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ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO

EL ACTO JURIDICO

AUTORES:

- Bracamonte Paredes Luis


- Escobedo Soto Yossi
- Villalobos Santa Cruz Blanca
- Quiroz Detquizan Nadia
- Vargas Torres Yoshimi
- Vásquez Correa Paolo

Docente:
César Acebedo

Curso:
Derecho Civil

PIMENTEL - PERÚ
2012

1
Dedicatoria
Con cariño a nuestros padres
por su valioso apoyo en nuestra
educación

2
Agradecimiento
Agradecer en primer lugar a
Dios por darnos la vida, a
nuestros padres por su sacrificio
que hacen en darnos una
educación superior y de esta
manera ser profesionales y
enfrentar los retos que la vida
nos tiene preparado.

3
ÍNDICE

Carátula
Dedicatoria
Agradecimiento
Introducción
Pág.

CAPÍTULO I
Nociones Generales del acto Jurídico
1. Nociones generales: Concepto y clasificación 6
2. Objeto 8
3. Clasificación 9
4. Causa 11
5. Forma 12
6. Hechos jurídicos 15

Capítulo II
El Acto Jurídico según el Código civil Peruano

LIBRO II ACTO JURIDICO 17


TITULO I Disposiciones generales 17
TITULO II: Formalidad 18
TITULO III: Representación 21
TITULO IV: Interpretación 22
TITULO VI: Simulación 22
TITULO VIII: Vicios de la voluntad 22
TITULO IX: Nulidad 23

Capítulo III
Teoría General del Acto Jurídico

1. Teoría de la hermenéutica del Acto Jurídico. 26


2. Reglas de la interpretación en nuestro sistema jurídico. 30
3. Integración del acto jurídico. 32
4. Extensión de los efectos con relación a los sujetos vinculados 35
al acto jurídico.

Conclusiones 43
Recomendaciones 44

4
Introducción

El presente trabajo monográfico presenta una monografía


comparada acerca de tema “El Acto Jurídico” el cual es fuente
creadora del derecho civil; desde esta perspectiva vamos
aprender cuales son los elementos de validez del acto jurídico;
la capacidad jurídica para celebrarlos y quienes estarían
impedidos de realizar actos jurídicos.

El presente trabajo monográfico se encuentra dividido en


capítulos los cuales son:

 CAPÍTULO I: Nociones Generales del acto Jurídico


 Capítulo II: El Acto Jurídico según el Código civil Peruano
 Capítulo III: Teoría General del Acto Jurídico

Esperamos que esta investigación contribuya al mejoramiento


del conocimiento acerca del acto jurídico y de esta manera
pueda ser una guía para otras investigaciones similares.

5
CAPÍTULO I
Nociones Generales del Acto jurídico

1.1 Nociones generales: Concepto y clasificación


Según Borda, Guillermo A. Dentro del sinnúmero de hechos que
acaecen constantemente en el mundo externo, hay algunos que
tienen la propiedad de producir efectos jurídicos. A éstos se los
llama hechos jurídicos Si se analiza esta relación entre el hecho y
la consecuencia jurídica, es fácil advertir que esta última no deriva
de alguna condición o calidad propia de la naturaleza de ciertos
hechos, sino simplemente de que la ley así lo establece. De ahí
que el hecho jurídico pueda ser definido como el presupuesto de
hecho necesario para que se produzca un efecto jurídico; en otras
palabras, es el conjunto de circunstancias que, producidas, deben
determinar ciertas consecuencias de acuerdo con la ley.
Los hechos que no tienen ninguna trascendencia jurídica se llaman
simples hechos; tales, por ejemplo, el trueno, el vuelo de un pájaro,
un eclipse lunar, la lluvia, etcétera.

Según la Dra. Rosario Del Pilar Encinas Llanos. El acto jurídico


es fuente creadora del derecho civil; desde esta perspectiva vamos
aprender cuales son los elementos de validez del acto jurídico; la
capacidad jurídica para celebrarlos y quienes estarían impedidos
de realizar actos jurídicos. Dos instituciones importantes forman
parte de su aprendizaje: La simulación y el fraude, cuyas
diferencias fundamentales radican en que la simulación se engaña
y el fraude se daña y se engaña a los acreedores. Igualmente en el
desarrollo de esta materia se va aprender los vicios de voluntad
que afectan la validez e invalidez del acto jurídico y formando parte
del estudio vamos a estudiar sus modalidades y la diferencia de la
nulidad y anulabilidad del acto jurídico.

6
El acto jurídico es el acto humano voluntario o consciente, que
tiene por fin inmediato establecer entre las personas relaciones
jurídicas, crear, modificar, transferir, transmitir, conservar, extinguir
o aniquilar derechos. El acto jurídico produce una modificación en
las cosas o en el mundo exterior porque así lo ha dispuesto el
ordenamiento jurídico.

Para que se dé el acto jurídico no basta con que haya un sujeto y


un objeto con bastante capacidad, se necesita algo que los ponga
en relación, estableciendo un lazo o un vínculo que los una,
haciendo pasar la relación jurídica del estado de posibilidad al
estado de existencia. Este tercer elemento es un hecho, que por
ser productor de efectos jurídicos se denomina hecho jurídico,
cuando tal hecho procede de la voluntad humana recibe el nombre
de acto jurídico.

Los actos jurídicos son positivos o negativos, según que sea


necesaria la realización u omisión para que un derecho comience o
acabe respectivamente.

Con referencia a la formalidad del acto jurídico; es el conjunto de


las prescripciones de la ley, respecto de las solemnidades que
deben ser observadas al tiempo de la formación del acto jurídico 1.

Estas solemnidades pueden ser:

 la escritura del acto,

 la presencia de testigos,

 que el acto sea hecho ante escribano público (notario), o por


un oficial público (funcionario), o con el concurso del juez del
lugar.

Para la validez del acto es preciso que se hayan cumplido las


formas prescritas por las leyes, bajo pena de nulidad. Cabe señalar
una evolución del rol de la forma, en tanto que símbolo utilizado
1
http://es.wikipedia.org/wiki/Acto_jur%C3%ADdico

7
para comunicar la voluntad de realizar un acto consecuencias
jurídicas.

En Chile, la doctrina lo ha definido como la "manifestación de


voluntad hecha con la intención de crear, extinguir o modificar
derechos subjetivos, que produce los efectos queridos por las
partes porque así lo sanciona el ordenamiento jurídico".

1.2 CLASIFICACIÓN
La naturaleza de los hechos jurídicos es tan variada y multiforme,
que conviene clasificarlos a fin de introducir un orden en su estudio.
a) Ante todo, pueden clasificarse en naturales y humanos. Los
primeros son todos aquellos que acaecen sin intervención del
hombre; así, por ejemplo, un granizo que destruye una cosecha
puede hacer nacer el derecho a una indemnización si la cosecha
hubiera estado asegurada contra ese riesgo; un rayo puede, en
algunos casos, dar lugar a una indemnización de accidentes de
trabajo. Los hechos humanos son todos aquellos realizados por el
hombre y que producen efectos jurídicos: un contrato, un delito,
etcétera.
b) Asimismo, pueden clasificarse en hechos positivos o negativos;
los primeros importan una transformación efectiva de ciertas
circunstancias de hecho, tales como la muerte, un delito, la
aceptación de una oferta; los segundos implican una abstención: la
falta de cumplimiento de una obligación de hacer o, por el contrario,
el cumplimiento de una obligación de no hacer.
c) Los hechos jurídicos humanos pueden ser voluntarios e
involuntarios; sobre este concepto nos remitimos a los números
816 y siguientes.
No siempre los actos jurídicos son llevados a cabo personalmente
por el propio interesado; por el contrario, es frecuente que un
tercero actúe en su nombre y representación. El representado
adquiere los derechos y contrae las obligaciones emergentes del

8
acto exactamente como si él mismo lo hubiera suscripto; en
cambio, el representante permanece intocado por los efectos del
acto jurídico que ha celebrado. Mientras éste actúe dentro de sus
facultades legales o convencionales, la contraparte no podrá
hacerlo responsable por el incumplimiento posterior de las
obligaciones del deudor; pero él tampoco podrá beneficiarse con
las ventajas del acto.
A veces, la representación obedece a una verdadera necesidad.
Esa necesidad puede ser de orden jurídico, como ocurre con los
incapaces de obrar. Puesto que los menores, los dementes, los
sordomudos que no saben darse a entender por escrito, no pueden
actuar por sí, es indispensable que alguien lo haga en
representación de ellos. O bien la necesidad puede derivar de
circunstancias de hecho; tal sería el caso de una persona, que por
razones de enfermedad o de trabajo, no pudiera trasladarse al
lugar donde debe realizarse el acto.
Otras veces, la representación responde simplemente a una
conveniencia del otorgante. Ejemplos: la representación judicial
que evita al mandante las molestias de concurrir diariamente al
tribunal para seguir la marcha del pleito; el poder para administrar
sus bienes otorgado por quien prefiere gozar de las rentas, sin
tomar sobre sí ninguna tarea. Pero, aun en este caso, la
representación facilita singularmente el comercio jurídico y desde
ese punto de vista es incuestionable que responde a una verdadera
necesidad social.

