse oír” en un proceso penal y a “hablar” en su
mencionado con anterioridad. Detrás de la mutación constitucional se ha ocultado con propio idioma ofrece dos dimensiones de exploración que justamente son las dos for-
notoria inhabilidad todo el prejuicio que domina a la sociedad hegemónica. mas que se yuxtaponen al momento de explicar este derecho. Que en realidad es el de
Vale la pena recordar un fragmento de D. F. Sarmiento donde extrañamente se expresión y el de comunicación. Dice Hamel (1995:14): Esta distinción, que en la lin-
encuentra ausente su “obsesión” civilizatoria: güística se considera como meramente analítica, ha servido de fundamento para atri-
buirle al lenguaje un status jurídico ambiguo, incluso contradictorio, ubicándolo en dos
¿Somos europeos? -Tantas caras cobrizas nos desmienten! ¿Somos indígenas? -Sonrisas de des- categorías diferentes. La ausencia de una comunidad lingüística inmediata desarticu-
dén de nuestras blondas damas nos dan acaso la única respuesta. ¿Mixtos? -Nadie quiere serlo,
y hay millares que ni americanos ni argentinos querrían ser llamados. ¿Somos Nación? -Nación la la fundamentalidad del derecho a expresarse y entonces la lengua oficial se convier-
sin amalgama, sin ajuste ni cimiento? ¿Argentinos? -Hasta dónde y desde cuando, bueno es te en una herramienta poderosa de dominación y exclusión.
darse cuenta de ello. (1915:63). La persona sometida a alguna situación apremiante tiende a hablar en el idioma ofi-
cial, busca la atención urgente de la agencia y no su rechazo. En general oculta su con-
Es evidente que Sarmiento no logró entender temas como la diversidad o la cuestión
dición de no hablante y asiente con ambigüedad a preguntas y respuestas que se le
identitaria, aunque su catálogo con tufo racista las prefigura; pero es bueno darse
formulen en el acto de comunicación. Estamos frente a una inhabilitación gradual de
cuenta que estas preguntas anuncian con vertiginosa claridad la idea colonial. Un
sus medios expresivos, hasta alcanzar el silencio y el mutismo.
Estado que no termina de entender y resolver la pregunta “hasta donde y desde cuan-
Es necesario que se asegure la preparación básica de la agencia estatal para atender
do…” es el mismo que no termina de abolir en su gestión administrativa los estereoti-
situaciones donde se involucre a personas portadoras de otras culturas, pertenecientes
pos culturales que infeccionan la burocracia.
a etnias o grupos minoritarios. La intervención del Estado no puede ser tibia o ambi-
Para modificar estos aspectos, es necesario aceptar que existen estas patologías buro-
gua sino que debe apuntar vigorosamente a esta modificación de las mentalidades
cráticas y para ello resulta conveniente alentar investigaciones que hagan seguimien-
dentro de la propia agencia. Los sucios, vagos, indígenas, pobres o diferentes compo-
tos y conecten estas fallas orgánicas donde aparece un vicio en la declamada igualdad
nen la sociedad pluralista. El sistema penal, sanitario y administrativo debe acomodar
de los servicios del Estado. Y explicar como funciona sistémicamente de modo que una
y ordenar sus lógicas a este nuevo escenario.
falla inicial puede desencadenar una especie de fatalidad administrativa. La observa-
Las estrategias sostenidas en la retórica y la amenaza punitiva solamente aumenta-
ción multidisciplinaria y el escenario intrasistémico aportarán mayores datos para
ran los conflictos, victimizando repetidamente a los operadores que continuarán gene-
entender la intransigencia cultural que domina el aparato burocrático. No como si fue-
rando actos discriminatorios y alejando a la agencia estatal de quienes debe proteger.
sen actos discriminativos de la salud, de la educación o de la justicia. Ya que general-
Es un error aplicar a la Policía sus propios métodos coercitivos, consistentes en vigilar-
mente se revelan a modo de catársis, luego de una secuencia episódica anterior. Una
los, controlarlos y amenazarlos, como el único método eficaz o la panacea ideal para
babelización burocrática engulle al discriminado e invisibiliza las verdaderas causas.
erradicar la violencia y el abuso de la fuerza. Las recetas belicosas suelen convertirse
Otra cuestión no menor y desatendida por el Estado nacional son las autonomías pro-
en purgas, pogroms y linchamientos. Y la historia ha demostrado que estos métodos no
vinciales que por un lado operan como bondades del régimen federal, pero al mismo
resuelven los problemas que combaten sino que solo transfieren las propiedades inde-
tiempo establecen una clara fragmentación de las instituciones y la legalidad. Uno de
seadas a los defensores de las víctimas. En este caso parece más efectivo la educación
ellos es la competencia, reservada constitucionalmente de dictarse sus propios códigos
y el cambio de paradigmas desde la escuela policial.
de procedimientos. Fragmentación que permite ignorar repetidamente estos nuevos
214 215
Tampoco es acertado prestar exclusiva atención a la dimensión institucional donde la • GOFFMAN, Erving (2006), Estigma. La identidad deteriorada. Amorrortu editores, Bs. As.
violencia simbólica es mayor, como la justicia penal, la policía o el servicio penitencia-
• HAMEL, Rainer Enrique (1995), “Derechos linguísticos como derechos humanos: debates y perspec-
rio y dejar de lado prácticas de exclusión que suelen ocasionar daños más severos al tivas”, en Revista Alteridades, Nro 5 (10), México.
usuario. Un servicio médico moroso o inadecuado puede dañar, excluir y discriminar de
modo mucho más intenso que un arresto o demora policial. En ese sentido las medidas • HART, H. L. A. (1977) “El Concepto de Derecho”, Trad. Genaro Carrió, Abeledo-Perrot, Buenos Aires.
de coerción pueden resultar más visibles, pero engañosamente dirigidas a exonerar los • IUDICIUM ET VITA (1998), Revista del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Nro 6. San José.
derechos de una persona, pero la exclusión del sistema de salud resulta en el análisis
final como la expresión más aterradoramente utilitaria del sistema. Si sometemos a • JAKOBS, Günter, (2003), Derecho Penal del enemigo, Hammurabi-Depalma, Bs. As.
todos los ancianos del país a una encuesta que les permita elegir entre seguridad o • KYMLICKA, Will (1996) Ciudadanía multicultural, Paidós, Bs. As.
salud, no tengamos dudas que la segunda es su mayor preocupación. Porque en los sec-
tores más vulnerables lo más urgente es la salud. • MARTINO Olindo S. y otros (1978), Estudio etnogr á fico y epidemiológico en comunidades abori-
genes guaranies de la Provincia de Misiones. Ministerio de Bienestar Social. Secretaría de Estado de
El mapa cognitivo o la denominada cognición social por Van Dijk (2001:21-65) es un Salud Pública.
aspecto de la cuestión, mientras que las estrategias derivadas de ese conjunto de repre-
sentaciones y creencias hacen visibles su existencia. Si el reconocimiento del problema • MAYER, Max Ernst (2000), Normas jurídicas y normas de culura. Hammurabi. Jose Luis Depalma,
editor. Bs. As.
permanece y se amuralla exclusivamente en estas estrategias de comunicación queda-
rá indemne la verdadera fuente del problema que es la cultura colonial sofisticadamen- • MERRY, Sally Engle, (2003), “Human Rights law and the Demonization of Culture (And
te solapada en la burocracia estatal. Anthropology Along the Way), en Revista Political and Legal Anthropology Review, vol. 26, nro 1,
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Argentina, 27 de setiembre de 2005, año CXIII, Nro. 30.747. Bs. As.

1. Mapa de Misiones donde se ubica la comunidad de Takuapí. 2. Mapa confeccionado por indígenas de las tierras ocupadas por la comunidad de Takuapi.
218 219
EDUCACIÓN Y DIVERSIDAD SEXUAL

Bruno Antonio Bimbi - Seudónimo: Nicolás Serra

Indice de contenidos

•Introducción
•Nociones básicas sobre orientación sexual e identidad de género
•Identidades sexuales
•La identidad y la diferencia
•Todos los armarios
•Homosexualidad en la escuela: ¿De eso no se habla?
•El informe de COGAM
•Educación sexual y currícula oculta
•Transversalidad y progresividad.
•Propuestas de trabajo
•Niños y niñas trans
•La educación sexual en la Argentina
•Algunas conclusiones
•Bibliografía

Resumen

El presente trabajo, que escribí como monografía para la materia “Filosofía de la edu-
cación” en un curso de profesorado, tiene por objeto fundamentar la necesidad de que
los contenidos de la educación sexual incorporen el concepto de diversidad sexual y la
no discriminación por orientación sexual y/o identidad de género. Para ello, recopila
variadas investigaciones, mayoritariamente realizadas en el exterior, sobre esta mate-
ria, y presenta conclusiones de libros, ensayos, trabajos publicados en revistas, informes
de organismos estatales y organizaciones no gubernamentales, entre otras fuentes. La
intención de esta recopilación es presentar al/la lector/a, principalmente docente o
estudiante de profesorado, información, fundamentos teóricos y análisis de casos prác-
ticos que difícilmente se encuentren en la bibliografía o la currícula de los cursos de
profesorado de nuestro país. No se trata del resultado final de un aporte científico al
220 221
tema, sino más bien de una aproximación al mismo y un llamado a profundizar la Nociones básicas sobre orientación sexual e identidad de género
investigación e incorporarla en la agenda educativa.
El trabajo propone reflexionar acerca del papel asumido por la escuela en el proceso Para empezar, conviene que aclaremos el significado que daremos a algunos térmi-
de construcción de la identidad de los niños, niñas y adolescentes cuya orientación nos usados a lo largo de este trabajo.
sexual y/o identidad de género se desmarca de las expectativas sociales que pesan
sobre ellos, y proponer un cambio en su posicionamiento frente a la diversidad sexual • La orientación sexual es, “según la APA (Asociación Americana de Psicología), la
que se manifiesta así en el interior de la sala de aula como en la sociedad en general. atracción duradera hacia otra persona en el plano de lo emotivo, romántico, sexual o
afectivo. El término hace, por tanto, referencia a los sentimientos de una persona y al
objeto hacia el que están enfocados sus deseos. En función del sexo de la persona que
Introducción. nos atrae, distinguimos la orientación homosexual, la heterosexual y la bisexual. (...) La
orientación sexual no es una opción y, por lo tanto, no puede ser escogida ni cambia-
“La identidad es lo que abre la posibilidad de una narración, de un relato que pueda compar- da a voluntad.” 2
tirse, de una bio-grafía, que es lo que la vida humana tiene de específico, redactando el discur-
so bio-político de las sociedades. De este modo, la identidad es algo que concierne por igual al
sujeto singular como a la gramática colectiva de lo plural que exige la producción y el respeto • La identidad de género es “el sentimiento psicológico de ser hombre o mujer y la
del semejante. adhesión a ciertas normas culturales relacionadas con el comportamiento femenino o
“(...) Los términos de la identidad son todos de naturaleza relacional, son imposibles sin un otro masculino”3.
y resultan de este modo y cada vez de la original manera de combinar y recombinar lazos pre-
vios e identificaciones sucesivas, construcción (con lo que esto da cuenta del despliegue de un • Llamaremos personas trans a aquellas “cuya identidad o expresión de género difie-
proyecto), hallazgo y firma.
re de las expectativas convencionales sobre el sexo físico”4, entre las que se pueden
“(...) (la palabra del educador) nunca será neutra a los oídos de sus alumnos/estudiantes. Su contar: transexuales, travestis, intersexuales (antes llamados/as hermafroditas), etc.
presencia, la interlocución que ofrezca, estará siempre registrándose en un lugar que ningún
contenido curricular alcance. Su mirada dejará marcas en el territorio de la subjetividad, aquel
que ni siquiera captura la noción de currículum oculto. Su manera de nombrar quedará regis- • Por último, entendemos por homofobia “la aversión, rechazo o temor, que puede
trada y su figura será el sostén de identificaciones que escapan a su programación y no son llegar a lo patológico, a gays y lesbianas (en el caso de las lesbianas, se usa también
didactizables.1” la palabra lesbofobia), a la homosexualidad o a sus manifestaciones”, y por transfobia
a su equivalente en relación con personas trans.
El fragmento del texto de Graciela Frigerio y Gustavo Lambruschini nos trae a consi-
deración una cuestión fundamental en el proceso educativo: la construcción de la iden- Sobre estos últimos conceptos es importante hacer una aclaración adicional.
tidad. Afirman los autores que ejercer el oficio de educar implica “concretar un traba- Suele entenderse, y es verdad, que la homofobia está relacionada con otros tipos de
jo psíquico, llevar adelante una actividad intelectual reflexiva –propiamente filosófica– fobias sociales como el racismo, la xenofobia, el antisemitismo, y otras. Sin embargo,
y realizar la acción eminentemente política de coparticipar en la construcción de iden- debe advertirse que existe un elemento especial que la diferencia del resto de sus
tidades, de sujetos sociales, y de ser colaborador en la formación de subjetividades”. “parientes”, y esta diferencia se relaciona con las personas que la sufren: las personas
Tomando estas palabras como punto de partida, la propuesta del presente trabajo que son víctimas del racismo cuentan, por regla general, con un ámbito de contención
será reflexionar sobre papel asumido por la escuela en el proceso de construcción de primario que es la familia, es decir que un niño o niña de piel negra o de raza judía
la identidad de los niños, niñas y adolescentes cuya orientación sexual y/o identidad que sufre la discriminación de compañeros de escuela racistas o antisemitas podrá con-
de género se desmarca de las expectativas sociales que pesan sobre ellos, y proponer tar a su lado con su padre y su madre, sus hermanos, sus demás parientes e incluso con
un cambio en su posicionamiento frente a la diversidad sexual que se manifiesta así su colectividad.
en el interior de la sala de aula como en la sociedad en general. Para las niñas, niños y adolescentes homosexuales o transexuales, la familia es
muchas veces el primer enemigo, lo cual tiene una implicancia singular en el plano psi-
cológico, además de producir una situación extrema de desamparo y ausencia de refe-

