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Romanticismo

La Libertad guiando al pueblo (1830), de Eugène Delacroix, Museo del


Louvre, París.
Movimiento de profunda renovación en todos los géneros artísticos, los románticos
pusieron especial atención en el terreno de la espiritualidad, de la imaginación, la
fantasía, el sentimiento, la evocación ensoñadora, el amor a la naturaleza, junto a
un elemento más oscuro de irracionalidad, de atracción por el ocultismo, la locura,
el sueño. Se valoró especialmente la cultura popular, lo exótico, el retorno a formas
artísticas menospreciadas del pasado —especialmente las medievales—, y adquirió
notoriedad el paisaje, que cobró protagonismo por sí solo. Cobraron también
importancia las artes gráficas, principalmente la litografía y el grabado en madera.
En pintura, después de una fase prerromántica donde podríamos citar a William
Blake y Johann Heinrich Füssli, destacaron Hubert Robert, Eugène
Delacroix, Théodore Géricault, Francesco Hayez, John Constable, Joseph Mallord
William Turner, Caspar David Friedrich, Karl Friedrich Schinkel, Philipp Otto Runge,
etc. Una derivación del romanticismo fue el movimiento alemán de los Nazarenos,
inspirados en el Quattrocento italiano y en el Renacimiento alemán,
principalmente Durero (Friedrich Overbeck, Peter Cornelius, Franz Pforr). En
España destacaron Genaro Pérez Villaamil, Valeriano Domínguez
Bécquer, Leonardo Alenza y Eugenio Lucas.
En escultura prevalecen las formas neoclásicas, reinterpretadas según las nuevas
temáticas románticas. Cabría citar en Francia a: François Rude, que evolucionó del
neoclasicismo al romanticismo (La Marsellesa, 1832); Antoine-Louis Barye,
especializado en figuras de animales; Jean-Baptiste Carpeaux, artista polivalente
con gusto por lo espectacular; y David d'Angers, autor del relieve del frontón
del Panteón de París (1830-1837). En Alemania destacaron: Christian Daniel
Rauch, Rudolf Schadow y Johann Heinrich Dannecker.111
Gótico
El arte góticonota 7 se desarrolló entre los siglos XII y XVI, época de gran desarrollo
económico y cultural. El fin de la época feudal supuso el afianzamiento de los estados
centralizados, con mayor predominio de las ciudades sobre el campo, al tiempo que un
sector cada vez mayor de la sociedad tenía acceso a la cultura, que dejó de ser
patrimonio exclusivo de la Iglesia. El auge de las universidades comportó un aumento de
los estudios científicos, filosóficos y literarios, sentando las bases de la cultura moderna.
La arquitectura sufrió una profunda transformación, con formas más ligeras, más
dinámicas, con un mejor análisis estructural que permitió hacer edificios más estilizados,
con más aberturas y, por tanto, mejor iluminación. Aparecieron nuevas tipologías como
el arco apuntado y la bóveda de crucería, y la utilización
de contrafuertes y arbotantes para sostener la estructura del edificio, permitiendo
interiores más amplios y decorados con vitrales y rosetones. Es la época de las grandes
catedrales, entre las que cabe
destacar: Laon, Chartres, Amiens, Reims, Bourges y Notre-Dame de París, en
Francia; Canterbury, Salisbury y Gloucester, en
Inglaterra; Siena, Orvieto, Florencia, Bolonia y Milán, en
Italia; Colonia, Estrasburgo, Ulm y Magdeburgo en Alemania; San Esteban de
Viena en Austria; Barcelona, Gerona, Palma de
Mallorca, Sevilla, Toledo, Burgos, León, Zamora y Sigüenza, en España; y los
monasterios de Batalha y Alcobaça en Portugal. En España cabe destacar también el
desarrollo del arte mudéjar, fuertemente influido por las formas islámicas, y que se
caracteriza por el empleo del ladrillo, el yeso y la madera de pequeña escuadría: Cristo
de la Vega (Toledo), San Lorenzo de Sahagún, Las Huelgas (Burgos), Santa Clara
de Tordesillas, Convento de Guadalupe (Cáceres), Alcázar de Sevilla, etc.
La escultura continuó enmarcada en la obra arquitectónica, aunque comenzó a
desarrollarse la escultura exenta, con formas más realistas, inspiradas en la naturaleza.
Los artistas buscaban la belleza ideal, en formas sencillas y diáfanas, con cierta
melancolía y nobleza en los sentimientos, y con escenas de carácter narrativo. En Francia
destacan el Pórtico Real y las portadas del crucero de la Catedral de Chartres, así como
los conjuntos de Amiens y Reims. En Italia destaca el taller de Nicola y Giovanni
Pisano en Pisa, mientras en Alemania descuella la obra de Veit Stoss y Tilman
Riemenschneider. En España destaca el Pórtico de la Gloria de la Catedral de
Santiago de Compostela, las portadas de la Colegiata de Toro y de las catedrales
de Tuy y Ciudad Rodrigo, los conjuntos de Burgos, León y Toledo, así como la obra
de Pere Johan y Gil de Siloé.
Renacimiento
Surgido en Italia en el siglo XV (Quattrocento),
se expandió por el resto de Europa desde
finales de ese siglo e inicios del XVI. Los
artistas se inspiraron en el arte clásico
grecorromano, por lo que se habló de
«renacimiento» artístico tras el oscurantismo
medieval. Estilo inspirado en la naturaleza,
surgieron nuevos modelos de representación,
como el uso de la perspectiva. Sin renunciar a
la temática religiosa, cobró mayor relevancia la
representación del ser humano y su entorno,
apareciendo nuevas temáticas como
la mitológica o la histórica, o nuevos géneros como el paisaje, el bodegón e,
incluso, el desnudo. La belleza dejó de ser simbólica, como en la era medieval, para
tener un componente más racional y mesurado, basado en la armonía y
la proporción.
La arquitectura recuperó los modelos clásicos, reelaborados con un concepto
más naturalista y con bases científicas: se recuperó el uso del arco de medio punto,
la bóveda de cañón, la cúpula de media naranja y los órdenes clásicos
(dórico, jónico, corintio y compuesto). La estructura del edificio se basó en
proporciones matemáticas, que buscaban la perfección de las formas, a la vez que
se potenció la luminosidad y la diafanidad de los espacios. En el Quattrocento
destacó la arquitectura desarrollada en Florencia: Filippo Brunelleschi (cúpula
de Santa María del Fiore, Basílica de San Lorenzo), Leon Battista Alberti (San
Andrés de Mantua); mientras que en el Cinquecento el centro artístico pasó a
ser Roma: Bramante (San Pietro in Montorio, Basílica de San Pedro del
Vaticano), Antonio da Sangallo (Palacio Farnesio). En esta época cobró un
progresivo auge la jardinería, que empezó a ser concebida mediante un diseño
estructurado; surgió así el llamado «jardín italiano», de composición geométrica,
construido sobre terrazas con escalinatas (Jardín del Belvedere, Bramante; Villa
Madama, Rafael). Fuera de Italia, el Renacimiento se desarrolló sobre todo
en Francia, con la obra de Philibert Delorme; en Alemania no llegó hasta mediados
del siglo XVI, con el castillo de Heidelberg y, sobre todo a finales de siglo,
en Baviera; en los Países Bajos la influencia italiana se denotó especialmente en la
decoración, sobre estructuras todavía de signo gótico; en Inglaterra se produjo
el estilo Tudor, desarrollado sobre todo en la construcción de palacios civiles,
caracterizado por la utilización del arco Tudor; en Rusia, el Renacimiento italiano —
introducido por Aristotile Fioravanti— fue adaptado al estilo bizantino típicamente
ruso, como en el magnífico conjunto del Kremlin. En España se desarrollaron varios
estilos: el plateresco, caracterizado por el uso de paramentos almohadillados,
columnas abalaustradas y profusa decoración de grutescos (Alonso
Covarrubias, Diego de Siloé); y el purismo, más preocupado por la estructura
racional del edificio, abandonando la decoración exuberante del plateresco (Rodrigo
Gil de Hontañón, Andrés de Vandelvira).
La Pintura de los Siglos XIX y XX