1.3 OBJETO
CONCEPTO.— El objeto de los actos jurídicos es la cosa o hecho
sobre el cual recae la obligación contraída. En otras palabras, es la
prestación adeudada.
Este concepto resulta claro cuando se trata de obligaciones de
hacer o no hacer; aquí el objeto es exclusivamente una conducta
humana. Pero la idea se vuelve menos nítida en las obligaciones

9
de dar. ¿Cuál es aquí el objeto: la cosa misma prometida o la
conducta del que se obliga a entregarla? Para la doctrina
tradicional, cosa y objeto se confunden en este supuesto. Pero este
punto de vista fue observado por quienes sostienen que las
relaciones jurídicas sólo se dan entre personas; que, por lo tanto, el
objeto de tales relaciones sólo puede ser conducta humana: en las
obligaciones de dar, el objeto sería la actividad prometida por el
deudor. La cosa será cuanto más el objeto del objeto.
Hay en esta doctrina una exageración evidente. Si yo compro una
corbata, no puede dudarse de que la corbata es el objeto del acto
o, por lo menos, lo integra. Negarlo es negar la evidencia e
introducir confusión en los conceptos.
Por nuestra parte, pensamos que la cuestión ha sido esclarecida
por HERNÁNDEZ GIL. Dice este autor que el objeto del acto
jurídico es la prestación, a cuya caracterización cooperan dos
factores. Uno de ellos constante, que es el comportamiento del
deudor; otro variable, que puede o no concurrir, las cosas. Cuando
la obligación consiste en dar o entregar una cosa, ésta, aunque no
integre por sí sola el objeto, forma parte de él. En otras palabras, la
prestación, que siempre es conducta, puede o no estar referida a
las cosas. Si va referida a ellas, como en las prestaciones de dar,
aquéllas se incorporan al objeto. Si no va referida a las cosas,
como en las prestaciones de hacer, es sólo conducta lo que integra
el contenido de la obligación. Eliminar radicalmente las cosas del
objeto no es posible; e incluso ha de subrayarse que en las
prestaciones de dar, las cosas son jurídicamente más relevantes
que el comportamiento desde el punto de vista del objeto, puesto
que éste no es sino un medio para lograr el resultado querido
La existencia de un objeto es una condición inexcusable de la
validez de los actos, lo que resulta lógico, pues, de lo contrario, el
acto no tendría sentido. Pero no todo objeto es válido. La ley fija
cuidadosamente las condiciones que debe reunir para no provocar
la nulidad del acto.

10
1.4 CLASIFICACIÓN
DISTINTOS CRITERIOS.— Para introducir un orden dentro de la
compleja trama que forman los actos jurídicos, se los ha clasificado
de acuerdo con diversos criterios:
a) Actos positivos y negativos.— En los primeros, el nacimiento,
modificación, extinción, etcétera, de un derecho, depende de la
realización del acto; tal es, por ejemplo, la firma de un pagaré, el
pago de una suma de dinero, la realización de un trabajo o de una
obra de arte. En los segundos, en cambio, la conducta jurídica
consiste en una omisión o abstención; tal es el caso de las
obligaciones de no hacer. El propietario de una casa alquilada a
una tercero debe abstenerse de perturbarlo en el goce de ella; en
este hecho negativo, en esta abstención, consiste el cumplimiento
de su obligación
b) Actos unilaterales y bilaterales.— Los actos jurídicos son
unilaterales cuando basta para formarlos la voluntad de una sola
persona, como el testamento. Son bilaterales cuando requieren el
consentimiento de dos o más personas, como los contratos
Esta clasificación no debe confundirse con la de contratos
unilaterales y bilaterales. Los contratos son siempre actos jurídicos
bilaterales, desde que no existen sin el concurso de voluntades;
pero en orden a sus efectos, se llama unilaterales a los que crean
obligaciones a cargo de una sola de las partes, tales como el
depósito, la donación; y bilaterales a aquellos que las crean para
ambas, como la compraventa, el contrato de trabajo.
c) Actos entre vivos y de última voluntad.— Los actos jurídicos
cuya eficacia no depende del fallecimiento de aquellos de cuya
voluntad emanan, se llaman en este Código actos entre vivos,
como son los contratos. Cuando no deben producir efectos sino
después del fallecimiento de aquellos de cuya voluntad emanan, se
denominan disposiciones de última voluntad, como son los
testamentos
d) Actos gratuitos y onerosos— Actos a título gratuito o
simplemente gratuitos son aquellos en que la obligación está a

11
cargo de una sola de las partes y responden a un propósito de
liberalidad; tales los testamentos, la donación, la renuncia sin cargo
a un derecho. En cambio, en los actos onerosos las obligaciones
son recíprocas y cada contratante las contrae en vista de que la
otra parte se obliga a su vez; así ocurre en la compraventa, la
permuta, etcétera.
e) Actos formales y no formales.— Actos formales son aquellos
cuya eficacia depende de la observancia de las formas ordenadas
por la ley ;y no formales aquellos cuya validez no depende del
cumplimiento de solemnidad alguna. Sobre esta importante materia
nos remitimos a nuestros números 922 y siguientes.
f) Actos de derecho patrimonial y de derecho personal y
familiar.— Los primeros son los que tienen un contenido
económico; los segundos, en cambio, se refieren a derechos y
obligaciones extrapatrimoniales
g) Actos de administración y de disposición o enajenación—
No resulta sencillo delimitar con precisión estos conceptos. La
doctrina es poco precisa y nuestra ley positiva no ha contribuido
por cierto a poner claridad en las ideas

1.5 CAUSA
DIVERSOS SIGNIFICADOS DE LA PALABRA CAUSA.— La
palabra causa tiene en derecho dos acepciones diferentes: a)
designa, a veces, la fuente de las obligaciones, o sea los
presupuestos de hecho de los cuales derivan las obligaciones
legales: contratos, hechos ilícitos, etcétera (en este sentido, art.
499, Cód. Civ.); b) otras veces, en cambio, es empleada en el
sentido de causa final; significa el fin, que las partes se propusieron
al celebrar el acto jurídico (en este sentido, los arts. 500, 501, 502,
792, 926, etc.)
El primer significado es ajeno a la teoría del acto jurídico; sólo nos
interesa el segundo. Según la doctrina más difundida, causa es el
fin inmediato y determinante que han tenido en mira las partes al

12
contratar, es la razón directa y concreta de la celebración del acto,
y precisamente por ello, resalta para la contraparte, que no puede
ignorarla. En los contratos onerosos, la causa para cada uno de los
contratantes será la contraprestación del otro, integrada por todos
los elementos que han sido determinantes del consentimiento. En
los actos gratuitos, la causa será el propósito de beneficiar a un
amigo o pariente, a alguien con quien se mantiene una deuda de
gratitud, o simplemente a un extraño; o bien el deseo de crear una
institución benéfica o de ayudar a las existentes. No se trata ya
solamente del animus donandi, abstracto y vacío, de la doctrina
clásica, sino también de los motivos concretos que inspiraron la
liberalidad.

1.6 Forma
CONCEPTO Y SIGNIFICADO.— La historia del derecho ofrece, a
través de todas las épocas, la comprobación de la importancia
capital del formalismo. Con mayor o menor intensidad, con
diferencias en cuanto a su objeto o su alcance, el culto de la forma
se da de modo constante. No ha de creerse que se trata de un
epifenómeno; por el contrario, el formalismo se nutre de raíces que
trascienden de lo jurídico, para penetrar en lo hondo del espíritu
humano.
IHERING, que ha tratado el tema magistralmente, dice que la
fuerza atractiva que la forma, como representación tradicional y
típica de los sentimientos y de las ideas, ejerce sobre el espíritu
humano por medio de acciones plásticas y de signos, se manifiesta
de diversos modos. Unas veces seduce al sentido poético desde el
punto de vista estético, con su elemento plástico y dramático, con
ayuda del que sabe embellecer los sucesos de la vida; otras, con
carácter práctico, lisonjea a la recta razón por el orden, regularidad,
uniformidad, claridad de la existencia y de la acción humana que se
manifiestan en ella; y otras, en fin, considerada moralmente,
cautiva el corazón del hombre, porque imprime en él amor hacia lo
serio y solemne, elevando al que lo ejecuta más allá de lo que tiene