2- Comisión de educación de GOGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid): “Homofobia en el sistema
educativo”.
3- Ídem. cita anterior.
4- Definición extraída de “Nuestros/as hijos/as trans”, publicación de la Red Transgeneral de Padres, Madres, Familiares y Amigos/as de
1- Graciela Frigerio y Gustavo Lambruschini: “Educar: Rasgos filosóficos para una identidad”, Cap. 1: “Educador: una identidad filosófica”. Lesbianas y Gays. Traducción de Mauro Cabral, M. A. y Nila Marrone, PhD.
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rentes. He aquí uno de los tantos motivos que debemos contemplar para entender la lescente toma conciencia de que este fenómeno puede tener una importancia personal.”
importancia de abordar esta cuestión desde la escuela.
Mondimore señala más adelante que la mayor parte de la confusión que los adoles-
centes suelen sentir en ese momento surge del conflicto entre sus incipientes senti-
Identidades sexuales mientos homosexuales y su presunción hasta la fecha de que era heterosexual «como
todo el mundo».
En el libro Una historia natural de la homosexualidad, el psiquiatra norteamericano
Fracis Mondimore afirma que “a pesar de la certeza con la que la mayoría de los adul- “El estigma que rodea a la homosexualidad y que el individuo internalizó de joven
tos habla de la orientación sexual, si reflexionamos un momento veremos que los niños añade aun más connotaciones a este dilema. El adolescente se enfrenta a la posibili-
no conocen el concepto de la orientación sexual y la pregunta ‘¿eres homosexual?’ les dad de que su imagen previa de persona «normal» sea incorrecta y en realidad sea terri-
desconcertaría”5. blemente «anormal», «pervertido», «pecaminoso» o cualquier otro adjetivo negativo que
No obstante lo anterior, y tal como afirma Mondimore más adelante, “los niños surja de la estigmatización interna de la homosexualidad.
aprenden las etiquetas de la orientación sexual varios años antes de ser capaces de
comprender el concepto de dicha orientación. Lamentablemente, las primeras etique- “Cuando una persona se enfrenta a dos hechos contradictorios, y ambos parecen cier-
tas que aprenden los niños suelen ser motivo de mofa. Ya años antes de sentir deseos tos, resulta de ello un estado psicológico que se ha denominado «disonancia cogniti-
sexuales maduros o de conocer conceptos vinculados a la orientación sexual, se oye a va». Este estado de desconcierto y desorientación a menudo se acompaña de una pro-
los niños de enseñanza primaria decirse entre sí palabras como marica o maricón y funda ansiedad y de miedo, de sensaciones desagradables que hacen que el individuo
marimacho para mostrarse desprecio”. trate de resolver rápidamente la situación.”