El siglo XIX será para el arte valenciano un periodo de fecunda producción por
estar repleto de personalidades de primera magnitud que encontrarán eco en el
panorama plástico del momento, calificado como "el nuevo siglo de oro de la
pintura valenciana".
Museo de Bellas Artes de Valencia. Sala
Ignacio Pinazo.

Ese conjunto de artistas, con su


peculiar forma de pintar,
constituirán una escuela
coherente y bien definida, que
contribuye decisivamente a la
renovación de las artes
pictóricas españolas
decimonónicas. Su principal
aportación estriba en la
captación instantánea y
lumínica de las cosas, desarrollando para ello una peculiar técnica de pequeñas
pinceladas individualizadas y manchas de color, unidas a una ejecución rápida,
que en algunos casos parece tener como resultado un aspecto abocetado o
inconcluso. Esta apariencia visual ha motivado que popularmente se les conozca
como "escuela impresionista valenciana", expresión quizá incorrecta, por ser en
realidad ajena a los planteamiento filosófico de la pintura impresionista. Su
principal preocupación es captar efectos lumínicos, de ahí que resulte más
correcto llamarlos pintores luministas, plenairistas o instantistas.
Una dominante en todos ellos es que cuentan con una trayectoria profesional
común. Se forman en la conservadora Academia de San Carlos, en Valencia, para
posteriormente disfrutar de una pensión de la Diputación en Roma o París, en
donde no sólo amplían estudios, sino que contactan con las corrientes artísticas
europeas del momento, provocando en ellos un cambio sustancial en su manera
de hacer. Finalmente coincidirán en los certámenes de las Exposiciones
Nacionales de Bellas Artes, obteniendo los primeros premios que los catapultan a
la fama y al reconocimiento por parte de la sociedad madrileña, pero sin
desvincularse de su tierra natal.
Por lo que respecta a la técnica y la temática ocurre exactamente lo mismo.
Casi todos utilizarán el gran lienzo para concurrir a los concursos, pero es en los
pequeños formatos donde consiguen los mejores logros de inmediatez luminosa a
partir de una arrebatadora factura de manchas de color. Por otra parte, la temática
de estas pinturas se diversifica muchísimo, pero en líneas generales responde al
deseo de satisfacer la demanda de una clientela burguesa ajena a cualquier
experimento o audacia compositiva. Entre los temas más cultivados destacan: la
pintura de historia, obligatoria en los concursos nacionales; el elegante y refinado
retrato; el paisaje como protagonista absoluto; la pintura de costumbres, que
convertirá lo cotidiano y popular en motivo artístico; y finalmente la pintura
religiosa, que desde su claro declive encuentra ahora un nuevo enfoque
costumbrista combinado con el sentimiento religioso.
Los fondos de estos artistas que posee el Museo de Bellas Artes de Valencia
corresponden, precisamente, a los trabajos de clase, siendo estos los menos
espontáneos por estar sujetos a las condicionantes normas académicas; las
pinturas como pensionados, en los que, si bien aun se aprecia el lastre de su
formación, ya se apuntan las influencias que ejercen las corrientes europeas sobre
ellos; y finalmente, las obras de su etapa madura, pudiéndose de este modo seguir
la trayectoria pictórica de los artistas valencianos en el tránsito de los siglos XIX
y XX.
Esta escuela se asienta en la obra de cuatro artistas señeros: Francisco
Domingo Marqués, Ignacio Pinazo Camarlench, José Benlliure Gil y Joaquín
Sorolla Bastida.
Francisco Domingo Marqués. Un lance del siglo
XVII. Lienzo, mediados
del siglo XIX.

Francisco Domingo Marqués es


el iniciador de las audacias técnicas en
la pintura decimonónica valenciana.
De los cuadros que posee el Museo
destacan aquellos de temática histórica
como El Beato Juan de Ribera en la
expulsión de los moriscos o los meramente
anecdóticos como Lance en el siglo XVII, escena de mosqueteros que junto con
las de tabernas y andaluzas de esquemas fáciles le granjearon el éxito. En los
retratos reduce la paleta cromática y consigue unos matices de clara filiación
goyesca visibles en el Retrato de Manuel Ruiz Zorrilla y en el Retrato de Carmen
Cervera. Posiblemente sea su pintura religiosa la que mayor gloria le ha dado con
obras de primer orden como Santa Clara y San Mariano, en las que se aprecia la
necesidad que tiene el artista de beber de las fuentes barrocas de Ribera y
Velázquez para transmitir la piedad en el siglo XIX.
Francisco Domingo Marqués.
Santa Clara.
Lienzo, 1869.

Ignacio Pinazo Camarlench es posiblemente el más


atrevido de todos, pues a través de sabias y oportunas
manchas de color supo transferir a sus obras un aire
inacabado, basado en la sugerencia, como se ve en el
retrato de su hijo vestido de Monaguillo tocando la
zambomba. Pero en realidad ese espíritu de libre
pincelada lo que pretende es reflejar una constante en la
pintura valenciana decimonónica como es la luz, así
realizará cuadros como Interior de alquería valenciana,
de la que llama poderosamente la atención el efecto
lumínico del sol filtrándose por el jardín de la casa e
inundando toda la estancia. Por otra parte destacan sus retratos en los que gusta
ensuciar el color, empastar las formas y dejar como inconclusas sus obras, si bien
es capaz, mejor que nadie, de reflejar la psicología del personaje, como acontece
con el Retrato del Conde Guaki; pero no siempre tendrá ese resultado como se
aprecia en el refinado Retrato de Teresa Martínez, esposa del pintor, o en
su Autorretrato. Por otra parte, y muy significativos en su producción, son las
pinturas de niños, como El guardavía, en el que refleja a un niño metido en el
papel de jefe de estación ferroviaria. De las obras que el Museo expone
actualmente llama la atención sus cuadritos de pequeño formato, pues es en ellos
donde el artista deja sus mejores lecciones de pintura, como en Clase de dibujo,
en el que consigue encuadrar una gran escena en un parco espacio
pictórico; Figura femenina sentada, en la que rehusa el bocetismo para recrearse
más en el detalle; o en cuadritos de género, como Rosa, en el que una simple flor
es capaz de conmover por su suelto tratamiento pictórico, colorido y efectos
lumínicos sobre los pétalos.