13
de puramente individual y pasajero, en su situación personal
momentánea, hasta la altura de la significación humana general y
típica de la acción; y porque, en fin, lo coloca en una correlación
santa entre aquellos que lo han precedido y los que existirán
después que él
Más adelante, afirma el sabio jurista alemán que el formalismo
tiene un valor educativo y agrega: “A ese valor general y
pedagógico, si puedo expresarme así, que poseen las formas
sobre la formación del carácter del pueblo, viene a añadirse el
segundo fundamento del formalismo. Las ideas, las
organizaciones, etcétera, sufren la influencia conservadora de las
formas que representan su expresión exterior. A medida que el lado
exterior de las instituciones se desarrolla más fuertemente, mayor
es su propia fuerza vital. Debido a la forma, las ideas, las
organizaciones y las instituciones se modelan sobre la vida y el
mundo sensible y, haciéndose palpables, penetran en las
costumbres. En circunstancias ordinarias, la forma asegura y
aumenta la vitalidad de aquéllas, y, en caso de peligro, las defiende
mejor contra los ataques de fuerza. Las ideas que descansan
únicamente en sí mismas, es decir, que carecen de la sólida base
de una forma determinada, pierden su fuerza moral sobre las
almas; éstas zozobran y el pueblo pierde la conciencia de aquéllas
hasta que se desvanecen por completo. Cuando se apacigua la
hostilidad que se les tuvo, cuesta hacerles revivir nuevos
esfuerzos, luchas nuevas, o, lo que es igual, otro alumbramiento y
los dolores propios de un nuevo parto. Bien diferente es la suerte
de esas ideas cuando están unidas a formas fijas y exteriores. A
modo de lo que es más humilde respecto a lo que es más noble, la
forma posee una fuerza vital más tenaz. Puede vegetar, es decir,
durar sin ser comprendida, lo que la idea no puede. Fragmento
indiferente de la vida exterior, conservado por la fuerza de la
costumbre, la forma, cuando para la inteligencia del pueblo pierde
la fuerza de la idea que le animaba, puede aún continuar
vegetando como forma. Es una corteza muerta que subiste en

14
apariencia sin razón de ser y sin valor ninguno. A veces se levantan
los sabios y los hombres sensatos que claman contra la mentira y
el engaño, y piden que lo que está frío e inerte sea enterrado como
un cadáver. Pero si el pueblo posee ese sentido de la forma de que
se ha hablado antes, por instinto permanecerá fiel a lo que se
desprecia como muerto y lo acepta sin saber por qué. En efecto,
esa forma, cuya alma parece haber desaparecido, no ha muerto
sino en apariencia; duerme el largo y duro tiempo del sueño
invernal, del que se despierta al primer soplo de la brisa de la
primavera. Con frecuencia, la forma debe morir para poder
germinar con vida nueva. En esas circunstancias, destruir las
formas no es hacer desaparecer un cadáver, sino destruir una
crisálida en capullo”

1.7 HECHOS JURÍDICOS


Concepto y clasificación
CONCEPTO.— Dentro del sinnúmero de hechos que acaecen
constantemente en el mundo externo, hay algunos que tienen la
propiedad de producir efectos jurídicos. A éstos se los llama hechos
jurídicos
Si se analiza esta relación entre el hecho y la consecuencia
jurídica, es fácil advertir que esta última no deriva de alguna
condición o calidad propia de la naturaleza de ciertos hechos, sino
simplemente de que la ley así lo establece. De ahí que el hecho
jurídico pueda ser definido como el presupuesto de hecho
necesario para que se produzca un efecto jurídico; en otras
palabras, es el conjunto de circunstancias que, producidas, deben
determinar ciertas consecuencias de acuerdo con la ley.
Los hechos que no tienen ninguna trascendencia jurídica se llaman
simples hechos; tales, por ejemplo, el trueno, el vuelo de un pájaro,
un eclipse lunar, la lluvia, etcétera.

15
CLASIFICACIÓN.— La naturaleza de los hechos jurídicos es tan
variada y multiforme, que conviene clasificarlos a fin de introducir
un orden en su estudio.
a) Ante todo, pueden clasificarse en naturales y humanos. Los
primeros son todos aquellos que acaecen sin intervención del
hombre; así, por ejemplo, un granizo que destruye una cosecha
puede hacer nacer el derecho a una indemnización si la cosecha
hubiera estado asegurada contra ese riesgo; un rayo puede, en
algunos casos, dar lugar a una indemnización de accidentes de
trabajo. Los hechos humanos son todos aquellos realizados por el
hombre y que producen efectos jurídicos: un contrato, un delito,
etcétera.
b) Asimismo, pueden clasificarse en hechos positivos o negativos;
los primeros importan una transformación efectiva de ciertas
circunstancias de hecho, tales como la muerte, un delito, la
aceptación de una oferta; los segundos implican una abstención: la
falta de cumplimiento de una obligación de hacer o, por el contrario,
el cumplimiento de una obligación de no hacer.
c) Los hechos jurídicos humanos pueden ser voluntarios e
involuntarios; sobre este concepto nos remitimos a los números
816 y siguientes.
d) Finalmente, pueden ser lícitos e ilícitos, según sean o no
conforme a la ley. A su vez, los hechos ilícitos se clasifican en
delitos y cuasidelitos. De ellos nos ocuparemos en los números 822
y siguientes.

16
CAPÍTULO II
EL ACTO JURÍDICO SEGÚN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO

LIBRO II ACTO JURIDICO


TITULO I Disposiciones generales

Artículo 140.- Noción. Requisitos


El acto jurídico es la manifestación de voluntad destinada a crear,
regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas. Para su validez se
requiere:

1. Sujeto capaz.
2. Objeto física y, en su caso, jurídicamente posible,
determinado o determinable.
3. Finalidad lícita.
4. Observancia de la formalidad que la ley establezca con
carácter imperativo o bajo sanción de nulidad.

TITULO II
Formalidad

Artículo 143.- Clases de formalidad


1. Cuando la ley no establece una formalidad o no la
impone con carácter imperativo o bajo sanción de nulidad, los
interesados pueden usar la que juzguen conveniente.

2. Salvo disposición legal distinta, los actos de regulación,


modificación o extinción de un acto deberán revestir la misma
formalidad que éste. Dicha formalidad constituye requisito para su
eficacia.

17
Artículo 144.- Exigencia de la formalidad
Cuando la ley no establece una formalidad con carácter
imperativo o bajo sanción de nulidad, las partes pueden
compelerse recíprocamente a satisfacerla.

TITULO III
Representación

Artículo 148.- Responsabilidad de representantes conjuntos


En la representación conjunta los representantes son
solidariamente responsables frente al representado.

Artículo 150.- Representación común


Tratándose de un poder otorgado por varias personas, si se
hubiera estipulado que la revocación deberá realizarse por todos,
la que hiciere alguno de los poderdantes será eficaz sólo para él y
deberá indemnizar por los daños que el incumplimiento de la
estipulación cause a los demás representados.

Artículo 153.- Poder irrevocable


1. El poder es irrevocable siempre que se estipule para un acto
especial o por tiempo limitado o cuando es otorgado en
interés común del representado y del representante o de un tercero.

2. La estipulación de irrevocabilidad debe indicar plazo


determinado. A falta de indicación, el plazo es de un año. El
vencimiento del plazo no ocasiona la revocación del poder, salvo
estipulación distinta.

Artículo 156.- Formalidad del apoderamiento


1. Para disponer o gravar bienes o derechos del
representado, se requiere que la facultad de representación conste
en forma indubitable y por documento de fecha cierta.

18
2. El acto celebrado en contravención de lo establecido en el
párrafo 1 es ineficaz respecto del representado.

Artículo 158.- Sustitución


1. Mediante la sustitución el representante se aparta total o
parcialmente de la representación respecto de las facultades para las
que designa un sustituto. Debe cumplir la misma formalidad que
la empleada para el acto de apoderamiento.

2. La facultad de sustituir debe otorgarse de manera explícita e


indubitable.
3. La sustitución es eficaz desde que es comunicada
fehacientemente al representado.
4. El representante queda exento de toda responsabilidad cuando
hace la sustitución en la persona que le designó el representado, pero
responde de la información que proporcione u omita proporcionar al
sustituto.
5. Si el representado concedió la facultad de designar sustituto
sin indicar nombre, el representante es responsable por los
daños que cause al representado cuando incurre en dolo o culpa
inexcusable en la elección. La acción de responsabilidad por la
elección caduca a los tres meses de la fecha que el sustituyente
hubiera comunicado la sustitución al representado.
6. El representado puede accionar directamente contra el
sustituto por los actos que éste realice.

Artículo 158-A.- Delegación


1. Salvo disposición distinta del representado, el representante
puede delegar todas o parte de sus facultades, y es directamente
responsable ante al representado por la elección del delegado y por
los actos que éste celebre o ejecute.

19
2. La delegación no supone la extinción de las facultades del
representante.