Mondimore señala que “al entrevistar a homosexuales adultos, muchos (aunque no Las edades en las que los fenómenos descriptos por Mondimore comienzan a produ-
todos) dicen que de pequeños se sentían ‘diferentes’ de los demás niños”. c i rse no son siempre las mismas. En los últimos tiempos, los estudios muestran que ha
Continúa más adelante: “Richard Troiden, un científico social que ha escrito mucho descendido la edad de iniciación sexual de los y las adolescentes, así como la edad en
acerca del proceso de formación de la identidad en los homosexuales, ha calificado la que la sexualidad comienza a formar parte importante de sus preocupaciones, indivi-
estas experiencias tempranas de «diferencias» que se dan entre las edades de seis y dual y socialmente. Como parte de este fenómeno general, los y las adolescentes homo-
doce años de «fase de sensibilización» en el desarrollo de la identidad homosexual6. sexuales o bisexuales toman conciencia de su sexualidad en edades más tempranas.
Utiliza la palabra prehomosexual para subrayar que esos niños generalmente no se No obstante lo anterior, podemos decir que, en general, los procesos antes descriptos
consideran sexualmente diferentes y que la palabra homosexual no tiene para ellos se desarrollan al interior de la personalidad de los/las niños/as y adolescentes en
ningún significado. Esos niños asumen que de mayores serán mamás y papás como sus simultáneo con su paso por el sistema escolar.
padres, es decir, heterosexuales. La escuela es, en esos años, junto con la familia, los amigos y los medios masivos de
“Durante esos años, estos niños se «hacen sensibles» a dos cosas: a sentirse diferen- comunicación, una de las principales fuentes de información para niños/as y jóvenes.
tes de sus compañeros y a una serie de etiquetas y de actitudes. (…) El prejuicio anti- Es, por cierto, una fuente de información socialmente legitimada. Y no podemos olvi-
homosexual de nuestra sociedad se transmite a los niños desde una edad muy tempra- dar que la escuela es, además, un lugar donde niños/as y jóvenes pasan buena parte
na, incluso a los niños «prehomosexuales». El término homofobia internalizada se suele del día durante la mayor parte del año.
utilizar para referirse al prejuicio antihomosexual incorporado de los padres y de los Es imposible, entonces, disociar a la escuela de acontecimientos tan cruciales en la
compañeros y que penetra profundamente en la psique en desarrollo, llegando a enco- constitución de la subjetividad de las personas en nuestra sociedad.
narse durante varios años antes de infligir dolor de repente durante la adolescencia o
la vida adulta. La identidad y la diferencia
“(...) Algunos adolescentes empiezan a reconocer una incongruencia entre sus propios
sentimientos y los sentimientos de sus compañeros. Esta incongruencia puede adoptar Ahora bien, hablamos de identidades pero ¿cómo es que las identidades se constru-
la forma de una pérdida del intenso interés que manifiestan sus compañeros por el yen desde el punto de vista social y cultural? ¿Las clasificaciones que usamos para refe-
sexo opuesto, o una toma de conciencia del interés por el propio sexo o de ambos. Al rirnos a la orientación o identidad sexual han existido siempre en todas las culturas y
haber acumulado ya algún conocimiento de lo que significa la homosexualidad, el ado- en todos los tiempos?
5- Francis Mondimore: “Una historia natural de la homosexualidad”, Editorial Paidós, 1998. Todas las citas del autor pertenecen a este libro. Sabemos que, por ejemplo, las relaciones eróticas entre hombres o entre mujeres han
6- Richard R. Troiden: “La formación de la identidad homosexual”, en Journal of Homosexuality 12, nº 1 y 2 (1989), citado por Mondimore.
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existido siempre. Podemos buscar en la historia antigua el amor del emperador roma- entre personas del mismo sexo ocupa un lugar muy distinto al nuestro. Entonces, ¿qué
no Adriano por su joven amante Antínoo7, para quien mandó a construir una ciudad y procesos explican la aparición de categorías como las que hoy usamos para entender
decenas de monumentos luego de su muerte; podemos buscar las pinturas del antiguo la sexualidad humana? ¿Cómo se explican el estigma y los prejuicios que hoy existen
Egipto que retratan en amor de dos hombres, o los escritos de los clásicos de la anti- respecto de aspectos de dicha sexualidad que ni siquiera eran considerados en forma
gua Grecia o de Roma que hablan de las relaciones homoeróticas con absoluta natu- particular en otras épocas?
ralidad. En el libro “Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad”, de John Boswell, Da Silva recuerda lo ya afirmado por el lingüista suizo Ferdinand de Saussure: el len-
profesor de historia medieval de la Universidad de Yale, los interesados pueden encon- guaje es, fundamentalmente, un sistema de diferencias: ser “esto” significa no ser
trar un extenso y muy interesante análisis de estos casos históricos. “aquello”. Esas diferencias, en el terreno de las identidades, encierran otros procesos:
según Da Silva, la identidad y la diferencia están en estrecha conexión con relaciones
Sin embargo, eso que ha existido siempre no siempre se ha llamado igual o, de hecho, de poder y, por lo tanto, no son nunca inocentes. La diferencia entre “esto” y “aquello”
no siempre se ha llamado, ni siempre se ha visto cargado de los estigmas y prejuicios o, más bien, entre “nosotros” y “ellos”, encierra otras marcas de la presencia del poder:
que hoy conocemos. Dice Osvaldo Bazán en su epílogo de la Historia de la incluir/excluir (“estos pertenecen, aquellos no”), clasificar (“buenos y malos”, “puros e
Homosexualidad en la Argentina que “algún día, finalmente, se habrá de saber la ver- impuros”), normalizar (“normales y anormales”). Los pronombres nosotros y ellos no son
dad tan celosamente guardada: la homosexualidad no es nada”8. aquí simples categorías gramaticales, sino evidentes indicadores de posiciones de suje-
to fuertemente marcadas por relaciones de poder.
¿No es nada? El intelectual brasileño Tomás Tadeu da Silva9 afirma que identidad y De los procesos anteriormente mencionados, vamos a detenernos en el proceso de
diferencia (“soy negro”, “soy homosexual”, “soy hombre”, “soy argentino”) no son más normalización. Se trata, según Da Silva, de uno de los procesos más sutiles por los cua-
que actos de creación lingüística. ¿Cómo se entiende esta afirmación? “Decir que son les el poder se manifiesta en el campo de la identidad y la diferencia: “Normalizar sig-
el resultado de actos de creación significa decir que no son ‘elementos’ de la naturale- nifica elegir –arbitrariamente– una identidad específica como parámetro en relación al
za, que no son esencias, que no son cosas que estén simplemente ahí, a la espera de cual las otras identidades son evaluadas y jerarquizadas. Normalizar significa atribuir
ser reveladas y descubiertas, respetadas o toleradas. La identidad y la diferencia tienen a esa identidad todas las características positivas posibles, en relación a las cuales las
que ser activamente creadas y producidas. Ellas no son criaturas del mundo natural o otras identidades sólo pueden ser evaluadas de forma negativa. La identidad normal
de un mundo trascendental, sino del mundo cultural y social. Somos nosotros quienes es “natural”, deseable, única. La fuerza de la identidad normal es tal que ella ni siquie-
las fabricamos, en el contexto de relaciones culturales y sociales”. ra es vista como una identidad, sino simplemente como la identidad. Paradojalmente,
son las otras identidades las que son marcadas como tales: en una sociedad en la que
Mondimore recuerda en su ya citado libro que antes de 1869 no existía la palabra impera la supremacía blanca, por ejemplo, ‘ser blanco’ no es considerado una identi-
homosexual. Fue en ese año que apareció por primera vez, en un panfleto redactado a dad étnica o racial. En un mundo gobernado por la hegemonía cultural estadouniden-
modo de carta pública al ministro de justicia alemán (en alemán se dice homosexuali- se, ‘étnica’ es la música o la comida de otros países. Es la sexualidad homosexual la
tät), oponiéndose a que se mantenga en el código penal de ese país la penalización de que se ‘sexualiza’, no la heterosexual. La fuerza homogeneizadora de la identidad nor-
las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Sin embargo, antes de que exis- mal es directamente proporcional a su invisibilidad”.
tiera la palabra homosexual, u otra palabra equivalente, habían transcurrido miles de Lo dicho por Da Silva se puede verificar en muchos de los debates públicos que se
años de historia. dan en los medios de comunicación a partir de las reivindicaciones de los colectivos
LGTB. El discurso que con insistencia sostienen los defensores de la discriminación y la
No existe en las lenguas griega y latina clásicas una palabra que pueda traducirse homofobia hace de las palabras normal y natural su principal bandera: esto es “natu-
por homosexual, ya que en esas sociedades no existían las mismas categorías sexuales ral/normal”, aquello es “antinatural/anormal”.
que usamos nosotros, basadas en el sexo de las personas implicadas en una relación. La psicoanalista Silvia Bleichmar afirma al respecto que "si la vida humana se rigiera
Esta forma de pensar, explica Mondimore, no parece existir en otras épocas, y los antro- por la naturaleza todo sería más simple. (…) No sería necesaria la medicina, ya que la
pólogos, historiadores y sociólogos han descrito muchas culturas en las que el erotismo biología definiría quién vive y cómo, quién muere y cuándo. (...) Pero los seres huma-
7- El libro “Memorias de Adriano”, de Marguerite Yourcenar, relata la vida del emperador y su relación con Antínoo. Se trata de
nos, partiendo de una estructura biológica de naturaleza, han trastrocado totalmente
una obra impresionante y muestra cómo, en esa época y en esa cultura, como decíamos citando a Bazán, la homosexualidad no las leyes de la misma. Y en virtud de ello habitan una cultura que los preserva, y al
era “nada”. mismo tiempo los regula, mediante leyes que no son naturales ya que, a diferencia de
8- Osvaldo Bazán: “Historia de la homosexualidad en la Argentina. De la Conquista de América al siglo XXI”. Editorial Marea,
2004.
estas últimas, se modifican constantemente, por el ritmo de cambio de las sociedades
9- Todas las citas a este autor son del libro “Identidade e diferença". Organizado por Tomaz Tadeu da Silva. Rio de Janeiro: (...) El hecho de que la llamada 'naturaleza humana' no se produzca sino en corte con
Editora Vozes, 2000 p. 73-102. Los textos entrecomillados son de traducción propia.
226 227
la naturaleza biológicamente dispuesta, hace que la sexualidad humana sea tan poco quita era para mí un personaje risible, patético y estúpido como el señor Humphreys en aque-
lla serie de televisión. Yo no quería ser así. ¡No era así! Pero, ¿qué era entonces? No lo sabía. Si
natural como para propiciar que los seres humanos se amen más allá de su determina-
era marica, aquello podía significar el fin del mundo. Tendría que ocultárselo a mis padres y a
ción biológica, que se entremezclen y entrecrucen por el solo placer de estar juntos, de todos mis amigos.” 11
generar proyectos compartidos (...), deseen proteger al semejante amado aún después
de la propia muerte y quieran conservar la fidelidad mediante un acuerdo absoluta- La novela de Rees no hace más que trasladar todos los conceptos antes desarrollados
mente antinatural que llegue a sostenerse aun cuando la sexualidad decaiga"10. por Mondimore a la vida de personas de carne y hueso. Si bien está protagonizada por
personajes de ficción, no resulta difícil pensar que el autor tomó, para desarrollarla,
Todo lo antedicho nos muestra cómo, a partir de operaciones discursivas, se estable- experiencias de su propia vida.
cen clasificaciones lingüísticas determinadas por relaciones de poder, y se construyen
nociones normativas que incluyen/excluyen, valorizan/desvalorizan, naturalizan/des- Sostiene Foucault que lo que distingue a las prohibiciones sexuales de otras prohibi-
naturalizan conductas humanas que no siempre han sido nombradas, clasificadas y ciones es su relación con la obligación a decir la verdad sobre sí mismo12. La importan-
valorizadas de la misma manera. Invisibilizar dichas operaciones discursivas permite cia de la introspección y la confesión es un rasgo muy fuerte de nuestra cultura.
crear la falsa impresión de que el producto de las mismas no es más que un hecho de En el curso 79/80 en el Collège de Francia, Foucault se pregunta "¿Cómo ha ocurri-
la naturaleza, que siempre ha estado ahí y no puede discutirse ni modificarse. do que, en la cultura occidental cristiana, el gobierno de los hombres exige de aque-
El uso que haremos a partir de aquí de palabras como homosexual, heterosexual, llos que son dirigidos, además de actos de obediencia y sumisión, 'actos de verdad' que
transexual, bisexual, hombre, mujer, etc., debe entenderse, por lo tanto, en el marco de tienen como particularidad que el sujeto sea requerido no solamente a decir la verdad,
los significados que la sociedad occidental contemporánea les atribuye, sin perder de sino a decir la verdad a propósito de sí mismo, de sus faltas, de sus deseos, del estado
vista que dichos significados no dejan de ser arbitrarios. de su alma, etc.?"13.
En buena parte del mundo se usa la expresión “estar en el armario” para referirse a
Todos los armarios la situación de las personas homosexuales que deben ocultar su orientación sexual por
temor a las reacciones de su entorno o a las situaciones de discriminación de las que
La Section 28, impulsada en 1987 por el gobierno conservador de Margaret Tatcher podrían ser víctimas, o incluso por vergüenza, por homofobia internalizada. Muchas
en el Reino Unido, prohibía cualquier tipo de mención a la homosexualidad en las personas pasan buena parte de su vida “en el armario”, escondiendo sus sentimientos,
escuelas británicas. En el debate parlamentario de dicha ley, muchos diputados oposi- sus deseos y aun sus experiencias, sus relaciones de pareja, es decir, buena parte de su
tores utilizaron el libro “The Milkman’s on his way”, del escritor David Ress, para fun- vida. Estar en el armario significa obligarse a un ejercicio constante, a un esfuerzo coti-
damentar su rechazo a la iniciativa. diano por mentir, ocultar, esconder, disfrazar. Significa vivir una vida privada que se
La novela de Rees, publicada en 1982, fue un gran éxito editorial, con más de 25 mil mantiene en secreto y una vida pública que no es más que una simulación. Significa
ejemplares vendidos en el Reino Unido. En 2001 fue publicada en España por la edi- no poder confiar en familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc. Significa
torial Egalés, bajo el título “Sobreviviré”. Reproducimos a continuación un pequeño tener vergüenza de uno mismo, esconder lo que uno es, lo que uno siente.
fragmento: En el libro Acéptate, acéptalo: cómo explicar –y comprender– las distintas orientacio-
nes sexuales se propone a las personas heterosexuales que realicen el siguiente ejerci-
“De camino a casa, rodeaba a Louise con el brazo y la besaba. No porque tuviese ganas, pre-
cisamente —aquello no me excitó ni una sola vez—, sino porque era lo que se esperaba de mí.
cio, a fin de entender lo que significa el armario:
Ella lo esperaba, y sin duda los otros lo hacían, y... ¿no era eso lo que se suponía que era lo nor-
mal y deseable por todo cuanto habíamos visto en la tele o en el cine, o lo que habíamos “Si eres heterosexual y te resulta difícil imaginar el gran esfuerzo que supone estar
hablado, lo que todos los chicos y las chicas querían? Pero para mí era un pasatiempo muy
sobrevalorado. Un aburrimiento mortal.
escondiendo algo, intenta hacer lo siguiente durante un día o tan sólo durante los
quince minutos del café: no hagas ni una simple referencia sobre tu esposa, hijos o
“Cada vez que veía a Leslie a solas, éste se pasaba el tiempo hablando de Linda. Hasta dónde familia; ni tan siquiera una mínima declaración que pueda dar a entender tu heterose-
le había dejado llegar (a ninguna parte, al parecer). Cuando me preguntaba por Louise, le con-
testaba con evasivas, pero siempre al final acababa admitiendo que no habíamos hecho nada,
xualidad. Esa situación te hará experimentar el mismo tipo de dificultades a las que
y que la idea de hacerlo no me provocaba un deseo sexual incontenible, la verdad. tienen que enfrentarse las minorías sexuales. La verdad es que resulta imposible llegar
“Se me quedó mirando. a contestar preguntas tan sencillas como: «¿Qué has hecho durante el fin de semana?»
“—¿Qué te pasa? —dijo—. ¿Es que eres mariquita o algo así?
“¿Lo era? Me pregunté si era posible, pero intenté quitarme esa idea de la cabeza: era demasia-
o «¿Tienes familia?». La mayoría de las personas no pueden aguantar ni dos minutos
do horrible para considerarlo siquiera. Nunca había conocido a nadie que lo fuese y un mari- 11- David Rees: “Sobreviviré”, Editorial Egalés, 2001. Título original: “The milkman’s on this way”, 1982
12- Michael Foucault: "Tecnologías del yo y otros textos afines". Editorial Paidós/I.C.E.-U.A.B, Barcelona, 1996.
10- Silvia Bleichmar: “Unión Civil y naturaleza humana”, en Diario Página 12, 13/12/2002. 13- Citado en Jorge Larrosa: "Escuela, poder y subjetivación", Ediciones De la Piqueta.
228 229
sin revelar su orientación sexual. Los que ocultan constantemente su identidad acaban tivo. Todo esto que pasa, pasa también en la escuela.
sintiéndose deshonestos, impotentes y a disgusto con ellos mismos”14 .
Y la escuela ¿qué hace mientras tanto?
El armario acaba muchas veces por encerrar buena parte de la vida de las personas
homosexuales. Todo lo que, de una u otra manera, remita a su vida sexual o afectiva, Puede creerse que no hace nada, pero no es así. Aun cuando los contenidos curricu-
debe mantenerse escondido. Es sorprendente descubrir cuántas cosas pueden, aunque lares excluyan toda mención a estos temas, el discurso escolar está cargado de signifi-
sea de forma indirecta, revelar la orientación sexual de una persona. Esconderse a sí cados. La propia omisión es un significado. La escuela no puede ponerse al margen;
mismo, y más adelante a los otros, tantas cosas de la vida cotidiana, supone un ejerci- siempre estará educando.
cio sumamente difícil que insume una gran energía y afecta todos los demás aspectos
de la vida.
Muchos libros se han escrito sobre esta realidad de muchos/as jóvenes y adolescen- Homosexualidad en la escuela: ¿De eso no se habla?
tes. Podemos citar, sólo a modo de ejemplo: No se lo digas a nadie, una de las novelas
más crudas de Jaime Bayly; El lenguaje perdido de las grúas, entre otros títulos de La controvertida prohibición a hablar de homosexualidad en las escuelas británicas,
David Leavitt, que incluye una original comparación entre el recorrido de un padre y a la que habíamos referencia unas páginas atrás, estuvo vigente durante 16 años,
un hijo; Madre que estás en los cielos, de Pablo Simonetti, que reconstruye la salida del hasta ser abolida por el parlamento de ese país en septiembre de 200315.
armario de un hijo desde el punto de vista de su madre. En Alexis o el tratado del inútil Actualmente, en distintas partes del mundo se debate sobre cómo debe tratarse la
combate, Marguerite Yourcenar relata la historia de la salida del armario de un hom- diversidad sexual en la educación. Muchos cuestionan la ley del silencio.
bre adulto, casado, a través de una extensa carta a su esposa en la que le explica por El Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid elaboró un
qué debe dejarla. También el cine ha dado cuenta de historias de adolescentes y jóve- documento titulado “Homofobia en el sistema educativo”, destinado a concientizar a
nes homosexuales que se enfrentan con el armario interior y exterior: sólo a modo de docentes, autoridades educativas y a la comunidad en general sobre la necesidad de
ejemplo, destacaremos las películas inglesas Get real y Beautiful thing, que hablan de introducir reformas en la educación escolar con relación al tratamiento de la diversidad
la salida del armario de adolescentes ingleses de diferentes estratos sociales, la prime- sexual en la sala de aula.
ra ubicada en la clase media alta y la segunda en los sectores populares; la española A continuación, reproducimos algunos párrafos de la introducción a dicho documento:
Krámpack, que muestra la relación de un joven homosexual con su mejor amigo; y la
norteamericana Latter days, que explora la relación del armario con la religión a partir “En el Sistema Educativo rige la ley del silencio. (...) Esta ley es cada día más terrible por cuan-
to que cada vez hay más jóvenes LGTB16 que viven abiertamente su sexualidad. Sin embargo,
de la historia de un joven de familia mormona. la apertura social que lleva a estos adolescentes a no querer esconderse por más tiempo no va
acompañada de cambios en el Sistema Educativo, por lo que se puede deducir que cuanta
Pero ¿dónde empieza y dónde termina el armario? ¿Cuántos armarios sucesivos exis- mayor apertura social hay, más acoso por homofobia se da en los institutos. Y frente a ello, el
silencio culpable y aterrador de los educadores y las autoridades.
ten en la vida de una persona homosexual? El primero es, sin dudas, el que debe derri-
barse en el interior de la propia persona. El relato de David Rees en la novela que cita- “(...) El psicólogo canadiense Michel Dorais relata en su libro ‘Mort ou fif’ el caso de un chico
mos al principio habla de ese armario: las dudas, el miedo a ser diferente, la contradic- de 14 años que se quitó la vida y dejó una nota en la que confesaba su sufrimiento por no con-
tar con ningún apoyo para vivir su homosexualidad.
ción entre lo que se siente y lo que se cree que se debe ser. Volviendo a la cita de
Mondimore: “El adolescente se enfrenta a la posibilidad de que su imagen previa de “(…) No nos cansaremos de repetir que muy a menudo –como se demuestra en algunos de los
persona «normal» sea incorrecta y en realidad sea terriblemente «anormal», «perverti- casos analizados por nuestras investigadoras– los jóvenes LGTB no disponen del apoyo de sus
familias. En muchas ocasiones no se sienten preparados para contarlo en el entorno familiar.
do», «pecaminoso» o cualquier otro adjetivo negativo que surja de la estigmatización En otros, ya lo han hecho y no han sido aceptados. ¿Cómo podemos permitir que, ante esto, el
interna de la homosexualidad”. sistema educativo cierre los ojos?17”