Ignacio Pinazo Camarlench. Ignacio Pinazo Camarlench.


Monaguillo tocando la zambomba. Retrato del Conde Guaki.
Lienzo, hacia 1893 - 1895. Lienzo, 1903.
Otra de las figuras destacadas es José Benlliure Gil, que cultivará con verdadero
acierto la pintura costumbrista, que queda hoy como testimonio de la Valencia de
ayer. En sus lienzos aparecen personajes populares como El Tío Andreu de
Rocafort, un labriego a la usanza valenciana fumando, o El Tío José de Villar del
Arzobispo, este con su bota y jarra de vino.
José Benlliure Gil.
El Tío José de Villar del Arzobispo.
Lienzo, 1919.

Una combinación que le dio muy


buenos resultados fue la miscelánea de
lo costumbrista y lo religioso, en obras
tan celebradas como Oyendo misa
(Rocafort), en el que reproduce el
interior de una típica iglesia valenciana
con sus feligreses participando de la
Eucaristía, o Misa en la Ermita, donde
retrata diversos tipos humanos en el
interior de una ermita. Tampoco se
mantuvo ajeno a los temas de
monaguillos, un trasunto muy
solicitado en la época, y que aquí se
traduce en las picardías de dos
jovencitos Monaguillos que juguetean
con un incensario. También el retrato de personajes eclesiásticos, como Cardenal
romano o Sacerdote revestido, a los que dota de un severo recogimiento. Otra
faceta de Benlliure es aquella en la que recoge a personajes y lugares de su
entorno familiar, es el caso de Retrato de María o Mi jardín, en los que transmite
una pintura de gran frescura y colorido. Finalmente hay que mencionar su pintura
religiosa de clara evocación fantástica y simbolista, reflejada en obras como La
barca de Caronte, que responde a un misticismo que ronda lo fantasmagórico.
José Benlliure Gil.
Oyendo misa (Rocafort).
Lienzo, siglo XIX.

Finalmente, y para terminar


con estos cuatro ases de la
pintura decimonónica
valenciana, hay que mencionar
a Joaquín Sorolla, el pintor más
conocido internacionalmente
por los efectos luminosos que
aparecen en sus pinturas. De su
etapa de formación se
encuentran Academia del natural, Tres cabezas de estudio, y El niño de la bola,
en los que ya apunta el que será su estilo personal y bien definido de pincelada
individualizada. Dentro de su quehacer destacan los retratos que efectuó a
diversas personalidades de la sociedad valenciana, demostrando en ellos sus
excelentes dotes demostradas en el Retrato de D. Amalio Gimeno o el Retrato de
José Luis Mariano Benlliure López de Arana, a los que transmite un aire
novedoso y desenfadado.
Joaquín Sorolla.
Retrato de D. Amalio Gimeno.
Lienzo, 1919.

La temática más usual en


Sorolla son las escenas
marineras y costumbristas, de
las que el Museo cuenta con
escasa representación, al
margen de dos pequeñas
marinas del Puerto de
Valencia y Playa de Valencia.
Pescadoras, en las juega con
unas sugestivas luces y
sombras que contribuyen a
hacer honor a la fama del pintor; respecto al otro tema, el de escenas
costumbristas, destaca la obra en la que nos muestra a sus dos hijas configurando
una Grupa valenciana, en la que consigue mayores audacias en el tratamiento del
color. Por otra parte también hay obras de temática menos conocida, como la
producción religiosa en La Virgen María, o las escenas bucólicas como La
bacante, con la que se suma a los gustos orientalistas.
Joaquín Sorolla.
Puerto de Valencia.
Lienzo, hacia 1882.

Joaquín Sorolla.
Grupa valenciana.
Lienzo, 1906.

Mención especial requiere el pintor Antonio Muñoz Degrain, del que el Museo
conserva una nutrida muestra de su obra donada por él mismo. Injustamente
valorado hasta fechas recientes por la crítica, su pintura responde a un
temperamento e inquietud, que se refleja en las ambiciones plásticas y
expresivas, fruto de una visión personal surgida de sus constantes viajes y su
sentido romántico de la vida. Esa óptica visual le permitirá interpretar los temas
históricos y literarios como una gran escena teatral, los paisajes como una
naturaleza desbocada e infinita, y los sucesos reales como una fantasía irreal.
Dentro de su producción hay que destacar un pequeño cuadrito de juventud, de
corte académico, con el tema costumbrista de una Lavandera. Alrededores de
Valencia, en el que con una visión en picado consigue una amplitud de campo
que preconiza su futuro arte. Posteriormente se iniciará en la pintura de historia,
que tanta fama le otorgó en las exposiciones de bellas artes, y que está
representada por bocetos de pequeño formato como Otelo y Desdémona; para,
posteriormente, dedicarse a sus temas favoritos: la pintura paisajística de amplio
espectro como Desfiladero de los Gaitanes; la de temática oriental, fruto de sus
constantes viajes a Extremo Oriente, en La gruta de los profetas; los paisajes
calmados, llenos de melancolía, romanticismo y simbolismo reflejados
en Estanque, hojas caídas y cisnes, o aquellos otros en los que prima el drama,
como en Amor de madre; y la religiosa de Jesús en el lago Tiberiades, que es
más una excusa para su visión paisajística y lumínica de la pintura, que para
transmitir un sentimiento espiritual. Fue un artista que abordó un gran abanico de
temas en los que prima sobre todas las cosas su visión personal.

Pero el panorama valenciano del siglo XIX va más allá de estos pintores, y se
adentrará en el siglo XX sin grandes cambios, amparándose, la mayoría de las
veces, en el prestigio y estela de los maestros anteriormente citados,
manteniéndose ausentes de las transformaciones acaecidas en la pintura
contemporánea española. En esta línea están representados Salvador Martínez
Cubells con un cuadro de historia titulado La vuelta del torneo, o el gran lienzo
de Enrique Martínez Cubells, que lleva por lema Trabajo descanso, familia;
además de Joaquín Agrasot, cuyo atrevimiento le indujo a pintar un boceto
de Desnudo de mujer, que le serviría para su Baco joven, en una época en la que
predominaban las academias masculinas; o Emilio Sala Francés, que si bien en
obras como el introspectivo Retrato de Doña Ana Colin y Perinat pone en
evidencia su admiración por lo velazqueño, será en su Florista o en el Retrato de
joven donde haga alarde del dominio del color y la factura rápida característica
de la escuela valenciana, aunque bien atento a la norma.