Artículo 159.- Revocación


1. La sustitución no puede ser revocada por el representante para
reasumir el poder.

2. La delegación puede ser revocada en cualquier momento.

Artículo 162.- Ratificación


1. En los casos previstos por el artículo 161, el acto jurídico
puede ser ratificado por el representado observando la formalidad
prescrita para su celebración.
2. La ratificación tiene efecto retroactivo, pero queda a salvo el
derecho de tercero.
3. El que actúa como representante sin serlo o con facultades
insuficientes y el tercero que hubieran celebrado el acto jurídico, no
podrán dejarlo sin efecto sin antes informar de su celebración al
representado, quien podrá ratificarlo dentro de los treinta días de
haber sido informado del acto mediante comunicación de fecha
cierta. Si no lo ratificara, podrá exigir al tercero y al representante
indemnización por los daños causados y, cuando corresponda, la
restitución de la prestación.
4. La facultad de ratificar se trasmite a los herederos y caduca
para ellos al año de celebrado el acto.

Artículo 167.- Representantes especiales


Los padres, tutores, curadores y demás representantes de
sujetos con capacidad restringida requieren de autorización judicial
expresa para celebrar los actos que establece la ley o señalados en
el acto de nombramiento del representante.

20
TITULO IV
Interpretación

Artículo 168.- Lo expresado y el propósito de los declarantes


1. El acto jurídico debe ser interpretado de conformidad con lo
que se haya expresado en él y según el principio de la buena fe.

2. Cuando el sentido literal de las palabras fuera contrario a la


voluntad exteriorizada, prevalece ésta sobre aquél.

3. Para determinar la voluntad exteriorizada del sujeto o los


sujetos, se deberá tener en cuenta su comportamiento total,
incluso el anterior y el posterior a la celebración del acto jurídico.

Artículo 169.- Interpretación sistemática. Disposiciones


explicativas. Principio de conservación
1. Las cláusulas de los actos jurídicos se interpretan las unas
por medio de las otras, atribuyéndose a las dudosas el sentido que
resulte del conjunto de todas.
2. Cuando el acto contenga una disposición explicativa, se
entenderán incluidos en ella los supuestos a los que según las
circunstancias tal disposición pueda razonablemente aplicarse.
3. El acto jurídico y cada una de sus disposiciones deben
interpretarse en el sentido en que puedan tener algún efecto, y no en
aquél según el cual no tendrían ninguno.

Artículo 170.- Interpretación finalista. Disposiciones


generales. Aplicación de los usos
1. Las expresiones que tengan varios sentidos deben
entenderse en el más adecuado a la naturaleza, objeto y finalidad del
acto.
2. Cualquiera que sea la generalidad de las expresiones del
acto, no se entenderán incluidos supuestos diferentes de aquellos

21
sobre los que los sujetos se propusieron celebrarlo.
3. Cuando las circunstancias lo requieran, en la interpretación
del acto jurídico se debe atender a los usos y costumbres aplicables.

TITULO VI
Simulación

Artículo 191.- Simulación relativa


Cuando las partes han querido concluir un acto distinto del
aparente, tiene efecto entre ellas el acto ocultado, siempre que
concurran los requisitos de sustancia y formalidad.

Artículo 193.- Pretensión de nulidad


La pretensión de nulidad por la simulación a que se refiere el
artículo 190 puede ser ejercida por cualquiera de las partes o por el
tercero en los casos del artículo 220.1.

TITULO VIII
Vicios de la voluntad

Artículo 201.- Requisitos


El error en la formación de la voluntad es causa de anulación
del acto jurídico cuando sea esencial y conocible por el destinatario
de la declaración.

Artículo 202.- Error esencial


1. El error es esencial cuando sea determinante de la voluntad y
recaiga sobre:
a) La identidad o las cualidades personales de la otra parte, del
sujeto al cual se dirige la manifestación o del favorecido con el
acto, de acuerdo con la apreciación general o en relación con
las circunstancias.

22
b) La esencia o la identidad del bien, servicio o abstención
que es materia del acto.
c) Una cualidad del bien, servicio o abstención, de acuerdo
con la apreciación general o en relación con las
circunstancias.
d) La naturaleza de acto. e) La cantidad o el valor.
2. El error de derecho también es esencial cuando sea
determinante de la voluntad.

Artículo 203.- Conocibilidad


1. El error se considera conocible cuando, con relación al
contenido, a las circunstancias del acto, a las cualidades personales
del destinatario de la manifestación, dicho error hubiese podido
ser advertido actuando con diligencia ordinaria.

2. Cuando se trate de acto unilateral no recepticio no se


requiere de conocibilidad.

Artículo 204.- Error de cálculo


El error de cálculo no da lugar a la anulación del acto sino
solamente a rectificación.

TITULO IX
Nulidad

Artículo 219.- Causales de nulidad


El acto jurídico es nulo:
1. Cuando falta la manifestación de voluntad del sujeto o éste
carece de discernimiento.
2. Cuando se ha celebrado por las personas a las que se
refiere el artículo 43, salvo lo dispuesto en el artículo 1358 o
disposición legal diferente.

23
3. Cuando su objeto es física o, en su caso, jurídicamente
imposible o cuando es indeterminable.

4. Cuando su finalidad es ilícita.

5. Cuando es aparente por simulación absoluta o relativa.


6. Cuando no reviste la formalidad prescrita con carácter
imperativo o bajo sanción de nulidad.

7. Cuando la ley lo declara nulo.

Artículo 220.- Legitimidad. Declaración de oficio


1. La nulidad a que se refiere el artículo 219 puede ser alegada
sólo por quienes tengan interés directo o por el Ministerio Público.
No obstante, en los casos de los incisos 1 y 2 del artículo 219
la nulidad no podrá ser alegada por las partes que con
conocimiento del vicio hubiesen ejecutado el acto en forma total o
parcial, o si existen hechos que inequívocamente pongan de
manifiesto la intención de renunciar para sí a la acción de
nulidad.

2. Si el Juez advierte la existencia de una nulidad que no es


materia de las pretensiones demandadas, la pondrá en
conocimiento del Ministerio Público y de las partes. En ningún
caso, el Juez puede declarar la nulidad de oficio.

Artículo 220-A.- Efectos de la nulidad


1. El acto jurídico nulo lo es desde su celebración por
efecto de la sentencia que lo declare, quedando a salvo el
derecho del tercero contratante a título oneroso y de buena fe 2.
2. No puede ser convalidado, salvo disposición legal diferente.

Artículo 221.- Causales de anulabilidad


2
La Comisión evaluará integralmente los supuestos de protección al tercero para
establecer si la protección debe comprender también al tercero contratante a título gratuito

24
El acto jurídico es anulable:

1. Cuando se haya celebrado por las personas a que se refiere el


artículo 44
2. Por vicio resultante de error, dolo, violencia o intimidación.

3. Cuando la ley lo declara anulable.

Artículo 222.- Legitimados para solicitar la anulación.


Efecto de la declaración
1. La anulación se pronunciará sólo a petición de parte del
sujeto afectado.
2. El acto jurídico anulable es nulo desde su celebración, por
efecto de la sentencia que lo declare.
3. La declaración de anulación no perjudica al tercero contratante
a título oneroso y de buena fe.

Artículo 226.- Capacidad restringida de uno de los sujetos


Cuando hubiere más de un sujeto que integre una misma parte, la
restricción de capacidad de uno de ellos no puede ser invocada por
otro que integre la misma parte, salvo cuando sean indivisibles la
prestación o su objeto

Artículo 228.- Restitución de prestaciones


1. Como consecuencia de la declaración de nulidad o de
anulación, procede la restitución de las prestaciones o, si esto no
fuera posible, de su valor actual.
2. Si la nulidad hubiera sido declarada por aplicación de los
artículos 219.2 ó 221.1, el sujeto afectado está exonerado de restituir
solamente lo que hubiera empleado en su subsistencia.

25
Capitulo III
Teoría general del acto jurídico.

Teoría de la hermenéutica del Acto Jurídico.