Hablamos de la adolescencia porque es el período en el que la mayoría de las perso- Un dato curioso aparece en el informe de COGAM: los investigadores constataron
nas con una orientación sexual diferente a la heterosexual atraviesan de manera más que en la Biblioteca Pública de Valencia, el cuento infantil “El príncipe enamorado”, en
crucial por ese proceso de autodes-cubrimiento, aunque a veces puede darse antes o el que se relata el amor de un príncipe por su paje, aparecía catalogado en la sección
después. Hablamos de la adolescencia porque, además, se trata de un período de la
15- Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/Section_28
vida que, en la mayoría de los casos, se vive en estrecha relación con el sistema educa-
16- LGTB: Sigla utilizada internacionalmente para referirse a las personas lesbianas, gays, trans y bisexuales.
14- Bob Powers y Alan Ellis: “Acéptate, acéptalo. Cómo explicar –y comprender– las distintas orientaciones sexuales”. Editorial 17- Comisión de educación de GOGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid): “Homofobia en el
Pas 1999 (edición original en inglés: 1996). sistema educativo”.
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“libros para adultos”. Algunos sectores de la sociedad se resisten a que se hable en la están invisibilizadas, de modo que muchos/as jóvenes no heterosexuales se sienten
escuela de sexualidades diferentes, de homosexuales, lesbianas o transexuales, ya que aislados, rechazados e incomprendidos.
consideran que esos son temas “que no hay que hablar con los chicos”, es decir, temas
de adultos, temas tabú. Con relación a los temas conversados con los adolescentes acerca de homosexuali-
Decir “niños y niñas homosexuales” es, sin dudas, una expresión que puede sonar dad, algunas de las preguntas y comentarios registrados por los voluntarios son suma-
fuerte para muchas personas desinformadas y prejuiciosas, acostumbradas a exiliar mente esclarecedores acerca de la desinformación y los prejuicios que aún existen:
todo lo sexual al horario de protección al menor. Olvidan quizás estas personas que, así
como los hombres y las mujeres heterosexuales comienzan a desarrollar diferentes gra- • “Y los gays, ¿cuándo pierden la virginidad, cuando dan o les dan?”
dos de atracción sexual y afectiva hacia las personas del sexo opuesto desde muy
pequeños y a sentir curiosidad e interés por todo lo relacionado con la sexualidad al • “¿Qué cambia en el cuerpo de un gay para que piense como una chica?”
menos desde la preadolescencia, lo mismo le ocurre a las personas homosexuales y
bisexuales. • “Yo tengo una pregunta, a ver, ¿los gays y lesbianas nacen o se hacen? Yo respeto
De hecho, nadie parece conmoverse ni indignarse porque los niños varones, por ejem- a los que nacen, pero no a los que se hacen...”
plo, tengan una novia (y hasta varias), “gusten” de una compañerita de la escuela o se
identifiquen con historias de ficción en las que la sexualidad, de una u otra manera, • “¿Cómo hacen el amor los bisexuales?”
forma parte del relato. Deberíamos considerar, entonces, que esas mismas cosas pue-
den sucederle a un niño o una niña homosexual. • “¿Es normal que un chico se lo monte con una chica lesbiana si él es gay?”

Otro de los temas analizados fue el de los estereotipos: muchos creen que todos los
El informe de COGAM gays son “afeminados” y todas las lesbianas son “machonas”.
Como parte de la investigación de COGAM se realizó una encuesta, a través de un
En esta sección incluiremos algunas de las conclusiones de la investigación realizada cuestionario anónimo distribuido entre 869 alumnos y alumnas de distintos institutos
por el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid, a la que hací- de educación media de Madrid, con diez preguntas que pretendían detectar la actitud
amos referencia anteriormente. de éstos frente a la homosexualidad, así como sus distintos niveles de homofobia.
Luego de ocho años de trabajo en escuelas de Madrid, donde desarrollaron charlas Algunas de las conclusiones de la encuesta fueron las siguientes:
informativas, la Comisión de Educación de COGAM decidió encarar una investigación
más profunda sobre lo que estaba ocurriendo en los institutos de enseñanza. Para ello, • Un 54,7% de los/las adolescentes encuestados dijo conocer a alguna persona de
analizaron la información recogida del estudio de bibliografía especializada, el análisis su entorno que es gay o lesbiana.
pormenorizado del desarrollo de 16 charlas realizadas con alumnos de diferentes
escuelas secundarias de Madrid, el análisis de informes de voluntarios que visitaron 32 • De ese grupo, un 39,8% dijo que conocía a esa persona “sólo de vista”, un 36,4%
institutos, el seguimiento en los medios de comunicación, la entrevista con psicólogos lo calificó como “un conocido”, un 25,9% dijo que se trataba de un amigo o familiar y
y sociólogos especializados en acoso escolar y homofobia, y dos entrevistas personales un 9% dijo que era “alguien muy cercano”.
con adolescentes homosexuales de 15 y 17 años de edad.
Las principales conclusiones a las que llegaron fueron las siguientes: • Consultados acerca de cómo se sentirían en la relación personal con gays y/o les-
bianas, un 22,7% respondió “muy cómodo/a”, un 20,6% respondió “bastante cómo-
• Existe un desconocimiento sobre la realidad de gays, lesbianas, bisexuales, transe- do/a”, un 27% respondió “normal”, un 9% respondió “poco cómodo/a” y un 11,9%
xuales y otros sujetos que se desmarcan de algún modo de la norma heterosexual; respondió “muy poco cómodo/a”.

• En la base de muchos posicionamientos y comportamientos homófobos está la con- • Consultados acerca de qué pensarían de sí mismos si se sintieran atraídos/as por per-
fusión entre lo que es el sexo biológico, el género, los papeles y expectativas que se le sonas de su mismo sexo, el 50,6% respondió que consideraría que sus sentimientos son
relacionan, la orientación y las prácticas sexuales; r e s p e tables y los aceptaría, el 8,3% respondió que lo consideraría algo pasajero y trataría
de superarlo, y el 40,5% respondió que estaba seguro/a de que eso nunca le ocurriría.
• La sexualidad en general y las identidades sexuales minoritarias en particular

232 233
• Sobre el punto anterior, sin embargo, cabe resaltar que las respuestas fueron muy
diferentes entre chicos y chicas. Mientras que los varones respondieron en un 35,4% • “Cuando un/a profesor/a desea tratar la diversidad afectivo–sexual con sus alum-
que considerarían que sus sentimientos son respetables y los aceptarían, y en un nos y alumnas, debe recurrir, de forma casi inevitable, a materiales de elaboración pro-
56,8% que estaban seguros de que eso nunca les ocurriría, el porcentaje entre las chi- pia. Los currículos oficiales de las diferentes asignaturas no tienen en cuenta las nocio-
cas fue de un 63,6% para la primera opción y un 27,5% para la segunda. nes de orientación sexual ni de identidad de género. Los libros de texto tampoco, pues-
to que son diseñados siguiendo las directrices marcadas por esos mismos currículos”.
• Otros datos: el 24% de los chicos y chicas consultados consideraron verdadero que
en una relación entre dos chicos o dos chicas, uno/a hace el papel de hombre y el/la
otro/a el papel de mujer, y el 10% consideraron verdadero afirmar que las personas Educación sexual y currícula oculta
homosexuales “no deben ser discriminados porque son enfermos”. Por otro lado, el
89,2% consideró que la sociedad trata a las personas gays y lesbianas de forma injus- Otro documento que cuenta con abundante información sobre la relación del siste-
ta y el 81,4% consideró que las personas gays y lesbianas deberían tener los mismos ma educativo con las problemática de los niños, niñas y adolescentes homosexuales
derechos. y/o transexuales es el informe elaborado por el Consejo de la Juventud de España.
El informe contiene una gran cantidad de información y explicaciones acerca del
De los datos recabados tanto en las entrevistas y charlas informativas como en la recorrido evolutivo de la sexualidad. En la parte propositiva, destaca la importancia de
encuesta realizada por COGAM, podemos sacar dos conclusiones centrales: la educación sexual en la escuela y advierte sobre la necesidad de tener en cuenta, ade-
más de la educación sexual propiamente dicha –es decir, la que se realiza expresamen-
1- Que la mayoría de las chicas y chicos mostró una actitud favorable hacia los homo- te–, también la educación sexual que aparece implícita, día a día, en el aula.
sexuales, aunque un porcentaje cercano al 10% en las diferentes preguntas mante-
nía opiniones que podrían calificarse como homofóbicas. La escuela, esa “segunda familia” de niños/as y adolescentes, jugará un papel muy
2- Que un porcentaje importante de los chicos demostró una preocupante falta de importante en la construcción del universo simbólico en el que se desarrollará la for-
información acerca de la homosexualidad, bisexualidad y transexualidad, así como mación de la identidad de los educandos, es decir, en la respuesta a la pregunta for-
una alta desinformación acerca de las diferencias entre orientación sexual e identi- mulada por Frigerio y Lambruschini en el texto citado al inicio de este trabajo: “¿Quién
dad y expresión de género. También, que dicha desinformación se encuentra acom- soy yo?”19 .
pañada por una alta difusión de mitos y estereotipos. En tal sentido, para entender cuál es la importancia de estas cuestiones para el deba-
te de la educación, partimos de la idea de que la escuela nunca deja de educar: educa
Como parte del documento de COGAM se incluye un artículo del profesor Octavio cuando dice y cuando no dice. Lo que se expresa y lo que se omite forman parte del
Moreno Cabrera18 titulado “Invisibilidad, falta de formación y escasez de materiales” discurso educativo. "Decir que la escuela silencia la temática de la sexualidad es enfo-
referido a los profesorados y la actividad docente. car la cuestión de manera demasiado restrictiva: efectivamente se 'habla' poco y nada
Algunas de las conclusiones del licenciado Moreno Cabrera son las siguientes: de las relaciones íntimas, del amor o del placer. Pero eso no implica que no se esté
'diciendo' algo y, menos aún, que la cuestión del sexo permanezca ajena a las prácti-
• “Los profesores y profesoras no están preparados para enfrentarse a los problemas cas cotidianas" (Morgade, 2001)20 . En tal sentido, proponemos analizar el tema de este
que viven los adolescentes de orientación lesbiana y gay”. trabajo a partir de la siguiente premisa, que hemos extraído del documento del Consejo
de la Juventud de España antes mencionado:
• “(No) podemos seguir trivializando el hecho de que los cursos de preparación del
profesorado, así como las escuelas de magisterio, carecen casi por completo de asigna- “La diversidad sexual y la homosexualidad son temas ante los que es imposible permanecer
neutral. De hecho, con toda la Educación Sexual sucede igual. Bien porque se trabaje de una
turas en las que se prepare a los futuros educadores en la atención a la sexualidad en determinada manera o bien porque no se haga, siempre se estará contribuyendo a dar signifi-
general y a la diversidad sexual en particular”. cados. Tanto las palabras como los silencios educan, aunque, como es evidente, no siempre lo
hagan en la misma dirección”21.

• “La inmensa mayoría de las profesoras y profesores gays y lesbianas viven en el