También la luminosa pintura de Cecilio Plá testimoniada en el contraluz de La


Mosca, o el juego de luz y sombra en Retrato de la esposa del pintor; o Juan
Belda con un cuadro de pensionado, Pastor joven. José Pinazo introducirá el
casticismo valenciano de gran verismo y colorido demostrado en su
conocidísimo Floreal, donde hace gala del tipismo llevado hasta el más mínimo
detalle. Por otra parte, la cotidianeidad de las Labores del campo o del Mercado
de Valencia es recogida en la pintura luminista de Ricardo Verde; y la visión
fotográfica y costumbrista de los pueblos valencianos la representa La gloria del
pueblo, de Antonio Fillol, en la que recoge no sólo un acontecimiento verídico, el
recibimiento de un afamado hijo del pueblo por las autoridades, sino los
diferentes tipos humanos que lo forman. Finalmente Gonzalo Salvá con unos
paisajes repletos de color, luminosidad y factura rápida, siendo un buen
ejemplo Paisaje Sierra Negrete; Francisco Pons Arnau con obras llenas de
entonación cromática y juegos contrastados de luz y sombras en Comiendo fruta;
o Manuel Benedito Vives, cuya Chula es un claro exponente del tipismo popular
costumbrista.

Dentro de esta misma tesitura se encuentra el paisajismo de Aureliano de


Beruete en Santo Espíritu Segovia, en el que rehuye de lo pintoresco a partir de
un profundo estudio de la luz; José María López Mezquita con una realista Vista
del Albaicín; y el padre de la escuela del paisajismo español Carlos de Haes,
quien en un gran conjunto de pequeñas Marinas deja testimonio pictórico en su
forma de abordar el paisaje.

Aureliano de Beruete.
Santo Espíritu Segovia.
Lienzo, 1908.

Carlos de Haes.
Rompientes.
Lienzo, hacia 1860 - 1880.

Finalmente, también hay una amplia colección de pintores valencianos del siglo
XX, con nombres como: Salvador Abril, Rafael Monleón, Juan Peyró, Antonio
Cortina, Ramón Stolz, Salvador Tuset, Teodoro Andreu, Carlos Giner, Pedro de
Valencia, Ernesto Furió, José Segrelles, Francisco Lozano, Juan Bautista Porcar,
Antonio Alegre Cremades, Eusebio Sempere, Genaro Lahuerta, Renau, Francisco
Sebastián, Juan de Ribera Berenguer, Juan Genovés, Anzo (José Iranzo
Almonacid), Luis Arcas, Manuel Boix, Andrés José Cillero, Equipo Crónica,
Equipo Realidad, Horacio Ferrer, Rafael Armengol, José Guinovart, Manuel
Hernández Mompó, José María Yturralde, Sixto Marco, Antoni Miró, Joaquín
Michavila, Luis Prades, y tantos otros que ponen el punto y seguido al paseo
artístico que el recorrido del Museo ofrece, en el que pasado y presente se aúnan
en un sentimiento único como es el deleite de la contemplación estética del arte.
Siglo XVIII

La Pintura Academicista

Tradicionalmente se ha venido considerando al siglo XVIII español como un


periodo pobre en lo que a las artes se refiere, ya sea por las oleadas de artistas
extranjeros de alto nivel que vienen a trabajar al servicio de la nueva dinastía, los
Borbones, o por la fuerte personalidad de Francisco de Goya, que llena el último
cuarto de siglo e inaugura el siguiente. Ambas circunstancias han restado
protagonismo a un periodo importantísimo para la formación de los artistas
plásticos, por acontecer en él la creación de las Academias de Bellas Artes, que
serán las encargadas de marcar las nuevas directrices en la enseñanza artística,
basadas en el orden, la razón y el buen gusto.
Museo de Bellas Artes de Valencia. Sala
Francisco de Goya.

En el caso valenciano el nuevo


siglo no supuso una ruptura
con la tradición anterior, sino
una continuación de esta; pero
será la Real Academia de
Bellas Artes de San Carlos,
creada en 1768, la que
determine el cambio de gusto
en las artes locales, tendentes
ahora a un clasicismo de raiz barroca. Las personalidades más señaladas del
ambiente académico como José Vergara, Manuel Monfort, José Camarón,
Vicente Marzo, Vicente López o Mariano Salvador Maella serán quienes, junto a
otros artistas, se encarguen de formar a los pintores, arquitectos, escultores y
grabadores, de los que el Museo conserva una excelente colección, fruto de su
actividad en la Academia como alumnos, pensionados o profesores.
Por otra parte, la recuperación económica favorecerá la presencia cada vez
mayor de una burguesía de industriales y comerciantes, que quieren evidenciarse
socialmente. Este hecho, junto al declive monopolístico de la Iglesia como único
cliente, serán dos factores determinantes del cambio de gusto y, por tanto, de los
géneros llevados a la pintura, como: el retrato burgués, el bodegón, los paisajes,
los temas clásicos, generalmente de carácter histórico o mitológico, y los asuntos
de carácter popular.
La Pintura Barroca Siglo XVII

El siglo XVII es por excelencia el Siglo de Oro de la


pintura española, y en él florecieron la mayor parte de las
escuelas artísticas nacionales, siendo la valenciana una
de las más fecundas. Su clientela eclesiástica y
conventual promoverá aparatosos lienzos de altar, en los
que triunfa de manera portentosa la gloria de los santos,
representados con óptica naturalista y conmovedores
efectos de luz.
Museo de Bellas Artes de Valencia.
Sala Francisco Ribalta.

El predominio del tenebrismo naturalista de


influencia italiana había empezado
tímidamente en El Escorial, y llega a
Valencia de la mano de Francisco Ribalta,
quien iniciará una escuela particularmente
definida tras su establecimiento en esta
capital en 1599. Su producción pictórica es
toda una lección del ambiente escurialense
con evocaciones de Cambiaso, Zuccaro,
Tibaldi, pero en Valencia evoluciona hacia un arte de profundo sentimiento
religioso motivado por la contemplación de los cuadros de Sebastiano del
Piombo que tenía la familia Vich, como se observa en el Encuentro del Nazareno
con su madre. Uno de sus mejores logros naturalistas es San Francisco abrazado
al crucificado, en el que una luz dirigida contribuye al arrobo místico y fervorosa
entrega del franciscano; y el prodigioso Retablo de la Cartuja de Portacoeli,
realizado entre 1625-28, del que llama la atención la monumental apostura de los
modelos naturalistas, destacando el San Bruno por su intensidad expresiva.
Francisco Ribalta.
San Francisco abrazado al crucificado
Lienzo, hacia 1620.