La hermenéutica es la ciencia de la interpretación.
Etimológicamente la palabra se deriva del verbo griego "hermeneuo", que
significa exponer, publicar, interpretar. Esto está relacionado con
"Hermes", que en la mitología griega era el mensajero de los dioses y
transmitía e interpretaba los mensajes divinos dirigidos a los hombres.
Este personaje mitológico se ocupaba en una función mediadora porque
era por su intermedio que los mensajes eran interpretados y llegaban a
los seres humanos. El concepto de épocas posteriores reconoce igual
significado que el concepto griego de la antigüedad y se refiere al hecho
de determinar el significado de las palabras que expresan un concepto.
La hermenéutica tiene como propósito básico proveer los medios
para alcanzar la interpretación del objeto o escritura que es interpretado,
sorteando los obstáculos que surgen de la complejidad del lenguaje o de
la distancia que separa al intérprete del objeto investigado. Un término
que se usa como sinónimo de hermenéutica es "exégesis" del verbo
griego "exegeomai" que significa explicar, exponer, interpretar. Este verbo
nos da la oportunidad de ahondar en la explicación de lo que es la
hermenéutica, para eso citamos a Moisés Chávez. "Exégesis es una
palabra griega formada por la fusión de la preposición Ex, "fuera", y la
forma nominal del verbo Hegeisthai, "conducir". El verbo exegeisthai,
significa "exponer" y el sustantivo exégesis significa "exposición".
Por su naturaleza la exégesis es deductiva y pertenece al campo
de la investigación. La medida de éxito en la tarea exegética depende del
dominio sincronizado de varias y variadas disciplinas como la historia, la
lingüística, la religión, el derecho, la literatura, el folklore, etc. La palabra
exégesis se forma con la misma raíz verbal de la palabra exégesis, a la
cual se antepone la preposición eis, "hacia adentro". La exégesis es el
aspecto inductivo de la hermenéutica, destinada a aplicar a una realidad
concreta de la vida, las lecciones aprendidas tras la exégesis." (1)

26
Adaptada a su objeto de estudio, la Hermenéutica es usada en el
arte, la historia, la literatura, la arqueología, ciencias jurídicas y la
traducción. Tradicionalmente se la consideró una disciplina teológica
especial. Actualmente se ha ampliado su ámbito de aplicación y se la
considera en una perspectiva mas amplia como una función del
entendimiento del hombre que es aquella capacidad de las personas de
brindar o captar significados.
De esta manera la Hermenéutica aparece ubicada en la estructura
de la comunicación; una persona al hablar o escribir emite significados, y
quien recibe esa palabra o escritura, las escucha o las lee, capta ese
significado. Cotidianamente realizamos una cantidad de actividad
destinada a captar significados, y al estar familiarizados con el material
que leemos o escuchamos la interpretación es espontánea, sin esfuerzo,
y no somos conscientes de ese proceso de interpretación.
Pero la situación cambia cuando nos enfrentamos a materiales
extraños porque ese proceso se hace consciente, requiere esfuerzo y
dominio del proceso de interpretación destinado a captar el significado del
objeto estudiado. (2)
Es necesario entonces establecer normas para la interpretación
que sirvan de guía al intérprete. Es la fijación consciente de normas lo que
constituye la Hermenéutica. Una cosa necesita interpretación cuando
existen obstáculos que impiden su interpretación espontánea. El objeto
que debe ser "leído" está separado del observador por ciertas distancias.
Surge un vacío entre el intérprete y el objeto de estudio.
Las distancias que separan al objeto del observador pueden ser
filosóficas, históricas o ecológicas y biológicas. (3) -
Cuando un objeto de estudio está separado del observador por el
tiempo, este vacío es histórico. Cuando la cultura del objeto es distinta a
la del observador, el vacío es ecológico y biológico.
Si existe en el objeto de estudio una actitud diferente hacia el
universo que la que posee el intérprete, el vacío será filosófico
Generalmente estas distancias aparecen combinadas, como en el caso
de la arqueología, y adquirirán distintas relevancias según sea su campo
de aplicación y el objeto de estudio de que se trate, arte, literatura, etc.

27
La hermenéutica cumple una función mediadora porque provee al
intérprete un cuerpo de normas tendientes a salvar ese vacío que le
impide "leer" el material a interpretar. A su vez en cada campo surgirán
otros principios particulares ya que sus objetos de estudios ofrecen
dificultades propias de su naturaleza, y como en el caso de la
Hermenéutica Bíblica, surgen otras divisiones que incluyen principios
especiales de interpretación. Un aporte importante de la Hermenéutica
bíblica es que distingue entre:
Hermenéutica bíblica especial: Se refiere a la reglas y
consideraciones necesarias para interpretar categorías especiales de
literatura, como pueden ser la poesía, lenguaje figurado, la Hermenéutica
del Antiguo Testamento o la del Nuevo Testamento. (4)
Otro caso es la Hermenéutica Jurídica en la que el hermeneuta
interpreta el sentido de las leyes, más precisamente al legislador que la
emitió, aplicando los principios particulares de la hermenéutica jurídica:
Condiciones que rodearon y motivaron la emisión de la norma en
cuestión.
Intención del legislador.
El "usus loquendi" de las palabras, es decir el significado de las
mismas en la época en que fueron incluidas en el texto legal
La ley posterior prevalece sobre la ley anterior
La ley especial debe aplicarse con prelación a la ley de carácter
general,
La aplicación de estos principios, algunos fueron citados arriba,
está destinada a posibilitar la adecuada función normativa y la correcta
aplicación a los casos particulares. La interpretación de la ley implica "fijar
su sentido y alcance", y para lograr ese objetivo, hay normas generales de
hermenéutica que son aplicables a ese efecto. La Hermenéutica cuenta
con el aporte de otras ciencias:
Glosología; estudio de diversas lenguas.
Paleografía; estudio de textos antiguos.
Filología; se dedica a la fechación, verificación, colación y fijación
de textos históricos.
Exégesis; que da la interpretación a partir del texto.

28
Lingüística; estudio situacional de ortografía, sintaxis, semántica de
los idiomas.
Los principios de la hermenéutica son aplicables para la
interpretación de cualquier texto independientemente del idioma, la cultura
y la época del autor de la obra objeto de interpretación, o del intérprete.

TEORÍA DE LA HERMENÉUTICA DEL ACTO JURÍDICO.


El Negocio Jurídico, como cualquier expresión del pensamiento,
presenta el problema de su interpretación entendiendo por tal la captación
del sentido de las manifestaciones de la voluntad que constituyen su
contenido.
El contenido del acto jurídico esta formado por las diversas
cláusulas que recogen una o varias manifestaciones de la voluntad
otorgadas del negocio conforme a ello me parece desde mi punto de
vista adecuada la definición que VIDELA ESCALADA, cita en el sentido
de que interpretar un negocio es determinar el sentido y alcance de las
cláusulas que el acto contiene.
Siendo la interpretación del acto jurídico es una actividad lógica
del pensamiento humano, encaminada a buscar y fijar el significado de
las manifestaciones de voluntad, a fin de establecer su contenido.
Si se acepta esta noción de Interpretación , vemos que por fácil
que parezca la Investigación del Acto atendiendo a su tenor, ella es
siempre necesaria en contra de una tesis hoy superada que sostiene que
el negocio jurídico NO requiere ser interpretado que la interpretación solo
se da en los actos obscuros o ambiguos: pero claridad y oscuridad son
nociones relativas y por otra parte la simple aprehensión de la
manifestación lleva consigo la indagación de su sentido y alcance, por
somera que puede ser esta indagación.
Por ultimo y aunque parece elemental no esta de mal señalar que
todo acto Jurídico, toda manifestación de voluntad ha de ser Interpretada
consista ella en una expresión oral o escrita. La interpretación es
forzosamente lógica, la hacemos consiente o Inconscientemente
entendiendo que todo lo que percibe nuestros sentidos es Interpretado
por nuestro cerebro y el acto jurídico no escapa a esta manifestación.

29
REGLAS DE LA INTERPRETACIÓN EN NUESTRO SISTEMA
JURÍDICO.
Fuera de la directiva general de la buena fe, las reglas en nuestro
Código Civil para la interpretación de algunos actos jurídico las
encontramos en los ordinales que señalan;
Artículo 13. La costumbre se debe de tomar en consideración para la
interpretación de las leyes, de las convenciones o contratos y nunca para
sustituirlos.
Artículo 1321. Si los términos de un contrato son claros y no dejan duda
sobre la intención de los contratantes, se estará al sentido literal de sus
cláusulas.
Si las palabras parecieren contrarias a la intención evidente de los
contratantes prevalecerá ésta sobre aquéllas.
Artículo 1322. Cualquiera que sea la generalidad de los términos de un
contrato, no deberán entenderse comprendidos en él cosas distintas y
casos diferentes de aquéllos sobre los que los interesados se propusieron
contratar.
Artículo 1323. Los contratos deben interpretarse de manera global y para
que surtan sus efectos legales en forma integral, por ello, si alguna
cláusula admitiere diversos sentidos, deberá entenderse en el más
adecuado para que produzca efecto. Artículo 1324. Las cláusulas de los
contratos deben interpretarse las unas por las otras, atribuyendo a las
dudosas el sentido que resulte del conjunto de todas.
Artículo 1325. Las palabras que pueden tener distintas acepciones serán
entendidas en aquélla que sea más conforme a la naturaleza y objeto del
contrato.
Artículo 1326. El uso o la costumbre del lugar donde pasó el acto se
tendrán en cuenta para interpretar las ambigüedades de los contratos.
Artículo 1327. Cuando fuere imposible determinar las dudas por las
reglas establecidas en los artículos precedentes, si aquéllas recaen sobre
circunstancias accidentales del contrato, y éste fuere gratuito, se tendrán
en favor de la menor transmisión de derechos e intereses; si fuere