armario más absoluto y temen que su orientación sexual sea descubierta porque creen
19- Frigerio y Lambruschini, bibliografía ya citada en Pág. 1
que tendrían problemas”. 20- Citada por Eugenia Tarzibachi en "La sexualidad toma clases (en un armario)". Revista Realidades Educativas, Nº 184, abril
18- Octavio Moreno Cabrera, Licenciado en Filología Francesa. Coordinador del Grupo de Profesores LGTB de COGAM. de 2006.
Coordinador del Seminario “Maltrato entre iguales por identidad de genero y orientación sexual” en el CAP Madrid-Norte. 21- Consejo de la Juventud de España: “Cómo trabajar en el tiempo libre la diversidad de la orientación sexual”.
234 235
Antes de hablar más específicamente de educación sexual y diversidad sexual en la —Olha só... Daniel, me preste atenção: você tem namorada?
escuela, entonces, debemos aclarar un concepto que aparece mencionado en la cita de —Sim, eu tenho namorado.
Frigerio y Lambruschini con la que abrimos este trabajo, y que está implícito en el frag-
mento citado más arriba: el concepto de currícula oculta. Entendemos por currícula Daniel no entendía lo que le estaban señalando como error. Él también pensó
oculta el discurso que subyace en las palabras, las actitudes y los silencios de los y las que había errado en la fonética de alguna palabra. Hablaba con naturalidad.
educadores, dentro y fuera de clase, que no forma parte de los contenidos formales de Risas, otra vez, y el profesor volvió a insistir:
las materias, ni de la planificación didáctica del/la docente, pero que acontece en la
escuela y el ambiente que la rodea y forma parte del proceso educativo. —Daniel, você está falando errado. Tem que escutar bem a pergunta: você tem
En ese sentido, la educación sexual no puede entenderse sólo como una “materia” en namoradA?
el sentido clásico, sino que debemos tener en cuenta un abordaje transversal: estare-
mos haciendo educación sexual en la clase de historia, biología, matemáticas, dibujo o El énfasis en la «a» final hizo que por fin Daniel entendiera el mensaje.
lengua extranjera, siempre que en los contenidos que estamos tratando, en las pala-
bras que usamos en clase, en los chistes de los que nos reímos, en las cosas que omiti- —Ah, si... eh... eu tenho namorada.
mos decir, etc., esté presente la sexualidad. —Muito bem! —exclamó el profesor y, dirigiéndose a una de las chicas— E você,
Aldana, tem namorado?... ou namorada?
A continuación, daremos un ejemplo contextualizado en una clase de lengua extranjera. (Risas)
Supongamos que el/la docente de una escuela secundaria está comenzando una de
las primeras clases de portugués, en las que suelen trabajarse las presentaciones per- —Não, eu tinha namorado, mas agora não tenho mais.
sonales y las preguntas básicas que dos personas se hacen al conocerse. El/la docen-
te elige a un alumno varón y le pregunta: Daniel no volvió a hablar en toda la clase. Se quedó pensativo. Era evidente
que él no había querido decir que tenía novio, pero tampoco le había gustado
—Você tem namorada? tener que decir que tenía novia. Fue una situación incómoda.
Cuando me preguntó a mí, terminé contestando la verdad:
Supongamos ahora que el alumno tenga novio, y no novia. La pregunta del docente
está formulada en términos que presuponen que esa respuesta es imposible, al menos —Eu estou sozinho.
sin cuestionar la propia pregunta. El alumno podría contestar simplemente “Não, eu
não tenho namorada”. Sería verdad, pero no toda la verdad. Probablemente sería una Pero me quedé con ganas de mentir, y decir que tenía namorado, como
situación incómoda para él. Supongamos que el alumno conteste “Não. Eu tenho Daniel22.
namorado”. ¿Qué sucedería? ¿Qué actitud tomaría el/la docente?
Personalmente me ha tocado vivir una situación similar, y escribí en ese momento un Del relato anterior se desprende que debemos trabajar tanto sobre lo explícito como
relato para una revista comentando lo que había presenciado en una de mis primeras sobre lo implícito, ya que siempre estaremos educando. Cuando damos una consigna,
clases de portugués. Lo que relato sucedió en un instituto privado de enseñanza de por- cuando respondemos una pregunta, cuando nos reímos o no nos reímos de un chiste
tugués con un alumno mayor de edad. Sin embargo, una situación similar podría acon- homofóbico, cuando nos mostramos ofendidos si se cuestiona nuestra orientación
tecer en una escuela secundaria. sexual (sea cual fuere), cuando proponemos un trabajo práctico sobre determinados
temas, cuando hacemos una pregunta a un/a alumno/a, cuando escogemos determi-
El día que voy a relatar, el profesor le preguntó a uno de mis compañeros: nado material para trabajar en el aula, cuando formulamos una sentencia para anali-
zar sintácticamente; es decir, en una gran cantidad de acciones cotidianas de la edu-
—Daniel, você tem namorada? cación, puede estar implícito un discurso que hable de la diversidad sexual o la conde-
El pibe no notó el detalle: esa última letra. ne, que acerque o aleje a los/las alumnos/as de la posibilidad de formular determina-
—Sim, eu tenho namorado. das preguntas e inquietudes, que apruebe o censure determinadas conductas y senti-
mientos, etc.
Risas, comentarios en voz baja, confusión. Todos pensaron que era un
problema fonético. El profesor, entre risas, insistió:
22- Bruno Bimbi: “Se presume heterosexual”, publicado en el portal de internet SentidoG, 2005.
236 237
El propio lenguaje escolar está cargado de sentidos que podemos traer a colación el área de expresión lingüística o de expresión artística se trabaja la atracción, no será igual
trabajar la que se produce entre los sexos, que la que se produce entre las personas. Si se tra-
para analizar. Observemos el siguiente relato:
baja, desde el área de sociales el papel de los distintos hombres y mujeres en la historia, habrá
que recordar que dentro de esos hombres y mujeres los había muy distintos entre sí y que la
“La maestra Patricia es casada pero la llaman ‘señorita’. El señor director es sol orientación del deseo también podría ser distinta… Y así con todas y cada una de las áreas.
tero, sin embargo no lo llaman señorito. Claro, los varones son señores siem
“Procurar trabajar con planteamientos transversales no quita que pueda ser pertinente trabajar
pre. Las mujeres, en cambio, para ser señoras, tenemos que ser señoras, de de forma sustantiva la orientación del deseo, la homosexualidad o la homofobia en alguna oca-
algún señor. Bueno, yo estaba hablando de la señorita Patricia, que también sión. Es más, casi seguro que lo será. Pero de este modo, con cosas ya trabajadas, con existencia
previa, tendrá coherencia y no relegaremos a los gays y a las lesbianas al rincón de lo excepcio-
la llaman ‘segunda madre’. Es madre, entonces, pero madre virgen, porque ser
nal y de ‘lo que se permite o se consiente’. Ya que, al fin y al cabo, permitir desde la hetero s e x u a-
madre soltera no está bien considerado en la escuela. lidad no deja de ser una manera sutil de discriminar. Aceptar la diversidad es otra cosa.

“Junto con transversalidad, se suele hablar de progresividad, es decir, que del mismo modo que
“—¿Cómo se llama tu señorita?— le pregunté a uno de sus alumnos.
afecta a todas las áreas, tiene que ver con todas las etapas educativas: infantil, primaria y
“—No sé— fue la respuesta. secundaria. Dejar estos temas sólo y exclusivamente para la última etapa es llegar demasiado
“Otro alumno, Juan, enseguida dijo: —Señorita Patricia. tarde a muchas cosas.
“Pregunté: —¿Por qué no la llaman Patricia?
“La progresividad, tanto en la escuela como fuera de ella, significa que nuestras actividades y
“—Porque es la maestra— dijeron los dos a coro. nuestros comentarios tendrán en cuenta los intereses del niño, de la niña o del grupo, pero tam-
“—¿La señorita es casada? bién sus necesidades y sus capacidades. No a todas las edades son adecuadas las mismas
cosas, pero, desde luego, en todas las edades hay algo que se puede hacer.”
“—Sí— respondieron.
“—¿Tiene hijos?
En la parte propositiva, el documento del CJE propone una serie de actividades que
“—Sí, el hijo está en 3º ‘B’.
pueden desarrollarse en el aula. El documento, sin embargo, aclara que todas o cual-
“—¿Cómo se llama a las mujeres casadas?
quiera de las actividades propuestas no deben ser encaradas como hechos aislados.
“—Señoras
Éstas deben, por el contrario, darse en el contexto de una propuesta educativa que con-
“—Entonces, ¿por qué no la llaman señora?
temple la diversidad sexual en el tratamiento de distintos los temas; es decir, que no se
“—Ya te dije, porque es la maestra.
reduzca al “hoy vamos a hablar de homosexualidad”.
“Juan y su amigo no podían explicarme que la señorita Patricia es maestra y
En segundo lugar, el documento advierte sobre la necesidad de que los y las docen-
por eso su ser mujer y el uso de su sexualidad debe ser desmentido. No podí-
tes estén informados, para evitar que el desconocimiento pueda propiciar que se per-
an explicarme lo inexplicable. El sistema educativo acostumbra a mostrar y
petúen ciertos mitos o se confundan conceptos importantes. Cada vez que se habla de
desmentir lo que muestra (…)” 23
educación sexual en la escuela, debemos recordar la importancia de la capacitación
docente, ya que los institutos del profesorado no trabajan estos temas y el/la maes-
Lo que Alicia Fernández muestra en el relato anterior es cómo la currícula oculta está
tro/a o profesor/a llega al aula sin tener una formación mínima indispensable para
presente en todos los aspectos de la educación, y qué lugar ocupa el lenguaje escolar
enfrentar la problemática de la educación sexual. Graciela Morgade señala que el/la
en la constitución del universo simbólico en el que se desarrolla el proceso educativo.
docente debe tener en cuenta "también la posibilidad de 'no saber', de postergar una
respuesta, de escuchar otras posibilidades"25.
En tercer lugar, el documento del CJE destaca que las actividades no deberían enca-
Transversalidad y progresividad. Propuestas de trabajo. rarse desde la presunción de heterosexualidad, es decir, como si fuera algo que tiene
que ver con los otros o las otras.
El documento del Consejo de la Juventud de España24 sostiene que el abordaje de la
Por último, deja en claro que las actividades no pueden reproducirse mecánicamen-
diversidad sexual debe llevarse a cabo atendiendo a los criterios de transversalidad y
te, sino que deben adaptarse a la realidad del grupo, sus intereses y su realidad, y no
progresividad:
cometer el error de pretender adaptar el grupo a las actividades.
“Hacer transversalidad significa que no es suficiente con tratar el tema de la homosexualidad
en una ocasión o el de la homofobia en otra. Se trata de tenerlo presente. Por ejemplo si desde

23- Fragmento del libro “La sexualidad atrapada de la señorita maestra”, de Alicia Fernández. Citado en: “El libro de la sexuali-
dad”, compilación dirigida por Elena Ochoa y Carmelo Vázquez. 25- Graciela Morgade: "Educación en la sexualidad desde el enfoque de género". Revista Realidades Educativas, Nº 184, abril
24- Consejo de la Juventud de España: “Cómo trabajar en el tiempo libre la diversidad de la orientación sexual”. de 2006.
238 239
Aclarado lo anterior, reproducimos a continuación algunas de las propuestas elabo- Una última observación realizada por el documento del CJE acerca de estas activida-
radas por el CJE, a modo de ejemplo: des es que las mismas no deben caer en el lugar de lo que no se cuenta. Muy por el
contrario, si hubiese posibilidad, sería bueno contarles a padres y madres, o a quien
• En busca de la verdad: a través de frases, que pueden ser verdaderas o falsas, corresponda, que tenemos pensado trabajar estos temas, del mismo modo que conta-
se propone que por grupitos lleguen a acuerdos sobre lo que consideran verdad o men- mos otro tipo de actividades. No para evitar reproches posteriores, sino para tratar de
tira. Las frases deberían recoger algunos de los mitos que rodean a la homosexualidad. darle continuidad en la casa a este tipo de actividades: sería muy importante que los
padres participen.
• Ch i st es y sociedad: se recopilan chistes que tengan a la homosexualidad, o a los
gays y lesbianas como prota g o n i s tas. Se analiza en conjunto cuál es la imagen que esos Otra de las propuestas que realiza el documento del CJE es que el/la docente elabo-
chistes dejan de quienes los protagonizan y cuál es el efecto que pueden producir. re una serie de preguntas que pueden surgir en cualquier momento, tanto en clase
como en consultas individuales de los alumnos, relacionadas con temas vinculados a
• Frases incompletas: se proponen frases incompletas para que cada chico o cada la diversidad sexual. Los y las docentes deben llegar al aula con una idea clara de lo
chica las termine. “Si fuese homosexual me gustaría que mis amigos...”; “Lo que más les que podrían eventualmente responder, y no ser agarrados “desprevenidos” por una pre-
gusta a las lesbianas es...”; “Si supiera que un educador o educadora es homosexual lo gunta de una alumna o alumno, sin saber qué decir.
primero que haría...”... Se pueden proponer tantas como consideremos oportuno. Hay Muchas preguntas quizás formarán parte de lo que ya sabemos o tenemos claro, pero
trabajo individual y después puesta en común. Se trata de que salgan los mitos socia- para otras quizás precisemos buscar información.
les, pero también los propios. Así como de favorecer el vivir la homosexualidad como
algo próximo y no como algo ajeno o distante. El documento incluye una lista de algunos de los mitos o errores comunes que debe-
mos evitar, así como de consejos sobre formas de encarar determinados temas. Hemos
• Juegos de dramatización: se interpreta entre algunos y algunas del grupo una extractado los siguientes ítems, a modo de ejemplo:
situación en la que se aborde el tema de la homosexualidad, o que tenga a gays y les-
bianas como protagonistas. “Un chico gay decide contárselo a sus padres”, “un grupo • Los estereotipos: “Los gays y las lesbianas no constituyen grupos uniformes u
de amigas desconfían de otra por que saben que es lesbiana” (…). En estas situaciones homogéneos. Son diversos. Es decir, que hay muchas maneras de ser gay y muchas
se pide a los intérpretes que procuren ponerse en la piel de los personajes. maneras de ser lesbiana. Pretender reconocer a los gays o a las lesbianas por su aspec-
to físico o por sus ademanes es imposible, además de carecer de sentido. Ni todos los
• El mundo al revés: se pide que se complete un cuestionario sobre heterosexuali- afeminados son gays, ni todos los gays son afeminados”.
dad. ¿Cuándo descubriste tu heterosexualidad? ¿Te costó mucho aceptar que lo eres?
¿Conoces casos similares? ¿Piensas contárselo a tus padres?... Estas y otras preguntas • Felicidad y tristeza: “Pensar que por el hecho de ser gay o lesbiana no se está a
se contestan de forma individual y después se analizan en grupitos, con puesta en gusto consigo mismo es una clara muestra de ‘heterocentrismo’. Los hombres y muje-
común. Aprendemos a hablar y a escuchar del tema, y al analizar “lo raro” que resulta res cuya orientación sexual es homosexual naturalmente que pueden ser felices”.
contestar a estas preguntas desde la heterosexualidad, y lo frecuentemente que, sin
embargo, se plantean a gays y lesbianas. • Identidad sexual: “Probablemente, desde esa falsa idea de que los gays y las les-
bianas no están a gusto consigo mismos surjan otros mitos como el de creer que las
• Descubre quiénes son: se saca a cuatro miembros del grupo de la sala. Fuera se personas homosexuales, en realidad, lo que querrían es ser del otro sexo. La realidad
les dice que, cuando entren, deben discutir delante del resto del grupo sobre un tema nos dice, sin embargo, que la mayoría de hombres gays son, al igual que la mayoría de
concreto que habremos seleccionado. El tema no debe estar relacionado con la homo- hombres heterosexuales, son personas que se sienten hombres y que están a gusto con
sexualidad. Mientras los cuatro se preparan, al resto del grupo les decimos que ahora esa condición. El caso de las mujeres es idéntico, la mayoría de mujeres lesbianas, al
entrarán a discutir sobre un tema y que dos de ellos interpretarán a personas homose- igual que la mayoría de las heterosexuales, se sienten mujeres y están a gusto con su
xuales. La tarea del grupo consistirá en descubrir quiénes son estos dos. Evidentemente, condición. En ambos casos la diferencia radica en el objeto de deseo, nada más”.
esta consigna y la tarea son ignoradas por los cuatro. Al final, seguro que todos y todas
“descubrirán dos homosexuales”. Con lo cual podremos trabajar no sólo determinados • Relaciones eróticas: “Las parejas homosexuales ya sean de hombres o mujeres
estereotipos, sino como la presunción de la orientación del deseo nos lleva a percep- actúan en sus relaciones eróticas del mismo modo que las parejas heterosexuales, pro-
ciones sesgadas de la realidad. curando hacer todas aquellas cosas que ambos desean, les dan placer y les apetecen.