No menos importante es la pintura de su hijo, Juan Ribalta, con obras de gran


impacto como la Santa Cena deudora de la ejecutada por su padre para el
Colegio de Corpus Christi; o el majestuoso lienzo de los Preparativos para la
crucifixión, firmado con dieciocho años de edad y pintado para el Monasterio de
San Miguel de los Reyes, en el que manifiesta sus dotes naturalistas junto a unos
violentos escorzos y claroscuros, que unidos a los cambios de escala acentúan la
profundidad del espacio.
Juan Ribalta.
Preparativos para la crucifixión.
Lienzo, 1615.

De los restantes pintores ribaltescos, hay que


mencionar a: Vicente Castelló, yerno de Francisco
Ribalta, al que se le atribuye una bellísima Coronación
de la Virgen por la Trinidad; Abdón Castañeda,
menos refinado en sus pinceles, como se advierte en
la Virgen con ángeles músicos. Muy curiosa es la
personalidad de Gregorio Bausá, con un
grandioso Apostoladocon ciertos influjos de Orrente.
Tras los Ribalta, es Jerónimo Jacinto de
Espinosa el pintor seiscentista mas importante en Valencia. Contemporáneo de
los grandes pintores del barroco español (Zurbarán y Velázquez), su pintura es
ejemplo vivo de un naturalismo áspero y crudo dotado de un profundo
sentimiento religioso, como puede apreciarse en el Jesús niño de la Misa de San
Pedro Pascual, y de una gran captación psicológica de las expresiones, como
acontece en San Pedro Nolasco intercediendo por sus frailes enfermos, o al
retratar al fraile dominico Fray Jerónimo Mos. También su fidelidad a la
corriente contrarreformista se deja ver en lienzos como Ángeles dorando la
Eucaristía, composición de gran predicamento iconográfico, o La Magdalena,
donde una violenta luz tenebrista de gran impacto subraya la fuerza expresiva de
su bella figura.
La arquitectura del siglo XIX.
El siglo XIX es el siglo de las revoluciones: la Industrial, la Francesa, las burguesas...
También es el siglo de los nacionalismos y de unificaciones, como la de Italia y Alemania.
La arquitectura de este siglo viene marcada por dos líneas que van a definir toda la labor
arquitectónica:

 La arquitectura-arte, que busca el camino de las formas.


 La arquitectura-ingeniería, que se guía por la técnica.
También hay arquitectos que van a participar de las dos opciones. Así el historicista Viollet-Le-Duc
y el ingeniero Eiffel o Labrouste.

LA ARQUITECTURA HISTORICISTA.

La arquitectura del siglo XIX retoma los estilos anteriores, especialmente el gótico, pero dándoles
nueva formas y adaptándolos a las nuevas necesidades. Así se vuelven a poner de moda el arte
egipcio por Napoleón, el neoindio, el neogriego, el neogótico...
Este último se convierte, a partir de la década de 1.830 en la alternativa al neoclasicismo, aunque
sin reemplazarlo, ambas tendencias conviven a lo largo del siglo.
Sus principales teóricos fueron John Ruskin (1.819-1.900) y Eugene Viollet-Le-Duc (1.814-1.879).
Ambos autores, contrarios a la alteración del paisaje y de la vida humana por la industrialización,
proponen una arquitectura racionalista (=funcional) que satisfaga las necesidades de la época.
Así, en los principales edificios europeos de imitará el estilo gótico. En Inglaterra se restaura y
amplia edificios como el castillo Windsor. Se construyó el Parlamento británico, obra de Charles
Barry y Auguste Pugin

En Francia Viollet-Le-Duc va a restaurar las catedrales de Notre Dame, de Reims y de Chartres.


En Alemania se terminan los trabajos de la catedral de Colonia, iniciados en el siglo XIII. Se
levantaron muchos edificios con agujas caladas.

Existieron otras corrientes historicistas, como este Pabellón Real de Brigthon de John Nash .

De estilo neobarroco es el Palacio de Justicia de Bruselas, obra de Poelaert.


Tendencias actuales del arte
22. febrero 2016/0 Comments/in Es de Millenial /by Wanderlust

Los estilos y formas de expresión que constituyen al arte como tal son dinámicos de
forma natural, se conciben, evolucionan y dan paso a nuevos y variantes conceptos
a partir de una raíz. El camino que ha recorrido el arte a través de su historia es muy
interesante e intrincado, grupos enteros de personas dedican su tiempo y esfuerzo
a estudiar estos movimientos para explicarnos cómo se va dando este proceso
evolutivo y cómo se puede identificar.

El arte siempre se ha visto canalizado en diferentes rutas, cierto conjunto de obras


o autores comparten algunas características mutuas y dan paso a lo que se conoce
como una corriente, la cual busca la expresión de un sentimiento fundamental con
las obras propias que se identifican con su movimiento.

Estas corrientes se extienden desde la primera pintura rupestre hasta lo que


podemos encontrar hoy en día en museos como el Louvre de París o el MoMa de
Nueva York, y conforme pasa el tiempo estas ramificaciones del concepto original
del arte se van multiplicando hasta un punto en el que más de dos, tres, o cuatro
corrientes coexisten en el mismo espacio temporal.

El mundo del arte se encuentra en un proceso de cambio desde que se dejó de


tratar de reflejar la realidad y se priorizo la expresión de ideas y sentimientos propios
del artista.
Tres de las tendencias artísticas más presentes que están dando de que hablar en
el mundo actual son:

-Minimalismo:

Busca que con la menor cantidad de recursos o apoyo gráfico que se pueda se
transmita una idea simple que el receptor del mensaje capte puesto que es algo que
puede asociar con cualquier cosa que conoce. El arte minimalista se caracteriza por
ser simple y directo con lo que expresa, además de agradable y constante en el
sentido de su tolerancia, puesto que no cansa a quien lo aprecia.
2-Anti dualismo

Probablemente uno de los movimientos artísticos que funge más como una
característica heredada de algunas percepciones sociales no binarias. Consiste en
básicamente rechazar la idea del blanco y el negro y adoptar una cultura con valores
intermedios de la escala o fuera de esta. Busca una percepción del mundo sin
paradigmas que dicten solo dos posibilidades, apoyando la posibilidad de que hay
más de donde elegir que solo “A” o “B”.

3-Hipster

Esta corriente es la más actual de todas, nació originalmente en el mundo de la


música pero se propagó rápidamente a otros campos y comenzó a tener un alto
impacto en el segmento juvenil de la población. Consiste en una fusión de
elementos de movimientos culturales posteriores a la posguerra como el hippie y el
punk, y a su vez reúne cualidades encontradas en corrientes como el minimalismo,
el surrealismo y retro. Su principal atractivo es la descontextualización de elementos
de la cultura pop y el uso de paletas de colores muy variadas y con amplios
espectros.