30
oneroso se aplicará la duda buscando la reciprocidad en las
contraprestaciones.
Cuando la duda recaiga sobre el objeto principal del contrato, de suerte
que no pueda conocerse el conocimiento de cuál fue la intención o la
voluntad de los contratantes, el contrato será nulo.
Artículo 1328. Los contratos que no estén especialmente reglamentados
en este código, se regirán por las reglas generales de los contratos, por
las estipulaciones de las partes y, en lo que fueren omisas, por las
disposiciones del contrato con el que tengan más analogía, de los
reglamentados en este ordenamiento.
Artículo 1329. Las disposiciones legales sobre contratos serán aplicables
a todos los convenios y a otros actos jurídicos, en lo que no se oponga a
la naturaleza de éstos o a disposiciones especiales de la ley sobre los
mismos.
Al aplicar estas normas se consagra el principio de la Buena Fe
para la Hermenéutica de los Actos Jurídicos,
La buena Fe en los actos jurídicos es la directiva en general,
puesto que quien establezca lo contrario debe probarlo, por lo que la
interpretación de los actos jurídicos se logra a trabes de la conciliación
de los intereses de quien interviene en el acto así como de que si se
satisface la necesidad del acto Jurídico se introduce un factor moralizante
de las relaciones a que ese acto da lugar, razón por la cual a este criterio
rector se subordinan todas las demás reglas de interpretación de los actos
Jurídicos, muchas de las cuales atienden a la naturaleza del acto Jurídico.
EL ACTO JURÍDICO DE INTERPRETACIÓN.
El acto Jurídico para JUAN CARLOS GARIBOTTO. Se trata de un
acto entre vivos o de un testamento, son los otorgantes o el disponente
quienes aclaran el Sentido y alcance de las cláusulas del negocio Jurídico
en cuestión configurando lo que se denomina interpretación autentica y
se plasma en el acto Jurídico de interpretación que integra y completa el
acto Jurídico celebrado.(5)
La existencia de la interpretación autentica impide toda inteligencia
del negocio Jurídico interpretado distinta de aquella que surja del negocio

31
de interpretación, siempre es claro que este negocio fije con suficiente
precisión el significado de aquel.
La facultad de interpretar el propio negocio jurídico que siempre
asiste al otorgante en virtud del principio de autonomía privada reconoce
como limite el interés de los terceros que no pueden ser perjudicados por
el propio acto de interpretación.4

INTEGRACIÓN DEL ACTO JURÍDICO.


Calificado el Acto Jurídico puede ser necesario realizar su
Integración que es la operación mediante la cual se le completa
llenando sus vacíos con las normas supletorias aplicables para que estas
sean legales en sentidos latos o consuetudinarios.
Cabe recordar que los Contratos no solo a lo que esta
forzosamente estipulado o expresado en ellos sino que todas las
consecuencias que pueden considerarse que hubiesen sido virtualmente
comprendidas en ellos; esta normas supletorias se sienta como regla de
sentido común que es el eje de la integración del negocio jurídico.(6).
La integración se puede cumplir de distintas formas.
a.- Por la paliación de las normas legales, las cuales ya me he
referido en el proemio del presente trabajo, que son todas aquellas
normas supletoria de la voluntad de las partes.
b.- Por la aplicación de las normas consuetudinarias, la integración
de esto halla su fundamento en la llamada teoría de la presuposición que
sostiene que mas allá de lo que las personas expresan en los actos
Jurídicos que celebran esta lo que no exteriorizan que tiene presente o
que esta hay presente y dan por contenido o hecho las partes en el acto
Jurídico.
La tarea de integración ha tenido su nacimiento en las
jurisprudencias que declaran ante el Juez al interpretar un contrato o un
acto Jurídico debe cumplir una misión integradora a fin de que las partes
alcances los fines que persiguió real y materialmente el acto Jurídico.
Los efectos del Acto Jurídico según Juan Carlos Garibotto.1
NOCIÓN.- Cuando el Acto Jurídico tiene su estructura constituida
de un modo regular, es decir cuando reúne sus cuatro elementos

32
esenciales, sujeto, Objeto, causa final y forma- y con relación a cada uno
de estos elementos concurren los requisitos que exige el ordenamiento, el
negocio es valido y produce sus efectos propios.
Por lo que se señalan dos aspectos que sirven para precisar como
se producen tales efectos.-
Primero.- Los efectos –tal como han sido contemplados y queridos
por los otorgantes se producen con obligatoriedad para los sujetos que
intervinieron en el acto Jurídico por vía de la conjunción de la Voluntad de
las partes y del acogimiento que hace la Norma de esa Voluntad.
Segundo.- En Caso de omisión de los otorgantes del Acto los
efectos surgen de la integración de su Voluntad con las normas
supletorias, sean Legales o consensuales correspondientes al tipo al que
pertenece el negocio Juridicote que se trata y que han sido propuestas
por los otorgantes.
Para nuestra legislación tales efectos los encontramos como
Efectos de las obligaciones.
Efectos de las obligaciones entre las partes
Los efectos Jurídicos en los pago serán;
El Pago o cumplimiento es la entrega del bien o cantidad debida, o
la prestación de hacer o no hacer que se hubiere prometido.
El deudor puede ceder sus bienes en pago de sus deudas. Esta
cesión, salvo acuerdo en contrario, sólo libera a aquél de responsabilidad
por el importe líquido de los bienes cedidos. Quedando sujeta la cesión a
lo dispuesto en el título de la concurrencia y prelación de créditos.
El pago puede ser hecho por el mismo deudor, por sus
representantes o por cualesquiera otra persona que tenga interés jurídico
en el cumplimiento de la obligación. Puede también hacerse por un
tercero no interesado en el cumplimiento de la obligación, que obre con
consentimiento expreso o presunto del deudor.
Puede hacerse igualmente por un tercero ignorándolo el deudor.
El pago debe hacerse al mismo acreedor o a su representante con
facultades bastantes.
El pago hecho a un tercero extinguirá la obligación, si así se
hubiere estipulado o consentido por el acreedor, y en los casos en que la

33
ley lo determine expresamente. El pago hecho a una persona
incapacitada para administrar sus bienes, será válido en cuanto se
hubiere convertido en su utilidad.
También será válido el pago hecho a un tercero en cuanto se
hubiere convertido en utilidad del acreedor. El pago hecho de buena fe al
que estuviese en posesión del crédito, liberará al deudor. No será válido
el pago hecho al acreedor por el deudor después de habérsele ordenado
judicialmente la retención de la deuda. El pago deberá hacerse del modo
que se hubiere pactado; y nunca podrá hacerse parcialmente sino en
virtud de convenio expreso o por disposición de ley.
Sin embargo, cuando la deuda tuviese una parte líquida y la otra
ilíquida, podrá exigir el acreedor y hacer el deudor el pago de la primera
sin esperar a que se liquide la segunda.
El pago se hará en el tiempo designado en el contrato,
exceptuando aquellos casos en que la ley permita o prevenga
expresamente otra cosa.
Si no se ha fijado el tiempo en que deba hacerse el pago y se trata
de obligaciones de dar, no podrá el acreedor exigirlo sino después de los
treinta días siguientes a la interpelación que se haga, ya judicialmente, ya
en lo extrajudicial, ante un Notario o ante dos testigos. Tratándose de
obligaciones de hacer, el pago debe efectuarse cuando lo exija el
acreedor, siempre que haya transcurrido el tiempo necesario para el
cumplimiento de la obligación.
Si el deudor quisiere hacer pagos anticipados y el acreedor
recibirlos, no podrá éste ser obligado a hacer descuentos.
Por regla general, el pago debe hacerse en el domicilio del deudor, salvo
que las partes convinieren otra cosa, o que lo contrario se desprenda de
la circunstancia, de la naturaleza de la obligación o de la ley.
Si se han designado varios lugares para hacer el pago, el acreedor
puede elegir cualquiera de ellos.
Si el pago consiste en la traslación de un inmueble o en prestaciones
relativas al inmueble, deberá hacerse en el lugar donde éste se
encuentre.