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En eso todas las parejas son iguales. O por lo menos deberían serlo. No creemos que • La visibilidad de las lesbianas: “Creemos tener claro que al hablar de la orien-
haga falta contar más cosas, ni tener que recordar que la única diferencia sería el tación homosexual, hablamos y pensamos en hombres y mujeres que sienten atracción
hecho de que la penetración del pene en la vagina no es posible en las parejas homo- por personas de su mismo sexo. Sin embargo hemos de ser conscientes de que no siem-
sexuales. Si utilizamos únicamente este último argumento, estaríamos cayendo en pre es así. Muchas veces quien habla de homosexualidad olvida a las mujeres, aunque
algunas trampas. Por ejemplo, en la de poner el acento más en lo que separa que en sepa que el prefijo ‘homo’ las incluye”.
lo que une, y en la de seguir manejando el coito como referente y eje de todo lo eróti-
co. Si de verdad creemos que las relaciones eróticas son algo más que los coitos, y que • Las referencias: “Siempre son importante los modelos, más aún cuando se está
todo ese ‘algo más’ también puede ser deseado y placentero, seguro que con el primer creciendo y tanto chicos como chicas buscan con quien identificarse. Por eso es bueno
argumento nos parecerá suficiente“. que, salpicando algunas de nuestras respuestas, puedan aparecer nombres de hombres
y mujeres cuya condición de homosexualidad sea pública. La autoestima de los y las
• Modelos de relación: “Las relaciones eróticas entre gays o entre lesbianas no tie- adolescentes que se descubren como homosexuales no siempre está tan alta como
nen por que repetir un modelo más o menos tradicional, en el que se supone que el sería deseable. Y muchas veces, son los fantasmas que despierta la homosexualidad los
hombre domina y la mujer se somete. Y según el cual, en estas parejas siempre habría responsables. Ser conscientes de que gays y lesbianas pueden ser también personas de
quien asumiría un rol más deseante y explícito, y que dejaría para su pareja el otro reconocido prestigio puede servir de ayuda. Al resto, a quienes se consideran heterose-
papel más deseable y sumiso. Creer este modelo sería creer en varios supuestos falsos. xuales, tampoco les irá mal saber que algunas de las personas a las que admiran tiene
Las parejas heterosexuales no siempre repiten ese modelo llamado tradicional. distinta orientación del deseo que la suya”.
Sabemos que no todos los hombres son iguales, del mismo modo que no todas las
mujeres son iguales. Por eso no siempre se aceptan los mismos roles. Es más, sabemos • La d is tancia : “Una de las principales cosas a evitar es ‘dar distancia’. No hay por
además que los roles pueden cambiar y que las parejas están vivas”. qué empezar aclarando la propia heterosexualidad, u homosexualidad, para legitimar
las respuestas. Hablamos y contestamos porque estamos preparados para ello, no hay
• La promiscuidad y el acoso: “Hay quienes creen que las personas homosexua- necesidad de justificar, ni de aclarar nada, sobre lo personal. También podemos caer en
les no saben poner frenos a sus deseos; es más, piensan que un gay o una lesbiana, por la trampa de dar distancia cuando aludimos a la homosexualidad, como algo que tiene
el mero hecho de que su orientación sexual es hacia personas de su mismo sexo, sien- que ver con otros u otras, y sin contemplar la posibilidad de que pueda tener que ver con
te atracción por ‘todos o todas’ los/as de su mismo sexo. Resulta que nadie duda que quien hace la pregunta. Acabamos de decir que la orientación de quien da la respues-
la atracción es selectiva, y que por eso las personas heterosexuales sólo sienten atrac- ta no es importante, por lo mismo, la de quien hace la pregunta tampoco. Lo que sí es
ción por ‘algunas’ del sexo contrario y no por todas. ¿Habría alguna razón para que en importante, y mucho, es evitar contestar desde la presunción de heterosexualidad. Las
el caso de gays o lesbianas fuera distinto?”. preguntas pueden surgir por curiosidad, por dudas personales o por estar viviendo las
dudas de alguien muy próximo. La contestación debe integrar todas esas posibilidades”.
• La enfermedad: “Todavía quedan algún chico o alguna chica que considera que
la homosexualidad es una enfermedad. Y nosotros frente a estas dudas tenemos una • La forma de responder: “Hay que procurar ‘no contestar a las preguntas sino a
respuesta clara: no lo es. Y no sólo porque la Organización Mundial de la Salud ya no quien las hace’. No nos puede dar igual quién pregunta, qué significan para él o para
la considere como tal. La homosexualidad no es una enfermedad por la sencilla razón ella las cosas, qué ha oído, sus valores, sus mitos, sus preocupaciones,... Si tenemos len-
de que no lo es. Tampoco lo era cuando estaba en las listas”. guaje común o si es la primera vez que hablamos. El contexto en que se formula.
Debemos procurar adaptarnos a quien pregunta y que no sea la respuesta la que mar-
• Cuántos son: “Los datos que manejamos dicen que entre el 3% y el 9% de la que las adaptaciones”.
población, según distintos estudios, tiene preferencias mayoritariamente homosexuales.
Sin embargo, dar un dato concreto tiene sus riesgos, si el chico o la chica maneja otro, • Diálogo versus monólogo: “Responder no es dar una conferencia, de ahí que lo
al que da mayor credibilidad, no sólo cuestionará nuestra respuesta a esta pregunta, sensato sea que el formato no fuera el de monólogo, sino el de diálogo. Y, por supues-
sino que por extensión cuestionará todas las demás. No pasaría nada, por tanto, por dar to, que éste no se convierta en una sucesión de preguntas y respuestas, que, al fin y al
no sólo un dato sino varios. Incluso no pasaría nada por no dar ninguno. Al fin y al cabo cabo, serían pequeños monólogos sucesivos”.
si queremos promover actitudes que comprendan la dive rsidad sexual, estas actitudes no
tienen por que avalarse por el número de hombres y mujeres que sean homosexuales”. • La c onf ia nz a: “Lo imp o rtante es la disposición a responder. Que se perciba
que no nos molestan las preguntas, que, por el contrario, nos gustan porque sig-

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n i fican que nos tienen confi a n z a ” . sonas trans están todavía luchando por presentar a la sociedad imágenes reales más positivas
y adecuadas acerca de quienes son.

• El código: “Las respuestas, los diálogos, han de ser sencillas, adaptados a la per- “Salir del closet como transgénero/a es generalmente difícil para todos/as los/as involucra-
sona que tenemos delante, con un lenguaje que se entienda. Si para hablar de este dos/as. Por consiguiente, muchos/as adolescentes que se visten de mujer en secreto nunca lo
cuentan a sus padres o amigos. Como adultos/as, la mayoría continuará manteniendo en pri-
tema utilizáramos un tono o unas palabras poco habituales en nosotros, estaríamos
vado su actividad, algunas veces buscando ayuda de grupos de apoyo transgéneros. Aquellos
haciendo ‘algo excepcional’ y lo que pretendemos es precisamente lo contrario”. que lo cuentan a sus familiares experimentan una variedad de reacciones, desde la aceptación
cariñosa hasta el rechazo absoluto. Si los padres descubren que su hijo usa ropa de mujer, es
muy probable que esto precipite una crisis emocional en la familia entera. El caso de mujer a
• Cua nd o no s e pr e gunta : “Las personas que trabajan con chicos y chicas hacen
varón puede disimularse como una fase que una hija rehúsa obstinadamente dejar atrás, que
muy bien en respetar los distintos ritmos, las distintas curiosidades y el hecho de que solo más tarde causará fricciones con la familia
cada cual sea como es. Es una de las bases para realizar un buen trabajo. Ahora bien,
esto no está reñido conque, en ocasiones, pueda ser el educador, la educadora o la fami- “Sin embargo, si un/a joven ha decidido iniciar la transición de género, la familia entera se
verá afectada por cambios considerables. El revelar la orientación sexual es opcional para la
lia quien saque alguno de estos temas a colación. No se trata de forzar las situaciones,
mayoría de los hijos gays y las hijas lesbianas, pero rara vez es opcional revelar la transición de
sino de no condenar al silencio. Con los niños y niñas, chicos y chicas, no se habla sólo género, puesto que es tan visible. Más aún, los cambios que surjan de la transición de género
de aquello que preguntan. Se habla de lo que preguntan y de lo que nos parece imp o r- serán mucho más profundos que sólo la apariencia física. En cierto modo, cuando un/a joven
transexual sale del closet y se presenta a su familia como tal, los padres están de hecho ‘per-
tante”.
diendo a una hija’ y ganando un nuevo hijo que ellos nunca supieron que tenían, o viceversa.
Sin embargo, el/la joven sigue siendo su hijo/a, y en general mucho más feliz, aunque con
El documento del CJE contiene una gran cantidad de información, análisis de situa- muchos y nuevos obstáculos por superar.
ciones concretas y propuestas de trabajo. Hemos citado solo algunas cosas que consi-
“Mientras un número creciente de padres y madres reconocen la lucha de género de sus
deramos fundamentales para ejemplificar la orientación filosófica con la que propone- hijos/as, la mayoría de los niños/as trans guardan secreto hasta que ya les es imposible hacer-
mos abordar el tratamiento de estos temas. Sin embargo, recomendamos una lectura lo. Es por eso que esta revelación toma por sorpresa a la mayoría de los padres y madres. Las
mamás y los papás de estos/as niños/as deben lidiar no sólo con el choque, la negación, la
completa del mismo, así como de las diferentes fuentes bibliográficas citadas en este
ira, el duelo, la culpa mal ubicada y la vergüenza, sino también con las preocupaciones reales
trabajo, para quienes quieran profundizar en la materia. acerca de la seguridad, la salud, las cirugías, el empleo y las futuras relaciones amorosas de su
hijo/a. Además, ellos deben aprender a llamar a su hijo/a por su nuevo nombre y, lo que es
todavía más difícil, usar nuevos pronombres. De modo que los padres y las madres de hijos/as
Niños y niñas trans trans necesitan mucho apoyo. Preguntándose qué cambio debía esperar, una madre halló con-
suelo en anticipar ver a su nuevo hijo como al hermano mellizo de su hija anterior.
En 1997, el cineasta belga Alain Berliner sorprendió al mundo con su película “Ma
“Cuando un/a joven trans sale del closet, la habilidad de ‘pasar’ en su nuevo género es, por lo
vie en rose”, una coproducción francesa–belga–inglesa que abordó la temática de la
general, limitada. La terapia hormonal puede llevar años hasta producir una apariencia pasa-
transexualidad en la niñez. ble, especialmente en las personas trans de varón a mujer, y algunas nunca pasan completa-
El personaje central de la historia es Ludovic, quien, pese a haber nacido biológica- mente. Es por eso que aquellos/as que están en transición de género son identificados/as muy
fácilmente por los demás y son vulnerables al hostigamiento intenso, la discriminación e inclu-
mente varón, adopta desde su infancia una identidad de género claramente femenina.
so la violencia. La juventud trans a menudo siente que su identidad de género verdadera es cru-
Ludovic es una niña y actúa como tal, desconcertando a sus padres, familiares y veci- cial para la supervivencia de su yo. Si sus padres se niegan a permitir su transición de género
nos, así como a su maestra y sus compañeros y compañeras de escuela. o si su familia y amigos les niegan apoyo, esos/as jóvenes incurren en los mismos riesgos
enfrentados por gays y lesbianas con familias que no los/as aceptan. Algunos huyen de su
casa y viven en la calle, o intentan escapar del dolor en su vida mediante el abuso de drogas.
La realidad de los niños y niñas transexuales y transgénero, sin embargo, no nació Así como los/as jóvenes gays y lesbianas, los/as jóvenes trans corren también un alto riesgo
con el estreno de este filme. de suicidio.
En el documento “Nuestros/as hijos/as trans”, editado por la Red Transgeneral de
“Debido a la severa discriminación laboral, las jóvenes trans de varón a mujer que están sin
Padres, Madres, Familiares y Amigos/as de Lesbianas y Gays, podemos encontrar infor-
hogar, fugitivas o expulsadas de su hogar, a menudo trabajan en la industria sexual para
mación relevante sobre el tema: sobrevivir y para pagar sus hormonas, la electrólisis, las cirugías cosméticas y genital de reasig-
nación de sexo. Esas jóvenes, por lo tanto, corren un alto riesgo de contraer VIH/SIDA y otras
“Las poderosas emociones de la disforia de género26 hacen que muchas/os niñas/as trans crez-
26- "Disforia de género" es un término psicológico, usado para describir globalmente los sentimientos de dolor, angustia y
can emocionalmente limitadas/os y profundamente avergonzadas/os de su diferencia. Con el
ansiedad que surgen por el desajuste entre el sexo físico de una persona trans y su identidad de género, y de la presión
tiempo, la penetrante estigmatización social de las personas trans lleva a que la baja autoes-
parental y social de someterse a las normas genéricas. Casi todas las personas transgéneras sufren disforia de género en grados
tima de estos/as niños/as crezca hasta convertirse en la transfobia internalizada de
variables. Algunas personas transexuales descubren a una edad temprana que no son capaces de vivir en el género de su sexo
muchos/as adultos/as transgénero/as. Mientras las personas gays y lesbianas, que son
de nacimiento, pero la mayoría lucha por someterse, a pesar de su sufrimiento intenso, hasta la adultez. Las personas transexu-
mucho más numerosas, han progresado considerablemente en la educación del público, las per-
ales inician entonces la transición de género en busca de alivio.
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enfermedades de transmisión sexual y deben ser referidas a centros médicos comprensivos para rol desempeñado por la escuela. Como puede verse, la situación estuvo muy lejos de lo
pruebas médicas y/o tratamiento. Los jóvenes trans de mujer a varón pueden recurrir a esta-
que podríamos considerar ideal.
fas u otros medios marginales de ganarse la vida.