El arte cada vez se desplaza más al campo del diseño gráfico, las exhibiciones de
arte contemporáneo son lugares donde lo clásico se une con lo innovador, e incluso
algunos movimientos buscan la fusión de estos dos mundos, y quienes muestran
sus trabajos en exhibiciones para museos son diseñadores.

Visita el museo Louvre de París, o el MoMa de Nueva York si buscas una


experiencia fresca y vanguardista, conoce el museo nacional de Bangkok si lo
oriental te vá mejor, o para algo más tradicional puedes probar con el museo San
Ildefonso aquí en México. Sé líder global con AIESEC.
Literatura Española
La literatura española es aquella desarrollada
en español en España. También podría incluirse en
esta categoría la literatura hispanolatina clásica y
tardía, la literatura judeoespañola y la literatura
arábigoespañola, escritas respectivamente
en latín, hebreo y árabe. Abarca desde las
primeras expresiones poéticas conservadas en
lengua vernácula (las jarchas) hasta la actualidad,
más de mil años de historia. Es una rama de
la literatura románica y ha dado lugar a otra
importante rama, la literatura hispanoamericana.
La literatura española se engloba dentro de
la literatura en español, en la que se incluyen las
literaturas en español de todos los países
hispanohablantes. Por otro lado, también está
englobada en la literatura de España, junto con las
de las demás lenguas habladas en el país.

Historia de la literatura española


La época medieval
Sólo a partir del siglo XIII y en un sentido exclusivamente geográfico es posible
hablar de literatura española escrita. Hasta este período, se supone la
coexistencia de una poesía de transmisión oral en lengua romance,
tanto lírica como épica, junto a unos usos escriturales cultos cuya lengua de
expresión y transmisión era el latín.
Hasta la década de 1950 fue habitual considerar que el comienzo de la literatura
española se daba con una obra épica: el Cantar de Mio Cid (siglo XII), obra que era
transmitida generalmente de forma oral por los juglares. La historiografía literaria no
tuvo en cuenta datos proporcionados por crónicas anteriores a la definitiva fijación
textual de dicho cantar de gesta. Estos datos se refieren a la tradición oral tanto en
su versión lírica más antigua como a los romances, ambas formas de expresión que
formaban parte del patrimonio popular. En el año 1948, Samuel Miklos Stern, un
investigador húngaro, descubrió en antiguos manuscritos conservados en El Cairo,
unas estrofas líricas en lengua romance aljamiada, denominadas jarchas.
Actualmente, se asume que estas no reflejan un romance castellano, sino
el romance mozárabe.
1. ¿Qué es el Teatro?

El teatro es un arte escénico que tuvo origen en antiguos rituales mágicos, y que
fue evolucionando hasta tomar la forma y complejidad que tiene hoy. La
palabra teatro encuentra su origen en la palabra griega theatrón que
significa “espacio para la contemplación”. Esto nos da una pauta de su
naturaleza pero no es la única acepción.

El teatro es considerado una forma de arte, incluso se lo ha categorizado


como arte escénico. En este tipo de representaciones se relatan historias
mediante la actuación, discursos, gestos y sonidos. La escenografía también
es una parte importante del teatro, ya que le otorga más realismo ante una
audiencia.

El teatro es atemporal pero las obras teatrales siempre nos muestran


características del tiempo en el que se vive. Ideas comunes en la sociedad o
conceptos ampliamente aceptados son visibles en las obras de teatro de todos los
momentos históricos. También los tabúes o las temáticas más controversiales se
encuentran en las construcciones teatrales.

Ver también: Bellas Artes.

2. ¿Cuál es su origen del teatro?

Los orígenes históricos del teatro pueden vislumbrarse en rituales mágicos


relacionados con la caza y la recolección agrícola que, junto con la música y
la danza, daban a las representaciones un carácter sagrado.

En el Antiguo Egipto se representaban simples obras con la historia de la muerte y


resurrección de Osiris. Cada personaje se representaba con actores
enmascarados.

Si bien el teatro se limitó mucho tiempo a los rudimentarios rituales dirigidos


a los dioses, no fue sino hasta la antigua Grecia que los diálogos se fueron
complejizaron hasta parecerse a lo que son hoy en el teatro moderno.

Más sobre: Historia del Teatro

3. Componentes del teatro


Los actores deben tener
incorporadas las técnicas teatrales y vocales necesarias.
 El texto: Son las líneas que deben interpretar los actores. Estas obras,
denominadas dramáticas, se presentan en diálogos, por lo que son fáciles
de reconocer. También suelen describirse las acciones que deben
desarrollar los personajes y la descripción de la escenografía necesaria.
Estas acotaciones se dan entre paréntesis.
 La dirección: La tarea a desempeñar por el director es la de poder combinar
en el escenario todos los elementos dramáticos que se precisen para que la
puesta en escena sea satisfactoria.
 La actuación: Esta parte del teatro es llevada a cabo por los actores e
intérpretes de los textos. Es necesario que los actores tengan incorporadas
las técnicas teatrales y vocales necesarias.
 La escenografía: Es el decorado que acompaña y se complementa con la
actuación. La misma es indicada en las obras dramáticas.

4. Superstición en el teatro

Existe todo un sinfín de creencias en torno a los estrenos, comportamientos y


demás que deben tenerse o no dentro de un teatro. Algunos ejemplos de esto son
los siguientes ítems:

 Amarillo: No debe ser nunca usado este color en el escenario, porque trae
mala suerte.
 Piernas: Dejar colgar las piernas en el borde del escenario es señal de mal
augurio.
 Silbidos: No debe hacerse nunca sobre el escenario.
NSTRUMENTOS MUSICALES Y SU DEFINICION

Los Timbales
El timbal es un tambor con una sola membrana. Su caja de forma semiovalada o semiesferica es
llaamada caldera y puede ser de madera, cobre o bronce. Como la mayoria de los instrumentos de
percusion se utiliza golpeando los parches con un palillo o baqueta especial, "baqueta de timbal".
Está formado principalmente por un caldero de cobre, cubierto por una membrana. Se puede afinar
por lo que produce sonidos determinados, vale decir, notas musicales. Es un Instrumento de
entonacion definida o sonido determinado.

El Güiro

Perteneciente a la familia de percusión, el güiro es un instrumento musical con el que se toca la


música tradicional de algunos países sudamericanos, como la República Dominicana, Puerto Rico
o Cuba, aunque también se interpreta en otros lugares.