34
Si el pago consistiere en una suma de dinero como precio de algún
bien enajenado por el acreedor, deberá ser hecho en el lugar en que se
entregó el bien, salvo que se designe otro lugar.
El deudor que después de celebrado el contrato mudare
voluntariamente de domicilio, deberá indemnizar al acreedor de los
mayores gastos que haga por esta causa, para obtener el pago. De la
misma manera, el acreedor debe indemnizar al deudor cuando debiendo
hacerse el pago en el domicilio de aquél, lo cambie voluntariamente. Los
gastos de entrega serán de cuenta del deudor, si no se hubiere estipulado
otra cosa. No es válido el pago hecho con bien ajeno; pero si el pago se
hubiere hecho con una cantidad de dinero u otro bien fungible ajeno, no
habrá repetición contra el acreedor que la haya consumido de buena fe.
El deudor que paga tiene derecho de exigir el documento que acredite el
pago y puede detener éste mientras que no le sea entregado aquél.
Cuando la deuda es de pensiones que deben satisfacerse en período
determinado, y se acredita por escrito el pago de la última, se presumen
pagadas las anteriores, salvo prueba en contrario. Cuando se paga el
capital sin hacerse reserva de réditos, se presume que éstos están
pagados.
Los actos Jurídicos que tienen como obligación de prestar algún
servicio se puede cumplir por un tercero, salvo el caso en que se hubiere
establecido, por pacto expreso, que la cumpla personalmente el mismo
obligado, o cuando se hubieren elegido sus conocimientos especiales o
sus cualidades personales.

EXTENSIÓN DE LOS EFECTOS CON RELACIÓN A LOS SUJETOS


VINCULADOS AL ACTO JURÍDICO.
La regla general; principio del efecto relativo de los actos jurídicos,
los efectos de los contratos se extienden activa y pasivamente a los
herederos y sucesores universales, a no ser que las obligaciones que
nacieren de ellos fuesen inherentes a las personas o que resulten
contrarias a la norma jurídica por una cláusula del contrato o por su
naturaleza misma, LOS CONTRATOS NO PUEDEN PERJUDICAR A

35
TERCEROS, los contratos no pueden oponerse a terceros ni invocarse
por ellos.
Aun cuando estos preceptos se refieren a la manera de especificar
a los contratos lo que resulta lógico en atención a su ubicación
metodologica son aplicables a todos los actos jurídicos y sientan reglas
generales en materia de efectos; es llamado PRINCIPIO DEL EFECTO
RELATIVO DE LOS ACTOS JURÍDICOS.
Al interpretar estas disposiciones lo jurisprudencia con reiteración
ha establecido que la regla de la relatividad de las convenciones solo
significa que las partes no pueden imponer obligaciones para con relación
a los terceros ni estos adquirir derechos contra de aquéllos prevaliéndose
del pacto;2
Pero nada de esto impide o puede impedir a los contratantes forzar
a los terceros y viceversa al reconocimiento de la existencia del contrato y
a las situaciones por el creadas.
Este principio del efecto relativo de los actos jurídicos entraña dos
reglas fundamentales.
A que los efectos de los negocios Jurídicos se producen entre las
partes y demás personas asimiladas a ellas.
A que los negocios Jurídicos no producen efectos con relación a los
terceros, este principio reposa en el ultimo análisis en la noción misma de
la autonomía privada de la voluntas, por que si esta es considerada como
una potestad de los individuos para regular por si mismo sus propios
intereses, es obvio que no pueden reglamentar los intereses de terceras
personas ni estas pueden prevalerse de tal regulación.
La regla general que dejo enunciada es simple solo en apariencia y
hace necesario examinar la situación de las partes de los sucesores
universales, de los sucesores singulares y de los terceros.
a.- Situación de los Sucesores Universales. El acto jurídico es
celebrado para que produzca sus efectos entre las partes, sea que estas
concurran a su formación actuando personalmente, sea que se los
otorguen por medio de representantes legales o convencionales.

36
Es lógico entonces que los efectos del acto jurídico celebrado se
produzcan efectos solo entre las partes; pues ello es lo que se ha tenido
en vista concluirlo y lo que se compadece con su destino. 3
Pero el principio de los sucesores universales que en nuestros
ordenamientos solo son considerados como herederos si se hallan
asimilados a las partes y de allí que el acto jurídico produzca sus efectos
con relación a ellos.
En lo que interesa dice que el heredero… continua las personas del
difunto y es propietario, acreedor o deudor de todo lo que el difunto era
propietario, acreedor o deudor, con excepción de aquellos derechos que
son trasmisibles por sucesión.
De la ultima parte del articulo trascrito surge una excepción- que
concuerda con lo dispuesto en el articulo 1195, marcando que la
asimilación no es absoluta sino que existe una diferencia entre la
situación de las partes y la de sus sucesores universales, porque hay
derechos y obligaciones no transmisibles por sucesión.
La intrasmisibilidad de derechos y obligaciones a los sucesores
universales puede derivar;
a.- De ser derechos y deberes inherentes a la persona,
entendiendo por tales aquellas prerrogativas y deberes que por una razón
de orden moral, solo pueden ser concebidos en cabeza de una persona
determinada.
Es lo que ocurre en general con los derechos extramatrimoniales
también, por excepción, con algunos derechos y obligaciones de carácter
patrimonial, como el derecho-deber alimentario.
b.- De existir una prohibición legal expresa o sea una disposición
del ordenamiento de naturaleza imperativa, que impide la transmisión,
como acontece con los derechos reales del usufructo, de uso y
habitación o con el derecho personal nacido del pacto de preferencia en la
compraventa.
c.- De concurrir una restricción convencional, es decir una
prohibición establecida en virtud de la autonomía privada que obsta a la
transmisión.

37
d.- De obstar la naturaleza misma del acto, o sea cuando se trata
de un negocio intuitu personae, celebrado en atención a la calidad
personal de las partes, como sucede cuando se encomienda la
realización de una obra de arte a un artista determinado y este fallece.
En realidad, la cuestión de la trasmisibilidad o intransmisibilidad de
los derechos y obligaciones es traducción del problema contenido de la
herencia y por ello aparece las excepciones a la regla de la trasmisibilidad
que deje señalada.
Situación de los Sucesores Particulares.- Los sucesores o
particulares no continúan la persona de su autor y en principio ellos no
pueden invocarlos estos derechos, ni resultan gravados con las
obligaciones, que surgen de un acto jurídico celebrado por aquel, de
modo que su situación en este sentido es mas próxima a la de los
terceros que a la de los sucesores universales.
No obstante en ciertos supuestos, los sucesores singulares o
particulares pueden invocar los derechos emanados de un negocio
jurídico celebrado por su autor, o bien pueden ser alcanzados por las
obligaciones constituidas por este.
Situación de los Terceros.- Los Actos Jurídicos no benefician ni
perjudican a quienes no han sido parte en ellos, de manera que los
terceros no pueden derivar derechos de ellos, de manera que los
terceros no pueden derivar derechos de ellos ni pueden ser alcanzados
por las obligaciones que dichos negocios engendran; se cumple pues la
regla que sánala anteriormente de efecto relativo de los actos jurídicos.
Empero esta afirmación exige una aclaración; los terceros deben
respetar el acto jurídico o en otros términos este les resulta oponible, no
pueden salvo caso de excepción desconocerlo y además hay ciertos
terceros, los acreedores de las partes con relación a quienes cede la
regla general configurándose los supuestos de las acciones patrimoniales,
tales como las acciones.-

1.- Acción Pauliana.


Los bienes no revierten el patrimonio del deudor en provecho de
este". Cuando el código dice "que la cosa enajenada vuelve al conjunto de

38
los bienes del deudor, esto quiere decir, solamente, que después de la
rescisión del contrato, esa cosa puede ser embargada por los acreedores,
aun en poder del tercero, como si ella jamás hubiera salido del patrimonio
del deudor y, vendiéndose en subasta pública judicial, sobre su producto
habrá concurso de los acreedores del enajenante". " Si el valor de esa
cosa fuere superior a la deuda el saldo pertenecerá al tercero y no al
deudor, en vista de que entre aquél y éste subsiste el contrato".
En otros casos, " cuando el acto por el cual los acreedores fueren
lesionados sea la renuncia de un derecho, por ejemplo, el perdón de la
deuda, el efecto de la acción rescisoria consistirá en hacer renacer la
deuda, como si no hubiere sido perdonada." Si el perjuicio resulta del
pago de una deuda que aun no esta vencida... el acreedor tiene que
restituir toda la cantidad que recibió, por la cual continua considerándose
acreedor".
La acción pauliana sufre una modificación, como acción colectiva,
en nuestros códigos de 1870 y 1884, porque en ellos se concede al
acreedor como acción individual el ejercicio de la misma, pero su
resultado sigue siendo colectivo; estatuía el Código de 1884 que una vez
declarada la acción pauliana, los bienes obtenidos regresaban al
patrimonio del deudor para que cumplieran la función de garantizar a los
acreedores en general. Por consiguiente el código no permitía que el
resultado de la acción pauliana a pesar de que se intentara por un
acreedor determinado, beneficiara a este exclusivamente. Se modifica,
por consiguiente el sistema romano, que desconocía el ejercicio individual
de la acción para determinado acreedor que quisiera intentarla, pero se
mantiene el beneficio colectivo en cuanto al resultado, para que todos los
acreedores pudieran disfrutar del mismo.
Se dice que el deudor ejecuta un acto de fraude de acreedores
cuando lleva a cabo una enajenación o renuncia de derechos que provoca
o aumenta su insolvencia, y que por consiguiente perjudica al acreedor.
En estas condiciones, éste tiene el derecho de pedir la nulidad del acto
ejecutado por el deudor, que originó su insolvencia y lo perjudica.
Tradicionalmente se conoce esta acción con el nombre de pauliana. Son
varios los elementos consagrados en el artículo 2163 del Código Vigente:

39
1.- Que el deudor lleve a cabo una enajenación o renuncia de
derechos. Se consagra en el artículo 2163, pero prosigue en los demás
artículos (2164 y 2171). Los actos a título gratuito y los actos a título
oneroso. También si el deudor no hubiere renunciado a derechos
irrevocablemente adquiridos, sino facultades por cuy ejercicio pudiere
mejorar el estado de su fortuna, los acreedores pueden hacer revocar esa
renuncia y usar de las facultades renunciadas.
2.- Que al ejecutar este acto dispositivo provoque o agrave su
insolvencia. El artículo 2166 define la insolvencia.
3.- Que el acto dispositivo perjudique al acreedor. Es un elemento
esencial en el ejercicio de la acción pauliana, que exista el perjuicio para
el acreedor; tal parece que basta el segundo elemento para que se
perjudique al acreedor.
4.- Este requisito supone que el acto dispositivo sea posterior al
crédito o créditos que se consideren perjudicados. Es evidente que si el
acto dispositivo es anterior al crédito, no podrá invocar el acreedor ningún
perjuicio, porque conociendo el estado de insolvencia de su deudor,
consintió en que se constituyese ese crédito.
5.- Si el acto dispositivo es oneroso es menester que haya mala fe
en el deudor y en el tercero. En cambio, si la enajenación es a título
gratuito, no es necesario que exista mala fe, para que proceda la nulidad.
Esta se declara aun demostrando el deudor y el tercero que procedieron
de buena fe.

Naturaleza de la acción pauliana.


Actualmente esta acción es de nulidad, según lo determina con
toda claridad el artículo 2163, en relación con los siguientes. En relación
con el derecho romano fue revocatoria o rescisoria; en el código de 1884,
lo mismo que fue de 1870, se reputo rescisoria. No solo tiene interés
desde el punto de vista de la terminología, distinguir si es acción
rescisoria o de nulidad, sino un efecto práctico de trascendental
importancia. En el código de 1884 se estimó que la acción era rescisoria,
porque el acto de enajenación era en si válido, pues no llevaba vicio de
constitución.

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En el concepto de Rojina Villegas, debe interpretarse el Código
vigente en la siguiente forma: considerar que los efectos de la nulidad en
cuanto a su alcance restitutorio.
Afectan solo a las partes; este efecto solo procede cuando la
nulidad es invocada en cualquier contrato por alguna de ellas, pero
cuando es intentada por el acreedor, es decir, por un tercero, para
combatir un acto fraudulento, no está obligado, ya que no ha sido parte, a
restituir, y el tercero adquirente debe perder el precio como consecuencia
de su acto ilícito, de su complicidad en el fraude.
El que debe ser demandado con la acción pauliana es el
adquirente según los artículos 2167,2169, 2176 del código civil, y además
como requisito constitucional es necesario demandar al deudor, pues para
declarar la nulidad de un acto jurídico en que éste intervino, es preciso
que sea parte en el litigio; de otra manera no podrían afectarse sus
derechos derivados de ese acto, sin ser oído y vencido en juicio.
Presunciones de fraudulencia: A efecto de facilitar la prueba en el
ejercicio de la acción pauliana, y justificar a base de presunciones la mala
fe de deudor y tercero, la ley admite dos presunciones: Art. 2179: " Se
presumen fraudulentas las enajenaciones a título oneroso hechas por
aquellas personas contra quienes se hubiese pronunciado antes de la
sentencia condenatoria en cualquiera instancia, o expedido mandamiento
de embargo de bienes, cuando esas enajenaciones perjudican los
derechos de sus acreedores" Art 2163: " es anulable todo acto o contrato
celebrado en los treinta días anteriores a la declaración judicial de la
quiebra o del concurso, y que tuviere por objeto dar un crédito ya
existente una preferencia que no tiene".
Cuándo se da un según adquirente recibe del primero los bienes
objeto de la enajenación impugnada por la acción pauliana, solo resultará
afectado y, por consiguiente, obligado a devolver, cuando a su vez
conozca que la enajenación se hizo fraudulentamente, o en otras
palabras, cuando procedan de mala fe, sabiendo que origino la
insolvencia del deudor; pero cuando haya obrado de buena fe, a pesar de
que el primer adquirente haya obrado en complicidad con el deudor, no

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quedará afectado aunque se declare la procedencia de la acción pauliana
y, por lo tanto, no tendrá que restituir los bienes adquiridos.
2.- Acción Subrogatoria.- Los Acreedores podrán ejercer todo los
derechos de su deudor con excepción a los que sean inherentes a la
persona.
Esta disposición se refiere a la acción subrogatoria indirecta u
oblicua la cual según Arauz Castex es la que se da al acreedor para
ejercer los derechos y acciones patrimoniales no inherentes a la persona
de su deudor remiso en su ejerció.
Esta acción concedida a los acreedores recibe distintas
denominaciones por que el acreedor en vista de que el deudor abandona
el ejercicio de sus derechos, elimina el inconveniente de su pasividad y
actúa en su nombre y lugar, cortando al sasgo para alcanzar el fin que se
propone.
3.- Acción de Simulación.- La simulación es toda operación en
virtud de la cual se crea una situación jurídica aparente que difiere de la
situación jurídica verdadera, producto de la ocurrencia de determinadas
circunstancias adversas a los intereses patrimoniales de las partes
contratantes.
En las obras simulación de los actos jurídicos. Pág. 24, de Héctor
Cámara, y la simulación de los negocios jurídicos, Pág. 56, de Ferrara, la
simulación es la declaración de un contenido de voluntad no real, emitido
conscientemente y de acuerdo entre las partes, para producir con fines de
engaño la apariencia de un negocio jurídico que no existe o es distinto de
aquel que realmente se ha llevado a cabo; o el acuerdo de partes de dar
una declaración de voluntad a designio divergente de sus pensamientos
íntimos, con el fin de engañar inocuamente en perjuicio de la ley o de
terceros.

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CONCLUSIONES

 Concluimos que el hecho jurídico pueda ser definido como el


presupuesto de hecho necesario para que se produzca un efecto
jurídico; en otras palabras, es el conjunto de circunstancias que,
producidas, deben determinar ciertas consecuencias de acuerdo
con la ley.
 El acto jurídico es fuente creadora del derecho civil.

 El acto jurídico produce una modificación en las cosas o en el


mundo exterior porque así lo ha dispuesto el ordenamiento jurídico.

 El acto jurídico se clasifica en: Actos positivos y negativos; Actos


unilaterales y bilaterales, Actos entre vivos y de última voluntad;
Actos gratuitos y onerosos, Actos formales y no formales, Actos de
derecho patrimonial y de derecho personal y familiar, Actos de
administración y de disposición o enajenación.

 Esta Teoría de la hermenéutica del acto jurídico. El Negocio


Jurídico, como cualquier expresión del pensamiento, presenta el
problema de su interpretación entendiendo por tal la captación del
sentido de las manifestaciones de la voluntad que constituyen su
contenido.

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BIBLIOGRAFÍA

1. Borda, Guillermo A. (TRATADO DE DERECHO CIVIL - PARTE


GENERAL - Tomo II)
2. Rafael de Pina Vara/ Diccionario de Derecho/ Porrua, México 1985,
p. 213.
3. Ricardo Sánchez Márquez, Derecho Civil, Editorial Porrua, Tercera
Edición, México 1998. p.125
4. Rafael de Pina Vara/ Diccionario de Derecho/ Porrua, México 1985,
p. 215.
5. Rafael Rojina Villegas, Compendio de derecho Civil, Tomo I,
Editorial Porrua, México 1998. p. 120.
6. Carlos Sepúlveda Sandoval, De los Derechos Personales de
crédito y Obligaciones, Editorial Porrua, México 1996. p. 56.
7. Galindo Garfios, Derecho Civil, Editorial Porrua, México 1996. p.
218.
8. Rafael de Pina Vara/ Diccionario de Derecho/ Porrua, México 1985,
p. 263.
9. Carlos Sepúlveda Sandoval, De los Derechos Personales de
crédito y Obligaciones, Editorial Porrua, México 1996. p. 87.

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