“Es común el tomar hormonas de venta libre o en altas dosis sin supervisión médica que pue- En su libro “Paradojas de la sexualidad masculina”, la psicoanalista Silvia Bleichmar
den resultar en complicaciones letales. La reasignación de sexo hormonal sólo puede ser reali-
relata el caso de Agustín, luego llamada Gabriela, a quien recibió como paciente por
zada de manera segura bajo la supervisión endocrinológica experimentada y bajo el seguimien-
to de los Estándares de Cuidado. Algunas personas trans de varón a mujer que se impacientan pedido de su madre. “Agus”, como se hacía llamar entonces, tenía 13 años:
con el lento proceso de la reasignación de sexo hormonal, usan inyecciones de silicona para
mejorar su forma corporal inmediatamente, pero estas han resultado ser un riesgo para la salud “Desde la primera entrevista, cuando abrí la puerta, estuve ante una niña. Si bien estaba ves-
con el correr de los años”27. tida con ropa que puede ser portada por ambos géneros —jeans y remera, zapatillas—, y su pelo
colocado detrás de las orejas tenía un largo que no posicionaba en modo alguno a su porta-
dor, sin embargo en la mirada, en las cejas anchas pero depiladas en arco, en la forma de expre-
Del texto anterior se desprende que la problemática de los/las niños, niñas, adoles- sión, en el cuidadoso arreglo de las uñas, indudablemente, había una niña. Le confesé enton-
centes y jóvenes trans es aun mucho más compleja que en el caso de los/las niños, ces, desde el comienzo, que me costaba dirigirme a él en masculino, lo cual le produjo una son-
niñas y adolescentes y jóvenes homosexuales o bisexuales. risa de agrado y agradecimiento, que explicitó luego de manera verbal.
Resulta también más difícil encontrar fuentes de información y estudios que vinculen “Agus me habló durante ese encuentro y en los siguientes que tuvimos mientras permaneció en
la problemática trans con el proceso educativo. Mauro Cabral, licenciado en historia y Buenos Aires —dos de ellos en compañía de sus padres— de su convicción respecto a su femini-
doctorando en filosofía (Universidad de Córdoba), quien colabora como experto en dad, y si en ningún momento manifestó dudas, tampoco apeló a mecanismos delirantes o de
desmentida de la percepción: sí tenía una anatomía masculina; sí, por supuesto, biológicamen-
temas de intersexualidad y transgeneridad con el programa latinoamericano de te había nacido varón, pero esto no era adecuado a su interior, ya que la naturaleza se había
IGLHRC, afirma que “Resulta muy difícil encontrar espacios, tanto académicos como equivocado respecto a esta cuestión. Me habló del sufrimiento intenso que le producía confron-
políticos, donde las personas trans o intersex podamos articular nuestro propio discur- tarse a un cuerpo que se le tornaría con el tiempo cada vez más extraño. Si bien los genitales
masculinos habían formado parte de sí desde el comienzo, la sola idea de que sus manos y pies
so, sin la mediación constante de ‘expertos’, sin el constante ‘hablar de’ o ‘hablar se agrandaran, y de que pudiera surgirle un vello grueso en piernas y cara, así como el desarro-
sobre’, en lugar del ‘hablar con’. Mucho más difícil aún es hallar sitios donde nuestros llo del ‘hueso en la garganta’, le producían una enorme angustia, ya que anticipaban una agu-
cuerpos, sexualidades y géneros sean celebrados. No ‘aceptados’, ‘tolerados’, ‘defendi- dización de su sentimiento de no pertenencia a ese cuerpo, que no coincidía con su creciente
feminidad psíquica puberal.” 30
dos’ o ‘apoyados’. No hablo ni de solidaridad, ni de comprensión, ni de ayuda, sino de
celebración.28”
No vamos a continuar aquí con el análisis pormenorizado que realiza Bleichmar acer-
ca del caso de Agustín/Gabriela, así como de otros casos, porque no es ése el objeto
En octubre de 2005 se hizo público en los medios nacionales de nuestro país el caso
de nuestro trabajo. Hemos citado dos casos reales (el de Nati y el de Agus) y uno ficti-
de Nati29, una adolescente cordobesa cuyos padres solicitaron a la justicia la autoriza-
cio (el del filme “Mi vida en rosa”) solamente a modo de ejemplo, para ilustrar algunas
ción para el inicio la terapia hormonal preparatoria para una futura operación de rea-
cuestiones relacionadas con la transexualidad y transgeneridad en la vida de niños,
signación de sexo.
niñas y adolescentes.
En una entrevista realizada por el diario Clarín con Nati y sus familiares, se informa-
Entendemos que la escuela no puede permanecer ajena a estas cuestiones. De hecho,
ba que la adolescente “siempre se viste con polleras, se pinta los labios y las uñas.
por más que quisiera, no podría en modo alguno permanecer ajena, teniendo en cuen-
Incluso utiliza el baño de mujeres en la escuela. (...) Los compañeros del Colegio
ta que personas como Agus o Nati van a la escuela. La escuela es parte de su realidad
Comercial siempre le dicen cosas sobre su condición sexual.
de vida y ellos/as son parte de la realidad de la escuela. Por otra parte, y más allá del
“Nati Recuerda que hace dos años intentó suicidarse. «No aguantaba más las burlas de mis tratamiento de “casos”, de lo que se trata es de qué discursos la escuela sostiene fren-
compañeros de la Escuela Normal. Y me tomé un montón de pastillas, quería morirme». te a los alumnos y frente a la sociedad (los padres, la comunidad, los medios de comu-
Afortunadamente, no lo logró.”
nicación, etc.), con relación a esta problemática, y qué actitudes concretas asume fren-
te a las niñas, niños y jóvenes transexuales o transgénero.
Hemos destacado el fragmento de la entrevista en el que se hace directa alusión al

27-“Nuestros/as hijos/as trans”, publicación de la Red Transgeneral de Padres, Madres, Familiares y Amigos/as de Lesbianas y
En el documento “Hacia un plan nacional contra la discriminación. La discriminación
Gays. Traducción de Mauro Cabral, M. A. y Nila Marrone, PhD. en la Argentina. Diagnóstico y propuestas”, elaborado por un grupo de expertos con la
28- Bruno Bimbi: “Entrevista a Mauro Cabral: ‘Los medios hablan de nosotros como personas que necesariamente sufren’”, publi- participación de organizaciones de la sociedad civil y aprobado por el presidente
cada en la edición de junio de 2006 de la revista Imperio.
29- Los verdaderos nombres de “Nati”, tanto el que usa socialmente en correspondencia con su identidad de género como el
que figura en su DNI, se mantuvieron en reserva. Es por ello que ponemos “Nati” en cursiva, ya que se trató de un nombre de
fantasía utilizado para presentar el caso en los medios de comunicación. 30- Silvia Bleichmar: “Paradojas de la sexualidad masculina”. Editorial Paidós, 2006.
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Néstor Kirchner como parte de los lineamientos del Plan Nacional contra la exclusivamente a los padres. La cuestión es que vivimos en sociedad y hemos acepta-
Discriminación, se afirma lo siguiente: do la idea de que el Estado debe garantizar a todos/as los/as niños y jóvenes, y a la
población en general, el acceso a una educación pública que reúna contenidos comu-
“Las personas transexuales viven su identidad como un desgarro. Mientras que el proceso de nes que consideramos útiles y necesarios para los individuos como tales y como parte
identificación sexual de las personas transcurre a lo largo de su infancia y su adolescencia, las
instituciones educativas y los docentes no tienen ningún tipo de formación para contener y de este colectivo que formamos todos”32.
acompañar a las personas en este proceso y, cuando los estudiantes no se adaptan a las pau-
tas esperadas, suelen ser objeto de escarnio y aun expulsión de las escuelas.31” En los fundamentos del proyecto de ley de educación sexual, los legisladores sostení-
an lo siguiente:
Significa, entonces, que la escuela tiene mucho por replantearse, y no lo está hacien-
do, al menos no sistemáticamente. “Sabemos que la sexualidad tiene aspectos biológicos, individuales y sociales, y que depende del
contexto cultural e histórico porque está organizada por costumbres, tradiciones y valores. Es un
ámbito limítrofe entre individuo y sociedad, entre derecho y deber, entre albedrío y norma. Como
sus componentes socioculturales son significados compartidos, depende del grupo social; como
La educación sexual en la Argentina su vivencia es intransferible, es privativa y exclusiva de cada individuo. Originada en lo privado,
trasciende al ámbito público (...).