Está hecho con una calabaza ahuecada a la que se le talla la cáscara haciendo ranuras en
paralelo sobre su superficie. Se sujeta con el dedo pulgar de la mano izquierda, que se encaja en
una apertura que hay por detrás y que sirve además para darle un sonido más intenso. La mano
derecha coge una especie de tenedor con muchas púas y lo raspa contra las ranuras de la
cáscara. Normalmente, lo toca el cantante y requiere sonidos largos y cortos, tocados con golpes
largos y cortos en ambas direcciones, para arriba y abajo. También se le conoce como calabazo,
guayo, y rascador
El Tambor

Un tambor es un instrumento de percucion membranofono que consta de una caja de resonancia,


generalmente de forma cilíndrica, y una (o dos)membranas, llamada parche, que cubre la abertura
de la caja. El tambor es golpeado, para producir el sonido, en el parche con la mano o con algún
objeto, comúnmente baquetas; también se suele percutir la caja.

Pandereta

La pandereta es un instrumento de percusión membrafono perteneciente al grupo de los tambores


de marco. Este instrumento está formado por uno o dos aros superpuestos, de un centímetro o
menos de espesor, provistos de ferreñas (sonajas) de latón, hierro o acero templado, y cuyo vano
está cubierto por uno de sus cantos con piel muy lisa y estirada (pergamino).1 2 Puede ser piel
de oveja sin lana o panza de burro.La pandereta se originó en Mesopotámica, Medio Oriente,
India, Grecia y Roma, y fue usada especialmente en contextos religiosos.Se toca haciendo
resbalar uno o más dedos por ella, o bien golpeándola con ellos o con toda la mano. En ocasiones
se golpea con otras partes del cuerpo, como en la Fantasía de Pandereta, típica de la tuna:
mientras el que maneja la pandereta baila, va tocando con ella, golpeándola con distintas partes de
su cuerpo, manteniendo el ritmo de la canción, dando muestra de gran sentido del ritmo musical
así como de su destreza en la ejecución.
Xilófono

El xilófono (pronunciado silo fono) es un instrumento musical de percusión. Cada lámina


se afina según un tono específico (nota musical) de la escala cromática. Como se puede afinar, se
trata de un lamino fono de sonido determinado. El orden de las láminas es similar al orden del
teclado de piano.

El xilófono utiliza tanto la técnica de tambor afinable como la avanzada de mazos.

Tiene un timbre más vivo que la marimba, y las notas se sostienen menos. Los xilófonos modernos
incluyen láminas de percusión cortas.Un xilófono con un registro más bajo que el registro de la
marimba se llama xilorimba .

Piano

El piano (palabra que en Italiano significa «suave», y en este caso es apòcope del término original,
«pianoforte», que hacía referencia a sus matices suave y fuerte) es un instrumento
musical clasificado como instrumentos de teclado de cuerdas percudidas por el sistema de
clasificación tradicional, y según la clasificación de Hombostel- Sachs es un cordofono simple. El
mùsico que toca el piano recibe el nombre de pianista.

Está compuesto por una caja de resonancia, a la que se ha agregado un teclado mediante el cual
se percuten las cuerdas de acero con macillos forrados de fieltro, produciendo el sonido. Las
vibraciones se transmiten a través de los puentes a la tabla armónica, que los amplifica. Está
formado por un arpa cromatica de cuerdas múltiples, accionada por un mecanismo de
percusion indirecta, a la que se le han añadido apagadores. Fue inventado en torno al
año 1700 por el paduano Bartolomeo Cristofori. Entre sus antecesores se encuentran instrumentos
como la cìtara, el monocordio, el dulcemele, el clavicordio y el clavecín .
El triangulo

El triángulo es un instrumento percudido de metal, perteneciente al grupo de los idiofonos, porque


el sonido resultante es fruto de la vibración del metal tras ser golpeado con la baqueta .El triángulo
es una barra o estructura cilíndrica de acero doblada en forma de triángulo, como su nombre
indica, con la particularidad de que uno de sus vértices queda abierto. Normalmente, el ejecutante
no sostiene directamente el instrumento haciéndolo por uno de sus lados sino mediante un cordel
que, atado al vértice superior, sirve para suspenderlo.El sonido del triángulo es muy bueno agudo y
de altura definida, lo que no significa que no genere notas determinadas. El músico puede hacer
que el sonido del triangulo sea abierto o cerrado según como lo sostenga. El triángulo posee
gran sonoridad, lo que permite que sea oído por encima de la orquesta. Es usado en la
música cajón de Louisiana y en el forró brasileño.

Los triángulos musicales miden un aproximado de 16 a 20 cm.

Guitarra eléctrica

Una guitarra eléctrica es una guitarra que utiliza el principio de inducción electromagnética para
convertir las vibraciones de sus cuerdas de metal en señales eléctricas. El sonido de la guitarra se
verá influido por la madera o el material empleado, la construcción del instrumento (trasteado,
afinación, octavación), así como la calidad de sus pastillas.Dado que la señal generada es
relativamente débil, esta se amplifica antes de enviarla a un altavoz. Esta señal de salida de la
guitarra eléctrica puede ser fácilmente alterada mediante circuitos electrónicos para modificar
algunos aspectos del sonido. A menudo, la señal se modifica con efectos como reverberación y la
distorsión. Concebida en 1931, la guitarra eléctrica surgió de una necesidad de los músicos de
jazz, tratando de amplificar su sonido. Desde entonces, se ha convertido en un instrumento musical
de cuerdas, capaz de una multitud de sonidos y estilos. Sirve como un componente importante en
el desarrollo del rock and roll y de otros géneros de la música.
Guitarra

La guitarra es un instrumento musical de cuerdas pulsadas, compuesto de una caja de madera, un


mástil sobre el que va adosado el diapasón o trastero generalmente con un agujero acústico en el
centro de la tapa (boca)―, y seis cuerdas. Sobre el diapasón van incrustados los trastes, que
permiten las diferentes notas. Su nombre específico es guitarra clásica, guitarra española, guitarra
criolla o guitarra acústica.

Es el instrumento más utilizado en géneros como blue , rock , metal y flamenco , y bastante
frecuente en cantautores . También es utilizada en géneros tales como el tango , rancheras y
gruperas, además del folclore de varios países.Es parte fundamental de la orquesta de pulso y
púa o rondalla, junto a la bandurria y el laúd español.Instrumentos de la familia de la guitarra son
el requinto, el charango y el guitarron. Este último es de uso frecuente por los mariachis.

El bajo

El bajo eléctrico, también llamado sencillamente bajo,1 es un instrumento musical de la familia de


los cordofonos, similar en apariencia y construcción a la guitarra electrica, pero con un cuerpo de
mayores dimensiones, un mástil de mayor longitud y escala y, normalmente, cuatro cuerdas
afinadas según la afinación estándar del contrabajo . 2 3 Con el objetivo de evitar un uso excesivo
de líneas adicionales en el pentagrama, el bajo eléctrico ―al igual que el contrabajo ― suena una
octavamás grave que las notas representadas en notacion musical . Como la guitarra eléctrica el
bajo eléctrico necesita ser conectado a un amplificador para emitir sonidos. Desde los años
cincuenta, el bajo eléctrico ha reemplazado progresivamente al contrabajo en la música popular
como el instrumento de la sección rítmica que se ocupa del as líneas de abajo .4 Aunque estas
varían notablemente en función del estilo de música, el bajista cumple una función similar con
independencia del estilo de que se trate: establecer el marco armónico y marcar el tiempo o «pulso
rítmico».5 El bajo eléctrico se usa como instrumento de acompañamiento o como instrumento
solista en prácticamente todos los sonidos musicales .
Teatro Lirico
El Teatro Lírico o Gran Teatro de Madrid fue un local de espectáculos situado en la calle del
Marqués de la Ensenada de la capital de España,2 inaugurado en 1902 y desaparecido en 1920.