Los dos principales documentos citados en este trabajo, que abordan la relación de la “Para determinar en cada caso cuál de los aspectos del nivel interpersonal de la sexualidad per-
escuela con la dive rsidad sexual, son el informe del Colectivo de Lesbianas, Gays, tenece al ámbito público, conviene constatar que en la Constitución porteña hay una treinte-
Transexuales y Bisexuales de Madrid y el informe del Consejo de la Juventud de España. na de menciones a la sexualidad en sus diversos aspectos. Pueden agruparse bajo cinco gran-
des títulos, todos ellos componentes de la sexualidad: Sexo, orientación, género, reproducción,
Lamentablemente, no encontramos investigaciones o documentos similares realizados y conductas indeseables que, por oposición, implican la existencia de conductas deseables” .
en nuestro país, al menos con similar profundidad y extensión.
Pese a que Buenos Aires es una ciudad avanzada en aspectos vinculados a la divers i- Por su parte, en su intervención en el debate legislativo, el diputado Santiago De
dad sexual (fue la primera ciudad de Latinoamérica en aprobar una ley de unión civil), Estrada —ex embajador en el Vaticano durante la dictadura militar y señalado como
no ha contado con una política oficial de educación sexual en las escuelas, y menos aun miembro del Opus Dei— expresó claramente la posición de la Iglesia sobre este punto:
con instrucciones claras y capacitación para los y las docentes en esta materia. La edu-
cación sexual y el conocimiento de los temas relacionados con la dive rsidad sexual no “Aplicando principios que son universales, de carácter natural, moral y constitucional, creemos
forma parte de la currícula con la que se forman los y las profesoras. Recientemente, con que la responsabilidad primaria en materia de educación corresponde a los padres.
“(…) ¿con qué derecho el Estado se arroga el poder absoluto sobre la educación, sin respetar a
la sanción de una ley local y otra nacional, ha comenzado a esbozarse una propuesta, padres y a escuelas?” .
cuya ve rsión final e implementación práctica aún es muy temprano para analizar.
Con argumentos que reivindicaban la “no intromisión” del Estado y la reserva al
En diciembre de 2004 se produjo un intenso debate en la Legislatura de la Ciudad de ámbito familiar de los asuntos vinculados con la educación sexual de niños, niñas y
Buenos Aires, por una propuesta de los diputados Diego Krávetz, Ana Suppa y Florencia adolescentes, los sectores políticos vinculados a la Iglesia Católica consiguieron impe-
Polimeni para incluir la educación sexual en la currícula de las escuelas porteñas. dir la sanción de la Ley.
La Iglesia Católica fue una de las principales protagonistas de ese debate, y la rela-
ción entre las atribuciones del Estado y el ámbito reservado a la familia fue uno de los Algunas de las definiciones centrales del excelente proyecto de Kravetz, Suppa y
aspectos centrales de la discusión. El clero argentino sostenía que la educación sexual Polimeni eran las siguientes:
invadía y violentaba la patria potestad, arrogándose un asunto que a su entender
corresponde exclusivamente a la familia. • “Todas las personas tienen derecho a recibir educación sexual integral en el siste-
Escribí en esa época un artículo en el que expresaba respecto de la posición de la ma escolar formal”;
Iglesia que “si generalizáramos la idea que justifica esta posición, entonces la escuela
no debería existir. Porque desde el momento en que la escuela asume la función de • “La educación sexual integral es el conjunto de actividades pedagógicas referentes
educar a los hijos de alguien, está tomando como propia —no invasiva sino comple- a los contenidos cognoscitivos y actitudinales necesarios para alcanzar la salud sexual,
mentariamente— esa tarea que los ‘defensores de la familia’ dicen que les compete definida como ‘la integración de los aspectos físicos, emocionales, intelectuales y socia-
31- Documento “Hacia un plan nacional contra la discriminación. La discriminación en la Argentina. Diagnóstico y propuestas”.
les del ser sexual, efectuada de modo enriquecedor y que realce la personalidad, la
Aprobado como lineamientos del Plan Nacional contra la Discriminación por decreto nº 1086/2005 del Poder Ejecutivo
Nacional. 32- Bruno Bimbi: “Educación sexual: Los medievales y los cobardes”, publicado en la revista Imperio, edición de enero de 2005.
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comunicación y el amor’ (OMS, 1975)”; Volvemos aquí a retomar el concepto de construcción de la identidad o bildung que
mencionáramos al principio. La escuela aparece en la vida de niños, niñas y adolescen-
• “La selección de contenidos tiene en cuenta la necesidad de contrarrestar los tes como uno de los lugares privilegiados en la construcción de la identidad individual.
mitos, creencias falsas y contenidos erróneos transmitidos por los medios, la socializa- Es, también, uno de los lugares por excelencia de la construcción de los valores que for-
ción, los pares y el currículum oculto”; man la identidad colectiva de un país.
Inspirados, entonces, en una filosofía educativa que sostiene el valor de la diversidad,
Por otra parte, entre los contenidos que establecía el proyecto figuraban expresamente: que respeta los derechos humanos y la dignidad de los alumnos y alumnas, que reco-
“orientación sexual”, “género”, “dive rsidad” y “no discriminación”. noce el papel de la sexualidad en la vida del ser humano, que se opone a toda forma
de discriminación negativa, que combate los prejuicios y la desinformación, que recha-
En el intenso debate producido en la Legislatura, que duró hasta pasada la mediano- za activamente la homofobia, la lesbofobia y la transfobia (así como el machismo y los
che, el diputado Betti, del interbloque de izquierda, citó encuestas que expresaban la prejuicios sexistas), que aspira a colaborar en la construcción de una sociedad que sea
opinión mayoritaria de la ciudadanía porteña respecto a estos temas: “La amplia mayo- de y para todos y todas, entendemos que esa escuela no puede desentenderse ni lavar-
ría, el 72,8 por ciento, está de acuerdo con que en la escuela se hable de homosexua- se las manos frente a los temas abordados en este trabajo.
lidad y lesbianismo. El 65,1 por ciento apoya que se instruya a los adolescentes en el
reconocimiento de sus zonas de placer. Esta encuesta está hecha por la consultora El año pasado, el presidente Kirchner, aprobó el Plan Nacional contra la
Analogías en agosto y septiembre de 2004. ¡Éste es el contexto! ¡Esto es parte de la Discriminación. Entre las propuestas contenidas en dicho plan, figuran las siguientes:
realidad! ¡Todos estos elementos!”
Por su parte, el diputado de Recrear (bloque de derecha) Jorge Sanmartino, expresó • “Diseñar y ejecutar una investigación sobre los manuales escolares destinada a
en su dictamen contra el proyecto que “el despacho de mayoría de la Comisión de identificar y analizar los estereotipos discriminatorios que se contribuye a construir
Educación propone transmitir no sólo meros conocimientos sino conductas. Hay que desde los textos educativos, a fin de elaborar una propuesta de modificación de las
entender que las mismas tienen consecuencias físicas, psíquicas y morales sobre la pautas lingüísticas, racistas, sexistas y homofóbicas que puedan detectarse.
salud de personas en formación. No podemos dejar que el Estado disponga la forma-
ción de nuestros hijos, dejando libre la orientación sexual de un chico o chica de seis, • “Garantizar la educación sexual en las escuelas, a fin de que niños, niñas y ado-
siete o más años, planteando por igual la heterosexualidad, la homosexualidad como lescentes puedan adoptar decisiones libres de discriminación, coacciones o violencia,
si todo fuera natural.” gozar de un nivel adecuado de salud sexual, asegurar la procreación responsable y pre-
Como podemos ver en las intervenciones anteriormente citadas, el tema de la diver- venir el embarazo adolescente.”
sidad sexual y el posicionamiento de la escuela frente a temas como la homosexuali-
dad fueron parte sustancial del debate legislativo que culminó con la no aprobación Se trata, por ahora, de una enunciación de buenas intenciones, que sería deseable que
de la ley en esa oportunidad. se lleven a la práctica. Desde el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la
Tiempo después, en 2006, el Congreso Nacional aprobó una ley nacional de educa- Xenofobia y el Racismo) se está trabajando con mucha seriedad y compromiso, desde la
ción sexual, y la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires dio finalmente sanción a una designación de sus nuevas autoridades durante 2006. Sin embargo, ese compromiso no
norma local, consensuada por todos los bloques, mucho menos clara y completa que la está presente en todos los demás ámbitos del Estado. En muchos casos por prejuicios e
que se había debatido en 2004. Tanto en el caso nacional como en el local, ahora ideologías discriminatorias, en otros casos por desinformación, desinterés o subestima-
comenzó la etapa de elaboración y aprobación de los contenidos. ción, y en otros por mero cálculo político de costo/beneficio y por lobby de corporacio-
nes como la Iglesia Católica, el Estado sigue haciéndose el distraído en muchos temas
Algunas conclusiones vinculados con los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Estos derechos siguen ausentes en el debate oficial sobre la educación pública, siguen
¿Por qué proponerse analizar el tema de la diversidad sexual en la escuela? ausentes en las escuelas, siguen ausentes en los institutos del profesorado.
La pregunta nos obliga a cuestionarnos qué tipo de profesores y profesoras queremos
ser y qué tipo de escuela queremos construir. Nos obliga a cuestionarnos en qué lugar Hablábamos al principio, citando a Frigerio y Lambruschini, de la noción de semejan-
consideramos la subjetividad de nuestros alumnos y alumnas, qué lugar reconocemos te como “la capacidad del sujeto de ser reconocido como habitado por la diferencia”.
a sus derechos, expectativas, deseos, sentimientos, preocupaciones, sueños. Es decir, la Hoy, esa noción necesita ser llevada al aula. La escuela debe hacerse cargo.
pregunta nos remite indefectiblemente a la filosofía de la educación. Muchos discursos interesados, cargados de odio, miedo y prejuicios, ingresan en el

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imaginario colectivo a través de los medios masivos de comunicación y de la acción de • Silvia Bleichmar: “Paradojas de la sexualidad masculina”. Editorial Paidós, 2006.
anquilosadas corporaciones.
• Osvaldo Bazán: “Historia de la homosexualidad en la Argentina. De la Conquista de América
Muchas personas sufren la discriminación y el estigma que esos discursos construyen. al siglo XXI”. Editorial Marea, 2004.
Muchas personas ven amenazada u obstaculizada la realización (e inclusive la cons-
trucción imaginaria) de su proyecto de vida, producto de las trabas, las agresiones y el • “Identidade e diferença”. Organizado por Tomaz Tadeu da Silva. Rio de Janeiro: Editora Vozes,
2000.
desprecio que esos discursos promueven.
Niños, niñas y jóvenes homosexuales y/o transexuales son quienes más crucialmen- • Marguerite Yourcenar: “Memorias de Adriano”, Editorial Sudamericana. Traducción de Julio
te viven esta realidad. La escuela es el lugar donde pasan la mayor parte de su tiem- Cortázar.
po, y es el lugar donde van a buscar información, conocimientos, valores. Sin embargo, • Michael Foucault: "Tecnologías del yo y otros textos afines". Editorial Paidós/I.C.E.-U.A.B,
muchas veces, en la escuela rige la ley del silencio, que manda que de eso no se hable. Barcelona, 1996.
Muchas veces, inclusive, la escuela asume una actitud censora o expulsiva que, en vez
• Jorge Larrosa: "Escuela, poder y subjetivación", Ediciones De la Piqueta.
de combatir y contrarrestar el discurso del odio y la ignorancia, lo refuerza.
Muchos de esos niños, niñas y adolescentes no cuentan con una familia que pueda • John Boswell: “Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad”, Muchnik Editores.
acompañarlos y brindarles el afecto y la información que necesitan para procesar las
DOCUMENTOS Y PUBLICACIONES:
vivencias que los ponen en contradicción con las expectativas de las que, muchas veces,
la propia familia forma parte. • Comisión de educación de GOGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de
La escuela no puede ser sorda, ciega y muda frente a ellos. Madrid): “Homofobia en el sistema educativo”.

• Eugenia Tarzibachi: "La sexualidad toma clases (en un armario)". Revista Realidades
Para cerrar, haremos propios dos fragmentos, el inicial y el final, del epílogo escrito Educativas, Nº 184, abril de 2006.
por Osvaldo Bazán para su extraordinario libro sobre la historia de la homosexualidad
•Graciela Morgade: "Educación en la sexualidad desde el enfoque de género". Revista Realidades
en la Argentina: Educativas, Nº 184, abril de 2006.
“Y algún día, finalmente, se habrá de saber la verdad tan celosamente guarda
da: la homosexualidad no es nada. Cuando saquemos del medio todos los • “Nuestros/as hijos/as trans”, publicación de la Red Transgeneral de Padres, Madres, Familiares
y Amigos/as de Lesbianas y Gays. Traducción de Mauro Cabral, M. A. y Nila Marrone, PhD.
incendios y todas las torturas y todas las mentiras y todo el odio y toda la ignor
ancia y todo el prejuicio, descubriremos que no hay nada. (…) • Consejo de la Juventud de España: “Cómo trabajar en el tiempo libre la diversidad de la orien-
“—Viejos, quería decirles que estoy de novio. tación sexual”.
“—¡Qué alegría, nene! ¿Con un chico o con una chica? • Documento “Hacia un plan nacional contra la discriminación. La discriminación en la
“Algún día va a ocurrir. Me gustaría estar ahí. (...) La homosexualidad volverá Argentina. Diagnóstico y propuestas”. Aprobado como lineamientos del Plan Nacional contra la
a ser lo que nunca debió dejar de ser: nada.” Discriminación por decreto nº 1086/2005 del Poder Ejecutivo Nacional.

• Proyecto de ley: “Directrices de educación sexual integral”, diputados Suppa, Krávetz y Polimeni,
Bibliografía Expediente 2081-D-03. Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

LIBROS: • Diario de Sesiones de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Versión taquigrá-
• Graciela Frigerio y Gustavo Lambruschini: “Educar: Rasgos filosóficos para una identidad”, Cap. fica de la XIVª sesión especial, celebrada el 14 de diciembre de 2004.
1: “Educador: una identidad filosófica”.
• Enciclopedia online Wikipedia.
• Francis Mondimore: “Una historia natural de la homosexualidad”, Editorial Paidós, 1998.
• Silvia Bleichmar: “Unión Civil y naturaleza humana”, en Diario Página 12, 13/12/2002.
• David Rees: “Sobreviviré”, Editorial Egalés, 2001. Título original: “The milkman’s on this way”,
1982. • Bruno Bimbi: “Se presume heterosexual”, publicado en el portal de internet SentidoG, 2005.

• Bob Powers y Alan Ellis: “Acéptate, acéptalo. Cómo explicar –y comprender– las distintas orien- • Bruno Bimbi: “Entrevista a Mauro Cabral: ‘Los medios hablan de nosotros como personas que
taciones sexuales”. Editorial Paidós 1999 (edición original en inglés: 1996). necesariamente sufren’”, publicada en la revista Imperio, edición de junio de 2006.

• “La sexualidad atrapada de la señorita maestra”, de Alicia Fernández. Citada en: “El libro de la • Diario Clarín: artículos sobre el caso de “Nati”, octubre de 2005.
sexualidad”, compilación dirigida por Elena Ochoa y Carmelo Vázquez.
• Bruno Bimbi: “Educación sexual: Los medievales y los cobardes”, publicado en la revista Imperio,
edición de enero de 2005.
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