Obra del arquitecto catalán José Grases Riera,45 su construcción, promovida por el
empresario Luciano Berriatúa, concluyó en la primavera de 1902.6 El edificio, de una superficie
de 2912 m²,5 disponía de tres plantas: baja (con 500 butacas), entresuelo y principal.78
El Teatro Lírico, por entonces conocido como «Gran Teatro», sufrió un incendio el 30 de enero
de 1920.69 Tras el desastre la estructura se adaptó para convertirse en un edificio de
viviendas,10 que posteriormente devino en las sedes del Ministerio de Trabajo, del Liceo
Francés11 y, finalmente, del Consejo General del Poder Judicial.1012
2. ETIMOLOGÍA
El origen etimológico proviene de la palabra MUSA, que en idioma griego antiguo aludía
un grupo de personajes míticos femeninos, que inspiraban a los artistas. Las musas tenían
la misión de entretener a los dioses bajo la dirección de Apolo. Precisamente, Apolo era el jefe
de las musas; él las dirigía para que entretuvieran a los dioses en las comidas.
3. HISTORIA DE LA MUSICA
Para el hombre primitivo había dos señales que evidenciaban la separación entre vida
y muerte. El movimiento y el sonido. Los ritos de vida y muerte se desarrollan en esta doble
clave. Danza y canto se funden como símbolos de la vida. Quietud y silencio como símbolos de
la muerte.
El hombre primitivo encontraba música en la naturaleza y en su propia voz. También aprendió
a valerse de rudimentarios objetos (huesos, cañas, troncos, conchas) para producir nuevos
sonidos.
Hay constancia de que hace unos 50 siglos en Sumeria ya contaban con instrumentos de
percusión y cuerda (liras y arpas). Los cantos cultos eran más bien lamentaciones sobre textos
poéticos.
En Egipto (siglo XX a.C.) la voz humana era considerada como el instrumento más poderoso
para llegar hasta las fuerzas del mundo invisible. Lo mismo sucedía en la India. Mientras que
en la India incluso hoy se mantiene esta idea, en Egipto, por influencia mesopotámica, la
música adquiere en los siguientes siglos un carácter profundo, concebida como expresión
de emociones humanas.
Hacia el siglo X a.C., en Asiria, la música profana adquiere mayor relieve gracias a las grandes
fiestas colectivas.
Es muy probable que hacia el siglo VI a.C., en Mesopotamia, ya conocieran las relaciones
numéricas entre longitudes de cuerdas. Estas proporciones, 1:1 (unísono), 1:2 (octava), 2:3
(quinta), y 3:4 (cuarta), y sus implicaciones armónicas fueron estudiadas por Pitágoras (siglo
IV a.C.) y llevadas a Grecia, desde donde se extendería la teoría musical por Europa.
El término "música" proviene del griego "musiké" (de las musas). Por eso la paternidad de la
música, tal como se la conoce actualmente, es atribuida a los griegos. En la mitología griega, las
musas eran nueve y tenían la misión de proteger las artes y las ciencias en los juegos griegos.
En la antigua Grecia la música abarcaba también la poesía y la danza. Tanto la danza como
el atletismo se sabe que tenían su acompañamiento musical en tiempos de Homero.
Hacia principios del siglo V a.C., Atenas se convirtió en el centro principal de poetas-músicos
que crearon un estilo clásico, que tuvo su expresión más importante en el ditirambo.
El ditirambo se originó en el culto a Dionisos (Baco). Las obras -tragedias y comedias- eran
esencialmente piezas músico-dramáticas. La poesía, la música y la danza se combinaban y las
piezas eran representadas en los anfiteatros por cantores-actores-danzadores.
La poesía era modulada y acentuada por sílabas, e interpretada indistintamente en prosa
común, recitado y canto. La melodía estaba condicionada, en parte, por los acentos de la letra,
es decir, por la melodía inherente a la letra, y el ritmo musical se basaba en el número de
sílabas. Es dudoso que hubiese diferencia real entre los ritmos musicales y los metros poéticos.
Desde el siglo IV a.C., el músico comenzó a considerarse a sí mismo más como ejecutante que
como autor. El resultado fue el nacimiento del virtuosismo y el culto al aplauso.
La música, en general, se había convertido en mero entretenimiento, por lo que el músico
perdió mucho de su nivel social. La enseñanza musical acusó un gran descenso en las escuelas,
y los griegos y romanos de las clases elevadas consideraban degradante tocar un instrumento.
La división entre el ciudadano y el profesional ocasionó el divorcio social y artístico que en
nuestro tiempo todavía afecta a la música europea.
3.1. LA MÚSICA EN LA PREHISTORIA
En la prehistoria aparece la música en los rituales de caza y en las fiestas donde, alrededor del
fuego, se danzaba hasta el agotamiento. La música está basada principalmente en ritmos y
movimientos que imitan a los animales.
Los tres grupos de Educación Infantil han preparado un teatro en el que vemos a un grupo de
hombres y mujeres primitivos que descubren el fuego y a un grupo de animales que llenaban la
tierra en esos tiempos. Luego representarán una escena de caza y por último una danza ritual
con timbales alrededor del fuego.
3.2. LA MÚSICA EN LA ANTIGUEDAD
Es aquella en la cual las manifestaciones musicales del hombre consisten en la exteriorización
de sus sentimientos a través del sonido emanado de su propia voz y con el fin de distinguirlo
del habla que utiliza para comunicarse con otros seres.
Los primeros instrumentos fueron los objetos o utensilios o el mismo cuerpo del hombre que
podían producir sonidos.
3.2.1 Clasificación de instrumentos musicales primitivos:
a) Autófonos: aquellos que producen sonidos por medio de la materia con que la que están
construidos.
b) Membranófonos: serie de instrumentos más sencillos que los construidos por el hombre.
Tambores: hechos con una membrana tirante, sobre una nuez de coco, un recipiente cualquiera
o una verdadera y autentica caja de resonancia.
c) Cordófonos: de cuerda, el arpa.
d) Aerófobos: el sonido se origina en ellos por vibraciones de una columna de aire.
Uno de los primeros instrumentos: la flauta (en un principio construida por un hueso con
agujeros).

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